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Resistencia B.M.C.Contenido

editoRiAL 4

MAnUeLViVo 6

LosnodeLgobieRno 14

LAsPRoPUestAsdeLAsoCiedAdCiViL 16

nUeVedeAbRiL 22

eLiMPeRiodeLAPALMAACeiteRA 25

LosVeRdAdeRosCostosdeLPARoCAFeteRo27

CeRReJÓn,MiseRiAYsoCAbÓn 29

soMosFUeRZAbeLigeRAnte 31

¡ReFoRMAALAsALUd,UnAqUiMeRAMAs! 32

LAtoRtURA:UnAPRáCtiCAdeL eJéRCitoCoLoMbiAno 35

LAgUeRRiLLeRAdeLdiAL 36

PARtesdegUeRRA. 38

eLLossonLAsFARC-eP. 42

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editoRiAL

Coincide este número del Bo-letín Resistencia, del Bloque Martín Caballero, con el 49 aniversario de las FARC, Ejér-cito del Pueblo. Su contenido refleja la estrecha relación de nuestra organización insurgente con los problemas económicos y sociales de las pobrerías y la incansable búsqueda de una solución a los mismos, una sa-lida que no sea la guerra fratri-cida que nos ha tocado encarar desde hace más medio siglo.

Rendimos honores a nuestros mártires, a esos hombres y mu-jeres que han ofrendado sus vi-das luchando por una Colombia Nueva. En este marzo de la dig-nidad nos abrazamos a la memo-ria de Raúl Reyes e Iván Ríos y al ejemplo de Manuel Marulanda Vélez, al cumplirse el 5º aniver-sario de su desaparición física.

A manera de editorial queremos compartir con nuestros lectores el saludo que desde La Habana enviara la delegación de paz de las FARC EP a la Gran Marcha Ciudadana por la Paz, la Demo-cracia y la Defensa de lo Público:

“Saludamos con afecto a todas y cada una de las personas que

hoy han tomado la decisión de marchar por la paz de Colom-bia y que haciendo enormes esfuerzos han llegado, desde los cuatro puntos cardinales, a la capital de la república, a manifestar su profundo deseo de que nuestro país logre una paz justa, democrática y dura-dera para todos sus habitantes”.

“Las FARC - EP amamos profun-damente a Colombia, su gente, sus montañas, sus llanuras, sus litorales, sus paramos y sus ciu-dades, y es precisamente fruto de ese amor profundo por lo que nos hemos alzado en armas en respuesta a esa violencia sem-piterna que han ejercido históri-camente las clases dominantes para someter a nuestro pueblo”.

Comandante Jacobo Arenas¡Estamos Cumpliendo!

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Nuestras reivindicaciones de hoy son las de los olvidados, la de los desposeídos, la de esa otra Colombia a la que nunca se le han atendido sus reclamos y sus necesidades. Pero ya es hora de poner fin a esta aciaga noche de violencia que nos con-sume hace más de medio siglo.

Como dijera hace años Jorge Eliecer Gaitán en su estremece-dora oración por la paz:

“amamos profundamente esta patria nuestra y no queremos que nuestra nave victoriosa na-vegue sobre ríos de sangre”.

Ya es hora de elevarnos por en-cima de cualquier mezquindad personal, de cualquier sórdido cálculo politiquero y avanzar de-cididamente hacia la construc-ción de una Colombia nueva, construida entre todos y para beneficio de todos.

Esta gran manifestación de pue-blo masivamente movilizado es la expresión de ese espíritu co-lectivo, de esa gran aspiración-nacional con la que nos identi-ficamos todos los que amamos a Colombia, es un gran clamor por la paz, nos sumamos a este gran torrente nacional sin la menor vacilación.

Los miles de guerrilleros y gue-rrilleras de las FARC ansiamos la paz, no la paz de los sepul-cros, no la paz de la dependen-

cia, no la paz de la plutocracia; ansiamos una paz que rime con democracia, con participación, con dignidad, con producción nacional, con tierra, con cultu-ra, con educación, con equidad; una paz que permita la realiza-ción plena de los hombres y mu-jeres que hemos nacido y ha-brán de nacer en estas tierras.

A pesar de la enorme distan-cia geográfica que nos separa, esta delegación de paz se sien-te hoy marchando con ustedes en las calles de Bogotá; todo nuestro afecto para quienes decidieron dejar las labores co-tidianas y hacer público su an-helo y compromiso; sumados todos nuestros pasos el avan-ce será cierto, Colombia tendrá paz y construiremos entre to-dos la Colombia que queremos.

Delegación de Paz de las FARC -EP, La Habana, Cuba,

09 de abril de 2013.

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MAnUeLViVo.

“17 veces ya, nos han dicho que murió y no pueden explicar que esté más vivo que el sol”.

Compatriotas:

este 26 de marzo, al conme-morar el 5tº aniversario de la muerte de nuestro Comandante en Jefe, Manuel Marulanda Vé-lez, a la vez que rendimos ho-menaje a su memoria y en ella a todos los guerrilleros y gue-rrilleras que han caído en esta larga lucha por la verdadera de-mocracia, la justicia social y la plena soberanía para Colombia, ratificamos nuestro indoblega-ble compromiso de dar hasta el último aliento de la vida por al-canzar esos nobles ideales por los cuales luchó a lo largo de su existencia el legendario e invicto Comandante de guerrillas.

Su entrega y compromiso hasta la muerte por conquistar una so-ciedad más justa, son ejemplo para las futuras generaciones.

Manuel Marulanda fue uno de esos hombres que terminan viviendo para siempre porque su titánica lucha sobrepasa los límites de la existencia física,

quedando grabada en la memo-ria de los pueblos.Su vida dedicada por entero a la brega revolucionaria, re-fleja como ninguna otra, la es-toica resistencia campesina al despojo de sus tierras median-te la violencia latifundista que envuelve a Colombia desde los propios orígenes de la na-ción y que todavía hoy con-tinúa enseñoreándose de los campos, para vergüenza de las castas dominantes.Su obra, la creación de un ejér-cito popular guerrillero forjado al calor del enfrentamiento a de-cenas de operaciones militares de exterminio que no han logra-do mellar nunca la decisión del campesinado de luchar hasta ver cumplidas sus aspiraciones. Deuda histórica que habrá que saldar si de verdad se quiere al-canzar la paz para nuestro país

“Manuel vivo” dibujo de Inti Maleywa

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por la vía de un entendimiento y es por esto que dentro de ese espíritu declarado por el presi-dente Santos, no se entiende el calificativo de “Republiquetas independientes” dado por el Mi-nistro de agricultura a las Zonas de Reserva Campesina, crea-das por una ley de la república.

Con ese mismo argumento, en 1964 el entonces Senador Álva-ro Gómez Hurtado, copartidario del ministro, comenzó la cam-paña para ambientar la agre-sión militar del régimen contra la región agraria de Marqueta-lia, que dio origen a las FARC; abriéndose un capítulo de vio-lencia y terrorismo estatal, con la consecuente respuesta or-ganizada de los labriegos, que hoy, 49 años después continúa y que estamos precisamente tratando de cerrar por la vía del diálogo civilizado en La Habana, sobre la base de dar solución a los problemas que lo originaron, entre ellos el de tierra para los campesinos y su reivindicación socioeconómica y política al lado de las comunidades indí-genas y negritudes, como lo recomienda la Organización de las Naciones Unidas, de las que Colombia hace parte; pero cuyo complimiento choca de frente con los planes gubernamen-tales que apuestan a los gran-des proyectos agroindustriales y minero-energéticos, que re-

quieren para su materializa-ción un campo sin campesinos. Tal vez por eso la molestia del ministro con las zonas de re-serva campesina, y sin embar-go, antes de enojarse, debería repasar un poco la historia de Colombia; quizás logre com-prender que esa arrogancia; ese desprecio de los sectores dominantes hacia las masas que laboran y producen con su trabajo la riqueza nacional; esa otra forma de violencia que es la exclusión y la marginalidad, ha-cen parte de las causas que han generado y alientan la tenaz resistencia popular, de la cual hace parte la lucha guerrillera, la que no desaparecerá mien-tras persistan las causas que la han originado, entre ellas la vio-lencia ejercida desde el poder, porque para acabarla no bastan las iras de unos cuantos buró-cratas, ni los inflados partes mi-litares, ni las fantasiosas cifras de prisioneros, desmovilizados y desertores que cada cier-to tiempo pasan los flamantes generales y ministros de turno.

Baste recordar, cómo quienes hoy son nuestro interlocutores en La Habana, hace tan solo 5 años, incluido el propio Juan Manuel Santos, entonces Minis-tro de Defensa, en medio de la euforia que les produjo el asesi-nato aleve de Comandante Raúl Reyes en territorio ecuatoriano,

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la mano cercenada al cadáver del Comandante Iván Ríos y el fallecimiento del Camarada Ma-nuel, se apresuraron a decretar nuestra pronta desaparición. “El fin del fin”, fue la frase acuña-da por un general cuyo nombre muy pocos recuerdan.

