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REPRESENTACIONES DE LA REALIDAD HISTORICA EN LA LITERATURA DE
NAHUM MONTT EN LA OBRA EL ESKIMAL Y LA MARIPOSA
SERGIO COQUECO GARZÓN
UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE PEREIRA
FACULTAD DE EDUCACIÓN, ESCUELA DE COMUNICACIÓN
PROGRAMA DE ESPANOL Y LITERATURA
PEREIRA
2.010
REPRESENTACIONES DE LA REALIDAD HISTORICA EN LA LITERATURA DE
NAHUM MONTT EN LA OBRA EL ESKIMAL Y LA MARIPOSA
SERGIO COQUECO GARZÓN
TRABAJO DE GRADO PARA OPTAR AL TITULO DE LICENCIADO EN
ESPANOL Y LITERATURA
DIRECTOR: WILLIAM MARIN OSORIO
MAGISTER EN LITERATURA HISPANOAMÉRICANA
INSTITUTO CARO Y CUERVO
UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE PEREIRA
FACULTAD DE EDUCACIÓN, ESCUELA DE COMUNICACIÓN
PROGRAMA DE ESPANOL Y LITERATURA
PEREIRA
2.010
CONTENIDO
PÁG.
INTRODUCCIÓN
1. EL AUTOR Y SU OBRA: EL ESKIMAL Y LA MARIPOSA 18
1.1 LA VISIÓN DEL MUNDO DETRÁS DE LOS MAGNICIDOS 20
1.2 EL HAMPA Y SU VISIÓN DEL MUNDO 24
2. LA HISTORIA ENTRE LA REALIDAD Y LA FICCIÓN 30
2.1 VIOLENCIA, REALIDAD Y FICCIÓN 32
2.2 LA VERDAD DESDE LA FICCIÓN 36
3. MONTT Y LA NARRATIVA DEL SICARIATO 42
3.1 JERRY LA ENCARNACIÓN DEL SICARIO 44
3.2 COYOTE EL CRIMEN ORGANIZADO
DETRÁS DE LA TRAGEDIA 49
4. NAHUM MONTT Y EL GÉNERO POLICÍACO 53
4.1 LAS INSTITUCIONES DEL CRIMEN 56
4.2 ASPECTOS DE LA NOVELA CRIMINAL
EN EL ESKIMAL Y LA MARIPOSA 61
5. EL ESKIMAL Y LA MARIPOSA EN EL AULA DE CLASE 66
6. CONCLUSIONES 71
INTRODUCCIÓN
El presente texto pone en consideración lo que representa la literatura colombiana
en un contexto determinado y en el cual se evidencian diferentes problemáticas
sociales y la relación de éstas con la realidad. Contexto que se ve reflejado en el
estilo de nuestros escritores y que los conlleva a escribir, ya no desde la
imaginación, sino también, a plasmar la realidad desde la cotidianidad.
La literatura colombiana, desde nuestro canon literario hasta la novela de la actual
década, ha experimentado diferentes transformaciones en su estilo literario, esto,
porque como bien sabido, la musa del escritor se debe al torbellino de emociones
que lo embarga y la insistente necesidad de comunicar al mundo esa
interpretación de la realidad, sin embargo, también es cierto, que la particularidad
de los hechos de cada pueblo, hace que también haya una motivación y en
algunos casos, una obligación por relatar una realidad.
En este orden de ideas, se pretende explorar a través de la obra el Eskimal y la
Mariposa del autor Nahum Montt, los episodios narrados alrededor de los
crímenes políticos, las conspiraciones, las ideologías radicales y otros aspectos,
que dieron paso a una transformación socio-política del Estado Colombiano y que
la literatura por ser una fuerza estética y contingente, cumple el papel de rapsoda,
ya que es a través de la obra de Montt, donde podemos establecer una conexión
con los hechos acecidos en aquella época de violencia política.
Esas representaciones de la realidad expuestas en la obra de Montt, se hacen
evidentes con una denuncia implícita alrededor del último magnicidio político en
contra del ex candidato presidencial Carlos Pizarro Leongómez. Por eso, el autor
pone en conocimiento a través de la creación literaria, una serie de indicios que
denuncian a quienes participaron en dicho magnicidio. También, hace una
semiótica de la ciudad, de lo que es y se vive en Latinoamérica, en lo referente a
las organizaciones criminales, donde a lo largo de toda la historia se han
maquinado crímenes como los que se mencionan en El Eskimal Y La Mariposa.
Detrás de esa ciudad descrita por Montt en la novela, se esconden una serie de
asesinos a sueldo que son contratados por diferentes asociaciones criminales al
servicio del Estado, las cuales constituyen un manto de impunidad frente a los
hechos que se dan en nuestro contexto:
Una sociología de la literatura en la que las representaciones dramáticas o novelescas de medios sociales se utilizan inmediatamente a nivel de la
explicación, es decir, que se arrancan a la totalidad del contexto de ficción formado por una escritura connotativa, pierde su razón de ser1.
Como lo afirma el anterior acápite, los contenidos de las obras literarias
representan distintas situaciones sociales, pero no explican del todo su
naturaleza, ya que de ser así, no habría cabida para la ficción. De manera que el
tratamiento que le da Nahum Montt a sus personajes en la obra el Eskimal y La
Mariposa, forman según su naturaleza una significación acerca del contexto, pero
también, se concatenan para que la idea que pretende plasmar el autor Montt se
concrete. Así lo llama L. Goldman: “visión de mundo de los sujetos
transindividuales”.2
También se trabajarán conceptos teóricos desde diferentes autores como Lucien
Goldman, Edmond Cros que trabajan desde la sociocritica, la estructura de los
textos literarios y las diferentes situaciones que se dan en la sociedad; conceptos
como visión de mundo, habitus, y la narrativa en torno al tema de la violencia que
se empieza a manejar en nuestro contexto literario es tratado desde María
Mercedes Jaramillo.
1 CROS, Edmond. Literatura ideología y sociedad, Madrid, Gredos, 1.986, pág. 18.
2 Ibíd., CROS, Edmond. Pág. 22
La literatura está constituida por autores que utilizan la realidad para
desencadenar grandes historias de denuncia, sin alejarse de la misma y que en el
contexto de nuestra literatura, trae diferentes temáticas en cada una de las
realidades que se presentan a diario. Estas, evocan una historia nueva, ya sea de
ficción o una realidad socio-política, sin embargo, no todas las novelas se acercan
de una forma tan precisa a lo que verdaderamente se quiere demostrar, como se
hace en El Eskimal Y La Mariposa y en otras obras de igual temática.
Los acontecimientos históricos plasmados desde diferentes situaciones, que están
sujetas a la realidad, involucran una serie de acontecimientos, tanto de corrupción,
como de hechos violentos y que no son ajenos a la literatura, esto lo expone
claramente Montt en la obra citada.
Se puede decir también, que El Eskimal y La Mariposa representa un carácter
historiográfico y subjetivo de la realidad, es decir, hace un alto en la historia para
apreciar un fragmento individual y contextualizado de ella en su desnudez: es una
expedición hacia la verdad de un asunto, donde hay una mezcla de ficción e
historia, mediante vivencias personales de un personaje, de forma, que se crea
una historia valorativa, rememorando una época difícil, tanto para el escritor como
para los lectores.
En consecuencia, el primer capítulo se desarrollará, teniendo en cuenta el autor y
su obra, relacionando el concepto de Habitus desde la mirada de Pierre Bordieu,
que se refleja en la obra como una necesidad del autor para exponer una posición,
frente a lo que quiere manifestar. Estamos hablando de expresiones sujetas a la
trayectoria social, que determinan el espacio y la posición en la que está inmerso
un sujeto que actúa como mediador, para tomar una serie de disposiciones que
hacen parte de esa misma trayectoria social. Está última, entendida como los
presupuestos que tiene el autor para llevar a cabo una serie de visiones objetivas
acerca de su mundo, representado desde cierta posición social: “Diferencias de
juicios de valor”3.
Los diferentes horizontes de sentido, que trata de plantearnos el autor desde la
obra, es la consecuencia de la realidad de los hechos descritos desde la ficción
por el autor, llevándonos inmediatamente a hacer parte de la realidad de los
acontecimientos que representan y reclaman, algún espectro de justicia, por parte
de quienes se vieron afectados con los magnicidios.
Para el segundo Capítulo, se trabajara desde un punto de vista histórico,
enmarcando una serie de acontecimientos, que muestran a través de sus
personajes, testimonios y confesiones que finalmente nos llevan a denuncias
implícitas, y que en la actualidad, siguen siendo inciertas para quienes continúan
pensando en un esclarecimiento de los hechos. Es entonces, la misma ficción
literaria, la que permite ir hilando desde cada uno de los personajes, la secuencia
de una historia referente al crimen político. Estos magnicidios aparecen en una
ambigüedad dentro de la trama policiaca, la cual rodea toda la novela. Es pues,
entre otros temas, que encontramos un sentido lógico que reconoce la historia y la
ficción como recurso para acercarnos a las acciones materiales que antecedieron
a los magnicidios que el autor cita.
La interpretación por parte del autor lleva a considerar la ficción y la historia para
sacar del anonimato y conseguir que esos personajes intrahistóricos, continúen
vivos en el recuerdo de los lectores.
La recepción de la obra desde la realidad, demuestra que a través de la literatura
se construye una cultura de la subjetividad, donde toda interpretación artística o no
de esa misma realidad, implica un punto de vista, por lo que la subjetividad y la
opinión son ineludibles; es así como nos concentraremos en este capítulo, en
cada una de las características que permiten ver la ficción enmarcando desde la
historia una realidad.
3 PIERRE, Bordieu, Las reglas del arte, Madrid, Anagrama, 2.005. pág. 437
Tal realidad, desencadena grandes historias de denuncia y representa
acontecimientos históricos que plasman diferentes situaciones, que van desde lo
cotidiano hasta la más compleja de las narraciones y en este caso, de la política;
asunto que termina involucrando una serie de situaciones que están impregnadas
de corrupción y hechos violentos, que no son ajenos en la obra de Montt.
El tercer Capítulo, se abordara, teniendo en cuenta el contexto de la obra, donde
está enmarcada una narrativa de la violencia y la cultura del sicariato. Esta
“nueva” narrativa de la violencia, es originada en los sectores marginales de las
ciudades, que de mano del narcotráfico, contribuirían a un nueva expresión para
los escritores de la modernidad.
Los sicarios en su modo de actuar, fluctúan en mundos llenos de fantasías y
materialismo, llevándolos a hacer cualquier cosa, para hacer parte del espejismo
de la sociedad de consumo y que apareció en algún momento, de manera
inesperada en nuestras ciudades. Esto conllevó a crear una serie de textos que
nos acercan al mundo y la vida del sicario a hacer parte de la literatura.
La relación del género policiaco con respecto a la obra y el autor, es el tema que
se tendrá en cuenta en un cuarto capítulo, pues este, es uno de los elementos
más importantes para referenciar la obra de principio a fin; si se tiene en cuenta el
contexto de la misma, se podría pensar que allí, se ve una clara denuncia de los
hechos acontecidos en la realidad manejada por el autor y donde este, describe a
sus personajes y el mundo donde se mueven, permitiendo reflexionar de dónde
vienen las ordenes para ejecutar los magnicidios en complicidad de la misma
justicia que allí se denuncia.
Por lo anterior, el género policiaco, los seres y objetos situados en el espacio
literario, están puestos con algún fin concreto, nada es aleatorio, porque todo va
dirigido con un determinado propósito, que es la resolución del enigma presentado
y además, todos son signos que deben ser interpretados por el detective y
también por el lector. En este sentido, los espacios que se presentan en la novela
por medio de las sensaciones y consiguientes interpretaciones, son parte de la
mirada subjetiva del narrador.
La relación del género policiaco manejado a lo largo del Eskimal Y La Mariposa,
pretende sustentar en este capítulo, no sólo lo relacionado al propio magnicidio
que allí se menciona al final de la obra, sino, a mirar quienes están detrás del
mismo, que aunque en la realidad aún siguen impunes, en la obra, el autor deja
algunos indicios de quiénes pudieron haber perpetrado dichos hechos.
A lo anterior, podría agregarse, que la historia ha sido testigo de grandes
crímenes, y que han dejado nefastas consecuencias para la vida social; por eso es
importante retomar el tema de la novela negra desde Bogomil Rainov, puesto que
desde su obra se empieza a marcar este género, para trabajar el tema de la
denuncia en las sociedades burguesas, con temas de tendencia política entre
otros, que se han dado lugar a lo largo de toda la historia.
Finalmente, este trabajo contempla un último capítulo desde el aspecto
pedagógico, el cual respondería al interrogante: ¿Cómo podría influir la enseñanza
de la literatura en la secundaría, el estudio de autores Nacionales?, como Nahum
Montt en cuya obra El Eskimal y La Mariposa se pueden trabajar diferentes
conceptos, tales como: La novela negra uno de los temas que está presente en la
obra, y que sirve para discutir frente a nuestra realidad, el conocimiento y la
relación del mismo en nuestra literatura nacional, y así encontrar una nueva forma
de interactuar con este tipo de obras, donde el tema delincuencial, y todo su
contexto, se familiariza más como tema en los estudiantes, haciendo para estos
más atractivo su aprendizaje y comprensión, al momento de enfrentar una obra
literaria de este tipo.
La Sociocrítica en función de la visión de mundo de los magnicidios políticos.
Teniendo en cuenta el contexto general de la obra de Montt y en este caso El
Eskimal y la Mariposa, se pueden encontrar diferentes situaciones sociales que
nos llevan a exponer algunas ideas sobre lo que realmente ocurrió a finales de los
ochenta y principio de los noventa con el tema de la violencia en Colombia y de los
magnicidios que dieron lugar en aquel momento. Dichos sucesos nos llevan a
plantearnos diferentes hipótesis acerca de quiénes efectivamente pudieron llevar a
cabo aquellos magnicidios que se nombran en la obra; por ejemplo, el develar
índices sobre los autores materiales de dichos asesinatos y que sólo Nahum Montt
se atreve a nombrar de manera implícita y con lujo de detalles y que marcarían un
histórico-político en la sociedad colombiana.
El presente trabajo pretende desarrollar un enfoque Sociocritico y se tendrá en
cuenta en primer lugar, a autores como Lucien Goldmann y Edmond Cros a través
de conceptos de visión de mundo y que se evidencian en la obra de Nahum Montt.
