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Temas de interes para el abogado y el estudiante de derecho

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  • 14A UN AO DE LA REFORMA

    CONSTITUCIONAL EN MATERIA DE DERECHOS HUMANOS

    35INEJECUCION DE LA SENTENCIA DE

    AMPARO

    EDITORIAL

    23VIOLACION, CULPOSA?

    LOS DESPIDOS INJUSTIFICADOS

    Con la entrada del nuevo gobierno en Tabasco, que encabeza el LIC. ARTURNO NUEZ JIME-NEZ, se ha establecido el cambio y renovacin de todos los funcionarios de nivel medio superior en las estructuras de gobierno.

    Nada pasara si Tabasco estuviera en su mejor mo-mento de prosperidad y bienestar econmico, pero sucede que contrario a estos ideales, el estado sufre una crisis econmica, en la que incluso la federacin est apoyando a los hospitales de la entidad a regu-larizar su funcionamiento.

    Otra complejidad, la presenta el que muchos fun-cionarios con antigedad laboral de ms de 25 aos y que nada tuvieron que ver con la crisis econmica que padece el estado, temen ser despedidos, lo que ocasionara una crisis en las familias tabasqueas, consecuentemente futuras demandas laborales en detrimento del patrimonio econmico del gobierno en turno.

    Ojala la nueva administracin valore estas y otras complejidades que se visualizan y se tomen las me-jores decisiones para todos.

    www.UJAT.mx

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    CARLOS CAMACHO ALVAREZ SECRETARIO GENERAL DE LA SECCION XXVI DEL SINDICATO NACIONAL DE TRABAJADORES DEL SEGURO SOCIAL

    EN PORTADA....

  • 4 5

    Sacris Lex.- Cul es su nom-bre completo y su cargo?Carlos Camacho lvarez.- Carlos Ca-macho lvarez y soy el Secretario General de la Seccin 26 del Sindica-to Nacional de Trabajadores del Se-guro Social y tambin con la novedad de que tengo un nuevo cargo ahorita dentro de la estructura del Comit Ejecutivo Nacional, pertenezco a la Comisin Nacional de Fomento a la Seguridad Social en Mxico.

    S.L.- Cul es su antigedad como trabajador del IMSS?

    C.C.A.- 23 aos y medio

    S.L.- Qu le motivo para compe-tir como Secretario General de esta seccin 26 del IMSS?

    C.C.A.- Qu me motivo?, pes mire yo deca que era poltico, pero tan-tas cosas que vi en el pasado que no se hacan las cosas bien, que yo creo que eso fue lo que me motivo. Yo me considero una persona inquieta, yo he tratado de ser lo ms justo po-sible en la vida y pues empec a bus-car espacios y tengo una trayectoria sindical yo creo que la ms impecable que cualquier otro trabajador, aparte de ser uno de los mejores trabaja-dores y lo puedo decir con orgullo,

    yo entre en la categora de servicios de intendencia en 1989 y ah cambie por ser una persona que siempre me ha gustado ser altruista, participe en la Cruz Roja como paramdico y luego tambin soy egresado como tcnico en emergencias mdicas en la cruz roja de la primera generacin de tcnicos en emergencias mdicas aqu en Tabasco, y luego de ah me fui abriendo espacios con mis com-paeros mdicos y enfermeras, aun a pesar de que yo era una categora diferente, no directamente en la de medicina, me fui haciendo amigo de ellos y bueno siempre haciendo las cosas bien no?, el lugar donde me tocaba hacer mi desempeo siem-pre lo hacia de la mejor forma y lu-ego de ah me abr espacio en los mdulos sindicales y bueno la gente tuvo a bien darme la oportunidad de ser Secretario de peridico y propa-ganda de la Delegacin Sindical del Hospital General zona nmero 1, luego de ah al termino, el tiempo de vigencia es de dos aos. Luego al trmino de esa gestin a la gente le pareci bien y me volvi a proponer para que yo fuera ahora el Secretario de Conflicto y tambin lleve a cabo yo creo que bien el papel y cumpl con mi responsabilidad y luego la misma gente me propuso para que yo fuera el Secretario General de la Delegacin Sindical nmero 2 del Hospital General de la zona 46, aho-ra el ms nuevo que tenemos aqu en

    el Estado y pues ya luego ya de ah igual estuve trabajando con el secretario, perdn, con un candidato que quera llegara a ser Secretario General, el cual estuvo aqu en el sexenio pasado y l tuvo a bien dejarme como Secretario del trabajo y luego ya

    como Secretario del Trabajo pues yo creo que lo hice bien porque luego la misma gente me propuso para que yo fuera Secretario General. Y aqu estoy. As a groso modo ya les pla-tique.

    S.L.- Cundo inicio su periodo y cuando concluye?

    C.C.A.- Inicia el 16 de diciembre del 2010 y concluye la gestin hasta el 15 de diciembre del 2016, ante el nacional concluye hasta el 15 de oc-tubre del 2018, el nuevo cargo que acabo de asumir.

    S.L.- Felicidades por este nuevo car-go.

    C.C.A.- Muchas gracias

    S.L.- Cul es la mayor problemtica que usted observa en los trabaja-dores sindicalizados?

    C.C.A.- Mira, hay un problema de falta de compaerismo, hay un prob-lema de actitud y parte de mi com-promiso precisamente es atender esa problemtica y afortunada-mente ya lo estamos logrando. En la actualidad estamos dando un curs que se llama Calidez Estructural dirigido al derechohabiente. Esto va enfocado al trabajador en general, a identificar sus problemas que trae de principio de su vida para que en un momento dado encuentre la paz y la tranquilidad en su persona y a travs de esa paz de esa tranquilidad pues tambin ellas las puede irradiar y las pueda reflejar en la atencin al derechohabiente. Bien, recuerde que no hay atencin de calidad si no hay calidad de vida.

    S.L.- Aparte de esto qu ms ha realizado usted para combatir espe-cficamente este problema que ve usted como problema principal del sindicalizado?

    C.C.A.- Pues mira, tenamos un aban-

    CARLOS CAMACHO ALVAREZ SECRETARIO GENERAL DE LA SECCION XXVI DEL SINDICATO NACIONAL DE TRABAJADORES DEL SEGURO SOCIAL

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    la integracin de equipos, hemos tenido para los representantes sindi-cales alguna formacin del cuadro sindical, han habido muchos tips de cursos hasta ahorita, hasta la fecha yo creo que en mi gestin se ha car-acterizado tambin de mucha capac-itacin.

    S.L.- Aparte de los programas ya es-tablecidos, qu programas ha im-pulsado usted para sus sindicaliza-dos? O sea a parte de los programas que ya de por si el sindicato tena con anterioridad.

    C.C.A.- Programas pero a qu tipo?

    S.L.- A nivel sindicalizado o el progra-ma que me hablaba usted referente a lo que se les est dando capacit-acin personal.

    C.C.A.- En relacin a esos programas mira, es lo que te comentaba yo,mira nosotros vamos enfocados ms bien a la capacitacin porque ah detecta-mos que esta la debilidad de la falta de atencin o de la falta de calidad en la atencin al derechohabiente y nos hemos enfocado ms que nada la capacitacin con la finalidad de sensibilizarlos. Estos programas no estaban antes, estos programas, aunque contractualmente estaban establecidos pero no se daban o se daban a medias; por decir iban per-sonas encargadas de capacitar, iban a su centro de trabajo y si la jornada era de 8 horas sacaban al trabajador de sus actividades durante cuatro horas y le daban capacitacin y al t-rmino de la capacitacin volvan otra

    vez a contin-uar con sus actividades, entonces esta capacitacin r e a l m e n t e no llegaba a no cum-pla con las metas que se

    dono aqu por parte del Insti-tuto de hace como 15 aos que no se nos daba la capac-itacin, ahor-ita afortuna-damente con este curso se dan tres das, se saca al tra-bajador de su centro de tra-bajo y se mete a una, como a una terapia in-tensiva, como a una capaci-tacin inten-siva para que en este caso le quede lo ms claro posible al compaero de lo que se trata la misin que nosotros r e a l i za m o s , va enfocada al personal y por lo consi-guiente que debe de ser de la mejor forma, de la mejor forma posible. En-tonces se han intensificado muchos tipos de cursos y a parte de ellos hemos tenido

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    establecan, si porque una persona que la tienen un rato capacitando y un rato trabajando o viceversa, porque se intercambiaba, enton-ces no le permita concentrarse, ahorita lo sacamos dos o tres das y ahorita los cursos son de 8 horas, son cursos intensivos que se les dan.

    S.L.- sea que en ese trayecto de tres das el trabajador no labora

    C.C.A.- No labora

    S.L.- Se dedica a su capacitacin exclusivamente para que rinda de esa manera

    C.C.A.- Para que pueda concluir el objetivo de su capacitacin. Estos son programas nuevos, esto no es que si quieren llegar o no, esto es un compromiso que se ha hecho con la delegada

    S.L.- En el contrato colectivo de tra-bajo estaban establecidos mas no se llevaban a cabo

    C.C.A.- No se llevaban a cabo

    S.L.-no se hacan como practicas

    C.C.A.- as es.

    S.L.- Qu beneficios ha trado la re-forma laboral o que perjuicio para su opinin?

    C.C.A.- Bueno, nos enfocamos a la funcin que nosotros realizamos como sindicato, como seccin y como compendio a nivel nacional, a nosotros no nos ha afectado ni nos ha beneficiado en nada; entonces nosotros afortunadamente tenemos

    ya establecidas bien nuestras presta-ciones y nuestras jornadas, tenemos un contrato colectivo y afortuna-damente creo que es el mejor que tenemos en Mxico y tenemos unos estatutos. Nuestros estatutos nos permiten a nosotros que seamos to-talmente transparentes y democrti-cos. Transparentes en el aspecto de que por decir, su servidor esta aqu pero yo fui electo a travs de un voto secreto, ante un acto democrtico; igual a nivel nacional tambin est ah porque ah fui electo tambin. Tenemos un mecanismo del que tomamos planilla y luego lo ponemos a conciencia de la mayora de los tra-bajadores y las planillas ganadoras son las que eligen el Secretario Gen-eral y es un proceso democrtico. En el aspecto transparente en cues-tiones de cuentas pues yo acabo de rendir precisamente el Informe en el XXIX Congreso Seccional Ordinario, que es mi segundo informe de mi segundo ao de gestin, el pasado viernes 7 de diciembre, aqu estuvo

    nuestro mximo lder, el viene en un momento dado a dar fe y legalidad de mi informe y por lgica tambin el respaldo y eso es aqu en la sec-cin.

