revilla. en los tiempos de la identidad. las dimenciones cultural y politica de las identidades...

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Estudios Políticos No. 20. Medellín, enero- junio 2002 71-96 En los tiempos de la identidad: las dimensiones cultural y política de las identidades colectivas ll y o Podríamos afirmar que el siglo XX, especialmente en su segunda mitad, ha sido el tiempo de la aparición en escena de las identidades colectivas con expresión política. Con ello estamos describiendo las diversas formas de acción colectiva (nacionalismos, reivindicaciones étnicas, religiosas, de género, etc.) con las que distintos grupos sociales se han movilizado políticamente en torno de la construcción de una forma de definirse a sí mismos y, por tanto, de diferenciarse de los otros, otorgando en ese proceso un sentido a su acción. En esta expansión de las identidades colectivas como señas de identidad política coinciden múltiples factores, pero quizá lo más destacable es un modo de sociedad que alcanza una gran complejidad y un profundo proceso de individualización'. La modernidad se constituye como el momento de aparición del individuo como sujeto social, lo que abre la posibilidad de que las personas se cuestionen su propia constitución como individuos y sus vínculos y relaciones sociales y políticas. En la medida en que la complejidad social aporta nuevos recursos al alcance de los 1 "La sociedad de hoy puede caracterizarse por la indeterminación de la identidad individual. Un alto grado de autorreflexión y una mayor capacidad para la individualización constituyen por supuesto el reverso del riesgo mencionado anteriormente. Esta ambivalencia afecta tanto a la identidad individual como a la colectiva, y también es importante para comprender los conflictos y los movimientos sociales en la sociedad actual". Alberto Melucci. "La experiencia individual y los temas globales en una sociedad planetaria". En: P. lbarra y B. Tejerina (eds.). polí y c io c . Madrid, Trotta, 1998, p. 373. 71

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El articulo analiza la conformación de la identidad y el tema de los movimientos sociales

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  • Estudios Polticos No. 20. Medelln, enero- junio 2002 71-96

    En los tiempos de la identidad: las dimensionescultural y poltica de las identidades colectivas

    ll y o

    Podramos afirmar que el siglo XX, especialmente en su segunda mitad, hasido el tiempo de la aparicin en escena de las identidades colectivas con expresinpoltica. Con ello estamos describiendo las diversas formas de accin colectiva(nacionalismos, reivindicaciones tnicas, religiosas, de gnero, etc.) con las quedistintos grupos sociales se han movilizado polticamente en torno de la construccinde una forma de definirse a s mismos y, por tanto, de diferenciarse de los otros,otorgando en ese proceso un sentido a su accin.

    En esta expansin de las identidades colectivas como seas de identidad polticacoinciden mltiples factores, pero quiz lo ms destacable es un modo de sociedadque alcanza una gran complejidad y un profundo proceso de individualizacin'. Lamodernidad se constituye como elmomento de aparicin del individuo como sujetosocial, lo que abre la posibilidad de que las personas se cuestionen su propiaconstitucin como individuos y sus vnculos y relaciones sociales y polticas. En lamedida en que la complejidad social aporta nuevos recursos al alcance de los

    1 "La sociedad de hoy puede caracterizarse por la indeterminacin de la identidad individual.Unalto grado de autorreflexin y una mayor capacidad para la individualizacin constituyenpor supuesto el reverso del riesgo mencionado anteriormente. Esta ambivalencia afectatanto a la identidad individual como a la colectiva, y tambin es importante paracomprender los conflictos y los movimientos sociales en la sociedad actual". AlbertoMelucci. "La experiencia individual y los temas globales en una sociedad planetaria". En:P. lbarra y B. Tejerina (eds.). pol yc io c . Madrid, Trotta, 1998, p. 373.

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  • Marisa Revilla y Sergio Cannona I En los tiempos de la identidad ...

    individuos y, a la vez, cuestiona los vnculos sociales tradicionales (cambios en losmodelos de familia, movilidad geogrfica, etc.}, la autonoma individual como valoradquiere un lugar central. El mayor acceso a la informacin, la produccin y elconsumo de masas y la extensin de los derechos sociales se constituyen comorecursos materiales y simblicos que permiten a las personas reflexionar sobre smismas y construir identidades colectivas (e individuales) autnomas como nuncaantes lo haban hecho."

    Adems, en lo poltico, el rasgo caracterstico de esa modernidad es la expansindel modelo de organizacin basado en el Estado, que se corresponde con la expansinde la nacin como identidad colectiva moderna, en dos vertientes: como hecho culturaly como hecho poltico. Esta idea de identidad toma distancia frente a su nicho de usoen los tratados de lgica o de ontologa y se expresa en las acciones que buscan portodos lados (regiones, territorios, continentes enteros), en este contexto de la moder-nidad, la reivindicacin de fronteras, de autonomas nacionales, regionales e inclusoculturales. En las reorganizaciones polticas y tnicas del tiempo de la modernidad, lacuestin clave es la expansin de la forma de organizacin poltica estatal, o dicho deotro modo y en trminos "weberianos", la hegemona del Estado como forma dedominacin poltica en un territorio. La nacin construye la comunidad polticacorrespondiente al mbito de actuacin de ese Estado vinculada, por tanto, a unterritorio. La nacin como construccin contiene, desde el punto de vista terico, uncomponente perforrnativo," expresado en el nacionalismo como sentimiento depertenencia a la comunidad, necesario para el xito de esa definicin de nacin.

    En cuanto comunidad poltica, la nacin no necesariamente implica la unidadcultural. No obstante la idea moderna de nacin en el inicio de su expansin no estuvoligada a las funciones de un concepto poltico. Su enfoque y esencia fue ms en elplano antropolgico, pues denotaba a las "gentes" o a las "etnias" en cuantocolectivos arraigados a un territorio. De manera posterior, pero siempre en el marcode la modernidad (siglos XVIII,XIXy XX), el concepto de nacin, con sentido poltico,

    2 Alberto Melucci. "La experiencia individual y los temas globales de una sociedad planetaria".En: P. Ibarra y B. Tejerina (eds.). .y cambio Madrid, Editorial Trotta, 1998, pp. 361-382.

    3 "Hasta qu punto el xito de una definicin social de una realidad colectiva no esttanto en definir correctamente la realidad en cuestin como en conseguir adeptos a ladefinicin, de manera tal que la definicin se convierta en verdadera?" A. Prez Agote."Nacin y nacionalismo: La politizacin de la identidad colectiva". En: J. Benedicto yM.L.Morn (eds.). y . de . Madrid, Alianza, 1995,pp. 109-238.

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    se presenta en la idea de "Pueblo", en el que gentes, tribus o etnias, confluyen demanera conflictiva y construyen su equilibrio en el Estado mediante elmonopolio dela violencia.

    Pero la nacin como sujeto poltico se configur como abstraccin del puebloque le dio origen a travs de la construccin de la homogeneidad. En efecto, desdelas ideas o credos religiosos, la unificacin de unos intereses econmicos, pasandopor el ms importante instrumento como la unificacin de la lengua, la nacin setransforma en un referente de identidad. Con la expansin de un lenguaje comn, unahistoria propia, un conjunto de costumbres, ceremonias y expresiones artsticaselevados a la categora de caractersticos y, en este sentido, de referentes de identidad,la idea de nacin como unidad poltica consigue el poder suficiente para asumir lasoberana identificada en el "pueblo" .Aqu, la idea de cultura en un sentido modernoes la que acta, en cuanto identidad colectiva y expresin "del espritu del pueblo"entendido como fundamento de la "cultura nacional".

    Sin embargo, las culturas nacionales pierden claridad y poder de connotacin(o definicin), con la emergencia del concepto de etnia, el cual se aplica en escalasregionales y locales, en un sentido etnoqrfico. A la idea de cultura nacional, se lesuperponen las tnicas como entes portadores de cultura, lo que evidencia lasdificultades para definir la estructura y el significado de las culturas nacionalesmismas. En otras palabras, la alteridad en trminos culturales reclama su presenciaal interior de las naciones. Como agregado, la idea de "cultura nacional" se ve enproblemas, pues las expresiones del espritu de cada uno de sus pueblos reclamanel carcter genuino de la "cultura nacional" _Las implicaciones de este conflicto llevanal cuestionamiento de la nacin misma como unidad poltica, y suponen la separacinde cultura y poltica como componentes de la identidad colectiva:

    La modernidad supone, desde lasrevoluciones americana y francesa una diferenciacinentre cultura y poltica, emergiendo de esta guisa un tipo de identidad dual que englobaal ciudadano de un estado nacional, es decir, de una comunidad poltica y al miembro deuna comunidad cultural. Elequilibrio inestable existente entre estos dos lados de la identidadmoderna conduce a conflictos sociales, cuya manifestacin ms importante se da en losmovimientos etnonacionales hoy da.'

