revista insurrección n.379

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Edición No.379 Julio/01/2013 Revista Insurreción Revista Insurreción

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Revista del Comando Central - COCE del Ejército de Liberación Nacional ELN

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Edición No.379Julio/01/2013

RevistaInsurreciónRevistaInsurreción

EDITORIAL 3Comunicado: Cumbre de Comandantes

Cumbre de Comandantes: Declaración de Paz 5Autor: Nicolás Rodríguez B. / Timoleón Jiménez

El 4 de Julio, Bancos y Lebensraum 8Autor: Comandante Pablo Beltrán

Los Medios y el Conflicto en el Catatumbo 15Autor: Rómulo Carvalho

Honduras: A 4 años del golpe de estado 21Autor: Frente Internacional Cte. Milton Hernández

Los máximos comandantes del Ejército de Liberación Nacional ELN y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia Ejér-cito del Pueblo FARC-EP comunicamos a los integrantes de las dos organizaciones, a sus masas organizadas, a sus simpati-zantes, al pueblo colombiano y a la opinión pública nacional

e internacional, que en algún lugar de la Patria hemos celebrado una reunión cumbre, en medio de un fraternal ambiente de unidad y camaradería, con el propósito de fortalecer los avances del proceso unitario del movimiento guerrillero y revolucionario de nuestro país.

En dicha reunión, además de tratar, reflexionar y superar definitiva-mente diversos incidentes que condujeron en el pasado a contra-dicciones, distanciamientos y choques entre las dos fuerzas, abor-damos diferentes asuntos de carácter estratégico para el futuro de la nación.

Entre ellos destacamos la importancia de trabajar por la unidad de todas las fuerzas políticas y sociales empeñadas en la realización de cambios profundos en la sociedad, su economía, la política y la institucionalidad colombiana; la importancia que tiene la Paz con Dignidad y Justicia Social para el futuro de la nación y el continente, así como el reconocimiento expreso y sincero que cualquier solución al conflicto interno de nuestro país por las vías del diálogo, pasa por la ineludible necesidad de adelantar conversaciones con toda la insurgencia colombiana.

EDITORIAL

Comunicado: Cumbre de Comandantes

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Revista Insurrección

En Nuestra América soplan hoy poderosos vientos hacia la de-mocracia, la soberanía, la justi-cia social, el buen vivir y la in-tegración de nuestros pueblos. Los colombianos no podemos permanecer al margen de este proceso histórico hacia la defini-tiva independencia.

El ELN y las FARC–EP, compro-metidos y unidos en el mismo objetivo de alcanzar una socie-dad democrática, incluyente, soberana y en paz para los colombianos, invitamos a todo nuestro pueblo a trabajar unido y a movilizarse en esa dirección.

MONTAÑAS DE COLOMBIAJunio de 2013

Nicolás Rodríguez Bautista Timoleón Jiménez Comandante del ELN Comandante de las FARC-EP

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La paz es la más noble, justa y legítima aspiración de nuestro pueblo. La guerra ha sido una imposición de las clases domi-nantes para perpetuarse en el poder y para sostener un ré-gimen político elitista, intolerante, injusto, corrupto e incapaz de dar solución a las más sentidas necesidades de la nación.

La violencia ha sido una característica de las clases dominantes en Colombia. Como respuesta a esa agresión ha surgido y se ha de-sarrollado por más de 50 años la insurgencia armada como una expresión política que levanta las banderas de participación demo-crática, de inclusión social para los pobres y todos los excluidos, de defensa de la soberanía nacional ante la entrega desmesurada de nuestras riquezas al capital transnacional. Desde esa perspectiva la solución política al conflicto social y armado, que implica el cese de la guerra sucia y la agresión contra el pueblo, es parte de nues-tro horizonte estratégico por la paz en Colombia.

Para hacerlo posible se necesita la más amplia unidad, coalición y movilización de todos los sectores populares, pueblos originarios, comunidades afrodescendientes, las clases medias, personalida-des democráticas, artistas, iglesias, mujeres, comunidad LGBTI, la juventud en todas sus expresiones, los intelectuales, los académi-cos y los más diversos matices que integran la izquierda en Co-lombia, para neutralizar políticamente al militarismo y la extrema derecha que son los que insisten en la guerra sin cuartel.

