revista horizontes sociológicos aÑo 1 / nÚmero 1 / enero-junio de 2013

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"Copyright Disclaimer Under Section 107 of the Copyright Act 1976, allowance is made for "fair use" for purposes such as criticism, comment, news reporting, teaching, scholarship, and research. Fair use is a use permitted by copyright statute that might otherwise be infringing. Non-profit, educational or personal use tips the balance in favor of fair use."

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    ISSN 2346-8645

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    AAS COMISIN DIRECTIVA:

    PRESIDENTA: PALERMO, ALICIAITATVICEPRESIDENTAPRIMERA: GASTRN, LILIANARENEBILEVICHDEVICEPRESIDENTASEGUNDA: ZAFFARONI, ADRIANA

    VICEPRESIDENTETERCERO: DARDOROCHA, NORBERTOSECRETARIAGENERAL: CAPLN, ALICIAEDITHSECRETARIODERELACIONESINSTITUCIONALES: MARESCA, BERNARDORALTESORERA: GIANNATTASIO, ALICIANORA

    VOCALES:BRAVIN, CLARACLOT, MNICALYNCH, GLORIA

    VUJOSEVIC, JORGE

    COMISINREVISORADECUENTAS:OSSORIO, ALFREDOHALLIBURTON, EDUARDOSUPLENTE: JAVIERHERMO

    REPRESENTACIONESREGIONALESYSUSCOORDINADORES:

    LAAAS, ENFUNCINDEREPRESENTARALOS/ASSOCILOGOS/ASDETODOELPAS, HAESTABLECIDOCOORDINACIONESREGIONALES, QUEABARCANTODALAREP. ARGENTINA.

    REGINNOA ADRIANAZAFFARONI(UNIVERSIDADNACIONALDESALTA)REGINNEA ANAMARAPREZ(UNIVERSIDADNACIONALDELNORDESTE)REGINCUYOALICIANAVEDA(UNIVERSIDADNACIONALDESANJUAN)REGINPAMPEANAGLORIALYNCH(UNIVERSIDADNACIONALDELUJN)REGINPATAGNICANORBERTOROCHA(UNIVERSIDADNACIONALDELCOMAHUE)

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    AO1 NMERO1ENERO-JUNIODE 2013

    ISSN 2346-8645

    PUBLICACININTERNACIONALDEC IENCIASSOCIALESASOCIACINARGENTINADESOCIOLOGAFRANKLIN6, 3 B C IUDADDEBUENOSAIRESE MAIL: [email protected]. WEB : HTTP://AASOCIOLOGIA.WORDPRESS.COM/

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    Horizontes SociolgicosRevista de la Asociacin Argentina de Sociologa

    AO1 NMERO1 ENERO-JUNIODE2013

    Publicacin Internacional de Ciencias Sociales, de periodicidad semestral.

    Directora- Editora Responsable:Alicia Itat PalermoCoeditora: Silvia Castillo WinterCoordinador Editorial:Francisco Favieri

    Diseo de logo:Francisco Favieri

    Diagramacin:Alexis Osvaldo Sandoval Mota

    Las obras que se exhiben en esta revista son de la autora deNora Giannattasio

    Pintura de tapa: Amanecer SerranoPintura de Pg. 43 Can, CanPintura de Pg. 223 InterludioPintura de Pg. 262 Engranajes

    Pintura de Pg. 268 Forma y color

    Copyright by AASHecho el depsito que marca la leyRegistro de la propiedad intelectual N (en trmite)ISSN 2346-8645Buenos Aires, 2013

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    OBJETIVOS:

    1. Conformar un espacio de comunicacin e intercambio entre la AAS,sus asociados/as, profesionales de las ciencias sociales e instituciones

    acadmicas y profesionales de nuestro pas y del extranjero del campode las Ciencias Sociales.

    2. Brindar un espacio para que investigadores y acadmicos de las CienciasSociales, del mbito nacional e internacional, puedan comunicar susproducciones cientficas originales e inditas.

    3. Constituir un medio de actualizacin acadmica.

    4. Incrementar y jerarquizar la actividad acadmica de la AAS y del Centro

    de Formacin e Investigaciones Sociales de la Asociacin Argentina deSociologa (CEFIS AAS).

    Los artculos expresan exclusivamente la opinin de los autores. Se autoriza su re-produccin parcial a condicin de mencionar el autor y la fuente. Prohibida la repro-

    duccin total de los artculos sin autorizacin expresa del editor.Horizontes Sociolgicos, Revista Argentina de Sociologa es una publicacin inter-

    nacional de la AAS que publica trabajos originales e inditos del campo de las CienciasSociales. Su periodicidad es semestral.

    Estn invitados a publicar investigadores y estudiosos de las ms variadas proble-mticas y disciplinas de las Ciencias Sociales, del mbito nacional e internacional.

    Est incluida en Revistalas, Red de Revistas de la Asociacin Latinoamericana deSociologa. Este nmero cont con el auspicio del Foncyt.

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    DIRECTORA O EDITOR RESPONSABLE: ALICIAITATPALERMO(UNIV. NAC. DELUJN)COEDITORA: SILVIACASTILLOWINTER(UNIV. PARS-SORBONA, FRANCIA)COORDINADOR EDITORIAL: FRANCISCOFAVIERI(UNIV. NAC. DESANJUAN)

    COMIT EDITORIAL:

    GLORIALYNCH, UNIVERSIDADNACIONALDELUJNADRIANAZAFFARONI, UNIVERSIDADNACIONALDESALTANORBERTOROCHA, UNIVERSIDADNACIONALDELCOMAHUEALICIANAVEDA, UNIVERSIDADNACIONALDESANJUANGABRIELAGMEZROJAS, UNIVERSIDADNACIONALDEMAR DELPLATAANAMARAPREZ, UNIVERSIDADNACIONALDELNORDESTEMARCELOLANGIER, UNIVERSIDADDEBUENOSAIRESPABLO VOMMARO, CONSEJOLATINOAMERICANODECIENCIASSOCIALES; UBAEDUARDOSANDOVALFORERO, UNIVERSIDADAUTNOMADELESTADODEMXICO

    BERNARDOMARESCA, ASOCIACINARGENTINADESOCIOLOGAANDREAGASTRN, UNIVERSIDADDEBUENOSAIRESSTELLAMARISMASROCHA, UNIVERSIDADNACIONALDESANMARTNEUGENIAMARTN, UNIVERSIDADNACIONALDECUYO

    COORDINADORES DE REDACCIN:LUCIANAGUIDO, CONICET

    ASESOR EDITORIAL:EDUARDOANDRSSANDOVALFORERO, UNIVERSIDADAUTNOMADELESTADODEMXICO

    ASISTENTES DE REDACCION:CASANDRAGIL

    CORRECTORAS:ERICALANDER, UBACARMENKUCINSKAS, C.E.T SANMARTNDEPORRES

    COMIT ACADEMICO NACIONALBELNLVARO, UNIVERSIDADNACIONALDELCOMAHUEDORABARRANCOS, CONICETALBERTOBIALAKOWSKY, UNIVERSIDADDEBUENOSAIRESGRACIELACASTRO, UNIVERSIDADNACIONALDESANLUIS.NSTORCOHEN, UNIVERSIDADDEBUENOSAIRESGRACIELACOUSINET, UNIVERSIDADNACIONALDECUYOALCIRADAROQUI, UNIVERSIDADDEBUENOSAIRESZULMAGARCA, UNIVERSIDADNACIONALDESANJUANLILIANAGASTRN, UNIVERSIDADNACIONALDELUJNSILVIAGRINBERG, UNIVERSIDADNACIONALDESANMARTN

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    SILVIALAGOMARTNEZ, UNIVERSIDADDEBUENOSAIRESVALERIALLOBET, UNIVERSIDADNACIONALDESANMARTNANAMATUS, UNIVERSIDADNACIONALDELCOMAHUEASTORMASSETTI, UNIVERSIDADNACIONALDEMARDELPLATA

    FERNANDONPOLI, UNIVERSIDADTECNOLGICANACIONALSUSANANOVICK, INSTITUTOGINOGERMANI, UNIVERSIDADDEBUENOSAIRESJULIETAODDONE, FACULTADLATINOAMERICANADECIENCIASSOCIALESERNESTOPASTRANA, UNIVERSIDADDETRESDEFEBREROAZUCENAREYES, UNIVERSIDADNACIONALDECUYOSILVIARODRGUEZ, UNIVERSIDADNACIONALDESANTIAGODELESTEROSUSANAROITMAN, UNIVERSIDADDEVILLAMARALUCASRUBINICH, FACULTADDECIENCIASSOCIALES, UBAVIRGINIASABATTINI, UNIVERSIDADDEVILLAMARA

    MARACRISTINATORTTI, UNIVERSIDADNACIONALDELAPLATAVIRGINIATREVIGANI, UNIVERSIDADNACIONALDELLITORALBEATRIZWEHLE, UNQ; FACULTADDECIENCIASECONMICASUBA

    COMIT ACADEMICO INTERNACIONALSARAVICTORIAALVARADO, CINDE, UNIVERSIDADDEMANIZALES, COLOMBIANANCYBERTHIER, UNIVERSIDADPARS-SORBONA, FRANCIA.DANIELCAMACHOMONGE, UNIVERSIDADDECOSTARICAMARAISABELDOMNGUEZ, CENTRODEINVESTIGACIONESPSICOLGICASYSOCIOLGICAS, CENIAI, CUBAJEAN-PAULDUVIOLS, UNIVERSIDADPARS-SORBONA, FRANCIA

    CONSUELOFLECHAGARCA, UNIVERSIDADDESEVILLA, ESPAAJULIOFUENTESFUENTES, UNIVERSIDADNACIONALDESANAGUSTN, AREQUIPA, PERNORAGARITA, UNIVERSIDADDECOSTARICATERESAGONZLEZPREZ, UNIVERSIDADDELALAGUNA, ESPAAFRDRIQUELANGUE, CENTRENATIONALDELARECHERCHESCIENTIFIQUE, CNRS, FRANCIAADRIANAMARRERO, UNIVERSIDADDELAREPBLICA, URUGUAYJULIOMEJANAVARRETE, UNIVERSIDADNACIONALDESANMARCOSPER.PAULOHENRIQUEMARTINS, UNIVERSIDADFEDERALDEPERNAMBUCO, RECIFE, BRASILBRGIDAPASTOR, CENTROSUPERIORDEINVESTIGACIONESCIENTFICAS, ESPAAJAIMEPRECIADO, UNIVERSIDADDEGUADALAJARA, MXICOGABRIELRESTREPO, UNIVERSIDADNACIONALDECOLOMBIAJORGEROJAS, UNIVERSIDADDECONCEPCIN, CHILEMARTANLIDARUIZURIBE, UNIVERSIDADDETIJUANA, MXICOBEATRIZSCHMUKLER, INSTITUTOMORA, MXICO.

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    CONTENIDO

    AO1 / NMERO1 / ENERO-JUNIODE2013 / ISSN 2346-8645

    Algunas observaciones sobre la economa no azucarera enla Cuba batistianaSILVIACASTILLO-WINTER

    Entre la Privatizacin y La Reconstruccin de lo Pblico enChile: Movimientos Estudiantiles y el Debate acerca delDevenir de la Universidad

    VICENTESISTO

    Liberalismo, desigualdades y poltica social: Justicia ocompensacin?