    Para el anlisis que se llevar a cabo, se propone una serie de premisas tericasque estarn presentes en la argumentacin posterior:

    4 Josetxo Beriain. y . Universidad Pblica de Navarra!Haranburu Editor, 1998.

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  • MarisaRevillay Sergio Cannona / En los tiempos de la identidad ...

    1. Toda identidad colectiva es una construccin social y todo proceso de identifica-cin es, a la vez, un proceso de diferenciacin. Esto significa que en el proceso deconstruccin de un "nosotros" que nos identifica estamos definiendo a "losotros" .

    2. Elproceso de identificacin colectiva o la construccin de una identidad colectivano tiene en s mismo ninguna connotacin particularista o universalista, excluyen-te o incluyente, ninguna premisa de relacin con los otros como distintos, sino quedepende de cmo se movilice la identidad, de cmo se constituya la accincolectiva. Esto es, qu sentido se atribuya a la accin y cmo repercuta la identidadcolectiva en la individual.

    3. Distinguiremos entre dos formas de formulacin terica y de movilizacin polticade las identidades colectivas, que denominaremos una visin esencial y una visinconstructiva. En la visin de la identidad colectiva, sta se sustenta enrasgos de origen de las personas y formula una unidad a priori de la identidad ydel conflicto: la condicin de ser mujer, de un grupo tnico, religioso o cultural,gayo lesbiana, se constituye como requisito de pertenencia a alguna identidadcolectiva. En la visin , no hay condicin esencial para la pertenenciaa la identidad, ms all de que se comparta o de que se inscriba la accin en elproceso de construccin de la identidad colectiva, lo que implica fundamental-mente una definicin de conflicto y unos valores (puedo identificarme con lasreivindicaciones feministas, de gays, o de los indgenas ecuatorianos sin ser mujer,gayo indgena). En el primer caso, las identidades se construyen de una vez y parasiempre: se es musulmn, vasco, gayo mujer. En el segundo caso, la identidad seconstruye en un proceso que requiere la movilizacin de valores.

    4. Espreciso reconocer la movilizacin de esas identidades colectivas en una relacinsistmica: "Hay lgicas de dominacin funcionando en nuestras sociedades, y sedan tambin innumerables esfuerzos por parte de los actores para construir unsignificado utilizando los recursos de que disponen" .5 Lo crucial para distinguiresas formas de construccin y movilizacin de las identidades colectivas esentender los significados que construyen y los conflictos en los que se inscriben.

    Para desarrollar estas propuestas, centramos el anlisis de las identidadescolectivas en dos componentes fundamentales, cultura y poltica, y en las relacionesque se establecen entre ambas; ya su vez, en dos miradas, antropolgica y sociolgica,sobre la construccin de identidades. En el plano cultural, la pregunta se formula tanto

    5 Alberto Melucci. Op. cit., p. 378.

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    sobre el peso de la cultura en la conformacin de la identidad colectiva, como sobrela produccin cultural resultante del proceso de identificacin. En el plano poltico,la pregunta se refiere a las diversas formas de expresin y relacin entre las identi-dades colectivas. Alteridad, pluralidad e identidad son nociones que contemplaremosconjuntamente."

    1. Identidad y cultura: una mirada antropolgicaLa pregunta aqu, para abordar la relacin identidad y cultura se formula tanto

    sobre el peso de la cultura en la conformacin de la identidad colectiva, como sobrela produccin cultural resultante del proceso de identificacin. Se tendr comohiptesis y recurso reflexivo, el entender la contraccin "identidad cultural" como uninstrumento ideolgico de las identidades colectivas.

    La cultura desde una perspedivaantropolgica, definida por E.B.Tylor (Primitiveculture), "( ... ) es aquel todo complejo que incluye el conocimiento, las creencias, elarte, la moral, el derecho, las costumbres y cualesquiera otros hbitos o capacidadesadquiridas por el hombre en cuanto miembro de la sociedad". Esta ya clsicadefinicin propia de la tradicin del pensamiento antropolgico, incluye una ampliadiversidad de capas o esferas en las que resultara posible concebir o describir alhombre. Entre ellas estn la somtica, la social, la material y de manera extensiva,

    6 La trada Alteridad-Pluralidad-Identidad, indisoluble como concepto, no implicara quecada uno por separado pueda y deba abordarse en cuanto diferentes. De manera muysimple y sin recurrir a la extensa literatura a propsito de los trminos, para efectos deesta reflexin entenderemos por AIteridad, a la construccin del otro como distinto,referenciado desde un agregado de imaginarios. En otros trminos, la alteridadsupondra una unidad de criterio por parte de un grupo especfico frente a "otro grupo",concebido como alter. Voces como "todos los asiticos son iguales" configuran unaunidad imaginaria desde "losoccidentales", ambas categoras en cuanto unidades agregadas.Pluralidad, al reconocimiento y constatacin de mltiples opciones que afectan lapresencia-accin tanto del individuo-sujeto, como de grupos enteros. Si bien la pluralidades un asunto "de hecho", su reconocimiento implica imaginarios y posibilidades deaccin institucionalizada. Vinculando los trminos, es posible visualizar "el otro" comoinstancia "plural" incluso dentro del mismo grupo. Aqu las distinciones de gnero,opcin sexual o de clase social, constituiran categoras asimilables a indicadores depluralidad. Identidad, a la accin consciente ypolticamente construida de una adscripcina unos parmetros que "pueden ser", asociados al individuo-sujeto, a grupos socialeso culturales. En cualquier caso, la parte dura de la definicin es su reconocimiento comohecho poltico.

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  • Marisa Revilla y Sergio Carmona/ En los tiempos de la identidad ...

    aquellas capas de distincin en sentido etnogrfico, es decir, las particularidades quenos permitiran distinguir distintas culturas (Griega, Romana, Azteca, Maya, etc.).Queda implcita entonces la posibilidad de abordar la cultura tanto en un sentidogenrico, como en sus particularidades.

    La cultura es tambin un sistema procesador de informacin y creador de textos,que expresa los valores sobre lo que es relevante para determinado pueblo, es algoque se localiza entre el sujeto como unidad social y la realidad que lo rodea. Operacomo un mecanismo emisor, procesador y organizador de informacin que viene de"un mundo exterior" . La emisin de sus textos no es esttica. Todo el repertorio deinformacin de un pueblo determinado es procesado, implicando modificaciones,crisisy cambios en un constante flujo de entrada y salida de textos que hacen historiay mantienen activa la permanente adaptacin cultural.

    Las culturas, en cuanto expresin de una totalidad distribuida geogrficamentey compuesta de atributos, rasgos, pautas, miembros y categoras (escritura, religin,poltica), estn dotadas para operar en su propia centralidad, estructurando elmundodentro de sus propios parmetros materiales y simblicos e integrando la existenciade "los otros", como una instancia externa. Siguiendo las indicaciones de Pujadas:"Uno de los elementos fundamentales en las interacciones individuales con sujetospertenecientes a diferentes grupos adscriptivos es la capacidad de los individuos paradescodificar los smbolos, actitudes y conducta de los otros, que se consigue a travsde repertorios clasificatorios estereotipado s a los que se denomina etiquetas sociales.(...)Eletiquetaje social, entendido como pre-requisito de todo proceso de interaccin,no hay que entenderlo como un posicionamiento rgido y esttico, sino como unadialctica constante en la que los propios criterios clasificatorios y auto clasificatoriosde continum de diferencias sociales estn en constante redefinicin" .7

    El dispositivo de centralidad en las culturas perfila parmetros especficos en ellenguaje, en los smbolos y en el comportamiento, que guan a sus miembros en y parasu relacin con los diferentes: Los otros son un "no-nosotros". Es aqu donde losreferentes culturales y los referentes de identidad, tienden a fusionarse. Siguiendo aChantal Mouffe, "( ... ) la idea de 'exterior constitutivo' ocupa un lugar decisivo en miargumento, pues, al indicar que la condicin de existencia de toda identidad es laafirmacin de una diferencia, la determinacin de un 'otro' que le servir de 'exterior',permite comprender la permanencia del antagonismo y sus condiciones de emergen-cia. En efecto, en el dominio de las identificaciones colectivas -en que se trata de la

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    7 Joan Josep Pujadas. de los pueblos. Madrid, AntropologaHorizontes, Universidad Complutense, 1993.

