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La cultura y la fe se besan. Otros caminos transitables

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LNo a la discriminaciónLa libertad de enseñanza y la existencia misma de la escuela concer-tada vienen siendo objeto de constantes ataques desde la aprobación de la Constitución. Si bien es cierto que las leyes amparan hasta cierto punto estas dos realidades y hacen difícil una oposición total a las mismas, no es menos cierto que tanto la libertad de enseñanza como la escuela concertada vienen siendo sistemáticamente erosionadas por las administraciones públicas y por quienes sostienen concepcio-nes ideológicas contrarias a las mismas. La lucha por salvaguardarlas ha sido una constante en los últimos 30 años. No es de extrañar que nuestras asociaciones (FERE-CECA y EyG) tengan que dedicar gran parte de sus recursos y esfuerzos personales e institucionales a esta tarea.

En este sentido hay una cuestión que nos está preocupando: la cre-ciente discriminación que se hace a los alumnos que deciden libre-mente cursar sus estudios en centros concertados. Recientemente denunciábamos esta cuestión en una rueda de prensa con amplio eco mediático y ofrecíamos un elenco pormenorizado de las principales discriminaciones. La cuestión está bastante generalizada y no se limita al Estado central, ni a las comunidades autónomas de un signo polí-tico determinado. Algunas de estas discriminaciones son ciertamente vergonzosas e hirientes, pero todas ellas carentes de justificación le-gal alguna y, por lo tanto, inaceptables. Las restricciones que estamos teniendo los centros concertados para el acceso al bilingüismo, a las nuevas tecnologías, al trasporte escolar, a las becas de comedor, a los programas de lectura son sólo algunos ejemplos de lo que venimos denunciando.

A raíz de esta penosa situación nos hemos visto obligados a demandar de las administraciones igualdad de trato para todos los alumnos, in-dependientemente del centro donde se escolaricen. Asimismo hemos anunciado la creación de un “Observatorio para la no discriminación del alumnado de los centros concertados”, con la intención de denun-ciar públicamente cada discriminación que se produzca. Para ello será necesaria la colaboración de todos, haciendo llegar al Observatorio cualquier discriminación que se produzca en relación con el alumnado de la escuela pública.

No estamos defendiendo privilegios, ni deseamos confrontación algu-na con la escuela pública. Demandamos igualdad de trato para todos los alumnos y, en consecuencia, para los centros donde éstos estu-dian. Simplemente pedimos que se cumpla lo que indica el artículo 122.1 de la LOE: los centros estarán dotados de los recursos educati-vos, humanos y materiales necesarios para ofrecer una enseñanza de calidad y garantizar la igualdad de oportunidades en el acceso a la educación. Una igualdad de oportunidades que se quiebra cuando se produce cualquier tipo de discriminación. ¿Es mucho pedir?

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De Jornadas de Pastoral y otros caminos transitablesDa vértigo pensar que llevo 10 años organizando jornadas de pastoral. Miro fotos de hace 10 años y no me queda más remedio que reirme de mí mismo y de los deterioros consecuentes. Que de ellas han salido muchas cosas buenas, sin duda. Que podían haber sido mejores, lo dudo. Que el listón cada año se eleva un poco, es posible. Que otro vendrá que bueno te hará, quizá. Iniciar otra década de JPs cuesta, ¡vaya si cuesta!

Y cada año, en plena cuesta de enero comenzamos con lo que durante meses hemos venido bregando, peleando, perfilando. Nunca se sabe cómo van a funcionar unos encuentros pastorales tan masivos, con expectativas tan variadas en los asistentes, con una exigencia cada vez mayor, pues todos, sin apenas darse cuenta, te dan “otra vuelta de tuerca” cada año porque ya no se conforman con poco. De religión (pastoral, aspecto práctico de la religión, por-que de teología se conoce poco), fútbol, política y alguna otra cosa más (¡no, las mujeres no son “otra cosa” más!, aunque ellas mismas hablan de sí mis-mas, entre sí mismas, más de lo que imaginamos), todo el mundo opina, critica, parece saber. A esos tres ámbitos de opinión podríamos añadir alguno más actualmente; del vino, por ejemplo; han apare-cido enólogos como hongos; también de informática ¡los hay sabios apabullantes! De ¿libros? De libros, no; de esto apenas se habla. Y cuando dices: ¿no sé si has leído…? te miran con mirada de bárbaro y

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tú cada vez más te recluyes en tu cueva platónico-aristotélico-tomista-literaria y dejas pasar el silencio cortante.

