revista de estudios internacionales identidades y …sido numerosos los conflictos de este tipo. los...

21
REVISTA DE ESTUDIOS INTERNACIONALES Identidades y nuevos conflictos Gilberto Aráñela y Sergio Salinas Lo globaÜzación ha cambiado susiancialmente las pautas políticas, econó- micas y sociales con que la humanidad se ha movido durante los últimos 30 años. La integración cíe economías, el cambio acelerado, la revolución de las tecnologías hablan de un fenómeno antiguo aunque cualitativamente distin- to. Sin embargo, el proceso de intensificación de las interconexiones globales ha producido consecuencias que a veces apuntan a direcciones opuestas: integración y fragmentación, homogeneización y diversificación, mundialización y localización. Algunos de los resultados del proceso de globalización se han traducido en experiencias de debilitamiento estatal y fractura de sociedades. Este último caso se relaciona con el despenar de demandas identilarias basadas en la etnicidad, una cosmovisíón religiosa, o el simple despertar de nacionalismos aletargados. El siguiente ensayo pretende repasar las premisas y ¡as clasifica- ciones que desde diversos ángulos teóricos explican la referida tendencia en la política mundial. INTRODUCCIÓN ... Esta afirmación nos enfrenta a una de | I ace un tiempo, Ulrich Beck, pro- las características principales del mundo I I fesor de sociología de la Uní ver- actual, la dicotomía entre los conceptos -*• sidad de Munich, aseveró en un de identidad y de globalización. Pero no matutino español que "todo el mundo siente S0n conceptos vacíos, solo con sentidos amenazada su identidad frente al podero- epistemológicos, sino que tienen expresión sísimo rival que es la globalización"1. real en un nuevo orden mundial, en un 1 Beck, Ulrich, "La cuestión de la idealidad", El País, Madrid, 11 de noviembre de 2003. Señala el profesor Beck: "que hasta cierto punto nos sentimos expulsados de la patria, expuestos a los mortificantes peligros de la asimilación incondicional. Por consiguiente, en todas parles se intenta imponer indisimuladamente identidades nacionales, étnicas y locales". 77

Upload: others

Post on 21-Jan-2020

0 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: REVISTA DE ESTUDIOS INTERNACIONALES Identidades y …sido numerosos los conflictos de este tipo. Los conflictos de transición se refie-ren a luchas entre fuerzas rivales, con di-ferentes

R E V I S T A D E E S T U D I O S I N T E R N A C I O N A L E S

Identidades y nuevos conflictos

Gilberto Aráñela y Sergio Salinas

Lo globaÜzación ha cambiado susiancialmente las pautas políticas, econó-micas y sociales con que la humanidad se ha movido durante los últimos 30años. La integración cíe economías, el cambio acelerado, la revolución de lastecnologías hablan de un fenómeno antiguo aunque cualitativamente distin-to. Sin embargo, el proceso de intensificación de las interconexiones globalesha producido consecuencias que a veces apuntan a direcciones opuestas:integración y fragmentación, homogeneización y diversificación,mundialización y localización.Algunos de los resultados del proceso de globalización se han traducido enexperiencias de debilitamiento estatal y fractura de sociedades. Este últimocaso se relaciona con el despenar de demandas identilarias basadas en laetnicidad, una cosmovisíón religiosa, o el simple despertar de nacionalismosaletargados. El siguiente ensayo pretende repasar las premisas y ¡as clasifica-ciones que desde diversos ángulos teóricos explican la referida tendencia enla política mundial.

INTRODUCCIÓN. . . Esta afirmación nos enfrenta a una de| I ace un tiempo, Ulrich Beck, pro- las características principales del mundoI I fesor de sociología de la Uní ver- actual, la dicotomía entre los conceptos

-*• sidad de Munich, aseveró en un de identidad y de globalización. Pero nomatutino español que "todo el mundo siente S0n conceptos vacíos, solo con sentidosamenazada su identidad frente al podero- epistemológicos, sino que tienen expresiónsísimo rival que es la globalización"1. real en un nuevo orden mundial, en un

1 Beck, Ulrich, "La cuestión de la idealidad", El País, Madrid, 11 de noviembre de 2003. Señala elprofesor Beck: "que hasta cierto punto nos sentimos expulsados de la patria, expuestos a losmortificantes peligros de la asimilación incondicional. Por consiguiente, en todas parles se intentaimponer indisimuladamente identidades nacionales, étnicas y locales".

77

Page 2: REVISTA DE ESTUDIOS INTERNACIONALES Identidades y …sido numerosos los conflictos de este tipo. Los conflictos de transición se refie-ren a luchas entre fuerzas rivales, con di-ferentes

Gilberto Aranda y Sergio Salinas

nuevo concepto de política y en nuevosconflictos que aún no podemos entender.

En ese proceso han incidido los alcan-ces dispares de una globalización quedeviene tanto en desarrollo económicocomo en ausencia del mismo. La margi-nación de ciertos grupos sociales de lasprincipales comentes de desarrollo, unidaa la pauperización de sus condiciones devida, han provocado lacanalización de susdemandas bajo un formato identitariopremodemo. En consecuencia, la globa-lización pasa a convertirse en factor queincide en la reafirmación de ciertas iden-tidades que cuestionan abiertamente suadhesión a una sociedad nacional.

Una vorágine de cambios ha provocadofuertes cuestionamientos de los

paradigmas tradicionales.

Lo anterior también se relaciona conel hecho de que todas las sociedades hansido y están siendo sometidas a profun-das transformaciones, vertiginosos cam-bios que incluso han puesto en cuestiona-miento nuestros tradicionales paradigmas.En pocos años hemos visto transforma-ciones que antes tomaban siglos. Este es-cenario hace que se vislumbre un cambio

cultural cuyo motor y principales factoresde cambio son la economía global y lasnuevas tecnologías de información y delas comunicaciones.

Estas transformaciones, la compren-sión de su naturaleza, su alcance y susconsecuencias, han sido desde los añossetenta una de las preocupaciones princi-pales de las Ciencias Sociales. Muchosautores de las más diversas disciplinas hanpreparado cientos de libros y artículos in-tentando analizar los cambios que acon-tecen en nuestras sociedades2. Pero estanutrida bibliografía trasunta un problemade fondo: es que son visiones particularis-tas para entender un fenómeno global, loque nos lleva al concepto de paradigma.Lo anterior, entendido como modelos des-de los cuales se originan tradiciones deinvestigación. En otras palabras, los supues-tos fundamentales que tienen los investi-gadores sobre el universo observado3. En-tre estas nuevas posiciones destaca unamultiplicidad de relatos identitarios quecuestionan las unidades estatales tradicio-nales.

Al respecto, cabe consignar que a pe-sar de existir divergencias en los enfoquesrelativos a los cambios acaecidos, la co-munidad de científicos sociales tambiénpresenta coincidencias. Entre ellas desta-

Brzezínski (1970) hablaba ya hace años de la sociedad tecnotrónica; McLuhan (1990), de la era de laelectrónica o la aldea global; Toffler (1981.), de la sociedad postinduslrial o de la lercera ola; Torres(1994), se refería a la sociedad global y a las repercusiones a gran escala que tenían los nuevosmecanismos de comunicación. Castell (1994), refería a la sociedad ínformacional o información de lasociedad para caracterizar la naturaleza de este cambio". Véase Alex Caussa, Israel Rodríguez yDaniel López, "El conflicto en la sociedad red: la reivindicación de identidad y la lucha por el sentido";Revista Persona y Sociedad; Vol. XVIII; N°l; Abril 2004; Universidad Alberto Hurtado; Chile.La definición corresponde a Vásquez sobre la base de Kuhn. Véase Vásquez, John, El poder de lasPolítica de!Poder, México, Ediciones Guernica, 2a Edición, 1992.

78

Page 3: REVISTA DE ESTUDIOS INTERNACIONALES Identidades y …sido numerosos los conflictos de este tipo. Los conflictos de transición se refie-ren a luchas entre fuerzas rivales, con di-ferentes

Identidad y nuevos conflictos

ca una visión común respecto del surgimien-to de doctrinas particularistas, el renaci-miento de credos excluyentes y la apari-ción de nacionalismos militantes fomenta-dos por la crisis de los paradigmas y de lasgrandes teorías de carácter universalista.