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    creacin de un 'nosotros' por la delimitacin de un 'ellos'-, siempre existe laposibilidad de que esta relacin nosotros\ellos se transforme en una relacinenemigo\amigo, es decir, que se convierta en sede de un antagonismo. Esto seproduce cuando se comienza a percibir al otro, al que hasta aqu se consideraba segnelsimplemodo de diferencia,como negacin de nuestra identidad ycomo cuestionamientode nuestra existenca"."

    Si la idea de identidad apunta de manera estrecha a la cultura en plural, es decir,a un relativismo cultural como mecanismo de diferenciacin, bien vale preguntarseentonces qu creemos entender cuando enfrentamos la reivindicacin de la idea de

    En primer lugar, debemos tener presente que el agregado "identidad cultural"no se refiere a una parte o rasgo especfico de la cultura. Apunta fundamentalmentea una concepcin de sta como una totalidad particular que se distribuye histrica ygeogrficamente en naciones, etnias, pueblos, etc. que comparten races o ejes decontinuidad que se imaginan investidos de un valor incuestionable.

    En cuanto atributo especial de un pueblo, su "identidad cultural" se postulacomo el proceso mediante el cual un mismo grupo humano a travs de ejes decontinuidad intergeneracional, consigue conservar y reproducir siempre mismacultura y en consecuencia es posible considerarlo como un pueblo nico quea ser, como resultado de la no de sus y

    . Estos son visualizados entonces como patrimonio y esencia de la vida deese pueblo.

    El carcter no de la "identidad cultural" en relacin con otras identi-dades culturales, equivale a su utilizacin como atributo de diferenciacin. Sinembargo, resulta innegable que la construccin del "otro" es inseparable de laconstruccin de un "nosotros", lo cual tambin es consecuencia del reflejo respectode otros pueblos e implica reconocer que existe codeterminacin entre mltiplespueblos y resulta observable y analizable slo como un sistema dinmico que sesostiene en un entorno del que hacen parte otros sistemas dinmicos, es decir, otrasculturas. As, "La identidad consiste esencialmente en la bsqueda de la idea decontinuidad de los grupos sociales, a travs de las discontinuidades, los cruces y loscambios de rumbo, en forma de una confrontacin dialctica constante entre el bagajesocio-cultural-simblico identificado por el grupo como genuino y las circunstancias

    8 Chantal Mouffe. El de lo poltico. , ,. Barcelona, Paids, 1999, pp. 15-16.

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  • Marisa Revilla y Sergio Carmona/ En los tiempos de la identidad ...

    globales "objetivas" que enmarcan, constrien o delimitan la reproduccin delpropio grupo" .9

    La cualidad abstracta de los trminos y , permite su utilizacincomo instrumentos ideolgicos dentro de debates polticos. En estos contextos la ideade "identidad cultural" aparece en formatos del tipo singularidades espec-ficas en intereses concretos. La de las singularidadesagrega como ontolgicos los rasgos empricamente verificables de los pueblos, "Estaconfrontacin dialctica es la que marca el rumbo y el ritmo en la re-elaboracinconstante que el grupo social hace de su propia imagen, as como de su papel en elcontexto societario ms amplio" .10

    Empero esta re-presentacin no necesariamente considera el carcter histricode las sociedades representadas, ya que supone de manera abstracta y universal quetodos los pueblos tienen la voluntad de mantener su "identidad cultural" a lo largodel tiempo. Se trata de una" (... ) reivindicacin de continuidad en la discontinuidad[que lse realiza fundamentalmente a travs del discurso poltico en el que la confron-tacin frente a otros destaca el propio repertorio cultural-simblico, seleccionando encada presente histrico para que sea relevante la confrontacin"." Es quizs en estecontexto que "los nfasis en talo cual elemento del propio bagaje socio-cultural-simblico del propio grupo se activan y se seleccionan en funcin de marcoscontrastivos especficos, frente a los que el grupo ha de afirmar su existencia y sudestino como colectivo" .12 Pero, bajo la conviccin por parte de agentes identificablesde que la identidad cultural necesita ser reivindicada ya que los pueblos por smismosterminaran por difuminarla o extinguirla, contrariando su valor absoluto."

    Concebir la multiplicidad de culturas o identidades culturales bajo un principiode equidad en dignidad y valor, implica un esfuerzo (utpico) por superar, o al menosponer almargen, la fuertemente arraigada idea de "culturas equiparadas" en una solaforma de identidad cultural. Cul podra ser la salida? Muy seguramente resultarfecundo, referirse entonces a las . Aqu el trmino en plural, ms quegramatical, apunta tericamente al punto de interseccin entre la alteridad y laidentidad.

    9 Joan Josep Pujadas. , de los pueblos. Op. cit., pp. 63-64.10 .11 .1213 En esta ltima concepcin se justifica la actuacin de innumerables organizaciones tnicas

    y no gubernamentales.

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    Puesto que la identidad en s implica ya una accin social, oponerse al postuladode una cultura nica, hegemnica, universal, es decir, en el extremo del pndulo quele corresponde al "relativismo cultural", exige localizar la identidad en el mundoimaginario de esencias inmutables, inconmensurables e incomunicables entre s, locual constituira una falta a la historia. Cuando de manera colectiva se opta por unareivindicacin de la "identidad cultural" como construccin social, se da un carcterabsoluto a la cultura y la diversidad se declara inconmensurable y ahistrica. Otrotanto ocurre cuando se declaran a las culturas incomparables, dando lugar a ladiversidad tan slo como la presencia simultnea de diferencias agregadas de igualvalor absoluto, que constituiran evidencia de identidades esenciales profundas.

    La "identidad cultural" en cuanto instrumento de las identidades colectivas,tiene un claro fundamento en interpretaciones ideolgicas de los rasgos diferencialesde tradicin, lengua, costumbres, etc. en funcin de presupuestos polticos como laindependencia en cuanto expresin poltica de la alteridad. La separacin de "iden-tidades en esencia", deja abierta la posibilidad funcional de la cooperacin, lasolidaridad y la vecindad, como acciones agregadas y realizables ms all de "lafrontera propia" .

    A estas alturas, cabe preguntarse en qu medida las identidades colectivaspueden considerarse mecanismos de conformacin de estructuras propias y de"canonizacin" de textos propios, es decir como generadoras de cultura?

    Para un intento de respuesta, parece pertinente regresar a la idea de cultura ensu carcter de sistema procesador de informacin y creador de expresiones relevantespara un determinado colectivo. En el proceso de su auto-organizacin, la cultura creaun repertorio de elementos (textos culturales) que le dan su carcter particular.Estamos en el terreno de lo simblico en cuanto arbitrariedad socialmente aceptadao lo que es lo mismo, en un cdigo colectivo generador de identidad.

    El camino de lo simblico es de doble va: como cdigo colectivo (arbitrariedadsocialmente aceptada), la cultura es elmecanismo generador de identidad. En la otradireccin, esta identidad colectiva, como sistema dinmico y procesador de informa-cin, se constituye en motor de cultura. En efecto, el repertorio de textos culturaleslejos de permanecer esttico, se encuentra en una permanente dinmica en la que todala informacin que es procesada, implica una modificacin a la cultura.

    Pero si esta dinmica es un asunto de transformacin de la cultura, dnde selocaliza la permanencia de una cultura? Por supuesto que en el dominio de los cdigosde procesamiento, traduccin de la informacin y produccin de textos culturales porparte del individuo, lo que equivaldra a decir, en su identidad colectiva.

