revista 3-07

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Contenido 5 11 17 23 29 57 67 75 81 87 91 101 109 119 Diagnóstico fitosanitario El servicio de diagnóstico de las bacterias fitopatógenas en Cuba: desarrollo y alcances Marusia Stefanova Nalimov a y Armando Ga rcía Suárez Desarrollo del diagnóstic o de virus, viroides y fitoplasmas en Cuba y su aplicación práctica Gloria González Arias Testimonio de la creación y desarrollo de la especial idad de Virología en la sanidad vegetal cubana Gloria González Arias Manejo de plagas El manejo integrado de plagas de insectos en Cuba Carlos A. Murguido Morales y Ana Ibis Elizondo Silva Desarrollo del manejo agroecológico de plagas en los sistemas agrarios de Cuba Luis L. Vázquez Moreno El manejo integrado de los ácaros en Cuba. Historia de la acarología en el Inisav Lérida Almaguel Rojas La señalización y el pronóstico de plagas. Origen, desarrollo y retos Santiago F . Jiménez Jiméne z Manejo de fitonematodos en la agricultura cubana Emilio F ernández Gonzálvez Control biológico Pasado, presente y futuro del control biológico en Cuba Orietta Fernández-Larrea V ega Producción y uso de entomófagos en Cuba Elina Massó Villalón Introducción y eficacia técnica del biocontrol de fitopatógenos con Trichoderma spp. en Cuba Marusia St efanova Nalimova Plaguicidas químicos El control de la calidad de los plaguicidas en Cuba Arquímedes Bécquer Portuondo Origen y desarrollo del análisis de residuos de plaguicidas en Cuba Gonzalo Dierksmeier Corcuera El monitoreo y manejo de la resistencia a los fungicidas en Cuba Berta Lina Muiño García, Luis Pérez Vicente, Ángel Pollanco Aballe, Isabel Ponciano, María Elena Lorenzo Nicao, Esther Lilliam Martín Triane, María de los Ángele s González Valdés, Raquel Arébalo Arébalo, Judysneidi Rodríguez Núñez , Marialys Trujillo Albelo y Yasmiani Santana Tecnología de aplicación de productos fitosanitarios Carlos Hernández Romero Desarrollo institucional El Centro de Información y Documentación, treinta años al servicio de la actividad científico-técnica de la sanidad  vegetal en Cuba Nery Hernánde z Pérez, Mercedes Sáenz , Norma Tur Prieto, Ricardo García Castillo, Gust av o Martí Chirino y Román Lazo Rabaza Perfeccionamiento de la gestión institucional en el Instituto de Investigaciones de Sanidad Vegetal Berta Lina Muiño García, Adriana B allester Hernández, Eleaz ar Botta F erret, Luis Vázquez Moreno, Odalys 41 51 61

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    Diagnstico fitosanitario

    El servicio de diagnstico de las bacterias fitopatgenas en Cuba: desarrollo y alcancesMarusia Stefanova Nalimova y Armando Garca Surez

    Desarrollo del diagnstico de virus, viroides y fitoplasmas en Cuba y su aplicacin prcticaGloria Gonzlez Arias

    Testimonio de la creacin y desarrollo de la especialidad de Virologa en la sanidad vegetal cubanaGloria Gonzlez Arias

    Manejo de plagas

    El manejo integrado de plagas de insectos en CubaCarlos A. Murguido Morales y Ana Ibis Elizondo Silva

    Desarrollo del manejo agroecolgico de plagas en los sistemas agrarios de CubaLuis L. Vzquez Moreno

    El manejo integrado de los caros en Cuba. Historia de la acarologa en el InisavLrida Almaguel Rojas

    La sealizacin y el pronstico de plagas. Origen, desarrollo y retosSantiago F. Jimnez Jimnez

    Manejo de fitonematodos en la agricultura cubanaEmilio Fernndez Gonzlvez

    Control biolgico

    Pasado, presente y futuro del control biolgico en CubaOrietta Fernndez-Larrea Vega

    Produccin y uso de entomfagos en CubaElina Mass Villaln

    Introduccin y eficacia tcnica del biocontrol de fitopatgenos con Trichoderma spp. en CubaMarusia Stefanova Nalimova

    Plaguicidas qumicos

    El control de la calidad de los plaguicidas en CubaArqumedes Bcquer Portuondo

    Origen y desarrollo del anlisis de residuos de plaguicidas en CubaGonzalo Dierksmeier Corcuera

    El monitoreo y manejo de la resistencia a los fungicidas en CubaBerta Lina Muio Garca, Luis Prez Vicente, ngel Pollanco Aballe, Isabel Ponciano, Mara Elena Lorenzo

    Nicao, Esther Lilliam Martn Triane, Mara de los ngeles Gonzlez Valds, Raquel Arbalo Arbalo, JudysneidiRodrguez Nez, Marialys Trujillo Albelo y Yasmiani Santana

    Tecnologa de aplicacin de productos fitosanitariosCarlos Hernndez Romero

    Desarrollo institucional

    El Centro de Informacin y Documentacin, treinta aos al servicio de la actividad cientfico-tcnica de la sanidadvegetal en Cuba

    Nery Hernndez Prez, Mercedes Senz, Norma Tur Prieto, Ricardo Garca Castillo, Gustavo Mart Chirino yRomn Lazo Rabaza

    Perfeccionamiento de la gestin institucional en el Instituto de Investigaciones de Sanidad VegetalBerta Lina Muio Garca, Adriana Ballester Hernndez, Eleazar Botta Ferret, Luis Vzquez Moreno, Odalys

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  • ContentsDiagnosis

    Diagnosis Service for Phytopathogenic Bacteria in Cuba: Development and ScopeMarusia Stefanova Nalimova and Armando Garca Surez

    Diagnosis Development forVirus, Viroids and Phytoplasms in Cuba and its Practical ApplicationGloria Gonzlez Arias

    Testimony Concerning to Creation and Development of Virology Specialty in Cuban Plant HealthGloria Gonzlez Arias

    Pests management

    Integrated Pests Management of Insects in CubaCarlos A. Murguido Morales and Ana Ibis Elizondo Silva

    Development of Pests Agroecology Management in Cuban Agrarian SystemsLuis L. Vzquez Moreno

    Acari Integrated Management in Cuba. History of Acarology in INISAVLrida Almaguel Rojas

    Signaling and Forecasting of Pests. Origin, Development and ChallengersSantiago F. Jimnez Jimnez

    Phytonematodes Management in Cuban AgricultureEmilio Fernndez Gonzlvez

    Biological control

    Past, Present and Future of Biological Control in CubaOrietta Fernndez-Larrea Vega

    Production and Use of Entomofagous in CubaElina Mass Villaln

    Introduction and Technical Efficacy of Phytopathogens Biocontrol with Trichoderma spp. in CubaMarusia Stefanova Nalimova

    Chemical pesticides

    Quality Control of Pesticides in CubaArqumedes Bcquer Portuondo

    Origin and Development of Pesticide Residues Analysis in CubaGonzalo Dierksmeier Corcuera

    Monitoring and Management of Resistance to Fungicides in CubaBerta Lina Muio Garca, Lus Prez Vicente, Angel Pollanco Aballe, Isabel Ponciano, Mara Elena

    Lorenzo Nicao, Esther Lilliam Martn Triane, Mara de los ngeles Gonzlez Valds, Raquel ArbaloArbalo, Judysneidi Rodrguez Nez, Marialys Trujillo Albelo and Yasmiani Santana

    Application Technology of Plant Protection ProductsCarlos Hernndez Romero

    Institutional development

    The Information and Documentation Centre, Thirty Years at the Service of Scientific and TechnicalActivity in Cuban Plant Health

    Nery Hernndez Prez, Mercedes Senz, Norma Tur Prieto, Ricardo Garca Castillo, Gustavo MartChirino and Romn Lazo Rabaza

    Improvement of Institutional Management at Plant Health Research InstituteBerta Lina Muio Garca, Adriana Ballester Hernndez, Eleazar Botta Ferret, Luis Vzquez Moreno,

    Odalys Rodrguez Travieso, Giselle Estrada Vilardell, Emilio Fernndez Gonzlvezand Julia Almandoz Parrado

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  • La agricultura cubana ha tenido cambios significativos en las ltimas dcadas, en correspondencia con las tendencias mundiales y la prioridad por la proteccin del ambiente.Desde los primeros aos del triunfo revolucionario el pas ha dedicado esfuerzos importan-tes al desarrollo de investigaciones en la rama de la sanidad vegetal, con la preparacin del personaly la organizacin de programas cientfico-tcnicos. En 1973 se organiza el sistema estatal de sani-dad vegetal, y durante todos estos aos se ha creado y fortalecido una red de centros de investiga-cin y estaciones experimentales que constituyen la base cientfico-tcnica del desarrollo agrariodel pas.

    En 1977 se cre el Instituto de Investigaciones de Sanidad Vegetal (Inisav), subordinado al CentroNacional de Sanidad Vegetal (CNSV), el cual es rector del sistema estatal de sanidad vegetal yadscrito al rea de desarrollo y servicios tcnicos del Ministerio de la Agricultura. El Inisav cons-tituye el soporte cientfico del sistema estatal de proteccin de plantas del pas, ya con treintaaos de labor cientfica e innumerables logros nacionales y de reconocimiento internacional; y queha contribuido a facilitar la aplicacin de una poltica de manejo de las plagas, basada en elemen-tos tcnicos de monitoreo y aplicacin de diversas estrategias, en que el empleo de plaguicidasqumicos es un componente ms y no la tendencia dominante.

    De esta forma el sistema cuenta con 14 laboratorios provinciales de sanidad vegetal (Laprosav),uno por cada provincia cubana; 67 estaciones territoriales de proteccin de plantas (ETPP) ubica-dos dentro de cada provincia en dependencia de los cultivos y el territorio; un centro de referenciafitosanitaria de montaa; 22 puestos de frontera, as como 190 centros reproductores de entomfagosy entomopatgenos (CREE) y cuatro plantas industriales de produccin de bioplaguicidas, estosltimos como parte fundamental del programa nacional de control biolgico, los que unidos a lared de centros de investigaciones y universidades garantizan una infraestructura adecuada a lascaractersticas socioeconmicas del pas.

