retos para la sostenibilidad ambiental en costa...

107
1 Retos para la Sostenibilidad Ambiental en Costa Rica Jessica Roccard, PhD Observatorio del Desarrollo Universidad de Costa Rica 2018 Pry01-332-2018

Upload: others

Post on 25-Mar-2020

8 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

1

Retos para la Sostenibilidad

Ambiental en Costa Rica

Jessica Roccard, PhD

Observatorio del Desarrollo

Universidad de Costa Rica

2018

Pry01-332-2018

2

Contenido

Contenido .................................................................................................................................................. 2 Abreviaciones ........................................................................................................................................... 3 Resumen .................................................................................................................................................... 6 1 Costa Rica: ¿Líder Ambiental? ....................................................................................................... 7

1.1 Definición del problema......................................................................................................... 7

1.2 Objetivo general y objetivos específicos .............................................................................. 8

1.3 Metodología ............................................................................................................................. 9

1.4 Estructura del documento...................................................................................................... 9

2 Deforestación ................................................................................................................................. 10 2.1 Desde la primera política forestal nacional hacia la Ley Forestal 7575 ......................... 10

2.2 Territorio nacional constituido por bosques ..................................................................... 16

2.3 Deforestación y degradación de bosques y planificación ................................................ 17

3 Manejo, distribución y tratamiento de agua ............................................................................... 20 3.1 Uso temprano hacia planificación de la distribución del agua y saneamiento .............. 20

3.2 Agua para consumo Humano y clase de servicio sanitario ............................................. 32

3.3 Monitoreo del agua y nueva ley de agua ............................................................................ 34

4 Residuos sólidos ............................................................................................................................. 38 4.1 Un manejo reciente ............................................................................................................... 38

4.2 Residuos sólidos generadas diariamente y recolectados .................................................. 45

4.3 Disposición final de residuos y Plan Nacional para la Gestión Integral de Residuos . 47

5 Energía ............................................................................................................................................ 49 5.1 Evolución de la matriz eléctrica .......................................................................................... 49

5.2 Generación de energía .......................................................................................................... 57

5.3 VI Plan Nacional de Energía ............................................................................................... 59

6 Agroquímicos ................................................................................................................................. 63 6.1 Un país principalmente agrícola .......................................................................................... 63

6.2 Contaminación y producción agrícola ................................................................................ 73

7 Contaminación de aire .................................................................................................................. 77 7.1 Un manejo y seguimiento reciente ...................................................................................... 77

7.2 Cantidades de PM10 y PM2.5 ............................................................................................. 83

7.3 Contaminación y normativas ............................................................................................... 84

8 Conclusión: Posicionamiento Internacional y Retos a Enfrentar .......................................... 87 8.1 Orígenes y evolución del posicionamiento internacional como un país verde ............ 87

8.2 Retos país para la sostenibilidad ambiental ....................................................................... 94

8.3 Recomendaciones .................................................................................................................. 96

9 Bibliografía ...................................................................................................................................... 99 10 Anexo ........................................................................................................................................105

3

Abreviaciones AIVEMA Asociación de Importadores de Vehículos y Maquinaria

ASADA

Asociaciones administradoras de los Sistemas de Acueductos y

Alcantarillados comunales

AyA Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados

CDI Carbon Decisions International

CEPAL

Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones

Unidas

CF Cobertura forestal

CGR Contraloría General de la República

CIA Central Intelligence Agency

CIRSA Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria

CNFL Compañía de Fuerza y Luz

CO Oxido de carbono

CYMA Programa de Competitividad y Medio Ambiente

DA Dirección de Aguas

DBCP 1,2-Dibromo-3-chloropropane

DCC Dirección de Cambio Climático

DIGECA Dirección de Gestión de Calidad Ambiental

DSE Dirección Sectorial de Energía

ENCC Estrategia Nacional de Cambio Climático

ENSRVR

Estrategia Nacional de Separación, Recuperación y Valorización de

Residuos

ESPH Empresa de Servicios Públicos de Heredia S.A

FAO Food and Agriculture Organization of the United Nations

FES Friedrich-Ebert-Stiftung

FONAFIFO Fondo Nacional de Financiamiento Forestal

GAM Gran Área Metropolitana

GEI Gases de Efecto Invernadero

GOR gases orgánicos reactivos

GOT gases orgánicos totales

GWh Giga Watt por hora

GWP Global Water Paternship

ICE Instituto Costarricense de Electricidad

IFAM Instituto de Fomento y Asesoría Municipal

INDC Contribuciones Previstas y Determinadas a Nivel Nacional

INEC Instituto Nacional de Estadística y Censos

INS Instituto Nacional de Seguros

IRET

Instituto Regional de Estudios en Sustancias Tóxicas de la Universidad

Nacional

IUNC International Union for Conservation of Nature

4

MAG Ministerio de la Agricultura y Ganadería

MIDEPLAN Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica

MINAE

MINAET

MIRENEM Ministerio de Ambiente y Energía

MINSA

MINSALUD Ministerio de la Salud

MW Mega Watt

NAMA Acciones de Mitigación Nacionalmente Apropiada

NEF New Economics Foundation

NOx óxidos de nitrógeno

OIRSA Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria Organismo

OMS Organización Mundial de la Salud

ONF Organización Nacional Forestal

ONG Organización No Gubernamental

PAVE Programa de Adquisición de Vehículos Eficientes

PGAI Programas de Gestión Ambiental Institucional

PGR Procuraduría General de la República de Costa Rica

PIB Producto Interno Bruto

PLAGSALUD

Proyecto Aspectos Ocupacionales y Ambientales de la Exposición a

Plaguicidas en el Istmo Centroamericano

PM Materia particular

PMGIR Plan Municipal para la Gestión Integral de Residuos

PNDF Plan Nacional de Desarrollo Forestal

PNGIRH Plan Nacional de Gestión Integrada del Recurso Hídrico

PNMDS Plan Nacional de Manejo de Desechos Sólidos

PRESOL Plan de Residuos Sólidos Costa Rica

PFPAS Programa de Fomento a la Producción Agropecuaria Sostenible

PSA Pago de Servicios Ambientales

PTAR Planta de Tratamiento de Aguas Residuales

REDD+

Reducción de las emisiones derivadas de la deforestación y la degradación

forestal

RTV Revisión Técnica Vehicular

SEN Sistema Eléctrico Nacional

SENARA Servicio Nacional de Aguas Subterráneas, Riego y Avenamiento

SENAS Servicio Nacional de Aguas Subterráneas

SEPSA Secretaría Ejecutiva de Planificación Sectorial Agropecuaria

SFE Servicio Fitosanitario del Estado

SIMOCUTE

Sistema nacional de monitoreo de la cobertura y uso de la tierra y

ecosistemas

SINAC Sistema Nacional de Áreas de Conservación

5

SNE Servicio Nacional de Electricidad

SOx Óxidos de Azufre

SPN Sistema de Parques Nacionales

STICA Servicio Técnico Interamericano de Cooperación Agrícola

UCC Unidades Costarricenses de Compensación

UNEP Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente

6

Resumen

Desde los años 1970, con las primeras medidas en el tema forestal y luego, la preparación de la

conferencia de Kioto y los consecuentes proyectos, Costa Rica se posicionó como líder

internacional en el manejo ambiental. Sin embargo, el país enfrenta todavía grandes retos

ambientales, tales como el manejo sostenible del agua o de los desechos sólidos, entre otros.

Por lo tanto, examinar las decisiones que llevaron al país posicionarse en este lugar y los retos

que todavía enfrenta para continuar liderar este sector clave en el futuro.

Este trabajo se enfoca en seis temas directa o indirectamente relacionados con el sector

ambiental del país: deforestación, agua residuos sólidos, producción de electricidad,

agroquímicos, y contaminación del aire. Examina el origen de cada sector y su desarrollo,

describe la situación actuale del país y finalmente presenta los retos y respuestas actuales. Así,

se permite identificar las acciones implementadas y sus consecuencias a lo largo del tiempo en

los sectores mencionados en Costa Rica.

Se concluye que la posición de liderazgo en la cual se ubica el país se reforzó gracias a las

decisiones gubernamentales tomadas en tres sectores presentadas anteriormente: protección de

bosques, generación de electricidad y reducción de emisiones para mitigar los impactos del

cambio climático que llevaron a Costa Rica a ser el primer país en revertir la deforestación

(NEF, 2016) y a producir el 99,35% de su electricidad a partir de fuentes renovables

(GobiernoCR, 2017). La posición comprometida de Costa Rica en la mitigación y la adaptación

al cambio climático con la decisión de ser carbono neutro en 2021 contribuye igualmente a su

reputación.

7

1 Costa Rica: ¿Líder Ambiental?

1.1 Definición del problema

Costa Rica está ubicado en América Central, posee un territorio con un área total de

51 100 km² y una población de 5.003.393 habitantes que, desde el 2010 ha sido favorecida por

un crecimiento económico fuerte y estable (INEC, 2017, CIA, 2017). El país se beneficia de la

estabilidad política, un alto nivel de vida y un sistema desarrollado de beneficios sociales. De

hecho, el país ha logrado un progreso significativo desde la década de 1970 en el acceso a la

educación, salud, agua potable, saneamiento y electricidad; lo que ha llevado a una disminución

importante de la mortalidad infantil y a un aumento en la esperanza de vida al nacer (CIA,

2017).

El país ha liderado nuevamente con un importante avance en la clasificación del Happy Planet

Index. Las personas que viven en Costa Rica tienen un bienestar más alto que los residentes de

muchas naciones ricas, incluyendo los Estados Unidos y el Reino Unido, y tienen una

esperanza de vida al nacer mayor que las personas en los Estados Unidos. Esta clasificación

también incluye una huella ecológica1 per cápita que es sólo un tercio del tamaño de la huella

ecológica de los Estados Unidos(NEF, 2016).

Este país tropical centroamericano es el hogar de la mayor densidad de especies en el mundo

(Ugalde Gomez et al., 2009; NEF, 2016). Desde el siglo XIX la biodiversidad del país ha sido

examinada resultando en un conocimiento avanzado sobre los vertebrados y plantas. En este

contexto, se han registrado cerca de 91.000 especies, representando 4,5% de las especies

conocidas en el mundo (cerca de 2 millones en 2005) (Ugalde Gomez et al., 2009). Sólo en

2014 fueron descritas 381 especies nuevas. A nivel global la IUCN tiene en la lista roja un total

de 3.033 especies con distribución en Costa Rica, de las cuáles 317 especies se encuentran en

las categorías de mayor amenaza. Además, 391 especies con distribución en Costa Rica están

en la lista de CITES(Corrales, 2014).

Promocionado como un destino para el turismo ecológico, debido a su importante

biodiversidad y política de protección de bosques, el país se presenta a nivel internacional

como ejemplo de un adecuado manejo ambiental. Costa Rica ha sido recientemente calificada

como la nación más "verde y más feliz" del mundo por la organización independiente New

Economics Foundation (NEF, 2016), y es el único país considerado un "BioGem" por el

Consejo de Defensa de los Recursos Naturales (UNEP, s.f.).

Costa Rica ha dado pasos claves en términos de manejo ambiental reconocidos

internacionalmente y está liderando nuevas visiones de mundo, por ejemplo, en cuanto a la

1 El HPI contempla la Huella Ecológica definida como el impacto medio que cada residente de un país coloca en el medio

ambiente, basado en los datos preparados por la Red Mundial de Huella.

8

lucha contra el cambio climático. Costa Rica es el único país que ha logrado

revertir la deforestación, basar su producción de electricidad en una matriz renovable y

empeñarse tan fuertemente en la mitigación y adaptación al cambio climático. De hecho, en

2014 52,4% del territorio nacional está constituido por bosques maduros, bosques secundarios,

bosques deciduos, manglares, bosques de palmas y plantaciones forestales. Durante el primer

semestre del 2017 Costa Rica acumuló 160 días con electricidad producida por fuentes

renovables, generando 99.35% de su electricidad con recursos renovables (GobiernoCR, 2017).

Finalmente, el Plan Nacional de Desarrollo 2015-2018 presenta cuatro programas asicados a la

adaptación y mitigación del cambio climático (MIDEPLAN, 2014). Estos logros ocurrieron

gracias a decisiones políticas apropiadas, beneficiándose también de un contexto económico y

ambiental adecuado para la implementación de dichas políticas, programas y medidas.

No obstante, el país enfrenta mayores retos de manejo ambiental. Estos retos fueron

identificados por ejemplo por la Universidad de Yale a través del Índice de Desempeño

Ambiental. Este determinó que en términos de cambios en la conservación de los bosques, la

regulación de la pesca y el tratamiento de aguas, el país sigue rezagado, con un retraso muy

fuerte en el tratamiento de aguas negras, entre otros (Yale University, 2018). También se

demostró que el país presenta problemas de manejo de agroquímicos y manejo de desechos

sólidos provocando una fuerte contaminación del agua y el suelo. En consecuencia, Costa Rica

presenta avances significativos en algunos campos, pero otros sectores ambientales todavía

requieren mayores esfuerzos para poder lograr una sostenibilidad ambiental.

Esta investigación permite proponer soluciones concretas para mejorar la eficacia de las

estrategias de manejo ambiental de Costa Rica beneficiando a las poblaciones, mejorado su

bienestar, así como a las instituciones gubernamental y no gubernamentales involucradas en la

gestión del medioambiente a través de recomendaciones para el diseño o el mejoramiento de

las estrategias y enfoques de policitas públicas, medidas y programas.

1.2 Objetivo general y objetivos específicos

El objetivo de esta investigación es identificar los retos que enfrenta el país en materia de

cobertura forestal (CF), manejo del recurso hídrico, disposición y tratamiento de aguas

servidas, así como manejo de los desechos sólidos, el uso de agroquímicos y contaminación del

aire.

Los objetivos específicos son:

Examinar los orígenes y la evolución del posicionamiento internacional como un país

verde.

Determinar la evolución y de la situación actual del país en materia de manejo

ambiental en cada uno de los temas considerados.

9

Formular los retos país para la sostenibilidad ambiental y

recomendaciones.

1.3 Metodología

Se llevó a cabo un estudio de métodos mixtos, combinando métodos cualitativos y

cuantitativos, para complementar y verificar los datos recogidos. Para responder a las

preguntas de la investigación, los métodos que se utilizaron durante el trabajo de campo serán:

Análisis de literatura nacional e internacional

Análisis de bases de datos secundaria

Análisis de documentos jurídico

Este enfoque permitió examinar la evolución de los indicadores elegidos para asesorar la

evolución del sector mientras la información cualitativa permitió identificar los hitos logrados

en cada uno de estos sectores.

1.4 Estructura del documento

Este documento se divide en 6 capítulos que analizan cada uno un sector: bosque, recursos

hídricos, residuos sólidos, producción de electricidad, agroquímicos, aire. Por sector, se enfocó

primero en su origen y en el desarrollo en el país. Luego, una breve descripción de la situación

actual del país esta presentada y finalmente enfocarse en los retos y respuestas que están

implementadas para contestar a estos retos.

10

2 Deforestación

2.1 Desde la primera política forestal nacional hacia la Ley Forestal 7575

El marco de políticas de Costa Rica relativo a la deforestación puede dividirse en tres

generaciones. La primera apareció a finales de los años setenta con la primera política forestal

nacional y el sistema de Áreas Protegidas; y las políticas de segunda generación aparecieron en

los años ochenta profundizando las leyes previamente establecidas. Las políticas de tercera

generación establecidas en la década de 1990 se centraron en la prestación de servicios

ambientales (Brown & Bird, 2010).

La primera expresión jurídica directa sobre el sector forestal ocurre en un contexto de

deforestación fuerte. De hecho, hasta los años ochenta la deforestación en Costa Rica

avanzaba a un ritmo muy acelerado debido al desarrollo de la agricultura y la ganadería ( Brown

& Bird, 2010; Entrevista I1, 2017). Hasta mediados de esa década el país tenía la tasa anual de

deforestación más alta del mundo (Sánchez Azofeifa, Pfaff, Robalino, & Boomhower, 2007).

También este periodo fue testigo de una crisis del sector agropecuario. De hecho, el sector

agropecuario fue impactado por una caída del precio internacional de la carne. En el contexto

de ganadería extensiva presente en Costa Rica se produjo un colapso del sistema productivo

nacional. Por lo tanto, luego, en cuanto a la cobertura forestal "la recuperación fue

consecuencia de una menor extracción de recursos por unidad de uso de la tierra" (Hernández

et al., 2015, p. 6).

Así, se aprueba la primera legislación, la Ley Forestal (4465) promulgada en 1969 y que

reglamentó la tala de árboles provenientes del bosque nativo. Con base en la legislación se

crearon por decreto ejecutivo herramientas jurídicas e institucionales en lo forestal, como, por

ejemplo, la Dirección General Forestal (Rodríguez, 2002, Entrevista I1, 2017). La política se

centró en la reforestación mediante un mejor acceso al crédito y asistencia técnica para el uso

eficiente de los recursos forestales. Durante el mismo período, y con la ayuda de instituciones

locales, incluyendo organizaciones no gubernamentales (ONG) de conservación, apoyo del

Congreso y líderes nacionales, Costa Rica estableció un extenso sistema de Áreas Protegidas.

Con sólo dos parques nacionales en 1969, el Sistema de Parques Nacionales (SPN) creció muy

rápidamente durante los años setenta (Brown & Bird, 2010) hasta llegar hoy en día a 11 Áreas

de Conservación con carácter de Direcciones Regionales (28 parques nacionales)

representando 22,74 % de la superficie nacional (combinando las extensiones continental y

marina) (SINAC, 2012).

Siguiendo los primeros pasos para la política de protección de los bosques, en 1979, se produjo

el primer Plan Nacional de Desarrollo Forestal (Rodríguez, 2002). Esta primera política

nacional integral aparece como necesaria y organiza la integración entre las diversas entidades

del subsector con las demás actividades del país. De hecho, a pesar de los primeros pasos

11

emprendidos por el gobierno de Costa Rica, la cobertura forestal enfrenta

niveles sin precedentes de deforestación entre 1960 y 1986 al sufrir de deforestación frontal,

donde la cobertura forestal pasó de 59,5% a 40,8%, representando una pérdida total de

bosques de 956,675 ha en 26 años y siendo su principal causa la tala para el desarrollo de

actividades agrícolas y ganaderas (Hernández et al., 2015). En 1986, los bosques y el sector

forestal fueron declarados en estado de emergencia debido al punto crítico alcanzado (Navarro

y Thiel, 2007 citado en Brown & Bird, 2010).

A partir de 1986 Costa Rica introdujo el concepto de manejo forestal sostenible con el objetivo

de conservar y mejorar los bosques existentes, cambiando el paradigma de manejo de bosques

(Entrevista I1, 2017). Sin embargo, han surgido también cuestiones respecto al tipo de

cobertura que se ha incrementado (Hernández et al., 2015). Por ejemplo, Agresta et al. (2015)

argumentan que la disminución de la cobertura de bosque maduro continuó en años

posteriores a los 80´s, representando aproximadamente 600.000 hectáreas de bosque maduro

hasta el año 2013, y que, por otra parte, el bosque secundario pasó aproximadamente de

230.590 ha en 1992, a 605.112 ha en el 2013 (Ilustración 1).

Ilustración 1 Cambio en la superficie de cobertura del bosque maduro y del bosque

secundario en Costa Rica 1987-2013

Fuente: Hernández, 2016

El conjunto de regulaciones finalmente llevó a un cambio basado en consideraciones

ecológicas y silvícolas. De 40,8% del territorio nacional en 1986 pasó la cobertura forestal a

51,4% en 2010 y la tasa de deforestación anual se estabilizó por debajo del 0,25% anual

(Hernández et al., 2015). Costa Rica revirtió "la extracción explotadora a una ordenación

forestal" (Navarro y Thiel, 2007 citado en Brown & Bird, 2010 p. 5). Este mismo año aparece

también la primera prohibición directa de la conversión forestal a otros usos de la tierra en

12

ciertos tipos de tierras (Ley n°7032); que luego se convirtió en la principal

estrategia de conservación y protección forestal (Brown & Bird, 2010). Estos cambios en

políticas públicas también impactaron en la economía que se estabilizó a finales de los años

ochenta permitiendo una mayor reducción de la deforestación. Luego, a partir de 1992, el

turismo se convirtió en la principal fuente de ingresos del país, aportando el 25% del ingreso

nacional total y reduciendo la importancia de las actividades económicas asociadas con la

deforestación en la economía nacional (Watson et al., 1998 citado en Brown & Bird, 2010).

La Ley Orgánica del Ambiente No.7554 de 1995 y la Ley Forestal No.7575 de 1996

estructuraron y definieron el rol del El Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE), así como

las funciones de otras varias dependencias del Ministerio (FAO, 2001). La Ley Forestal 7575 es

de particular importancia porque introdujo una combinación de medidas regulatorias basadas

en incentivos en respuesta a la necesidad de actualizar y reorganizar las prácticas forestales

costarricenses. Así, el MINAE está definido como el “ente rector del sector forestal en Costa

Rica”, mientras el Sistema Nacional de Áreas de Conservación de Costa Rica (SINAC) está

definido como “el Administrador Forestal del Estado”2. El Fondo Nacional de Financiamiento

Forestal (FONAFIFO) fue creado e implementado como ente responsable de gestionar

diversos e innovadores mecanismos financieros para el fomento y desarrollo del sector forestal

en el país; y la Oficina Nacional Forestal (ONF)3 como ente público que propone al MINAE

políticas y estrategias para el desarrollo forestal sostenible y asesorar a los Consejos Regionales

Ambientales coordinando con ellos sus funciones (Miranda, Otoya, & Venegas, 2005).

En 1995, la Ley Forestal 7575 reforzó la interdicción de cambiar el uso de tierra en las tierras

boscosas, prohibiendo la deforestación. Los incentivos existentes para la reforestación

comercial para la producción de madera fueron descartados y remplazados por incentivos por

la conservación de las funciones forestales que proporcionan servicios ambientales (De

Camino, Segura, Arias, & Perez, 2000). Esta ley estableció un sistema de pagos a todos los

propietarios de bosques y plantaciones forestales llamado Pago de Servicios Ambientales

(PSA)4 (Brown & Bird, 2010). Fue desarrollado en colaboración con Noruega5 e implementado

2 El Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC) está encargado de la gestión y coordinación institucional, es

desconcentrado y participativo, integra las competencias en materia forestal, vida silvestre, áreas protegidas y la protección y

conservación del uso de cuencas hidrográficas y sistemas hídricos con el fin de dictar políticas, planificar y ejecutar procesos

dirigidos a lograr la sostenibilidad en el manejo de los recursos naturales del país. Luego, la Ley de Biodiversidad 7788 emitida

en 1998 establecerá el marco legal para la operacionalización del Sistema Nacional de Áreas de Conservación. (Miranda et al.,

2005). 3 La Oficina Nacional Forestal (ONF) es un ente público no estatal, con personalidad jurídica propia, con el fin de promover

las actividades forestales y el uso de la madera como una fórmula válida para conservar y cosechar estos recursos, generando

grandes beneficios ambientales, sociales y económicos, de impacto nacional y global con la misión de fomentar la

competitividad de la actividad forestal productiva para garantizar su sostenibilidad y rentabilidad (Miranda et al., 2005). 4 El programa de PSA en Costa Rica es un instrumento político diseñado para compensar el costo de oportunidad de las

alternativas de uso de la tierra. Mediante el pago a los propietarios de la tierra para preservar o conservar su tierra bajo

cobertura boscosa, los PSA pueden efectivamente aumentar el valor de las tierras bajo cobertura forestal hasta cerca del valor

de las tierras deforestadas. En 2005 alrededor de 212 000 hectáreas de tierra fueron reclutadas en el programa de Pago por

Servicios Ambientales de FONAFIFO, la mayoría de éstas bajo contratos de protección de bosque natural (86%) (Obando

Vargas, 2009).

13

en 1997 en el contexto de los esfuerzos internacionales para reducir las

emisiones de gases de efecto invernadero. Este programa es el primer proyecto de

implementación conjunta en el mundo en el marco del Protocolo de Kioto y reconoce

oficialmente que los bosques proveen servicios valiosos. Además, el programa permitió

también a Costa Rica acceder al mercado de carbono, concediendo un valor agregado a los

bosques del país (DCC, s. f.-a).

Aunque similar a las legislaciones anteriores, la Ley Forestal 7575 es considerada un hito en el

manejo de los recursos naturales en Costa Rica porque hizo dos cambios importantes

(Entrevista I1, 2017):

"En primer lugar, la justificación de los pagos cambió de apoyo a la industria maderera a la prestación

de servicios ambientales. En segundo lugar, la nueva ley cambió la fuente de financiación del presupuesto

del gobierno nacional (subsidios) a un impuesto especial sobre los combustibles fósiles y los pagos de los

beneficiarios. También fortaleció el Fondo Nacional de Financiamiento Forestal (FONAFIFO) para

administrar los pagos del programa. En virtud de la ley, el FONAFIFO se transformaría en una

organización semiautónoma autorizada para recibir y administrar recursos para el desarrollo de

actividades forestales. Estos cambios apoyaron el abandono de una estrategia de "mando y control",

hacia la desregulación y la delegación de la responsabilidad de la ordenación forestal y la conservación a

los propietarios privados" (Brown & Bird, 2010, p. 6).

Luego, parte del impuesto a los combustibles fue invertido en el financiamiento de la

reforestación y ha contribuido en el 80% invertido en reforestación entre 1996 y 2013 (Castro,

2016).

Finalmente, Costa Rica es el único país tropical en revertir su tasa de deforestación. De hecho,

el país ha aumentado su cubierta forestal de 40.8% en 1987 a 51.4% en 2013. Dos argumentos

explican el éxito de Costa Rica (Hernández et al., 2015):

El conjunto de situaciones tales como el colapso del sistema productivo

nacional, el cual estuvo controlado por factores como el precio internacional de

la carne (y la presencia de una ganadería extensiva en lugar de intensiva) y la

implementación de políticas de gobierno en los 90s permitió la recuperación de

cobertura forestal.

El cambio drástico en la política pública y un esfuerzo social sostenido que

partió en la década de los 90 explica la recuperación del área boscosa.

En este contexto, se puede observar que la tasa de deforestación ha permanecido bastante baja

y estable desde el año 1986, mientras que la regeneración de bosques sigue aumentando, la

conservación de boques disminuye ligeramente (Ilustración 2 y 3).

5 En el marco del Protocolo de Kioto, el primer proyecto de implementación conjunta del mundo, denominado CARFIX, a

través del cual el Gobierno de Costa Rica vendió a Noruega $2.000.000 de dólares en reducciones de carbono, hecho que

mostró al mundo la viabilidad de los mercados globales de servicios ambientales para la reducción de emisiones de gases de

efecto invernadero (DCC, s. f.-a).

14

Ilustración 2 Deforestación y regeneración de bosques a nivel nacional en Costa Rica

para el periodo 1986-2009.

Fuente: CDI, 2015

Ilustración 3 Área de conservación de bosques primarios de regeneración de bosques

secundarios y de deforestación entrópica a nivel nacional en Costa Rica para el periodo

1986-2009.

15

Fuente: CDI, 2015

Sin embargo, a pesar de estos éxitos, Agresta et al. (2015) notan que entre 1987 y el 2013, la

pérdida de bosque maduro es mayor que la ganancia obtenida a través de la recuperación de

cobertura forestal a través de bosques secundarios. También, otros autores apoyan este

argumento y declaran que todavía la pérdida de bosque maduro continúa en el país (Ilustración

3). En este contexto, Hernández et al. (2015, p. 6), "determinan una deforestación entre el 2001 y el

2011 de un 4% del área total de Costa Rica, una forestación/reforestación de un 4%, así como un bosque

estable del 55% del área del país y de no bosque estable de un 37%.", del cual la superficie forestal está

recuperándose dentro de áreas protegidas, tanto estatales como privadas (Sierra, Cambronero,

& Vega, 2016).

Los elementos que influyen directamente en las modificaciones de la naturaleza del bosque

fueron estudiados por Sierra et al (2016). Como se puede observar en la Tabla 1, estos factores

dependen de la región en la cual se ubica e incluye cambios estructurales productivos, como la

expansión del turismo, la migración de la población rural hacia centros urbanos, y políticas de

conservación implementadas por el Estado. Así, la presencia de ganadería-pastizal produce el

mayor factor de cambio en las zonas seguido por la agricultura-cultivos (Sierra et al., 2016) y

observamos que la ganadería ha impacto mayormente en la Cordillera Sur la Planicie y Costa

Caribe del Norte. La zona menos afectada por la ganadería es la Costa y estribaciones del

Caribe Sur. También, la zona más deforestada es la Costa y estribaciones del Pacifico Norte,

presentando un porcentaje de deforestación entre 34.3% entre 1987 y 1997 hasta 29.4 % entre

2008 y 2013. La zona menos deforestada es la zona de Abangares con 1.2% entre 1987 y 1997

hasta 0.8 % entre 2008 y 2013.

16

Tabla 1 Sistematización de la dinámica y factores directos de cambio

de cobertura forestal natural de las Zonas de Procesos Homogéneos de Uso del Suelo

de Costa Rica, 1987-2013

Fuente: Sierra et al., 2016

2.2 Territorio nacional constituido por bosques

En 2014, el Reporte Estadístico Forestal 2013 reporta que el 52,4% del territorio nacional está

constituido por bosques maduros, bosques secundarios, bosques deciduos, manglares, bosques

de palmas y plantaciones forestales (Chavarría & Núñez Espinoza, 2013).

"Si bien es cierto, la cobertura forestal del país supera el 50 % del territorio nacional, gran parte de

ella se encuentra en las categorías de bosques maduro y bosque secundario. En donde el bosque

secundario está representado por bosques entre 10 y 60 años de edad y gran parte del bosque

primario se encuentra en áreas protegidas donde la probabilidad del cambio de uso es menor, o bien se

encuentran en áreas de poca vocación agrícola" (Hernández, 2016, p.6).

Costa Rica se comprometió a llegar a un 60% de bosque en su territorio (Michelle Soto, 2015;

Entrevista I1, 2017).

17

2.3 Deforestación y degradación de bosques y planificación

Aunque Costa Rica ha logrado más que muchos otros países en cuanto a la regeneración de

bosques, el país todavía enfrenta deforestación y degradación de bosques. La superficie de

estas zonas se estima en 300 km² (30.000 ha) entre 2011-2013, de los cuales 63% del área

deforestada fue dedicada a pastos entre el 2011 y el 2013 (Sierra el al., 2016). Entre 2000-2005

se perdieron de 144,398 a 224,406 ha de bosques, mientras que se regeneraron de 207,983 a

288,886 ha6. De las hectáreas perdidas 42% corresponde a regeneración temprana, 32% a

regeneración media y el restante 27% a bosques de viejo crecimiento (Obando Vargas, 2009).

Sierra et al. (2016), declaran que pastos fueron el principal uso de las áreas deforestadas entre

1987 y 2013. Sin embargo,

"el estudio de patrones y factores de cambio de la cobertura forestal natural de Costa Rica en 10

zonas de procesos homogéneos de usos de tierra, indica una variabilidad geográfica de los sistemas

de uso del suelo, de los costos de oportunidad del bosque y de la necesidad de desarrollar políticas y

programas con enfoque regional para influenciar las decisiones de los dueños, en caso de se quiera

optimizar esfuerzos para evitar deforestación" (Sierra et al. 2016).