EL CAMBIO INEVITABLE DEL MODELO ECONÓMICO

“No nos pueden explicar por qué en la selva y los ríos Manuel va peleando vivo, si tantas veces murió, Manuel permanece vivo”.

Si algo de sensatez hubiese en los gobernantes colombianos, no deberían desoír los justos reclamos del campesinado y de otros muchos sectores de la so-ciedad; suficiente sería, como

botón de muestra, lo que está aconteciendo en el momento actual con la economía nacional y la agitada situación social que se vive, para de una vez cam-biar el rumbo y tomar distancia de los dictados imperiales que nos obligan a andar con los ojos vendados por un sendero que sin ninguna duda nos lleva-rá a la ruina como lo testifica la parálisis de la industria manu-facturera y la crisis del sector agropecuario, que nos obliga a importar más de 10 millones de toneladas de alimentos, inclu-yendo arroz y café.

Estos hechos, decimos, bas-tarían para cambiar de rumbo; pero fiel a sus antipatrióticos in-tereses, la clase dominante se empeña en continuar adelante con un modelo que rellena de dólares sus bolsillos, a la vez que amarra la nación a la insa-ciable voracidad de los grandes consorcios minero-energéticos y de los agro-negocios para la explotación intensiva y exten-siva de los recursos naturales a la vez que pisotean los más elementales derechos de las comunidades que habitan esos territorios, se arrasa el medio ambiente, se atenta contra la biodiversidad y se altera gra-vemente el equilibrio de los ecosistemas, afectando de tal manera las condiciones socio-ambientales de las regiones que

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no es una exageración decir que de continuar adelante con dicho modelo, en pocos años tendre-mos por suelo patrio extensos desiertos y un sinnúmero de agujeros donde antes dormían su sueño milenario, invaluables riquezas que debieron servir para enrumbar a Colombia por el camino del desarrollo, pero en cambio fueron feriadas al mejor postor por parte de la una mino-ría indolente con el destino de la nación, lo que con sobradas razones alienta cada día que nuevos sectores salgan exigir el cambio del modelo económico.

“Si tantas veces murió por qué cada que aparece, lleva a su lado más gente, Manuel guerri-llero vivo”.

Necesidad aún más palpable si tenemos en cuenta la crisis estructural del sistema vigen-te puesta en evidencia en las grandes economías del deno-minado primer mundo, y que en el caso colombiano se expresa en el desmantelamiento de la incipiente industria nacional y la muerte anunciada del sector agropecuario, consecuencia di-recta de los acuerdos de libre comercio firmados con diversos países, mientras se privilegia la economía extractiva de bienes primarios proyectando un falso crecimiento económico, insos-tenible en el largo plazo por tra-tarse de recursos no renovables

y sujeto al capricho del valor de dichos bienes en los merca-dos internacionales, y que para el momento ya tiene al sector exportador en aprietos ante la revaluación del peso y el con-siguiente aumento del desem-pleo, mal disimulado tras fanta-siosas cifras del gobierno que en realidad lo que muestran es cómo crece cada día el núme-ro de colombianos que deben rebuscarse la vida en la llama-da economía informal. Para no mencionar la corrupción des-atada en torno a la privatización de la salud y la contratación pú-blica manejada a su antojo por los beneficiarios del modelo.

EL AUGE INCONTENIBLE DE LA PROTESTA POPULAR

Es esta realidad, la que hace que cada día sean más y más los conflictos sociales que es-tallan y que reflejan el estado de cosas en que se debate la sociedad colombiana: paran y protestan los cafeteros, los transportadores, los trabajado-res universitarios, los corteros de caña, los arroceros, los ca-caoteros, los trabajadores del cerrejón, los estudiantes uni-versitarios, los jueces, el magis-terio, los usuarios de servicios públicos y se movilizan comu-nidades enteras contra la loco-motora minera que amenaza los territorios en los que sobre-llevan su existencia abandona-

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dos a su suerte por un Estado policial que solo se acuerda de ellos para reprimirlos a físico garrote; inveterada costumbre de los sucesivos gobiernos, que hacen oídos sordos de los jus-tos reclamos de la población, mientras se empecinan en man-tener y profundizar el modelo económico, verdadera causa de las penalidades de los colom-bianos del común; lo que al final no hace más que aumentar el fermento social que alienta las protestas de distintos sectores a las que se responde con leyes como la de seguridad ciudadana o ley de “manos libres” para que la fuerza pública pueda reprimir y los jueces penalizar las protes-ta social, tras las cuales siempre terminan por descubrir el fantas-ma de las FARC.

LA PAZ CON JUSTICIA SOCIAL

“Todos los días lo matan y no pueden explicar, que al otro día aparezca con más ganas de pelear”.

Dentro de este marco, no es para nada realista pretender que las conversaciones entre gobierno e insurgencia, para poner fin al conflicto y sentar las bases de una paz estable y duradera, no toquen para nada el modelo económico, el carác-ter del régimen y las principa-les políticas del gobierno; pero además trasluce la pequeñez y la recortada idea que tiene la clase dominante, como una fija-ción, de lo que es la paz de la nación: rendición incondicional de las guerrillas, entrega de las armas, sometimiento a sus po-líticas, todo a cambio de dos o tres puestos en el Congreso, el paseo por unos meses de un co-mandante en el cargo de minis-tro de trabajo o de salud, unas cuantas promesas y hasta unos años de cárcel para los principa-les líderes de la insurgencia nos anuncian y listo.

¿Ingenuidad o cinismo? Tal vez las dos cosas. Ingenuidad por-que terminaron creyendo sus propias mentiras y soñaron con llevar a la Mesa, una guerrilla derrotada, desconectada de la realidad, carente de propuestas e iniciativa política. Cinismo por-que pretenden descargar sobre los hombros de la insurgencia la responsabilidad del conflicto, presentando al Estado terroris-ta como víctima y la resistencia popular como victimario.

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Por nuestra parte, fieles a lo que ha sido y será siempre nuestro destino histórico, proclamado por los legendarios marqueta-lianos en el programa agrario de los guerrilleros, reiteramos nuestra decisión de luchar hasta alcanzar el poder para el pueblo colombiano; independientemen-te de la vía por la cual nos toque adelantar esa lucha.

Si en la Mesa de La Habana logramos acuerdos ciertos que abran la posibilidad real de en-trar a disputar el poder político a la oligarquía por medios no violentos, con plenas garantías para el ejercicio de la oposición revolucionaria al régimen, esta-mos dispuestos a dar ese paso, con la misma firmeza y decisión con que hemos enfrentado la guerra que nos fue impuesta; co-menzando por un cese al fuego bilateral y definitivo que genere un mejor ambiente para el desa-rrollo de los acuerdos, teniendo claro que no se trata de nego-ciar gabelas y prebendas para los insurgentes, se trata de abrir espacios para la participación política democrática al conjunto de la sociedad, algo que va más allá de las solas garantías para la actividad electoral, dentro de un nuevo sistema que erradique los vicios y limitaciones del vi-gente y que implica abordar te-mas fundamentales que atañen a todos los colombianos como

la militarización de la vida na-cional, la doctrina de seguridad del Estado, la plena vigencia de los derechos humanos, la pe-nalización de la protesta social, acceso a los medios de comu-nicación, esclarecimiento de los responsables de la creación, fi-nanciación y protección de los grupos paramilitares y desman-telamiento de dichos grupos, excarcelación de los prisioneros de guerra y políticos, incluida la repatriación de los comba-tientes extraditados y reconoci-miento pleno de los derechos de las víctimas del conflicto, entre otros temas. Acuerdos que por su transcendencia, profundidad e importancia para el futuro de Colombia, deben ser refrenda-dos por una Asamblea Nacio-nal Constituyente, de carácter popular que le imprima el sello de su aprobación como volun-tad última del pueblo soberano.

Lograr superar un conflicto que lleva medio siglo, es un pro-pósito de alcance y dimensio-nes históricas, lograrlo implica despojarse de mezquindades, asumir responsabilidades, po-ner en el centro y en lo alto el más grande y más caro de to-dos los intereses nacionales, la paz con justicia social para nuestro pueblo. Con esa con-vicción llegamos a La Habana y con la misma ha venido traba-jando de manera juiciosa nues-

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tra delegación allí destacada. Valoramos altamente el trabajo realizado por las partes y con-sideramos de gran importancia los borradores construidos de manera conjunta sobre temas del primer punto de la agenda, clara demostración de que es posible alcanzar acuerdos en-tre las partes enfrentadas; por lo mismo, consideramos que un propósito nacional de tal signi-ficación y trascendencia para toda la nación no puede estar sujeto a los vaivenes de la polí-tica electoral, a veleidades per-sonales, a presiones de grupos minoritarios por poderosos que sean, a limitaciones de tiempo y plazos perentorios que no con-sultan la realidad.

