revista historia del arte 2

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www.DESIGN.com.ve/HistoriaDelArte 11 de Marzo del Año 2015 Edicón Especial Arte Número 001 Bs.f : 150.00

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Una revista donde se explican los puntos mas importantes del bajo renacimiento,manierismo,barroco , rococo y clasicismo

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www.DESIGN.com.ve/HistoriaDelArte11 de Marzo del Año 2015 Edicón Especial Arte Número 001 Bs.f : 150.00

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www.DESIGN.com.ve/HistoriaDelArte11 de Marzo del Año 2015 Edicón Especial Arte Número 001 Bs.f : 150.00

Bajo RenacimientoManierismo

Rococo y Clasicismo

Historia Del Arte

Barroco

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BajoRenacimiento

Manierismo

Barroco

Rococo y Clasicismo

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Editor: Víctor Pérez Coordinación de Diseño : Víctor Pérez Diseñador: Víctor Pérez Diagramación:Víctor PérezRecepción de Avisos: Víctor Pérez

DESIGN, C.A.Editorial Foto Art

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Bajo Renacimiento es una expresión utilizada por la historiografía para designar a una fase dentro del Renacimiento, pero que no ha alcanzado una de�ni-ción unívoca, y se utiliza de forma contradictoria en distintos textos, incluso en la bibliografía especiali-zada.El Alto Renacimiento, en cambio, es un periodo cuya identi�cación es habitualmente más clara: el periodo de �nales del siglo XV y comienzos del siglo XVI (como fecha más clara, hasta 1527 -saco de Roma-).La utilización de periodos bajos y altos, en general, se hace para marcar un periodo alto anterior al bajo, habitualmente para cali�car al primero de fase de auge o esplendor, y el segundo de fase decadente, siguiendo la tradicional concepción cíclica de la periodización histórica que en arte desarrolló, entre otros, Eugenio D'Ors.1 Responde a esa convención, las parejas de términos Alto Imperio romano y Bajo Imperio romano; Alta Edad media y Baja Edad Media, etc. De esa manera, bajo renacimiento sería elrenacimiento tardío o renacimiento �nal.En el contexto de la historiografía española, el término bajo renacimiento se re�ere comúnmente al periodo correspondiente al �nal del siglo XVI, identi-�cándolo con elmanierismo; y para el caso concreto del Bajo renacimiento español, con el último tercio del siglo, presidido por un programa artístico tan importante como el que se desarrolló en torno al monasterio de San Lorenzo del Escorial (que cubre todas las artes, y que arquitectónicamente se suele identi�car con la denominación de estilo herreria-no).2En cambio, es bastante usual que en textos anglosa-jones, además de esa posible utilización, se utilice la expresión Low Renaissance ("Bajo Renaciemiento") para referirse al siglo XV o Quattrocento, identi�cán-dolo con Early Renaissance o First Renaissance' ("Renacimiento temprano" o "primer Renacimien-to").3En los textos franceses el término Basse Renaissance ("Bajo Renacimiento")4 tiene poca utilización, frente a la mayor abundancia de Renaissance tardive ("Renacimiento tardío").5 En la historiografía alema

na, el término más usado es Spätrenaissance ("Rena-cimiento tardío"), de interpretación inequívoca; mientras que Niedrig Renaissance ("Bajo Renacitt-miento") no tiene apenas uso.6

Retablo del altar mayor de laBasílica de El Escorial (1583-1586),una de las mayores empresas artísticas del siglo XVI,1 diseñado porJuan de Herrera y dirigi-do por Pedro Castello, con esctructura y custodia de materiales nobles de Jacometrezo, esculturas en bronce de Leon Leoni yPompeyo Leoni y pinturas de Federico Zuccaro y Pellegrino Tibaldi(inicialmente estaba previsto colocar El martirio de san Lorenzo, de Tiziano, una Anunciación de Veronés y unaNativi-dad de Tintoretto, que fueron relegados a otros lugares del Monasterio, al preferirse mantener una unidad de estilo). La bóveda tiene frescos de Luca Cambiasso, y los laterales acogen los cenota�os de la familia real obra de los Leoni.