Esto con el fin de mostrar un panorama general de lo que va sucediendo en la
novela, demostrando a través de la realidad y la ficción literaria y enmarcando lo
que el autor considera en el sentido de sus personajes, y donde se hace
referencia al contexto histórico que representa la visión de mundo adoptada por
éste. Así lo menciona Cros:
El texto de ficción se concibe como catalizador capaz de desencadenar procesos sociales: El hecho sociológico, según Silberman, solo existe a partir del momento
en que hay una acción social, entre un individuo y un grupo, entre grupos y sociedades. Un hecho literario puede ser también un hecho sociológico; pero el
acto literario en sí no es sociológico.4
La visión de mundo es manejada por Montt en el sentido de que su trama, es una
4 CROS, Edmond. Literatura, ideología y Sociedad. Madrid, Gredos, 1.986, pág. 14
recreación del lado oscuro de los magnicidios políticos que conmovieron a
Colombia en las últimas décadas del siglo XX, y por tal razón ocupa espacios que,
efectivamente, constituyen los predios de una novela de ficción, cuya finalidad no
es otra que retomar relatos de la vida real para modificarlos, variarlos, revisarlos,
esclarecerlos, o, hasta el más crudo de los casos, para ganar terreno en eso que
ya mencionamos como la intención del autor de atrapar al lector brindándole la
opción de sumergirse en una lectura donde hay elementos facilitadores como el
pre-conocimiento de épocas, lugares, sucesos y personajes retomados por Montt
en El Eskimal Y La Mariposa.
Lo anterior, obedece a que Montt pone en evidencia a través de sus personajes, el
hecho de la denuncia y que se da a partir de la visión de mundo retomada por el
mismo para describir cada uno de los capítulos, y poder así mencionar, hechos
puntuales en la obra, como narrar la planeación de un asesinato con el
consentimiento de los mismos organismos de seguridad del Estado para fraguar a
cabo un magnicidio político. Todo ese tipo de acontecimientos es lo que podría
llamarse una visión desde el autor, sustentado en la narración a través de toda la
obra. Así lo enuncia Goldman en su texto Para una Sociología de la novela, “La
sociología de los contenidos, para la que la obra literaria es un documento
histórico que ofrece testimonios directos sobre la realidad de las sociedades
implicadas”5.
Hablar de los personajes en la novela de Montt, es hacer una reconstrucción de
los hechos con un “nuevo” estilo narrativo de la violencia y el sicariato, donde el
escritor muestra una realidad, y cuya estructura de la obra marca desde los
personajes, una voz que nos acerca a sus propias vivencias. Aparece pues una
exactitud especifica de los hechos, sin dejar por fuera ningún detalle en cada uno
de los capítulos descritos en la obra de Montt.
5 Ibíd. pág. 21
“Una visión del mundo no puede ser ni objetiva ni totalizante”6; Lo anterior
obedece a lo que se menciona en la obra de Montt y que en apariencia suscita la
última palabra frente a los hechos que sucedieron en esta época de violencia del
país. Es decir, se muestra un acercamiento con nombres y lugares que se
asemejan a la realidad, pero que finalmente, es una denuncia que aparece
implícitamente para dar testimonio de lo ocurrido, por tal razón el autor asimila esa
realidad desde una visión de mundo si se puede llamar imparcial, desde la misma
realidad que lo rodea.
En consecuencia a lo anterior, se sumaría el concepto de Habitus que tiene en
cuenta el autor para construir su relato, donde da cuenta desde su propia génesis,
es decir su experiencia personal que se relaciona con la conceptualización como
lo menciona Pierre Bourdieu (Las Reglas del Arte) acerca del habitus, que se
refleja en la obra de Montt, donde la narración de los acontecimientos y de los
espacios determinados por él autor, tratan de constatar con la misma realidad, y
orientarla hacia una serie de desenlaces que se hacen evidentes en este tipo de
literatura. Por lo tanto, lo que hace Montt es tratar de acercarnos a la obra desde
este tipo de conceptos.
El espacio que determina Montt en la novela nos acerca a nosotros como lectores
desde su narración tratando de demostrar determinados hechos que nos acercan
a la realidad, evocando en los mismos, una serie de indicios relacionados con los
magnicidios y haciendo una denuncia implícita.
La trayectoria social es igual a una serie de posiciones, para recorrer el espacio social, donde se expresan las disposiciones del Habitus; cada desplazamiento
hacia una nueva posición……..7
6 CROS, Edmond. Literatura ideología y sociedad. Madrid, Gredos,1.986, pág. 32
7 PIERRE, Bordieu, Las Reglas del Arte, Madrid, Anagrama, 2.005. pág. 384,85
De manera pues, que lo que se quiere plasmar desde el Habitus , es una visión
subjetiva del autor y que se hace inmanente, al describirnos paso a paso lo que
verdaderamente ocurrió detrás del último magnicidio contra Carlos Pizarro a
principios de los noventa en nuestro país, y que en el sentido común de los que
fuimos ajenos al mismo hecho, lo conozcamos de una manera tal que podamos
emitir algún juicio de lo sucedido. Así las cosas, lo que se trata de recuperar desde
el autor, es una rememoración de los acontecimientos que hicieron parte de
nuestro entorno político y social.
Lo anterior sirve, como referencia al tema de la violencia que se genera en la
marginidad social, en la que los Estados, juegan un papel determinante; Es desde
allí, es donde se construyen los cambios socio políticos que ayudan a sobreponer
las distintas realidades, que se dan en este tipo de contextos; la no intervención
oportuna de los Estados, conlleva inmediatamente a una degradación social,
reflejada en sicariato, mendicidad y otros tipos de falencias sociales que crecen
desmesuradamente en las ciudades, por ello es importante acercarnos en uno de
los capítulos que componen este trabajo para tratar este tipo de problemáticas.
De manera pues, que hablar de los personajes en la novela de Montt, es hacer
una reconstrucción de los hechos en la que el escritor nos muestra, desde la
estructura de su voz, otra visión de los acontecimientos.
En este sentido, la disposición del espacio en el relato, y las relaciones que se
establecen entre el narrador y personajes, dan lugar a la percepción subjetiva que
se expresa a través de la mirada del autor, quien constituirá una sensación más
trascendente en la interpretación de la realidad narrativa y de los signos que dan
coherencia a la historia.
Desde la enunciación de sus personajes, se plasma la realidad que se suscita en
la obra, la manera de acercarnos al personaje y sacarlo de alguna manera del
anonimato, pone en evidencia cada uno de los hechos particulares dados en la
novela y que de paso sitúa ante los ojos del lector, una denuncia implícita a través
del arte.
Finalmente, la obra de Montt se complementa con el género policíaco a través de
de la novela negra, y lo hace, creando un personaje el cual termina siendo víctima
todos los días de una sociedad déspota. Con su ritmo rápido, sus diálogos se
tornan concisos y parcos. Montt nos muestra en esta novela, personajes
empapados de la realidad y sus espacios azarosos, mostrando lo que ocurre en
todos los rincones de la sociedad, donde los hechos violentos hacen parte de la
cotidianidad en la sociedad.
Este género, entronca la trama de la novela con la realidad colombiana, la cual
está trasmitiendo constantemente hechos de violencia, que se han vuelto
cotidianos en nuestro contexto, enmarcando obras de denuncia social, urbana y
violencia, que giran en torno al tema del poder y la corrupción política, de la cual
está plasmada nuestra sociedad, con esto también, nos acercamos a las
características de un género narrativo, como lo es la novela negra.
El relato policial nace como una expresión de un enfrentamiento entre el bien y el
mal, y al mismo tiempo, como consecuencia de una realidad histórica; La
formación de grandes ciudades y el deseo de búsqueda de justicia, incursionan en
la literatura nuevos personajes y ambientes que son netamente urbanos, entre
ellos el detective, un personaje muy heterogéneo, que se alimenta de fantasía,
crímenes, búsquedas y persecuciones, y sobre todo, plantea un gran enigma.
Teniendo en cuenta la relación de la novela con este género y lo que respecta al
momento social en que se vivió en esta época con hechos tan trascendentales
para la historia socio- política de nuestro país, se podría decir que Montt asume
esta obra desde una narrativa delincuencial y violenta, que a su vez involucra al
género policiaco, para denunciar un hecho en particular y público como lo hace el
autor desde su obra.
Este género relaciona estrechamente ambos elementos: la narración policíaca es
la narración de una investigación y el detective es aquel que la conduce. Por lo
tanto, policíaca es toda aquella narración en la que se da un proceso de
investigación de un hecho criminal, sea real o aparente, y que, por consiguiente,
hay una persona encargada de llevar a cabo esa investigación, ya sea un
detective privado, un periodista, un abogado etc. La literatura policíaca agrupa
aquellas obras de ficción en las que se produce un hecho criminal, es decir, una
ruptura del orden cotidiano es lo que da lugar a una investigación sobre ese
hecho, que es lo logra el autor con esta obra.
1. El Autor y su obra
El Eskimal Y La Mariposa
La relación práctica con el mundo y con el tiempo que es común a un conjunto de agentes que involucran los
mismos presupuestos en la elaboración del sentido del mundo en el que están inmersos
fundamenta la experiencia de ese mundo como mundo de sentido común.
Las reglas del arte. Pierre, Bourdieu.
En la obra El Eskimal y La Mariposa, Nahum Montt, evidencia un conocimiento de
la realidad que le permite demostrar y desarrollar a través de la misma, una serie
de historias, hechos e ideologías que conllevan a tomar una posición frente a la
visión de esa misma realidad. Es así, como el autor toma como referencia la visión
del mundo, registrando desde los mismos hechos una denuncia implícita, acerca
de los magnicidios políticos ocurridos a finales de la década de los ochenta y
principio de los noventa en Colombia y donde se da cuenta, más específicamente
del último magnicidio perpetuado contra el ex-militante del M-19 Carlos Pizarro
Leongómez, quien sería una víctima más, librada contra el grupo ex-guerrillero,
donde este magnicidio al parecer fue manejado según la obra por las llamadas
“Federaciones de arriba”.
Entonces don Luis lo confirmo.
-Ya dieron la orden. Será un operativo sencillo y sin alardes de fuerza. Tenías razón, Coyote. Lo de hace siete meses, cuando casi te matan Los Tiznados,
también fue orden de ellos. La Federación. Ahora lo sabes. Te dejo la opción. Tal vez prefieras una muerte heroica, en tú Ley, tal vez una fuga indigna o tal vez…No
lo sé.8
8 MONTT, Nahum. El Eskimal Y La Mariposa. Bogotá, Alfaguara, 2.007, pág. 237
Estos argumentos, son los que tiene en cuenta el autor en la obra y los que le
permiten desarrollar de forma subjetiva a través de la narración, unos hechos
particulares que se dan a través de la misma, y que de manera puntual buscan
otra mirada de los magnicidios mencionados a través de sus personajes. El autor
empieza pues, a construir diferentes perspectivas las cuales están impregnadas
de detalles, describiendo lo sucedido, complementando una lectura diferente de la
realidad asumida por el autor en la narración. Son pues los personajes quienes se
encargan de rememorar todo tipo de detalles desde la historia y de “denunciar” lo
sucedido. La obra de Montt evoca un juicio de valor, donde se trata de mostrar
una perspectiva crítica sobre una realidad a través de elementos de ficción
otorgados por la literatura.
Pizarro le preguntó por una noticia del periódico y él salió de su mutismo para responderle.
La puerta del baño se abrió. Jerry se aproximó por la parte de atrás del Comandante. Mordió sus labios de la misma forma que lo hacía cuando
contemplaba a la presentadora brasileña en la revista. Ajusto el plano con su muñeca derecha y disparó.9
9 Ibíd. pág. 227
1.1 La visión del mundo detrás de los magnicidios
“El Análisis de la génesis de los habitus de los ocupantes de estas posiciones, es decir de las disposiciones que, al ser producto de una trayectoria social y de una posición
dentro del campo literario, encuentran en esa posición una ocasión más o menos propicia para actualizarse”.
Las Reglas del Arte.
Pierre, Bordieu.
La trayectoria social de la cual hace parte el autor, es la que permite concebir en
El Eskimal Y La Mariposa una relación histórica desde los acontecimientos,
retomando desde la ficción y plasmando en la narración personajes que nos dan a
conocer los hechos frente a los magnicidios, demostrando cómo la impunidad aún
se sigue manteniendo en torno a los mismos, ejecutados contra los candidatos
presidenciales de la época como Luis Carlos Galán, Bernardo Jaramillo, y Carlos
Pizarro; aunque los involucrados en los hechos materiales fueron conocidos en su
momento, mientras que en los autores intelectuales aún no se halla verdaderos
culpables
Teniendo en cuenta lo anterior, podría decirse, que detrás de los grandes
crímenes de Estado, se pretende entorpecer el cambio de la vida política y social
de un país. Esto lo intenta demostrar, con el tema de los magnicidios Nahum
Montt en su libro El Eskimal Y La Mariposa, y que a través de la literatura confirma
la manera de actuar de los grupos delincuenciales al servicio de los Estados, pues
los personajes asesinados, pretendían con una nueva ideología, promover una
cambio político que a través de las armas no habían podido lograr.
De manera que la visión del mundo utilizada en los personajes por el autor, es lo
que permite realizar finalmente, una narración objetiva frente a los hechos; ésta
describe una realidad llena de acontecimientos reflejados en la obra literaria, una
visión de lo que se vio en la ciudad de Bogotá, pues ésta hace parte de esa
mirada, hecha por el autor para dar cuenta de lo que allí se planea y se mueve
desde los submundos delincuenciales, los cuales pasan desapercibidos ante la
mirada del ciudadano común.
Teniendo en cuenta el punto de vista del autor el cual influye totalmente en lo que
quiere reflejar a través de los personajes; Montt en la obra hace uso del concepto
de visión de mundo, para determinar lo que quiere expresar con su obra, como lo
menciona Cros:
La visión de mundo en cuanto a estructura mediadora cuya operatividad y validez deben juzgarse con relación a otras mediaciones posibles. Ya hemos visto que tal
noción supone que se tengan en cuenta juicios de valor, y va más allá de la cuestión de campo de visibilidad para abordar de la objetividad de visión.10
La posición que toma el autor de la obra, hace parte de las descripciones que
acercan al lector hacia una crítica, frente al hecho central de la novela, donde el rol
que el autor le da a cada personaje, le permite describir una realidad que se da en
las ciudades capitalistas; aquí, el mundo delincuencial, está dirigido por diferentes
esferas de la sociedad; por eso una de las posiciones que toma el autor, es la
descripción de los hechos, mostrando una realidad que menciona todo tipo de
detalles.