Por esos caminos andan los enemigos del proceso, mante-nerlo a salvo es tarea de todos los colombianos sin distingos y la forma de lograrlo es defen-der la existencia de la Mesa y lo alcanzado hasta ahora, con la masiva vinculación de los distintos sectores que anhelan la paz y el progreso de la patria, de todos aquellos interesados en participar de la discusión de los temas, abriendo espacios para esa participación e impul-sando todo tipo de iniciativas que busquen rodear el proceso y continuar avanzando sin vaci-laciones en la construcción de acuerdos, a pesar de las voces

que se empeñan en impedir su avance, algunas veces de ma-nera incomprensible desde el interior del propio gobierno. Ese es el camino más sensato. Lo otro sería matar las esperanzas de millones de compatriotas y con ellas la posibilidad de un futuro cierto para las próximas generaciones de colombianos.

UNA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA.

“Manuel permanece vivo llevan-do hacia la ciudad toda su selva y sus ríos”.

En vida de los camaradas Ma-nuel y Jacobo, comentaban cómo semanas antes de iniciar-se la agresión a Marquetalia, se dirigieron por medio de cartas públicas a los diversos sectores de la opinión nacional e inter-nacional, para tratar de impedir la ofensiva militar del régimen previendo la tragedia que po-dría desatarse y sin embargo, a pesar del pronunciamiento de múltiples sectores y persona-lidades, entre los que destaca el del Padre Camilo Torres, no se escucharon esos llamados y por el contrario, obedeciendo dictados de intereses extranje-ros y atendiendo la histeria de un pequeño grupo de oligarcas se precipitó la operación militar con los resultados conocidos.

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Años después en una de las tantas reuniones de las que se adelantaron en el Caguán, con la participación del camarada Manuel, relataba cómo las de-mandas de los campesinos de Marquetalia, hubiesen podido ser resueltas por el Estado a un bajo costo en recursos de la época y un poco de toleran-cia para con las ideas políticas revolucionarias de los campesi-nos allí asentados. Capítulos de nuestra historia que bien vale la pena tener en cuenta.

Este 26 de marzo, día del V aniversario del fallecimiento del Comandante en Jefe, camara-da Manuel; nosotros, herede-ros del legado de los hombres y mujeres de Marquetalia, de su coraje, decisión y firmeza que bajo el mando de Manuel y Jacobo sentaron las bases del

ejército del pueblo, que son hoy las FARC, podemos declarar con orgullo y plena confianza en el futuro, ante nuestros com-patriotas y el mundo entero, que seguiremos manteniendo en alto la bandera de la lucha por la paz con justicia social para nuestro pueblo hasta que sea una realidad.

“Manuel que no morirá aunque lo maten un día, pues nadie pue-de matar la luz, el aíre o la vida”

¡Viva la memoria del Coman-dante Manuel Marulanda Vélez!

¡Hemos jurado vencer y venceremos!

Secretariado del Estado Mayor Central de las FARC-EP

Montañas de Colombia, Marzo 26 de 2013.

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sAntos:AnAdAdiCeqUesi,AtododiCeqUe

no.

Motivados por las respuestas negativas surgidas del gobierno Santos, ante las múltiples inicia-tivas de paz de las FARC-EP, la delegación de paz de nuestra organización insurgente publicó el siguiente comunicado titula-do: LOS NO DEL GOBIERNO

1Por la vocación de paz, que siempre nos ha impelido a

mantener la puerta del diálogo abierta, atendimos el llamado del Presidente Juan Manuel Santos a explorar una posibilidad de entendimiento. Las FARC pro-pusieron que los diálogos se desarrollaran en Colombia, de cara al país. El gobierno dijo NO.

2 Solicitamos que al cama-rada Simón Trinidad se le

posibilitara hacer parte de la Delegación de Paz, mirando en que el aporte de su enorme experiencia y su vocación en el ámbito de la reconciliación, fuera catalizador del entendi-miento. El gobierno dijo NO.

3Propusimos el cese bilateral de fuegos para suscitar en el

país un ambiente de tranquilidad que permitiera un avance más dinámico de las conversaciones de Paz. El gobierno dijo NO.

4 Propusimos, que si no era posible el cese bilateral de

fuegos, suscribiéramos un tra-tado de regularización de la guerra. El gobierno dijo NO.

5 Invitamos al Ministro de Agri-cultura a entablar un diálogo

que permitiera esclarecer los planteamientos que en materia agraria se vienen desarrollan-do en paralelo a la mesa de diálogos. El gobierno dijo NO.

6 Invitamos al Ministro Pinzón y al General Navas a que de

manera serena analizáramos la necesidad de un cese bila-teral de fuegos y hostilidades, o en su defecto un Tratado de Regularización de la guerra. El gobierno dijo NO. Su Ministro de Defensa agregó que no ha-blaba con bandoleros, más sin embargo la insurgencia prosi-

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gue dialogando con voceros gu-bernamentales en la Habana.

7 Al contrario de la visión gubernamental que mira

como bochinche la presen-cia de la gente del común en la Mesa de Conversaciones, propusimos posibilitar la plena participación ciudadana en to-dos los momentos del proce-so. El gobierno ha dicho NO.

8 Planteamos la realización de una Asamblea Nacional

Constituyente como mecanis-mo refrendario que ponga al constituyente primario como protagonista cimero de un nue-vo contrato social de Paz y jus-ticia social. El gobierno dijo NO.

Ya son múltiples y estridentes los NO del gobierno a todas nues-tras iniciativas en favor de la Paz de Colombia. De complemento, el pueblo colombiano ha escu-chado a través de los medios de comunicación, la reiteración de la orden gubernamental de arre-ciar la guerra, que extrañamen-te ahora se hace acompañar de quejas por sus consecuencias, mientras se nos llama cínicos.

Pero, ¿quién ha instituciona-lizado el conflicto armado y la guerra sucia en Colombia, quién es el victimario en esta confrontación que viene despo-jando al campesino desde los años cuarenta; quién aniquiló

a la Unión Patriótica; quién ha realizado las masacres o crí-menes de lesa humanidad que eufemísticamente son llama-dos falsos positivos?

Frente al escalamiento de la guerra que ordena el gobierno, desde nuestra legítima resis-tencia, nuestra insistencia es que escalemos los intentos por alcanzar la Paz y que hagamos una gran campaña para prote-ger la Mesa de Conversacio-nes, entendiendo que es pre-ferible darle tiempo suficiente a una iniciativa de diálogo, que perpetuar la injusticia y la gue-rra sin otra opción.

DELEGACIÓN DE PAZ DE LAS FUERZAS ARMADAS

REVOLUCIONARIAS DECOLOMBIA, EJÉRCITO DEL

PUEBLO (FARC-EP).

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exponemos aquí una síntesis de las propuestas de la socie-dad civil sobre el primer punto de la agenda de diálogos: Políti-ca de desarrollo agrario integral (enfoque territorial), teniendo en cuenta: que para la Delega-ción de Paz de las FARC-EP, es fundamental escuchar la voz del pueblo, el constituyente pri-mario. Que hay una realidad de miseria y pobreza generali-zada en el campo colombiano.

Las diversas propuestas hechas por organizaciones campesi-nas y populares de la nación, son expresiones concretas de esa miseria: falta de vías ter-ciarias, falta de mercado para los productos, deficiencias en el sistema de créditos, en sa-lud, educación, vivienda, agua

potable; todos coincidimos en que hay que buscar formas de contrarrestar esta situación.

El campo colombiano está gra-vemente enfermo y tenemos que buscar las causas de la enfermedad.

Tratamos de encontrar un hilo común en las propuestas trans-mitidas por los miles de ciudada-nos. Es un primer intento, y to-das las opiniones, inquietudes o sugerencias son más que bien-venidas. El debate debe des-atarse, y a través de él debemos llegar a conclusiones de consen-so que nos permitan construir entre todos la Nueva Colombia.

Muchas organizaciones propo-nen una Reforma agraria inte-gral, democrática e incluyente. Las comunidades campesinas de Barbosa Antioquia proponen:

1 Que el derecho a la tierra se eleve a rango constitu-

cional y cada familia colombia-na tenga derecho a un míni-mo vital de tierra de una UAF.

2 Que ningún colombiano pue-da poseer más de 100 hec-

táreas de Tierra.

3 Que cada empresa no pue-da poseer más del 10 por

ciento de la tierra por Municipio colombiano.

4 Elaboración de un censo ca-tastral Nacional.

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En general, se quiere una de-mocratización de la tenencia de la tierra y los suelos de vo-cación agropecuaria. La Em-presa Comunitaria de Reforma Agraria “El Tambor”, de Malam-bo Atlántico, propone la entre-ga de tierra a los campesinos acompañada de proyectos pro-ductivos que verdaderamen-te mejoren su calidad de vida.

La Asociación de Víctimas del conflicto armado del Sur de Bo-lívar, ASVICSUR, propone que se establezca mediante ley, un límite a la propiedad de la tie-rra rural que no exceda las 300 hectáreas, que exista titulación de predios en todo el país y que se realice una gran refor-ma agraria. Se quiere eliminar la acumulación improductiva e ilícita de las tierras mediante la aplicación eficaz de la extinción de dominio, la expropiación por vía administrativa y la aplicación de fuertes gravámenes para las tierras inadecuadamente explotadas en términos de pro-ducción, generación de em-pleo y sostenibilidad ambiental.

