reseÑa de la ex - fabrica imbabura
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INSTITUTO TECNOLÓGICO SUPERIOR DE INFORMÁTICA IBARRA
Integrantes:
Verónica Hinojosa
Darío Lascano
Janeth Morales
Lorena Suarez
Ivonne Valverde
TEMA: FÁBRICA TEXTIL IMBABURA
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN
1. OBJETIVO
1.1. OBJETIVOS SECUNDARIOS
2. MARCO TEÓRICO
3. ANTONIO ANTE, CANTÓN EMPRENDEDOR
3.1. ANTONIO ANTE, UN TERRITORIO PRIVILEGIADO
3.2. EN LA COLONIA
3.3. EN LA INDEPENDENCIA
3.4. DURANTE LA VIDA REPUBLICANA
3.5. LA FÁBRICA IMBABURA Y LA CANTONIZACIÓN DE ANTONIO ANTE
3.6. ANTONIO ANTE, CENTRO INDUSTRIAL DE LA MODA
4. BREVE RESEÑA DE LA FABRICA “IMBABURA"
4.1FÁBRICA TEXTIL IMBABURA
4.2DIRECCION FFECHA DE CONSTRUCCIÓN
4.3DESCRIPICION
5. INFORMACIÓN SUPLEMENTARIA:
5.1. IESS Y MUNICIPIO DE ANTONIO ANTE SE DISPUTAN LA FÁBRICA
IMBABURA
6. ANEXOS
INTRODUCCIÓN
Desde la implementación de la Fábrica Imbabura en el sector 1924, empiezan un
dinamización social y económica muy importante en los habitantes, considerando que para
el año 1926 las familias que habitaban en lo que es el actual cantón Antonio Ante eran de
aproximadamente cinco mil y el numero de obreros que laboraban en la época de mayor
productividad eran más de mil trabajadores.
A partir de ello y fruto de la Fábrica Imbabura, la creación de gremios, federaciones,
artesanales, industriales y económicas, cámaras , clubes, instituciones financieras entre
otras fueron determinando la expansión física del cantón y sus parroquias, dando como
resultado al actual desarrollo productivo de Antonio Ante, principalmente con la
organización de Expo ferias Textiles, lo cual en el marco turístico ha beneficiado a la
provincia de Imbabura además con la atracción turística de la Fábrica y un patrimonio
cultural que los visitantes tendrán la gran oportunidad de conocer su historia lo cual será de
gran aporte turístico.
OBJETIVO:
Es dar a conocer la historia de Antonio Ante por medio de La Fábrica Imbabura para que
los visitantes puedan disfrutar de un lugar único y sobre todo lleno recuerdos inolvidables.
OBJETIVOS SECUNDARIOS:
Es brindar un servicio turístico, eficaz a potenciales clientes de la rama textilera.
Alcanzar un desarrollo turístico de alta calidad para la satisfacción de cada uno de
los visitantes.
MARCO TEÓRICO
Desde los inicios del siglo XX, la Historia de Antonio Ante se ha escrito junto a la “Fábrica
Imbabura”, que fuera sin lugar a dudas, el centro industrial más importante de todos
cuantos se han establecido en el cantón y la provincia.
Fue una de las 15 industrias que en la década de los 30 se crearon en el Ecuador.
La fabrica, fundada el 6 de mayo de 1924, se convierte en el eje del desarrollo económico
de Atuntaqui, sustento primordial de sus habitantes y centro del comercio del hilo y telas de
algodón de la mejor calidad en el país y sur de Colombia.
La fábrica dio trabajo a 1200 obreros y empleados aproximadamente y pese a la crisis de
los años 30 que significo la mayor depresión de la economía ecuatoriana la producción de
la industria Algodonera siguió adelante, sin embargo “Las primeras inquietudes sindicales”
no se hicieron esperar en la fábrica de Atuntaqui, de modo que se organizo el primer
sindicato regional, cuyo principal objetivo fue luchar por la alza de los salarios y la
administración de la jornada diría de labor.
En 1964 la Fábrica enfrenta su más seria crisis social y económica cuyo impacto dejó e la
desocupación a más de 600 jefes de familia y empleados. Era evidente la intención de
liquidar la fábrica por parte de los dueños españoles y el 29 de abril de 1965 los dueños
anunciaban la liquidación de la empresa.