Nicolás Rodríguez Bautista / Timoleón Jiménez

declaracion de pazCumbre deComandantes:

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Revista Insurrección

La paz de Colombia requiere la lucha de mayorías para en-frentar al neoliberalismo, sus tratados de libre comercio, al voraz capital internacional y sus corporaciones transnacio-nales, para defender lo nues-tro, los recursos naturales, los ecosistemas, la biodiversidad, la economía e industria nacio-nales, los intereses del pueblo y sus trabajadores, y así poder construir un futuro de bienestar y de buen vivir para todos. Esto exige abandonar actitudes dog-máticas y sectarias, estar abier-tos a una amplia dinámica de alianzas que conduzca a edificar la Nueva Colombia.

La solución política no puede ser entendida como la simple desmovilización y desarme de las guerrillas, sin cambios es-

tructurales para que todo siga igual, sino como el camino que conduzca a la solución de las causas que generaron la gue-rra y hacia una democratización plena.

Esta solución política requiere de garantías para que la so-ciedad participe e instrumentos que viabilicen la transición a una sociedad en paz con justicia social. Una Asamblea Nacional Constituyente sería un mecanis-mo idóneo por cuando convoca-ría a nuevos y auténticos con-sensos construidos con la más amplia y plena participación de la sociedad.

Para que dicha Asamblea Na-cional Constituyente cumpla los objetivos de asegurar la paz y la justicia social para los co-

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lombianos debe contar con la participación representativa de la insurgencia y la participación democrática de todos los secto-res que integran la nación. Que tanto su convocatoria, su com-posición y su mandato consti-tuyan un verdadero tratado de paz estable y duradera para Colombia.

La nueva realidad de Nuestra América observa expectante

los desenlaces positivos hacia la paz de Colombia, por cuanto todos sus pueblos son conscien-tes que la Paz de Colombia es la Paz del Continente. El ELN y las FARC-EP agradecemos y valora-mos el apoyo brindado por la comunidad internacional y paí-ses en particular a esos esfuer-zos, al tiempo que destacamos especialmente el legado del Comandante Hugo Chávez Frías para hacer realidad este sueño.

Montañas de Colombia, junio de 2013

Nicolás Rodríguez Bautista Timoleón Jiménez Comandante del ELN Comandante de las FARC-EP

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Revista Insurrección

Por esas raras coincidencias de la vida, un 4 de julio de hace 237 años, los actuales Estados Unidos declararon su independencia del imperio británico, mientras otro 4 de julio de hace 49 años, se fundó la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional de Colombia, en las montañas del

Magdalena Medio, a 220 kilómetros al norte de Bogotá.

En la Declaración de independencia de 1776, se consagró el derecho a la rebelión de los pueblos contra la dominación, causa idéntica a la que dio origen al Ejército de Liberación Nacional, pero hoy mientras los EU ejercen como imperio mustio, las guerrillas colombianas cumplen la misión de Espartaco.

La mutación que transformó el poder nacional de los EU, de ser anti imperialista, hasta convertirse en nuevo imperio, es una modificación estructural incubada en sus cromosomas, desde su gestación como na-ción. De la mano de los bancos y del racismo, los EU se convirtieron en un imperio que domina tanto a su propio pueblo, como a muchos pueblos del mundo.

La maldición de Jefferson

En 1773, el Parlamento en Londres modificó por ley el impuesto al té, para evitar la quiebra de la Compañía Inglesa de la Indias Orientales, maniobra que fue rechazada por los colonos de Norteamérica, por tra-tarse de una violación a su derecho a no ser gravados, por una insti-

Comandante Pablo Beltrán

El 4 de Julio,Bancos y Lebensraum

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tución en la que no tenían repre-sentantes propios. Esta rebelión dio inicio a la lucha que culminó con la independencia de los EU, obtenida en 1783.

