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ISSN: 1515-1883 UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PAMPA Vol. 5 Nº 1 Año 2003 CIENCIA VETERINARIA FACULTAD DE CIENCIAS VETERINARIAS

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ISSN: 1515-1883

VE

FACUVETERINARIAS

CIENCIATERINARIA

LTAD DE CIENCIAS

UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA

PAMPA

Vol. 5Nº 1

Año 2003

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Univer

Lic

D

Dr

S

Secretario

S

sidad Nacional de La Pampa

AUTORIDADES

Rector . Sergio Daniel Maluendres

Decano

r. Hugo Roberto Alvarez

Secretario Académico . Nicolás Alvarez Rubianes

ecretario Administrativo

Dr. Abelardo Ferrán

de Ciencia, Técnica y Posgrado Dr. Jorge Dubarry

ecretario de Extensión

Dr. Alberto Pariani

Ciencia Veterinaria. 2003.

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Ciencia Veterinaria. Volumen 5 Número 1. 2003. General Pico, La Pampa, ARGENTINA. ISSN: 1515-1883 Revista de Publicaciones Científicas de la Facultad de Ciencias Veterinarias, Universidad Nacional de La Pampa. Calle 116 y 5, CP 6360, General Pico, La Pampa, República Argentina. TEL/FAX: 02302 421607 On line: www.vet.unlpam.edu.ar Directores: Dra. Laura Jorgelina Cavagión Dr. Guillermo Esteban Meglia Comité Editorial: Dr. Guillermo Hector Pechin Dr. Nicolás Alvarez Rubianes Dr. Ricardo Enrique Toso Los expertos son designados por el Comité Editorial en función del tema de los trabajos recibidos. Evaluadores Externos: Dr. Ricardo Bosch Dr. Alberto Dick Dr. Eduardo Moras Dr. Edgardo Nosetto Dr. José Tolosa Palacios Dr. Marcelo Sagardoy La Dirección no se responsabiliza por los conceptos vertidos en los artículos publicados, los que tienen sus respectivos autores responsables. Edición: Dr. Guillermo Meglia Informes: Comité Editorial Secretaria de Cultura y Extensión Coronel Gil 353, CP 6300. Santa Rosa. La Pampa, Argentina. TE/FAX 029542 451600 On line: www.unlpam.edu.ar

Ciencia Veterinaria. 2003.

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INDICE Detección de inmunoglobulina G en sueros, tejidos y extractos placentarios porcinos Koncurat, M.; Riesco, O.; Garro, A.; Yaful, G.; Lacolla, D.; Bruni, M.; Alonso, G.; Williamson, D. M.

1

Tuberculosis bovina: relación de proporciones entre los diagnósticos anatomopatológicos macroscópico y microscópico Dubarry, J. R.; Alvarez, A. R.; Errea, A. L.; Hierro, J. A.; Medina, A.; Pechín, G.; Risi, R.; Vera, O. A.; Véspoli Pucheu, M. V.

8

Semiología ultrasonográfica del testículo, epidídimo y cordón espermático en el toro Monina, M. I.; Heritier, J. M.; Vera, O. A.; Della Croce, M. R.; Ierace, A. J. M.; Galetti, E. J. R.; Véspoli Pucheu, M. V.; Rossetto, L.; Olivares, M. D.

18

Efectos de la adición de suero de queso deshidratado en dietas de lechones destetados a los 30 días de edad Pechin, G. H.; Sánchez, F. O.; Álvarez, H. R.

29

Efecto gastroprotector de extractos de centaurea calcitrapa Toribio, M. S.; Toso, R. E.; Skliar, M. I.

34

Epidemiología de los nematodes gastrointestinales en un establecimiento del departamento Maracó, provincia de La Pampa, Argentina Álvarez, E.; Lamberti, R.; Gino, L.; Calvo, C.; Pombar, A

38

La empresa como sistema y el empresario tradicional Balestri, L. A.; Saravia, C. D.; Poma, K. P.; Fuentes, V. P.

45

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Detección de inmuoglobulina G en sueros, tejidos y ectractos placentarios porcinos

Koncurat, M1.; Riesco, O1.; Garro, A1.; Yaful, G2.; Lacolla, D1., Bruni, M1.; Alonso, G1.; Williamson, D. M1 1Departamento de Ciencias Básicas, 2Departamento de Producción Animal, Facultad de Ciencias Veterinarias, UNLPam. Resumen El cerdo posee IgG, IgM, IgA e IgE, habiéndose demostrado una gran homología de secuencia entre las IgGs porcinas y humanas. Poco se conoce acerca de la respuesta inmune humoral durante la preñez porcina. El objetivo de este trabajo fue detectar la presencia de IgG porcinas en muestras de suero y extractos placentarios provenientes de cerdas vacías y preñadas de 30 y 91 días de gestación y en tejido placentario a término. En sueros de 15 animales, los valores medios de [IgG] mg/ml, obtenidos por proteinograma electroforético en tiras de acetato de celulosa gelificado, fueron: cerda vacía 23 mg/ml; 30 días: 19,5 mg/ml y a los 91 días de preñez 16,8 mg/ml. Por inmunodifusión radial, utilizando placas comerciales de agar calibradas para determinar la concentración de IgG humanas, pudo determinarse la [IgG] en sueros: cerdas vacías: 26,88 mg/ml; cerdas 30 días:29,88 mg/ml y en cerdas 91 días 19,24 mg/ml. En extractos placentarios, Homogenatos de Útero Vacío: 3,40 mg/ml; Homogenatos de placentas (HoPP) de 30 días: 1,81 mg/ml y en HoPP de 91 días: 1,50 mg/ml. En los sobrenadantes de Medios de Cultivo de Células Placentarias (MCPP) de 30 días: 2,11 mg/ml y en los MCPP de 91 días de gestación: 1,20 mg/ml. Se observó, por inmunofluorescencia directa utilizando un anticuerpo anti-IgG humano marcado con FITC, fluorescencia (++) sobre cortes desparafinados de placenta

porcina a término, en vellosidades coriónicas fetales en contacto con el lumen uterino. Probablemente dichos anticuerpos pertenezcan al tipo de anticuerpos protectores, asimétricos, descriptos en mujer y ratón. Palabras claves: porcinos, placenta, IgG. Summary Studies have proved that humoral immune response is involved in swine pregnancy. Pigs have IgG, IgM, IgA and IgE. Swine IgG subclasses have their greatest similarity with those of the human, except for the near absence of hinge region variation. The goal of this study was to determine the presence of IgG in porcine serum, tissue and placental extracts. In 15 animals' serum, by means of electrophoresis proteinegramma in strips of cellulose acetate, the average values were empty pig (n=5) 23mg/ml; 30 days (n=5) 19.5mg/ml; and 91 days of gestation (n=5) 16.8 mg/ml. By radial immunodifusion (using calibrated commercial human kits to determine the concentration of human IgG), the average values in porcine serum (n=15) were non-pregnant swine 26.88 mg/ml; 30 days 29.88 mg/ml; 91 days of gestation 19.24 mg/ml. In placental extracts, Porcine Empty Uterus Homogenates: 3.40 mg/ml; Porcine Placenta Homogenates (PPHo) 30 days: 1.81mg/ml; PPHo 91 days: 1.50 mg/ml.

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and in Porcine Placenta Conditioned Medium (PPCM) 30 days: 2.11 mg/ml and PPCM 91 days of gestation: 1.20 mg/ml. By direct immunofluorescencia, using one antibody (human anti-IgG conjugated with FITC), we observed: fluorescence (++) on placental tissues at term, in the foetal chorionics villi in contact with the uterine lumen. Probably these antibodies belong to the type of protective and asymmetric immunoglobulin G antibodies described in woman and mouse. Key words: Swine, Placenta, IgG. Introducción Como acontece en la gestación de los mamíferos, en la preñez porcina el rol del sistema inmunitario continúa siendo un enigma inmunológico (Clark et al., 1999). Hasta el momento, los factores que pueden causar la muerte del aloinjerto fetal, como es la presencia de las células T citotóxicas, NK o macrófagos en la interfase feto-materna, o la producción de anticuerpos contra aloantígenos del trofoblasto, no ha sido explicada (Templeton et al., 1987; Clark, 1991; Mattsson et al., 1992; Meeusen et al., 1993; Engelhardt and King, 1996; King et al., 1997; Zhao et al,. 1998; Arck et al., 1999). La preñez porcina es un fenómeno fisiológico que depende de precisas interacciones, originadas y reguladas por y entre los conceptus/fetos y su madre, siendo la placenta el órgano inmuno-endócrino, materno embrionario, indispensable para una gestación exitosa. La placenta porcina se caracteriza por ser difusa, plegada, no invasiva, adecidua y epiteliocorial, (Amoroso, 1952; Dantzer et al., 1981). Durante la gestación porcina la respuesta inmune humoral es desempeñada por los linfocitos B en su doble papel: como células presentadoras

de antígenos y como células productoras de anticuerpos. A diferencia de la mujer, se acepta que en la cerda, dado el tipo de placenta, los anticuerpos encargados de la transferencia de la inmunidad pasiva de la madre al nuevo ser no se realizan (Tizard, 2000). Los anticuerpos son proteínas elaboradas por los vertebrados al ser estimulados con un antígeno y tienen capacidad para reaccionar específicamente con el inductor para producir su neutralización. La IgG porcina y humana comparten una gran homología de secuencia aminoacídica, un alto grado de similitud en las secuencias de sus genes de inmunoglobulinas y aproximadamente el mismo radio de sus cadenas livianas κ/λ (Butler et al., 1996), siendo el 85% del total de las inmunoglobulinas porcinas de la clase IgG (Tizard, 2000). Comprender los mecanismos que posibilitan la preñez porcina permitirá originar estrategias que incrementen la tasa de sobrevida embrionaria, en esta especie de alto valor productivo. El objetivo de este trabajo fue detectar la presencia de IgG en muestras de suero y extractos placentarios porcinos provenientes de diferentes períodos gestacionales para comprender el papel del sistema inmune humoral durante la gestación porcina. Materiales y Métodos Sueros Porcinos Se extrajo 10 ml de sangre a 15 cerdas mestizas, gestantes (5 de ±30 días de preñez y 5 de ±91 días de preñez) y a 5 cerdas vacías, provenientes de criaderos de la zona de General Pico, La Pampa. Una vez extraída la sangre, la misma fue puesta en un baño termostatizado (37 ºC) por el término de media a una hora a los efectos de lograr una adecuada retracción del coágulo y del exudado del suero. Luego el suero se

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clarificó por centrifugación a 1800 rpm durante 10 min, se fraccionó en alícuotas y se conservó a -20 ºC hasta su uso. Inmunodifusión Radial (IDR) Las muestras de suero se colocaron en placas comerciales de agar calibradas para determinar la concentración de inmunoglobulinas G, M y A (IgG, IgM e IgA) humanas, en función del halo de precipitación formado (Kallestad endoplate, Sanofi Diagnostics Pasteur Inc.) Cuantificación de Proteínas Se determinó la concentración de proteínas en las diferentes muestras de suero realizando proteinogramas electroforéticos en tiras de papel de acetato de celulosa gelificado. Placentas Porcinas Se obtuvieron 15 placentas de cerdas gestantes de 30 y 91 días de gestación y a término (114 días) determinadas en función de la longitud céfalo-caudal de los fetos (Marrable, 1971). En todos los casos el tracto reproductivo fue removido inmediatamente después de la muerte del animal y lavado con solución salina de Hank’s (SSH) (Gibco) conteniendo 10.000U/ml de penicilina G sódica, 10 mg/ml de sulfato de estreptomicina y 2,5 µg/ml de fungizona (Gibco). Se tomaron muestras del tejido mesometrial endometrial y placentario fetal. Dado el tipo de placenta, no invasiva, se pudo separar el constituyente placentario materno del fetal ejerciendo presión sobre estos tejidos. Microscopia Óptica Las muestras de tejido placentario se fijaron con formol tamponado al 10% con fosfato y se incluyeron en parafina. Se realizaron cortes de ±5 µm y parte de dichos cortes se colorearon con

Hematoxilina Eosina para el estudio de la estructura placentaria. Inmunofluorescencia Directa (IFD) Se realizó inmunofluorescencia directa sobre cortes de tejido placentario fetal provenientes de cerdas de 30, 91 días de gestación y a término. Se incubaron 1 h en oscuridad, en cámara húmeda, con un anticuerpo anti-inmunoglobulinas totales (Igs) humanas, hecho en cabra y conjugado con isotiocianato de fluoresceina (FITC) (Fluoline-“H”, BioMérieux SA.). Se lavó 3 veces cada portaobjeto con PBS, 10 min cada vez, a temperatura ambiente. Se observó con un microscopio epifluorescente (Nikon). Extractos Placentarios Úteros de cerda vacía y placentas de 30, 91 días de gestación y a término fueron procesadas para la elaboración de extractos placentarios: Homogenatos de Placenta Porcina (HoPP), Homogenatos de Útero Vacío Porcino (HoUP) y Medios Condicionados de Placenta Porcina (MCPP). Homogenatos de Placenta Porcina (HoPP) Trozos de placenta se homogeneizaron con un molinillo Moullinex 1:3 con PBS, la pulpa resultante se centrifugó 2 veces a 1700 rpm durante 10 min, el sobrenadante se alicuotó y se guardó a -20° C hasta su uso. Homogenatos de Útero Porcino (HoUP) De la misma manera que los HoPP se procesaron los úteros de cerda vacía para la confección de Homogenatos de útero vacío. Medio Condicionado de Placenta Porcina (MCPP) Parte de la pulpa placentaria se colocó en frascos de cultivo Falcon en proporción 1:20 con Mc Coy’s 5 A suplementado con 10% de SFB, 1% de antibióticos y antimicóticos y 25 mM de HEPES. Fueron incubados a 37º C en

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estufa gaseada por 96 h con 5% de CO2. Al cabo de ese período, se descartaron los restos de tejido, se ultracentrifugó a 22.000g durante 30 min. Se recogió el sobrenadante, se esterilizó por filtración (membranas 0,22µm), se alicuotó y se guardó a -20° C hasta su uso, obteniéndose así el Medio Condicionado de Placenta Porcina ( MCPP).

Resultados Proteinograma electroforético en acetato de celulosa gelificado En la Tabla 1 se encuentran los valores absolutos (mg/ml) y relativos (%) de proteínas séricas provenientes de cerdas vacías y gestantes de 30 y 91 días de gestación, determinadas por electroforesis con tiras de acetato de celulosa gelificado.

Tabla 1. Determinación de la concentración de proteínas séricas porcinas. Valores Relativos (%) y Absolutos (mg/ml) en muestras de suero provenientes de cerda vacía y de 30 y 91 días de gestación, por electroforesis. Cerda vacía Cerda 30 días Cerda 91 días

MUESTRAS

VALORES RELATIVOS

(%)

VALORES ABSOLUTOS (mg/ml)

VALORES RELATIVOS

(%)

VALORES ABSOLUTOS (mg/ml)

VALORES RELATIVOS

(%)

VALORES ABSOLUTOS (mg/ml)

Albúmina

47,2

37,9

47,5

33,3

55,7

37,5

Alfa

globulinas

19,5

15,7

20,0

14,0

15,3

10,3

Beta

globulinas

4,6

3,7

4,6

3,2

3,9

2,6

Gamma

globulinas

28,6

23,0

27,8

19,5

25,0

16,8

Proteínas totales

80,3

70,1

67,3

Globulinas

42,4

36,8

29,8

Indice A/G

8,9

9,0

12,6 En la Tabla 2 se hallan los resultados obtenidos de concentración de IgG (mg/ml) en sueros y extractos

placentarios porcinos por inmunodifusión radial (IDR).

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Tabla 2. Concentración de IgG (mg/ml) en sueros y extractos placentarios porcinos. Valores obtenidos de IgG, por inmunodifusión radial, en sueros y extractos placentarios porcinos (HoPP, HoUP y MCPP), provenientes de cerdas vacías y preñadas de 30 y 91 días de gestación.

Concentración de IgG (mg/ml) Sueros A. Cerda vacía 1:2 26,88 mg/ml B. Cerda 30 días 1:2 29,88 mg/ml C. Cerda 91 días 1:2 19,24 mg/ml Extractos placentarios HoUP Homogenato útero vacío 3,40 mg/ml HoPP Homogenato Placenta 30 dias 1,81 mg/ml HoPP Homogenato Placenta 91 dias 1,50 mg/ml MCPP Medio Condicionado de Placenta 30 días 2,11 mg/ml MCPP Medio Condicionado de Placenta 91 días 1,20 mg/ml Nota: Los estándares fueron calibrados contra el RPPHS (Reference Preparation for Proteins in Human Serum). En la Foto 1 se observa inmunofluorescencia (++) en las vellosidades trofoblásticas placentarias a término marcadas con un anticuerpo anti-inmunoglobulinas totales humanas conjugado con isotiocianato de fluoresceína (FITC). Foto 1.

No se obtuvieron resultados cuantificables para las IgM e IgA utilizando antisueros humanos por inmunodifusión radial.