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  • Marisa Revilla ySergio Cannona/ En los tiempos de la identidad ...

    En este aparte conviene detenerse en la idea de "identificacin" como accinconcreta del individuo, a fin de centrar el vnculo entre identidad cultural eidentidad colectiva. Para ello, la transicin entre lo individual y lo social, constituyeun recurso afortunado. Siguiendo a Werstch, 141aaccin concreta llevada a cabo porel individuo, constituye un instrumento de mediacin (unidad de anlisis psicol-gico del individuo) que se extiende por fuera del dominio de lo individual. Estaextensin "mas all de la piel", implica por lo menos dos dimensiones: unainterpsicolgica de carcter cooperativo y colectivo en el sentido de "ms gente"involucrada y una de carcter cultural, en cuanto requisito de uso de recursosculturales para llevar a cabo la accin. As" (... ) las acciones que llevan a cabo losindividuos -actuando individualmente- estn restringidas (utilizan los recursossuministrados) por el entorno fsico, social y cultural en que se llevan a cabo" .15Aqu el sujeto es entendido como producto de un conjunto de sistemas demediacin o funcionales en interaccin, entre los que "de la piel hacia adentro" enel sentido de determinantes psicolgicos y textos referenciales, configuran laconstruccin del s-mismo.

    La memoria (... ), la formacin del esquema del m-mismo (... )o la consideracin de undeterminado significante como signo de identidad propia, no son sino casos particulares delmodo de funcionamiento del sujeto psicolgico (... ). Pero, adems, esta manera deentenderlo nos llevaa considerar que cada cultura establece unas condiciones de posibilidadconcretas para el desarrollo de un tipo de nocin de s-mismo, estabeciendo tambin,smbolos con determinadas capacidades de significacin para sus miembros. Dicho de otramanera, la identidad personal y social son productos socio-culturales situados en eltiempo. 16

    Cuando en el uso de la "identidad cultural" se configura una construccin deidentidad colectiva especfica, sta aparece representada en singulares tradas queagregan y borran (de un plumazo) lo plural. Tales triadas como "identidad culturalember", "identidad cultural andaluza", "identidad cultural latinoamericana" (estaltima de proporciones maysculas), etc., parecen reivindicar una suerte de lejanasraces fundacionales dotadas de eterna fecundidad y valor ontolgico que, en unsentido normativo-reivindicativo "debe ser" garantizado en la defensa de su identi-dad singular.

    14 J.V. Werstch. Voices the Mind. Cambridge, Harvard University Press, 1991.15 A. Rosa. Memoria e . Madrid, Biblioteca Nueva, 2000.16 .

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    Si reivindicar la identidad de una cultura constituye una accin colectiva (quees al tiempo una manera colectiva de construir la identidad como unidad sinttica),tal accin se funda en preceptos relacionados con valoraciones mticas de esa culturay esa identidad.

    Para profundizar en este aspecto valdra la pena considerar la identidad en unsentido analtico del tipo A=A en cuanto caso de la identidad sinttica, como va a lacomprensin de las identidades colectivas:

    En primer lugar, estaran las identidades individuales, donde el individuo estsiempre inmerso en una clase y, simultnea y sucesivamente, en clases diferentes.Aqu su "identidad" como individuo depende de una sntesis de las diferentes clasesa travs de las cuales se determina como tal. En un lenguaje analtico, la identidad deltipo A=A se traduce en la sumatoria de todas las identidades individuales posibles.De donde se concluye que las identidades individuales constituyen una sntesis dediversas clases (pluralidad) que muy seguramente se encuentran asociadas a identi-dades colectivas.

    En segundo lugar, en el plano de identidades colectivas, la expresinde un pueblo refleja un modo de identidad sinttica cuya expresin no es

    del tipo A=A ya que no es una relacin reflexiva sino observable a travs delreconocimiento/diferenciacin con respecto a otros pueblos. En otros trminos laidentidad cultural de un pueblo dado slo puede ser entendida como un sistemadinmico en un entorno del que podrn formar parte otros pueblos en cuanto sistemasdinmicos. Estaramos en el terreno de la alteridad, pues stos no son ms que "otrasculturas" .

    Una implicacin significativa de este enfoque analtico se deber tener en cuentaal tratar la identidad colectiva como un asunto de accin reivindicativa (es decir,cuando una cultura reclama su identidad propia), pues tal reivindicacin, slo esposible a travs de un ajuste de ese pueblo o cultura a las condiciones de interaccincon otros pueblos. Dicho de otro modo, la construccin de la identidad propia seconstituye en un proceso cuya energa deviene del entorno en cuanto construccinsimultnea del otro.

    Hasta ahora slo se han enunciado los aspectos ms simples. Para avanzar en lacomplejidad del asunto, se debe incluir el entendimiento de otra clase de pluralidad queafecta tanto las identidades individuales, como la identidad cultural en cuanto identidadcolectiva. Se trata del carcter histrico de ambas, o lo que podramos denominar lapresencia de un factor "x" tomado como un conjunto de determinantes en un tiempo"t" entendido como un contexto histrico determinado. "Para que una entidad puedatener autoconciencia, precisa de una representacin de smisma. Tal representacin es

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  • Marisa Revilla ySergio Cannona/ En los tiempos de la identidad ...

    tanto una imagen, un concepto de smismo, como un conjunto de recuerdos sobre supropio ser. Pero, adems, lo primero es imposible sin lo ltimo (... )" .17

    En el plano de las identidades individuales, el factor "x" se constituye en motorsituacional y depende especficamente del contexto social donde se localice elindividuo en un momento "t" determinado. Como ejemplo sencillo se tendra elcomportamiento del individuo dentro de ceremonias protocolarias.

    En el caso de la identidad cultural, el factor "x" estar constituido por unamultiplicidad de determinantes (tradicin, lenguaje, usos, costumbres, etc.), que endeterminados momentos histricos (factor "t"), harn de tal multideterminacin unasntesis agregada.

    Con estos argumentos, proponemos (como hiptesis) que la identidad culturalen el sentido de construccin colectiva de identidad, se comporta como un sistemamorfodinmico en el que intervienen tanto las identidades individuales (rasgos deorigen de las personas, identidad esencial}, como las identidades colectivas, siempreen relacin con un entorno (rasgos adquiridos por las personas).

    As las cosas, la identidad cultural vigente en los debates polticos constituye unmito ideolgico, donde tanto los rasgos de origen (identidad esencial), como losrasgos adquiridos (identidad construida), se configuran en cada momento histricoparticular, en instrumentos ideolgicos que soportan la accin colectiva.

    Derivado de ello, la idea de es tratada de manera sinttica yesttica, llegando incluso a las singularidades individuales o especficas, porquerefiere como materia prima para su construccin a una determinada clase de sustanciaideo grfica que en s misma, nada significa.

    Elmito emerge entonces cuando se predica la identidad, ya sea en trminos dela igualdad o de la congruencia del tipo A=A, vinculada a algn parmetro ideolgico(PI).De esto se deriva que: A=Aes en realidad A=A(PI)donde la identidad viene dadapor su reivindicacin o defensa, lo cual lleva a tratar como una misma cosa la identidadcultural de un pueblo, con el pueblo mismo, o con cualquier parmetro ideolgicoque en un "t" determinado se elija, como puede ser el territorio, sus recursos, sureligin, etc. o una suma de varios de estos parmetros.

    Entramos as al terreno de la de como el soportediscursivo para una legitimacin esencial de categoras de adscripcin social que noobstante las rupturas y discontinuidades, se realizan sobre la base de las permanen-cias. Puesto que las culturas no son sistemas cerrados e inamovibles, y por el contrario

    17 .

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    cambian continuamente revalorizando sus categoras en la cotidianidad ante unnuevo suceso, 18 stas no van a desaparecer y menos an sus identidades.

    La gente organiza sus proyectos y da significacin a sus objetos a partir de losconocimientos sobre elorden cultural. Enesa medida lacultura se reproduce histricamenteen laaccin yfunciona como una sntesisde laestabilidad y elcambio, elpasado yelpresente,ladiacrona y lasincrona. Todo cambio es una reproduccin cultural (...)ydado que elordencultural se reproduce en elcambio ycomo cambio, la cultura es entonces laorganizacin dela situacin que se vive en funcin de un pasado."