Han surgido doctrinas particularistas,renacido credos excluyentes y

aparecido nacionalismos militantes.

Desde esta perspectiva, el sistema in-ternacional vive una ampliación sin pre-cedentes actualmente 192 Estados miem-bros de las Naciones Unidas pero tam-bién enfrenta tendencias a la fragmenta-ción de algunas de sus unidades estatales,lo que ha provocado crisis humanitariasde envergadura.

La expresión más virulenta de estafragmentación es la mayor frecuencia deconflictos armados intra-estatales en re-lación con los interestatales, especialmenteen sociedades en que hay importantes fo-cos de pobreza y marginalidad y en loscuales históricamente han existido deman-das identitarias por parte de grupos reli-giosos o étnicos, tradición al mente exclui-dos del goce de ciertos derechos.

En este trabajo intentaremos explorarcómo la noción de soberanía de ciertosEstados -elemento fundacional del siste-ma internacional moderno- se ha vistoafectada por tensiones internas, que enconjunción con las tendencias globalesexternas ha provocado una sobrecarga de

demandas por parte de sensibilidadesétnicas y religiosas. Antes de ello, repa-saremos algunas de las taxonomías pro-puestas para enfrentar las naturaleza delos conflictos de la post Guerra Fría.

Al repasar algunas de las principalestipologías sobre los nuevos conflictos sepuede abordar una definición menosparticularista de los conflictos motivadospor causas identitarias, enriquecida desdelas distintas visiones y disciplinas sociales.

En cuanto a los conflictos armadosintra-estatales, el proyecto Ploughsharesintenta comprenderlos diversos tipos cla-sificándolos en varias categorías.

La primera de ellas, llamada de "con-flictos por el control del Estado", agrupaa las luchas protagonizadas por los movi-mientos revolucionarios, las pugnas de lasélites por la transferencia del poder y lascampañas de descolonización4.

La segunda categoría comprende los"conflictos por la formación del Estado",que involucra a regiones de un país quepugnan por diversos grados de autonomía,ya sea mediante un referéndum o una se-cesión. En la actualidad, un gran númerode conflictos son de este tipo y son repre-sentativos los casos de Sudán, India (porCachemira), Sri Lanka (por los tamiles),Indonesia, Filipinas y los países que inte-graron Ja ex Yugoslavia.

En algunos casos, la religión (Argelia) y los intereses étnicos (Rwanda) juegan un papel central. EnPisas, Vincens, Cultura de Pazy Gestión fie Conflictos, Barcelona, Icaria, 1998, p. 50.

79

Page 4: REVISTA DE ESTUDIOS INTERNACIONALES Identidades y …sido numerosos los conflictos de este tipo. Los conflictos de transición se refie-ren a luchas entre fuerzas rivales, con di-ferentes

Gilberto Aranda y Sergio Salinas

La tercera son los denominados "con-flictos por el fracaso del Estado", en laque la pugna cristaliza tras la ausencia delcontrol efectivo del territorio y la pobla-ción por el gobierno. El error primario esuna incapacidad para proveer seguridadhumana mínima a la ciudadanía. Somaliaseria un ejemplo de lo que sucede cuandose mezcla pobreza, ausencia de estructu-ras estatales y proliferación de armas li-geras. Un caso típico de lo que se ha de-nominado "EstadoFallído".

El error primario es la incapacidad deproveer de seguridad humana mínima

a la ciudadanía.

No obstante, desde esta perspectiva,varios conflictos presentan elementos dedos o tres categorías a la vez, como loscasos de Sudán, Irán, Irak o Filipinas.

Otra tipología es la elaborada porDoom y Vlassenroot, que distinguen cua-tro tipos de conflictos: de legitimidad, dedesarrollo, de identidad y de transición5.

Los conflictos de legitimidad son losque se relacionan con la fragilidad de lossistemas democráticos, ya sea por la es-casez de participación política o por losproblemas en la distribución del bienestar.Son conflictos típicos de las nuevas "de-mocracias" en el hemisferio americanocomo Haití, Guatemala o Paraguay.

Los conflictos de desarrollo son aque-llos que se gestan como consecuencia dela distribución desigual de los recursos por

consiguiente, marcan una brecha entre lossectores boyantes de una sociedad frentea los que presentan precariedad.

Los conflictos de identidad se confor-man a instancias de grupos que procuranproteger su identidad. Sus raíces se ha-llan en diferencias étnicas, tribales ylingüísticas que provocan disputas entregrupos, o entre un grupo y el poder cen-tral. En Europa central y la ex URSS hansido numerosos los conflictos de este tipo.

Los conflictos de transición se refie-ren a luchas entre fuerzas rivales, con di-ferentes intereses por alcanzar el poderen procesos de transición y cambio políti-co.

Por su parte, Mohamed Sahnoun dis-tingue cinco tipos de conflictos nuevos. Enprimer lugar, los de "carácter socioeconó-mico", que obedecen a la ausencia dedemocracia y a la desigual distribución dela tierra están en el fondo (Chiapas, etc.).

Los de "carácter religioso", que paraeste autor son una expresión de la mani-pulación ejercida por líderes políticos oreligiosos para legitimar sus proyectossociales. Sería el caso típico de Sudán, ElLíbano, Chipre, los Balcanes, Mindanaofilipino e Irlanda del Norte.

Enseguida cita las "crisis producidaspor el fracaso de procesos de integraciónen la creación de los Estados-Nación",caracterizados por la ausencia de facto-res de unificación nacional, la falta deliderazgo y el monopolio de un grupo étni-co (Chad, Zaire, Uganda, Rwanda, Burun-di, SriLanka, Sierra Leona, etc.).

5 Ver Doom, Ruddy y Vlassenrrot, Koen; "Early warning and conflict prevention. Minen'a's Wisdom?";Journal ofHumanilarían AJJairs, en internet: <www.jha.ac/articles/a022.htm>.

Page 5: REVISTA DE ESTUDIOS INTERNACIONALES Identidades y …sido numerosos los conflictos de este tipo. Los conflictos de transición se refie-ren a luchas entre fuerzas rivales, con di-ferentes

Identidad y nuevos conflictos

Este autor cita también los conflictosllamados de "legado de la Guerra Fría",de muy difícil solución y que involucranuna gran acumulación de armamento.Estos conflictos pueden tomar formas deguerra de liberación, como lo ocurrido enAngola, Mozambique, Camboya, VietnamyAfganistán.

Para Kissinger, un elementoimportante del sistema político

sería el legado colonial.

Por último, las "crisis resultantes dela herencia colonial o de las dificultadesde la descolonización, en los que suelehaber disputas fronterizas y conflictos porla posesión de las tierras. Dentro de estetipo de conflicto las estructuras políticastodavía no alcanzan un Estado en pleni-tud, como los casos de Togo, los paísesdel Cuerno de África, Cachemira, y laregión del Cáucaso.

Sahnoun señala también factores deagravamiento como "la exportación dearmas, interferencia exterior, ambiciónpersonal de los líderes individuales, insufi-ciencia de las estructuras administrativas,el debilitamiento de los mecanismos deconciliación indígena y la ausencia de unaadecuada y rápida respuesta a las trage-dias humanitarias"6.

Desde el neorrealismo de un autorcomo Kissinger, la expresión armada del

conflicto es explorada a través de latipificación de los subsistemas regionalesdel Medio Oriente y África. En el primercaso, el potencial explosivo de la regiónes comparado con los móviles de la histo-ria europea del siglo XVII, es decir, conuna dinámica de conflicto explicada a par-tir de la lucha religiosa, por lo que resultadifícil de aplicar la diplomacia tradicionalpara alcanzar un estado de paz. En cam-bio, respecto de África, el autor señala quedifícilmente podría hacerse una analogíacon la historia europea. En su opinión, lossistemas políticos no serían orientados porprincipios ideológicos, ni por el cJásicoconcepto de equilibrio de poder. Muchomás relevante sería el legado colonial enun continente cuyas fronteras se super-pusieron a identidades y culturas existen-tes. La combinación de conflictos étnicos,problemas de subdesarrollo y de salud hagenerado un potencial desestabilizador quea menudo transforma guerras civiles enpugnas que sobrepasan los límites políti-cos de un Estado7.

