reseña de san manuel bueno, mártir

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Page 1: reseña de San Manuel Bueno, mártir

Universidad distrital francisco José de caldasInstituciones socialesAlumno: Andrés Ricardo Leyton cód.: 20101155038Profesor: Humberto Alarcón OrtízAutor del libro: Miguel de UnamunoTítulo del libro: San Manuel Bueno, mártir (Edición Digital)Editorial: Biblioteca Saavedra Fajardo de Pensamiento Político HispánicoN° páginas: 44

“Todas las religiones son verdaderas en cuanto hacen vivir espiritualmente a los pueblos que las profesan, en cuanto les consuelan de haber tenido que nacer para morir, y para cada

pueblo la religión más verdadera es la suya, la que le ha hecho. ¿Y la mía? La mía es consolarme en consolar a los demás, aunque el consuelo que les doy no sea el mío”

Miguel de Unamuno1

Este cuento donde Unamuno aborda una visión moderna de lo que es la espiritualidad, de la re y la religión, representadora con la imagen del párroco Don Manuel, un retrato y encarnación del hombre religioso ideal, imbuido en toda una lógica cultural de la moral cristiana y contextualizado en un pueblo tradicional enmarcada en un carácter altamente pre moderno, donde vemos el trasfondo del personaje y su percepción social, donde vemos a este hombre en dos perceptivas: una publica para la comunidad y otra privada en su intimidad. En su perceptiva publica San Miguel era para el pueblo un hombre bondadoso, un hombre humildes y caritativo, para los aldeanos era admirado por tener el don de hacer milagros, ademas inspiraba a las personas a seguir un recto camino moral con su persona esto lo expresa Unamuno cuando dice “Su acción sobre las gentes era tal que nadie se atrevía a mentir ante él, y todos, sin tener que ir al confesonario, se le confesaban”2, era un hombre piadoso, por eso incapaz de decidir sobre aquello que lleve a la muerte a otro hombre, cuando expresa “yo no saco a nadie una verdad que le lleve acaso a la muerte”3, al fin de cuentas era su imagen la que atraía al pueblo para asistir a misa, uniéndolos en la fe por su imagen.

Era ademas un hombre trabajador que inspiraba al pueblo a actuar y esforzarse, y se mostraba solidario y cooperativo por eso dice el cuento “Trabajaba también manualmente, ayudando con sus brazos a ciertas labores del pueblo”4, le conmovían tragedias humanas como la muerte de un niño, el expresa que su fin era vivir para el bien de su pueblo y no para hacer una búsqueda espiritual que lo aparte de los demás, por eso decía “Yo no puedo perder a mi pueblo para ganarme el alma”5, para la comunidad era un hombre virtuoso en lo referente a la espiritualidad, el hombre ideal, tanto que un familiar de Ángela, Lázaro quien fuese un progresista ateo que creía en que lo importante era modernizar y se oponía a todo tradicionalismo, cuando estro en contacto con San Manuel se convirtió en un hombre de fe, seguido de San manuel.

1 Unamuno, Miguel de. San Manuel Bueno, mártir (Edición Digital). Mabrid: Biblioteca Saavedra Fajardo de Pensamiento Político Hispánico. P.24

2 Unamuno. San Manuel Bueno, mártir. P. 73 Unamuno. San Manuel Bueno, mártir. P. 74 Unamuno. San Manuel Bueno, mártir. P. 95 Unamuno. San Manuel Bueno, mártir. P. 13

Page 2: reseña de San Manuel Bueno, mártir

Pero desde su vida privada era otro hombre, Ángela quien fuese la narradora se dio de cuenta de esto cuando vio que su creencia en el diablo era falsa cuando vio que “nuestro Don Manuel, tan afamado curandero de endemoniados, no creía en el Demonio”6, su espiritualidad asaba a ser solo una fachada, era un autentico timador espiritual, eso explica cuando dice “ya sé que uno de esos caudillos de la que llaman la revolución social ha dicho que la religión es el opio del pueblo. Opio... Opio... Opio, sí. Démosle opio, y que duerma y que sueñe. Yo mismo con esta mi loca actividad me estoy administrando opio”7, de hecho el converso Lázaro no era mas que parte de ese fraude, el conocía esta faceta del párroco, estos hombres solo expresaban la fe para ilusionar a la gente, haciendo gala de su gran virtud moral conseguían prestigio, engañaban al pueblo.

por que al fin de cuentas el sentido de la religión era “Cree sin querer, por hábito, por tradición. Y lo que hace falta es no despertarle. Y que viva en su pobreza de sentimientos para que no adquiera torturas de lujo. ¡Bienaventurados los pobres de espíritu!”8, la religión le daba sentido al existir de o aldeanos pero este sentido era al fin de cuentas una falsedad, una estafa, por que al fin de cuentas toda fe es una estafa distinta, no importa en que creer ya, lo importante es el creer en algo “Vale más que lo crean todo, aun cosas contradictorias entre sí, a no que no crean nada”9, al fin de cuentas ni siquiera les interesaba el bien de la comunidad a estos timadores de la fe, los problemas sociales, políticos y económicos eran irrelevantes, por eso decía “Yo no he venido a someter los pobres a los ricos, ni a predicar a estos que se sometan a aquellos. Resignación y caridad en todos y para todos”10 y ademas luego añadía “la religión no es para resolver los conflictos económicos o políticos de este mundo que Dios entregó a las disputas de los hombres"11, este resulta ser el perfecto fraude por que aun que se le revelase tal verdad los creyentes no lo creerían que fuese un farsa la fe.

Al fin de cuentas esta novela nos muestra como la fe le da un sentido de vida a las personas, como las guía a seguir un senda moralmente correcta, a preocuparse por el bien del otro, pero esa fe que inspira lo mejor del hombre no son mas que solo palabras, la fe no deja de ser mas que una estafa que ciega al hombre, que lo aparta de ver el mundo en el que esta, una ilusión que es real para los hombres en cuanto les da sentido a su existir, no importa en lo que se crean si se es católico, budista, judío, islámico o wicca, lo que importa que eso le un fin a quienes en eso creen, no importa lo irracional sino o que eso representa para los feligreses.

6 Unamuno. San Manuel Bueno, mártir. P. 157 Unamuno. San Manuel Bueno, mártir. P. 158 Unamuno. San Manuel Bueno, mártir. P. 259 Unamuno. San Manuel Bueno, mártir. PP. 29-3010 Unamuno. San Manuel Bueno, mártir. P. 3011 Unamuno. San Manuel Bueno, mártir. P. 31