reseña obligatoria
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Traducción y Traductología. Introducción a la Traductología
Amparo Hurtado AlbirTraducción y Traductología. Introducción a la TraductologíaEdiciones Cátedra, Madrid, 2001, 695 pp.ISBN: 84-376-1941-6
El libro objeto de esta reseña1 es el fructífero resultado de lo que parece ser la
intención principal de su autora al escribirlo: recopilar en él toda la información
necesaria para que cualquier lector pueda hacerse con una visión general lo más
completa posible acerca de la traducción y la traductología. Representa una síntesis
tanto de la traducción como actividad textual, comunicativa y cognitiva como de la
disciplina que se encarga de su estudio. La autora hace un minucioso recorrido
histórico, conceptual y teórico por todos los asuntos de relevancia que han contribuido
a la evolución de la disciplina y la configuran como tal en la actualidad. La
minuciosidad en la recopilación de sus contenidos otorgan a esta obra una dimensión
enciclopédica que la hace adecuada para servir de consulta y referencia tanto para
traductores profesionales interesados en indagar acerca de aspectos nocionales y
teóricos (aunque no prácticos) de su profesión, como para estudiantes e
investigadores. Se puede decir incluso que, por su tratamiento de la información desde
los conceptos más básicos, puede servir también para iniciar en el conocimiento de la
disciplina a lectores totalmente ajenos a ella o con un conocimiento muy primario.
Este libro está compuesto por tres partes bien definidas y claramente
diferenciadas: “La traducción”, “La traductología” y “Un análisis integrador de la
traducción”. Cada uno de ellos está dividido en capítulos, y pretende ser un
tratamiento global e integral del tema que desarrollan. La organización general de los
contenidos, así como la distribución de los capítulos siguen un orden adecuado, ya que
1 La presente reseña ha sido realizada tras la lectura completa de las los primeras partes del libro, que son “La traducción” y “La traductología”. Las dos partes constituyen un total de 308 páginas de las 695 páginas de las que está compuesto este libro. La tercera parte, “Un análisis integrador de la traducción”, ha sido leída parcialmente y de manera escalonada para identificar la temática general de su contenido y poder hacer una valoración y un breve resumen del mismo.
cada nueva información se retroalimenta de lo anterior y va completando el panorama
general de la disciplina de manera creciente facilitando su lectura y la interpretación
de los conceptos manejados. El libro tiene una doble dimensión: la dimensión
referencial, es decir, aquella que conforma el carácter enciclopédico de la obra como
compendio del conocimiento de la disciplina, y la dimensión valorativa, que es la que
da cuenta de la opinión de la autora y de su criterio para clasificar estructuras
conceptuales.
La primera parte comprende los dos primeros capítulos y sirve para iniciarse en
nociones básicas relacionadas con la actividad traductora. Se parte de la diferenciación
entre los términos "traducción" y "traductología", el primero se refiere a la práctica
traductora y las particularidades que la definen, mientras que el segundo alude a la
disciplina que estudia la traducción.
En el contenido del primer capítulo, se manejan y definen conceptos que
caracterizan la actividad traductora, lo que sirve a todos aquellos que se acercan a la
traducción por primera vez para familiarizarse con ellos y afrontar con garantías los
contenidos que se desarrollan más adelante. Estructuralmente se facilita el
acercamiento a conceptos básicos por parte del lector, como por ejemplo la noción de
competencia traductora, idea que resulta esencial para entender la traducción.
La autora presenta también distintas definiciones de traducción dadas por varios
autores, para finalmente proponer su propia definición de la traducción "como un
proceso interpretativo y comunicativo consistente en la reformulación de un texto con
los medios de otra lengua que se desarrolla en un contexto social y con una finalidad
determinada."(A. Hurtado, 2001). Su definición, pese a que menciona el contexto
social, tal vez resultaría más adecuada si se destacara la importancia que la adaptación
cultural tiene en el proceso traductor.
Finalmente, resulta de especial importancia en este capítulo la consideración de
la traducción como una actividad cognitiva, como una operación textual y como un
acto de comunicación. La importancia de esta triple perspectiva estriba en que la
autora la utilizará en capítulos posteriores para clasificar los distintos enfoques
traductológicos.