    En el Comit Ejecutivo Nacional se rinden cuentas cada 6 meses, por decir en la primera quincena de abril, hay un Consejo Nacional en donde el Comit Ejecutivo Nacional rinde cuentas, la primer quincena de octubre de cada ao. Tambin ah se lleva a cabo un Congreso Nacio-nal y tambin ah se rinden cuentas por eso nosotros no hemos tenido ningn problema. En relacin a la re-forma laboral y lo que sabemos que si ha favorecido son a las personas que laboran para ciertas compaas, algunas hasta fantasmas algunas con sobrenombres, algunas con la finali-dad nada mas de lucrar precisamente con el propio trabajador, a ese tipo de empresas yo creo que ayudo mu-cho al trabajador esa reforma. Para otros sindicatos que se identifican

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    como sindicatos charros o sindicatos blancos, yo creo que tambin esta re-forma gua a los trabajadores porque ya van a poder elegir a su lder y ya van a tener un periodo de termino, nosotros aqu estamos ahorita para 6 aos, anteriormente era para 4 aos, hubo igual un Congreso Nacio-nal en el cual se aprob una prrroga de 2 aos mas y ahorita tambin es

    de sexenio. No-sotros tenemos ya una fecha de trmino que es cada 6 aos, hay otros lderes que estn ah ya a perpetuidad, per-manentemente, entonces en este caso los trabaja-dores pues eso si les perjudica, si pero en lo que a m respecta, a nosotros de manera directa ni nos favoreca ni nos perjudica en nada porque a f o r t u n a d a -mente tenemos nuestro contrato colectivo y est totalmente claro y transparente. Para otras em-presas para otros sindicatos yo creo que si les afecto a ellos y dentro benefici a los trabajadores que esa es la finali-dad.

    S.L.- Terminando su periodo com-petira para una reeleccin como Secretario Gen-eral del sindicato del IMSS?

    C.C.A.- Mira me faltan cuatro aos, yo soy de las per-sonas que saben respetar los tiem-pos y sinceramente para seis aos yo creo que ya es suficiente. Quizs por ser inquieto buscara yo por otro lado, quizs me gustara pero depen-diendo, no, no, ahorita no te podra contestar ni te pudiera decir s o no, lo nico que si te puedo decir que

    primero Dios y el infarto lo permite voy a estar fuera del IMSS cumplien-do mis 28 aos de antigedad a los 49, 50 aos de edad y yo digo que voy a estar relativamente joven y si hay posibilidades de seguir ayudan-do pues voy a buscar esos espacios para seguir ayudando ms al IMSS.

    S.L.- Qu opinin le merece a usted la alternancia en el Gobierno del Es-tado?

    C.C.A.- Excelente, yo siempre he sido gente poltica y madura en el aspec-to de que los cambios siempre son para bien y que bueno que bueno que se dio. Yo no soy perredista, yo soy priista, pero tambin se aceptar cuando se gana que bueno y cuando se pierde pues por algo sucedi y esto no nos queda ms que tomarlo como una gran experiencia, ya les paso en la Presidencia de la Repub-lica, ahorita nos pasa a nosotros en el estado de Tabasco y yo creo que nos va a traer muchas cosas buenas. Para mi yo les deseo, aprovecho el espacio y ojala y as lo logren publi-car

    S.L.- claro

    C.C.A.- que yo le deseo todo el x-ito del mundo al licenciado Arturo Nez porque es nuestro goberna-dor y que por mi parte puede contar tambin en su proyecto en lo que yo pueda servirle desde aqu desde mi trinchera, yo soy abierto yo no ten-go nada en contra de nadie, al con-trario, a l y a su gente que ahorita en este momento les va a tocar rep-resentarnos, a quienes los ciudada-nos confiaron y entregaron su voto, pues nada mas que no los defrauden como ciudadanos y al menos yo por mi parte yo voy a ser respetuoso y tambin si hay oportunidad de su-marme en algo en lo que yo pueda ayudar tambin lo voy a hacer en su momento.

    S.L.- Ha tenido algn acercamiento

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    con el nuevo gobierno?

    C.C.A.- No, fjate que no se ha dado, primero porque he estado en mis menesteres ac con mis compro-misos, porque recientemente tene-mos el cargo de Secretario General y Nacional que es el Dr. Manuel Vallejo Barragn, anteriormente estaba el Dr. Valdemar Gutirrez, y como te deca hace rato y me re porque te dije si Dios lo permite y el infarto tambin, pues precisamente a l lo incapacitaron por 2 infartos que le dieron y tiene problemas de salud y ya no le permitieron continuar y en las gestiones se tuvo que hacer un cambio, y tambin hace poco falleci un ex secretario tambin de un in-farto y tambin joven, 55 aos. El Dr. Fernando Rocha Barranca, tambin entonces del infarto es que hay que cuidarnos mucho, y que nos cuidem-os mucho por el estrs y no sabemos que pueda suceder, pero yo de mi parte estoy totalmente abierto y a la disposicin. Qu bueno que me dan esta entrevista y la oportunidad de expresarlo.

    S.L.- Qu sigue para Camacho l-varez al terminar su gestin como Secretario General del sindicato del IMSS?

    C.C.A.- Pues mira, me he acostum-brado ha siempre estar muy activo, siempre buscando la forma de ayu-dar a la gente, como te deca hace un momento yo estuve haciendo cuen-tas ahorita tengo 45 aos de edad, me faltan 3 aos y medio para jubi-larme y yo calculo a los 49 aos estar fuera entonces si pudiera tomarme un relax lo hara en este momento pero pues la idea es continuar, o sea pero ya no en el sindicato si no bus-car otros espacios...

    S.L.-Polticamente

    C.C.A.- o en la vida pblica, si hay oportunidad si como no, si no de todas maneras pues ya uno ser ju-

    bilado, se va uno con un salario se podra decir bueno respecto a mi categora, porque eso es otra de las cosas que tengo que dejar en claro. Nosotros aqu no tenemos un sueldo adicional, nosotros venimos aqu con nuestro propio salario que pertenece a la categora con la que salimos de ah de nuestro centro de trabajo. Por decir, mi categora es tcnico opera-dor de pacientes, soy un conduc-tor de ambulan-cias del Instituto Mexicano del Se-guro Social, y en relacin a esta categora es que tenemos el suel-do asignado; ig-ual aqu tengo a 23 gentes comi-sionadas y aqu hay mdicos y que cobran como mdicos, pero no hay ningn salario adicional, es nada ms el salario normal, pero es un sala-rio digno, si es un salario digno.

    S.L.- La verdad si, el Seguro So-cial son una de las instituciones que tienen uno de los mejores salarios

    C.C.A.- si

    S.L.- y como deca usted hace rato, son uno de los mejores sindicatos

    C.C.A.- si

    S.L. Con un con-trato colectivo

    de trabajo muy, muy, muy completo y muy preciso.

    S.L Cmo es un domingo, con sus padres, su esposa y sus hijos?

    C.C.A.- Muy buena pregunta, pues f-jate te voy a contestar de la siguiente manera, a todo se acostumbra uno con tantos problemas que hay veces

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    que esta uno con la familia pero esta uno pendiente del celular, hay algn problema que est pendiente que no se resolvi en la semana y para iniciar nuevamente el lunes por donde vas a empezar, pero yo siento que ya es parte de mi vida vivir as, pero bien, bien afortunadamente pues llevo 22 aos de casado, tengo 2 hijos varon-es y una nia, ya estn grandes uno tiene 22 el otro tiene 19 y mi hija la ms chiquita tiene 16 aos. Pues si soy de familia, soy catlico acostum-bro siempre ir a misa, el domingo salir a comer un relax, pero no deja uno de estar siempre pendiente del changarro.

    S.L.- Algo ms que desea agregar?

    C.C.A.- Pues nada mas que agrade-cerles que me hayan venido a ent-revistar, es muy importante siempre intercambiar ideas, conocer a las personas y que bueno que me dan esta oportunidad que me conozcan a travs de esto aunque ya en la vida sindical aqu tengo un grupito de compaeros que se han dedicado a estar diciendo otra cosa pero me hice famoso la semana pasada, salieron muchos comentarios en el peridico, que si soy un Secretario

    General corruto, no se que tantas cosas que se dijeron, pero no tengo mi conciencia perfectamente tran-quila vivo en paz, vengo de la base trabajadora orgullosamente, nadie me regalo el cargo, solo Dios y mis compaeros lograron que yo est aqu representndolos y sigo con esa misma conviccin, con este mismo compromiso y yo voy avanzando, la verdad es que que te puedo decir?, hemos logrado muchas cosas aqu en la seccin, muchos beneficios que anteriormente no se haban logrado, en dos aos hemos logrado muchsi-mas cosas, pero si me dan la oportu-nidad se pueden seguir haciendo rel-evante, vamos a obtener 140 plazas de nueva creacin, dentro de ellas donde tenemos en actividades mdi-cas, asistentes medicas y nuevos auxiliares que no tenamos antes. En todas las unidades mdicas no tena-mos asistente mdico ni tenamos auxiliares. Ahorita afortunadamente ya lo conseguimos, esa debilidad o esa necesidad yo la detecte cuando era Secretario del Trabajo, en su mo-mento no tuve el respaldo del Sec-retario General, y dije, cuando al fin me den la oportunidad lo voy a lograr

    y pues ya lo logramos. Ahorita esta-mos gestionando un auto nivel de 85 plazas para el hospital general zona 46, solo estamos esperando que nos las autoricen para que ya el impacto de estas plazas y reforcemos en que hospital nos hace falta, ya nos qued chico aquel hospital.

    S.L.- Pues yo le agradezco la opor-tunidad de poderlo entrevistarlo y tambin lo felicito por los logros que usted nos acaba de comentar y sobre todo por que acabamos de descubrir a un ser humano humilde, sensible, con muchas aspiraciones y muchas ganas de hacer muchas cosas. Yo le deseo todo el xito del mundo y le agradezco nuevamente la oportuni-dad de poder estar con usted, s que todo lo que emprenda lo va a lograr xito.

    C.C.A.- Muchas gracias.

    ENTREVISTA REALIZADA POR LA LIC. MARIA DEL ROCIO

    BALLADO CABAAS, DIRECTORA GENERAL DE LA

    REVISTA SACRIS LEX

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    El titulo de la confer-encia que se me ha pedido desarrolle ante ustedes dice Crisis en la identidad de la Cultura Mexicana durante el siglo XIX, y creo yo antes de comenzar a explicar el fenmeno de una crisis en la cultura mexicana, es nec-esario aclarar el concepto de cultura y adems investigar si existe una cultura mexi-cana; porque no tenemos derecho a presuponer la ex-istencia de una cultura mex-icana. No todos los estados independientes que existen en el mundo tienen una cul-tura propia, muchos de ellos participan de una cultura ms amplia. Veremos, pues, si es licito hablar de una cul-tura mexicana o ms bien de una participacin de la cultura europea occidental.

    Antes de empezar a hablar, quiero aclarar un punto y pido que no se me tache de poco patriota si a veces puedo parecer duro al tra-tar al siglo XIX mexicano. En alguna ocasin, hablando de los mexicanos prehis-pnicos, insist en algunas carencias tcnicas que hicieron que no se de-sarrollara su civilizacin como hubiera sido de desear, y se me acuso de poco objetivo y parcial precisamente por que trataba de ser objetivo. Si existe una cultura mexicana no va a ser buen automticamente por el solo hecho de ser mexicana; puede ser que se de una cultura mexicana mediocre. No creo antipatritico admitir la existencia de peridicos de decadencia en la cultura mexicana.

