RESILIENCIA DE LOS DESTINOS TURÍSTICOS FRENTE A LA VELOCIDAD DE ACTUACIÓN DE LAS NUEVAS

AEROLÍNEAS DE BAJO COSTE. CATALUNYA-CROACIA: DOS COSTAS EN COMPARACIÓN.

Silvia Banchini

LOAD office architectureC/Casanova 81, 8º-2ª

08011 Barcelonasilvia@load.as

Luis Falcón Martínez de Marañón

Dir. De Investigación en el Instituto de Arquitectura Avanzada de Catalunya

LOAD office architectureC/Casanova 81, 8º-2ª

08011 Barcelonaluis@load.as

Abril 2005

ABSTRACT

Este trabajo está vinculado a un proyecto de investigación y de asesoramiento, actualmente en curso, sobre la costa Croata. El estudio analiza los efectos territoriales previstos en áreas afectadas por la cercanía de aeropuertos elegidos por las compañías aéreas de bajo coste como nuevos destinos turísticos.Este estudio desarrolla una metodología basada en la redacción de un análisis comparativo entre la región de Catalunya y Croacia, acompañado de un diagnóstico crítico basado en la evaluación de la capacidad de resiliencia de los dos destinos. La problemática será presentada en el marco de la capacidad de reacción local frente a los efectos del crecimiento masivo de nuevos turistas de bajo coste. La definición de los diferentes modelos de ocupación territorial por parte de este nuevo usuario, tiene el objetivo de introducir, por un lado, las características de las actuales topografías turísticas vinculada a la fragmentación del fenómeno de masas y, por otro lado, de destacar una tendencia significativa hacia una ocupación imprevista de alojamientos extrahoteleros.

“1. INTRODUCCIÓN”.

La resiliencia es un término que proviene de la Física y se refiere a la capacidad de un material de recobrar su forma original después de haber estado sometido a altas presiones. Aplicado al territorio se refiere a la condición de defensa y de regeneración del tejido urbano -en su sentido más amplio- frente al potencial de cambio producido por agentes exógenos. ¿Cómo medir la capacidad de un territorio de recuperar su estado de equilibrio frente a la acción de elementos perturbadores? Si la economía turísticas se alimenta del encuentro entre producción de desplazamientos y organización de estancias, ¿cómo se prepara un territorio para convertir sus principales amenazas en oportunidades? El turismo se alimenta de una red transversal de sectores de producción y de servicios como las redes infraestructurales, los alojamientos, la restauración y el consumo de ocio. No se trata de una industria. El turismo es, ante todo, una actividad económica trasversal que afecta e implica a muchos sectores y a diferentes escalas geográficas. Esto puede ser fuente de riesgos a nivel local cuando el modelo económico y su estructura territorial no pueden prever los efectos de acciones impulsadas desde una escala global. A este propósito estudiaremos los efectos en el territorio producidos por uno de los agentes desterritorializados más influyentes, las nuevas aerolínea de bajo coste (CBC’s).

“2. CONDICIONANTES EXOGENOS”.

“2.1 El nuevo perfil del turista”.

La aparición y la explosión de las CBC’s, la introducción de Internet como acelerador y optimizador de búsqueda de ofertas, el cambio de la jornada laboral junto con una renovada organización del tiempo en las empresas, la oferta de alojamientos privados dentro de un parque inmobiliario sobredimensionado, han trasformado en los últimos cinco años los hábitos y las pautas de consumo de los turistas.