Basándose en estas diferentes ópti-cas -que apuntan al incremento de las hos-tilidades armadas en los últimos afíos-cabe preguntarse si en alguna medida lasactuales condiciones de globalización pue-den haber influido en la expresión arma-das de las dinámicas conflictuales.

6 Ver Sahnoun, Mohamed, "Managing Conflict in the post Cold WarEra", conferencia pronunciada el13 deoclubrede 1995 en el Catholíc forInternational Relations. En Pisas, Vincens, Op. Cit., p. 51.

7 Kissinger, Henry, Does America Need a Foreign Policy? Toward a Diplomacyfor ¡he 21 Ceniíiiy,Nueva York, Simón and Shuster Inc., 2001.

81

Page 6: REVISTA DE ESTUDIOS INTERNACIONALES Identidades y …sido numerosos los conflictos de este tipo. Los conflictos de transición se refie-ren a luchas entre fuerzas rivales, con di-ferentes

Gilberto Arando y Sergio Salinas

GLOBALIZACIÓNYFRAGMENTACIÓN POLÍTICA

Laglobalización de los últimos 30 añoses un fenómeno cualitativamente nuevo,consecuencia directa de ]a revolución delas tecnologías de información y de lascomunicaciones, así como de la transna-cionalización de las economías de merca-do. Como muy bien señala la especialistaMary Kaldor, este proceso de intensifica-ción de las interconexiones es un fenó-meno contradictorio que implica a la vezintegración y fragmentación, homogenei-zación y diversificación, globalización ylocalización8.

La globalización sería consecuenciade la revolución de las TIC y de la

transnacionalización de laseconomías de mercado.

Unaprimera mirada a la globalizaciónnos permite describirla esencialmentecomo el proceso mediante el cual seincrementan los vínculos transfronterizosentre diversos actores de la arena inter-nacional, particularmente entre los Esta-dos-naciones, las empresas multinaciona-les y, por cierto, organizaciones no guber-namentales, lo que se traduce en un gra-do de desdibujamiento de las fronteras in-ternacionales. Sin embargo, las respues-

tas de los actores institucionales y de lasdiversas sociedades nacionales van des-de I a exacerbación del proceso de globali-zación, lo que incide en el despotencia-miento de ciertos Estados-naciones másdébiles, hasta el fortalecimiento del regio-nalismo, o incluso el despertar de nacio-nalismos.

Según Seyon Brown, en la actualidadhay falta de coherencia entre la estructu-ra del sistema de Estados-naciones y otrosaspectos que están integrando cada vezmás la arena internacional9. La persisten-cia de algunos de los más complejos pro-blemas de la sociedad mundial contempo-ránea se relaciona con las instituciones,estructuras y normas de la política mun-dial estadocéntrica. Para Brown, la políti-ca mundial estaba rígidamente articuladaen torno a la práctica del Estado-nación,lo que hoy le resta consistencia en unmundo cada vez más determinado por losdiferentes grupos humanos en interacciónmás allá de las fronteras nacionales.

Las premisas básicas de la políticamundial que por tres siglos dominó Ja lógi-ca Gobierno/Sociedad era que la interac-ción humana tomaba lugar en jurisdiccio-nes territorialmente definidas. Cada unade estas unidades tenía su propio régimende gobierno. La autoridad del régimen ensu jurisdicción territorial era reconocida yrespetada por otros Estados. Asimismo,el Estado soberano, representado por elgobierno, ejercía control sobre personas y

8 El argumento principal es que en Jos años ochenta y nóvenla se desarrolló un nuevo tipo de violenciaorganizada -especialmente en África y europa del Este-, propia de la actual era de globalización.Véase Kaldor, Mary, Las Nuevas guerras, Barcelona, Tusquets Editores, 2001.

9 Brown, Seyom, International Relations in a Changing GlobalSyslem, Boulder; Colorado WcsteviewPress, 1992.

82

Page 7: REVISTA DE ESTUDIOS INTERNACIONALES Identidades y …sido numerosos los conflictos de este tipo. Los conflictos de transición se refie-ren a luchas entre fuerzas rivales, con di-ferentes

Identidad y nuevos conflictos

grupos al interior de su jurisdicción. En estemarco las interacciones y transaccionesinternacionales estaban supeditadas engran parte al control del Estado que ac-tuaba mediante mecanismos de negocia-ción y de guerra.

Hay incongruencia entre eldinamismo de algunas entidadesy la rigidez de las instituciones

y los gobiernos nacionales.

Existía correspondencia entre los de-beres del Estado y sus derechos de sobe-ranía. No obstante, en el mundo contem-poráneo hay una gran incongruencia en-tre la movilidad dinámica de algunas enti-dades-como grupos, organizaciones ygrandes empresas-y la rigidez de las ins-tituciones de los gobiernos nacionales10.

En esta tendencia se advierten lasoportunidades y amenazas de una econo-mía crecientemente transnacional para lapolítica nacional. La cuestión central esque en el ámbito internacional el subsis-tema económico ha incrementado su po-der y cruza sus propósitos con el ámbitopolítico. Esta cuestión tiene varías aristas,entre las que figura la transnacionaUzaciónde Jas economías, que ejerce influenciacolateral en aspectos como la cultura o lajusticia social, el tráfico de productos, in-

formación, capitales y personas es partede este proceso.

Con respecto al globalismo económi-co, por primera vez en la historia se hallegado a constituir un único sistema eco-nómico de alcance mundial. Este procesode globalización económico y tecnológicoha contribuido a minar el papel del Esta-do-nación como el determinante del bien-estar de la sociedad. Sin embargo, en cier-tos "Estados centrales" -como EstadosUnidos, Japón, o ios países de Europa oc-cidental- este fenómeno es menos eviden-te en la medida en que dichas sociedadeshan sido la fuerza conductora de su pro-pio dinamismo. Simultáneamente, tampo-co se puede olvidar que países como losdel sudeste asiático -marginales durantela Guerra Fría- han optimizado sus po-tencialidades a partir de un proceso de in-serción económica en los mercados mun-diales.

Sin embargo, en contextos locales-nacionales en que vastos tramos socialesquedan fuera de los circuitos económicosglobales o representan eslabones subor-dinados en que no se desarrollan ventajascompetitivas en la producción de bienes yservicios, complementados por el progre-sivo desmantelamiento de las funcionessociales del Estado, se ha debilitado la soli-daridad grupal, provocando cierta inclina-ción hacia la fragmentación política. Fue la

Brown observa incongruencias de la estructura del sistema internacional de Estados-naciones (véaseBrown, Seyom, Op. Cll., pp. 115-127), en torno a cinco dimensiones:1) Prolección de valores comunitarios frente a la destrucción de la guerra.2) La conducción de la economía internacional frente a la estructura política nacional.3) Los sistemas ecológicos frente a las polílicas públicas.4) Las identidades culturales plurales frente a la lealtad al Estado-nación.5) Los derechos humanos frente a las normas jurídicas de los Estados.

83

Page 8: REVISTA DE ESTUDIOS INTERNACIONALES Identidades y …sido numerosos los conflictos de este tipo. Los conflictos de transición se refie-ren a luchas entre fuerzas rivales, con di-ferentes

Gilberto Aranda y Sergio Salinas

experiencia que siguió a la caída de ciertosEstados comunistas después de 1989.

La tendencia se acentúa en el casode sociedades insertas en Estados falli-dos cuyas referencias aluden principal-mente a identidades tribales, de clanes, oreligiosas. La progresiva pérdida de legi-timidad de ciertos Estados postcolonialesen África en beneficio de las referidasidentidades explica la constelación de gue-rras civiles entre grupos que antecedie-ron al establecimiento de fronteras nacio-nales elaboradas por las potencias euro-peas en el Congreso de Berlín de 1895.