Por otro lado, se ha demostrado que el PSA presenta limitaciones para responder a la cantidad

de bosques protegidos por el sector privado. De hecho, el número de bosques sometidos al

programa sobrepasa la capacidad de las instituciones de proveer el servicio propuesto. Esta

limitación se ve exacerbada por la complejidad de las leyes que también limita el impacto que

debería tener el Pago por Servicios Ambientales. Estas leyes, cada vez más restringidas, en

lugar de crear un incentivo pueden dificultar el manejo de una zona por la complejidad de los

trámites administrativos y las obligaciones que imponen este estatus en las zonas boscosas,

mientras Costa Rica no cuente con suficiente información para el análisis de causas de la

degradación de los bosques (Entrevista I1, 2017).

El sistema de seguimiento y monitoreo de los bosques ha enfrentado varias dificultades. En las

últimas décadas, Costa Rica ha realizado múltiples esfuerzos para la conservación y

recuperación de sus bosques y su biodiversidad. Sin embargo, los recursos forestales y agrícolas

sólo se han medido de forma aislada y Costa Rica se encuentra sin disponer de un sistema de

monitoreo que permita seguir la evolución de sus recursos naturales de manera integral

(MINAE, 2017). Para cubrir esta necesidad se está desarrollando el sistema nacional de

monitoreo de cobertura y uso de la tierra, y ecosistemas (SIMOCUTE) (Entrevista I1, 2016;

MINAE, 2017).

El país también se beneficia actualmente de los diversos planes de desarrollo nacional tales

como las políticas forestales y el Plan de Acción Forestal que han colaborado con el marco

6 Implica un balance positivo de recuperación de cobertura boscosa entre 63,585 y 64,479 ha (Fundecor, 2010).

18

institucional forestal. Entre otros, dos planes están en vigencia para apoyar

al sector: el Plan Nacional de Desarrollo Forestal (PNDF) y la estrategia REDD+7.

El PNDF8 está presentado como un “instrumento oficial de planificación para uso, manejo y

protección de los recursos forestales” (MINAE, 2016). A través de un marco de políticas

organizado en una política general y doce específicas, este plan tiene como objetivo procurar

“un sector forestal reconocido, rentable, sustentable, competitivo y estratégico para mejorar la

calidad de vida de la población” (Rodríguez Zúñiga & Alexandra, 2015). Las políticas

específicas se desglosan luego en objetivos y estrategias de implementación que permiten la

identificación de los actores específicos para la implementación de dichos lineamientos.

El primer PNDF (2001-2010) resumió las percepciones, las acciones y la comprensión del

sector forestal y la cultura forestal de Costa Rica. Este plan promueve elementos para la

integración y participación activa del sector forestal en el desarrollo humano sostenible.

También, plantea los conceptos meta y los mecanismos para lograr las metas técnicas

conceptuales y comerciales del sector forestal. Este plan luego fue actualizado en 2004 para

incluir guías para su ejecución (Miranda et al., 2005).

Además del PNDF, el SINAC también implementa diversas políticas tales como las Políticas

de Áreas Silvestres Protegidas, Políticas para el Patrimonio Natural del Estado, Políticas de

Gestión Marino Costero y Políticas para el uso y conservación de la Vida Silvestre. Las

Políticas Forestales y Plan Nacional de Desarrollo Forestal tienen alcance sobre los terrenos y

ecosistemas forestales ubicados fuera y dentro del Patrimonio Natural del Estado9 (MINAET,

2011). De las políticas mencionadas, las más relevantes en cuanto a los bosques, las Políticas de

Áreas Silvestres Protegidas, tienen una visión integral del bosque con el objetivo de:

Finalmente, Costa Rica se beneficia de un Programa de Bosques y Desarrollo Rural: La

Estrategia Nacional REDD+ Costa Rica, establecida en 2015 que complementa el PNDF10.

7 Otros instrumentos de planificación generados en periodos gubernamentales anteriores han sido ratificados por la actual

administración 2014-2018, como la Política Nacional de Áreas Silvestres Protegidas 2011; la Política de Estado para el Sector

Agroalimentario y el Desarrollo Rural 2010-2021; las Políticas para el sector agropecuario y el desarrollo de los territorios

rurales 2015-2018; el Plan Nacional de Ordenamiento Territorial 2014-2020; Política de transformación del IDA a INDER; la

Estrategia Nacional de Biodiversidad (por publicarse); y, el Programa de Pago por Servicios Ambientales (Miranda, Otoya, &

Venegas, 2005. 8 Establecido mediante Decreto Ejecutivo N°33826-MINAE11 (MINAE, 2016). 9 La Ley Forestal, No. 7575 de 13 de febrero de 1995, introduce en nuestro ordenamiento el concepto de “patrimonio natural

del Estado”, administrado por el Ministerio del Ambiente y Energía, y constituido, según su artículo 13, por “los bosques y terrenos forestales de las reservas nacionales, de las áreas declaradas inalienables, de las fincas inscritas a su nombre y de las pertenecientes a municipalidades, instituciones autónomas y demás organismos de la Administración Pública, excepto inmuebles que garanticen operaciones crediticias con el Sistema Bancario Nacional e ingresen a formar parte de su patrimonio.” (PGR, s. f.) 10 Algunos elementos de la EN-REDD+ que complementan al PNDF son: la regularización de derechos de tenencia y de los

recursos; la institucionalidad existente que permita cumplir los requerimientos específicos de REDD+; la participación social;

considerar impactos sociales y ambientales positivos y mitigar los negativos; un plan de distribución de beneficios monetarios y

no monetarios asociados a REDD+; y el respeto a los derechos existentes de ciertas poblaciones específicas (Rodríguez

Zúñiga & Alexandra, 2015).

19

Esta estrategia está integrada en el sistema de planificación nacional bajo el

Ministerio de Planificación Nacional y de Política Económica (MIDEPLAN), como ente

rector del sistema de planificación nacional en sus diferentes niveles.

De esta manera valora e impulsa el rol de las ASP en las iniciativas nacionales de “Reducir las

Emisiones de la Deforestación y la Degradación” (REDD) y afines, y en promover la

búsqueda de recursos financieros que fortalezcan la gestión de las ASP (Rodríguez Zúñiga &

Alexandra, 2015).

20

3 Manejo, distribución y tratamiento de agua

3.1 Uso temprano hacia planificación de la distribución del agua y saneamiento

Costa Rica posee 34 cuencas hídricas con superficies entre 207 km2 y 5 084 km2, de los cuales 17 están

ubicadas en una de las vertientes hidrográficas: la vertiente del Caribe, húmeda y lluviosa, sin déficit hídrico en

todo el año, y la vertiente del Océano Pacífico, más seca, con marcada disminución de caudales en el estiaje. A

lo largo del año los escurrimientos se concentran en las temporadas lluviosas de cada región y cuenca, con

mayor disponibilidad de agosto a octubre y menor disponibilidad de diciembre a abril (FAO, 2016).

Costa Rica está entre los primeros cuatro países de la región centroamericana con mayor oferta hídrica. Se

estima que el país tiene un total de 24,784 m3 de agua per cápita al año y cerca del 87% de la población tiene

acceso a agua con calidad potable. Sin embargo, el país enfrenta aún importantes retos en materia de

saneamiento, y el agua segura falta todavía a más de 500 mil personas (GWP, 2014).

Como se puede observar en la Tabla 1, el uso del agua en Costa Rica se traduce en una extracción hídrica total

nacional de 2.35 km3 en 2013, de los cuales 66.2 % del volumen total viene de fuentes superficiales, 33.8% de

fuentes subterráneas y 0.1% agua desalinizada. La extracción de agua se divide en 3 para el sector agrícola y

equivale a 57 % del total de las extracciones (con mayor parte destinada al riego), para el sector municipal 32%

y para el sector industrial el 11% (FAO, 2016).

Tabla 2 Uso de Agua

Fuente: FAO, 2016

Costa Rica también posee lagos, embalses y humedales. Sin embargo, los embalses construidos tienen

prioritariamente propósitos hidroeléctricos. Entre los 37 generadores (públicos y privados) de electricidad, 12

tienen un embalse artificial resultando en una capacidad total de almacenamiento de 1 997 millones de m3 en

2011. Estos lagos no son usados exclusivamente para la generación eléctrica, sino también para proyectos,

irrigación y consumo humano (FAO, 2016).

21

Las primeras regulaciones legales o políticas oficiales referidas al manejo del

agua provienen de la primera mitad del siglo XIX. Sin embargo, el manejo de recurso del agua

en Costa Rica se puede rastrear hasta tiempos ancestrales. De hecho, durante el periodo

indígena, se reportan evidencias de primeros pobladores asentados en el valle de Turrialba

debido a la fertilidad de los suelos y la profusa hidrografía. También, a partir del año 500 A.C,

evidencias demuestran que los pueblos indígenas ubicados en el Pacífico Norte y la Región

Chorotega se instalaron cerca de los ríos, utilizaron esta agua como fuente de alimento (pesca),

de transporte y en la fabricación de orfebrería, mientras que el agua de lluvia y el mar se

consideraban como divinidades con poderes de fertilidad para los cultivos y purificadas

(Sanabria Vargas, 2001).

El encuentro de la cultura indígena y española marcó un punto de cambio relacionado con el

manejo del agua. La utilización local del agua se transformó en un uso intensivo con la

introducción de una agricultura extensiva y la intensificación de la extracción de oro. También,

durante la conquista, el agua sirvió de medio de transporte para acceder a lugares en

Mesoamérica reflejándose en el desarrollo de puertos. Además, se desarrolló la construcción de

pozos excavados para el abastecimiento de agua en patios y/solares, técnica traída por los

españoles (Sanabria Vargas, 2001).

Durante el siglo XVII el agua tuvo un papel central en la fundación de nuevos poblados en el

interior de Costa Rica, las cuales fueron realizadas gracias a las rutas de acceso por ríos (y uso

doméstico) y en el desarrollo de la agricultura y las haciendas ganaderas (uso para el sector

agropecuario). Luego, durante el siglo XVIII ocurre un incremento en la demanda de agua y

construcción de acequias en paralelo al desarrollo agropecuario. El aumento del número de

propietarios rústicos, desarrollo de las ciudades y la necesidad creciente de agua para uso

doméstico llevaron a las poblaciones a construir acequias sin planificación formal. Las primeras

escaseces de agua impidieron el traslado de haciendas y diligencias fueron realizadas por sus

habitantes para abastecerse de agua. A mitad del siglo XVIII parte de la población

costarricense se beneficiaban de obras civiles que permitían conducir el agua desde las

quebradas hasta las poblaciones, mientras que, por otra parte, la costumbre de transportar agua

en recipientes se mantenía. El uso del agua en estas actividades agrícolas provoco conflictos

entre los habitantes de estas regiones (Sanabria Vargas, 2001).

En el siglo XIX, con el crecimiento rápido de la población del país (desde 15 538 habitantes en

1611 hasta 52 591 en 1800), se originaron escaseces de agua por el aumento de la demanda. A

raíz de esto se llevaron a cabo una serie de obras civiles que permitieron a las poblaciones un

mejor acceso al agua y a la electricidad. También, el desarrollo de obras de transporte y la

actividad minera y bananera propiciaron la utilización intensiva del agua intensificándose con el

tiempo. Por lo tanto, se desarrollaron obras hidráulicas, proyectos de amplificación,

restauración y mejora de redes de acequias para permitir una mayor disponibilidad y calidad de

agua. También se construyeron caminos entre asentamientos y ríos para la exploración del

país por vías navegables (Sanabria Vargas, 2001).

22

El establecimiento de relaciones mercantiles con Inglaterra impulsó el cultivo del café. Este

aumento en exportaciones trajo consigo la introducción de sofisticadas maquinarias y la

construcción de grandes instalaciones, aumentando la demanda de agua, elemento

indispensable para el lavado y procesado del café. Esta actividad también ocasionó gran

contaminación por medio de lixiviados y desechos sólidos (Sanabria Vargas, 2001). Por lo

tanto,

"Las iniciativas que se emprendieron para la regulación del recurso hídrico comenzaron en 1841,

cuando se emitió una disposición que prohibió el beneficio de café dentro de las poblaciones, en aras de

la higiene por las fermentaciones que causaba y las dañinas “miasmas”. La extracción de agua para

la producción del café se estableció desde 1820 aproximadamente" (Sánchez, 2008).

A partir de este siglo la falta de reglamentación y de controles sobre el uso del agua y proyectos

para resolver estos problemas empezó a causar mayores impactos negativos en el estado del

agua. (Sanabria Vargas, 2001).

En este contexto, las primeras regulaciones legales o políticas referidas al manejo del agua se

crearon durante en los años 1800s (Alvarado Rojas, Zeledón, & Quirós Sanabria, 2003). La

primera normativa de Aguas en Costa Rica apareció en 1841 en el Código General de Carrillo

después de la consolidación del Estado nacional en los años 1820's (Botey, 2002) y después en

la promulgación de la Constitución de 1848 (Jiménez, 1973). Sin embargo, el primer

documento oficial reglamentado el uso de agua fue firmado el 17 de Julio de 1844. Este

decreto está constituido por 13 artículos de los cuales dos se refieren explícitamente a las obras

necesarias para extraer agua del río y abastecer las haciendas11. Con este fin apoya esta primera

legislación la creación de un fondo económico en el tesoro municipal para el uso de las tierras

(Sanabria Vargas, 2001).

A inicios del siglo XX el uso del agua no estuvo exento de conflictos. Estos comienzan en el

año 1884 dados los primeros trámites en materia de legislación del recurso hídrico, de la mano

con la formación del Estado costarricense y la conformación legal y judicial de órganos

burocráticos en el país. En este contexto los primeros gobiernos locales se vieron encargados

de disponer de todos los impuestos recaudados para su uso agrícola correspondiente. Con la

intención de desarrollar cultivos exportables se crearon nuevas extensiones agrícolas y el

11 “Artículo 1. Es a cargo de los hacendados de café en las tierras de Las Pavas la dirección, trabajo y mejoras de la fuente de

agua que del río Tiribí debe salir para aumentar a de esta ciudad y surtir las haciendas de aquel punto y aún parte de la

población en general.

Artículo 2. Para el caso se establecerá una dirección de entre los mismos hacendados compuesta por tres individuos de

capacidad.

Artículo 5. Las funciones de la Dirección son contraídas a examinar desde su origen la línea por donde debe conducirse la

fuente de aguas de que se ha hecho mención: a acordar el modo y forma en que debe hacerse el canal para su estabilidad y

buenos resultados: consultar la mayor economía y seguridad en las sumas que deben invertirse en aquella obra: a formar los

contratos de los trabajos de la manera más económica y positiva, y a remover las dificultades que se presenten en el progreso y

conclusión de la misma obra" (Archivo Nacional, 1843).

23

ferrocarril, cuya construcción comienza en 1873 “viene a construir el

pedestal sobre (el) que descansará la futura prosperidad de la república”12 (Alvarado Rojas

et al., 2003).

La regulación del agua en Costa Rica se encuentra luego en 1873 con la construcción de pozos

artesanales por decreto. En 1879 las aguas minerales de diferentes partes del país fueron

analizadas para conocer sus características físico-químicas; y en 1884 el gobierno costarricense

emitió un decreto respecto al uso de las aguas del Río San Juan, importante por su ubicación

transfronteriza, del cual dos artículos se refieren directamente a las obras necesarias para

extraer agua del río y abastecer las haciendas (Sanabria Vargas, 2001).

La primera Ley de Agua fue creada en 1884 impulsando aspectos políticos, sociales y

económicos. Sin embargo, ejerció una regulación limitada sobre el recurso hídrico debido al

proceso de centralización del poder que impulsaba el progreso y la libre producción. La ley de

Aguas, Decreto No. 11 de 26 de mayo de 1884, establece que “algunas de las aguas son de

dominio público, por otra parte, clasifica como del domino privado el agua y sus cauces en

ciertas condiciones (Artículos 1-12)” y que “se establecen aguas que pertenecen a particulares,

municipalidades, provincias y del Estado (Artículo 13)” (Alvarado Rojas et al., 2003, p. 10). Por

lo tanto, un sistema de concesiones, de manejo y prioridades de uso fue implementado,

también regulando sus servidumbres y encargando la administración de las aguas de dominio

público al Poder Ejecutivo (aguas navegables) y las municipalidades. Más tarde la

administración de estas aguas pasó de las municipalidades a la Ley de Fuerzas Hidráulicas (No.

14 de 31 de octubre de 1910 y dándosela al Poder Ejecutivo) (Alvarado Rojas et al., 2003).

Dos puntos notables aparecen en esta Ley: el abastecimiento de agua para ferrocarriles para

apoyar el desarrollo de la comercialización del café, y "darle al riego un penúltimo lugar"

impulsando el uso de agua de lluvia para los cultivos de café, que era el producto agrícola de

exportación predominante en estos años (Alvarado Rojas et al., 2003).

Por el entorno sociocultural en que se origina, a saber, la abundancia en agua y la importancia

de la actividad cafetalera (por encima de la protección de los recursos naturales), la primera Ley

de agua está enfocada en el aprovechamiento, en obras de defensa, accesiones y desecación de

terrenos, sin contemplar el manejo y la conservación de los recursos hídricos, ni normas sobre

contaminación o disposición de aguas residuales. Además, las aguas subterráneas reciben poca

atención debido a la abundancia de agua superficial no contaminada, a la poca población y la

poca diversidad de actividades productivas. Así, el Poder Ejecutivo está encargado de dictar los

reglamentos para la ejecución de dicha ley por razones “sociales, económicas y tecnológicas

bajo una política e ideología de progreso y modernización provocados por la bonanza

12 Tomás Guardia,” Mensaje del presidente de la república de Costa Rica al Congreso nacional el 1 de mayo de 1873” En:

Meléndez, Carlos. Óp. Cit. p. 88.

24

económica del cultivo del café, el cual introdujo al país en el mercado

mundial” (Alvarado Rojas et al., 2003, p. 12).

La Inspección Cantonal de Aguas fue creada por la Ley de la Inspección Cantonal de Aguas

No. 15 de 11 de mayo de 1923 donde se establece que las municipalidades actuaran como “la

policía de las aguas” y funcionarios “juez de aguas”, antecedente a la creación de la figura del

“Inspector Cantonal de Aguas” para enfrentar las necesidades de agua frente al aumento de la

población y de conflictos de uso, y en procesos productivos y cambios socioculturales.

Enfrentándose a fuerzas sociales nacionalistas y estatistas y ejerciendo presión en la formación

del marco legal sobre el agua para oponerse a empresas extranjeras de fuerza eléctrica

monopolísticas, se creó el Servicio Nacional de Electricidad (SNE) en 1928 como organismo

regulador e incluso generador. En 1941 el SNE fue encargado de potestades que variaban

desde otorgar concesiones hasta la nacionalización eléctrica y con ello la fusión de las

compañías eléctricas en la CNFL (Alvarado Rojas et al., 2003).

En 1941 fue emitida la Ley de Agua Potable No. 16 del 29 de octubre, que declaró del dominio

público, cualquier fuente que se explotara para abastecimiento poblacional. Esta Ley también

regulo las zonas de protección forestal en terrenos de infiltración, fuentes y cursos de las aguas

de abastecimiento público, introduciendo el concepto de contaminación de las fuentes. Se crea

la Sección de Aguas Potables de la Secretaría de Salubridad Pública para que absorbiera

paulatinamente el servicio y añade los conceptos de penas, sanciones, delitos y faltas (Alvarado

Rojas et al., 2003).

Luego, la Ley de Aguas No. 276 de 27 de agosto de 1942 implicó cambios estructurales,

modificando el orden de prioridades de uso en el otorgamiento de concesiones (integra nuevos

electos, el uso de agua para ferrocarriles pasa de un segundo lugar a tercer lugar y el riego sube

en sexta prioridad en lugar del penúltimo). También incorpora los conceptos de penas,

sanciones, delitos y faltas. Esta Ley extendió el dominio público de las aguas; dando la rectoría

de las aguas nacionales al SNE, creo el Departamento de agua, determino cánones para las

concesiones y diferenció las aguas por sus condiciones organolépticas, tales como las termales

y las mineromedicinales, entre otros (Alvarado Rojas et al., 2003).

Durante el período desde la vigencia de la segunda Ley de Aguas hasta la conclusión de un

siglo de legislación sobre el recurso hídrico (1942 – 1984), el mundo y Costa Rica

experimentaron cambios sociales y económicos. En un contexto agroexportador de café,

banano, caña de azúcar y cacao con industrias relacionadas, Costa Rica vio la aparición de

instituciones tales como las Escuelas de Farmacia y la Nacional de Agricultura (que luego se

integrarían a la Universidad de Costa Rica), el Instituto Interamericano de Ciencias Agrícolas

(IICA) y la figura de Sociedad de Usuarios de Agua. Por lo tanto, esta Ley se volvió obsoleta

hoy en día porque responde a las condiciones (por ejemplo, la demografía del país) y

necesidades socioeconómicas (desde una economía basada en agricultura, hacia el crecimiento

del turismo) y avances tecnológicos de la época (Alvarado Rojas et al., 2003).

25

A los factores de uso de agua se agregó la generación eléctrica. Por lo tanto, en 1949 se

encuentra la Ley constitutiva del ICE, Decreto-Ley No. 49 del 8 de abril. Esta Ley "establece la

encomienda el desarrollo racional de las fuentes productoras de energía física" (Betrano, 2014,.

60). Por lo tanto, el ICE está encargado de gobernar el aprovechamiento de la energía

hidroeléctrica para fortalecer la economía nacional y promover el bienestar de los

costarricenses. La declaración de varios recursos como reservas hidráulicas vendrán a

complementar este enfoque (Alvarado Rojas et al., 2003).

Luego la Ley de Agua de 1942 fue ampliada por la emisión de varias leyes complementarias. La

“Ley General de Agua Potable No. 1634” del 18 de setiembre de 1953 y la “Ley Constitutiva

del Servicio Nacional de Acueductos y Alcantarillados (AyA) No. 2726” del 14 de abril de

196113 implementaron regulaciones para normas, planeamiento, financiamiento y desarrollo,

creando el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados. Esta ley aborda los temas

de suministro de agua potable y recolección y evacuación de aguas negras y residuos

industriales líquidos y define normativas para los sistemas de alcantarillado pluvial en áreas

urbanas (Alvarado Rojas et al., 2003).

En 1973 la Ley Constitutiva del Servicio Nacional de Aguas Subterráneas (SENAS), No. 5438

del 17 de diciembre de 1973 y la Ley del Servicio Nacional de Aguas Subterráneas, Riego y

Avenamiento (SENARA), No. 6877 del 29 de julio de 1983, crea el fundamento legal para la

institución homónima. Además, se deroga la ley previa y se crea una serie de reglamentos y

decretos que fundan el proyecto Distrito de Riego del Río Itiquís, Arenal y Zapandí (Alvarado

Rojas et al., 2003).

Resultando de las políticas y legislación relativas al uso del agua y la gestión del agua, hoy en

día, más de 15 instituciones gubernamentales están involucradas en la gestión del recurso

hídrico:

El Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE): encargado de las políticas

públicas relativa al manejo del agua.

Dirección de Aguas: responsable de las concesiones y autorizaciones de

aprovechamiento de aguas superficiales y subterráneas, del registro de

aprovechamiento de aguas, del canon de aprovechamiento y de vertidos, de

velar por la calidad de las aguas superficiales, y de resolver conflictos por el

agua, entre otros.

El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) a través del Servicio

Nacional de Aguas Subterráneas, Riego y Avenamiento (SENARA) es

encargado del servicio público de riego y drenaje.

13 reforzada por la Ley No. 3668 de 16 de marzo de 1966 y reformada por Ley No. 5915 de 12 de julio de 1976

26

El Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados

(AyA): encargado del agua potable, alcantarillados y saneamiento urbano y

rural, conservación de cuencas y control de contaminación.

El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE): responsable de la

generación hidroeléctrica, manejo de información hidrológica, protección de

cuencas, fuentes y cauces.

El Ministerio de Salud: responsable de la calidad del agua para consumo

humano y saneamiento.

diversas entidades autónomas tales como las ASADAS.

y los gobiernos locales.

Los datos existentes enseñan que la distribución de las responsabilidades en cuanto a la

distribución de agua aumentó entre 1989 y 2015 para lograr un tope a los alrededores del año

2005. Se puede notar que el porcentaje de población cubierto con acceso al agua potable ha

aumentado desde los años 1990, mientras que el porcentaje de cobertura por aguas no potables

ha disminuido. La cobertura de agua potable se acerca al 95%; el AyA y los proveedores de

aguas continúan sus esfuerzos para el mejoramiento de la calidad de agua. Sin embargo, se

puede notar que la distribución de agua por los municipios y ASADAS también ha aumentado

de manera significativa, aunque persiste la distribución de agua no potable por las ASADAS

principalmente (Ilustración 4, 5, 6, 7). En cuanto a la calidad del agua, el laboratorio nacional

de aguas demuestra que la calidad del agua distribuida en el país ha progresado desde 82,6%

hasta 89,3% de población abastecida con agua con tratamiento y/o desinfección entre 2009 y

2015 (Tabla 2). De esto resulta un poco menos del 10% de la poblacion que sigue sin aceso a

agua potable en 2015 (Mora Alvarado, Mata Solano, & Portuguez, 2016).

27

Tabla 2 Porcentaje de población abastecida con agua con tratamiento y/o desinfección 2009-2015

Fuente: Mora Alvarado, Mata Solano, & Portuguez, 2016

Ilustración 4 Porcentaje de población cubierta con agua potable y no potable de los acueductos administrados y operados por el

AyA entre 1989 y 2015

Fuente: Mora Alvarado, Mata Solano, & Portuguez, 2016

28

Ilustración 5 Porcentaje de población cubierta con agua potable y no potable de los acueductos administrados y operados por

municipios entre 1989 y 2015

Fuente: Mora Alvarado, Mata Solano, & Portuguez, 2016

29

Ilustración 6 Porcentaje de población cubierta con agua potable y no potable de los

acueductos administrados y operados por CAAR´s/Asadas entre 1999 y 2015

Fuente: Mora Alvarado, Mata Solano, & Portuguez, 2016

30

Ilustración 7 Porcentaje de población cubierta con agua potable y no potable de los

acueductos en Costa Rica entre 1991 y 2015

Fuente: Mora Alvarado, Mata Solano, & Portuguez, 2016

31

Las redes de alcantarillado y Plantas Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) fueron primero

construidas en las ciudades del Area Metropolitana. Sin embargo, "la falta de operación y mantenimiento

las llevó a su completo deterioro y por ende a estar fuera de operación, por lo que actualmente las aguas residuales

recolectadas en sus redes son descargadas directamente a los ríos sin tratamiento alguno, son el caso de las ciudades de

San José, Cartago, Alajuela y Heredia" (AyA, 2009, p.5). El primer alcantarillado sanitario se construyó

en 1911 en San José, seguido por la construcción de dos colectores en 1930 y sus PTAR respectivas

en los años 1940; sin embargo, la falta de operación y mantenimiento como mencionado anteriormente los

llevó a un gran deterioro en los años 1960s (AyA, 2009).

Entre 1911 y 1943, se construyeron los alcantarillados sanitarios, extensiones y PTAR en las grandes

ciudades del país (AyA, 2009):

San José construyó y extendió los colectores administrados por el AyA.

Cartago accede a su alcantarillado sanitario en 1911 administrado por la Municipalidad y su

extensión en 1962, mientras su PTAR se construyó en 1943 (sus estructuras ya no existen).

La construcción del alcantarillado de Alajuela administrada por la municipalidad se extendió

desde 1936 hasta la mitad de la década de 1940; mientras que en 1943 se construyó la PTAR

conocida, actualmente fuera de operación.

En Heredia el alcantarillado sanitario se construyó en los años 1940 administrado por la

ESPH14. Su PTAR se construyó en 1943 y actualmente se encuentra fuera de operación. El

país lleva cerca de diecisiete años tratando de desarrollar un proyecto que permita recolectar

y tratar las aguas residuales, que se producen en el área metropolitana de la provincia de San

José.

En 2006 fue aprobado por la Asamblea Legislativa un crédito para la implementación del “Proyecto

de Mejoramiento Ambiental de Área Metropolitana de San José”, "en el cual se pretende rehabilitar la red

de alcantarillado sanitario existente, extender colectores y redes y construir una PTAR para mejorar las condiciones

ambientales y de salud de tan poblada zona" (AyA, 2009, p. 5).

La legislación relativas a las descargas de aguas residuales está contemplado “en la Ley Orgánica del

Ambiente, Ley General de Salud, Ley de Conservación de la Vida Silvestre, Ley Constitutiva del Instituto

Costarricense de Acueductos y Alcantarillados y los decretos derivados de estas leyes, siendo necesario armonizar las

competencias institucionales que existen entre los suscriptores del Presente Convenio, como un requisito para aplicar de

forma efectiva la legislación correspondiente a este tema, cumpliendo así con la legislación ambiental en general que es

un compromiso sine qua non del Tratado de Libre Comercio República Dominicana-Centroamérica y Estados Unidos

(RD-CAFTA), que forma parte de la legislación interna de Costa Rica y que en su Capítulo Ambiental, manda

14

La Empresa de Servicios Públicos de Heredia S.A. es una empresa autónoma que presta múltiples servicios públicos y que fue constituida bajo una ley privada. Esta empresa brinda servicios de agua, alcantarillado y electricidad a la provincia de Heredia, en la zona norte del país, atendiendo al 5% de la población costarricense (Fennell López, 2013)

32

entre otros, a garantizar los procedimientos administrativos de acuerdo con la legislación nacional de cada suscriptor en

materia de ambiente” (AyA, 2009, p.7).

Como resultado, se observa que el uso de tanques sépticos ha aumentado desde los años 2000 para

la disposición de excretas, mientras que el uso de alcantarillado ha disminuido. Este cambio puede

explicarse por el desarrollo urbano más rápido que el desarrollo del sistema de alcantarillado,

llevando a las poblaciones a desarrollarse de manera autónoma (Ilustración 8) (Mora Alvarado et al.,

2016).

Ilustración 8 Evolución de la disposición de excretas por medio de tanques servicios y

alcantarillados en Costa Rica 2000-2015

Fuente: Mora Alvarado et al., 2016

3.2 Agua para consumo Humano y clase de servicio sanitario

El país cuenta con una legislación que reconoce las aguas y sus cauces como bienes de dominio

público inalienables y de completo dominio del Estado (la Constitución de Costa Rica) y que los

recursos hídricos son públicos (Código de Minería). Costa Rica también cuenta con la Ley Orgánica

del Ambiente y la Ley de Aguas No. 276 que impone estudios de impacto ambiental en proyectos de

recursos hídricos, y regula el dominio, uso y aprovechamiento de las aguas, respectivamente. La

calidad del agua está regulada por la Ley General de Salud No. 5 395 (PGR, s. f.).

33

En 2016 el INEC (2016) reporta que 99.4% de la población costarricense acede al agua por cañería,

dentro del cual 97.7% acede por tubería dentro de la vivienda, 1.5% por tubería fuera de la vivienda

dentro del lote, y 0.2 % por tubería fuera el lote o edificio. Solamente 0.6% de la población

interrogada no tiene acceso a ningún tipo de abastecimiento de agua (Tabla 3) (INEC, 2017). Sin

embargo, en 2015 el AyA en el Informe de Calidad de Agua demuestra que, 99.4% de la población

es cubierta por cañería de los cuales 28.9% no es potable (Tabla 4).