    Desde finales de la dcada de los setenta las investigaciones fitosanitarias tuvieron un gran auge,que crearon las bases del desarrollo actual. Los principales resultados en los ltimos aos se refie-ren al desarrollo de nuevas tcnicas de diagnstico, identificacin y caracterizacin de organismosnocivos, estudios bioecolgicos, epifitotiolgicos, de nocividad y umbrales econmicos de plagas yenfermedades; desarrollo de mtodos de sealizacin y pronstico; estudio y validacin de mto-dos de control, as como el desarrollo de tcnicas de produccin de bioplaguicidas y de reproduc-cin de entomfagos. Por otra parte, se ha trabajado fuertemente en el desarrollo de mtodosanalticos para determinar el comportamiento de los plaguicidas y establecer en nuestras condicio-nes su residualidad en los cultivos, productos exportables, agua y suelo.

    Tales resultados han permitido la implementacin del manejo integrado de plagas (MIP), quesignific un avance importante en la integracin del control biolgico, las prcticas culturales, lafitogentica y otros mtodos en la lucha contra las plagas. De esta forma se ha logrado la genera-lizacin de diversos programas de MIP y de cuarentena vegetal, situacin que ubica a Cuba en unlugar privilegiado en la regin en cuanto al uso masivo de estas tecnologas.

    Con este nmero nuestra revista Fitosanidad se une a las actividades por el treinta aniversario dela creacin del Inisav, y lo dedica a la divulgacin del desarrollo de algunas de las diferentes espe-cialidades que integran este centro de investigacin.

  • fitosanidad/5

    FITOSANIDAD vol. 11, no. 3, septiembre 2007

    Dia

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    tico

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    io

    EL SERVICIO DE DIAGNSTICO DE LAS BACTERIASFITOPATGENAS EN CUBA: DESARROLLO Y ALCANCES

    Marusia Stefanova Nalimova1 y Armando Garca Surez2

    1 Instituto de Investigaciones de Sanidad Vegetal. Calle 110 no. 514 e/ 5.a B y 5.a F, Playa, Ciudad de La Habana, CP 11600, [email protected] Centro Nacional de Sanidad Vegetal. Laboratorio Central de Cuarentena Vegetal. Ayuntamiento 231 e/ San Pedro y Lombillo, Plaza de la Revolucin, Ciudad de La Habana

    RESUMENSe hace un recuento del desarrollo del diagnstico de bacteriasfitopatgenas en el pas como una lnea de trabajo iniciada por ladcada de los setenta del pasado siglo. Al desarrollarse la agricultu-ra se introdujeron nuevas variedades de especies cultivables y seextendieron las reas de siembra de viandas, hortalizas y granos, loque impuso nuevos retos ante la sanidad vegetal por la necesidad dedeterminar los agentes causales de las patologas detectadas parala aplicacin de las medidas adecuadas de control y manejo.

    Palabras claves: diagnstico, bacterias fitopatgenas, Cuba

    ABSTRACTThe development of phytopathogenic bacteria diagnosis in Cuba is awork line that begun by the 70s of past century, because the increasingof agriculture development, the introduction of new crop species andthe spread of arable areas planting of tubers crops, vegetables andgrains, which imposed new challenges to plant health by the need toidentify the causal agents of identified diseases in order to theimplementation of appropriate control and management measures.The phases of that development are described in this paper.

    Key words: diagnosis, phytopathogenic bacteria, Cuba

    INTRODUCCIN

    El diagnstico de las bacterias fitopatgenas en Cuba,como una lnea de trabajo, tuvo su inicio en la dcadade los setenta del pasado siglo, cuando el creciente de-sarrollo de la agricultura, la introduccin de nuevasvariedades de especies cultivadas y la extensin de lasreas de siembra de viandas, hortalizas y granos pusonuevos retos ante la sanidad vegetal con la necesidadde determinar los agentes causales de las patologasdetectadas para la aplicacin de las medidas adecuadasde control y manejo. La nueva actividad comenz pri-mero en el Laboratorio Central de Diagnstico de laentonces Direccin Nacional de Sanidad Vegetal, paraextenderse paulatinamente a todas las provincias conel surgimiento de los laboratorios provinciales de sani-dad vegetal (Laprosav). El anlisis en condiciones delaboratorio de las muestras de plantas y semillas, re-cibidas por el departamento de Proteccin de Plantasy Cuarentena Vegetal, las visitas dirigidas a las reasde produccin, la atencin a las problemticas presen-tadas en el campo, la introduccin y aplicacin de m-todos y tcnicas novedosas, estudios etiolgicos y

    epidemiolgicos detallados, contribuyeron al diagns-tico confiable de las bacterias fitopatgenas, respalda-do por una informacin detallada en forma de fichas deintercepcin por hospedante, especie y origen a nivelnacional, provincial y territorial, con colecciones de ce-pas representativas como material valioso de referen-cia. El desarrollo y la introduccin de procedimientospara la deteccin y caracterizacin de los patgenosbacterianos se apoyaron en la experiencia y la colabo-racin de especialistas de Francia, Hungra, Bulgaria,Rusia y de otros pases, quienes ofrecieron sus conoci-mientos a los tcnicos cubanos que se iniciaban en laactividad. El trabajo en conjunto con centros docentesy cientficos nacionales, la organizacin y participacinen eventos especializados dentro y fuera del pas con-tribuyeron al desarrollo y el reconocimiento de la acti-vidad en el mbito nacional e internacional. A conti-nuacin nos referimos a las intercepciones de mayorimportancia, y al desarrollo y aplicacin de mtodos dedeteccin y diagnstico de las bacterias fitopatgenasen Cuba.

  • Stefanova y Garca

    6/fitosanidad

    Deteccin y diagnstico de bacterias y hospedantes en el territorio nacionalLas condiciones de Cuba, caracterizadas por tempera-tura y humedad altas, favorecen el desarrollo de lasbacterias. De ellas las especies del gnero Xanthomonasresultan las predominantes y de mayor frecuencia enlas intercepciones realizadas a lo largo de estos aos.Una de las primeras enfermedades bacterianas diag-nosticadas que afect severamente al tomate y el pi-miento, principalmente a los semilleros fue la manchabacteriana (Xanthomonas vesicatoria) [Hevesi et al., 1971].La bacteria ataca a todos los rganos areos de la plan-ta: hojas, frutos, peciolos, pednculos y cliz. Fue con-firmada su transmisin por las semillas, que constitu-yen la va principal de su diseminacin. Se inform lapresencia de la podredumbre negra (Xanthomonascampestris pv. campestris) en varias crucferas: col,mostaza, coliflor [Pazos y Hevesi, 1974; Stefanova etal., 1988]. Los sntomas se desarrollan en todas las par-tes de la planta y en todas las fases de cultivo. Lesionesamarillas, en forma de V, tpicas de la enfermedad, al-canzan las venas y llegan hasta la base del tallo. En1978 se diagnostic por vez primera una nueva bacteriaen el cultivo de la cebolla, que fue caracterizada comoespecie perteneciente al gnero Xanthomonas, grupocampestres [Amat et al., 1980]. En aos recientes labacteria fue denominada Xanthomonas axonopodis pv.alli. Este patgeno motiv afectaciones severas tam-bin en el ajo y en otras especies del gnero Allium[Amat et al., 1987; Npoles y Ramrez ,1990] en formade manchas hmedas de color verde plido, estrasclorticas y tizn. A partir de hojas de lechuga, conmanchas acuosas y translcidas, se aisl la bacteriaXanthomonas campestris pv. vitians, que puede provo-car el deterioro total del foliolo y el peciolo, seguido deun colapso de las plantas [Stefanova y Hernndez, 1999].La bacteriosis del frijol (Xanthomonas axonopodis pv.phaseoli), sealada como la enfermedad bacteriana demayor impacto en el cultivo, se diagnostic en todas lasvariedades, con presencia de aislamientos moderada yaltamente virulentos [Ovies et al., 1987; Stefanova, 1996].Otras especies del gnero entre ellas las de mayor rele-vancia: Xanthomonas campestris pv. glycinea, Xanthomo-nas campestris pv. manihotis, Xanthomonas campestrispv. cucurbitae y varias Xanthomonas sp., detectadasen diferentes especies de ornamentales y forestales, ensoya, yuca, tabaco y otras [Albornoz, 1978; Querejetaet al., 1990; Odio et al., 1990; Cordovs, 1997], estnincluidas en la Lista de bacterias fitopatgenas deCuba [Stefanova, 1990].

    Dos enfermedades importantes no informadas conanterioridad afectaron a partir de 1975 al cultivo debanano y pltano en Cuba, y tambin en la regin. Unade ellas, caracterizada por pudricin blanda del rizomay muerte prematura de la planta, result causada porla especie Erwinia carotovora subsp. carotovora [Rivera,1978]. El agente causal de la otra sintomatologa, con-sistente en pudricin acuosa del pseudotallo que seextiende hacia dentro y a lo largo de las vainas, con elderrumbe de la planta principalmente en la fase de fruc-tificacin fue diagnosticado como Erwinia chrysan-themi [Rivera, 1978]. La transmisin de las bacteriasmediante el material de siembra aparentemente sanocontribuy a su diseminacin y daos registrados entodas las provincias. Despus de 1985 aparecieron ce-pas virulentas de E. chrysanthemi, posiblemente sur-gidas por el cambio varietal en estos dos cultivos, quese relacionaron con el sntoma de necrosis en el cormo,que poda ocasionar incluso el estrangulamiento de lasplantas en la base del tallo [Rivera y Ezavin, 1989;Martnez et al., 1989]. Durante el perodo 1975-1985 seregistraron por vez primera otros nuevos hospedantesde E. chrysanthemi y de E. carotovora subsp. carotovora,entre ellos el tomate, el pimiento, la cebolla, el maz, elgirasol, varias especies de plantas ornamentales y otros[Garca y Monteanu, 1978; Npoles, 1983; Stefanova etal., 1983; Felipe y Prez, 1990]; pero el cultivo ms afec-tado de ellos result ser la papa, con severas pudricionesen condiciones favorables, tanto en el campo como en elalmacn, con presencia de cepas ms virulentas queotras [Martnez et al., 1987; Franco et al., 2004]. Lasdos especies mencionadas tambin fueron diagnostica-das en el cultivo del tabaco [Prez, 1981; Cruz et al.,1991], donde provocan el tallo hueco, y pueden, vasistmica, alcanzar las hojas, que llegan a descompo-nerse ms tarde en las casas de secado.