    Veremos, pues, en primer lugar si ex-iste una cultura que se pueda llamar mexicana, y no solamente una partici-pacin de una cultura europea, la cual coparticipamos con los dems pases de Hispanoamrica. Una vez admitida la existencia de esa cultura mexica, tra-

    CRISIS EN LA IDENTIDAD DE LA

    CULTURA MEXICANA

    DURANTE EL SIGLO XIX

    Por el Lic. Jorge Lpez MoctezumaDirector de la Escuela de Historia del Arte,

    Coordinador del Centro de Msica y Profesor de Historia de la Universidad Iberoamericana

    taremos de averiguar si estaba en crisis en el siglo XIX y hasta que punto esta crisis fue grave. Pero nos encontramos tambin con otra dificultad y es que el termino cultura es sumamente equivoco, ya que las distintas ciencias nos van a dar una aceptacin diferente de el. En cierta ocasin se produjo una discusin un poco molesta, porque durante el examen de un alumno de Antropologa Social, el sinodal que es-taba junto a mi tenia una idea de cul-tura propia de un antroplogo social, y yo, como historiador tenia una idea diferente, dando como resultado que el que pagaba el pato era el pobre dis-cpulo que se examinaba.Seria muy difcil lograr una definicin de cultura en la que todos estuvieran de acuerdo, pero podemos aventurar una definicin de trabajo, lo que en-

    tenderemos por cultura en el curso de esta conferencia; por que nos vamos a encontrar que hay dos conceptos que se entrecruzan y se usan a veces como sinnimos sin que en realidad lo sean estrictamente; se trata de cultura y civilizacin.

    Podra yo haber titulado a mi confer-encia Crisis de la Civilizacin Mexi-cana? Tal vez si, si aclaremos los con-ceptos.

    Pro civilizacin, siguiendo en esto a mi maestro de Colegio de Francia en Paris, Fernand Braudel, yo entendera una coexistencia de valores en grupo humano determinado. Estos valores pueden ser religiosos, polticos, so-ciales, cvicos, costumbres, modos de vestir, modos de comer, etc. La coex-

    FUENTE DE INFORMACIONwww.juridicasunam.mx/publicalibre

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    istencia de un conjunto de valores ms especficos nos va a dar una civi-lizacin mas caracterizada. Por ejem-plo, comer con tortillas es propio de la civilizacin mas caracterizada. Por ejemplo, comer con tortillas es propio de la civilizacin mexicana, comer con palillos es propio de la civilizacin chi-na. Todos estos valores reunidos van a formar una civilizacin.

    Solamente, que segn indicaba el profesor Braudel, para que una civi-lizacin merezca el nombre de tal, tiene que cumplir dos condiciones: que sea antigua y que sea coactiva, pero con una coactividad implcita y subconsciente, no con una coactivi-dad forzada por el estado que impone violentamente una ideologa; de aqu que no se pueda hablar aun de una civilizacin comunista. Antigua quiere decir que estos valores, estos usos y costumbres deben haberse practicado durante un lapso de tiempo largo, sin que se pueda precisar si bastan 50,100 00 aos para formar una civilizacin. En Mxico, todo mundo come a las dos o a las tres de la tarde, y nunca na-die se ha puesto a pensar por que se come a esa hora. En Francia se come a las doce del da, y los mexicanos que quieren comer en pars a las dos de la tarde encuentran cerrados los restaurantes. En ambos pases la hora de comer viene por una tradicin que se aprende de usos, sino incluso de maneras de pensar, de ideologas, de prcticas religiosas y sociales que se van a construir una civilizacin. La cul-tura seria, segn las ideas del mismo profesor Braudel, la flor del espritu humano, es decir, lo ms selecto y fino que puede producir el hombre como ser espiritual. La palabra cultura, que podra tomarse como sinnimo de civilizacin, la tomaremos como el conjunto de la produccin mas selecta del espritu humano. Segn esto, no consideremos como parte de la cul-tura la hora de comer; en cambio si consideraremos como parte de la lit-eratura, de la filosofa, de la ciencia y del arte.

    Para esta conferencia usaremos los

    dos trminos un poco indistinta-mente. La civilizacin mexicana ser un conjunto de sus tpicos de los mexi-canos y la cultura mexicana consistir en la produccin selecta del ingenio mexicano. Podemos decir que la civi-lizacin es la raz y la cultura el fruto de la misma planta. Cultura y civili-zacin son fenmenos continuamente cambiantes que no llegan a cristalizar jams.

    Oswaldo Spengler, al estudiar las civili-zaciones, dice que las orientales, a las que llama mgicas, son muy quietas, se resignan a su destino, en cambio la occidental, a la que llama fustica, no se resigna a su destino, es muy inqui-eta, continuamente va cambiando, y esto hace que los occidentales vayan dejando unos valores y adquiriendo otros. Andando el tiempo esos valores nuevos van envejeciendo, se hacen en ciertos modos obligatorios y se convi-erten en valores de civilizacin. Una cosa que al principio para un mexicano pudo haber sido totalmente extran-jera e incluso impuesta y hasta violen-tamente impuesta, andando el tiempo puede convertirse en algo connatural. Ejemplo de esto seria el liberalismo, que comienza siendo una doctrina ab-solutamente ajena a Mxico y poco a poco se va a metiendo en la mentali-dad del mexicano hasta que este llega a ser automticamente liberal.

    Como historiador de la Cultura Mexi-cana, creo yo que si se puede afirmar la existencia de una cultura mexicana como una rica variante de la cultura europea occidental; esta cultura no es absolutamente original como lo fue en pocas prehispnicas en el aislamien-to mutuo de los grupos indgenas hizo que en distintas partes se fueran cre-ando distintas culturas que se ignora-ban unas a otras. A si se creo en el Per una cultura que no saba nada de Mxico; A Atahualpa nada supo de la triste suerte de su colega Moctezuma.En el Mxico situado al sur del Trpico de Cncer se logro cierta unificacin cultural a la que se ha dado al nombre de la cultura mesoamericana. Dentro de ella hay diferencias en las formas externas, pero en el fondo hay cierta comunidad de mitos, practicas religio-sas, calendario, etc., que nos indica se trata de una civilizacin bsica con al-gunas variantes; a si la civilizacin de los teotihuacanos resulta una variante de la civilizacin de los mayas. Del mismo modo, la civilizacin mexicana actual va a ser una variante de la civi-lizacin europea occidental, quien a su vez es ya muy compleja en Europa misma, pues mucho difieren entre si la civilizacin de Alemania. La de Es-paa y la de Suecia. Todas ellas son grandes variantes de un mismo tema fundamental. Las grandes bases de la cultura son actualmente las mismas en el Occidente Europeo y en Mxico,

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    aunque no lo hayan sido en ortos tiem-pos. El concepto de cultura mexicana es un concepto abierto; y esto debemos tenerlo muy en cuenta para no fos-ilizarnos en la historia y fijar un tipo cul-tural efmero como un logro definitivo. El mundo sigue adelante y nosotros con el. Debemos ser conscientes que van cambiando tambin la civilizacin mexi-cana.La cultura mexicana no se identifica con el nacionalismo mexicano. Puede haber mucho nacionalismo y poca cultura, y creo que es lo que pasa en 1870. Si in-dagamos en el concepto de nacionali-dad, encontramos que se nos confunden un poco con el de civilizacin. La nacin es tambin la coexistencia de valores lingsticos, religiosos, de sus y costum-bres, etc. La diferencia consiste en que los rasgos constitutivos de la civilizacin son la antigedad y la coactividad im-plcita; mientras que lo que constituye a la nacin es el sentimiento consciente DE SER MIEMBRO de un grupo humano que ha escogido determinados valores para caracterizarse.

    Ha habido muchas polmicas en Europa acerca del concepto correcto de nacin, y a nombre del principio de naciona-lidad los europeos se han despedazado ferozmente unos a otros. Un caso tpico es el de Alsacia. Que es Alsacia? Una parte de la nacin alemana o una parte de la nacin Francesa? Si preguntamos a los alemanes nos respondern: Alsacia es alemana porque los alsacianos ra-cialmente son alemanes, hablan un dia-lecto alemn, comen comida alemana preparada a la Alemania, incluso hasta los trenes de Alsacia corren a la alemana por el carril derecho, siendo a si que en Francia corren por el izquierdo. Pregun-temos a un francs y nos dir: los alsa-cianos son franceses porque quieren ser franceses, quieren apropiarse los valores que constituyen a la nacin francesa, los sienten como propios. Pasando al caso de Mxico preguntmonos: Quin es mexicano? El que nace en Mxico entre mexicanos? O el que habiendo nacido en cualquier parte quiere ser mexicano, quiere participar de la vida y de los va-lores de sete grupo que se ha llamado mexicano? e parece que ambos casos la segunda respuesta es la correcta. Creo que la nacionalidad es un conjunto de-terminado de valores, pero tiene que

    existir conciencia de ellos y deseo de ap-ropirselos, por que si esta conciencia la nacionalidad se puede perder.Tambin se puede perder la civilizacin cuando los usos antiguos van muriendo, como le ocurre ahora a la civilizacin mexicana. Muchos usos como la cele-bracin del Da de Muertos o del Viernes de Dolores se van perdiendo, y vamos entrando a una gris y triste civilizacin internacional, que podramos definir como civilizacin aeropuerto, que va a acabar con las variedades tan ricas de las civilizaciones regionales. Los aero-puertos del mundo son todos idnticos, todos sosos, reflejo de una civilizacin educada y cmoda, pero absolutamente desprovista de personalidad. Las civili-zaciones pueden morir como pueden morir tambin las nacionalidades.

    Este sentimiento puede ser forzado, puede ser creado casi de pies a cabeza por medio de la propaganda y de un sistema educativo hbilmente dirigido. Nacionalidades que estaban ya muy adormecidas en Europa, como la fla-menca en Blgica, han sido despertadas y exacerbadas por la propaganda de unos cuantos audaces, de tal manera que Blgica, una nacin bastante unida a principios de siglo, actualmente es presa de los odos y recriminaciones de los valones de lengua francesa y de los flamencos de lengua neerlandesa. En la ciudad de Gante, donde viv durante un ao de 1960 a 1961, al principio encon-traba todava algunos letreros en fran-cs; al final ya haban desaparecido, y ni siquiera en la estacin del ferrocarril, donde concurren tantos extranje-ros, se permita ningn anuncio que no estuvi-era en flamenco. Esto es artificial y acaba por ser malo. El nacio-nalismo puede ser terrible-mente perjudi-cial a la misma nacin que trata de fomentarlo. Los pases latino-americanos que se independizan de Espaa a prin-

    cipios del siglo XIX van a tratar de exaltar demasiado los valores capases de crear un sentimiento de nacionalidad donde no lo haba, tales como la formacin de una simbologa patritica (bandera, escudos, himnos nacionales), y la el-evacin a la categora de epopeya de las luchas, muchas veces modestas, de la guerra de independencia.

