REPASO CORPORAL

PRINCIPALES CONCEPTOS

Arraigo: Físicamente representa el acto de pararse con los pies bien plantados sobre el suelo, descalzo, en contacto con la tierra, el hogar; sintiendo la firmeza y el sostén que proporciona al ser humano esa conexión esencial, respirando en conciencia. Espiritualmente refiere a tomar un sentimiento, una actitud positiva o algo que ayude al crecimiento, llevarlo y plantarlo en lo profundo del ser, del corazón, de tal manera que otorgue confianza, serenidad o acreciente alguna otra intención. El arraigo además para el terapeuta lo hace sentirse más real y cercano y presente al paciente, al otro. El arraigo es requisito para estar presente, para cultivar la presencia con el otro.

Bioenergética: Disciplina que estudia la personalidad humana en función de los procesos energéticos del cuerpo. La vitalidad en el cuerpo de un individuo está en consonancia con los procesos de carga y descarga, sobretodo en el representado por la respiración. La bioenergética se ayuda de posturas físicas, movimiento, sonido para cargar o descargar la energía. Cargar representa obtener energía y descargar sacar energía. Un cuerpo sobrecargado acumula o retiene energía; un cuerpo descargado expresa poca vitalidad o debilidad.

Carga y Descarga: Es el proceso mediante el cual el cuerpo convierte energía mediante la respiración, la alimentación, los sentimientos, las emociones, los pensamientos, las relaciones con el mundo, los sentidos. Esto es, una carga fluida indica vitalidad, flexibilidad que se muestran en todo el ser de la persona y en su estar en la vida. La carga se complementa con la descarga y ambas, cuando se trata de un cuerpo o estructura corporal sana (sin estructura muscular crónica), marcan un equilibrio energético entre lo que se toma y lo que se devuelve al y del exterior. Por otra parte, esta dualidad manifiesta el grado de bloqueo de energía existente en ciertas zonas corporales; así, se dice que se está cargado cuando se presenta fortaleza, salud, animosidad. En oposición, la parte o cuerpo descargados enseñan baja energía, debilidad, delgadez, mal funcionamiento, enfermedad. En bioenergética la carga y descarga se trabajan con posturas de estrés: cargar de energía se realiza el perchero; descargar, el arco, el guerrero (entre otras). Los ejercicios físicos acompañados de la respiración profunda y consciente y el sonido pretenden equilibrar la carga y descarga en una persona, tomando vitalidad al reactivar el flujo de energía corporal o sacando el exceso de energía que puede estar acumulada.

Centramiento: Es una meditación en la que enfocamos nuestra respiración a través de los movimientos de expansión y contracción de nuestro abdomen, de tal manera que el ombligo se abra y se proyecte hacia el exterior en la inhalación y se contraiga al interior en la exhalación. Cuando hacemos estos movimientos con el abdomen proyectamos visualizando, imaginando, sintiendo un enlace o una especie de cordón que sale del ombligo y se conecta con una luz al centro o delante de nosotros, dando y recibiendo energía de ese centro. Lo hacemos con arraigo, centramiento y respaldo. Representa el trabajo personal que siempre ha de realizar el terapeuta.

Pasos del Centramiento:

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1. Ombligo, 2. Micromovimientos (con cabeza), 3. Evocación (echar atrás y bajar el corazón, derretir corazón), 4. Respaldo e intención

Coraza/Armadura: Cuando el flujo de energía es bloqueado por patrones musculares fijos se denomina acorazamiento muscular. Los patrones musculares fijos resultan de una continua o constante repetición de cierta conducta que, como respuesta, el individuo ha tomado ante una situación difícil o traumática o demasiado estresante, de tal modo, que el sujeto se arma para protegerse, se acoraza para no sentir “las experiencias emotivas dolorosas y amenazantes” (Bioenergética, Lowen). Así, el individuo estructura su carácter al mismo tiempo que organiza su cuerpo de acuerdo a las vicisitudes de la vida, es decir, hay “una identidad funcional del carácter de una persona con su actitud corporal o estructura muscular” (Bioenergética, Lowen). La función de la coraza es fijar la energía no descargada pues en ella se cristalizan las resistencias del sujeto.