La Compañía como empresa pri-vada monopólica, era el corazón del imperio británico, por lo que la rebelión de los colonos atacó los lazos que colocan al Estado al servicio de un interés privado minoritario.

En 1791, en el debate sobre la fundación del Banco de los EU, Thomas Jefferson, el principal redactor de la Declaración de in-dependencia y tercer presidente de los EU (1801-1809), advirtió sobre la reaparición de la misma amenaza, contra la que habían luchado los colonos independen-tistas:

luego por deflación, los bancos y las corporaciones que crecen a su alrededor le quitarán al pue-blo toda su propiedad, hasta que los niños despierten sin casa en el continente que sus padres con-quistaron”.

Su advertencia se convirtió en una maldición hecha realidad en 2008, con la ruina de las hipote-cas en Norteamérica, que desen-cadenó la actual crisis capitalista mundial.

El mito de la Raza superior

En 1823, James Monroe, el quin-to presidente estadounidense (1817-1825), consolidó el Banco de los EU, a la vez que declaró

“Yo creo que las insti-tuciones bancarias son más peligrosas para nuestras libertades que los enemigos de-clarados. Si el pueblo estadounidense per-mite alguna vez, que los bancos privados con-trolen el asunto de su mo-neda, primero por inflación,

a “América para los americanos”, Doctrina por la cual la potencia norteamericana clasifica a todo el continente, como su Espacio Vital Indispensable, de su exclusivo do-minio, en el que no deben hacer presencia otras potencias.

En 1904, tras desmembrar a Pa-namá de Colombia, el vigésimo sexto presidente de EU, Teodoro Roosevelt (1901-1909), legalizó su conquista con un agregado a la Doctrina Monroe, según el cual, los EU se reservan el derecho de intervenir en los asuntos internos de cualquier país de América Lati-na, ante la ocurrencia de un acto ilegal.

Desde finales de siglo diez nue-ve, con el apogeo imperialista, se impuso la ley de la Esfera de Influencia Necesaria para el de-sarrollo de cada potencia, que

fue reglamentada

por sucesivos pactos mundiales. Teoría fundada en la supuesta superioridad de la raza blanca y en el deber divino que tiene de ‘civilizar’ al resto de humanidad.

Hasta nuestros días, cada ruptu-ra de un pacto sobre las Esferas de Influencia Necesaria, da inicio a una guerra imperialista, la que concluye con un nuevo pacto.

La Alemania de Hitler justificó sus agresiones a otros pueblos en el mito de su superioridad, que exi-gía un Lebensraum o Espacio Vital Indispensable, para su completo desarrollo como raza superior.

Espartaco renace

El dominio total de la banca pri-vada sobre la vida de los esta-dounidenses se consolidó entre 1913 y 1935, con la creación de la Reserva Federal. Época en que el magistrado Louis D. Brandeis hizo parte de la Corte Suprema, desde donde, como Jefferson, alzó su voz contra esta tiranía:

“Podemos tener democracia o riqueza concentrada en unas po-cas manos, pero no podemos te-ner ambas”.

Tiranía que lleva al colapso a la potencia norteamericana, visibi-

lizado con la histórica c r i s i s capitalista

de los últimos cinco años y agran-dado con el desgaste de las fa-llidas guerras imperialistas, que desnudan la ruina de su discurso sobre la democracia.

En 2008, Michel Vlahos, asesor de varias agencias de defensa de los EU, analizó esta ruina en “Por qué perdemos nuestras guerras”, en Military Review:

“No podemos ayudar a alia-dos autoritarios a reprimir a las poblaciones de sociedades (en qué), como sabemos bien, cual-quier insurgencia anulará el logro de la fuerza policíaca del tirano y se creará una

Siempre junto al pueblo

Siempre junto al pueblo

situación como en la época del imperio romano, cuando Esparta-co andaba suelto”.

Espartaco renace ahora, tanto en el seno de la sociedad nortea-mericana, como en otros pueblos que luchan contra el imperialismo.

La insurgencia Rojo y Negro

Cada intervención de los EU en América Latina y El Caribe ha sido respondida con lucha insurgen-te, agrupada muchas veces bajo banderas Rojo y Negro.