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Bajo Renacimiento español o Manierismo español son denominaciones de la historiografía del arte para designar el periodo �nal delRenacimiento español, tras el Alto Renacimiento español.Se sitúa cronológicamente en la segunda mitad del siglo XVI, coincidiendo prácticamente con el reinado de Felipe II (1556-1598).Estilísticamente, se identi�ca con el Manierismo, la fase �nal del Renacimiento. El hecho de que el Manierismo italiano comience cronológicamente en el segundo cuarto del siglo XVI (en torno al saco de Roma, 1527), y el que las expresiones "Alto" y "Bajo Renacimiento" sean usadas de forma equívoca en la bibliografía, hace que haya cierta ambigüedad en la etiquetación historiográ�ca de la producción artísti-ca española de los tercios primero y segundo del siglo XVI, buena parte de la cual puede clasi�carse también como "manierista".Por la enorme importancia que tiene para este periodo el ambicioso programa artístico en torno al monasterio de El Escorial (que incluye no sólo arqui-tectura, sino también pintura y escultura), el periodo se identi�ca con el estilo denominado escurialense o herreriano (porJuan de Herrera, el principal director de la obra de El Escorial -que había iniciado Juan Bautista de Toledo-).Ideológicamente, se identi�ca con la Contrarreforma y el contemporáneo Concilio de Trento. Estilística-mente se caracteriza por laausteridad, lo que no implica sencillez: se consigue una espectacular grandiosidad con lo abrumador de la escala.Es muy notable que España fuera el primer país europeo fuera de Italia en desarrollar una literatura arquitectónica propia dentro de los cánones rena-centistas, con Diego de Sagredo (Las Medidas del Romano, 1526).2 3Arquitectura manierista española:Con la etiqueta de "arquitectura manierista" también han clasi�cado las producciones arquitectónicas anteriores, del segun-do tercio del siglo XVI, que también reciben las denominaciones de "fase serliana" (por la in�uencia de Sebastiano Serlio), "estilo príncipe Felipe" (por los años en que el futuro rey Felipe II usaba ese título

Escultura: Ya se podía considerar manierista la escultura de Alonso de Berruguete, en la primera mitad del siglo, o de Juan de Juni, de cronología algo posterior.

A mediados de siglo se localiza el manierismo romanista de Gaspar Becerra (retablo de la Catedral de Astorga).En el proyecto escurialense trabajaron, además del propio Herrera (que diseñó el retablo mayor de la basílica del monasterio), el español Juan Bautista Monegro (patio de los Reyes) y los italianos Leon Leoni y Pompeyo Leoni (grupos orantes de la familia real).Pintura:El escultor Gaspar Becerra también destacó como pintor de frescos (palacio de El Pardo). Otros pintores de la época fueron Pedro de Campaña y Luis de Morales ("el Divino Morales"), caracterizado por sus �guras alargadas, colores fríos y expresiones intensas. Tales rasgos estilísticos, que por otro lado son propios del manierismo, tienen una particulari-dad aplicación al fervor místico que los hace prece-dentes del estilo de la madurez El Greco, pintor originario de Creta que, tras un productivo paso por Italia, fue reclutado para El Escorial, aunque no terminara trabajando en él ni en la corte por no conectar con el gusto de Felipe II (rechazó El martirio de San Mauricio). Pasó el resto de su vida trabajando en Toledo para una clientela selecta de clérigos y caballeros.Como pintores de corte trabajaron retratistas excep-cionales: el �amenco Antonio Moro, los españoles Alonso Sánchez Coello y Juan Pantoja de la Cruz y la italiana Sofonisba Anguissola (uno de los raros casos de pintoras de éxito).En la decoración pictórica de El Escorial trabajaron los españoles Juan Fernández de Navarrete "el mudo", Luis Carvajal o Diego de Urbina, y un grupo de italianos del gusto del propio rey, como Luca Cambiaso o Pellegrino Tibaldi.