    ALICIANAVEDA, VIRGINIABALMACEDAYSONIAVEGA

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    62

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    EditorialALICIAITATPALERMO

    Presentacin del Foro Sur-Sur: Ciencias sociales ycolonialidad del poder. Teora y PraxisHERMINIAC. FOOKONGDEJOyALBERTOL. BIALAKOWSKY

    Futuros del Sur. Ciencias Sociales, descolonizacin de laimaginacin para la igualdad y la participacinMARKUSS. SCHULZ

    "Bien Vivir". Entre el "desarrollo" y la des/colonialidad delpoder.

    ANBALQUIJANO

    SECCINPERMANENTE:Foro Sur-Sur: Ciencias Socialesy Colonialidad del Poder. Teora y Praxis (Auspiciodel Foncyt). Coord. Alberto L. Bialakowsky y Alicia I.Palermo

    43 Artculos

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    Identidades, disporas y prcticas religiosas: los judos deorigen sirio en Mxico y Argentina durante la segundamitad del Siglo XX

    SUSANABRAUNERYLIZHAMUI

    Biopoltica y ambiente en cuestin. Los lugares de labasuraSILVIAGRINBERG, SOFADAFUNCHIOYLUCIANOMARTNMANTIN

    La Violencia Familiar en la adolescencia en la etapa deembarazo, parto y puerperio, desde la mirada de lasadolescentes

    GRACIELACOLOMBO, GABRIELAIGLESIAS, NATALIALUXARDO,GABRIELAPOMBO, MNICAVIGLIZZOYLUCIANAVENERANDA.

    Prcticas intelectuales y dilogo intercultural. El caso delPrograma de co-investigacin en las comunidades delChaco salteo

    ADRIANAZAFFARONI

    Adolescencias y juventudes en los escenarios actuales.

    Desafos desde la investigacin socio-educativaPAULAFAINSOD

    Legalidad e ilegalidad. Un esquema de interpretacinrestrictivo de la problemtica del narcotrfico en las

    AmricasEDGARDOMANEROYLISANDROTANZI

    Estudios de gnero y renovacin de lasCiencias Sociales en ArgentinaDORABARRANCOS

    98

    120

    148

    168

    182

    196

    224

    Notas223

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    Rolando Garca, legado de siglo XX. In memoriamALBERTOL. BIALAKOWSKY

    Representacin poltica y violacin a la cuota de gneroen MxicoMANUELNGELRODRGUEZ

    Argentina: nacimiento de una literatura nacionalRecordando a Paul Verdevoye, traductor del Martn Fierroen versos franceses

    JEAN-PAULDUVIOLS

    Jvenes, Polticas y Culturas: Experiencias, Acercamientosy DiversidadesLUCIANAMANNI

    PRESENTACION DE LA AAS Y EL CEFIS AAS

    PAUTAS PARA LA PUBLICACION DE ARTICULOS

    238

    248

    254

    264

    270

    278

    Comentarios de Libros

    Noticias Institucionales

    262

    268

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    EDITORIAL

    Iniciamos, con la edicin de este primer nmero de Horizontes Sociolgicos, Re-vista de la Asociacin Argentina de Sociologa, un camino que nos propusimos alcrear nuestra asociacin.

    Desde su fundacin, en diciembre de 2009, pusimos el acento en constituirnosen un verdadero referente y espacio de encuentro y de reflexin crtica sobre temasde las ciencias sociales y ms especficamente de la sociologa, a nivel nacional einternacional.

    Diferentes acciones y propuestas confluyeron en ese propsito: la creacin delCentro de Estudios e investigaciones Sociales, que es centro miembro de CLACSO yen el cual funcionan 16 Areas Acadmicas, la organizacin como una de las institu-ciones locales del II ISA Forum, la organizacin y auspicio de Foros de Debate Sur Sur,entre otras actividades.

    Con el propsito de garantizar el alcance nacional de nuestra asociacin, creemosrelevante la presencia de socilogos/as de diferentes provincias del pas en la Comi-sin Directiva y el establecimiento de regionales, con sus respectivos coordinadores/as. Nuestra asociacin cuenta hasta el momento con coordinadores en las regionesde NOA, NEA, Cuyo, Centro y Patagonia, y todos ellos integran el Comit Editorial denuestra revista.

    Queremos agradecer especialmente a los/as directores/as de las carreras de so-ciologa de las universidades nacionales, la designacin de representantes de sus res-pectivas carreras para el Comit Acadmico Internacional.

    Tambin queremos destacar la tarea del equipo editorial de la revista, entre losque se destacan su coeditora, el asesor editorial, el coordinador editorial, las coor-dinadoras editoriales y los coordinadores de la seccin especial Relaciones Sur Sur,los asistentes editoriales y los correctores. Este trabajo conjunto ha hecho posible laedicin de este primer nmero.

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    Nuestra revista pretende constituir un espacio de debate e intercambio acercade las complejas realidades de Latinoamrica y el Caribe, en dilogo con el contextointernacional, desde una perspectiva crtica. Pretende dar cuenta de la diversidad de

    situaciones y problemticas de las diferentes regiones y de los diferentes pases y delos aportes de los cientistas sociales a la bsqueda de alternativas que posibilitenmejorar las condiciones de vida de los actores sociales y que apunten a la transfor-macin social.

    Incluimos una Seccin Relaciones Sur Sur, que ser una seccin permanente denuestra revista.

    Optamos por una revista on line, coherente con una poltica de acceso abiertoal conocimiento y que a su vez posibilite una mayor visibilidad. Las revistas acad-micas pueden cumplir con su objetivo de comunicacin del conocimiento cientfico

    cuando garantizan tambin una adecuada distribucin y posibilitan el acceso a losartculos publicados en ediciones anteriores.Asimismo, acordamos con una poltica de cooperacin entre editores de revistas

    de Amrica latina y el Caribe, por lo cual sostenemos la importancia de integrar redesde revistas de ciencias sociales y de trabajar en forma conjunta para la visibilidad delas revistas de nuestra regin.

    Nos hemos propuesto editar una revista cientfica de calidad, que responda a lasnormas y parmetros internacionales: como periodicidad declarada, ISSN, sumario,mencin de objetivos, cobertura temtica y pblico al que va dirigida, resumen de

    los trabajos y palabras claves en dos idiomas, sistema de arbitraje con evaluadoresexternos, afiliacin institucional de los miembros del Comit Editorial, instrucciones alos autores, originalidad de los trabajos publicados, fecha de aceptacin de los origi-nales, Comit Acadmico con cientficos de diversas disciplinas sociales y corrientesde pensamiento, de la institucin pero tambin externos a ella, etc.

    Apostamos a una revista en la cual investigadores y estudiosos de las ms varia-das problemticas y disciplinas de las Ciencias Sociales, del mbito nacional e inter-nacional, puedan publicar sus trabajos inditos y originales y que se constituya enreferente tanto nacional como regional.

    Alicia Itat PalermoEditoraPresidenta AAS

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    SECCION PERMANENTE: FORO SUR-SUR:CIENCIAS SOCIALES Y COLONIALIDAD DEL

    PODER. TEORA Y PRAXIS

    Coordinadores:ALBERTOL. BIALAKOWSKYyALICIAITATPALERMO

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    19Horizontes Sociolgicos

    AAS

    AO 1 NMERO1 ENERO-JUNIODE2013 ISSN2346-8645

    PRESENTACIN DEL FORO SUR-SUR:

    CIENCIAS SOCIALES Y COLONIALIDAD DELPODER. TEORA Y PRAXIS

    Herminia C. Foo Kong Dejo y Alberto L. Bialakowsky

    El Foro Sur Sur: Ciencias Sociales y Colonialidad del Poder. Teora y Praxis, con-vocado con el auspicio de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad deBuenos Aires, el Consejo latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), la Aso-ciacin Latinoamericana de Sociologa(ALAS), la Asociacin Argentina de Sociologa(AAS), FOMERCO, ACAS, PIUBAGIR, tuvo lugar el 6 de agosto de 2012 en la sedede la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA), en laciudad de Bs. As., Argentina

    El acto estuvo a cargo de las autoridades de la Facultad de Ciencias Socialesy de la Universidad de Buenos Aires y de sus principales organizadores: AlbertoBialakowsky, Paulo Henrique Martins de Albuquerque, Alicia I. Palermo, AdrianaClemente y Silvia Lago Martnez, quienes destacaron la importancia estratgica deesta iniciativa, cuyo propsito es construir un espacio para el dilogo y el desarrollodel pensamiento crtico que abarque el sur del planeta.

    El evento se desarroll en dos partes. La primera integrada por dos mesas redon-das coordinadas por Carolina Mera y Rosa Martha Romo Beltrn:

    1. Descolonialidad del poder y praxis intelectual Sur Sur, con

    Herminia C. Foo Kong Dejo (Mxico), Jos Mauricio Domingues (Brasil)y Mona Abaza (Egipto).

    2. Giro del paradigma en Ciencias Sociales y autonoma intelectual,Eduardo Grner (FCS-UBA), Nora Garita (Costa Rica), Ricardo Antunes(Brasil).

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    20 Foro Sur-Sur: HERMINIAC. FOOKONGDEJOYALBERTOL. BIALAKOWSKYPresentacin del Foro Sur-Sur: Ciencias sociales ycolonialidad del poder. Teora y Praxis.

    La segunda parte, coordinada por los organizadores Alberto L. Bialakowsky, Pau-lo Henrique Martins, Alicia I. Palermo y Breno Bringel, con la colaboracin de JavierHermo, se desarroll en plenaria, con la participacin de todos los asistentes.

    La reflexin gir alrededor de varios ejes:

    Cmo concebir al Sur y cul deber ser su agenda?

    Habremos de pensar el Sur como referente histrico, poltico, social y cultural y no

    nicamente como frontera geogrfica. Seculares temas como los binomios extremapobreza y desigualdad, esclavitud y marginalidad, olvido y condena, frente a progre-so y modernidad, dominacin colonial y lucha anti capitalista, liberacin nacional ylucha contra hegemnica por la independencia y contra toda forma de explotacin,son matrices bsicas para la construccin de puentes entre nuestra Amrica, frica y

    Asia, continentes hermanados por una historia comn y trgica.Existe una crisis en la teora social expresada en vacos tericos, en la prdida de

    su capacidad predictiva, en su distanciamiento de la realidad, en la produccin de sa-beres que son usados como repositorios del poder dominante. sta, que es, a su vez,

    crisis de crecimiento y no de parlisis, radica en la desarticulacin entre pensamientoy accin, entre teora y prctica, entre paradigmas y realidad, entre objeto y sujetosde investigacin.