De esta manera, los últimos años delsiglo pasado estuvieron marcados, por unlado, por procesos de ampliación de losmercados, de asociaciones de libre comer-cio y por la emergencia de entidades deregulación comercial y, por otro, por unafragmentación geopolítica, que puede re-sumirse en la búsqueda de autonomía y laafirmación de identidades que se perci-ben amenazadas. Al decir de Rosenau, laglobalización significó el desarrollo de cier-ta centralización de la economía de mer-cado y la consiguiente oposición de ten-dencias descentralizadoras manifestadapor movimientos étnicos y nuevos nacio-nalismos".

Para Brown, las incongruencias de lapolítica mundial también se relacionan conlos conceptos modernos de nación y Es-tado. La cuestión central es que la corre-lación entre estos es cada vez más frágilcomo unidad fundacional de la política in-ternacional. Diversas identidades cultura-

les y etnias han impugnado la autoridaddel Estado unitario del que formaban par-te.

La correlación de los conceptosde Estado y nación es cada vez

más frágil como unidad básica de lapolítica internacional.

Por un lado, están los casos de los gru-pos étnicos, cuya distribución geográfica sereparte entre varios Estados y que aspirana la activación del principio de las naciona-lidades mediante el derecho de autodeter-minación de los pueblos. Por otro, están losEstados que tienen jurisdicción sobre va-rias naciones, algunas de las cuales ya nole reconocen su soberanía.

Sin embargo, y a pesar de que diver-sos autores apuntan al debilitamiento dela soberanía -entendida como la capaci-dad de la autoridad reconocida para ejer-cer la dirección de los asuntos internos yexternos de acuerdo con criterios y pro-cedimientos libremente fijados a través delos propios procesos políticos, sin sujecióna ninguna otra potestad-por los fenóme-nos económicos de la globalización, nopuede decirse lo mismo respecto de todaslas formas de organización nacional. Si bienla específica declinación relativa de algu-nos Estados-naciones afectó la lealtadsocial a ciertos gobiernos nacionales, nopuede sostenerse que se haya producidouna simple disolución de los nacionalismos,

1 ' Rosenau, James, Álong ¡he Domesíic Foreing-Frondei: Exploring Governance la a Turbiileui World,Cambridge, Cambridge Univcrsity Press, 1997, p. 220.

84

Page 9: REVISTA DE ESTUDIOS INTERNACIONALES Identidades y …sido numerosos los conflictos de este tipo. Los conflictos de transición se refie-ren a luchas entre fuerzas rivales, con di-ferentes

Identidad y nuevos conflictos

regionalismos o localismos. Más bien, asis-timos a la reafirmación de la diferenciapor parte de nuevos movimientos socialesque enarbolan las banderas de la etnicidado de una comunidad determinada. De estamanera, las tendencias universalizantesson impugnadas desde lo local, particularo específico, lo que una vez más retrovierteen la unidad del Estado-nación, que essometido a presiones exógenas y endóge-nas.

La globalización ha afectado demanera polimórfica los sistemas

culturales de los países.

Desde esta perspectiva, la globa-lización es una variable que podría incidiren la génesis y desarrollo de nuevos con-flictos. La globalización ha afectado demanera polimórfica los sistemas cultura-les de los países. Las exclusiones provo-cadas por el paradigma dominante, endetrimento de sectores más vulnerables,ha provocado una creciente variedad detensiones. De esta manera, algunas regio-nes y Estados se incorporan con dificul-tad a los beneficios de Ja globalización.

Al respecto, el incremento de la bre-cha entre los grupos sociales incorpora-dos a los procesos transnacionales y lossectores excluidos puede repercutir enlos consensos sociales establecidos paraasegurar la cohesión política de las di-versas comunidades. En dichos contex-tos, los equilibrios se hacen precarios,arriesgándose el respeto por las reglasde ley y orden. La ruptura acaece comoresultado de la sensación de posterga-ción histórica de un grupo que sociológi-camente responde a la acepción de mi-noría12.

Tampoco se pueden olvidar las diver-sas tensiones a que da lugar un procesode globalización que se inclina por ciertadesregulación:

• La tensión económica, producto desu dimensión altamente selectiva, jerárqui-ca, que se traduce en la marginación rela-tiva de ciertas regiones como el África13;la irregularidad de los circuitos y flujos co-merciales, financieros y tecnológicos enel mundo.

• La tensión resultante de la dificultadde acceso a empleo, debido a que la apli-cación de alta tecnología y cierta raciona-lidad de las técnicas productivas induce auna menor demanda de mano de obra en

AI respecto, véase Lcchner, Norbert, "La política ya no es lo que fue", México, NEXOS, diciembre de1.995. Véase también Lechner, Norbert, "El Estado en el contexto de la modernidad", en Lechner,Norbert etal., Reforma del Estado y coordinación social, México, Plaza&Valdés-UNAM, 1999.En ese sentido, toda una vertiente de investigación promovida por diversos organismos internaciona-les -desde el Informe de Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo(PNUD) hasta los informes de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo(UNCTAD)- coincide en que existe un grupo de países con niveles de desarrollo humano negativoque están más expuestos a las dispulas políticas y civiles propias de los conflictos armados, a seriosdesequilibrios socioeconómicos y a un debilitamiento de sus estructuras democráticas". En El esleídode la paz y la evolución de la violencia, Centro Internacional de Investigación e Información para lapaz, Universidad de la Paz de las Naciones Unidas, Uruguay, Editorial Trilce, 2001.

85

Page 10: REVISTA DE ESTUDIOS INTERNACIONALES Identidades y …sido numerosos los conflictos de este tipo. Los conflictos de transición se refie-ren a luchas entre fuerzas rivales, con di-ferentes

Gilberto Aranda y Sergio Salinas

Jos sectores industrial, de servicios y agrí-cola14 .

* La racionalidad de la productividadcon carestía de empleo -o poco empleoen relación con las necesidades de la po-blación- empuja a la gente a emigrar y asobrevivir en forma irregular. Decenas demiles de personas se trasladan del campoa macrociudades cada vez más difícilesde administrar, pierden sus vínculos conbases agrícola-familiares de subsistenciay pasan a sobrevivir de] circuito urbanode los trabajos marginales o de la crimi-nalidad. Otros millones se desplazan deforma legal o ilegal de un país a otro bus-cando trabajar. Un creciente número depersonas se integra a las redes del narco-tráfico, o el tráfico de personas y la tratade blancas (asociada a la prostitución), laadopción ilegal de niüos, o la venta de com-ponentes nucleares de los poco controla-dos arsenales de la antigua URSS.

* La tensión cultural, provocada porla estandarización de una sociedad del con-sumo -difundida por los medios de comu-nicación masiva- a la que parte conside-rable de ]apoblación mundial no puede ac-ceder. El ideal proyectado de países coninstituciones de génesis democrática, decrecimiento económico sostenido, contras-ta con el universo de autoritarismo, el auge

de identidades particulares y fundamen-talismos y el estancamiento y falta de opor-tunidades para satisfacer las necesidadeshumanas básicas15.

Algunas de estas tensiones alimenta-rán ciertos discursos contestatarios decomunidades marginales que articularánsus demandas contra la legitimidad de unEstado-nación específico. Sus proyectospolíticos -de versiones secesionistas,emancipadoras, etc.- impugnarán el con-cepto de soberanía territorial, que articulóla práctica del "Estado Moderno" desdeWestfalia en adelante. De esta manera,la soberanía estatal es globalizacíón en elnivel internacional y de emergencia de ladesafección de ciertos grupos que recla-man su autodeterminación y el derecho ala diferencia en el plano local. En estepunto viene al caso repasar algunos as-pectos del Estado moderno.

Las interacciones transnacionalessurgidas de la globalización y los

grupos que reclaman suautodeterminación ejercen presión

sobre la soberanía Estatal.

