representaciones en el castro del chao s-aaiartÍn de ... · esta continui~iaad rn los trabajo5 dc...

9
----- y- .e . : : l., , , . , .- A <- '- . ' ! W V .: ,': , :.; . '.. :!{L.-< -;) : :$:-- , ,.O?. . ,!,,. , ., , . . - . ,.:, .> - ;,.,-:.,>; '- , ', :' ...,. ;; ,-: .U' h. < ' !:, -+,.,;:; . ?,A .;T.< ::u;<.++ : ,:> :.-.;: ARO $? --.: , + , ! > ,,$.?5L$::,.. > ; ; , = - - , 2 . . ... . . .%Y :.;. - - ' .'. ,. , , . . .< ::, , -3,; . , , .. < , , - .,.%;. &m$&;-.--- - --

Upload: others

Post on 14-Oct-2020

7 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: REPRESENTACIONES EN EL CASTRO DEL CHAO S-AAIARTÍN DE ... · Esta continui~iaad rn los trabajo5 dc campo ha permitido txht~rnar una supefiriie sig nificati~g del iieio poblado T recuperar

----- y- .e . : : l., , ,. , .- A <- '- . '

! W V .: ,': , :.; . '.. :!{L.-< -;) : :$:-- , ,.O?. . ,!,,. , .,

, . . - . ,.:, . > - ;,,,.,-:.,>; '- , ',, :' ...,. ;; ,-: .U' h. < '!:, -+,.,;:; . ?,,A .;T.< ::u;<.++ : ,::> :.-.;::

ARO $? --.: ,+,!> ,,$.?5L$::,.. >;;,=- - , 2 . . ... . . .%Y :.;. - - ' .'. ,. , , . . .< ::, , -3,; . , , . . < , , - .,.%;. &m$&;-.---

- --

Page 2: REPRESENTACIONES EN EL CASTRO DEL CHAO S-AAIARTÍN DE ... · Esta continui~iaad rn los trabajo5 dc campo ha permitido txht~rnar una supefiriie sig nificati~g del iieio poblado T recuperar

REPRESENTACIONES EQUINAS PRERROIIIANAS EN EL CASTRO DEL CHAO S-AAIARTÍN

(GRANDAS DE SALIAIE, ALSTURI,AS)

La repre~enraciii~i de figuras de animales no cs muy frecuente en cl registro arqueológico de 105 castras asturianos. Con cxcepeiin de dgunñs tihu- has y, por supuesto, la icon+ia nioldcada en Ias parcdcs de las cerimicar; cliisicar, ilo se conucia hasta riempos muy recientes: la aparición dc objetor

sobrc los que pudiera recunocerse el perfil de un mimal. En este brm-L. articulo sc precenran do; m- ritmos ejemplo< c y a s circunsrzncias en el dcccubri- micnto ilustran la importanciri que las condiciones del li-dazgo determinan en la t-idordci6n de1 obicso -srqucoliigico. Su rrcuperacidn en el transcurso de ui-iü excavacicin arqucol0f ca le pruyiorciona un cotircxto eftra tigdfico bien tIocurnenta<Io en el que, adcrnits, la asociaci<in con orros objetos facilita una aprosimacicin cronolbgim precisa derivada de 10s esnidios tipológicos (cerimica~ r- productos me- talíirgicos) .r7 las dataciones ahsolucac: o b t e n i d ~ a

~ m i r de 1:i rnztitrria orginica (l.'ig. 1).

El Cmoo de Chao Samartín

El Chao Samarrín sc localiza en cl puebfo dc

Ljcnicio dc P-c16mnnin 1i irr iG.r~ C u l d rlc 14 C n y i e r i a 5c

Culnirn. Coi~iunir~iñn Criiid ! 'Suñ:mn drl Priiici~r4~7 Cc -L?.irias. C'.irrezrii r!vc~.mni<-o: anqel;3Cj~riiicn~~es

Castro, cn el conc-ji> de Grand2s de Salimc. Aun- que ciradri 9 por Bdlmunt !. Canclla en s u rnonu- mcntal obra ~ I c f i ~ r i ~ j , es José Alanucl Gonzdez quien. nas proccdcr a su reconocimiento en 1967, incurpriaa el Ch;io Samarrín a su catálogo de cas- nos asturianos, $ando así un ropbnimu no siernprc respcrado y a l quc si: hace refercsicia indistinramcn- tc como C4ns d:- nlforiin n C h n ~ Sntrntnrth.