Tabla 3 Total de viviendas ocupadas por total de ocupantes y promedio de ocupantes por

vivienda por: tipo de abastecimiento del agua en 2016

Tipo de abastecimiento de agua por cañería

Total Total Tubería dentro

de la vivienda

Tubería fuera la

vivienda dentro el

lote

Tubería fuera el

lote o edificio

Igno

rado

No

tiene

Vivie

ndas

1 465

259

1 456

680

1 431 691 21 906 3 083 - 8

579

Ocup

antes

4 889

762

4 861

724

4 770 405 79 251 12 068 - 28

038

Prom

edio

3,3 3,3 3,3 3,6 3,9 - 3,3

Fuente: INEC, 2017

Tabla 4 Agua para consumo Humano: estimación general de cobertura y calidad en Costa

Rica en 2015

Abastecimiento Población

cubierta en %

Población con agua

potable en %

Población con agua

no potable en %

Aya 46.7 99.0 1.0

Municipalidades 14.0 90.0 10.0

ESPH 4.7 97.5 2.5

CAAR/ASADAS 17.6 80.0 20.0

CAAR/ASADAS 11.5 80.0 20.0

Subtotal por entidad operadora 94.5 91.7 8.3

Otros con cañería intradomiciliar 3.2 91.7 8.3

Otros con agua por cañería en el

patio

1.7 91.7 8.3

Subtotal de población abastecida por

cañería

99.4 91.7 8.3

Sin tubería: pozos-nacientes 0.6 0.0 100

Totales 100 91.2 8.8

34

Fuente: Mora Alvarado et al., 2016

En cuanto a los alcantarillados, en 2016 74,3% de la población del país depende de tanques sépticos,

22.1% está conectado a alcantarillado o cloaca mientras 1.7% usan pozos negros o letrinas y 0.3% no

tiene sistema de disposición de execra. Se puede observar que existen pocas diferencias entre las

zonas urbanas y zonas rurales (Tabla 5) (INEC, 2017).

Tabla 5 Total de viviendas ocupadas y total de ocupantes por: clase de servicio sanitario

Clase de servicio sanitario

Tota

l

Alcantari

lla cloaca

Tanque

séptico

Tanque séptico con

tratamiento (fosa séptica)

**

Pozo

negro o

letrina

Otro

sistem

a

Igno

rado

No

tiene

Vivie

ndas

1

465

259

323 942 1089

404

20 861 24 442 2 379 - 4

231

Ocup

antes

4

889

762

1 039

554

3 676

197

69 352 85 290 7 841 - 11

528

Prom

edio

3,3 3,2 3,4 3,3 3,5 3,3 - 2,7

Fuente: INEC, 2017

3.3 Monitoreo del agua y nueva ley de agua

En Costa Rica la población parece tener un acceso bastante desarrollado al agua y sistemas

sanitarios. Sin embargo, los desafíos en cuanto el manejo de agua se ubican en la contaminación y la

gestión de los recursos hídricos mismos. La Gobernabilidad del Agua presenta grandes deficiencias,

"desde los procesos administrativos de los entes públicos hasta el consumidor de agua embotellada; pero con un dato

preocupante de que solo el 3,7% contaban con Plantas Tratamiento de Aguas Residuales (AyA, INEC, 2007) y un

16,2% de la población no cuenta con agua potable (727.809 personas)" (FES, 2014).

En este contexto, el monitoreo de los recursos hídricos para asesorar el impacto de las diferentes

leyes, reglamentos, decretos, y creación de las diferentes instituciones públicas, fue escaso hasta la

década del 2010. De hecho, las iniciativas de evaluación de la calidad de las aguas realizadas en Costa

Rica han sido esfuerzos aislados con fines específicos que responden más a proyectos de

investigación realizados en períodos cortos de medición (Yamileth Astorga, 2006). El Estado de la

Nación (2006) declaró en 2006 “no existe en el país un sistema de monitoreo de calidad de agua superficial

establecido, organizado y coordinado. Actualmente son varias las instituciones que intentan impulsar sistemas de

evaluación de calidad del agua superficial, sin coordinación ninguna y concentrados casi exclusivamente en la Cuenca

35

del Río Grande de Tárcoles” (p. 15). Asimismo, el monitoreo del agua subterránea sufrió la misma

carencia hasta el 2015. Por lo tanto, faltan los indicadores para examinar el manejo nacional de los

recursos hídricos.

La cantidad y calidad del agua subterránea no está aun completamente determinada y el país ha

empezado un proceso de investigación para conocer a los acuíferos. Cuatro recursos fueron

identificados (FAO, 2016):

“Acuíferos en llanuras aluviales del Pacífico y Atlántico: en las faldas de las cordilleras de Guanacaste,

Central y de Talamanca.

Acuíferos en cuencas intermontanas de las cordilleras Volcánica Central y de Guanacaste: los más

importantes para el abastecimiento público de San José y de las principales ciudades del interior del país.

Acuíferos de baja producción en rocas sedimentarias y volcánicas del Terciario: producciones bajas, pero

cumplen una importante función para el abastecimiento público de pequeñas poblaciones en todo el país.

Acuíferos costeros desarrollados en más de treinta microcuencas de tipo aluvional: abastecen de agua a las

principales localidades costeras”.

Tampoco existe un sistema de monitoreo de calidad de agua superficial adecuado (Entrevista I2,

2017). Esfuerzos han sido emprendidos en la Cuenca del Río Grande de Tárcoles por instituciones

tales como la Dirección de Gestión de Calidad Ambiental del MINAE, el Departamento de

Protección al Ambiente Humano del MINSA y la Compañía Nacional de Fuerza y Luz, apoyadas

por el Instituto Tecnológico de Costa Rica, la Universidad Nacional y la Universidad de Costa Rica.

Sin embargo, la falta de coordinación impide la eficiencia de los sistemas desarrollados (Entrevista

I2, 2017).

En este contexto, según la Dirección de Agua, el mayor reto es rescatar la salud ambiental de

cantidad importante de los ríos del país (Entrevista I2, 2017). En 2013, el informe DFOE-AE-IF-

01-2013 de La Contraloría General de la República declara: “el país enfrenta un escenario de contaminación

hídrica sin control, que tiene altamente afectadas cuencas hidrográficas importantes como Grande de Tárcoles, Grande

de Térraba, Tempisque y Reventazón. Esta contaminación incide desfavorablemente en las playas del país, en la

acuicultura y en el balance de los ecosistemas acuáticos como es el caso de la degradación de los arrecifes coralinos.

Además, amenaza la cobertura nacional de agua potable que no alcanza el 100%, siendo las comunidades rurales las

más afectadas” (CGR, 2013, p. 44). De hecho, la calidad del agua superficial en las cuencas que

abastecen las plantas potabilizadoras ha sido deteriorada por la erosión y fuentes de contaminación

puntuales y continuas (desechos líquidos industriales y domésticos tales como prácticas

agropecuarias y por el desarrollo urbano (Espinoza, Morera, Mora, & Toores, 2004).

En directa relación con lo precedente, el manejo de las aguas residuales también constituye un mayor

reto porque el país experimenta, en lo relativo a la cobertura de saneamiento actual, menos tanques,

más colectores, y el mismo tratamiento (Entrevista I2, 2017; Angulo, 2012). Angulo (2012) declara

36

que la red de alcantarillado sanitario en 2012 pudo haber aumentado el caudal de descarga de agua

residual sin tratamiento en los ríos porque se ha mantenido el 3,6% de la población, cuyas aguas

residuales reciben algún tratamiento, indistintamente de si cumplen o no con la normativa en salud y

límites de descarga establecidos en el Reglamento de Vertidos Decreto 33601-MINAE-S entre 2007

y 2012.

Asimismo, el aumento de la carga orgánica, la aparición de metales pesados, químicos y otros

contaminantes en los ríos de la GAM y zonas periféricas, principalmente en áreas de desarrollo

urbano, ha sido identificado (CGR, 2013). Esta contaminación se debe a que las cabeceras de

provincia y cantones que cuentan con red sanitaria, en la mayoría de los casos, canalizan las aguas

residuales directamente a los ríos. La red sanitaria del Ministerio no cuenta con otra base centralizada

que permita el control de los sistemas de tratamiento de agua residual existentes. A esto se suma la

falta de leyes, decretos o similares que regulen el uso y construcción de tanques sépticos (Angulo,

2012).

Para enfrentar estos retos, el país actualmente cuenta con una Agenda del Agua, Política Nacional

Hídrica (2008), una Estrategia para la Gestión Integrada del Recurso Hídrico (2006), un Plan

Nacional de Gestión Integrada del Recurso Hídrico (PNGIRH 2009), una Política Nacional de

Saneamiento en Aguas Residuales 2016-2045 y otros diversos instrumentos de planificación hídrica.

Sin embargo, "no se ha logrado establecer un adecuado manejo de este recurso que integre el desempeño institucional,

asegure su uso equitativo y una protección debida" (Ballestero, 2013, p. 1), por su sistema inadecuado de

manejo basado en limites administrativas y no cuencas, y la obsolescencia de la legislación del

recurso, el cual, por ejemplo, fue criticado por la ausencia de claridad en cuanto la repetición de las

responsabilidades entre entidades públicas involucrada en el manejo de agua. Por lo tanto, la

gobernanza del agua15 se presenta también como un reto (Entrevista I2, 2017).

La evolución de la población costarricense y el desarrollo del país superó el paradigma de gestión de

la ley de agua, principalmente centrada en las aguas superficiales, obviando las aguas subterráneas a

pesar de una estimación de 70% de abastecimiento de agua a partir de fuentes subterráneas, y brindó

la necesidad de una nueva legislación relativa a los recursos hídricos (GWP, 2014).

De acuerdo con la actual gobernabilidad del agua, el recurso es gestionado por una institucionalidad

fragmentada y con competencias que se traslapan. La Ley de agua está en vigencia desde 1942

resultando en una normativa legal actual de gestión del agua sin principios modernos e

internacionales para garantizar la seguridad hídrica nacional, tales como los principios de la Gestión

Integrada de los Recursos Hídricos establecidos en Dublín en 1992 (GWP, s. f.). El marco legal

15 El PNUD define la gobernabilidad del agua como: “El conjunto de sistemas políticos, sociales, económicos y administrativos encargados de

desarrollar y gestionar los recursos hídricos y su distribución. La gobernabilidad del agua cubre así mismo un conjunto de temas íntimamente ligados al agua,

desde la salud y la seguridad alimentaria hasta el desarrollo económico, el uso de la tierra y la preservación del entorno natural del que dependen nuestros

recursos de agua” (Castillo Guerrero & Madriga lRamírez, 2013).

37

actual del país se enfoca principalmente en la atribución de las responsabilidades a las instituciones

del Estado para el control y toma de decisiones. Por lo tanto, las instituciones no tienen los

instrumentos para implementar medidas de represión a personas físicas o jurídicas en caso de uso

ilegal del agua, reto exacerbado por la falta de datos fiables acerca de la disponibilidad de agua

(Astorga, 2016).

El Congreso de Costa Rica aprobó en primer debate el proyecto de ley de aguas en marzo del 2014 y

se posiciona como precursor en las reformas de agua en América Central, por promover una rectoría

clara a partir de una evolución en el marco institucional vigente por permitir la participación

ciudadana en estructuras regionalizadas para la gestión del agua basados en unidades hidrológicas,

reconociendo el Derecho Humano al agua y al saneamiento, y por considerar modificaciones al

otorgamiento de concesiones para el aprovechamiento de aguas con el fin de contribuir al uso

sostenible de este importante recurso (GWP, 2014). En este contexto ha sido propuesta una nueva

Ley de Agua. Esta nueva Ley crea una normativa para asegurar la sostenibilidad, incluyendo nuevos

principios rectores hacia la gestión del agua tales como (Yamilteh Astorga, 2016):

Acceso al agua para consumo humano y al saneamiento, como un derecho humano

fundamental e indispensable.

Preventivo y precautorio, procurando la mayor protección y la adopción de medidas eficaces

para impedir su deterioro.

Internalización de costos en relación al uso y a su contaminación, considerados aquellos de

índole económica, financiera, ambiental y social.

Participación ciudadana, garantizando y fomentando a todo nivel que todas las personas

tengan el derecho a contar con información y a participar en la toma de decisiones y en las

acciones.

Planificación del agua en función del ciclo hidrológico e hidrosocial, respetando la función y

los servicios de los ecosistemas, así como asegurar la sostenibilidad económica y la gestión

integral del recurso hídrico.

38

4 Residuos sólidos

4.1 Un manejo reciente

Históricamente los desechos sólidos en Costa Rica no se han beneficiado de un plan de manejo

formal y su manejo se ha regido por el Código Sanitario (Entrevista I3, 2017).

"La política de gestión de desechos sólidos en Costa Rica se había caracterizado por la tendencia a la

concentración de los sitios de deposición, sobre todo en el caso de las principales ciudades del entonces llamado

Valle Central, hoy denominado GAM [Gran Área Metropolitana], dentro de la cual los desechos sólidos de

los cantones centrales con muy alta concentración de población se han tendido a depositar en los cantones

periféricos, menos urbanizados" (Boza Ramírez, 2005, p 104).

Sin embargo, el desarrollo urbano produjo un déficit territorial en las zonas más urbanizadas del

Valle Central, creando un aumento de los precios de la tierra y una falta de emplazamiento para la

deposición de los desechos (Boza Ramírez, 2005, Entrevista I3, 2017). En este contexto, los

desechos fueron luego depositados en terrenos en otros cantones menos urbanizados, de manera

que resultara una más baja “probabilidad de que se generara una fuerte oposición o resultaren

afectados los asentamientos con pobladores de más altos ingresos” (Boza Ramírez, 2005).

No obstante, a mediados del siglo XIX la disposición de los desechos creó problemas de salud

pública y llevó a las poblaciones a tomar acciones en consecuencia tales como quejas, demandas,

diligencias judiciales y movilizaciones públicas denunciando la contaminación. Los problemas de

disponibilidad de agua presentados en el capítulo precedente exacerbaron el impacto de la

contaminación por desechos sólidos (Rojas, 2000, Entrevista I3, 2017). Por lo tanto, entre los 1940s

y los 50s creció la preocupación pública por el tema y esta situación obligó al estado a retomar el

establecimiento del proceso centralizador y concentrador en la gestión y deposición de los desechos

sólidos, y a examinar la implementación de métodos alternativos de deposición y aprovechamiento

(Boza Ramírez, 2005).

La consolidación de la industrialización sustitutiva de importaciones, y luego, también la del

ensamblaje, enfatizó el problema de desechos a partir de los años 50s hasta los 70s. Este fue

enfrentado con una política pública con fundamento estatal, encargándose el estado de la

recolección de los desechos sólidos, del transporte y de su colocación en los crematorios. La

centralización de la política pública llevó a limitar las capacidades de las municipalidades a manejar

los desechos sólidos. Por lo tanto, las estrategias de manejo de desechos se transformaron en su

deposición en un terreno muy quebrado para ser quemados (Boza Ramírez, 2005).

En 1973 fue promulgada la Ley General de Salud y establece por primera vez la obligación para los

administrados de separar y reciclar los “desechos” y también la responsabilidad de las

39

Municipalidades en facilitar la recolección, el acarreo y la disposición final de los desechos

(MINSALUD, 2016, Entrevista I3, 2017).

De forma paralela el incremento de la población de Costa Rica se vio igualmente acompañada de un

crecimiento en la producción de desechos. Además, un aumento del volumen y de la cantidad de

materiales recuperables creo competencia entre los mismos empleados municipales recolectores de

basura y los “buzos” promoviendo el surgimiento de microempresas. Al experimentar este

crecimiento, políticos, empresarios y empresas trasnacionales se involucraron en el negocio. Sin

embargo, la planificación, el ordenamiento, la supervisión, la fiscalización y el control del manejo de

desechos no supo contestar a la magnitud y la complejidad del problema (Boza Ramírez, 2005).

En los años 80s, el aumento demográfico y a la conurbación hizo entrar la gestión de los desechos

sólidos domiciliares en la agenda pública con el Reglamento sobre el manejo de basuras (Boza

Ramírez, 2005), sin embargo, a partir de los 90s, la discontinuidad entre las políticas

gubernamentales llevó las políticas públicas a un enfoque estrictamente sobre la finalidad de los

desechos (Martínez & Zuñiga, 2012, MINSALUD, 2016). En consecuencia, de esta falta de gestión

adecuada, se declara en 1991 el manejo de residuos sólidos emergencia nacional mediante el

Decreto Ejecutivo N° 20429 declara emergencia nacional la contaminación ambiental por desechos

sólidos y “Plan Nacional de Manejo de Desechos Sólidos” está elaborado (Martínez & Zuñiga,

2012).

Mientras que el informe publicado en 1995 por la Contraloría General de la República (1990-1994)

declara que el problema de gestión de desechos tiende a resolverse con la creación de mega rellenos

regionales (Boza Ramírez, 2005), la nueva administración centra el enfoque del manejo de los

residuos sólidos en gestionar la disposición final de residuos sólidos a nivel local entre 1994-1998

(Martínez & Zuñiga, 2012). Este paso descentraliza la gestión al sector privado y a las

municipalidades promoviendo la construcción de rellenos sanitarios regionales y se declara

emergencia nacional el problema de residuos sólidos, nuevamente mediante decreto ejecutivo

(Martínez & Zuñiga, 2012). La aprobación del nuevo Código Municipal en 1998 trasladó dichas

responsabilidades a las municipalidades, sin embargo, la falta de capacidad humana, técnica y

económica llevó a un servicio deficiente (Boza Ramírez, 2005).

Sin embargo, los desafíos presentados por la política de gestión de los desechos sólidos persistieron

hasta los años 2000.

Hasta 2005, la política de gestión de los desechos sólidos consistía en la inexistencia de una política, donde el

laissez faire, laissez passer constituía la atmósfera dominante, y cada actor social se beneficiaba o podía ser

perjudicado de acuerdo con sus posibilidades de influencia política. A mediados de la década de los noventa, la

proporción de población costarricense que habitaba áreas metropolitanas en relación con la población urbana

total, estaba por encima del promedio centroamericano, el cual era del 44%. Además, en lo que respecta al

40

volumen absoluto de generación de desechos sólidos dentro de las áreas metropolitanas, Costa Rica también se

encontraba por encima del promedio centroamericano (Boza Ramírez, 2005, p.106).

Consciente del problema el Informe Final del Plan Nacional de Manejo de Desechos Sólidos

(PNMDS) (2003) declara "a los entes gubernamentales responsables de la salud ambiental de Costa

Rica, les interese un Plan Nacional de Manejo de Desechos Sólidos compatible con el ambiente, en

un plazo de diez años" con la meta de lograr sustanciales para resolver el problema de manejo de

desechos. Además, el Informe de Desechos Sólidos realizado por el IFAM indica la falta de trámites

relacionados con la implementación y seguimiento del PNMDS a pesar de los esfuerzos para la

implementación del Plan desde un plano administrativo. Por ejemplo, en lo relativo al Decreto

Ejecutivo Nº 22932-S-MIRENEM del 3 de marzo de 1994 que promueve una estrategia nacional

para el manejo de desechos encargado al Ministerio de la Salud, y al Reglamento de Rellenos

Sanitarios mediante decreto N° 22595 del 14 de octubre de 1993, el cual viene a llenar un vacío legal.

Sin embargo, el plan nunca se implementó y la estrategia tampoco se elaboró (Martínez & Zuñiga,

2012).

Luego, el marco reglamentario de residuos sólidos fue reformado encargando a los gobiernos locales

y haciéndolos responsables de la supervisión y control de la calidad del servicio. Este reglamento es

respaldado por el Reglamento de Manejo de Basuras (Entrevista I3, 2017). Durante esta

administración se lograron avances significativos tales como una mejor regulación y, en 2006, inició

el Programa de Competitividad y Medio Ambiente (CYMA), impulsando un nuevo marco político y

regulatorio. El CYMA junto con el Plan de Residuos Sólidos Costa Rica (PRESOL), elaborado en

2007, modernizó la gestión de desechos sólidos, también tomando en cuenta su valorización y

aprovechamiento y la creación participativa de la Ley de Gestión Integral de Residuos (Martínez &

Zuñiga, 2012, Entrevista I3, 2017)(Martínez & Zuñiga, 2012). A través de estos últimos esfuerzos

relativos al manejo de residuos fueron realizados diferentes estudios. se capacitaron los sectores

involucrados, se promovió el intercambio de información, conocimiento y prácticas ambientalmente

amigables (Martínez & Zuñiga, 2012).

En este contexto, la Gran Área Metropolitana (GAM) mencionada anteriormente es de particular

interés por reunir 60% de la población del país y representar 4% del territorio nacional. Por lo tanto,

la mayor cantidad de desechos sólidos domésticos son producidos en esta área y el tipo y magnitud

de los problemas que son propios de la GAM son un tema central para las estrategias de políticas

públicas de gestión de desechos sólidos, la sistematización y creación de los elementos normativos

(leyes, reglamentos y decretos), sus aplicaciones, y la construcción y gestión física de los principales

centros de deposición (Boza Ramírez, 2005).

El diagnóstico realizado para el diseño del PRESOL presenta una comparación de la generación de

residuos sólidos en zonas urbanas entre 1991 y 2006 (Tabla 6). En 1991 el Plan Nacional de

Desechos estimaba la cantidad de residuos domiciliarios diarios en 1.395 toneladas, cifra que se vio

41

multiplicada por 2,5 aproximadamente en 2006 estimándose una mayor generación de residuos en

las grandes municipalidades (San José, Desamparados y Alajuela) (más de 1 kg por habitante por día)

(CYMA, 2007). Esta diferencia se explica por factores conocidos tales como el grado de

urbanización, el tamaño, la densidad poblacional, el nivel de ingreso, los patrones de consumo y el

nivel socioeconómico.

Tabla 6 Generación de Residuos sólidos en 2006 y 1991

Generación de Residuos sólidos

(Kg/Hab/Dia)

Generación absoluta

(ton/dia)

Generación en

2006

0,854 3,578.22

Generación en

1991

0,47 1,395

Fuente: CYMA, 2007

En cuanto la cobertura el INEC (2006) estima que en las municipalidades de tamaño grande, 78,49%

de la población recibía el servicio de recolección, en las municipalidades medianas el 79.86 % y en las

pequeñas municipalidades el 63.17% (Tabla 7), mostrando que las municipalidades medianas son

ligeramente más eficientes que las grandes, dejando las municipalidades pequeñas con un atraso más

significativo.

Tabla 7 Cobertura y población servida

Tamaño municipal Cobertura (%) Total Población Población servida

Grande (más de 200

000 habitantes)

78,49 836.820 656.820

Mediano (entre 50

001 y 200 000

habitantes)

79,86 2.017.877 1.611.476

Pequeña (menos de

50 000 habitantes)

63,17 1.547.303 977.431

Total Promedio ponderado

de cobertura 73,73

4.402.000 3.245.727

Fuente: EVAL, 2002; INEC, 2006

El incremento en la recolección de desechos ocurre en la Municipalidad de San José y también en las

municipalidades de los cantones de la Valle Central entre 2000 y 2002. “Para el año 2006 se estimaba

que se generaban 3 784 toneladas de residuos ordinarios (o municipales) en Costa Rica, lo que equivale a un aumento

de 2,7 veces lo que se producía en 1991. En cantones urbanos se genera un aproximado de 1,1 kilogramos de residuos

42

por persona por día. De estos residuos aproximadamente un 55% corresponde a residuos orgánicos, 15,5% a papel y

cartón y 11,5% a plásticos” (MINSALUD, 2016. p. 13).

Una disminución en la recolección se observa también en las cantidades de desechos recolectados

por las municipalidades como se demuestra en la Municipalidad de San José entre 2003 y 2004

(ilustración 9). Está disminución se puede explicar por el trabajo paralelo realizado por la

municipalidad de San José promoviendo la sensibilización al problema de los desechos a través de

programas permanentes incluyendo educación ambiental, la participación de microempresas en la

recuperación de desechos, un programa permanente de educación ambiental dirigido a los niños

(Soto, 2005).

Ilustración 1 Cantidades de desechos recolectados en la Municipalidad de San José entre

1978 y 2004

Fuente: Soto, 2005

No obstante, Mario Ramírez Boza (2005) reporta un aumento en la producción de desechos sólidos

en todo el país, mayormente en las zonas urbanas, junto con una falta de análisis de las políticas

públicas de gestión de desechos sólidos, de la organización pública y del ordenamiento normativo.

Por lo tanto, “su dinámica ha sido mediatizada por diferentes factores que van desde las percepciones hasta la

geología, pasando por la cultura, la geografía y las políticas públicas. Aunque los efectos de la producción, gestión y

deposición de los desechos sólidos son más difusos que otros impactos ambientales para los pobladores y para la

sociedad en su conjunto, no por ello son menos importantes, pues son más visibles que la contaminación química y la

bacteriológica” (Ramírez Boza, 2005, p. 106).

43

En cuanto a la evolución de la eliminación de la basura, el INEC (2017) demuestra que mientras la

recolección de basura por medio de camiones ha aumentado entre 2010 y 2016, la quema de basura

y la bota de desechos en lote baldío permanecen aproximadamente constantes, y el enterramiento

disminuye. El aumento en la recolección por camión se puede también explicar por el aumento de

producción de desechos sólidos por parte de la población, el aumento mismo de la población urbana

y el desarrollo urbano (Ilustración 10).

Ilustración 2 Evolución de la eliminación de la basura en Costa Rica entre 2010 y 2016

Fuente: Elaboración propia, datos: INEC, 2017

En el año 2009 el programa dirigió sus esfuerzos a la aplicación del Plan Nacional de Residuos

Sólidos (PRESOL) y a la mejora y aprobación de la Ley para la Gestión Integral de Residuos. Este

mismo año se logró la elaboración de la versión final del Reglamento de Residuos electrónicos, así

como los reglamentos para el manejo de residuos sólidos ordinarios y para la recuperación de

residuos sólidos valorizables (Martínez & Zuñiga, 2012).

En el año 2010 la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas

(CEPAL) estimó que la generación de residuos para el año 2009, la cual se fijó en una generación de

4.140 ton/día de residuos sólidos ordinarios en Costa Rica, lo que equivale alrededor de 0,90

kg/persona-día en el promedio del país. Por lo tanto, para el año 2008, se ve una disminución

(Martínez & Zuñiga, 2012) que podría explicar se por las acciones emprendidas por parte de las

municipalidades tales como las anteriormente mencionadas para la Municipalidad de San José.

44

En 2010 fue promulgada la Ley para la Gestión Integral de Residuos (MINSALUD, 2016, Entrevista

I3, 2017) con la finalidad de regular los residuos y reciclar materia prima que puede ser útil en otros

procesos productivos provocando el cierre técnico de 10 de los 38 vertederos en 2014. De esta

manera se explica el incremento de la producción de residuos en Costa Rica entre 2011 y 2014

tomando en cuenta el crecimiento rápido de la población (aproximadamente un 1%) y demostrando

la mayor cantidad de residuos reciclados con la consecuente disminución de desechos dispuestos en

vertederos. La Ley para la Gestión Integral de Residuos viene acompañada de su respetiva

reglamentación (Anexo 1). En 2011 y 2014 se estimó que se generaba 3955 toneladas y 4000

toneladas diarias respectivamente (MINSALUD, 2016).

Tabla 3 Categoría de desechos reciclados y sus estimaciones

Fuente: CYMA, 2007

45

En cuanto al reciclaje de residuos sólidos, existen esfuerzos puntuales en el mercado del reciclaje

tanto a nivel formal como informal. Las fuentes más relevantes acerca de estos son un estudio de

FEDEMUR del año 2005 y varios estudios realizados en la municipalidad de San José. El “Reporte

Nacional de Manejo de Materiales 2006” contiene una evaluación ambiental, los datos disponibles, la

situación de la recolección separada, el tratamiento, infraestructura y organizaciones trabajando con

materiales reciclables. En el reporte se encuentran las seis categorías de desechos reciclados y sus

estimaciones (Tabla 8) (CYMA, 2007).

4.2 Residuos sólidos generadas diariamente y recolectados

En 2016 se estimó que de las 4000 toneladas de residuos sólidos generadas diariamente en el país

3000 toneladas se reciclan, se exportan o llegan a rellenos sanitarios (MINSALUD, 2016a).

Entre el 01 de enero y el 31 de diciembre del 2014 una evaluación de las 81 municipalidades del país

en cuanto a la prestación accesible, selectiva, periódica y eficiente del servicio de recolección de

residuos ordinarios por 2016 la Contraloría General de la Republica demostró que (CGR, 2016, p 1):

“En 70 de los 81 gobiernos locales existen comunidades que no tienen acceso al servicio municipal de

recolección de residuos. Se estima que 87 distritos de 481 no tienen acceso a dicho servicio. En consecuencia,

en las comunidades donde no existe el servicio, sus habitantes por lo general, recurren a utilizar métodos o

prácticas no controladas tales como: enterrarlos, quemarlos o botarlos en un lote baldío.

La frecuencia definida para la recolección de residuos representa en algunos casos un riesgo en tanto los

ciudadanos podrían verse motivados a utilizar prácticas como la quema de residuos o su disposición en cuerpos

de agua, o bien, a causa de la desigualdad en el trato a los usuarios del servicio cuando se cobra una misma

tasa por el servicio de recolección, pero se brinda una frecuencia de recolección distinta.

El acceso y la frecuencia de un servicio que le garantice a los ciudadanos la recolección de residuos selectiva

sigue siendo limitado, ya que en la mayoría de los gobiernos locales no se realiza, se carecen de datos para

demostrar el avance, solo ofrecen campañas de recolección ocasionales y los porcentajes de recuperación de

residuos son poco significativos.

Estas situaciones incidieron para que el porcentaje nacional de recuperación de residuos municipales

destinados al reciclaje y compostaje en el 2014 no superara el 1,26%, es decir, de 961,5 mil toneladas

recolectadas en ese año se recuperaron para la valorización 12,1 mil toneladas y las restantes 949,4 mil

toneladas se enviaron a rellenos sanitarios y vertederos municipales.

El servicio de recolección de residuos presenta debilidades en el diseño de las rutas de recolección. Casi la mitad

de los camiones recolectores municipales no se encuentra en óptimas condiciones y el extenso recorrido realizado

en el transporte de los residuos hasta los sitios de disposición final en algunas municipalidades son factores que

tienen repercusiones en la eficiencia, continuidad y cobertura del servicio de recolección”.

En cuanto la disposición final de los desechos, los sitios están categorizados en dos tipos (González

Bonilla, 2012, p.32):

46

“Los que cumplen con la legislación llamados rellenos sanitarios. Estos son los sitios donde se aplica la

técnica mediante la cual diariamente los desechos sólidos se depositan, esparcen, acomodan, compactan y

cubren empleando maquinaria. Su fin es prevenir y evitar daños a la salud y al ambiente, especialmente por

la contaminación de los cuerpos de agua, de los suelos, de la atmósfera y dañosa la población al impedir la

propagación de artrópodos y roedores.

Los que no cumplen con la legislación y son llamados vertederos o botaderos. Estos son los sitios o parajes sin

preparación previa, donde se depositan los desechos sin técnica o mediante técnicas muy rudimentarias y en el

que no se ejerce un control adecuado.”

Sin embargo, en la práctica sitios llamados vertederos controlados o de operación mejorada son

utilizados para la disposición final y estos no son formalmente reconocidos por el Ministerio de

Salud. Estos sitios no cumplen con los requisitos legales, pero cumplen con los requisitos técnicos

para una adecuada disposición final (González Bonilla, 2012).