    La actual crisis terica slo podr ser superada desde una nueva epistemologaecumnica, incluyente, horizontal y solidaria que conciba al Sur como el espacio deconfluencia de voluntades cuya identidad se construye en el reconocimiento de losmismos problemas y la bsqueda de soluciones; participando cotidianamente comosembradores de las causas ms nobles de la humanidad. Habr que trasladar la re-flexin sobre los paradigmas a la reflexin de las realidades cuya comprensin y com-

    plejidad es el reto actual de las ciencias sociales.Hoy se hace necesario recuperar la mejor tradicin terico epistemolgica de

    nuestras sociedades. Desde su origen, hace ms de dos siglos, el pensamiento lati-noamericano contribuy al pensamiento universal abriendo un campo de reflexinposcolonial. Sus tempranos aportes - momentos despus del triunfo de la revolucinfrancesa- sentaron las bases y se anticiparon a la crtica a la colonialidad del poder, delos saberes y de la modernidad concebida como razn instrumental de un modelo

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    civilizatorio que hoy colapsa, basado en la lgica de la acumulacin capitalista, de susmegaempresas y de la destruccin planetaria.

    Desde principios del siglo XIX, Amrica Latina y Caribe aportaron al pensamien-

    to universal el ejercicio crtico y la lucha por una praxis intelectual con autonoma.Concebido desde el Sur, el pensamiento latinoamericano estuvo ntimamente ligadoa los movimientos sociales. Lo demostr la Declaracin de independencia de la pri-mera revolucin social de Amrica protagonizada por el pueblo de Hait, contra ladominacin francesa: independentista, de liberacin nacional, anticolonial y antica-pitalista: Todos los ciudadanos, de aqu en adelante, sern conocidos por la denomi-nacin genrica de negros.

    Lo indica tambin el legado de Bolvar y Mart, el de Jos Carlos Maritegui duran-te la primera mitad del siglo XX, los aportes de los latinoamericanistas de la segunda

    mitad del siglo XX sobre la dependencia, el desarrollo, los Estados nacionales, la mi-litarizacin y la democracia, sin ignorar las actuales contribuciones de los socilogosde la emancipacin y la poscolonialidad.

    El pensamiento del Sur incluye la crtica poscolonial a toda forma de dominaciny poder y propone para superarlos, la construccin de un pensamiento crtico, eman-cipatorio y liberador.

    De la importancia del colectivo:

    Se seal que un eje temtico central para proyectar al Foro Sur Sur y darle hori-zonte, es el trabajo y la creacin colectiva de conocimiento, a la par de la invencindel colectivo mismo.

    Su identidad no podra ser pensada si no es desde y con los actores sociales, recu-perando la mejor tradicin de lucha y las lecciones de los innumerables movimientossociales que recorren el planeta resistiendo la dominacin y su hegemona.

    Ello implica a su vez, una crtica radical a la lgica productivista, individualistay colonizada impuesta a la praxis intelectual y se enfatiz en la importancia del

    compromiso colectivo, la comunidad gestante, revisando la praxis colonizada delos cientficos y sus mtricas. Debe pensarse a la dimensin Sur como una visinalternativa, anteponiendo lo real gregario al individualismo y la fragmentacin.

    En esta bsqueda comn resulta sustancial avanzar en los estudios crticos sobrela colonialidad del poder y del saber. El pensamiento latinoamericano, desde loposcolonial, es una crtica raigal al etnocentrismo y una revisin de las categoras,conceptos y lgicas instrumentales para pensar al mundo de la modernidad. La teo-ra de la colonialidad no slo es una forma de produccin de conocimiento, sino de

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    22 Foro Sur-Sur: HERMINIAC. FOOKONGDEJOYALBERTOL. BIALAKOWSKYPresentacin del Foro Sur-Sur: Ciencias sociales ycolonialidad del poder. Teora y Praxis.

    realidad, una teora de la praxis y una praxis de la teora. Esta perspectiva epistmica,con develamiento del marco epistmico que subyace a la produccin cientfica y cul-tural, permite comprender a Amrica Latina y el Caribe y su utopaAbyaYalacomo

    una nocin Sur ms all de la configuraciones geogrficas para abarcar frica y Asiacomo el Sur social en el Norte.As se ensaya una accin intelectual y social con una perspectiva renovadora para

    superar la coaccin que ejerce de la racionalidad instrumental impuesta en la moder-nidad y todas sus violencias, como por sus lmites histricos lanzados a la depreda-cin planetaria y la necesidad de resignificar el principio de igualdad para los pueblosdel Sur en el Sur y del Sur en el Norte. La igualdad definida en los mrgenes de la bajamodernidad, slo puede ser superada por medio de la accin de los movimientos in-telectuales y sociales en lucha emancipatoria y liberadora de toda forma de opresin,

    colonialidad y poder, sus lgicas y hegemona.

    Quines sern los destinatarios de esta convocatoria?

    La importancia del pensamiento crtico para pensar nuestras realidades debertraducirse en la construccin de una teora crtica de la identidad que someta a

    juicio crtico categoras y concepciones etnocntricas del mundo y de construccin

    cartogrfica mundial.El binomio Sur/Norte no es homogneo. La idea de Sur no es territorial ni geo-

    grfica y por lo tanto, los esfuerzos emancipatorios por integrarnos debern com-prender a sectores, clases, grupos y sujetos que sufren igualmente la opresin, ubi-cados en otras latitudes, incluyendo el mundo del llamado Norte geogrfico.

    La produccin de conocimiento no puede sustraerse de la prctica poltica, lapraxis intelectual rene estos significados en s, explicitarlos no tiene otro motivoque desmitificar los alcances sociales que toda produccin cientfica, intelectual ycultural contienen, como el propio binomio poder-saber. Hay una lgica de produc-

    cin de conocimiento (colonial) de la que no escapamos. La lucha por la descolo-nizacin del poder y los saberes requiere un ejercicio cotidiano de autoevaluacinde nuestras prcticas, reconociendo que el artefacto Norte/Sur tambin existe y sereproduce en el mundo de los intelectuales latinoamericanos crticos.

    El pensamiento crtico debe incluir temas como el ambiental, y la incidenciadel progresoy el avance tecnolgico, que conllevan graves impactos sobre lanaturaleza como expresin de la morfologa del capitalismo y sus contradicciones:como contradicciones entre capital-trabajo y capital-naturaleza.

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    23Horizontes SociolgicosAASAO 1 NMERO1 ENERO-JUNIODE2013 ISSN2346-8645

    Est emergiendo una nueva forma deSer y Hacer Social , puesta en juego deverdad.

    A su vez, los conflictos actuales en el mundo obligan a profundizar conceptos.Los logros alcanzados -por ejemplo- en el tema de la interculturalidadno se co-rresponden con los avances por descolonizar el poder. El Sur puede ser pensadouniversalmente como la convergencia de la crtica y la accin de emancipacin de lacondicin subalterna y la pluralidad a condicin de inclusin.Asimismo, ladesterri-torializacin del Sur como teora y como realidad compele al pensamiento crticoa resignificar la idea de Sur, incorporando, con actitud inclusiva, territorios y socie-dades frecuentemente marginados en la teora social, superando la separacin entre

    Amrica Latina y el Caribe, por ejemplo. Estas tareas penden y son una muestra de

    los retos que habremos de enfrentar para construir puentes y pensar en una verda-dera integracin desde y con los pensadores Sur.Es importante destacar que el contexto actual de la teora y las Ciencias Sociales

    ha cambiado en las ltimas dcadas y por lo tanto, sus prioridades temticas. La vas-ta produccin terica y de las Ciencias Sociales de los sesenta/setenta tena un fuertevnculo con los movimientos de cambio de la poca y, por lo tanto, la prioridadacadmica de las ciencias y los cientficos sociales latinoamericanos es repensar estevnculo como as respecto de las integraciones regionales y sus sujetos polticos. Deall que la imaginacin sociolgica de entonces y el reto actual de las Ciencias So-

    ciales supone incluir el pensamiento producido a partir para y con las necesidadesrecprocas academia y sociedad, academia y movimientos de resistencia y cambio,as como la re-visin sobrequ hacer.

    Habr que profundizar entonces sobre lo descolonial y lo postcolonial tomandoen cuenta la matriz violenta de la dominacin imperial y las luchas anticoloniales,lo que implica una revisin crtica de la historia de nuestra insercin subalterna enel mundo, incluyendo el fenmeno mestizo, pues la frontera Norte/Sur adems queuna construccin terica, es una divisin histrica ligada al ejercicio del dominio.

    El pensamiento crtico, por definicin, es una praxis liberadora, de all la nece-

    sidad de construir una teora y una prctica para descolonizar el saber y contribuira descolonizar el poder considerando a los trabajadores universales sometidos aregmenes de explotacin. La transformacin ser posible quizs- alentando unproyecto global de cambio que considere a los productores de bienes materiales eintelectuales al unsono y se apoye en la coproduccinde saberes y prcticas.

    La agenda para ese Sur deber considerar futuros descolonizados y alternativos.La tarea es pensar en comn proyectos emancipatorios, sosteniendo la condicindialgica y la accin directa y presencial de los sujetos, como desde la accin pol-

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    24 Foro Sur-Sur: HERMINIAC. FOOKONGDEJOYALBERTOL. BIALAKOWSKYPresentacin del Foro Sur-Sur: Ciencias sociales ycolonialidad del poder. Teora y Praxis.

    tica y los espacios culturales.La lucha por la descolonizacin de saberes incluye la lucha para controlar la

    mercantilizacin del conocimiento, la defensa del acceso universal y gratuidad de la

    educacin, as como el financiamiento estatal de las universidades pblicas, la libreaccesibilidad a la informacin y a sus medios y el derecho universal a la creacincientfica y cultural.

    El pensamiento del Sur, fincado en la bsqueda de la emancipacin concibea la libertad como un acto colectivo. Se precisa cambiar nuestra cosmovisindelmundo: pensar al Sur para y con el Sur y el orbe. Construir una praxis que incluyade manera unvoca el nosotros, conocimiento y colectivo.

    Al concepto de razasuperior, que es una construccin excluyente, dominante,de la modernidad occidental, habr de contraponerle el ser universal, entre pares.

    Pensar epistemolgicamente desde otro paradigma, pensar en nuevas formas paraproducir conocimiento implica un cambio en la mentalidad y prctica de su produc-cin; que supere la dicotoma entre sujeto y objeto de investigacin y se apoye enla coproduccin, en la investigacin y la accin colectiva.

    La fuerza intelectual del pensamiento crtico radic siempre en su proyecto basa-do en la defensa de la vida, hecho por el cual muchos intelectuales fueron vctimas,a quienes prestamos memoria y testimonio. El proyecto de la modernidad etnocn-trica y su idea de progreso, ciencia e igualdad basada en la dominacin colonial, fra-cas y con l un modelo de civilizatorio bajo esta bases productivas y reproductivas.

    El da en que se lo reconozca como dimensin de pensamiento social, se sentarnlas bases para la construccin de puentes dialgicos con una mirada desde el Sur,es decir desde una nueva opcin epistemolgica donde todas todos tendremos unlugar basado en la libertad, la justicia, en un mundo igualitario, equitativo solidarioy colectivo.

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    Conclusiones:Las conclusiones pusieron el acento en la elaboracin de una agenda de trabajo

    para el corto y mediano plazo, que considere: Ampliar la convocatoria y consolidar el Foro Sur-Sur, incluyendo

    a pensadores interesados, as como a actores de los diferentescontinentes.

    Crear Foros de reflexin, ctedras y grupos de investigacin alrededorde lneas y temticas globales, regionales y subregionales, de interscomn.