A lo que íbamos, a las Jornadas de Pastoral 2009 de Escuelas Católicas. Hacen las número 18. ¡Puff, 18 años! Miles de educadores/as (más “as” que “es”, aunque ya hay muchos “ex” de tapadillo en ellas). Y uno se pregunta: ¿este año seguirán teniendo el mismo éxito? ¿No será una fórmula agotada?, nos dicen muchos. No crean que no les hemos dado vueltas y vueltas. ¿No es el momento de experimen-tar algo nuevo? Sí, si se celebrasen en un solo lugar –como por ejemplo el reciente Forum de Pastoral con jóvenes, en el que se pudo ofrecer una combi-nación enorme de posibilidades–, pero desarrollán-dose en 10 lugares distintos las JP “grandes” y en 5 las JP “pequeñas”, la cosa se complica. Son más de 8.000 educadores/as los que pasan por las JPs. Al-gunos no parecen verlo e insisten. Hacen bien. Ade-más cada año leemos con atención las evaluaciones y ¡piden cada cosa! Uno se admira de los criterios organizativos de muchas mentes: ¿Por qué no se hacen talleres?, ¡oiga, somos 800 como media y es-tamos reunidos día y medio! ¿Por qué no hay mesas redondas?, tendríamos que llevar las “mesas” por toda España y no ruedan y montarlas y desmontar-las no es tan fácil. ¿Por qué no hay más paneles de experiencia pastorales? Por la sencilla razón de que no hay ¡tantas experiencias pastorales! que puedan interesar y lo que es válido en Andalucía les deja fríos a los vascos, y el Camino de Santiago es el que es y no pasa por Valencia, oiga. ¿Sigo? No.

Los entendidos en marketing dicen: “si algo funcio-

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na, no lo toques”. Pero es que… ¡No hay pero que valga! De momento, con la que está cayendo, (¿dónde?, ¿qué cae?, preguntan algunos ingenuos pastoralistas) mantengamos el es-quema conocido y sobre él ofertemos alguna variante sugeridora de “otros caminos transitables”.

¿La cultura y la fe se besan…?¡Vaya que sí! Llevábamos años deseando ensam-blar cultura y fe en unas JP. Nos parecía que la una sin la otra renqueaban. Ya Juan Pablo II había dado más de una pincelada al respecto al hablar de esa enorme necesidad de que la fe entre en diálogo con la cultura, haciéndose ella misma cultura, como lo ha venido siendo durante siglos no sólo en Europa, sino en cada continente, donde la fe ha sabido adaptar-se sin excesivo conflicto a las culturas autóctonas. El “Id a todos los pueblos” que pedía Jesús, no era referencia a los pueblos vecinos de aquella cultura judía, pequeña; él quería decir “id más allá” de estos valles y colinas, de este desierto áspero, y llevadle a las gentes la oferta de salvación. Y así se hizo, así se ha venido haciendo y, con esperanza firme, segui-rá haciéndose gracias a tantos agentes de pastoral, testigos vivos de que “la cosa que empezó en Gali-lea” tenga visos de perdurabilidad. Benedicto XVI no deja de hablar de ese diálogo-encuentro fructífero y respetuoso entre fe y cultura, razón y fe.Por eso, nosotros, conscientes de esa perdurabili-dad, hemos elegido ese gesto del “beso”, como si de una “leyenda” se tratase, y hemos aunado distintos aspectos de la cultura, los más próximos a nuestros ámbitos académicos: el cine porque Dios se hizo “icono” (imagen), la literatura, porque Dios se hizo libro/palabra; la música, porque Dios creó la sinfonía de la vida; culturas variopintas, porque Dios fue acogido por los que nadie esperaba que lo hiciesen; cultura del ágora como ámbito de discusión, inter-cambio y pareceres, porque Dios predicó por plazas y calles y contrastó con creencias extrañas; sentido ético-moral, porque Dios plenificó con el amor los valores/virtudes que los hombres iban descubriendo en cada momento. Y todo ello confluyó, se dio cita en la encrucijada de la escuela, la de la vida y la otra, la escuela de los maestros y la de los mercaderes, la escuela del Reino en suma que se rehace y se reformula en cada instante, en cada época. ¿Y las

verdades eternas, inconmovibles, pe-rennes, incuestinonables…?, me dicen algunos. Mira, les digo, de esas no tra-tamos en las JPs. Están tan claras, que para qué revolverlas…Nos ayudarán este año a ese “beso” limpio y amigable: Tusta Aguilar, Peio Sánches, Juan Carlos García Domene, Vicente Vide, Jorge Sans Vila, Marciano Vidal, Carmen Pellicer y Rafa Sánchez. Son los mejores, no lo dudéis. Y lo son

porque desde que se lo pedimos no pusieron ningún inconveniente. A la primera aceptaron. Y aceptaron porque son gente ocupada. A los desocupados nunca les pedimos nada; nunca tienen tiempo.