    Un nacionalismo exacerbado nos puede llevar a extremos tan ridculos como el de la guerra de Honduras con-tra el salvador, llamada la Guerra del Futbol, en la cual una nacin agredi a una vecina que habla la misma len-gua las mismas costumbres y la misma religin, y participan de la misma his-toria. Todos los antecedentes histri-cos nos hacan pensar en una nacin comn centroamericana, pero el na-cionalismo regionalista lo ha echado todo a perder.Creo yo que Mxico era el nico pas de Amrica Latina que en el siglo XVIII tena ya conciencia de ser una nacin. Prueba de ello fue que al realizarse la independencia, cada nacin se formo tomando como ncleo integrador el territorio de una antigua audiencia espaola. Donde haba un mandn espaol, habr despus un mandn local que se har llamar presidente y se esforzara a toda prisa por crear una nacionalidad distinta a la de la antigua audiencia vecina.

    Continuara...

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    El propio artculo 1o de nues-tra Constitucin, a partir de la Reforma de junio de dos mil once, prev mtodos hermenuticos especficos, para los derechos humanos, como lo es la interpretacin conforme a nues-tra propia constitucin y aade a los tratados internacionales, pero todo esto orientado a otro m-todo interpretativo, a un principio, el principio pro personae, el mas benfico a la persona e implcita-mente acorde con la interpretacin propia de los tratados internacio-nales, como compromisos que ad-quiere Mxico frente a otros Esta-dos, no para obligarse en relacin a prestaciones recprocas, como los tratados comerciales, los pos trata-dos sino respecto de deberes para con las personas que se ubican dentro de estos, en su mas puro y absoluto respeto y proteccin a sus derechos.

    Ahora bien, este contexto que de manera muy breve he expuesto y que se extrae de los primeros pr-

    rafos del artculo 1o reformado de nuestra Constitucin, nos lleva, a los operadores jurdicos, a la nec-esaria labor de realizar un anlisis sistemtico y armnico en cada caso concreto que se somete a nue-stro conocimiento, proporcionando todos los elementos necesarios so-lucionarlo. As, frente a asuntos que implican a quienes se encuentran en una condicin de vulnerabilidad, el propio sistema jurdico, nos lleva a acudir y considerar la proteccin especial, que se prev para ese grupo, aplicando reglas especiales para obtener una igualdad ante la ley, y no provocar una situacin de injusticia, al dar un trato estricto e insensible de igualdad de la ley, que en realidad, para estos grupos vul-nerables, no lo es. Nuestro propio sistema jurdico, prev formas de proteccin especial para superar los abismos que en ocasiones generan estas desigualdades. En el propio artculo 1, de la Constitucin, en su prrafo final, se prohbe de manera enftica toda discriminacin, toda discriminacin motivada por origen

    tnico o nacional, por el gnero, por la edad, las discapacidades, la condicin social, las condiciones de salud, la religin, las opiniones, las preferencias sexuales distintas, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menos-cabar los derechos y libertades de las personas.

    Adicionalmente, encontramos en el artculo 2 de nuestra consti-tucin, la proteccin y garanta de los derechos de los pueblos y de las comunidades indgenas; y en el artculo 4 la igualdad del hombre y la mujer, protegiendo el desarrollo y organizacin familiar; la protec-cin a la salud, as como la protec-cin especial a los menores como un sector de inters superior; a travs del artculo 5 y 123, tam-bin la proteccin al trabajo, entre otras.

    A nivel internacional tambin con-tamos con un amplio catlogo de disposiciones especficas tratn-

    A UN AO DE LA REFORMA CONSTITUCIONAL EN MATERIA DE

    DERECHOS HUMANOS, SU IMPORTANCIA EN LA PROTECCION DE

    GRUPOS VULNERABLES Por la Dra. Olga Snchez Cordero

    Ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nacin

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    dose de grupos en condiciones de vulnerabilidad, que no solamente son de utilidad para la solucin de los casos que se someten a nues-tro conocimiento, sino de obser-vancia obligatoria, y esto tiene que quedarles claros a nuestros legisla-dores, son de observancia obliga-toria. As, en el mbito del Sistema Universal de la ONU, entre otros, encontramos la Convencin sobre los Derechos del Nio, la Conven-cin sobre la eliminacin de todas las formas de Discriminacin Con-tra la Mujer, la Convencin Inter-nacional sobre la Proteccin de los Derechos de los Trabajadores Mi-gratorios y de sus Familiares, entre otros.

    En el mbito regional del Sistema Interamericano de Derechos Hu-manos, la Convencin Interameri-cana Sobre Derechos Humanos, el Protocolo de San Salvador, o las Convenciones para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra la Mujer, conocida como la Convencin de Belm Do Par y

    la relativa a la Eliminacin de to-das las Formas de Discriminacin contra las Personas con Dis-capacidad. La preocupacin de la tutela y de la proteccin a grupos en condicin de vulnerabilidad, tampoco ha sido ajena a nues-tros Juzgadores. En la Cumbre Ju-dicial Interamericana celebrada en marzo de 2008, se emitieron las Reglas de Brasilia, sobre el Ac-ceso a la Justicia de las Personas en Condicin de Vulnerabilidad, inspirada en la trascendental importancia que las sociedades latinoamericanas tiene en el ac-ceso a la justicia, entendido no slo como acceso a los tribu-nales, sino tambin como ac-ceso al goce pacfico y pleno de sus derechos, y en especial, de los derechos fundamentales, as como a las diversas alternativas para la resolucin pacfica de los

    conflictos.

    Tal documento, estas Reglas de Brasilia, es gran valor, tienen como objetivo, y es ?, garantizar las condiciones de acceso efectivo

    a la justicia de las personas en condicin de vulnerabilidad, sin discriminacin alguna, englobando el conjunto de polticas, medidas, facilidades y apoyos que permiten a dichas personas el pleno goce de los servicios del sistema judicial. Este conjunto de herramientas, ante los casos que se nos presen-tan en la labor cotidiana, nos hacen ver que, aunque aparentemente las normas son neutrales, al apre-ciar esas condiciones especiales de quienes se encuentran involucrados y la especial sensibilidad que requi-ere o que se le requiere al opera-dor jurdico, su aplicacin no debe ser tan neutral como en apariencia es la ley neutral, que existe un am-plio marco normativo, que plasma la exigencia de la atencin y de la proteccin especial a toda aquella persona que se encuentre ante un situacin de vulnerabilidad.

    Por eso, me parece importante compartir con ustedes algo que hemos venido construyendo en la Suprema Corte. Fjense que lo em-pezamos con el tema de los nios

    A UN AO DE LA REFORMA CONSTITUCIONAL EN MATERIA DE

    DERECHOS HUMANOS, SU IMPORTANCIA EN LA PROTECCION DE

    GRUPOS VULNERABLES Por la Dra. Olga Snchez Cordero

    Ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nacin

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    y de las nias y que supongo que todos ya tienen o tendrn acceso a este protocolo de la Suprema Corte en donde ante los tribunales com-parecen por cualquier razn nias y nios, es un protocolo muy inte-resante porque implica un mtodo de juzgamiento diferencial.

    Continuamos posteriormente en la Suprema Corte haciendo ese m-todo diferenciado de juzgamiento tratndose de la perspectiva de g-nero, en base a consideracin, la dis-crimina ion de la mujer en algunas reas, tomando en consideracin la posible vulnerabilidad en la que se encuentra una mujer victima de violencia por ejemplo intrafamil-iar, violencia econmica, violencia fsica, violencia psicolgica, en fin, porque las normas en apariencia son neutrales pero cuando a una la agreden desde el punto de vista de la persona que se encuentra en esta situacin de vulnerabilidad, la aplicacin de la misma no es tan neutral y ni debe ser tan neutral porque la norma, cuando la apli-camos, no puede resul-tar en una igualdad o en una neutralidad; as en-tonces si empezamos a avanzar en la Suprema Corte, con un mtodo de juzgamiento que llamamos Mtodo de Juzgamiento Diferencial en aquellos conflictos, entonces nosotros ya lo extendimos a todas aquellas personas que se encuentra en una condicin de vulnera-bilidad.

    Lo hemos estado afi-nando, solamente lo comparto con ust-edes, todava no esta realmente terminado

    el mtodo de juzgamiento pero no hemos digamos elaborado de acuerdo con seis pasos generales. Cules son estos? Estamos apenas dibujndolo pero lo comparto en-cantada con ustedes precisamente con los grupos vulnerables, pre-cisamente para que estas personas en esta situacin puedan ejercer a plenitud sus derechos fundamen-tales. El primer paso para el opera-dor jurdico consiste en identificar la relacin desequilibrada de poder y de la persona que se encuentra en una situacin de desigualdad estructural o de vulnerabilidad. Es decir, tenemos que identificar que esta persona no es una persona que se pueda juzgar con una neutrali-dad si no que estamos identifican-do esta situacin de desigualdad estructural o de vulnerabilidad.

    Posteriormente en un segundo paso, el operador jurdico, debe verificar la existencia de estereoti-pos en la norma, o en la actuacin

    de la autoridad y determinar la forma de combatirlos. Es decir, si la norma contina estereotipo que no le permita al operador jurdico ms que aplicar una norma en aparien-cia neutral.Un tercer paso, es indispens-able que el operador jurdico ten-dr que evaluar los hechos y las pruebas conforme al contexto de desigualdad verificado y libre de estereotipos. Este es un paso muy importante, la evaluacin de los hechos y de las pruebas conforme a este contexto de desigualdad que ha confirmado el operador jurdico que ha verificado y que este libre de estereotipos.

    Un cuarto paso seria establecer el derecho aplicable conforme al control de convencionalidad y al principio pro persona. Es decir una vez que se haya identificado a esa persona en una situacin de vul-nerabilidad, se tiene que ver cual es el derecho ms benfico en un

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    control abstracto, en un control de constitucionalidad por parte de todos los operadores jurdicos de nuestro pas o en su caso un control de convencionalidad ampliando el espectro normativo a las conven-ciones y tratados internacionales en materia de derechos humanos.

    Un quinto paso seria aplicar los principios constitucionales de uni-versalidad, indivisibilidad, interde-pendencia y progresividad, en lo ms favorable a la persona, procu-rando el uso de un lenguaje incluy-ente.

    Y el sexto paso finalmente, habr que determinar las medidas de reparacin integral del dao, en el caso de que ste exista, atendi-endo inclusive a la afectacin del proyecto de vida de la persona in-volucrada.Yo recuerdo una sentencia ya clsi-

    ca en la que fueron a notificar a un dbil visual un actuario, y efecti-vamente iba con los abogados del bando, este era un juicio hipotecar-io, un ejecutivo hipotecario, y llega-ron los abogados del banco y llego un actuario y en un chec list lo no-tificaron y el peda que acudiera su hija a darle lectura a la notificacin. Argumentaron que no tenan tiem-po y solamente le dejaron la noti-ficacin. Esta persona era un dbil visual, obviamente el juicio se fue en rebelda y le remataron su casa. Interpone un amparo considerando que no estuvo bien hecha la notifi-cacin, que no tuvo conocimiento de lo que se le estaba notificando porque los abogados el da anterior haban ido a decir que era una re-structuracin de su crdito cuando en realidad era la demanda del juicio hipotecario en donde perdi su casa.