Discusión Se observó una neta disminución de las globulinas en sueros de cerdas de 91 días de preñez, que se aprecia en el índice albúmina/globulinas, siendo más marcada la disminución de la fracción gammaglobulina (γ-globulinas). Dicho descenso de las γ-globulinas se explica por la captación de inmunoglobulinas por parte de la glándula mamaria, que posee receptores para unir la cadena pesada de la IgG1. Las inmunoglobulinas forman parte del calostro, esencial en la sobrevida de los lechones dado el tipo de placenta no invasiva (Watson, 1980; Wagstrom et al., 2000). No fue posible determinar diferencias significativas en la fracción γ-globulinas de sueros provenientes de cerdas vacías y preñadas, si se los considera desde el punto de vista de animales “normales” e “inmunizados”, dada la gran variabilidad que ocurre normalmente, de concentración de inmunoglobulina G (IgG), en el suero de los porcinos (17,00 a 29,00 mg/ml) (Tizard, 2000). Por inmunodifusión tampoco es posible demostrar diferencias antigénicas entre anticuerpos precipitantes y no-precipitantes provenientes de la misma

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muestra de suero (Margni, 1996) y esto permite suponer que sea poco probable que el diferente comportamiento de ambos tipos de anticuerpos pueda estar relacionado con diferencias en su idiotipo (Gentile, 1993). Los valores obtenidos por inmunodifusión radial de concentración de IgG en los diferentes extractos placentarios confeccionados muestran concentraciones muy inferiores a los hallados en sueros, tanto en las muestras provenientes de cerda vacía como en los diferentes períodos gestacionales estudiados, sin presentar diferencias significativas entre ellos. De todas las clases de inmunoglobulinas, la mejor estudiada hasta el momento es la IgG. La IgG porcina y humana comparten una gran homología de secuencia aminoacídica (Kacskovics et al., 1994), un alto grado de similitud en las secuencias de sus genes de inmunoglobulina (Butler et al., 1996) y aproximadamente el mismo radio de sus cadenas κ/γ (Butler y Brown, 1994; Butler et al., 1996). El 85% del total de las inmunoglobulinas porcinas son tipo IgG, correspondiendo a la IgM sólo un 12% (Tizard 2000). Debido a estas propiedades de la molécula de IgG porcina es que se pudo determinar su presencia, por inmunodifusión radial, en sueros de cerdas vacías y preñadas de 30 y 91 días utilizando una molécula anti IgG humana. Con esta técnica se obtuvo valores de IgG ligeramente superiores a los hallados en los proteinogramas electrofóreticos; esto se explica por las características de la difusión radial, que se utiliza con muy buenos resultados en la valoración de proteínas que se encuentran presentes en mezclas complejas como son los componentes del suero (Margni, 1996). Asimismo, pudo demostrarse la presencia de anticuerpos sobre cortes de tejido placentario a término utilizando una anti inmunoglobulina total humana marcada

con isotiocianato de fluoresceina (FITC). Conclusiones Por inmunofluorescencia directa se pudo investigar la presencia de los anticuerpos sobre todos los cortes de tejido placentario porcino a término, lo que demostraría la participación del sistema inmune humoral en la gestación porcina. Probablemente dichos anticuerpos pertenezcan al tipo de anticuerpos asimétricos descriptos en mujer y ratón y cuya función sería anular determinantes antigénicos expuestos a la acción de otros anticuerpos o de linfocitos citotóxicos, funcionando como anticuerpos protectores (Margni, 1996; Margni y Malan Borel, 1998; Zenclussen et al., 2001). Bibliografía Amoroso, E. C. 1952. Placentation. In: Marshall’s Physiology of Reproduction. Ed. Parkes A. S. London: Longmans Green. Vol. 2, p 127-311. Arck, P.; Dietl, J. y Clark, D. 1999. From the decidual cell internet: trophoblast-recognizing T cells. Biology of Reproduction, 60: 227-233. Butler, J. E. y Brown, W. R. 1994. The immunoglobulins and immunoglobulin genes of swine. Veterinary Immunology Immunopathology, 43: 5-12. Butler, J. E.; Sun, J.; Kacskovics, I.; Brown, W. R. y Navarro, P. 1996. The VH and CH immunoglobulin genes of swine: implications for repertoire development. Veterinary Immunology Immunopathology, 54: 7-17. Clark, D. A. 1991. Controversies in reproductive immunology. Critical Review Immunology, 11: 215-247. Clark, D. A.; Arck, P. C. y Chaouat, G. 1999. Why did your mother reject you? Immunogenetic determinants of the response to environmental selective

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Koncurat et al., 2003. Ciencia Veterinaria, 5: 1-7

pressure expressed at the uterine level. American Journal Reproductive Immunology Microbiology, 41: 5-22. Dantzer, V.; Björkaman, N. y Hasselager, E. 1981. An electron microscopic study of histiotrophe in the interareolar part of the porcine placenta. Placenta, 2: 19-28. Engelhardt, H. y King, G. J. 1996. Uterine natural killer cells in species with epitheliochorial placentation. Nature Immunology, 15: 53-69. Gentile, T. 1993. Los anticuerpos IgG asimétricos durante la preñez en ratas. Su importancia en la aceptación del feto semialogeneico. Tesis Doctoral Universidad de Buenos Aires. Kacskovics, I.; Jishan, S. y Butler, J. E. 1994. Five putative subclasses of swine IgG identified from the cDNA sequences of a single animal. Journal Immunolology, 153: 3565-3573. King, A.; Loke, Y. W. y Chaouat, G. 1997. NK cells and reproduction. Immunology Today, 18: 64-66. Margni, R. A. 1996. Inmunología e Inmunoquímica. Fundamentos. Edición 5ta. Ed. Médica Panamericana, Buenos Aires, Argentina. p. 345-361. Margni R.; Malan Borel, I. 1998. Paradoxical behavior of asymmetric IgG antibodies. Inmunology Review, 63: 77-87. Marrable, A. W. 1971. In: The embryonic pig: a choronological account. Ed. Exeter, Pitman medical, London. Mattsson, R.; Mattson, A.; Holmdahl, R.; Scheynius, A. y Van der Meide, P. H. 1992. In vivo treatment with interferon-gamma during early pregnancy in mice induces strong expression of major

histocompatibility complex class I and II molecules in uterus and deciduas but not in extra-embryonic tissues. Biology Reproduction, 46: 1176-1186. Meeusen, E.; Fox, A.; Brandon, M. y Lee, C. S. 1993. Activation of uterine intraepithelial gamma delta T cell receptor-positive lymphocytes during pregnancy. European Journal Immunology, 23: 1112-1117. Templeton, J. W.; Tipton, R. C.; Garber, T.; Bondioli, K. y Kraemer, D. C. 1987. Expression and genetic segregation of parenteral BoL a serotypes in bovine embryos. Animal Genetics, 18: 317-322. Tizard, I. R. 2000. Veterinary Immunology. An Introduction. Sixth Edition. W.B. Saunders Company, USA. Wagstrom, E. A.; Yoon, K. J. y Zimmerman, J. J. 2000. Immune components in porcine mammary secretions. Viral Immunology, 13: 383-397. Watson, D. L. 1980. Immunological functions of the mammary gland and its secretions comparative review. Australian Journal Biology Science, 33: 4013-4022. Zenclussen, A.; Gentile, T.; Kortebani, G.; Mazzolli, A.; Margni R. 2001. Asymmetric Antibodies and Pregnancy. Journal Reproduction Immunology, 45: 289-294. Zhao, Y.; Burbach, J. A.; Roby, K. F.; Terranova, P. F. y Brannian, J. D. 1998. Macrophages are the major source of tumor necrosis factor α in the porcine corpus luteum. Biology Reproduction, 59: 1385-1391.

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Dubarry et al., 2003. Ciencia Veterinaria, 5: 8-17

Tuberculosis Bovina: relación de proporciones entre los diagnósticos anatomopatológicos macroscópico y microscópico

Dubarry, J. R1, 4.; Alvarez, A. R1.; Errea, A. L1.; Hierro, J. A1.; Medina, A2.; Pechín, G3.; Risi, R2, 4.; Vera, O. A1.; Véspoli Pucheu, M. V1 1Departamento de Clínicas, 2Departamento de Epizootiología y Salud Pública y 3Departamento de Producción Animal, Facultad de Ciencias Veterinarias. Universidad Nacional de la Pampa 4Servicio Nacional de Sanidad Animal (SENASA) Resumen Existe en la actualidad un Plan Nacional de Control y Erradicación de la Tuberculosis Bovina, en el que uno de los métodos más importantes para estimar la prevalencia es a partir de la detección de animales enfermos mediante el diagnóstico anatomopatológico macroscópico en frigoríficos. Para hacer confiables estos datos, se realizan otros estudios entre los que se encuentra el histopatológico. De acuerdo con la bibliografía y trabajos anteriores de los autores, la relación de proporciones entre los diagnósticos macroscópico y microscópico variaba entre el 54 y el 90%. Esta variación era excesivamente amplia para estimar la prevalencia de la enfermedad en el ganado bovino a partir de los datos obtenidos en frigoríficos. El objetivo del presente trabajo consistió en analizar uno de los factores que inciden en la amplitud de las correlaciones halladas, aumentando el número de muestras de cada individuo sospechado de estar enfermo. Fueron confirmados por histopatología el 60,40% de las muestras estudiadas (considerando una sola submuestra), este porcentaje aumentó al 69,80% cuando se recurrió al diagnóstico de las otras submuestras. Para conocer la sensibilidad y la especificidad del diagnóstico histopatológico se decidió realizar cultivos específicos tanto en las

muestras positivas como las negativas a dicho estudio. Los resultados fueron los siguientes: la sensibilidad del diagnóstico histopatológico fue del 71,15% y la especificidad del 97,77%. Este primer muestreo reveló que la prevalencia de la tuberculosis en la población estudiada y en el período analizado fue del 2,64%. Palabras claves: bovino, tuberculosis, histopatología, bacteriología, relación de proporciones. Summary At present exists a National Plan of Control and Eradication of Bovine Tuberculosis, which more important methodology for the prevalence estimation through the macroscopic anatomopathology diagnosis of affected animals in the abattoirs. To make reliable these data, it realize study like hystophatology diagnosis. At present, the correlation found about this diagnosis with respect to the macroscopic was between 54 to 90%. The purpose of the present work was to analyze one of the incident factors in the amplitude of the finded correlations, increasing the numbers of samples of each suspected sicks individuals. The 60,40% of studied samples about histopathology method were confirmed (considering only one subsample) and the 69.80% were confirmed by the diagnosis of more one subsample.

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To enhance the sensibility and the sensibility of histopathology diagnosis it decided to do specific cultures in the positives and the negatives samples. The results were the following: the sensibility of histopathology diagnosis was 71,15% and the specificity was 97,77%. The prevalence of the animal population studied and in the time analyzed was in order of 2,64%. Key words: cattle, tuberculosis, histopathology diagnosis, bacteriology diagnosis, proportions relation. Introducción La tuberculosis bovina es una de las enfermedades de creciente importancia en Salud Pública, ya que están aumentando los casos de infección producida por Mycobacterium bovis en el hombre. También incide negativamente sobre la producción de carne y leche, así como sobre la inserción de los productos en los mercados internacionales, que en el presente exigen la ausencia de bacterias patógenas o fracciones de las mismas para los productos y subproductos de origen animal, ya que esta enfermedad pertenece a la lista B de la O.I.E. En la Argentina se estima que su prevalencia, dada por los porcentajes de decomisos en frigoríficos con inspección oficial, tiene una media cercana al 4%. La única encuesta tuberculínica a nivel nacional fue realizada entre 1967 y 1971 sobre una muestra estadísticamente diseñada de 12.000 bovinos. Se determinó un porcentaje promedio de 4,3% de animales reactores positivos. el 38% de rodeos infectados (Bernardelli, 1997). Estas estimaciones se han efectuado basándose en el diagnóstico anatomopatológico macroscópico en

plantas faenadoras y a través de la intradermorreacción con PPD bovina. Existe en la actualidad un Plan Nacional de Control y Erradicación de la Tuberculosis Bovina, en el que uno de los métodos más importantes para estimar la prevalencia es a partir de la detección de animales enfermos mediante el diagnóstico anatomopatológico macroscópico en las plantas faenadoras (SENASA, 1970; Torres et al., 1997). Para verificar la confiabilidad de estos datos, se habían realizado algunos trabajos de correlación entre el diagnóstico anatomopatológico macroscópico y microscópico, encontrándose una variación entre el 54 y el 90% (Pellegrino et al., 1996; Latini et al., 1997). Ante esto, se consideró que era necesario conocer cuáles son los factores, aislados o convergentes, que inciden en esta amplitud, con el objeto de tener mayor precisión en las estimaciones. Uno de los objetivos del presente trabajo consistió en analizar uno de dichos factores, ya que la hipótesis que se planteó es que a mayor número de muestras de cada órgano o conjunto de órganos decomisados por tuberculosis, aumentaría la sensibilidad del diagnóstico macroscópico. El otro objetivo fue conocer una estimación muestral de la prevalencia de la enfermedad en esta zona, concretamente de los establecimientos que faenan en este frigorífico, como un muestreo más para conocer la del país. Materiales y Métodos El trabajo se realizó en un frigorífico local en el que se recolectaron muestras de 149 animales que presentaron lesiones macroscópicas compatibles con TBC.

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El tamaño de la muestra se calculó tomando en cuenta las siguientes estimaciones: población total de animales faenados durante seis meses (N=17.500), prevalencia esperada (P=0.05), con un nivel de confianza del 95%. Este cálculo fue realizado en base al programa EPIDAT versión 2.0 (Lwanga y Lemeshow, 1991). Se recolectaron todos los órganos que presentaban estas lesiones, siguiendo la rutina del personal sanitario. Luego de describirlas se tomaron hasta tres submuestras de cada decomiso, la mitad se fijó en formol al 10% para su estudio histopatológico y la otra mitad se colocó en un recipiente estéril para realizarles cultivos posteriores en Stonebrink y Löwenstein Jensen, conservándolas en el freezer (-20 ºC). A las submuestras fijadas en formol se las procesó para su inclusión en parafina y se realizaron dos cortes con micrótomo, uno se tiñó con la técnica de Hematoxilina-Eosina y al otro con la técnica de Ziehl Neelsen, específica para microorganismos ácido alcohol resistente (ver fotos 1-2). El diagnóstico histopatológico (anatomopatológico microscópico) positivo se basó en la observación de la morfología típica del granuloma con tinción H-E o bien en presencia de células epitelioides con micobacterias en su citoplasma, evidenciadas por la tinción de Ziehl Neelsen (Jubb et al., 1992; Cassidy et al., 1998). Se realizaron cultivos bacteriológicos en medios selectivos para micobacterias. Se sembraron las muestras positivas y negativas al diagnóstico histopatológico tanto en el medio de Löwenstein Jensen como en el de Stonebrink. El método de decontaminación que se empleó es el que utiliza la N–Acetil–L–Cisteína, según lo recomendado por la Red Latinoamericana y del Caribe de Tuberculosis (RELACTB) en 1998. Los datos de Bacteriología positiva correspondieron a las muestras que

desarrollaron en los cultivos de Stonebrink. Resultados y Discusión Como se mencionó anteriormente, uno de los puntos de partida del Plan Nacional de Control y Erradicación de la Tuberculosis Bovina es la detección de animales enfermos mediante el diagnóstico anatomopatológico en las plantas faenadoras. Esta es la prueba tamiz para dicho plan. Se basa en las características de las lesiones macroscópicas, cuyo criterio de positividad lo da la observación de la morfología típica de un granuloma, o sea la presencia de una formación esférica, rodeada por tejido conectivo y con un contenido necrótico, calcificado o no. Esto lo realizan los inspectores de frigoríficos aplicando su experiencia teórica y práctica. Debido a que la morfología macroscópica es similar a la de otras enfermedades granulomatosas, los datos obtenidos en frigoríficos deben ser confirmados posteriormente para conocer la especificidad de dicho diagnóstico. Para ello se realizan diversos estudios entre los que se encuentra el análisis de la relación de proporciones entre los diagnósticos positivos macroscópicos con respecto a los positivos histopatológicos (diagnóstico anatomopatológico microscópico). De acuerdo con la bibliografía consultada, cuando ambas pruebas se compararon la proporción variaba entre el 54% y el 90% (Dubarry y Ottavianoni, 1985). Ante esto, se consideró que era necesario analizar cuáles son los factores aislados o convergentes que inciden en esta amplitud de los porcentajes hallados. Uno de los objetivos del presente trabajo consistió en analizar uno de dichos factores, ya que la hipótesis que se planteó es que a mayor número de

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muestras de cada órgano o conjunto de órganos decomisados por tuberculosis, aumentaría la sensibilidad del diagnóstico macroscópico, ya que habría una mayor probabilidad de encontrar la morfología histológica característica. Fueron confirmadas por histopatología el 60,40% de las muestras estudiadas (considerando el estudio de una sola submuestra). Este porcentaje aumentó al 69,80% al recurrir al diagnóstico de las otras submuestras, cifra superior a las mencionadas en otros trabajos (Torres

et al., 1997). Se mejoró la relación de proporciones en un 9,40%. Estas muestras hubieran sido diagnosticadas como procesos inflamatorios crónicos, aún en algunos casos no granulomatosos (cuadro 1). Lo expuesto permitió disminuir el desvío estandard de todos los muestreos realizados hasta el presente en el país de 20,39% a 17,14%. Esto es lógico desde el punto de vista estadístico, ya que a mayor cantidad de muestras disminuye el error.