El desplazamiento de gran par-te de la población rural también es objeto de reflexión y pro-puestas. El MOVICE, del Meta, propone: el retorno de despla-zados al campo con garantías de permanencia y rodeados de condiciones políticas, económi-cas y culturales para que siem-

bren alimentos y garanticen la seguridad alimentaria a sus fa-milias, comunidades y al país.

Hay una representación muy significativa por parte de orga-nizaciones femeninas que están reclamando sus derechos y su participación en todos los ám-bitos de la vida nacional: des-de participación política, como el acceso a la tierra. La Alianza Iniciativa de Mujeres Colombia-nas por la Paz, de Carmen del Bolívar y San Onofre, propone:

“Dar cumplimiento a los acuer-dos nacionales e internacionales en materia de igualdad de géne-ro”. “Fomentar oportunidades a las mujeres para la tenencia de tierra en calidad de propietarias”.

En Colombia, la mujer y muy especialmente la mujer campe-sina, ha sido discriminada histó-ricamente; muchas organizacio-nes piden que también a ellas se les puedan otorgar títulos de tierras, ya que muchas mujeres son cabezas de hogar y son dis-criminadas a la hora de adqui-rir tierra para trabajar. La mujer campesina muchas veces, apar-te de atender su hogar y criar sus hijos, trabaja en el campo y su trabajo no es remunerado.

Las Zonas de Reserva Campe-sina. Comunidades de Vistaher-mosa, Meta, proponen: que la reserva natural del parque de

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La Macarena se convierta en una zona de reserva campesina que le dé garantías, derechos y deberes al campesino que lleva más de 50 años de asentamien-to en este lugar y que a esta fe-cha ni siquiera puede utilizar su posesión como garantía para apalancarse de un crédito. Des-de Aguas de Dios (Cundinamar-ca), proponen:“Las zonas de reserva campesi-na y agrícolas bien delimitadas y priorizadas son la garantía de viabilidad futura como país. Las zonas de reserva campesina hay que estimularlas como zo-nas esenciales para el desarrollo agropecuario ecológicamente y humanamente sostenible, y hay que crear muchas ZRC más”. La mayoría de las propuestas coinciden en que hay que com-plementar la titulación de tierras con programas de capacitación y asistencia técnica para la pro-ducción, administración, el mer-cadeo y créditos subsidiados.

Respecto a los créditos los ha-bitantes de Firavitoba (Boyacá), proponen que se debe crear una política real de crédito planifica-do y blando para los agriculto-res. El Comité por la Defensa de la Tierra y el Territorio, de Monte-ría (Córdoba), dice: “que se redi-señe la política agraria vigente y se enmarque en unos espacios más incluyentes, donde la ac-ción del Estado llegue hasta el

mediano y pequeño productor del campo, con líneas de crédi-tos de bajos intereses y fácil ac-ceso, y políticas claras y progra-mas que faciliten la realización de proyectos productivos sos-tenibles en el tiempo. Se quiere que los programas de desarro-llo sean previamente discutidos y concertados con las comuni-dades indígenas, campesinas y afro-descendientes y contem-plen en su concepción, el enfo-que de género y la diversidad ecológica, regional y cultural”.

Los indígenas Waunana, del Bajo Calima, municipio de Bue-naventura, proponen: “Que se incluya como política de desarrollo agrario integral, nuestra propuesta de Res-guardo Biodiverso construida a partir de un plan de ordena-miento territorial en total iden-tidad con nuestras prácticas milenarias de vida, de respecto con la Pacha mama y de so-lidaridad con la humanidad”.

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Impulso de política de recom-posición de la economía cam-pesina que fortalezca la sobe-ranía y seguridad alimentaria en Colombia. La organización EVOCULTURAL, propone un huerto escolar comunitario: que estudiantes, madres, pa-dres y maestros, quienes ne-cesitan alimentos y carecen de tierra, sembrando juntos, en tierra adjudicadas a las escue-las, por el Estado, aprendan a sembrar y alcancen la autosufi-ciencia de alimentos orgánicos, para compartir, no para vender y recuperen el uso de la tierra en comunidad, aportando así a la solución de la crisis am-biental, económica y social.

Diseñar un nuevo Código Mi-nero, que responda a las nece-sidades del territorio, que sea debidamente concertado con las comunidades y que respete el trabajo de la mediana mine-ría y de mineros artesanales. Implementar programas de desarrollo infraestructural (ca-rreteras, agua y electricidad, transporte), que respondan a una política de autoabasteci-miento alimentario para Co-lombia, Que con programas tenga veeduría ciudadana y ad-ministrados por entes territoria-les (para eso, capacitar peque-ños y medianos productores).

En materia de salud, se propo-nen iguales oportunidades a

todos los colombianos para ac-ceder a un sistema público de alta calidad. La salud es un de-recho, y debe ser de calidad y tener accesibilidad. Hay que ha-cerle una reforma a la ley 100. El sector salud debe cubrir el 100% de la población colom-biana propone un compañero de Bogotá. La Mesa Regional campesina de Montes de Ma-ría propone: construcción de puestos de salud rurales bien dotados, con visitas periódicas de los médicos y enfermeras. Crear una norma que otorgue la salud subsidiada al 100% del campesino de estratos 1, 2 y 3; prestar atención de medicina especializada en los municipios.

Respecto a la educación: que el Estado garantice una edu-cación acorde con los usos y costumbres de las comu-nidades y grupos étnicos. Desde El Copey (Cesar), propo-nen: determinar, definir y montar un programa que dé solución al

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problema de analfabetismo en el campesinado colombiano.

En cuanto al problema de vi-vienda en el país, se propone: “garantizar el derecho a una vi-vienda adecuada, con servicios de electricidad y agua, con dise-ños que sean armónicos con el territorio, que tenga en cuenta las tradiciones de los pueblos”.

Programas de asistencia técni-ca rural. Escribe Otoniel Díaz Otero, del municipio de Zapato-ca, (Santander) que: desarrollar un permanente proceso de ca-pacitación y asistencia técnica en aspectos organizativos, pro-ductivos, de comercialización y mercadeo e intercambio de ex-periencias, de manera que haya un constante interés y verdadero estímulo del productor agrope-cuario en participar en el proce-so de transformación del sector.

La Plataforma Municipal de Or-ganizaciones Sociales de Car-men de (Bolívar), proponen: fomentar y promover procesos ampliados de tecnología, tierras con calidad, infraestructuras, créditos, distritos de riegos, in-vestigación científica agrope-cuaria, subsidios, oportunida-des de comercialización con garantías para todos y todas.

Proteger la producción nacional de alimentos y consagrar el de-recho a la soberanía alimentaria como deber del Estado. Desde Chaparral (Tolima), proponen: “implementar proyectos de in-vestigación, tecnologías de úl-tima generación y sobre todo por la defensa de la soberanía y seguridad alimentaria, como los bancos de semillas nativas”.

Hay una gran cantidad de pro-puestas que nos hablan de la seguridad y la soberanía ali-mentaria, por ejemplo esta pro-puesta que viene del departa-mento del Atlántico: “frenar la compra de tierras por extranje-ros, quienes buscan comprar gran cantidad de tierras para producir alimentos lo que gene-ra un problema de soberanía”.

Que el gobierno subsidie la producción de alimentos. Si no hay comida hay ra-bia, y si hay rabia hay violen-cia. Por ahí empieza la paz.

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La Mesa Regional Campesina de Montes de María, de Sin-celejo (Sucre), quiere crear mediante alianzas interinstitu-cionales, bancos de semillas especialmente nativas, para la preservación de la seguri-dad y soberanía alimentaria.

Que las comunidades manten-gan control local de sus territo-rios, de sus semillas y de sus medios productivos, para que puedan producir de manera au-tónoma y soberana sin depen-der de empresas nacionales y transnacionales de alimentos.

La producción ancestral con saberes y semillas de los cam-pesinos, tendrá prioridad en el consumo interno del Es-tado y gozará del subsidio y blindaje contra cualquier ma-nipulación extraña, escribe la Asociación de usuarios cam-pesinos de Salamina (Caldas).

La Junta de Acción Comunal de Cañaverales afirma: “rechaza-mos rotundamente la presencia de los megaproyectos en nues-tros territorios y presencia mi-nisterial haciendo las consultas previas, ya que con la llegada de los megaproyectos, acabarán con la agricultura, manantiales y afectarán el medio ambiente”.

La Red de Mujeres Comunita-rias de Maicao, Guajira, propone una producción agroecológica,

libre de semillas transgénicas, basada en la recuperación, ma-nejo e intercambio de la biodi-versidad, semillas nativas y la soberanía alimentaria. ¡No a los alimentos transgénicos! En cuanto las semillas, se ha pro-puesto derogar el artículo 4to del Código Penal (ley 1032/06). Hay que proteger las semillas nativas y realizar campañas so-bre los efectos nocivos de las semillas transgénicas.