Cuerpo: Es el punto donde inicia el trabajo corporal. En el cuerpo se registran nuestras sensaciones, emociones, sentimientos de lo que sucede en el momento. Por medio del cuerpo nos centramos en el aquí y ahora; a través de él, la mente se fija al presente. El cuerpo es el libro que hay que aprender a leer en cada momento, lo que refresca la individualidad de la persona. Es el puente que permite el contacto interior con los movimientos de mi ser físico, de las respuestas que doy al exterior y la sabiduría más confiable para empezar mi desarrollo personal. Desde el cuerpo se obtienen las respuestas de lo que con autenticidad siento y necesito, y le indican a mi ser lo que hay que hacer para satisfacerlas.

Emoción: Es lo que se mueve en mi cuerpo, es la parte más biológica del sentimiento. En cuanto puede ser verbalizada una emoción se transforma en un sentimiento, es por eso que los animales tienen emociones pero no sentimientos. Tenemos sentimientos exagerados o desproporcionados por las circunstancias y pueden ocultar a los sentimientos disminuidos o más débiles. Los sentimientos disminuidos son difíciles de hallar, de entrar en su contacto y se somatizan más fácilmente. Entonces en lo exagerado y lo disminuido es donde trabajamos con más sospechosismo terapéutico.

Energía: Es todo lo que mueve y se presenta como el impulso, el motor, el combustible de todo lo que existe, de todo el universo. En el fondo hasta la materia más absorta, inmóvil se está moviendo a nivel subatómico y está generando energía. Nosotros tenemos energía y la manifestamos cuando estamos estables, sanos; nuestra energía fluye libremente. Obtenemos energía y descargamos energía. La cargamos de la respiración, del alimento, de lo que vemos, escuchamos, sentimos. Descargamos energía cuando nos movemos, cuando pensamos, cuando sentimos, cuando nuestro organismo tiene una actividad o realiza la descarga fisiológica de lo que no necesitamos. Energía entonces se une a respiración y cuando respiramos de manera consciente nos cargamos con efectividad, adecuadamente, porque movemos con sentido profundo todo nuestro organismo.

Estructura de Carácter: Se forma por las incidencias que se presentan en la vida del individuo según la manera como las experimenta. Sobre todo se refiere a aquellas vivencias dolorosas o traumáticas en las que el individuo reprime las emociones y los sentimientos para no sentir, de tal manera que si no fueron asimiladas conscientemente, el cuerpo las tomará para estructurarlas

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muscular y esqueléticamente; es decir, la configuración física se moldeará de acuerdo a esas tensiones crónicas adoptando tales actitudes de defensa y resistencia. Se forma principalmente en la infancia y se fija en la adolescencia, etapa en la cual se determina el tipo o Caracteriología predominante en el individuo (oral, esquizoide, sicopático, masoquista, rígido) susceptible de ser modificada.

Expansión y Contracción: Es el movimiento del universo y de todo lo que existe en él. Es la pareja de movimiento que sostiene la vida, que la recibe y la amplifica, y siempre la está recreando. Como respiración, en la expansión tomamos, nos abrimos, nos convertimos en receptáculo de aceptación a lo vital, a lo que fluye. En la contracción devolvemos y nos damos, devolvemos lo que ya no nos sirve, no nos corresponde ya y lo ofrecemos al todo para su aprovechamiento.