    La marchitez bacteriana, causada por Ralstonia solana-cearum (sin. Pseudomonas solanacearum Smith) se regis-tr en el cultivo de la papa primero [Pazos y Hevesi, 1974] yms tarde en el tomate y pimiento [Stefanova y Amat, 1978].La bacteria, altamente peligrosa por su amplio rangode hospedantes y persistencia en el suelo, se investig afondo, en primer lugar los mtodos de deteccin y diag-nstico para prevenir su diseminacin y entrada denuevas cepas. La puesta bajo cuarentena de los cam-pos con el diagnstico positivo y la aplicacin de unprograma de medidas establecidas mediante estudiosepidemiolgicos y de control tuvo repercusin favora-ble de contencin por muchos aos [Stefanova, 1998].Actualmente la bacteria contina incluida en el grupo 2de la lista de patgenos objeto de cuarentena en Cuba.

  • fitosanidad/7

    El servicio de diagnstico de las bacterias...

    La especie Pseudomonas cichorii, un polfago causan-te de manchas acuosas, que pueden conducir a unasevera pudricin foliar, fue diagnosticada en pimiento[Rivera et al., 1981], tomate [Prez, 1984], frijol [Cruzy Stefanova, 1984], ajo [Stefanova et al., 1984], hibiscus[Rodrguez e Hinojosa, 1986], habas limas [Stefanovaet al., 1987], malanga e higuereta [Brooks et al., 1988,Arencibia et al., 1989], calndula [Cordovs, 1990], da-lia [Cordovs, 1990], cedro [Arencibia, 2000] y otros.

    Dos nuevas enfermedades bacterianas, la escaldadura(Xanthomonas albilineans) y la gomosis (Xanthomonasaxonopodis pv. vasculorum) fueron detectadas en varie-dades de caa de azcar introducidas en Cuba [Riveraet al., 1982]. Ms tarde se confirm su presencia en elterritorio nacional, y se realizaron estudios etiolgicos,epidemiolgicos y nuevos mtodos para el diagnsticode los agentes causales [Daz, 2000]. Ambas patologas

    y el raquitismo de los retoos (Clavibacter xyli subsp.xyli) [Prez et al., 1980] constituyen las enfermedadesbacterianas de mayor impacto en el cultivo.

    Diagnstico bacteriano en materialvegetal importadoEl anlisis de los envos de mercancas de productosvegetales de importacin se inici a principios de la d-cada de los setenta en el Laboratorio Central de Diag-nstico, y en 1982 se instituy el Laboratorio Centralde Cuarentena Vegetal (LCCV), encargado hasta la fe-cha de diagnosticar la presencia de plagas cuaren-tenarias o exticas en envos que arriben al pas.

    Los principales patgenos bacterianos detectados en elLCCV desde su creacin hasta el 2007 en productosvegetales provenientes del extranjero se muestran en latabla siguiente:

    Patgenos bacterianos Producto vegetal Ao Procedencia

    Pseudomonas syringae pv. tomato Tomate (frutos) 1991

    Pseudomonas syringae pv. syringae Maz (semillas) 1995

    Burkholderia glumae Arroz (semillas) 2000

    Brasil

    Papa (semilla) 1988, 1992, 1999, 2007

    Clavibacter michiganensis subsp. sepedonicus

    Papa (tubrculos, uso industrial) 2005

    Canad

    Ralstonia solanacearum Papa (tubrculos) 1993 Chile

    Acidovorax avenae subsp. avenae Arroz (semillas) 1987

    Curtobacterium flaccumfaciens pv. flaccumfaciens

    Frijol (semillas, posentrada) 1999

    Colombia

    Pantoea herbicola Stretlizia (flor cortada) 1999

    Ralstonia solanacearum Heliconia spp. (flor cortada) 1999

    Costa Rica

    Ralstonia solanacearum Papa (tubrculos) 1994 Ecuador

    Pseudomonas sp. (no fluorescente) Habas (semillas) 1992 Guatemala

    Acidovorax avenae subsp. avenae Arroz (semillas) 1989 Guyana

    Ralstonia solanacearum Papa (vitroplantas) Posentrada 1994 Holanda

    Curtobacterium flaccumfaciens pv. flaccumfaciens

    Frijol (semillas) Posentrada 1999 Honduras

    Clavibacter michiganensis subsp. michiganensis

    Tomate (semillas) 1984 Hungra

    Pseudomonas cichorii Plantas ornamentales de Gerbera 1985 Pseudomonas syringae pv. tomato Tomate (frutos) 1994-2001 Mxico

    Erwinia chrysanthemi, Semilla agmica de pltano 1981 Panam

    Acidovorax avenae subsp. avenae Maz (semillas) 1987 Per

    Erwinia chrysanthemi Plantas de orqudea 1986 RDA

    Erwinia chrysanthemi Plantas de orqudea 1986 Tailandia

    Pseudomonas syringae Arroz (semillas) 1986 Vietnam

  • Stefanova y Garca

    8/fitosanidad

    Aunque nuestro pas se rige por los requerimientos in-ternacionales y se exigen certificados fitosanitarios deorigen que especifiquen la no presencia en los produc-tos importados de plagas cuarentenadas o exticas, losresultados expuestos demuestran que no puede tenerseun ciento por ciento de confiabilidad, porque de hechoexisten escapes de organismos altamente peligrosos quepudieran causar graves epidemias. Todo esto refuerzael criterio de poseer un sistema de cuarentena y diag-nstico altamente eficiente, sobre todo en los puntos deentrada que impida al mximo de cualquiera de estosagentes dainos.

    Desarrollo y aplicacin de procedimientosy tcnicas para el diagnstico bacteriolgicoPara el anlisis de las muestras se emplearon, en primerlugar, los mtodos clsicos de aislamiento, prueba depatogenicidad, reaislamiento y caracterizacin morfo-lgica, fisiolgica y bioqumica de las cepas bacterianaspatgenas. El mtodo de la cmara hmeda, la extraccinde las bacterias por el mtodo de remojado, seguido deconcentracin por centrifugacin del sobrenadante y eltriturado en seco, resultaron herramientas eficaces parael anlisis bacteriolgico de las semillas.

    Desde un inicio el servicio de diagnstico de las bacteriasen Cuba se vali de medios de cultivos selectivos ysemiselectivos, recomendados por la literatura para elaislamiento y la caracterizacin de los diferentes gne-ros y especies. A medida que se avanz en los estudiosetiolgicos y epidemiolgicos de los diferentes agentescausales, surgi la necesidad de medios de cultivos fun-cionales contra los contaminantes presentes en los teji-dos vegetales y en el suelo bajo las condiciones de Cuba.Los medios de cultivos desarrollados contribuyeron aestudios de sobrevivencia en el suelo y en restos de co-secha, deteccin en semillas y plantas con sntomas avan-zados, en agua y en otros nichos ecolgicos. El aisla-miento de E. chrysantemi a partir de plantas de pltanoy la conservacin de las cepas se optimizaron con elmedio selectivo MNL, donde la bacteria desarrolla co-lonias caractersticas [Hevesi et al., 1981]. Un medio decultivo se adapt para el aislamiento selectivo a partirde suelo de X. vesicatoria y otras especies del gneroXanthomonas, que permite un recobrado de 95,4%[Amat et al., 1985, 1990, 1998]. Se elev la selectividaddel medio KB para la especie P. cichorii con la adicin deoxacilina sdica [Amat et al., 1987] y se modific el mediode cultivo de Okabe para la deteccin de R. solanacearumen el suelo [Hevesi et al., 1987]. La caa de azcar, por

    su alto contenido de sacarosa, propicia el desarrollo deabundantes contaminantes que entorpecen el diagns-tico de los patgenos. Con el desarrollo de dos mediosde cultivo semiselectivos se optimiz el aislamiento ydiagnstico de X. albilineans y X. vasculorum a partirde las muestras frescas [Rivera et al., 1985; Rodrguezet al., 1985]. Se optimiz tambin el recobrado deXantomonas axonopodis pv. phaseoli de plantas, resi-duos y suelo [Stefanova, 1996]. El aislamiento de lasbacterias se mantiene como un paso necesario e impres-cindible para el diagnstico, principalmente cuando setrata de intercepciones de patgenos cuarentenados.

    El empleo de la serologa es otra de las herramientasutilizadas por las ventajas que ofrece la reaccininmunolgica antgeno-anticuerpo especfico. En elLaboratorio de Bacteriologa del Inisav se produjeronpor ms de treinta aos antisueros para el diagnsticode las bacterias fitopatgenas con calidad avalada porlos clientes tradicionales, que son principalmente loslaboratorios provinciales y el Laboratorio Central deCuarentena Vegetal, y por los usuarios externos. Suutilizacin mediante tcnicas convencionales y de avan-zada, cuyos parmetros son estandarizados, optimizala deteccin y el diagnstico en frontera y dentro delpas. Los inmunosueros a su vez contribuyen a la ca-racterizacin y relacin serolgica entre las cepas cir-culantes de las bacterias fitopatgenas, estudios queofrecen una valiosa informacin para el diagnstico porla definicin de los serovares y los alcances de losinmunosueros empleados. La tcnica de inmunofluo-rescencia indirecta (IFI), basada en la reaccin antgeno-anticuerpo, puesta a punto para la deteccin deClavibacter xyli subsp. xyli, X. campestris pv. campestris,X. campestris pv. allicola, X. vesicatoria, X. axonopodis pv.phaseoli, P. cichorii y Pseudomonas syringae pv. tomatopermite la deteccin confiable a niveles de contamina-cin entre 103 y 104 ufc/mL en semillas de caa de az-car, col, cebolla, frijol, pimiento y tomate [Pazos et al.,Amat et al., 1994; Amat y Garca, 1997; Amat yValdivia, 1999; Prez, 2004]; se emplea adems comotcnica de rutina para la deteccin de Xanthomonasalbilineans y Xanthomonas axonopodis pv. vasculorumen caa de azcar y en el LCCV. Actualmente la IFIest estandarizada para todas las bacterias registra-das en Cuba y para especies cuarentenarias de granimpacto, mediante proyectos de investigacin con pa-ses en cuyo territorio estn presentes.