El autor parte de unos presupuestos histórico-sociales para aplicarlos en todo el
contexto de su novela, sustentando con ello, su visión del mundo para plantear
una cadena de hipótesis frente a los hechos. De esta manera Montt diseña una
implícita denuncia.
“Coyote reconstruyó su historia con don Luis. Todo comenzó la noche del lunes 30 de Abril de 1.984, seis años atrás, cuando Coyote mató al sicario que había
disparado contra el ministro de Justicia, Rodrigo Lara Bonilla. Estuvo un tiempo fuera del país, pero Coyote regresó y también disparó el viernes 18 de agosto de 1.989, cuando fue asesinado el candidato presidencial Luis Carlos Galán en una
10 CROS, Edmond. Literatura, Ideología y Sociedad, Gredos, Madrid, 1.986, pág. 34
tarima, en Soacha, un pueblo al sur de Bogotá”.11
Lo que se hace a través de la obra es una memoria histórica cuyo pasado hace
parte de la visión del mundo del mismo autor, este tiene como único fin dar a
“conocer” cada uno de los aspectos que se dieron alrededor de los magnicidios
que tuvieron lugar en aquella época en especial el de Carlos PIzarro, y que mejor
manera de hacerlo que a través del arte, y en este caso de la literatura ya que
evoca desde la ficción, una realidad que no puede ser ajena a la historia y aún
más cuando se trata de esclarecer los verdaderos responsables de tan
lamentables hechos, que aunque ya forman parte del pasado, aún siguen en el
recuerdo de la sociedad que espera alguna manifestación de justicia en contra de
los posibles autores intelectuales.
La novela de Montt, es un acercamiento a la realidad, donde éste le da vida a los
acontecimientos, para poder hacer distintas focalizaciones dadas desde sus
personajes que dan cuenta de los aspectos sociales y políticos que incidieron en
la materialización de aquellos hechos trágicos contra los mencionados políticos.
Dentro de la obra podríamos tener en cuenta, la visión del mundo que maneja el
autor desde un personaje como Don Luis, quien determina los actos violentos en
los que está involucrado otro de sus personajes, Coyote; Don Luis, se podría
representar como una personificación del mal dentro de la obra, pues desde éste,
el autor empieza a desarrollar otro tipo de visión, la cual demuestra la manera en
que se mueve y opera el mundo delincuencial.
De manera pues, que con la obra se describe a través del narrador, el espacio en
el que se mueve este personaje, en dicho espacio, se representan calles
siniestras, rodeadas por diferentes ambientes carnavalescos llenos de pesadez,
que muestra el resultado de una sociedad que continua un desarrollo hacía la
11 El Eskimal y La Mariposa, pág. 75
postmodernidad desconociendo su propia miseria; Don Luis aparece para
representar y ejecutar la criminalidad desde todas las esferas sociales, a parte de
simbolizar los submundos que se encuentra en las ciudades; es él, quien dirige
toda una empresa criminal al servicio de las grandes sociedades secretas; un ser
que no se compadece ni de su propia alma, y que aparentemente es inadvertido
en la obra, pero más allá de un veterano de guerra, este personaje termina
representando las “armas” del Estado para atentar contra cualquier oponente
ideológico.
Era mediodía del viernes cuando Coyote se anunció en la recepción del Proas, Y mientras subía por el ascensor hasta el decimotercer piso, Coyote creyó ver en aquella calle-cloaca una alegoría de la Torre de Babel, cuyos cimientos eran la
pornografía, la impunidad, la escoria y el hambre. Sentía, además, que cada una de esas vilezas anunciaba la leyenda de don Luis.
Aunque la leyenda seguía creciendo silvestre y espontánea, Coyote sabía que la verdad era tan indigna y atroz como la tan celebrada y aborrecida historia falseada
por los demás.12
12 El Eskimal Y La Mariposa, pág. 62
1.2 El Hampa y su visión del mundo.
“La visión del mundo revelaría en cierto modo, al encarnarse en una estructura literaria, la totalidad – irrealizada en la realidad – de los sentimientos, aspiraciones y pensamientos de los miembros de
una clase determinada, organizados en un sistema coherente y perfectamente racional.”13
Literatura, ideología y sociedad
Edmond Cros
El concepto de visión del mundo, enriquecen esos lugares que se dan en torno a
los personajes que aparecen en El Eskimal y La Mariposa, complementándose de
cierta forma para interpretar una sola realidad, de la cual se hace referencia en la
obra. Los personajes hacen parte de la interpretación que el autor quiere
manifestar desde su propia visión, estos son llevados por Montt para enfocar y
mostrar una realidad delincuencial en todas sus dimensiones, que se genera en
las ciudades y que en este caso, esconden una particularidad de acontecimientos
que determinan en las sociedades, situaciones sociales, políticas y económicas
con intereses particulares, dados a través de ciertos actos delictivos, llámese
crímenes de Estado, delincuencia común, magnicidios etc.; afectando a la misma
sociedad. Lo anterior, obedece a lo que quiere representar el autor con lo
acontecido en la realidad desde esta obra.
Coyote se dirigió al centro de Bogotá, a San Victorino. Allí podía conseguir desde un sida hasta un tanque de guerra. No existía el sentido del límite: San Victorino era un laberinto de casetas de hojalata que extendía su dominio más allá de las
cuatro manzanas y la cantidad de mercancías que allí se vendía era de una variedad inverosímil.14
La novela de Montt es un acercamiento a la realidad, y el concepto de visión de
mundo, involucra aspectos sociales y políticos que aún siguen vigentes y que se
reflejan actualmente en el estilo de nuestros autores; Montt en El Eskimal y La 13 CROS, Edmond. pág. 23
14 El Eskimal Y La Mariposa, pág. 90
Mariposa, plantea una problemática que da cuenta, de lo que se vivió en aquel
momento histórico-social a finales de los ochenta y principio de los noventa en
nuestro país para hacer una crítica y una “denuncia” de lo sucedido.
La intención del autor es mostrar las situaciones a través de los personajes; estos
le dan sentido crítico a la narración en el transcurso de la novela, cuya
intervención del autor, es hacer una visión clara de lo sucedido. Se pone en
entredicho entonces, a los responsables de determinados hechos e involucra a
todas las esferas de la sociedad como parte objetiva de su visión del mundo,
haciendo partícipe a la sociedad que es representada por el autor; este último, no
es el único que pretende emitir un juicio de valor acerca de lo sucedido
plasmándolo en su obra, sino que él mismo hace parte de una colectividad que
justifica una visión del mundo en la obra.
Las categorías mentales no existen en el grupo más que en la forma de tendencias más o menos avanzadas hacia una coherencia que hemos llamado visión del mundo, visión que el grupo no crea, pero de la que elabora (y solo él
puede elaborar) los elementos constitutivos y la energía que hace posible su reunión. 15
De manera que, la representación de ciertos juicios de valor expuestos por el autor
dentro de la narración, demuestra la manera de cómo la criminalidad interpreta
sus propios mundos delincuenciales, y cómo estos los operan en lo que podría
llamarse una impunidad cínica de los estamentos del poder, y que en el contexto
de la obra, arremete contra un grupo político sin dejar sospecha de su
responsabilidad, como lo demuestra el magnicidio contra Carlos Pizarro; Montt lo
manifiesta esa impunidad a través de su personaje don Luis en la siguiente cita:
-Arrestarán a los sospechosos de siempre, en eso son muy buenos. En menos de lo que canta un gallo tendrán una cantidad de sospechosos aquí en Bogotá y en
cualquier ciudad de Colombia, hablarán de redes y bandas y cosas por el estilo…Aparecerán sospechosos por todos lados. Después, cuando baje la
15 GOLDMAN, Lucien. Para una Sociología de la Novela, Madrid, Gredos,1.986, pág. 226
emoción, serán discretamente liberados…Así son las cosas16.
Para contrarrestar la impunidad como una problemática social desde la obra, el
autor determina los horizontes de sentido de quienes se encuentran implicados y
que solo él puede manifestar a través de su novela de forma racional y precisa.
-Le dicen Coyote y estuvo también en lo de Galán. Un personaje, ¡eh, ave María! Si cualquier periodista investigara se sorprendería al saber que un mismo escolta estuvo en los atentados. Demasiada coincidencia, ¿no cree, pues? También me
contaron lo de los Tiznaos. Uno a uno los fue cazando… ¡eh, qué verraco!17
Lo anterior también se relaciona con el concepto de habitus que determina en el
autor “La producción de la creencia”♣ que está sujeta a lo que se quiere delimitar
en la obra literaria, entendiendo ésta última como uno de los métodos para
manifestar lo que se quiere expresar. Por ejemplo, situaciones de impunidad que
están involucradas en los temas de la novela y que implícitamente se denuncian,
señalando a algunos representantes del poder que recurren a este tipo de
acontecimientos para arremeter contra quienes van en contra de un sistema
político.
El espacio de las tomas de posición realmente efectuadas tal como se presenta cuando es percibido a través de las categorías de percepción constitutivas de un
Habitus determinado; en un espacio orientado y portador de las tomas de posición que se anuncian en él como potencialidades objetivas.18
16 El Eskimal Y La Mariposa, pág. 207
17 Ibíd. Pág.110.
♣ Este concepto deriva de Pierre Bourdieu: El autor como sujeto creador de la obra, hace parte de lo que se quiere expresar a través de la misma, representando a un grupo el cuál quiere reclamar, reproduciendo una determinada manifestación.
18 PIERRE, Bordieu. Las Reglas del Arte, Madrid , Anagrama, 2.005 , pág. 348
Es a través de la fuerza estética de la literatura que todo autor puede representar
una realidad, para el caso de Montt, es necesario rastrear que la construcción de
su narración, se basa en una trama que si bien tiene elementos ficticios, el
trasfondo del Eskimal y la Mariposa, denota una denuncia latente que está a la
espera de ser develada.
A parte de la caracterización de don Luis, otros personajes no tan mencionados en
la obra de Montt, terminan también participando y siendo cómplices del magnicidio
contra Carlos Pizarro: Personajes como Pequeño Larús y El Dengue. El primero
de ellos muestra los submundos que transcurren detrás de los “rascacielos” que
se levantan en el centro de Bogotá, los cuales esconden lugares caóticos y calles
miserables en las que hace carrera todo tipo de delincuencia. Larús es el
encargado de servirle a Coyote para encontrar a alias Jerry en ese entramado de
calles siniestras e impenetrables al que sería el verdugo y posteriormente
eliminado después de asesinar al candidato Carlos Pizarro. Así sería el plan
delictivo: “Si existía alguien capaz de memorizar las páginas y las palabras de la
ciudad-libro era Pequeño Larús: un hombre que escondía en su cuerpo gigantesco
y musculoso la memoria más completa y minuciosa de los bajos fondos de
Bogotá.”19
El segundo personaje alias Dengue, es el complemento de la delincuencia en las
calles, pues es el encargado de dotar de elementos bélicos a cualquier postor que
requiera sus servicios, en este caso Coyote es el que lo contacta en aquellos
submundos en los que se manejan una serie de artimañas callejeras antes de
adquirir cualquier elemento ilícito, y más cuando el “trabajo” es para alguien
“especial”.
El Dengue levantó las empanadas y sacó el arma de una bolsa negra que estaba en el fondo.
-Subametralladora cilíndrica, Pietro-Beretta de nueve milímetros – mordió otro 19 El Eskimal Y La Mariposa, pág. 77
bocado y continuó con su ronquera infantil -: pavonada, con cachas negras, canon de 4.8 pulgadas y una capacidad de 15 proyectiles.20
Lo anterior también obedece a la visión del mundo que el autor quiere expresar
por medio de la obra literaria, siendo así, la única manera de evidenciar una
realidad implícita en el marco de la novela, pues no podría existir otra forma de
explicar lo que sucede en la realidad de la cual se hace parte, de manera que los
personajes son parte activa del entorno, que pretende visualizar el autor como
sujeto creador.
Al llegar a este punto, es importante señalar que en la obra de Montt se expone
una trayectoria social originando una mirada crítica en cada uno de los espacios
que se posibilitan en la narración, y justificando todo lo que se quiere decir a
través de los personajes, quienes a su vez le dan un sentido a la narración y así
lograr con ello una crítica de lo que se cita en la obra. Así las cosas, es el autor
quien determina una hipótesis de sentido, teniendo en cuenta todas las
situaciones posibles que finalmente ayudan a construir su propia visión del mundo.
Por último, podría decirse que lo que se puede extraer del Eskimal Y La Mariposa,
son unas numerosas situaciones dotadas de sentido crítico y reflejadas en la
narración en cada uno de los capítulos que el autor nos expone. Es él, quien trata
de mostrarnos una problemática social, revelando su propia visión del mundo,
además de ser creador de sus propias tramas, haciendo énfasis en detalles
particulares que dan lugar a los acontecimientos que allí se mencionan y que
argumenta desde una visión generalizada por el grupo social al que representa y
que sólo se puede manifestar a través de la relación simbiótica: autor-obra.
Supo que la orden ya había sido dada. Y era cuestión de tiempo la ejecución.
-Siempre he sabido que matar es un arte –Continuó divagando don Luis-. Cosa sagrada. Jamás un medio sino nuestra aventura no tuviera lugar ni época. Y
20 Ibíd. pág 203
nuestros infiernos y paraísos fueran sólo una cara de esa cosa maravillosa que llamamos matar.21
21Ibid. pág. 237
2. La Historia entre la Realidad y La Ficción
“A la ciudad-libro hay que leerla en el tiempo y no en el espacio”, le dijo en alguna ocasión. “Mucha gente memoriza las calles y
construye mapas mentales fragmentados e inconclusos . Yo no memorizo las formas, los espacios, sino los acontecimientos”
El Eskimal Y La Mariposa Montt, Nahúm
En ocasiones la percepción que tenemos de la ciudad como escenario donde
confluyen acciones humanas, nos conlleva a ignorar relaciones de índole más
compleja que encubren la verdadera naturaleza de las cosas. Entonces, se
revelan fuerzas turbulentas que guían determinadas personalidades. Se hace
preciso, que los autores creen personajes que conozcan la naturaleza oscura de
esos inframundos y describan lo que se plasma en estos.
Así las cosas, Nahum Montt trabaja desde el personaje Pequeño Larús, un
conocimiento de un entorno hostil, dado que este personaje, conoce todo el
mundo del hampa y lo que constantemente sucede en la ciudad; es decir, desde
situaciones triviales como una riña callejera hasta la participación en la planeación
de un crimen.