Un2 década despuk rui-u lugx irl acontccimienta que habría de: determinar el inicio de las escz~acio- ncs arqueo1ÓC;icas r q i 1 ; ~ t . e ~ m el yacimiento 7 c v o s resultados han modificadi susrancidmcntr la iisidn del mundo casrrcño en d ocudcnte de thniñac. El prota~onirí~i dc aqudoc hechos, D. Jost hliiríx Na- -r-cirs ha descrito el acorzreciniienro m la prensa sr-

gional ccin todo rIpo dc Jetidles. Su rclatrt apasiona- do rcrunie el dcw-ubsimiento casual de una cabaña b4o las, por entonces, ticrras de labor dcl Ch7o que sc coniim8 diir~nte mtjm en cntretenirnienrv ar- queol0giw de un p p o cle \.oluntarims vecinos. La prcricupación c inrerCs dd xfior Naveiras hicieron posibk la consen-aci cin de gran panc de aquel marc- rial cedmico y e! cnnocimirntci de su existencia por los im-ariedores unirri.sitarios (Ti. 2).

La5 mca~acicines xquco lúg ic~~ dieron comienzo

en 1990 !- dede entonces se han mantenido de ma-

Page 3: REPRESENTACIONES EN EL CASTRO DEL CHAO S-AAIARTÍN DE ... · Esta continui~iaad rn los trabajo5 dc campo ha permitido txht~rnar una supefiriie sig nificati~g del iieio poblado T recuperar

ncra ininterrumpida hasta el precente bajo pan& nio de la Ccrnyieria de Cirlmra del Principado dc Acturias r la colaborau6n dcl &-unramicnro de Grandas de Salimc. Esta continui~iaad rn los trabajo5 dc campo ha permitido txht~rnar una supefiriie s i g nificati~g del iieio poblado T recuperar una secuencia estratigrifiea q u e se prolonga desde la Edad del Bnince has- Época Romana (I'illa, 2003).

El contexto ;~rqueológics del hdazgo La noticia dcl descubrimiento dc una pizarra en

la que sc enronmhan inscritas las siluetas sumarias de dos caballos fue dada a ccirioccr hace algunos anos, aunque hasta la fecha nunca se había prccen- tado su estudio particular (ViUa, 1999).

La picza sobre la que sc graharon las figuras cquinas procede de un angosto hueco que sc pro- longa a lo largo dc uno< 10 metros Jc lonpitud en- tre lo!: murm dc la gran rdiicación abicm frentc a la perra y \+a de accew d poblado Y e1 p p o de cabañas qrrc se alzan a su e~palda (Fig.2). Este cet- tor cid casEo atestigua una ocupación Tan antigua conlo cI propio ~aciiriiento, d t id t finlis del si$o IX

a.c. haita cl siglo II d.C. (Villa y Cabo, 2003). En un principio, cste crpscio esteivo recorrido por el fostr quc proteg'a el recinto superior de2 a.. centa- miento, una larga trinchera &erra en la roca quc

comienzos de la Edad del Hierro'. Lñs consmc- citines que sc le~anraron cn el solar que proporcio- nó su reUtno cstaban ?-a en uso a C O ~ ~ C ~ Z O C del si- glo 11' a.c. Su escavación esrá pexmiticndo la identificacirSn pcirmcnoriaidda de las ecrnicturas así como establecer algunas conjeturas acerca dc las ac- tividades que * d i se dcsarroflason. Hoi. se puede afirmar quc en romo a este espacio se agupñmn variw dc los ediciris dc tipologia más caracten'sti- ca en la cuIrura casrrefia del norwste eni insular: un par dc cabañas de planta s i m ~ l c sin carnparrimen- raciones internas ni mcdiancrias, una cabaña elipti- ca de pndes dirncnsiones comparable a las cc ino-

: C SIC 1475 2341k2; Cal. BC Fi 1 u-669 j l W ~ C X ~ O , ?

' Urt e~rudin prniri~lu de rCrw editirim ha sidn rcsientcziirne 1 pllo!i~-ddn cn las A*:.< del ii Calrycio Pnrcrnacií~eal w t r c T i . tcrmrr

ro?uiiec cn cl ~ c i d c r i n dcl Trnpcrtn (Tiila, 2(1&?3) y cn Ir R n i ~ n di- 1 - 'qt~tn!u~i.~. TI-2 :l P'iUa. ?UEil\i? I

Page 4: REPRESENTACIONES EN EL CASTRO DEL CHAO S-AAIARTÍN DE ... · Esta continui~iaad rn los trabajo5 dc campo ha permitido txht~rnar una supefiriie sig nificati~g del iieio poblado T recuperar

Kg. 2.- El cn-uri de Ch:.ti Iiirri~rríri l ~ , - r l i r i r rn e! rirniino municiFsl dr Gr~nJrr dc. CBm:. en 12: ccxihicirntc de 1- <lem d= E! _\m&,

mi-pniámn a la tliiisuria con li- pruiiniia de TAIZO.