    Las diferentes tcnicas serolgicas encontraron aplica-cin exitosa para el diagnstico de R. solanacearum a

  • fitosanidad/9

    El servicio de diagnstico de las bacterias...

    diferentes niveles de contaminacin sintomtica y la-tente en tubrculos y plantas. Se demostr la posibili-dad de detectar de forma confiable poblaciones de labacteria del rango de 105cel/mL con ELISA-DAS comomtodo de tamizaje. Con la estandarizacin de losparmetros de la IFI se corrobor la eficacia de la tc-nica para detectar las clulas de R. solanacearum enconcentraciones de 104-105 ufc/mL en semillas de papade importacin [Stefanova, 1998]. Las diferencias cua-litativas y cuantitativas entre los cidos grasos pre-sentes en los tubrculos de papa sanos y los afectadosen diferentes grados por la bacteria pueden explotarsepara el diagnstico de la bacteria mediante la cro-matografa gaseosa [Surez y Stefanova, 1995]. El de-sarrollo y la validacin de mtodos inmunoqumicosy moleculares optimizaron el diagnstico mltiple dela escaldadura foliar y el raquitismo de los retoos dela caa de azcar [Pazos et al., 1988; Daz, 2000; Igle-sias et al., 2002; 2003; Matos et al., 2002].

    La inmunofluorescencia indirecta, unida a los mtodosde recobrado directo, a la cmara hmeda y a mediosde cultivo selectivos dentro de sistemas de diagnsticopor cada uno de los patgenos, optimiza la deteccin delas bacterias en las semillas y acorta la estada de lasmuestras en el laboratorio. La eficacia del diagnsticode X. vesicatoria se incrementa en 26% con la combi-nacin del medio selectivo ABM y la IFI [Amat yGarca, 1997]. La tcnica ELISA-DAS y ELISA indi-recta, y el medio selectivo MNL, forman parte del diag-nstico de E. chrysanthemi en donantes asintomticosde pltano en el sistema de micropropagacin [Gonzlezet al., 2000]. Para el anlisis cuarentenario de las semi-llas de papa de importacin se implantaron, en la de-teccin de Ralstonia solanacearum y de Clavibactermichiganensis, subsp. sepedonicus, los protocolos de laCEE y del servicio de proteccin de plantas de Canad,respectivamente, con el empleo de kits de ELISA y dela IFI para el ltimo patgeno utilizando anticuerposmonoclonales [Albornoz et al., 2004].

    La valiosa experiencia acumulada en el diagnstico estrecogida y aplicada en los laboratorios del sistema dela sanidad vegetal mediante procedimientos, protoco-los, PNO y normas para garantizar la uniformidad yrepetibilidad del proceso. El desarrollo e implantacinde sistemas de diagnstico, donde los mtodos clsicosy de avanzadas son aplicados integralmente, continua-r siendo la lnea de trabajo para garantizar la eficaciaen el diagnstico y contencin de las bacterias fito-patgenas.

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  • Stefanova y Garca

    10/fitosanidad

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  • fitosanidad/67

    FITOSANIDAD vol. 11, no. 3, septiembre 2007

    PRODUCCIN Y USO DE ENTOMFAGOS EN CUBA

    Elina Mass Villaln

    Instituto de Investigaciones de Sanidad Vegetal. Calle 110 no. 514 e/ 5a B y 5a F, Playa,Ciudad de La Habana, CP 11600, [email protected]

    RESUMENSe describe el uso de artrpodos benficos para el control de pla-gas, desde sus inicios en las primeras dcadas del pasado siglo XXcon la introduccin de enemigos naturales para el control de plagasen ctricos y caa de azcar, y el posterior desarrollo y estableci-miento de las diferentes tcnicas y mtodos de reproduccin, ascomo la liberacin en las diferentes reas como parte de los mane-jos integrados, lo que ha contribuido a la proteccin y conservacindel medioambiente y diferentes agroecosistemas.

    Palabras claves: artrpodos benficos, plagas, enemigos naturales

    ABSTRACTThe use of beneficial arthropods for pest control, since its beginningin the early decades of past century with the introduction of naturalenemies to control pests in citrus and sugar cane is described, alsosubsequent development and establishment of different techniquesand reproduction methods, as well as the release in different areas aspart of integrated management, which has contributed to the protectionand preservation of environment and different agroecosystems.

    Key words: beneficial arthropods, pests, natural enemies

    INTRODUCCINLa utilizacin de enemigos naturales para eliminar lasplagas es lo que se le llama control biolgico, y se realizamediante la utilizacin de parsitos, depredadores,patgenos, antagonistas y herbvoros.

    El control biolgico es, sin duda, una de las herramientasprincipales que el hombre tiene para reducir las poblacio-nes de artrpodos plaga en los cultivos agrcolas. Esto serealiza mediante el uso de entomfagos y entomopatgenos,y es considerado como una de las estrategias fitosanitariasde mayor importancia en nuestra agricultura.

    Sin embargo, es sabido que los artrpodos benficospresentan muchas dificultades para su reproduccin ycra en laboratorios o centros de reproduccin, lo queno sucede con los insectos plaga. Los problemas de n-dole entomolgica, que cada vez eran y son de mayorimportancia para la humanidad, dieron pauta al esta-blecimiento de cras de insectos, bsicamente para rea-lizar estudios de control y transmisin de enfermeda-des. Con los primeros estudios de nutricin y biologade muchas especies de importancia mdica y agrcolasurgieron las primeras tcnicas de cra.

    Los ltimos aos del siglo XX fueron fundamenta-les para el uso e incremento del control biolgico enCuba. Se establecieron diferentes tcnicas y mto-dos de reproduccin, as como la liberacin en lasdiferentes reas de entomfagos para el control de

    plagas, lo que ha contribuido a la proteccin y con-servacin del medioambiente y diferentes agroe-cosistemas.

    Historia del uso de entomfagos en CubaDesde finales de la segunda dcada del pasado siglo co-menz en el pas el uso del control biolgico, con la in-troduccin desde Estados Unidos, en 1928, de lacotorrita Rodolia cardinalis (Mulsant) (Coleoptera:Coccinellidae), que regula eficientemente las poblacio-nes de la guagua acanalada (Icerya purchasi Mask), unaplaga reconocida internacionalmente como peligrosapara los ctricos, y en 1930 se introdujo el parasitoideEretmocerus serius Silvestri para el control de la moscaprieta de los ctricos.

    En los inicios del pasado siglo XX se produjeron prdi-das considerables en el cultivo de la caa de azcar de-bido al ataque de su plaga principal, el brer (Diatraeasaccharalis F.). Un grupo de entomlogos norteameri-canos estudiaron en Cuba esta plaga, y en 1914 Wolcottobserv por primera vez un parasitoide, con una am-plia dispersin en los caaverales, cuando atacaba albrer, y que se identific como la mosca Lixophagadiatraeae (Townsend). Este descubrimiento marc, sinduda, el inicio del uso del control biolgico mediante lautilizacin de entomfagos en Cuba.

  • Mass Villaln

    68/fitosanidad

    Tal solucin despert gran inters en los productoresde caa de azcar, ya que el brer es la plaga que msserios daos causa al cultivo. A partir de ese momentose comenz la exportacin a diferentes pases de la moscaL. diatraeae, que se introdujo en su fase de desarrollopupal a Estados Unidos (Luissiana y Florida), a partirde 1915 y 1934; Mxico, de 1920 a 1929; Barbados yAntigua, ambos en 1927.

    En 1930 el eminente entomlogo cubano Scaramuza ini-ci los estudios preliminares de la biologa de la moscacubana L. diatraeae y su cra masiva, lo que abri laspuertas de una nueva fase de lucha biolgica en la caade azcar iniciada por Scaramuza. Aos despus, debidoal conocimiento que aportaron sus estudios sobre la moscacubana, se publican como una perspectiva para contro-lar el brer de la caa mediante el uso de este parsito.

    En 1945 se realiza la primera liberacin de la mosca encampos de caa en el central Mercedes, en Matanzas, loque constituye la apertura de la aplicacin del controlbiolgico en Cuba. Esta mosca puede alcanzar hasta 60%de control sobre los estados larvales de la plaga.

    Desde principios de la dcada de los sesenta del pasadosiglo se inici la produccin del parasitoide Lixophagadiatraeae para la lucha contra el brer de la caa deazcar (D. saccharalis), lo que dio las bases para desarro-llar el programa nacional de lucha biolgica y la crea-cin de los centros de reproduccin de entomfagos(CRE) por el Ministerio del Azcar (Minaz). En la d-cada de los ochenta pasaron a producir tambin orga-nismos entomopatgenos y llamarse CREE.

    Trichogramma spp. parsito de huevos de muchos espe-cies de lepidpteros, entre los que se encuentra D. sac-charalis en caa de azcar, Mocis latipes Guene en caade azcar y pastos, palomilla del maz Spodopterafrugiperda (J. E. Smith), entre otras plagas de la agri-

    cultura fue encontrado en Cuba por primera vez en1913 por Wolcott, y se consider como el principal pa-rsito del brer en Cuba. Fue determinado comoTrichogramma minutum Riley.

    En 1960 Salvador de la Torre inicia sus trabajos de in-vestigacin con especies autctonas de Trichogramma, yrealiz estudios de la sistemtica, la biologa y su repro-duccin, as como de su comportamiento en condicionesde campo. Otros investigadores estudiaron los mtodosde reproduccin, lo que ha permitido disponer en la ac-tualidad de una tecnologa de reproduccin de la avispaTrichogramma y de sus hospedantes Corcyra cephalonicaStation y Sitotroga cerealella Oliver. Hoy se producenanualmente ms de diecisis millones de Trichogrammapara aplicarse en alrededor de 700 000 ha de cultivo.