Lectura Corporal: Es la observación detallada de la manera en que un organismo se organiza corporalmente. Cada organismo manifiesta su historia en su estructura física y manifiesta peculiar y específicamente el modo cómo enfrenta el presente. La intención del terapeuta al realizar la lectura corporal es abrirse sin juicio, observando, luego intuyendo y haciendo hipótesis de la sensación que le da ese organismo en especial. La lectura corporal se construye con el otro, es decir, el paciente. Recordando que la palabra final no la tiene el diagnóstico del terapeuta sino la experiencia del cliente. Elementos a considerar durante la lectura corporal: patrones de respiración (si es corta, profunda, etc.), análisis por segmentos (oral, ocular, cervical, torácico, diafragmático, abdominal, pélvico), la tensión muscular, coloración de la piel, cantidad de flujo sanguíneo, asimetrías entre las partes del cuerpo, tics, cirugías, cicatrices, manchas, lunares, la rigidez o relajación del cuerpo, la comodidad de ese organismo, textura y temperatura de la piel y de las zonas del cuerpo, masa corporal (volumen y tono muscular), la voz, el vello, la postura y el movimiento de ese cuerpo en general, la sobrecarga (partes del cuerpo más grandes).

Meditación: Es una herramienta que permite centrarnos, tranquilizarnos, acompasarnos a nuestro presente, a nuestro cuerpo, a entrar en contacto con mi interior, mis sentimientos, emociones y necesidades. Por lo general se realiza con ejercicios de respiración, habiendo muchos formas y maneras de meditar.

Memoria Corporal/Muscular: El proceso y la zona a través del cual se fija una experiencia o carga emocional particular.

Movimiento: Es el paso a la acción que seguimos cuando estamos con energía. Es pasar de un estado de recepción a un estado de ejecutar. Es la expresión de la energía que tenemos y que refleja nuestra vitalidad, nuestra capacidad para desalojar, dar, devolver, poner en acción nuestra energía. El movimiento es lo que procede natural y espontánea para descargar mi energía, que se ve disminuida por creencias, rigidez muscular o las tensiones crónicas asimiladas por mi estructura de carácter, falta de vitalidad y alegría de vivir. La incapacidad de mover mi cuerpo viene de una inadecuada respiración, de una inadecuada manera de cargarme de energía y de descargarla. Puedo cargarme correctamente pero si no reflejo esa energía en mi movilidad, solamente me atascaré intoxicándome. No moverme significa endurecimiento, calcificación. Mover la energía también es tener conciencia de lo que se mueve en mi cuerpo, lo que se carga y cómo se descarga.

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Resistencia: Es la defensa que cada individuo crea y establece contra las cosas, situaciones o sentimientos y emociones que considera peligrosos, o también, son las fuerzas psíquicas que protegen a la persona de hacerse consciente de lo que percibe. Por una parte le ayudan a inhibir y por otra se vuelven contra el sujeto mismo no dejándolo ser pues en la resistencia misma se halla la lucha del impulso y el impulso mismo. El terapeuta debe recordar que la resistencia que se instala tiene una tendencia a reorganizarse o rearmarse.

Respaldo: Es la invocación que realizamos luego de arraigar y centrar, y donde pedimos la asistencia, la protección, la presencia de ese sur de luz en el que apoyamos nuestra fe. Lo traemos a nuestra espalda para sentir su protección, su respaldo.

Respiración: Es el movimiento básico que refleja la vida presentándose en dos movimientos expansión y contracción, en recibir y dar. Es nuestro enlace con la energía de vida, el prana, el universo. La respiración nos avisa en primera instancia que algo está vivo. Una respiración profunda, consciente nos dice de una gran vitalidad, de una adecuada carga de energía, de una buena circulación sanguínea y oxigenación de nuestro organismo. Una respiración pobre advierte de poca fuerza, de baja energía; de miedos, de bloqueos, de tensión muscular, de falta de conciencia y escaso contacto interior. El flujo de la vida que nos llega por el acto de respiración también nos conecta con todo el cuerpo, con sus sensaciones, sentimientos, afecciones, nos hace más conscientes de lo que sucede en nuestro interior.