En el año de 1967, se dictaron varias disposiciones gubernamentales que favorecieron el
relativo funcionamiento de la Industria Algodonera, posteriormente en el año de 1969 el
Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social IESS, “mediante embargo”, asume la
administración de la empresa sin obtener los resultados que esperaban determinó el cierre
de algunas de sus áreas textiles, quedando en funcionamiento únicamente la sección de
hilatura hasta el año de 1996 en el que se cierra da manera definitiva la Fábrica Imbabura.
Dada la importancia social, cultural y productiva que fue y es la Fábrica Imbabura para el
desarrolle del cantón y la provincia, el Gobierno Municipal de Antonio Ante inicia en el
año 2000 la gestión ante al Instituto Nacional de Patrimonio Cultural del Ecuador, con la
finalidad de aclarar a esta factoría como “Patrimonio Cultural del Ecuador”, objetivo que se
hace realidad en septiembre del 2001, mediante la firma del Acuerdo Ministerial No. 4121
por parte del Doctor Juan Cordero Iñiguez Ministro de Educación y Cultura . Actualmente
la EX Fábrica Textil Imbabura es el Único patrimonio cultural de característica
INDUSTRIAL en el Ecuador.
ANTONIO ANTE, CANTÓN EMPRENDEDOR
Antonio Ante es un pueblo que ha ido configurando su identidad en el marco de un proceso
histórico en el que resaltan importantes etapas, personajes y acontecimientos como
referentes de emprendimiento, lucha, unidad y progreso hasta los tiempos actuales en los
que se ha convertido en una experiencia de desarrollo, motivo de atención en el país y en el
mundo fortaleciendo elementos claves de la cultura anteña así como de su economía,
ambiente y la calidad de vida de su gente.
ANTONIO ANTE, UN TERRITORIO PRIVILEGIADO
Según el padre Juan de Velasco, Atuntaqui se compone de dos palabras Hatun que significa
grande y Taqui sinónimo de tambor, es decir “Gran Tambor”. Jijón y Caamaño lo identifica
como “Tierra Rica en Verdad”, mientras que González Suárez lo traduce como “Granero
Grande”. Las bondades de este territorio para la agricultura atrajo oleadas de inmigración
primitiva hace más de 1500 años de nuestra era. Los primeros habitantes llegaron de
Centroamérica. Una vez que se fueron organizando en tribu conformaron el pueblo Cara
que dominó los territorios de lo que en la actualidad es la provincia de Imbabura.
Lo que hoy es el territorio de Antonio Ante fue el principal cuartel militar de los Caras en la
lucha contra la invasión incásica; la plaza de armas de Atuntaqui era capaz de contener de 5
a 6 mil hombres y en cuyo contorno formó el ejército una continua población que ocupaba
casi toda la llanura.
Es en la batalla de Atuntaqui donde se dio la última lucha de los Caras frente al invasor
sureño, resultando muerto el último Shyri Cacha y la destrucción de su reino. Ante la
muerte del Shyri se proclama en el mismo terreno de la lucha a la princesa Paccha como
nueva monarca Cara, quien se casa con el Inca Huayna Cápac sellándose así el triunfo de
los incas sobre las tribus norteñas.
Las tolas que se levantan por todo el cantón dan cuenta de la importancia de estas tierras
que albergaron a líderes; hoy como tumbas gigantes miran el paso de los siglos, inmóviles
frente a la dialéctica de la sociedad anteña. La pailatola, la tumba más grande, fue declarada
como patrimonio cultural; se han identificado aproximadamente 40 tolas.
La agricultura ha sido todo el tiempo una de las principales actividades de nuestros
habitantes, el maíz, el trigo, fréjol, papas entre otros productos han permitido la seguridad
alimentaria propia y un aporte clave a la provincia.
EN LA COLONIA
Como parte del corregimiento de Otavalo, Atuntaqui aportó con obrajes ubicados
especialmente en San Roque y por su puesto con su diversificada producción agrícola a la
especialización que se dio al norte del país como proveedor de textiles y alimentos para
Quito; la hacienda también tuvo presencia en el cantón como unidad de producción.