    Desde 1967 De la Torre recomienda la reproduccinmasiva de este parsito, y desde la dcada de los ochen-ta se reproduce en los CRE de la agricultura y del sec-tor azucarero. En la actualidad todas las plantacionesde caa de azcar se tratan con la mosca cubana L. dia-traeae y con Trichogramma maz, caa de azcar, pas-tos, crucferas, cucurbitceas, tomate, papa y otros.

    El programa nacional de lucha biolgica se funda en1988, y a partir de este momento comienza la produc-cin de diferentes entomfagos en los CREE. Eventual-mente se han realizado cras masivas de otrosentomfagos, pero los anteriores han liderado las pro-ducciones y las reas donde se han liberado en estoscultivos. Precisamente la reduccin de las reas de caade azcar en el pas y la depresin de los pastos artifi-ciales en la dcada de los noventa han deprimidosustancialmente las demandas y las producciones deestos entomfagos a niveles muy bajos, al extremo deque los CREE existentes en estas empresas agrariasespecializadas en esos cultivos han perdido el inters yla necesidad de tales producciones.

    Relacin por dcadas en que se comenzaron a utilizar algunos entomfagos en Cuba Dcada Organismo Plaga que controla Dcada de los treinta

    Lixophaga diatraeae (Towsend) Eretmocerus serius Silvestri

    Para brer de la caa Mosca prieta de los ctricos

    Dcada de los sesenta

    Trichogramma spp. Para brer de la caa Falso medidor de los pastos Primavera de la yuca Falso medidor (pastos) Cogollero del tabaco Polilla de la col

    Dcada de los ochenta

    Pheidole megacephala (Fabricius) y Tetramonium bicarinatus (F.)

    Picudo negro del pltano Tetan del boniato

  • fitosanidad/69

    Produccin y uso de entomfagos en...

    Produccin y uso de entomfagos en CubaLa naturaleza cubana es rica en abundancia de artr-podos benficos, los cuales regulan las poblaciones deartrpodos plaga que se encuentran en nuestrosagroecosistemas, de ah la importancia de que se co-nozcan cules son los biorreguladores que atacan lasplagas principales para su estudio, reproduccin masi-va y posterior uso como control biolgico.

    En la actualidad diferentes compaas e instituciones sededican a la produccin de insectos benficos (ento-mfagos), pero esta idea de su uso data de miles de aos.Prez y Vzquez (2001) sealan en su libro que los agri-cultores chinos observaron, hace muchos miles de aos,que determinados insectos supriman las poblaciones deplagas en sus cultivos. Fue una hormiga depredadora(Oecophylla smaragdina F.), que era trasladada para re-ducir el nmero de insectos que se alimentaba del folla-

    je. Tambin en la Arabia medieval se trasladaban hor-migas hacia los sembrados de palma datilera para com-batir una hormiga fitfaga que las atacaba. Como sepuede apreciar, estos ejemplos son indudablemente eluso del control biolgico en pocas remotas.

    Es sabido que en los inicios los conocimientos sobrecras de insectos eran escasos; pero poco a poco, con losproblemas a los que se enfrentaron los entomlogos,adquirieron experiencias para resolver diversas situa-ciones y mejorar las tcnicas. Muchas especies de in-sectos se consideran fciles de criar en condiciones decautiverio, como por ejemplo la mosca domstica(Musca domestica L.), moscas de la fruta, mosquitos,insectos de granos almacenados, cucarachas; sin em-bargo, otras especies han requerido investigaciones ycuidados para establecer su crianza. En la Tabla 1 seaprecian las diferentes lneas de produccin deentomfagos en las diferentes provincias del pas.

    Dcada de los noventa

    Telenomus spp. Apanteles flavipes (Camaeron) Chelonus insularis Cresson Euplectus plathypenae Howard Archytas marmoratus (Townsend) Chrysopa spp.

    Palomilla del maz Gusano de la caa Palomilla del maz Palomilla del maz Palomilla del maz, L. unipuncta Afidos, Thrips palmi Karny

    2000-2007 Diferentes especies de coccinlidos Cryptolaemus motruozieri Mulsant Orius insidiosus Say.

    Para combatir fidos Para moscas blancas, fidos, caros, chinches harinosas Para especies de Trips

    Tabla 1. Producciones de entomfagos en diferentes provincias

    Cantidad de centros productores de entomfagos Entomfagos

    1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15

    Lixophaga diatraeae 1 4 1 4 2 3 4 3 2 3 3 4 2 1 1

    Trichogramma spp. 5 8 1 5 5 7 7 5 9 6 5 5 7 2

    Tetrastichis howardi 1 5 3 4 7 2 4 2 1

    Chrysopa spp. 1 4 2

    Euplectus sp. 2

    Telenomus sp. 2 2

    Coleomegilla cubensis 2

    Cryptolaemus montrouzieri 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 2 1 1 1

    Otros coccinlidos 1

    Euscelatoria sp. 4 7 2

    1 Pinar del Ro 6 Villa Clara 11 Holgun 2 La Habana 7 Sancti Spritus 12 Granma 3 Ciudad de La Habana 8 Ciego de vila 13 Santiago de Cuba 4 Matanzas 9 Camagey 14 Guantnamo 5 Cienfuegos 10 Las Tunas 15 Isla de la Juventud

  • Mass Villaln

    70/fitosanidad

    No obstante, se desarrolla un programa para la diver-sificacin del uso de Trichogramma spp., as como parala reproduccin de otros entomfagos, de los cualesexisten tecnologas en el pas, lo que posibilitar en unfuturo inmediato el realce en cantidad, diversidad deespecies y de tecnologas de entomfagos al alcance delagricultor.

    En la Fig. 1 se observan las producciones histricasde Trichogramma durante varios aos. Las especies

    que se reproducen son Trichogramma pintoi Voegel,T. pretiosum Riley y T. fuentesis Fuentes.

    En la actualidad el sistema cubano de sanidad vegetalcuenta con diferentes mtodos de cras de entomfagospara el control de plagas agrcolas, entre las que se en-cuentran el brer de la caa de azcar, fidos, la palo-milla del maz, polilla de la col, los picudos negros delpltano, el verde azul de los ctricos, el acutico del arrozy el cogollero del tabaco y los caros, entre otros.

    Figura 1. Produccin histrica de Trichogramma spp.

    Uso y liberacin de artrpodos benficospara el control de plagasCada insecto tiene su depredador, el cual lo destruyeLinneo (1707-1778) citado por Prez (2004). Esos in-sectos depredadores deben ser capturados y utiliza-dos para combatir las plagas que daan los cultivosagrcolas.

    En 1873 se realiz en Francia el primer traslado in-ternacional de un depredador. Fue el caro Tyro-glyphus phylloxerae Riley para el control de filoxerade la vid (Daktulosphaira vitifoii Fich), y lo efectuCharles Valentn Riley. Otros dos ejemplos del usodel control biolgico se encuentra en la introduccinen California en 1888 para controlar la escamaalgodonosa (Icerya purchasi Maskell) de dos enemi-

    gos naturales: un dptero parasitoide Crytochetumirceyae (Williston) y el coccinlido depredadorRodolia cardinalis Mulsant con un xito total. Con eluso de este artrpodo depredador se demostr quese pueden utilizar para controlar plagas con buenaeficacia si se usan adecuadamente.

    Sin duda, el control biolgico es una de las herramien-tas principales que el hombre tiene para reducir laspoblaciones de artrpodos plaga en los cultivos agrco-las. Esto lo realiza mediante el uso de entomfagos yentomopatgenos. En las Tablas 2, 3, 4, 5 y 6 aparecenalgunas de las especies de entomfagos que se reprodu-cen y se liberan para el control de plagas agrcolas.

  • fitosanidad/71

    Produccin y uso de entomfagos en...

    Tabla 2. Recomendaciones para la utilizacin de parasitoide de huevo de lepidpteros Trichogramma spp.

    Plaga Cultivo Dosis (individuos/ha)

    Indicador para decisiones

    Primavera de la yuca

    Yuca 8000 15 000 25 000 30 000 o ms

    2 huevos cada 4 plantas 3 huevos cada 4 plantas 1 huevo/planta 1 huevo/planta

    Falso medidor Pastos 5000-30 000 Segn programa de manejo

    Polilla de la col

    Crucferas 50 000 100 000 500 000

    Presencia de la plaga 0,5 larva/planta 1 larva/planta

    Gusano de la col Falso medidor de la col

    Crucferas 15 000-50 000 Presencia de huevos

    Gusano de las cucurbitceas Cucurbitceas 30 000-100 000 Presencia de adultos y de huevos Prodenias o mantequillas Primavera

    Tomate y papa 30 000 Presencia de huevos o adultos

    Brer de la caa de azcar Maz y caa 30 000 Presencia de huevos o adultos

    Cogollero del tabaco Tabaco 30 000-100 000 Presencia de huevos o adultos

    Tabla 3. Recomendaciones para la utilizacin del parasitoide de huevo de lepidpteros Telenomus sp.

    Plaga Cultivo Dosis Indicador para decisiones

    Palomilla del maz Spodoptera frugiperda

    Maz, sorgo y arroz 3000 adultos o 25 puestas parasitadas Presencia de masas de huevos o adultos

    Tomate, pimiento 3000-5000 adultos o 25 puestas parasitadas

    Presencia de masas de huevos o adultos

    Organopnicos, plantas: medicinales y ornamentales

    200-300 adultos/m2 o una puesta/200 m

    Ciclos de cultivos

    Casas de cultivo 200-300 adultos/m2 o una puesta/200 m

    Ciclos de cultivos

    Prodenia spp. Spodoptera spp.

    Cebolla 3000-5000 adultos o 25 puestas parasitadas

    Presencia de masas de huevos o adultos

  • Mass Villaln

    72/fitosanidad

    Tabla 6. Entomfagos parasitoides de inmaduros que se pueden criar y liberar en Cuba para regular poblaciones de plagas

    Parasotoides Plaga Cultivo Dosis Indicador para decisiones

    Tetrastichus sp. Polilla de la col Plutella xylostella L.

    Crucferas 7000-8000 adultos Presencia de larvas medianas-grandes (0,7-1 cm)

    Prodenia sp. o mantequillas (Spodoptera spp.)

    Tomate, pimiento, papa, boniato Organopnicos

    100 adultos Presencia de masas de huevos o larvas recin eclosionadas

    Rogas sp.