En Colombia, las distintas fases de guerra imperialista, han sido asumidas por la minoría gober-nante -guerra contra el comu-nismo, guerra contra las drogas, guerra global contra el terror-, al tiempo que han sido confron-tadas por las fuerzas populares. Dentro de este pulso nacen en 1964, las guerrillas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Co-lombia y del Ejército de Liberación Nacional.

Hoy, Washington continúa su plan de guerra contra revolucionaria dirigido a aislar, desestabilizar y debilitar a las fuerzas revolucio-narias, que no son y que son go-

bierno en los países de América Latina y El Caribe.

La pregunta obligada para la mi-noría dominante en Colombia es, ¿hasta cuándo va a seguir en-ganchada a los planes de guerra permanente del imperio?

Hace siete años, le propusieron al Ejército de Liberación Nacional tomar distancia con las revolucio-nes de Cuba y Venezuela, para mejorar su relación con la poten-cia norteamericana… la opinión conoce cuál fue la respuesta.

Para concluir hay que decir, que sería saludable para este conti-nente, si los EU asumen la Política del Buen Vecino, desarrollada por Franklin D Roosevelt durante su presidencia (1933-1945).

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El Observatorio de Medios de Información y Comunicación del ELN relata en cuatro tiempos el conflicto narrado por el teatro de operaciones de guerra contra el pueblo co-lombiano, representado cronológicamente en los titulares de las principales empresas de contenidos periodísticos

colombianos que crean una realidad desfigurada y provocan un criminal desenlace.

La escenografía El telón no se abre, la realidad es invisible ante el foco de los me-dios, esta región como tantas otras en Colombia vive la maldición de la abundancia. La riqueza natural y su ubicación estratégica de-bería representar el buen vivir de sus pobladores. Sin embargo para nuestra trágica realidad nacional, es sinónimo de miseria y represión.

El Catatumbo es un pueblo devastado por las masacres militares y paramilitares y vive al desgobierno. Sus once municipios viven en total abandono, no hay vías, educación, ni salud y su modelo económico es antagónico al campesinado. La organización popular reconstruye su tejido social y su historia de lucha y resistencia labra un nuevo levantamiento campesino.

Rómulo Carvalho

LOS MEDIOSY el Conflcito en el Catatumbo

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Revista Insurrección

El Inicio - La resistenciaSe abre una fisura en el telón, los principales medios naciona-les mantienen el silencio y solo pequeñas notas dan cuenta del conflicto campesino, el 12 de junio el Tiempo registró: “Tras asonada, declaran toque de queda en Tibú, Norte de San-tander” el mismo día RCN La Radio, victimizó a los agresores con el titular, “Decretan toque de queda en Tibú por disturbios que dejan dos policías heridos” y en otra nota de la misma fe-cha El Tiempo tituló, “Minagri-cultura visitará zona de protes-ta campesina en Tibú” En esta pieza periodística el protagonis-ta es el ejecutivo nacional, no la protesta, ni sus causas.

Pasan los días y el conflicto se agudiza, los informativos ocu-pan su agenda en otros temas, entre los cuales una nota de El Espectador abre la primera car-ta del plan de pacificación en el Catatumbo. El 18 de junio tituló, ‘Militares podrían abrir fuego contra civiles que consideren guerrilleros’ en el comentario principal registró, “Según Ánge-la María Robledo, el concepto de ‘blancos legítimos’ posibilita-ría abrir fuego contra personas que pierden su condición de ci-viles.

El Nudo - La voz de ordenAl día inmediatamente poste-rior, la agenda de los principa-

les medios dieron a conocer al país, que en el Catatumbo se vivían intensas y masivas mani-festaciones. Sin embargo el 19 de junio la protesta campesina no era la protagonista de la no-ticia, la fuente era Santos quien afirmó, como lo registraron muy coincidencialmente El Tiempo, Caracol Noticias y Noticias RCN con el mismo titular, “‘Marchas en el Catatumbo están infiltra-das por las FARC–EP: Gobierno”

Diferenciándose una de otras con el comentario resaltado por su redacción, la cual llama es-pecial atención la resaltada por caracol noticias “El jefe de Esta-do calificó de “torpeza” que el grupo negociador de la guerrilla haya pedido que la fuerza pú-blica no reprima las protestas en Norte de Santander.” Y la de Noticias RCN “La denuncia la hizo el Presidente tras las decla-raciones de las FARC–EP en las que pidieron acabar con la “bru-talidad” de “escuadrones” con-tra campesinos en la región.”