cidas en Coafia, Pcndia o hlohias ?+ una sauna ni%- tica que repite los patrones ya nd~.crt;dos en otros

monumentos sirnilarcs dcl v i d e del Navia'. Estos edificios son reformados en época romana aunque probableniente mantienen usos relacionados con ni prirniriva hnciCin3. Los sedimentos ricumuladu~ c n

el espacio comprcndidri cntrc sus muros han pro- porcionado una secuencia cstrat&r;ífica con n i d e s r rnarerialcs correspondientes a un asentamicntv prcrromanci de comienzos del siglo IT' a.c.' al que suceden horiwnrcs dc dcposicihn de época romana -r- sellados con la desmcción del poblado durante cl siglo II d.c.. La pizarra con grabados procede de los niveles inferiores de esre depkito, donde se ni- contraba asociada a materiales ceramicos elabora- dos sin torno r decorados con motivos clasicos en la cerámica cazeciia: sucesiones de SSS, pequeños círculos o estampillas geomtrricas, Junto ri ellris aparecen abundantes testirnonir.is de actividad me- tdúrgica: lingoterac, crisoles y iarioi: fragmentos de los clcnorninadnc moldes de símla (I'iUa, 2004).

DescripciOn dc la piwa Los grabados se distribu~r-cn wbrc una pegueiia

laja dc pi~arra de contorno seuda~apezoidai, ca-

' Ag! por e-itmplv Ir 'aund rnnrihctic SU >criicb t m a l hrc- r1

hbarrclunu definitivo del caírrn, la p n cahnhz .se mar14rCma cn una nbicrta hilciq TRS puerta< clel ph1id.r i- el re~lro de c a b e sc i ~ -

CoiqmPan u unida& dnrntricas m i s ( l l i a 2005 b).

CSIC 1473 740bJ7 Cal. HC 533-.393

CSlC 1652 22S0+31 Cc1- RC S?;-210

rente de aristas y con perfiles mur sua.ri7ados quc fue rayada solamcntr cn una de sus caras mantc- nikntk~se la segunda libre de toda marca. En elia se representan doc. figuras equinas cnfrcntadas por sus lomos en posición ligeramente asimétrica y arias líneas que, según los casos, se supcrpcincn o no, a 1:i composición píincipd. Ésta ce dispone en cei~rido 1-erticzl, ocupando lo5 caballos la zona ctnrrd de la pk-~a. Todns los trazos han sido consegttidos por incisión, cuyos perfdes finos y aguxados Farccen se- ñ d ~ s la utilización de un pun~bn mt~díco. Sin em- bargo, a pesar de su evidente d~nidad técnica e ico- nopriifica cs posiblc dcsarrdar una descripcicin in- di~idudizada de ambas figuras (Fig. 4 - 5).

El mntomo se d e h e mediante una 1ínea continua obtenida a partir dc -\wios mim prccsbb1ccidw quc m n c a n S f i n a l i ~ ~ n m lrrs helfm del animal U n pri- mer recorrido m d determina el p c f i supcrior dc ca- b m quc, desde la hxw- dd cuello m n un mazo ligera- mente onduIado, malra cl dorco h a ~ d d~xn7ar la raíz de la cola. Los cuartos m m del caballo se precisan mediante un m o ~ s r p qwc sc prolonga hori7fintal- rncntc por d abdomen has~a 1m rnikct~los pecrordes. El pecho y perfil hfenor del cuello son dexritos por un 4ralo paralela al primero que se intemimpe en la abertura hi~cal. La!: cmmidadcs san reprc5cntadas mediante dos iricisiones p ide las plegadas en irigulo hacia el inrcrior a la altura de las rodillas 1- con~jones. Una larga cola en espiga desciende hasra alcanzar el suelo y mbre el c'uctIo se clcstsm un larg-d crinmi. S* hrc e? m.rnco se advierte11 oms dos o tres. incisiones

Page 5: REPRESENTACIONES EN EL CASTRO DEL CHAO S-AAIARTÍN DE ... · Esta continui~iaad rn los trabajo5 dc campo ha permitido txht~rnar una supefiriie sig nificati~g del iieio poblado T recuperar

que recorrcn cl fliirico del ñnimd, prolongindow una dc clIas a le largo &l cuello hasra SU morro.

El cuncorno ha sido Iugrado a partir dt sucesi- vos tra./fis inciso5 quc en su recorrido determinan una línea continua con arranquc y fin en el morrti sin quc se produzca contacro entre ambos extreIiios de b cucrda. En tkrninos gcnerdes se rcpitc un procedimiento similar al descrito anteriormensc aunquc cl predominio de las infltiriones en ;in-gulo prnp(wcionan a la figura una mayor rigidez tirente a la eapresil-idad del primer e-jempl as.