Rodillo: Es un instrumento que se utiliza para cargar energía y tratar todos los segmentos corporales, particularmente los segmentos torácico y diafragmático. El procedimiento es sentarse sobre el rodillo que se encuentra acostado para calibrarlo, sintiendo su textura, su firmeza y flexibilidad; a continuación, se camina hacia delante de forma que el rodillo ruede por la espalda como apoyo hasta quedar tendido y apoyado desde la espalda alta en la región de los omóplatos y con las manos sosteniendo cervicales o brazos abiertos, ojos abiertos y respirando con profundidad y sonando. El objetivo es que la respiración fluya desde el abdomen con libertad. Se termina sosteniendo el rodillo desde atrás para que la persona poco a poco termine sentada en el suelo.

Segmento Abdominal: Los órganos que se encuentran en esta zona son los intestinos, páncreas, hígado, vesícula, riñones, estómago, vaso. Es el sector más desprotegido del ser humano. El sector abdominal tiene que ver con lo que trago y digiero, con lo que mastico, con lo que me sirve y lo que no, con asimilar y desechar. La peristálsis intestinal se relaciona con lo que sucede en el pensamiento y sentimientos. El funcionamiento sano de este sector indica buena asimilación de las experiencias afectivas además de la buena digestión física de los alimentos. Las enfermedades: disfunciones gástricas, problemas intestinales, cánceres de hígado, páncreas; diabetes, colitis, estreñimiento, colon irritable, pancreatitis. Emociones: agresión, enojo, visceralidad, miedo, estrés, angustia, ansiedad, irritabilidad. Técnicas para liberar este sector: respiración abdominal, masaje del recto abdominal en sentido de las manecillas del reloj y durante la exhalación, rodillo. Método: Se realiza el preámbulo general. Posteriormente se hace un contacto sobre el abdomen del paciente con ambas manos a la altura del ombligo para observar si hay alguna sensación interna y sin tratar de cambiar algo. Se comienza a abrir con suavidad hacia los costados del ombligo usando aceite en esta manipulación. Masaje desde donde inician las costillas hacia el

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hueso púbico en una ligera presión y llevando mano derecha abajo y mano izquierda encima. Masaje alrededor del ombligo por todo el abdomen en sentido del reloj y acompasándonos a la respiración del paciente, se presiona durante la exhalación. Luego palpando con yemas de los dedos el abdomen, con suavidad, de arriba hacia debajo de abdomen. Se hace un amasamiento desde cada lado, llevando con las palmas desde donde inicia la cintura hacia ombligo, primeramente un lado y se continúa con el otro lado. Se coloca la mano del paciente en ombligo y el terapeuta deja de tocarlo. Se acompaña con los reflejos adecuados para que el paciente contacte con sus sensaciones internas y pueda traerlas a su conciencia.

Segmento Diafragmático: Este sector tiene relación directa con la respiración a través del músculo del diafragma. El diafragma tiene forma de bóveda o de tapa y separa los segmentos abdominal y torácico, tiene una función pulsatoria que permite o no el flujo de la energía o de la respiración. Cuando no hay bloqueo en esta parte los sentimientos, las emociones y la energía fluyen desde la pelvis y el abdomen a la parte superior para ser expresados y liberados. En el diafragma se tocan el sistema nervioso central y el sistema nervioso autónomo por lo que podemos controlar el acto de respirar, haciéndolo consciente o no. Emociones: resistencia al cambio, inflexibilidad, dureza, rigidez, incapacidad para sentir, angustia, miedo, ansiedad, rabia. Enfermedades: fatiga, parálisis, debilidad o deterioro en el movimiento del diafragma, insuficiencias respiratorias, dolor de espalda, trastornos digestivos, hipo. Técnicas para liberar este sector: es un músculo de difícil acceso por lo que se trabaja con la arcada, el rodillo, la vibración trabajándola con la postura del arco, masaje en la exhalación y de pies o sentado, la respiración de fuego y todo los ejercicios de respiración, el llanto, la risa, trabajo con la voz, sonar. Método usado: La respiración reichiana. Se realiza el preámbulo para todo el trabajo con los demás segmentos. Terapeuta se pone de lado izquierdo del paciente a la altura del abdomen y realiza un reconocimiento del diafragma, con un contacto suave pero firme a lo largo y debajo de las costillas de lado a lado, para ir sintiendo el músculo, el contacto se realiza durante la exhalación. Se indica al paciente que flexione las rodillas, la espalda siempre pegada al piso, manos a los costados, ojos abiertos, y comenzar la respiración en 4 tiempos (respiración en staccato), de modo tal que la pelvis ejecute un movimiento suavemente ondulatorio en la respiración similar al ejercicio con el rodillo. El tiempo aplicado para la respiración es de 20 minutos. Terminado el lapso, hacemos la pregunta ¿cómo estás? Y acompañamos con los reflejos adecuados para incrementar la conexión del paciente con sus sensaciones, emociones y sentimientos.