Solo hasta el 22 de Junio El Es-pectador, en una minúscula nota de relleno tituló: “Campesinos del Catatumbo preocupados ante estigmatización de Presi-dente Santos” y en el comen-tario su redacción resaltó “Ase-guraron que están marchando de manera pacífica con el fin de que se les dé respuesta a sus propuestas.”

Entre tanto, otras pequeñas no-tas judiciales registraban: “Otro

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miembro de las protestas en el Catatumbo fue enviado a la cárcel” y su comentario principal rezaba: “Un juez de control de Garantías de Ocaña (Norte de Santander) envió a la cárcel a un hombre identificado por las autoridades como Ramón del Carmen Ortega, quien habría participado esta semana en las manifestaciones que se realizan en Tibú.”

Estas reducidas notas reforzaron la criminali-zación de la protesta social, junto a otras redactadas por el ministerio de defen-sa como la publica-da en la W Radio: “Explosivistas de las FARC–EP infil-traron marcha de campesinos en Ca-tatumbo: general Palomino”

El Desenlace - El blanco legi-timo La orquestación de la pacificación del Catatumbo llegaba a su es-perado final. El 24 de junio El diario regional La opinión publicó: “Protestas campesinas en Oca-ña se tiñen de sangre, dolor y muerte”, con un pie de foto en el que

resaltó el siguiente comentario, “Escenas de dolor y llanto se vivieron al reclamar el cadáver del campesino Yonel Jácome Ortiz, muerto durante los distur-bios en la vía al Aeropuerto. Su madre Carmen María Ortiz per-maneció en silencio sentada en un andén”.

Al siguiente día, el 25 de junio, ya no pudieron seguir tapando el sol con un medio; las noticias se reproducían en la mayoría de los medios pero en un se-gundo plano en su presenta-ción, el contenido redundaba en información criminalizadora de la protesta y su titular reflejaba la tragedia de la muerte pero callaba frente al perpetrador.

El Espectador tituló: “Dos cam-pesinos mueren por disparos en la protesta del Catatumbo”, La agencia EFE vendía el titular:

“Otro campesino muere en las protestas del Catatumbo” y re-saltaba en el comentario “Hasta el momento, se conoce que tres personas han fallecido por im-pactos de bala”.

El mismo día la información competía con titulares que jus-tifican el “blanco legítimo”, re-gistrando como lo hizo el pro-grama Hoy por Hoy de Caracol Radio: “Sí hay participación de la guerrilla en protestas del Ca-tatumbo: Policía” y resaltó en su comentario: “El general Yesid Vásquez, comandante de la Re-gional No. 5, dijo que muchos campesinos han intentado re-gresar a sus parcelas, pero no los dejan”.

Entre tanto, el conflicto se recru-decía y la revista semana rom-pió su silencio cómplice con el titular “Cuatro muertos y 37 he-

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ridos dejan enfrentamientos en el Catatumbo” como si se trata-ra de una disputa entre iguales. De nuevo se calla frente al eje-cutor y la forma en que asesina-ban a sangre fría; por impactos de bala ejecutado francotirado-res como lo demuestran los vi-deos tomados por los manifes-tantes que circulan en las redes sociales con la etiqueta #CATA-TUMBORESISTE

El mismo día la agencia EFE di-fundió una pieza periodística ti-tulada: “Protesta campesina en Catatumbo podría crecer”, con el fin de insistir en la supuesta infiltración guerrillera con co-mentarios como: “Miembros de la Fuerza Pública que se encuen-tran custodiando la región del Catatumbo insisten en la teoría que la guerrilla de las FARC–EP está detrás de las manifesta-

ciones, que luego de dos sema-nas de protesta han generado grandes complicaciones.”