Una definición genérica de Estado

Cada vez hay menos puestos de trabajo, pero en 2025 la población mundial llegará a los 8.500millones de personas. Esto significa que nacerán alrededor de 98 millones al año, el 95% de eííasen eldenominado Tercer Mundo. En la actualidad, la población de los países considerados "menos adelan-tados" constituye el 13% de la población mundial."Los paradigmas finiseculares no pueden obviarse a la hora de intentar reconocer y descubrir losconflictos. Fred Halliday resume tres grandes vectores de la época actual: un orden mundial desordenadotras la imprecisión de los líderazgos internacionales, la abdicación de la política tras el divorcio de estacon la economía y la aceleración de la mundialización tras la crisis del Estado-Nación". En Halliday, Fred,El estado de la paz y la evolución de la violencia, Centro Internacional de Investigación e Informaciónpara la paz, Universidad de la Paz de las Naciones Unidas, Uruguay, Editorial Trilce, 2001.

Page 11: REVISTA DE ESTUDIOS INTERNACIONALES Identidades y …sido numerosos los conflictos de este tipo. Los conflictos de transición se refie-ren a luchas entre fuerzas rivales, con di-ferentes

debe atender a que se trata de una enti-dad jurídica y política, resultado de la vi-gencia de un poder soberano sobre unapoblación específica en un territorio de-terminado. Desde una perspectiva webe-riana, se trataría de una asociación institu-cional que sobre un territorio específicoejerce el monopolio de la coacción ydetenta la legitimidad de sus acciones. Esdecir, se trata de un sistema que regulalas relaciones sociales al interior de unacomunidad a través de la persuasión, elderecho o la fuerza si fuera necesario,pese a que, históricamente, se ha asistidoa diversas formas de Estados: las polisgriegas, la república romana o el califatomusulmán.

Como sabemos, el modelo particularde Estado-nación moderno corresponde altipo cultural específico de ordenamientopolítico europeo occidental. Dicho signifi-cado fue históricamente determinado des-de el tránsito de la estructura políticapolicéntrica de la Edad Media hacia unamodalidad de Estado patrimonial asocia-do a una dinastía monárquica en el sigloXIII. Posteriormente, el patrimonio regioadquirió consistencia territorial en los si-glos XIV al XVI, con lo cual el soberanopríncipe reinó sobre los habitantes de unterritorio determinado. Cuando el grupohumano adquirió conciencia de su especi-ficidad (diferencia hacia fuera y semejanzahacia su interior) y de que estaba indiso-lublemente unido a un territorio, nos en-contramos en la etapa de formación delEstado nacional, que pasará a ser "mo-

derno" cuando sus "nacionales" comien-cen a exigir mayores márgenes de parti-cipación en los asuntos públicos.

De esta forma, el Estado-nación mo-derno se asociaba al "principio de nacio-nalidades" que consagró teóricamente elderecho de toda nacionalidad a dotarse deuna organización política propia. En undesarrollo posterior, dicho principio diopaso al derecho de autodeterminación delos pueblos, que intentó legitimar el princi-pio de las nacionalidades mediante la prác-tica democrática. Bajo esta dinámica,esencialmente "moderna", emerge el con-cepto de gobierno representativo.

En un contexto de erosión de la auto-nomía del Estado, es decir, de erosión delmonopolio de la violencia legítima, surgeuna nueva generación de conflictos arma-dos16. Aunque la post Guerra Fría tuvo unmomento inicial pletórico de visiones opti-mistas que vaticinaban una mayor estabi-lidad del sistema mundial, seguida de unacaída del número de conflictos armadosinternacionales, la experiencia indica exac-tamente lo contrario: más guerras cualita-tivamente diferentes.

Los Estados Unidos y la URSSeludieron una colisión frontal y

desplazaron el conflicto a la periferia.

Durante la Guerra Fría, tanto EstadosUnidos como la URSS tuvieron como ob-jetivos la expansión de sus ideologías y laconsolidación de sus posiciones geoestra-

No existe consenso enlre los científicos sociales sobre un concepto único, se les ha denominado, entreotras maneras, de conflictos de nuevo tipo, nuevas guerras, amenazas emergentes, etc.

87

Page 12: REVISTA DE ESTUDIOS INTERNACIONALES Identidades y …sido numerosos los conflictos de este tipo. Los conflictos de transición se refie-ren a luchas entre fuerzas rivales, con di-ferentes

Gilberto Aranda y Sergio Salinas

tégicas. Ambas potencias eludieron unacolisión frontal, desplazando el conflicto ala periferia, mediante lautilización de paí-ses aliados fuera de sus áreas neurálgi-cas (territorio estadounidense, soviético yeuropeo) como instrumento de desestabi-lización de la potencia adversaria. Aun-que evitó una conflagración mundial legóa la post-guerra un conjunto de Estadosaltamente militarizados y, en ocasiones, deinstitucionalidad demasiado débil comopara hacerse cargo de conflictos no re-sueltos (Angola, Mozambique, Somalia,Afganistán, entre otros)17.

Respecto del otro concepto de ladiada, el de "nación", su supuesta invaria-bilidad histórica también ha quedado ensuspenso, en la medida en que diversasaproximaciones han enfatizado las trans-formaciones graduales que toda sociedadexperimenta. Aunque cada nación se com-pone de elementos como la lengua y lareligión, cuya modificación implica proce-sos de largo aliento, su configuración eshistórica. Es decir, una nación es la ex-presión histórica de distintas aportacionesculturales que en un proceso gradual hangenerado una identidad. Al respecto cabeconsignar que la formación de las identi-dades involucra procesos de selección,evaluación, naturalización y oposición18. Eneste último caso, irrumpe la alteridad como

cuestión central, el "otro" para definir algrupo nacional. Al decir de Giddens: "Elprincipio de nacionalidades descansa so-bre una serie de postulados. Las identida-des nacionales son una fuente válida deidentidad personal; los individuos que ex-perimentan ser parte de una nación comoelemento de su identidad no sufren unailusión (...) Las naciones son comunida-des éticas, en las que aquellos incluidosen ellas tienen ciertas obligaciones respec-to a los otros miembros que no siempreson reconocidas frente apersonas de afue-ra. Las naciones proporcionan un focopara la autodeterminación"19.

El fin de la Guerra Fría permitió queafloraran conflictos étnicos,

confesionales y sociales latentes.

LA POLÍTICA DE IDENTIDADES

EXCLUYENTES

En los años noventa, muchos de losconflictos emanados de la reivindicaciónde la diferencia cultural adquirieron unadimensión violenta. En otras palabras, elfin de la GuerraFiíapermitió que afloraranconflictos étnicos, confesionales y socia-les que se habían mantenido latentes, pro-

En su libro La transformación de los conflictos, Jean Rufin señala que los últimos años de la GuerraFría, denominados de "inseguridad controlada", se caracterizaron por la existencia de guerras de bajaintensidad y profusión de guerras de guerrillas. Citado por Pisas, Vicens, Op. Cit., p. 40.Larraín, Jorge, Modernidad, Razón e ¡denudad en América Latina, Santiago de Chile, Editorial An-drés Bello, pp. 210-211.Giddens, Anthony, La Tercera Vía. La renovación de la Socialdemocracla, Madrid, Taurus Edicio-nes, 2a edición; 1999; pp. 155-156.

Page 13: REVISTA DE ESTUDIOS INTERNACIONALES Identidades y …sido numerosos los conflictos de este tipo. Los conflictos de transición se refie-ren a luchas entre fuerzas rivales, con di-ferentes

Identidad y nuevos conflictos

clucto del orden colonial y después delimpuesto por las grandes potencias.

Pero también surgieron nuevos conflic-tos producto de fenómenos de dislocación,de fragmentación, ya sea en regiones ozonas que exigían mayor autonomía políti-ca o autogobierno, o Ja preeminencia de unadeterminada religión, proceso que seagudiza ante lamarginación de los benefi-cios del desarrollo económico social.

Estos nuevos conflictos no puedenexplicarse completamente usando mode-los o patrones de interpretación del pasa-do, sea por la morfología que adopta laviolencia, por su carácter interno o por suinesperada emergencia en cualquier pun-to del planeta.

Para Samuel Huntington, la caída deJa cortina de hierro dio paso a un "telón deterciopelo" que separa a Jas civilizacionesen conflicto. El autor anunció un choquede civilizaciones intenso, "puesto que lasdiferencias culturales (en su opinión) mar-can distancias insalvables entre los indivi-duos, Jos que ya no buscarán su identifi-cación primaria en la nacionalidad, sino ensu religión, lengua y costumbres particu-lares"20. Por otro lado, Hans Enzensbergerplanteó el concepto de "guerracivil mole-cular" planetaria, expresada en ámbitosurbanos y vinculados a subcu Ituras de tipomarginal21.