La criminalidad y la planeación de hechos delictivos, aparecen desde la literatura
para citar acontecimientos que hacen parte de la memoria de una ciudad y en este
caso en El Eskimal Y la Mariposa. La ciudad también hace parte del espacio en el
que se mueven los personajes de Montt, dando lugar para que la historia, no deje
en el olvido hechos como los magnicidios vividos en el contexto socio-político de
nuestro país entre los años ochenta y noventa.
La ciudad Cosmopolita es determinante para dichos acontecimientos, pues en ella
permanecen intereses de toda índole y cuando son de poder, aparecen hechos
censurables que denotan la vileza del ser humano.
Montt hace una representación de la realidad desde la literatura. A través de la
ficción, retrata situaciones que nos conllevan a pensar en hechos de denuncia, y
que su vez, reafirman el compromiso del autor por mostrar una visión de mundo
desde su narrativa.
Esta interpretación, lleva a considerar la ficción y la historia (hechos en torno al
crimen) para sacar del anonimato a los personajes y relacionarlos con la obra
mostrando una realidad a través de la literatura,
Toda interpretación de la realidad, implica un punto de vista, por lo que la
subjetividad y la opinión son ineludibles, es así como nos concentraremos en este
capítulo, en cada una de las características que permiten ver desde la ficción, un
hecho histórico que magistralmente nos describe Montt.
En el contexto de nuestra literatura, los acontecimientos históricos plasman
diferentes situaciones desde lo cotidiano hasta la historia más compleja. En el
caso del Eskimal y la Mariposa, los oscuros intereses políticos desatan corrupción
y violencia de modo que Montt, debe comunicar al lector esta turbia naturaleza y
guiarlo para que comprenda la realidad latente.
2.1 Violencia, Realidad y Ficción
Ayer un asesino lo mató de 15 balazos de ametralladora en la cabeza. Iba para Barranquilla a declarar nuevamente su fe por la paz y en la democracia. Así lo dijo minutos antes a una radio de
Bogotá.
El Tiempo, Bogotá
Viernes 27 de Abril. 1.990
Más allá de ubicarnos en una historia oficial, debemos referenciar El Eskimal y la
mariposa en el imaginario del ciudadano común, de tal manera que sepamos
deslindar la ficción de la realidad. Así pues, la historia transcurre en ambientes que
cualquier transeúnte bogotano conoce, ha recorrido y hacen parte de su
imaginario de ciudad.
En la obra de Montt se revelan los secretos de una ciudad que creemos conocer,
donde conviven las víctimas y los victimarios de sucesos que han marcado la
historia de nuestro país y que por ser sus protagonistas están en la memoria
colectiva de los afectados por dichos sucesos. Es la ficción la que puede servir
para revivir esa memoria y sus visiones a través del actuar caótico de sus
personajes.
Aquel miércoles 25 de abril, Coyote subió al apartamento 1305 y dejó atrás el zumbido ensordecedor de la calle, sus olores a amoníaco, a pan caliente y
bazuco.
Don Luis lo recibió con su acostumbrada bata de rayas y en pantuflas. Lo hizo seguir hasta la sala y se detuvo pensativo, mientras contemplaba a través de la
ventana el lento ascenso y descenso del funicular Monserrate.22
Montt toma el concepto de ficción para representar la realidad, mostrando desde la
literatura, una verdad que se encuentra implícita y que tiende a permanecer
ignorada, sin embargo, éste hecho de citar descripciones puntuales y elementos
22 El Eskimal y La Mariposa. pág. 206
relacionados con la “verdad”, genera una serie de juicios de valor los cuales ponen
en entre dicho cómo se manipula la verdad.
Lo anterior obedece al manejo de la verdad y a la relación de ésta con la ficción y
que se manifiesta a partir de la lectura de la obra, como única forma del autor para
dar a conocer desde el arte, asuntos tan comprometedores como los que se
mencionan: “Tres o cuatro quedan apenas. Están acuartelados. Uno de ellos,
apodado chispero, fuel el Chino que mató a Bernardo Jaramillo Ossa. Al parecer,
los Palmitos están tras algo más grande.”23
De manera pues que la ficción pone en entre dicho esa “verdad” de los
acontecimientos como se ejemplifica en la cita anterior. La veracidad de la que se
habla con respecto a lo sucedido a los magnicidios cometidos en aquel momento
histórico, sólo se puede reflejar en el campo de lo artístico y que es finalmente lo
que le queda al lector.
La ficción expuesta desde la realidad de la que parte Montt, explica a través de la
narración los magnicidios, que estos no sólo trascendieron como actos violentos,
sino que también, involucró a afectados directos por la participación de grupos al
margen de la ley, como lo menciona el autor en la novela; difundiendo así una
realidad de la cooperación de la delincuencia común en los mencionados actos y
cuyo monopolio sobre dicha delincuencia, es utilizado para cometer crímenes de
la mano de fuerzas oscuras que ofician para organismos de seguridad del Estado.
Estos monopolios políticos que rigen la sociedad, demuestran los perjuicios
sociales que la trastocan, poniendo en evidencia, los resultados de la realidad
sobre una clase marginada: “Los habían llevado con todos los gastos pagados a
23 Ibid, pág 102
una finca en Santa Elena, cerca de Medellín, y durante tres meses nos entrenaron
en el uso de armas de corto y largo alcance” 24
Lo anterior no sólo hace una crítica a los hechos sociales, sino más bien lo que se
logra es cuestionar el manejo de la sociedad, que desde su propia “cultura”
histórica ha sido violentada por naturaleza. Esto conduce a que la comunidad
desarrolle conflictos de distinta índole, que como consecuencia, trae cierta
vulnerabilidad a diferentes problemáticas generadas en la delincuencia y que está
por su ignorancia termina participando de hechos violentos sin medir las
consecuencias.
Es importante rescatar el papel que juega la ciudad de Bogotá como un escenario
que nos traslada a calles caóticas y submundos que brotan desde el asfalto,
reclamando una mínima atención de lo que es su problemática. Montt escoge la
ciudad Capital como referente histórico de la realidad, para mostrar en su
narración todo lo que allí se pudo encontrar, para cometer los nombrados
magnicidios y donde se reunía todo un imperio del crimen organizado, que no sólo
refleja la cosmovisión del acto delincuencial, sino también, de la realidad social
que se maneja en la ciudad, en torno al tema de una violencia injustificable: “Lo
más selecto de la delincuencia se daba cita allí, desde raponeros, cascareros,
rasguñadoras y tomaseras, hasta sicarios de poca monta y asaltantes de bancos
entrados en la decadencia de los años”.25
La cita anterior hace una descripción de la realidad que se genera en las ciudades
Capitales, aquí la delincuencia de todo tipo actúa amañadamente y se mantiene
vigente por quienes las “alimentan” a través de las grandes esferas de la sociedad,
sumiéndolas en un círculo vicioso y que en este caso, el autor nos acerca hacia
24 El Eskimal Y La Mariposa, pág 112.
25 Ibid, pág 161.
una cosmovisión diferente de la ciudad por medio de la descripción de los
espacios en los que se mueven los personajes de la obra.
La violencia como tal asigna roles a quienes juegan su juego, tiene sus agentes, sus promotores, y sus escenarios, sus ganadores y sus perdedores, sus víctimas. En este sentido, la violencia produce diferencias. El resultado de un acto violento
es una modificación de posiciones, así sea provisoria.26
El resultado de ese entramado violento que el autor hace referencia, le permite
manejar una realidad latente, reflejada por las acciones de personajes como
Coyote, quien representa un perfil de infiltrado de los posibles “responsables” del
último magnicidio contra Carlos Pizarro, y que en la realidad de los
acontecimientos pasa inadvertido como un agente del DAS, categoría que también
maneja el autor de manera ficcionaria, logrando descripciones especificas a través
de la literatura.
Coyote ensenó la credencial. Los agentes observaron el maletín atravesar los rayos x con sus ojos cansados, vacíos, casi sin verlo. Coyote recogió el maletín y
lo apretó liviano y cálido, en la mano, como lo hacen los niños. Torpemente, tropezando un poco, caminó hasta la oficina de la aerolínea.27
Así las cosas, la ficción es utilizada para denunciar implícitamente una verdad,
reconfigurando una realidad que puede vivir en cualquier momento una
determinada sociedad y que en la obra, irradia una crítica más acertada de lo que
se conoció en su momento frente al magnicidio y la “verdad” de los hechos.
26 INZAURRALDE, Gabriel. La ciudad violenta y su memoria. Montevideo, Cnosos, 2.007. pág. 22.
27 Op. Cit, pág. 217
2.2 La verdad desde la Ficción
El rechazo escrupuloso de todo elemento ficticio no es un criterio de verdad. Puesto que el concepto de verdad es incierto y su definición integra elementos dispares y aun contradictorios, es
la verdad como objetivo univoco del texto y no solamente la presencia de elementos ficticios lo que merece, cuando se trata del género biográfico o autobiográfico, una discusión minuciosa
El Concepto de Ficción
Juan José, Saer
Montt nos expone una verdad implícita, tratada desde personajes que aparecen de
manera ficcionaria cuyos testimonios reflejan a través de la narración, confesiones
que cuestionan la desprotección de los grupos de seguridad del Estado
colombiano, frente a la conspiración política que se llevó a cabo en aquel
momento histórico y de las atrocidades cometidas contra los candidatos políticos
de nuestro país, que dejo como resultado el último magnicidio de Carlos Pizarro.
La descripción del magnicidio en la obra, demuestra como a través de la ficción el
autor logra remitirnos a la realidad de los acontecimientos que se relacionan tal y
como sucedieron las cosas, pues en la obra se ve el tratamiento que se le dio al
hecho y que apunta siempre a la verosimilitud de lo sucedido en el magnicidio del
mencionado candidato: “Se escuchó una ráfaga larga por encima de las cabezas.
Pizarro levantó su mano izquierda de manera instintiva, como si intentara detener
con ella la lluvia de balas. Su cabeza se echó hacia atrás y se estrelló contra la
ventanilla”.28
El escritor, desde el inicio de la novela, nos acerca a una realidad puntual de los
acontecimientos, utilizando la ficción en un sentido imaginario, otorgado por la
propia creación literaria, para que el lector se enfrente desde un principio a una
realidad latente, reviviendo así, a unos personajes que proyectan malevolencia al
28 El Eskimal Y La Mariposa, pág. 227
momento de enfrentar un crimen de tal magnitud y que Montt logra representar a
través de la personalidad de un personaje como Coyote.
De manera que la ficción no solo es utilizada en el campo literario para representar
la realidad, sino que en este caso, es utilizada para poner en evidencia con datos
puntuales desde la novela, detalles que se desconocían frente al magnicidio del
mencionado líder político, contrario al manto de impunidad que se empezó a
discurrir desde los mismos hechos. Pero, que en la novela logra mostrar desde la
ficción, sin alejarse, estrechando una línea con la verdad.
El primo de Jerry – y este parentesco hacia de Jerry el chivo perfecto para el siguiente trabajo – fue el sicario que mató a Bernardo Jaramillo Ossa en el
aeropuerto, pero fue Mambrú quien le proporcionó el chaleco antibalas que al final le salvó la vida. 29
En la cita anterior se logra poner en evidencia la participación de los sicarios y se
narra su accionar violento, mostrando así, cómo sucedieron las cosas en el
momento en que se efectuaron los magnicidios que aparecen descritos en la obra,
pues el solo hecho de contratar y entrenar a alguien escogido de la marginidad
social para cometer cualquier crimen, explica una visión de la realidad y de la
criminalidad.
Lo que acaba por imponerse es un gran interrogante sobre la versión oficial de aquellos hechos, e incluso de otros anteriores, como los asesinatos del ministro de
Justicia, Rodrigo Lara Bonilla, en 1.984, y del candidato y del candidato presidencial Luis Carlos Galán Sarmiento. ¿Por qué nunca se dijo que los dos jóvenes sicarios, que actuaron con un mes de intervalo en 1.990, eran primos
entre sí? ¿Por qué nadie investigó a los escoltas que indefectiblemente asesinaban a los sicarios, una vez estos alcanzaban su objetivo, en lugar de intentar capturarlos para obtener pistas sobre los autores intelectuales de los
crímenes?30
29 El Eskimal y La Mariposa, pág. 149
30 GODOY BARBOSA, Oscar. El eskimal y la mariposa , Bogotá, Hojas Universitarias, 2.007, pág. 188
Desde los mismos personajes nombrados a manera de tira cómica; Coyote y Jerry
entrelazan un mundo imaginario para llevar a cabo sus empresas delictivas.
Coyote como representante “legal” de uno de los organismos de seguridad del
Estado y Jerry escogido desde el mundo del hampa para llevar a cabo cualquier
acto delictivo, tanto el uno como el otro son descritos por el autor en situaciones
arriesgadas tomadas de la realidad sin estrechar la línea de los hechos desde la
ficción.
Coyote caminó por la llamada calle de los inmortales, rodeada por cordones de claveles rojos y blancos sembrados en los bordes para adornar las tumbas de los ex presidentes y personalidades. La luz blanca de Neón ilumina un Graffiti: “Aquí
estamos por la vida”.31
Montt va mucho más allá de la imagen del sicario y no lo deja simplemente en el
plano de lo anecdótico y la problemática que lo envuelve, sino que en este caso lo
sustrae de la propia realidad exteriorizándolo en la novela en un personaje como
Gerardo Gutiérrez alias Jerry, este es tratado desde la ficción literaria para
describir sus acciones delictivas y personales, pues de esta manera se logra
enmarcar en este caso una realidad que permite una visión más cercana de la
personalidad del homicida.
Conocido en el mundo del hampa de Medellín como “Jerry”, Gerardo Gutiérrez, el asesino de Carlos Pizarro, fue visto en el puente aéreo el miso día que mataron a Bernardo Jaramillo Ossa. Cinco detenidos en hoteles de Barranquilla y Bogotá, la
clave de la investigación Narcos y “Paras” niegan autoría.32
Por otra parte, la violencia generada en torno a los magnicidios no sólo es descrita
por el autor para poner en entre dicho una materialización de los hechos, sino que 31 El Eskimal Y La Mariposa. pág. 173.