EN LA INDEPENDENCIA
En este año que celebramos el bicentenario del Primer Grito de la independencia en
América, es importante recordar la valentía de Antonio Ante, imbabureño nacido en
Urcuquí, que entregó la carta que comunicaba la decisión de desconocer el dominio español
al Conde Ruiz de Castilla, representante de la Corona en la Real Audiencia de Quito. Es un
orgullo para nuestro cantón llevar el nombre de un prócer de toda América y de hecho
ejemplo para nuestros habitantes de lucha por la libertad.
DURANTE LA VIDA REPUBLICANA
Para 1830 Atuntaqui contaba con 2 mil 274 habitantes y en 1860, la principal actividad de
los habitantes fue la arriería. Los hombres de estatus socio económico medio alto del
pueblo transportaban todo tipo de productos y mercancías en caballos y mulas a todo el país
y a Colombia.
Fuerza, voluntad, lucha y tenacidad son algunas de las palabras que podrían describir a
estos hombres que por caminos inhóspitos y largos periodos de tiempo trasportaban los
productos que beneficiarían a los habitantes de varias regiones. Esta actividad tuvo su
apogeo hasta 1924 cuando se instala la Fábrica Textil Imbabura y con ello la historia de
Atuntaqui da un giro de progreso y desarrollo.
Es importante mencionar que existían otras actividades como la agricultura y la fabricación
de sombreros de paja y costales de fibra de cabuya, lo que nos demuestra el amor al trabajo
de los anteños, que desde siempre han creado y generado alternativas para crecer y
desarrollarse.
LA FÁBRICA IMBABURA Y LA CANTONIZACIÓN DE ANTONIO ANTE
El martes 6 de mayo de 1924, la historia de Atuntaqui estaba a punto de cambiar, la primera
piedra para la construcción de la Fábrica Imbabura fue colocada y desde entonces cerca de
1000 trabajadores emprendieron la obra con una labor diaria de entre 10 a 12 horas durante
los seis días de la semana. La llegada del ferrocarril se constituyó en la razón fundamental
para que se termine la época de los arieros y más bien facilitó el transporte de las
máquinas. Dos años después y con una gran infraestructura la “Imbabura” empezó a tejer
una nueva época para Atuntaqui, hombres y mujeres anteños elaboraban telas e hilos que se
comercializaban en todo el país.
El progreso de los pueblos depende de los factores económicos, con la implementación de
la Fábrica Imbabura se abrió el camino para la cantonización de Atuntaqui que hasta esa
fecha era parroquia rural de Ibarra y es así que el 12 de febrero de 1938 se emite el decreto
de cantonización por el General Alberto Enríquez Gallo, Jefe Supremo de la República, que
en su artículo 1º dice: ”Créase, en homenaje a tan meritísimo ciudadano, a partir del
primero de marzo próximo, el Cantón Antonio Ante (con el objeto de perpetuar la memoria
de este Prócer de la Independencia), en la provincia de Imbabura, el cual se compondrá de
las siguientes parroquias urbanas: Atuntaqui, que será la cabecera, y Andrade Marín; y
rurales: San Roque, San Francisco de Natabuela y San José de Chaltura.”
Una vez formalizada la cantonización se conforma el primer Concejo Municipal el cual
realizó su primera sesión el 2 de marzo de 1938 donde se designó a Julio Miguel Aguinaga
como su Presidente.
A partir de la instalación de la fábrica llegó la energía eléctrica, se abrieron caminos, obras
de infraestructura básica. La “Imbabura” aportaba con el 2% de sus ventas para el Concejo
Municipal.
En la década de los años 30, 40 y 50 del siglo pasado, la calidad de sus productos, el buen
sistema de mercadeo, el prestigio y acogida de sus telas permitió a la fábrica y a sus
trabajadores disfrutar de una estabilidad económica reflejada en un sistema de vida material
y socialmente dignos. Para finales de los años 50 más de mil personas trabajaban en la
Imbabura, un número muy amplio si consideramos que los habitantes de la ciudad no
superaban los 3 mil.
Con el paso del tiempo, el no actualizar la maquinaria aumentó los costos de producción en
relación a la competencia, además para poder competir se bajó la calidad de la materia
prima utilizada, adicionalmente, Colombia empezó a producir telas de buena calidad. Todos
estos factores hicieron que existieran problemas de liquidez.