Los turistas hoy tienen una edad media más baja –30 años-, realizan un mayor número de desplazamientos con estancias cortas -de tres a cinco días-, son más activos consumidores de servicios y desean diferenciación dentro de un amplio abanico de posibilidades (IET, 2003). Son mayoritariamente autoorganizados en cuanto a planificación de sus propias vacaciones y propensos a gastar menos en restauración y desplazamiento y más en adquisición de bienes de consumo básicos. En muchos casos la familia o los amigos de contacto satisfacen las necesidades físicas -alojamiento, comida y seguridad-, y sociales, mientras que nuevas necesidades surgen relacionadas con el reconocimiento social, con la diferenciación a una esfera que tiende al individualismo y con la realización de los sueños personales (Urry, 1990). El perfil del ‘turista’ resulta ser siempre menos implicado con las problemáticas medioambientales locales, menos vinculado a sus 15 días de reposo anual y más cercano al perfil de un usuario temporal de un entorno ajeno a aquel de su propia rutina domestica.

John Urry y Scott Lash en los años noventa postulaban que había habido un cambio sustancial desde un capitalismo organizado a uno desorganizado (Lash, et al,1998) y autoorganizado, se debería añadir. Se ha producido un cambio del consumo masivo hacia patrones de consumo individualizado, donde lo importante no es el producto sino el consumidor.

Un nuevo turista, que viaja más a menudo y menos tiempo, ha comenzado a disfrutar de aquel ocio que estaba destinado a las elites sociales. Vivimos lo que Louis Turner denomina la Edad del Ocio (Turner et al, 1976) en donde la multiplicidad de ofertas complementarias al bien conocido producto del sol y playa – el golf, las marinas, los cruceros, el esquí, las rutas gastronómicas y culturales en el interior - define múltiples formas de apropiarse del territorio. El paisaje turístico ha cambiado desde los inicios del fenómeno de masas. El usuario del producto ‘ocio’ se ha transformado y con él lo han hecho las

modalidades de ocupación del territorio. Desde las primeras colonizaciones de los suelos de calidad en primera línea de costa hacía la colmatación, en muchos casos, de hectáreas de paisaje sometidos a la fe ciega en una lógica del crecimiento ilimitado.

“2.2 Las compañías áreas de bajo coste y sus efectos en el territorio”.

En España no es casual que las mayores concentraciones turísticas estén localizadas a lo largo de la franja costera mediterránea, allí donde después de las áreas agrícolas se concentra la superficie más relevante de territorio de calidad. Según las lógicas de mercado las 10 CBC’s de mayor número de usuarios eligen sus aeropuertos en destinos costeros. Los pasajeros que llegaron a España en el año 2003 por medio de las CBC’s procedieron en un 45% de los casos de aeropuertos ingleses, alemanes (25%) y holandeses (9%), y se concentraron en los aeropuertos de seis comunidades autónomas que aglutinan el 97% de las llegadas de estas compañías: Baleares (2.4 mil.), Andalucia (2.1 mil.), Catalunya (2.0 mil.), Comunidad de Valencia (1.7 mil.), Canarias (1.5 mil.) y Madrid (491.000).

El tipo de alojamiento prioritariamente utilizado es el extrahotelero (un 39% frente a un 28% que presentan el conjunto de llegadas por vía aérea) y dentro de los alojamientos extrahoteleros, los usuarios de bajo coste acuden principalmente a vivienda gratuita (propia o de familiares) con un peso relativo del 26% frente al 17% del conjunto de llegadas por vía aérea. (IET, 2003).

Asistimos por lo tanto por un lado a un incremento significativo de entrada de turistas por CBC’s y por el otro a una ocupación creciente de casas privadas, oficialmente vacía o de segundas residencias.

Este fenómeno representa una posible amenaza al equilibrio de las economías locales españolas y de sus recursos territoriales. Los principales factores de riesgo están en la perdida de transversalidad y en el impulso hacía modelos de urbanizaciones de baja densidad, en donde el territorio sufriría el peso de una edificación difusa de viviendas unifamiliares, con un consecuente gasto medioambiental y con una considerable dependencia del sector de la construcción por parte de la economía local. Se trata por lo tanto de saber convertir este fenómeno en una oportunidad de desarrollo local basado en el reconocimiento de elementos de autoestima territorial.