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Manierismo es la denominación historiográ�ca del periodo y estilo artístico que se sitúa convencional-mente en las décadas centrales y �nales del siglo XVI (Cinquecento en italiano), como parte última del Renacimiento (es decir, un Bajo Renacimiento). Su caracterización es problemática, pues aunque inicialmente se de�nió como la imitación de la maniera de los grandes maestros del Alto Renaci-miento (por ejemplo, el propio Tintoretto pretendía dibujar como Miguel Ángel y colorear como Tiziano), posteriormente se entendió como una reacción contra el ideal de belleza clasicista y una complica-ción laberíntica10 tanto en lo formal (línea serpenti-nata, anamorfosis, exageración de los movimientos, los escorzos, las texturas, los almohadillados, altera-ción del orden en los elementos arquitectónicos) como en lo conceptual (forzando el decorum y el equilibrio alto-renacentistas, una "violación de la �gura"),11 que pre�gura el "exceso"12característico del Barroco. Por otro lado, también se identi�ca el Manierismo con un arte intelectualizado y elitista, opuesto al Barroco, que será un arte sensorial y popular.13 Considerado como una mera prolonga-ción del genio creativo de los grandes genios del Alto Renacimiento (Leonardo, Rafael, Miguel Ángel, Tiziano) por sus epígonos (como los leonardeschi), el Manierismo fue generalmente minusvalorado por la crítica y la historiografía del arte como un estilo extravagante, decadente y degenerativo; un re�na-miento erótico14 y una "afectación arti�ciosa"15 cuya elegancia y grazia16 no fue apreciada plena-mente hasta su revalorización en el siglo XX, que comenzó a ver de forma positiva incluso su condi-ción de auto-referencia del arte en sí mismo.

El origen del término "manierista" proviene del uso de la palabra italiana maniera18 en ciertos escritores del siglo XVI, como Giorgio Vasari (Le vite de' piú eccellenti architetti, pittori, et scultori italiani, da Cimabue insino a' tempi nostri, 1550 y 1568), para quien signi�ca "personalidad artística", es decir "estilo" en el más amplio sentido de la palabra,19 entre otras diversas acepciones ("en la teoría de Vasari, el concepto que representa el elemento indiviudal del arte es la maniera");20 representando áreas estilísticas y fases temporales (lamaniera greca -"manera griega", la pintura de in�uencia bizantina-, la maniera vecchia -"manera vieja"- y la terza manie-ra che noi vogliamo chiamare la moderna -"tercera manera que queremos llamar la moderna"-).21 Por último, se cali�có de manieristi ("manieristas") a los artistas contemporáneos de Vasari, que pintaban alla maniera di... ("a la manera de..."), es decir, siguiendo la línea de Leonardo (maniera leonardesca -los leonardeschi-), Rafael (maniera rafaelesca) o Miguel Ángel (maniera michelangelesca o maniera gran-de),22 pero manteniendo, en principio, una clara personalidad artística. El uso peyorativo del término comenzó más adelante, con los clasicistas académi-cos del siglo XVII, para quienes esa maniera se entendía como una fría técnica imitativa de los grandes maestros, como un ejercicio artístico rebus-cado, en clichés reducibles a una serie de fórmu-las.23