32 El Tiempo, Primera plana, Bogotá, 28 de Abril de 1.990
también es una forma de mirar desde la literatura colombiana, el tema de la
violencia en las clases bajas de donde surge el “niño sicario” utilizado y entrenado
para fines terroristas, ya sea para el servicio del narcotráfico o delincuencia
común.
La temática del sicariato aparece desde los años ochenta con las escuelas de
sicarios que surgieron en las comunas de Medellín y son nombradas por autores
como Víctor Gaviria que muestra el ambiente familiar del sicario como el resultado
de la marginidad social y cuya problemática radica en sacar de la miseria a sus
familias. Motivo que los lleva a emprender una carrera hacia la delincuencia,
siendo esta labor la única forma para “conseguir algo en la vida”: “Jerry entendió el
mensaje y palideció. Don Luis continuó sin cambiar el tono: - De usted depende
una muerte pendeja o una heroica, si le deja algo a su familia o no le deja sino el
bonito recuerdo.”33
Lo anterior obedece al manejo que le da Montt al tema del sicariato que desde la
ficción manejada en la novela, aborda también el tema de la violencia y sus
implicaciones sociales y que no solo muestra al sicario como un estigma social
dispuesto hasta para inmolar sus vidas, sino más bien para mostrar una verdad
cruel que sirve para hacer una crítica a los actores sociales que tienen una
responsabilidad con la comunidad más marginada.
De manera pues que la literatura latinoamericana del siglo XX el tema de la
violencia es una forma, la única, de enfrentar el caos o de resolverlo
momentáneamente como lo hace Montt que evidencia la eventualidad de unos
hechos; por consiguiente se origina una “ficción de la crueldad” mencionada por
otros autores en el contexto de la novela violenta en Colombia con una temática
de las pandillas y la delincuencia común inmediata en el estilo de obras como “no
33 Op Cit, pág 187.
nacimos pa`semilla” y similares que empezaron a darle otro perfil desde la ficción
a estos temas, y donde se exploran diferentes mecanismos de la crueldad y de
tortura social como formas de lucidez y como vías de acceso al otro lado del
sentido común.
Es la novela colombiana, este laberinto de violencia, es con frecuencia, el único
hábitat donde el creador de la obra puede llegar a expresarse o
momentáneamente sustraerse al caos, asumiendo una postura activa que lo
transforma de victima a victimario, sin que parezca haber alternativas.
Significativamente gran parte de la producción novelística colombiana
inmediatamente anterior a los años ochenta y noventa del siglo pasado, puede
dividirse en dos grandes periodos, uno de la literatura en la violencia y otro en
literatura de la violencia. La primera abunda en el testimonio de las masacres
durante la guerra civil entre liberales y conservadores que comenzó con el
asesinato de Jorge Eliecer Gaitán en 1.947. El periodo de literatura partidista y
testimonial, especialmente de denuncia liberal de las matanzas conservadoras que
comienza en 1.951 y va hasta 1.960. A partir de allí se inicia una literatura que
intenta elaborar las secuelas del conflicto.
Finalmente las épocas referidas a la violencia empezó a indagar en el problema,
mostrando otro punto de vista de dicha problemática para dar un significado a la
historia anterior del país y al periodo de guerra, intentar en resumen, ofrecer desde
la ficción un origen del presente; de manera pues que la violencia siguió siendo el
trasfondo y el horizonte de buena parte de nuestros escritores y entre ellos Montt
quien reafirma este tipo de temáticas para no dejar en el olvido un tema tan
trascendental marcado por la violencia contra la clase política popular.
Este tema (el de la violencia) en su azaroso dramatismo, no puede ser indiferente a ningún intelectual colombiano. La violencia gravita sobre nuestra sensibilidad en
forma perturbadora y agresiva. Está demasiado presente para ignorarla; es demasiado cruel para no sentirla; no podemos olvidarla, vivimos bajo su atmósfera
de alucinación y terror. Ningún escritor que tenga sus dos pies hundidos en el
barro de este país puede eludirla sin traicionar su realidad más profunda pues directa o indirectamente, ha sufrido sus consecuencias.34
34 INZAURALDE, Gabriel. La ciudad violenta y su memoria. Montevideo,2.007, pág. 56
3. Montt, y la Narrativa del Sicariato
Una narrativa que da cuenta de la ciudad y sus efectos en el ser por fin llega a Colombia, cuando en otros países de América Latina ya había alcanzado sorprendentes y valiosos desarrollos.
Lo anterior no quiere decir que solo la literatura que recrea realidades narrativas urbanas es la que existe en Colombia, ni mucho menos. Otros ámbitos físicos y espirituales, como también otros momentos de la vida nacional, del pasado y del presente, son objeto para la creación literaria.
Literatura y Cultura: Narrativa colombiana del siglo XX
María Mercedes Jaramillo.
El Eskimal Y La Mariposa hace su aparición después de novelas ya conocidas
dentro del ámbito de la violencia en Colombia, como la de Víctor Gaviria con El
Pelaíto Que No Duró Nada (1992) y Alonso Salazar en No Nacimos Pa’semilla
(1990), las cuales nacieron en nuestro país “gracias” al surgimiento del
narcotráfico y su relación con la política, aparecen los relatos que se dan dentro de
estas obras con el tema de los sicarios o asesinos a sueldo, contratados por el
Cartel de Medellín, donde el lector entra en el mundo de las subculturas urbanas
de Colombia.
Es así como el tema del sicariato continúa en la novela de Montt, cuya
problemática incesante es fondo de conversación dentro de este tipo de novelas.
El autor saca del anonimato a dos personajes cuyas vidas cumplen funciones
distintas en la sociedad; Coyote y Jerry, el uno, quien trabaja para un cuerpo de
seguridad del Estado oficiando como detective y escolta de uno de los candidatos
políticos de la época, y el otro, “trabaja” para una de las bandas delincuenciales de
contraespionaje del Estado para cometer crímenes de tipo político como los que
se expresan en la obra: “-Yo fui el mejor de la promoción. El primo era bueno, pero
se aculillaba en los momentos claves. Por eso fui escogido para lo Jaramillo Ossa.
Yo era el elegido, pero a última hora Mambrú me cambió…”35
35 El Eskimal y la Mariposa, pág. 112
Desde este capítulo se pretende acercar al lector a una faceta de los sicarios en la
instancia final de su oficio, y del papel que cumplen en la obra, la cual refleja la
realidad de estos personajes, pues es desde la misma sociedad, donde se
empiezan a construir modelos de opulencia material, y donde uno de los objetivos
es entrar en la moda del consumismo que a su vez penetra en las poblaciones
marginales a través de los medios de comunicación y los modelos publicitarios
que muestran y venden la idea de escalar en un estrato social.
Lo anterior obedece a que la juventud, y en particular de los estratos bajos, para
este caso en las comunas de Medellín, los microcosmos o pequeñas sociedades,
se basan en la suntuosidad y en la adquisición de bienes materiales sobresaliendo
en el mundo delincuencial, esto indica que entre más “Profesional” en el accionar
del sicariato, más posibilidades se tiene de alcanzar estos objetivos. Así las cosas,
los jóvenes cada vez más piensan en adquirir dinero fácil prestando sus servicios
como sicarios al servicio de los narcotraficantes, justificando así sus razones para
sacar a sus familias de la miseria que habita en las casas empotradas en los
barrancos polvorientos y calles estrechas donde abunda la pobreza.
Por razones de las posibilidades que el mundo del narcotráfico brinda a las clases medias y marginales para salir de sus cotidianidades de medianía y miseria, el
mildeu del enriquecimiento fácil ha florecido en forma pertinaz y con ello toda una actitud ante la vida por parte de los comprometidos de la utilidad del narcotráfico.36
36 Op Cit. ág. 383
3.1 Jerry La Encarnación del Sicario.
El sicariato no se explica desde las nociones de atraso constitutivo, la violencia no puede remitirse tan solo a la supervivencia de estructuras sociales, políticas y culturales premodernas. Los sicarios
son también, como afirman los economistas Fabio Giraldo y Héctor López, «el reflejo, acaso más protuberante, del hedonismo, el consumo, la cultura de la imagen, la drogadicción, en una palabra,
la colonización del mundo de la vida por la modernidad».
La sicaresca colombiana
Erna, von der Walde.
Este personaje aparece en la obra en una faceta final de su “carrera” criminal, en
la que sobresalió como uno de los mejores, pero terminando como una víctima
más de quienes entran en este oficio, cuya única salida aparente es la muerte.
El narrador saca del anonimato este estilo de personajes, pues los hace partícipe
de la obra para denunciar y hacer notar el mundo en el que se encuentran
sumidos este tipo de “antihéroes” en la realidad, inmersos en una problemática
ante la mirada de una sociedad que se hace cada vez más indiferente sin buscar
una salida viable, ya sea, desde la educación u otros métodos que ayuden a
mitigar este flagelo social.
Ejemplo de dicha realidad se ve reflejado en uno de los apartes del siguiente
artículo del periódico El Tiempo donde se hace referencia al sicario que atentó
contra Carlos Pizarro y que hace parte también del contexto del Eskimal Y La
Mariposa.
Los nuevos asesinos saben que no tiene opción, Llegó el Suicidazo
Rechazados por la Sociedad que los circunda, muchos de ellos utilizan como trampolín de sus acciones diarias muestras de exclusión social, exclusión que ellos redoblan con su impenetrable lenguaje. ¨Tal vez el intermediario si tenga
Claro los conceptos políticos de izquierda o Derecha, liberal o Conservador, pero para el joven asesino el único código que existe es el de querer ser fuerte o muy
lanzado.37¨
37 El Tiempo Art, Abril 2.007
Montt continúa con la narrativa del sicariato, donde se ratifica la vida que rodea a
este tipo de personajes, y la cual refleja la realidad del sicario y su problemática
en un personaje como Jerry.
Está temática desde la obra confirma lo que ya se había dicho en un titular del
periódico en torno al tema del magnicidio contra Pizarro.
-Vamos a hablar claro. Y de lo que hablemos y de lo claro que quede nuestro asunto depende de que usted se muera hoy, mañana o pasado mañana. Porque
usted, Señor Gutiérrez, ya está muerto.
Jerry entendió el mensaje y palideció. 38
De manera pues, que el tema del sicariato forma parte de esa realidad-narrativa
que dentro de la obra fortalece la concepción que tiene el sicario, cuando entra a
hacer parte del mundo delincuencial y de los gajes que puede dejar este oficio en
la vida del criminal.
Los sicarios son arrastrados por esos mundos llenos de “grandeza”, donde
únicamente, se pueden conseguir las cosas materiales que siempre le llaman la
tención a la juventud de los estratos bajos, como los tennis de Marca, la mejor
motocicleta y la nevera No-frost para la “cucha” como lo menciona en una de sus
líneas La virgen de los sicarios (1990) de Fernando Vallejo.
Todo ese ideal de vivir hoy y morir mañana, lo sigue ratificando Jerry en la obra de
Montt, pues el narrador deja claro los pensamientos que son recurrentes en este
tipo de personajes, ya que, el interés por el dinero es claro para mejorar la vida de
sus familias; para el caso de Jerry, el dinero en ese momento no le importa
mucho, pues sus días estaban contados por el trabajo que se le avecinaba contra
Carlos Pizarro, donde recordaba la muerte de su madre y los problemas mentales
que aquejaban a su padre.
38 El Eskimal y la Mariposa, pág 187
-De usted depende una muerte pendeja o una heroica, si le deja algo a su familia o no le deja sino el bonito recuerdo.
-¿Cuál familia? – dijo con rabia contenida -. Yo sólo quiero que me devuelvan la plata que le robaron a mi vieja. 39
Jerry es reclutado de una fábrica de Tizas para tacos de billar junto a su primo,
como el resultado de la corrupción de la sociedad en contra la juventud, y
“responsable” de sus actos delictivos, pues la idea de Jerry inicialmente era
conseguir dinero fácil y rápido, para sacar adelante a su familia; motivo común de
todos los delincuentes que se dedican a esta actividad.
Toda esa corrupción social, que se empezó a originar especialmente en las
comunas de Medellín, donde estos jóvenes eran los más codiciados por los
narcotraficantes por sus condiciones sociales y económicas para llevar a cabo
asesinatos, eran reclutados y entrenados para convertirlos en una especie de
mártires de la guerra, y en este caso la guerra que se libraba por los grupos
violentos y mafias supra estatales contra los candidatos presidenciales de aquella
época: Contó que él y su primo trabajaban en una fábrica de Tizas para tacos de
billar.
-Allá llegó el pirobo de Mambrú a reclutarnos40
Es el tercer Candidato presidencial asesinado en el país en ocho meses.
Cae Pizarro: la pesadilla se repite.
Las características del crimen un sicario suicida que dispara contra su víctima delante de un centenar de personas y luego se resigna a morir bajo las balas de
los guardaespaldas.41
39 Ibíd. pág. 187
40 El Eskimal Y LA Mariposa , pág. 111
41 El Tiempo. Art, Bogotá, Viernes 27 de Abril de 1990
Este artículo hace referencia al final del sicario después de decidir participar en un
crimen de tal magnitud, el cual ratifica el autor con las descripciones que cita en la
obra acerca del personaje y su participación en el magnicidio contra Carlos
Pizarro. Los hechos se describen en la obra de una forma más detallada que
habla de la planeación y ejecución del magnicidio, en el cual se mencionan a otros
participantes, que de alguna manera fueron mencionados en su momento por los
medios de comunicación y en este caso en un periódico, que sirvió de preámbulo
al escritor para su obra, pues en ella se da cuenta de la actuación de otros entes
secretos participantes en los hechos, que finalmente utilizan a este tipo de jóvenes
sicarios los cuales terminan sacrificados, discurriendo así un manto de impunidad
frente a este tipo de hechos.
Coyote apagó el walkman y entró en el baño de atrás.
El recipiente de la basura respondía a lo dicho por don Luis: Presionó la palanca y se levantó la tapa. Puso el arma y el proveedor en el fondo de la caneca. Arrancó
varios pliegues de papel higiénico y cubrió la bolsa. Soltó la palanca y la tapa encajó perfecto al cerrar.42
Lo anterior se puede confrontar con lo citado por el autor y el articulo de la prensa
respecto a aquel suceso, donde se muestra la actuación del sicario, cuyos
movimientos calculados fueron más que la antesala de un crimen que en la
actualidad sigue siendo cuestionado en la manera de actuar del sicario en el
momento del magnicidio, pues este actuó premeditadamente y con ayuda en
contra de Carlos Pizarro, igual como había actuado su primo meses atrás en
contra de Bernardo Jaramillo, donde los dos sicarios son relativamente jóvenes y
ultimados en los sitios del crimen para no dejar cabos sueltos..