“3. CROACIA Y CATALUNYA: DOS COSTAS EN COMPARACIÓN”.

Cataluña con 11,7 millones de visitantes es líder español en número de turistas. Pero al mismo tiempo es la comunidad que mayores síntomas de agotamiento presenta en sus destinos costeros de turismo de masas: La Costa Brava, con Lloret de Mar como referente y La Costa Dorada con su centro en Salou.

Hemos establecido una relación preliminar entre las tendencias en las demandas y las ocupaciones que hacen del territorio los usuarios de las compañías de bajo coste, donde Cataluña junto con Andalucía y la Comunidad Valenciana lideran las comunidades de mayor afluencia de usuarios de este medio de transporte.

En este punto establecemos un paralelismo entre las tendencias que se están desarrollando paralelamente entre unos destinos abordados por las compañías de bajo coste y los usos que las distintas ofertas de ocio están haciendo del territorio. A esta relación entre las diferentes ofertas turísticas como atractores de actividad y su implantación en el territorio las denominamos ‘Topografías turísticas’. Más delante entraremos en su descripción y sus características en cada caso.

Antes de entrar en una descripción más pormenorizada de las relaciones de estas actividades con el paisaje en el que se inscriben, estableceremos dos marcos comparativos mediante los cuales relacionamos el destino Cataluña y el destino Croacia. El primer marco es su constitución territorial, la cual establece paralelismos destacables en su topografía y atractivo turístico. Uno saturado, el catalán, otro sin desarrollar, el croata. El segundo marco es el del desarrollo de la actividad. Ambos territorios viven dos momentos históricos, respecto al turismo, completamente diferentes. Es importante considerar que existe una diversa integración de los sectores que articulan la actividad turística respecto a la organización de ambos destinos.

“3.1 Territorio”.

Cataluña es un territorio con 6,5 millones de habitantes que soporta, como hemos mencionado anteriormente, un flujo turístico de 11,7 de visitantes en el año 2003 (Los datos provisionales del año 2004, según el IET, son de 12,8 millones de turistas), y donde el 82% del turismo se desarrolla en la primera franja costera bajo la cota 200. Su costa tiene una longitud de 699 km. donde no sólo se concentra la actividad turística sino también el 80% de la población así como el 90% del consumo de la comunidad (IaaC, 2003) Croacia es un territorio con 4,5 millones de habitantes, con un flujo turístico en el año 2003 de 10 millones de turistas, y donde el 95% del turismo, según el Instituto Croata de Estadísticas (I.C.E.) a través del Central Bureau of Statistic de la República de Croacia, se desarrolla en la costa bajo la misma cota 200. Pero el territorio croata es aún más disperso y cuenta con una longitud de costa de 6.175km, de los cuales 4.398km están en sus 1.088 islas. La Topografía de ambos territorios establece una diferenciación tanto paisajística como climática con ambos entornos: la costa y su contracosta. Pero la densidad de territorio croata es extraordinaria baja, la cual se puede apreciar en la fotografía de contaminación lumínica que la foto satélite nocturna de la NASA obtiene en su estudio anual de la superficie del globo (NASA, 2004).

La diferencia fundamental de ambos territorios es su articulación. Cataluña tiene desarrollada una cada vez más consolidada red infraestructural, la A7, autopista que se desarrolla a lo largo de toda las costa; el aeropuerto del Prat, que sirve a la capital catalana, Barcelona; el aeropuerto de Girona, que sirve a la Costa Brava y, que, gracias a Ryanair se ha convertido en el aeropuerto que más ha crecido con un diferencial interanual del 4.000%; y el aeropuerto de Reus, que sirve a la Costa Dorada, y que con la futura localización de la estación del tren de alta velocidad en la Sacuita, transformará el paisaje y la estructura del territorio de Tarragona; así como su red portuaria, fundamentalmente con los puertos de Barcelona y de Tarragona. Croacia tiene una gran carencia de infraestructuras. La autopista no acabada entre Zagreb y Split, aún no une con Dubrovnik. El tramo entre Zagreb y Rijeka, primer puerto de