    Palomilla del maz S. frugiperda (J. A. Smith)

    Maz, sorgo y arroz 400-500 adultos Presencia de larvas recin eclosionadas o masas de huevos

    Euplectrus plathypenae Howard

    Cogollero del tabaco Heliothis virescens (Fab.)

    Tabaco En estudio Presencia de oviposiciones o larvas pequeas 5-6 liberaciones (semanales)

    Diadegma sp. Cogollero del tabaco H. virescens

    Tabaco De 5 a 6 liberaciones Presencia de huevos o larvas pequeas del primer instar por programa desde siete das de la germinacin

    Archytas mamoratus (Townsend)

    Palomilla del maz S. frugiperda Falso medidor M. latipes Gusano de la caa Leucani uniponcta (Haworth)

    Maz, caa, arroz, pastos, sorgo

    50 adultos De 1 a 2 liberaciones

    Presencia de larvas de la plaga

    Tabla 5. Recomendaciones de entomfagos depredadores que pueden criarse y liberarse de forma inoculativa

    Depredador Plaga Cultivo Dosis Indicador para decisiones Chrysopa spp. Inmaduros de caros,

    fidos, lepidpteros Diversos 100 adultos o 3-4

    huevos-larvas/m2 4-6 liberaciones (quincenales)

    Presencia de la plaga

    Scymnus sp. Cochinillas harinosas, caros, etc.

    Diversos En estudio Presencia de la plaga

    Cycloneda sanguinea (Casey)

    fidos, moscas blancas, etc.

    Diversos 100 adultos 4-6 liberaciones (quincenales)

    Presencia de la plaga

    Cryptolaemus montrouzieri (Muls.)

    Cochinillas harinosas, fidos, huevos de lepidpteros

    Forestales, ornamentales y otros

    10-40 insectos por planta 2-6 liberaciones

    Presencia de la plaga

    Coleomegilla cubensis (Casey)

    fidos Cucurbitceas y otros cultivos

    100 adultos 4-6 liberaciones (quincenales)

    Presencia de la plaga (consume 2-3 por da)

    Zelus longipes (Linnaeus)

    Varios 2 adultos cada 50 larvas (1-2 liberaciones)

    Presencia de la plaga

    Orius insidiosus Say.

    Trips Diversos 1-2 insectos/m2 Presencia de la plaga

    Ambliseus sp. Acaro Yuca En estudio Presencia de la plaga

    Phytoseidos macropilis (Bank)

    Acaros Pltano 1 caro/20 araas rojas (semanales-quincenales

    Presencia de la plaga

    Pheidole megacephali (Fab.)

    Picudo negro Pltano Presencia de la plaga

  • fitosanidad/73

    Produccin y uso de entomfagos en...

    Se ha podido apreciar que en Cuba se tienen los mto-dos y tcnicas para reproducir insectos benficos ypersonal preparado, de ello la cantidad de CRE paraestas producciones de artrpodos benficos, y queadems se cuenta con sus mtodos de liberacin parael control de plagas y el mantenimiento del medio-ambiente.

    REFERENCIASCastellanos, J. A.: Reproduccin y aplicacin de la mosca cubana

    Lixophaga diatraeae para el control biolgico del brer de la caade azcar (Diatraea saccharalis), Curso Internacional de LuchaBiolgica, Instituto de Investigaciones de Sanidad Vegetal, La Haba-na, 1998.

    DeBach, P.: Control biolgico de las plagas de insectos y malashierbas, Instituto Cubano del libro. La Habana, 1968.

    De la Torre, C. S.; Magali Daz Aspiazu: Posibilidades de controlar elbrer de las plantas aromticas con Trichogramma oatmani Torre.N. SP (Hymenoptera: Trichogrammatidae), Direccin de Informa-cin Tcnica, Universidad de La Habana, 1980.

    Fernndez, M. N.: Scaramuza Pandini: una personalidad en la historiade la sanidad vegetal, Fitosanidad 6(2):51-61, Cuba, 2002.

    Fuentes, F.; S. L. de la Torre; J. Llanes: Estudio de la efectividad ynorma de liberacin ptima de Trichogramma sp. para el control biol-gico de Diatraea saccharalis Fab. (brer de la caa de azcar) enCuba. Informe Final PPE 04, Inisav, La Habana, 1980 (manuscrito).

    Prez, N.; L. L. Vzquez: Manejo ecolgico de plagas. Transforman-do el campo cubano. Avances de la agricultura sostenible, Ed.Actaf, La Habana, 2001, pp. 191-223.

    Prez, Nilda: Manejo ecolgico de plagas, Ed. Centro de Estudios deDesarrollo Agrario y Rural, 2004.

    Rijo, Esperanza: Informe al Consejo Tcnico Asesor del Minagri, LaHabana, 2003.

    Van Drieschi, R. G.; T. S. Bollow: Parasitoids and Predators of Artropodsand Molluscs. Biological Control, Nueva York, 1996, pp. 37-65.

    Eucelatoria sp. Palomilla del maz (S. frugiperda) Falso medidor (M. latipes) Gusano de la caa (Leucani uniponcta) (Haworth)

    Maz, caa, arroz, pastos, sorgo

    100 o ms pupas en sobres parafinados o 100 adultos

    1-2 larvas

    Lixophaga diatraeae (Townsend)

    Brer de la caa (D. saccharalis F.)

    Caa de azcar, maz, pastos, arroz, sorgo,

    Segn programa estable-cido por el Minaz

    Presencia de corazones muertos en caa, retoo u orificios de entrada del brer en caa planta

    Tetratichus howardi (Olliff)

    Brer de la caa D. saccharalis F. y otros lepidpteros

    Caa de azcar 15 000 individuos

    Cinco meses posteriores a la cosecha liberaciones a intervalos de tres meses o liberaciones mensuales de 1500 individuos/ha

    Encarcia sp. Mosca blanca (Bemisia tabaci (Gennadius))

    Tomate, Cucurbitceas Col, boniato y otros

    En estudio 5000 insectos semanales

    Presencia de adultos o inmaduros de mosca blanca

    Leptomastix dactylopii Howard

    Cochinilla harinosa (Pseudococcidae sp.)

    Forestales, frutales y ornamentales

    En estudio

    Cephalonomia stephanoderis Betrem

    Broca del caf (Hypothenemus hampei Ferrari)

    Cafeto En estudio

    Phymastychus coffeae La Salle

    Broca del caf (H. hampei)

    Cafeto En estudio

  • fitosanidad/75

    FITOSANIDAD vol. 11, no. 3, septiembre 2007

    INTRODUCCIN Y EFICACIA TCNICA DEL BIOCONTROLDE FITOPATGENOS CON TRICHODERMA SPP. EN CUBA

    Marusia Stefanova Nalimova

    Instituto de Investigaciones de Sanidad Vegetal. Calle 110 no. 514 e/ 5.a B y 5.a F, Playa,Ciudad de La Habana, CP 11600, [email protected]

    RESUMENA principios de la ltima dcada del pasado siglo varias enfermeda-des fngicas del suelo no mostraban la reduccin esperada ante lasmedidas qumicas, agrotcnicas y legales aplicadas por la sanidadvegetal. Resultaba clara la necesidad de aplicar una estrategia dife-rente contra esos patgenos del suelo, por lo que en 1990 se inicia-ron investigaciones con vistas a introducir el control biolgico conespecies del gnero Trichoderma al principio, y de otros controladoresbiolgicos a continuacin, lo que se convertira ms tarde en unmtodo eficaz dentro del manejo integrado en diversos cultivos. Du-rante ms de quince aos la lucha biolgica con productos a base deTrichoderma ha tenido una aceptacin favorable y prcticamente ge-neralizada y en diversidad de cultivos. Su empleo en la produccin haenseado a los agricultores cubanos que el beneficio mayor se ob-tiene cuando los biopreparados se utilizan correctamente sobre labase de criterios de daos o densidad poblacional, y en unin conlas prcticas culturales adecuadas.

    Palabras claves: control biolgico, Trichoderma, Cuba

    ABSTRACTAt the beginning of the last decade of past century several soil fungaldiseases did not show the expected reduction because of chemical,agrotecnics and legal measures implemented by plant health; it wasclear the need to apply a different strategy against these soil pathogens,cause that investigations started in the year 1990 in order to introducingbiological control with species of Trichoderma genus at the beginning,continued with other biological controllers, so it would become laterin an effective way within the integrated management in a variety ofcrops. For more than 15 years biological fight with products based onTrichoderma has been favourable and virtually widespread acceptedin many crops. Its use in the production has taught Cuban farmersthat the greatest benefit is achieved when the bioproducts are usedproperly on the basis of damage or population density, and inconjunction with appropriate cultural practices.

    Key words: biological control, Trichoderma, Cuba

    INTRODUCCINEl inicio del control biolgico de fitopatgenos en Cuba,convertido ms tarde en un mtodo eficaz dentro delmanejo integrado en diversos cultivos, puede situarseen el principio de la ltima dcada del pasado siglo cuan-do varias enfermedades fngicas del suelo no mostra-ban la reduccin esperada ante las medidas qumicas,agrotcnicas y legales aplicadas por la sanidad vegetal.Entre ellas la pata prieta en el cultivo del tabaco, cau-sada por Phytophthora nicotianae, con gastos significa-tivos por la fumigacin con bromuro de metilo y apli-cacin de fungicidas sistmicos; el damping off, cuyoincremento progresivo provoc afectaciones entre 70y 80% en los semilleros de tomate y otras hortalizas, yla marchitez del pimiento (Phytophthora capcici), queentre 1990 y 1993 afect la produccin y exportacindel cultivo, atendido principalmente por pequeos agri-cultores en diversas localidades de esta provincia. Re-sultaba clara la necesidad de aplicar una estrategia di-

    ferente contra los patgenos del suelo. En 1990 se ini-ciaron investigaciones con vistas a introducir elbiocontrol con especies del gnero Trichoderma alprincipio, y de otros controladores biolgicos a con-tinuacin.