Me sentía muy rara al pensar que viajaba con alguien del M-19. En ese momento, observé que el sicario se levantó y pasó al baño de atrás. Lo raro era que el baño de adelante le quedaba más cerca. A los pocos segundos, se escuchó una ráfaga
y pensé: ¡Nos mataron!. 42 El Eskimal y La Mariposa, pág. 222.
Después varios disparos que se confundieron con los gritos de una mujer que pidió que no dispararan más.43
Finalmente la importancia de darle vida, trascendencia al crimen y la relación de
este con el tema del sicariato, en la narrativa dentro del Eskimal Y la Mariposa,
donde el autor confronta la realidad social del sicario como tal, pues a través de
Gerardo Gutiérrez alias Jerry, se dio continuidad a la indagación de una
problemática, la cual ya había sido tema en otro tipo de obras en nuestro contexto
literario como: La virgen de los sicarios. Montt trata el tema desde una realidad
más reciente, para dar cuenta de una problemática que aún continua vigente y con
preocupación en nuestra sociedad, pues en la ciudades abundan personajes como
Jerry, que de alguna manera son influenciados por una generación violenta,
escasa de valores familiares y oportunidades sociales, que los lleva a emprender
el camino de la delincuencia para trabajar como sicarios.
Quizás Jerry había soñado en encontrar otras oportunidades en su vida sin
necesidad de hacer parte de un grupo delictivo contratado para llevar a cabo
grandes magnicidios, utilizados por sus condiciones sociales para no dejar rastro
de posibles sospechosos verdaderamente responsables de dichas atrocidades,
pues el ser jóvenes y humildes los convirtió finalmente en perfiles perfectos para la
criminalidad.
Los asesinos – suicidas de José Antequera, Bernardo Jaramillo y Carlos Pizarro han accionado sus gatillos acosados por complejos dramas de descomposición
económica, social y moral, reinantes en varias barriadas colombianas, especialmente en Medellín. 44
43 El Tiempo, pág. 10A
44 El Tiempo, Abril 1990 pág. 8A
3.2 Coyote, el crimen organizado detrás de la tragedia.
El Drama del Avión de Avianca.
En ese momento, un Agente del DAS corrió hasta la cabina, pero no pudo entrar: estaba con llave. La azafata se asustó. Creyó que era un secuestrador. El hombre, con un brazalete del DAS ordenó
a la azafata que dijera al capitán que se devolviera. Habían herido a Pizarro
El Tiempo. Art, Abril de 1.990.
Con el Coyote, Montt nos muestra un perfil diferente del sicario desde la
perspectiva del crimen organizado y sus diferentes formas de actuar. Coyote,
infiltrado como agente del DAS, es utilizado para actuar en varios crímenes y
usado como uno de los instrumentos de las organizaciones secretas que
arremetieron en contra de los líderes políticos.
En la obra, se pone al descubierto todas las pericias del Coyote y que a su vez
pone de manifiesto una perspectiva más allá de los magnicidios, éste, evidencia
un perfil sicológico como sicario, quien termina sin comprender cuál fue su
verdadera posición en los hechos de los que se siente menos culpable a pesar de
haber participado en ellos.
Así las cosas, los artículos de prensa que dieron cuenta de los hechos, cuestionan
los esquemas de seguridad que acompañaba a los candidatos presidenciales en
el momento de ser asesinados, así lo refleja posteriormente el autor en la novela y
en este caso, del último atentado que acabo con la vida a Carlos Pizarro León
Gómez, en el que se utilizaron agentes del poder público y escoltas privados del
mismo candidato, pero que no fue suficiente para evitar que se llevara a cabo la
conspiración política.
Fisuras en la seguridad de Pizarro.
Escoltas formados en la ¨ley del monte¨.
Sus conclusiones preliminares advirtieron que había ciertos ´baches´ en los programas de seguridad, relacionados con algunas incompatibilidades en los
procedimientos de los cuatro escoltas del M-19 y los restantes nueve miembros del DAS y la policía que complementaban la escolta.45
Las hipótesis manejada en el anterior artículo por los periodistas de la época, las
ratifica el autor en su obra, que deja claro la infiltración de uno de los escoltas,
representado en la obra en un personaje como Coyote; que hizo parte de uno de
los esquemas de seguridad que acompañaban al entonces candidato Carlos
Pizarro, pues su participación se justifica para poder ajusticiar a los sicarios al
momento de ejecutar los crímenes.
Jerry se movió para levantar sus brazos: Coyote disparó.
Luego se escucharon otras detonaciones y Coyote vio el cuerpo de Jerry sacudirse como una descarga eléctrica. Su cara de gato se cubrió de cráteres, su
pelo recién cortado, sus ojos mirándolo fijamente con fiera exaltación 46
Coyote de mano de don Luis, empieza a planear el crimen contra Pizarro, donde
irónicamente tenía más importancia encontrar a quien sería el asesino del
candidato que tratar de evitar el magnicidio: “Tenía claro que en esos momentos
era poco importante saber quién iba a ser la siguiente víctima, sino encontrar e
incluso proteger a quien sería su verdugo”.47
Coyote a diferencia de Jerry es un sicario que actúa bajo la condición de detective
utilizándola para esconder sus planes criminales y en este caso para iniciar una
persecución contra alias Jerry radica en completar el plan delictivo de de don Luis.
45 El Tiempo, pág. 6A
46 El Eskimal y La Mariposa pág. 228
47 Ibíd. pág. 75
Tras ese arduo seguimiento. Coyote deja ver tras su personaje, el mundo
delincuencial en el que queda al descubierto la realidad de quienes hicieron parte
de aquellos submundos delincuenciales, donde se dio inicio al mencionado
magnicidio.
Don Luis, en cambio estaba más cínico que de costumbre. Bromeo en el teléfono con cada comentario de Coyote y después le hablo en clave: le dijo que el
Comandante era el ser mas escurridizo que había conocido, que habían fallado varias atenciones porque siempre cambiaba de planes a último minuto.48
De manera pues, que la verosimilitud de los hechos en la obra con aquella época,
sólo dejó sospechas en torno a la participación y a la forma de actuar de los
agentes del DAS que se vio reflejada al momento de los hechos, ingresando en
detalles en la forma de cómo el sicario actuó con suma facilidad contra su víctima.
El factor sorpresa juega un papel determinante pero Pizarro fue atacado en medio de un cerco de protección de un grupo de hombres que por lo menos debieron haber seguido con la mirada al pasajero que fue al baño del avión y que luego
salió disparando. Dijo al El tiempo un oficial de la dirección de la Policía.49
Lo que sucedió en torno a los magnicidios, dio lugar a muchas interpretaciones de
lo que se pudo haber evitado, y de posteriores hipótesis sobre la culpabilidad de
unos y otros haciendo referencia a los organismos de seguridad que estuvieron
presentes en los hechos que bifurcaron la vida del candidato. Aquí el autor, retoma
estas hipótesis justificando así la estructura narrativa de la novela, para continuar
dentro del ámbito de la llamada narrativa ¨sicaresca¨, donde la temática del sicario
y en este caso el papel que se le da en El Eskimal Y La Mariposa a personajes
como Jerry y Coyote sirven para develar las artimañas delictivas desde sus
propios submundos.
48 Ibíd. pág. 137.
49 El Tiempo, Art, 28 de Abril, pág.6A
Finalmente en El Eskimal Y la Mariposa el autor no nos acerca definitivamente al
propio contexto del sicario, sin embargo, desde estos dos personajes que
aparecen en la obra esbozan un perfil delincuencial, utilizado para cumplir un plan
delictivo. Coyote como coautor de los hechos refleja otro nivel del delincuente
camuflado en su trabajo como detective.
Lo anterior, obedece a que Montt da cuenta en su obra de una narrativa en torno
al sicariato, pero con la convicción de poner en evidencia el magnicidio de Carlos
Pizarro, demostrando así la manera de como la impunidad aún prevalece en torno
a los responsables, aunque también, es cierto que la justicia haya encontrado
culpables de los hechos materiales, porque de los autores intelectuales sólo se
sigue descorriendo un manto de impunidad.
Los crímenes de cuatro candidatos.
Solo ha concluido una investigación
En los procesos aparecen vinculados varios de los presuntos autores materiales, pero no existen pruebas contra presuntos autores intelectuales y su participación
en los magnicidios.50
50 El Tiempo. Art, pág. 7A
4. Nahum Montt y el Género policiaco
El delito es el resultado de la contradicción entre la personalidad y la sociedad, manifestación extrema y brutal del conflicto entre el ímpetu de una unidad aislada y los
intereses del colectivo.
La novela negra.
Bogomil Rainov.
Desde sus inicios, en Estados Unidos, la novela negra ha estado profundamente
ligada a procesos que la inscriben dentro lo que podría llamarse una literatura
social. Surgida en un clima de creciente violencia, enmarcado políticamente por el
consumo, transporte y elaboración de bebidas alcohólicas; por el auge de los
gangsters y la corrupción del poder a través de sus funcionarios públicos y
políticos, la novela negra termina convirtiéndose en un instrumento que refleja sin
duda alguna lo visceral de una sociedad que se retuerce, envenenada por la
descomposición social y la violencia.
El Eskimal retoma las investigaciones hechas por sus personajes, pues en las
obras de Poe, los crímenes están por fuera de una visión común de la sociedad.
La mirada investigativa del Eskimal, personaje que conlleva a revelar la corrupción
a la cual está ligada el mismo estado y sus Instituciones, se refleja en un
personaje como Coyote. Así también lo expone Poe en sus personajes.
El héroe principal de Los crímenes de la calle Morgue, es Dupin, personaje solitario y asombroso, que sin ser policía o detective privado, es capaz de hallar explicación al enigmático crimen mediante un seguro método de investigación y
deducción.51
Desde el principio de la obra se plantea la escena del crimen con la visión de un
personaje como Coyote. El narrador se adentra en lo que parece ser una típica
51 RAINOV, Bogomil. La novela negra. La Habana, Arte y Literatura, 1.978, pág. 46.
trama policiaca: el esclarecimiento del crimen de una anciana, de un secuestro y la
búsqueda de un joven asesino para avanzar luego a una serie hilada de
peripecias, las cuales desencadenan la revelación de conspiraciones en las que
aparecen involucradas todas las esferas sociales. El narrador va dejando al
descubierto a través de los personajes, una planeación de los mencionados
hechos violentos.
El cuerpo de la anciana parecía estar muy cómodo en su urna de cristales rotos. Coyote se aproximo y miro de cerca aquellas pupilas dilatadas. Tenía la boca
abierta y la punta de la lengua, que asomaba por las comisuras de los labios, esta azul e hinchada.52
Lo que se plantea en principio en la obra de Montt, es similar a la realidad del
hombre moderno, un contexto inseguro, angustiante y que no corresponde a ese
ideal de seguridad, que bajo la sociedad Victoriana intentó difundirse. Las
primeras décadas del siglo XX sirvieron para mostrarle al hombre que la
tranquilidad, cuando se vive en una ciudad moderna, sólo es posible por una feliz
coincidencia, pues el hombre moderno vive una crisis perpetua frente al
conglomerado de su creación: la cotidianidad de la urbe.
Mientras las primeras narraciones (policiales) se apoyaban en la ideología de la seguridad y eran la glorificación de la omnisciencia de los personajes encargados de velar por la seguridad de la vida Burguesa, en las novelas policiacas actuales
prima la angustia, la inseguridad de la existencia, la posibilidad de que el espanto irrumpa en cualquier momento en esta vida que transcurre aparentemente fuera
de todo peligro, y que solo por una feliz casualidad puede estar protegida.53
Lo que nos expone Montt a través de esta obra no es sólo la descripción de los
hechos que dieron lugar a los magnicidios políticos ocurridos en aquel momento
52 El Eskimal Y La Mariposa. pàg 22.
53 LUKACS, George, Significado actual del Realismo crítico en varios autores, La novela Criminal, Tusquets, Barcelona, 1.982, pág. 13.
histórico, sino también, dejar claro lo que implica en la ciudad la criminalidad
reflejada en todas las esferas sociales, y que son el resultado de una clase
dominante, que por ningún motivo dejará que cualquier persona que no sea de sus
intereses particulares, pueda hacerse acreedora a alguna clase de poder político y
social, sin el consentimiento de las “grandes Federaciones” políticas existentes
dentro de un país.
4.1 Las Instituciones del crimen
El Eskimal y la Mariposa es una visión circunstancial de los magnicidios políticos
dados en aquel contexto político colombiano, donde el país buscaba un cambio
social en beneficio de las clases marginales y que a través de personajes como
Luis Carlos Galán, veían como se encarnaba en él, un ápice de esperanza para su
calidad de vida; Infortunadamente para esas personas, la violencia cegó sus
anhelos y hoy, aún más de dos décadas después, la justicia sigue sin esclarecer el
crimen.
De manera que el autor por medio de sus personajes, hace apología a la verdad
desde el crimen, pues su personaje Coyote, le permite dilucidar de qué forma
actúan y se mueven las instituciones (federaciones) del crimen, que aparecen para
patrocinar y llevar hasta el punto de la materialización, sus proyectos criminales;
confirmando así, los fines delictivos que se proponen en las grandes ciudades,
como estrategia de la burguesía para mitigar cualquier tipo de destronación de los
poderes ya establecidos: “La delincuencia en la nueva y más reciente historia es
en esencia delincuencia burguesa, surgida no “a pesar de” la clase dominante,
sino como resultado directo del dominio de esa clase”54
La novela de Montt muestra, los elementos investigativos que también hacen
parte de un género policiaco que cada vez gana más terreno en el contexto
literario latinoamericano. La obra se da alrededor de una serie de magnicidios con
intervalos relativamente cortos, en contra de políticos y candidatos presidenciales
de la época.
La incorporación del paisaje urbano latinoamericano tiene una intención política al
momento de exponer los conflictos novelescos, ya que desde el aspecto
neopolicial, trata de mostrar un mecanismo de denuncia y reflexión sobre nuestras
54 Op Cit. pág 19.
convulsas realidades; esto es lo que demuestra constantemente Montt en la obra
para representar que es uno más de los que reclama justicia.
