revista adal septiembre 2007
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TESTIMONIOS
Santo Padre: me llamo Almudena, tengo 25 años y soy de la Diócesis de Alcalá de Henares.
Si pienso en todo lo que ha supuesto este año de Misión, me quedo con una cosa muy personal que él Señor ha puesto en mi corazón: su Confianza. He aprendido a fiarme de Él.
Mi Diócesis, Alcalá, es joven y sencilla, y comprender el verdadero significado de estas palabras fue para mi el primer paso de toda la Misión.
Ante nosotros se presentaba un gran reto, ¿qué manos estaban preparadas para hacerlo?, ¿quién había dispuesto? Era casi como un ideal muy bonito pero inalcanzable. Con ayuda de nuestro Obispo, Don Jesús, comprendí que la misión más importante para nosotros era abrir nuestra mirada Diocesana a la Iglesia Universal.
¿Que hicimos? Escoger una comunidad parroquial que necesitara reavivar su fe y entregarnos por completo a ella. Durante una semana llamamos a cada puerta invitando a participar de la gran fiesta que es para nosotros la Resurrección dando como San Pedro razones de nuestra fe y mostrando con nuestra vida y con nuestra alegría la presencia de Cristo Resucitado.
No resulta fácil hoy en día llamar a una puerta y decir que vienes de parte de la Parroquia, porque ¿quién en su casa abre la puerta a alguien que viene a hablar de Jesucristo? Con la cruz en la mano llamamos y, unos nos abrieron y nos escucharon, y otros nos cerraron la puerta. Experimentamos con Cristo cómo la luz vino al mundo y no la reconocieron.alguien que viene a hablar de Jesucristo? Con la cruz en la mano llamamos y, unos nos abrieron y nos escucharon, y otros nos cerraron la puerta. Experimentamos con Cristo cómo la luz vino al mundo y no la reconocieron.
Los que participamos de esta experiencia hemos descubierto que podemos dar testimonio con nuestra vida. Dios así nos lo pide y así nos lo ha confiado. Buscar razones para dar a los demás nos ha hecho abrir nuestro corazón a las necesidades de la Iglesia.
Quiero seguir enamorándome de Jesucristo y poder gritar a todo el mundo que no soy yo, sino que es Cristo quien vive en mí.
Almudena López
9 de agosto de 2007.
¡Qué impresionante fue poder decirle estas palabras al Papa!Todavía me impresionó más ver cómo la Iglesia, por medio del vicario de Cristo confía en nosotros, los jóvenes. Y cómo los jóvenes,
después de cumplir con nuestra responsabilidad, la misión de transmitir el evangelio a otros, volvimos la mirada a nuestra madre Iglesia para que ella presentara nuestra ofrenda, nuestro trabajo, al Señor.
Almudena
Le doy gracias al Señor por el peregrinaje a Roma que me ha regalado. Nunca había estado en ninguno de los lugares que hemos visitado y el Señor me ha tocado enormemente el corazón para seguirle fielmente y de una manera especial. Gracias Señor, y en Ti confío mi vida!.
Nuria Aguiriano
La Puri (San Fernando)
"Esta peregrinación a Roma ha sido una experiencia inolvidable para mí por muchos motivos, entre ellos destacaré el haber podido visitar lugares claves del cristianismo, tales como la basílica de San Pedro o las catacumbas de San Calixto, claves para comprender a nuestros hermanos que nos precedieron en la fe en Cristo, y sin olvidarme de todos, compañeros de peregrinación que sois imprescindibles por tanta generosidad y fraternidad".
Juan Pablo, (Arganda del Rey)
Yo, la verdad, no iba con muchas ideas a esta peregrinación, no iba con ningún propósito en especial, simplemente quería aprovechar para
poder acercarme un poquito más al Señor en mi oración, que últimamente fallaba un poquito. Pues bien, aparte de ver muchos sitios, de
acabar realmente cansado y de cumplir mi propósito con respecto a la oración, fui elegido por sorteo, para saludar al Papa Benedicto XVI en
persona. ¡Cuán fue mi alegría al enterarme! He de admitir que estaba muy nervioso ante su presencia, y que por ese motivo no fui capaz de
articular ninguna palabra, y él me dirigió una sonrisa, me agarro las dos manos; él me acogió, me dio la seguridad que en ese momento me
faltaba.
He de dar gracias al Señor por muchos regalos y dones que me concedió durante la peregrinación, pero en especial le he agradecido la
convivencia con todos los jóvenes de la diócesis, y el encuentro con el Santo Padre.