    Estudios bsicos para la introduccinde Trichoderma spp.En primer lugar la seleccin de aislamientos promi-sorios, la cepa A-34 (Trichoderma harzianum) hiper-parsito en la prueba de cultivo dual, la totalidad delas colonias de los hongos Phytophthora parasitica,Phytophthora capsici, Rhizoctonia solani, Pythiumaphanidermatum, Sclerotium rolfsii y Fusarium spp.,aislados de diversos cultivos y localidades del pas, conun promedio de 6,7 cm de crecimiento lineal. Bajo con-diciones controladas con la cepa se logr entre 70 y 80%de plntulas de pimiento y de tomate, germinadas en

  • Stefanova Nalimova

    76/fitosanidad

    suelo infectado por P. aphanidermatum, P. capsici y R. so-lani. La colonizacin del suelo por la cepa llega a 7 cmde profundidad, mientras las races de las plntulas al-canzan un tamao de 3,5-5 cm, y de 1,5-3,5 cm respec-tivamente [Sandoval et al., 1995; Sandoval et al., 1995a].En condiciones semicontroladas con niveles de infeccinentre 35-39 propgulos/g en suelo ferraltico rojo de laprovincia de La Habana, la infeccin por P. nicotianae,en semillero de tabaco se redujo aproximadamente cua-tro veces. En la provincia de Pinar del Ro, en sueloferraltico cuarctico amarillo lixiviado, los primerossntomas de la enfermedad aparecieron a los 30 das enlas variantes tratadas con el biocontrol, y hasta los 45das en el semillero los daos no sobrepasaron de 10-15% frente a 90-100% de afectacin en las parcelas tes-tigo. A los 12 das la raz apenas tiene un 0,3 cm delargo, mientras que la cepa de Trichoderma aplicada enla siembra se detecta a 5 cm de profundidad. La cacha-za y la turba resultaron soportes y vehculos eficientespara Trichoderma, donde el biorregulador permaneceviable por ms de 30 das en condiciones ambientales,sin que se altere la concentracin inicial del inculo[Saenz et al., 1994]. La actividad parastica de las cepasde Trichoderma se establece por medio de una vigorosaadherencia y enrollamiento de las hifas del antagonistahacia las del patgeno y fragmentacin a nivel de septo;los aislamientos A-34 y PR-6-17 se introducen interna-mente en el micelio de P. capsici y P. nicotianae. Losmetabolitos producidos por las cepas de Trichodermaafectan el desarrollo micelial de P. nicotianae y provo-can deformaciones, desplazamiento del contenidocitoplasmtico, afinamiento y lisis de las paredes celu-lares [Stefanova et al., 1999]. Existe una buena compa-tibilidad con los plaguicidas y fertilizantes inorgnicosde mayor empleo en hortalizas y tabaco, y con losbiofertilizantes y bioestimulantes aplicados a estos cul-tivos [Stefanova et al., 1995; Muio et al., 2001]. El efec-to combinado de los microorganismos Rhizobiumphaseoli y Trichoderma viride en la peletizacin de lassemillas de frijol, una prctica ampliamente extendidaen la provincia de Villa Clara, refuerza la accin e inhibeel desarrollo de hongos patgenos del suelo, disminuyela mortalidad y estimula la germinacin y el crecimien-to de la planta [Hernndez et al., 2006].

    Efectividad del biocontrol con Trichodermaen condiciones de campoDurante las campaas 1994-1995 por primera vez seemplearon biopreparados, obtenidos por mtodos al-ternativos con materias primas nacionales y parmetros

    controlados, de cepas promisorias nativas de Tricho-derma, aplicadas segn metodologas y dosis estableci-das, en alrededor de 5208 ha de cultivos, que incluye-ron tabaco, hortalizas, granos y ornamentales, entreotros. En la provincia de Pinar del Ro, la zona tabaca-lera ms importante del pas, se trataron 13 000 cante-ros de tabaco. A pesar de que los terrenos tenan ante-cedentes de infeccin por P. nicotianae, solamente sedetect la presencia de la enfermedad de forma ligeraen una sola vega de 700 canteros al final de la fase desemillero. En los canteros donde no se utiliz Tri-choderma se registraron aproximadamente 5000 cante-ros afectados de forma ligera, media e intensa. Seme-jantes fueron los resultados en los restantes territoriostabacaleros del pas. En las reas de Villa Clara prote-gidas con el biocontrolador no se registraron focos deafectacin por patgenos fngicos [Stefanova, 1997;Stefanova et al., 2001].

    En el caso de las hortalizas, en todas las provincias selogr un control excelente contra diversos patgenoscomo R. solani, S. rolfsii y Pythium sp. en habichuela,aj, rbano, perejil y remolacha. En la provincia deHolgun 60% de la produccin de biopreparados deTrichoderma se destin a los organopnicos, donde secontrolaron los problemas de damping off por lospatgenos anteriormente mencionados en aj, tomate,lechuga, pepino, berza y col china. En un rea de 13,37 hade semilleros de tomate y pimiento en la provincia deGuantnamo se obtuvo 100% de posturas sanas y vi-gorosas; se controlaron adems en casi su totalidadlas afectaciones radicales por fitopatgenos despus deltransplante con incremento en la cosecha por rea plan-tada. En los hidropnicos de la provincia de La Haba-na la incidencia de R. solani en el tomate se mantuvoalrededor de 5% antes y despus del transplante. Losrendimientos de las unidades tratadas con Trichodermasuperaron en 6,5 t a las que no recibieron el tratamien-to biolgico. Se registraron valores mayores del peso delas plantas, la altura y el largo y ancho de las hojas[Sandoval et al., 1995; Stefanova y Sandoval, 1995]. Enesta provincia, con el empleo de Trichoderma en el cul-tivo del pimiento, se logr controlar el complejoFusarium spp.-P. capsici y reducir a 5% el nmero dereas con ms de 50% de plantas enfermas [Sandovalet al., 1995].

    Actualmente el uso de Trichoderma est incluido en elManual tcnico de organopnicos y huertos especiales dela agricultura urbana [Inifat-Minagri, 2000], dentro delas medidas fitosanitarias especficas para las reas de

  • fitosanidad/77

    Introduccin y eficacia tcnica del...

    semilleros. La produccin de biopreparados deTrichoderma ocupa el segundo lugar, superada solamentepor la de Bacillus thuringiensis. En el 2003 se produje-ron 179,75 t de biopreparados de este biorregulador conuna aceptacin generalizada.

    Trichoderma: biorregulador de nematodos fitoparsitosEl hongo antagonista Trichoderma spp. es un biorre-gulador efectivo contra nematodos del gnero Me-loidogyne, por medio de sus toxinas e hifas. Se estudiel efecto de cepas de T. harzianum y T. viride, y se eva-lu la accin del hongo sobre la eclosin de huevos, y lapoblacin de nematodos en suelo inoculado e infestadoen comparacin con el efecto de otros productos de ac-cin nematicida, que concluy con la extensin a variasprovincias en organopnicos, plantaciones de caf y vi-veros de ornamentales. El controlador biolgico reducela eclosin de huevos y la movilidad de larvas a concen-traciones mayores de 108 con/g, la efectividad tcnicade las aplicaciones alcanza valores elevados con dosismayores de 1013 con/ha cuando las poblaciones del pa-rsito no exceden de grado 3. La eficacia del hongoen el suelo se incrementa a medida que l se establece[Prez et al., 2006]. En casas de cultivo de tomate, enHolgun, durante cuatro aos consecutivos (1999-2003)se aplic Trichoderma harzianum cepa A-34 a una dosisde 8 kg/ha en diferentes fases del cultivo, con una nota-ble disminucin de la poblacin de los nematodos delgnero Meloidogyne. Los ndices de infestacin se re-dujeron de grados 3 y 4 hasta el 1. En los ltimos aosel procedimiento se ha extendido a todas las casas de launidad, y los ndices de infestacin no superan el grado 1.En la agricultura urbana de la provincia de Matanzasse utiliz la cepa A-34 en aplicacin directa al sueloprevio a la siembra, con una dosis nica de 25 g delbiopreparado por metro cuadrado. La efectividad delos tratamientos contra los nematodos de la agalla os-cil entre 52 y 82% de control del ndice de ataque en elsistema radical del cultivo.

    Uso de Trichoderma contra patgenosen semillas y foliaresEl empleo de Trichoderma por medio de las semillas esprobablemente la forma ms econmica y extensiva paraintroducir el biocontrol en la produccin. El mtodosencillamente consiste en tratar las semillas con unasuspensin acuosa de esporas o en forma de polvo, connecesidad de adherente o sin l. Las semillas reciben

    una cobertura protectora cuyo efecto se muestra cuan-do se siembran en el sustrato correspondiente. El tra-tamiento reduce las contaminaciones externas por di-versas especies de hongos en cucurbitceas, col, cebolla,ajo, rbano, remolacha, zanahoria, habichuela, tomatey pimiento, entre otros; incrementa adems el porcen-taje de germinacin y estimula el crecimiento. En laspruebas de proteccin de las semillas contra las infec-ciones posemergentes se registraron coberturas eleva-das por el antagonista que reducen a menos de 50% lasinfecciones por F. solani y a 3% las de R. solani encomparacin con 90% en el testigo [Sandoval et al.,1995]. En otros ensayos se obtuvo una efectividad de100% frente a Fusarium moniliforme, y de 88% contraPhoma spp. Los resultados del tratamiento de semillasde tomate con TMTD y el producto biolgico contraR. solani son comparables en su efectividad respecto ala disminucin de la mortalidad (15 y 13% respectiva-mente). El agente biolgico super al qumico en el in-cremento de la germinacin [Garca y Sandoval, 1994;Heredia, 1997]. La inmersin de las semillas durante10 min en la suspensin del biopreparado A-34 (10% v/v)garantiza una cobertura de las semillas entre 91 y 100%.El posterior secado al sol no afecta la cobertura y laviabilidad de los conidios de Trichoderma. El bioagentese recobra de las semillas tratadas y almacenadas a 10y 30C durante los 45 das del ensayo [Garca ySandoval, 1994]. El aislamiento A-34 (T. harzianum)recomendado para combatir los patgenos fngicos enhortalizas prolifera en el suelo a partir de las semillastratadas, y coloniza el sustrato antes que desarrolle laraz del pimiento y el tomate de manera que asegura suproteccin adecuada. Entre 10 y 20 das de germinacinel tamao de la raz del pimiento est de 3,5-5 cm, y ladel tomate entre 1,5-3,5 cm, mientras que Trichodermase detecta a 7 cm de profundidad en concentracin de102 con/g [Sandoval et al., 1995a]. La combinacin se-millas-sustrato redujo la incidencia del damping off encondiciones de hidropnico a menos de 5%, mientrasque en el rea testigo el nivel de plantas de tomatemuertas fue superior a 70% [Sandoval et al., 1995].