Los personajes citados con nombres propios, las fechas, los lugares, los titulares
de los periódicos, e incluso los programas de televisión de la época, son
elementos que sustentan y le dan verosimilitud a la historia. Pero al mismo tiempo,
la novela policiaca entra a jugar el papel de un narrador investigador que sigue los
pasos de Coyote, un escolta que esconde un oscuro pasado y presente, y
excelentes conexiones, un ser que se mueve con facilidad tanto en el mundo del
hampa como también en el medio policial y por ende en el ambiente de las
conspiraciones políticas.
La narración que se presenta desde la obra, sirve para dar cuenta de lo que
verdaderamente circula en el ambiente de las ciudades, las cuales esconden
lugares insospechados, llenos de penumbra: sitios donde los delincuentes viven
una estrecha relación con el crimen, donde existe una desconfianza fundamental
en la autoridad, instituciones sociales y la ley. Es justamente esa ausencia de
presupuestos sociales confiables, como la confianza en la labor de la policía, la
que determina el curso de los acontecimientos delictivos tal y como se menciona
dentro de la misma novela.
Cuando ya no sea útil, y la Federación empiece a presionar, será dado de baja. No será cogido con vida. Con vida y cantando lo que sabe será más peligroso que
ahora con sus bombas. No se si lo habrás notado, Coyote, pero Pablo Escobar no es más que un fusible; cuando suba mucho la temperatura y la tensión, cuando las
sobrecargas de voltaje sea inmanejables, el fusible saltará y se quemara, y nos salvaremos todos los que hemos estado hasta el cuello y serán los otros, los de la
Federación, quienes den la orden de quemar el fusible.55
Como se menciona en la cita anterior, el narrador deja claro a través de Coyote, la
intención de generar un ambiente subterfugio, de infiltración: esto gracias a que
55 El Eskimal Y La Mariposa, pàg 208.
trabaja para los organismos de seguridad del Estado, conformando así la
conspiración que se dio contra figuras políticas de la época.
En el texto de Bogomil Rainov. La novela negra, enmarca el origen de la
criminalidad desde la instituciones burguesas, las cuales pretenden de alguna
manera mantener oprimida las clases sociales, que no pertenecen a sus intereses
y las mantienen relegadas a un modelo de gobierno que solo beneficia y mantiene
a la clase social de su preferencia: “Precisamente el incremento de la delincuencia
en el modo de vida burgués ha conducido a la formación de todo un género para
reflejar el tema delictivo en la literatura.”56
Más que una obra de denuncia acerca de los magnicidios contra los políticos y
candidatos presidenciales a finales de los ochenta y principios de los noventa en
Colombia, lo que deja en evidencia Montt en El Eskimal y la Mariposa y con base
en lo que se habla en el texto de Rainov desde el punto de vista del socialismo, se
dilucida que a través de la historia se demuestra la acción conspiradora en contra
de los prospectos políticos que propugnan por los cambios sociales.
Históricamente, instituciones secretas llevaron a cabo grandes conspiraciones políticas, dejando como resultados, grandes magnicidios: “La civilización burguesa
norteamericana creo también su propio estilo original en el campo del crimen político”57
De manera que la realidad del crimen en el contexto político, es un tema manejado
desde la novela policíaca: tal es el caso del Eskimal, quien asume su rol y
demuestra a través de sus crónicas, una serie de denuncias, que sugieren una
mirada crítica de los hechos violentos surgidos en la sociedad, donde indica crear
instituciones enfocadas en diferentes maneras de concebir el crimen.
Se titulaba: “La Universidad Nacional del Crimen”. 56 Op Cit. pág. 22
57 Ibid. pág. 21
En una sociedad vulgar como la nuestra, acostumbrada a tanta masacre cotidiana carente de imaginación, se ha perdido la exquisitez del criminal primario que mata
con estilo y posee la delicadeza del artista.58
El narrador nos muestra un personaje como Coyote quien trabaja de
guardaespaldas y está presente en todos los atentados y magnicidios ya
nombrados. Es un “detective” más, con la convicción de planear y participar
directamente en los hechos, obedeciendo órdenes de organizaciones oscuras.
Coyote se mueve entre los términos de la legalidad y a la vez se sumerge en
lugares oscuros, siniestros de la ciudad y que se compara con pasajes de sitios
que nos describe las novelas de crímenes citadinos y que en la obra de Montt,
reflejan la misma temática descriptiva ambientando los crímenes.
En la novela queda claro la intención del autor por analizar una serie de
magnicidios que ocurren consecutivamente en la ciudad; así lo menciona el
Eskimal en una de sus crónicas: “Bogotá y la muerte universal”59. Desde los
mismos títulos, el narrador deja entrever una forma de crítica contra el orden
social que aparece en las ciudades, pero que en todos los momentos de la
historia, ha sido también escenario para llevar a cabo diferentes crímenes con la
participación de la sociedad y sus clases dirigentes ya establecidas: “Las
peculiaridades de la delincuencia en una época dada están determinadas en su
base por las peculiaridades del régimen social”.60
Como lo sustenta Rainov, las consecuencias de todo acto delictivo son inherentes
al ser humano y una influencia para el crimen es la sociedad; esta a su vez,
está estrechamente relacionada con sus gobernantes, de manera que para
mantener el poder es necesario realizar cualquier tipo de acción condenable. Así 58 El Eskimal Y La Mariposa, pág. 52.
59 Ibíd. pág. 68
60 Op Cit, RAINOV, Bogomil, pág. 19.
las cosas por las ansías de poder, puede llegar a desbordar los límites del orden
social, generando crímenes de Estado, donde se involucra a la misma clase
social, la cual es manipulada con diferentes intereses para ejecutar tales
crímenes.
Coyote es un personaje siniestro, utilizado para planear y llevar a cabo todos los
magnicidios sin que él dispare una sola vez contra uno de los objetivos
mencionados. Él hace parte de una de las contrataciones de la “Federación” junto
con don Luis, un personaje que aparece en la obra como el jefe de las conexiones
con las escuelas de sicarios y el encargado de realizar toda la logística criminal
para llevar a cabo los asesinatos. Coyote termina sumido en un cargo de
conciencia, en un estado de culpa y es El Eskimal quien termina escuchándolo y
evidenciando a través del narrador el testimonio de los hechos.
Y el Eskimal evitaba en lo posible hablar del otro Coyote, aquel que le había salvado la vida pero que también llegó a ser el asesino más temido de su tiempo.
Tampoco hablo de la leyenda que afirmaba que jamás bala alguna lo mataría.
Evitaba hablar de política o de cualquier cosa que pudiera relacionarse con la conspiración ocurrida en Colombia entre los abriles de 1984 y 1990, del ministro
de justicia Rodrigo Lara Bonilla y de los candidatos presidenciales Luis Carlos Galán, Bernardo Jaramillo, Carlos Pizarro, ni de los tantos muertos ilustres de
aquellos años.61
61 El Eskimal Y La Mariposa, pág. 259.
4.2 Aspectos de la novela criminal en El Eskimal Y La Mariposa
El tema de la criminalidad dado en la obra de Montt, mantiene esa línea dentro
del género negro donde se retoma desde la misma novela una trama entorno al
crimen contra los candidatos presidenciales y políticos de aquel momento y donde
el autor desarrolla a partir de allí, los aspectos que llevan a considerar la obra
dentro del manejo de una temática policiaca, la cual pretende demostrar con el
asunto de los magnicidios la verdadera participación y el papel que jugaron los
que tuvieron participación en el último hecho violento contra Carlos Pizarro que dio
lugar a posteriores investigaciones; y que desde la obra se refleja el tema policial,
pero con la convicción de criticar a partir de allí la labor como tal, que llevan a
cabo las instituciones de seguridad y el papel que juegan a favor o en contra de
una sociedad.
De manera que se podría empezar con la elección que tiene en cuenta el autor,
con la narración del crimen de una anciana como ya se mencionaba, donde la
escena del crimen da origen a toda una investigación, la cual sirve para
desencadenar a lo largo de la narración, la relación de este hecho con el
magnicidio, y donde aparece un solo autor involucrado directamente con los
hechos, pues el narrador muestra a través de un personaje como Coyote, el
desvelamiento total del crimen, enmarcado por la visión de los demás personajes.
La novela criminal supone una investigación solo en cuanto actividad encaminada a exponer, desde cualquier punto de vista, el quien, el cómo o el por qué de un
hecho, antes o después de que se produzca, y cuyo campo de acción puede ser la verdad material, la realidad social. Solo así se entiende que la novela criminal
implique siempre un proceso de investigación.62
62 DE PARGA VASQUEZ, Salvador. De La Novela Policiaca a La Novela Negra, Barcelona, Plaza y Janes.1986. pág. 13
La intención del autor en este tipo de temáticas y como característica del género
policiaco, generan dentro de esta obra una serie de acontecimientos los cuales
sustentan lo que se da en la novela criminal; Montt, empieza por una búsqueda de
la verdad que se encuentra detrás del magnicidio, donde se expone desde un
personaje como Coyote, el cual es nombrado fantasiosamente por el autor, pero
que a la vez, representa la realidad de lo sucedido, este es tomado para presentar
una forma de denuncia de unos hechos, los cuales no tomaron ninguna
importancia dentro de la realidad de la historia, pero que de alguna manera son
desvelados por el escritor dentro de la obra. ¨
- Quien a hierro mata, a hierro muere
Coyote sintió el calambre en sus dedos, apretó los puños y trató de zafarse de los cordeles que amarraban sus muñecas.63
La obra de Montt, pone en evidencia el hecho del magnicidio de Pizarro, para
hacer una denuncia social, cuyo propósito busca criticar desde la obra literaria, lo
que se dio alrededor con respecto a este magnicidio, y que va mucho más allá de
la simple visión de los hechos violentos, pues el sentido de crítica que se genera
desde la obra sustenta uno de los puntos de partida en la que está dada la novela
criminal.
El contexto de la ciudad en el que está dado la obra, hace que lo que se plantea
alrededor de la planeación y ejecución del magnicidio, nos lleve a través de la
ciudad, a un recorrido de lugares recónditos donde se desencadena”verdades”
inesperadas por parte de un personaje representado por Coyote, en la que en
cada descripción pone en entre dicho la realidad antes de cometerse un crimen.
Coyote se dirigió al centro de Bogotá, a San Victorino. Allí se podía conseguir desde un sida hasta un tanque de guerra. No existía el sentido del límite: San
63 El Eskimal Y La Mariposa, pág. 110.
Victorino era un laberinto de casetas de hojalata que extendía su dominio más allá de las cuatro manzanas y la cantidad de mercancías que allí se vendía era de una
variedad inverosímil64.
La acción esencial que aparece dentro de la novela está dada a lo largo de esta
con respecto al tema de la ciudad, Montt continua con esa línea de lo urbano
utilizada ya anteriormente desde Poe, donde el crimen esta dado en los lugares
citadinos los cuales llevan al investigador a descifrar una serie de elementos
puestos en la realidad de los acontecimientos, realidad utilizada por el escritor
para dirigir su relato en el cual siempre esta argumentando una crítica social
reflejada desde los personajes que le permite poner al descubierto verdaderas
ordenes en las que estaban sujetas las acciones de los personajes implicados en
la realidad, Pues es Coyote quien materializa un personaje involucrado
directamente con las conspiraciones políticas contra los mencionados candidatos,
como nos lo deja ver el autor al final en la obra para dejar también al descubierto
otro tipo de instituciones comprometidas en los hechos que allí se mencionan.
Lo anterior obedece a la construcción de los personajes, los cuales dejan al
descubierto diferentes visiones de mundo de los hechos cometidos, pues en la
novela criminal concebida desde la investigación, se descubre la compleja realidad
social a la que están expuestos los mismos personajes, que por sus acciones,
dentro de la misma, nos van mostrando la manera de cómo se llevo a cabo el
crimen de Pizarro y el por qué debió cometerse dicho magnicidio, las mismas
confesiones por parte de quienes actuaron en el hecho, dejan claridad en la obra,
el resultado de las grandes conspiraciones que se pueden cometer en una
sociedad.
No conocía nada más despreciable en el mundo que ellos, “los optimistas decididos”. Ellos, y se refería a los políticos, no eran más que seres de una
64 Ibíd. pág. 90
maldad vociferante, que se atribuían la misión de imponer a la fuerza su reino de ciega estupidez.65
De manera que la forma de concebir la criminalidad por parte de los personajes,
nos acercan a un realismo de los acontecimientos, los cuales retoma el narrador
para mostrar un mundo criminal organizado, para grandes conspiraciones y que
en este caso, actuó contra políticos de aquella época; es esa lucha inmersa entre
el bien y el mal percibida en los personajes, donde se le da sentido al tema
policiaco que se concibe dentro de la novela negra, en la que el autor plantea a
través de sus personajes una denuncia y una búsqueda constante de la verdad.
Finalmente, la denuncia hace parte de la novela criminal para derrotar el mal que
está inmerso y que en todo su esplendor, deja ver en la novela, desde los
magnicidios, lo que sucede en los encuentros de la ciudad, donde se planifican y
se materializan todos los hechos, de manera que el realismo dado en la obra de
Montt se encamina constantemente para manifestar una denuncia encarnada en
cada una de las historias verídicas narradas por el autor, que dan cuenta de una
realidad de los hechos, que reclaman desde la novela un esclarecimiento
absoluto.
La justicia y el orden solo se restablecen a nivel individual. Se trata de casos concretos, de crímenes determinados, y es un individuo quien ve satisfechas sus
aspiraciones de justicia.
El crimen, a su vez, es fruto de la libertad individual, en el sentido de que el individuo es potencialmente libre de delinquir o no.66
La novela criminal, de alguna manera, está expresada para poner en evidencia
esa lucha entre el bien y el mal como punto de partida, donde el detective y el
65 Ibíd. pág. 263.
66 Op, Cit. DE PARGA VASQUEZ, Salvador, pág. 19
seguimiento del criminal, que en este caso, sufre una transgresión dada en el
detective (Coyote), quien termina por ser la figura en plenitud del mal y que en su
faceta de “buen” detective al inicio de la narración, desvela como actuaron en su
momento, una serie de fachadas criminales, que acabaron con empresas políticas
de una clase social diferente, que terminaron siendo víctimas en los mencionados
magnicidios.