Croacia, tampoco está acabada, y el tramo entre Rijeka y Koper, inicio del futuro corredor Iónico, que articulará la costa croata desde Eslovenia hasta Grecia, no ha entrado ni en su fase inicial. Hay tres aeropuertos con conecciones internacionales, como son Zagreb, Split y Dubrovnik. Es Dubrovnik donde Ryanair e Easyjet quieren establecer una base, y, por tanto, el punto fuerte de esta hipótesis de estudio. En la actualidad Cataluña, según el IET, tiene un porcentaje del 24% del flujo turístico aéreo a través de las compañías de bajo coste. Croacia aún no tiene en su territorio ninguna conexión con aerolíneas de bajo coste.

“3.2 Desarrollo de la actividad”.

Como criterio establecemos que la actividad turística, en su repercusión física, se articula a través de tres sistemas: sus redes infraestructurales, sus atractores de actividad de ocio y el alojamiento. Los atractores de actividad y la oferta de alojamiento definen el nivel de desarrollo de la tecnología turística (organización logística e integral de la actividad) de los que ambos territorios disfrutan. Si por un lado Cataluña cuenta, según el IET, con una oferta de alojamiento hotelero de un 68%, y un 32% de oferta extrahotelera, en el caso de Croacia, la oferta hotelera se reduce a un 23,7%, pero la oferta privada de alojamiento turístico se eleva a un 43%, y con la oferta de campings a un 65% (I.C.E., 2004). Esto determina las limitaciones de servicios que la oferta croata tiene en el desarrollo de la actividad turística.

Es importante establecer aquí una relación anteriormente esbozada. El desarrollismo desmesurado apuntado anteriormente en España y, por extensión, en Cataluña en la construcción de viviendas aisladas unifamiliares en la costa española y catalana, tiene como catalizador diferentes ofertas de ocio. Estas ofertas de ocio, y el alojamiento asociado determinan unas nuevas topografías turísticas.

“3.3 Las topografías turísticas”.

Definimos las topografías turísticas a partir de la superposición de uno o varios sistemas de atracción, como los generados a partir de playas, palacios de congresos o pistas de esquí. Estos sistemas a su vez se determinan a través de tres parámetros: las formas de apropiación territorial de sus atractores y de su oferta de alojamiento; el perfil del turista; y la transversalidad de la que el turista se aprovecha en la utilización de la oferta de cada sistema. Las topografías turísticas no se entienden sólo desde un punto de vista morfológico, sino desde la articulación integral entre el territorio y el fenómeno turístico.

España es el segundo país en el mundo en número de turistas - 53 millones de visitas-. Sus ingresos por turismo, que son el 12% del PIB nacional, se basan en el producto de sol y playa en un 80%. Esta oferta se desarrolla en el territorio de máxima presión urbanística, pero también de máxima calidad y eficiencia: la costa. España tiene un total de 80 playas cualificadas que producen el 8% del PIB (según el Sociólogo Urbano José Miguel Iribas, una playa urbana cualificada se define por tres parámetros: Su integración en un entorno de concentración urbana; que el área mínima quede encuadrada en un rectángulo de 500mt de largo por 30mt de ancho; y que tenga una pendiente de contacto entre la arena y el agua no superior al 10%). Estas playas representan a lo largo de todo el litoral cinco millones de metros cuadrados. De forma comparada el mencionado 8% del PIB nacional se genera en una superficie que equivale a un tercio de la superficie de una sola pista de esquí (el Aymerich Management informa que una pista de esquí tiene de media de 15 millones de metros cuadrados).