    Desde esta perspectiva, la identidad culturalse define como un sistema auto referenteque incluye y excluye a unos y a otros y que est en constante reinterpretacin. Estconstituida por relaciones de equilibrio que componen una gramtica oculta de locultural, inmersa en el conjunto de vida social. Aparece en todos lo procesosculturales de autorepresentacin y se refleja en las nuevas bsquedas de lo poltico.Suele ser mltiple e inherente a los diferentes niveles de organizacin social,complejos regionales, motivos religiosos, polticos, experiencias comunitarias, lu-chas municipales, laborales, agrarias, etc. El problema es patente y ha dado lugar aautnticos desafos cuando a las personas se les impide tener identidades mltiples,combinadas, que son inherentes a la vida social y que son naturales para la mayorade la gente.20

    Atravs de todos estos complejos culturales, la identidad se encuentra al serviciode una permanencia, motivo por el cual a veces genera ms conflictos e interrogantesque soluciones reales a los problemas de convivencia social."

    2. Identidad colectiva y conflicto: una mirada sociolgicaEl problema de la identidad no es nuevo, por mucho que ahora se seale la

    importancia creciente de las identidades colectivas en la modernidad. Elproblema dela definicin de lo que somos, en trminos individuales y colectivos, podramosresearlo como el gran problema metafsico y filosfico de la humanidad. En l,

    18 Marsal Sahlins. I de . Mxico, Siglo XXI, 1989.19 A. Rosa. Memoria e . Op. cit.20 Antonio Garca de Len. "Identidades". La . No. 133.

    Mxico, Septiembre 21 de 199721 "Yes que el concepto de cultura como el de identidad, denotan una norma de significados

    transmitidos histricamente, personificados en imgenes compartidas o sistema deconcepciones heredadas expresadas en forma de smbolos por medio de los cuales loshombres se comunican, perpetan o desarrollan su conocimiento de vida (... )" Ibd.

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    siempre la definicin de "nosotros" incluye la definicin de "los otros": identidad,diferencia y alteridad van siempre unidas. No nos adentraremos en una reflexinfilosfica acerca de la identidad," sino que formularemos algunos elementos crticossobre la expresin poltica de las identidades colectivas en nuestro tiempo.

    En la introduccin se plantea que el hecho caracterstico de la conformacin dela nacin como identidad colectiva primordial de la modernidad lo constituye esa"identidad dual": la diferenciacin de la ciudadana como pertenencia a una comu-nidad polticaycomo miembro de una comunidad cultural,y de ah, laproblematizacinde la relacin entre ambas. Loque nos interesa especficamente en esta mirada es cmose construyen los referentes de identidad colectiva y cmo se movilizan polticamente,esto es, cmo se definen los conflictos y las relaciones con los otros. Nos pareceapropiado en primera instancia pensar en trminos de los conflictos alrededor de loscuales se han movilizado estas identidades colectivas en la modernidad.

    Si pensamos en las principales movilizaciones que se han desarrollado en lasegunda mitad de siglo XX(inevitablemente de corte occidental) en torno de algunaforma de expresin poltica de una identidad colectiva, podramos proponer sumovilizacin en relacin con cuatro tipos de conflicto poltico principales, teniendoen cuenta que en algunos casos, la movilizacin no se puede encuadrar en uno solo:

    de la a una Estre-chamente relacionado con la expansin del modelo de nacin como comunidadpoltica que impulsa la idea de unidad cultural, tnica y lingstica y del nacionalismodel Estado, aparece el problema de la pertenencia a esa "nacin" con diversasexpresiones: nacionalismo perifrico" (la reivindicacin de una comunidad tnica desu derecho a constituir un Estado propio), xenofobia (exaltacin de la identidadnacional contra los forneos), indigenismo (la reclamacin de la diferencia tnicacomo forma de organizacin social y la reivindicacin de los derechos ancestralessobre el territorio).

    la de la Este conflicto ha empujadodirectamente y por parte d distintos actores, el proceso creciente de inclusin degrupos sociales en la concepcin de ciudadana. En unos casos ha conllevado laextensin de los derechos de la ciudadana a grupos sociales especficos (lucha porlaextensin del sufragio universal, reconocimiento de losderechos sociales, sufragismo,

    22 Una excelente reflexin y recopilacin del pensamiento metafsico sobre la identidad, ladiferencia y la alteridad es el reciente trabajo de ngel Gabilondo. La del .

    , , . Madrid, Trotta, 200l.23 El concepto de nacionalismo perifrico se toma de A. Prez Agote. Op. cit.

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    feminismo, movimiento por los derechos civiles de los negros) y, en otros, haintroducido la reivindicacin de la diferencia en la constitucin de la nocin deciudadana: el feminismo de la diferencia, gays y lesbianas, inmigracin (la reivindi-cacin de un nuevo concepto de ciudadana que reconozca sus derechos a lapoblacin inmigrante).

    social La interpretacin acerca delmodelo de sociedad, en cualquiera de sus aspectos (cultural, econmico, poltico) yla definicin de un orden social alternativo: movimiento contracultural, ecologismopoltico, pacifismo, feminismo.

    La movilizacin contra la formade estructura internacional, de hegemona cultural y de relaciones que se establecenentre los distintos modelos sociales del mundo: fundamentalismo religioso, derechoshumanos, anti-globalizacin.

    En todos estos casos (y en muchos otros casos no incluidos) hay implicadaalguna forma de construccin de una identidad colectiva, lo que significa unos valorespropios, una definicin de "nosotros" y de "los otros". Corresponde preguntarse elporqu de esta multiplicacin y politizacin de las identidades colectivas. Cmo seconvierte la pertenencia a un colectivo y la definicin de ese colectivo en una cuestinpoltica? Hay, por supuesto, diversas formas de responder.

    Al inicio plantebamos que esta movilizacin poltica de identidades colectivashaba que entenderla en relacin con el desarrollo de una sociedad compleja en laque la nacin es la forma de identidad colectiva ms importante y en la que se produceun calado proceso de individualizacin.

    En referencia a la nacin como identidad, su importancia deriva de que seconstituye como un modelo de construccin de la identidad colectiva. "La idea denacin, para poder cumplir con la mencionada funcin simblica de carcter poltico(legitimar el Estado existente o legitimar la demanda social de un Estado por elmomento inexistente) necesita caracterizarse, paradjicamente, como algo no polti-co. La nacin, en el campo simblico, funciona como la idea de una comunidad social,civil, que existe desde tiempo inmemorial" .24 Esos mismos rasgos: legitimacinsimblica de la accin poltica, fundamentacin en la existencia de una comunidadsocial y perdurabilidad en el tiempo, son los que fundamentan una forma deconstruccin y expresin de identidades colectivas, que hemos definido como "modoesencial de la identidad colectiva". De la misma manera que por pertenecer a una

    24 Ibd., p. 124.

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    nacin se presuponen una serie de derechos, obligaciones y caractersticas paraquienes compartan esa identidad, ser mujer se concibe como condicin preexistentepara adoptar una "identidad de gnero" ,25 o ser negro para estar en el movimientode derechos civiles, o ser indgena para adoptar una identidad tnica ... La moviliza-cin poltica de esas identidades colectivas se fundamenta en la exclusin de losgrupos que la sustentan, pero lo fundamental es que la conciencia de la exclusin seconstruye en la movilizacin de la identidad colectiva.

    Hay dos implicaciones polticas y tericas que sustentan este modo esencial deidentidad colectiva: en primer lugar, que la exclusin como forma de relacin entre"nosotros" y "los otros" afecta por igual a todos los que constituimos el "nosotros".Ese es el supuesto que hace que tantas veces oigamos hablar de los "intereses de lasmujeres" o de "los vascos", "los indgenas" como colectivos homogneos afectadospor unas mismas condiciones objetivas. La objetividad de lascondiciones fundacionalesse constituye en el discurso legitimador de la "identidad esencial". Al igual queAnderson habla de la nacin como , en elsentido de que remitea la imagen de una comunidad que comparte el origen, que acoge al individuo y queestablece relaciones de solidaridad entre sus miembros, las identidades colectivasesenciales recrean simblicamente esa "comunidad imaginada". As se deduce lasegunda de las implicaciones: esa comunidad imaginada es singular y en su interior

    25 La moda de esta formulacin, bastante distinta del feminismo como identidad poltica,no hace que deje de ser inquietante ...