¿Y las JP Autonómicas…? ¿Competencias sociales/pastorales…?Claro, también. Son ya 8 años de animar, aunque sea de forma más breve, la vida pastoral educativa de las autonomías más pequeñas. Y la verdad, los educa-dores/as responden muy bien. Proporcionalmente mejor. Este año con la preocupación de las “compe-tencias”, hemos querido que la pastoral se hermane con las “competencias sociales” para no perder ese “humus” de espiritualidad solidaria, fraterna, que debe impregnar la acción educativa cristiana. Extremadura, La Rioja, Cantabria, Navarra y Baleares tendrán oca-sión de verse animadas por Fernando Vidal, Manuel Sanmillán, Patro González y Kike Matilla. Reflexión, voluntariado, espiritualidad y humor, nos ayudarán a disfrutar de una jornada donde los agentes de pasto-ral son más de los que pensamos.Me pregunta Vicky, la directora del Departamento de Comunicación de EC:- ¿Y no te cansas de tantos viajes, fines de semana, de escuchar lo mismo, de hablar, de sonreír a todos, de tanto “éxito” pastoral…?- Mira, Vicky, voy a ponerme sentencioso. Decía A. Huxley, el de “Un mundo feliz”: “Las personas de éxito son las que han sabido hacer lo que debían hacer, cuando debían hacerlo, sin importarles si les gustaba o no…” Además, Vicky, querida, el éxito es un trayecto, no un destino, porque creo que un indivi-duo de éxito es un soñador que cree en sus sueños. El éxito es de las JPs, no es mío. Las JPs para mí más que un sueño, son una pesadilla…

José Antonio Solórzano Pérez

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Escuelas Católicas crea un Observatorio para la no discriminación del alumnado de los centros concertados Discriminaciones a la escuela concertada e incumplimientos de diversas disposiciones de la LOE dos años después de su puesta en marcha. Este es el panorama que se deja ver con claridad tras un análisis crítico, sereno y objetivo de la situación actual de la política educativa de nuestro país. Para contrarrestar esa situación discriminatoria EC ha creado un Observatorio a través del cual todos podremos denunciar aquellas injusticias que se padecen en tu autonomía, tu ciudad, tu pueblo, tu colegio…

Aunque no podemos dejar de reconocer que nues-tro país ha alcanzado un aceptable nivel de equi-dad en cuanto al acceso de todos a la educación, se viene produciendo una quiebra de dicha equi-dad en forma de discriminación hacia los alumnos que acuden a la escuela concertada. Una discrimi-nación que arranca de una deficiente financiación del módulo de concierto, que no cubre el coste real de la enseñanza, y que sigue en una larga lista de agravios. En la web de FERE-CECA se puede con-sultar el informe completo (http://www.ferececa.es/Gabinete_prensa/notasprensa.htm), pero para ha-cerse una idea basta con enumerar algunos ejem-plos llamativos:

► El acceso al bilingüismo y a la financiación ne-cesaria para su implantación ha sido sólo permi-tido a los colegios públicos. En el mejor de los casos el colegio concertado ha podido acceder al bilingüismo después de dos años de implanta-ción en los centros públicos, pero con restriccio-nes en cuanto al número de centros autorizados y con una financiación inferior a la que tienen los centros públicos.