En la perspectiva de Mary Kaldor, losnuevos conflictos (nuevas guerra en suconcepto) surgen en el referido contextode debilitamiento de la autonomía y auto-ridad de] Estado, producto del fin de laGuerra Fría, reflejando el vacío de podertípico de los períodos de transición en lahistoria mundial. Para Kaldor, el monopo-lio del uso de la fuerza legítima está debi-litado por la transnacionalización de lasfuerzas militares. La capacidad de losEstados de usar la fuerza de modo unila-teral contra otros está muy debilitada. Esdifícil pensar en un Estado o grupos deEstados que se arriesguen a una guerraen gran escala que, sin duda, sería la másdestructiva que la humanidad pudiese vi-vir.

La transnacionalización delas fuerzas militares debilita

el monopolio del uso de lafuerza legítima.

Para Kaldor, el contraste entre lasguerras antiguas y las nuevas se da enrelación con sus objetivos, métodos de lu-cha y modos de financiación. Principal-mente, porque los objetivos de estas nue-vas guerras están relacionados con laspolíticas de identidades exclusivas, a dife-

Huntinglon Samuel, Choque de civilizaciones, Barcelona, Ediciones Paidós, 1997."Se trata de un tipo de conflicto sin objetivos políticos claros, con un alto grado de violencia y, en esesentido, el ensayista alemán advierte que cualquier vagón de subterráneo puede convertirse en unaBosnia en miniatura. La configuración de ese nuevo tipo de conflictos posee el agravante de que noeslán regulados por el derecho internacional, ya que ocurren en el seno de los Estados, por lo que laaplicación del derecho humanitario se hace impracticable". En El estado de hpazy la evolución de laviolencia, Centro Internacional de Investigación e Información para la Paz, Universidad déla Paz, delas Naciones Unidas, Uruguay, Editorial Trilce, 2001.

Page 14: REVISTA DE ESTUDIOS INTERNACIONALES Identidades y …sido numerosos los conflictos de este tipo. Los conflictos de transición se refie-ren a luchas entre fuerzas rivales, con di-ferentes

Gilberto Aranda y Sergio Salinas

rencia de los objetivos geopolfticos o ideo-lógicos de las guerras anteriores. Se tratade una política de identidades que enfatizala resistencia a que un grupo sea subsu-mido en un orden nacional o incluso en unsistema internacional. Mediante la políti-ca de identidades se reivindica el poderdesde la especificidad cultural de un dis-curso que enfatiza la pertenencia a un gru-po nacional, un clan o incluso a una reli-gión.

La idea de cambio se vinculacon una representación simbólica

del pasado idealizado.

Lo anterior no significa que hayandesaparecido las ideas sobre el cambioeconómico o social, sino que la idea decambio está estrechamente vinculada auna representación simbólica del pasadoidealizado. De esta manera, el discurso de1 a política de identidades aprovecha el fra-caso o la disolución de otras narrativaspolíticas para recuperar la memoria y re-construir las tradiciones particularistas. Loanterior permite aseverar que se trata deun desplazamiento pretérito a identidadespremodernas, temporalmente suprimidaspor la imposición de diversas variantes delproyecto modernizador, particularmente ensus aspectos de centralismo político y uni-versalismo jurídico.

Sin embargo, lo que hace nuevo estetipo de respuesta local es que es simultá-neamente planetaria. Las exigencias na-cionales se transnacionalizan mediante eluso intensivo de las nuevas tecnologías decomunicación. La irrupción en los medios

de comunicación del Ejército Zapatista deLiberación Nacional el 1° de enero de 1994es un caso concreto de posicionamientode una demanda local en la agenda públi-ca mundial. La acelerada difusión de lasideas a través de las fronteras nacionalesy el tratamiento de los datos son conse-cuencias directas de las tendencias globali-zadoras. El resultado es que en vez deproducirse la homogeneización cultural seincrementa la fragmentación.

Los proyectos de reafirmación de laespecificidad y de la diferencia puedentornarse Francamente excluyentes si es-tán respaldados por una retórica de opo-sición virulenta a la alteridad inmediata.En dichos casos, sus discursos y prácti-cas abandonan las demandas de recono-cimiento de sus diferencias por medio delparticularismo jurídico para abogar y orien-tarse aun exclusivismo identitano.

LA VARIANTE RELIGIOSA

Hacia fines del siglo XX, el renaci-miento religioso se constituyó en un fenó-meno presente en el quehacer social ypolítico de diversas sociedades. Muchasde ellas han aprobado la separación delEstado, optando por el procesamiento delas diferencias con la autoridad mediantesu participación pública dentro del marcolegal. Sin embargo, hubo algunas experien-cias que enfatizaron la dimensión conflic-tiva dentro de diversas sociedades.

Al respecto cabe señalar que ciertoscredos religiosos han contribuido notable-mente a la formación de una nación o alaemergencia de ciertos nacionalismos.

90

Page 15: REVISTA DE ESTUDIOS INTERNACIONALES Identidades y …sido numerosos los conflictos de este tipo. Los conflictos de transición se refie-ren a luchas entre fuerzas rivales, con di-ferentes

Identidad y nuevos candidos

Otras comentes religiosas, presentes enel Islam y en algunas expresiones históri-cas de ciertas tradiciones cristianas,enfatizan las tendencias universalistas yantinacionalistas. Complementariamente,se puede afirmar que el cristianismo hasido en Europa un modelador de nacionesque, como resultado de un proceso poste-rior de institucionalización, se organizaronen torno a Estados22.

En la actualidad se han desarrolladocomentes religiosas que enfatizan el re-tomo al origen o el regreso a una etapadeterminada en la evolución de una co-munidad religiosa. Es el caso de losrigorismos o los radicalismos religiosos.Frente a la imposición de modelos políti-cos culturales externos algunos grupos hanenfatizado la reconstrucción de un siste-ma cultural premoderno. También se tra-ta de una recuperación del pasado orien-tado por la reedición de culturas antiguashorizontales con un alto grado de sofisti-cación administrativa, basadas en un có-digo valoneo religioso y no necesariamenteunidas -aunque tampoco se descarta- aun Estado. Los contemporáneos radica-lismos religiosos cultivan la función de re-sistencia en la actualización de dichos pro-yectos.

Cabe consignar que las versiones delfenómeno del radicalismo religioso han

desembocado tanto en formatos subcul-turales de corte antisistémico de contor-nos violentos, como en otras vertientes quehan adoptado un perfil sectario, que pro-pugna un abierto pacifismo separatista. Alrespecto, cabe recordar que aunque amenudo se comprueba que las religionescrean y aplican mecanismos de soluciónpacífica de los conflictos, también existeevidencia en el sentido contrario, es decir,una determinada creencia religiosa justi-fica, cuando no fomenta, Ja solución nopacífica de los conflictos23.

El radicalismo religioso se haexpresado en formatos antisistémicos

y en vertientes que propugnan unpacifismo separatista.

La propensión a la administración vio-lenta o pacífica de los conflictos dependede la forma en que se articula un proyec-to religioso determinado y su entornosociopolítico. Así, una forma religiosa pue-de respaldar y legitimar un sistema nacio-nal/internacional (función integradora), oantagonizar, favoreciendo Ja morfogénesissistémica (función transformadora). En elprimer caso, la función integradora operacomo factor de legitimación de un deter-

22 Adrián Hastings lleva al extremo el argumento que identifica al cristianismo con la construcción denaciones al afirmar que: "La nación y el nacionalismo son característicamente cristianos y, siempreque han aparecido en oirás paites, lo han hecho dentro de un proceso de occidenlalización y deimitación del mundo cristiano, incluso si ha sido imitado en su calidad de occidental y no de cristiano".Véase Hastings, Adrián, La construcción de las nacionalidades, Cambridge, Cambridge Uní versityPress, 1997,2000, p. 230.