    Promover en las universidades, la reforma de planes y programas deestudio en Sociologa y Ciencias Sociales, incluyendo la agenda delForo Sur-Sur, as como la inclusin de la obra de pensadores crticosdel mundo, en especial de Amrica Latina, Asia y frica.

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    Inmediatamente despus del desarrollo del II Frum de Sociologa de la Asocia-cin Internacional de Sociologa (AIS o por sus siglas en ingls: ISA), el Foro Sur-Surse reuni en Buenos Aires, en 2012, con la participacin de alrededor de cien cien-tficos sociales con el motivo de reorientar la teora crtica frente a los desafos con-

    temporneos de la colonialidad del poder en esta poca de globalizacin avanzada.La iniciativa de Alberto L. Bialakowsky, Alicia I. Palermo, Paulo Henrique Martins ymuchos otros compaeros de diversos pases de Amrica Latina crearon un nuevoespacio para el debate y nuevas redes para el intercambio. Los encuentros de Buenos

    Aires visibilizaron relevantes convergencias tericas y nuevas potencialidades de co-laboracin tras fronteras nacionales y disciplinarias.

    La agenda de la descolonizacin de los futuros es parte de estas convergenciasy se ha facilitado por el encuentro de Buenos Aires. El Foro Sur-Sur comparte suorientacin con el pensamiento emancipatorio promovido tambin por el Comit

    de Investigacin sobre Futuros de la AIS. Conocido como ISA-RC07 por sus siglas eningls, este Comit convoc en su programa de 27 paneles a ms de 170 autores detodo el mundo bajo el lema Democratizando futuros. Este lema intent conectarel tema general del Frum de AIS acerca de Justicia Social y Democratizacin conel enfoque especfico del Comit 07. Dicho lema convoca (en su versin en inglsDemocratizing Futures) con un doble significado: comprendido como un adjetivodemocratizador expresa la esperanza de que algunos futuros traern ms democra-tizacin; comprendido a su vez como verbo, democratizando se refiere a la tareade democratizar el mismo proceso de pensar y hacer futuros. Democratizar futuros,entonces, se relaciona con la bsqueda social por la justicia y la participacin. Fu-turos se utiliza aqu intencionalmente en su ms inusual forma plural. Acadmicosposcoloniales como Enrique Dussel, Arturo Escobar, Gustavo Esteva, Anbal Quijano,Walter Mignolo y Boaventura de Sousa Santos han insistido en que necesitamos unaepistemologa plural de conocimientos diversos. A pesar de su atractiva parsimonia,los modelos unilineales no describen la historia como la conocemos. Los conceptostransversales parecen encajar mejor que aquellos en las fangosas y contenciosas rea-

    FUTUROS DEL SURCIENCIAS SOCIALES,

    DESCOLONIZACIN DE LA

    IMAGINACIN PARA LA IGUALDAD YLA PARTICIPACIN

    Markus S. Schulz

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    27Foro Sur-Sur: MARKUSS. SCHULZFuturos del Sur. Ciencias Sociales, descolonizacin de la imaginacin....

    lidades. Democratizar los futuros implica un dilogo acerca de visiones alternativas.Algunas de las preguntas claves en las investigaciones de los futuros son: Cules

    son los factores o condiciones que amplan o disminuyen el imaginario? Por quparece el futuro a veces tan cerrado? Por qu se extendi la globalizacin neoliberal

    por mucho tiempo sin alternativas? Por qu aparecen dictaduras tan estables por d-cadas y por qu caen a veces dentro de pocas semanas o das, como recientementeen el mundo rabe. La tarea central de la sociologa de los futuros es cmo pensary construir proyectos y prcticas de emancipacin desde abajo y desde los dems.Esta tarea requiere interdisciplinaridad y diferentes mtodos y racionalidades, lo queincluye el dilogo con movimientos sociales, prcticas de resistencia y acciones direc-tas. El concepto de democratizacin no slo refiere a lo poltico definido estrecha-mente sino tambin a lo econmico, lo social y cultural.

    El futuro pareca estar mayormente cerrado durante la dcada de 1990, cuando

    el denominado Consenso de Washington prescriba recetas neoliberales para ope-rar con modelos de ajustes estructurales y mercados rgidos en muchos pases delmundo. Los desafos en cambio- se establecan en las remotas junglas de Chiapas,ciudades como Seattle, Praga, Gnova o Davos, ciudades stas elegidas por las litesglobales para realizar reuniones a puertas cerradas. La poltica del miedo en nombrede una guerra global contra el terror pareca extenderse an ms con el rgimenneoliberal hasta que la hiper-especulacin en los mercados financieros explot, eincluso los medios populares empezaron a hablar de un colapso del capitalismo.Estos titulares eran por supuesto prematuros, ya que de la noche a la maana se or-

    ganiz un rescate de trillones de dlares a los bancos, pero indican cun inestable esla legitimidad del rgimen econmico. En este contexto, el poder de Estados Unidosha menguado en vista de la invasin de Irak y en contraposicin al ascenso de Chinay de otros pases emergentes. Los suramericanos, desde Argentina a Venezuela ydesde Brasil a Ecuador, encontraron nuevos mecanismos para rechazar las condicio-nes del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial y as emprender nuevoscaminos. Las revueltas del mundo rabe derrocaron a tiranos de vieja data, abrieronnuevos espacios para la democratizacin de la regin y dieron ejemplos que repercu-tieron inclusive en Estados Unidos.

    Una pequea protesta en Wall Street creci para convertirse en un movimientonacional con vnculos contrapartes en Europa y otras regiones. Aunque el movimien-to Ocupar (Occupy en idioma ingls) fue ridiculizado por los medios corporativos porno poseer un listado claro de demandas, -justamente- esta falta de ideologa prefijadacontribuye ampliamente a su atractivo. Sobre todo destaco la ocupacin de la Plazade la Libertad en Nueva York, tanto como la ocupacin de muchas otras plazas enel pas que pretendan crear espacios para el dilogo. Se transform el usualmenteinfrtil, semi-pblico aunque de propiedad corporativa, Parque Zuccotti en una

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    esfera pblica excitante con artes, msica, comida compartida, una biblioteca y unvibrante debate poltico acerca de cmo crear mejores futuros no slo para el 1% msrico sino tambin para el otro 99%. Como fue certificado por una gran cantidad deavisos elaborados a mano, muchas de las demandas y propuestas que fueron deba-

    tidas eran bien especficas, yendo desde proponer una economa ms justa hasta unambiente ms limpio y reformas del sistema de impuestos y leyes de financiamientode campaas. La organizacin horizontal del movimiento encarn el objetivo de re-clamar una democracia. El movimiento Ocupar desafi as la creciente desigualdadsocial y la creciente influencia de las corporaciones en la poltica. Lamentablementela represin policial fue exitosa en cerrar los espacios ocupados en muchas de lascientos de ciudades estadounidenses, pero una nueva generacin de activistas ha te-nido una experiencia formativa en la accin colectiva y est lista a continuar la luchapara promover futuros ms democrticos.

    Recientemente, en Brasil, las protestas contra la suba de tarifas para los transportespblicos se convirtieron rpidamente en protestas ms amplias contra la corrupcinpoltica y en reclamo de futuros ms incluyentes y ms democrticos. El caso deBrasil es especialmente interesante porque tiene un gobierno con una reputacinprogresista y vinculada al movimiento de trabajadores. La economa nacional crecirpidamente por una dcada, ganando la imagen pblica de una economa emergen-te en camino al club de grandes poderes. Cuando los pequeos grupos de indgenasprotestaron contra un megaproyecto como el de la presa hidroelctrica gigante deBelo Monte, fueron reprimidos con fuerzas militarizadas de la Fora Nacional de

    Segurana Pblica. Las polticas redistributivas de Lula y luego de Dilma Rousseffdemostraron que se podran aumentar los ingresos de los pobres de una manerasignificativa en las sociedades ms desiguales, pero al mismo tiempo, manifestaronque estas iniciativas, como la conocida Bolsa Familiar, no tocaban en profundidad lasdesigualdades de la riqueza acumulada. Tampoco cambiaban la manera de hacer lapoltica. Entonces no slo los pobres se sintieron excluidos sino que tambin protes-taron amplios sectores sociales medios. Por eso las protestas que abarcaron a ms queun milln de participantes contenan una composicin social muy diversa, gente quedeseaba imaginar otros futuros.

    Aunque nuestro mundo est dividido en naciones y dominado por perspectivasnacionales, no se puede ignorar las relaciones entre las protestas recientes producidassimultnea y secuencialmente en varios pases. Por los medios masivos presencialestanto como por Internet, los disconformes de un pas se anotician de los levantamien-tos de sus vecinos, lo que les brinda el coraje de repensar su situacin con nuevoviento de cambio. Las redes entre activistas jvenes y no jvenes se fortalecen y cata-lizan como una incipiente sociedad civil global. Una gran parte de la inspiracin del

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    29Foro Sur-Sur: MARKUSS. SCHULZFuturos del Sur. Ciencias Sociales, descolonizacin de la imaginacin....

    cosmopolitismo viene del sur del mundo. El Foro Social Mundial tuvo su origen enPorto Alegre. Anteriormente, indgenas rebeldes de Chiapas organizaban encuentrosintercontinentales, en su palabra intergalcticos, en la Selva Lacandona. Los rebeldesllaman a sus pequeas comunidades autogobernados caracoles, que expresan una

    humildad frente a los desafos histricos y a las enormes fuerzas de contrainsurgencia.Su existencia es para muchos activistas Sur del Norte ya una utopa realizada y unfaro de esperanza.

    La sociologa puede aprender de estos movimientos sobre la maleabilidad de losfuturos. Las preguntas que se investigan en la sociologa del futuro y que se discutanen las sesiones de Buenos Aires incluyeron: Cmo podemos crear futuros ms de-mocrticos? Cmo influyen las suposiciones y aspiraciones del futuro en las rutinasdiarias y las vidas colectivas a largo plazo? Qu define el horizonte de los imaginariossociales? Cmo debemos repensar la democracia en la era de la globalizacin avan-

    zada? Cmo pueden ser enfrentados de forma sostenible problemas claves como elcambio climtico global, la degradacin ambiental, el hambre o la violencia? Quhay que hacer para democratizar la gobernanza, la infraestructura, la produccin, losmedios de comunicacin y la tecnologa? Cmo se puede hacer ms equitativa ladistribucin de bienes, riesgos y oportunidades? Cmo se posicionan las diferentesfuerzas para moldear futuros? Qu se puede aprender al comparar las luchas socialesen diferentes pases y diferentes condiciones? Cmo resisten los movimientos eman-cipatorios y las prcticas de la vida cotidiana a la disciplina, la explotacin y al no-reconocimiento? Cules visiones de futuros alternativos son imaginables, deseables

    y alcanzables? Cules son los mapas de ruta para la transformacin social? Cmopuede orientarse la investigacin relacionada con el futuro hacia debates polticosms grandes?