    26 Parece pertinente detenemos aqu en la distincin que realiza Castells sobre las posibilidadesde construccin de las identidades colectivas. l distingue entre(la que se introduce por las instituciones dominantes de la sociedad para racionalizar sudominacin frente a los actores sociales), de (conformada poractores desde posiciones estigmatizadas por la lgica de dominacin y que se constituyencomo ncleos de resistencia sobre principios diferentes u opuestos a los de las institucionesdominantes) e (actores sociales que a partir de los recursos culturalesde que disponen construyen una identidad que redefine su posicin en la sociedad,buscando la modificacin de toda la estructura social). En esta formulacin de Castells,cada tipo de proceso de construccin da lugar a un resultado diferente en la constitucinde la sociedad. La identidad legitimadora genera es decir, toda una seriede organizaciones que reproducen aunque sea conflictivamente esa identidad. La identidadde resistencia conduce a la formacin de o Y la identidadproyecto da lugar a sujetos. Manuel Castells. La era de . ,

    y . Vol. 2. "El poder de la identidad". Madrid, Alianza, 1997. La ideade nacin sustentara en unos casos una identidad legitimadora (el nacionalismo delEstado nacin) y en otros, una identidad de resistencia (el nacionalismo perifrico).

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    es unitaria y hornoqnea." Slo sobre esas premisas podemos hablar de "lasmujeres", "los indgenas", "los negros", eC-imaginndolos como actores singulares,sin pluralidad, complejidad o conflicto en su configuracin.

    Sobre el segundo de los componentes de esa sociedad compleja, quizs llamala atencin que en este proceso de individualizacin que caracteriza la modernidadestalle a la vez la reivindicacin de las identidades colectivas. Pero no hay contradic-cin en los trminos. Precisamente cuando ms importancia cobra la autonomaindividual, ms recursos estn a disposicin de las personas para su desarrollo y msse concibe al individuo como sujeto social, es cuando se torna ms relevante lacertidumbre sobre la identidad o ms angustiosa se vuelve la incertidumbre en tornode los referentes de identidad: se hace ms necesaria la construccin de referentes quelimiten la incertidumbre acerca de quines somos como individuos y que iluminenlas alternativas de accin y comportamiento." El problema fundamental es que laautonoma individual debe sustentarse en un referente colectivo que se alimenta tantode lo que definimos que somos como de la imagen que nos devuelven los otros sobrenosotros mismos.

    En la literatura sobre movimientos sociales hay corrientes tericas que se hancentrado en este proceso de inscribir al individuo y su accin en un referente colectivode rango superior que dote de sentido a la accin. Desde este mbito de anlisis seenfrentan los postulados del individualismo metodolgico y la teora de la eleccinracional sobre la existencia de un individuo autnomo que estratgicamente definelneas de accin que reviertan en su inters individual. Aqu el problema fundamental InstituIO de Estu:reside en suponer la existencia de individuos constituidos de una vez yparasiempre le: I le id de Dcomo sujetos uniformes.

    Desde los anlisis de movimientos sociales a los que hacamos referencia."se contrapone al concepto de inters individual que gua toda la estrategia de laaccin de la eleccin racional, la formulacin de la identidad colectiva: la construc-cin en el curso de la accin colectiva del sujeto. Que en este anlisis no es el "yo",

    27 En este punto nos situamos de lleno, aunque en un plano distinto, en la complejatensin entre individualismo y los aspectos colectivos de la vida social, en la tensinentre el individualismo liberal y el "bien comn" del comunitarismo.

    28 Las perspectivas tericas que articulan el anlisis de la accin colectiva y de losmovimientossociales sobre alguna idea de identidad son muy variadas. Encontraramos desde elmodelo poltico de la accin colectiva de Tilly hasta la sociologa de la accin deTouraine. El autor que ms trabaja el anlisis de movimientos sociales como procesos deidentificacin colectiva es Alberto Melucci.

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    sino el "nosotros" el que define la identidad. Para comprender mejor cmo laidentidad colectiva disminuye la incertidumbre y contribuye a la adquisicin desentido de la accin individual y colectiva, ser til rescatar el concepto de "marco"del anlisis de marcos que se aplica a los movimientos sociales." En este anlisis,los son "los esquemas de interpretacin que capacitan a los individuos paralocalizar, percibir, identificar y nombrar los hechos de su propio mundo y delmundo en general. Al hacer a los hechos significativos, los marcos cumplen lafuncin de organizar la experiencia y guiar la accin individual y colectiva". 30 Enesta perspectiva, la idea de "marco" o "enmarcamiento" se constituye como elreferente colectivo en el cual se interpreta la accin. Es un concepto constructivo einteractivo que, podramos decir, ofrece un mapa para la accin. Una parte crucialdel mapa es saber quin soy y dnde estoy parado. En ese sentido, la identidadcolectiva, la definicin del "nosotros" es un componente bsico de un marco deaccin." Los marcos en relacin con los movimientos sociales o con la accincolectiva son creencias y significados que se orientan a la accin, la legitiman, dansentido al mundo social de los participantes y contribuyen a la conformacin de suspropias identidades personales y colectivas.F

    Podramos decir que la identidad define el sujeto que realiza la interpretacin,que a su vez constituye el proceso de enmarcamiento. En este sentido, Pizzorno, porejemplo, habla de la identidad colectiva como un "apellido relevante", la inscripcin

    29 El "framing" o "enmarcamiento" es un concepto que introdujo en la antropologaBateson para el anlisis de los actos comunicativos, apuntando a que el entendimiento\\t \\\\\l\.\.\\ \.\\\\\\\\\\\.~\\\\\) \'lW,-\\~\~w.\~w.\\C\t t \1\\ \\\1(.\t\\W.\\~c.\C~\}\)\C\\} ~~~ ~':,\~sucediendo, es decir, un marco de interpretacin que se aplica a ese acto. En el anlisisde sociales lo introdujeron Garnson, Fireman y Rytina.Uniust . , , 1982. iguiendo Go , y scomo orientaciones mentales que organizan la percepcin y la interpretacin. Vase:Antonio . "El anlisis de marcos: una metodologa para el estudio de los ientossociales". En: P. [barra y B. Tejerina (eds.). Op. cit.

    30 Antonio s. "El anlisis de marcos: una metodologa para el estudio de los ientossociales". En: P. [barra y B. Tejerina (eds.}. Op. cit., pp. 181-215.

    31 Gamson define tres componentes para un marco: injusticia (como juicio yexpresivo sobre la situacin social), agencia (la conciencia de que es posible cambiar lascondiciones a partir de la accin colecti y de que los individuos son actores potencialesde su propia historia) e identidad (definicin de "nosotros" en oposicin a "ellos" ).lbd.

    32 Antonio i s, "El anlisis de marcos: una metodologa para el estudio de los tossociales". Op. cit., p. 207.

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    en un crculo de reconocimiento para dar consistencia y continuidad a los valores yacciones que se desarrollan."

    Sin embargo, la constitucin de la nacin como modelo para la construccin deidentidades colectivas y la bsqueda de referentes colectivos por parte de unindividuo ms autnomo no explican por s solas en esta modernidad el auge de lasmovilizaciones polticas de las identidades colectivas. En la ecuacin sobre el conflictopoltico y las identidades colectivas falta hacer referencia a la propia lgica polticahegemnica en esta modernidad que ha devuelto al escenario poltico referentestradicionales que se crean superados como la etnia, la religin o la cultura.

    Chantal Mouffe nos ofrece una sugerente interpretacin sobre la preeminenciade la poltica (la bsqueda del consenso) sobre lo poltico (la expresin del conflictopropio de las relaciones sociales) en el desarrollo de la democracia liberal pluralista:el desarrollo de sistemas polticos que conciben la poltica democrtica como un"consenso sin exclusin" ("un nosotros sin un ellos" en palabras de Mouffe) hasocavado la expresin del conflicto y de posiciones polticas bien diferenciadas. Alnegar la expresin de conflicto poltico, toda expresin de disenso se traduce en unafisura en el "nosotros", una ruptura del consenso que genera relaciones antagnicas(nosotros/ellos; amigo/enemigo). En esta interpretacin de Mouffe, 34 el funciona-miento de la democracia liberal en esa bsqueda del "consenso sin exclusin" hallevado a la difuminacin de las diferencias ideolgicas en las nociones de izquierday de derecha y a la desaparicin en la poltica de apuestas diferenciadas sobreproyectos de sociedad.