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Artes plásticas:En el arte italiano se considera que el inicio del Manierismo parte de un violento aconteci-miento histórico: el Saco de Roma de 1527, que puso �n a la centralidad que la ciudad papal tuvo en las primeras décadas del siglo, dispersando a los artistas que hasta entonces habían trabajado en ella por otros centros artísticos (como la escuela veneciana, la escuela parmesana o la escuela veronesa); mien-tras que algunos de los más importantes que había reunido Julio II en su ponti�cado (de 1503 a 1513) habían ya muerto (Donato Bramante en 1514, Rafael Sanzio en 1520) y uno de los supervivientes, el longevo Miguel Ángel, evolucionó profundamente en su arte en las décadas que transcurrieron hasta su muerte (1564). En el asedio que mantuvo a Clemen-te VII dentro de la fortaleza de Castel Sant'Angelo estuvo luchando el artista Benvenuto Cellini, uno de los máximos exponentes del nuevo estilo.24 Tam-bién en 1527 el poeta Pietro Aretino y los Sansovino (el arquitecto Jacopo Sansovino y su hijo Francesco Sansovino) se establecen en Venecia, donde contac-tan con Tiziano, a quien introducen en las noveda-des del gusto de la Italia central, el "manierismo brutal" de Giulio Romano y el impactante cartón de Rafael(Conversión de San Pablo, no conservado), que conoce por un cartón propiedad del cardenal Grimani.25

El manierismo se preocupaba por solucionar proble-mas artísticos intrincados tanto en el contenido (alegorías y simbolismos) como en laforma. El cuerpo humano, tanto vestido como desnudo se representa en toda clase de complicadas posturas, difíciles y arti�ciosas, de una extraña gracia y elegan-cia. Las extremidades son raramente alargadas, las cabezas aparecen pequeñas y el semblante estiliza-do. Los colores29 no remiten a la naturaleza, sino que son extraños, fríos, arti�ciales, violentamente enfrentados entre sí, en vez de apoyarse en gamas. El propio Miguel Ángel o el académico Rafael experi-mentaron en sus últimas obras el placer de la trans-gresión, desdibujando sus �guras o dejando inaca-badas sus obras. La escultura manierista busca "la multiplicidad de las vistas", superando no sólo las concepciones altorenacentistas (Leonardo reducía la estatuaria a la "combinación de dos relieves"), sino también la "vista principal ... completa y de�nitiva" que caracteriza la obra escultórica de Miguel Ángel. Para Cellini "la escultura se empieza todavía con una sola vista, después se empieza a desarrollar poco a poco ... y así se va haciendo esta grandísima fatiga con cien vistas o más, a las que he debido despojar de aquel bellísimo aspecto que tenía la primera vista".30Entre los artistas de esta época y estilo sigue habiendo artistas completos ("humanistas" que destacan en múltiples ámbitos del arte), como los citados Benvenuto Cellini o Giorgio Vasari; pintores como Andrea del Sarto, Beccafumi, Correggio, Rosso Fiorentino, Pontormo,Bronzino, Parmigianino, Bassa-no, Tintoretto, Arcimboldo, Veronés, Federico Zucca-ro o los Carracci; escultores como Jacopo Sansovi-no,Baccio Bandinelli, Juan de Bolonia (Giambologna) o los Leoni; y arquitectos (casi todos ellos también escultores o pintores) como Giulio Romano, Sebas-tiano Serlio, Jacopo Vignola, Bartolomeo Ammanna-ti, Andrea Palladio, Pellegrino Tibaldi, Giacomo della Porta o Bernardo Buontalenti. Al norte de los Alpes destacaron Karel van Mander (llamado "el Vasari del norte"), los Cranach, Hans Holbein el Joven,Mabuse, Pieter Coecke van Aelst, Pieter Brueghel el Viejo, Hans von Aachen o el escultor Adrian de Vries.