    Las iniciativas del Foro Sur-Sur son as en mi consideracin- muy importantespara movilizar las experiencias, los saberes y los imaginarios del sur global condu-centes hacia dilogos realmente incluyentes. Como enfatiz Toussaint LOuvertureen 1793 durante la Revolucin Haitiana, la igualdad no puede existir sin libertad,y la libertad no existe sin la unidad. En nuestra poca de globalizacin avanzada, labsqueda de la igualdad y la libertad va por el Sur. Sin la participacin de los dems

    no hay igualdad ni libertad. Por eso, hay que escuchar las voces del Sur, pensar y co-laborar con el Sur para democratizar nuestros futuros globales. El Foro Sur-Sur abrenuevos espacios para descolonizar futuros e imaginar alternativas.

    Markus S. SchulzPresidente del Comit de Investigacin 07: Investigacin sobre el Futuro de la

    Asociacin Internacional de Sociologa, AIS-RC07. Profesor de la Universidad de Illi-nois, USA.

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    Lo que aqu propongo es abrir una cuestin crucial de nuestro crucial perodohistrico: Bien Vivir1, para ser una realizacin histrica efectiva, no puede ser sinoun complejo de prcticas sociales orientadas a la produccin y a la reproduccin de-mocrticas de una sociedad democrtica, un otro modo de existencia social, con supropio y especfico horizonte histrico de sentido, radicalmente alternativo a la Colo-nialidad Global del Poder y a la Colonialidad/Modernidad/Eurocentrada2. Este patrn

    1Bien Vivir y Buen Vivir, son los trminos ms difundidos en el debate del nuevo movimiento de lasociedad, sobre todo de la poblacin indigenizada en Amrica Latina, hacia una existencia social diferentede la que nos ha impuesto la Colonialidad del Poder. Bien Vivir es, probablemente, la formulacin msantigua en la resistencia indgena contra la Colonialidad del Poder. Fue, notablemente, acuada en elVirreinato del Per, por nada menos que Guamn Poma de Ayala, aproximadamente en 1615, en su NuevaCrnica y buen gobierno. Carolina Ortiz Fernndez es la primera en haber llamado la atencin sobre esehistrico hecho: Felipe Guamn Poma de Ayala, Clorinda Matto, Trinidad Henrquez y la teora crtica. Suslegados a la teora social contempornea, En Yuyaykusun, N2. Lima: Universidad Ricardo Palma, diciembre2009. Las diferencias pueden no ser lingsticas solamente, sino, ms bien, conceptuales. Ser necesariodeslindar las alternativas, tanto en el espaol latinoamericano, como en las variantes principales del quechuaen Amrica del Sur y en el Aymara. En el quechua del norte del Per y en Ecuador, se dice Allin Kghaway(Bien Vivir) o Allin Kghawana (Buena Manera de Vivir) y en el quechua del sur y en Bolivia se suele decirSumac Kawsay y se traduce en espaol como Buen Vivir. Pero Sumac significa bonito, lindo, hermoso,en el norte del Per y en Ecuador. As, por ejemplo, Imma Sumac (Qu Hermosa), es el nombre artsticode una famosa cantante peruana. Sumac Kawsay se traducira como Vivir Bonito Inclusive, no faltandesavisados eurocentristas que pretenden hacer de Sumac lo mismo que Suma y proponen decir SumaKawsay.

    2

    La teora de la Colonialidad del Poder, o Colonialidad del Poder Global, y del Eurocentrismo o Colonialidad/Modernidad/Eurocentrada, como su especfico horizonte histrico de sentido, fue originalmente propuestaen mis textos desde comienzos de la dcada final del Siglo XX. Para los fines del actual debate, puede sertil mencionar los principales. Colonialidad y Modernidad/Racionalidad, originalmente publicado en Perindgena, Vol.13, N29, 1991, Lima; Americanity as a Concept or the Americas in the Modern World-System, publicado en co-autora con Immanuel Wallerstein en International Social Science Journal, N 134,Nov. 1992, Pars: UNESCO/Blackwel, pp. 549-557; Amrica Latina en la Economa Mundial, publicadoen Problemas del desarrollo, Instituto de Investigaciones Econmicas, UNAM, vol. XXIV, N95, octubre-diciembre 1993, Mxico; Raza, Etnia y Nacin: Cuestiones Abiertas enJos Carlos Maritegui y Europa,1993, pp. 167-188, Lima: Ed. Amauta, Colonialit du Pouvoir et Democratie en Amerique Latine,en Futur antrieur:Amrique latine, dmocratie et exclusion, Pars: LHarmattan, 1994; Colonialidad,Poder, Cultura y Conocimiento en Amrica Latina, Lima: Anuario Mariateguiano, 1998, vol. IX, N9,pp.113-122. Qu Tal Raza! en Familia y cambio social ,(1998) Lima: CECOSAM; Colonialidad delPoder, Eurocentrismo y Amrica Latina, en Edgardo Lander, comp. Colonialidad del saber, eurocentrismo

    "BIEN VIVIR": ENTRE EL"DESARROLLO" Y LA DES/

    COLONIALIDAD DEL PODER

    Anbal Quijano

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    31Foro Sur-Sur:ANBALQUIJANO "Bien vivir": Entre el desarrollo y la des/colonialidad del poder

    de poder es hoy an mundialmente hegemnico, pero tambin en su momento dems profunda y raigal crisis desde su constitucin hace poco ms de quinientos aos.En estas condiciones, Bien Vivir, hoy, solo puede tener sentido como una existenciasocial alternativa, como una Des/Colonialidad del Poder.

    DESARROLLO, UNA PARADOJA EUROCENTRICA:

    MODERNIDAD SIN DES/COLONIALIDAD

    Desarrollo fue, sobre todo en el debate latinoamericano, el trmino clave de undiscurso poltico asociado a un elusivo proyecto de desconcentracin y redistribucinrelativas del control del capital industrial, en la nueva geografa que se configuraba enel Capitalismo Colonial-Moderno Global, al trmino de la Segunda Guerra Mundial.

    En un primer momento, ese fue un discurso virtualmente oficial. Sin embargo,

    pronto dio lugar a complejas y contradictorias cuestiones que produjeron un rico e in-tenso debate, con reverberacin mundial, como clara expresin de la magnitud y de laprofundidad de los conflictos de inters poltico-social implicados en toda esa nuevageografa de poder y en Amrica Latina en particular. As fue producida una extensafamilia de categoras (principalmente, desarrollo, subdesarrollo, modernizacin, mar-ginalidad, participacin, de un lado, e imperialismo, dependencia, marginalizacin,revolucin, en la vertiente opuesta) que se fue desplegando en estrecha relacin conlos conflictivos y violentos movimientos de la sociedad, que llevaron a procesos incon-ducentes o a cambios relativamente importantes, pero inacabados, en la distribucinde poder3.

    De modo breve, se podra decir que en Amrica Latina el resultado principal fue laremocin del Estado Oligrquico y de algunas de sus instancias en la existencia socialde la poblacin de estos pases. Pero ni su dependencia histrico/estructural en la Co-lonialidad Global de Poder, ni los modos de explotacin y de dominacin inherentesa este patrn de poder, fueron erradicados o alterados suficientemente como paradar lugar a una produccin y gestin democrticas del Estado, ni de los recursos deproduccin, ni de la distribucin y apropiacin del producto. Ni el debate logr, a pe-

    y ciencias sociales, UNESCO-CLACSO (2000), pp. 201ss; Colonialidad del Poder y Clasificacin Social,originalmente en Festschrift dor Immanuel Wallerstein, enJournal of World Systems Research, vol. VI, N2,Fall/Winter 2000, pp.342-388. Special Issue. Giovanni Arrighi and Walter L. Goldfrank, eds. Colorado,USA. Colonialidad del Poder, Globalizacin y Democracia versin revisada en San Marcos, Segundapoca, N25, Julio de 2006, pp. 51-104, Universidad de San Marcos, Lima. Actualmente se desarrolla undebate mundial sobre la teora.

    3Los nombres de Ral Prebisch, Celso Furtado, Anbal Pinto, Fernando Henrique Cardoso-Enzo Faletto,Andrew Gunder Frank, Rui Mauro Marini, Theotonio Dos Santos, Jos Nun, entre los muchos que tomaronparte en dicho debate, son probablemente familiares a la generalidad de los lectores. Y hay, por supuestodisponible, a ese respecto, una extensa literatura.

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    sar de su intensidad, liberarse de la hegemona del Eurocentrismo. En otros trminos,esos cambios no llevaron al desarrollo. De otro modo no podra entenderse porquel trmino reaparece siempre, ahora por ejemplo, como fantasma de un inconclusopasado4.

    LA COLONIALIDAD GLOBAL DEL PODER Y EL FANTASMA DEL ESTADO/NACION

    La hegemona del Eurocentrismo en el debate llevaba en Amrica Latina a plan-tearse el desarrollo en relacin al Estado/Nacin. Pero, en el contexto de la Colonia-lidad Global del Poder, esa perspectiva era histricamente inconducente. Ms an,precisamente cuando despus de la II Guerra Mundial, este patrn de poder ingresabaa escala global, en un prolongado perodo de cambios decisivos que aqu es til su-

    mariar:

    1. El capital industrial comenz a vincularse estructuralmente con la queentonces fue denominada como revolucin cientfico-tecnolgica. Esarelacin implicaba, de una parte, la reduccin de las necesidades de fuerzade trabajo viva e individual y, en consecuencia, del empleo asalariado comoestructuralmente inherente al capital en su nuevo perodo. El desempleodejaba de ser un problema coyuntural o cclico. Desempleo estructuralfueron los trminos posteriormente acuados entre los economistasconvencionales para significar ese proceso.

    2. Esas tendencias de cambio de las relaciones entre capital y trabajo,implicaron la ampliacin del margen de acumulacin especulativa, tambincomo tendencia estructural y no solamente cclica, y llevaron a la dominacinprogresiva de la financiarizacin estructural. As se fue configurando unnuevo capital industrial/financiero, que pronto tuvo una relativamente rpidaexpansin mundial.

    3. Un proceso de tecnocratizacin/instrumentalizacin de la subjetividad,del imaginario, de todo el horizonte de sentido histrico especfico de laColonial/Modernidad/Eurocentrada. Se trata, en rigor, de un proceso decreciente abandono de las promesas iniciales de la llamada racionalidad

    4Ver de Anbal Quijano El Fantasma del Desarrollo en Amrica Latina en Revista Venezolana de Economay Ciencias Sociales, 2/2000, pp.73-91, Caracas: Universidad Central de Venezuela. Del mismo autor OsFantasmas da Amrica Latina, en Adauto Novais, org. Oito Visoes da Amrica Latina, (2006) Sao Paulo:SENAC, pp. 49-87.

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    33Foro Sur-Sur:ANBALQUIJANO "Bien vivir": Entre el desarrollo y la des/colonialidad del poder

    moderna y, en ese sentido, de un cambio profundo de la perspectiva tico/poltica de la eurocntrica versin original de la colonialidad/modernidad.Esta no dej de ser, no obstante su nuevo carcter, atractiva y persuasiva,aunque tornndose cada vez ms paradjica y ambivalente, histricamente

    imposible en definitiva.4. El desarrollo y la expansin del nuevo capital industrial/financiero, juntocon la derrota de los grupos nazi/fascistas de la burguesa mundial, enla disputa por la hegemona del capitalismo durante la Segunda GuerraMundial, facilitaron la desintegracin del colonialismo europeo en Asiay frica, y, al mismo tiempo, la prosperidad de las burguesas, de las capasmedias, inclusive de sectores importantes de los trabajadores explotados, delos pases euro/americanos.