Manuel de Castro en la rueda de prensa celebrada en diciembre para denunciar las discriminaciones de la concertada y los incumplimientos de la LOE

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► Se están produciendo discriminaciones injus-tificables en la dotación de recursos didácticos para la aplicación de las Tecnologías de la In-formación y de la Comunicación, como ha suce-dido en la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha, donde se ha hecho público el compro-miso de dotar de un ordenador portátil a todos los profesores de la escuela pública (28.000 en total) y ninguno a los profesores de la escuela concertada. ► No se conceden ayudas a los padres de nues-tros alumnos para transporte escolar, ni siquiera se permite que los alumnos de la escuela con-certada utilicen el mismo trasporte gratuito de la pública, por más que los autocares tengan nu-merosas plazas libres, pasen por delante de los hogares y colegios de dichos alumnos, o incluso éstos se comprometan a pagar el coste del trans-porte. ► Las becas de comedor para los alumnos de la concertada están restringidas y no alcanzan en ningún caso las cifras de la escuela pública, dán-dose el caso de que familias en las mismas con-diciones económico sociales consiguen becas de comedor sólo si van a la escuela pública.► La oferta de 80.000 plazas de los Programas de Cualificación Profesional Inicial (PCPI), es cla-ramente discriminatoria vistas las dificultades que se ponen a los centros concertados para el acce-so a las mismas.► Dado el bajo nivel de compresión lectora de los alumnos españoles, las Administraciones educativas crean bibliotecas escolares, pero se excluye de estas dotaciones a los centros con-certados.

Ante una situación como ésta las administraciones educativas tienen el deber de garantizar la igualdad de trato para todos los alumnos, independiente-mente de si se escolarizan en la escuela pública o en la concertada. Es intolerable que exista este tipo de discriminación; intolerable y no exento de ironía. ¿Cómo es posible que sistemáticamente se nieguen a los centros concertados los medios para atender a los alumnos inmigrantes en igualdad de condiciones que los centros públicos y a la vez se nos acuse injustamente de no escolarizar a estos alumnos en el porcentaje que nos corresponde? Para luchar contra esta situación se ha creado un Observatorio, cuyo objetivo será vigilar y denunciar la situación en todas las CC.AA., y forzar un cambio de tendencia.

IncumplimientosPero la situación va más allá. Como hemos mencio-nado antes, transcurridos dos años desde la aproba-ción de la LOE aún quedan por ponerse en marcha muchas de sus disposiciones, algunas de las cuales son fundamentales para la mejora de la calidad de nuestro sistema educativo, como las referidas a la atención a la diversidad y a la financiación adecua-da de la educación. Así, dentro de las medidas de atención a la diversidad, las directamente enfocadas a combatir el fracaso escolar, no han sido puestas en práctica hasta el momento. Entre estas medidas se incluye la de otorgar una atención especial a la orientación en la ESO. Del mismo modo, se habla en la LOE de la puesta en práctica de mecanismos de refuerzo, de agrupamientos flexibles, de desdo-blamiento de grupos y de programas de refuerzo, y ninguna de estas medidas se está pudiendo llevar a la práctica por falta de autorización, regulación y fi-nanciación por parte de las Administraciones. Y tam-poco se están dando soluciones específicas para los alumnos que manifiesten dificultades especiales de aprendizaje porque, entre otras cosas, no se está dotando a los centros de los recursos necesarios para aplicarlas.

En cuanto a la formación del profesorado, el artículo 100 de la LOE indica que el Gobierno debe estable-cer la formación pedagógica y didáctica necesarias para ejercer la docencia, cosa que todavía no se ha hecho, por lo que seguimos con el denostado Curso de Capacitación Pedagógica (CAP) de los últimos años. El artículo 102, en referencia a la formación permanente, indica que es obligación de las Admi-nistraciones educativas la promoción de la utilización de las tecnologías de la comunicación y la formación en lenguas extranjeras de todo el profesorado, es-tableciendo programas específicos de formación en este ámbito. Nada de esto se ha puesto en práctica, al menos en los centros concertados.

Para nada se están teniendo en cuenta las disposi-ciones generales recogidas en el artículo 120 referi-das a la promoción de la autonomía de los centros. Las Administraciones educativas están cerrando todas las puertas en lo que se refiere a posibilidad de adoptar experimentaciones, planes de trabajo, formas de organización o ampliación del horario, etc. Además, dicha autonomía está siendo sistemática-mente sofocada por las Administraciones que, a tra-vés de los programas informáticos creados para la

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recogida de los datos de los centros, fiscalizan des-de la distribución de la jornada hasta cuestiones de organización interna de los mismos.

Sobre el Reglamento de conciertos, el artículo 116 de la LOE señala que corresponde al Gobierno estable-cer los aspectos básicos a los que deben someterse los conciertos. Los cambios legislativos operados en la LOE hacen necesaria una modificación del actual Reglamento de Conciertos, cuya aparición se está demorando de manera preocupante.