El número de turistas de sol y playa no está decreciendo, pero hay una nueva oferta turística basada en atractores alternativos que aumenta de manera considerable. La creencia generalizada de la disciplina arquitectónica es que la arquitectura turística, después de los años setenta, es una arquitectura encuadrada en un marco comercial, una actividad con poco margen para la especulación retórica y, por tanto, organizada bajo las directrices que marca el mercado. Pero ante los nuevos retos de la actividad turística -ya apuntados al principio de este artículo- y las nuevas atracciones que el sector está ofreciendo, cabe

preguntarse qué nuevas topografías turísticas se están generando, cuáles son sus repercusiones en el territorio y qué agentes están gestionando el desarrollo de uno de nuestros más preciados patrimonios: el paisaje.

Si bien no hay topografías perfectas es importante sistematizar los potenciales de cada uno de ellas y la relación que hay entre su transversalidad y densidad de usos con su organización territorial.

Alta transversalidad, alta concentración de usos y alta densida.

La topografía turística por excelencia es el modelo concentrado de sol y playa, basado en un turismo de masas. Éste es un modelo que se ha mantenido con el paso del tiempo como el más eficaz y sostenible, tanto en el terreno económico como en el medioambiental1. Es un modelo con uno de los consumos por turista más bajos (80 euros tur. /día) pero con un alto número de pernoctaciones (7,5 por turista) así como un alto grado de reincidencia (60%). Esto lo convierte en un destino rentable a corto y largo plazo. El rechazo al paisaje que genera es evidente y justificado, pero la concentración del impacto es un objetivo primordial en cualquier apuesta territorial2.

Una segunda topografía turística de máxima rentabilidad, y futuro de la oferta de ocio europea, es la generada por las ciudades. La ciudad de Barcelona tiene una transversalidad muy alta. Sus 7,2 millones de euros de ingresos diarios los divide en un 45% en acomodación hotelera, en un 20% en restauración, en un 15% en comercio y cultura, y en un 5% en transporte público. Dos subtopografías que complementan las densidades urbanas son los eventos como el Fórum 2004 en Barcelona o los congresos. Si bien los eventos son acontecimientos aislados que generan autoestima urbana, los congresos son modelos en alza en Europa y más aún en Barcelona3. La topografía precedente de la ciudad es la propia marca de calidad en un entorno turístico donde la arquitectura es uno de sus principales referentes.

Media transversalidad, baja concentración de usos y baja densidad.

Las rutas gastronómicas y culturales o bien el turismo de salud -tipo Spa- como activos turísticos son una de las actividades que más están generando paisajes y arquitecturas cualitativas. El gasto medio de 185€ tur./día tiene una variación muy alta en función de la oferta. Por ejemplo, la asimilación del modelo francés en la explotación de las bodegas de prestigio como destino turístico eleva ese gasto hasta 250€ tur./día. Igual fenómeno se produce en el turismo de salud, donde el gasto medio llega a unos 240€ tur./día. Por último, el turismo rural de costes más reducidos de ocio de montaña está teniendo un crecimiento importante. Las topografías turísticas aisladas y adaptadas al territorio ejemplifican este tipo de paisaje como salvaguarda del medio rural, dotándole de una vida que carecía hasta hace muy pocos años. Es un turismo de una ocupación hotelera media muy baja, del 21% y, como dice el sociólogo José Miguel Iribas, “el éxito de este tipo de turismo se basa precisamente en que no tenga éxito”.

Baja transversalidad, alta concentración de usos y alta densidad.