El primer Ramo que cubre el conrorno superior de la c a b ~ ~ a se recuekt mediante un ángulo dc r+Erri- ce redondeado quc alcanza la baic del ciicllo. Un miave ara5 m a r a la mnsici6n al dono qtic sc man- tiene horizonral hasra la p a l o d a !- arranque de los cuarrw traseros, p e f i d o s por la inflexión dmcen- dente de la línea ciurd. El abdomen, pecho y gar- ganta son descritos con dos incisiones perpcndjcA- res que sc prolonga e n ángulo dc~cendente con rin mw también recto p m senalar el contorno inferior de la cabeza. T.as exmeniidades sc representan mc- diantc trx~m confusos cn los que parece a d 1 ~ 6 e 12 intencidn de resaltar rodilla y con-c-ihn al modo practicado cn la figura 1. Ad~.irnan el animd una lar-

QJ cola dc cerdas espipdw ?- una criiiern con i n ci sio-

nes simples. Tzmbién en este cjcmptar se adiierre un a 1 ínta interior paralda al dnm d d équido quc fi- naliza en& las incisiones que Inarcan d mom.

En Asnirias, h representacibn de caballos sobre picdra en el contexto dc las comunidades indígcnal; premmanxs no es mur- frecucntc aunque cuenta con ejemplos C ~ C gran interés. Sin crnbargo, estas rnanifcsraciones articticas no c s t h vincuIadas con cl hábirat castreño sino que nrnarnenran in~csipcio- iies ~*adinieni;cs de caricrer fi~ntrario y crono l~ 'a

pusterior a la conq~triista (Fig. 4 ) . La figurn del ca- b d o aparece tambiPn representada cn cl irca cen- un-oriental sohrc orrus soportes, fundaineiitalrncn- te metalúrgicos, formando parrc destacada de ele- menrris de adorno Fcrsonal como las fíbulas dc los castrcis dc Caravia (Llano, 1919: SS), LI; Carnpa Tnrree (I\.fap r- Ci~cst;i, 2001: 111).

l-+ente al d u c i d o reper tono de repriycntacir mc:. Lpfica.i duranrc cstos siglos inmediatos d cor con la cultura romana, son ficci~cntcs las refere literxias que desdc d siglo I a.c. hacen rnenci,,, cabzllu xsnitgalaíc~~ niego San ros cita la rctcirica ud Hsrt-ni~dn: o el Rer~m rztclicnrrcm de 'IrarrOn como e-iempb anteriores a la Era en los quc cstc animal

r tacto

incias -, ,,,m ..l

Page 6: REPRESENTACIONES EN EL CASTRO DEL CHAO S-AAIARTÍN DE ... · Esta continui~iaad rn los trabajo5 dc campo ha permitido txht~rnar una supefiriie sig nificati~g del iieio poblado T recuperar

Fig. 4.- Dibu+ priricnvriwrlu clc 1- m i r w q:c5rcnmrlu= 'u- Fiz- 3.- L. fi- ~c rcnrecinmnm medianre mzos poro pro- bit la picdr., (<libi~.iu dc B. GsLi.tl. 5 d u ' - x z f i i c ~rir- i xpegdor en a d z í*ií*ipta.

aparccc mcncionndo (Dice Sanror;, 1977: 93 . Un documento de e~cepcional belleza atestigua TU GIZ~

duraiitt e1 siglo 11 d.C. en los repos del pcicrna rluc I h , Icgado dc la Lcgo 1'71 mandó grabar mbrc e3. consagrada a Diana" De sus camcreríniias físicas

minos conw~dic~vrim- autores de los siglos. I v 11 no Pfinio, Silio Itjlico, h larcid 0 Sineca-

346 Panchates, que le w p ~ í ü , no iba separado CIC 61, ml.: que el espacio de 1111 carro. Dis- t inguíase este corcel üsttiriano, por la blanca ecrrelIa que adurnab:~ sir frente, marca propia de Tus de $11 pis: blancas eran ipalrnentz sui al íKertis. pies. Aun que dc mcdiana dmda? o pmc) \-istma tptam-

pa, prmtábdc alas su brioso ardimiento, i-o!aba a tra1-k dc la llanura, rascando irri- tado el heno con su cspurnanrc boca. -4

' Dtep Stntri., 1 9 E e Gmlr lnho, 1993: 61, con rcimnr.ia s: Diqu Smia?% 1?S% Era. 1S%; Roman liih'..

cada impetuoso aran*, parecía crcicr q i ~ i a r sus miemhríi~. Hitrcro, deslurn- Erante con su purpura, conducía el carro L..)

580 El propio ScipiOn, radiantc dc alcp'a, pa- ra recompensar diparncnrc tan piadosa ida, da a su hermano una coraza adoma- da de oro, ?- $ J R ~ ~ o , dm ~T~OCCS: corcclcs acnirianos.