    Y si ustedes revisan esa notificacin

    en una especia de chec list, todo estaba absolutamente y formal-mente realizado por el actuario, el chec list paloma, paloma, paloma, paloma pero resulta que esta per-sona dbil visual era discapacitado en la vida real pero al momento de la notificacin vea perfectamente y volvi a la realidad con su debili-dad visual. Esta sentencia o esta notificacin debi ascender por este operador jurdico a una situ-acin de vulnerabilidad de la per-sona que estaba notificando. Ob-viamente el amparo fue concedido pero revocado por el colegiado por haberse cumplido estrictamente, estrictamente con la formalidad de la ley. Una ley aparentemente neutral una ley formal en donde se colmaron todos y cada uno de los requisitos formales. No obstante esa persona se encontraba en una situacin de vulnerabilidad en la que los operadores jurdicos debi-eron atender.

    Siempre he dicho que los derechos humanos, la proteccin de estos derechos al estado le es costoso, le es costoso desde el punto de vista econmico, le es costoso desde el punto de vista econmico porque el derecho a la salud, el derecho a la educacin, el derecho a un me-dio ambiente sano, el derecho a la alimentacin, el derecho a la vivi-enda, son derechos muy costosos poltica y econmicamente, pero hay protecciones de derecho que no cuestan que no cuestan nada, que costo tendra para el estado que ese operador jurdico un actu-ario le leyera la demanda al dbil visual, cual es el costo econmico? Que habra repercutido para el estado, para el poder judicial, para sus operadores, haber llegado a la lectura en voz alta en la notifi-cacin?

    Entonces hay derechos, hay pro-

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    manera que se logre optimizar el derecho en la manera mas efec-tiva, en la mejor medida, y obvia-mente siempre atendiendo a los fines protegidos y concertando los principios que rigen en cada caso, sin generar puntos de ten-sin entre los sectores, si no inter-pretando, aplicando el derecho de una manera ms coherente, mas estepatica, mas protectora. Sin duda es una labor muy delicada que implica la interpretacin, apli-cacin de normas jurdicas nacio-nales e internacionales de modo armnico y que los operadores ju-rdicos tenemos que ir sorteando los posibles puntos de tensin de contradiccin entre estas normas, tienen que dimensionar el derecho en busca de un fallo justo, que se apegue a la justicia.

    Un juzgador, consiente de su labor no debe buscar como no entrarle al fondo del problema. Me van a decir hay 18 causales de improceden-cia mas los que se acumulen, por analoga, por interpretacin ?, y la mira 18 con relacin a la 80 y con

    teccin de derechos que no tienen mayor costo para el estado como es este; hay otros que si por supuesto el derecho a la salud, el derecho a la vivienda, el derecho a un ambi-ente sano y otros simples derechos que si tienen un costo importante para el estado, su proteccin, la progresividad, la universalidad de estos derechos, la universalidad del derecho a la salud, a la educacin, pero este derecho, estos opera-dores jurdicos cuando identifican a la persona en esta situacin de vulnerabilidad en lo que la norma que aparenta una cierta neutrali-dad al final, no es tan neutral y esto les toca a todos, a todos.

    Y como ustedes podrn apreciar, por supuesto que estamos ante una tarea ardua de integracin del Derecho, en la que confluyen tanto el derecho local, regional, nacio-nal, trasnacional, pero el opera-dor jurdico, el juzgador debe, y es una obligacin, debe trabajar con los instrumentos normativos que pertenezcan a cada sector, buscan-do siempre la incorporacin de la

    la no se que y entonces llega el justiciable y lo menos que recibe es una justicia material. Es una justi-cia estrictamente formal en donde no existe un autentico compromiso de los juzgadores y eso si es triste, porque eso es lo que nuestro pueb-lo esta aclamando una y otra y otra vez.

    Estoy convencida, que bajo esta ptica, las sentencias que emite un juzgador, se apega fielmente a la explicacin que el gran procesali-sta florentino, Piero Calamandrei, daba a sus alumnos, en cuanto al Sentimiento de la Sentencia. Sola recordarles a sus discpulos, que la palaba sentencia viene de sentir, al igual que sentimiento, y

    que con independencia de la etimologa de sta, es un hecho innegable que en ocasiones la que es la motivacin verdader-amente real y efectiva, de una sentencia no est expresada en la parte considerativa del pronunciamiento del juez, sino en los pliegues del nimo del que Juzga. 50.53 En sus propias palabras, la obra de arte es un pedazo de la realidad refle-jado a travs de la sensibilidad de un artista; se podra decir, que, igualmente, la sentencia es un artculo de la ley filtrado a. travs de la conciencia del juez.

    Por su atencin, Gracias.

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    medio, el clima, los genes, etc. En tal razn consideramos que en este caso en particular fue injusta la ley al san-cionar la conducta del joven enamo-rado. Pero de eso a pensar que su con-ducta fue culposa y que si ese caso se hubiera dado con la inclusin del deli-to de violacin impropia en el catlogo de culposos, a como actualmente est en nuestro cdigo, dicho sujeto (joven enamorado) hubiera gozado de una atenuacin de la pena a cumplir; ex-iste una gran distancia, pues seguimos pensando que dicho ilcito no puede realizarse de manera culposa, es decir por no haber tenido el cuidado para no causar el dao al bien jurdico tu-telado, como dijimos anteriormente, para la ejecucin del ilcito en comen-to es necesaria la intencin y atendi-endo a lo dicho por Lpez Betancourt en cuanto a la penalidad de los delitos culposos, que: Hay delitos en los que

    Si analizamos el comentario an-terior, podemos deducir que la conducta desplegada por el joven enamorado, no fue en ningn momento delictiva ni resulta un peligro para la sociedad, antes al contrario, fue un acto de honestidad el pretender casarse con la menor y responsabilizarse de su accin; y en cuanto al bien jurdico tutelado, en este caso sera el normal desarrollo psicosexual; aclaramos que no se trata de la libertad y seguridad sexuales, pues no existi violencia; y el asunto del normal desarrollo psicosexual es totalmente discutible, pues los psicl-ogos an no se han podido poner de acuerdo para valorar o determinar dicho aspecto y hacen referencia a la influencia que tienen infinidad de fac-tores para variar el momento (edad) en que se logra el desarrollo psico-sexual, estos factores pueden ser el

    no puede funcionar la culpa y estos son: a) En los que exijan la forma do-losa de culpabilidad; b) De tendencia, y c) Que requieran un elemento sub-jetivo del injusto; b) Los delitos de estupro, violacin e incesto, no pueden cometerse culposamente por tratarse de delitos de tendencia.

    De acuerdo a lo anteriormente expli-cado, a nuestro juicio consideramos que el motivo de haber insertado al delito de violacin impropia en el nu-merus clausus de culposos, no incide precisamente en la ejecucin culposa del mismo, sino en lo dispuesto en la teora del error, pues si volvemos al co-mentario de la charla sostenida con el Maestro Romero Tequextle, nos dare-mos cuenta que en la conducta despl-egada por el joven enamorado no ex-isten los elementos que integran a la culpa, ni se da ninguna de las formas

    VIOLACIN CULPOSA?

    Por el Lic. Tenoch Bastar Ocampo

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    previstas para ella (consciente e incon-sciente), sino ms bien, se actualiza lo previsto por la teora del error, ya que el sujeto crea licita su conducta, es decir, ignoraba la antijuridicidad de la misma, en resumen, se hallaba ante un error, que segn la doctrina pudi-era ser esencial o de prohibicin, de naturaleza vencible, que como a continuacin explicaremos destruye el dolo y deja subsistente la culpa.

    TEORA DEL ERROR

    Segn la Enciclopedia Jurdica Mexi-cana: Error es en Derecho Penal, ausencia de conocimiento o cono-cimiento falso sobre los elementos requeridos por la definicin legal del

    delito o sobre el carcter prohibido de la conducta en que este consiste

    Existen infinidad de posturas o corri-entes que tratan de explicar esto del error, en primer lugar surge la polmica de diferenciar entre ignorancia y error, luego la referente al error de hecho y error de derecho, para terminar con el error de tipo y error de prohibicin. Para la primera polmica mencionada, nos permitimos citar a Jimnez de Asa, quien en su libro Lecciones de Derecho Penal dice: En el rea de la psicologa hay una distincin funda-mental entre la ignorancia y el error, que se halla ya en Platn. La primera supone la falta absoluta de toda rep-resentacin y consiste en una entera ausencia de nocin sobre el objeto

    determinado; es un estado negativo. El error supone una idea falsa, una representacin errnea de un objeto cierto; es un estado positivo. La igno-rancia consiste, en suma, en una falta completa de conocimiento, mientras que en el error hay un conocimiento falso.

    Continuando con el autor citado, este nos dice: Carrara, inspirndose en la psicologa distingui la ignorancia del error, caracterizando la primera como un estado negativo del alma, consiste en la ausencia de toda nocin relativa a un objeto, y apreciando el segundo como un estado positivo de falso cono-cimiento; pero aun reconociendo el gran maestro de Pisa que, metafsica-mente considerado el asunto, difieren de modo profundo la ignorancia y el error, entendi contrariamente la tesis de Savigny que vea siempre un esta-do de ignorancia, puesto que el error nace en todo caso de ignorar alguna cosa, que no haba para que ocuparse de las situaciones negativas puesto que no pueden ser causa de accin, y que , en consecuencia, el criminalista no tiene para que estudiar la ignoran-cia sino solamente el error.

    La segunda discusin se da en torno a la denominacin error de hecho y er-ror de derecho; al respecto Mrquez Piero expresa: En cuanto a genero, el error desde el derecho Romano, se distingue entre error de hecho y error de derecho, y siguiendo al maestro Savigny se ha sealado que el primero recae sobre hechos jurdicos, o sea, sobre las condiciones exigidas en el hecho para la aplicacin de una regla jurdica, y el segundo incide sobre el derecho objetivo, distincin que, al decir de Jimnez de Asa, se encuen-tra en la mayor parte de las legisla-ciones contemporneas, recogida por Carrara, y seguida por gran nmero de penalistas, incluso actuales.

    El COLEGIO DE ABOGADOS TABASQUEOS, A.C.

    Felicita al LIC. MARCO TULIO SEDANO HERRERApor su titulacin en la

    MAESTRIA EN DERECHOen el Instituto Universitario

    Puebla

    F E L I C I D A D E S!

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    Cabe hacer mencin, que la polmica se da en cuanto a, si se debe o no ser sancionado el error de derecho y en cuanto a si es necesaria tal distincin o divisin de los conceptos, en este sentido Lpez Betancourt menciona: Tradicionalmente se ha estimado, cuando un sujeto en la realizacin de un hecho delictivo alega ignorancia y error de la ley. No habr inculpabilidad, siguiendo el principio de que la igno-rancia de las leyes a nadie beneficia A este respecto, la Enciclopedia Jurdica Mexicana dice: A esta distincin se ha asociado tambin tradicionalmente el aserto de que mientras el primero (error de hecho) excusa, no ocurre as con el segundo (error de derecho), conforme a la mxima prevaleciente durante siglos, en la legislacin y en la jurisprudencia, de que la ley se pre-sume conocida de todos y que su igno-rancia, por ende no exime de su cum-plimiento. Esta conceptualizacin de error de hecho y error de derecho se dio en el sistema Causalista; aclaramos que no pretendemos explicar a con-ciencia las corrientes jurdico-penales (Clsica, Causalista, Finalista y Funcio-nalista), pero haremos una breve ref-erencia slo al Causalismo y Finalismo, por representar la pugna actual entre los tratadistas y por estar ntimamente relacionadas con nuestra legislacin.