Las FARC, ejercito el pueblo, asume el compromiso de de-fender en la mesa de diálogos con el gobierno todas la iniciati-vas, propuestas y exigencias de la población, que encarnan las necesidades de los excluidos y perseguidos por el régimen que gobierna al país y porque sin solucionar de fondo dichos problemas será imposible al-canzar la paz con justicia social.

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nUeVedeAbRiLPoRLAPAZConJUstiCiAsoCiAL.

Hace 65 años, la sanguina-ria y mezquina oligarquía que gobierna a Colombia, asesinó al caudillo liberal Jorge Eliecer Gaitán y desató sobre los cam-pos y ciudades del país una desaforada persecución políti-ca contra las ideas de cambio social que para la época flore-cían, sembrando de muertos la geografía patria y dando inicio a ese periodo de nuestra historia conocido como “la violencia bi-partidista”. Más de trescientos mil colombianos fueron asesi-nados por la policía chulavita y las bandas de pájaros; los para-militares de la época. Es esta la causa del alzamiento en armas del joven Pedro Antonio Marín (Manuel Marulanda Vélez), y de otros jóvenes de su tiempo, obligados por las circunstan-cias a convertirse en guerrille-ros. 65 años después, lejos de

desaparecer las causas que dieron origen al alzamiento ar-mado, éstas se han agudizado.

El 9 de abril del 2013, ondean-do en lo más alto la bandera de la paz y la esperanza, más de un millón de compatriotas inundaron las calles de Bogo-tá para respaldar los diálogos de paz que en la actualidad se adelantan en la Habana entre el gobierno de Juan Manuel San-tos y las FARC, ejército del pue-blo. El contenido político de la movilización se resume en las siguientes exigencias de la po-blación: que las partes no se levanten de la mesa hasta al-canzar un acuerdo para la paz con Justicia Social; el estableci-miento de un cese bilateral del fuego; cese legislativo de pro-yectos de ley como la reforma pensional, la reforma a la salud,

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el fuero militar, que van en con-travía de los intereses y anhelos de paz del pueblo colombiano. También de manera unáni-me los manifestantes exigie-ron el cese de la persecución política y el asesinato de los líderes campesinos de la recu-peración de tierra, que siguen cayendo asesinados, vícti-mas del Terrorismo de Estado.

La Gran Marcha posicionó la propuesta de las constituyentes por la paz, iniciativa que debe confluir en una Asamblea Na-cional Constituyente, como me-canismo de refrendación de los acuerdos de paz a que pueda llegar gobierno e insurgencia.

LA ORACION POR LA PAZEn la Plaza de Bolívar, ante una multitud desbordante de colorido y alegría, Piedad Cór-doba, leyó la “Oración por la paz”, salida de la pluma del escritor William Ospina. Repro-ducimos apartes del discurso:

“Hace 65 años se alza desde esta tribuna un clamor por la paz de Colombia, 65 años es el tiempo de una vida humana. Eso quiere decir que toda la vida hemos esperado la paz, y la paz no ha llegado, no conoce-mos su rostro. Es un pueblo muy paciente, un pueblo que espera 65, 70, cien años por la paz, cien años de soledad; un pueblo que trabaja, que confía en Dios,

que sueña con un futuro digno y feliz; porque a pesar de lo que digan los sondeos frívolos, no vive un presente digno, ni tam-poco vive un presente feliz.”

“Aquí no nos dan realidades, aquí se especializaron solamen-te en darnos cifras. El pueblo tiene hambre y aquí dicen que hay abundancia; el pueblo pa-dece más violencia, pero las cifras dicen que todo mejora; el pueblo es desdichado, pero las cifras dicen que es feliz. Ahora comprendemos que un pueblo no puede sentarse a espera que llegue la paz, que es necesario sembrar la paz, para que la paz florezca; que la paz es mucho más que una palabra. El ver-dadero nombre de la paz es la dignidad de los ciudadanos… y donde hay tanta desigualdad, donde hay tanta discriminación, donde hay tanto desprecio por el pueblo, no se puede hablar de que hay paz. Allí donde no hay empleo, difícilmente uno puede decir que hay paz; allí donde no hay educación verdadera, respetuosa y generosa, que di-fícil es que haya paz; allí donde la salud es un negocio, como puede haber paz; donde los indígenas son acallados, don-de son borradas sus culturas, donde es negada su memoria, como puede hablarse de paz…”

“Hay que saber que lo que pri-mero rompe la paz es el egoís-

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mo. El egoísmo que se apodera de la tierra de todos para bene-ficio de unos cuantos, que se apodera de la ley de todos para la riqueza de unos cuantos; que se apodera del futuro de todos para la felicidad de unos cuan-tos, y de allí nacen las rebelio-nes violentas y de allí nacen los delitos y los crímenes. Hemos ido aprendiendo a saber que es la paz, haciendo la suma de lo que nos hace falta: la paz es agua potable en todos los pue-blos y agua pura en los manan-tiales. No hay paz con los ríos envenenados, con los bosques talados y con los niños enfer-mos porque el agua que beben no es potable. La paz es traba-jo digno para tantos brazos que quieren trabajar y a los que sólo se les ofrecen salarios de san-gre, de violencia y de crimen…” “Desde hace 65 años pedimos la paz, suplicamos la paz, espera-mos la paz; hoy ya no podemos pedirla ni suplicarla, ni esperar-la. Si se logra un acuerdo entre el gobierno y las guerrillas, tene-mos que construir la paz entre

todos: la paz con una ley justa, la paz con una democracia sin trampa…Y la única condición para que esa paz se constru-ya, es que no maten la protes-ta, que no aniquilen la rebeldía pacifica, que dejen florecer las ideas; que permitan a este pue-blo grande y paciente ser dueño de sí mismo y de su futuro…”

Desde las montañas de Colom-bia, las FARC-EP, abrazamos y felicitamos ese anhelo de paz de la mayoría de los colombia-nos; esa esperanza de paz con justicia social que nos impulsa a resistir con las armas en la mano, ese grito de justicia y dig-nidad que se resume en la voz de Manuel Marulanda Vélez, cuando dice:

“La paz que hemos querido nosotros, por la cual hemos lu-chado por mucho tiempo, ha sido siempre buscando que en este país, Colombia, se acaben las desigualdades que son tan poderosas”.

Frente 41 “Cacique Upar”

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eL iMPeRio de LAPALMAACeiteRAen

MACondo.

“Muy adentro llevo el recuerdo escondido, de la cumbia, del dinero y el tambor, de las ba-las con que el pueblo fue aba-tido en las plazas y caminos cuando la huelga estalló…” (Canción de Santander Duran)

1928 LA PRIMERA MASACRE

Cuando José Arcadio Segundo despertó, estaba boca arriba en las tinieblas, y en ese instante se dio cuenta que iba en un tren in-terminable y silencioso, y tenía el cabello apelmazado por la san-gre, y cuando se disponía a dor-mir a salvo del terror y el horror, descubrió que estaba acostado sobre arrumes de muertos; que no había un espacio libre en el vagón, salvo el corredor central.

Seguramente debían haber pa-sado varias horas después de la masacre, porque los cadáveres tenían la misma temperatura del yeso en otoño, y su misma con-sistencia de espuma petrifica-da, y quienes los habían pues-to en el vagón tuvieron tiempo de amontonarlos en el orden y el sentido en que se transpor-taban los racimos de banano.

“… Mientras se arrastraba de un vagón a otro, tuvo manera de ver los muertos hombres, los muer-tos mujeres, los muertos niños, que iban a ser arrojados al mar como el banano de rechazo. La masacre tuvo tal dimensión, que el tren en que transportaban los cadáveres era el más largo que había visto nunca, con casi doscientos vagones de carga, y una locomotora en cada ex-tremo y una tercera en el cen-tro... Y encima de los vagones pudo percatarse de los bultos oscuros de los soldados con las ametralladoras emplazadas”…

“Pero en Macondo no ha pasado nada, ni está pasando, ni pasará jamás, este es un pueblo feliz”. Esta frase del nobel Gabriel García Márquez resume la im-punidad y el cinismo al que ha sido condenado nuestro pueblo por parte de una oligarquía apá-trida, que entrega sin escrúpu-los los mejores recursos de la nación a las empresas transna-cionales a costa de la sangre y la miseria de la gente. La histo-ria de la United Fuit Company se repite décadas después con la Chiquita Brands y en la ac-tualidad con las empresas cul-tivadoras de palma aceitera en la “zona bananera”. Hoy como ayer, a través de escuadrones del ejercito oficial o de las ban-das paramilitares alistaron el terreno, generando masacres,

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falsos positivos, y desplaza-miento forzado de la población, para apoderarse de las tierras y de los ríos, todo en función de los proyectos agroindustriales.