En un estudio elaborado por EDITUR en el año 2003 (Editur - EDICIONES TURÍSTICAS, S.A., Barcelona. Num. 2337/2338, diciembre 2004) se contabilizaron en España 107 establecimientos bajo la marca ‘Ciudad Vacacional’. Son los denominados Resorts. Su principal atractivo reside en el conocimiento a priori del gasto a realizar en sus vacaciones con una oferta que simula la multiplicidad urbana. La oferta del paquete turístico “todo incluido” en un modelo de lujo, muy asiduamente con una emulación kitch de la arquitectura local, basa su negocio en la seguridad del turista al éxito de sus vacaciones. Es un turista con una media de cuarenta años, de los cuales un 60% hace las reservas por medio de tour-operadores. El concepto del ‘Todo Incluido’ irrumpió a final de los años 70’s con el Club Méditerranée y sus grandes complejos vacacionales (Club Med, nace en 1978 como Fondation de France y deviene una Company Fondation en 2003. www.clubmed.com). Los Resorts son destinos que, surgidos en los años setenta, segregan toda relación con el medio local a puro lugar de tránsito; suelen localizarse en los espacios de mejor calidad, con un gran impacto medioambiental sobre una media de 80.000 m2 de superficie y con una nula transversalidad (Banchini, S. et al. 2005).

Baja transversalidad, media concentración de usos y baja densidad.

En España, uno de los nuevos modelos que está creciendo de forma exponencial son los campos de golf. Estas topografías turísticas son las que generan mayor agresividad al paisaje. Dos parámetros definen el nivel de repercusión medioambiental. Por un lado, su consumo desmesurado de recursos: un campo de golf de 50 hectáreas necesita la misma agua que un pueblo de 4.000 habitantes; por otro lado, el desarrollo urbanístico de viviendas aisladas que este modelo siempre lleva asociado. De hecho, el negocio del golf se basa en un 99% en la inversión inmobiliaria. En España en el año 2003 el negocio inducido de los 175 campos de golf ascendió a 1.500 millones de euros. En ese mismo año el número de viviendas asociadas a campos de golf fue de 25.000, con una precio medio de 240.000 euros. Esto ha generado un negocio de 6.000 millones de euros (Fuente: Aymerich Management). Es paradójico que sólo el 30% de los compradores de estas viviendas juegan al golf.

El homogéneo paisaje, aunque amable, de los campos de golf, tiene aún un inconveniente más añadido. Su estructura de gated societies, normalmente articulada mediante hoteles de cinco estrellas con servicios de lujo, y su situación a menudo lejos de densidades urbanas, las convierten en topografías aisladas y deslocalizadas en el territorio.

Baja transversalidad, baja concentración de usos y baja densidad. El efecto sprawl.

Pero si hay una topografía turística que arremete el territorio de una forma desmesurada, estas son las dispersiones de las viviendas unifamiliares aisladas, el denominado efecto sprawl.

En varias regiones españolas se registran en los últimos 20 años marcadas tendencias a un urbanismo de la dispersión.

En Cataluña prácticamente ningún municipio se queda al margen. Solamente en los 137 municipios entre 1000 y 10.000 habitantes de la provincia de Barcelona, más del 80% del parque de vivienda construido entre 1987 y 2001 fueron casa aisladas o adosadas (Fuente: Aymerich Management).

El fenómeno del sprawl , llevado al extremo y aplicado de forma masiva, acaba generando paisajes reiterativos, homogéneos y banales (Muñóz, F. 2004), y al final genera una especialización territorial asociada al tipo de vivienda unifamiliar que se construye. Al modelo de sprawl propiamente turístico hay que sumar el de segundas residencias: son repeticiones de casas adosadas o aisladas con jardín que extienden el proceso de urbanización de forma ilimitada. Las consecuencias son alarmantes: ocupación irreversible del espacio litoral, deterioro del medio natural, multiplicación de infraestructuras ineficaces y destrucción de lo urbano, entre otras.

La matriz comparativa adjunta desarrolla una categorización ordenada a partir de la máxima transversalidad de cada uno de estos atractores turísticos.

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“4. CONCLUSIONES”.

