resumen ricos y pobres
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Borrador de Resumen del capitulo octavo del ensayo sobre la desigualad y pobreza por Peter Singer, Filosofo y escritor Australiano que cuestiona la obligación moral del individuo sobre la pobreza en el mundo.Universidad de los AndesTRANSCRIPT
Ricos y Pobres
Marco Daniel García Niño201314014Lenguaje, Universidad de los Andes.
El capítulo 8, fue llamado “Ricos y Pobres” por el profesor de derecho y filosofía Peter Singer en su
ensayo “Ética Práctica”; allí expone y contextualiza la desigualdad a nivel mundial y
posteriormente cuestiona la responsabilidad moral de los individuos, con capacidad de ayudar,
sobre la misma.
Singer comienza exponiendo el problema y dando algunas cifras de desigualdad; pone a
consideración que en el mundo carecen de calorías, proteínas, vitaminas y minerales, alrededor de
400 millones de personas, de estos 14 millones son niños menores de 5 años que mueren debido a
los efectos tanto de la desnutrición como de infecciones; según él, estos son catalogados como
“Pobres Absolutos” por el expresidente del Banco Mundial Robert McNamara; que a diferencia de
la “pobres relativos” que son pobres en relación a la riqueza de los otros habitantes de sus países,
son pobres se tome la referencia que se tome y viven en el límite mismo dela existencia, por lo
tanto es esta responsable de la pérdida de infinidad de vidas, sin embargo, se le resta importancia
y no es motivo de titulares. Singer enfatiza, que el problema no consiste en que el mundo no
pueda producir lo suficiente para alimentar a la gente, la diferencia se basa en el uso de los países
ricos del cereal para producir carne leche y huevos, alimentos animales que muy poco se
consumen en los países pobres. Además, las mismas naciones pobres podrían producir mucho más
alimento si utilizaran mejores técnicas agrícolas. En ese orden de ideas el problema no se reduce a
distribuir alimento, si no, transferir parte de la riqueza de a los pobres.
Tras describir la pobreza, Singer comienza a usar el concepto de “riqueza absoluta” frente a la
pobreza absoluta, el rico absoluto es aquel que tiene más ingresos de lo que necesita para
satisfacer sus necesidades básicas y aún le queda dinero para gastar en lujos, para emitir el primer
juicio: “El ciudadano medio de un país desarrollado posee una riqueza que sin amenazar sus
necesidades básicas, podrían transferir a los pobres absolutos”, pero ese ciudadano medio está
permitiendo que la gente en los países pobres padezca la pobreza absoluta, con la consiguiente
desnutrición y muerte. Entonces concluye argumentando que dejar morir no sería intrínsecamente
diferente de matar a alguien. Sin embargo, se anticipa al rechazo de dicho veredicto y contra
argumenta exponiendo las diferencias morales entre el hecho de gastar dinero en lujos, en vez de
salvar vidas y de matar de forma deliberada, dado que la motivación sería diferente y la
responsabilidad directa sobre la muerte de personas concretas y de una víctima que no podamos
identificar es diferente. Sin embargo, aclara que no tener la intención de matar o desconocer la
víctima, no resta importancia al consciencialismo de las decisiones que toamos y somos
responsables. También afirma que derecho a la vida no se debe restringir a no arrebatarla, si no,
asumir que este derecho es incompatible con que los ricos permanezcan impasibles ante la
muerte de la gente.
Al concluir el rol de ricos y pobres, Singer replantea el enfoque de su texto orientándolo a la
obligación de ayudar y como aplicar dicha obligación y plantea: “Si está en nuestras manos evitar
que ocurra algo malo, sin sacrificar algo que se le pueda comparar moralmente, tenemos que
hacerlo” y que en la medida en que se tome enserio y actuemos en consecuencia, nuestro mundo
cambiaria fundamentalmente. No solo nos enfocaríamos en las situaciones extrañas como salvar a
alguien en específico, si no a situaciones cotidianas con las que ayudar a personas que vivan en
condiciones de pobreza absoluta, así está en manos de los ricos reducirla sin sacrificar nada que se
le pueda comparar moralmente. Bajo esta afirmación plantea tres premisas base, primero: Si
podemos evitar que ocurra algo malo sin sacrificar nada con importancia comparable debemos
hacerlo; Segundo: La pobreza absoluta es mala; Tercero: Parte de la pobreza absoluta se puede
evitar sin sacrificar nada moralmente comparable; Cuarto: Por lo tanto debemos evitar parte de la
pobreza absoluta. Aun así se contra argumenta que si hay una responsabilidad con importancia
moral equivalente, ocuparnos primero de los que nos rodean. Sin embargo, cuestiona si entonces
los seres humanos nos deberíamos ayudar por razas, cosa que violaría el principio de igualdad de
consideración. El alimento no tiene nada que ver con raza o vínculos familiares y estaría mal decir
que solo los de nuestra comunidad podían obtener de nuestra abundancia, sobre todo teniendo
en cuenta que dichos individuos están bien alimentados y no puede compararse moralmente con
la necesidad de un pobre absoluto.