DEL BANANO A LA PALMA ACEITERA

La industria del banano en el Magdalena entró en decadencia desde cuando la transnacional trasladó sus instalaciones a la región de Urabá. Pero la verda-dera tragedia se ha vivido con la entrada en escena de la indus-tria palmífera que ha sustitui-do la mata de plátano por la de palma aceitera. En el año 2000 se contaban 12 mil hectáreas cultivadas de banano, de las cuales sobreviven en la actua-lidad 7.600 hectáreas, mientras la palma aceitera en ascenso,

alcanza las 35.000 hectáreas cultivadas. Los efectos nueva-mente los paga el pueblo. La industria de la palma se vistió de paramilitarismo y a sangre y fuego desalojó a los campe-sinos de las riveras de los ríos como el Córdoba, Río Frío, Se-villa, Tucurinca y Aracataca, en-tre otros, acaparando sus aguas para los sistemas de riego. Otra consecuencia inmedia-ta es la disminución de las fuentes de trabajo; en el pe-riodo mencionado se han per-dido cerca de 5000 empleos. Paradójicamente esta palma no tiene como destino la produc-ción de aceite, sino de combus-tible para alimentar el mercado de automóviles. En resumen, tanta miseria, despojo de tierras campesinas, fosas comunes, desapariciones forzadas y des-empleo, han sido promovidos en función de un nuevo nego-cio, el de los agro-combustibles.

“Por los caminos de la zona bananera, camina firme una columna guerrillera, muere el soldado, tiembla el patrón”

(Canción de Cristian Pérez)

Frente 19 ‘Jose Prudencio Padilla’

“Fosa Común” dibujo de Inti Maleywa

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Los VeRdAdeRosCostosdeLPARo

CAFeteRo

Cuando el gobierno de Juan Manuel Santos declaró que los costos del paro cafetero habían sido muy altos, se estaba refi-riendo a los costos económi-cos, fiel al principios de su clase de asimilar todo a pérdidas y ga-nancias en dinero. Pero nuestro análisis debe ir más allá; la cri-sis cafetera y el paro como efec-to de la misma, dejan valiosas enseñanzas en el campo po-pular y para el gobierno, costos políticos imposibles de ignorar. Veamos algunos:

1Bajo el principio de la “mano dura” heredado de Uribe, el

gobierno de Juan Manuel San-tos se había negado desde sus inicios, a discutir pliegos con los sectores populares en medio de la confrontación, la huelga, o el bloqueo, por considerarlo una muestra de debilidad. Pero en noviembre de 2011 el movi-miento estudiantil junto a diver-sos sectores que defienden el carácter público de la educación superior, hicieron que Santos

retirara del congreso de la re-pública, el proyecto de reforma educativa que representaba y aun representa su privatización.

Con los cultivadores de café, se repite la historia, aunque las circunstancias son diferentes. Cansados de promesas guber-namentales y políticas erráticas, miles de campesinos e indí-genas vinculados a uno de los renglones agrícolas que más di-visas ha producido en la historia de Colombia, bloquean las prin-cipales vías del país exigiendo soluciones que van más allá de los incentivos económicos, por ejemplo “suspender la explota-ción minera a cielo abierto en las zonas cafeteras”.

La fórmula Santista de disolver la protesta a través de la re-presión y el chantaje, fracasó ante la determinación de los

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movilizados de luchar hasta las últimas consecuencias. Dos se-manas de bloqueos, terminaron afectando el transporte de carga y pasajeros, y por supuesto el abastecimiento de alimentos en ciudades importantes del país, poniendo al gobierno de Santos en Jaque, viéndose obligado a ceder, demostrándose que las políticas de gobierno si pueden ser derrotadas por la acción de los pueblos, siempre que esta sea unificada y decidida.

2.Se derrumbó también el mito del vice-presidente desac-

tivador de huelgas y protestas. Contrario a lo que el gobierno se esforzó en mostrar, Angelino Garzón y sus cuatro ministros acompañantes fracasaron en su propósito de “engatusar” a los caficultores con promesas y contentillos. Las carreteras sólo fueron desbloqueadas cuando el gobierno firmó los compromi-sos que dejaron satisfechos a los manifestantes.

3Al desconocer los caficul-tores la legitimidad de los

ejecutivos de la federación y nombrar voceros más represen-tativos, enseñan que los mo-vimientos populares no están obligados a tolerar represen-tantes gobiernistas, burocrati-zados, y que el momento actual

exige dirigentes comprometidos con las causas populares.

4Fueron derrotados los aná-lisis pesimistas de quienes

pregonan que en Colombia no existen suficientes acumulados para revertir planes económicos antipopulares como los TLC, la locomotora minera antipatriótica y la insensata política que desti-na los mejores recursos del país a la guerra contra el pueblo.

En conclusión, los efectos del Paro de los caficultores, son fundamentalmente de carácter político y echan por tierra pre-tendidos inamovibles de la mito-logía gubernamental.

PD: cuando terminabamos de escribir este artículo, conoci-mos la noticia del asesinato en el Huila de un dirigente cafetero asesinado por el Terrorismo de Estado: ¿sera también un efec-to del Paro?.

¡Hemos Jurado Vencer y

Venceremos!

Frente 41 ‘Cacique Upar’

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“Se están llevando de Arauca el petróleo se estan llevando el carbon del Cerrejón y a mi Colombia le queda sólo triste miseria y el socavón”.

Del cantautor fariano:Lucas Iguarán.

La Guajira es uno de los tantos departamentos que padece el abandono del gobierno Nacio-nal, aunque paradójicamente, es uno de los que aporta nume-rosos recursos a la economía colombiana a través de la mal llamada “locomotora minera”, pero a pesar de esa gran rique-za que posee, la situación social y económica golpea de manera inclemente a las personas de más bajos recursos; los pro-blemas en salud y educación, el alto índice de desnutrición que azota no sólo la niñez sino a personas de la tercera edad, la precariedad de los servicios públicos, así como el desplaza-miento forzoso realizado por la violencia paramilitar son unas de las múltiples dificultades que acongojan a los paisanos de Francisco el Hombre.

En la Guajira está ubicado el Ce-rrejón que es una de las minas de explotación de carbón a cielo abierto más grandes del mundo. Sus principales “propietarios”

son las empresas extranjeras BHP Billiton, Xstrata y Anglo American que en el año 2012 extrajeron del suelo guajiro 34,6 millones de toneladas de las cuales exportaron 32,8 dejando para las arcas de esta sociedad multimillonarias ganancias.

Mientras tanto los trabajadores, que son los principales gestores de estos ingresos, tienen que recurrir a la huelga para que se le reconozcan reivindicacio-nes básicas a que tienen de-recho; hace poco se rasgaban las vestiduras por los distintos medios de comunicación los “especialistas”, hablando de las incalculables pérdidas económi-cas para el país a raíz del paro realizado por SINTRACARBÓN, en cambio poco o nada dijeron por la aberrante situación labo-ral a que están sometidos los obreros; a estos “sabios” hay que recordarles que el haber evitado por más de un mes el saqueo de estas multinacio-

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nales a nuestras riquezas, es una manera de frenar el robo que por más de tres décadas se ha venido practicando ante la mirada y el silencio cómplice de las autoridades municipales, departamentales y nacionales.

Podríamos hacer un balance y examinar de qué han servi-do estos años de explotación de carbón en la Guajira,si no han mejorado las condiciones de vida en sus habitantes que ni siquiera llegan al millón;¿en qué se han beneficiado los in-dígenas Wuyú, quienes com-ponen un alto porcentaje de la población,si en sus rancherías ni siquiera disponen de agua potable?¿Qué ayudas han re-cibido los indígenas Koguis, Wiwas y Arhuwacos que viven en la Sierra Nevada,a los que les falta vías de penetración y en sus resguardos carecen depuestos de salud y plante-les educativos? ¿En qué han invertido el dinero de las rega-lías que como limosna da el Consorcio a la nación si en los municipios, corregimientos y veredas no se ve nada?

Podemos decir sin temor a equi-vocarnos, que lo único que les ha quedado a los guajiros es la miseria y el socavón,así como el haber cambiado la superficie de la tierra donde se desarrolla la explotación minera dejándola improductiva para la agricultura

por el terrible daño ambiental que ha ocasionado la avalan-cha extractora de estas multi-nacionales. Para completar el desastre se le ha otorgado título minero a la compañía brasilera CCX para que explote carbón en el área de cañaveral y acabe con el único manantial de agua dulce que posee esta fértil re-gión del municipio de San Juan del Cesar.

Llegó la hora de decir ¡basta! Que los guajiros se levanten como un solo hombre en de-fensa de sus intereses, es una tarea parar las locomotoras del Cerrejón que diariamente se roban el carbón; hay que aca-bar con la depredación ala que está siendo sometido el depar-tamento por la corrupción y las políticas del gobierno nacional, el Bloque Martín Caballero de las FARC-EP colocan todas sus estructuras políticas y militares en la defensa de sus derechos, por estas razón los invitamos a participar activamente en la Or-ganización Política Clandestina, en Las Milicias Bolivarianas, en el Movimiento Bolivariano por la Nueva Colombia y vinculándo-se a nuestras filas como com-batientes guerrilleros.

Estado Mayor Bloque

Martín Caballero.