Segmento Cervical: El cuello y la garganta se ubican aquí, y dentro están la vena yugular, la tiroides, las glándulas paratiroides, la arteria carótida, etc. Las funciones que se dan con esta parte tienen que ver con tragar, hablar, llorar, gritar, expresar. Emociones: llanto, enojo, reprimir la expresión, frustración, impotencia. Técnicas de liberación para este segmento: Sonidos, gritar, colgar la cabeza hacia atrás para abrir garganta, sacar lengua e inhalar por la nariz para liberar la garganta, la mandíbula y el pecho, toser. Enfermedades: Cáncer de garganta, amigdalitis, dolor de garganta, Método: se realiza el preámbulo general. Presionar en el centro de los hombros y parte trasera del cuello (nuca) y dar masaje parte trasera orejas, esternocleidomastoideo, esplenios; sostener la clavícula y el esternón, masajear, estirar y pellizcar desde trapecios (espalda) abriendo

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hasta hombros. Se aplica presión suave e intermitente a la garganta mientras el paciente hace sonidos vibratorios con la respiración. Para terminar se acompaña al paciente con los reflejos adecuados que ayuden a tener una conexión con sus sensaciones.

Segmento Ocular: Es el trabajo de desbloqueo que se realiza en el área del cráneo, región del occipucio, temporales, frente, sienes, cejas, región orbicular de los ojos, incluso oídos. Este segmento se relaciona con lo que no queremos ver, evadimos o rechazamos porque no nos gusta. Las emociones que se acumulan en este sector son preocupación, irritabilidad, confusión, enojo, agresión, depresión, desesperanza, vergüenza, timidez, terror, tristeza, cansancio. Las enfermedades en este sector son dolor de cabeza, migraña, miopía, hipermetría, ojos irritados, conjuntivitis. Técnicas para liberar: muecas exageradas, gritar, llorar, abrir exageradamente los ojos, movimiento de los ojos siguiendo una lámpara. Método: Paciente acostado, terapeuta a la cabeza del paciente. Comenzamos haciendo contacto con el paciente, toque suave con pulgares sobre frente, para sentir la energía de la persona. Se continúa abriendo frente pulgares con toque firme hacia las sienes, hasta llegar a cejas, igualmente abriendo cejas. Masaje coronilla, cabeza con shampoo, recordando abrir boca al paciente para mantener su respiración profunda y fluida. Masaje región occipital o base de la nuca que es un punto que marca Rosenberg (puntos 1 – 9) al igual que coronilla. El terapeuta debe estar atento a los cambios y movimientos corporales pues indican movimientos internos. Se pueden masajear las orejas, y pasamos al masaje abriendo cejas, lagrimales, entre sienes y rabillo de los ojos, alrededor del orbicular de los ojos con suavidad. Mejillas desde la aleta de la nariz. Cuando terminamos de cubrir los puntos de Rosenberg, frotamos nuestras palmas para obtener calor, lo aplicamos en los ojos cerrados del paciente para preparar el ejercicio con la lámpara; damos la indicación al paciente que abra sus ojos con cuidado y siga la luz de la lámpara (15 a 20 cm del paciente). El terapeuta mueve en círculos con lentitud dando tiempo a que el paciente siga y vaya estructurando sus sensaciones y emociones. Moviendo hacia arriba abajo, a los lados, notando el parpadeo, la intensidad o debilidad de la mirada, del movimiento de los ojos, la irritación, la molestia, el lagrimeo. Luego de un rato, pedimos al paciente que cierre sus ojos y conecte más con lo que está sintiendo. Dejando un momento para que se conecte con su respiración fluida y boca abierta, empezamos a preguntar qué sucede, que siente, si hay sensaciones. Acompañamos a la persona haciendo los reflejos necesarios que intensifiquen su conexión con sensaciones y emociones para que lleguen a la conciencia los sentimientos, imágenes, situaciones, etc. Si no sucede la conexión, podemos intentarlo de nuevo. Hay ocasiones que aun sin tener que usar la lámpara, la persona se conecta y no será necesario más recurso que acompañar con los reflejos necesarios.