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90104

0

20

40

60

80

100

120

140

160

Comparación entre diagnósticos positivos macroscópicos y microscópicos con tinciónHematoxilina-Eosina (H-E) considerando una submuestra y más de una submuestra

Macroscópico Una submuestra Más de una submuestra 149 90 (60,40 %) 104 (69,80%)

En este trabajo el 30,20% no fue diferenciable macrocópicamente de un proceso de tuberculosis. Estas patologías y sus porcentajes fueron los siguientes: Actinomicosis o Actinobacilosis (14,09%), Quistes hidatídicos contaminados (10,74%). Adenomas hepáticos (1,34%) y

abscesos inespecíficos 4,03%. Estos datos también son importantes porque nos están manifestando los primeros datos de otro de los factores a analizar como causantes de la distorsión de las proporciones cuando se relacionan los decomisos con la realidad de la enfermedad, en esta zona geográfica.

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0

50

100

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Comparación entre los diagnósticos macroscópicos positivos y otras patologías nodiferenciables macroscópicamente de tuberculosis:

Macroscópico Actinomicosis o Actinobacilosis

Quiste hidatídico contaminado

Adenoma hepático

Abscesos inespecíficos

149 21 (14,09 %) 16 (10,74 %) 2 (1,34 %) 6 (4,03 %)

Los trabajos sobre correlación o concordancia del diagnóstico microscópico presuntivo de TBC con otras pruebas confirmatorias en las que debe estar incluido el cultivo que es considerado altamente específico (cercano al 100%), se hacen con el objeto de determinar si solo con el diagnóstico microscópico es suficiente para considerar una muestra positiva, dicho de otra manera determinar su grado de sensibilidad y especificidad. Para conocer estas relaciones se decidió cultivar tanto las muestras positivas como las negativas a dicho diagnóstico. Los resultados fueron los siguientes: 71,15% de muestras positivas por

histopatología resultaron positivas también a M. bovis (desarrollaron en Stonebrink) y un 16,35% correspondieron a otras micobacterias (desarrollaron en Löwenstein Jensen). También se hicieron cultivos de muestras negativas al diagnóstico histopatológico para estimar su especificidad. El resultado fue el siguiente: el 2,22% de las 45 muestras negativas desarrolló en Stonebrink y el 4,44% en Löwenstein Jensen. El análisis de los datos anteriores revela que la sensibilidad del diagnóstico histopatológico fue del 71,15% y la especificidad del 97,77%.

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Comparación entre el número de muestras con diagnóstico positivo con tinción H–E y positivaspor cultivo en medio de Stonebrink (SB) y positivas cultivadas en medio de Löwenstein Jensen(L–J)

104

74

17

0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100

Tinción H-E Cultivo en Stonebrink Cultivos en Löwenstein Jensen 104 74 (71,15 %) 17 (16,35 %)

Comparación entre el número de muestras con diagnóstico negativo con tinción deH– E y los resultados en el cultivo en medio de Stonebrink y en Löwenstein Jensen:

0 5

10 15 20 25 30 35 40 45

Negativas H-E Stonebrink Löwenstein Jensen

45 1 (2,22 %) 2 (4,44 %)

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Los porcentajes en relación al diagnóstico histopatológico positivo fueron Ziehl Neelsen versus H–E:

94,23%; cultivo Stönebrink versus H–E: 71,15%.

149

104 98

0

50

100

150

Comparación entre los diagnósticos positivos con tinción Hematoxilina–Eosina(HE) y Ziehl Neelsen (Z–N):

Macroscópico Tinción H-E Tinción Z-N 149 104 (69,80 %) 98 (66,44%)

El 94,23% fue positivo a la coloración para ácido alcohol resistentes aunque solo se confirmó por cultivo el 75,51%, cifra muy superior a la mencionada por Latini y col. (1997) del 45,6, aunque en este caso se efectuó la baciloscopía sobre el total de los decomisos sospechosos de tuberculosis. En el mismo trabajo se señala un 97% de correlación entre el baciloscópico positivo y el cultivo. El 71,15% se confirmó mediante cultivo, cifra intermedia entre las obtenidas por otros autores que variaban entre el 68.50% y el 96% (Latini et al., 1997) y similar al 71,30% obtenida por Pellegrino y col (1996). En este frigorífico en promedio se faenan 17500 animales durante seis

meses y se decomisan aproximadamente 650 animales, por lo tanto la prevalencia de la enfermedad según estos datos sería del 3,71%. Pero corregido por los valores hallados de concordancia de proporciones entre los diagnósticos macroscópicos y microscópicos sería realmente del 2,64%. Esta cifra es baja si se la compara con los valores de prevalencia a nivel nacional, pero está de acuerdo con lo que se señala en algunos trabajos (Torres et al., 1997) en los que se le da gran relevancia a cada una de las regiones en cuanto a la presencia de la enfermedad y los rangos son muy amplios variando entre el 1,35% (Torres et al., 1997) y el 5,37% (Latini et al.,

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1997) en las distintas regiones y entre frigoríficos de una misma región variaba entre el 0,59% y el 11% (Latini et al., 1997). En nuestro caso la

prevalencia relativamente baja posiblemente se deba a que el 95% de los animales faenados son de consumo especial.

Foto 1. Granuloma producido por Mycobacterium bovis, confirmado por cultivo en Stonebrink. Nótese las características típicas de un granuloma producido por Mycobacterias, hiperplasia externa de tejido conectivo (1); acúmulo de células inflamatorias mononucleares con células gigantes (2); necrosis caseosa central (3); y calcificación (4). (40X). Foto 2. Extendido de colonias de Mycobacterium bovis que desarrollaron en el medio específico de Stonebrink teñidas con la técnica de Ziehl Neelsen. (1000X).

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Conclusiones Los resultados obtenidos indican que al aumentar el número de muestras, se establece una mayor relación entre ambos diagnósticos. Esto avala la utilización de la histopatología para verificar la sensibilidad del diagnóstico macroscópico, ya que es el que ofrece mayores ventajas para su empleo en mayor escala debido a que requiere menores gastos en cuanto a materiales e infraestructura que cumpla con las normas de bioseguridad. También nos permiten inferir la tendencia de la prevalencia de otras enfermedades regionales que distorsionan los valores de prevalencia real de la TBC bovina utilizando el parámetro de los decomisos en este frigorífico regional. Con los valores actuales de prevalencia de la enfermedad a nivel poblacional las diferencias no son notables, pero si pueden serlo cuando esta disminuya o cuando aparezca algún animal sospechoso en rodeos o zonas libres, también para evaluar en algunos casos la sensibilidad de la prueba tuberculínica. En estos casos el diagnóstico deberá tener mayor exactitud. Esto hace necesario incorporar nuevas técnicas diagnósticas que permitan detectar ADN o proteínas bacterianas o fracciones de los mismos sin la interferencia de otros factores como de la recolección de las muestras, de los bacilos y las condiciones de un ambiente adecuado para su desarrollo, además estas técnicas aparecen como más rápidas 3-4 días (Miller et al., 1996) frente a los dos meses que tarda el cultivo. También nos indican que los valores de prevalencia de la enfermedad en esta zona son bajos, aunque en lo sucesivo deberán hacerse más muestreos para

estimar mejor los valores poblacionales regionales. Bibliografía Bernardelli, A. 1997. Realidad Argentina en Tuberculosis. Revista Medicina. Veterinaria Nº Centenario: 133-135. Cassidy, J. P.; Bryson, D. G.; Pollock, J. M.; Evans, R. T.; Forster, F.; Neill, S. D. 1998. Early lesion formation in cattle experimentally infected with Mycobacterium bovis. Journal of Comparative Pathology, 119: 1, 27-44. Cosivi, O.; Grange, J. M.; Daborn, C. J.; Raviglione, M. C.; Fujikura, T.; Cousins, D.; Robinson, R. A.; Huchzermeyer, H. F. A.; Kantor, I. N.; Meslin, F. X. 1998. Zoonotic tuberculosis due to Mycobacterium bovis in developing countries. Emerging Infectious Diseases, 4: 1. Dubarry, J. R.; Ottavianoni, L. A. 1985. Un aporte para el estudio de la tuberculosis bovina en la provincia de La Pampa. Veterinaria Argentina, 2: 14. Jubb, K. V. F.; Kennedy, P. C.; Palmer, N. 1992. Pathology of Domestic Animals. Academic Press. Inc. 4º Ed. p. 641-648. Kantor, I. N.; De la Vega, E.; Caballero, P. J.; Piñanez, D. 1981. Estudio de órganos bovinos decomisados por tuberculosis en mataderos del gran Buenos Aires. Revista Medicina Veterinaria, 62. Latini O.; Canal A. M.; Ferrara, M. E.; Sequeira, M. D.; Sequeira, G.; Bagnaroli R.; Torres, P. 1997 Confiabilidad en la determinación de prevalencia de infección de Mycobacterium bovis en ganado bovino por decomisos en frigoríficos. Archivos. Medicina Veterinaria, XXIX, Nº 2: 197. Lwanga, S. K.; Lemeshow, S. 1991 Determinación del tamaño de las muestras en los estudios sanitarios” O.M.S. Mc. Graw, H. 1968. Manual of histologic staining methods. Armed Forces Institute of Pathology. 3ª Ed. p. 220. Miller, J. M.; Jenny, A. L.; Rhyan, J. C.; Saari, D. A.; Suarez, D. I. 1996. Detection of Mycobacterium bovis in formalin-fixed paraffin-embedded tissues of cattle and elk by PCR amplification of an IS6110 sequence specific for mycobacterium

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tuberculosis complex organisms title CHG.2-24-97. TEKTRAN. United States Department of Agriculture. Agricultural Research Service. Ottavianoni, L. A.; Bernardelli, A.; Dubarry, J. R. 1986. Aspectos sobre tuberculosis porcina en la provincia de la Pampa. Veterinaria Argentina, 3: 25. Pellegrino, F.; Oliva, G.; Carfagnini, J.; Kantor, I.; Pinto, S.; Underwood, S.; Reniero, A.; Puentes, A.; Torres, P.; Alvares Peralta, E. 1996. Bases anatómicas para los criterios de decomiso parcial por tuberculosis en bovinos. Revista Medicina Veterinaria, 77: 241-246. Plan Nacional de Control y Erradicación de la Tuberculosis Bovina. Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA). Primer Seminario Internacional sobre Tuberculosis Bovina para las Américas.

1970. Santiago de Chile, OPS / OMS. Nº 258. Seminario Taller sobre Control y Erradicación de la Tuberculosis Bovina. 1997. SENASA. Torres, P.; Pérez, A.; Andrada, M.; Riart, G.; Sarradell, J. 1998. Estudio de prevalencia de TBC bovina evaluada por inspección macroscópica de los animales faenados en los frigoríficos con inspección federal de la República Argentina en el período marzo 1995-febrero 1997. (Programa nacional de lucha contra la tuberculosis bovina). Zumarraga, M.; Cataldi, A; Bigi, F; Alito, A.; Romano, M. 1999. Aplicación de la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) en la detección de micobacterias en la leche. Revista Argentina de Microbiología, (Supl. 1): 4-5.

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Monina et al., 2003. Ciencia Veterinaria, 5: 18-28

Semiología ultrasonografica del testículo, epidídimo y cordón espermático en el toro

Monina, M. I1.; Heritier, J. M1.; Vera, O. A1.; Della Croce, M. R1.; Ierace, A. J. M1.; Galetti, E. J. R1.; Véspoli Pucheu, M. V1.; Rossetto, L2.; Olivares, M. D3 1Departamento de Clínicas, 2Departamento de Producción Animal y 3Departamento de Ciencias básicas, Facultad de Ciencias Veterinarias, Universidad Nacional de La Pampa Resumen El objetivo principal de este trabajo fue: Determinar y estandarizar los planos de corte para el estudio por ultrasonido de las gonadas y anexos del toro, con el propósito de lograr una correcta: Evaluación de la ecoestructura anatómica. Medición de las mismas. Los objetivos secundarios fueron: Determinar si existen variables individuales en cuanto a ecoestructura y medidas en las gonadas, observadas a través de la actividad reproductiva, la edad y las características ambientales en los individuos evaluados. Determinar si existen variables significativas entre individuos de una misma población, en las distintas mediciones hechas a través del tiempo en el que se desarrolló el proyecto. Se utilizan cinco planos por estudio practicado a cada individuo para su comparación entre animales vivos y en condiciones a campo y se establecen los cortes más convenientes para cada medición. Dos aspectos importantes de esta técnica son no ser invasiva y poder implementarse en todos los individuos que abarcan este trabajo. Se estudia en seis oportunidades a 15 individuos de raza Hereford, de 24 meses de edad promedio para la primer lectura, durante dos años, coincidiendo con el otoño, invierno y primavera, no pudiendo realizarlo en el verano dado que los toros se encuentran en servicio a campo en esa época. Sé controlarón las variables ecográficas de las gónadas y anexos en condiciones naturales. Cada toro fue evaluado con el objeto de estimar las variaciones a través del

tiempo, el crecimiento etáreo de cada individuo, el estado nutricional y la situación de pre o post servicio. Estos individuos pertenecen a explotaciones de cría con características muy particulares ubicada en la región del caldenal de la zona de Victorica, provincia de La Pampa. Dichas explotaciones pertenecen a una empresa familiar, siendo estos toros de su propia producción. En los últimos 10 años se han logrado altos porcentajes promedio de preñez y destete. A través de los distintos cortes (transversal oblicuo, transversal bitesticular, transversal modificado, longitudinal modificado y sagital modificado), se evalúan con exactitud el escroto y sus capas en conjunto, parénquima testicular, plexo pampiniforme, cabeza, cuerpo y cola del epidídimo, logrando definir la ecoestructura de cada componente anatómico y su medición. Se evalúan estadísticamente los datos de cada individuo y de toda la población de toros con la finalidad de estandarizar los resultados. Palabras claves: ultrasonografía, anatomía ultrasonográfica, cortes anatómicos, gónadas, toro Abstract The primary objective of the work was to determine and standardize the ultrasonographic use of ecographi in the gonads bull in order to evaluate it anatomically. The secondary objectives were to determine if there is any

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Monina et al., 2003. Ciencia Veterinaria, 5: 18-28

individualvariation by ultrasound observed through reproductive activities, age and environmental condition among individuals evaluated; and determine if there is any significant variability between individuals within the sample through the lasting time of the project. It utilised five different planes to each individual to live animals under pastoral conditions and it settled the most convenient. Fifteen Hereford bulls were evaluated in six opportunities, starting at 24 month of age during two years, autumn, winter and spring. During summer were unable to take any determination because the animals were under natural meeting. Each bull was evaluated to determine variability through the study-period, body condition, and body condition pre- and post-mating. Using different ultrasound cut was able to evaluate and characterise the scrotum, testicular parenchyma, pampiniform plexus and head, body and epididimun cauda Introducción La evaluación de las gónadas y anexos del toro a través de la ultrasonografía permite determinar con exactitud variables de la estructura ecográfica que presentan los distintos componentes anatómicos (Schwarze, 1970; Pechman y Eilts, 1986; Powe et al., 1988; Getty et al., 1990). Cada uno de ellos requiere de cortes especiales para su estudio (Pechman y Eilts, 1986; Brass, 1987; Powe et al., 1988; Pereyra et al., 1993; Chandolia et al., 1997). El material estudiado en la bibliografía consultada proviene de individuos de frigorífico, piezas anatómicas o casos experimentales; se les desconoce el pasado reproductivo, el estudio ultrasonográfico es único en su vida. (Peachman y Eilts, 1986; Brass, 1987; Powe et al., 1988; Coulter and Bailey, 1988; Pereyra et al., 1993; Evans et al.,

1996; Chandolia, 1997; Gabor et al., 1998;). Pechman, y Eilts estudiaron ultrasonográficamente los escrotos y su contenido de 20 toros con un rango etáreo entre 6 meses y 10 años con historia clínica desconocida e identificaron la cabeza de los epidídimos en los aspectos proximales y craneales del testículo, concluyendo que la mejor observación fue realizada en los planos sagitales. Según estos autores el cuerpo del epidídimo y los conductos deferentes fueron difíciles de identificar rutinariamente. Gabor y colaboradores realizaron la medición escrotal presacrificio y el estudio ultrasonográfico e histopatológico de los testículos post mortem en toros sin historial reproductivo. Pereyra y colaboradores recolectaron al azar durante diez meses los testículos de 86 toros en un matadero, con el propósito de estudiar la presentación de distintas lesiones. Brass, después de girar el transductor 90º, determinó que el cuerpo del epidídimo presenta una forma ovalada hipoecoica y hasta libre de ellos, y agregó que la cola del epidídimo en comparación con el parénquima testicular es algo más hipoecoica y con una estructura más densa. El examen completo de los toros, incluyendo las pruebas de capacidad de servicio, circunferencia escrotal y el control de las enfermedades venéreas es fundamental en el momento de realizar el examen clínico andrológico para la selección de los reproductores (Roberts, 1979; Rosemberger, 1981; Acuña, 1997; Casaro y Mihura, 1997; Monina et al., 2000). Dado que no se han encontrado estudios previos de estandarización de los planos de corte para la correcta evaluación de las gónadas del toro el objetivo de este trabajo es determinar y estandarizar una técnica ultrasonográfica que en