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Barroco español o Barroco en España es un concep-to de la historiografía del arte, de la literatura y de la música, y genéricamente de la historia de la cultura, que se utiliza para clasi�car y de�nir las manifesta-ciones culturales de la época del Barroco (aproxima-damente el siglo y medio entre 1600 y 1750) locali-zadas en España.Aunque es más propio para la época denominar Monarquía Hispánica o Imperio español al espacio político gobernado por el rey de España o Su Católi-ca Majestad (los Austrias menores -Felipe III de España, Felipe IV de España y Carlos II de España- y el primer Borbón-Felipe V de España-), la bibliografía suele delimitar la extensión del uso de la expresión "Barroco español" a las producciones artísticas de la Corte (en Madrid excepto el breve periodo de 1601-1605 en que estuvo en Valladolid) y a las de los territorios de las Coronas de Castilla y de Aragón y el reino de Navarra. En ese espacio, no homogéneo, también se distinguen escuelas locales, especial-mente laescuela madrileña (o Barroco madrileño), la escuela sevillana (o Barroco sevillano), la escuela valenciana (o Barroco valenciano), laescuela valliso-letana (también denominada castellana o de Grego-rio Fernández -Barroco vallisoletano o castellano-), la escuela salmantina (o Barroco salmantino o churri-gueresco), la escuela gallega (o Barroco gallego), la escuela catalana (o Barroco catalán), laescuela aragonesa (o Barroco aragonés), etc. Para la región de Murcia y el Levante se ha de�nido un estilo local denominadoBarroco mediterráneo. No suelen englobarse en el término Barroco español ni el Barroco portugués (Portugal se independiza en 1640) ni el Barroco italianode Milán, Sicilia o Nápoles (con la presencia de José Ribera el Españoleto), ni el Barroco �amenco, ni siquiera el Barroco coloniala-mericano o �lipino (arte colonial hispanoamericano), aunque a veces se emplea la expresión Barroco español en América o Barroco hispanoamericano. El denominado Barroco novohispano hace referencia al virreinato de Nueva España.

El Barroco fue un período de la historia en la cultura occidental originado por una nueva forma de conce-bir las artes visuales (el «estilo barroco») y que, partiendo desde diferentes contextos histórico-cul-turales, produjo obras en numerosos campos artísti-cos: literatura, arquitectura, escultura, pintura, música, ópera, danza, teatro, etc. Se manifestó principalmente en la Europa occidental, aunque debido al colonialismo también se dio en numerosas colonias de las potencias europeas, principalmente en Latinoamérica. Cronológicamente, abarcó todo el siglo XVII y principios del XVIII, con mayor o menor prolongación en el tiempo dependiendo de cada país. Se suele situar entre el Manierismo y elRococó, en una época caracterizada por fuertes disputas religiosas entre países católicos y protestantes, así como marcadas diferencias políticas entre los Esta-dos absolutistas y los parlamentarios, donde una incipiente burguesíaempezaba a poner los cimien-tos del capitalismo.1Como estilo artístico, el Barroco surgió a principios del siglo XVII (según otros autores a �nales del XVI) en Italia —período también conocido en este país como Seicento—, desde donde se extendió hacia la mayor parte de Europa. Durante mucho tiempo (siglos XVIII y XIX) el término «barroco» tuvo un sentido peyorativo, con el signi�cado de recargado, engañoso, caprichoso, hasta que fue posteriormente revalorizado a �nales del siglo XIX por Jacob Burc-khardty, en el XX, por Benedetto Croce y Eugeni d'Ors. Algunos historiadores dividen el Barroco en tres períodos: «primitivo» (1580-1630), «maduro» o «pleno» (1630-1680) y «tardío» (1680-1750).2Aunque se suele entender como un período artístico especí�co, estéticamente el término «barroco» también indica cualquier estilo artístico contrapues-to al clasicismo, concepto introducido por Heinrich Wöl�in en 1915. Así pues, el término «barroco» se puede emplear tanto como sustantivo como adjeti-vo. Según este planteamiento, cualquier estilo artístico atraviesa por tres fases: arcaica, clásica y barroca.