    A esto habra que aadir el nfasis individualista por el que la poltica es elespacio de expresin de intereses individuales y colectivos: una sociedad reflejo dela competencia de intereses, en la que no hay identidades, sino tan slo estrategiaspuntuales y coyunturales para la defensa de los intereses; la poltica como la esferadel intercambio sometido a la lgica de unjuego de suma cero: todo lo que gane mi

    33 "Una excesiva y vehemente confianza en el propio yo puede ser pretenciosa y peligrosa.El principio de la autonoma del yo, si no se desea que opere temporalmente, no puedesostenerse por s solo sin que resulte una ficcin. Detrs de la autonoma es necesarioalgn otro yo que la reconozca. Ahora s que ms all de cada decisin que toma miyo actual hay que buscar algn otro tipo de alteridad, o/Alessandro Pizzorno. "Algn otro tipo de alteridad: una crtica a las teoras de la eleccinracional". No. 88.1989, p. 42.

    34 Chantal Mouffe.El de lo poltico. , ,. Op. cit.

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    competidor es lo que pierdo yo o todo lo que yo gane es lo que pierde mi competidor.Como plantea Mouffe:

    (...)esa situacin es peligrosa para la democracia, pues crea un terreno favorable paralosmovimientos polticos de extrema derecha o los que apuntan a la articulacin de fuerzaspolticas en torno de identidades nacionales, religiosas o tnicas. En efecto, cuando no hayapuestas democrticas alrededor de las cuales puedan cristalizar las identificaciones colec-tivas, su lugar es ocupado por otras formas de identificacin, de ndole tnica, nacionalistao religiosa, y de esa suerte el oponente se define en relacin con tales criterios. En esascondiciones ya no se puede percibir como un adversaric, sino que aparece como un enemigoal que hay que destruir."

    La confluencia de factores, la poltica como lgica de intercambio y reparto debeneficios, la difuminacin de las diferencias polticas, el modelo esencial en laconstruccin de identidades colectivas y la propia necesidad de definirse comoindividuo y como colectivo, llevan a un escenario en el que la manifestacin polticade las identidades colectivas aparece como la explosin del particularismo y lanegacin de la posibilidad de apelar a principios universalistas. Se requiere unarelacin distinta entre identidades y poltica que permita ver a los otros como elcomplemento imprescindible de la definicin de nosotros mismos.

    3. Identidady poltica: nosotros y los otrosUna identidad colectiva en cuanto reivindicacin construida de la particulari-

    dad, ante el universalismo reivindicado desde las ideologas liberales, pone en juegolos planteamientos comunitaristas y posmodernistas como una accin que desauto-riza por irrealizable y hegemnica la expansin universalizan te de la democracialiberal y se resalta como necesario el reconocimiento de un contexto al cual lademocracia pertenece. En el fondo de esta discusin, se puede leer que los regmenesdemoliberales no han querido o no han logrado dar una adecuada respuesta a lasdemandas de la diferencia cultural.

    La abstraccin exacerbada del individuo en la que se basa el liberalismo implica,como se ha hecho explcito en mltiples acciones colectivas por todo el planeta, unaigualdad que difcilmente consigue el nivel formal y hace incompetente a la democra-cia liberal para entender y atender tanto las identidades particulares de personas,como las identidades de grupos.

    35 Ibd., p. 17.

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    Desde una crtica antropolgica que desautoriza a la democracia liberal, siguien-do a Tovar" se" (... )propone concebir nuevos modelos polticos de acuerdo con (a)las formas de organizacin social de cada pueblo, (b) la contencin de cualquieretnocentrismo como el vinculado con la misma democracia liberal y (e) la atencinprioritaria a las diferencias culturales por encima de las formalidades legales" .No esclaro que una desautorizacin tan radical y la invitacin a un abandono, en palabrasde Tovar "total de las orientaciones normativas de la democracia", conduzca haciauna adecuada definicin de las interrelaciones poltico-culturales. En nuestra opi-nin, ello podra conducir a un salto al vaco en la sociedad de nuestros tiempos.

    Desde diversos planteamientos tericos crticos con el desarrollo poltico de lasidentidades y partiendo de la propia presentacin poltica de algunas identidadescolectivas, se est formulando la idea de que identidad es igual a particularismo.Respecto de los primeros, recientemente se ha desarrollado una corriente crtica conlamovilizacin de las identidades colectivas como forma de expresin y reivindica-cin poltica que se conoce por "la poltica de la identidad". Esta crtica formuladaprincipalmente por autores procedentes de la izquierda" contrasta la reivindicacinuniversalista de la ideologa de izquierda, que a partir de la situacin de la clase obrerabuscara un nuevo orden social ms justo universalmente, con la reivindicacinparticularista, nicamente beneficiosa para los miembros de la identidad que lancela reivindicacin, de las identidades colectivas". En la medida en que se fomente lamovilizacin poltica de identidades colectivas, particularistas, nicamente dedicadasal beneficio poltico de su grupo, dira esta crtica, se estar poniendo en prctica desdeel poder la divisa de "divide y vencers?". El contraste se realiza entre ideologa (apriori, universalista) e identidad colectiva (a priori, particularista). Adems, cuando

    36 Leonardo Tovar G. "Es posible una democracia intercultural en Colombia?" Ministeriode Cultura. Bogot, julio de 2000. Premio Nacional de Cultura 1998/Ensayo poltico.

    37 Entre los que destacan Eric Hobsbawm y Susan George.38 En trminos de Castells, se estara contrastando la movilizacin de una identidad proyecto

    (la obrera) con las diversas movilizaciones de identidades de resistencia.39 Hobsbawm, como uno de los principales tericos de esta crtica, plantea que en la

    actualidad la formulacin de una agenda poltica ms amplia para la izquierda significaque apoya muchos grupos de identidad y que correspondientemente, estos gruposapoyan a la izquierda. Se podra interpretar que, en estos tiempos, un proyecto para laizquierda es aquel que suma las reivindicaciones de las diversas identidades colectivascomprometidas en su desarrollo (del feminismo, del ecologismo, del indigenismo, delnacionalismo ... ). Eric Hobsbawm. "Identity Politics and the Left". No.217.1996.

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    se habla de identidades colectivas se suele formular como referentes de esas identi-dades a la etnia, al gnero, a la tendencia sexual, etc. como caractersticas propias delas personas que comparten esa identidad," una formulacin de identidad entrminos de caractersticas adscriptivas, lo que aqu hemos llamado un planteamientoesencial de la identidad. En esta formulacin de la identidad se niega de partida quese pueda ser feminista sin ser mujer o que se pueda apoyar al movimiento de derechosciviles de los negros si no se es negro."! Pero el particularismo de las identidadescolectivas valdra tambin para hacer el planteamiento a la inversa: cuestionara queuna mujer pueda tener una identidad distinta de la "de gnero" o solidarizarse conotro tipo de subordinacin, que los indgenas puedan tener una identidad distinta,es decir, que los principios que legitiman la lucha contra las condiciones de subor-dinacin son aplicables exclusivamente al grupo que la sustenta."

    Si pensramos en las formas de accin que se podran asociar a esas identidades,se podra plantear que esta lgica de beneficios polticos para los miembros del grupocorrespondera con la lgica de accin de los grupos de inters: la influencia en elpoder poltico que revierte en avances en las posiciones de los grupos que consiganesa influencia. El problema fundamental es que en esta lgica de accin de grupo deinters no se cuestiona el marco de poder, el sistema de dominacin, tan slo seintenta revertir esa dominacin en beneficios. Si aceptramos el ejemplo, los plantea-

    40 "La poltica de la identidad asume que entre las muchas identidades que todos tenemoshay una que determina, o al menos domina, nuestra poltica: ser mujer, si eres feminista,ser protestante si eres unionista, ser cataln si eres catalanista, ser homosexual si estsen el movimiento gayo (... ) El argumento socialista era que la mayora de la gente es'asalariada por su manos o por su cerebro' y que los obreros eran el agente histriconecesario para el cambio de la sociedad. Por tanto, fueses quien fueses, si queras elfuturo, tenas que apoyar el movimiento obrero". Ibd., pp. 41-43 (traduccin propia).