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condiciones a campo permita una evaluación precisa de la anatomía del testículo, epidídimo y cordón espermático en esta especie, estableciendo los cortes de estudio exactos para ello. Materiales y Métodos Materiales Muestreo: Se estudian 15 individuos, de raza Hereford, cuya edad para la primer medición del proyecto promediaba 24 meses. Ecógrafo: Pie Medical modelo 480, portátil, transductor transrectal lineal de doble frecuencia, de 5 y 7,5 MHz, con remoto en el cable para congelar, memorizar y magnificar imágenes. Videoimpresora: Sony modelo UP-895 MD, señal de entrada EIA o CCIR, papel termosensible tipo I (normal) UPP-110 S. Grupo electrógeno. Métodos ultrasonográficos (técnicas de corte): Los toros se evalúan en cada control por medio de una inspección general a corral y luego una inspección en particular y palpación en el cepo, desde posterior examinando: escroto, testículos, epidídimos, cordones espermáticos y linfonódulos escrotales. Luego se realiza la medición de circunferencia escrotal por medio del escrotímetro y la determinación del volumen testicular por medio de la jarra volumétrica. A continuación, se realiza la evaluación ultrasonográfica, permaneciendo el operador en la misma posición que durante la exploración clínica (Ver figura 1). Corte Transversal Oblicuo: El transductor se coloca en posición horizontal, de lateral, en proximal del testículo. Se observa una imagen ecográfica heterogénea que corresponde al plexo vascular pampiniforme que

presenta un gran número de estructuras tubulares intrincadas, de aspecto hipoecoico y anecoico. (Ver figura 2 y figura, foto e imagen 4). Corte Transversal Bitesticular: El transductor se ubica en posición horizontal, de lateral, coincidiendo con el lugar de mayor diámetro bitesticular. Se observan ambos testículos separados por el septo o tabique medio con estructura ultrasonográfica hiperecoica, el parénquima testicular muestra una imagen ecográfica homogénea con media reflexión, el mediastino testicular está ubicado en el centro de ambos testículos como una zona circular pequeña hiperecoica. (Ver figura 2 y figura, foto e imagen 5). Corte Transversal Modificado: Este corte fue creado ya que la técnica utilizada en la bibliografía no permite evaluar la cola del epidídimo correctamente en el toro cepeado. El transductor se posiciona horizontalmente, disto-medial del testículo, a nivel de la cola del epidídimo. Se evalúa cada epidídimo en forma individual, desplazando hacia dorsal el otro testículo. En la imagen aparece la cola del epidídimo que comparada con el parénquima testicular es heterogéneo hipo-anecoico y de forma circular. (Ver figura 3 y figura, foto e imagen 6). Corte Longitudinal Modificado: Este corte fue creado para abordar el cuerpo del epidídimo en forma longitudinal, encontrándose como la vía más práctica (en condiciones a campo) por la que puede identificarse y realizarse un seguimiento minucioso de su totalidad. El transductor se coloca en posición vertical, apoyado en la cara medial, sobre el cuerpo del epidídimo y conducto deferente. Se trabaja sobre un testículo por vez, el otro se desplaza hacia dorsal. La imagen ecográfica del parénquima testicular es similar a la

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obtenida en el corte bitesticular, el mediastino se observa como una estructura lineal hiperecoica. El cuerpo del epidídimo se presenta como una estructura tubular homogénea hipoecoica delimitada por márgenes hiperecoicos. El conducto deferente no es fácil de visualizar. (Ver figura 3 y figura, foto e imagen 7). Corte Sagital Modificado: Este corte fue creado especialmente para poder abordar la cabeza del epidídimo correctamente. El transductor se ubica en el tercio proximal y sobre caudal del testículo, en posición de plano inclinado a 45º con el vértice del mismo hacia el tabique escrotal. La imagen ecográfica del parénquima testicular es similar a la del corte bitesticular. La cabeza del epidídimo se observa como una estructura homogénea hipoecoica delimitada por márgenes hiperecoicos de forma triangular. (Ver figura 3 y figura, foto e imagen 8). Análisis Estadístico Descriptivo: Se obtuvo la media, el desvío estandar y el coeficiente de variación de cada individuo y de la población en cada control y del total de los registros de la población. Resultados Evaluación de la anatomía ultrasonográfica de acuerdo a los planos de corte Se logró una correcta determinación del aspecto ultrasonográfico de las distintas estructuras de las gónadas y anexos del toro determinando con exactitud los planos de corte para ello. La técnica fue realizada totalmente en condiciones a campo: – El escroto y sus capas, que están muy bien delimitados de la imagen testicular, se observaron como una línea de mayor ecogenicidad respecto al parénquima del testículo. Ninguno de los cinco

planos utilizados, permitió diferenciar individualmente cada capa del escroto. – El parénquima testicular presentó un aspecto ultrasonográfico homogéneo en los cortes transversal bitesticular, longitudinal modificado y sagital modificado. – El plexo pampiniforme se observó como una imagen heterogénea hipo–anecoica de aspecto tubular intrincado, en el corte transversal oblicuo. – El epidídimo presentó sus tres porciones con una apariencia ultrasonográfica particular: La cabeza, como una imagen triangular de márgenes hiperecoicos con un interior homogéneo hipoecoico en el corte sagital modificado. El cuerpo (que no resultó dificultoso abordar) se observó como una imagen de aspecto tubular en el corte longitudinal modificado de características homogénea hipoecoica delimitada por márgenes hiperecoicos. La cola, como una imagen de forma circular en el corte tranversal modificado, al compararla con el parénquima testicular se observó heterogénea hipo-anecoica. Análisis estadístico Se obtuvo la media, desvío estandar y coeficiente de variación del diámetro bitesticular de cada individuo, de la población en cada control y del total de los registros. Determinando dicho estudio una distribución interesante de los valores obtenidos, dado que el coeficiente de variación osciló entre 5 y 10 (coeficiente de variación 6,76). Dadas las características anatómicas del epidídimo y del cordón espermático, sus mediciones no pudieron ser consideradas porque no es posible ubicar el transductor en forma exacta, debido a la forma cónica de la cola, elíptica del cuerpo y triangular de la cabeza del epidídimo. El conducto deferente no pudo ser visualizado

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nítidamente por la tortuosidad de dicha estructura que hace imposible la exactitud, la repetitividad y la medición precisa del mismo, en el toro en estación y en condiciones de campo. Discusión No existen en la bibliografía consultada cortes que determinen con exactitud la técnica apropiada para cada estructura, teniendo en cuenta que este estudio se realiza en sujetos en el cepo en las mismas condiciones que las utilizadas para un examen clínico de rutina y no en piezas anatómicas aisladas.

En el trabajo realizado a campo y a diferencia de lo citado en la bibliografía no resulta dificultoso abordar el cuerpo de epidídimo. Cabe mencionar que en ninguna de las citas bibliográficas consultadas existe precisión a la hora de determinar con qué plano de corte evaluar cada estructura anatómica y la estandarización de la técnica, siendo también que ninguna fue realizada en individuos a campo como en el presente trabajo. Los valores hallados no pudieron compararse con los estandares de la raza pues no existen registros en la bibliografía consultada.

DIAMETRO BITESTICULAR (fechas y valores de medición)

ESTIMACION DE CADA INDIVIDUO

Desvío Coef. de

CA

RA

VA

NA

22/1

1/00

6/4/

01

14/7

01

17/5

/02

22/8

/02

15/1

1/02

Media Estandar Variación

10 9,34 9,83 10,39 10,14 10,76 11,43 10,32 0,73 7,08 11 10,57 10,02 9,77 9,95 11,25 10,70 10,38 0,56 5,42 12 10,14 9,83 11,56 11,86 11,92 11,87 11,20 0,95 8,50 13 9,83 9,90 10,69 10,51 10,70 10,45 10,35 0,39 3,73 14 11,00 9,77 11,43 11,51 11,86 11,74 11,22 0,77 6,86 16 9,84 10,51 11,50 10,08 11,00 10,69 10,60 0,61 5,71 17 9,83 9,77 10,08 10,82 11,21 11,80 10,59 0,83 7,80 18 11,02 11,13 10,26 10,70 11,44 10,76 10,89 0,41 3,74 19 10,08 9,65 11,43 10,39 11,33 11,43 10,72 0,78 7,28 2 10,88 10,63 11,74 11,31 11,37 11,68 11,27 0,44 3,89 3 10,02 9,90 9,96 10,70 10,57 10,70 10,31 0,39 3,75 4 10,20 10,33 11,56 9,77 10,78 10,63 10,55 0,61 5,78 6 11,31 10,20 11,68 11,19 11,86 11,13 11,23 0,58 5,16 7 10,76 8,80 11,62 10,08 11,13 11,80 10,70 1,12 10,44 9 9,77 9,96 11,80 10,51 11,56 11,12 10,79 0,84 7,79

Media 10,31 10,02 11,03 10,63 11,25 11,20

Desvío Estandar

0,58 0,52 0,74 0,61 0,44 0,51

Coef. de EST

IMA

CIO

N

DE

LA

PO

BL

AC

ION

E

N C

AD

A C

ON

TR

OL

Variación 5,60 5,22 6,73 5,75 3,87 4,56

ESTIMACIÓN DEL TOTAL DE LOS REGISTROS

Media 10,74

Desvío Estandar 0,73

Coeficiente de Variación 6,76

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Conclusiones Una de las consideraciones que se tuvo en cuenta al plantear el proyecto fue la de trabajar con una población que estuviera integrada por individuos sanos, productivamente aptos y en actividad reproductiva. Siendo posible contemplar esta técnica como una de las más precisas, de aplicación simple y no invasiva en el momento de evaluar andrológicamente al toro, ya que permite inferir cambios mínimos en la anátomoestructura, con exactitud, que normalmente no se detectarían por las maniobras tradicionales y repetirla estandarizada a través del tiempo. La modificación de los cortes transversal, sagital y longitudinal han sido encontrados como los más indicados para la localización, seguimiento y evaluación de cola, cabeza y cuerpo del epidídimo respectivamente. La imagen del parénquima testicular a los 24 meses (promedio) de edad coincidió como más hiperecoica que en el resto de las observaciones hechas a través del tiempo en cada animal, siendo esto independiente de la época del año, el estado de nutrición y la actividad reproductiva de cada individuo, debiéndose destacar que esa medición correspondió a toros púberes vírgenes.

Al cotejarse los resultados de las comparaciones de maniobras tradicionales con el diámetro bitesticular mostraron que tanto para volumen testicular como para diámetro bitesticular las determinaciones dieron una asociación notable con circunsferencia escrotal. Por otra parte el volumen testicular y el diámetro bitesticular no son sensiblemente dependientes de la circunferencia escrotal. Otra particularidad se presentó cuando se realizó la medición durante un período de baja disponibilidad forrajera, en un grupo de toros respecto al resto del conjunto que se mantuvo con buena disponibilidad de alimento. Se observó que no varió la imagen ecográfica del parénquima testicular en ninguno de los grupos, pero los subalimentados presentaron una menor circunferencia escrotal coincidente con una disminución en el diámetro testicular obtenido por el corte ultrasonográfico bitesticular. El análisis de los resultados permite aseverar que los individuos evaluados son representativos de la población de la cual fueron extraídos, ya que en términos estadísticos no existieron diferencias significativas entre ellos.

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Anexo

Figura 1-Esquema de las estructuras testiculares y anexos normales que son observadas por ultrasonido: CE: Cordón espermático CA: Cabeza del epidídimo CU: Cuerpo del epidídimo CO: Cola del epidídimo PT: Parénquima testicular MT: Mediastino testicular

CE CA

PT CU MT Figura 2-Esquema de cortes ultrasonográficos bitesticulares:

TO: Transversal oblicuo TB: Transversal bitesticular

CO TO

TB Figura 3-Esquema de cortes ultrasonográficos monotesticulares:

SM: Sagital modificado LM: Longitudinal modificado TM: Transversal modificado

SM LM TM

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Figura, foto e imagen 4-Corte transversal oblicuo (TO): Figura, foto e imagen 5-Corte transversal bitesticular (TB):

TO

TB

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Figura, foto e imagen 6-Corte transversal modificado (TM):

TM

Figura, foto e imagen 7-Corte longitudinal modificado (LM):

LM

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Figura, foto e imagen 8-Corte sagital modificado (SM):

SM Bibliografía Acuña, C. M. 1997. Examen de Fertilidad en Toros. IXº Curso. Azul, Prov. de Buenos Aires, Argentina Brass, K. E. 1987. Die Sonographie in der Andrologischen Untersuchung bei Verschiedenen Haussäugetierarten. Aus der Klinik für Andrologie und Besamung der Haustiere (im Richard-Götze-Haus) der Thierärztlichen Hochschule Hannover und der Rinderproduktion Niedersachsen GmbH. Hannover-Bremen sowie dem Besamungsverein Neustadt a.d. Aisch e.V. Casaro, G. y Mihura, H. 1997. Selección de Toros. Therios, Suplemento Especial, p 19-26 Chandolia, R. K.; Bartlewski, P. M.; Omeke, B. C.; Beard, A. P.; Rawlings, N. C.; Pierson, R. A. 1997. Ultrasonography of the developing reproductive tract in ram lamb: Effects of a GnRh agonist. Theriogenology, 48: 99-117 Chandolia, R. K.; Honaramooz, A.; Omeke, B. C.; Pierson, R. A.; Beard, A. P.; Rawlings, R. C. 1997. Assessment of Development of the Testes and Accessory Glands by Ultrasonography in Bull Calves

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Pechin et al., 2003. Ciencia Veterinaria, 5: 29-33

Efectos de la adición de suero de queso deshidratado en las dietas de lechones destetados a los 30 días de edad

Pechin, G. H1.; Sánchez, F. O1.; Álvarez, H. R1. 1Departamento de Producción Animal, Facultad de Ciencias Veterinarias, Universidad Nacional de La Pampa. Resumen El objetivo de este trabajo fue comparar el desempeño de lechones destetados a los 30 días de edad y alimentados con una dieta a base de maíz, poroto de soja desactivado (PSD) y acidificantes, con el de otro grupo de animales alimentados con la misma dieta, con la adición de suero de queso deshidratado (SQD) al 20%. Ciento veintiocho lechones, con un peso de 9,304 ± 2,025 kg, fueron agrupados por camada y por peso, y asignados aleatoriamente a dos grupos: Control (maíz-PSD) y Tratamiento (maíz-PSD-SQD). Cada grupo experimental quedó conformado por 4 corrales de 16 lechones cada uno. Los lechones fueron pesados individualmente al destete (30 días de edad, en promedio), a los 14 días y a los 28 días post-destete, datos que se utilizaron para el cálculo de la ganancia diaria de peso durante ambos períodos. Se midieron, además, el consumo de alimento y la conversión alimenticia. La adición de SQD mejoró el consumo de alimento (673,8 ± 33,3 vs 770,3 ± 42,8 g/día) y la ganancia de peso (363,4 ± 3,2 vs 420,2 ± 10,9 g/día) durante el primer período post-destete, pero no durante el segundo período. No hubo efecto del tratamiento sobre la conversión alimenticia durante ninguno de los dos períodos. Puede concluirse que el SQD tiene un efecto positivo sobre el desempeño de los lechones destetados a los 30 días de edad, al menos durante las primeras dos semanas post-destete.