La objeción más seria que presenta Singer ante su argumentación, es la teoría de la súper
población, donde se expone que ayudar a los pobres, se traduce en fomentar la reproducción de
los mismos, por lo tanto de la pobreza absoluta. Y se catalogan los países pobres de acuerdo a su
tasa poblacional y su capacidad de poder llegar a auto abastecerse, esta teoría indica que solo es
factible ayudar a los países que tengan potencial de salir de la hambruna por sus medios y
garantizar su estabilización y no a los países que con ayuda o sin ayuda no puedan subsistir. Esta
ética, es llamada “Ética del bote salvavidas” que concluye que si los países ricos (Bote) rescatan
abordo a todos los países pobres (náufragos), el bote terminará por hundirse con todos. Singer
refuta este referenciando algunos autores que argumentan que la Sobrepoblación es un mito y el
mundo produce alimento suficiente para alimentar a una población diez veces la actual, que el
problema real es el desperdicio de alimento, la manipulación de las economías y distribución de
las tierras del tercer mundo. Sin más, termina concluyendo que Las consecuencias de la selección a
esa escala son tan horribles que no es necesario analizarlas con más detalle. El criterio de selección
trae consigo el control demográfico mediante hambre y enfermedades, a diferencia de los
evidentes cambios demográficos que se han dado gracias el desarrollo de los países, donde las
tasas de mortalidad disminuyen y automáticamente se comienza a evidenciar una reducción en la
tasa de natalidad pues deja de ser necesario tener muchos hijos para que la siguiente generación
llegue a la adultez. También con el desarrollo, las instituciones empiezan ejercer políticas públicas
como el uso de anticonceptivos y reducir así el crecimiento demográfico a unos niveles
controlables. Sin embargo el autor no descarta la existencia de estados que se nieguen a controlar
la dinámica demográfica ya sea por costumbres culturales o religiosas que obstaculicen los
procesos de adaptación.
En la misma medida en que las instituciones tienen funciones importantes en los países pobres,
Singer analiza la percepción institucional que tiene la gente en los países ricos, donde a menudo se
dice que al ayuda a los países pobres ha de ser envidada por porte del estado y no por entidades
privadas. Puesto que aumentar la ayuda gubernamental es la forma más segura de aumentar de
manera significativa la cantidad total de ayuda prestada, ante esto deduce que en la medida que
nadie se preste de manera voluntaria para ayudar, el gobierno asumirá que sus ciudadanos no
están a favor de la ayuda a los países pobres y recortara sus programas. De cualquier forma negar
la ayuda está mal y la negativa a evitar un mal está en aras de un beneficio muy incierto que se
asume provendrá del estado. Finalmente Singer disiente de las posturas de propiedad privada que
aseguran los bienes no deben ser compartidos si se obtuvieron de forma legal y de las que
aseguran que el sentido de la vida gira alrededor de obtener lujos. Reitera que el beneficio de
obtener un lujo no tienen una importancia moralmente comparable con salvar vidas, pero acepta
que el entregar absolutamente toda la riqueza para contrarrestar la pobreza puede ser contra
producente, mas sigue siendo insuficiente el aporte actual de nuestras sociedades por lo que
propone continuar con una práctica cultural que se aplicaba tradicionalmente en la iglesia, cuyas
responsabilidades incluían la ayuda a los pobres, con un aporte del 10 por cien, que asegura es lo
mínimo que deberíamos dar.