Segmento Oral: este trabajo corporal abarca el orbicular de la boca, la mandíbula, la región muscular del piso de la boca, dientes, lengua. El sector oral se relaciona con la expresividad, la comunicación, la manifestación de ideas, pensamientos, sentimientos, emociones, la sexualidad (relación con el segmento pélvico) con el sentir y dar placer; con disfrutar los sabores de la vida. Enfermedades: afecciones dentobucales, paralisis facial, problemas en la garganta. Emociones: Lo oral tiene relación con la nutrición infantil por lo que podemos encontrar muchos recuerdos tempranos como abandono, rechazo, insatisfacción, carencia, represión del llanto, dependencia,

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asco, etc. La tensión en la mandíbula es signo de sentimientos como la rabia apelmazados ahí. Hay una fuerte conexión entre la boca y la garganta por lo que si se trabaja este sector es recomendable hacer labor en el segmento cervical. Técnicas para liberar este segmento: Muecas y expresiones exageradas, succión del dedo pulgar o la mano, morder una toalla con molares, gritar, masajear todo el segmento, masaje mentón y barbilla, provocar la arcada, apretar y relajar la mandíbula, explorar los gestos de succión, respirar por la boca, realizar el acting del gato, trabajar con movimientos de jalar, pedir, alcanzar con brazos y manos. Método: comenzamos con el preámbulo general para todo trabajo de los segmentos, contacto con el paciente, toque en la frente, masaje cabeza, orejas, nuca, cuello. Los puntos que señala Rosenberg son los orbiculares oris de la boca, mentón, la mandíbula, el músculo masetero. Continuamos con el masaje abriendo desde mentón, en el mentón, a lo largo de la mandíbula a las orejas o base del cuello, abriendo desde comisuras de los labios hacia mejillas; toque firme pero suave para indicar nuestra presencia. Masaje a lo largo de los maseteros. Masaje en el punto base del cuello atrás de la oreja. Estando siempre atento a las reacciones corporales. Dejamos descansar un poco para que la persona conecte con sus movimientos internos cerrando los ojos. Posteriormente le hacemos la indicación que comience a hacer movimientos de succión con los labios y boca. El terapeuta en este momento ya no toca permitiendo que el paciente haga el movimiento de succión. Luego de un lapso de tiempo, preguntamos como está, que es lo que siente y acompañamos en el proceso de conectarse con sus sensaciones, emociones y sentimientos, imágenes y situaciones, con los reflejos adecuados.