ANTONIO ANTE, CENTRO INDUSTRIAL DE LA MODA
La Fábrica Imbabura cerró sus puertas y con ello centeneras de personas se quedaron sin
empleo, pero el espíritu trabajador que los anteños heredaron hizo que no se dieran por
vencidos y montaran con sus conocimientos pequeños talleres de confección, gracias
también a la aplicación del modelo de sustitución de importaciones en el país con créditos
blandos, protección arancelaria, ley de fomento artesanal.
Atuntaqui se convirtió en un lugar en donde el silencio era interrumpido por el sonido de
las máquinas textiles que ocupaban parte importante de los hogares y los visitantes llegaban
hasta los pocos almacenes que existían, pues la mayoría de productores prefería viajar con
su mercadería hasta Quito, Ambato, Guayaquil, Tulcán y la Costa para vender sus prendas.
En el 2001, la idea de hacer una feria que se convierta en la vitrina de los productos ‘hecho
en Atuntaqui’ surgió de un grupo de empresarios con el apoyo del Gobierno Municipal, los
mismos que posteriormente conformarían la Cámara de Comercio.
La expectativa de la primera feria era recibir a 5 mil turistas, pero la sorpresa fue grande
cuando más de 15 mil ecuatorianos llegaron hasta las instalaciones del Instituto Superior
Alberto Enríquez (recinto ferial). Desde entonces los productores anteños empezaron a
cambiar el diseño de sus casas para convertirlos en locales comerciales y los feriados de
Carnaval y las fechas próximas a la cantonización de Antonio Ante fueron propicios para
realizar la Expoferia, mientras que la Cámara de la Producción desde el año 2003 escogió
agosto para promocionar la Moda Verano.
En el 2006 debido al crecimiento acelerado y el repunte de almacenes en un perímetro de
pocas cuadras, la Expoferia se efectuó en la ciudad, con lo que Atuntaqui por cinco días se
convirtió en un auténtico centro comercial.
Alternativa innovadora que conjugó las potencialidades de la ciudad y del Cantón con la
afluencia de miles de turistas (más de cien mil), en donde todos sus habitantes fueron
beneficiados y también se sintieron partícipes y orgullosos del desarrollo del Cantón.
Iniciativa enmarcada en el proyecto “Marca Ciudad” en donde se integran todos los
ámbitos y actividades del Cantón, con los atractivos de ésta: gastronómico, cultural,
agropecuario, artesanal y por supuesto su industria textil, además de la ventaja por la
ubicación geográfica, sus paisajes, etc.
Hoy, el 60 % de los habitantes de Antonio Ante tienen como modo de sustento la
producción textil y de confecciones, lo que ha logrado que Atuntaqui genere empleo para
cantones cercanos como Otavalo, Cotacachi e Ibarra, constituyéndose en el cantón con
menor índice de desempleo en Imbabura (5 por ciento) y uno de los cantones de mayor
progreso del país.
La historia e identidad de Antonio Ante se ha escrito junto a la Fábrica Imbabura es por
esto que este importante ícono para el cantón y el país fue declarado como Patrimonio
Cultural de la Nación, el 20 de septiembre de 2001 en acuerdo ministerial Nº 404-DNPC-
DI-00 del Ministerio de Educación y Cultura de esa época, considerado como único en el
país de características patrimoniales industriales.
Luego de cuatro años de gestiones con el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social
(IESSS) para la compra de la Fábrica Imbabura y al no obtener respuestas concretas, el
Concejo Municipal de Antonio Ante en sesión extraordinaria del 24 de marzo de 2009,
resuelve por unanimidad declarar a la Fábrica Imbabura de utilidad pública con fines de
expropiación y dicta el acuerdo de ocupación inmediata del inmueble en base a lo
estipulado en el Art. 258 de la Ley de Régimen Municipal, poniendo en conocimiento al
IESS, propietario del inmueble, la resolución y el avalúo que asciende a $ 509.108,91
efectuada por una comisión de peritaje conformado por la Academia Nacional de Historia,
La Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión y la Facultad de Arquitectura de la
Universidad Católica (Ibarra), monto económico que fue consignado en el juzgado
respectivo.