    5. La consolidacin del despotismo burocrtico (rebautizado de socialismorealmente existente) y su rpida expansin dentro y fuera de Europa, ocurridentro de ese mismo cauce histrico. Dicho modo de dominacin fuesiendo afectado, cada vez ms profunda e insanablemente, por esa corrientetecnocrtica e instrumental de la racionalidad colonial/moderna.

    6. En ese contexto, la hegemona de esa versin de la modernidad operabacomo el ms poderoso mecanismo de dominacin de la subjetividad, tantopor parte de la burguesa mundial como de la desptica burocracia del llamado

    campo socialista. De ese modo, no obstante sus rivalidades, ambos modosde dominacin / explotacin / conflicto, confluyeron en su antagonismorepresivo a los nuevos movimientos de la sociedad, en particular en tornode la tica social respecto del trabajo, del gnero, de la subjetividad y de laautoridad colectiva.

    Sera ms difcil explicar de otro modo, la exitosa alianza de ambos modos de do-minacin para derrotar (sea en Pars, Nueva York, Berln, Roma, Jakarta, Tlatelolco, o en

    Shanghai y Praga) a los movimientos, juveniles sobre todo, que entre fines de los 60sy comienzos de los 70s del Siglo XX, luchaban, minoritariamente pero en todo el mun-do, entonces ya no solamente contra la explotacin del trabajo y contra el colonialis-mo y el imperialismo, contra las guerras colonial-imperiales (en ese perodo, Vietnamera el caso emblemtico), sino tambin contra la tica social del productivismo y delconsumismo; contra el pragmtico autoritarismo burgus y burocrtico; contra la do-minacin de raza y de gnero; contra la represin de las formas no convencionalesde sexualidad; contra el reduccionismo tecnocrtico de la racionalidad instrumental y

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    por una nueva tesitura esttica/tica/poltica. Pugnando, en consecuencia, por un ho-rizonte de sentido histrico radicalmente distinto que el implicado en la Colonialidad/Modernidad/Eurocentrada.

    7. Al mismo tiempo, emerga un nuevo patrn de conflicto. En primertrmino, la deslegitimacin de todo sistema de dominacin montado sobreel eje raza/gnero/etnicidad. La tendencia comenz ya desde fines de laSegunda Guerra Mundial, como resultado de la repulsa mundial respecto delas atrocidades del nazismo y del autoritarismo militar japons. El racismo/sexismo/etnicismo de dichos regmenes despticos no solo quedaba, porlo tanto, derrotado en la guerra, sino tambin y no menos, convertido enreferencia deslegitimatoria de la racializacin, del patriarcado, del etnicismoy del autoritarismo militarista en las relaciones de poder. Pero fue sobre todo

    durante la dcada de los aos 60 del siglo XX que el gran debate sobre la razay sobre el genero pudieron cobrar un nuevo y definitivo relieve, anunciandoel gran conflicto mundial actual en torno del control de los respectivosmbitos de prctica social.

    8. Por todo eso, no obstante la derrota de los movimientos antiautoritariosy antiburocrticos, y de la consecuente imposicin de la globalizacin delnuevo Capitalismo Colonial Global, la simiente de un horizonte histriconuevo pudo sobrevivir entre la nueva heterogeneidad histrico/estructural

    del imaginario mundial, y germina ahora como uno de los signos mayores dela propuesta de Bien Vivir.

    EL NUEVO PERIODO HISTORICO: LA CRISIS RAIGAL DE LA COLONIALI-DAD GLOBAL DEL PODER

    El desarrollo de aquellas nuevas tendencias histricas del Capital Industrial-Finan-ciero, llev a ese prolongado perodo de auge y de cambios a culminar con la explo-sin de una crisis raigal en el patrn de poder como tal, la Colonialidad Global delPoder, en su conjunto y en sus elementos raigales, desde la segunda mitad de 1973.

    Con esa crisis, el mundo ha ingresado en un nuevo perodo histrico, cuyos pro-cesos especficos tienen profundidad, magnitud e implicaciones equivalentes, aun-que con un casi inverso signo, a los del perodo que denominamos como RevolucinIndustrial/Burguesa. Los trminos neoliberalismo, globalizacin y postmoderni-

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    dad (que aqu no podran ser discutidos detenidamente)5, presentan con razonableeficacia, no obstante todas sus ambivalencias y complejidades, el carcter y las ten-dencias mayores del nuevo perodo.

    Lo primero consiste, bsicamente, en la imposicin definitiva del nuevo capital fi-

    nanciero en el control del capitalismo global colonial/moderno. En un sentido preciso,se trata de la imposicin mundial de la desocupacin estructural, plenamente trama-da con la financiarizacin estructural. Lo segundo, en la imposicin de esa definidatrama sobre todos los pases y sobre toda la poblacin humana, inicialmente en Am-rica Latina, con la sangrienta dictadura del General Pinochet en Chile, y despus porla poltica de los gobiernos de Margaret Thatcher y Ronald Reagan en Inglaterra y enEstados Unidos, respectivamente, con el respaldo y/o la sumisin de todos los demspases.

    Esa imposicin produjo la dispersin social de los trabajadores explotados y la des-

    integracin de sus principales instituciones sociales y polticas (sindicatos, sobre todo);la derrota y desintegracin del llamado campo socialista, y de virtualmente todos losregmenes, movimientos y organizaciones polticas que le estaban vinculados. Chi-na, y despus Vietnam, optaron por ser miembros del nuevo capitalismo realmenteexistente, industrial-financiero y globalizado, bajo un despotismo burocrtico recon-figurado como socio de las mayores corporaciones financieras globales y del BloqueImperial Global6.

    En fin, postmodernidad denomina, no del todo inapropiadamente, la imposicindefinitiva de la tecnocratizacin/instrumentalizacin de la hasta entonces conocida

    como la racionalidad moderna. Esto es, de la Colonialidad/Modernidad/Eurocentra-da.Estamos, pues, inmersos en un proceso de completa reconfiguracin de la Colonia-

    lidad Global del Poder, del patrn de poder hegemnico en el planeta. Se trata, en pri-mer trmino, de la aceleracin y profundizacin de una tendencia de re-concentracindel control del poder.

    Las tendencias centrales de dicho proceso consisten, en un apretado recuento,

    5Mi contribucin al debate de esas cuestiones, principalmente en Modernidad, Identidad y Utopa enAmrica Latina(1988), Lima: Ed. Sociedad y poltica; Colonialidad del Poder, Globalizacin y Democracia,originalmente en Tendencias bsicas de nuestra era, (2001) Caracas: Instituto de Estudios InternacionalesPedro Gual. Una versin revisada, en San Marcos, N 25, Julio 2006, revista de la Universidad de SanMarcos, Lima; Entre la Guerra Santa y la Cruzada, originalmente en Amrica latina en movimiento,N341, octubre 2001. Quito; El Trabajo al Final del Siglo XX, originalmente en Pense sociale critique

    pour le XXI sicle, Melanges en lhonneur de Samir Amin(2003) Forum du Tiers-Monde, Pars: LHarmattan,pp.131-149; y Paradojas de la Colonialidad/Modernidad/Eurocentradaen Hueso Hmero, N 53, abrilde 2009, pp. 30-59. Lima.

    6Sobre el concepto de Bloque Imperial Global, remito a Colonialidad del Poder, Globalizacin y Democracia,ya citado.

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    en:1) la re-privatizacin de los espacios pblicos, del Estado en primer trmino;

    2) la reconcentracin del control del trabajo, de los recursos de produccin yde la produccin/distribucin;

    3) la polarizacin social extrema y creciente de la poblacin mundial;

    4) la exacerbacin de la explotacin de la naturaleza;

    5) la hiperfetichizacin del mercado, ms que de la mercanca;

    6) la manipulacin y control de los recursos tecnolgicos de comunicaciny de transporte para la imposicin global de la tecnocratizacin/instrumentalizacin de la colonialidad/modernidad;

    7) la mercantilizacin de la subjetividad y de la experiencia de vida de losindividuos, principalmente de las mujeres;

    8) la exacerbacin universal de la dispersin individualista de las personas yde la conducta egosta travestida de libertad individual, lo que en la prcticaequivale a la universalizacin del sueo americano pervertido en la pesadillade brutal persecucin individual de riqueza y de poder contralos dems;

    9) la fundamentalizacin de las ideologas religiosas y de sus correspondientesticas sociales, lo que re-legitima el control de los principales mbitos de laexistencia social;

    10) el uso creciente de las llamadas industrias culturales (sobre todo deimgenes, cine, tv, video, etc) para la produccin industrial de un imaginariode terror y de mistificacin de la experiencia, de modo de legitimar lafundamentalizacin de las ideologas y la violencia represiva.

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    LA EXPLOTACION DE LA NATURALEZA Y LA CRISIS DE LA COLONIALI-DAD GLOBAL DEL PODER

    Aunque aqu de manera apenas alusiva, no sera pertinente dejar de sealar queuno de los elementos fundantes de la Colonialidad/Modernidad/Eurocentrada es elnuevo y radical dualismo cartesiano, que separa la razn y la naturaleza7.De all,una de las ideas/imgenes ms caractersticas del Eurocentrismo, en cualquiera de susvertientes: la explotacin de la naturaleza como algo que no requiere justificacinalguna y que se expresa cabalmente en la tica productivista engendrada junto con larevolucin industrial. No es en absoluto difcil percibir la inherente presencia de laidea de raza como parte de la naturaleza, como explicacin y justificacin de laexplotacin de las razas inferiores.

    Es al amparo de esa mistificacin metafsica de las relaciones humanas con el restodel universo, que los grupos dominantes del homo sapiens en la Colonialidad Globaldel Poder, en especial desde la revolucin industrial, han llevado a la especie a impo-ner su hegemona de explotacin sobre las dems especies animales y una conductapredatoria sobre los dems elementos existentes en este planeta. Y, sobre esa base, elCapitalismo Colonial/Global practica una conducta cada vez ms feroz y predatoria,que termina poniendo en riesgo no solamente la sobrevivencia de la especie enteraen el planeta, sino la continuidad y la reproduccin de las condiciones de vida, de todavida, en la tierra. Bajo su imposicin, hoy estamos matndonos entre nosotros y des-

    truyendo nuestro comn hogar.Desde esta perspectiva, el llamado calentamiento global del clima en la tierra,

    o crisis climtica, lejos de ser un fenmeno natural, que ocurre en algo que llama-mos naturaleza y separado de nosotros como miembros de la especie animal HomoSapiens, es el resultado de la exacerbacin de aquella desorientacin global de la es-pecie sobre la tierra, impuesta por las tendencias predatorias del nuevo CapitalismoIndustrial/Financiero dentro de la Colonialidad Global del Poder. En otros trminos, esuna de las expresiones centrales de la crisis raigal de este especfico patrn de poder.

    7 Un debate ms detenido puede ser encontrado en Colonialidad del Poder y Clasificacin Social,originalmente en Festschrift for Immanuel Wallerstein, enJournal of World- Systems Research, vol. VI,N2, Fall/Winter 2000, pp.342-388. Special Issue. Colorado: Giovanni Arrighi and Walter L. Goldfrank,eds.