Palabras clave: lechones destetados, suero de queso deshidratado. Summary The objective of this work was to evaluate the efficacy of supplemented dried whey (DW) (20%) in a corn-soybean heat processed (SHP)-based diet for 30 days weaned pigs’ performance. A total of 128 piglets (9.034 ± 2.025 kg) were allotted by litter and weight to two groups: Control (corn-SHP) and Treatment (corn-SHP-DW). The experimental groups were formed by 4 pens of 16 piglets each one. All piglets were weighted at weaning, at 14 days and 28 days post-weaning, for calculating daily weight gain in both periods. Feed intake and feed: gain ratios were also determined. DW addition improved feed intake (673.8 ± 33.3 vs 770.3 ± 42.8 g/day) and weight gain (363.4 ± 3.2 vs 420.2 ± 10.9 g/day) during the first period but not during the second period post-weaning. Feed: gain ratio was not affected by DW in any period. In conclusion, supplementation of DW to starter diets during 2 weeks after 30 days weaning improves the piglets’ performance. Key words: weanling pigs, dried whey. Introducción Desde hace décadas los criaderos intensivos de cerdos vienen practicando el destete precoz de los lechones, con el

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objeto de mejorar el desempeño reproductivo global de las cerdas. Existe consenso en torno a que un destete entre las 3 y 4 semanas de edad maximiza la cantidad de lechones destetados por cerda y por año, ya que mejora el número de partos/cerda/año, sin afectar negativamente el tamaño de camada. Sin embargo, con destetes entre los 25 y 32 días, la producción de lechones/madre/año es prácticamente similar (Whittemore, 1996). A pesar de estas ventajas, y debido a la evolución enzimática del lechón, los alimentos que se deben proveer en un destete de 3-4 semanas son más caros que en un destete tradicional, ya que es necesario incorporar derivados lácteos como leche en polvo deshidratada, suero de queso deshidratado (SQD), lactosa, proteínas de suero deshidratadas, etc. Al analizar una revisión sobre numerosos trabajos realizados sobre la capacidad de digestión y absorción en lechones (Pekas, 1991), puede sostenerse que los niveles de enzimas proteolíticas y amilolíticas en el tubo digestivo permiten una considerable digestión de proteínas vegetales y de almidones alrededor de la cuarta o quinta semana de edad, aunque estos niveles son más bajos que a la octava semana. En general, la adición de productos de origen lácteo (en proporciones del 15 al 25%) a las dietas a base de maíz-harina de soja mejora la ganancia de peso y la conversión alimenticia de lechones destetados precozmente, entre las 3 y las 4 semanas de edad (Cera et al., 1988; Tokach et al., 1989; Cline, 1991; Mahan, 1992). En la fase 2 (7-11,5 kg) del programa de alimentación de lechones destetados precozmente, cuando se usan un 4% de harina de pescado y 10% de SQD o un 20% de SQD, el desempeño de los cerdos es semejante (Stoner et al., 1990). Por otro lado, según Crow et al. (1995), el SQD puede ser reemplazado

por lactosa en polvo, de manera que sería éste y no la proteína el componente más importante del SQD. El mismo criterio es manejado por Mahan (1992) y por Nelssen et al. (2000). Así, los trabajos más modernos parecen contradecir los hallazgos de Tocach et al. (1989), que sostenían que ambas fracciones (lactosa y proteína) eran igualmente importantes. Por otro lado, también es corriente utilizar distintos ácidos orgánicos en la dieta de los lechones con el objetivo de superar una insuficiente secreción gástrica de ácido clorhídrico (HCl). Una revisión realizada sobre una cantidad de trabajos publicados (Revindran y Kornegay, 1993) revela una considerable variación en la respuesta a la acidificación en la dietas de los lechones destetados. Varias razones fueron propuestas para explicar las inconsistencias en las respuestas, incluyendo el tipo de dieta, la edad de los cerdos, el tipo y nivel del acidificante y los niveles de desempeño alcanzados. La reducción del pH gástrico no parece ser un efecto primariamente alcanzado en todos los trabajos. Sin embargo, la acidificación suprimió consistentemente el crecimiento de las bacterias coliformes en el tracto gastrointestinal. La adición de ácidos orgánicos, por la baja concentración en la que son utilizados, es una práctica de bajo costo. Los ácidos orgánicos más utilizados en los ensayos fueron el cítrico y el fumárico, con concentraciones dietarias que fluctuaron entre el 1 y el 3% (Giesting et al., 1985; Radecki et al., 1988), aunque las respuestas en parámetros productivos fueron mayores durante la primera o las dos primeras semanas post-destete. Blank et al. (1999) encontraron mejoras en la digestibilidad de la energía, de la proteína y de los aminoácidos utilizando ácido fumárico al 2%. Similares resultados fueron alcanzados con la

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adición del HCl hasta llegar a concentraciones de cloro (Cl) dietario de 0,32 o 0,38% (Mahan et al., 1999). Queda planteado el interrogante de si la incorporación de SQD a dietas simples a base de maíz-soja, que ya contienen acidificantes, para lechones de más de cuatro semanas de edad significa beneficios adicionales en la producción de los lechones. El objetivo de este trabajo fue comparar el desempeño de lechones destetados a los 30 días de edad y alimentados con una dieta a base de maíz, poroto de soja desactivado (PSD) y acidificantes, con otro grupo de animales alimentados con la misma dieta con la adición de SQD al 20%.

Materiales y Métodos Ciento veintiocho lechones, con un peso de 9,304 ± 2,025 kg, (identificados individualmente con caravanas numeradas) fueron agrupados por camada y por peso, y asignados aleatoriamente a dos grupos: Control (maíz-PSD, M-PSD y Tratamiento (M-PSD-SQD). Cada grupo experimental quedó conformado por 4 corrales de 16 lechones cada uno. Las dos dietas fueron formuladas de acuerdo a los requerimientos del NRC (1998) (Tabla 1).

Tabla 1. Composición de ambas dietas experimentales. Ración Alimento M-PSD (%) M-PSD-SQD (%) Maíz 50,943 34,243 Poroto de soja desactivado 46,004 43,248 Ceniza de hueso 1,346 0,464 Conchilla 0,407 0,845 Sal común 0,250 0,250 Núcleo Mineral-Vitamínico 0,400 0,400 Lisina HCl 0,100 -- Acidificantea 0,500 0,500 Óxido de zinc 0,050 0,050 Suero de queso deshidratado -- 20,000 a Acid Mix (Biofarma, Argentina): ácido fumárico: 15%, ácido fórmico: 30%, ácido cítrico: 20%, ácido ortofosfórico: 7,5%. De esta manera, se logró una composición nutricional similar en las

dietas de ambos grupos, como se señala en la Tabla 2.

Tabla 2. Composición nutricional estimada de ambas dietas experimentales. Ración Parámetro M-PSD M-PSD-SQD Energía Digestible (Kcal/kg) 3.568 3.620 Proteína Bruta (%) 20,90 20,90 Calcio (%) 0,70 0,70 Fósforo disponible (%) 0,32 0,32 Lisina (%) 1,23 1,23 Metionina (%) 0,33 0,32 Treonina (%) 0,80 0,85 Triptofano (%) 0,25 0,26 Lisina DIVa (%) 1,06 1,05 Metionina DIVa (%) 0,28 0,27 Treonina DIVa (%) 0,66 0,70 Triptofano DIVa (%) 0,207 0,216 a Porcentaje del aminoácido x coeficiente de digestibilidad ileal verdadera.

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Los lechones fueron pesados individualmente al destete (30 días de edad, en promedio), a los 14 días y a los 28 días postdestete, datos que se utilizaron para el cálculo de la ganancia diaria de peso (GDP) durante ambos períodos. Se midió el consumo acumulado de alimento y la conversión alimenticia durante las semanas 1-2 y 3-4 del ensayo.

También se registró la incidencia de diarrea en ambos lotes, en los dos períodos. Los parámetros GDP, consumo de alimento, conversión alimenticia fueron analizados utilizando un ANOVA, con un diseño completamente aleatorizado, donde la unidad experimental fue cada corral.

Tabla 3. Ganancia diaria de peso, consumo de alimento y conversión alimenticia de los dos grupos de lechones. Parámetro Período Control Tratamiento

0-14 días 363,4 ± 3,2 a 420,2 ± 10,9 b ** Ganancia de peso (g/día) 14-28 días 564,1 ± 99,2 a 582,1 ± 129,6 a

0-14 días 673,8 ± 33,3 a 770,3 ± 42,8 b * Consumo de alimento (g/día) 14-28 días 1.202,0 ± 251,3 a 1.189,0 ± 259,2 a

0-14 días 1,89 ± 0,09 a 1,92 ± 0,04 a Conversión Alimenticia (alimento/ganancia de peso) 14-28 días 2,16 ± 0,19 a 2,14 ± 0,04 a a,b Diferentes superíndices significan diferencias estadísticamente significativas. p < 0,05 ** p<0,01 Resultados y Discusión Como se observa en la Tabla 3, durante las primeras dos semanas post-destete, la adición del SQD mejoró la ganancia de peso un 15,6%, pero este efecto se debió exclusivamente a un incremento del consumo de alimento (del 14,3%), ya que no hubo efecto positivo sobre la conversión alimenticia. El mayor consumo puede explicarse por la mayor concentración de Energía Digestible de la dieta M-PSD-SQD, aunque no pueden despreciarse los efectos de una mayor palatabilidad e, incluso, de los mayores niveles de sodio (0,308% vs 0,124%). Estos resultados coinciden con los de Mahan et al. (1993), quienes encontraron respuestas en la ganancia de peso y el consumo de alimento, cuando adicionaron SQD al 20% en dietas de lechones destetados entre las semanas 3 y 4 de edad. Dichas respuestas fueron mayores (26%) cuando las dietas contenían niveles de 1,10% de lisina que cuando contenían 0,90% de lisina. Sin embargo, en nuestro ensayo, durante las semanas 3a y 4a post-destete

no hubo efectos positivos cuando se adicionó SQD a la ración base M-PSD, lo cual está indicando que, luego de los 45 días de edad, no se necesitan fuentes lácteas adicionales de energía (y, tal vez, de proteína). Es de destacar que la incidencia de diarrea, en ambos grupos, fue nula. Esto implica que, a pesar de la menor digestibilidad de la dieta M-PSD, si se compara con dietas más complejas, no se presentaron trastornos de origen alimentario. Es esperable que, al menos en parte, la utilización de ácidos orgánicos haya colaborado con la prevención del problema, aún cuando se utilizó en menores concentraciones que aquellas informadas en trabajos previos. Conclusiones La adición de SQD a las dietas a base de maíz-soja resulta en un mejor desempeño productivo en los lechones destetados a los 30 días de edad, pero no ofrece beneficios más allá de los 15 días post-destete.

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Pechin et al., 2003. Ciencia Veterinaria, 5: 29-33

Bibliografía Blank, R.; Mosenthin, R.; Sauer, W. C.; Huang, S. 1999. Effect of fumaric acid and dietary buffering capacity on ileal and fecal amino acid digestibilities in early-weaned pigs. Journal of Animal Science, 77: 2974-2984. Cera, K. R.; Mahan, D. C.; Reinhardt, G. A. 1988. Effects of dietary dried whey and corn oil on weanling pig performance fat digestibility and nitrogen utilization. Journal of Animal Science, 66: 1438-1445. Cline, T. R. 1991. Chapter 30. Feeding pigs weaned at three to four weeks of age. In: Swine Nutrition. Eds: E. R. Miller, D. E. Ullrey and A. J. Lewis. Butterworth-Heinemann. Boston. USA. Crow, S. D.; Touchette, K. J.; Allee, G. L.; Newcomb, M. D. 1995. Late nursery pigs respond to lactose (d 7 to 21 postweaning) (Abstract). Journal of Animal Science, 73 (Suppl. 2): 71. Giesting, D. W.; Easter, R. A. 1985. Response of starter pigs to supplementation of corn-soyabean meal diets with organic acids. Journal of Animal Science, 60: 1288-1294. Mahan, D. C. 1992. Efficacy of dried whey and its lactalbumin and lactose components at two dietary lysine levels on postweaning pig performance and nitrogen balance. Journal of Animal Science, 70: 2182-2187. Mahan, D. C.; Eater, R. A.; Cromwell, G. L.: Miller, E. R.; Veum, T. L. 1993. Effect of dietary lysine levels formulated by altering the ratio of corn: soybean meal with or without dried whey and L-lysine.HCl in diets for weanling pigs. NRC-42 Committee on Swine Nutrition. Journal of Animal Science, 71: 1848-1852. Mahan, D. C.; Wiseman, T. D.; Weaver, E.; Russell, L. 1999. Effect of supplemental sodium chloride and hydrochloric acid added to initial starter

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Efecto gastroprotector de extractos de centaurea calcitrapa Toribio, M. S.1; Toso, R. E.1, 3; Skliar, M. I.2, 3

1Cátedra de Farmacología, 2Cátedra de Química Biológica, Facultad de Ciencias Veterinarias, Universidad Nacional de La Pampa. 3Cátedra de Farmacognosia, Departamento de Biología, Bioquímica y Farmacia, Universidad Nacional del Sur. Resumen Se estudió la actividad gastroprotectora de capítulos desecados de Centaurea calcitrapa en ratones a los que se les provocó úlceras sometiéndolos a estrés por hipotermia e inmovilización. Un grupo de cinco ratones utilizados como control fue administrado vía oral con una mezcla de Tween 80 y carboximetilcelulosa. Otros tres grupos, de igual número de animales, empleando la misma vía de administración, fueron tratados con extractos acuoso, metanólico y clorofórmico, resuspendidos en una mezcla de los excipientes. Los extractos acuoso y metanólico de capítulos secos de Centaurea calcitrapa previnieron en un 100% el daño sobre la mucosa gástrica y el extracto clorofórmico en un 96,4% (P<0.01). Estos resultados evidencian la presencia de metabolitos con actividad gastroprotectora en Centaurea calcitrapa. Palabras clave: Asteraceae, Centaurea calcitrapa, flavonoides, gastroprotección, lactonas sesquiterpénicas. Summary The gastroprotective activity of dried heads of Centaurea calcitrapa was studied in mice in whom ulcers had been caused by subjecting them to stress for hypothermia and immobilization. A group of five mice used as control, was administered a mixture of Tween 80 and carboxymethylcellulose by oral via.

Other three groups, of equal number of animals, and using the same administration via, were treated with aqueous, methanolic and chloroformic extracts resuspended in a mixture of the excipients. The aqueous and methanolic extracts of dry heads of Centauea calcitrapa prevented 100% the damage on the gastric mucosa and the chloroformic extracts inhibited 96.4% (P<0.01). These results evidence the metabolites presence with gastroprotective activity in Centaurea calcitrapa. Key words: Asteraceae, Centaurea calcitrapa, flavonoids, gastroprotection, sesquiterpene lactones. Introducción Centaurea calcitrapa es identificada vulgarmente con el nombre de Abrepuño colorado o Cardo abrepuño, fue declarada “plaga de la agricultura” en el año 1963 y se encuentra principalmente en las Provincias de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fé, Corrientes y Entre Ríos. Es una planta anual o bienal, maleza de alfalfa, trigo, lino y otros cereales finos. Florece en primavera, verano y comienzos del otoño. La medicina popular le atribuye efectos diurético a sus raíces y semillas y febrífugo al jugo de la planta (Marzocca et al., 1993). En España se la utiliza para el tratamiento de la diabetes (Masso et al., 1979) y para curar heridas (Ríos et al., 1987). También la decocción es utilizada para combatir los panadizos (Font Quer, 1995).

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Toribio et al., 2003. Ciencia Veterinaria, 5: 34-37

Estudios fitoquímicos en Centaurea calcitrapa determinaron la presencia de flavonoides, como la apigenina

(Frontera et al., 1991) y lactonas sesquiterpénicas (González et al., 1977; Jajupovic et al., 1986) que poseen en su estructura un grupo α-metileno-γ-lactona. Estos compuestos producen una importante acción antiespasmódica disminuyendo el efecto erosivo mecánico, previniendo la formación de úlceras provocadas por estrés (Murakami et al., 1985). Considerando lo expuesto y que no existe información etnobotánica de Centaurea calcitrapa como antiulcerogénica, en el presente trabajo se evaluó la actividad gastroprotectora en ratones. Material y Métodos Material vegetal Se emplearon capítulos de Centaurea calcitrapa recolectados en el mes de enero en la zona rural de Trenel, Departamento Trenel, Provincia de La Pampa, Argentina. Un ejemplar fue depositado en el Herbario de la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional de La Pampa, Santa Rosa (SRFA) y registrado como 18-I-2000, M. Toribio 4. Animales y vías de administración Se utilizaron 20 ratones hembras Mus musculus CF1 de aproximadamente 30 g de peso. A un grupo de 5 ratones se le administró el vehículo constituyendo el grupo control. Otros tres grupos, de igual número de animales, fueron tratados con extractos acuoso (EA), metanólico (EM) y clorofórmico (EC) respectivamente. Todos los grupos fueron administrados por vía oral mediante sonda gástrica inmediatamente antes de ser sometidos a estrés por hipotermia e inmovilización.

Preparación de extractos y dosis Vehículo: para resuspender los extractos se utilizó como vehículo una solución de carboximetilcelulosa al 0,5% y de Tween 80 al 0,05% (1:1, v/v). Se administró una dosis de 0,5 ml de esta solución a cada ratón del grupo testigo. Extracto acuoso: se colocaron 5 g de capítulos secos de Centaurea calcitrapa en 100 ml de agua destilada en ebullición durante 20 min (2x). Se filtraron por gasa, se juntaron ambos extractos y se llevaron a sequedad con rotavapor a presión reducida. El extracto seco, resuspendido con el vehículo hasta un volumen de 2,5 ml, se administró a razón de 0,5 ml por ratón. Extracto metanólico: el extracto acuoso obtenido a partir de 5 g de capítulos secos de la planta en la forma antes mencionada fue llevado a sequedad en rotavapor y se retomó con 10 ml de metanol (2x). El producto obtenido se filtró por papel de filtro y se llevó a rotavapor, obteniendo el extracto metanólico seco. Se resuspendió con el vehículo hasta un volúmen de 2,5 ml. y se administró 0,5 ml a cada ratón. Extracto clorofórmico: utilizando cloroformo como solvente de extracción se repitió el mismo esquema indicado para obtener el extracto metanólico. Método de inducción de úlceras Las úlceras fueron provocadas sometiendo los ratones a estrés por hipotermia e inmovilización empleando el método descripto por Yesilada et al. (1993) con modificaciones (Toso y Skliar, 2000). Los ratones se colocaron en jaulas individuales de 2,2 x 10 cm y se sumergieron en agua a 22º C hasta la altura del cartílago xifoides durante 4,5 h. Evaluación del daño gástrico

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Los animales fueron sacrificados por sobredosis de éter. Los estómagos se insuflaron con 2 ml de agua destilada y fueron extraídos. Se sumergieron en una solución de formol al 10% durante 24 h, se abrieron por la curvatura mayor para observar la presencia de lesiones y se fotografiaron. Se determinó el área ulcerada por medio de un analizador de imágenes. El porcentaje de prevención de formación de úlceras, producidas por los extractos en los distintos grupos tratados con relación al grupo control, se calculó mediante la fórmula [(AUGrupo control – AUGrupo tratado/AUGrupo

control) x 100], siendo AU el área ulcerada promedio de cada grupo expresada en mm2.