El segundo capítulo se dedica a la presentación y clasificación de las variedades
de traducción existentes. En primer lugar se mencionan distintas propuestas de varios
autores para organizar las tipologías atendiendo a distintos criterios, y a continuación
es la propia autora la que propone un modelo, que se presenta de forma francamente
acertada, basándose en la diferenciación entre las nociones de tipo de traducción
(según el ámbito socioprofesional) modalidad de traducción (modo traductor), clase
de traducción (naturaleza del proceso) y método de traducción (método empleado en
el proceso). A partir de estas cuatro categorías, se despliegan las distintas variedades
de traducción, entre las cuales se puede decir que ciertamente están todas las que son
y el tratamiento que se da a cada una de ellas es suficiente, adecuado y
magníficamente bien explicado.
La segunda parte comprende los capítulos del tres al cinco, y constituye una
presentación de la traductología como disciplina desde su nacimiento. En primer lugar
se realiza un recorrido por la evolución histórica del pensamiento traductológico,
desde Cicerón hasta nuestros días, situando en la segunda mitad del siglo XX la
consideración como disciplina de la traductología. Concretamente en la década de los
70 se inicia un estudio más sistemático de la teoría y la práctica de la traducción y se
consolidaría finalmente como disciplina específica tan sólo hace dos décadas.
Después la autora se centra en la clasificación que Holmes (1972) hace de los
ámbitos de estudio de la traductología, en los que hace la distinción entre
investigación teórica, descriptiva y aplicada. La autora utiliza esta clasificación y la
reformula con el objeto de reflejar el estado actual de la disciplina, dando un
desarrollo mayor al apartado de la investigación aplicada, que no volverá a ser tratada
en el libro, ya que en la última parte sólo se mencionarán estudios descriptivos y
teóricos.
Se presentan a continuación las distintas metodologías existentes para la
investigación en traductología, para terminar explicando nociones fundamentales para
manejarse en el análisis de la traducción, como equivalencia traductora, unidad de
traducción, invariable traductora, técnicas, estrategias y problemas de traducción, etc.
La opinión de la autora se deja ver en esta parte, que en algunas ocasiones resulta
interesante y cuando menos valiente, como el hecho de no querer establecer una
diferenciación radical entre equivalencia y adaptación, destacando el carácter
dinámico y funcional de la equivalencia traductora.
En la tercera y última parte (últimos tres capítulos), se recupera la triple
perspectiva mencionada en la primera parte para considerar la traducción (como
actividad cognitiva, como operación textual y como acto de comunicación) con el
objeto de englobar los principales estudios traductológicos bajo esas tres perspectivas:
la cognitiva, la textual y la comunicativa. En esta parte se recogen los planteamientos
teóricos de los autores más representativos de cada enfoque. Sin embargo, parece que
esta propuesta es tal vez excesivamente simplista para englobar los estudios de
traducción, ya que hay autores que están ausentes y que merecen ser considerados e
incluidos en una publicación que aspira a ser una obra de consulta, además de echarse
en falta también algún enfoque traductológico, como el filosófico.
Para concluir, cabe resaltar que la principal virtud de este libro es su carácter
enciclopédico y su utilidad como obra de consulta, especialmente para neófitos y
ajenos a la disciplina. También puede servir al estudiante como armazón
compartimentado en el que poder colocar, clasificar y sistematizar mentalmente todos
los conceptos y teorías traductológicas aprendidas tanto a nivel diacrónico como
sincrónico, dotándole de una visión global que posibilita el contraste entre teorías y le
dota de una visión global bastante completa. Sin embargo, no está claro que pueda
resultar de utilidad para el traductor profesional más allá de satisfacer un eventual
interés en formarse desde el punto de vista teórico. No se ofrece desde luego ningún
tipo de directriz, consejo o guía que pueda servirle para resolver cuestiones que le
puedan surgir en la práctica traductora, pero puede mejorar sus conocimientos en
cuanto a lo que es, ha sido y cuál es el estado actual tanto de la traducción como de la
traductología. Por último, cabe decir que puede no satisfacer plenamente a
investigadores y en general a lectores interesados en profundizar en algunos temas
que se abordan de manera limitada, aunque por otro hay algunas propuestas de
clasificación ciertamente interesantes que pueden servir de apoyo