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    LA NUEVA RESISTENCIA: HACIA LA DES/COLONIALIDAD DEL PODER

    Desde fines del Siglo XX, una proporcin creciente de las vctimas de dicho patrn

    de poder, ha comenzado a resistir a esas tendencias, en virtualmente todo el mun-do. Los dominadores, los funcionarios del capital, sea como dueos de las grandescorporaciones financieras o como gobernantes de regmenes desptico-burocrticos,responden con violentas represiones, ahora no slo dentro de las fronteras convencio-nales de sus propios pases, sino a travs o por encima de ellas, desarrollando una ten-dencia a la re-colonizacin global, usando los ms sofisticados recursos tecnolgicosque permiten matar ms gente, ms rpido, con menos costo.

    Dadas esas condiciones, en la crisis de la Colonialidad Global del Poder y, en espe-cial, de la Colonialidad/Modernidad/Eurocentrada, la exacerbacin de la conflictividad

    y de la violencia se ha establecido como una tendencia estructural globalizada.Tal exacerbacin de la conflictividad, de los fundamentalismos, de la violencia,aparejadas a la creciente y extrema polarizacin social de la poblacin del mundo, vallevando a la resistencia misma a configurar un nuevo patrn de conflicto. La resisten-cia tiende a desarrollarse como un modo de produccin de un nuevo sentido de laexistencia social, de la vida misma, precisamente porque la vasta poblacin implicadapercibe, con intensidad creciente, que lo que est en juego ahora no es slo su pobre-

    za, como su sempiterna experiencia, sino, nada menos que su propia sobrevivencia. Taldescubrimiento entraa, necesariamente, que no se puede defender la vida humana

    en la tierra sin defender, al mismo tiempo, en el mismo movimiento, las condicionesde la vida misma en esta tierra.

    De ese modo, la defensa de la vida humana, y de las condiciones de vida en elplaneta, se va constituyendo en el sentido nuevo de las luchas de resistencia de lainmensa mayora de la poblacin mundial. Y sin subvertir y desintegrar la ColonialidadGlobal del Poder y su Capitalismo Colonial/Global hoy en su ms predatorio perodo,esas luchas no podran avanzar hacia la produccin de un sentido histrico alternativoal de la Colonialidad/Modernidad/Eurocentrada.

    DES/COLONIALIDAD DEL PODER COMO CONTINUA PRODUCCIONDEMOCRATICA DE LA EXISTENCIA SOCIAL

    Ese nuevo horizonte de sentido histrico, la defensa de las condiciones de su pro-pia vida y de las dems en este planeta, ya est planteado en las luchas y prcticas so-ciales alternativas de la especie. En consecuencia, en contra de toda forma de domina-cin/explotacin en la existencia social. Es decir, una Des/Colonialidad del Poder comopunto de partida, y la autoproduccin y reproduccin democrticas de la existencia

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    social, como eje continuo de orientacin de las prcticas sociales.Es en este contexto histrico donde hay que ubicar, necesariamente, todo debate

    y toda elaboracin acerca de la propuesta de Bien Vivir. Por consiguiente, se trata, antetodo, de admitirla como una cuestin abierta, no solamente en el debate, sino en la

    prctica social cotidiana de las poblaciones que decidan urdir y habitar histricamenteen esa nueva existencia social posible.Para desarrollarse y consolidarse, la Des/Colonialidad del poder implicara prcti-

    cas sociales configuradas por:

    a) la igualdad social de individuos heterogneos y diversos, contra ladesigualizante clasificacin e identificacin racial/sexual/social de lapoblacin mundial;

    b) por consiguiente, las diferencias, ni las identidades, no seran ms la fuenteo el argumento de la desigualdad social de los individuos;

    c) las agrupaciones, pertenencias y/o identidades seran el producto de lasdecisiones libres y autnomas de individuos libres y autnomos;

    d) la reciprocidad entre grupos y/o individuos socialmente iguales, en laorganizacin del trabajo y en la distribucin de los productos;

    e) la redistribucin igualitaria de los recursos y productos, tangibles eintangibles, del mundo, entre la poblacin mundial;

    f) la tendencia de asociacin comunal de la poblacin mundial, en escalalocal, regional, o globalmente, como el modo de produccin y gestindirectas de la autoridad colectiva y, en ese preciso sentido, como el maseficaz mecanismo de distribucin y redistribucin de derechos, obligaciones,responsabilidades, recursos, productos, entre los grupos y sus individuos,en cada mbito de la existencia social, sexo, trabajo, subjetividad, autoridadcolectiva y co-responsabilidad en las relaciones con los dems seres vivos yotras entidades del planeta o del universo entero.

    LOS INDIGENAS DEL SUR GLOBAL Y LA PROPUESTA DE BIEN VIVIR:CUESTIONES PENDIENTES

    No es por accidente histrico que el debate sobre la Colonialidad del Poder y sobrela Colonialidad/Modernidad/Eurocentrada, haya sido producido, en primer trmino,

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    desde Amrica Latina. As como no lo es que la propuesta de Bien Vivir provenga, enprimer trmino, del nuevo movimiento de los indgenas latinoamericanos.

    Amrica Latina es el mundo constituido en las Indias Accidentales (irnica re-ferencia a la divulgada idea de Indias Occidentales)8. Por eso, como el espacio

    original y el tiempo inaugural de un nuevo mundo histrico y de un nuevo patrn depoder, el de la Colonialidad Global del Poder. Y, as mismo, como el espacio/tiempooriginal e inaugural de la primera indigenizacin de los sobrevivientes del genocidiocolonizador, como la primera poblacin del mundo sometida a la racializacin desu nueva identidad y de su lugar dominado en el nuevo patrn de poder.

    Amrica Latina y la poblacin indgena ocupan, pues, un lugar basal, fundante, enla constitucin y en la historia de la Colonialidad del Poder. De all, su actual lugar y pa-pel en la subversin epistmica/terica/histrica/sttica/tica/poltica de este patrnde poder en crisis, implicada en las propuestas de Des/Colonialidad Global del Poder y

    del Bien Vivir como una existencia social alternativa.Empero, si bien Amrica, y en particular Amrica Latina, fue la primera nueva iden-tidad histrica de la Colonialidad del Poder y sus poblaciones colonizadas los primerosindgenas del mundo, desde el Siglo XVIII todo el resto del territorio del planeta, contodas sus poblaciones, fue conquistado por Europa Occidental. Y tales poblaciones,la inmensa mayora de la poblacin mundial, fueron colonizadas, racializadas y, enconsecuencia, indigenizadas. Su actual emergencia no consiste, pues, en otro mo-vimiento social ms. Se trata de todo un movimiento de la sociedad cuyo desarrollopodra llevar a la Des/Colonialidad Global del Poder, esto es a otra existencia social,

    liberada de dominacin/explotacin/violencia.La crisis de la Colonialidad Global del Poder y el debate y la lucha por su Des/Colonialidad, han mostrado a plena luz que la relacin social de dominacin/explo-tacin fundadas en torno de la idea de raza, es un producto de la historia del podery de ninguna cartesiana naturaleza. Pero tambin hacen patente la extrema hetero-geneidad histrica de esa poblacin indigenizada, primero en su historia previa a lacolonizacin europea; segundo, en la que se ha producido por las experiencias bajola Colonialidad del Poder, durante casi medio millar de aos y, finalmente, por la queest siendo ahora producida en el nuevo movimiento de la sociedad hacia la Des/

    Colonialidad del Poder.No tendra sentido esperar que esa histricamente heterognea poblacin, que

    compone la abrumadoramente inmensa mayora de la poblacin del mundo, hayaproducido o cobijado un imaginario histrico homogneo, uni-versal, como alternati-va a la Colonialidad Global del Poder. Eso no podra ser concebible inclusive tomandoen cuenta exclusivamente Amrica Latina, o Amrica en su conjunto.

    8Finley, Robert (2003) Las Indias Accidentales, Sevilla: Ed. Barataria.

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    De hecho, todas esas poblaciones, sin excepcin, provienen de experiencias hist-ricas de poder. Hasta donde sabemos, el poder parece haber sido, en toda la historiaconocida, no solamente un fenmeno de todas las existencias sociales de larga du-racin, sino, ms an, la principal motivacin de la conducta histrica colectiva de la

    especie. Tales experiencias de poder sin duda son distintas entre s y respecto de laColonialidad del Poder, no obstante posibles comunes experiencias de colonizacin.Sin embargo, las poblaciones indigenizadas bajo la dominacin colonial, primero

    en Amrica bajo Iberia, y ms tarde en todo el mundo bajo Europa Occidental, noslo han compartido en comn, universalmente, las perversas formas de dominacin/explotacin impuestas con la Colonialidad Global del Poder. Tambin, paradojal peroefectivamente, en la resistencia contra ellas han llegado a compartir comunes aspira-ciones histricas contra la dominacin, la explotacin, la discriminacin: la igualdadsocial de individuos heterogneos, la libertad de pensamiento y de expresin de todos

    esos individuos, la redistribucin igualitaria de recursos, as como del control igualita-rio de todos ellos, sobre todos los mbitos centrales de la existencia social.Por todo eso, en la indigenidad histrica de las poblaciones vctimas de la Co-

    lonialidad Global del Poder, no alienta solamente la herencia del pasado, sino todoel aprendizaje de la resistencia histrica de tan largo plazo. Estamos, por eso, cami-nando en la emergencia de una id-entidad histrica nueva, histrico/estructuralmenteheterognea como todas las dems, pero cuyo desarrollo podra producir una nuevaexistencia social liberada de dominacin/explotacin/violencia, lo cual es el coraznmismo de la demanda del Foro Social Mundial: Otro Mundo es Posible.

    En otros trminos, el nuevo horizonte de sentido histrico emerge con toda suheterogeneidad histrico/estructural. En esa perspectiva, la propuesta de Bien Vivires, necesariamente, una cuestin histrica abierta (9) que requiere ser continuamenteindagada, debatida y practicada.

    * Esta es una versin revisada de una ms breve que se public en el Boletn deOXFAM, Mayo 2010.

    9Acerca de eso, por ejemplo las recientes entrevistas a dirigentes aymaras en Bolivia, hechas y difundidasen el correo Internet de la CAOI. La revistaAmrica Latina en Movimiento, de la Agencia Latinoamericanade Informacin (ALAI), ha dedicado el N452, febrero de 2010, ntegramente a este debate, bajo el ttulogeneral de Recuperar el sentido de la vida. Respecto de las prcticas sociales mismas, hay ya un muyimportante movimiento de investigacin especfica. Ver Esperanza Gmez et al. (2010), Vivir Bien Frente alDesarrollo. Procesos de planeacin participativa en Medelln, Facultad. de Ciencias Sociales, Universidad deMedelln, Colombia.