Los medios de eliminación de la basura fueron estimados en 2016 por el INEC (2017). El camión

recolector resulta ser la primera alternativa para ambas zonas, rural y urbana. Sin embargo, se puede

también notar que 8.9% de la disposición a nivel nacional sigue siendo por quema de basura,

representando el 28.1% en las zonas rurales, mientas que en zonas urbanas solo el 1.7% de la basura

es quemada y donde el camión recolector representa 97.6% (Tabla 9). En 2016 fue emitida la

Estrategia Nacional de Separación, Recuperación y Valorización de Residuos (ENSRVR) 2016-2021.

En esta estrategia está contemplado que "el 84% de las viviendas cuenta con servicio de recolección de residuos

por medio de camión recolector, en tanto que el 10% los queman, un 5% los entierran o disponen en huecos y el

porcentaje restante, los tiran a los cuerpos de agua" (MINSALUD, 2016, p 10).

Tabla 9 Medios de eliminación de la basura en Costa Rica en 2016

Zona y

región

ELIMINACION DE BASURA

Camión

recolector

La botan

en hueco

o la

entierran

La

queman

La

botan

en lote

baldio

La botan

en río,

quebrada

o mar

Otro Ignorado Total

Zona 1 286 035 41 709 130 768 3 635 501 2

611

- 1 465 259

Urbana 1 039 045 4 251 18 032 1 310 358 916 - 1 063 912

Rural 246 990 37 458 112 736 2 325 143 1

695

- 401 347

Fuente: INEC, 2017

En cuanto al reciclaje de residuos sólidos, según el INEC (2016), un 41% a nivel nacional declara

separar residuos en al menos 3 categorías: el plástico, vidrio y aluminio; 35,8% de la población

47

declara separar el papel; y 39% indica separar los restos orgánicos en zona urbana. En zona rural

4,7% más viviendas separan el plástico, vidrio y aluminio y 21,4% más separaran los restos orgánicos

(MINSALUD, 2016).

4.3 Disposición final de residuos y Plan Nacional para la Gestión Integral de Residuos

En Costa Rica la disposición final de residuos domiciliarios continúa siendo un mayor desafío. Para

enfrentar este reto, primero, el Plan Nacional de Desarrollo 2015-2018 plantea la meta de que al

menos un 15% de las 4000 toneladas diarias que actualmente no se gestionan integralmente deben

recibir en los próximos tres años un tratamiento integral (SEPSA, 2015).

En el Plan Nacional para la Gestión Integral de Residuos 2016-2021 se declara que la problemática

de los residuos en Costa Rica que genera costos externos ambientales tales como (MINSALUD,

2016b):

“Los costos ambientales como la contaminación del suelo y de las aguas subterráneas y

superficiales producto de la percolación y escorrentía superficial, respectivamente.

También se contribuye con el calentamiento global, principalmente a través de la

descomposición anaeróbica que genera emisiones de gases de efecto invernadero como el

metano y el dióxido de carbono.

Los costos de salud originados por epidemias y enfermedades derivadas de una mala gestión

de residuos, como la proliferación de mosquitos que transmiten enfermedades, moscas, aves

de carroña, entre otros.

Los costos relacionados con la pérdida de valor del patrimonio paisajístico y su impacto

negativo en actividades inmobiliarias, comerciales, de ocio y de turismo.

Los costos económicos asociados al incremento del impacto de situaciones adversas

originadas por eventos hidrogeometeorológicos.”

En este contexto, las zonas rurales son las áreas más desatendidas por la recolección de residuos, ya

que debido a lejanía y baja densidad poblacional los servicios de recolección no son rentables ni

efectivos. En consecuencia, estas zonas disponen de sus residuos frecuentemente por quema y/o

vertidos directos a cauces de agua, contaminando el ambiente por su inadecuada disposición final de

los residuos. Esta estimado que 25% de los residuos domiciliarios generados en el país no se

recolectan ni reciben una disposición final adecuada, sino que son quemados, el enterrados o

depositados en botaderos clandestinos o directamente en cuerpos de agua.

Por otro lado, la falta de separación en el origen también empeora la contaminación debido a la

composición global de los residuos - muchas veces mezclados con residuos peligrosos. Por lo tanto,

las aguas subterráneas, el suelo y la atmósfera están más contaminados impactando de manera

48

indirecta en la salud humana y 1000 toneladas de residuos se colocan de manera ilegal (en

vertederos, en las calles, ríos, lotes baldíos, y otros) (MINSALUD, 2016b).

En 2016, para orientar las acciones gubernamentales y privadas, se elaboró el Plan Nacional para la

Gestión Integral de Residuos, coordinado por el Ministerio de Salud y que actualizó el PRESOL de

2008, con el fin de implementar la Política Nacional para la Gestión Integral de Residuos 2010-2021.

El Plan Nacional Para La Gestión Integral De Residuos 2016-2021 constata que 70 cantones

(representando un 86% de las Municipalidades y concejos de Distrito del país) cuentan con su

respectivo Plan Municipal para la Gestión Integral de Residuos (PMGIR)16, y está en aumento. Este

plan municipal es promovido y recibe seguimiento del Ministerio de la Salud (MINSALUD, 2016b).

Sin embargo, el informe de la Controlaría declara que “…. la mayoría de gobiernos locales no han

demostrado que el servicio de recolección de residuos a su cargo, se brinda en apego a principios de eficacia y eficiencia,

de modo que se atiendan completamente las necesidades de todos los habitantes del cantón en esta materia, y a su vez,

se garantice la prestación de un servicio con la mejor calidad, con procesos de recolección optimizados, al menor costo

posible y orientado a evitar que se siga desperdiciando el valor que realmente tienen los residuos ordinarios…” (CGR,

2016). Por lo tanto, la cobertura del servicio de recolección y transporte de residuos tanto municipal

como de empresas privadas subcontratadas por las municipalidades para tal efecto continúa siendo

uno de los puntos críticos de la gestión de los residuos sólidos municipales (MINSALUD, 2016b).

El reciclaje también fue presentado como una solución para el país para minimizar los costos e

impactos relacionados a la disposición final de los residuos, tanto ambientales como de salud. Esta

estrategia ofrece la posibilidad de valorizar los residuos creando nuevas oportunidades de trabajo y

trayendo beneficios económicos. En 2016 se emitió la Estrategia Nacional de Separación,

Recuperación y Valorización de Residuos (ENSRVR) 2016-2021, que tiene como objetivo

desarrollar un modelo inclusivo para la gestión integral de los residuos sólidos en el país que permita

el fortalecimiento de las capacidades entre el sector público, sector privado y sociedad civil, del 2016

al 2021. En este contexto, se presenta como un incentivo en 2018 la iniciativa ecocolones, "moneda

sostenible" que pone a disposición de los usuarios una plataforma electrónica, a través de la cual

reciben un valor de cambio económico y virtual que podrán hacer efectivo en un catálogo para

separar y llevar a reciclar sus residuos (Karla Pérez González, 2018).

16 Instrumento de planificación para el manejo de residuos

49

5 Energía

5.1 Evolución de la matriz eléctrica

El crecimiento urbano de la ciudad de San José en 1851 convirtió el sistema de alumbramiento

público en un sistema obsoleto. En este contexto se evidenció la necesidad de una nueva alternativa

que fuera acorde con las demandas del comercio y la industria (ICE, 2017), y en 1882 se autorizó

una de las primeras concesiones exclusivas para desarrollar la luz eléctrica en Costa Rica por un

periodo de quince años (ICE, 2015 citado en Rincón & Molina, 2016). Dos años después se

inauguró el servicio eléctrico en San José (ICE, 2017) al establecerse la primera planta hidroeléctrica

comercial17 construida por la primera compañía generadora de energía eléctrica denominada

“Compañía Eléctrica de Costa Rica" siguiendo el contrato firmado entre las municipalidades de San

José y la Compañía Eléctrica de Costa Rica (Castillo Rincón & Davidovich Molina, 2016). “A partir

de ese acontecimiento se construyeron diversas obras de generación eléctrica en varios lugares del país, como producto de

iniciativas de las municipalidades y de empresarios privados nacionales como extranjeros” (Castillo Rincón &

Davidovich Molina, 2016, p. 17).

En los inicios de la generación y distribución de electricidad en Costa Rica se desarrolla “The Costa

Rican Electric Light and Traction Company” en 1900, la cual construye varias nuevas plantas

ubicadas en la región central. A partir de 1908 esta entidad y sus competidoras, tales como la

compañía Piedad Saldívar y la Compañía Nacional de Electricidad, la Compañía Nacional

Hidroeléctrica, se desarrollan y construyen varias nuevas plantas en la región central. En 1928

después de la creación de la "Liga Cívica Nacional" en 1923, se propuso un Proyecto de Ley que

buscaba la nacionalización de las fuerzas hidroeléctricas del país, que resultó en la creación del

Servicio Nacional de Electricidad (SNE) a través de la Ley 77 del 31 de julio de 1928. El fracaso del

servicio eléctrico de la época llevó a los ciudadanos a establecer la "Asociación Nacional para la

Defensa del Consumidor Eléctrico" en 1945 (ICE, 2017).

A partir de los años 1950 fueron emitidas diversas leyes para regular el sector eléctrico. Durante el

periodo 1951-1982 fueron emitidas y aprobadas 67 leyes sobre energías renovables. Entre ellas 40%

se refieren a autorizaciones municipales para destinar fondos a la compra de materiales o programas

de electrificación en sus cantones, 19 % tratan sobre exoneraciones para la compra o adquisición de

materiales eléctricos, 16% se refieren al otorgamiento de concesiones para la producción de energía

hidroeléctrica, y 11% abordan el tema del financiamiento (Betrano, 2014).

Del 11% relativo al financiamiento,

17 La primera planta hidroeléctrica fue llamada Aranjuez y tenía una fuerza de 75 caballos y generaba 50 kilovatios para 25 lámparas de

carbón.

50

"la ley de aguas define el marco jurídico sobre los usos del agua, la ley de Protección Industrial define un

marco jurídico para el otorgamiento de incentivos - y la ley de reglamentación de la CNFL, establece el

marco de acción de esta empresa. Al final del período destacan, la Nº 6313 “Ley de adquisiciones,

expropiaciones y constitución de servidumbres del Instituto Costarricense de Electricidad” para facilitar

el proceso de expropiaciones de la institución, la ley Nº 4334 “Declaración de zona nacional de reserva

de energía eléctrica la laguna de Arenal de Cote y el río Arenal”, la Creación de una Junta

Administrativa Eléctrica y con la Ley Nº 6084 “Ley de Creación del Servicio de Parques

Nacionales". [...] Por último, se promulgan dos leyes de autorizaciones para adquisición o traspasos”

(Betrano, 2014, p. 10).

Por lo tanto, se produce un fuerte enlace entre la legislación ambiental y la legislación energética, en

el cual las energías hídricas están en el centro de atención.

Las siete leyes relativas a las energías no renovables fueron promulgadas para apoyar las acciones de

electrificación a través de hidrocarburos del ICE y se relacionan con la institución regulatoria y su

estructura. De esta constelación resultó la creación de RECOPE (Ley Nº 3126 “Contrato entre el

Poder Ejecutivo y la Refinadora Costarricense de Petróleo S.A”, Ley Nº 5508 “Ratificación del

Convenio celebrado entre el Gobierno de Costa Rica- la Allied Chemical Corporation, Atico S.A y

RECOPE” y la “Ley para regular las operaciones de la Refinadora Costarricense de Petróleo”).

Finalmente, la ley Nº 5961 llamada “Ley para encomendar al ICE la exploración de los recursos

geotérmicos del país” autoriza al ICE la exploración y desarrollo de los recursos geotérmicos del

país. En consecuencia, 26% de estas leyes trata del financiamiento, y en el caso de las energías no

renovables, 63% tratan de la expansión eléctrica del ICE y 4% construyen el marco de operación de

la empresa pública RECOPE S.A. (Betrano, 2014).

En este contexto se ubicó a partir de 1971 la generación eléctrica de origen hidráulico como

principal fuente contribuyendo con un 66% del insumo energético, seguida por los combustibles

derivados del petróleo con un 33% y, por último, los biocombustibles con un 1%. En cuanto a la

generación eléctrica total, la hidrogeneración de alto nivel de eficiencia contribuyó con un 86%, los

combustibles líquidos con 13% y los biocombustibles con 1% (Tabla 10) (Espinasa, Balza,

Hinestrosa, Sucre, & Anaya, 2017).

51

Tabla 10 Fuentes de generación de electricidad en Costa Rica entre 1971 y 1974

Fuente: Espinasa, Balza, Hinestrosa, Sucre, & Anaya, 2017

Lo anterior ocurre en un contexto donde “la economía costarricense consumía 24.5 mbepd de energía,

principalmente a partir de dos fuentes: biocombustibles y crudo importado. La primera totalizaba 48% del CTE

[Consumo Total de Energía], con casi 12 mbepd compuestos en 80% por leña. Las importaciones de crudo

llegaron a más de 8 mbd, lo que representaba 34% del consumo total energético en este período. […] La tercera fuente

energética, mucho más pequeña que los biocombustibles y el crudo, fueron las importaciones de productos derivados del

petróleo. Este consumo llegó a 2.4 mbepd, lo que representaba 10% del CTE” (Espinasa, Hinestrosa, Sucre, &

Anaya, 2017, p. 32) Por lo tanto se puede notar que, a pesar de una matriz eléctrica a gran mayoría

limpia, el uso de combustible fósiles representa más de un cuarto del consumo total de energía del

país.

Entre 1984 y 1987 la generación eléctrica de origen hidráulico se desarrolló hasta aportar un 92% del

total de los insumos, 7 % proviene de los combustibles líquidos y 1% de los biocombustibles. La

electricidad, por lo tanto, fue generada en un 97% por centrales hidráulicas, en un 2% por plantas a

base de derivados del petróleo y en 0.6% por biocombustibles (Tabla 11) (Espinasa et al., 2017). El

crecimiento del uso de la hidrogeneración puede también explicarse por las crisis del petróleo

de 1973 y 1979, que llevaron al gobierno de Costa Rica a tomar en cuenta el contexto internacional

para sus decisiones (Entrevista I4, 2017).

Tabla 11 Fuentes de generación de electricidad en Costa Rica entre 1984 y 1987

Fuente: Espinasa, Balza, Hinestrosa, Sucre, & Anaya, 2017

52

Durante este periodo, el país se urbanizaba y modernizada, aumentando el transporte automotriz y

un uso todavía enfocado a un uso residencial. Por lo tanto, el uso de biocombustibles se reduzco,

mientras el consumo de energía hidráulica aumento y mayores cantidades de productos derivados

fueron importados (Espinasa, Hinestrosa, Sucre, & Anaya, 2017). “Las importaciones de petróleo crudo

aumentaron 23% para ubicarse en 10.15mbd y representar 29% del consumo total, cinco puntos por debajo del 34%

que representó entre 1971 y 1974. Cabe acotar que la refinería RECOPE había sido nacionalizada en 1975, luego

de un proceso de compra a la compañía Allied Chemical, iniciado en 1972. Finalmente, las importaciones de carbón

siguieron aportando 1% al consumo, total luego de un ligerísimo descenso de 0.003 mbepd.” (Espinasa,

Hinestrosa, Sucre, & Anaya, 2017, p. 36)

Entre 1982 y 1994 fueron promulgadas diez leyes sobre el tema energético, de las cuales 60% tratan

sobre los recursos renovables y el marco regulatorio general (p. ej. sobre el uso racional de la

energía), además, una de ellas trata sobre una concesión. Un nuevo marco de operación se estableció

para la generación eléctrica con fuentes hídricas en la ley Nº 7200 “Ley que autoriza la generación

eléctrica autónoma o paralela”, la cual esta complementada por un artículo que permite al ICE la

compra de energías tales como "aquellas que utilicen como elemento básico los hidrocarburos, el

carbón mineral o el agua" (Betrano, 2014, p. 14). De esta manera fue creado un nuevo marco de

operación para la generación eléctrica con fuentes hídricas que facilita la generación a los operadores

privados y promueve el uso racional de los recursos energéticos (la ley Nº 7169 “Ley de promoción

del desarrollo científico y tecnológico” y la ley Nº 7447 “Regulación del uso racional de la energía”)

(Betrano, 2014).

Las leyes promulgadas relativas a los recursos no renovables tratan del financiamiento y normas

institucionales en general, incluyendo Recope (Ley Nº 7356 “Monopolio a favor del Estado para la

importación, refinación y distribución al mayoreo de petróleo crudo, sus combustibles derivados,

asfaltos y nafta” y la Ley Nº 7152 trata sobre la transformación del Ministerio de Energía y Minas en

Ministerio de Recursos Naturales, Energía y Minas) (Betrano, 2014). "[Durante] este subperíodo se

nota una inclinación de las leyes hacia el marco regulatorio, así como al financiamiento de nuevos

proyectos. Por su parte, se otorgan concesiones, pero en menor medida" (Betrano, 2014, p. 14).

El resultado de la legislación energética en Costa Rica en los años 1990 se observa en la estructura

del subsector eléctrico presentada en la ilustración siguiente (Ilustración 11). Se puede notar que el

ICE está encargado de la generación y transmisión de la electricidad mientras la distribución está

dividida en cuatro diferentes tipos de entidades: empresas municipales, cooperativas, empresas

públicas (CNFL y el ICE).

53

Ilustración 11 Estructura del sector eléctrico, 1990

Fuente: Espinasa, Balza, Hinestrosa, Sucre, & Anaya, 2017

Durante el periodo entre 1994 y 2014 las leyes tienden a establecer marcos regulatorios. Se

establecen nuevos reglamentos para el otorgamiento de concesiones para la creación de energía

hídrica y el tema del financiamiento externo para nuevos proyectos en ambos tipos de energía es

central en la regulación. Veinticinco leyes relacionadas con los recursos energéticos fueron

aprobadas, dentro las cuales 15 están relacionadas con energía renovable (5 regulatorias, 4

relacionadas al financiamiento, 3 a concesiones, y 2 a la Aprobación del Tratado Marco del Mercado

Eléctrico de América Central y su Protocolo). Dentro de esta nueva regulación se observa también

un nuevo marco regulatorio con la ley Nº 8723 “Ley marco de concesión para el aprovechamiento

de las fuerzas hidráulicas para la generación hidroeléctrica”, completada por las leyes Nº 8345

“Participación de las cooperativas de electrificación rural y de las empresas de servicios públicos

municipales en el desarrollo nacional” y la Nº 7789 “Transformación de la Empresa de Servicios

Públicos de Heredia”. De esta manera se sistematizan las concesiones hídricas de las cooperativas,

las empresas de servicios municipales y la ESPH (Betrano, 2014).

Durante este periodo se aprueban 10 leyes correspondientes a las energías no renovables. La ley

marco Nº 7399 regula los términos de los contratos de exploración y búsqueda de hidrocarburos.

Por otro lado, la Nº 7554 “Ley Orgánica del Ambiente” y la Nº 7788 “Ley de la Biodiversidad”

regularizan de manera general el ambiente (Entrevista I4, 2017); y la ley Nº 7593 “Ley de la

Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos” establece las tarifas de los combustibles y el cobro

del factor térmico: "el cobro de tarifas en materia de combustibles y el cobro del factor térmico, la derogatoria de la

54

ley del cobro del factor térmico; una ley que regula el almacenamiento y comercialización de combustible -más con un

carácter de perseguir el delito de uso de combustibles para el narcotráfico" (Betrano, 2014, p. 14). Además, se

promulga una séptima ley de carácter regulatorio derogando todos los impuestos que se habían

creado sobre los hidrocarburos y creando un impuesto único a los combustibles. Por otra parte, se

aprueban dos préstamos para un proyecto geotermal y para un convenio internacional (Betrano,

2014).

Como consecuencia de estos nuevos marcos y de la incorporación de la energía geotérmica y del

repunte de la hidráulica, el consumo de insumos para la generación de electricidad incrementó de

manera significativa entre 1999 y 2002, compuesto por un 48% de energía geotérmica y un 46% de

energía hidráulica. El consumo eléctrico, por su parte, provino todavía principalmente de fuentes

hídricas (81%), debido a los bajos niveles de eficiencia de aprovechamiento de la energía geotérmica

que permitieron una contribución total de 3% (Tabla 12) (Espinasa, Balza, Hinestrosa, Sucre, &

Anaya, 2017).

Tabla 12 Fuentes de generación de electricidad en Costa Rica entre 1999 y 2002

Fuente: Espinasa, Balza, Hinestrosa, Sucre, & Anaya, 2017

A nivel de la matriz energética del país, 1999-2002 representa un periodo de muchos cambios donde

el CTE incrementó de 86% y totalizó 66 mbepd. Aparece la energía geotérmica, mientras la

generación hidroeléctrica se duplicó y las importaciones de producto crecieron de manera

significativa (mayor fuente energética del consumo con 55% del CTE), lo anterior explicado por la

reducción en la operación de la refinería sometida a un proceso de mejoras que hizo caer la

importación de petróleo crudo cayó de 29% a 7% del CTE (Espinasa, Balza, Hinestrosa, Sucre, &

Anaya, 2017).

Entre 2000 y 2008 el consumo de insumos para la transformación creció un 72% del cual la energía

geotérmica proveyó el 52% (Tabla 13). “Las hidroeléctricas, en tanto, aportaron el 36% del total […], los

derivados del petróleo el 9% y los biocombustibles y la energía eólica el 1% cada uno. […]. Del total de la electricidad

generada, el 77% provino de centrales hidráulicas, el 13% de plantas geotérmicas, el 6% de plantas a base de

55

derivados del petróleo, el 3% de parques eólicos y el 1% de plantas a base de biocombustibles” (Espinasa, Balza,

Hinestrosa, Sucre, & Anaya, 2017, p. 31).

Tabla 13 Fuentes de generación de electricidad en Costa Rica entre 2005 y 2008

Fuente: Espinasa, Balza, Hinestrosa, Sucre, & Anaya, 2017

Durante este periodo predomina en legislación energética la regulación de las fuentes renovables en

términos de números de leyes; y se puede observar que el tema ambiental y el tema tarifario son

centrales en la legislación. De hecho, la variabilidad de precio internacional de los hidrocarburos

impacta sobre los medios de transporte, sobre el precio de la electricidad por medio del factor

térmico, mientras que la otorgación de concesiones disminuye (Betrano, 2014). A partir de 2012 se

empieza a producir electricidad de tipo fotovoltaica o solar en el país (Loría & Martínez, 2017).

Lo antero ocurre en un contexto energético nacional que se diversifica donde el uso de la energía

geotérmica se desarrolla, mientras las importaciones de petrolero crudo aumentan de nuevo (hasta

representar de nuevo 13% del CTE nacional) y se incorpora en mayor escala del carbón y la energía

eólica a la matriz costarricense (Espinasa, Balza, Hinestrosa, Sucre, & Anaya, 2017). “Con esta

recuperación de la capacidad refinadora, las importaciones de productos derivados cayeron

ligeramente a 34 mbepd – aunque siguieron siendo la fuente energética más grande del CTE con

34%” (Espinasa, Balza, Hinestrosa, Sucre, & Anaya, 2017, p. 44).

En 2015 Costa Rica presentó una oferta interna de energía primaria de 113 122 TJ compuesta de

43% de energía geotérmica, 27,9% de energía hídrica, 9.8% de energía proveniente de la leña y

15.6% de residuos vegetales (DSE, 2016). Desde 2005 ha aumentado la producción de energía

primaria del país (Ilustración 12). El incremento más fuerte ocurrió entre 2014 y 2015 (de 3.1% en

comparación al 2.06% entre los diez años anteriores) debido al desarrollo de las fuentes eólica e

hidráulica (Betrano, 2014).

56

Ilustración 12 Distribución de la producción de energía primaria por fuente en Costa Rica.

2005-2015

Fuente: DSE, 2016.

Sin embargo, es importante notar que la distribución de energía primaria presentada anteriormente

representa solamente 52 % (2% energía eólica, solar y biogás, 14% hidroenergía, 14% residuos

vegetales, 22% geotermia) de las fuentes de energía de la matriz energética nacional. El 47 % de las

fuentes restantes previenen de petróleo y sus derivados y 1% del carbón (Montero & García, 2016).

Desde sus inicios la generación de electricidad en Costa Rica está basada en sus recursos naturales.

Se identificaros los años de mayor generación a partir de fuentes renovables desde 1987 y se

presentan en la siguiente (Tabla 14) (GobiernoCR, 2017). En este contexto, se puede notar que los

esfuerzos del país por mantenerse con una matriz limpia permitieron alcanzar una distribución de

electricidad de 99,3 % en el país (Loría & Martínez, 2017), mientras que la población costarricense

aumentó de 2.955.335 en 1989 hasta 5.003.393 para 2016 (INEC, 2016).

Tabla 14. Años más renovables desde 1987

Año Generación renovable

1989 99,05%

1990 98,67%

2000 98,79%

2001 98,40%

2004 99,17%

2015 98,99%

57

2016 98,21%

2017 99,35%*

* Al primer semestre.

Fuente: GobiernoCR, 2017

En resumen, en cuanto la generación de leyes, cinco pasos legales son claves para el sector eléctrico.

La primera es la Ley 7200 de Generación Eléctrica Autónoma de 1990, la cual define la generación

autónoma o paralela como la energía producida por centrales eléctricas de capacidad limitada,

pertenecientes a empresas privadas o cooperativas que puedan ser integradas al sistema eléctrico

nacional. También es clave la Ley de Uso racional de la Energía de 1994, la cual consolida la

participación del Estado en la promoción y la ejecución gradual del programa de uso racional de la

energía. Los siguientes pasos son la reforma de la Ley 7200 en 1995 a través de la Ley 7508, seguida

por la Ley de Participación de Cooperativas y Empresas Municipales en 2003, que principalmente

establece el marco jurídico regulador de las asociaciones cooperativas de electrificación rural, que da

potestad a consorcios formados por estas y a empresas de servicios públicos municipales y regula la

generación, distribución y comercialización de energía eléctrica por parte de ellos. Finalmente, en

2009 la Ley marco de Concesión de Aguas, la cual establece la concesión para el aprovechamiento de

las fuerzas que puedan obtenerse de las aguas de dominio público en el territorio nacional

(Ilustración 13) (PGR, n.d.).

Ilustración 13 Línea de tiempo de promulgación de las leyes claves del subsector eléctrico

en Costa Rica

Fuente: Espinasa, Balza, Hinestrosa, Sucre, & Anaya, 2017

5.2 Generación de energía

En 2016 la matriz de generación eléctrica estaba compuesta en un 98 % por fuentes renovables

ubicando el país en primer lugar en cuanto al uso de energías limpias. Sin embargo, se puede notar

58

que la mayor fuente de generación de electricidad proviene de plantas hidroeléctricas, le siguen luego

plantas geotérmicas, térmicas, eólicas, biomasa y fotovoltaicas (solar) contribuyendo a la matriz

eléctrica. El sector eléctrico de Costa Rica se ha beneficiado también de la adopción de nuevas

tecnologías (Loría & Martínez, 2017). “En el 2016 se produjeron 1,08 GWh, cifra que representa

menos de un uno por ciento de la oferta total de energía y una disminución con respecto a lo

generado en 2015 (1,53 GWh)” (Ilustración 15) (Loría & Martínez, 2017, p. 11).

Ilustración 15 Generación eléctrica por tipo de fuente 2015 y 2016

Fuente: Loría & Martínez, 2017

Relativo a la legislación energética de Costa Rica, "26% de las leyes son de carácter general o

institucional y definen el marco regulatorio en el que se desarrollará una actividad, operará una

institución, empresa pública, municipal o privada" (Betrano, 2014). En este contexto, la legislación

energética en Costa Rica se ha centrado en la regulación de energías renovables con fuentes hídricas

(16%) incluyendo un numero de enfoques similares en los temas del marco regulatorio y del

financiamiento. Asimismo, “las concesiones de esta naturaleza deben ser tramitadas por ley,

encontramos 18 leyes sobre esta materia” (Betrano, 2014).

Luego, 25% de las leyes dan autorizaciones de carácter presupuestario a municipalidades en temas

tales como la inversión de recursos, programas de electrificación y exoneraciones18. El

financiamiento es también tema de muchas leyes con un 16% que tratan sobre recursos económicos

internos o externos, emisión de bonos, avales y garantías del estado para financiar los proyectos de

energías (Betrano, 2014).

Durante el primer semestre del 2017 Costa Rica acumuló 160 días con electricidad producida por

fuentes renovables. Como resultado, el país generó 99.35% de su electricidad con recursos

18Las exoneraciones muestran un alineamiento entre el poder político y el poder local para promover la expansión eléctrica. En este

caso, la expansión se realizó principalmente en las fuentes hídricas (Betrano, 2014).

59

renovables durante este periodo, porcentaje mayor a los promedios anuales de las últimas tres

décadas. Entre el 1 de enero y el 30 de junio el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) produjo 5.575, 61

gigavatios hora a partir de cinco fuentes renovables: agua (74,85%), geotermia (11,10%), viento

(11,92%), biomasa (1,47%) y sol (0,01%). El respaldo térmico (combustible fósil) representó

solamente 0,65% (GobiernoCR, 2017). Sin embargo, la producción “limpia” de electricidad esta

producida dentro una matriz energética que importa una energía segundaria compuesta

mayoritariamente por diésel y gasolina representando un 73,2% del total con importaciones que

muestran una tasa de crecimiento de 2,0% y 10,62% en comparación a 2015. Siguen el Jet Fuel, Gas

Licuado de Petróleo y Fuel Oil, con 7,3%, 6,5% y 4,9%, respectivamente (Hernández, 2017).

El cálculo de la eficiencia energética está generalmente caracterizado por la relación entre el

consumo de energía total del país y el Producto Interno Bruto (PIB). Este índice también es llamado

intensidad energética. La intensidad energética para Costa Rica presentada en el gráfico siguiente

indica “cuánta energía se requirió para producir cada unidad de valor agregado en el país” (MINAE,

2015, p. 17), cuya disminución representa un progreso en la eficiencia energética (Gráfico 4). Es

posible entonces mejorar la competitividad del sistema productivo de energía y disminuir el

desperdicio y las inversiones en la reducción de impactos sociales y ambientales del desarrollo

energético a través de buenas prácticas (ahorro, manejo y generación distribuida y autoconsumo) y

de herramientas tales como el marco jurídico e institucional (actualización) y las tarifas (MINAE,

2015). Este enfoque se refleja en la disminución del consumo de energía eléctrica en el sector

industrial, pero también en el sector residencial, reduciendo sus impactos ambientales (presentado en

la siguiente sección).

En este contexto, las emisiones del sector industrial disminuyeron considerablemente desde los años

1990’s para llegar a 2011 a un consumo industrial de energía compuesto de 46,2% de biomasa,

35,6% de combustibles fósiles y 18,2% de electricidad. De hecho, el consumo industrial decreció un

5,2% en comparación con el 2005. Esta disminución sigue la tendencia mencionada previamente de

mejorar su eficiencia energética. Esta mejora se realizó a través de actividades de valor agregado por

mayor eficiencia, sin embargo, la recesión en algunas actividades económicas (construcción y

producción azucarera) también impactó el consumo de energía del sector. Esta disminución se

denota en el consumo de fuel-oil que se redujo 4,5% entre 2005 y 2011. En cuanto a la electricidad,

el consumo del sector industrial fue de 0,4% anual en el último quinquenio (Molina, 2012).