Segmento Pélvico: El trabajo de este sector es el más difícil y requiere una gran confianza entre terapeuta y paciente. Es un sector que solamente se trabaja hasta tiempo después. Para el trabajo con la pelvis se inicia desde lo verbal cognitivo, además de existir una relación entre los segmentos pélvico y oral, porque ambos son ubicación de orificios de entrada y salida, de placer, de sentir o no sentir; son espacios de recepción (boca y vagina). Este sector abarca la pelvis, abdomen bajo, muslos, ano, genitales, glúteos. Emociones: dolor, rabia, miedo, placer, disfrute, impotencia, vulnerabilidad, pérdida. Técnicas para liberar este segmento: Movimientos de la boca, respiración para cargar, ejercicios para abrir y cerrar las piernas, respiración reichiana (poniendo énfasis en lo pélvico, ejercicios para contraer y soltar ano y genitales, masaje cuello, golpear pelvis con suavidad, con el sacro en el suelo, masaje abdomen bajo sin tocar genitales, el rodillo, la pelota. Método: Se realiza el preámbulo inicial. Se realizan movimientos de levantar piernas, arqueando espalda con la inhalación y el cuello se mueve hacia atrás, y hacia adelante con la exhalación. Se flexionan las rodillas y se comienza un golpeteo suave de la cintura y sacro en el suelo. Se levanta pelvis, balanceando con suavidad. Se cambia de posición, el paciente se pone “a gatas”, se pone un cojín bajo el abdomen, haciendo el movimiento desde cintura, arremetiendo contra el cojín. Nuevamente acostado, pies flexionados se levanta pelvis y talones para favorecer la vibración. Se regresa la pelvis al suelo y se apoya con masaje en el cuello. Se acompaña con los reflejos adecuados para permitir el contacto del paciente con sus sensaciones.

Segmento Torácico: En este segmento tenemos dos funciones principales a saber, la respiración torácica y la respiración diafragmática. Emociones: Este sector tiene que ver con la

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autoprotección, la alegría, compasión, confianza, autoestima, orgullo, el hacer, expresar, sentir. Aquí se encuentran los pulmones y el corazón protegidos por las costillas; el corazón tiene su extensión en los brazos y las manos; el timo, espalda alta. El corazón es el centro de la vida, de los sentimientos; es el músculo que recibe y da la vida, la reparte bombeando la sangre, el oxígeno. La rigidez del pecho señala defensa frente a las emociones, se cierra el corazón para protegerlo. El pecho hundido indica subcarga y se relaciona con la privación en la etapa infantil. Existe una relación estrecha de este sector con el ocular, puesto que los ojos expresan el contacto con los demás y con el interior, cerrar o desviar la mirada es una manera de retirarse del corazón. En cambio sostenerla con el corazón abierto indica plena confianza en lo que se siente interiormente. Enfermedades: problemas cardiacos, cáncer de pulmón, problemas respiratorios, arritmias, taquicardia, hipertensión. Técnicas para liberar: Masaje musculatura del pecho en los pectorales, intercostales, en manos y brazos, punto debajo de la clavícula; con ejercicios de respiración que flexibilicen la respiración abriendo el pecho y juntando omóplatos los brazos extendidos para pedir y dar; la postura de arco, el rodillo, golpear con puños, exprimir una toalla, apoyar la inhalación (cuando el pecho está subcargado), apoyar la exhalación (cuando el pecho es de barril). Método: Paciente acostado, terapeuta al frente cabeza. Se realiza el preámbulo general. Masaje en los puntos de las clavículas, presión suave esternón en círculos pequeños. Empujando pecho con suavidad y pidiendo al paciente que inhale profundamente y exhale con sonido todo. Presión del esternón donde comienzan las costillas. Masaje en los intercostales, debajo de axilas, hay una presión firme en esta zona. Trabajo en los brazos abriendo desde hombros con pulgares, recorriendo todo el brazo hasta manos. Se retira el terapeuta y deja contactar al paciente un momento; pregunta cómo está, que sucede. Y acompañamos en el proceso de concientización al paciente, con los reflejos adecuados.

Sentimiento: Es la voz de la necesidad que se presenta luego de contactar con la sensación del cuerpo. Es de suma importancia su aparición dentro de la terapia pues nos indica que sucede en ese momento con el tema que trabaja la persona. El paso siguiente que se liga a la aparición del sentimiento a la conciencia es saber que desea hacer el paciente con su tema. Hay 5 sentimientos básicos: Miedo, Afecto-Amor, Tristeza, Enojo, Alegría. Y hay también sentimientos aprendidos por cultura, familiar, moral, creencias, etc. Estos detienen el crecimiento de la persona cuando aparecen en el trabajo terapéutico hay que detenernos para ir de nuevo a la sensación y descubrir el sentimiento real. Existen también los sentimientos existenciales: Amor, Paz, Soledad, Angustia Existencial.