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    Artculos

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    AAS

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    ALGUNAS OBSERVACIONES SOBRE LAECONOMA NO AZUCARERA EN LA CUBA

    BATISTIANA

    Silvia Castillo-Winter

    Resumen

    Si bien la historia econmica de Cuba estuvo siempre signada por el azcar, nopor ello hay que descuidar el destino particular de otros sectores que se fueron im-plantando con mayor o menor suerte en la isla. Evocaremos aqu el caso de algu-nos de ellos que, aunque ciertamente menores, permiten apreciar las imbricacionesentre la economa local y la de los Estados Unidos. En paralelo a un sector agrcolaen crisis constante, la industria estaba, en efecto, al servicio de los intereses nortea-mericanos, en particular en el sector textil, con el casi monopolio de la familia Hed-ges. La industria del cemento, en cambio, benefici a los cubanos, pero la poltica degrandes obras tuvo por inconveniente aumentar la deuda del Estado y disminuir las

    reservas de divisas. Adems, la construccin de hoteles, casinos y el desarrollo del tu-rismo, se hicieron en beneficio de La Habana, acentuando an ms los desequilibrioscon el resto del pas.

    Palabras clave:Cuba Historia Economa - Periodo republicano- Industria

    AbstractIf the economic history of Cuba has always been marked by sugar production,

    it must not neglect the particular fate of other industry sectors that have been de-veloped with more or less successful in the island. We discuss here the fate of some

    of them, which played a minor role, but that assess the overlap between the localeconomy and the United States. In parallel to a permanent crisis in the agriculturalsector, the industry was in fact serving U.S. interests, including its textile sector, withthe quasi monopoly of the Hedges family. If the cement has undoubtedly benefited

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    to Cubans, the policy of public works had the disadvantage of increasing the nationaldebt and reduce currency reserves. Moreover, the construction of hotels, casinos andtourism development were made especially for the benefit of Havana, highlighting

    imbalances with the rest of the country.Keywords:Cuba History Economy - Republican Period - Industry

    ALGUNAS OBSERVACIONES SOBRE LA ECONOMA NOAZUCARERA EN LA CUBA BATISTIANA

    En Cuba, todos los observadores econmicos y los economistas de los aos cin-cuenta estaban convencidos de que la reconstruccin de los pases que haban sufri-do la guerra sera larga. Cuba haba credo poder perennizar el comercio del azcarcomo antao. Era un error: rpidamente Europa volvi a ser capaz de producir pararesponder a las necesidades de su propio consumo y las esperanzas de la isla se vo-latilizaron.

    Das despus de producido el golpe de Estado de Fulgencio Batista, la revista Bo-hemia1, en abril de 1952 sealaba que les hombres de negocios se preguntaban culsera el sentido de ese golpe, cmo iba a influir en la vida econmica de la nacin ycul sera la filosofa econmica del nuevo equipo. Esos interrogantes se planteaban

    con tanta ms gravedad cuanto que el balance de los dos primeros meses del aohaba mostrado una reduccin del volumen de los negocios. Ya entre 1950 y 1951, elpuerto de La Habana, cuyo trfico reflejaba la intensidad del comercio exterior, habavisto disminuir su actividad en un 7 %. La produccin minera haba decado, mientrasque la zafra de caa de azcar se anunciaba como la ms importante de la historia,lo que no era necesariamente algo positivo pues se haca imperioso encontrar mer-cados donde colocarla. Con ese cmulo de elementos adversos, resultaba urgenteconocer las disposiciones que el poder pondra en ejecucin para invertir el cursode los acontecimientos. El general Batista juzgaba muy importante el papel de los

    inversionistas extranjeros en Cuba y sealaba que el nivel econmico alcanzado porel pas era el fruto del trabajo de los capitalistas y de los tcnicos extranjeros2. El pa-norama econmico a principios de 1952 no era muy brillante y los hombres de WallStreet consideraban que la llegada de Batista a la direccin del Estado cubano tena

    1BohemiaN 15, abril de 1952, Introduccin al artculo de Mc Carthy, Francis, Historia de una revo-lucin (Paz, trabajo y Progreso?), p. 54.

    2BohemiaN 15, abril de 1952, Mc Carthy, Francis, Historia de una revolucin, op. cit., p. 54.

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    46 SILVIACASTILLO-WINTER Algunas obs ervacione s s obr e la econom a no a zucarera en la Cub a b ati sti ana

    que significar una ventaja para sus intereses en la isla, sobre todo si se comparaba sugobierno de los aos cuarenta con los que lo haban precedido o sucedido3. Su firme-

    za pasada hacia los obreros y la certeza de que l no haba tomado nunca medidas

    represivas contra la industria4

    , presentaban al rgimen bajo auspicios favorables.Los observadores sostenan que el aplazamiento de las elecciones que hubieran de-bido realizarse el ao del golpe de Batista, evitaba un periodo que era tradicional-mente malo para los negocios; por otra parte, la autoridad del nuevo ejecutivo tenaque permitir un retorno a la ley, al orden, y a la paz pblica5.

    Muy pronto los hechos desmentiran los pronsticos. La falta de confianza enel porvenir se hizo sentir muy rpidamente en el ambiente de los negocios6queimputaba la responsabilidad a las causas internacionales y deseaba no obstante elmantenimiento en el poder del general Batista quien, si desilusiona en el gobierno

    actual, es porque, quizs, est menos bien aconsejado que antes 7

    .Si bien la historia econmica de Cuba estuvo siempre signada por el azcar, nopor ello hay que descuidar el destino particular de otros sectores industriales que sefueron implantando con mayor o menor suerte en la isla. Evocaremos aqu el caso dealgunos de ellos que aunque ciertamente menores, permiten apreciar las imbricacio-nes entre la economa local y la de los Estados Unidos.

    LA INDUSTRIA TEXTIL

    En sus tiempos, el dictador Gerardo Machado y Morales haba tomado algunasmedidas para favorecer una mayor participacin del Estado en la economa. Lams importante de ellas para paliar los efectos de la crisis del azcar haba sido lareforma de las tarifas aduaneras para proteger la industria nacional8. Estos aranceles

    3Anexo al Despacho N 273 del 2 de abril de 1952. Boletn de informacin del consejero comercial delas Grandes Antillas, febrero-marzo de 1952, Wall Street et le rgime de Batista , Archivo del Ministe-rio de Asuntos Exteriores (AMAE) francs, Dossier 39

    4Aqu se hace referencia a los decretos del presidente Pro en virtud de los cuales las sociedades azucare-

    ras estaban obligadas a tomar a su cargo la sociedad de ferrocarriles de La Habana. Ibdem.5BohemiaN 15, op. cit., p. 54.

    6En su Despacho N 565 del 27 de septiembre de 1952, el embajador francs en Cuba convino enque Es cierto que la situacin econmica y financiera es menos buena que hace seis meses. El males-tar que se siente en el mbito de los negocios es an solo perceptible a nivel psicolgico; en ese pasque ha gozado durante veinte aos de una insolente prosperidad, el ms pequeo sntoma de unaprosperidad menor provoca una profunda inquietud. AMAE francs, Dossier 29. Traduccin nuestra.

    7Despacho N 688, AMAE francs. Traduccin nuestra.

    8Machado y Morales, Gerardo (1982). Ocho aos de lucha, Miami: ediciones Histricas Cubanas, p. 72.

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    creados en 1927 haban fomentado el desarrollo de una incipiente industria textilcubana. Al principio de los aos treinta9haban aparecido los primeros textiles de al-godn de fabricacin nacional de la Textilera Ariguanabo, de la familia Hedges10. En

    1945 se aadi11

    la fbrica de rayn, la Compaa Rayonera Cubana S.A., conocidabajo el nombre de Rayonera de Matanzas, que produca en 1952 el 20% del raynconsumido en la isla. Ese ao, la industria del tejido de algodn contribua ya con un40 % en el consumo local y la empresa Dayaniguas sembraba y cosechaba algodncubano12. A pesar de esos progresos, la industria textil se enfrentaba a dos proble-mas: la obligacin de importar una parte de las materias primas y el contrabando.

    Das despus del inicio de la dictadura, elJournal of Commercede Nueva Yorkexpresaba su entusiasmo por el retorno de Batista pues deba poder introducir unarevisin de tarifas aduaneras que facilitaran un desarrollo relativo- de la industria

    textil cubana13

    . Desde cundo la prensa econmica norteamericana se interesa-ba por el progreso industrial cubano? De qu manera, con pretexto de defenderla industria cubana, Batista poda ayudar a los intereses imperialistas? Se trataba enrealidad de un pacto tcito entre exportadores de los Estados Unidos e importado-res cubanos que deseaban que la isla revisara durante la reunin del GATT (AcuerdoGeneral sobre Aranceles Aduaneros y Comercio) de septiembre de 1953 a realizarseen Canad, su poltica de aranceles que protega la industria textil nacional14. Desde1951 el gobierno cubano otorgaba exoneraciones de aranceles a cuatro fabrican-tes de tejidos, lo que les permita importar hilo de rayn, exactamente como el que

    produca Hedges. Como teln de fondo, una vez ms, se esgrima el espectro delcomercio azucarero: si Cuba no importaba tejidos, los Estados Unidos se vengarandisminuyendo la cuota de importacin azucarera.

    Se segua pensando en trminos de reciprocidad y privilegiando el producto rey.Antes de esas excepciones, los fabricantes cubanos de tejidos sintticos compraban

    9Caparrs, Rogelio (1953). Cuba 1953: su economa y sus mercados, BohemiaN 21, mayo de 1953, p.84.

    10Segn Ibarra Cuesta, Jorge (1995), en 1949, Hedges posea en 1949 72 000 husos textiles, sobre un

    total de 87 000 que existan en toda la isla. Cuba: 1898-1958 Estructura y procesos sociales, La Habana:editorial Ciencias Sociales, p. 51.

    11Hedges, J. (1955). Levantemos parejo, BohemiaN 47, noviembre de 1955, p. 40.

    12De todos modos, las importaciones de algodn de Cuba representaban en 1953, 24 308 297 pesos yalcanzaron los 33 461 180 pesos en 1957. Zuaznbar, Ismael (1989). La economa cubana en la dcada del50, La Habana: ed. Ciencias Sociales, p. 70.

    13Hevia, Carlos (1952). El golpe reaccionario del 10 de marzo, BohemiaN 14, abril de 1952, p. 55.

    14Cepero Bonilla, Ral (1953). Una conspiracin contra el inters cubano, Prensa Libre, 26 de mayo de1953.

  • 5/26/2018 Revista Horizontes Sociolgicos AO 1 / NMERO 1 / ENERO-JUNIO DE 2013

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    48 SILVIACASTILLO-WINTER Algunas obs ervacione s s obr e la econom a no a zucarera en la Cub a b ati sti ana

    en el pas el 80,48 % de los hilos consumidos mientras que ms tarde solo adquiranel 4,15 %. Si tenemos en cuenta que el nico proveedor cubano de hilos sintticos erala sociedad Hedges, comprendemos su inters por una poltica protectora contra las

    importaciones de estas fibras. Finalmente, en 1956, el gobierno se pliega a la deman-da de Hedges y modifica por decreto la Ley de estimulacin Industrial, eliminando lasventajas concedidas a esas industrias que hasta entonces importaban, libres de dere-chos de aduana, las materias primas que no se producan en el pas. De ahora en ade-lante, si esas importaciones podan ser remplazadas por sustitutos y equivalentesfabricados en el territorio nacional15ya no seran exoneradas de aranceles. Algunosobservadores crean ver en esa disposicin una salvaguardia para la industria nacio-nal. El gobierno alentaba a los fab