23 Véase Molina, Beatriz y Cano, Mana José, "La Paz desde la Diversidad Cultural y Religiosa" enMuñoz, Francisco, Leí Paz Imperfecta, Granada, Editorial Universidad de Granada, 2001, p. 162.

Page 16: REVISTA DE ESTUDIOS INTERNACIONALES Identidades y …sido numerosos los conflictos de este tipo. Los conflictos de transición se refie-ren a luchas entre fuerzas rivales, con di-ferentes

Gilberto Aráñela y Sergio Salinas

minado orden, mientras que en el segun-do se orienta a la transformación de lascondiciones de un sistema que considerailegítimo24. De esta manera, tanto en laregulación pacífica de los conñictos comoen el ejercicio de la violencia influye eltipo de relación que establece una religióncon la autoridad pública.

La relación entre la religión y laautoridad pública influye en la

regulación pacífica de los conflictosy en el ejercicio de la violencia.

En la actualidad} el radicalismo reli-gioso de corte violento presenta las si-guientes características:

• Se asocia principalmente al islamis-mo radical, aunque con ciertas expresio-nes marginales en el radicalismo protes-tante (ideología de la identidad cristiana)y el radicalismo reíjgioso judío (movimientokahanista).

• Para sus adherentes, la violenciaindiscriminada tiene un sentido sacramen-tal

• Persigue cambios radicales, aunquea menudo utiliza las ventajas tecnológicasdelaglobalización délas comunicaciones.

• Comprende identidades de resisten-cia que se oponen a occidente o a los va-lores de la modernidad.

Hay que enfatizar que el radicalismoreligioso no se relaciona en forma unívocacon el ejerciciodelaviolenciapolítica.Su

identidad distintiva se caracteriza por lavoluntad de imponer una verdad revelada(sagrada) en forma absoluta (exclusivis-mo sectario) sobre un grupo humano quepercibe amenazada su identidad ante elavance de la secularización (en el casodel radicalismo religioso cristiano) o ale-jado de los principios fundamentales de lacultura religiosa (como consecuencia deuna modernidad que, en el caso islámico,equivale a occidentalización).

Durante una fase germinal, la violen-cia se canalizará contra la dirigencia localnacional, considerada corrupta, aunqueluego pueda escalar a un enfrentamientototal contra quienes considera enemigosglobales del proyecto sociopolítico (globali-zación del adversario). En las organiza-ciones religiosas radicales de ideologíatransformadora, que aplican una estrate-gia de acción trasnacional y tienen capa-cidad de reclutar militantes de la causa enamplias bases sociales, se observa un fuer-te impulso por acceder al plano interna-cional, en competencia-y en ciertos ca-sos hostilidad- con los Estados. De lo an-terior se desprende que la participacióndel radicalismo religioso en la esfera in-ternacional es mediatizada por su capaci-dad de influir en los segmentos de la so-ciedad civil que no están de acuerdo conel sentido del actual proceso de globaliza-ción.

Aunque el radicalismo islamista no tie-ne la exclusividad de la violencia, presen-ta una novedad en cuanto al alcance de

Casanova, José, "El 'reviva!' polftico de lo religioso", en Díaz-Salazar, Rafael y otros, Formasmodernas de Religión, Madrid, Alianza Editorial, 1994.

92

Page 17: REVISTA DE ESTUDIOS INTERNACIONALES Identidades y …sido numerosos los conflictos de este tipo. Los conflictos de transición se refie-ren a luchas entre fuerzas rivales, con di-ferentes

Identidad y nuevos conflictos

sus objetivos. Como resultado de la rivali-dad con los países europeos en áreas defrontera cultura] o de la hostilidad hacíalapresencia de cuerpos armados internacio-nales en sus temiónos, el islamismo radi-ca.! ha dado un salto cualitativo, transna-cionalizando su estrategia de enfrenta-miento con los "poderes occidentales", bajoel signo del yihadismo global. A ello apun-tan a los atentados de 11.09.01 y 11.03.04.

El islamismo radical se hatraducido en un antagonismo frente

a la hegemonía occidental.

Antes, la primera generación deislamistas radicales (década del veinte ytreinta del siglo XX) se rebeló contra losrepresentantes de los gobiernos naciona-les en tierras islámicas. Posteriormente,han escalado hacia un antagonismo fren-te a la que consideran hegemonía occi-dental en el orden internacional. En el pri-mer caso se trataría de conflictos de di-námica local-nacional, contra una auto-ridad política percibida como ilegítima (Is-rael en el caso de los islamistas palestinos)o contra un gobierno dirigido por musul-manes considerados corruptos por losislamistas (como en el caso de Argelia).En el segundo caso responde a una visiónmaniquea entre el Islam y occidente queenfatiza la confrontación a escala global.Dicha perspectiva corresponde a la ideo-logía yihadista transnacional del. tipo de Al

Qaeda, y de Jemmah Islamiyah en el su-deste asiático. Estas expresiones hanincrementado el número de conflictos in-ternacionales contemporáneos.

LOS CONFLICTOS ARMADOS

CONTEMPORÁNEOS

A pesar de las tendencias menciona-das, es posible constatar que actualmenteen los Estados -protagonista institucionalen que ocurren los conflictos-más estruc-turados, cuya situación económica y sis-tema político es estable no hay guerras oconflictos armados intermedios o mayo-res. Pero los Estados Frágiles -esto es,aquellos que no han logrado consolidar susinstituciones, en especia] sí se trata deEstados de regiones marginales del siste-ma mundial o de los circuitos económicosmás dinámicos- son los que más enfren-tan situaciones de conflicto armado. Des-de esta perspectiva, se puede enfatizar queactualmente la mayoría de los conflictosson de carácter intraestatal y no interes-tatal, aunque puede llegar a afectar a másde una unidad estatal.

Como señala el Instituto de Investi-gación para la Paz de Estocolmo (SI-PRI)25, salvo dos excepciones, en los últi-mos años la mayoría de los conflictos ar-mados importantes han tenido lugar al in-terior de los Estados. De los 101 conflic-tos armados ocurridos entre 1989 y 1996,solo seis fueron interestatales, y los 95

Harrís, Peter, Democracia y con/líelos profundamente arraigados: opciones para la negociación,International Inslilute for Democracy and Electoral Assistance, Bogotá, Tercer Mundo Editores,2001, p. 10.

93

Page 18: REVISTA DE ESTUDIOS INTERNACIONALES Identidades y …sido numerosos los conflictos de este tipo. Los conflictos de transición se refie-ren a luchas entre fuerzas rivales, con di-ferentes

Gilberto Aranda y Sergio Salinas

restantes se produjeron dentro de los Es-tados.

Cuando no hay consenso paraabordar el desarrollo políticoy social se producen pugnas

violentas por el poder político.

Los antecedentes inmediatos de la lu-cha armada en estos conflictos se rela-cionan con el control del gobierno y delterritorio. Grupos sociales, étnicos y polí-ticos intentaron controlar un Estado o pro-vocar su escisión (como los casos de An-gola, Camboya, etc.). Asimismo, hay pug-nas violentas por el poder político cuandono existe consenso en las élites para abor-dar el necesario desarrollo político y so-cial (Haití, la rebelión de Chiapas en Méxi-co). Esta situación se torna más complejacuando las demandas de la base socialante las élites son asumidas por radicalis-mos religiosos que cuestionan las basesculturales de un Estado nación modernode sabor "occidentalizante" (acusaciónque hacen los islamismos violentos y mili-tantes de Argelia)26.

Por otra parte, hay casos en que gru-pos sociales que se centran en torno deuna etnia o religión tratan de controlar te-rritorios que consideran que les pertene-cen históricamente y en los que a veceshabitan ciudadanos de su misma etnia. Fuela experiencia de Serbia en Bosnia, y la

de Rusia y las minorías rusas que vivenen diversas repúblicas de la antigua UniónSoviética.

En el caso de Europa, 15 de los 18conflictos registrados entre 1989 y 1993se situaron en ía antigua Unión Soviéticay en la ex Yugoslavia. De los 27 conflic-tos clasificados en 1999 como conflictosarmados importantes (con más de milmuertos al año), 26 tuvieron un inequívo-co componente identitario27.