Por eso parece más sencillo afirmar que la novela criminal es la historia de una persecución. No importa quién sea el perseguido ni el perseguidor. Normalmente el héroe persigue al criminal, pero tampoco es extraño que sea el criminal quien
persiga al héroe.67
67 Ibíd., pág. 23.
5. La Enseñanza del Eskimal Y La Mariposa en el Aula de clase
La realidad expuesta en el Eskimal Y La Mariposa por parte del escritor
colombiano Nahum Montt, nos lleva a través de la ficción literaria a revivir una
serie de acontecimientos históricos, que se dieron en nuestros país a principios de
los noventa en torno a los crímenes políticos; como ya se ha venido mencionado a
lo largo de este trabajo, dichos acontecimientos deben mantenerse presentes en
la memoria de nuestra sociedad y por ende, tratarse como una necesidad en el
contexto educativo y que mejor manera de hacerlo, que a través de la enseñanza
de la literatura.
De manera que situar en función de la literatura, la enseñanza de la obra literaria
que tiene como uno de sus objetivos representar a través de ella, una diversidad
de culturas y expresiones artísticas; atendiendo a una serie de aspectos que se
dan en una sociedad, sin ser ajena a la realidad histórica en el arte literario.
Lo que se pretende es socializar esta obra desde la Didáctica de la literatura,
mostrando de manera concreta y creativa, despertando el interés de los
estudiantes por los autores colombianos y que no vean en el estudio de una obra
literaria como una tarea monótona y sin sentido por no tenerse un hábito de
lectura propicio.
Cualquier hablante/oyente en condiciones normales perteneciente a una
comunidad lingüística es apto para acceder a la literatura, es decir, posee las
facultades para enfrentarse a diferentes textos literarios, puesto que posee una
competencia para dicho ejercicio, o sea tiene la capacidad para entablar una
relación con la literatura.
Así las cosas, la competencia literaria es exclusiva de los mismos escritores, se
compara con la dimensión estética del ser, que está presente en las diferentes
etapas de los individuos, conjugándose con su sensibilidad hacia el mundo, la
aventura, la imaginación, la creatividad y la supremacía de absorber la realidad
por medio de los sentidos.
De manera que la competencia del profesor que es la que determina un buen
estudio y análisis de la literatura no es suficiente, puesto que la compenetración,
es decir, la sensibilidad y el estudio que haya ganado el profesor de literatura le
permite conducir una buena disposición de la enseñanza de la misma, como
también, su constante exploración de obras nuevas y desconocidas; su intención
es la de generar interés y recreación en los textos posibilitando así colocar la
literatura en el centro de las motivaciones de los estudiantes.
El Eskimal Y La Mariposa de Montt, hace parte de esa lista de obras
“desconocidas” que se dan en los autores colombianos y que no son tan
mencionados como en el caso de este autor, pero es él, quien menciona y
¨denuncia¨ a través de esta obra el tema del crimen político que aún vive en la
memoria de quienes hicieron parte de aquel momento histórico en nuestro país.
El objetivo es tratar de acercar a los estudiantes de secundaria y más
específicamente de grado Décimo, al contexto de la violencia política a partir de lo
que se vivió en aquel momento frente al tema de los magnicidios, es pues, una
forma de mantener vivos a los personajes y acontecimientos que nos brinda el
autor en su obra; el tema de la violencia en la obra literaria no significa mantener y
revivir una historia repetitiva de lo que se vive diariamente, sino mostrar como
desde la literatura y más concretamente desde El Eskimal y La Mariposa una
forma de denuncia desde el arte que es lo que nos presenta el autor.
La aplicación desde la Didáctica en el aula de clase de la obra de Montt, nos
llevaría hacia la argumentación e interpretación que pueda generar el estudio de
esta obra en los estudiantes, teniendo en cuenta la relación establecida de la
literatura y la creatividad como fundamento de aplicación y enseñanza de la
literatura.
Teniendo en cuenta la importancia del desarrollo de la lectura en los procesos de
enseñanza en los estudiantes, es pertinente enfocar este trabajo en la
construcción de modelos de aprendizaje que posibiliten una rápida aprehensión
del texto; en este caso del Eskimal Y La Mariposa.
LA IMPORTANCIA DE LA COMPRENSIÓN LECTORA
En el proceso de la comprensión lectora influyen varios factores dentro de los que
encontramos entre otros: leer, determinar el tipo de lectura seleccionada y
establecer si es explorativa o comprensiva para producir el conocimiento del texto
que se ha seleccionado. Todo este proceso está enmarcado por las siguientes
condicionantes: el tipo de texto, el lenguaje y el vocabulario sobre el que se va
edificando el vocabulario lector, las actitudes que posee un individuo hacia la
comprensión, el propósito de la lectura lo que influye directamente en la
comprensión de lo leído, el estado físico y afectivo general que condiciona la
motivación para la lectura y la comprensión de la obra.
Por tanto la compresión tal y como se concibe actualmente es un proceso a través
del cual el lector elabora un significado en su interacción con el texto, el lector
relaciona la información que el autor le presenta con la información almacenada
en su mente, este proceso de relacionar la información nueva con la antigua es el
proceso de la comprensión.
Para acercarnos al concepto de la comprensión lectora debemos saber cuales son
los componentes necesarios y los pasos a seguir para poder llegar a esta por
tanto debemos tener en cuenta que:
"Se entiende por lectura la capacidad de entender un texto escrito" (Adam y Starr,
1982).
Leer es un proceso de interacción entre el lector y el texto, proceso mediante el
cual el primero intenta satisfacer los objetivos que guían su lectura. Leer es entrar
en comunicación con los grandes pensadores de todos los tiempos. Leer es antes
que nada, establecer un diálogo con el autor, comprender sus pensamientos,
descubrir sus propósitos, hacerle preguntas y tratar de hallar las respuestas en el
texto.
Leer es también relacionar, criticar o superar las ideas expresadas; no implica,
aceptar tácitamente cualquier proposición, pero exige del que va a criticar u
ofrecer otra alternativa, una comprensión cabal de lo que está valorando o
cuestionando.
La comprensión tal, y como se concibe actualmente, es un proceso a través del
cual el lector elabora un significado en su interacción con el texto (Anderson y
Pearson, 1984).
Cuando un lector comprende lo que lee, está aprendiendo, en la medida en que su
lectura le informa, le permite acercarse al mundo de significados de un autor y le
ofrece nuevas perspectivas y opiniones sobre determinados aspectos. La lectura
nos acerca a la cultura, siempre es una contribución esencial a la cultura propia
del lector. En la lectura se da un proceso de aprendizaje no intencionado incluso
cuando se lee por placer.
En una gran variedad de contextos y situaciones, leemos con la finalidad clara de
aprender. No sólo cambian los objetivos que presiden la lectura, sino
generalmente los textos que sirven a dicha finalidad presentan unas
características específicas (estructura expositiva) y la tarea, unos requerimientos
claros, entre ellos controlar y frecuentemente demostrar que se ha aprendido.
Debemos observar si enseñamos a un alumno a leer comprensivamente y a
aprender, es decir, que pueda aprender de forma autónoma en una multiplicidad
de situaciones (éste es el objetivo fundamental de la escuela).
De esta manera se obtiene que el proceso de la lectura sea fundamental para el
aprendizaje del individuo, dado que es el mecanismo mediante el que el
estudiante explora y contextualiza diversas situaciones a su vez amplían su
conocimiento y concepción de mundo.
La actividad que se pretende plantear esta dirigida a desarrollar algunas
características del género policíaco halladas en la obra el Eskimal y la Mariposa.
Actividad:
Lectura de la obra El Eskimal y la Mariposa.
Comprensión lectora:
Con base en la lectura de la novela El Eskimal y la Mariposa responde el siguiente
cuestionario
1. ¿Qué papel desempeña el personaje de COYOTE?
2. ¿Te parece que la conducta de COYOTE es rechazable? La justificas?
Argumenta.
3. ¿Qué aspectos del capítulo II te parecieron interesantes?
4. ¿De acuerdo a lo analizado en clase sobre las características del género
policíaco, qué elementos podrías relacionar con la lectura?
5. ¿Consideras que el actuar del personaje DON LUIS se compara con la
conducta inadecuada de muchas personas? ¿Crees que las actitudes de
este personaje se originan a partir de una descomposición social?
Argumenta.
Dimensiones:
Se explorarán las dimensiones cognitivas, interpretativas y comunicativas para
dar paso a fortalecer el desarrollo integral de los estudiantes.
Cognitiva:
• Reconoce las partes del texto y conceptualiza su tema central.
Interpretativa:
• Interpreta de manera correcta las escenas y el contenido de la novela
alcanzando de esta manera la significación del texto.
Comunicativa:
• Recrea, describe y comenta los cuadros que se presentan en la novela.
Logros: Interpretar de manera adecuada los elementos del género policiaco en la
novela el Eskimal y la Mariposa.
Indicadores de logros:
• Reconoce y asimila el argumento central del texto
• Interpreta por medio del lenguaje que se maneja en la obra, los elementos
del género policiaco en la obra de Montt.
• Expone de forma verbal y escrita las características propias del género
policíaco en la obra el Eskimal y la Mariposa
CONCLUSIONES
La realidad expuesta en la literatura, conlleva a hacer una serie de planteamientos
dentro del estudio de un género novelesco. Estilo que para muchos podría estar
excluido en la llamada sociedad “moderna” y mediática, donde la juventud en la
escuela, tiende a desconocer cada vez más la importancia que encierra la obra
literaria y sus diferentes manifestaciones artísticas sin tener en cuenta que a
través de ella, se pueden alcanzar formas de pensar y asumir de mejor forma, la
realidad en la que nos encontramos inmersos. Un mundo lleno de avances
científicos, que nos dirige hacia un desenfrenado consumismo, dejando cada vez
más aislada a la sociedad.
En esta novela, los sujetos de la ciudad experimentan la violencia, dejan de
entenderse a sí mismos e incluso se transforman. En el vértigo de una violencia
silvestre se pierde una subjetividad fundada en la inmunidad y la excepción como
lo representan algunos personajes de Montt. La ciudad es un lugar de exposición,
del extravío de sí mismo, del encuentro traumático con la alteridad, y no para
formar espacios para la criminalidad, como nos lo demuestra las andanzas de un
personaje como Coyote dentro de la obra, donde éste nos lleva, para mostrarnos
una variedad de sitios desconocidos, donde la delincuencia hace carrera para la
criminalidad.
De manera que la visión del mundo utilizada en los personajes por el autor, es lo
que permite realizar finalmente, una narración objetiva frente a los hechos. Ésta
describe una realidad llena de acontecimientos reflejados en la obra literaria, una
visión de lo que se vio en la ciudad de Bogotá, pues ésta hace parte de esa
mirada hecha por el autor para dar cuenta de lo que allí se planea y se mueve
desde los submundos delincuenciales, los cuales pasan desapercibidos ante la
mirada del ciudadano común.
Esa relación entre la realidad y la ficción manejada por el autor, expone muy
concretamente una memoria de lo acontecido en la ciudad, donde se hace alusión
a la violencia histórica, alrededor de los crímenes políticos que continúan siendo
parte de la misma historia, que obliga a ser contada para que se mantenga en la
memoria de quienes aún siguen haciendo parte de ella.
De manera que la ficción no solo es utilizada en el campo literario para representar
la realidad, sino que en este caso es utilizada para poner en evidencia con datos
puntuales desde la novela, detalles que se desconocían frente al magnicidio del
mencionado líder político, contrario al manto de impunidad que se empezó a
discurrir desde los mismos hechos.
Por otro lado, la manera en que se concibe la obra, demuestra cómo se
documenta el autor desde los mismos hechos en una nueva forma de recepcionar
la obra literaria, donde las narraciones acercan al lector al testimonio individual de
los personajes que influyen de manera directa en los hechos. Coyote desde su
personaje, refleja un perfil del delincuente para pasar inadvertido en su papel de
infiltrado de la mafia en los organismos de seguridad del Estado, por tanto se
puede afirmar que es una representación más de cómo actúan estas
organizaciones para llevar a cabo sus crímenes.
De manera pues, que el tema del sicariato también forma parte de esa realidad-
narrativa que dentro de la obra fortalece la concepción que tiene el sicario cuando
entra a hacer parte del mundo delincuencial, y de los gajes que puede dejar este
oficio en la vida del sicario.
Los sicarios son arrastrados por esos mundos llenos de “grandeza”, donde
únicamente se pueden conseguir las cosas materiales que siempre le llaman la
tención a la juventud
Lo anterior se logra gracias al estilo narrativo que adopta Montt desde este tema
y la problemática social que cubre todas las esferas de la sociedad pero que ve
más afectada a los estratos bajos, esta forma de narrar lo lleva a mostrar de
alguna manera los submundos a los que pertenecen y en los que se mueven los
sicarios, dando cuenta de la realidad social en la que están envueltos también
personajes por el estilo de Jerry, quienes se desbordan precisamente hacia la
ficción en el uso deliberado de sus acciones criminales.
La manera en que se nos muestra la historia de estos crímenes políticos, nos
permite conocer un “nuevo” enfoque narrativo, donde se expone de manera
puntual la realidad de unos acontecimientos que hasta ahora no ha cobrado
verdaderos culpables, pero que al menos la literatura ha dejado la posibilidad de
denunciar aunque sea de manera implícita a los posibles responsables, gracias a
que el escritor lo refleja en la misma obra, sin dejar de mostrar la compleja
realidad social en la que rodea la historia.
De manera que el autor por medio de sus personajes, hace apología a la verdad
desde el crimen, pues su personaje Coyote, le permite dilucidar de qué forma
actúan y se mueven las instituciones (federaciones) del crimen, que aparecen para
patrocinar y llevar hasta el punto de la materialización, sus proyectos criminales;
confirmando así los fines delictivos que se proponen en las grandes ciudades
como estrategia de la burguesía.
La novela de Montt muestra, los elementos investigativos que también hacen parte
de un género policiaco que cada vez gana más terreno en el contexto literario
latinoamericano. La obra se da alrededor de una serie de magnicidios con
intervalos relativamente cortos en contra de políticos y candidatos presidenciales
de la época.
Finalmente la lectura del Eskimal y La Mariposa, es una mezcla de realidades y
acontecimientos que envuelven al lector desde diferentes campos en los que el
autor hace una profunda reflexión y una crítica social; exponiendo lo que se
llamaría una denuncia generalizada de quienes aun claman justicia.
No sólo se trata de darle importancia a los posibles culpables y continuar
recordando los hechos violentos alrededor de una tragedia, sino de no dejar en la
impunidad aunque sólo sea una denuncia a través del arte, que es lo que logra
Nahum Montt con la inclusión del género negro en su obra, donde la persecución
del criminal es obligatoria para poder dar a conocer con detalles aproximados a los
magnicidios que dan indicios de los implicados en los crímenes.
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