Si I&co (Punicorum, lib. Nl'1.3J51

199 F ~ t e peqiieño caballo, de giilíipr ciidenciow procede de Iris Asnirjias fhi ler en mina? cde oro

Mmid (Epi~r. Lih. \lY, q1.119)

2x0 preferiris i~ilil~l ~xballo que el niisrno CatUn ciiid;iba, i d o s los tmtones asnlriunw - de andadura?

%nehx {F.pkt. I-LLKITI).

Page 7: REPRESENTACIONES EN EL CASTRO DEL CHAO S-AAIARTÍN DE ... · Esta continui~iaad rn los trabajo5 dc campo ha permitido txht~rnar una supefiriie sig nificati~g del iieio poblado T recuperar

Fig, 6.- O- -re~tiirrcirine* eqiiinai e n h v i p f i a rxdinienw i:<i mnu cn ilna p i r . írdrnicn pmctknrc del Crstclu de Faria, Ln I'nmi- p l , quc mrieci-A una gran imilinid ron la< fivr;ii del CIrari Samm'n-

En la misma España prriduxc la tierra de Ga- liua !+ Asniriz~ los rhieldones: rncnos conocido:: por nombre de asmrconc?, t-uya paso no cr de mcnoqpreciar, porque F.C mueven en una blanda andadura, esrcndimde encp~irndn a~aciada- mente los pics !- manos, a imiraUOn dc los cual- enscfian a andar dicio~amcntt: los otros.

minio (h 'an ids Hi~inña. E b ITI, XLJ.11

El caballa aparccc tamhikn como ~lctirna propi- Waroria e n sacrificios rihiaies en un procedcr que evoca la costumbre, atribuida a los pueblos bárba- ros, de sacLificios prctios al inicio de una p e n a o para la Firma de la paz:

La ~ i n c d a Ü 6 n del caballo con ritos de caricrcr solar, acuáticos o relacionados crin la fertilidad es

un hecho bien conricido entre los pueMos indoeu- ropeo~ (Loth, 1927: 113 ss. y LLUrnagro-C;orbea y Torres, 1999: 75 5s.). E n zonm relativamente prb- i m a s como Rurgos o Paiencia se conocen epigafm funerarios dedicadm a Eporia -cu?-as manifestacio- nes de culto se e~tiendeti desde Britania hasta el árca Balcánica o cl Norte dc & r i c a o al dios Eq- -\.ennur(i) en la vecina prrivincia de León (Solana y Hcrnández 2000,367) quc constaran la 14nculaciOn

' L* rrducciGn de Plinio ~eTiin Fmnriun Hcrnándet, cn su<

Comen prinupalmtntc chir-os, i- s.~crifican P obra? cornplem c d i r d z ~ m 3l<iim cn 1976. erliciijn fac~imil tic 190; Fara Silin IT&CU, XImial? Síneia w h;i iitilizadu la trnduc.iím de Ju-

-&es un chivo, ~aucii-ul: dc perra Y ciibdos. i i ~ Somries (lBpI, 191-1921; cl tclw de E-nlriSn e n trsdirccirin dc EmbVn (G~rafii*. Lib. 111.1 ij! 3Iczna ? l'i~jcm cn II Rihlintcza CC6ca de Grcdo~ 159.

Page 8: REPRESENTACIONES EN EL CASTRO DEL CHAO S-AAIARTÍN DE ... · Esta continui~iaad rn los trabajo5 dc campo ha permitido txht~rnar una supefiriie sig nificati~g del iieio poblado T recuperar

del cabdlo con CI mundo de drsa~urnba entre los puctrIos del norte de la meseta. _Samrias cuenrri con dgurios ejemplos magníficos corno las estelas -di- nienses de Seprimio Silo o F l a ~ i a , en 11ic que d nombre del difunto grabado sobre el cuerpo del linimal realza cl ca r i c tc r psicopompo de écte y corriyo~ie una icoriagrafía donde es posible a~isbar la reIigiosidad prirniri~yi dc c5tiis corniinicladec (de BIas, 1996: 377). Un urii1-erso simhhlico que se maiiifiecta de iilar-iera aún más explícita cri la dia-

notable ~ i ~ c a c i ó n ideol8gica concomitantec eii la pieza de 3Ioñcs corno Ir)? nicildc': ccrimicos para la tahricaci0n de ~ i t u l a j con decoración geornkrrilrii', ge;zer;ilizazidor como producción netamente indígena ciuxanrc la TT Fdad di1 Hierro jhIariins. 198s: 23, o la olfebrrría auriIkra c z c r ~ ñ a , m!-a relación h e ad- :-cnidii 1 . i ~ cn p i ~ z ; l ~ t.Jn r;ignificari~.as corno el tor- que5 !- brazslcre dz Lebulao o la propia diadema as-

nlriana (Cocho. 19%: 169)'.