Uno de los mayores desafíos del finde siglo se encuentra en estos conflictoscuyas causas económicas y sociales pro-fundas podrían homologarse, pero queadquieren una enorme complejidad alidentificarse sus actores con signos reli-giosos, étnicos o nacionalistas.

Las características de los actualesconflictos armados y los cambios acaeci-dos en el contexto internacional permitendefinirlos como conflictos "profundamen-te arraigados". Estos conflictos se origi-nan principalmente al interior de los Esta-dos y combinan dos poderosos elemen-tos: un importante componente de identi-dad basado en las diferencias de raza, re-ligión, cultura o idioma o cualquier otrorasgo de identificación de un grupo o co-munidad, y un desequilibrio percibido enla distribución de los recursos económi-cos, políticos y sociales.

Las experiencias de conflictos arma-dos post Guerra Fría nos muestran quedurante el esquema bipolar se mantuvolatente un alto grado de hostilidad étnica,

26 Cabe destacar que no todas las revueltas con base religiosa son de tipo radical, como es el caso de lareivindicación de Tíbel ante China

27 Harris, Peter, Op. Cit., p. 14.

94

Page 19: REVISTA DE ESTUDIOS INTERNACIONALES Identidades y …sido numerosos los conflictos de este tipo. Los conflictos de transición se refie-ren a luchas entre fuerzas rivales, con di-ferentes

Identidad y nuevos conflictos

debido -fundamentalmente- al roí regu-lador que ejerció la ex Unión Soviética,basado más que nada en la represión deestos mismos conflictos. Una vez que seprodujo el desplome de la potencia, losgrupos de identidad se sintieron compitien-do en un juego de suma cero por los re-cursos o el territorio. Pero, también, mu-chas veces las cuestiones de identidad seconvirtieron en un pretexto muy útil paraencubrir incompatibilidades relacionadascon la distribución de los recursos, en al-gunos países más escasos, producto de loselectivo de la globalización. Fue el casode numerosos conflictos en África, cuyodetonador han sido intereses económicosmás que ideológicos: la posesión de lasminas de diamantes.

Pero no siempre las reivindicacionesde identidades culturales o étnicas sonnegativas. La identidad puede ser tantouna fuerza constructiva como desestabili-zadora. Muchas de las sociedades multi-culturales actuales -Estados Unidos, Ca-nadá, Australia- han basado su éxito enla conjunción positiva de las diferentes cul-turas y religiones que la componen. Sinembargo, en estos países conllevan un ni-vel de desarrollo económico importante,producto de los beneficios que les ha en-tregado la globalización. En otros lugaresdel planeta, comunidades compuestas pordistintas tradiciones religiosas o cultura-les -como el caso de Bélgica, Mauricio oTrinidad y Tobago- han demostrado sercapaces de procesarlos elementos conflic-tuales en sus sistemas políticos y econó-

micos para potenciar la sana convivenciade sus diferentes grupos28,

Las reivindicaciones deidentidades culturales y étnicas

no siempre son negativas.

Si bien siempre cabe la posibilidad deque estas diferencias se presten para laraanipu lación política por parte de "opor-tunistas étnicos", que tratan de movilizary aprovechar para su propios intereses ladiversidad, la explotación sólo tendría éxi-to en contextos específicos: factores eco-nómicos que perpetúan la pauperizaciónde las condiciones de vida de amplios es-tratos de la población o factores cultura-les como derechos lingüísticos y liberta-des religiosas conculcados. A su vez, losmedios de comunicación masÍ.va abrenposibilidades de colocar en un agora pú-blica-global las demandas particularistas,incidiendo en la reafirmación de la diver-sidad latente o incipiente al interior de unaunidad nacional. En dichos contextos, laexpresión de la autodeterminación a me-nudo viene dada por la reivindicación dela secesión total.

ALGUNAS CONSIDERACIONES

Se puede constatar que el fenómenode la globalización ha afectado las formasde representación de actores cuya refe-rencia ya no está anclada al ámbito del

28 Harris, Peter, Ibidein.

95

Page 20: REVISTA DE ESTUDIOS INTERNACIONALES Identidades y …sido numerosos los conflictos de este tipo. Los conflictos de transición se refie-ren a luchas entre fuerzas rivales, con di-ferentes

Gilberto Aranda y Sergio Salinas

Estado-nación. Lo anterior importa uncambio en la unidad de análisis en el estu-dio de las relaciones internacionales queobserva la emergencia de ciertos grupossubnacionales en la arena internacional.La desafección de ciertos grupos a losrelatos de cohesión estatal que negaron laexpresión histórica de ciertos rasgos deidentidad, o la pauperización de las condi-ciones de vida como resultado de tenden-cias económicas globales, se actualiza bajola forma de conflictos que pueden llegar aescalar a un estado armado.

Los límites de un Estado raravez corresponden a aquellos de

un grupo de identidad.

La expresión de los conflictos arma-dos identitarios tiene una dimensión inter-nacional muy relevante. Los límites de unEstado, en particular en Jas sociedadespostcoloniales, muy raramente correspon-den a los de una "nación"-grupo de iden-tidad- por lo que es muy extraño que elconflicto interno se mantenga dentro delas fronteras estatales. Un repaso de lamayoría de los conflictos armados actua-les nos permiten señalar que hay tercerospaíses que son actores principales de ellos:Sri Lanka (India), Irlanda del Norte (Rei-no Unido, República de Irlanda y comuni-dad irlandesa en Estados Unidos), Chipre(Turquía y Grecia), Sahara (Francia, Es-paña y Marruecos), entre otros.

Los problemas centrales del manejoo transformación de conflictos profunda-mente arraigados basados en la identidadradican en su "indivisibilidad", ya que no

suelen ser proclives a sol Liciones que con-tengan compromisos que incluyan conce-siones equitativas para compartir el po-der. Por esto, los conflictos basados enidentidades históricas, creencias religiosas,idioma o posesión de territorios simbóli-cos son especialmente difíciles de mane-jar, Al respecto cabe consignar lo parti-cularmente difícil de llegar a un consensoque se exprese constitucionalmente sobrecuestiones de carácter teológico o si unlugar sagrado debe pertenecer un grupo oa otro.

Enseguida, hay que considerar la na-turaleza cíclica de muchos conflictos pro-fundamente arraigados. Las acciones deun grupo son respondidas aceleradamen-te con las de su oponente: la violencia pro-voca más violencia, con lo cual el conflic-to escala progresivamente a un intercam-bio de ajustes de cuentas. Las reivindica-ciones originales se ven amplificadas y, amenudo, sustituidas por nuevas y más exa-geradas, surgidas durante la dinámica deescalada. Estos temas se pueden prestara la manipulación de ciertos liderazgospolíticos que pueden hacer uso de ellaspara movilizar a las comunidades, con loque resulta difícil romper un patrón histó-rico.

Dichas características hacen que losconflictos profundamente arraigados -postGuerra Fría-sean de muy difícil solución,careciendo los organismos internaciona-les de los instrumentos necesarios quepermitan su adecuada prevención.

Por el contrario, en la mayoría de loscasos los conflictos profundamente arrai-gados han escalado peligrosamente, tantoen frecuencia como en intensidad hacia

96

Page 21: REVISTA DE ESTUDIOS INTERNACIONALES Identidades y …sido numerosos los conflictos de este tipo. Los conflictos de transición se refie-ren a luchas entre fuerzas rivales, con di-ferentes

Identidad y nuevos conflictos

un peligroso umbral de confrontación mi-litar, que una vez desatada solo puede sercontrarrestada por la imposición de la paz.

Retomando a Beck, estas identidadespueden ser catalogadas como nacionalis-mos introvertidos que están a la defensi-va frente a la que consideran invasión delmundo global. En ciertas ocasiones, lares-puesta nacionalista puede ser el atrinche-

ramiento en posiciones irreductibles queya no solo se orientan contra la unidadestatal inmediata sino contra los Estadoscentrales del sistema internacional, queidentifican como ios conductores del pro-ceso globalizador. De estos nacionalismosinteriores puede surgir una intoleranciaproclive ala violencia que puede dirigirsecontra todos.

97