El viernes 22 de mayo de 2009 es un día histórico para el pueblo anteño pues se realiza una
marcha por las calles de la ciudad hacia la Textil Imbabura y se efectúa su toma simbólica
por parte de los ex trabajadores, ciudadanos anteños y autoridades nacionales.
Evento en el cual el Ministerio de Patrimonio Natural y Cultural del Ecuador realizó la
entrega de los trabajos urgentes realizados desde septiembre del 2008 en este bien cuyos
techos, ventanas y muros estaban en pésimo estado, poniendo en peligro de robo y deterioro
a las máquinas, verdaderos joyas de patrimonio mueble. Intervención civil arquitectónica
en la que se invierten 960 mil dólares, además con la municipalidad de Antonio Ante y el
Ministerio de Cultura se firma un convenio para ejecutar el “Proyecto Cultural Regional
Fábrica Imbabura”, el próximo gran sueño de todos los anteños.
Otro patrimonio con que cuenta Antonio Ante y que nace de la Fábrica Imbabura es la
Fiesta Popular de Inocentes y Fin de Año, tradición popular del pueblo anteño que se lleva
adelante por más de setenta años en Atuntaqui. Fiesta que incluye programas de temporada
como el “bando bando”, “la agonía de papá”, “desfile de comparsas” y “lectura del
testamento y quema del año viejo”, declarada por el Ministerio de Cultura como Patrimonio
Cultural Inmaterial del Ecuador; mediante Decreto No. 43 del 11 de Diciembre del 2007,
consolidando y proyectando a este patrimonio como uno de los principales atractivos
turísticos del Ecuador.
BREVE RESEÑA DE LA FABRICA “IMBABURA"
En el año de 1922 se adquiere los terrenos para la construcción de la primera fábrica y
empresa textil de Imbabura y una de las quince Industrias creadas en el Ecuador en la
década de los veinte, en 1923 llegan a nuestro país los hermanos Francisco y Antonio
Dalmau, empresarios españoles, los cuales fundan y crean la fábrica textil Imbabura y la
planta eléctrica con ayuda del ciudadano español Señor Lorenzo Tous. Después del inicio
de la obra en el año de 1924 y tras 2 años de construcción, en el año de 1926 apertura sus
puertas con el nombre de “Industrial Algodonera S.A.” la segunda factoría de las Empresas
Industrial Algodonera S.A., la primera se encontraba ya en funcionamiento en la ciudad de
Ambato, la Industrial Algodonera de Imbabura fue una obra de fachada española con
manos ecuatorianas dedicada a la producción de telas e hilos a base de algodón 100%,
materia prima traída del Valle del Chota, Salinas y Tumbabiro y mas adelante se menciona
que incluso se la llego a traer desde el Perú, recordemos que en esa época el medio de
transporte fue el ferrocarril.
La maquinaría inglesa y alemana que data del siglo pasado (1900 – 1925) empezó a llegar a
nuestro país el año de 1928 vía marítima hasta el puerto de Guayaquil para luego ser
transportada vía férrea hasta la parroquia de Andrade Marín en pequeñas piezas que poco a
poco daban forma a los grandes telares, hilaturas, tintoreras, etc., para luego de cinco años
en 1933 entraran en funcionamiento.
La Gerencia de la factoría estuvo a cargo en un comienzo por el Señor Otto Seifert de
nacionalidad alemana, también los Técnicos eran de las mas diversas nacionalidades
Francés, Italiano, Español, Alemán, Inglés, los mismos que con el pasar del tiempo iban
siendo cambiados por otros o regresaban a sus tierras europeas.
Fue notable el cambio comercial de la zona, el nivel económico del sector se estabilizó, en
la parroquia marinense empezaron a surgir pequeñas fábricas de carácter familiar dedicadas
a la producción del carbón, leña, talabartería, carpintería, incluso se llegó a producir
gaseosas embotelladas, jabón de ropa, caramelos, quesos, etc., los mismos que se expendían
los días sábados, en la entrada a la fábrica Imbabura en una especie de mercado, pues el
sábado era el día en que los trabajadores de la fábrica cobraban sus haberes semanalmente,
a las 11H00 en punto de la mañana sonaba la sirena y los trabajadores salían con sus sobres
con el salario semanal, tiempo atrás incluso se realizaba una retreta con la banda de
Andrade Marín, convirtiéndose el día sábado en una especie de feria, con música, ventas de
comida y productos y el pago semanal a los trabajadores. También los días viernes por la
tarde 17H00 solían cobrar sus haberes los trabajadores con horario nocturno, en ese
entonces el trabajo en la factoría era duro, un grupo trabajaba el horario diurno hasta las
11H00 del Sábado, mientras que el otro grupo trabajaba el horario nocturno y su pago era a
las 17H00 del Viernes. Esta época se la denomina como la época de oro según sus ex
trabajadores fue desde el año de 1945 a 1950 en los cuales llegó a su mayor auge
productivo y contaba con unos 1200 trabajadores los cuales laboraban como ya explicamos
a doble jornada.