La rtalizacirin técnica de los cabados es sencilla U

derna con pcrrcros cZc hf(inr<, cu).ri. e>-\.t~;liirdir~ari4 T- _re5eoilde un nroiedimicnrLi nauraclo cn cl uue . I

ri((ue7;i iconogáiica parece relnirir a uii CoiircXro ],,, contoriio? deliilimd obriAen por repstic;on hi~zcrario cn CI ~ U C el inedio acuitico, la.; ~itulas, 10: de trazos prcr5rablci-idoi: conbrme 2 Iin patrbn iinetrs ! el ciballo dricmpefian uan hnci6n c r e n ii.onogrific~ iom?arrido en tiFns, E;? coii- sial (hlarios Sirnón, 1996: 23) a la ip ie n r i debierori Fezuenci23, los marices las t;t.paran no rei;iiIrar ajcnos lo< rito.: de iniciacicin !. heroizació~i re5pondcr a la rcrirc4cnt~ción de di~errn~er; mvrivos ecuestres derivi~dos del recoi~ocimiento dcl c&allri corno cl clcrncnto característico de I.ns elite5 guerre- ras (,4Imagro-Gor-bea Y Toircs, 1999: M).

Por lo que a la piczj. rec~per~ida eii el Chi;o Sa- rriartiri se refiere no parece posible est;ibicscr vincu- lacionc.: C ~ C carüctcr ritud de semqj~nre entidad, si bien no deben orizirirse aigunas comidencionfi rda- cionadai con su a derermindai espacios urbarioc singulascs !- un cunrc-cro cstratigrifico (o- múr, que irievitab-ibleniente ei-ocan la narración dti- crin sobre la cclcbkrrirna jo?;í. J.a pizarr~ fue deruu- bicrta, cuma ya se ha corneritado, en un enfoccadern impracricahle creado en@ los muros de al,-los cdi- ficicfi a lo:: que cabe supr ie r uri cierto 1 alar sinihhli- LO para las co~munidadcs CJUC los constry-crun camo son la gran cabaña de planra oblonga -mis tarde ~ r a n i f o m t l a cn !. la YüUnd ~astrcña. El pri- mero repite un ejeinplo común en otros castros astil-

rianos, pUegos ;- portug-ticscr; p;in el que tnadicio- nalrnente se propone un uso comuriitario (Coelho 1986, 53); cl scgundo cs uno cic los más anr ipos testirnonior: de la práctica de bnñoc de vapor enrre lus pueblos de la Península Ibkrica qiie han sido r-in- culados a ritos de iniciacibn de raiz ir~doeuropea (Almagro-Gorbca y Ah-ñrcz-Sanchis, 1993: 222). Por otro lado, la escm a c i h de: este angosto ~iiclio Iia pcrmirido idcntificar un contc'cm crtrati,&co r n y preciso d que no son ajeiros algunos elenlentos de

-:ürios an;~rvJile\- o a la dispar i~iterprttac;bri :trtis- tica dcl rni+rnu, sino yric prc~brrblcmcntc scün con- sea~encia de una ejecuiiihn poco e:<periment;~da, tal i-tz en pruccro dc xprcndi7;<c. .Así >(i aprccia cn la primera figura, donde \-ario:: rraws previos corres- por~dierite~: d lomo. cuello !- panza ~ F T O I ~ deoecha- dos como FcrfiE tfcfiniti\-c> n pecar dc su ~irnilirud en forma y proporciones. X g o simiIar puede ad- r-errirse eri la segunda figura, donde tanto la inse- guridad J- rigidez de los trazos como los errores de ~woporcihn corregidoi en su pnr-ja -por eiemplo, en la definicihn de la regicin abdominal- podrían denunciar rncnor dcsrrcza cn cl artisra. Cabe, por tariro. preguntarse si la escena firidrziente represen- tarla sobre la pizarra es una ohra así concchida por su autor o bien se Trata de un sirnple tablero de cjcrcicios, una pirarra dc aprcndizajc, cuyo rco;iilra- do no sarisfactorio justificó el rn-ado find.

Bibliografia X r . ~ r ~ t : ~ o - G o i a ~ ~ . i , kI. I' .~ ' \ I . ! -ARF.Z-S ~ X C H I S , J. R.

(1993): "L1 Sauna <!e IJlaca: Saiincq ! banvs iniciiricos en el mundo ciltico', r n Crts:.Jprn~í 6% A.~~irrsr'cgii .& :'pg Uni~w-<&?/~d J f iY~Ir'iz~~li r c J , 2993, PP. 177-253. Uni~er- sidad de Navara.