    En el Causalismo se adoptaron los trminos: error de hecho y error de derecho; al respecto conviene citar a Orellana Wiarco, quien en su libro Teora del Delito, sistemas causalista, finalista y funcionalista, expresa que: El sistema Causalista acepta el error como causa de inculpabilidad, cuando el sujeto a virtud de una equivocada e invencible concepcin de la realidad fctica produce un resultado tpico, en cambio rechaza, el error de derecho, pues su falsa apreciacin de que el derecho ampara su actuar no lo releva de su responsabilidad. Y citando a Ji-mnez de Asa, el mismo autor conti-

    nua diciendo: El principio hasta hace poco universalmente admitido por los causalistas de que: la ignorancia de la ley a nadie excusa de su cumplimiento, los lleva a concluir que el llamado er-ror de derecho es irrelevante, es decir, un sujeto creyendo que una conducta es lcita o ignorando que es punible, la ejecuta, su actuar, desde luego, de acu-erdo al principio ya sealado resultara culpable por que su error no destruira el dolo o la culpa. As el cdigo penal federal en su artculo noveno, antes de su reforma, prescriba que la intencin delictuosa no se destruira, aun cuan-do el sujeto llegase a probar que crea que era legitimo el fin que se propuso, consagrando as la culpabilidad llama-do error de derecho.

    Continuando con el autor en comento, este esquematiza la subdivisiones del error de hecho, de la siguiente man-era: El error de hecho se subdivide en error esencial y error accidental. A su vez el error esencial se clasifica en er-ror esencial invencible y error esencial vencible. El error de hecho accidental, por su parte, se clasifica en error en el golpe (aberratio ictus) y error en la per-sona (aberratio in persona). Para en-tender mejor lo anterior creemos con-veniente citar a la jurista Irma Griselda Amuchategui Requena, que en su libro Derecho Penal nos dice: Er-ror esen-cial: es un error sobre un elemento de hecho que im-pide que se d el dolo. Er-ror es-e n c i a l vencible: c u a n d o

    subsiste la culpa a pesar del error. Er-ror esencial invencible: cuando no hay culpabilidad. Este error constituye una causa de inculpabilidad. Error acciden-tal: cuando recae sobre circunstancias accesorias y secundarias al hecho. Ab-erratio ictus: es el error en el golpe. De todas formas se contrara la norma. Ejemplo: alguien quiere matar a una persona determinada pero a quien priva de la vida es a otra a causa de imprecisin o falta de puntera en el disparo. Aberratio in persona: es el er-ror sobre el pasivo del delito, igual que en el anterior, se mata pero en este caso, por confundir a una persona con otra.

    Con lo expuesto por Amuchategui, queda ms que explicado el tema en cuestin. Ahora bien, en el sistema finalista, la cuestin cambia, pues en este sistema se hace distincin entre error de tipo y error de prohibicin. Es precisa aclarar que nuestra legislacin penal vigente, a pesar de que en la ex-posicin de motivos se expresa que no sigue ninguna corriente o sistemtica jurdica, cierto es que la misma es claramente finalista. De esta guisa, resulta conveniente hacer mencin a lo sealado por Orellana Wiarco: Por su parte, el sistema finalista, distingue entre error de tipo y error de pro-

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    hibicin. El error de tipo se refiere al desconocimiento del sujeto en alguna circunstancia objetiva del hecho que pertenece al tipo legal, que puede ser un elemento descriptivo o normativo del tipo, por ejemplo la causalidad, el sujeto, el objeto, la honestidad, la amenidad, el carcter de funcionario, etctera. El error de tipo, o sea el error sobre los elementos del tipo, excluye el dolo, y lgicamente ni siquiera se plantea el problema de su conducta a nivel antijurdico y menos culpable. Sin embargo, si el error de tipo es de carcter vencible, puede dejar subsis-tente la responsabilidad a titulo culpo-so. Para abundar al respecto hacemos mencin a lo expresado por Mrquez Piero quien dice: El tratamiento del error de tipo descansa sobre un prin-cipio fundamental muy claro: puesto que el dolo supone el conocimiento de todos los elementos del tipo objetivo y en el error de tipo falta este cono-cimiento total o parcialmente el mismo excluye el dolo.De acuerdo a lo explicado por los juris-tas, cabe sealar que en artculo 10 del cdigo penal del Estado, mismo que

    ya hemos cit-ado paginas a nte r i o re s , al describir la conducta dolosa, dice: Obra dolosa-mente quien conociendo los elemen-tos objetivos del hecho tpico, quiere o acepta su realizacin. De lo que se d e s p r e n d e que si el suje-to desconoce o tiene una idea errnea de los objeti-

    vos del hecho tpico, ser excluida la conducta dolosa de la accin despl-egada por este. Si la idea errnea es invencible ser excluido de incrimi-nacin penal; ahora si dicha idea o er-ror es vencible ser destruido el dolo pero su responsabilidad seguir a tit-ulo culposo.

    La otra forma de error prevista por el finalismo, es el llamado error de pro-hibicin, al respecto el jurista coahu-ilense Orellana Wiarco anota: El error de prohibicin se presenta cuando el sujeto se equivoca, se confunde re-specto al conocimiento de la antijurid-icidad de su conducta. Abundando, Mrquez Piero aduce: el error de prohibicin es el que recae ante la an-tijuridicidad del hecho. El autor sabe lo que hace, pero supone errnea-mente que est permitido. Al faltar en el autor durante la comisin del hecho el conocimiento de que acta antijurdicamente, obrara sin culpa-bilidad. Para explicar las formas de error descritas Orellana Wiarco, hace una acertadsima ejemplificacin: Quien se apodera de una cosa que

    errneamente cree que es propia, se equivoca, incurre en un error de tipo, ya que no sabe que se est apoderan-do de una cosa ajena; el carcter de amenidad ni siquiera lo considero de-bido a su error. En cambio quien cree tener derecho de apoderarse de un bien, que sabe ajeno, pero que cree tener derecho a apropirselo a titulo de compensacin yerra sobre la anti-juridicidad de su conducta, incurre en error de prohibicin.

    Creemos que queda ms que claro en qu consisten las formas de error, previstas por el finalismo. Ahora en lo que corresponde a la denominacin de vencible o invencible tenemos que, segn el maestro Romero Tequextle: Invencible significa que no se puede vencer o superar; error invencible es aquel que no est dentro de las posi-bilidades del sujeto superarlo por su falta de conocimiento o cultura; por que debido a su incomunicacin o marginacin esta fuera de su alcance hacer o dejar de hacer lo que la norma ordena. Continuando con el maestro, Error vencible o evitable es aquel que sin mayor dificultad se puede evitar haciendo uso del sentido comn, de la diligencia, previsin, reflexin o cui-dados necesarios en el ejercicio de la conducta correspondiente.

    Suficiente la explicacin del maestro, para entender en que consiste cada supuesto. En lo tocante a nuestro tema y regresando al ejemplo de la pareja de enamorados; revisando el Cdigo Penal de Tabasco comentado del mae-stro Romero Tequextle, en particular el tomo I, encontramos dicho ejemplo y el maestro al analizarlo concluye de que se trat de un error de tipo inven-cible, aduciendo lo siguiente: En este caso la accin (copular con una mucha-cha) la realizo el muchacho descono-ciendo el elemento tpico menor de doce aos, puesto que ignoraba la edad de la muchacha. Por ello su ac-

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    tuacin no puede ser culpable. De haber actuado con dolo no hubiese comparecido ante la autoridad para casarse. El error es invencible puesto que hay casos en que el desarrollo es precoz y la apariencia de la muchacha no era de una menor de doce aos.Contrariamente y con el respeto que se merece el maestro, a nuestro juicio no se da el error de tipo invencible, ms bien se da un error de prohibicin invencible, que pudiera ser vencible. Por qu decimos esto; pues bien, si en el supuesto de haber llevado una relacin de noviazgo, es ms una rel-acin de tipo marital, pues ya haban sostenido relaciones sexuales, es de entenderse que exista comunicacin entre ellos y por consecuencia lgica, el novio debi haber sabido la edad de la muchacha, lo que no saba o desconoca era la antijuridicidad de su conducta con lo que se da lugar al er-ror de prohibicin, que de haber sido invencible por su incomunicacin o marginacin, hubiese excluido su cul-pabilidad. Y en el caso de haber sido vencible se hubiese atenuado la pe-nalidad que le correspondi por su conducta. Al respecto Mrquez Piero expresa: En esta situacin el error de prohibicin vencible implica un ele-mento de culpabilidad, independiente del dolo, que determina la atenuacin facultativa de la pena del delito do-loso. Con tal criterio se soslay la posibilidad de excusas fciles y de dar lugar a absoluciones injustifi-cadas. Solo el error de prohibicin invencible excluye la pena

    Ahora bien, para suponer la po-sible comisin, o mejor dicho, que la comisin del delito de violacin impropia pudiera ser sancionada como delito culposo, cabe hacer el siguiente ejemplo: Actualmente sufrimos un capital-ismo salvaje que nos mantiene con el temor de algn da caer en la

    pobreza, capitalismo que ha originado una globalizacin cruel, que afecta con mayor insolencia a los pases menos desarrollados. Esta situacin provoca que los que menos tienen, se vean en la necesidad de emigrar de sus patrias, creyendo que el pas ms poderoso, el bfalo del norte, Goliat del con-tinente, les va a acoger y mejorar su deplorable estado. En tal razn, nue-stro pas se ha convertido en el paso obligado de los emigrantes de centro y Sudamrica; en este tenor, gran can-tidad de menores ilegales se ven en la necesidad de prostituirse para poder comer y subsistir mientras cumplen su cometido de llegar al pas de los protervos de crmenes atmicos, con muertes colectivas sin precedente histrico. Pues bien, dichas menores comercian con su cuerpo en lugares conocidos como table dance; luego entonces, si un sujeto se presenta en estos antros de vicio, con la intencin de ingerir bebidas embriagantes y por qu no, si el momento lo amerita, sos-tener relaciones sexuales con alguna de las bailarinas, y resulta que el suje-to decide acostarse con una menor de doce aos originaria del vecino pas de Guatemala; el sujeto ignora su edad y debido a la precocidad del trpico, la menor ensea desarrollados sus car-acteres sexuales secundarios provo-cando al sujeto, en fin que acabaron

    teniendo relaciones sexuales.