La vida no siempre tuvo tintes felices en la factoría, cuenta la historia que también hubo
hechos como una huelga que duró cerca de 43 días y se desarrollo por el año de 1948, los
trabajadores luchaban por una mejora de sueldos y salarios.Así tras 5 décadas de trabajo en
el año 1963, termina el funcionamiento de la fábrica Imbabura con un hecho sangriento,
quizá el más trágico de la historia anteña, es así que un grupo de trabajadores proceden a
detener al último Técnico el Señor Don Villageliu de nacionalidad española, el mismo que
llegó a la fábrica unos años atrás para impulsar la producción de la factoría, pero fue una
verdadera lástima, que en vez de mejorar la producción esta se vió terriblemente afectada,
telas de baja calidad, hilos malos, etc., la mercadería se abarrotó en las bodegas de la
fábrica por mas de 30 millones de sucres, no tuvieron salida al mercado los productos, lo
cual redujo los ingresos para poder pagar a los trabajadores, en primera instancia se pidió a
los trabajadores, que se recorten las horas de trabajo a 7 con lo cual el salario se rebajó a la
miserable suma de 130 sucres por semana, no conformes con esta situación esta primera
acta es reemplazada por otra y se la declaró caduca, en la nueva acta se redujo a 6 horas de
trabajo. Luego la empresa pide la liquidación de la factoría, aduciendo que hay demasiados
trabajadores y con un fuerte capital acumulado en mercaderías; liquidación que fue
tramitada por las autoridades de trabajo de la Junta Militar de ese entonces. Gracias al
Departamento de Mediación Laboral del Ministerio de Trabajo, la gestión de los
trabajadores y la propia Junta Militar; se firma un Acta Transaccional en la cual consta la
salida de la mitad de los trabajadores, previa la indemnización de 250.000 sucres. La
empresa incumple este pago, produciéndose estos hechos lamentables.
En las gradas de acceso a la fábrica, tras solicitar el pago de sus indemnizaciones y sin
llegar a un acuerdo, uno de los empleados en un momento de ira procede a golpear a
Villageliu con un garrote a la altura del cerebro y por la espalda lo que ocasiona que el ojo
izquierdo del infortunado se desprenda de su cuenca y todo su cuerpo caiga de bruces
rodando por las escaleras hasta llegar al piso en medio de mas golpes, patadas, puñetes de
todo el conglomerado presente, para posteriormente amarrarlo y atarlo, arrastrando al
español desde la fábrica Imbabura hasta la Plaza de Atuntaqui seguido por mas de un
centenar de personas entre trabajadores de la fábrica que seguían golpeando al cuerpo ya
sin vida y curiosos que se habían dispuesto a presenciar el trágico acontecimiento.
Al llegar a la Plaza ya había sido objeto de aviso la fuerza pública la misma que al llegar al
lugar procedió a detener a los cabecillas del asesinato del español, para posteriormente ser
puestos a las órdenes de los jueces, mientras que el cadáver fue llevado a Quito para su
sepultura.
Este hecho hizo que la fábrica cerrara sus puertas por alrededor de ocho meses y gracias a
las gestiones de las autoridades del Cantón, las fuerzas vivas de la ciudad y los
trabajadores, se reabre con la mitad de su capacidad.
En el mes de Julio de 1964 los dueños de esta gran empresa, La Industrial Algodonera S.A.
con sus fábricas en Ambato y Andrade Marín, se olvidaron de sus trabajadores, de aquellos
que forjaron toda su fortuna, dejándoles abandonados, a su propia suerte, en estas
circunstancias el Seguro Social interviene para precautelar sus dineros, por concepto de
aportes y prestaciones, haciéndose cargo de los bienes inmuebles y parte de la maquinaria
con el respectivo embargo.