ALR.IAGKO-GOKBE-1, 31. Y TOKKIS O R T I Z , h1. (1949): L 7 3 jib:thzs d<*-iim,rf B'c i:ibii:i'it~. A~raxirrwcs'Lo a

.4ri coino la a6itidnd pztcnte cotj ocrAr reprevnraiiniiec de re- = Cunientarios al r c y ~ ; c u en: Czrbdo. 1?5'5: S y Celií IW;, 50.

mzrica ctimparzhle. czqi del frqmentri rerámico Jel C~.:eln de Fzria: " E~irrc Im ~bu~i(!:lfitc-r ~ L ~ ~ I L K ~ U C I U ~ 111cr&rgi;~~> r c í u ~ r r ~ d ~ ~ ~ m en 3x1-duc (Kg. 6), -2 aasraloxía ion b diadcnu a s n i r i a n a ~ a h e A- erre hnri~nrire de depo.iciLn cni i v.ario< Ins irisole. ctt Iw qiiv c. ad- :?IS-A~A p r Hlfin~u 1:rti-iciru (J~I;:IKO Frcij~Sro, l??S: 117;. :-ierten, a sin-iple x-i~ta. 2bundlnt=x ~zlpiii~durm de nro y p12rii.

Page 9: REPRESENTACIONES EN EL CASTRO DEL CHAO S-AAIARTÍN DE ... · Esta continui~iaad rn los trabajo5 dc campo ha permitido txht~rnar una supefiriie sig nificati~g del iieio poblado T recuperar

Iris t * l h KZJ~IIÍTS y J!I ~vpsn,ri6~ m :'~r l.i.r,t~n?:iz ic<'fiii~. Ins- wr/a. rirucicn Fcmanrln cl Cariiliirri. Zara,

BT.ANCO FRETJEIRO, A. (1988): -JJa< cstamns de XT- rracrls !. las mula5 aoornurfi~s ccltibóricas" cn E.r$~-!s, t i ~ m p ~ f n w ~ n , pp.69-78. filadnd.

- 31-98): E.~rit,?i~~ ri; Arqt~cd@r QC~!~<, IT . A LUSCO de Por i t a~dra . 1"igo.

R u s COR-I-INA, 31. :t (1994): aPr~his~~Tia !- -inti- güedad", en d4>t:arIu.r. E& torial h leditcrrineu. Ci-ióiz.

C a ~ s a ~ r ri AKCEO, 1 ,. Ji. (1985): LStplireaci6n a1 rz- tudia dc lar: síniIas en el occidente dc la ptninsula iben- ca", cn C:irdm:os d: Er:zrd:':s (;111Ipr, ,I~LW; 99-,.3??s 19#3. Coniña.

CEL~S S.~R'CHEZ, J E S ~ S S (1 993): *Pl:ica dc anilla deco- mda p r a wa de caldero o sítula* cn G~rf.; Cnt(íI.s~s rf?

3 O U p i m ~ s JrJ AYtilrism dz Lth, p. 50. Lciin.

COEI.HO TERRFTRA D.+ SILL'~, A. (1936): 1.1 rii?fr:m cnrtr&t ~s n 7 r ~ : r t ~ d:, P~pr~i'gi~?. BI~ISCU 1Zfque~~fckjco da cirinia de Sanfins. Pa~ris de Fcrreim.

~ I E M SAKTOS. (1 973: Jhfiri.iit~ R . , : ~ ! , i ~ i i ~ I?.r&- da. Hi.r~:ria ti? Arf:~ir?.r 3. ~l?-dga. Salinas,

- (1986): I ~ i s i ~ t i ~ c l ~ i r r s r5mr;iirii. A< Ji: p.s;litxin L!? /,re??. Lciin.

Fr~,i , F. ( 3 886): Epiqafia romana de la ciudad dc Leíin. Zciin.

Lurn, J. (1927): 11 7:5m rhrztti i L 1 ~ : Ir.7 Cdttc, en C M I , t. XJ,III, pp. 11.7 i. ss. E n cita de F. Ic Roin (1 335): "lx: Chcv.11 dir-in et lc Zwmorphiurnz chcz les C d tcs", Opw: FI. .I?fiil[;irn Crltir 1' .ir -

Lr.4~0 ROZA nr. J ~ I P U D I A , _'1. de1 (1319): !.;$m d: CII? a<,il7. O~ictlo.

R ~ A R T ~ K A Z . S.~KTA-OL.\LW (1 943): T I fra,q_qilicntu cerimico céltico'*, cn b!d-?ft~ G dc 15s ATirid,~ ilf Fnri.7 k 21-29. hlinho.

b h ~ ~ , J. L. Y ~ u . ~ s . r ~ . F. ((2001): "Esc~~ncioncs ar- qucol8gicos !* cstudio dc 105 matcrialc~ de La C a m p Torre$*, EH E/ Cnrn-6 r?? Lsr Ctin. T~rrir. P ~ i g r a ' 9 t r~*.vs- mano. Scric Pattimonia 6 - 1 9 tditori21. Gijón.

hZi~cos Sr xrtis, F. (7 996): "Hernizaciiin y tri~isini n s diadcme.; de bIoñe, (Pilmia, Asiuries)'', en Ai-fitrirr, ni:-n:c~> t - t : r r '~ i~ J~: : f?pd{ 1. CO~CL? ri'E~nldiou Ktnográ- ~ ~ C O F Belenos. Chicdu.