5.3 VI Plan Nacional de Energía

En el VI Plan Nacional de Energía 2012-2030 (2011) la producción de electricidad, aunque 100%

renovable, presenta desafíos para mejorar su manejo. Entre otros, el Plan identificó retos y

comunicaciones entre instituciones. Los desafíos identificados por el Plan Nacional de Energía

incluyen (Minaet, 2011):

Desafíos de comunicación entre instituciones y externos

60

Problemas de políticas, marco legales y regulaciones

Problemas de capacitación interna y externa

Aprovechamiento del potencial de los equipos eficientes

Conocimiento básico

Monitoreo y seguimiento

Desafíos financieros

Luego, en el VIII Plan Nacional de Energía 2015-2030 (2015), los retos identificados en cuanto a la

producción eléctrica del país son la planificación y coordinación de la eficiencia energética, la

eficiencia energética de los equipos consumidores, cultura de uso de la energía, la eficiencia

energética en la oferta, eficiencia energética en los macro-consumidores, eficiencia energética del

sector público, tarifas eléctricas y la eficiencia energética, generación distribuida como alternativa a la

producción centralizada y su planificación, esquema de generación distribuida y seguridad jurídica de

la generación distribuida (MINAE, 2015).

Sin embargo, Loría & Martínez (2017) indican también que el desarrollo del sector, incluyendo las

fuentes de energía geotérmica y eólica, está limitado por parámetros tecnológicos y financieros, por

ejemplo, su capacidad de almacenamiento para suplir las horas de alta demanda y los elevados costos

iniciales. Además, “la alta dependencia que tiene el país de fuentes hidroeléctricas, y en cierta medida de

combustibles fósiles, en comparación con energía producida con fuentes alternativas como el viento, luz solar y desechos

orgánicos, representa un gran desafío para la política energética, en términos de promover la producción de energía con

fuentes alternativas menos contaminantes y de menor costo, como se está haciendo en muchas partes del mundo” (Loría

& Martínez, 2017, p 11).

La elevada dependencia del recurso hídrico también constituye un reto, debido a la variabilidad y a el

cambio climático que afectan los patrones hidrológicos. En este contexto, la generación de

electricidad con fuentes alternativas se presenta como respaldo clave para asegurar la confiabilidad

del servicio, no obstante, el ICE, encargado de plantas térmicas para este asunto, debe enfrentar sus

costos (mantenimiento, arrendamiento, etc.) (Loría & Martínez, 2017).

Finalmente, conflictos socioambientales relativos a proyectos de desarrollo productivo han ido

aumentando en frecuencia e intensidad (Entrevista I4, 2017). De hecho, entre 1994 y 2013, 5,8% de

los conflictos tuvieron un tema socioambiental, pasando de 1,8% en 2001 hasta 7,0% en 2013, con

un incremento de 38,6% entre 2009 y 2013. Los conflictos relativos al sector energía “manifiestan la

compleja disyuntiva energética de aumentar el uso de fuentes renovables frente a la conservación

tradicional del patrimonio natural” (MINAE, 2015), promoviendo con frecuencia una mayor

participación ciudadana. Debido a que los procesos de consulta pública se hacen a destiempo y no

desde la concepción de los proyectos, los conflictos se crean alrededor del uso de la tierra y recursos

en contextos tales como el desarrollo de proyectos hidroeléctricos y el cambio de restricciones en

61

áreas silvestres protegidas o zonas de patrimonio legalmente establecidas. También, la gestión

inadecuada de las inconformidades denunciadas engendra oposiciones (MINAE, 2015). Asimismo,

el tema de consultas con poblaciones indígenas es controversial (Entrevista I4, 2017), por ejemplo, el

proyecto para construir la represa más grande de Centroamérica –Boruca– enfrentó una fuerte

oposición por parte de los habitantes de la zona sur (Ramírez, 2010).

A pesar de que se observó una mejora en la eficiencia energética19, la generación de energía ha

aumentado porque “el crecimiento de la demanda energética es el elemento central que impulsa las

necesidades de aumento de la capacidad del sistema eléctrico y de la oferta energética en general”

(MINAE, 2015). Por lo tanto, este patrón ha creado una presión suplementaria sobre el medio

ambiente y el sector energía ha sido identificado como responsable del 31,2% de la Huella Ecológica

de Costa Rica (Herrera, 2016).

En este contexto, la producción y consumo de energía en Costa Rica contribuye a las emisiones de

gases y material particulado y ha ido aumentado desde los años 90 (MINAE, 2016). De hecho, la

variación de los promedios anuales de partículas PM10 registrados en varios sitios de monitoreo del

Área Metropolitana de Costa Rica entre 2010-201520 demuestra que, aunque las emisiones de PM10

cumplen con los parámetros establecidos en el Reglamento sobre Inmisión de Contaminantes

Atmosféricos, sobrepasan los límites de la OMS (MINAE, 2015). Por lo tanto, la cantidad de PM10

que se encuentra en el aire en la GAM implica un riesgo para la salud humana. En el caso de las

partículas con un diámetro de 2,5 μg/m3, los niveles son muy superiores a los niveles recomendados

por la OMS. Sin embargo, no existen límites que regulen la emisión de este tipo de partículas en el

Reglamento de Inmisiones de Contaminantes Atmosféricos (Briceño Castillo, Herrera Murillo, Arias

Solórzano, Guerrero Beita, & Marin Rojas, 2015; Herrera, 2016)

Las emisiones de gases de efecto invernadero y partículas esta causado por el crecimiento del parque

vehicular duplicó en los últimos 20 años debido a la escasez de otros transporte eficiente y seguros

(MOPT/CTP-ARESEP-BCCR, 2014, MINAE, 2015). Este aumento ha sido identificado como una

fuente de contaminación del aire hasta 1 332 540 toneladas de monóxido de carbono y gases

orgánicos reactivos en 2015. También, se identificó la fuerte relación entre la edad del parque

vehicular, estimada a 16 años en promedio en el país, y la contaminación por óxidos de nitrógeno y

gases orgánicos reactivos (vehículos más antiguos, más contaminantes) (Herrera, 2016)

19 La eficiencia energética “consiste en limitar o reducir el consumo de energía mediante la adopción de artefactos o equipos más

eficientes (p. ej.: uso de lámparas compactas fluorescentes en sustitución de lámparas de filamento incandescente). Algo es más

eficiente energéticamente si proporciona más servicios utilizando la misma cantidad de energía, o el mismo servicio utilizando menos

energía” (IEA, 2015). 20

Las mediciones de material particulado con diámetros menores a 10 μm (PM10) empezaron en 2004 con el impulso y

apoyo de diversas entidades locales y nacionales (Universidad Nacional, el Ministerio de Salud, el Ministerio de Ambiente y

Energía y la Municipalidad de San José) gracias a la implementación de una red de monitoreo que mide la concentración de

dióxido de nitrógeno en al menos 42 sitios de la GAM (Herrera, 2016).

62

Finalmente, en 2015, el sector transporte fue “responsable del 66 % del consumo de hidrocarburos y

del 54% de las emisiones de CO2 del país” (MINAE, 2015). Por lo tanto, la política pública

energética orientada a acciones hacia un sistema eficiente y sostenible no logró implementar normas

e incentivos suficientemente efectivos para la importación de vehículos nuevos y usados, y la flota

vehicular no se caracteriza por ser más eficiente (MINAE, 2017).

En respuesta a estos desafíos, el VIII Plan Nacional de Energía 2015-2030 (2015) plateas 4 ejes

(MINAE, 2015):

Eje 1: En la senda de la eficiencia energética.

Eje 2: En procura de una generación distribuida óptima.

Eje 3: En la ruta de la sostenibilidad de la matriz eléctrica.

Eje 4: En torno a la sostenibilidad del desarrollo eléctrico.

Para lograr estas metas el gobierno de Costa Rica ha identificado varias estrategias tales como un

modelo más efectivo de planificación y coordinación de la eficiencia energética, que considere

también trabajar en los equipos consumidores, las capacidades de la ciudadanía y del subsector

eléctrico, la oferta y la generación distribuida, los macro-consumidores del sector público, las tarifas

y la seguridad jurídica. Además, se proponen diversificar las fuentes de energía para la producción de

electricidad y la gobernanza de los aspectos ambientales (MINAE, 2015).

Finalmente, el grupo ICE propone cuatro estrategias de desarrollo para la Planificacion y Desarrollo

Eléctrico Proceso Expansión del Sistema (Ramírez, Solano, & Ramírez, 2017):

Estrategia basada en recursos renovables con el proyecto El Diquís como eje central de la

misma.

Estrategia de inserción del gas natural licuado en la base del sistema de generación nacional.

Estrategia de generación mixta con renovables y generación térmica tradicional.

Estrategia de generación renovable con un desarrollo acelerado del recurso geotérmico para

brindar confiabilidad de suministro.

En cuanto el sector transporte, la meta de carbono neutralidad y la descarbonización de la economía

volvió este tema clave. En noviembre 2018, el Gobierno de la República anunció un paquete de

decretos y una directriz para incentivar el uso del transporte eléctrico o cero emisiones y promover

acciones para la movilidad en las instituciones públicas. Estos decretos incluyen incentivos para

Vehículos Eléctricos Usados; la modificación del Reglamento de la Ley de Incentivos y Promoción

para el Transporte Eléctrico, la promoción de la Movilidad Sostenible en la Administración Pública

Central; y la derogatoria del Decreto que Incentiva el Uso de Vehículos Híbridos. Asimismo, la

Directriz para la Transición hacia una Flota Vehicular Eléctrica o Cero Emisiones en el Sector

Público (GCR, 2018).

63

6 Agroquímicos

6.1 Un país principalmente agrícola

Costa Rica ha sido a lo largo de su historia un país con una economía principalmente agrícola. El

primer uso de agroquímicos para el control de plagas está documentado en 1916: "Estaba hecha de

resinas naturales de árboles polimerizadas con aceite de castor e impermeabilizadas con ceras vegetales, y tenía un modo

de acción mecánico (Hilje et al., 1989)" (MAG, 2014a).Desde época precolombina, durante la colonia y

gran parte de su historia como república independiente, la agricultura en Costa Rica fue el sector más

importante de la economía, dominada mayoritariamente por los productos tradicionales tales como

el café y el banano; y en menor medida, el cacao y la caña de azúcar. Posteriormente, la agricultura

costarricense se diversificó hacia otros productos no tradicionales, como las flores y las plantas

ornamentales, las fresas, el melón y la piña (MAG, 2014a).

El involucramiento por parte de las instituciones y de forma organizada con los agricultores respecto

a la lucha contra las plagas empieza mediante las Secretarías de Estado en las Carteras de

Gobernación, Justicia, Policía, Agricultura e Industrias. En 1911 la Sección de Patología del antiguo

Ministerio de Fomento (luego Secretaría de Fomento) se enfoca en combatir los insectos y

enfermedades de los cultivos tales como la "Langosta Voladora" a través del Departamento de

Agricultura de la Secretaría de Fomento creado mediante Ley No. 8 de 1910 (Padilla Monge, 2012).

Desde 1926 hasta los años 50 predominaba el uso el sulfato de cobre en contra las enfermedades en

los cultivos (de la Cruz et al., 2004).

En 1925 se publica el primer Decreto (No.1 del 16 de enero) sobre la regulación en la importación

de productos de origen vegetal con el fin de resguardar los cultivos nacionales del contagio de

enfermedades procedentes de otros países. Los importadores de plantas, semillas, raíces y tubérculos

debían enviar una solicitud al Departamento de Agricultura para su correspondiente análisis. Del

informe presentado por este Departamento a la Secretaría de Hacienda dependía el permiso para la

importación y el desalmacenaje de la mercadería (Padilla Monge, 2012).

En 1927 se organiza la institucionalidad de la agricultura: se crea la Escuela Nacional de Agricultura

creada y el Departamento de Agricultura, que dependía de la Secretaría de Fomento, se transforma

en el Centro Nacional de Agricultura. Luego, en noviembre de 1929 se reforma el Decreto No.1 de

1925 por la Ley No.14, que prohíbe la importación de plantas vivas, semillas y partes vegetativas de

toda especie perteneciente a los géneros Coffea (café) y Saccharum (caña de azúcar), y que encarga el

Centro de extender licencias de importación de plantas vivas, raíces, tubérculos, bulbos, rizomas y

tallos, una vez certificado el perfecto estado sanitario del vegetal, asegurándose que el material no sea

64

portador de agentes patógenos21 (en caso contrario debía ser destruido). En 1933 se crea un

Departamento de Patología con las Secciones de Patología Vegetal, Sanidad Animal y Sanidad

Vegetal en el Centro, que le corresponde impedir la introducción al país y la diseminación de

fitopatías y pestes importadas en algunas de las plantas que se hacen venir del extranjero (Padilla

Monge, 2012).

En julio de 1928 la Ley No. 33 establece la Secretaria de Agricultura que se mantiene adscrita a la

Secretaría de Fomento hasta el año 1942. Se constituye el Centro Nacional de Agricultura, que nace

de la unión de la Escuela Nacional de Agricultura y el Departamento de Agricultura (Padilla Monge,

2012). Se estimula la colonización de baldíos nacionales, la defensa del cultivo del café, la enseñanza

y la investigación agropecuaria (MAG, 2014b).

En 1940 la Escuela Nacional de Agricultura se separa del Centro Nacional de Agricultura. La

Escuela da origen a la Facultad de Agronomía de la Universidad de Costa Rica. El Centro Nacional

adquiere de nuevo el nombre de Departamento de Agricultura de la Secretaría de Fomento (Padilla

Monge, 2012). La Secretaría de Agricultura y Ganadería comienza a operar en forma independiente

de la Secretaría de Fomento según los decretos 40 y 43. Muy acorde con los tiempos, se firma un

convenio entre el Gobierno de Costa Rica y el Instituto de Asuntos Interamericanos de los Estados

Unidos para la producción de alimentos, con el fin de abastecer a las tropas norteamericanas

destacadas en el Canal de Panamá (MAG, 2014b). Más tarde, en 1942 se separa la Secretaría de

Agricultura de la de Fomento; la primera pasa a ser Secretaria De Agricultura Y Ganadería (Padilla

Monge, 2012) (MAG, 2014b).

Mientras tanto, los ataques de Langosta Voladora seguían dañando los cultivos. Por lo tanto, en

1948 se emite la primera legislación antiacridiana con un Decreto Ley firmado por la Junta

Fundadora de la Segunda República, denominado Campaña contra la Langosta Voladora. En esta

época los insecticidas aplicados a los cultivos eran "mezclas de diferentes productos, incluyendo el

azufre y lanzallamas rudimentarios que mataban los saltones a lo largo de zanjas que se hacían en las

montañas y en las fincas. Luego llegó el clordano 40% mezclado con diatomita para usarlo al 20%"

(Padilla Monge, 2012). Además, se pone en operación el Convenio con el gobierno estadounidense

que crea el Servicio Técnico Interamericano de Cooperación Agrícola (STICA), se impulsa la

agricultura progresista y se orientan las acciones hacia programas de producción agropecuarias, se

estimula aún más las actividades de extensión. Se crea la Oficina del Café, adscrita al Ministerio de

Economía (MAG, 2014b).

21

Las aduanas receptoras de la mercadería importada, estaban obligadas a enviar al Centro, las importaciones de productos vegetales con un peso inferior a los 50 kilos; en los casos en que se excediera el peso, el Centro debía enviar un inspector a examinar la mercadería en la propia Aduana (28).

65

En 1949 la nueva Constitución Política convierte la Secretaría de Agricultura en el Ministerio de

Agricultura e Industria (Padilla Monge, 2012, MAG, 2014b). Ese mismo año se publica la Ley

No.701 que prohíbe la importación las especies vegetales que pudieran ser nocivas para la agricultura

de Costa Rica (Padilla Monge, 2012). Además, mientras que, a partir de los años 50, se populariza los

plaguicidas sintéticos, aparecen también los Centros Agrícolas Cantonales que apoyan el desarrollo

de investigación aplicada y extensión agropecuaria. Desde los años 50 se registra en el MAG

información sobre cualidades físicas, usos y peligros de los plaguicidas en Costa Rica (MAG, 2014b).

En 1953 se organiza la región y se crea el Organismo Internacional Regional de Sanidad

Agropecuaria (CIRSA) por impulso de los Ministerios de Agricultura de los países signatarios, “con

la finalidad de coordinar o sugerir las medidas de prevención y combate de las enfermedades y plagas

que perjudican las actividades agropecuarias” a través de un programa sobre protección vegetal y

animal que abarque plagas y enfermedades (Padilla Monge, 2012, p. 14). Este incluye el Organismo

Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA) permanente de carácter técnico y

administrativo, encargado de identificar la enfermedades y plagas amenazando la economía de los

países, de mantener capacidades humanas y técnicas para contralar estas enfermedades, de examinar

los servicios sanitarios fitopecuarios de cada país, y también de la colaboración y comunicación entre

países (Padilla Monge, 2012).

En noviembre de 1956 se publica el Reglamento de Cuarentena Vegetal. Este reglamento representa

la primera medida para prevenir la entrada de nematodos, insectos y hongos que podrían

potencialmente dañar los cultivos, prohibiendo la importación de material agrícola portador de arena

o tierra, así como toda clase de frutas de pericarpio blando proviniendo de países infectados por

Ceratitis capitata22. Este reglamento se refuerza en 1968 con la Ley 4295 que “declara de utilidad y

necesidad pública el combate de plagas y enfermedades agrícolas; establece una serie de requisitos para la importación de

plantas o productos vegetales, así como la obligatoriedad de registrar y obtener la autorización para la venta de

pesticidas y fitohormonas a fin de controlar y garantizar su calidad. También instaura un impuesto por kilogramo de

fertilizante o pesticida importado” (Padilla Monge, 2012, p. 19).

El Reglamento de Cuarentena Vegetal de 1956 también implementa la inspección de embarques en

puertos (Padilla Monge, 2012). Esta medida es luego reforzada por la emisión en 1961 de la Ley de

Sanidad Vegetal que proveerá "la base legal para tomar medidas de inspección y fumigación de barcos, aviones,

vehículos de carga; prohibición de productos agropecuarios infestados con enfermedades y plagas potenciales, como la

Peste Bovina Africana, la Fiebre Porcina Africana, la Fiebre Aftosa, la Roya y la Broca del Café, el Gorgojo

Khapra, el Nematodo Dorado, el Gusano Rosado del Algodón, etc" (Padilla Monge, 2012, p. 17).

22

A menos que cumplieran los requisitos establecidos por el Ministerio de Agricultura y un Certificado Fitosanitario extendido por la autoridad competente en el país de origen, haciendo constar que el embarque había sido sometido a fumigación, desinfección o temperaturas adecuadas para el control de la mosca (Padilla Monge, 2012).

66

En 1960, mediante la Ley de Presupuesto No. 2656 del 4 de noviembre, el Ministerio de Agricultura

e Industrias se transforma en el Ministerio de Agricultura y Ganadería, MAG, aún en vigencia

(Padilla Monge, 2012). A partir de este cambio hasta los 70s se introdujeron insecticidas

organoclorados (de la Cruz et al., 2004) y se refuerza la cuarentena vegetal con inspectores en Peñas

Blancas, Puntarenas, Aeropuerto Juan Santamaría, Aeropuerto Tobías Bolaños, San José, Paso

Canoas, Golfito y Limón (Padilla Monge, 2012).

Desde los años 70 la importación y el uso de plaguicidas en Costa Rica ha ido aumentando

(Ilustración 16) (Ramírez et al., 2009). En cuanta a la prohibición de plaguicidas, los primeros en ser

prohibidos fueron el formicida cianogas y los funguicidas de compuestos mercuriales por su alta

toxicidad (Castro, 1998; García, 1997). Plaguicidas extremadamente tóxicos tales como los

insecticidas organoclorados23, mancozeb, bromuro de metilo, aldicarb, 2,4-D, clorotalonil, tridemorf,

terbufós, paraquat, propanil, etoprofós, compuestos de cobre, diurón, metamidofós, carbofurán,

carbendazim, tiabendazole y terbutilazina, y el nematicida DBCP siguieron siendo importados a

Costa Rica (de la Cruz et al., 2004).

Ilustración 16 Importación total de plaguicidas de 1977 a 2006

Fuente: Ramírez et al., 2009

En 1976 se estableció el Reglamento para el Control de Plaguicidas (Decreto ejecutivo N 6114-

SPSS-A, La Gaceta 24.12.76). Este reglamento implantó un proceso de registro y control de

plaguicidas tanto de uso agrícola (MAG) como doméstico (MINSALUD), de acuerdo con la

competencia de las respectivas instituciones. "La determinación de la toxicidad le corresponde al

[MINSALUD], que puede oponerse a la inscripción de un plaguicida si lo considera peligroso para la salud y el 23

DDT, aldrín, dieldrín, endrín, toxafeno, heptacloro, lindano, clordano.

67

ambiente (Castro, 1998). El Reglamento sobre Registro, Uso y Contro do Plaguicidas Agrícolas y Coadyuvantes

vigente actualmente es el del decreto N 24337-MAG-S, modificado en 1995" (de la Cruz et al., 2004, p. 24).

Durante los años 80s se establecen mayores prohibiciones y restricciones en el uso de plaguicidas. Se

prohibió la mayoría de los insecticidas organoclorados24, el nematicida dibromocloropropano25, el

herbicida fenoxiacético 2,4,5-T y los herbicidas ácido 2 propiónico, dinoseb y nitrofén, el fungicida

captafol y el fumigante etilendibromuro (de la Cruz et al., 2004). “En esa misma década se restringió el uso

de los insecticidas organoclorados cuyo uso era para combatir parásitos en animales, forrajes, granos y otras semillas

que sirven para alimentar animales y para el control de hormigas zompopas. Estos productos podrían ser utilizados

únicamente con receta de un profesional del Colegio de Ingenieros y Agrónomos y en cultivos autorizados por el

MAG” (de la Cruz et al., 2004, p. 26).

Sin embargo, esta década también se define por una mayor diversificación de la agricultura debido a

la crisis económica y a la caída del precio del café. Estas acciones de apoyo a la agricultura y de

promoción de la diversificación de los cultivos se enfocaron en pequeños productores por su

vulnerabilidad frente a una agricultura de monocultivo. Este evento marca el inicio de un periodo de

aprendizaje institucional en cuanto el apoyo a pequeños y medianos productores (Entrevista I5,

2017).

Mientras que 815 toneladas de plaguicidas organoclorados persistentes fueron importadas entre 1977

y 1997, solo 242 toneladas fueron importados entre 1987 y 1989, disminuyendo hasta las 44

toneladas en 2002 (de la Cruz et al., 2004). Estas prohibiciones impactaron en la importación de

plaguicidas organoclorados que decrecieron de manera significativa desde casi 300 000 kg en 1977

hacia aproximadamente 125 000 kg en 2006 (Ilustración 7) (Ramírez et al., 2009).

24

El DDT, aldrín, dieldrín, toxafeno, clordecone y clordimeform. 25

DBCP o Nemagón.

68

Ilustración 17 Importación de plaguicidas organoclorados entre 1977 y 2006

Fuente: Ramírez et al., 2009

Nuevas prohibiciones continuaron apareciendo en los años 90. Se prohibieron el arseniato de

plomo, el endrín26, el cihexatín27, el clordano, el heptacloro28, el lindano, el etefón, captán y el

declorano, y se restringió el pentaclorofenol29, el daminozide, el bromuro de metilo30,y todos los

productos declarados como altamente peligrosos31. La prohibición y restricción de los insecticidas

organoclorados llevó a la substitución de estos por otros plaguicidas sintéticos (organofosforados).

Otros integraron el mercado de agroquímicos: ditiocarbamatos, carbamatos, ácidos fenoxiacéticos,

organofosforados, benzonitrilos, morfolinas, bipiridilos, anilinas, triazinas y piretroides (de la Cruz

et al., 2004).

Los años 90 están marcados también por al desarrollo de la ganadería, el fenómeno de deforestación

y la Cumbre de Rio. Sin embargo, la caída del precio internacional de la carne, que afectando la

ganadería extensiva practicada en Costa Rica, provocó un colapso del sistema productivo nacional

(Sánchez-Azofeifa, 2015 citado en Hernández et al., 2015). Por lo tanto, el país aprovechó para

implementar legislaciones más estrictas en cuanto al manejo ambiental y proyectos de Manejo de

26

Es cancerígeno y altamente tóxico para la vida silvestre. 27

Presenta riesgo de producir malformaciones congénitas en niños si la madre embarazada entra en contacto con el

producto. 28

Presenta persistencia, capacidad de bioacumulación y toxicidad. 29

Se permitió únicamente como parte de los compuestos de preservantes para la madera. 30

Por sus efectos en la capa ozono y produce serios daños en la salud. 31

Su venta se permitió únicamente con receta de un ingeniero agrónomo regente.

69

Conservación de Suelos y Aguas y proyectos agroforestales por el MAG, entre otros (Entrevista I5,

2017).

“Todos estos plaguicidas fueron prohibidos en distintas fechas por razones de persistencia y efectos

adversos sobre el ambiente (los organoclorados), por producir cáncer en humanos (2,4,5-T y

captafol) y esterilidad masculina (DBCP)” (de la Cruz et al., 2004, p. 27). Sin embargo, es importante

también notar que algunos fueron prohibidos (como el DBCP que fue prohibido en 1988) o

restringidos a su uso en el ámbito internacional32 por razones de persistencia y efectos adversos

sobre el ambiente, por producir cáncer y esterilidad masculina, mientras otros (tales como el

bromuro de metilo, el clorpirifós, el metam sodio y el glifosato) han visto su importación en el país

aumentar. Por ejemplo, la importación de organofosforados aumentó de manera significativa desde

0 en 1977 hacia aproximadamente 1 500 000 kg en 2006 (Ilustración 18) (Ramírez et al., 2009).

Ilustración 18 Importación de plaguicidas organofosforados entre 1977 y 2006

Fuente: Ramírez et al., 2009

En la década de los 90s la prohibición de productos agroquímicos se extendió al arseniato de plomo,

el endrín33, el cihexatín34, el clordano, el heptacloro35, el lindano, el etefón, captán y el declorano.

32

La utilización de otros plaguicidas ha disminuido sin tener restricciones de venta o de uso, tal es el caso del herbicida

propanil al detectarse un aumento de la resistencia en las malezas que controlaba (comunicación personal Chaves, 2004). También el fungicida ditiocarbamato maneb y del carbamato aldicarb, este último se dejó de usar una vez que se detectó la existencia de residuos por encima de la tolerancia establecida en el fruto exportado del banano (Castillo, 2000). 33

Cancerígeno, altamente tóxico para la vida silvestre 34

Riesgo de producir malformaciones congénitas en niños si la madre embarazada entra en contacto con el producto. 35

Persistencia, capacidad de bioacumulación y toxicidad

70

Otros productos fueron más restringidos tal como el pentaclorofenol36, el daminozide37 y todos los

productos declarados como altamente peligrosos38 (de la Cruz et al., 2004). En consecuencia, el uso

de plaguicidas se ha reducido considerablemente. Sin embargo, se argumentada que esta prohibición

no es suficiente, ya que productos prohibidos en otros países están aún en uso en Costa Rica, tales

como el paraquat, y/o endosulfán (Ramírez et al., 2009), y la toxicidad de otros fue probada alta (de

la Cruz et al., 2004) y, en algunos casos, ya provocaron más o menos fuerte contaminación difusa.

Para contestar a los desafíos en la autorización al uso de plaguicidas se solicitó durante la XVI

Reunión de Sector Salud de Centroamérica y República Dominicana en 2002, la aplicación de

controles legales más efectivos por parte de los Ministerios de Salud, Agricultura y Ambiente y

Recursos Naturales (Ramírez et al., 2009)

Es solamente a partir de 1995 que se desarrolla la agricultura orgánica y buenas prácticas agrícolas

exigidas por exportadores (de la Cruz et al., 2004). Sin embargo, el impacto de la implementación de

las buenas prácticas no parece haber tenido influencia en la importación de plaguicidas que aumentó

desde el año 1977 desde aproximadamente 3 000 toneladas hasta 12 000 toneladas en 2006. Sin

embargo, es importante notar que la diferencia en dimensión de las áreas de cultivo agrícola en

Costa Rica entre 1977 y 2006, la cual podría explicar la necesidad de importar más plaguicidas

(Ramírez et al., 2009) (Ilustraciones 19, 20).

Ilustración 19 Área de cultivos agrícolas de Costa Rica 1977 y 2006

Fuente: Ramírez et al., 2009

36

Permitido únicamente como parte de los compuestos de preservantes para la madera 37

Aplicada a ocho especies de plantas ornamentales y del bromuro de metilo (daña la capa ozono y produce serios daños en la salud) 38

Su venta se permitió únicamente con receta de un ingeniero agrónomo regente.

71

Ilustración 20 Importación de plaguicidas y área agrícolas 1977-2006

Fuente: Ramírez et al., 2009

El aumento de importación de plaguicidas entre 1977 y 2012 se acompañó de un cambio en tipos de

plaguicidas. Entre los tipos importados se identificó el uso de más de 200 plaguicidas entre 1977 y

1992 y cerca de 300 entre 1992 y 2012, "sumando así un total de 348 i.a importados durante los 26 años, que

se venden bajo 4351 marcas comerciales diferentes" (de la Cruz et al., 2004). La ilustración 21 muestra este

cambio: la importación de Mancozeb se triplicó entre 1980 y 2006, mientras que la de bromuro de

metilo y clorotalonil disminuyó. Además, se puede observar en la ilustración 22, que entre 1990 y

2010 el mayor aumento de importaciones de plaguicidas está compuesto principalmente de

fungicidas y herbicidas (Ramírez et al., 2009).

Ilustración 20 Principales plaguicidas importados en Costa Rica entre 1977 y 2006

Fuente: Ramírez et al., 2009

72

Ilustración 21 Importación de fungicidas, insecticidas herbicidas y fumigantes en Costa

Rica entre 1990 y 2010

Fuente: Ramírez et al., 20011

"Entre 1993 y 1995, el país presentó un aumento de la incidencia de intoxicaciones por plaguicidas, lo cual se debe en

parte a la creación del subsistema de vigilancia específico para las intoxicaciones con plaguicidas (1993). Otros factores

que influyen en el comportamiento de la incidencia son las variaciones en extensión y tipos de cultivo, el clima, la

precipitación pluvial, los movimientos migratorios, entre otros. Además, en 1994 inició del Proyecto “Aspectos

ocupacionales y ambientales de la exposición a plaguicidas en el Istmo Centroamericano”, PLAGSALUD"

(Espinoza, 2003, p.11). A través de PLAGSALUD fueron identificados los plaguicidas con mayor

tasa de morbilidad por intoxicaciones agudas en Centroamérica39. Algunos de los productos

identificados tienen también las mayores tasas de importación en Costa Rica40 y de los plaguicidas en

proceso de prohibición, solo 21 % están prohibidos en Costa Rica (Ramírez et al., 2009).

39

Estos plaguicidas son: terbufós, etoprofós, aldicarb, metamidofós, metomil, monocrotofós, carbofurán, endosulfán, clorpirifós, paraquat, fosfuro de aluminio (Nieto y Henao, 2001; Vaquerano, 2001). 40

En el caso de algunos productos como el paraquat, el fabricante instruye a los funcionarios del MS en su uso con el fin de que ellos lo divulguen posteriormente.

73

En 2002 la Dirección de Servicios de Protección Fitosanitaria se convierte en el Servicio

Fitosanitario del Estado - Órgano competente del MAG - cuya se estructura interna se establece

mediante el Decreto Ejecutivo Nº 30111-MAG y que se encarga de la ejecución a nivel nacional de

los objetivos y competencias que la Ley de Protección Fitosanitaria le confiere, así como del ámbito

de aplicación de la Ley a través de la Ley No.7664 (Padilla Monge, 2012).