Y todo eso sin hablar de las necesarias garantías de gratuidad de la enseñanza concertada. Los artículos 88 y 117 y las disposiciones adicionales 27 y 29 de la LOE obligan a la Administración a garantizar la gra-tuidad de la enseñanza concertada, dotándola de los recursos necesarios.

Pues bien, • En el seno de la Conferencia Sectorial no se ha puesto aún en marcha la comisión para el estu-dio de la cuantía de los módulos de concierto, que debe calcular el coste total de impartir las ense-ñanzas en condiciones de gratuidad. (Disposición Adicional 29, 2)• Los centros no han recibido cantidad alguna su-plementaria para la aplicación de la LOE, a pesar de que en la Memoria Económica así se contem-plaba. (Disposición Adicional 29, 1)• Tampoco se han incrementado los módulos de los centros privados concertados que escolarizan alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo, como pide el artículo 117.7.• Ni se ha recibido las compensaciones económi-cas para la mejora de la función directiva de los

centros concertados, que como indica la Disposi-ción Adicional 27 deben ser análogas a las previs-tas para los cargos directivos de los centros públi-cos.

Propuestas y acuerdosLa responsabilidad que compete a Escuelas Cató-licas por el hecho de escolarizar en sus centros al 20% del alumnado en edad escolar, obliga también a ofrecer propuestas y acuerdos que hagan avanzar en la mejora de la calidad de la educación de todos.

Así, además de crear el Observatorio y solicitar el cumplimiento de todas las disposiciones de la LOE, no podemos dejar de reclamar, una vez más, que los responsables políticos pongan todos los medios para alcanzar un pacto educativo que deje de lado el uso interesado de la educación. También es necesa-rio el concierto del Bachillerato en todas las CC.AA., como ya se ha hecho en Euskadi, Navarra, Baleares y Comunidad Valenciana, para evitar que muchos alumnos abandonen el colegio concertado contra su voluntad por falta de recursos económicos; y que se contemple la participación de las asociaciones pa-tronales, de titulares, de padres y sindicatos en la puesta en marcha del Plan para Reducir el Abando-no Escolar temprano.

Mesa permanente sobre el abandono escolarA finales de diciembre, Gobierno y Comunidades Autónomas acordaron la creación de la Mesa Per-manente sobre el abandono escolar, un órgano que supervisará y evaluará el cumplimiento de las me-didas contempladas en el Plan para la reducción del abandono escolar temprano que se acordó en la Conferencia Sectorial de Educación el 20 de no-viembre de 2008. Representados el Ministerio de Educación, Política Social y Deporte y todas las Co-munidades Autónomas, es del todo imprescindible que los agentes que deben poner en marcha el plan también estén representados de alguna manera en dicha mesa. De otra forma el Plan estará abocado al fracaso. De igual manera, la creación de pasare-las en la Formación Profesional y la ampliación de la oferta de PCPI anunciados en el Plan del Gobier-no debe incluir a los centros concertados. De otro modo, la discriminación que venimos denunciando seguirá abriendo la brecha.

Victoria Moya

Durante la rueda de prensa se anunció la creación del Observatorio para la no discriminación de la concertada

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Los casi tres días de deliberación de los magistrados del Tribunal Supremo hacían presagiar un resultado muy ajustado pero, finalmente no fue así. El Tribunal rechazó por 22 votos contra siete el derecho a la objeción de conciencia ante Educación para la Ciudadanía. La decisión judicial, adoptada por una amplia mayoría, unifica así sentencias contradictorias que se han promulgado en diferentes comunidades autónomas, pero a su vez suscita numerosas incógnitas sobre el futuro de los niños que han objetado a la asignatura.

El Tribunal Supremo se pronuncia sobre la objeción a EpC

“Mano tendida” con los objetores

Más de 20 horas de deliberación hicieron falta para que el Tribunal Supremo llegara a la conclu-sión de que no cabe la objeción de conciencia a la asignatura de Educación para la Ciudadanía y que los Decretos examinados, ambos referentes a Educación Secundaria, “por sí mismos no al-canzan a lesionar el derecho fundamental de los padres para que sus hijos reciban la formación

religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones”.