Daniel (Sto. Ángel – Alcalá)Daniel (Sto. Ángel – Alcalá)
Florencia, Siena, Asís… y Roma, ciudades
llenas de belleza y testigos de ver crecer y vivir
el Evangelio a muchos santos… ¡si esas calles e
iglesias hablasen! Aún con las fotos no dejo de
asombrarme de la maravilla que hemos visto.
¿Lo mejor de todo? Sin duda nuestro
encuentro con el Papa, lleno de alegría y
emoción, donde se nos dio un empujón
grande que es lo que necesitaba para seguir
adelante con la Misión y con mi camino de fe.
Me ayuda saber que mi vocación ante todo es
la santidad. ¡Gracias a todos por poder
compartir todo esto!
Inma Bordas (Santa María –Alcalá)
Junto a la Sede, la silla de Pedro, cabe la Luz de Cristo, el arte del
hombre, cabemos todos... sólo hace falta escuchar la llamada de Amor
de Cristo. Sé tú un altavoz de ese Mensaje, sé Misión Joven, haz
perdurar el espíritu de Roma.
Josema (Natividad – Mejorada)
Celebrar la santa Misa en la basílica de san Pedro, rezar ante la tumba de
numerosos santos y recoger las importantes palabras del sucesor de Pedro en
Castelgandolfo son, sin lugar a dudas, acontecimientos que agarran más
sólidamente nuestro deseo de ser santos y de llevar el amor de Dios a los
demás.
Borja Langdon. (Seminarista)
Getsemaní
Cueva de BelénA
n
u
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c
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a
c
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ó
n
Jericó
Muro de las lamentaciones
Gruta María
AinKarem
BelénBelénLago Tiberíades
Nacimiento San Juan
Bautista
Multiplicación
panes y peces
Casa de Pedro
Tierra Santa
Siguiendo sus huellasLos que fuimos de peregrinaje a Israel, subimos al monte del Señor,
seguimos sus sendas y visitamos los lugares donde J esús vivió. Tenía muchas ganas de ir, y más con la gente con la que comparto y
vivo mi fe, mis amigos. En los sitios que visitábamos teníamos un ratito pa ra rezar... Lo
único que me daba por hacer era estar en silencio c omo me ocurrió en la gruta de Belén. Lo mismo me paso en la Hora S anta en
Getsemaní. Donde sentí muchísima alegría fue en Caf arnaúm. Me Getsemaní. Donde sentí muchísima alegría fue en Caf arnaúm. Me vinieron a la mente muchos pasajes del Evangelio. Y donde ya fue la
repanocha fue en el Santo Sepulcro. Ver que el sepulcro está vacío... no tiene palabras. Por último, estuvimos d e intercambio con jóvenes cristianos de Beit Sahour, cerca de Belén. Allí nos contaron
que son pocos cristianos y todas sus dificultades. Terminamos cantando con ellos ese villancico cuyo estribillo d ice GLORIA IN
EXCELSIS DEO. Ha sido para nosotros un regalo de Di os.
Paolo Caretti
Barbatona ‘07Barbatona ‘07Barbatona ‘07Barbatona ‘07Barbatona ‘07Barbatona ‘07Barbatona ‘07Barbatona ‘07
Después de intentarlo durante dos años y no haber podido por motivo de trabajo, este verano he conseguido ir al Santuario de la Virgen de Covadonga como voluntario. Fuimos Cristina de Arganda, María de Madrid, Curry y yo, Daniel de Sto. Ángel, Alcalá, durante los
días del 20 al 27 de agosto. Yo llevaba ya tiempo intentando ir, y ya que lo conseguí este año, pretendía además de ayudar en el Santuario, ofrecer este nuevo curso que va a
comenzar a la Santina (como la llaman cariñosamente los Asturianos), así como plantearme nuevos objetivos para este curso. Allí en Covadonga conocimos a otros plantearme nuevos objetivos para este curso. Allí en Covadonga conocimos a otros
voluntarios, la mayoría de Oviedo, con los que entablamos amistad.Es sorprendente cómo vienen tantas personas al Santuario: unas a admirar el paisaje, otras
a ver la basílica, otras a tirar una moneda al pozo para pedir un deseo, o a beber en la fuente de los sietes caños... pero casi todos los peregrinos pasan por delante de la Santina
para rezarle. Y al igual nosotros, que aunque estábamos de voluntarios y teníamos que estar pendientes de las personas, también aprovechábamos cualquier momento para
ponernos en las manos de nuestra madre la Virgen.Ahora que hemos vuelto de Covadonga, y le he ofrecido este nuevo curso al Señor, y
también a su Madre la Virgen María, me siento con el espíritu renovado para afrontar este nuevo curso.
Daniel Sto. Ángel