    El manejo de las enfermedades foliares tambin ha sidobeneficiado con el biocontrol. En condiciones deorganopnico la aplicacin de T. harzianum (cepa A-34)a dosis de 10 kg/ha muestra una eficacia de 42% contrala enfermedad tizn de fuego del pepino, causada por elhongo Corynespora cassiicola (Berk. & Curt.) Wei y unincremento en los rendimientos en 50% [Ferrer et al.,2006]. Con anterioridad Rodrguez et al. (1998) demos-

  • Stefanova Nalimova

    78/fitosanidad

    traron que aplicaciones foliares semanales de 20 L/hadel producto biolgico a partir de la misma cepa dismi-nuyen la incidencia de los mildius velloso (Pseu-doperonospora cubensis) y polvoriento (Erysiphecichoracearum) en el cultivo del pepino en 35 y 23,2%respectivamente, con un efecto colateral estimulantesobre las plantas, relativo al incremento de la longituddel tallo, el fruto y su peso promedio. Respecto a lamancha prpura de la cebolla (Alternaria porri), en losensayos de campo con cuatro aplicaciones de T. har-zianum, a partir de los 40 das de la siembra, se logrretardar y disminuir la infeccin de la enfermedad enlas parcelas tratadas con el antagonista respecto a lasparcelas no tratadas, donde el aumento del ndice deinfeccin fue ms lento y con un rendimiento superior[Prez, 2004]. A nivel microscpico, segn seala la au-tora, se produce la desintegracin parcial o total de lashifas y los conidios del patgeno, con contenidocitoplasmtico desorganizado, granuloso, con vacuolas,tambin ruptura de las paredes celulares y germi-nacin conidial por debajo de 40% con un mnimovalor de 8,93%.

    Introduccin de Trichoderma a escalastecnolgicas en tabaco y hortalizasEl desarrollo de la produccin de plntulas de tabaco(2000-2003) mediante el sistema de bandejas, sustratoorgnico y la incorporacin de Trichoderma harzianum(A-34), bajo un proyecto internacional para la sustitu-cin total del bromuro de metilo en los semilleros detabaco, integr a Trichoderma en la nueva tecnologa.Actualmente el bioproducto de Trichoderma se agregaal sustrato contra patgenos como Pythium aphanider-matum y P. nicotianae, registrados en estas condicio-nes. El hongo antagnico coloniza los sustratos utiliza-dos y alcanza una profundidad de 4 cm a los 12 das deinoculado en la superficie [Espino y Stefanova, 1999].

    La introduccin de Trichoderma harzianum (A-34) enla nueva tecnologa de produccin de plntulashortcolas enraizadas en contenedores, mediante ino-culacin de los sustratos orgnicos locales estircolvacuno, humus de lombriz, turba parda de la cinaga ycompost vegetal y tratamiento de las semillas, contri-buy a la reduccin de prdidas de la poblacin deplntulas de 15-27% [Casanova et al., 1998].

    Un modelo general de manejo integrado, en el cual secombina armnicamente el uso de cepas nativas deTrichoderma (A-34, A-53 y TS-3) con efecto sobre hon-gos y nematodos con medidas agrotcnicas, fsicas y

    qumicas, validado en diferentes sitios de produccin,se aplica en la produccin de hortalizas en sistemas decultivos protegidos. En estos cultivos inciden con mar-cada frecuencia agentes nocivos del suelo como losnematodos del gnero Meloidogyne, hongos de los gne-ros Fusarium, Phytophthora, Pythium, Rhizoctonia, etc.,y en menor grado insectos, caros y malezas. En el trie-nio 2003-2005 se aplic un promedio general de 64,29;15,96 y 9,71 ha, respectivamente, en cultivos protegi-dos de las provincias de Pinar del Ro, La Habana,Cienfuegos y Holgun, y se trataron entre 1580 y 1850 m3

    de sustratos para flores y ornamentales, con una dis-minucin importante de los niveles de infestacin, ypor ende la reduccin del uso de bromuro de metilo[Muio et al., 2006].

    Participacin de los agricultoresen la introduccin del biocontrolcontra fitopatgenosEl uso extensivo de Trichoderma en la agricultura cu-bana no hubiese sido posible sin la participacin activade los agricultores en los diversos sectores de la rama.Ellos fueron protagonistas durante el desarrollo de lasinvestigaciones en condiciones de campo y pudieronapreciar los resultados para introducirlos a continua-cin a escala mayor dentro de los diferentes cultivos.En conjunto, investigadores y agricultores protagoni-zaron la aplicacin de Trichoderma en las reas de taba-co en la provincia de Pinar del Ro y en la empresa decultivos varios de Bataban, de la provincia de La Ha-bana, en tomate y pimiento en 1993 y 1994. En la prc-tica los agricultores han realizado dismiles aportes ala tecnologa de utilizacin del biopreparado a base deeste hongo, ya que para los diferentes cultivos han he-cho innovaciones sobre el mtodo de aplicacin y hanexperimentado su empleo en otros cultivos donde nohaba sido recomendado, lo que ha contribuido a unadiversificacin en su utilizacin. A travs de mtodosparticipativos, donde el productor interacta activa-mente en el proceso de adopcin, se ha introducido eluso de los controladores biolgicos contra nematodos ylos patgenos foliares. Los encuentros y talleres cient-fico-tcnicos a lo largo y ancho del pas han sido pro-motores y escenarios de participacin entusiasta ycreativa del sector agrcola en todas sus formas de pro-duccin, y han contribuido decisivamente en la com-probacin, validacin e implantacin del biocontrol.

    Durante ms de quince aos la lucha biolgica con pro-ductos a base de Trichoderma ha tenido una aceptacin

  • fitosanidad/79

    Introduccin y eficacia tcnica del...

    favorable y prcticamente generalizada por diversos ti-pos de agricultores, y en diversidad de cultivos para com-batir los hongos fitopatgenos del suelo. Su empleo en laproduccin ha enseado a los agricultores cubanos queel beneficio mayor se obtiene cuando los biopreparadosson correctamente empleados sobre la base de criteriosde daos o densidad poblacional, y en unin con las prc-ticas culturales adecuadas. El biocontrol contribuye a laproteccin del entorno ecolgico de la zona urbana y res-ponde a la demanda de la agricultura sostenible de m-todos tcnicamente efectivos, econmicamente viables ycompatibles con el ambiente.

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  • fitosanidad/81

    FITOSANIDAD vol. 11, no. 3, septiembre 2007

    EL CONTROL DE LA CALIDAD DE LOS PLAGUICIDAS EN CUBA

    Arqumedes Bcquer Portuondo

    Instituto de Investigaciones de Sanidad Vegetal. Calle 110 no. 514 e/ 5.a B y 5.a F, Playa,Ciudad de La Habana, CP 11600

    RESUMENSe describe el desarrollo de la especialidad del control de la calidadde formulados de plaguicidas tanto en el Instituto de Investigacionesde Sanidad Vegetal (Inisav) como en los laboratorios provinciales desanidad vegetal (Laprosav), con un anlisis de la evolucin que hantenido los mtodos analticos para determinar el contenido de ingre-diente. Se discuten adems los motivos que provocaron el desplomede esta actividad en todos los laboratorios provinciales y las pers-pectivas actuales de su reanimacin. Tambin se exponen las prin-cipales actividades que realiza el Laboratorio de Control de la Cali-dad del Inisav en la esfera de los servicios cientfico-tcnicos y lasinvestigaciones.

    Palabras claves: control, calidad, plaguicida

    ABSTRACTThe development of pesticide formulations quality control specialty isdescribed, both in National Institute of Plant Health (INISAV) andprovincial laboratories of Plant Protection (LAPROSAV). The evolutionof analytic methods to determine the active ingredient content ofpesticide formulation in Cuba is also analyzed. The reasons thatcaused the collapse of this activity in all the provincial laboratoriessome years ago, and the current perspectives of their analytical worksare analyzed too. It is also exposed the main activities of QualityControl Laboratory of the INISAV in services and investigations.

    Key words: quality, pesticide, control

    INTRODUCCINLa buena calidad del formulado es esencial para la efi-cacia de los plaguicidas y para reducir al mnimo cual-quier riesgo relacionado con su utilizacin. Si el conte-nido del principio activo en un producto es inferior aldeclarado, los resultados podran dar lugar a una pr-dida monetaria. Se sabe que un estimado conservadorpara solo 1% de disminucin del contenido de ingre-diente activo, acorde con los niveles de importacin ac-tual, significara una prdida de 200 000 dlares y laaplicacin de dosis subletales, con el resultado de unalucha ineficaz y la posible induccin de resistencia[Dierksmeier, 2001].

    El uso de productos o formulaciones con propiedadesfsico-qumicas inferiores, como la suspensibilidad o laemulsificacin, o las caractersticas relativas al tamaode las partculas, tambin puede llevar a una aplicacininadecuada y posiblemente un mayor riesgo para el per-sonal que pueda estar ms en contacto con el plaguiciday con el equipo de aplicacin por l contaminado. Lasimpurezas que se forman durante su fabricacin o me-diante la interaccin en formulaciones inestables pue-

    den aumentar la toxicidad del producto. El etiquetadoimpreciso o inadecuado de los productos tambin pue-de crear diversos problemas de aplicacin y seguridad.

    Estos plaguicidas de baja calidad contienen con fre-cuencia sustancias e impurezas peligrosas que ya se hanprohibido o restringido rigurosamente en algunos pa-ses, y que representan una amenaza importante parala salud humana y el medioambiente.

    Informes de la FAO indican que aproximadamente 30%de los plaguicidas comerciados en pases en desarrolloson de baja calidad, no cumplen con los estndares in-ternacionales de calidad y causan prdidas econmicasimportantes [FAO, 2007]. Entre las po