    41 Y nos lleva a un problema mayor: si ser ecologista es una identidad colectiva, cqu tipode caracterstica personal se debe tener para serlo?

    42 En trminos de exclusin y partiendo del particularismo,la nica exclusin que importaes la propia: si no afecta a mis iguales, la exclusin no es objeto de mi accin.Transcribimos a continuacin, de manera ilustrativa, un extracto de una noticia aparecidaen El Pas el domingo 2 de diciembre sobre el apoyo de los estadounidenses a las medidasantiterroristas de Bus a raz del atentado del11 de septiembre: "La poblacin negra, queantes del11 de septiembre se indignaba ante el hecho de que su raza bastara para suscitarlas sospechas policiales, apoya an ms que la poblacin blanca (75% contra 64%) quese interrogue sistemticamente a los ciudadanos de origen rabe. 'Los afroamericanosparecen decir que todo est bien si los perseguidos no son ellos', admite Earl OfariHutchinson, presidente de la Alianza Nacional para la Accin Positiva".

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    mientos esenciales de la identidad se haran equivalentes a las identidades deresistencia de Castells: lo que se buscara es el mantenimiento de la esencia de laidentidad frente a las transformaciones impuestas desde fuera, la resistencia a la"fagocitacin". 0, como plantea Laclau: "no puedo afirmar una identidad diferencialsin distinguirla de un contexto y, en el proceso de hacer esta distincin, estoy al mismotiempo afirmando el contexto. La formulacin contraria tambin es verdadera: nopuedo destruir un contexto sin destruir al mismo tiempo la identidad del sujetoparticular que lleva a cabo la destruccin" .43 Elsistema de dominacin que subordinae impide el desarrollo de una identidad es a la vez el contexto en el que para entenderla construccin de esa identidad: "cualquier victoria contra el sistema desestabilizatambin la identidad de la fuerza victoriosa" .44

    Llegamos aqu a dos problemas de naturaleza distinta. El primero es decontenido terico y requiere separar el concepto de identidad colectiva de unanecesaria manifestacin de particularismo. Requiere comprender que bajo elcalificativo de "identidad colectiva" se manifiestan diversas formas de expresin ymovilizacin poltica; que la construccin del "nosotros" no implica ningunarelacin con los otros, aunque s es cierto que depende de cmo se construya esaidentidad, que la definicin sea excluyente o incluyente, particular o universal,esencial o constructiva.

    El segundo es de contenido poltico y afecta a la expresin de las identidadescolectivas. En la medida en que slo se pretende "conservar" la esencia de laidentidad, los rasgos propios diferenciadores de los otros, se puede estar reforzandoel sistema en el que adquiere sentido la construccin de la "comunidad" .La apelacina una comunidad social perdurable que legitima la accin poltica inhabilita laposibilidad de "proyectar" un orden social que no requiera "guetos" sociales en loscuales conservar las esencias. La posibilidad de, en trminos de Castells, superar una"identidad de resistencia" para construir una "identidad proyecto" pasa por elplanteamiento de las transformaciones necesarias para revertir la subordinacin, porla capacidad de articular un sujeto poltico. Sin embargo, la articulacin de diversasidentidades colectivas en un proyecto poltico no se sostiene desde un modeloesencial de las identidades colectivas. Si hay una identidad esencial en ser mujer,negro o gay, el primer significado que se deriva es que hay un sujeto homogneo yunitario detrs de esas identidades: si mi esencia es ser mujer eso estar por encimade ser gayo negra u obrera; si mi esencia es ser obrero negar la importancia de ser

    43 Ernesto Lauclau. "Universalismo, particularismo y el tema de la identidad". En: H.Silveira Gorski (ed.). Op, cit., pp. 251-268.

    44 .

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    mujer o ecologista; si mi esencia es ser indgena borrar la importancia de lasexigencias de ser campesino o mujer. Tampoco se puede producir esa articulacincuando se concibe la accin con lamera finalidad de promover unos intereses, porquesi la accin es concebida as, estar inscrita en la competencia de intereses y en esacompetencia, la vinculacin a otros grupos es exclusivamente estratgica.

    Ambos problemas remiten finalmente a una misma cuestin: la institucionalizacinde las identidades colectivas se realiza dentro de un sistema poltico. Esto quiere decirque la posibilidad de articular diversas identidades colectivas en un proyecto polticoes una transformacin que tiene que ver con cmo se concibe y se pone en prcticala poltica, no slo desde el propio colectivo sino desde el sistema poltico en el quese inscribe la accin. Una poltica afectada por la lgica de intercambio "contagia" esadinmica a los sujetos que quieren encontrar una posicin en el escenario .45

    La lucha poltica de esas identidades colectivas puede verse no slo desde elpunto de vista de los beneficios que consiguen para sus miembros." sino desde lastransformaciones que producen (y han producido) en los sistemas democrticos,construyendo conflictos no considerados anteriormente. Los avances en el procesodemocrtico de las sociedades actuales tienen que ver con la consideracin deamplios sectores de la poblacin excluidos de l: "En este sentido, la teora y lasinstituciones democrticas liberales tienen que ser de-construidas. Dado que fueronpensadas para sociedades ms homogneas que las actuales, estuvieron basadas entodo tipo de supuestos no expresados inaceptables en la situacin presente" .47

    45 "No comprendo por qu la gente iba a invertir tal cantidad de recursos, tanto tiempo yenerga emocional, para formar grupos de concienciacin, por ejemplo, o para mantenerredes para la produccin cultural en las situaciones normales de la vida, si todo lo que esten juego es su mayor participacin en el sistema. Esto es completamente irracional. Asque,o bien reducimos este comportamiento a su aspecto expresivo, y revitalizamos una discusincompletamente intil entre lo instrumental y lo expresivo, o tenemos que encontrar algunaotra explicacin para la gran inversin que hace esta gente en un comportamiento queparece ser completamente irracional cuando lo consideramos desde una perspectiva'instrumental'. Esto me hace pensar enseguida que ciertamente hay cuestiones sistmicas,pero que la manera en que estas cuestiones sociales bsicas se expresan es mucho msflexible y efmera de lo que creamos". Alberto Melucci. Op. cit., p. 378.

    46 Efectivamente, el feminismo ha conseguido algunos avances muy para lasmujeres, de la misma forma que el socialismo ha conseguido avances para los trabajadores.Pero entenderlo exclusivamente de esa forma, supone despreciar los avances democrticosen trminos de ampliacin de la capacidad de inclusin poltica y econmica.

    47 Ernesto Laclau. "Universalismo, particularismo y el tema de la identidad". Op. cit., p. 266.

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  • Estudios Polticos No. 20. Medelln, enero-junio 2002

    El dilema clave est seguramente en que no eran (ni son) unas sociedadeshomogneas sino que tenan la pretensin de serio, al menos polticamente. Elproblema est en si se puede conjugar la pretensin de homogeneidad (que sersiempre una cuestin de hegemona poltica, de ejercicio de poder) con la pretensinpluralista democrtica.

    Si admitimos que el pluralismo constituye una condicin imprescindible paraacoger lasdiferencias culturales, no parece plausible una apologa del multiculturalismo.La distincin entre cultura y poltica puede, al menos en trminos tericos, marcar uncamino en el que resulte posible instrumentar una forma de organizacin sociopolticademocrtica, construida sobre la base de reconocer la historicidad de las identidadesculturales y de la propia democracia como un marco contextual igualmente histricoy cultural. Ello debe permitir la construccin de identidades colectivas donde laspretensiones normativas universales (en el sentido de aplicables en lo bsico amltiples marcos de convivencia social) integren en los sistemas polticos las compe-tencias necesarias para asumir la alteridad, la pluralidad y la identidad. El reconoci-miento de la heterogeneidad de nuestras sociedades es la primera condicin parapensamos (a nosotros y a los otros) como sujetos plurales.

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