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. Ejemplos de fases barrocas serían el arte helenísti-co, el arte gótico, el romanticismo o el modernismo. El arte se volvió más re�nado y ornamentado, con pervivencia de un cierto racionalismo clasicista pero adoptando formas más dinámicas y efectistas y un gusto por lo sorprendente y anecdótico, por las ilusiones ópticas y los golpes de efecto. Se observa una preponderancia de la representación realista: en una época de penuria económica, el hombre se enfrenta de forma más cruda a la realidad. Por otro lado, a menudo esta cruda realidad se somete a la mentalidad de una época turbada y desengañada, lo que se mani�esta en una cierta distorsión de las formas, en efectos forzados y violentos, fuertes contrastes de luces y sombras y cierta tendencia al desequilibrio y la exageración. El término «barroco» proviene de un vocablo de origen portugués (barrôco), cuyo femenino denomi-naba a las perlasque tenían alguna deformidad (como en castellano el vocablo «barruecas»). Fue en origen una palabra despectiva que designaba un tipo de arte caprichoso, grandilocuente, excesiva-mente recargado. Así apareció por vez primera en elDictionnaire de Trévoux (1771), que de�ne «en pintura, un cuadro o una �gura de gusto barroco, donde las reglas y las proporciones no son respeta-das y todo está representado siguiendo el capricho del artista».Otra teoría lo deriva del sustantivo baroco, un silogismo de origen aristotélico proveniente de la �losofía escolásticamedieval, que señala una ambi-güedad que, basada en un débil contenido lógico, hace confundir lo verdadero con lo falso. Así, esta �gura señala un tipo de razonamiento pedante y arti�cioso, generalmente en tono sarcástico y no exento de polémica. En ese sentido lo aplicó Fran-cesco Milizia en su Dizionario delle belle arti del disegno (1797), donde expresa que «barroco es el superlativo de bizarro, el exceso del ridículo».

El término «barroco» fue usado a partir del siglo XVIII con un sentido despectivo, para subrayar el exceso de énfasis y abundancia de ornamentación, a dife-rencia de la racionalidad más clara y sobria de la Ilustración. En ese tiempo, barroco era sinónimo de otros adjetivos como «absurdo» o «grotesco».1 Los pensadores ilustrados vieron en las realizaciones artísticas del siglo anterior una manipulación de los preceptos clasicistas, tan cercanos a su concepto racionalista de la realidad, por lo que sus críticas al arte seiscentista convirtieron el término «barroco» en un concepto peyorativo: en su Dictionnaire d'Architecture (1792), Antoine Chrysostome Quatre-mère de Quincy de�ne lo barroco como «un matiz de lo extravagante. Es, si se quiere, su re�namiento o si se pudiese decir, su abuso. Lo que la severidad es a la sabiduría del gusto, el barroco lo es a lo extraño, es decir, que es su superlativo. La idea de barroco entraña la del ridículo llevado al exceso».4Sin embargo, la historiografía del arte tendió poste-riormente a revalorizar el concepto de lo barroco y a valorarlo por sus cualidades intrínsecas, al tiempo que empezó a tratar el Barroco como un período especí�co de la historia de la cultura occidental. El primero en rechazar la acepción negativa del Barro-co fue Jacob Burckhardt (Cicerone, 1855), a�rmando que «la arquitectura barroca habla el mismo lengua-je del Renacimiento, pero en un dialecto degenera-do». Si bien no era una a�rmación elogiosa, abrió el camino a estudios más objetivos, como los elabora-dos por Cornelius Gurlitt(Geschichte des Barockstils in Italien, 1887), August Schmarsow (Barock und Rokoko, 1897), Alois Riegl (Die Entstehung der Barockkunst in Rom, 1908) y Wilhelm Pinder(Deuts-cher Barock, 1912), que culminaron en la obra de Heinrich Wöl�in (Renaissance und Barock, 1888; Kunstgeschichtliche Grundbegri�e, 1915), el primero que otorgó al Barroco una autonomía estilística propia y diferenciada, señalando sus propiedades y rasgos estilísticos de una forma revalorizada.