Resultados Los ratones del grupo tratado presentaron lesiones ulcerosas diseminadas por toda la superficie de la porción glandular de los estómagos, con el aspecto típico de las úlceras inducidas por estrés. Los extractos acuosos y metanólico produjeron una protección total en los estómagos de los ratones y sólo en dos animales de los tratados con extracto clorofórmico se observó una pequeña área ulcerada. Los extractos acuoso y metanólico inhibieron la formación de úlceras en un 100%, mientras que el extracto clorofórmico produjo una gastroprotección del 96,4 %.

Tabla 1. Efecto gastroprotector de extracto acuoso, metanólico y clorofórmico de Centaurea calcitrapa en ratones sometidos a estrés.

Grupos Dosis orala (mg/kg)

Area ulceradab (X ± S.D.)

Tasa de prevención de

úlcerac

Inhibición (%)

Control

2,57 ± 1,69

0/5

Extracto Acuoso

6930

0,0 ± 0,0

5/5

100

Extracto Metanólico

3330

0,0 ± 0,0

5/5

100

Extracto Clorofórmico

33

0,09 ± 0,01*

3/5

96,4

Efecto gastroprotector de extractos acuoso, metanólico y clorofórmico de Centaurea calcitrapa en ratones sometidos a estrés. (a) Cantidad de extracto seco proveniente de 5 g de capítulos secos de Centaurea calcitrapa administrado a cada animal. Las dosis expresadas en mg/kg se calcularon a partir del rendimiento del extracto seco que para los extractos acuoso, metanólico y clorofórmico fueron de 20,9; 10,2 y 0,1 % respectivamente; (b) total de la superficie ulcerada de la mucosa gástrica expresada en mm2; (c) número de animales en los cuales el extracto inhibió totalmente la formación de úlceras respecto al total. *Test “t” de Student P<0,01, n=5. Comparación del grupo tratado con extracto clorofórmico respecto al grupo control. Discusión y Conclusiones Los solventes fueron seleccionados teniendo en cuenta los estudios fitoquímicos que determinaron la presencia de flavonoides y lactonas sesquiterpénicas, compuestos que son

solubles en metanol y cloroformo respectivamente (Domínguez, 1979). La acción gastroprotectora que presentan los extractos metanólico y clorofórmico evidencia que los mismos contienen compuestos estructuralmente

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diferentes que previenen la formación de úlceras provocadas por estrés. Estos resultados justifican posteriores estudios fitoquímicos para identificar los compuestos responsables del efecto gastroprotector presentes en los extractos metanólico y clorofórmico de Centaurea calcitrapa y su mecanismo de acción. Bibliografía Domínguez, X. A. 1979 Métodos de Investigación Fitoquímica. Limusa S. A. México D. F. p. 93-117. Font Quer, P. 1995 Plantas Medicinales.El Dioscórides Renovado. Labor S. A. Barcelona, España. p. 850-852. Frontera, M. A.; Tomas, M. A.; Brunengo, M. C.; Badajos, M. A.; Tombesi, O. L.; Ponce, M. A.; Gros, E. G. 1991. Estudio químico de la maleza Centaurea calcitrapa. Revista Latinoamericana Química, 22: 29-31. González, A. G.; Bermejo J.; Massanet, G. M. 1977. Aportación al estudio quimiotaxonómico del género centaurea: determinación estructural de las lactonas sesquiterpenicas presentes en centaureas de Canarias y de la península Iberica. Revista Latinoamericana Química, 8: 176-180. Jakupovic, J.; Jia, Y.; Pathak, V. P.; Bohlmann, F.; King, R. M. 1986. Bisabolone derivates and sesquiterpene

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Epidemiología de los nematodes gastrointestinales en un establecimiento del departamento Maraco, Provincia de La Pampa,

Argentina Alvarez, E1.; Lamberti, R1.; Gino, L1.; Calvo, C1.; Pombar, A1. 1Departamento de Epizootiología y Salud Pública, Facultad de Ciencias Veterinarias, Universidad Nacional de La Pampa. Resumen La Gastroenteritis Verminosa Bovina es una de las enfermedades parasitarias más difundidas y que más pérdidas económicas ocasiona a la producción bovina, ya sea por efectos directos, como elevados índices de morbilidad y mortalidad, o indirectos, como incrementos en los costos de producción. El presente trabajo se realizó en pasturas perennes contaminadas naturalmente. Los datos epidemiológicos fueron recolectados durante dos años consecutivos utilizando veinte terneros en cada año. En el primer período (2000/2001) la curva de huevos por gramo de materia fecal (h.p.g.) mostró un aumento en otoño-invierno, alcanzando picos máximos en los meses de junio-julio y un descenso paulatino durante primavera-verano, mientras que en el segundo período (2001/2002) la curva fue similar, pero se mantuvo con valores altos hasta setiembre-octubre, debido a las altas precipitaciones que se dieron en esta época del año, favoreciendo las condiciones de vida libre del parásito. La presencia de larvas infestantes en las pasturas siguió una curva similar a la de h.p.g., correspondiente a cada año. La carga parasitaria de los animales permitió observar en cuajo un mayor número de parásitos del género Ostertagia spp., seguido por Trichostrongylus spp. y Haemonchus spp. En intestino los géneros predominantes fueron Cooperia spp., Oesophagostomun spp. y Nematodirus spp. Con respecto a las

formas inmaduras, el género Ostertagia spp. fue el predominante con un aumento significativo en primavera–verano. Palabras claves: gastroenteritis verminosa bovina, helmintos, epidemiología, Argentina. Abstract Gastrointestinal parasitism is one of the most important diseases that impact livestock production, producing economic losses, either directly or indirectly with high morbidity and mortality rate. The present work was carried out in naturally infected permanent pastures. Epidemiological data were collected during two consecutive years using twenty steers each year. During the first period (2000/2001) the egg counts per gram of faeces (e.p.g.) increased during autumn-winter, being higher during June-July and decreasing slightly during spring-summer. During the second period (2001/2002) the e.p.g curve, maintained a similar pattern, but the e.p.g counts remained higher until September-October, mostly because of the high level of rains during those two months. In both years the recovery of infective larvae in pasture samples followed the same pattern of the e.p.g. curve. The parasite burden in the abomasum were mainly of Ostertagia spp, followed by Trichostrongylus spp and Haemonchus spp., whereas in the intestine predominate basically Cooperia spp

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Alvarez et al., 2003. Ciencia Veterinaria, 5: 38-44

followed by Oesophagostomun spp. and Nematodirus spp. Moreover, Ostertagia spp. The stages were recovery mainly during the spring-summer season. Key words: gastrointestinal parasites, helminths, epidemiology, verminous. Introducción Los nematodes gastrointestinales constituyen una de las principales parasitosis que afectan a los bovinos en sus primeros meses de vida, ocasionando grandes pérdidas económicas, ya sea por enfermedades subclínicas y clínicas, muertes, o elevando los costos productivos por el mayor uso de drogas antiparasitarias (Eddi et al., 1985; Eddi y Caracostantogolo, 1990; Nari y Fiel, 1994; Eddi et al., 1997; Cardona López et al., 1999). Debido a que la población de parásitos sufre cambios como consecuencia de las variaciones climáticas, tratamientos inadecuados, rotación de animales; se estudió durante dos años consecutivos, desde marzo del 2000 hasta febrero del 2002, la prevalencia en cantidad y especies de parásitos, teniendo como objetivo tener información regional que determinará la implementación de los tratamientos preventivos en forma más racional. Materiales y Métodos El presente trabajo se efectuó en un establecimiento ubicado a 25 km al SE de General Pico, Departamento Maracó, Provincia de La Pampa, Argentina. Las lluvias promedio anual en la región, alcanzan los 800 a 900 mm. 1. Se utilizó un lote con pasturas

perennes de alfalfa y festuca infestado naturalmente con parásitos gastrointestinales.

2. Ingresaron a la pastura 20 terneros machos y hembras, en iguales proporciones, entre 6-8 meses de edad y de 178 kg promedio, desparasitados con oxfendazole a razón de 2,5 mg/kg de peso vivo (considerados libres de parásitos) el 1 de marzo de 2000, permaneciendo hasta el 28 de febrero del 2001 (primer período). A continuación e iniciando el segundo período, ingresó un nuevo lote de terneros siguiendo la misma metodología del primer período, desde el 1 de marzo del 2001 hasta el 28 de febrero del 2002, fecha de finalización del trabajo.

3. Mensualmente se tomaron muestras de materia fecal individuales por braceo rectal para determinar el h.p.g. mediante la técnica de Mc Master Modificada (INTA Castelar, 1981; Roberts y O’Sullivan, 1949).

4. Se recolectaron muestras de pasto cada 15 días para determinar la contaminación y evolución de las larvas en las pasturas mediante la técnica de lavado de pasto (INTA Balcarce, 1992; Fiel et al.,1998).

5. Se sacrificaron 2 animales en junio, 2 en setiembre y 2 en diciembre, en cada período, con el fin de recuperar parásitos adultos e inmaduros en los distintos órganos del aparato digestivo (abomaso e intestinos) (Niec, 1968; Lukovich, 1981).

Resultados En el primer período la curva de h.p.g. mostró un aumento progresivo desde el mes de abril, alcanzando valores máximos en los meses de junio-julio (h.p.g.: 350). Luego disminuyó paulatinamente hacia fines de diciembre, manteniéndose con valores bajos (h.p.g.: 60) hasta la finalización del primer período (28/02/01) (Figura 1). Similar evolución se observó en la

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recuperación de larvas infectivas en las pasturas, observándose un alto número en el mes de mayo, y mínimo en diciembre (Figura 2). El régimen de lluvias en este período fue normal para la zona. (Figura 3). Los parásitos recuperados en el abomaso, durante las necropsias, del primer período alcanzaron los máximos valores en el mes de septiembre (3.250), siendo los géneros más comunes Ostertagia spp., Trichostrongylus spp. y Haemonchus spp. En intestino, el número de vermes observados fue de 2.480, destacándose los géneros de Cooperia spp. y Oesophagostomun spp. en el mes de diciembre. Los estados hipobióticos en el cuajar adquirieron importancia en cuanto a su número en el mes de diciembre, en ambos períodos de estudio (Cuadros 1 y 2). En el segundo período los conteos de h.p.g. fueron elevados en otoño-invierno, observándose un pico en el mes de setiembre, manteniéndose hasta el mes de noviembre, para luego disminuir en enero y febrero. Las larvas infestantes recuperadas en muestras de las pasturas se encontraron en alto número en el mes de mayo, similar a lo ocurrido en el período anterior, manteniéndose en niveles altos en agosto, septiembre y octubre (Figura 2). En las necropsias realizadas en el segundo período los máximos valores de parásitos adultos en cuajo e intestino se observaron en el mes de septiembre y fueron de 3.840 y 4.540 respectivamente (Cuadro 2). Durante el segundo período, los estados hipobióticos de Ostertagia que se encontraron fueron semejantes al primer período, pero con valores relativamente más altos.

Discusión y Conclusiones Ambos períodos de estudio demostraron que el momento crítico de la parasitosis se observa en otoño-invierno con altas cargas de nemátodes adultos, elevado h.p.g. y gran cantidad de larvas infestantes en las pasturas, confirmando estudios previos en la región subhúmeda y semiárida pampeana (Suárez et al., 1984; Steffan y Fiel, 1986; Suárez, 1992). La importancia de las parasitosis gastrointestinales durante el otoño-invierno, coincide con la disminución de la disponibilidad de forraje, animales con sistema inmunitario inmaduro (Eddi et al, 1989) y condiciones climáticas favorables que predisponen a la supervivencia de las larvas en pasturas. En primavera, los resultados en los dos períodos de estudio mostraron diferencias en el h.p.g y en el número de larvas en pasturas en el 2º período, mientras que en el primero la evolución del h.p.g. y la oferta de larvas infestantes tuvieron una marcada disminución. En el segundo período, la curva de h.p.g. se mantuvo alta hasta el inicio del verano, al igual que las larvas en pasturas, debido a un mayor régimen de precipitaciones en los meses de septiembre, octubre y noviembre, demostrando que cuando las condiciones climáticas son favorables para los parásitos, éstos prolongan su efecto y riesgo de contaminación en esta época del año. La disminución de h.p.g. en verano se relaciona con un aumento de la inmunidad de los animales (más de 1 año) y a una menor oferta de larvas en las pasturas por elevación de la temperatura ambiente (Suárez, 1990). En los dos años estudiados, se observaron los mismos géneros parásitos afectando a los animales: Ostertagia spp., Trichostrongylus spp., Haemonchus spp., Cooperia, Oesophagostomun spp., en coincidencia con estudios similares efectuados en la

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región (Steffan y Fiel, 1986; Entrocasso, 1987; Eddi et al., 1989; Suárez, 1992). Se recomienda realizar tratamientos antiparasitarios estratégicos post-destete en otoño e invierno y en verano, teniendo especial atención a las formas

de parásitos inhibidos, complementando con medidas de manejo tendientes a disminuir significativamente la carga de parásitos en las pasturas (Eddi, y Caracostantogolo, 1990).

Figura 1. Recuento de huevos por gramo de materia fecal mensual durante el primer y segundo período.

Lavado de Pasto

0

5000

10000

15000

20000

25000

30000

01/0

1/20

02

01/0

2/20

02

01/0

3/20

02

01/0

4/20

02

01/0

5/20

02

01/0

6/20

02

01/0

7/20

02

01/0

8/20

02

01/0

9/20

02

01/1

0/20

02

01/1

1/20

02

01/1

2/20

02

Días

Num

ero

de la

rvas

/kg

de

mat

eria

sec

a

primer período segundo período

Figura 2. Número de larvas por kilogramo de materia seca mensuales durante el primer y segundo período.

Recuento de huevos por gramo de materia fecal

0

60

120

180

240

300

360

marzo

abril

mayo

junio

julio

agos

to

septi

embre

octub

re

novie

mbre

diciem

breen

ero

febrer

o

Meses

hpg

de m

ater

ia fe

cal

primer período segundo período

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Figura 3. Registro mensual de lluvia durante el primer y segundo período.

Lluvias

0

50

100

150

200

250

300

Marzo

Abril

Mayo

Junio Ju

lio

Agosto

Septie

mbre

Octubre

Noviem

bre

Diciembre

Enero

Febrer

o

Meses

mm

primer período segundo período

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Cuadro Nº 1. Mediana del conteo de helmintos adultos y formas inmaduras recolectados por necropsia. Primer período.