La Ley Nº7664, Protección Fitosanitaria tiene los siguientes objetivos que regulan su accionar (PGR,

s. f.):

Proteger los vegetales de los perjuicios causados por las plagas.

Evitar y prevenir la introducción y difusión de plagas que amenacen la seguridad alimentaria

y la actividad económica sustentada en la producción agrícola.

Regular el combate de plagas en los vegetales.

Fomentar el manejo integrado de plagas dentro del desarrollo sostenible, así como otras

metodologías agrícolas productivas que permitan el control de plagas sin deterioro del

ambiente.

Evitar que las medidas fitosanitarias constituyan innecesariamente obstáculos para

el comercio internacional.

En 2012 se publica la Resolución N° 297-2012 (COMIECO-LXIV) del Consejo de Ministros de

Integración Económica el 11 de diciembre de 2012 y su Anexo: "Reglamento Técnico

Centroamericano RTCA 65.05.61:11 Plaguicidas microbiológicos de uso agrícola”. Esta resolución

establece los requisitos administrativos para el registro de plaguicidas microbiológicos. Se completó

en 2013 con el Decreto Ejecutivo No.38072 sobre la importación y el uso de agroquímicos, que

tiene como objetivo establecer el procedimiento general para el control de calidad de los plaguicidas

microbiológicos y garantizar a los usuarios la calidad de estos productos. Finalmente, el Decreto

Ejecutivo No. 37982 del 05/08/2013 Publica Resolución N° 314-2013 (COMIECO-X) del 5 de

julio de 2013 y su anexo: Reglamento Técnico Centroamericano RTCA 65.05.54:09 Fertilizantes y

Enmiendas de uso Agrícola establece los requisitos administrativos para el registro de fertilizantes y

Enmiendas de uso Agrícola (PGR, s. f.).

6.2 Contaminación y producción agrícola

La utilización de insumos para mejorar los rendimientos crea desechos nocivos para el medio

ambiente. Los insumos pueden ser nutrientes, pesticidas u otros, que son transportados por acción

del agua hacia otros sitios donde ya no cumplen con su propósito y por el contrario se convierten

desechos contaminantes. Durante las distintas etapas de la producción agrícola o agropecuaria el

agua de lluvia puede generar diferentes efectos mientras escurre o se infiltra por los suelos (Ongley,

1997). La pérdida de suelo por efecto de la erosión también resulta ser una fuente importante de

contaminación difusa, ya que en este proceso pueden transportarse sustancias provenientes de la

74

explotación agrícola. Se reportó que en el suelo arrastrado se encuentra presente el 80 % del fósforo

y 73% del nitrógeno encontrado en los cuerpos de agua de los Estado Unidos (Zhang, X., Nearing,

M., & Norton, 2000).

Por lo tanto, se encuentran casos de contaminación alta con estos productos en zonas tales como el

Golfo de Nicoya en 2001, contaminado con fósforo soluble y nitrógeno soluble. En este contexto,

se estimó que aproximadamente 300 toneladas de fósforo y 2 mil toneladas de nitrógeno soluble por

año se descargan en el Golfo en su mayoría por la cuenca del Tárcoles, y por la cuenca de Barranca.

Sin embargo, es importante notar que estos químicos existen también en otras formas (así como el

fósforo particulado y el orgánico o el nitrógeno orgánico), cuya presencia no se toma en cuenta en

las anteriores mediciones y que se asocian fuertemente a los sedimentos como en el caso del fósforo

(León Coto, 2001).

Con respecto al impacto de las bananeras, se tienen registros de presencia de plaguicidas

organoclorados, organofosforados y paraquat en el Lago Arenal y afluentes en los años ochenta

(Von Düszeln, 1988); igualmente se cuenta con registros de presencia de plaguicidas en la parte

media de la subcuenca del río Sarapiquí, cuando ésta concentraba la actividad bananera en los

noventas (A. Espinoza, Vaquerano Castro, Torres, & Montiel, 2003).

Resulta de vital importancia la mención del caso de la producción de la piña en el país. Destaca la

contaminación de mantos acuíferos por el uso intensivo de agrotóxicos, lo cual ha impactado en las

comunidades de La Francia, Luisiana y El Cairo en Siquires de Limón, por haberse contaminado sus

acueductos con residuos agroquímicos como el herbicida bromacil detectado por el Instituto

Regional de Estudios en Sustancias Tóxicas de la Universidad Nacional (IRET) y seguidamente por

el Laboratorio de Aguas del AyA (Maglianesi, 2013).

La producción hortícola es otro sector que requiere de un modelo de manejo más sostenible pues

estudios han demostrado que por efecto de la producción intensiva se han contaminado quebradas

con fertilizantes, plaguicidas e inclusive nitratos (M. Fournier, Ramírez, Rueperte, Vargas, &

Echeverría, 2010).

En este contexto, los desafíos consisten en impulsar el conocimiento de tecnologías y el cambio de

paradigma de toda la cadena de valor del producto agrícola – desde su producción hasta su

consumo, manteniendo a largo plazo una agricultura eficiente en un contexto de desarrollo

sostenible (Entrevista I5, 2017).

Además, el proceso de registro de un plaguicida tiene lugar entre el MAG y el MS basado en criterios

técnicos con relación a la salud y el ambiente establecidos en el Decreto 24337-MAG-S, lo cual no

incluye los productos técnicos. Sin embargo, la información acerca de los efectos en la salud humana

75

ha sido entregada por el registrante del producto y no evalúa la toxicidad en condiciones propias de

Costa Rica (GCR, 2004).

Para contestar a estos retos, El Decreto 37757-S, Reglamento sobre Valores Guía en Suelos para

descontaminación de Sitios Afectados por Emergencias Ambientales y Derrames, en concordancia

con los artículos 45 y 46 de la Ley No. 8839, Ley para la Gestión Integral de Residuos, viene a llenar

un importante espacio en el marco regulatorio de Costa Rica, que no contaba con directrices claras

para la descontaminación o remediación de sitios contaminados. El reglamento establece criterios

para la clasificación de los sitios y direcciona de mejor manera los procesos de vigilancia y

seguimiento que debe realizar la Administración en la remediación de los sitios contaminados, la cual

es responsabilidad del contaminador, aplicando el principio “contaminador-pagador” (PGR, s. f.).

Impulsado por el contexto interacción, en los años 2000 se implementa el Programa de Fomento a

la Producción Agropecuaria Sostenible por el Ministerio de la Agricultura (PFPAS), el cual impactó

de manera positiva sobre el medio ambiente en el país, promoviendo las buenas prácticas agrícolas

con incentivos económicos tales como las Acciones de Mitigación Nacionalmente Apropiada

(NAMAs) impulsado por la Cumbre de Durban. El Programa de Fomento a la Producción

Agropecuaria Sostenible sigue siendo implementado después de su evaluación final. (Entrevista I5,

2017).

El programa PFPAS “impulsa una estrategia que se concentra en la promoción de nuevas

tecnologías de bajo costo y de fácil acceso para los productores(as) y el desarrollo del capital humano

mediante servicios de capacitación, información y asistencia técnica a los productores” (PGR, s. f.).

La meta de este programa es que los procesos productivos sean más competitivos y mejoren los

ingresos de las organizaciones de pequeños y medianos productores agropecuarios a través de una

reconversión de las practicas productivas hacia practicas sostenibles. La evaluación del programa

declara que este enfoque de trabajo representa un novedoso avance para la agricultura familiar

sostenible en Costa Rica, y recomendó incorporar la continuidad de este espacio de trabajo a la

misión y visión institucional del MAG y del conjunto de la institucionalidad del sector público

agropecuario (MAG, 2010).

En contexto internacional, la NAMAs – Ganadería por el MAG y Café por la GIZ, se pueden

definir como actividades que demostrablemente contribuyen a reducir las emisiones de gases de

efecto invernadero. Este concepto fue acordado en la Conferencia de las Partes (COP) en Bali en

2007 como un medio para los países en desarrollo de indicar las acciones de mitigación que estaban

dispuestos a tomar como parte de su contribución a un esfuerzo global (GIZ, s. f.). También

contribuyen al esfuerzo mencionado anteriormente los esfuerzos implementados por el país para

lograr la carbono neutralidad en 2021 (Entrevista I5, 2017).

76

Además, la SFE estableció un Sistema de Vigilancia Fitosanitaria para detectar oportunamente plagas

en cultivos prioritarios como piña, banano, palma aceitera, cítricos, arroz, frijol, caña de azúcar y

papaya, entre otros41, y monitorear constantes para el control de Cochinilla rosada, Huanglongbing,

Cancrosis, clorosis variegada de los cítricos, Leprosis, Mancha negra, Diaphorina citri, Sun blotch y

Trips Palmi. La SFE también reforzó la coordinación interinstitucional y alianzas con el sector

privado, y fortaleció el sector agroexportador y de Control de Residuos de Plaguicidas en productos

vegetales de consumo nacional (SFE, 2016)42.

En cuanto la contaminación de aguas por contaminación difusa de parte de agroquímicos, la

Dirección de Agua ejecuta proyectos orientados a la investigación, gestión y protección del recurso

hídrico. El dinero recaudado por concepto de canon de Aprovechamiento y canon Ambiental por

Vertidos es invertido en acciones como el monitoreo de la calidad de los cuerpos de agua

superficiales, monitoreo de parámetros del agua contenida en los acuíferos, como por ejemplo

variación de nivel, temperatura y conductividad eléctrica. Como parte de la planificación estratégica

se definieron cinco grandes áreas de trabajo: la gestión de la calidad del agua, la gestión del recurso

hídrico superficial, la gestión de la información y la gestión del recurso hídrico subterráneo.

Actualmente, se está construyendo un mecanismo para reducir los efectos ocasionados por la

contaminación difusa que le permita al país disminuir los impactos negativos causados al recurso

hídrico por este tipo de contaminación. (DA, s. f.). Sin embargo, Costa Rica esta presentado “como

el mayor consumidor de plaguicidas en el mundo, con 51.2 kg por hectárea. En América Latina le

siguen, bastante lejos, Colombia con 16.7 kg, y Ecuador con 6 kg” (FAO, 2018). Por lo tanto, sin

medidas inmediatas, la contaminación de aguas por contaminación difusa de parte de agroquímicos

queda un mayor reto para el país.

41

Se realizaron 6.500 inspecciones de campo. 42 Se tomaron más de 1.600 muestras en supermercados, ferias del agricultor, Centro Nacional de

Distribución Agrícola (CENADA), plantas agrícolas, fincas, centros de acopio y cadenas de comidas

rápidas.

77

7 Contaminación de aire

7.1 Un manejo y seguimiento reciente

En Costa Rica la preocupación por la contaminación del aire43 es reciente y su monitoreo está

enfocado a la Gran Área Metropolitana (GAM) porque las principales actividades comerciales e

industriales se concentran allí. De hecho, la región comprende 70% de la flota vehicular, 60% de la

población y 85% de la industria, aunque la región representa solamente el 3,8% del territorio

nacional (INEC). "Esta zona se ha caracterizado por un crecimiento de tipo radial, el cual ha dado paso a la

conurbación de las cuatro ciudades principales, Alajuela, Heredia, San José y Cartago" (Briceño Castillo, Herrera

Murillo, Arias Solórzano, Guerrero Beita, & Marin Rojas, 2014).

En este contexto, las actividades relacionadas con la producción y consumo de energía producen

emisiones de contaminantes y gases de efecto invernadero, que suman a las emisiones de gases

generales y al material particulado y han ido aumentado desde los años 90. De hecho, las emisiones

de contaminantes del aire se inician con el desarrollo de factores tales como infraestructura, patrones

de movilización en centros de población, la creciente actividad económica y la falta de planificación

urbana, entre otros. Sin embargo, la concentración de contaminación del aire depende de factores

naturales tales como el relieve, las condiciones meteorológicas y la estabilidad atmosférica, las

emisiones derivadas de los usos y costumbres de la población, el tipo de actividades económicas

desarrolladas y la tecnología utilizada en ellas (Briceño Castillo, Herrera Murillo, Arias Solórzano,

Guerrero Beita, & Marin Rojas, 2014).

La primera elaboración fallida de un diagnóstico sobre el problema de la contaminación del aire en

San José se intentó en 1971 en colaboración con la Organización Panamericana de la Salud. Los

primeros estudios de calidad del aire en Costa Rica datan de 1973, con un proyecto que la OPS

realiza junto con el Ministerio de Salud, que fue un primer diagnóstico inicial de la calidad del aire.

Ese proyecto se vuelve a repetir en 1978. Estas dos son entonces las primeras mediciones existentes

de calidad del aire en el país (Entrevista I6, 2017).

En 1989 se estableció un estudio parcial y en 1993, en colaboración con Swisscontact, se inició el

programa de Estudios de la Calidad del Aire de la Universidad Nacional. Este programa inició con

seis puntos de muestreos “indicando los primeros datos que los valores promedio de plomo llegaban a 1,75

µg/m3, con niveles mínimos por punto de muestreo de 0,89 µg/m3 anual” (Rodriguez & Herrera, 2004). Este

estudio empezó en 1998 y finalizó en el año 2001 aproximadamente y evidenció algunas

43 "La contaminación del aire se origina cuando se encuentran presentes en él contaminantes que no son posibles de encontrar en un estado natural o cuando

alguno de los compuestos contenidos en la atmósfera naturalmente presenta concentraciones mayores a las esperadas sin la influencia antropogénica. En este

sentido se define como contaminante del aire al compuesto o compuestos que alteran nocivamente la concentración normal del aire ambiente y la calidad del aire

como el estado de la concentración de los diferentes contaminantes atmosféricos en un periodo de tiempo y lugar determinados" (INECC, 2010, p X).

78

concentraciones importantes de partículas suspendidas totales y partículas PM10. También se

incluyeron en el estudio otros contaminantes como el dióxido de nitrógeno y el ozono (Entrevista

I6, 2017).

En 1973 se escribe la primera legislación relativa a la contaminación del aire en Costa Rica: la Ley

General de Salud, que establece en su artículo 295 la prohibición a toda persona, física o jurídica

sobre la descarga, emisión o emanación de contaminantes atmosféricos en la naturaleza y en

proporciones prohibidas, resultantes de sus actividades personales, domésticas, industriales,

comerciales o de cualquier otra índole que cause o contribuya a la contaminación atmosférica.

Adicionalmente, el Reglamento sobre inmisión de contaminantes atmosféricos (Decreto N° 30221-

S) determina los contaminantes criterio y los regula en primarios y secundarios. Briceño Castillo,

Herrera Murillo, Arias Solórzano, Guerrero Beita, & Marin Rojas, 2014).

Adicionalmente, el Poder Ejecutivo promulgó en 2002 el "Reglamento sobre Inmisión de

Contaminantes Atmosféricos" y el “Reglamento sobre Emisión de Contaminantes Atmosféricos

provenientes de Calderas y Hornos”, que estará luego reformado en 2006 (Entrevista I6, 2017). El

primero establece los valores máximos de inmisión del aire (calidad del aire), que deben regir para

preservar y mantener la salud humana, animal o vegetal, los bienes materiales o de la comunidad y su

bienestar, así como las medidas correctivas cuando se sobrepasen los valores máximos de inmisión o

se produzcan contingencias ambientales. Por su parte, el segundo define los correspondientes

niveles de emisión mediante el establecimiento de límites máximos de emisión de contaminantes en

las fuentes emisoras, principalmente instalaciones y actividades agrícolas, pecuarias, agroindustriales

e industriales. Además, es el primer reglamento de calidad del aire establecido el país (Entrevista I6,

2017, PGR, s. f.).

Luego, en 2010 se regulan las condiciones de operación y control de emisiones de instalaciones para

coincineración de residuos sólidos ordinarios estableciendo requisitos de operación y límites

máximos de emisiones y agregando una regulación más en cuanto a la emisión de contaminantes a

través del decreto número 39136 (DIGECA, 2018). En 2016 se emite el decreto ejecutivo 39951,

que establece el reglamento y tiene por objeto la organización y funcionamiento de la Red Nacional

de Monitoreo de la Calidad del Aire; así como los valores máximos de concentración de

contaminantes criterio presentes en el aire, con el fin de asegurar el derecho de los habitantes del

país a gozar de una calidad del aire que garantice la protección de la salud y el bienestar humano

(Entrevista I6, 2017, PGR, s. f.). Este decreto crea el índice costarricense de calidad del aire, que es

una forma de expresar información sobre la calidad del aire de forma más amena, simplificándola

con colores y con calificaciones de cero a cien para facilitar su comprensión (Entrevista I6, 2017).

En 2004, el decreto número 31628-MINAE establece la creación de la Dirección de Gestión de

Calidad Ambiental, la cual empieza a trabajar para mejorar la calidad ambiental en el territorio

nacional mediante la promoción de una gestión integral del ambiente, incluyendo la gestión de la

79

calidad del aire (PGR, s. f.). “Sus acciones se centran en la elaboración de herramientas técnicas y

jurídicas, así como en la apertura de espacios de concertación y diálogo con diversos actores

sociales” (Digeca, 2016). Esta Dirección tiene como objetivo “promover la mejoría en la calidad

ambiental y la prevención de la contaminación mediante el diseño e implementación de herramientas

e instrumentos técnicos y jurídicos de gestión ambiental que impulsen la producción y el consumo

sostenible en los diversos sectores de la sociedad, contribuyendo así a alcanzar el desarrollo

sostenible en el país” (DIGECA, 2016).

El mismo año la DIGECA, contando con el apoyo de diversas entidades locales y nacionales

(Universidad Nacional, el Ministerio de Salud, el Ministerio de Ambiente y Energía y la

Municipalidad de San José), publica el primer informe del estado del aire de la ciudad de San José

con mediciones de material particulado en diámetros menores a 10 μm (PM10). Esto gracias a la

implementación de una red de monitoreo que mide la concentración de dióxido de nitrógeno en al

menos 42 sitios de la GAM (Entrevista I6, 2017, Herrera, 2016).

El primer informe de calidad del aire de la ciudad de San José demostró el impacto positivo del

RITEVE en sus 18 primeros meses de implementación (Entrevista I6, 2017, Rodríguez & Herrera,

2004) (Ilustración 22). Esta es una empresa costarricense, de capital nacional y extranjero, a cargo de

la Revisión Técnica Vehicular (RTV) en Costa Rica desde 2002. Sin embargo, los valores de PM10 y

de dióxido de nitrógeno están por encima de los límites establecidos por la Organización Mundial de

la Salud y de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos. Esta identificación de

contaminación del aire fue luego reproducida cada año midiéndose la persistencia de las emisiones

de contaminantes por encima de los límites mencionados anteriormente (Briceño, Herrera, Beita,

Solórzano, & Rojas, 2015).

Ilustración 22 Concentración de material particulado PM10 en San José entre 1996 y 2003

Fuente: Rodríguez & Herrera, 2004

En 2007 la DIGECA publicó un inventario de los contaminantes criterios del aire. En este informe

se identifican los contaminantes del aire y sus fuentes. Entre otros, se estimaron emisiones de óxidos

80

de nitrógeno (NOx), óxidos de azufre (SOx), gases orgánicos totales (GOT), gases orgánicos

reactivos (GOR), monóxido de carbono (CO), amoniaco (NH3) y partículas suspendidas con

diámetros aerodinámicos menores a 10 micras (μm) (PM10) y 2.5 μm (PM2.5). Este reporte

importantemente concluye que “el aporte de las fuentes de emisión depende fuertemente del contaminante criterio

en estudio, ya que, por ejemplo, mientras que para el CO y los NOx la principal contribución proviene de fuentes

móviles, en el caso del SO2 el aporte es mayoritariamente debido a fuentes fijas” (Herrera Murillo, 2007, p. 30).

En 2008 la DIGECA publica el primer informe del estado del aire de la GAM. En este informe, se

incorporó el análisis de metales pesados tales como plomo (Pb), cromo (Cr), manganeso (Mn),

níquel (Ni), cobalto (Co), aluminio (Al), vanadio (V), Cobre (Cu), Hierro (Fe) presentes en las

partículas PM10, así como el monitoreo de la composición química de la precipitación total2. Este

primer informe de contaminación del aire de la GAM concluye que “las concentraciones de algunos

contaminantes criterio del aire (PM10 y NO2) registrados en los sitios de monitoreo localizados el área metropolitana,

no superan las normas establecidas para 24 horas (exposición aguda) con excepción de la concentración de partículas

PM10 en la Rectoría de la Universidad Nacional en Heredia sin embargo, en algunos casos, presentan valores

mayores al ser comparados con los límites máximos declarados en el decreto 30221-SALUD para un período de un

año” (Balance & Segunda, 2008).

Estos estudios fueron reproducidos aproximadamente cada año, donde se declara que la variación

interanual en las concentraciones de PM10 rompió la tendencia al descenso mostrada en años

anteriores. En cuanto a las concentraciones de los iones sulfato y nitrato presentes en las partículas

PM10, se observó un incremento anual cercano al 8%. Luego, se estimó que las emisiones de PM10

no presentan una mayor disminución en los diferentes sitios medidos desde el 2010 entre 2010-2015

y que su cantidad cumple con los parámetros establecidos en el Reglamento sobre Inmisión de

Contaminantes Atmosféricos44 (MINAE, 2015).

Sin embargo, los valores de PM10 continúan sobrepasando los límites de la OMS, no así para los

límites europeos, a excepción del caso de Heredia (Ilustración 23) (MINAE, 2015). Por lo tanto, la

cantidad de PM10 que se encuentra en el aire en la GAM implica un riesgo para la salud humana (X).

Se encontró también un incremento en al menos el 80% de las concentraciones de manganeso en

partículas PM10, en tasas que rondan desde 70 a 250% con respecto a los valores obtenidos en el

año 2011. Además, se demostró que las mediciones tomadas en zonas con menor tráfico vehicular

mostraron concentraciones de PM10 entre 19 – 24 μg/m3 en promedio anual, más bajas que las

zonas con mayor tráfico, registrando partículas PM10 entre 25 – 35 μg/m3 en promedio anual

(Herrera, 2016).

44 La norma nacional está dictada en el Decreto 30221-S "Reglamento sobre Inmisión de Contaminantes Atmosféricos". Establece el

valor de referencia de los niveles máximos en inmisión de PM10: 50 μg/m3 en promedio anual y 150 μg/m3 para un período de 24

horas (MINSALUD, 2016b).

81

Ilustración 23 Evolucion promedios anuales de partículas PM10 entre 2009 y 2013

Fuente:

En cuanto a los promedios anuales de partículas PM2,5 “se conceptualizan como contaminantes criterio;

además, funcionan como estándares de calidad del aire. Algunos de ellos son el O3, SO2, CO, NO2, PM10 y

PM2.5. Otros contaminantes llamados “traza” se consideran contaminantes no criterio, por ejemplo el

peroxiacetilnitrato (PAN), ácido nítrico, formaldehído, ácido fórmico, entre otros. Los contaminantes criterio se

encuentran documentados como nocivos y con efectos negativos a las personas, plantas y animales” (Briceño et al.,

2015).

En el país, entre 2012 y 2013, se encontró que los PM2.5 superan las normas anuales establecidas

por la OMS y la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos en cuatro de los cinco

sitios monitoreados, mientras que los niveles de dióxido de nitrógeno en 9 de los 25 sitios presentan

concentraciones mayores al criterio y se encuentran creciendo a una tasa superior al 10% (Ilustración

24) (MINAE, 2015). Luego, se observó un aumento de las emisiones de PM 2,5 entre el 2013 y 2014

(Tabla 15) y una estabilización partículas en 2015. En este contexto, no existen límites que regulen la

emisión de este tipo de partículas en el Reglamento de Inmisiones de Contaminantes Atmosféricos

(Briceño Castillo, Herrera Murillo, Arias Solórzano, Guerrero Beita, & Marin Rojas, 2015; Herrera,

2016). Los límites que regulan la emisión de partículas PM2.5 se establecieron hasta 2016 en el

último decreto sobre contaminación de aire (Entrevista I6, 2017).

82

Ilustración 24 Promedios anuales de partículas PM2.5 en 2013

Fuente: MINAE, 2015

Tabla 15 Concentración promedio anual de partículas PM2.5 en la GAM en 2013 y 2014

Año 2013 2014

Promedio Anual 22 25

Valor máximo registrado en 24 horas 48 69

Fuente: Briceño, Herrera, Beita, Solórzano, & Rojas, 2015

En cuanto al dióxido de nitrógeno, su concentración cumple con la normativa nacional de 100

μg/m3 como límite permisible en promedio anual. En el caso de San José, se observa esta situación

para todos los sitios muestreados. Sin embargo, un incumplimiento respecto al criterio internacional

de la OMS (40 μg/m3) se observa en los otros sitios muestreados debido al alto impacto de flujo

vehicular (Briceño et al., 2015).

Para mejorar el monitoreo de este tipo de contaminación se publicó en 2016 el reglamento de

calidad del aire para contaminantes criterio, que tiene por objetivo establecer la organización y

funcionamiento de la red nacional de monitoreo de calidades del aire, así como los valores máximos

de concentración de contaminantes criterio. Esto con el fin de asegurar el derecho de los habitantes

del país a gozar de una calidad del aire que garantice la protección de la salud y el bienestar humano

(DIGECA, 2018).

83

7.2 Cantidades de PM10 y PM2.5

En 2015 se estudiaron las concentraciones de diferentes contaminantes. Se observó en cuanto a las

partículas PM10, que las cantidades cumplieron con la norma nacional de un límite máximo de 50

μg/m3 (promedio anual), y durante este período de tiempo, ninguno de los datos diarios superó la

norma de 150 μg/m3 (24 horas). Sin embargo, se puede notar que todavía los resultados incumplen

en la mayoría de los puntos de muestreo los límites establecidos por el criterio de la OMS. Además,

como los años anteriores, los valores más altos de concentración de PM10 se registraron en las

zonas de mayor flujo vehicular, mientras que las zonas con menor flujo vehicular muestran valores

menores. En este contexto, se encontró que la estación lluviosa no corresponde a los valores más

bajos como se podría esperar, ya que el fenómeno corresponde a un mecanismo más complejo que

el lavamiento de la atmósfera por parte de precipitaciones (Ilustración 25, 26) (Briceño Castillo,

Herrera Murillo, Arias Solórzano, Guerrero Beita, & Marin Rojas, 2014).

Ilustración 25 Evolución mensual de partículas PM10 en 2015

Fuente: Briceño, Herrera, Beita, Solórzano, & Rojas, 2015

84

Ilustración 26 Promedios estacionales de PM10 para cada sitio de muestreo en 2015

Fuente: Briceño, Herrera, Beita, Solórzano, & Rojas, 2015

En cuanto a las partículas PM2,5 y la contaminación por dióxido de nitrógeno, el Informe de la

Calidad del Aire 2013-2015 demuestra que los valores de ambos contaminantes registrados están

muy por encima de los valores recomendados por el OMS. Los valores de PM2.5 aproximaron el

valor de 24 µm/m3 en 2015. De hecho, se encontró una cantidad de 24 μm/m3 de PM2.5

(promedio anual en 2015) con un valor máximo registrado en 24 horas de 66 μm/m3 mientras el

OMS recomienda de 10 en promedio anual y 25 de valor máximo en 24 horas. En cuanto a el

dióxido de nitrógeno, los sitios de muestreo en San José cumplen con la normativa nacional de 100

μg/m3 como límite permisible en promedio anual, sin embargo, muchos de los sitios siguen

incumpliendo con el criterio internacional de la OMS (40 μg/m3) (Briceño, Herrera, Beita,

Solórzano, & Rojas, 2015).

7.3 Contaminación y normativas

La contaminación del aire en la GAM se ubica en los niveles de concentración de partículas PM10

aceptados por la normativa nacional (Decreto N° 30221-S), más no así por la normativa de

referencia internacional dictada por la Organización Mundial de la Salud, con respecto de la cual se

ha registrado un patrón de incumplimiento sostenido en el tiempo. Este incumplimiento se da de

forma general para los años 2013, 2014 y 2015 (promedios anuales) (Briceño, Herrera, Beita,

Solórzano, & Rojas, 2015).

Las fuentes de contaminantes del aire están compuestas principalmente de fuente naturales y de

fuentes móviles, luego de plantas de fabricación de cemento, vidrios y seguidas de las centrales

85

termoeléctricas y el consumo industrial de combustibles. El polvo fugitivo45, el manejo de residuos y

las actividades agrícolas (fuentes de área) contribuyen a las emisiones de PM10 y PM2.5. Las

actividades ganaderas y la generación doméstica de amoniaco, junto con la aplicación de fertilizantes,

son responsables de la mayoría de las emisiones de amoniaco (Herrera Murillo, 2007).

Sin embargo, se demostró que la principal causa de contaminación del aire en Costa Rica es

principalmente causada por la duplicación del parque vehicular en los últimos 20 años (Entrevista I6,

2017) que aumentó de aproximadamente 450 000 vehículos en 1994, a más de 1 200 000 en 2014

(MINAE, 2015). “Además, la edad del parque vehicular, estimada en 16 años para el país, exacerba la

contaminación por óxidos de nitrógeno y gases orgánicos reactivos (vehículos más antiguos, más contaminantes)

(Herrera, 2016). De hecho, de acuerdo con los datos de importación de vehículos suministrados por el Ministerio de

Hacienda, en el 2014 la importación de vehículos usados representó el 34 % del total de importaciones de esos bienes

de los cuales el 24 % supera los 15 años de antigüedad” (Gómez Meléndez, Wo Ching Sancho, Villalobos

Jiménez, Montoya Greenheck, & Omodeo Cubero, 2017, p 409). Por lo tanto, estos parámetros

exacerban la contaminación del aire46 (MINAE, 2015).

Lo anterior requiere establecer normas nacionales para este contaminante, vigilancia sistemática de

las concentraciones de PM2,5 en los distintos centros urbanos, identificación exhaustiva de las

principales fuentes emisoras y el establecimiento de las estrategias a ser implementadas para la

reducción de las mismas. Además, es necesario formular un plan integral de intervención y

desarrollar políticas tendientes a abatir de forma gradual y sostenida la contaminación atmosférica

con el fin de proteger a los habitantes de la región de una exposición crónica sostenida a diversos

contaminantes del aire. Nuevos planes y políticas incluyen, por ejemplo, cambiar el monitoreo de

técnicas pasivas por equipo automático, vigilar y establecer metas de velocidad de circulación en las

principales calles y avenidas de la región metropolitana, regular la importación de vehículos usados y

definir una política de mejora de combustibles, entre otras (Entrevista I6, 2017, Gómez Meléndez,

Wo Ching Sancho, Villalobos Jiménez, Montoya Greenheck, & Omodeo Cubero, 2017).