>L:RT~Ks, JI. (19SR): "JTvldm de sínilas mn deso- rapo gcomtrrica", en Gt~~?~*rfrr,s II= Ar,l;rr<!r.píta, .+rri II, 5, pp. 22-33. Oporro.

h I a ~ . ~ . í s !'AL%, (1973): 'In~ctllntr:~~ del castro sil- mannno dc Yecla dc Yrlies: nucvos haH~gor; !. prcible- mas cronol6gica5i en Bnftfín dz? S<mil;:trio Artt J. Ar- q r t i s h Y & 1-3 03, LTnix-ersidnd dc Vaihddid.

K~>LLY. P. J. (1S63: C:?r~.;l?~,7~i:?ri.r J&< I X nm clr'di- <di7 u D.kf:a ~r~i~~i?hw<?~-?lf:' Q'?<<iih!~rtfl FI f ló~r . Sdñrnancrl.

Sor.4x.i S-~rzcz, J. h1. r- HF.HS.~NDEZ GUERRA, L. (20m): Ri?@:'5' ~~: i t t lnd c71 ( ~ ~ r r ; R~~na?:ii cr; ?ft rnc.ciln

rqf~ltctr&~d. Iliutoria r- Sociedad, 82. Uniiwsidad de

Talladolid.

So>1oa.-1 Gn~ci.4 S.it+, J. (1 3BP): G$I? rz I L ~ ITiisl~ .in Gc,yL~.r,4 c.7 A5 f ? i r i d i f . T ¿!!;P!:!: 1 {fip~fi RG,T~+T). ii h.

I v . ~ ~ ~ E s . -4. (1999): uCastrn dcl Chnu Siiniarún: tres ~E de in\estipcibn arqucoló@c;i 1993-95*, en E.r- ~-i::.g:i57~ Aryti5?fgi:m m d;~itrim 2, &y>. 111-123. Chicdo.

- (2000a): "Satin;~? clistrcfiau en ilmrias", 11 C ~ G - i& Intrmaíi~si.nImb~'i! tevsm mmnnaí. en d Oxidctlfe dt/ Iirpi?!~. pp. 071 11. Gijiin.

- (2001'0): "Edifiuw+ terrnalcs cn Im c~cros asturia- nos", en R.r~.;s:,i r:C. Rryiric!o~i'~ 241. A 1 ÍI drid.

(2002): "Pericidización y í e g k m ñrrliiroló$co en Inc C.'JWQS del uczidctitc dt: ~lsturias", en hl. h dr B1;i.; -4, Villa (cd:.) : T.gr p5J!iic?5,i - f ir t i / i r I~d~s - JLSÍ ~ ~ m - i t c (h 1.1 Pe- ~ : r r i r i h I ~ ? r ~ a r : , ~ ~ ~ ~ i i ~ ~ ? J dc:firn!h t?t /ir CtitYtdra &rx?~-

n r i , Km-ia: 159-185. (2803): "Jlr~icisito funerzrio y recinto f ~ ~ c d o de

la Edad del Bronce cn rl cactlo dcI L h i t t i Samartin: as- grimciiros parA 511 da tiicicínw, Trt?AV2s r l r PrfAii¿srin 60- 2. Madrid: 143-151,

(2UIi4); "Orfcbrcría y tes~imcsnivs ntetalUrgico3 en d castro de Chao Sarnarríri, ~bturiac: (EsIi~iia)" in A. Pe- rca, 1. 3 lonrero ?. O. García (cd 5): T~~ins!??;; dr! crt I I ~ -

tk119: E3~6~3í: J Arr:r'ni6~. tlnc~ios de ,l\ rchivo EspíificiF de tlrqucologí:~. Con+ Superior dc In~cstigacioncs Cirn- tiiicay. i\ Idr id .

(2003): El i.!rcfrt- (;s C&rr~ S;i.n:~i.ti~. &<T ~ W I SI( in- :,.vrifttcHfz r rliritt;. Grandas d t Salimc.

(2005 b): "Ca~trwl- y recintos Eofiificdos cn e1 occi- dentc de -4>tuñas: crrado de la ntc~BUrip, R~I¿t<r!driii;fn.$t .Y'¿VIT, 20O.i, 112-146. h lrisco Pro13 nrid dc Ourene.