Ad: Parásitos adultos, In: Parásitos inmaduros, 1Cantidad de necropsias, 2Total de parásitos en cuajo, 3Total de parásitos en Intestino Cuadro Nº 2. Mediana del conteo de helmintos adultos y formas inmaduras recolectados por necropsia. Segundo período. Fecha Nº

Necr1 Ostertagia

spp Haemonchus

spp Trichostrongylus

spp T.P.C.2

Cooperia

spp Oesopha- gostomum

spp

Nematodirus spp

T.P.I.3

Ad L4 Ad In Ad In Ad In Ad In Ad Ad Ad In

06/06 02 1580 240 260 40 520 120 2360 400 1800 460 280 160 2240 460

05/09 02 2480 300 560 20 800 0 3840 320 2160 280 120 120 4540 280

05/12 02 1250 720 40 0 140 0 1430 720 2100 60 60 60 2240 140

Fecha Nº Necr1

Ostertagia spp

Haemonchus spp

Trichostrongylus spp

T.P.C.2

Cooperia spp

Oesopha- gostomum

spp

Nematodirus spp

T.P.I.3

Ad L4 Ad In Ad In Ad In Ad In Ad Ad Ad In

06/06 02 1020 140 150 0 200 60 1370 200 900 200 140 80 1120 200

05/09 02 2800 300 200 80 250 0 3250 380 1800 140 200 100 2100 140

05/12 02 2100 1100 420 600 250 0 2770 1700 2400 0 80 0 2480 0

Ad: Parásitos adultos, In: Parásitos inmaduros, 1Cantidad de necropsias, 2Total de parásitos en cuajo, 3Total de parásitos en Intestino

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La empresa como sistema y el empresario tradicional Balestri, L. A1.; Saravia, C. D1.; Poma, K. P1.; Fuentes, V. P1 1Departamento de Producción Animal, Area de Planeamiento y Gestión Empresarial, Facultad de Ciencias Veterinarias, Universidad Nacional de La Pampa. Resumen En los temas económicos, generalmente, sobresale un sujeto denominado empresa. Para desentrañar qué es y qué ocurre en una empresa, amerita comenzar con un concepto más amplio y genérico: las organizaciones. La sociedad es una agrupación de organizaciones. Se nace, educa y trabaja en ellas; se desarrolla, comunica y extingue en ellas. Un ejército, una escuela, un hospital, una iglesia o una prisión, al igual que las empresas, son ejemplos de organizaciones. Toda organización tiene elementos comunes: personas, bienes, actividades, estructura, objetivos y fines perseguidos, valores rectores, así como su interacción con el medio. A partir de estos elementos comunes, se busca un método para su estudio. Se propone hacerlo desde el enfoque sistémico (Bertalanffy, 1976). El objetivo del presente trabajo es explicar el funcionamiento sistémico de la empresa, pero particularizado desde la visión operativa del empresario tradicional. Palabras claves: organización, empresa, empresario tradicional, teoría general de los sistemas, rueda operativa. El enfoque del sistema El análisis de las organizaciones desde una visión sistémica requiere explicar, primero, el significado de sistema. Una definición clásica dice que se trata de un conjunto de elementos con

atributos relacionados entre sí, en pos de un objetivo determinado (Francia, 1984). Es decir, un sistema está formado por elementos interconectados entre sí, reales e ideales, donde el “todo”, el sistema, es más que la simple suma de sus partes, sus elementos (Bertalanffy, 1976). Huelga aclarar que personas, bienes y dinero constituyen elementos reales de una organización. Valores, fines, información o ideas, son ejemplos de ideales. La interrelación entre los elementos no es única, por el contrario, es de características múltiples y complejas. Las relaciones se establecen a partir de los atributos que los elementos tienen, transformándose en aspectos más importantes que los propios elementos, tanto que puede definirse al sistema como un conjunto de interrelaciones. Los elementos se relacionan de forma ordenada para conseguir un fin determinado. De la forma en cómo se ordenan depende la eficacia y la eficiencia del sistema. El pensamiento sistémico no debe perder de vista el “todo”; al respecto, Francia (1984) insiste en que si se quiere saber algo no puede pretenderse conocer “todo”. Cuando se aplica un análisis de sistema, primero hay que determinar cuáles son sus componentes. Surgen así las entradas, los procesos, las salidas, el control y la concomitante retroalimentación (figura 1).

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Figura 1: Sistema analizado como caja negra

Entradas, recursos o “inputs”

Procesos Productos u “outputs”

Las entradas son de varios tipos: personas, materiales, energía, información, otras; todos ellos, constituyen la fuerza de arranque que suministra al sistema sus necesidades operativas, pudiendo haber una o más entradas. Es común que las entradas sean salida de otros sistemas, produciéndose concatenación entre ellos. El proceso es el mecanismo por el cual las entradas se transforman en salida. Involucra tanto a individuos como a materiales, tareas o cosas. Se dice que el proceso se da en una caja. Al respecto, todo examen de sistema tiene dos alternativas. Cuando son conocidos todos los detalles del proceso se habla de un análisis de caja blanca; cuando ello no ocurre, caso en las transformaciones muy complejas o cuando no se desea estudiar algún proceso, se habla de caja negra. El análisis de caja negra se utiliza cuando importan los resultados, pero no cómo se logran. Las salidas pueden adoptar forma de bienes, servicios, energía o información; constituyen el resultado del proceso y el propósito del sistema. Como se expuso, es muy común que la salida de un sistema conforme la entrada de otro. La retroalimentación es el efecto “feed back” que experimentan los sistemas respecto a sus propias salidas,

justificando así nuevas entradas como mecanismo de autocorrección y aprendizaje. El resultado del sistema confronta con el entorno que lo utiliza, y con los propios objetivos del sistema. Frente a desvíos en la salida, el entorno presionará sobre la entrada estimulando modificaciones para la próxima secuencia. Un ejemplo clásico de “feed back” son los termostatos de los motores, quienes están programados en función de un objetivo determinado, la temperatura. Cuando el sistema de control muestra que la temperatura es mayor, o menor, activa un corrector sobre la entrada, modificándose el proceso para estabilizarlo. En el tema de la retroalimentación, la clave es el entorno; todos los sistemas están ubicados en un ambiente determinado que lo contienen. Frente a ello, los sistemas pueden ser abiertos o cerrados. Los sistemas cerrados no intercambian con el medio, todos sus recursos están definidos de antemano y presentes en un mismo tiempo, como en un hermético reloj o en un circuito eléctrico. Lo común es que un sistema sea abierto, es decir, que esté en interrelación con el medio ambiente o contexto mediante vinculación mutua (de hecho, un reloj se ensucia, por más hermético que sea; un circuito eléctrico genera energía expandida al medio). La interacción con el ambiente es constante, hay influencias entre ambos; un sistema abierto tiene capacidad de

Control

Retroalimentación

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crecimiento, de cambio, de adaptación, en función a las exigencias del ambiente. Un ejemplo lo constituye la heladera: la apertura de la puerta hace que se produzca un intercambio con el ambiente, perdiendo frío. El sistema de control (termostato) detecta el desvío (hay más temperatura que la programada), actuando sobre las

entradas, por lo que el motor (proceso) trabaja más tiempo en pos del objetivo (temperatura programada), estabilizándose así el sistema. El sistema de una organización puede expresarse mediante el esquema de la Figura 2.

Figura 2: El sistema organización y su entorno analizado como caja blanca

Competidores

Todo sistema puede dividirse en una cantidad de subsistemas quienes, a su vez, constituyen un sistema en sí, con entradas, procesos, salidas, control y autorregulación propios. El sistema mayor es su entorno. Las particiones se realizan con el criterio que sea más conveniente al análisis, si bien no existen criterios definidos. En un análisis más minucioso, de caja blanca, resulta posible identificar tres elementos básicos: variables, parámetros y operadores (Serra y Kastika, 1994). Cualquier elemento de un sistema se puede comportar en alguna de dichas formas.

Se llama operador al elemento más importante del sistema. En un sistema productivo puede ser su gerente; en el sistema circulatorio, el corazón. Las variables son los elementos que en el análisis pueden variar su comportamiento. En tanto, los parámetros son aquellos que pueden no considerarse, por no formar parte del objetivo en estudio y no afectar al esquema, aunque sufran variaciones. Los operadores, variables y parámetros dependen del plano evaluativo del sistema, categorías arbitrarias que determina el analista cuando quiere analizarlo desde una perspectiva elegida.

Procesos Productos “Outputs”

Entradas Recursos “Inputs”

Control

Retroalimentación

Limite del sistema

Proveedores Clientes

Estado Propietarios

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Un ejemplo de actuación sistémica: la "Facultad de Ciencia Veterinarias" Considerando como esquema general al expuesto, hay una serie de entradas, reales e ideales: alumnos, profesores, curriculum, aulas, empleados, animales, vehículos, libros, computadoras, edificios, en una lista interminable. Las salidas del sistema Facultad son menos, mayoritariamente médicos veterinarios, además de las investigaciones científicas, las transferencias tecnológicas o simplemente el conocimiento que docentes y alumnos transmiten al medio. Como todo sistema, existe el control por contraste con los objetivos institucionales y con el entorno. Si los egresados son poco competentes, los usuarios (productores, propietarios de mascotas, Estado, etc.) reaccionarán, presionando para reformar en la entrada, en procura de mejoras. Para el caso de caja negra se demuestra la eficacia del sistema lográndose buenos médicos veterinarios, o simplemente que el “todo” sea eficiente, es decir, cuando cada unidad de producto se consigue con la menor cantidad de insumos. Pero un análisis de caja blanca se considera desde los subsistemas de la Facultad, a saber: en un primer enfoque, interesan los distintos campos del saber en la formación profesional. Están el subsistema de ciencias básicas, el de clínicas, de salud pública y el de producción, cada uno, a la vez, constituyendo un sistema con sus propios subsistemas, además, está el subsistema administrativo, quien aporta servicios al resto de la organización. Por ejemplo, las salidas de ciencias básicas se transforman en entrada de los otros departamentos académicos. Cada fragmento puede considerárselo como a un sistema en sí, y la Facultad, el entorno. Cada uno posee sus “inputs” y sus “outputs”, con operadores, variables y parámetros. Desmenuzando aún más, si el objeto de estudio es el sistema “departamento de producción animal”, a este se lo puede subdividir en sus propios elementos, una de cuyas partes es el subsistema de formación empresaria, fragmentado, a la vez, en el subsistema de las asignaturas “Economía agraria” e “Industrialización y comercialización de productos y subproductos pecuarios”. Aislada, para su propio análisis, esta última materia, se tiene que las entradas son salida de “Economía agraria”, entre otras materias. Se puede utilizar como operador a un docente determinado; como variable, a los conocimientos empresariales poseídos, para determinar la aptitud de gestión de los egresados como médico veterinario trabajando en aspectos comerciales, los parámetros podrían ser los conocimientos en clínica, biología y en otros aspectos similares, que no alterarían demasiado al objetivo. De ser eficaz el sistema, ha de conseguirse el cometido si el profesional cumple con su función social, desde el punto de vista del objeto de estudio de “Industrialización y comercialización...” (por ejemplo, generando o proponiendo, a sus clientes, cambios estructurales o coyunturales en temas inherentes a la comercialización agropecuaria y agroindustrial, etc.) Pero ser eficiente se logra con la menor cantidad de recursos posibles.

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Si bien se ha dividido al sistema en diversos elementos, nunca debe perderse de vista el “todo”, así como las distintas relaciones subsistémicas que lo componen. El “todo” es siempre más que la suma de cada una de sus partes; la fragmentación del sistema aporta para el análisis, pero nunca debe de ser el objetivo último. Organización y Empresa En este apartado ha de aplicarse el análisis al sistema organización, particularmente en la empresa. Toda empresa tiene grupos de elementos que se relacionan entre sí: las áreas operativas que integran una organización. Estos elementos, componentes de un sistema, poseen ciertas propiedades que son las funciones que desempeñan. Las relaciones existentes entre los elementos y sus atributos son los vínculos entre estas áreas y sus funciones, conformando el “todo”. Como se muestra en la figura 2, la organización está dentro de un contexto en el que

interactúan clientes, proveedores, bancos, competidores y Estado. Etzioni (1965) caracteriza toda organización, desde un punto de vista estructural, en función de la existencia de tres aspectos principales:

1. La división del trabajo, del poder y de las responsabilidades de la comunicación.

2. La presencia de uno o más centros de poder que concentra los esfuerzos de todos los elementos de la organización, dirigiéndolos hacia sus fines últimos. En estos centros de poder se revisa la actuación de la organización, con facultades para reformular la estructura.

3. La sustitución del personal, sea por reemplazo o por reasignación de funciones.

La organización supone siempre la ejecución de una idea, una meta a alcanzar. Esta idea es la misión de la organización, su razón de ser, la justificación de su existencia.

Cuando una organización realiza una actividad productiva y económica, se habla de empresa. Toda empresa económica posee las tres características de Etzioni (1965) y, desde luego, con una misión que justifique su existir.

Hay un sinnúmero mayor de definiciones, de las que muy pocas describen a la totalidad de sus elementos. Para los autores clásicos, la empresa es el lugar donde se procura la combinación óptima de los factores

productivos con el fin de satisfacer las necesidades de los consumidores. Los factores productivos se los ha de agrupar en función de los distintos elementos interactuantes en todo proceso productivo, a saber:

TIPO DE FACTOR FACTORES PRODUCTIVOS

Materiales Tierra Capital

Humanos Trabajo Empresario

Mixtos Tecnología “Know-how” (saber hacer)

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La empresa es el ámbito donde la tierra, el trabajo y el capital se combinan bajo la dirección de una persona con capacidad para organizar y dirigir, mediante la aplicación de una determinada técnica productiva. La misión de la organización empresaria es optimizar la conjunción de los factores para satisfacer necesidades de los consumidores. Según los clásicos, la optimización se realiza cuando la empresa cumple con su objetivo, definido como la búsqueda de la maximización de los beneficios, circunstancia que en la mayoría de los modelos se produce cuando el ingreso marginal de la empresa se iguala con su costo marginal. Posteriormente, aparece un enfoque que agrega otro aspecto, según el cual la empresa es un ente con una actividad económica que produce y ofrece bienes y/o servicios al mercado con un doble objetivo: el ya enunciado beneficio a los dueños, de naturaleza particular; y otro, de naturaleza social, por ofrecer bienes para cubrir necesidades y brindar trabajo. Una visión más moderna de empresa la expresa Bienayme (mencionado por Desclaude y Tondut, 1983), quien la propone como un centro de decisión capaz de dotarse de una estrategia económica autónoma. De la definición, se deducen algunas características singulares:

1. Constituye una unidad patrimonial.

2. Constituye una unidad económico-financiera.

3. Constituye una unidad de decisión.

4. Constituye una comunidad humana jerarquizada.

5. Constituye el clásico ámbito de la combinación de los factores productivos.

Este punto de vista complementa al "clásico". Se dice que una empresa es una unidad patrimonial porque, como toda persona, tiene un patrimonio propio. El patrimonio está compuesto por el conjunto de bienes de su propiedad, derechos a cobrar y obligaciones a pagar. En todo patrimonio hay componentes positivos (que suman), llamados activos, tales como los bienes y derechos a cobrar; y componentes negativos (que restan), denominados pasivos. La diferencia entre el activo y el pasivo es el “patrimonio neto”, indicador de la cantidad de derechos del propietario de la empresa sobre todas las cosas existentes en ella. Una empresa es una unidad económico-financiera como consecuencia de contar con un patrimonio. Normalmente, el patrimonio propio de la empresa tiende a diferenciarse del de sus dueños, lo que le dota autonomía de medios y de gestión, segunda característica enunciada. Que una empresa sea una unidad de decisión es consecuencia del aspecto anterior. La autonomía financiera le otorga:

1. Libertad de organización. Puede darse una estructura lo más apropiada posible, en pos de su misión.

2. Libertad de administración o de gestión.

3. Libertad de decisión. Una empresa está decidiendo cuando determina sus objetivos, define un plan de acción, asigna recursos, conduce al personal o controla la gestión. A modo de ejemplo:

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• Decisiones de producción: ¿qué, cuánto y cómo producir?

• Decisiones financieras: ¿cuánto de capital propio y cuánto de ajeno?; ¿comprar o arrendar?, etc.

• Decisiones de comercialización: ¿cómo, dónde y cuándo comprar?, ¿cómo, dónde y cuándo vender?, ¿qué promoción hacer?, ¿cómo fijar los precios?, etc.

• Decisiones de personal: ¿utilizar la familia o contratar trabajo?, ¿cómo seleccionar el trabajo?, ¿cómo contratar, qué educación brindar, cómo evaluar?, etc.

• Decisiones de información: ¿qué registros llevar, cómo procesar esa información, cuánta información, etc.?

• Decisiones de seguridad e higiene laboral: ¿cómo se cuida y cuidar a su personal?

Este poder de decisión es generalmente ejercido por los titulares del capital, sea a través de un empresario habilitado, propietario o patrón, o de un cuerpo colegiado quien representa a los socios, en caso de una sociedad. Debe recordarse que la facultad de decidir no es absoluta, se encuentra limitada por el Estado mediante la regulación de la actividad económica con leyes, decretos, laudos, ordenanzas, reglamentos, impuestos, normalmente definidos por el Gobierno. También, la decisión esta limitada por la dimensión de la empresa. Junto a su tamaño se incrementa la complejidad para dirigirla, obligando a delegar en otras personas aptas para la administración de empresas,

generalmente no dueños del capital. Este hecho, de complejidad empresaria y profesionalización de su conducción, da lugar a la aparición de una nueva clase de trabajadores: los gerentes, denominados la tecnoestructura (Galbraith y Salinger, 1997). La tendencia moderna es dejar, cada vez más, la dirección en estos especialistas y no tanto en los dueños del capital. Otra propensión para limitar las posibilidades de decisión lo constituye la participación de los trabajadores, regulada, en ocasiones, por leyes. En determinados casos, existen corrientes de opinión sobre la dirección de empresas, tales como la “calidad total” o los sistemas de “cultura compartida”. Se dice que la empresa es una comunidad humana jerarquizada por que está constituida, principalmente, por personas que la dirigen y trabajan. Después de un periodo de casi cincuenta años, afirmándose la preponderancia del capital, el gerenciamiento moderno tiende a reconocer cada vez más el rol de las personas. Los japoneses afirman que las personas constituyen el elemento diferencial de una empresa. Con el mismo sentido, una frase del Papa expresa que la empresa no puede considerarse únicamente como una sociedad de capitales, es al mismo tiempo una sociedad de personas en la que forman parte de manera diversa y con responsabilidades específicas, tales como el que aporta el capital necesario, y el que colabora con trabajo propiamente dicho (Juan Pablo II, 1991). Es oportuno reconocer que esta comunidad humana presenta jerarquías establecidas en la capacidad para decidir; es decir, no todos deciden, y no todos tienen la misma responsabilidad por el efecto de sus decisiones. Las

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personas que ocupan espacios más importantes en la pirámide jerárquica son los que tienen más capacidad para decidir y, por ende, con más responsabilidad. Durante mucho tiempo las empresas fueron muy piramidales, existiendo distintas gerencias intermedias entre el primer ejecutivo y los trabajadores de la base. La tendencia moderna está mostrando un acortamiento de la pirámide, pero manteniendo siempre su naturaleza de comunidad jerárquica. Es común, en las empresas modernas, una mayor descentralización de las funciones, con la desaparición de los obreros especialistas reemplazados por operarios multivalentes, aptos para realizar diversas tareas, con la generación de canales de participación tales como los círculos de calidad japoneses. La rígida estructura está cediendo paso a la organización en red, con asignación de responsabilidad por proyectos. Las empresas pueden considerarse como organizaciones de personas, en función de un objetivo. El éxito de las mismas depende cada vez más de la capacidad de integrar a los hombres en el proyecto empresarial. La Empresa Como Sistema Ha de retomarse el enfoque sistémico de la empresa y desarrollar su análisis. En primer lugar interesa detallar los elementos. En este sentido, se puede afirmar que en toda empresa importa la acción de uno o más empresarios quienes asumen un riesgo concreto, existiendo la posibilidad de que algo salga mal. Por lo tanto, existe una correspondencia entre el concepto de empresa, quién la conduce, su empresario, y el riesgo.