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soMosFUeRZAbeLigeRAnte

en su afán por sabotear los es-fuerzos por encontrar un camino cierto hacia la paz de Colombia -en el que las FARC-EP nos hemos empeñado a fondo-, los sectores más militaristas y reac-cionarios de la oligarquía colom-biana (dentro los que militan el ministro pinzón, el ex presidente Uribe y los grupos económicos que se lucran de la guerra), im-pulsan la campaña de que las FARC-EP somos terroristas y secuestradores.

Llaman terrorismo al legítimo derecho que tiene nuestra fuer-za beligerante a confrontar con las armas las políticas de san-gre y saqueo que imponen con-tra el pueblo, la oligarquía co-lombiana y las transnacionales.

Llaman secuestro al legítimo derecho que tiene nuestro ejér-cito revolucionario de capturar a soldados y policías y declararlos prisioneros de guerra luego de haberlos vencido en combate. Abordando el tema, en febrero de este año la delegación de paz de las FARC-EP hizo públi-co el siguiente comunicado:

¿SECUESTRO?Las FARC-EP han sentado un compromiso en cuanto a no

realizar más retenciones de ca-rácter económico, aunque se mantenga la vigencia de la Ley 002 referida a impuestación para nuestra financiación. De igual manera nos reservamos el derecho a capturar como pri-sioneros a los miembros de la fuerza pública que se han ren-didos en combate. Ellos se lla-man PRISIONEROS DE GUE-RRA, y este fenómeno se da en cualquier conflicto que haya en el mundo. En reiteradas ocasiones hemos hecho llamados al gobierno para que se produzca un intercambio de prisioneros de guerra, lo cual fue respondido negativamente. Seguimos abogando por la hu-manización del conflicto y la suscripción de un tratado de re-gularización de la guerra.

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el tiempo se vuelven quimeras y aunque hagan reforma tras reforma e intenten remediar su sistema de fracaso, generan una crisis tan aguda como la actual, que ha cobrado millones de vidas, que sin ser contabili-zadas son producto de la negli-gencia del Estado.

La idea central de esta políti-ca, gira alrededor de la mer-cantilización de la salud, se fundamenta en los intereses económicos que lleva consigo la globalización, como estra-tegia capitalista, donde sólo importa la rentabilidad; las Em-presas Prestadoras de Salud -EPS- “mercaderes de la muer-te”, juegan con el bienestar de los pacientes, deshumanizan la salud y lo convierte en un cliente, importando muy poco, la integralidad en la atención; por intereses económicos, la salud se privatiza, el gobierno abandona la responsabilidad de prestar y garantizar el ser-vicio, los costos aumentan y la

Las FARC–EP, consideramos que la Salud como derecho fundamental de toda persona, es pilar imprescindible para ofrecer calidad de vida a todos los colombianos. Vivimos en un país de desigualdades e inequidades que se ven refleja-das en el sistema de salud, tal y como está establecido en la Ley 100 de 1993, promulgada por el congreso de la república siendo el ponente de la misma el expresidente Álvaro Uribe Vélez cuando era congresista.

Este propósito mercantilista, conlleva a situaciones inadmi-sibles, en las que se juega con la calidad de vida y la vida misma de los colombianos. En su discurso demagógico el gobierno plantea metas y ob-jetivos que se vuelven inalcan-zables dentro de su sistema neoliberal: la universalidad, la eficiencia, la solidaridad, la in-tegralidad, la unidad y la par-ticipación; a medida que pasa

¡ReFoRMAA LAsALUd,UnAqUiMeRAMás!

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calidad de prestación del ser-vicio disminuye, la ciencia es manipulada y se convierte en una estrategia más con fines económicos.

Una vez mas el gobierno plan-tea cambiar las políticas de salud, advierte y pregona la renuncia a todas las formas de privatización y siembra la es-peranza de poder implementar reformas al sistema de salud, prometiendo que será verdade-ramente integral. Recientemen-te el gobierno de Juan Manuel Santos Calderón, en cabeza del Ministro de Salud y Protección Social Alejandro Gaviria Uribe, lo asegura al radicar el 19 de Marzo de 2013, el Proyecto de Reforma a la Salud, que tan solo busca redefinir el sistema general de seguridad social en salud, proponiendo mejorar las mismas metas y objetivos de la Ley 100.

Discurso y reformas que no trascienden la problemática de fondo, por el contrario se con-tinua con el juego de actores dentro de la misma estructura:

los afiliados desde las diferen-tes perspectivas, subsidiado (sin capacidad de pago que cuentan con EPS), contributi-vo (personas con empleo for-mal y “capacidad de pago”), y no afiliados (quienes no tienen capacidad de pago, no están afiliados a ninguna EPS y se encuentran en el limbo); empre-sas administradoras de la red (EPS como SaludCoop, Coo-meva, Cafesalud, Capital Sa-lud, entre otras) y las empresas prestadoras del servicio de sa-lud (IPS, Clínicas y hospitales), con un mismo fondo que ahora no se llama FOSYGA sino MI SALUD, combinación de juego en la que cambian nombres y formas de accionar, que sólo quedan en reformismos que no avanzan ni transforman en la concepción Estatal del derecho a la salud de los colombianos y menos aún cambian la política que es el trasfondo del sistema.

Mientras se discuten cuestio-nes de forma, continúan situa-ciones como el hacinamiento en los centros de salud, la falta de médicos y personal de salud

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raíz presente como arraigo el derecho fundamental a la salud, una Colombia que esté al alcan-ce de todos nuestros sueños.

Porque la Paz no es el silencio de los fusiles, la paz implica jus-ticia social enmarcada en un Es-tado que se comprometa con la Salud del Pueblo Colombiano.

La Salud del Pueblo Colombiano Significa Paz con Justicia Social

Por: sofia y julian.

para atender a los pacientes, las largas esperas para acceder al servicio, la escasez de recursos para el controly vigilancia, co-rrupción de las instituciones…y los paseos de la muerte, las en-fermedades y la muerte rondan-do la vida de los Colombianos.

La salud está enferma y su cura no son las reformas al sistema. Basta de manipulación y engaño del gobierno a los colombianos, es momento para que juntos nos unamos y construyamos una nueva Colombia que en su

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LAtoRtURA:UnAPRáCtiCAdeLeJéRCito

CoLoMbiAno

el 18 de febrero de 2013, el ministro de defensa, Juan Car-los Pinzón, aseveró mentirosa-mente ante los medios de co-municación que los prisioneros de guerra (Cristian Camilo Yate y Víctor González), entregados por las FARC- EP en el Valle del Cauca habían sido torturados por la organización insurgente. Frente a tamaño exabrupto hace-mos las siguientes precisiones: 1 - El Bloque Occidental Co-mandante Alfonso Cano de las FARC-EP rechaza rotun-damente la mentirosa afir-mación del ministro Pinzón, acusando a las FARC-EP de haber torturado a los dos poli-cías liberados recientemente.

2 - La tortura física es un medio que nuestra organización recha-za por ser ajeno a los principios revolucionarios, pero que se practica corriente en los cuarte-les y cárceles del Estado contra los revolucionarios. Jamás he-mos aplicado tortura a los pri-sioneros de guerra, como bien

pueden dar fe los numerosos policías y soldados liberados en diversos gestos unilaterales de paz de nuestra organización.

3 - Desmienten categóricamen-te las falaces afirmaciones del ministro, las declaraciones ver-bales de los policías y el solda-do en el momento de su libe-ración en las que agradecían ante cámaras el buen trato de las unidades guerrilleras. Con-trastan también con los dictá-menes médicos del personal del CICR que los atendió in situ, que no revelaron señal alguna de tortura física o psicológica.

4 - No sorprende esto del mi-nistro Pinzón, quien ya tiene un largo historial de encubrimiento de su propia mediocridad con el uso de la perfidia más ram-pante. Los suyos son gestos de fanatismo militarista, desespero ante la incapacidad de mostrar resultados frente a los golpes de la insurgencia, temor ante crecientes voces que reclaman su renuncia y secuelas de una fijación malsana por la muerte. Estado Mayor Bloque Occidental Comandante Alfonso Canofebrero de 2013

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Cada año, desde la Unidad Jorge Artel y desde todas las estaciones ubicadas en dife-rentes áreas del Bloque Martín Caballero, hacemos un festejo de existencia y perseverancia en el propósito de emancipa-ción y al mismo tiempo ha-cemos homenaje a quienes iniciaron y mantienen viva la llama de la resistencia, luchan-do desde los micrófonos, la pluma y todos los medios con que limitadamente contamos para enfrentar al bloque hege-mónico imperialista que cuen-ta con ingentes recursos, para sostener la desinformación y la alienación cultural, sobre los que han encumbrado sus mez-quinos privilegios, plagando de miseria y muerte a nuestro país.