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El Rococó es un movimiento artístico nacido en Francia, que se desarrolla de forma progresiva entre los años 1730 y 1760aproximadamente.El Rococó es de�nido como un arte individualista, antiformalista y cortesano. Se caracteriza por el gusto por los colores luminosos, suaves y claros. Predominan las formas inspiradas en la naturaleza, la mitología, la representación de los cuerpos desnu-dos, el arte oriental y especialmente los temas galantes y amorosos. Es un arte básicamente mun-dano, sin in�uencias religiosas, que trata temas de la vida diaria y las relaciones humanas, un estilo que busca re�ejar lo que es agradable, re�nado, exótico y sensual.Según Étienne-Jean Delécluze, el término «rococó» fue inventado en torno al año 1797 como una broma por Pierre-Maurice Quays, alumno de Jacques-Louis David. Supuestamente se trataría de una asociación de las palabras francesas "rocaille" y "baroque" (barroco), la primera de las cuales designa una ornamentación que imita piedras naturales y ciertas formas curvadas de conchas de moluscos. El término rococó tuvo durante mucho tiempo un sentido peyorativo, antes de ser aceptado a mediados del siglo XIX como un término propio de la historia del arte.Su precedente se sitúa en los inicios del siglo XVIII coincidiendo con la regencia de Felipe de Orleans, cuando empezaron los tímidos cambios que anunciaban el �nal del estilo tardo barroco y su evolución hacia la expresión de un gusto más contemporáneo, independiente y hedonista, contra-puesto al arte o�cial, in�exible y ostentoso del reinado de Luis XIV. La transición del Rococó, tam-bién conocido como el «estilo Luis XV», a nuevas formas y expresiones artísticas empezó hacia 1720.Este estilo, llamado en su tiempo «del gusto moder-no», fue despreciado por sus críticos y detractores neoclasicistas con la palabra rococó, que es una composición de «rocaille» (piedra) y «coquille» (concha marina), puesto que en los primeros diseños del nuevo estilo aparecían formas irregulares inspira-das en rocas marinas, algas y conchas. Otras

El Clasicismo es un periodo que se enmarca entre el Barroco y el Romanticismo. Suele fecharse conven-cionalmente entre 1750 (muerte de J.S.Bach) y 1827 (año en el que muere Beethoven). Es una etapa corta que marca la transición de la Edad Moderna a La Edad Contemporánea. CONTEXTO HISTÓRICO: Es la época de la ascensión de la burguesía a amplios sectores del poder político y económico, lo cual tendrá consecuencias en el mundo de la cultura y de la música. En la 2ª mitad del siglo XVIII se van a dar una serie de acontecimientos históricos impor-tantes y reformas sociales que darán lugar a violen-tos movimientos de masas, destacando entre ellos "La Revolución Francesa" de 1789, hecho que rom-perá con las monarquías absolutas. El lema revolu-cionario de "Libertad, Igualdad y Fraternidad" será llevado a todos los contextos, también al de la música.CONTEXTO CULTURAL: El Clasicismo es la época de la Ilustración, un movimiento intelectual promovido por la burguesía y la pequeña nobleza, cuya principal manifestación fue La Enciclopedia de Diderot y D'Alambert que divulgará la cultura en amplias capas de la pobla-ción. En Francia, al movimiento de la Ilustración se le denomina Enciclopedismo. Este movimiento enca-bezará la Revolución Francesa. Los artistas, encontrarán en la burguesía un nuevo público que paga por apreciar sus obras y al que debían satisfacer con creaciones entretenidas y naturales; de esta forma se van liberar poco a poco de las obligaciones de trabajar supeditados al gusto de los mecenas, obteniendo así una mayor indepen-dencia creativa pero contando con el reto de tener que depender del público para rentabilizar sus ingresos. CONTEXTO MUSICAL: La música irá abandonando los círculos eclesiásti-cos y palaciegos para desenvolverse en casas priva-das de la burguesía y en espectáculos públicos.

Rococo y Clasicismo

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