En segundo término, el empresario utiliza parte de su capital (la tierra forma parte del mismo) para ponerla en marcha, constituido por sus pertenencias. Luego, según la magnitud de la firma, buscará ejecutivos, asesores y trabajadores que constituyen el personal, elemento que, según se ha visto, cada vez cobra mayor importancia. Finalmente, por sí mismo o con asesoramiento, debe definir la forma de combinar al capital y al trabajo, elemento vinculado al personal y el capital al que se lo llama tecnología. El siguiente aspecto es el sistema de gestión. El empresario, en ocasiones con apoyo de un administrador, preverá el planeamiento, la organización, la coordinación, la ejecución y el control de las tareas, es decir, establecerá los componentes que hacen a la administración o dirección. Decide su sistema administrativo y su estructura orgánica. Además, están los fines y objetivos. El fin es el motivo o razón de ser de la empresa, la causa por la que fue creada y por la que necesita sobrevivir; también llamada misión, generalmente son metas de muy largo plazo. Por el contrario, los objetivos son metas más cercanas y mensurables, que en alguna medida constituyen un camino para alcanzar la misión. Los aspectos anteriores deben diferenciarse del concepto objeto y de actividad. El objeto es el ramo o tipo de actividad realizada, en tanto que actividad son los actos o tareas cumplidos. La misión surge de la idea matriz del empresario; se puede modificar o diversificar por los altos ejecutivos o por la mayoría del personal. Es

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conveniente insistir con dos conceptos vinculados al tema, a los que se los confunde, eficacia y eficiencia. Eficacia mide el grado en que se alcanzan los fines; en tanto eficiencia lo hace, pero desde la cantidad de recursos empleados. Si alguien alcanza un objetivo, es eficaz, pero no significa que sea eficiente. Para serlo deberá minimizar sus recursos utilizados. Otro elemento imperativo es la estructura jurídica de la empresa. El empresario, por sí mismo o con el asesoramiento profesional, decidirá la organización de acuerdo a las alternativas de la Ley. Dicha forma organizativo-jurídica condicionará la estructura de los distintos sistemas que componen la empresa. Cada organización desarrolla lo que se llama cultura de la empresa. Se dijo que la empresa es una comunidad humana, compuesta principalmente por hombres con sus propias reglas de vida, sus comportamientos, tradiciones, una filosofía de modo de ver y de sentir los acontecimientos, las cosas, su historia, modo de ser producto de la interacción cotidiana de sus miembros, y en ocasiones condicionando e impulsando

la actividad productiva. La cultura es una especie de halo invisible que “inunda” la organización; marca el modo de hacer, el grado de eficacia y/o eficiencia logrado, haciéndola distinta a otras. Muestra el modo de liderazgo, cómo se comunica con el resto de los sujetos, si delega o no decisiones, cómo negocia o resuelve problemas, cómo se anticipa a los cambios en los mercados. Indica la posibilidades de trabajar en equipos, abriéndose a la participación en la gestión, o no. Es el conjunto de símbolos compartidos, de modos de pensar, sentir o de hacer. Puede ser un recurso muy importante con vistas a la competencia o, por el contrario, puede transformarse en un pesado lastre. Generalmente, se manifiesta por mitos, leyendas y rumores, por el desarrollo de un lenguaje propio y una serie de símbolos o ritos repetitivos, así como una serie de acuerdos tácitos sobre valores y normas de comportamiento. Por último, toda empresa actúa en un determinado mercado, quien influye a través de su propia estructura. Es un ámbito donde está la competencia, directa o indirecta, y a la que contrarresta con estrategias ante las contingencias.

En síntesis, se mencionan los elementos de toda empresa, insumos o “inputs” de la misma: el empresario; el riesgo; el capital; el personal; la tecnología y el sistema administrativo; la estructura jurídica; los fines o misión, con objetivos y objetos; la cultura; y el mercado, su competencia y estrategias para competir. En tanto los elementos son la entrada, insumos del sistema, la salida es el producto objetivo, ideado por el empresario, que describe a la estructura empresaria. El producto puede estar conformado por bienes, empresas agropecuarias o industriales; servicios, en la empresa profesional; o ambos a la vez. También son salida otros productos, tales como información, balances e informes, tecnología, programas, valores, y el dinero que

retiran los empresarios como su utilidad, mecanismo por el cual los fundadores de la empresa intentan recuperar el capital invertido, más una retribución. Se ha de medir sus eficacia y eficiencia. Se afirma que se ha sido eficaz por cumplirse con la maximización de los beneficios, a decir por la teoría clásica; ha sido eficiente si la maximización de

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los beneficios fueron alcanzados con la menor cantidad de insumos. Puede ocurrir que interese conocer las características del proceso interno de la empresa. Se comienza con un análisis de “caja blanca”, se buscan subsistemas dentro de la firma y las funciones. Se hace mediante una secuencia ordenada de las operaciones cumplidas, tales como compras, producción, comercialización, distribución y cobro, actividades que cualquier empresa realiza, sea agropecuaria, industrial, de intermediación o de servicios profesionales veterinarios. En particular, para hacer un análisis de caja blanca, Serra y Kastika (1994) proponen el modelo de “rueda operativa”. La Rueda Operativa Las operaciones son ejecutadas por áreas dentro de la empresa. Se puede distinguir, en un primer enfoque, un sector de producción, otro de comercialización y finalmente el de finanzas. En cualquier empresa, estas funciones no se pueden obviar, si bien puede variar su estructura organizativa. De hecho, en una micro empresa todas las funciones las cumple una única persona, en tanto en una gran organización hay sectores con sus responsables al frente. Toda empresa nace a partir de la idea del empresario, quien es el que define al producto. Esa primera idea es el núcleo de la empresa, transformándose en el punto más importante de este modelo operativo. Producir o vender un producto es una decisión muy importante y estratégica; quién la toma pertenece al nivel más jerárquico de la firma. Cuando la empresa nace, generalmente, se hace a partir de una idea, patrimonio empresario. La idea es

el punto más importante de la rueda operativa. Se muestran las funciones en una secuencia ordenada, en forma de rueda (ver figura 3). Armar, edificar una empresa no significan salir a buscar un local, preparar un galpón como fábrica o simplemente producir; tampoco lo es el instalar las máquinas, o colgar un título para brindar servicios. Según el modelo, una empresa es tomar conciencia de cómo se configuran cada una de las actividades de la rueda operativa. Desde el enfoque sistémico, por cada una de las funciones se puede definir un subsistema, relacionados en forma secuencial.

• El subsistema de producción compra y administra insumos, gestiona la tecnología y produce, en función de la información que recibe. De hecho, la función de producción, presente en todas las empresas, difiere según el tipo de “producto”. No es lo mismo producir carne que medicamentos o servicios profesionales, ni vender medicamentos se parece a vender carne trozada.

• El subsistema de comercialización identifica a los clientes, estudia al mercado, decide los mecanismos de comunicación, recibe la producción, vende, entrega y factura.

• El subsistema de finanzas se ocupa de mantener una situación de liquidez adecuada, procurando que no falte el dinero. Cobra y paga, en función de las compras y ventas que hacen otros sectores, cerrando el círculo del negocio.

Además de esas funciones básicas, hay otras tres importantes que deben tomarse en cuenta: personal, información y seguridad.

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Figura 3: La rueda operativa

PRODUCTO

Comercializar

Vender

Entregar

CobrarFinanciar

Pagar

Comprar

Producir

Adaptado de Serra y Kastika (1994) • Al subsistema personal,

generalmente, no se le asigna importancia en las micro y pequeñas empresas, si bien debería tenerlo por ser el elemento que las puede diferenciar. La importancia del sector crece cuando la organización aumenta de tamaño. Selecciona, contrata, capacita y dirige a todas las personas de la organización, jerárquicos o empleados. Se constituye en insumo del resto de los subsistemas.

• El subsistema de información presenta alguna característica similar al anterior, en el sentido que está relacionado con el resto. De todos los ámbitos, incluido el entorno, revela hechos y toma datos, y los procesa como información útil, adecuada y precisa para la toma de

decisiones. El subsistema de contabilidad, conjuntamente con todos los registros que se generan, son elementos de este sistema. Pero, la gran necesidad es que tenga un muy buen suministro de datos externos, facilitándose así el descubrimiento de amenazas y oportunidades que puedan existir en el mercado. Braidot (1992) propone la implantación, en toda organización, de un sistema (subsistema) de inteligencia e investigaciones del mercado.

• El subsistema de seguridad e higiene también es insumo del resto. En él se elaboran y aplican estrategias para mantener ordenada y limpia la empresa, así como para prevenir accidentes de trabajo y enfermedades profesionales.

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• El último del subsistema se encarga de analizar a la gestión o dirección de una organización; simplemente puede llamárselo subsistema empresario. Su función, como su nombre lo indica, es organizar y coordinar las acciones de todos los subsistemas restantes, en pos de orientar al objetivo y la misión globales.

Hay cinco reglas que explican las funciones del empresario: 1. Prever: sinónimo de planificar.

Significa definir los objetivos, así como las estrategias y políticas para alcanzarlos.

2. Organizar: distribuir las funciones y responsabilidades de cada uno de los miembros de la organización; además, delimitar los campos de

cada sector, asignando los medios adecuados para la ejecución.

3. Mandar: decidir, delegar, conducir. También, y cuando corresponda, ejecutar, ordenar y persuadir.

4. Coordinar: unificar acciones, limar asperezas, definir las relaciones horizontales.

5. Controlar: restablecer el orden de la organización, revisando sus performances. Puede ser control concomitante (en la ejecución), verificando la calidad, el tiempo de trabajo, el cumplimiento de normas; o el control por objetivos, donde se analizan los desvíos, sus causas y las probables correcciones.

¿Dónde quedan ubicadas estas funciones en el modelo de rueda operativa? La figura 4 lo muestra (en sombreado están las funciones básicas)

Figura 4: La rueda operativa completa

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Tecnología Clientes Productos

Producción Comercialización

Finanzas

PersonalInformación

Seguridad

EmpresarioVende

Cobra Paga

Compra

Proveedores

Capitales Bancos Amenazas y

oportunidadesTrabajadores

Regulaciones Estado

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Al subsistema personal se lo integra dentro de la empresa, en cercanías del ingreso de los insumos, si bien no abastece sólo a la producción. El sector informaciones se lo sitúa en cercanías de finanzas, que es donde existe hábito de registrar; también, debe extenderse, buscando datos, a toda la organización. Seguridad se lo ubica junto a la producción, donde mayor frecuencia de accidentes y riesgos hay, si bien su tarea preventiva es para toda la organización. ¿Dónde está el empresario?, en el centro de la rueda operativa. Debe organizar y coordinar las entradas y salidas de todos los subsistemas, así como sus mecanismos de control. Desde el centro debe procurar que la rueda gire lo más rápido posible, sin que cada sector se aparte de su objetivo particular, a la vez integrado en la misión y objetivo general de la organización, como un “todo”. El sistema empresa es eficaz y eficiente si funciona hacia su misión, si los objetivos de todos los subsistemas están compenetrados y orientados hacia tal fin. La empresa sólo tiene sentido como un “todo”: si alguna de las partes se desacopla, el perjuicio es para el “todo”. Los distintos subsistemas descriptos están rodeados, invadidos, por la cultura de la empresa. Puede ser considerado como un subsistema, aunque no se le halle ubicación precisa. La gestión puede, por un lado, definir ventajas competitivas muy importantes; por el otro, conformarse en el elemento que termine de hundir la organización. El estilo del empresario y la cultura de la organización definen el modo de liderazgo, la comunicación, los modos de delegación, el estilo de negociación y la capacidad de resolución de problemas o de anticipación a los hechos.

El sistema empresa es un sistema abierto, interactuando constantemente con el ambiente. Producción está en contacto con los proveedores de tecnología y de insumos, comercialización con los clientes y los distribuidores, finanzas con los socios propietarios de la empresa (si se trata de una empresa grande, con gerencia profesionalizada, debido a que colocan su capital como una inversión financiera desde fuera de la empresa; en las chicas, el propietario es el empresario), con el mercado de capitales y con los bancos. Personal, con aquellos que ofrecen su trabajo. El explicitado sistema de información debe actuar como un radar que, en forma permanente, ausculta al ambiente en búsqueda de amenazas y oportunidades. La dirección interactúa con todos y cada uno de los sectores, debe conocer las regulaciones a las que está sujeto el funcionamiento de la empresa, esencialmente aquellas relaciones con el Estado. Sus decisiones impactan con fuerza en todas las organizaciones. Debe procurar que toda interacción esté coordinada en función de la misión y objetivo general. La vinculación de cada sistema con el exterior, pero esencialmente de toda empresa con su entorno, constituyen las estrategias de la organización. Estrategia significa la política que fija la organización en su interacción con el contexto. Ser estratégico es estar tan fuera que permita descubrir futuros cambios, orientado hacia ese futuro; cuanto más lejos, mejor. El largo plazo debe ser el horizonte del planeamiento. Finalmente, debe analizarse la estructura jurídica de la empresa. Para que una empresa exista requiere de algún tipo de capacidad de contrato,

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reconocimiento dado por las leyes y sus órganos de aplicación. Conclusiones La empresa es una organización compleja en interacción permanente con el entorno, vínculo nutrido mediante el flujo de elementos necesarios para producir. Entre ellos sobresale la información que le llega, permitiéndole estar atentos ante posibles cambios del mercado. En esta interacción permanente, el empresario intenta hacer circular la rueda operativa lo más rápido posible, que sea ágil y moderna. Se está en presencia de un sistema, más complejo que lo que aparenta, aún cuando se trate de una empresa unipersonal. Como todo sistema, es una “totalidad” al que se la puede fragmentar en diversos subsistemas para comprender su funcionamiento. Cada subsistema, a la vez, puede ser entendido como un sistema en sí, pero a sólo hecho explicativo, nunca como objetivo final. Siempre el “todo” es más que la suma de sus partes. El enfoque presentado se corresponde al de la rueda operativa, cuyo eje es el empresario. Hay otras formas de explicar a la organización empresa, pero para el caso se prefirió la visión clásica del empresario operativo. En un futuro trabajo se analizará el mismo sujeto económico, pero desde el enfoque, más complejo aún, denominado empresario estratégico basado, fundamentalmente, en el enfoque competitivo de Michael Porter (1998). Bibliografía Bertalanffy, L. von 1976. Teoría general de los sistemas. FCE. España. Bertalanffy, L. von.; Ashby, W.; Weingerg, G. 1984. Tendencias en la teoría

general de sistemas. Compilados por Klir, G. Alianza Editorial. 3ª ed. España. Braidot, N. 1992. Marketing total. Macchi. Argentina. Desclaude, G. y Tondut, J. 1983. La empresa agraria. Mundi Prensa. Madrid, España. Etzioni, A. 1965. Organizaciones modernas. Uteha. Méjico. Farina, J. 1993. Contratos comerciales modernos. Astrea. Argentina. Francia, A. 1984. Introducción a la teoría general de los sistemas. Librería Agropecuaria. Argentina. Galbraith, J. y Salinger, N. 1997. Introducción a la economía. Folio SA. España. Guerra, G. 1992. Manual de administración de empresas agropecuarias”. IICA. Costa Rica. Juan Pablo II 1991. Centesimus Annus. Clarutiana. Argentina. Porter, M. 1998. Ventaja competitiva. Creación y sostenimiento de un desempeño superior. Cecsa. 16º reimpresión. Méjico. Serra, R. y Kastika, E. 1991. Estructuras empresarias dinámicas. Macchi. Argentina. Serra, R y Kastika, E. 1994. Reestructurando empresas. Macchi. Argentina.

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