La CRB-VR es una red de co-municaciones verdaderamente independiente, porque no está subordinada a los capitales pri-vados, ni mucho menos a los in-tereses de los capitalistas loca-les o delas transnacionales del dólar. En ese sentido debemos decir que esta como emisora

genuinamente popular estuvo conducida en su primera etapa por nuestro camarada Simón Trinidad, con quien tuvimos el inmenso honor de cargar los primeros equipos surcando las laderas de la Sierra Nevada de Santamarta. En adelante, cada nuevo emprendimiento y ex-perimento fueron conducidos por guerrilleros bolivarianos cuya inspiración está en las muchedumbres empobrecidas o sojuzgadas que claman por la justicia y la libertad. Nuestra grandeza está en la dignidad y verdad que entrañan nuestros mensajes críticos y valerosos.

Por mantener una red de comu-nicación de educación, de orga-nización, de lucha y esperanza con sentido de clase, muchos guerrilleros, milicianos boliva-rianos, militantes del Partido Clandestino Colombiano, han entregado sus vidas. Recorda-mos con profundo sentimiento de entrega, al principal fundador de esta señal de esperanza, el inolvidable Cristian Pérez, y a su lado muchas personas senci-

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Entrevista a Jesús Santrich

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llas como Roizer, un gran com-batiente; otro camarada que lla-mábamos tractor, que hizo los primeros personajes de humor en nuestra radio con un pro-grama que llamábamos Tibur-cio y Deuteronomio, con crítica política llena de sarcasmo y de picante. También está el caso de Haider, arriendo las mulas y antenas de la resistencia.

Recordamos en esta fecha aLu-cero Palmera, una de nuestras primeras locutoras, iluminando con su voz de ensueño; Stella, convocando con sus palabras sencillas la rebeldía juvenil; Narly prestando la guardia lunar de las transmisiones nocturnas. En fin, son tantos los camara-das y el caudal de amigos en el campo y la ciudad que han guardado el secreto y alenta-do con su apoyo esta voz de la resistencia, que para regoci-jo de los pueblos viaja también por de la nube del internet, y por cada rincón de la onda cor-ta y de las señales en BHF, en amplitud o en frecuencia mo-dulada, tocando los corazones con la magia del insurrección.

El llamamiento de nuestra emi-sora ha sido y sigue siendo a la lucha y el combate. Nosotros siempre hemos querido que el inmenso caudal de rebeldía que existe en nuestro pueblo se levante en insurrección. Es necesario que configuremos

desde este escenario de la pro-paganda revolucionaria, desde el ámbito de nuestras revistas, nuestros periódicos, de nuestra música, de nuestras páginas en internet, nuestros grafitis, y en cada forma de expresión, la batalla definitiva por la inde-pendencia; una batalla ideo-lógica que debe ir de la mano de las otras formas de resis-tencia. Definitivamente no es con un alfiler en la mano como vamos a combatir al enemigo.

Festejamos este Nuevo ani-versario de la Cadena Radial Bolivariana, Voz de la resisten-cia, luchando, combatiendo, resistiendo ¡hasta la victoria!.

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(Periodo comprendido entre el 20 de enero y el 2 de marzo de 2013)Combatiendo con dignidad y firmeza, los guerrilleros de las FARC-EP, rendimos ho-nores a nuestros mártires, al tiempo que con resultados políticos y militares echamos por tierra las campañas pro-pagandísticas del enemigo.

Los partes de guerra que se leen a continuación son el resultado de acciones militares desarro-lladas con posterioridad a la cul-minación del cese unilateral del fuego decretado por las FARC-EP entre el 19 de noviembre de 2012 el 19 de enero de 2013.

69 acciones militares, sin con-tabilizar las del bloque Jor-ge Briceño, arrojan como resultados 263 bajas enemi-gas entre muertos y heridos.Estos resultados dan más ar-gumentos a nuestra iniciativa

de un CESE BILATERAL DEL FUEGO, propuesta que ha sido rechazada de plano por el gobierno de Juan Manuel Santos, demostrando con ello un desinterés por la suerte de soldados y policías que a dia-rio entregan la vida en el cam-po de batalla, defendiendo las riquezas de hacendados, indus-triales, banqueros y empresas transnacionales.

BLOQUE MARTÍN CABALLERO

1 El 21 de enero a las 23:30 horas comando del 19 Fren-

te dinamitó el gasoducto en-tre el municipio Barrancas y el corregimiento de Guayacanal, departamento de la (Guajira).

2 El 21 de enero a las 02:00 horas, guerrilleros del 59

frente hostigaron instalaciones de la Droumond ubicadas en el

PARtesdegUeRRA

De los Bloques: Martin Caballero, Jorge

Briceño Ivan Rios, Alfonso Cano

y Bloque Sur

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alto, corregimiento de Fonseca- Guajira.

3 El 22 de enero a las 19:55 horas comando del 19 Fren-

te dinamitó la línea férrea en el kilómetro 15 del Cerrejón a Puerto Bolívar, en el sitio Cara-colí, jurisdicción del municipio de Albania(Guajira).

4 Enero 27 en horas de la no-che se repartió propaganda

en el municipio de Barranca (Guajira).

5 El 29 de enero a las 11:40 horas guerrilleros del 59

Frente chocaron con unidades del batallón Santa Barbará en las torres que pasan por la finca las palomas, jurisdicción de San Juan.

Resultados: 1 soldado muerto.

Mes de febrero.

1 El 01 de febrero a las 11:30 horas guerrilleros del 59

Frente, activaron carro bomba en la vía Maicao, Carraipía

Resultados: 1 subteniente y dos patrulleros de la policía muertos.

Material recuperado:

2 fusiles galil cal. 5.565 proveedores para fusil galil 556173 tiros cal. 5.563 pistolas sig sawer cal. 9 mm

9 proveedores para pistola cal. 9 mm126 tiros cal.9mm1 Black BerryPropias: sin novedad.

2 El 2 de febrero a las 19:45 horas comando de los

frentes 59 y 19 , dinamitó el gasoducto, Ballenas-Barran-cabermeja en jurisdicción de Villanueva(Guajira).

3 El 6 de febrero a las 06:00 horas, comando del 19 Fren-

te, hostigó base militar de San Pedro corregimiento del muni-cipio de Barrancas (Guajira). SDR/PSN

4 El 13 de febrero a las 19:20 horas comandos del 41

Frente, hostigaron el puesto de policía del corregimiento de Media Luna municipio de San Diego(Cesar).

Resultado: 1 policía heridoPropios: sin novedad.

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5El 24 de febrero a las 00:00 horas, unidades del 19 Fren-

te del realizaron ataque a la infraestructura económica del Cerrejón.

Resultados:

4Guacos destruidosConsolidado: Acciones militares 10, Tropas enemigas muertos 4, heridos 1

CONSOLIDADOS DE OTROS BLOQUES.

BLOQUE OCCIDENTAL ALFONSO CANO

Acciones militares comprendi-das entre el 23 de enero al 15 de febrero25 acciones militares, 28 muer-tos y 32 heridos.

BLOQUE SURDel 21 de enero al 13 de febrero34 acciones militares, 58 muer-tos 73 heridos; 27 voladuras al oleoducto, una torre eléctrica derribada.

BLOQUE MAGDALENA MEDIOAcciones comprendidas entre el 21 de enero al 2 de marzo.

24 acciones militares 12 policías y soldados muertos y 20 heridos.

BLOQUE IVÁN RÍOS

Acciones militares comprendi-das entre el 21 de enero al 12 de febrero.20 acciones militares, 4 muer-tos, 6 heridos.

BLOQUE COMANDANTE JORGE BRICEÑO

De este bloque, que hace ho-nor con su nombre al coman-dante Mono Jojoy, reseñamos la acción del 21 de febrero, desarrollada en la vereda Lau-reles de la Uribe, departa-mento del Meta, donde unida-des guerrilleras combatieron con tropas de la fuerza Ome-ga del ejército y aeronaves que llegaron como refuerzo.

Resultados: 20 miembros de las fuerzas es-peciales Omega muertos en combate y 5 heridos; un helicóp-tero destruido y otro averiado.

Propios: sin novedad.

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Ellos son el aliento del fusil

Y van caminando con su casa a cuestas,

Llevan la menté,

Hambrienta de querella,La rehúyen o enfrentan:

Es la ley de la guerra.Han cambiado de modo

de operar

Y ahora no esperan emboscados,

Van como el viento en busca del contrario

Hasta hallarlo, asaltarlo y vencerlo,

Ellos son la guerrilla:Son las FARC.

Ahora se los llama FARC igual EP,

Llevan en la mente ideas de MARX

Y van cantando por la pampa abierta,

O por entre la selva verde mar

Haciendo la guerra en busca de la paz.

Desde la legendaria Marquetalia

Helos en el curso del tiempo ardidos de batalla,

Son 20 años de pelear cantando

Por la geografía de la patria amada,

20 años de constancia brava

Contra la oligarquía y sus gendarmes.

No habrá descanso mientras haya balas

Y haya en el contrario sed de sangre,

No habrá temores en los partisanos

Mientras estén en su puesto los cojones

Y haya en la mente de todos: ideales.

Jacobo Arenas

eLLos son LAsFARC-eP.

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