    Si analizamos lo anterior, la conducta desplegada por el sujeto, encuadra perfectamente en el delito de vio-lacin impropia previsto y sancionado por el artculo 150 del Cdigo Penal vigente en el Estado; pero de la nar-racin de hechos se advierte que di-cho sujeto desconoca un elemento tpico del delito, en este caso la edad de la pasivo, con lo que segn la teora del error, resulta un error de tipo, que para nuestro punto de vista es vencible, pues dicho sujeto se debi de haber percatado de la minora de edad de la ofendida, es ms, estaba en la posibilidad de hacerlo, en tal razn atendiendo a lo dispuesto por la teora del error, en el sentido de que el error de tipo vencible destruye el dolo pero deja subsistente la culpa, teora que es recogida por nuestra legislacin, toda vez que la fraccin X del articulo 14 ex-presa: Articulo 14.- La incriminacin penal se excluye cuando: X.- Se realiza la accin o la omisin bajo un error invencible sobre: a) Alguno de los el-ementos objetivos del hecho tpico; b) La licitud de la conducta, ya sea porque el sujeto desconozca la existencia de la ley o el alcance de la misma, o porque crea que est justificada su conducta. c) Exculpantes. Dicho artculo rela-cionado con el numeral 65 del mismo

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    ordenamiento legal que expresa: Ar-ticulo 65.- En caso de que el error a que se refiere el inciso a) de la frac-cin X del artculo 14, sea vencible, se impondr la punibilidad prevista para el delito culposo siempre y cuando el correspondiente delito se encuentra previsto en el artculo 61.Da como resultado que la conducta desplegada por el sujeto del ejemplo comentado, sea sancionada como del-ito culposo, lo que significa una atenu-acin de la pena pues segn al artcu-lo 62 del varias veces citado Cdigo Penal del Estado nos dice: Articulo 62.- Los delitos culposos se sanciona-ran con una punibilidad cuyo mnimo ser siempre el que como tal se pre-v en el respectivo captulo del ttulo tercero de este libro, primero y en un mximo equivalente al mnimo de la sancin asignada para el correspondi-ente delito doloso. Igualmente se im-pondr, en su caso, suspensin hasta de cinco aos o privacin definitiva de autorizacin, licencia o permiso de los derechos para ejercer profesin, ofi-cio, cargo o funcin, correspondientes a la actividad cuyo ejercicio cometi el delito.

    Atento a lo anterior y tomando en cuenta que la sancin mnima a que

    hace referencia dicho numeral es de tres meses de prisin y la mxima, que resulta ser la mnima del delito de violacin impropia, la cual es de ocho aos; tendremos una punibili-dad fluctuante entre los tres meses y los ocho aos de prisin, con una me-dia aritmtica de cuatro aos un mes quince das, con lo que podra obtener su libertad bajo caucin, cuestin que consideramos completamente justa, pues el sujeto en ningn momento actu con la finalidad de daar a la menor, ni por motivos perversos ya que a un lugar de esa naturaleza se va precisamente a eso, a disfrutar de la belleza femenina, que se entiende ya han alcanzado su total desarrollo psicosexual, en resumen no existe el dolo en su conducta, por lo que nos adherimos a la postura de nuestra legislacin y defendemos la idea de incluir el delito de violacin impropia en el numerus clausus de los culpo-sos, pero como dijimos anteriormente no por su naturaleza culposa si no en base a la teora del error, ya que si no estuviese incluida en dicho catlogo, y el juez advirtiera el error vencible en la conducta del sujeto, se cometera una injusticia por el lado que se mire, pues se tendran dos supuestos; el primero es que se le castigara como delito do-

    loso sin serlo y el segundo, con la astucia de un buen abogado, este alegara el principio nullum crimene sine lege, no hay crimen sin ley, ya que al advertirse el error vencible y no estar catalogado como culposo el delito, nos encontraramos ante una conducta desprovista de tipo y por lo tanto no habra lugar a sancin, con lo que tambin se cometera una injusticia.

    CONCLUSIN

    Despus del maravilloso periplo in-vestigativo, por el que nos aventura-mos, hemos llegado a la conclusin de que el motivo fundamental que tuvo el legislador para incluir en el catlogo de delitos culposos al tipo violacin impropia que prev el artculo 150 del cdigo penal del Es-

    tado, est basada en primer trmino en la teora del error, pero la adoptada en la corriente finalista o teora finalis-ta de la accin, que distingue entre er-ror de tipo y error de prohibicin. El error de tipo, se da por el descono-cimiento de algn hecho tpico y el error de prohibicin sobre el descono-cimiento de la antijuridicidad del acto; ambas formas de error aceptan las modalidades invencible y vencible, la primera da como resultado en el er-ror de tipo, la atipicidad de la conduc-ta y la segunda destruye el dolo y deja subsistente la culpa; en cuanto al error de prohibicin, la primera modalidad (invencible), da como resultado la in-culpabilidad del sujeto y la segunda modalidad (vencible) una atenuacin de la pena.Nos queda claro que el delito de vio-lacin impropia, no se puede realizar de manera culposa por su naturaleza, que lleva implcita la intencin de la cpula, pero si se puede realizar bajo un error de tipo vencible que dar como resultado una sancin prevista para el tipo culposo, por lo que apoya-mos la tesis del legislador, de incluir a la violacin impropia en el numerus clausus de los culposos.

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    Una nueva capacitacin para el desarrollo ruralGastar en actividades o invertir en resultados?Problematizar las soluciones o solucionar los problemas?Polan Lacki y Luis Marcenaro

    la medida de lo posible, fueron incorpora-das a esta versin definitiva. Sus autores agradecen estos aportes reconociendo, sin embargo, que las eventuales debili-dades del artculo son de su exclusiva responsabilidad no comprometiendo a los referidos colaboradores ni a la FAO.

    Los problemas externos a las fincas no pueden ser ignorados

    Los productores rurales latinoamericanos tienen razn en criticar a:- Intermediarios, agroindustriales e hiper-mercados, porque muchos les imponen condiciones verdaderamente crueles en la adquisicin de sus productos, olvidndose que son stos los que inician y hacen po-sible la cadena agroalimentaria de agreg-acin de valor en la que participan.

    - Sus propios gobiernos porque no los pro-tegen ni asumen eficientemente la tarea de contribuir a crear condiciones ms adecua-das para la mayor competitividad del sec-tor.- A los gobiernos de los pases desarrol-lados que practican una competencia desleal en los mercados internacionales, generando peores condiciones para pro-ductores del tercer mundo.

    Pero debemos priorizar las soluciones que estn a nuestro alcance

    Sin embargo, seamos realistas, en las l-timas dcadas las quejas y protestas de los productores latinoamericanos han pro-ducido resultados decepcionantes. Por lo

    tanto ellos necesitan reemplazarlas por una actitud ms con-structiva, encargn-dose en primer lugar ellos mismos de so-lucionar sus proble-mas; porque difcil-mente stos sern resueltos por sus go-biernos ni por otros integrantes de las cadenas agroalimen-tarias; porque estos ltimos intervienen en ellas para ganar dinero y no para so-

    Resumen ejecutivo: Este artculo incluye, entre otros, los siguientes planteamientos:- El desarrollo rural depende mucho ms de la adecuada capacitacin de los agricultores que de la abundancia de sus recursos; mucho mas de insumos intelectuales que de insumos materiales; mucho mas del cmo hacer que del con qu hacer.- Gran parte de los problemas de los ag-ricultores pueden ser resueltos por ellos mismos con la condicin de que reciban una capacitacin tcnico-empresarial ori-entada a producir resultados econmicos y no apenas a ejecutar actividades; una ca-pacitacin ms comprometida en solucio-nar los problemas que en problematizar las soluciones.- La solucin ms realista para los prob-lemas de la agricultura latinoamericana es la eficiencia tecnolgica y gerencial de los agricultores y la fortaleza organizativo-empresarial de sus comunidades.- Estos dos requisitos permiten contrarre-star, en gran parte, la escasez de recursos materiales y financieros de los productores rurales y la insuficiencia de apoyo guber-namental.

    Antecedentes de este artculo: Antes de ser redactado en su versin final este artculo fue sometido al anlisis crtico de especialistas vinculados a las ms impor-tantes instituciones relacionadas con el desarrollo rural latinoamericano, a travs de una consulta electrnica informal. Aproximadamente 230 profesionales han aportado crticas y sugerencias las que, en

    lucionar los problemas de los productores rurales. Frente a esta realidad sern los propios agricultores quienes tendrn que corregir sus ineficiencias productivas. Asimismo tendrn que organizarse para asumir mayor protagonismo en toda la cadena agroalimentaria porque son estas dos distorsiones, ineficiencia productiva y falta de organizacin grupal y comunitaria, ambas corregibles por ellos mismos, las principales causas eliminables de la falta de rentabilidad y competitividad del sector rural.

    Visin equivocada del problema

    Muchos agricultores latinoamericanos an siguen creyendo que, para solucionar sus problemas econmicos, necesitan que los gobiernos les otorguen crditos y rene-gocien sus deudas, garanticen la comer-cializacin de sus cosechas, reduzcan la carga tributaria, incrementen el valor del dlar, otorguen subsidios y establezcan barreras a las importaciones de productos agrcolas.

    Siguen creyendo en estas medidas porque an no se dieron cuenta que ellas no son factibles de ser llevadas a la prctica, ni son eficaces en la solucin de sus proble-mas. Las razones para esta afirmacin, de aparente escepticismo, son las siguientes:

    - Primera razn: Los endeudados y de-

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    Una nueva capacitacin para el desarrollo ruralGastar en actividades o invertir en resultados?Problematizar las soluciones o solucionar los problemas?Polan Lacki y Luis Marcenaro

    bilitados gobiernos de esta regin sen-cillamente, sencillamente, no estn en condiciones de concederles estas ayudas, aunque quisiesen hacerlo; asimismo en-frentan enormes dificultades cuando inten-tan impedir que los pases ricos sigan sub-sidiando y protegiendo a sus agricultores.

    - Segunda razn: Aunque fuesen factibles, dichas medidas no seran eficaces ni sufi-cientes mientras los productores no elim-inen las dos causas ms inmediatas de su falta de rentabilidad. Estas dos causas son las siguientes:

    Causa 1: como regla general ellos se dedi-can exclusivamente a la etapa pobre del negocio agrcola que es la etapa de pro-duccin propiamente tal; sta exige mucho trabajo, expone a permanentes riesgos y genera pocas ganancias. Las actividades de la etapa rica (fabricacin y reventa de insumos, procesamiento para incorporar valor y comercializacin de las cosechas) son realizadas por otros agentes del agri-business, aunque algunas de ellas podran ser ejecutadas por los propios agricultores si ellos lo hiciesen en forma asociativa y gradual.

    Causa 2: adems de encargarse apenas de la referida etapa pobre, muchos agri-cultores la ejecutan con marcadas inefi-ciencias, tal como lo comprueban los bajos rendimientos promedio de la agricultura y

    ganadera latinoamericana, la inadecuada o insuficiente diversificacin productiva, el dedicarse a producir rubros de muy baja densidad econmica, etc. Esto sin desconocer las importantes mejoras de productividad de muchos sectores y re-giones, mejoras que por otra parte dem-uestran que es posible crecer en cantidad y calidad de productos y en competitividad del sector.