Sentir: Es implicarme en algo y avocarme al presente, a lo que existe y hay. Es acercarme a la información que mi cuerpo me da acerca de mis sensaciones, emociones y sentimientos, de tal manera que poco a poco me lleva a descubrir mi necesidad, lo que necesito y lo que tengo que hacer para satisfacer esa necesidad. Saber qué siento y qué necesito me garantiza y me lleva a la felicidad. Entonces el camino que recorro es: Sensación-Sentimiento-Necesidad-Acción. Centrarme demasiado en la acción me lleva a un puro trabajo intelectual que es lo que efectúa el Couching, pues se centra en la voluntad. Nuestro trabajo se centra en las sensaciones del cuerpo.

Síntoma: Es la molestia, el dolor, la enfermedad que aparece en el plano corporal y que indica que algo no resuelto en la mente o en la conciencia ya se concretó en el terreno de lo físico.

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Sonido/Sonar: Nos hace liberar la caja torácica cuando exhalamos con sonido, hacemos vibrar nuestra garganta, acentuamos la respiración haciéndola más profunda, y el sonido nos ayuda a vibrar más. El sonido con vibración es descarga de energía. Cuando hago con conciencia la exhalación con sonido obtengo más información de mí mismo.

Tensión Muscular Crónica: Zona muscular que se mantiene crónicamente rígida al servicio de la resistencia o de una represión o material reprimido. Se forma por una experiencia o pauta psicológica que tiene un impacto físico, surgiendo una creencia que causa una manera que determina cómo se organiza o se estructura el cuerpo. Es un bloqueo energético que si no se resuelve a tiempo se hace crónico.

Vegetoterapia Caracteroanalítica: Refiere a la terapia que aplicaba Reich se basa en lo principio del trabajo sobre el sistema nervioso simpático que es parte del sistema nervioso autónomo, y cede de las emociones y lo que no ocurre a voluntad del hombre. En el simpático se encuentran las emociones que causan una contracción en el cuerpo, es decir, ante una situación traumática el cuerpo se cierra y causa una emoción de desagrado o podemos decir, negativa. Al contrario, en el sistema nervioso parasimpático se emite la señal opuesta ante una situación de placer, el cuerpo se expande. Justamente por eso Reich llamaba de ese modo a su terapia porque hacía alusión al sector nervioso vegetativo o autónomo que no puede controlarse de manera consciente. En la vegetoterapia caracteroanalítica Reich sometía al paciente a ejercicios de respiración profunda acostados, aplicaba alguna presión o masaje para obtener mayor liberación y contacto del paciente con sus movimientos internos.

Vibración: Es mover, agitar, dejar fluir, dejar que transcurra un sonido, energía, sensaciones. Es un acto de limpieza. Es la apertura a dejar ser algo en mi cuerpo; es estar sin resistir y a soltarse a lo que tiene que expresarse, salir. Es también una evidencia de la cooperación de mi cuerpo, a la actitud interior de desear sanar, mover; a respirar con libertad y profundidad.

Posturas

Arraigo posición general:

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Arraigo variación puños en la espalda baja:

Arraigo variación en un pie y con mano alzada, otro pie y la otra mano alzada:

Perchero:

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Arco:

Arco con ayuda de otro, se toma de la mano y asumo la posición de bailarina de ballet:

Como perchero pero el otro me toma de ambas manos y me jala hacia adelante haciendo que mis omóplatos se peguen derritiendo corazón.

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Como perchero pero el otro me toma de ambas manos y me jala hacia atrás haciendo que mis omóplatos se peguen derritiendo corazón.

Clavado:

Guerrero:

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Variación guerrero manos al cielo:

Ranita:

Variación Perchero manos tocando suelo:

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Acostado boca arriba, manos a los costados levantar pies al cielo.

Respiración 8 y 10 puntos: 8 Puntos 10 Puntos

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1 2 5 6 1 2 6 7

3 8

3 4 7 8 4 5 9 10