Matriz en la que hasta el de-fensor del pueblo aportó gene-rando una pieza desinformativa que tituló: “Defensor del Pueblo cree que las protestas de Cata-tumbo sí están infiltradas”.

La orquestación que permitió el silencio cómplice de los medios y la tergiversación en su pre-sentación obligada, justificó el asesinato premeditado de cua-tro campesinos que reclamaban sus derechos junto a decenas más que sufrieron mutilaciones y heridas por impactos de fusil. Crimen ordenado por Juan Ma-nuel Santos y acatado por fran-cotiradores del ejercito ampa-rados bajo el supuesto “blanco legítimo” ante la voz de orden: “‘Marchas en el Catatumbo es-

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tán infiltradas por las FARC–EP”.

El objetivo de desmovilizar con el terror del aparato del esta-do a la reprimida manifestación campesina no se logró, el Cata-tumbo resiste.

Este relato de guerra no podía tener otro remate, varios me-dios publicaron el titular vendi-do como un supuesto escanda-lo bajo la frase: “Director de la Policía dice que los colombianos extrañan a Uribe Vélez”, re-saltando amañadamente el si-guiente comentario: “El general José Roberto León Riaño, direc-tor de la Policía Nacional, afirmó en una conferencia revelada por la emisora La F.M. que los colombianos extrañan mucho al ex presidente Álvaro Uribe porque acababa con las altera-ciones de orden público, mien-tras el presidente Juan Manuel Santos hace mesas de diálogo mientras la protesta crece.”

La operación de desinformación sería aún mayor si los medios alternativos no hubiesen dado una dura batalla frente a los gi-gantes de la manipulación y los activistas no hubiesen contado con las redes sociales que per-mitieron compartir la verdad. (Ver #CATATUMBORESISTE)

Sin embargo la orquestación se fraguó, el gobierno Santos asesinó cuatro campesinos des-armados para mantener sus privilegios y no cederle ni un espacio al pueblo. ¿La violen-cia del régimen se repite en el Catatumbo como lo ha hecho en otras regiones del país, en con-traste con su aparente discurso de paz? Estos crímenes de esta-do no son muestras de paz sino de guerra. No se puede tapar el sol con un medio.

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Cuatro años han pasado desde aquel fatídico golpe de es-tado que Washington y la oligarquía hondureña orquesta-ron en contra del gobierno democrático de Manuel Zelaya, imponiendo a una dictadura cívico-militar encabezada por Roberto Micheletti.

Ese 28 de junio del 2009 se develaron dos cosas: 1) la nueva estra-tegia de agresión del Pentágono para Nuestra América, la llamada estrategia del “poder suave e inteligente” que impuso Barack Oba-ma como modelo de diplomacia internacional, y que se encarnó como el “golpe de estado de nuevo tipo”. Y, 2) el surgimiento de una sorprendente y valiente resistencia social manifestada en el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), una amplia coalición de movimientos que se juntaron para enfrentar al fascismo en las calles y en el campo hondureño.

Respecto al primer punto, el politólogo Marcos Roitmann (2012) señala que, para los golpes de nuevo tipo, “ya no es necesario que las fuerzas armadas estén en primera línea. Los golpes de Estados pueden remitirse a los parlamentos y desbancar gobiernos legíti-mos. No por ello dejan de ser golpes de Estado”.

Segundo, hay que resaltar la resistencia popular hondureña, que se ha enfrentado al terrorismo de estado con valentía y dignidad durante estos cuatro ignominiosos años. Han sido centenares de muertos, desparecidos y torturados. “Ahora la muerte en la calle

Frente Internacional Cte. Milton Hernández

HONDURAS:A 4 años del golpe de estado

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a los defensores de derechos humanos, a los campesinos, los jóvenes, periodistas y las vio-laciones a las mujeres forman parte del paisaje de Honduras”, denuncia Bertha Oliva, porta-voz del Comité de Familiares de Detenidos y Desaparecidos en Honduras (Cofadeh).