Sobre la mesa la Sala Tercera del Supremo tenía cuatro recursos de casación, respecto al dere-cho a la objeción de conciencia a la asignatura de Educación para la Ciudadanía, tres de ellos procedentes de la Sala de lo Contencioso-Admi-

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nistrativo del Tribunal Superior de Justicia de As-turias, que rechazaban el ejercicio del derecho, y uno procedente de la Sala de lo Contencioso de Sevilla en sentido contrario. No obstante, aunque se trate de cuatro recursos a nadie se le pasa por alto el efecto que esta decisión de la Justicia tendrá en casos similares.

Una vez conocido el fallo el día 28 de enero las reacciones de apoyo y rechazo al mismo se pro-dujeron a partes iguales y también la preocupa-ción de los padres que habían presentado la ob-jeción de conciencia. ¿Qué deben hacer a partir de la publicación de la sentencia del Tribunal Su-premo los alumnos que hasta ahora no estaban cursando la asignatura?

La cuestión no es tan sencilla, ni rápida. En este caso la sentencia afecta sólo a los hijos de los padres que presentaron los recursos que se han examinado. Para el resto de alumnos objetores que tenían reconocido su derecho por los tribunales tendrán que esperar las co-rrespondientes sentencias del Tribunal Supre-mo. El resto, según el Alto Tribunal, no tendrían ningún amparo jurídico para la objeción de con-ciencia. Es posible que, por otro lado, las di-ferentes administraciones emitan instrucciones para regular los efectos de la incorporación de los objetores a las aulas. Además, los padres objetores han anunciado que demandarán un pronunciamiento sobre este tema al Tribunal Constitucional, lo que significa que este asunto no está cerrado y que todavía se prolongará durante varios meses.

Por ello, desde FERE-CECA y EyG se solicitó a las administraciones educativas desde el primer momento y en los días sucesivos, una “mano ten-dida” para que los objetores no se vieran afecta-dos negativamente por la resolución del Tribunal Supremo. El propio secretario general, Manuel de Castro, en diferentes declaraciones a los me-dios de comunicación, quiso enviar un mensaje de tranquilidad a los objetores de los colegios concertados católicos: “en lo que dependa de no-sotros, la incorporación a las aulas no será en absoluto problemática”, dijo. Y también a sus pa-dres: “pueden estar seguros de que su derecho a elegir la formación religiosa y moral de sus hijos está plenamente asegurado porque la asignatura de Educación para la Ciudadanía se desarrolla

conforme al carácter propio católico que escogie-ron para sus hijos”.

A la espera de conocer la sentencia, el voto o votos particulares, la decisión de las administra-ciones educativas respecto a los objetores, o la confirmación de rumores como los que apuntan a la posibilidad de que se modifiquen determinados contenidos del currículum, quizá lo que debiera hacernos reflexionar es la contundencia del ar-gumento emitido por el Supremo en su fallo. Y el hecho mismo de que el rechazo a la objeción haya sido aprobado por 22 votos a favor y 7 en contra. Quizá el Alto Tribunal nos está diciendo que hay que unificar criterios, que el consenso es necesario, aunque se necesiten más de 20 horas de debate intenso; que es urgente llegar a acuerdo en educación. Ojala esta sentencia cie-rre la brecha que esta asignatura ha abierto en la comunidad educativa y en la sociedad en general desde septiembre del año 2004.

Desde entonces Educación para la Ciudadanía ha estado envuelta en la polémica abriendo he-ridas en unos y otros. Pero si algo positivo se puede sacar de toda esta situación es que pa-rece que los padres nos empezamos a preocu-par por la educación que reciben nuestros hijos y por su formación ética y moral. Es verdad que corresponde al Gobierno, pero sobre todo a los padres, estar vigilantes para que Educación para la Ciudadanía, como cualquier otra asignatura, no se convierta en vehículo de adoctrinamiento moral ni ideológico. Será de especial relevancia ver cuáles son los libros y materiales pedagógi-cos que usan nuestros hijos, conocer a sus pro-fesores o comprobar que en la escuela pública los docentes mantienen la neutralidad ideológi-ca que se les debe exigir. En definitiva, que los padres no permitan que ninguna Administración suplante su derecho a decidir la educación moral de sus hijos.

Seguramente nos quedan muchas páginas por escribir sobre la sentencia del Tribunal Supremo, la objeción y la asignatura de Educación para la Ciudadanía, pero tal vez hayamos dado un paso más en la necesidad de unificar criterios, de apostar por el diálogo y de trabajar conjuntamen-te escuela y familia.

Eva Díaz Fernández

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