La actividad turística se ha desarrollado de una forma indiscriminada a lo largo de la costa española, pero la competencia de los nuevos destinos turísticos a nivel global y el cambio de perfil del turista obligan a repensar el modelo de desarrollo. Los turistas de bajo coste, según la propia Ryanair, se definen en un 85% en una orquilla que va desde los 15 a 25 años, o entre los 55 años o mayores. Como hemos visto esta nueva fase en la que vive el sector ya no sólo se limita a la costa. Las topografías turísticas se están generando a partir de la mutación de modelos antiguos superpuestos con fenómenos ligados al desarrollo de masas. Croacia muestra síntomas de aceleración del consumo de territorio en una fase incluso anterior al del desarrollo de las nuevas topografías turísticas que España está soportando.

Ambos fenómenos, el turístico como actividad, y las compañías de bajo coste como catalizadoras del nuevo perfil de usuario, están definiendo una actividad que se ha convertido en primera economía mundial. Ante la presión a la que se está viendo sometido el territorio nosotros queremos proponer, por un lado, tres criterios genéricos que den claves para construir nuevas topografías turísticas basadas más en la densidad, de tiempo y de espacio, que en la dispersión, y por el otro, dos criterios específicos de aplicación en España, pero más especialmente en Croacia como destino a definir.

Tres criterios genéricos:

- Un primer criterio sería el aumento de densidad temporal. Ésta depende de la distancia temporal de los espacios, es una herramienta clave para la organización de secuencias de tiempo.

- Un segundo, la diversificación del destino y de la oferta. Si la Organización Mundial del Turismo augura un aumento de los turistas urbanos es precisamente porque la ciudad es el destino que más diversidad representa en cuanto a oferta de secuencias de ocio y atractores turísticos.

- Y un tercero, la transversalidad en el territorio. La diferencia entre un turismo organizado y uno espontáneo reside en que, en el primero, las secuencias de tiempo las organiza un solo destino, y en el segundo, varios destinos diversificados permiten al propio turista organizarse las suyas.

Dos criterios específicos:

- Un primer criterio dirigido a los usuarios jóvenes de compañías de bajo coste: La densidad urbana. La oferta de ocio para un usuario de entre 15 y 25 años se desarrolla casi en un 90% en ofertas de ocio concentrados, donde la oferta debe, para aprovechar los recursos locales y aumentar la transversalidad, huir de las ofertas cerradas, y promover la oferta de densidad urbana.

- Un segundo criterio dirigido a los usuarios de la tercera edad: El aumento de las secuencias de tiempoo en el territorio, por medio de ofertas complementarias diversas y cercanas en tiempo de desplazamiento; y el aumento de la infraestructura de servicios hospitalarios. Tanto Croacia, como lo está siendo hoy España, está abocda, por su condición de paraíso europeo climático, a convertirse en el geriátrico del norte de Europa. Para ello es imortante desarrollar un servicio hospitalario enfocado como servicio turístico. En este sentido, la oferta infraestructural ha de ser seguida de una negociación con los países de origen para compartir el gasto del servicio.

BIBLIOGRAFÍA

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Fuentes:IET - Instituto de Estudios Turísticos, integrado en la Secretaría General de Turismo, de la Secretaría de Estado de Turismo y Comercio del Ministerio de Industria , Turismo y Comercio.

Tablas:

Peracic, D.; Villeda, F. Master Iaac, 2005

(Footnotes)1 El gasto medio de un modelo de concentración es diez veces inferior que un modelo de dispersión en lo que respecta a consumo de agua, servicios urbanos y mantenimiento de infraestructuras.2 Benidorm, uno de las densidades turísticas más denostadas por la crítica arquitectónica, ocupa el 1% del territorio turístico construido de la comunidad Valenciana. Su actividad genera el 43% de los ingresos por turismo en esa misma comunidad. Su densidad es de 1m2 / 1m2.3 Barcelona, en Congresos, ha pasado del puesto 25º al 7º en cinco años. En el año 2003 Barcelona atrajo 300.000 delegados que pernoctaron

4,2 noches, el doble que el resto de turistas. El sector aportó 620mill €, que es el 25% del gasto total de los turistas en Barcelona en 2003.