Para enfrentar estos retos, el Plan Nacional de Energía propone renovar la flota vehicular

introduciendo la eficiencia energética para los vehículos47 con el fin de avanzar hacia tecnologías más

eficientes a través del “Programa de Adquisición de Vehículos Eficientes (PAVE)”. Este programa

se implementa en colaboración con el Banco de Costa Rica, el Instituto Nacional de Seguros (INS) y

la Asociación de Importadores de Vehículos y Maquinaria (AIVEMA) y se enfoca en promover la

45 Resuspensión de polvo de los caminos pavimentados y no pavimentados 46 La información sobre el rendimiento de combustible de los distintos modelos, así co.mo los incentivos para el cambio de tecnología

a gas LPG o para cambio a eléctrico o híbrido están restringidos. De igual manera, existen limitantes para obligar a tener un porcentaje

de concesiones de buses y taxis que sean eléctricos o híbridos, así como alicientes para que las propias instituciones públicas incluyan

en sus planes de renovación de flotas estos temas (MINAE, 2017) 47 Promoviendo el ahorro de combustible

86

importación de vehículos más eficientes48 y de menor emisión de gases invernaderos gracias a

condiciones financieras favorables tales como el fortalecimiento y mejora de los incentivos fiscales

de manera permanente (MINAE, 2015). Más recientemente, se está impulsado, en el marco de las

medidas de mitigación del cambio climático, el uso de vehículos eléctricos, de los cuales deberíamos

ver el resultado en un futuro próximo.

48 El PAVE provee condiciones de financiamiento favorables a vehículos con niveles de emisiones menores a 200 gCO2/km y que

cumplen con un rendimiento combinado (carretera –ciudad) de 15 km/l (MINAE, 2015).

87

8 Conclusión: Posicionamiento Internacional y Retos a Enfrentar

8.1 Orígenes y evolución del posicionamiento internacional como un país verde

En este contexto, se identifican tres eventos claves que tienen su origen en decisiones

gubernamentales y que promueven el país como un líder mundial en la protección del medio

ambiente: la reversión de la deforestación, la producción de electricidad a partir de fuentes

renovables y su compromiso con la lucha contra el cambio climático. Sin embargo, en 2014 Costa

Rica ocupó la posición 54 en el Índice de Desempeño Ambiental y solamente la posición 168 en

Salud de los océanos a nivel global (Yale University, 2018). Eso demuestra que, aunque el gobierno

central, los gobiernos locales y otros actores públicos y privados están muy activos en diseñar e

implementar políticas públicas, medidas y programas para el manejo del medio ambiente,

permanecen aún importantes desafíos para lograr un futuro verdejamente sostenible.

Reversión de la deforestación

En los años ochenta la deforestación en Costa Rica avanzaba a un ritmo muy acelerado debido al

desarrollo de la agricultura y la ganadería (Brown & Bird, 2010). A mediados de esa década el país

tenía la tasa anual de deforestación más alta del mundo (Sánchez‐ Azofeifa, Pfaff, Robalino, &

Boomhower, 2007). Sin embargo, el sector agropecuario fue impactado por una caída del precio

internacional de la carne, que afectando la ganadería extensiva practicada en Costa Rica provocó un

colapso del sistema productivo nacional (Sánchez-Azofeifa, 2015 citado en Hernández et al., 2015).

Por lo tanto, "la recuperación fue consecuencia de una menor extracción de recursos por unidad de

uso de la tierra" (p 6.).

En este contexto, la primera expresión jurídica directa sobre el sector forestal costarricense es la

primera Ley Forestal (4465), que reglamenta la tala de árboles provenientes del bosque nativo. La ley

fue promulgada en 1969 y con ella se crearon por primera vez herramientas jurídicas e institucionales

en lo forestal (Rodríguez, 2002).

“La Ley 4465 vino a establecer que el Patrimonio Forestal del Estado estará constituido por las

Reservas Nacionales, Reservas Forestales, Parques Nacionales, Viveros Forestales del Estado, Zonas

Protectoras y Reservas Biológicas. (artículo 18). Esta normativa permitió el aprovechamiento de

productos forestales en las reservas nacionales y fincas del Estado, directamente por la Dirección General

Forestal, o mediante concesiones o permisos otorgados por la misma, a través de un proceso de licitación y

de conformidad con planes técnicos de manejo forestal (artículos 41, 46 y 58), así como labores de

pastoreo, previa autorización de la misma Dirección (artículo 81).”(Lizano, 1998, p.1)

Siguiendo los primeros pasos para la política de protección de los bosques, en 1979 se produjo el

primer Plan Nacional de Desarrollo Forestal (Rodríguez, 2002). La primera política forestal nacional

integral se torna necesaria, porque a pesar de los primeros pasos emprendidos por el gobierno de

88

Costa Rica, la cobertura forestal enfrentaba niveles de deforestación sin precedente. De hecho, entre

1960 y 1986 sufrió de deforestación frontal, ya que la cobertura forestal pasa de 59,5% a 40,8%,

representando una pérdida total de bosques de 956,675 ha en 26 años (Sánchez-Azofeifa, 2015

citado en Hernández et al., 2015, p. 5) debido a la tala para el desarrollo de actividades agrícolas y

ganaderas (Hernández et al., 2015). A partir de 1986 Costa Rica introdujo el concepto de manejo

forestal sostenible con el objetivo de conservar y mejorar los bosques existentes.

En 1986, La ley 7032 definió como patrimonio forestal del Estado prácticamente igual al del

patrimonio natural del Estado: "El patrimonio forestal del Estado está constituido por todos los bosques y

terrenos forestales de las reservas nacionales, de las áreas declaradas inalienables, de las fincas inscritas a su nombre, y

de las pertenecientes a las municipalidades, a las instituciones autónomas y a los demás organismos de la

Administración Pública..." (artículo 32). Asimismo, estableció los conceptos de reservas forestales,

zonas protectoras, parques nacionales, refugios nacionales de vida silvestre y reservas bio-lógicas.

Introduce la posibilidad de otorgar concesiones para el aprovechamiento de recursos forestales

provenientes de terrenos y bosques del patrimonio forestal del Estado, o el aprovechamiento directo

por parte de la Dirección General Forestal, con la salvedad de los parques nacionales y reservas

biológicas que constituye la primera prohibición directa de la conversión forestal a otros usos de la

tierra en ciertos tipos de tierras; que luego se convirtió en la principal estrategia de conservación y

protección forestal (Brown & Bird, 2010). En 1998, el turismo se convirtió en la principal fuente de

ingresos del país, aportando el 25% del ingreso nacional total y reduciendo la importancia de las

actividades económicas asociadas con la deforestación en la economía nacional (Watson, Cervantes,

Castro, Solis, Porras, & Cornejo, 1998 citado en Brown & Bird, 2010). Costa Rica comenzó

entonces a promover su imagen como modelo de conservación.

En 1995 y 1996 respectivamente, la Ley Orgánica del Ambiente No.7554 y la Ley Forestal No.7575.

Esta legislación impuso una interdicción al cambiar el uso de tierra en las tierras boscosas,

prohibiendo la deforestación. Los incentivos existentes para la reforestación comercial para la

producción de madera fueron descartados y remplazados por incentivos para la conservación de las

funciones forestales que proporcionan servicios ambientales (Brown & Bird, 2010). Esta legislación

impuso una interdicción al cambiar el uso de tierra en las tierras boscosas, prohibiendo la

deforestación. Los incentivos existentes para la reforestación comercial para la producción de

madera fueron descartados y remplazados por incentivos para la conservación de las funciones

forestales que proporcionan servicios ambientales (Brown & Bird, 2010).

La leyes mencionadas en el párrafo anterior establecieron un sistema de pagos a todos los

propietarios de bosques y plantaciones forestales, llamado Pago de Servicios Ambientales (PSA)49

49 El programa de PSA en Costa Rica es un instrumento político diseñado para compensar el costo de oportunidad de las alternativas

de uso de la tierra. Mediante el pago a los propietarios para preservar o conservar su tierra bajo cobertura boscosa, los PSA pueden

efectivamente aumentar el valor de las tierras bajo cobertura forestal hasta cerca del valor de las tierras deforestadas. Al 2005 alrededor

89

(Brown & Bird, 2010). Aunque similar a las legislaciones anteriores, la Ley Forestal 7575 está

considerada como un hito en el manejo de los recursos naturales en Costa Rica porque hizo dos

cambios importantes:

"En primer lugar, la justificación de los pagos cambió de apoyo a la industria maderera a la prestación de

servicios ambientales. En segundo lugar, la nueva ley cambió la fuente de financiación del presupuesto del

gobierno nacional (subsidios) a un impuesto especial sobre los combustibles fósiles y los pagos de los beneficiarios.

También fortaleció el Fondo Nacional de Financiamiento Forestal (FONAFIFO) para administrar los pagos

del programa. En virtud de la ley, el FONAFIFO se transformaría en una organización semiautónoma

autorizada para recibir y administrar recursos para el desarrollo de actividades forestales. Estos cambios

apoyaron el abandono de una estrategia de "mando y control", hacia la desregulación y la delegación de la

responsabilidad de la ordenación forestal y la conservación a los propietarios privados" (Brown & Bird,

2010, p. 6).

Luego, parte del impuesto a los combustibles fue impartido al financiamiento de la reforestación y

ha contribuido en el 80% invertido en reforestación entre 1996 y 2013 (Hernández et al., 2015).

Los esfuerzos realizados por las legislaciones durante los 70s, 80s y 90s aumentaron de manera

significativa las zonas protegidas (desde 4 parques nacionales en 1970, 16 en 1980, 19 en 1990 hacia

25 en 2000) y tuvieron resultados favorables. En 2005 la deforestación anual cayó a cerca de cero

(Kleinn, Corrales, & Morales, 2002). De 17% del territorio nacional en 1983 (Kleinn, Corrales, &

Morales, 2002) y 40,8% en 1986, la CF pasó a 51,4% en 2010 y la tasa de deforestación anual se

estabilizó por debajo del 0,25% anual (Hernández et al., 2015). En 2014 el SINAC (2014) reportó en

el Inventario Nacional Forestal (INF), que el 52,4% del territorio nacional está constituido por

bosques maduros, bosques secundarios, bosques deciduos, manglares, bosques de palmas y

plantaciones forestales (Emanuelli et al., 2015).

Entre 1983 y 2013 se calculó que la cubierta forestal nacional recuperó 2,83 millones de hectáreas de

bosques nativos (Castro, 2016). El Estado de la Nación nota, que los bosques maduros se

recuperaron en cerca de 288.330 ha entre 1992 y el 2013, mientras que los secundarios se

recuperaron en 239.000 ha. Además, se observa un decrecimiento en la superficie quemada total en

comparación a la temporada anterior, pasando de 55.610 ha quemadas en el 2013 a 30.530 ha en

2014 (Hernández et al., 2015).

Costa Rica es el único país tropical en revertir su tasa de deforestación. La recuperación de cobertura

forestal en el país fue consecuencia de una menor extracción de recursos por unidad de uso de la

tierra. En otras palabras, la introducción de buenas prácticas de manejo de bosque, así como la

protección de áreas de bosques públicos y privados, permitieron un uso sostenible de la tierra e

impulsar el fenómeno de reforestación del país. De hecho, la implementación la tasa de

de 212,000 hectáreas de tierra fueron reclutadas en el programa de Pago por Servicios Ambientales de FONAFIFO, la mayoría de

éstas bajo contratos de protección de bosque natural (86%) (Obando Vargas, 2009).

90

deforestación permanece bastante baja y estable desde el año 1986 y la regeneración de bosques

sigue aumentando (Hernández et al., 2015). “Más de 25.000 áreas protegidas han sido establecidas hasta

inicios de la década de los años 90, cubriendo más del 5% del globo. Solamente 1470 de éstas son iguales al modelo

del parque Yellowstone, mientras el resto ha sido designado con una variedad de denominaciones” (Cifuentes,

Izurieta, & de Faria, 2000, p.1) Este fenómeno fue el primero en llevar al país a la vanguardia del

manejo ambiental a nivel internacional.

Producción limpia de electricidad

En 1851 el crecimiento urbano de la ciudad de San José convirtió el sistema de alumbramiento

público en un sistema obsoleto. Por lo tanto se evidenció la necesidad de una nueva alternativa que

fuera acorde con las demandas del comercio y la industria (ICE, 2017), y en 1882, una de las

primeras concesiones se autorizó a desarrollar la luz eléctrica en Costa Rica (Castillo Rincón &

Davidovich Molina, 2016). Dos años después se inauguró el servicio eléctrico en San José (ICE,

2017) con el establecimiento de la primera planta hidroeléctrica comercial siguiendo un contrato

firmado con la municipalidad de San José (Rincón & Molina, 2016), única ciudad iluminada entre

Estados Unidos y Chile (Estado de la Nación, 2016)(La Nación, 2013). “A partir de ese

acontecimiento se construyeron diversas obras de generación eléctrica en varios lugares del país,

como producto de iniciativas de las municipalidades y de empresarios privados nacionales como

extranjeros” (p. 17).

Debido a que el patrón de producción energética está generalmente determinado por las fuentes

disponibles con que cuenta una región o un país – siendo estas en Costa Rica el potencial

hidroeléctrico, geotérmico y de algunas otras fuentes renovables como la biomasa – se tomaron

decisiones políticas para producir energía a partir de estas fuentes (Martinez Hidalgo, 2010). Por lo

tanto, el “patrón de producción tiende a un autoabastecimiento en materia eléctrica” (p. 6).

A partir de los años 1950 se emitieron leyes relativas a la producción de energía. El 8 de abril de

1949 nace el ICE mediante la ley 449. Su tarea esencial es "el desarrollo racional de las fuentes

productoras de energía física que la nación posee, en especial los recursos hidráulicos… con el fin de

fortalecer la economía nacional y promover el mayor bienestar del pueblo de Costa Rica" (ICE,

2015). Luego, durante el periodo 1951-1982, fueron emitidas y aprobadas 67 leyes sobre energías

renovables (Betrano, 2014), marcando el inicio de las regulaciones del sector energía del país.

Durante el periodo entre 1994 y 2014 las leyes fueron propensas a establecer marcos regulatorios. Se

crean entonces nuevos reglamentos para el otorgamiento de concesiones para la producción de

energía hídrica y el tema del financiamiento externo para nuevos proyectos en ambos tipos de

energía se torna central en la regulación. Durante este periodo predomina en la legislación energética

la regulación de las fuentes renovables en términos de números de leyes. Mientras la otorgación de

concesiones disminuye, el tema ambiental y el tema tarifario están en el centro de las legislaciones

91

por causa de la variabilidad de los precios internacionales de los hidrocarburos que impactan las

tarifas de la electricidad a través del factor térmico (Betrano, 2014).

Gracias a las medidas tomadas desde los años 2000, la producción de energía primaria del país siguió

aumentado. Por ejemplo, se pasó de generar 7.968 GWh en 2004 a 9.503 en 2010. En el 2010 el

76% de la energía generada en el país provenía de fuentes hidroeléctricas, 12% de fuentes

geotérmicas, 4% de fuentes eólicas y 1% de biomasa. Solamente un 7% del total producido se

generó con fuente térmica; es decir, el 93% de la energía generada en el país provino de fuentes no

fósiles (Portolés, 2011). En 2011 la situación de generación eléctrica en Costa Rica era el resultado

de la evolución que se produjo en los años anteriores: “es de destacar el incremento relativo

producido en la generación con motores diésel en el año 2005 y en la generación a base de gas en el

año 2008. En términos absolutos la hidroeléctrica experimentó el mayor incremento acumulado de

entre todos los tipos de generación” (p .9). El mayor incremento de la producción de energía ocurrió

entre 2014 y 2015 con un incremento de 3.1% en comparación al 2.06% entre 2005 y 2015) debido

al desarrollo de fuentes eólicas e hidráulicas (Portolés, 2011).

En 2015 las empresas públicas de Costa Rica generaron 8415,5 MW de electricidad provenientes en

su mayoría de fuentes hidrológicas (75.3%), geotérmicas (12.8%) y eólicas (10.1%), de manera que la

generación de electricidad del país llegó a provenir de fuentes renovables en un 99% (Rojas, 2016).

Costa Rica presentó una oferta interna de energía primaria de 113 122 TJ compuesta de 43% de

energía geotérmica, 27,9% de energía hídrica, 9.8% de energía proveniente de leña y 15.6% de

residuos vegetales (DSE, 2016).

Con esto, se puede constatar que desde el inicio de su generación, la producción de electricidad en

Costa Rica está basada en sus recursos naturales. Desde 1987, los años de mayor generación de

fuentes renovables fueron identificados y se presentan en la siguiente Tabla 16 (GobiernoCR, 2017).

En este contexto, se puede notar que los esfuerzos del país por mantenerse con una matriz limpia

permitieron alcanzar una distribución de electricidad de 99,3 % en el país (Loría & Martínez, 2017),

mientras la población costarricense aumentó desde 2.955.335 en 1989 hasta 5.003.393 para 2016

(INEC, 2016).

Tabla 16 Años más renovables desde 1987

Año Generación renovable

1989 99,05%

1990 98,67%

2000 98,79%

2001 98,40%

2004 99,17%

2015 98,99%

92

2016 98,21%

2017 99,35%*

* Al primer semestre.

Fuente: GobiernoCR, 2017

Durante el primer semestre del 2017 Costa Rica acumuló 160 días con electricidad producida por

fuentes renovables. Como resultado, el país generó 99.35% de su electricidad con recursos

renovables durante este periodo, porcentaje mayor a los promedios anuales de las últimas tres

décadas. Entre el 1 de enero y el 30 de junio el Sistema Eléctrico Nacional produjo 5.575,61

gigavatios hora con cinco fuentes renovables: agua (74,85%), geotermia (11,10%), viento (11,92%),

biomasa (1,47%) y sol (0,01%). El respaldo térmico (combustible fósil) representó solamente 0,65%

(GobiernoCR, 2017).

Involucramiento en la lucha en contra el Cambio Climático

La historia de Costa Rica en relación con el manejo de los impactos del cambio climático es más

reciente de lo que parece. Sin embargo, los esfuerzos por la generación de electricidad a partir de

fuerza hidromotriz y el proceso de reforestación, como presentado anteriormente, participan en los

esfuerzos de lucha contra el cambio climático. Por lo tanto, se considera frecuentemente que las

acciones climáticas empezaron con las primeras decisiones tomadas en torno a la reforestación en

1970, con el establecimiento de los primeros parques nacionales y la creación de la Ley Forestal en

1996. Sin embargo, Costa Rica implementó luego acciones más enfocadas en la acción climática

misma.

Entre las acciones previas está el programa de pago por servicios ambientales, que fue desarrollado

en colaboración con Noruega e implementado en 1997 en el contexto de los esfuerzos

internacionales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. En el marco del Protocolo

de Kioto, el primer proyecto de implementación conjunta del mundo, denominado CARFIX, a

través del cual el Gobierno de Costa Rica vendió a Noruega $2.000.000 de dólares en reducciones de

carbono, hecho que mostró al mundo la viabilidad de los mercados globales de servicios ambientales

para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Este programa es el primer proyecto

de implementación conjunta en el mundo en el marco del Protocolo de Kioto y reconoce

oficialmente que los bosques proveen servicios valiosos. Además, el programa permitió también a

Costa Rica acceder al mercado de carbono, concediendo un valor agregado a los bosques del país.

Por lo tanto, las compensaciones a dueños de bosques por conservarlos han reducido el riesgo de

deforestación y han protegido o reforestado más de 728.000 hectáreas (14% del territorio nacional)

(DCC, s. f.-a).

El desarrollo de las energías renovables, también mencionado anteriormente, reforzó las acciones de

lucha contra el cambio climático. De hecho, la energía es producida en su mayoría con fuentes

renovables tales como hidroeléctrica en primer lugar, eólica y solar. Para el 2014 el país tiene como

93

meta que más del 90% de su energía eléctrica sea producida mediante fuentes renovables. Estos

esfuerzos llevaron el país en 2011 a alcanzar la producción del 95% de su electricidad con fuentes

renovables (DCC, s. f.-a).

El término “cambio climático” en Costa Rica apareció por primera vez en 2006 en el Plan Nacional

de Desarrollo (PND) durante el gobierno de Óscar Arias (MIDEPLAN, 2014). Entre otros, el PND

menciona la prioridad de la reducción de los gases de efecto invernadero y de la adaptación al

cambio climático, así como la gestión sostenible del medio ambiente y del desarrollo. En 2007 el país

define la meta de llegar a ser carbono neutral 50 para el 2021 (Michelle Soto M., 2014), y en 2009

Costa Rica adquirió el compromiso ante la comunidad mundial de convertirse en un país Carbono

Neutral para el 2021. Este compromiso fue aprobado por la Convención Marco de las Naciones

Unidas sobre el Cambio Climático en la Ley N° 7414 (DCC, s. f.-a).

En 2010 la Dirección de Cambio Climático fue creada para coordinar acciones en el tema. Con esta

creación el país implementó una Estrategia Nacional de Cambio Climático (ENCC) y Plan de

Acción (DCC, s. f.-a). La ENCC está basada en seis líneas estratégicas: la mitigación, la adaptación,

las métricas, el desarrollo de capacidades y transferencia tecnológica, la educación, cultura,

sensibilización pública y el financiamiento (MINAE, 2009).

En cuanto a las acciones climáticas propias, Costa Rica se ha centrado hasta ahora en "aumentar la

resiliencia de la sociedad a los impactos del cambio climático y fortalecer la capacidad del país para

un bajo desarrollo de emisiones a largo plazo" (MINAE, 2015). Costa Rica está reforzando sus

esfuerzos por la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero a raíz de los últimos

acuerdos de París. Al involucrar una amplia gama de actores, desde compañías privadas y

académicos, hasta la sociedad civil, a menudo, Costa Rica es mostrada como ejemplo de reducción

de emisiones de gases de efecto invernadero (DCC, s. f.-a). Recientemente Costa Rica ha incluido un

componente de Adaptación al Cambio Climático en su Contribución Nacional con compromisos

claros para el 2030 (MINAE, 2015).

El país también se beneficia del Programa País (PP), que es una “iniciativa gubernamental para la

oficialización de los procesos relacionados con el reporte de inventarios de gases de efecto

invernadero (GEIs) y la aplicación de la Norma Nacional de Carbono Neutralidad” (Poder

Legislativo, 2012). Como base del PP, la norma de carbono neutralidad facilita los procesos de

gestión en empresas y organizaciones. Esta norma crea Unidades Costarricenses de Compensación

que favorecen la reducción de emisiones incentivando a las empresas y organizaciones con

compensaciones. Una vez cumplida la norma a través de un reporte de inventarios y registrada la

50 Esto significa que el balance neto de los gases de efecto invernadero que emitimos a la atmósfera sea igual a cero, logrando

compensar gran parte de las emisiones y, además, reduciendo un porcentaje de ellas hasta lograr que el valor (E) sea igual a cero, de

tal manera que se cumpla la fórmula E-R-C=0 donde (R) representa reducciones y (C) compensaciones (Michelle Soto M., 2014).

94

huella de carbono de las organizaciones es posible otorgar la marca C-Neutral. “También integra el

registro de las Unidades Costarricenses de Compensación (UCCs) y demás mecanismos de

compensación, así como el registro nacional de emisiones, reducciones y compensaciones” (DCC,

s. f.-b). en 2016, el país contaba con 65 empresas verificadas como Carbono Neutral (Fallas

Villalobos, 2016).

En sus Contribuciones Nacionales (INDC´s), Costa Rica amplió su compromiso de ser carbono

neutral para ser carbono negativo para el 2030. Asimismo, el Plan Nacional de Desarrollo 2015-2018

presenta cuatro programas asociados a la adaptación y mitigación del cambio climático, los cuales

son el programa de adaptación al cambio climático y gestión del riesgo de desastre para el desarrollo

y la seguridad humana por parte del sector público, el programa de Adaptación Local para sectores

productivos críticos ante el Cambio Climático, el programa de Adaptación basado en Ecosistemas

para la consolidación de corredores biológicos y el Programa Nacional de Reducción de Emisiones

de GEIs (MINAE, 2015).

El país también se beneficia de una serie de políticas públicas tales como la Ley de Regulación del

Uso Racional de la Energía y su respectivo reglamento; la Ley de Biocombustibles y su respectivo

reglamento, el impuesto único para la producción nacional y la importación de combustibles fósiles

y el Reglamento para la elaboración de Programas de Gestión Ambiental Institucional (PGAI) en el

sector público que apoyan la mitigación de gases de efecto invernadero.

Por lo tanto, desde los años 1990, con la preparación de la conferencia de Kioto y los consecuentes

proyectos, Costa Rica se posicionó como líder internacional en el manejo ambiental. Esta posición

se reforzó gracias a las decisiones gubernamentales tomadas en tres sectores presentadas

anteriormente: protección de bosques, generación de electricidad y reducción de emisiones para

mitigar los impactos del cambio climático que llevaron a Costa Rica a ser el primer país en revertir la

deforestación (NEF, 2016) y a producir el 99,35% de su electricidad a partir de fuentes renovables

(GobiernoCR, 2017). También, la posición comprometida de Costa Rica en la mitigación y la

adaptación al cambio climático contribuye igualmente a su reputación. Sin embargo, el país enfrenta

todavía grandes retos ambientales, tales como el manejo sostenible del agua o de los desechos

sólidos, entre otros.

8.2 Retos país para la sostenibilidad ambiental

En 2014 Costa Rica ocupó la posición 54 en el Índice de Desempeño Ambiental y solamente la

posición 168 en Salud de los océanos a nivel global (Yale University, 2018). Eso demuestra que,

aunque el gobierno central, los gobiernos locales y otros actores públicos y privados están muy

activos en diseñar e implementar políticas públicas, medidas y programas para el manejo del medio

ambiente, permanecen aún importantes desafíos para lograr un futuro verdejamente sostenible.

95

Los tres pasos claves presentados anteriormente llevaron a Costa Rica a la delantera de la comunidad

internacional como líder en manejo ambiental. Sin embargo, aunque Costa Rica haya logrado

avances significativos en unos subsectores ambientales, aún quedan por delante varios retos

ambientales significativos para el país.

Deforestación

En cuanto a la reforestación, Agresta et al. (2015) notan que entre 1987 y el 2013 la pérdida de

bosque maduro es mayor que la ganancia obtenida con la recuperación de cobertura forestal a través

de bosques secundarios. En este contexto, "determinan una deforestación entre el 2001 y el 2011 de

un 4% del área total de Costa Rica, una forestación/reforestación de un 4%, así como un bosque

estable del 55% del área del país y de no bosque estable de un 37%"(Hernández et al., 2015, p. 6).

Por lo tanto, concuerdan en que el porcentaje de cobertura de bosque del país (Hernández et al.,

2015) es consecuencia de varios factores, que incluyen cambios estructurales productivos, como la

expansión del turismo, la migración de la población rural hacia centros urbanos, y por otra parte,

políticas de conservación implementadas por el Estado (Sierra et al., 2016). Por lo tanto, para

mantener una cobertura forestal sostenible, un manejo sostenible adecuado al contexto actual del

país es necesario para conservar la biodiversidad.

Energía

El sector energético también enfrenta retos porque Costa Rica depende del petróleo producido en el

exterior (Estado de la Nación, 2016). Además, algunos proyectos hidroeléctricos privados crearon

conflictos con algunas comunidades y el crecimiento de la demanda de energía para el uso en

industria, edificios en general y en transporte incrementa los costos de la electricidad. Asimismo,

ocurren cambios percibidos y otros impredecibles en el régimen de lluvias y hay escasez de inversión

en el aprovechamiento de las energías limpias, entre otros (Mora, 2013).

Sin embargo, el mayor reto del sector energía se ubica en el sub-sector transporte, la demanda en

aumento de combustible fósiles y su consecuentes emisiones de gases de efecto invernadero y

partículas. En este contexto, la emisión de gases y material particulado en altas concentraciones

impacta en la salud pública y se estima que han sido la causa de 3,7 millones de defunciones

prematuras anuales en el mundo en 2012. Entre otros, estos elementos provocan accidentes

cerebrovasculares, cánceres de pulmón y neumopatías crónicas y agudas, como el asma (MINAE,

2015).

Agroquímicos

Los agroquímicos usados en el país contaminan el medio ambiente. De hecho, el cambio hacia una

agricultura intensiva de altos insumos agrícolas y el crecimiento en la producción de índole agrícola

ha generado un incremento en el consumo de agroquímicos (Fournier, Ramírez, Rueperte, Vargas, &

Echeverría, 2010; INEC, 2015). Por ejemplo, la importación de plaguicidas durante el periodo 1977-

2006 se multiplicó por 4.4 veces (Fournier, Ramírez, Rueperte, Vargas y Echeverría, 2010), liderando

96

la importación de plaguicidas per cápita en el mundo (Jorge Araya, 2015). Por lo tanto, como Costa

Rica dedica hoy el 47,1% del territorio continental para la producción de alimentos (INEC, 2015), la

contaminación por agroquímicos crea un reto ambiental suplementario.

Desechos solidos

Hasta muy recientemente el manejo de los desechos sólidos en Costa Rica respondía a iniciativas

personales o comunales (Soto, 2005). Sin embargo, la cantidad de residuos está en constante

aumento. En 2006 se estimaba que se generaban 2.7 veces más residuos de lo que se producía en

1991 convirtiéndose el manejo de los desechos sólidos en un problema mayor para el país. Hasta el

2016 no existían planes integrales para el manejo de los desechos (MINSALUD, 2016b) y,

posteriormente, se han enfocado los esfuerzos en la construcción de vertederos privados, por lo

tanto, funcionando dentro de las regulaciones ambientales, aunque dicho modelo es claramente

insostenible (Soto, 2005).

Recursos hídricos

Los retos relativos a los agroquímicos y desechos también impactan la calidad del agua, que ya de

por sí enfrenta desafíos en cuanto a su manejo. El informe DFOE-AE-IF-01-2013 de La Contraloría

General de la República declara: “el país enfrenta un escenario de contaminación hídrica sin control, que tiene

altamente afectadas cuencas hidrográficas importantes como Grande de Tárcoles, Grande de Térraba, Tempisque y

Reventazón. Esta contaminación incide desfavorablemente en las playas del país, en la acuicultura y en el balance de

los ecosistemas acuáticos como es el caso de la degradación de los arrecifes coralinos. Además, amenaza la cobertura

nacional de agua potable que no alcanza el 100%, siendo las comunidades rurales las más afectadas” (CGR, 2016).

La noción de un recurso hídrico limitado empezó a implementarse muy recientemente y la baja

gobernabilidad, basada en una institucionalidad fragmentada y con competencias que se traslapan,

exacerban el problema. La gobernabilidad del agua presenta grandes deficiencias, "desde los procesos

administrativos de los entes públicos hasta el consumidor de agua embotellada; pero con un dato preocupante de que

solo el 3,7% contaban con Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales […] y un 16,2% de la población no cuenta

con agua potable (727.809 personas)" (Rodríguez, 2014).

8.3 Recomendaciones

Dentro de los retos ambientales identificados en esta investigación, varios están relacionados. La

contaminación del agua, por ejemplo, sufre de las consecuencias de otros sectores tales como

contaminación por desechos sólidos y líquidos, y de fuente de contaminaciones puntuales o difusas

de zonas urbanas y zonas agrícolas. Por lo tanto, un enfoque integral permitiría juntar los esfuerzos

hechos por las diferentes entidades, trabajando para una meta común a todos: un ambiente sano

para los costarricenses. Por ejemplo, el apoyo a las municipalidades en cuanto la gestión de desechos

permitiría controlar los desechos sólidos y los lixiviados que contaminan los ríos y suelos, mientras

una colaboración con la SFE permitiría identificar, monitorear y controlar la contaminación del agua

97

por pesticidas.