    Al acostumbrarnos a vivir con el prob-lema dejamos de verlo!Estas dos distorsiones estn tan general-izadas en la agricultura latinoamericana que, a pesar de ser muy dainas para la economa de los agricultores, son consid-eradas por muchos de ellos como normales y aceptables; a tal punto que muchos pro-ductores rurales ni siquiera se dan cuenta que la falta de rentabilidad es provocada mayoritariamente por ellos mismos, al adoptar los siguientes procedimientos:- Sus costos unitarios de produccin son innecesariamente altos en virtud de los bajos rendimientos promedio que ob-tienen por unidad de tierra y de animal; y de los altos precios que, debido a su in-dividualismo, pagan en la adquisicin de los insumos y en la realizacin de varias inversiones sobredimensionadas, que no deberan hacerlas en forma individual.- Los precios de venta de sus cosechas son innecesariamente bajos porque, otra vez, por no practicar la asociatividad, los

    productores comercializan sus excedentes en forma individual, sin agregarles ningn valor y con el primer eslabn de interme-diacin, directamente en sus fincas.Las causas ms inmediatas de la falta de rentabilidad empiezan en las propias fin-cas y comunidades rurales.

    Estos antecedentes ilustran que los pro-ductores son vctimas principalmente de sus propias ineficiencias de produccin, administracin rural y comercializacin. Al contrario de lo que suele afirmarse, mu-chos de sus problemas se deben a la falta de conocimientos tcnico - gerenciales y de organizacin empresarial y comunitaria, y no slo a equivocadas polticas crediticias, cambiarias, arancelarias e impositivas.

    Este es un problema de fondo que debe-mos reconocer con humildad y enfrentarlo con realismo, objetividad y profesionalismo; porque las ineficiencias provocadas por la falta de conocimientos y de organizacin empresarial deben ser corregidas con ca-pacitacin y no premiadas con subsidios.

    Esto no significa desconocer los problemas estructurales de la agricultura, pero se trata de no caer en la trampa de no hacer lo que es posible y necesario porque hacemos foco solamente en seguir reclamando por las medidas que estn fuera del alcance de los agricultores y de los extensionistas.

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    olgicos ni en sus actitudes. Ello ocurri, entre otras razones, porque las referidas reestructuraciones:

    - En vez de empezar a corregir las crni-cas debilidades tcnicas, metodolgicas y operativas que ocurren en las agencias locales de extensin rural, proporcionn-doles las condiciones para que puedan responder a las necesidades concretas de las familias y comunidades rurales

    - Prefirieron el camino ms cmodo de proponer refor-mas en aspectos tericos, conceptuales y a veces ideolgicos de lo que ocurre en las cpulas instituciona-les.En el presente documento se propone revertir esa tenden-cia y poner nfasis exacta-mente en aquellos aspectos concretos del accionar de los SATER en terreno, que no dependiendo de deci-siones polticas de alto nivel tienen un gran impacto en los resultados a lograr en las fincas. En otras palabras, se propone empezar las refor-mas desde abajo y no desde arriba de las estructuras de los SATER; desde adentro y no desde afuera.Corrigiendo apenas estas tres deficiencias, los SATER estarn en condiciones de contribuir realmente a pro-mover una profunda trans-formacin en el desempeo

    de los productores rurales. Aunque los gobiernos sigan sin otorgar a los agri-cultores los crditos, los subsidios ni las garantas de comercializacin, que ellos tanto reivindican. Afortunadamente la cor-reccin de gran parte de estas debilidades no depende de decisiones externas a los SATER y gracias a ello podrn ser ejecuta-das por sus propios ejecutivos y por todos los extensionistas. En esta propuesta de reforma la decisin personal de cada ejecutivo y extensionista del SATER es ms importante que la decisin poltica del gobierno.

    agricultores corrijan sus ineficiencias y so-lucionen sus problemas.2) El SATER no proporciona las condi-ciones mnimas para que el agente de ex-tensin permanezca permanentemente (la redundancia es intencional) en el campo y dedicado principalmente a sus labores ed-ucativas y organizativas de la comunidad.

    3) El extensionista no utiliza, plena y racio-nalmente, eficaces estrategias, mtodos y medios de extensin rural.

    Estas debilidades, mas endgenas que exgenas, son las que estn produciendo un enorme dao a la eficacia y eficiencia de los SATER y consecuentemente de-beran constituir la prioridad de cualquier reforma de la extensin rural.

    Sin embargo, las mltiples reestructura-ciones efectuadas en las ltimas dcadas no lograron eliminarlas. Prueba de ello es que despus de cada reestructuracin los extensionistas locales siguieron haciendo prcticamente lo mismo que hacan antes de la reforma, sin cambios tcnico - metod-

    Preguntas que nos duelen... a todosTodo lo anterior parece muy claro y enton-ces cabe preguntarse:

    - Por qu las familias rurales an no estn capacitadas para corregir sus in-eficiencias productivas y por qu no es-tn organizadas en grupos para comprar insumos, incorporar valor a sus cosechas y comercializarlas en conjunto, en vez de seguir ejecutando todas estas actividades en forma individual?- Cmo explicar la persistencia de es-tas distorsiones tan elementales si en Amrica Latina existen decenas de miles de extensionistas y pro-motores del desarrollo rural que, con gran dedicacin, han estado actuando durante mu-chos aos en los ms diversificados Servi-cios de Asistencia Tc-nica y Extensin Rural (SATER), mxime con-siderando que stos fueron creados exac-tamente para corregir dichas ineficiencias y distorsiones?- Cmo explicarlo si durante ms de 50 aos estos servicios han pasado por per-manentes reestructu-raciones y han apli-cado las ms variadas polticas, estrategias, enfoques y modelos de extensin rural?

    Las reestructuraciones de los SATER fu-eron mal enfocadas

    Ello ocurri y sigue ocurriendo porque tales reestructuraciones han subestimado e ignorado tres debilidades que jams podran haber dejado de ser considera-das como prioritarias; porque son ellas las verdaderas y ms profundas causas de los modestos resultados obtenidos por los SATER:1) El extensionista no est suficientemente preparado para ayudar a que los propios

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    cionistas de los pases ricos.

    Los productores rurales latinoamericanos necesitan de un extensionista que sepa aplicar el antdoto ms eficaz contra las dependencias y vulnerabilidades que venimos describiendo. Este antdoto es la eficiencia tecnolgica y gerencial de los agricultores y la fortaleza organizativo - empresarial de sus comunidades. Este es el mejor remedio para una agricultura que prcticamente ya no cuenta con ayu-das gubernamentales.

    3) El agente de extensin deber trabajar consciente de que la principal causa del subdesarrollo rural es la insuficiencia e inadecuacin de los conocimientos, habili-dades y actitudes que poseen las familias y comunidades rurales; y no tanto la falta de recursos financieros y de decisiones polti-cas. Consecuentemente, las soluciones que l formule debern depender mucho ms de medidas tcnico - educativas que poltico - crediticias. En su condicin de profesional de ciencias agrarias y no de ciencias polticas, el extensionista de-ber abordar, en primer lugar, aquellos problemas que son solucionables con las herramientas de su profesin, en vez de seguir esperando que otras instituciones

    chos agricultores tambin pobres necesitan de un agente de extensin que sepa producir ms y mejor con menos recursos; un extensionista que sea capaz de ayudar a solucio-nar los problemas de los agricultores, contando inicial-mente apenas con los recursos que ya estn disponibles en sus fincas y co-munidades y no con los que sera deseable que estuviesen di-sponibles. Este es el principio bsico para un extensionismo de resultados.

    2) Deber partir de la premisa de que, la familia rural es el ms importante agente potencial de desarrollo rural; y que su misin como educador consiste en trans-formar cada familia en un agente real de desarrollo, de su finca y de su comunidad. Para que esto sea posible la accin del extensionista deber apuntar a lograr que las propias familias y comunidades rurales adquieran la voluntad y la capacidad de tomar, en sus propias manos, la correccin de sus ineficiencias y la solucin de sus problemas. Teniendo en cuenta que los gobiernos no pueden hacer todo por todos los agricultores siempre, el extensionista deber ser consecuente con esta realidad y adoptar una estrategia de desarrollo que sea educativo - emancipadora.

    En las actuales circunstancias este es el nico camino posible para que los agricul-tores se vuelvan menos dependientes de ayuda de gobierno y menos vulnerables en su relacin con intermediarios, proc-esadores y supermercados y sean menos afectados por subsidios y medidas protec-

    En sentido contrario, mientras estas tres debilidades no sean corregidas no tiene mucho sentido seguir formulando sofisti-cadas teoras acadmicas sobre polticas, enfoques y modelos de extensin rural, re-formulando organigramas y flujogramas institucionales, ni tampoco incluyendo te-mas de moda en sus programas o dando nombres nuevos a los problemas antiguos. Porque el problema no est tanto en las polticas, en los modelos o en los enfoques, sino en la inadecuada capacitacin tcnica y metodolgica de los extensionistas; y en la falta de agilidad operativa de los SATER para proporcionarles las condiciones de permanencia en el campo, dedicados prin-cipalmente a trabajar por la capacitacin y la organizacin de las familias y comuni-dades rurales

    Tres debilidades a superar y estrategias a desarrollar

    Debilidad A: El extensionista no est sufi-cientemente preparado para ayudar a que los propios agricultores corrijan sus inefi-ciencias y solucionen sus problemas.

    La globalizacin de la economa y la reduc-cin o eliminacin de los servicios estatales de apoyo a la agricultura estn exigiendo un nuevo extensionista con visin ejecu-tivo-empresarial que tenga las siguientes actitudes y aptitudes:

    1) Deber estar consciente de que, en los pases pobres, el modelo paternalista de desarrollo rural basado en crditos, sub-sidios y garantas oficiales de comercial-izacin est agotado. Dicho modelo es una utopa que ya no tiene ninguna posibilidad real de ser llevada a la prctica. El exten-sionista que ignore esta realidad fracasar en su misin como promotor del desarrollo rural; porque su accionar estar basado en recursos que no existen y en soluciones que los agricultores, sencillamente, no pueden adoptar. Pases pobres con mu-

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    contrarresten, a travs de subsidios, las consecuencias y los efectos de las in-eficiencias productivas y comerciales de la agricultura.

    El extensionista deber empezar a solucio-nar los problemas del agro desde adentro de las fincas y comunidades y no necesari-amente desde afuera. Desde abajo hacia arriba y no necesariamente desde arriba hacia abajo. Desde lo micro y no desde lo macro. Desde lo sencillo y no desde lo complejo. Deber hacerlo iniciando con aquellas medidas que, al ser de bajo o cero costo, no necesariamente requieran de recursos adicionales a los que los agri-cultores ya poseen, ni de decisiones polti-cas de alto nivel. Poseyendo esta actitud y esta aptitud de descomplicar y desmiti-ficar la complejidad de la problemtica rural, el extensionista estar en mejores condiciones para contribuir a solucionar los problemas, en vez de seguir apenas problematizando las soluciones.

    4) Con el fin de hacer factible la estrategia de desarrollo endgeno propuesta en el punto anterior, el extensionista deber ser capaz de:

    a) Identificar los errores que los ag