El Gobierno Nacional, también entra a formar parte de esta empresa, con algunos millones
de sucres, entregados para su funcionamiento, con el único objeto de que sus trabajadores
no se queden en la desocupación; también se podría considerar a los trabajadores como
terceros accionistas, que reclaman sus derechos laborales que van creciendo a medida que
transcurre el tiempo. Con este elemento de capital de trabajo se suponía que una
Cooperativa de Producción y Mercadeo podría ser la solución, pero no lo fue.
Ante la paralización y la consecuente desocupación de más de seiscientos trabajadores,
jefes y sostén de familia; la Junta Militar del Gobierno dicta el Decreto No. 1899 del 18 de
Agosto de 1965, que establece que la Caja del Seguro, designe un interventor y proceda a
reabrir la fábrica, pague a los trabajadores las indemnizaciones que en el convenio del 15 de
Junio de 1965 estipulaba el Seguro Social. Pero este no cumplió.
El 30 de Septiembre de 1965 se dicta el Decreto No 2101 (reformatorio al 1899) que
dispone que la Caja del Seguro Social, otorgue a la empresa, propietaria de la fábrica un
préstamo de 2´228.000 sucres, para que esta pague las indemnizaciones laborables, pongan
en funcionamiento la empresa, concede el plazo de 48 horas para que la empresa acepte el
préstamo y previene que de no aceptado, el Ministerio de Trabajo designe un Interventor.
Luego de que la empresa se negara el Ministerio de Trabajo designó como interventor al
Ing. Rubén Alarcón.
El Ing. Alarcón reabrió la Fábrica con 250 trabajadores en el año de 1966; al año siguiente
se termina la materia prima y para que el Gobierno entregue mas materia prima, se procedió
a realizar un paro que duró 9 días, en el se corto el tráfico por la Panamericana, el paro
movilizo a todas las Instituciones del Cantón, civiles, religiosas, deportivas y pueblo en
general. El Gobierno de Otto Arosemena Gómez se vio obligado a entregar 1´000.000 de
sucres en bonos de estado, con lo cual se compro algodón. Sigue la intervención del Ing.
Alarcón sin dar una solución definitiva a los problemas. Tras de él 7 interventores mas
pasaron por la fábrica pero los problemas no se solucionaron.
Así termina la historia de la Fábrica Imbabura en la década de los 80, quedando
abandonada durante los años 90; además de ser objeto de un incalculable robo de sus
maquinarias o mejor dicho de parte de estas enormes máquinas las mismas que eran de
hierro lo cual atrajo a más de un delincuente con la finalidad de hurtar la maquinaria y
venderla seguramente a fábricas de fundición de hierro, todo esto por el total abandono de
nuestras autoridades hacia un bien inmueble no solamente anteño sino nacional, porque ahí
también esta forjado la historia de nuestro querido Ecuador, en esa gente que lucho por su
familia, por su terruño, por su patria, pero como suele pasar en nuestro país lo mejor
siempre ha sido el olvido y los errores del pasado sepultarlos con la infamia del olvido.
Esta es también parte de la historia del Ecuador, por eso dedico esta pequeña reseña a
aquellos niños y niñas sobretodo anteños para que conozcan sus raíces y sepan su verdadera
tradición.
FÁBRICA TEXTIL IMBABURA
Localizada en la ciudad de Atuntaqui; desde 1926 hasta 1965 fue el eje económico del
cantón y el norte del país; sustento primordial de centenares de familias y centro de
comercio de hilos y telas de algodón de la mejor calidad del Ecuador y el sur de Colombia.
La edificación de la Fábrica, así como su maquinaria, han sido declaradas como
"Patrimonio Cultural de la Nación".
Dirección
Localizada en la ciudad de Atuntaqui.
Fecha de Construcción
El 6 de mayo de 1924 se realizó la solemne ceremonia de bendición de la primera piedra de
la monumental fachada que resguarda las grandes salas de esta enorme factoría.