En este contexto, la coordinación y comunicación entre las diferentes entidades estatales y locales es

clave para un desarrollo más sostenible. Esta coordinación podría transformarse en un apoyo

suplementario a las instituciones locales lo cual les permitirían cumplir con más eficacidad sus

responsabilidades. Por ejemplo, el desarrollo de una plataforma global para la repartición de los

datos recolectados por las diferentes entidades podría permitir a las municipalidades, entre otras, en

identificar las áreas problemáticas en término de manejo ambiental, al mismo tiempo apoyando a la

política de datos abiertos y transparencia. La repartición de datos su modelación a nivel país

permitiría una visión global de la problemática y una mejor planificación usando datos de agua, uso

de suelo, cambio climático, energía.

De hecho, este enfoque también apoyaría al sector forestal y reduciendo la presión hechas sobre los

servicios ecosistémicos proveídos por estos. De esta manera, la conservación de la biodiversidad

podría estar mejorada hacia un enfoque en el aumento de su resiliencia, con la identificación de las

presiones del aumento de la población, de la urbanización y de las actividades económicas tales

como turismo. Así, un uso racional y integral de los recursos naturales estaría promovido, llevando

las actividades económicas actualmente “en voz de desarrollo sostenible” hacia un enfoque

sustentable. Para apoyar estas acciones, programas de educación y capacitaciones sobre estos

servicios al público, permitiría aumentar el impacto positivo de las acciones de protección de los

boques.

Programas de educaciones y capacitaciones, acompañado de la transparencia de las entidades

también se presentan como claves en un contexto del desarrollo sostenible con énfasis en el manejo

ambiental. De hecho, este tipo de programa ha demostrado su eficacidad con de manejo de

desechos sólidos. Por lo tanto, la continuidad de estos esfuerzos, acompañados de nuevos temas,

tales como la contaminación del aire, nuevas tecnologías enérgicas, agrícolas, buenas prácticas

ambientales, cambio climático permitirían el involucramiento de nuevos actores dentro de las

políticas de protección y manejo sustentable de los recursos y crear un enlace entre los diferentes

sectores.

En cuanto la energía, el continuo aumento de la demanda y la nueva ley de agua prevista limita la

previsión de la generación hidroeléctrica. Por lo tanto, investigaciones sobre la producción de

electricidad desde fuentes no convencionales, tales como la geotermia, la energía eólica, la energía

marina, y energía solar son cruciales para enfrentar el aumento continuo de la demanda. También, el

sector energético necesita enfrentar las nuevas políticas de descarbonización del país, facilitando la

transición del uso de combustible fósiles hasta energías limpias, impactando positivamente sobre la

contaminación del aire.

Finalmente, un monitoreo continuo y consolidado de los recursos naturales y de las diferentes

98

acciones, con un financiamiento asegurado y continuo, indirectamente permitiría asesorar el impacto

de las acciones implementadas en todos los sectores y poder rectificar las medidas, programas y

proyectos que no beneficiaron del resultado esperado y identificar los hitos para poder reproducir

los éxitos.

99

9 Bibliografía

Agresta, Dimap, Universidad De Costa Rica, & Universidad Politécnica De Madrid. (2015). Informe Final: Generating A Consistent Historical Time Series Of Activity Data From Land Use Change For The Development Of Costa Rica’s Redd Plus Reference Level: Protocolo Metodológico. Informe Preparado Para El Gobierno De Costa Rica Bajo El Fondo De Ca, 134.

Alvarado Rojas, D., Zeledón, J. M., & Quirós Sanabria, A. (2003). Primeros 100 Años De Marco Legal Costarricense Sobre Recursos Hídricos 1884-1984.

Archivo Nacional. (1843). Serie Municipal, Número 981. Ministerio De Hacienda. Astorga, Y. (2006). Estado Y Gestión Del Recurso Hídrico En Costa Rica. San José, C.R. Astorga, Y. (2016). Las 7 Razones Por Las Que Necesitamos Una Nueva Ley De Aguas |

Gobiernocr. Recuperado 22 De Mayo De 2017, A Partir De Http://Gobierno.Cr/Las-7-Razones-Por-Las-Que-Necesitamos-Una-Nueva-Ley-De-Aguas/

Aya. (2009). Programa Nacional De Manejo Adecuado De Las Aguas Residuales Costa Rica 2009-2015. San José, C.R.

Balance, F. D. E., & Segunda, E. D. E. (2008). Primer Informe De Calidad Del Aire Del Área Metropolitana De Costa Rica: 2008. San José, C.R.

Ballestero, M. (2013). Agenda Del Agua Costa Rica. San José, C.R. Recuperado A Partir De File:///C:/Users/Cemede/Documents/Cemede/Cursos/Energias Renovables Y Recursos Hidricos/Agenda_Del_Agua.Pdf

Betrano, S. (2014). Evolución Y Efectos De La Legislación Energética En Costa Rica (1950-2014). Xxi Informe Estado De La Nación En Desarrollo Humano Sostenible. San José, C.R.

Boza Ramírez, M. (2005). Geopolítica De La Crisis En La Gestión De Los Desechos Sólidos Domésticos (Gran Área Metropolitana De Costa Rica: 1950-2005). Revista De Ciencias Sociales, Iii–Iv(109–110), 101–125.

Briceño, J., Herrera, J., Beita, V., Solórzano, D., & Rojas, J. (2015). Sexto Informe De Calidad Del Aire Área Metropolitana De Costa Rica 2013-2015.

Brown, J., & Bird, N. (2010). Costa Rica Sustainable Resource Management: Successfully Tackling Tropical Deforestation. London. Recuperado A Partir De Http://Www.Odi.Org/Publications/5049-Costa-Rica-Deforestation-Environment-Development-Progress

Castillo Guerrero, E., & Madriga Lramírez, R. (2013). Gestión Del Recurso Hídrico En Costa Rica. Castillo Rincón, I., & Davidovich Molina, J. I. (2016). “ Análisis Legal De La Generación Distribuida De

Energía Eléctrica En Costa Rica ”. Universidad De Costa Rica. Castro, R. (2016). Costa Rica Como Ejemplo De Regeneración De Bosques Naturales. Recuperado

26 De Abril De 2018, A Partir De Https://Mba.Americaeconomia.Com/Articulos/Columnas/Costa-Rica-Como-Ejemplo-De-Regeneracion-De-Bosques-Naturales

Cdi (Carbon Decisions International). (2015). Patrones Y Factores De Cambio De La Cobertura Forestal Natural De Costa Rica, 1987-2023. San José, C.R.

Cgr. (2013). Calidad Del Agua En Sus Diferentes Usos. San José, C.R. Cgr. (2016). Auditoría Operativa Recolección De Residuos Ordinarios. San José, C.R. Recuperado A Partir

De Https://Cgrfiles.Cgr.Go.Cr/Publico/Docs_Cgr/2016/Sigyd_D_2016002526.Pdf Chavarría, M. I., & Núñez Espinoza, M. C. (2013). Reporte Estadístico Forestal 2013. San José, C.R.

100

Cia. (2017). The World Factbook. Recuperado 14 De Enero De 2018, A Partir De Https://Www.Cia.Gov/Library/Publications/The-World-Factbook/Geos/Cs.Html

Cifuentes, M., Izurieta, A., & De Faria, H. H. (2000). Medición De La Efectividad Del Manejo De Areas Protegidas. Turrialba, C.R.

Corrales, L. (2014). Estado De La Nacion En Desarrollo Humano Sostenible ( 2014 ) Informe Final

Conservación Y Biodiversidad : Resultados De La Gestión Ambiental Contenido. San José, C.R. Cyma. (2007). Plan De Residuos Sólidos Costa Rica Diagnóstico Y Áreas Prioritarias. San José, C.R. Dcc. (S. F.-A). Acciones Tempranas De Costa Rica. Recuperado 12 De Abril De 2018, A Partir De

Http://Cambioclimaticocr.Com/2012-05-22-19-47-24/Acciones-Tempranas-De-Costa-Rica Dcc. (S. F.-B). Programa País - Dirección De Cambio Climático Minaet | Dirección De Cambio

Climático Minaet. Recuperado 19 De Marzo De 2018, A Partir De Http://Www.Cambioclimaticocr.Com/2012-05-22-19-47-24/Programas/Programa-Pais

De Camino, R., Segura, O., Arias, L. G., & Perez, I. (2000). Costa Rica: Forest Strategy And The Evolution Of Land Use. Evaluation Country Case Studies Series. Washington, Dc.

Dse. (2016). Estadísticas Energéticas. San José, C.R.: Dirección Sectorial De Energía, Cr. Emanuelli, P., Milla, F., Duarte, E., Emanuelli, J., Jiménez, A., & Chavarría, M. I. (2015). Inventario

Nacional Forestal De Costa Rica, 388. Espinasa, R., Hinestrosa, C., Sucre, C., & Anaya, F. (2017). Dossier Energetico 03 Costa Rica.

Washington, D.C.

Espinoza, A., Morera, A., Mora, D., & Toores, R. (2004). Calidad Del Agua Potable En Costa Rica : Situación Actual Y Perspectivas, 8–35. Recuperado A Partir De Http://Www.Bvs.Sa.Cr/Php/Situacion/Agua.Pdf

Estado De La Nación. (2016). El Futuro De La Energía En Costa Rica. San José, C.R. Fallas Villalobos, C. (2016). Costa Rica Ya Tiene 65 Empresas Certificadas C-Neutral. Recuperado

12 De Abril De 2018, A Partir De Https://Www.Elfinancierocr.Com/Negocios/Costa-Rica-Ya-Tiene-65-Empresas-Certificadas-C-Neutral/Ossf5uufnvgqloyhb442yqbxdu/Story/

Fao. (2001). Política Forestal, Instituciones Y Programas Principales. Recuperado 26 De Abril De 2018, A Partir De Http://Www.Fao.Org/Forestry/Country/57479/Es/Cri/

Fao. (2016). Aquastat - Sistema De Informacion Sobre El Uso Del Agua En La Agricultura De La Fao. Recuperado 17 De Mayo De 2017, A Partir De Http://Www.Fao.Org/Nr/Water/Aquastat/Countries_Regions/Cri/Indexesp.Stm

Fao. (2018). Costa Rica: Número Uno Del Mundo En Uso De Agroquímicos. Recuperado 14 De Diciembre De 2018, A Partir De Http://Www.Fao.Org/In-Action/Agronoticias/Detail/Es/C/508248/

Fennell López, M. R. (2013). Las Concesiones De La Prestación Del Servicio De Agua Potable Por Parte De Sujetos Privados Desde La Perspectiva Del Derecho Ambiental: El Caso Sardinal De Carrillo, Guanacaste. Universidad De Costa Rica. Recuperado A Partir De Http://Iij.Ucr.Ac.Cr/Wp-Content/Uploads/Bsk-Pdf-Manager/2017/06/Las-Concesiones-De-La-Prestación-Del-Servicio-De-Agua-Potable-Por-Parte-De-Sujetos-Privados-Desde-La-Perspectiva-Del-Derecho-Ambiental.-El-Caso-Sardinal-De-Carrillo-Guanacate.Pdf

Fournier, M., Ramírez, F., Rueperte, C., Vargas, S., & Echeverría, S. (2010). Diagnóstico Sobre Contaminación De Aguas, Suelos Y Productos Hortícolas Por El Uso De Agroquímicos En La Microcuenca De Las Quebradas Plantín Y Pacayas En Cartago, Costa Rica, 1–85.

Fundecor. (2010). Informe Final Estudio Uso Del Suelo: Evaluación De Uso Del Suelo, La Gobernanza, La Política Y El Marco Legal Para La Reducción De Emisiones De Deforestación Y Degradación Del Bosque

101

En Costa Rica. San José, C.R. Gcr. (2018). Gobierno Emite Decretos Y Directriz Para Incentivar Uso De Vehículos Eléctricos En

La Población Y En Instituciones. Recuperado 17 De Diciembre De 2018, A Partir De Https://Presidencia.Go.Cr/Comunicados/2018/11/Gobierno-Emite-Decretos-Y-Directriz-Para-Incentivar-Uso-De-Vehiculos-Electricos-En-La-Poblacion-Y-En-Instituciones/

Giz. (S. F.). ¿Qué Es Una Nama? | Nama Café. Recuperado 14 De Diciembre De 2018, A Partir De Http://Www.Namacafe.Org/Es/Que-Es-Una-Nama-0

Global Water Partnership (Gwp). (2014). Nueva Ley De Aguas En Costa Rica. Recuperado 24 De Abril De 2017, A Partir De Http://Www.Gwp.Org/Es/Gwp-Centroamerica/Prensa/Notas-De-Prensa/Nueva-Ley-De-Aguas-En-Costa-Rica/

Gobiernocr. (2017). Costa Rica Alcanza 99,35% De Generación Eléctrica Renovable En Primer Semestre | Gobiernocr. Recuperado 19 De Marzo De 2018, A Partir De Http://Gobierno.Cr/Costa-Rica-Alcanza-9935-De-Generacion-Electrica-Renovable-En-Primer-Semestre/

Gómez Meléndez, A., Wo Ching Sancho, E., Villalobos Jiménez, A., Montoya Greenheck, P., & Omodeo Cubero, P. (2017). Informe Del Estado Del Ambiente Costa Rica 2017. San José, C.R.

González Bonilla, J. C. (2012). Plan Estratégico Para El Diseño Y Desarrollo De Productos Que Contribuyan A La Recolección, Manejo Y Disposición De Los Desechos Sólidos En Costa Rica. Tecnológico De Costa Rica.

Gwp. (S. F.). Dublin-Rio Principles. Recuperado A Partir De Https://Www.Gwp.Org/Contentassets/05190d0c938f47d1b254d6606ec6bb04/Dublin-Rio-Principles.Pdf

Hernández, L. G., Barquero, A. I., Hernández, W., Méndez, A. L., Montero, W., & Sánchez, H. (2015). Vigesimosegundo Informe Humano Sostenible Informe Final “ Gestión De Los Recursos Forestales En Costa Rica ”. San José, C.R.

Herrera Murillo, J. (2007). Inventario De Emisiones De Contaminantes Criterio Del Aire. San José, C.R. Ice. (2015). Matriz Eléctrica. San José, C.R. Recuperado A Partir De Http://Gobierno.Cr/Wp-

Content/Uploads/2015/06/Matriz_Folleto_Ice.Pdf Ice. (2017). Historia Del Ice. Recuperado 17 De Mayo De 2017, A Partir De

Http://Www.Grupoice.Com/Wps/Portal/Ice/Acercadelgrupoice/Quienes-Somos/Historia-Del-Ice#.Wrx4gny1uuk

Inec. (2015). Estadísticas E Indicadores Claves Sobre El Estado Del Ambiente En Costa Rica. San José, C.R. Inec. (2016). Estimaciones Y Proyecciones De Población | Instituto Nacional De Estadistica Y

Censos. Recuperado 9 De Abril De 2018, A Partir De Http://Www.Inec.Go.Cr/Poblacion/Estimaciones-Y-Proyecciones-De-Poblacion

Inec. (2017). Indicadores Ambientales. San José, C.R. Jorge Araya. (2015). Costa Rica Es El Consumidor Más Voraz De Plaguicidas En El Mundo •

Semanario Universidad. Recuperado 12 De Noviembre De 2018, A Partir De Https://Semanariouniversidad.Com/Pais/Costa-Rica-Es-El-Consumidor-Mas-Voraz-De-Plaguicidas-En-El-Mundo/

Karla Pérez González. (2018). Costa Rica Estrenará Nueva Moneda Sostenible: Los Ecolones. Recuperado 30 De Julio De 2018, A Partir De Https://Www.Elmundo.Cr/Costa-Rica-Estrenara-Nueva-Moneda-Sostenible-Los-Ecolones/

Kleinn, C., Corrales, L., & Morales, D. (2002). Forest Area In Costa Rica: A Comparative Study Of Tropical Forest Cover Estimates Over Time. Environmental Monitoring And Assessment, 73(1), 17–

102

40. La Nación. (2013). San José, ¿La Tercera Ciudad Que Tuvo Electricidad? - La Nación. Recuperado

14 De Diciembre De 2018, A Partir De Https://Www.Nacion.Com/Revista-Dominical/San-Jose-La-Tercera-Ciudad-Que-Tuvo-Electricidad/Crb2pnrtpjdzphxbjbrdhq5azm/Story/

Lizano, M. C. (1998). Dictamen : 103 Del 08/06/1998. Loría, M., & Martínez, J. (2017). El Sector Eléctrico En Costa Rica. San José, C.R. Mag. (2010). Estudio Del Estado De La Producción Sostenible Y Propuesta De Mecanismos Permanentes Para

El Fomento De La Producción Sostenible. San José, C.R. Martínez, A., & Zuñiga, M. (2012). Análisis De La Estructura Jurídica De La Gestión Integral De Residuos

Sólidos Y Sus Implicaciones Sociales. Universidad De Costa Rica. Martinez Hidalgo, F. (2010). Informe Final: Evolución Del Sector Energía , Sus Patrones De Consumo Y Su

Impacto En La Huella De Carbono. Decimosexto Informe Estado De La Nación En Desarrollo Humano Sostenible. San José, C.R.

Michelle Soto. (2015). Costa Rica Aspira A Bajar 50% De Emisiones De Carbono Al 2050 - La Nación. Recuperado 14 De Diciembre De 2018, A Partir De Https://Www.Nacion.Com/Ciencia/Medio-Ambiente/Costa-Rica-Aspira-A-Bajar-50-De-Emisiones-De-Carbono-Al-2050/Suubns7xubf3dfdlcnruf2kgjy/Story/

Michelle Soto M. (2014). Costa Rica Aspira A Bajar 50% De Emisiones De Carbono Al 2050. Recuperado 3 De Julio De 2017, A Partir De Http://Www.Nacion.Com/Vivir/Ambiente/Costa-Rica-Aspira-Emisiones-Carbono_0_1519248062.Html

Mideplan. (2014). Plan Nacional De Desarrollo 2015-2018. Departamento Nacional De Planeacción. San José, C.R. Http://Doi.Org/10.1017/Cbo9781107415324.004

Minae. (2009). Estrategia Nacional De Cambio Climático. San José, C.R.: Ministerio De Ambiente, Energía Y Telecomunicaciones. Recuperado A Partir De Http://Cambioclimaticocr.Com/2012-05-22-19-42-06/Estrategia-Nacional-De-Cambio-Climatico

Minae. (2015). Costa Rica’s Intended Nationally Determined Contribution. San José, C.R. Minae. Oficializa Las Políticas Y Criterios De Priorización Para El Programa De Pago Por Servicios

Ambientales (2016). San José, C.R.: Ministerio De Ambiente Y Energía. Recuperado A Partir De Http://Www.Pgrweb.Go.Cr/Scij/Busqueda/Normativa/Normas/Nrm_Articulo.Aspx?Param1=Nra&Nvalor1=1&Nvalor2=81812&Nvalor3=104494&Nvalor5=2

Minae. (2017). Sistema De Monitoreo De La Cobertura Y Uso De La Tierra Y Ecosistemas - Simocute | Sinia-Costa Rica. Recuperado 24 De Abril De 2018, A Partir De Http://Www.Sinac.Go.Cr/Ceniga/?Q=Content/Sistema-De-Monitoreo-De-La-Cobertura-Y-Uso-De-La-Tierra-Y-Ecosistemas-Simocute

Minaet. (2011). Plan Nacional De Desarrollo Forestal 2011-2020. San José, C.R. Minsalud. (2016a). Estrategia Nacional Para La Separación, Recuperación Y Valorización De Residuos. San

José, C.R. Recuperado A Partir De Https://Www.Ministeriodesalud.Go.Cr/Index.Php/Biblioteca-De-Archivos/Sobre-El-Ministerio/Politcas-Y-Planes-En-Salud/Estrategias/3026-Estrategia-Nacional-De-Reciclaje-2016-2021/File

Minsalud. (2016b). Plan Nacional Para La Gestión Integral De Residuos , 2016-2021. San José, C.R. Miranda, M., Otoya, M., & Venegas, I. (2005). Estrategías Y Mecanismos Financieros Para La Conservación

103

Y Uso Sostenible De Los Bosques En América Latina. Costa Rica. Montero, D. Z., & García, R. R. (2016). Matriz Energética De Costa Rica - Renovabilidad De Las Fuentes

Y Reversibilidad De Los Usos De Energía (No. 2413–6611). San José, C.R. Mora Alvarado, D., Mata Solano, A., & Portuguez, C. F. (2016). Agua Para Consumo Humano Y

Saneamiento Y Su Relación Con Los Indicadores Básicos De Salud En Costa Rica: Objetivos De Desarrollo Del Milenio Y La Agenda Para El 2030. Tres Rios, Cartago.

Mora, E. (2013). Problemática Energética Costarricense Y Cómo Enfrentarla. Ambientico, 64. Http://Doi.Org/1409-214x

Nef. (2016). Happy Planet Index. Recuperado 11 De Marzo De 2017, A Partir De Http://Happyplanetindex.Org/Countries/Costa-Rica

Obando Vargas, G. (2009). Informe Final Bosque , Cobertura Y Recursos Forestales , 2009. San José, C.R. Pgr. (S. F.). Sistema Costarricense De Información Jurídica. Recuperado 9 De Abril De 2018, A

Partir De Http://Www.Pgrweb.Go.Cr/Scij/Busqueda/Normativa/Normas/Nrm_Texto_Completo.Aspx?Param1=Nrtc&Nvalor1=1&Nvalor2=39796&Nvalor3=74714&Strtipm=Tc

Poder Legislativo. Reforma Del Artículo 6 De La Ley N.O 8649, Tarifa De Impuestos Municipales Del Cantón De Acosta, De 26 De Junio De 2008 (2012). San José, C.R.: Ministerio De Ambiente, Energía Y Telecomunicaciones. Recuperado A Partir De Http://Www.Cambioclimaticocr.Com/Recursos/Documentos/Alca79_19_06_2012-Acuerdoprogramapais.Pdf

Portolés, E. (2011). El Sector Eléctrico En Costa Rica. Obarrio, Panamá. Rodríguez, F. D. M. (2014). Políticas De Adaptación Al Cambio Climático En Zonas Costeras

Alternativas Para Las Comunidades En Costa Rica. San José, C.R.: Friedrich-Ebert-Stiftung (Fes, Fundación Friedrich Ebert).

Rodríguez, J. (2002). 30 Años De Éxito Forestal. San José, C.R. Rodríguez Zúñiga, J. M., & Alexandra, S. F. (2015). Estrategia Nacional Redd+ Costa Rica Una Iniciativa

Del Programa De Bosques Y Desarrollo Rural. San José, C.R. Rojas, M. E. (2016). Estadísticas De Producción De Electricidad De Los Países Del Sistema De La Integración

Centroamericana (Sica). Ciudad De México. Sanabria Vargas, A. (2001). El Manejo Histórico De Los Recursos Hídricos En Costa Rica Con

Énfasis En El Perído Indígena Y En Los Siglos Xvi, Xvii, Xviii Y Xix. Anuario De Estudios Centroamericanos, 27(1), 59–81. Recuperado A Partir De Http://Revistas.Ucr.Ac.Cr/Index.Php/Anuario/Article/Viewfile/1877/1843

Sánchez‐ Azofeifa, G. A., Pfaff, A., Robalino, J. A., & Boomhower, J. (2007). El Programa De Pago De Servicios Ambientales De Costa Rica: Intención, Implementación E Impacto. Conservation Biology, 21(5).

Sánchez, R. A. (2008). La Política Estatal Costarricense En El Manejo Del Recurso Hídrico Las Leyes De Aguas De 1884 A 1942. Universidad Nacional.

Sepsa. (2015). Plan Nacional De Desarrollo 2015-2018 “Alberto Cañas Escalante”: Sector De Desarrollo Agropecuario Y Rural. San José, C.R.

Sierra, R., Cambronero, A., & Vega, E. (2016). Patrones Y Factores De Cambio De La Cobertura Forestal Natural De Costa Rica, 1987-2013. San José, C.R.

Sinac. (2012). Plan De Acción Para La Implementación Del Programa De Trabajo Sobre Áreas Protegidas De La Convención Sobre La Diversidad Biológica, Costa Rica. San José, C.R.

Soto, S. (2005). Situación Del Manejo De Los Desechos Sólidos En Costa Rica - Informe Final. San José, C.R.

104

Ugalde Gomez, J. A., Herrera Villalobos, A., Obando Acunha, V., Chacon Chavarria, O., Vargas Del Valle, M., Matamoros Delgado, A., & Garcia Viquez, R. (2009). Biodiversidad Y Cambio Climático En Costa Rica. San José, C.R. Recuperado A Partir De Http://Www.Cambioclimaticocr.Com/Multimedio/Recursos/Mod-1/Documentos/Biodiversidad_Y_Cambio_Climatico_Cr.Pdf

Watson, V., Cervantes, S., Castro, C., Solis, M., Porras, I. T., & Cornejo, B. (1998). Making Space For Better Forestry: Policy That Works For Forests And People. Costa Rica. Costa Rica.

Yale University. (2018). Environmental Performance Index. Recuperado 7 De Abril De 2018, A Partir De Https://Epi.Envirocenter.Yale.Edu/Epi-Country-Report/Cri

105

10 Anexo

1. Reglamento General a la Ley para la Gestión Integral de Residuos, el cual tiene como

objetivo, regular la gestión de los residuos a nivel nacional, a fin de asegurar el trabajo

articulado en la gestión integral de residuos para prevenir riesgos sanitarios, proteger y

promover la calidad ambiental, la salud y el bienestar de la población.

2. Reglamento para la Gestión Integral de Residuos Electrónicos que tiene entre sus objetivos,

el reducir la contaminación al ambiente y afectaciones a la salud de la población que provoca

la gestión no integral de residuos electrónicos.

3. Reglamento para la Disposición Final de medicamentos, materias primas y sus residuos el

cual tiene como propósito, establecer los requisitos que deben cumplirse para la disposición

final de los medicamentos, materias primas y de los residuos del proceso de fabricación y de

los análisis de control de calidad de los mismos, desde perspectiva sanitaria y ambiental.

4. Reglamento para Centros de Recuperación de Residuos Valorizables donde se establece los

requisitos y condiciones físico-sanitarias que deben cumplir los centros de recuperación de

residuos valorizables para su funcionamiento, en armonía con la salud y el ambiente en el

territorio nacional.

5. Reglamento sobre el manejo de residuos sólidos ordinarios: Este reglamento tiene como fin

la protección de la salud pública y del ambiente, por medio de la gestión integral de los

residuos sólidos ordinarios, y regula los aspectos relacionados con la gestión integral de los

residuos ordinarios cualquiera que sea la actividad o el lugar de generación, incluyendo

principalmente el almacenamiento, recolección, barrido y limpieza de vías y áreas públicas,

transporte y transferencias, valorización, tratamiento y disposición final de los residuos

sólidos ordinarios.

6. Reglamento para la elaboración de los Programas de Gestión Ambiental Institucional en el

sector público de Costa Rica (Decreto Nº 36499-MINAET -S, publicado en el diario oficial

La Gaceta Nº 88 del 9 de mayo del 2011), regulación que establece los lineamientos para que

todas las instituciones de la Administración Pública logren formular, actualizar e

implementar un Programa de Gestión Ambiental Institucional.

7. Reglamento sobre Valores Guía en Suelos para la descontaminación de Sitios Afectados por

Emergencias Ambientales y Derrames, marco regulatorio que establece el listado de

sustancias químicas y los valores guía a partir de los cuales se podrían provocar alteraciones

perjudiciales a la calidad del suelo, a fin de evitar daños a la salud pública y al ambiente; así

como establecer los procedimientos administrativos para la gestión del riesgo en casos de

contaminación de suelo y medios con lo que éste tenga contacto.

8. Reglamento General para la Clasificación y Manejo de Residuos Peligrosos, el cual establece

las condiciones y requisitos para la clasificación de los residuos peligrosos, así como las

106

normas y procedimientos para la gestión de éstos, desde una perspectiva sanitaria y

ambientalmente sostenible.

9. Reglamento para la declaratoria de residuos de manejo especial, que tiene como objetivos:

Establecer los criterios generales y el procedimiento general para la gestión de los residuos

declarados como residuos de manejo especial. Establecer los diferentes niveles de

responsabilidad y proponer formas de organizaciones y participación en el manejo de esta

clase de residuos de manejo especial por parte de los productores, importadores,

distribuidores, comercializadores, generadores y gestores; así como las municipalidades.

Promover a través de los Planes de Cumplimiento y los Planes Municipales de Gestión

Integral de Residuos Sólidos, la reducción de los residuos de manejo especial enviados a

tratamiento y a sitios de disposición final.

10. Oficialización de la Metodología para Estudios de Generación y Composición de Residuos

Sólidos Ordinarios (Decreto No. 37745-S, publicado en el diario oficial La Gaceta No. 139

del 19 de julio del 2013) Es un instrumento de referencia para que las Municipalidades del

país ejecuten estudios que permitan conocer la cantidad y composición de los residuos

sólidos ordinarios generados, con el fin de permitir una planificación y un monitoreo de la

implementación de la gestión integral de los residuos sólidos ordinarios.

11. Reglamento Sobre Límites de Emisiones al Aire para Hornos de Fundición de Vidrio

(Decreto No. 38237-S, publicado en el diario oficial la Gaceta Nº 58 del 24 de marzo del

2014). Este reglamento tiene como objetivo establecer los procedimientos administrativos y

límites de emisión que deben cumplir los hornos de fundición de vidrio con que cuente la

industria vidriera y que utilizan residuos como combustibles alternos.

12. Reglamento sobre rellenos sanitarios (Decreto No. 38928-S, publicado Gaceta No. 83, del 30

de abril del 2015). Este reglamento tiene como objetivo establecer los requisitos y

condiciones físicas y sanitarias que deben cumplir los Rellenos tanto en su ubicación, diseño,

construcción, operación y mantenimiento; así como al mantenimiento posterior a la vida útil.

Además, los requerimientos y condiciones para obras de cierre de vertedero y la

reconversión a relleno sanitario. Lo anterior, con la finalidad de proteger la salud pública y el

ambiente.

13. Reglamento sobre condiciones de operación y control de emisiones de instalaciones para

coincineración de residuos sólidos ordinarios (Decreto No. 39136-S-MINAE, publicado

Gaceta No. 170, del 1 de setiembre del 2015). El presente reglamento se aplica para la

operación de instalaciones para coincineración fijas como medio de tratamiento de residuos

ordinarios generados en el territorio nacional.

14. Reglamento para el Manejo y Disposición final de Lodos y Biosólidos (Decreto No. 39316-S,

publicado Gaceta No. 234, del 2 de diciembre del 2015): El presente reglamento será de

aplicación obligatoria en todo el territorio nacional, en relación con el manejo y disposición

final de lodos y biosólidos ordinarios y especiales. Este reglamento no contempla las aguas

residuales provenientes de cabañas sanitarias o letrinas móviles, las que deberán ser tratadas y

cumplir con lo que establece el Reglamento de Vertido y Reúso de Aguas Residuales.

107

15. Reglamento sobre Llantas de Desecho (Decreto No. 33745-S, publicado Gaceta No. 92 del

15 de mayo del 2007): El objetivo de este Reglamento es la protección de la salud pública y

el ambiente mediante el establecimiento de requisitos, condiciones y controles para el

tratamiento de llantas de desecho, que satisfagan los requerimientos sanitarios y ambientales

vigentes.

16. Reglamento de requisitos, condiciones y controles para la utilización de aceites usados en los

hornos de fundición de vidrio. Este reglamento establece los requisitos, condiciones y

controles para la utilización de aceites usados como combustible alterno que no contengan

bifenilos policlorados (PCB´s) en los hornos de fundición de vidrio que cuenten con equipos

de control de emisiones atmosféricas aprobados por el Ministerio de Salud.