Como botón de muestra, el pa-sado 24 de mayo, Bertha Cá-ceres, reconocida dirigente del Consejo Cívico de Organizacio-nes Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), fue deteni-da ilegalmente por el ejército y la policía bajo falsos cargos. El móvil real es el acompañamien-to que COPINH le hace a las co-munidades indígenas resisten la imposición de un mega-proyec-to hidroeléctrico en la zona del Rio Blanco.

Pese a la guerra del estado hondureño contra su pueblo, la resistencia ha mantenido viva la bandera de la refundación de la patria, por una democracia par-ticipativa y la construcción del poder popular.

Breve recuentro Del golpe

Zelaya, político liberal tradicio-nal, miembro de la oligarquía hondureña, decidió romper con el guion. Ingresó Honduras en

Petrocaribe y el ALBA; encabe-zó el movimiento en la Asam-blea General de la OEA de San Pedro Sula, para derogar la ex-clusión de Cuba del Sistema In-teramericano aprobada por esa organización en 1962; estable-ció relaciones de amistad y coo-peración con Venezuela, Cuba, Bolivia, Ecuador y otros países de izquierda y progresistas; propuso una Asamblea Consti-tuyente Popular como mecanis-mo de refundación de la patria; planteó el desmantelamiento de la base militar yanqui de Pal-merola, para ser sustituida por un nuevo aeropuerto internacio-nal. Para el imperialismo, estas medidas eran imperdonables.

Consumado el golpe, Zelaya cometió el error de depositar su confianza en la promesa de Obama y de la OEA de actuar en función del restablecimiento de la democracia, quienes, por el contrario, orquestaron la far-sa «mediadora» de Oscar Arias. La Resistencia Popular fue des-gastada enfrentando al fuerzas represivas y el terrorismo de estado mientas Zelaya nego-ciaba. El gobierno militar impu-so nuevas elecciones en condi-ciones de absoluta desigualdad para las fuerzas progresistas en las cuales Zelaya no pudo par-ticipar, y el golpismo impuso a

Porfirio Lobo como presidente “legitimo”.

El golpe de estado de Hondu-ras fue el inicio de la contrao-fensiva imperial diseñada para contener la ola progresista lati-noamericana. Fue sucedido por el acuerdo entre Colombia y EE.UU para instalar siete bases militares en territorio colombia-no (noviembre 2009); seguido por un acuerdo para instalar EE.UU, en el seno de los países miembros de Petrocaribe (junio 2010); el convenio con Costa Rica que permite que la marina estadounidense patrulle aguas ticas y la presencia de 7,000 marines en suelo costarricen-se (junio 2010). En septiembre 2010 se dio el intento de golpe en contra de Rafael Correa en Ecuador. Efectivamente, el gol-pe de estado de Honduras fue un parte-aguas en la gran dis-puta continental.

El saldo final es que el ALBA perdió un miembro y no ha ga-nado ni uno más; sumado a una violencia interna dirigida contra la sociedad que no ha cesado.

Venga la esperanza

Gracias a la heroica resistencia del Frente Nacional de Resisten-cia Popular durante estos cua-tro años, se conformó el partido

Libertad y Refundación – LIBRE – con Xiomara Castro como candidata presidencial para las elecciones nacionales del próxi-mo noviembre.

Su plataforma es clara: “una propuesta de una refundación del país, convocando a un nue-vo pacto social a través de una Asamblea nacional constituyen-te originaria, incluyente y de profunda popular.” Y su progra-ma continúa: “nunca más sere-mos plataforma de agresión contra países hermanos. Nunca más someteremos nuestra polí-tica exterior a los designios de otros, y buscaremos los caminos de la integración latinoamerica-na y del Caribe.” “La consigna es que no quede ningún hondu-reño ni hondureña sin conocer el programa de nuestra revolución democrática de Patria Libre.”

El ELN manifiesta toda su soli-daridad con la resistencia popu-lar y social hondureña, símbolo de dignidad de los pueblos de Nuestra América, y por la victo-ria de la revolución democráti-ca en las elecciones venideras. Es deber de todos y todas las revolucionarias del continente acompañar al pueblo hondure-ño en su lucha por la refunda-ción de la patria.