Descripción
Maquinaria Inglesa y Alemana que data del siglo pasado (1900-1925) repartida a lo largo
de las diferentes secciones: batanes, cardas, hilatura, telares, tintorería, entre otras, que en
visita a ellas es imposible no imaginar volver aquella época y sentir una profunda
admiración por nuestros antepasados; pues solo de comprender subir esa maquinaria desde
el puerto, a 400 Km. de distancia entre costa y sierra, en las condiciones de transporte de
esa época, debió haber sido una epopeya.
El rescate de este legado histórico cultural para la Provincia, su proyección como un
elemento aglutinador de la rica cultura Imbabureña y su visión de sustentabilidad en el
potencial turístico que posee, más aún con el proyecto de la rehabilitación del Ferrocarril
del Norte con fines turísticos y de transporte, a pocos metros de la fábrica, se han
convertido en los juicios para que la Municipalidad a través de la autogestión y los
estamentos sociales del cantón Antonio Ante, prioricen la ejecución de este proyecto,
mismo que, en un área de cerca de 38.000 metros cuadrados, ofrecerá una propuesta
diferente atractiva a la visita turística, donde se recopilarán los valores culturales en
espacios destinados a: Museo textil, artesanía, medicina popular, gastronomía, textil ería
moderna, danza, música y literatura.
INFORMACIÓN SUPLEMENTARIA:
IESS y Municipio de Antonio Ante se disputan la Fábrica Imbabura
Los ministros de Cultura y Patrimonio Cultural llegaron a Atuntaqui para apoyar a la recuperación de la
Fábrica Textil Imbabura, pero el IESS, no quiere entregar la propiedad al Municipio.
Un millón de dólares entregó el Gobierno para la recuperación de este espacio.
La semana pasada cientos de anteños demostraron su apoyo a las autoridades, en especial a
Richard Calderón, alcalde Antonio Ante, por haber obtenido el fallo a favor de un juez,
para que maneje las instalaciones de la ex fábrica Imbabura, empresa que había sido
olvidada durante años por el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social.
Varios actos culturales y musicales se llevaron a cabo, en el interior de la fábrica, el
Ministerio de Cultura y Patrimonio Cultural, han apoyado la iniciativa de las autoridades y
entregaron 1 millón de dólares para la rehabilitación de la fábrica.
Doris Solís, ministra de Coordinación Patrimonial, dijo que esta segunda inversión se la
hará en conjunto con el Ministerio de Cultura y la Municipalidad de Antonio Ante.
Mientras tanto, Ramiro Noriega, ministro de Cultura, dijo que se empezó a trabajar en lo
que será el centro cultural regional, donde funcionarán varios departamentos culturales y
artísticos como la genioteka, salas y auditorios.
Sobre el debate con el IESS dijo que está convencido de la sensibilidad de los directivos del
Seguro Social y que se formalizará la tenencia de la propiedad.
Ángel Pérez, presidente de la Junta Patriótica de Andrade Marín, manifestó que agradecía
al Gobierno y al Municipio de Antonio Ante, por tomar la decisión de recuperar de manera
urgente y oportuna a este Patrimonio textil del país que estaba en total abandono y las
maquinarias se estaban acabando.
Uno de los proyectos que se tiene en mente, está la de contar con un espacio dentro de la
factoría para que los jóvenes y mujeres reciban talleres de capacitación en varios temas,
además los moradores de Andrade Marín en Antonio Ante, quieren que en la parte posterior
de la fábrica, se construya un parque infantil.
Por su parte el alcalde Richard Calderón, expresó que el Municipio de Antonio Ante, no
puede pensar en la construcción de una sociedad equitativa y democrática basada en el ser
humano, sin la recuperación de su historia y más que eso de su memoria, “la fabrica
Imbabura es una historia viva en el tiempo".
En cambio para Marcelo Calderón, director Regional del IESS, la celebración es muy
apresurada por parte del Municipio, ya que todavía las instalaciones no son del cabildo y
esperan la apelación que se presentó ante el juez, “solo la ley decidirá el destino de la
propiedad, mientras tanto no se deben hacer eventos, sin tener una resolución final".
Calderón, descartó que la disputa sea de ámbito político y dijo que no hay, ni existirán
motivos personales en este asunto, “hay que sujetarse a lo que dice la Constitución y las
leyes que rigen la tenencia de propiedades”
ANEXOS: