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ADMINISTRACIÓN LÍRICO-DRAMAtlCA EL TEATRO -COLECCION DE OBRAS DRAMÁTICAS Y LIRICAS 10452 a SI» i 1 icií M í Jj FANTASÍA COMÍCO-LÍRICA EN ÜN ACTO Y CINCO CUADROS, EN PROSA Y VERSO ORIGINAL DE GABRIEL MERINO Y CELSO LUCIO MÚSICA DEL MAESTRO JOAQUÍN VALVERDE (HIJO) -^i MADRID HIJOS DE E. HIDALGO Mayor, 16, entresuelo FLOEENCIO FISCOWICH Pozas, 2, segundo 1808

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  • ADMINISTRACIÓN LÍRICO-DRAMAtlCA

    EL TEATRO -COLECCION DE OBRAS DRAMÁTICAS Y LIRICAS

    10452

    a SI» i 1 icií M í JjFANTASÍA COMÍCO-LÍRICA

    EN ÜN ACTO Y CINCO CUADROS, EN PROSA Y VERSO

    ORIGINAL DE

    GABRIEL MERINO Y CELSO LUCIO

    MÚSICA DEL MAESTRO

    JOAQUÍN VALVERDE (HIJO)

    —-^i

    MADRIDHIJOS DE E. HIDALGO

    Mayor, 16, entresuelo

    FLOEENCIO FISCOWICHPozas, 2, segundo

    1808

  • EL SUEÑO DE UNA NOCHE DE VERANO

  • Esta obra es propiedad de sus autores y nadie po-drá, sin su permiso, reimprimirla ni representarla

    en España y sus posesiones de Ultramar, ni en lospaíses con quienes haya celebrados ó se celebren enadelante tratados internacionales de propiedad in-

    telectual.

    Los autores se reservan el derecho de traducción.

    Los comisionados de las galerías de los señores HI-JOS DE E. HIDALGO y FLORENCIO FISCOWICH,son los encargados exclusivamente de conceder ó ne-

    gar el permiso de representación y del cobro de losderechos de propiedad.

    Queda hecho el depósito que marca la ley.

  • . al M iiMI M ÍEIIMFANTASIA GÓMIGO-LIRIGA

    EN UN ACTO Y CINCO CUADROS

    en prosa y verso, original de

    GABRIEL MERINO Y CELSO LUCIO

    música del ^nuestro

    JOAQUÍN VALVERDE CHIJO)

    Estrenada con extraordinario éxito en el TEATRO ELDORADO, de

    Madrid, la noche del 2 de Agosto de 1898

    MADRIDVelasco impresor. Marqués de Santa Ana, íO

    Teléfono número SS'

    18G8

  • Digitized by the Internet Archive

    in2014

    https://archive.org/details/elsuenodeunanoch3541 valv

  • REPARTO

    PEESONAJES ACTOBSS

    Prólogo

    AQUILINO PERENCEJO Sr. Rodríguez.

    Cuadro primero—El Hada del tiempo

    EL VERANO Srta. Díaz (Coral).LA PRIMAVERA Matrás.EL INVIERNO Méndez.JEL OTOÑO Espinosa.AQUILINO Sr. Rodríguez.

    Vendimiadorasf flores^ bañistaSy señoritas abrigadas, etc.

    Cuadro segundo.—A defenderse

    EL VERANO Srta. Díaz (Coral).EL ABANICO Sra. Romero.EL ARLEQUIN Matrás.LA PETRA Romero.AQUILINO... ) ^UNO QUE SE QUEDA í Rodríguez.

    UNO QUE SE VA Iglesias.EL QUITASOL García.UN COCHERO Rodríguez.UN MAYORAL Fuentes.CONDUCTOR ELÉCTRICO Barraycoa.CHICAS FRESCAS \HORCHATERAS

    ( ^T no T^-o X A A -n-r. a ti A ) ^ORO DE SEÑORAS.LOS DE LA GARRAFA íLOS INGLESES J

  • Cuadro tercero.—A divertirseCLAEITA Sea. MatrásENCARNACION Correa.LA JUANA DÍAZ (M.)LA PEPA DÍAZ (Carmen)NIÑA 1.^ Plana.IDEM 2.* Tornos.FELIPIN Se. Barraycoa.PEREZ RuiLOA.JULIO FüENTES.MANOLO Soler.EL SR. JUAN Las Santas^POLLO 1.° Iglesias.IDEM 2° Martínez.CAMARERO 1.° Abejar.IDEM 2.° Miñona.UN FOTOGRAFO Candela.

    Parroquianos.— Coro general

    Cuadro cuarto.—Los frescos

    EL VERANO Srta. Díaz (Coral)..LA DE SAN ANTONIO Matrás.LA DE SAN JUAN Méndez.LA DE SAN LORENZO Espinosa.LA DE LA PALOMA Romero.CELEDONIO I ^AQUILINO RODEIGÜEZ.

    CRISPIN Fuente».

    El derecho de reproducir los materiales de orquesta de esta

    obra pertenece á D. Florencio Fiscowich, á quien dirigirán

    eus pedidos las empresas teatrales que deseen ponerla

    escena.

    f

  • ACTO ÚNICO

    PRÓLOGO

    Telón corto de selva: en la izquierda un banco de piedra

    ESCENA PRIMERA

    AQUILINO. Tipo muy dorrotado, gabrn raído y sombrero de clac.Sale por la derecha y se dirige al público saludando

    Servidorito: Aquilino Perencejo y Más... ymás... me valiera no haber nacido para lle-var la vida que llevo, (pausa.) ¡Qué inviernohe pasado tan crudo!... Toma y tan crudo;¡sin tropezar con un cocido! Y gracias á queyo conozeo muy buena gente y me vistopor donativos de mis relaciones. Sin andarmás lejos, este terno que gasto, pantalón,gabán y sombrero, procede de tres persona-jes. El sombrero, que es de etiqueta, (Ha-ciendo saltar el clac.) me lo regaló un ex minis-tro porque tenía flojos los muelles; el pan-talón es de un chico de la mayoría que sequedó corto, y el gabán lo heredé del sub-secretario de un ministerio que le venía an-cho, (pausa.) Así que el exterior menos mal,pero... ¿el interior?... ¡El interior desalquila-

    do completamente!... ¡Me río yo del «estó-mago artificial»! Pero en fin, ya pasó el in-vierno con su café caliente y sus chuletasde huerta y sus buñolerías para dormir un

  • rato á última hora... Ya estamos en verano,y lo primero que he hecho es mudarme decasa. Yo vivía en la calle de Alcalá, en laPresidencia... en la garita de la izquierda,según se sube. Allí he pasado muchas no-ches en unión de otros capitalistas comoyo... hasta que el Gobierno acordó quitarlas garitas, y es claro, sobrevino el deshau-cío. ¿Que porque las quitaron? Porque to-dos los sucesos graves y todos los conflictosnos pillaban dormidos en la Presidenciadel Consejo de Ministros... y eso... franca-mente, hacía muy mal efecto en el país.Arrojado de la Presidencia me bajé al ban-co; al banco segundo de la izquierda quehay en este paseo, y aquí tengo el gusto deofrecer á ustedes su nuevo domicilio. De laPresidencia al Banco... lo mismo que lospolíticos, buscando los mejores sitios paradescansar, (pausa. Transicióo.) Lo que me faltaahora es quien me proteja este verano, por-que siempre no he de vivir pendiente delhado... ¡Helado ya me he pasado todo el in-vierno!... Ahora debía ser un hada la queme protegiera; el Hada del verano... Eso es;el hada... helada ó del tiempo... el caso esque quisiera ayudarme á pasar la estación...Ea... (Bosteza.) á dormir. (Se sienta en el banco.)¡Si yo supiera donde encontrarlal Porqueexiste, no cabe duda; y son cuatro, las cua-tro Estaciones; yo las he visto retratadas conpámpanos y espigas... ¡Y por cierto que songuapas! ¡Vaya si son guapas! ¡Si yo pillarala del verano, valiente veranito iba á pasar!(confusamente como dominado por el sueño.) Cadacosa en su sitio... ¡5^ á dormir! (se quita ei Eom-brero y lo coloca boca arriba bajo el banco; se quila

    la corbata y la arroja dentro del sombrero. Después se

    tiende en el banco.) ¡El hada del verano!... ¡El...hada!... (Se queda dormido.)

  • CUADRO PfilMERO

    EL HADA DEL TIEMPODecoración alegórica con atributos de las diferentes estaciones del

    año. En el fundo un calendario americano con cubierta practica-

    ble, al cromo.

    ESCENA II

    LA PRIMAVERA, EL INVIERNO, EL OTOÑO y el CORO DE SE-ÑORAS dividido en ties grupos, que representan respectivamentelas estaciones citadas. Al hacerse la mutación aparecen todas las

    figuras artísticamente colocadas para el mejor efecto del cuadro

    Música

    Tiples y i Ya se acercan los rigoresCoro j de la próxima estación,

    y ya empiezan á sentirselos efectos del calor.

    Nuestro reino ha terminadoy es forzoso dimitir;el verano ya se encuentraimpaciente por salir.

    Tiples Cada una de nosotrasha cumplido su misión,y á la fuga nos obligala llegada del calor.

    (Avanza la Primavera y el grupo de coristas que la

    acompaña.)

    Prím. Soy la estación del añomás deliciosa;la de más atractivos,la más hermosa;la que con dulce anhelosiempre se espera;la estación de las flores...¡la Primavera!

    (Avanza el Otoño y su gente.)

  • — 10 —Otoño Para alegre la mía,

    porque imaginoque no hay otra alegríaque la del vino;

    y yo creo, señores,que nadie dudade que siempre en Otoñose entra por uvas.

    Inv, Yo voy siempre abrigaditay me gusta presumir,porque tengo admiradoresque van siempre tras de mí.Y con tantos partidarios,bien se puede asegurarque la raza de los frescoses la raza universal.

    Yo traigo la lumbre.Prim. Yo traigo la flor.Otoño Yo traigo en el vino

    la dicha mayor.Inv. yo soy la más rica.Prim. Yo soy la mejor.Otoño Yo doy energía

    y vida y calor.Unas ¡No, señor!Otras ¡Sí, señor!

    (Disputan y prodúcese confusión, á que pone término

    el sonido de una campana chinesca. En este momento

    levántase la cubierta del calendario y aparece la hoja

    del 21 DE JUNIO en gran tamaño. Todas quedan sus-pensas. Pansa.)

    Todas El tiempo ya anunciaque la hora sonó;doblemos la hoja

    y que entre el calor.(Se acercan al calendario y arrancan la hoja, apare^

    ciendo el Verano y un grupo de «chicas frescas», que^

    saltan a escena con gran algazara.)

  • — 11 —

    ESCENA III

    DICHAS, el VERANO y las CHICAS

    Ver. Salud, amigas mías;de nuevo aquí estoy ya;termina mi destierroy empiezo á funcionar.

    Coro Te saludamoscon efusión.¡Viva el Estío!

    Viva el calor!Ver. Ya hacía falta

    que yo llegase;

    y este año tengonuevo vigor,porque las cosasque nos sucedendeben tomarsecon gran calor.

    Todas Tiene razón,es la verdad,que no pueden tomarsecon frialdad

    .

    Ver. Represento la energía,

    y la vida y el calor,

    y no hay duda que, del año,,mi estación es la mejor.Las pasiones se enardecená mi impulso abrasador,y se aumentan en veranolas conquistas del amor.Soy la estación alegrede las verbenas,

    ^ brotan á mi pasolas azucenas.

    A mi lado, en el mundono hay sinsabores;tíaigo ardor, energía,

    luz y colores.Mi tiempo es siempre heraldo»del buen humor.

  • — 1-2 —¡Todo renace y vivecon el calor!Representa la energía,

    ^ y la vida 3^ el calor,l etc., etc.

    Esa es la vida:lucha incesante,afán constante,ruda labor;sol que se nubla,breve contento.¡Luz que un momentonos dió calor!

    ^

    Ver. Bueno, compañeras, os abandono como to-dos los años.

    Inv. ¿y dónde piensas establecerte?Ver. Aun no lo tengo decidido, pero iré á España

    probablemente.Prim. De allí vengo yo. Aquello es muy hermoso.Inv. ¡Ah, ya lo creo! En Andalucía me paso yo

    mis tres meses tan ricamente.Ver. Yo he estado varias temporadas en las cos-

    tas, y se pasa mu}' bien.Prim. Oye, compañera; te aconsejo que este año

    no vayas á las costas.Ver. ¿Por qué?Prim. Por que .. te podrían cargcrr las costas.Ver. Bueno, pues entonces iré a Madrid.l^'v. No me hables de Madrid; aquellos cambios

    de temperatura son inaguantables.Ver. Pues precisamente por eso no saldrá mu-

    cha gente de Madrid, jpor los cambios!Pero en fin, ya os avisaré lo que decida; enmarcha, pues, y hasta la vuelta. (Medio mutis.Golpes y rumores dentro.)

    PkiM. ^;Llaman? (Haciendo mutis por la primera iz-qiñerda.)

    Ver. ¿Quién es?Prim. (saliendo.) Un hombre que se empeña en en-

    trar.

    Todas ¿Un hombre? (con extrañeza y alegría )

    Las cuatroCoro

    Todas

  • — 13 —Tiples Que pase inmediatamente.Unas ¡Un hombre!Otras jQllé gusto! (Algazara entre ella.)Tiples ¡Silencio!

    Prim. Aquí está, ¿puede pasar?

    ESCENA IV

    dichas y AQUILINO, que se detiene á la entrada

    Aquil. Un poco deteriorado, pero... ¿verdad quepuedo pasar todavía?

    Tiples Adelante.

    Aquil . Saludo á ustedes con el mayor respete(¡Ellas son! ¡Lo mismo que yo las había so-ñado!)

    Prim. ¿Q^é desea?Aquil. Vengo buscándolas á ustedes; mejor dicha,

    á quien yo busco es al Verano.Ver. Yo soy. (Adelantándose.)Aquil . ¿Usted? (¡Valiente veranito se nos presenta!)Ver. ¿En qué puedo servirle?Aquil. ¡Anda!... en muchas cosas; yo necesito que

    usted me proteja; su época comienza ahoraprecisamente, y yo estoy al caer; de modoque si usted no me ayuda y me tiende unamano protectora, ¡entonces sí que me hecaído!

    Ver. ¿Cómo?Aquil. Que á mí no me queda ya quien me favo-

    rezca, ni quien me aconseje... (conmoviéndose.)*¡ni quien me convide!

    Todas ¡PobrecillolAquil. (Parece que se van enterneciendo. ¡Duro^.

    Aquilino!) (aUo y sollozando cómicamente.) Sí,,

    señora, yo soy muy desgraciado; ¡el núme-ro uno de los desgraciados!

    Pkim. ¿El número uno?Aquil. Mi existencia constituye un problema eter-

    no y me he pasado la vida haciendo núme-ros. De chico, fui factor en una Compañíade ferrocarriles; quebró la Compañía y defactor simple pa^é á quebrado. Viéndome solo-

  • — 14 —y sin apo3^o como un cero á la izquierda^ pen-

    en sumar afecciones y me casé. ¿Y quéconseguí? Restarme las simpatías de todo elmundo, porque mi mujer se multiplicaba contanta frecuencia, que me dividió. ¡Y aquí en-tra la geometría! Empecé á tirar lineas á versi podía salir de aqu^^^l círculo vicioso en queme había metido, pero mi mujer, que no letiraban las ciencias exactas^ me tiró un díaun pisapapeles que era un triángulo equilá-tero, y me levantó en salva sea la parte (Lacabeza.) un poUgono irregular.

    Ver. Bueuo, pues basta de matemáticas. ¿A quéha venido usted aquí?

    J\quil. Pues á ofrecerme á usted incondicional-mente á cambio de su protección. Si me laconcede, yo la acompaño á usted á Madrid,la enseño todo lo que hay que enseñar,le hago conocer las armas que contra ustedemplean sus enemigos, la llevo á los sitiosen que puede disfrutarse, la presento á al-guno de sus más ñeles partidarios, etc., etc.Es favor que espera merecer de la recono-cida bondad del Verano, su ardiente admi-rador y afectísimo amigo. Aquilino Peren-Cejo y Más. (Figura rubricar en la atmósfera.)

    Inv. El tipo es bien original.Ver. (a las demás.) Qué OS parece, compañeras, ¿la

    llevo?

    Prim. Sí, llévatelo.-Otoño ¡Pobrecillo!Inv. Si se porta bien le protejes.Prím, y si no, le largas un tabardillo y en paz.Ver. Pues acepto tu compañía, (a Aquilino.)Aquil. Ya sabía yo que el Verano había de dis-

    pensarme una acogida calurosa.Ver. ¡a Madrid! (Medio mutis.)Aquil. Pero... ¿va usted á ir con esa ropita?Ver. ¿Qué? ¿Voy mal?Aquil. No, pero si se presenta usté así de golpe...

    ¡va á apretar mucho el calor!...Ver. Pescuida, tengo equipaje de sobra.Prim. ¡Buen viaje!OioÑo ¡Buena suerte!

  • Inv . Cuide usted bien a las niñas que va ustedde jefe de familia.

    Aquil. De lo que voy es de jefe de Estación. (Dandoel brazo al Verano.)

    Ver. ¡Paso al VeranolAquil. jA Madrid!

    Unas ¡Adiós!Otras Hasta la vista. (muIís izquierda. Todas les acompa-

    ñan hasta la salida.)

    MUTACiomr

    CUADRO SEGUNDO

    A DEFENDERSETelón corto de calle

    ESCENA V

    UNO que se va y OTRO que se queda

    Uno Le digo á usted que es insoportable. Coneste calor no hay quien viva.

    Otro Amigo mío, para eso está el Manzanares consus aguas cristalinas y frescas.

    Uno No, desengáñese usted, para eso está el mar,la playa, la ola... Aquello es un encanto; porla mañana, la brisa húmeda: por la tarde,la húmeda brisa, y por la noche...

    Otro ¡Por la noche un reuma atroz! Eso sin con-tar otras cosas; los casiniios, por ejemplo.

    Uno y la resaca.Otro Que viene á ser lo mismo.Uno Como que se va uno metiendo sin notarlo...Otro Y sale usted medio ahogado.Uno y sin una j)eseta.Otro Pues yo, en Madrid me f][uedo.Uno Yo no puedo vivir sin ir á la playa. Se ve

    allí cada mujer ..

  • — 16 —Otro No me hable usted. Esa es precisamente la

    causa de que no vuelva yo al mar.Uno {Hola!... ¿Una aventurilla?...Otro Y buena. Figúrese usted que una vez estaba

    yo en el Sardinero, y todos los días á lasonce se bañaba una mujer guapísima. ¡Vayauna cara y vaya unos contornos y vayaunos jugueteos que se traía en el agua! Lle-vaba ella un trajecito corto, ceñidito, provo-cador... y yo, ya puede usted figurarse...

    Uno Sí, usted de punto.Otro Eso es, ¡de punto faerte allí todas las maña-

    nasl Aquella señora daba coles, hacía plan -

    chas... en fin, que nadaba más que una an-guila. Yo, que he sido siempre algo trucha,me lancé una mañana detrás de ella... ¡peroque con las intenciones de un torpedero! Meacerco, y la sorprendo haciendo una plan-cha en esta posturita. (imitando una plancha.)No hago más que acercarme, y la digo porlo bajo, dedicándole una sonrisa irresistible:«¡Qué plancha, señorita, qué plancha'...» (Enotro tono.) ¡Y qué plancha, amigo mío, la quehice yol

    Uno ¿Cómo?Otro Dos puñetazos en el cogote. ¡El marido de

    la anguila, que andaba por allí vigilando lascostas! Quicio salvarme á nado, y él echadetras de mí para darme caza; (Mucha acción.)seguimos mar adentro, yo, nada que nada, yél... ¡nada! .. que nada más que yo, y me lar-ga un tercer puñetazo que me estropea lamáquina. Sigo nadando, con averías, hastaque, cansado y jadeante, empiezo á haceragua. Me tragué lo menos cinco litros. Y átodo esto, el tío sin cansarse y largando tela.(Acción de pegar.) ¡Aquello era un destróyer!Afortunadamente pasó por allí una lanchade pescar atún, y él tuvo miedo y viró enredondo para que no le pescaran. En estome divisan los del atún y empiezan á gritar:«¡Aquí hay uno!» Me dejé pescar, y me re-molcaron hasta la playa. Desde entonces,juré no volver á meterme en el mar, ni

  • — 17 —comer atún, ni fiarme de las que hacen pos-turitas en el agua.

    ÜNO De modo que ahora...Otro Al Manzanares, con mi sábana y con mis

    dos calabazas, para no ahogarme.Uno ¿Pero hay tanta corriente?Otro Para no ahogarme... ¡de sed! Van llenas de

    agua.

    Uno Pues, amigo, hasta la vuelta. ¡La playa meespera!

    Otro Y á mi el río. Cuidado con los atunes. (Dán-dose la mano.)

    Uno ¡Ojo con la sed! (Vanse por distintos lados.)

    ESCENA VI

    lA DEL ABANICO y EL DEL QUITASOL. Salen por distintos lados

    JMÍúsica

    Los DOS Son dos recursos contra el calor.Aban. El abanico...Quit. y el quitasol.

    Si usted, niña bonita,quiere que la tape....

    Aban. Gracias, no hay de qué.Quit. Verá qué buena sombra.Aban. No la necesito, me abanicaré, (con coquetería.Quit. Deje usted, mi vida,

    que ese cuerpecitotape yo, por Dios.

    Aban. Tápese usté solo,que no caben dos. (pasando ai otro lado.)

    Quit. Pues si no la tapo,los rayos solares

    quemarán su faz. (Muy meloso.)Aban. Hágame el obsequio

    de dejarme en paz.Quit. Si quiere usté cambiar...Aban. No puedo consentir...Quit. Contenta ha de quedar.Aban. Se va usté á derretir.Quit. Ya derretido estoy.

  • — 18 —Aban. ¿Por verme á mí, tal vez?QuiT. Por ver esa carita,

    y ese talle y ese pie.Aunque se enoje usté.

    Aban. Cuidado que es afán.QüiT. Insisto sin querer.

    ¿Y qué he de hacer, pobre de mí,si usted me inspira frenesí?

    Aban. Son dos recursos contra el calor:el abanico...

    QüiT. Y el quitasol.Si quiere usté aceptar,

    hermoso querubín,se puede ustedaquí apoyar,

    y ya comprendeque lo digo con buen fin.

    Aban. No puedo, no, aceptarsu amable invitación,pues tengo pronto que marchar,porque me esperaun chico en grande de limón.

    Quri. ¡Qué decepción!Aban. ¡Ay, qué simplón!Qüi'i. Yo, que anhelaba su pasión.Aban. No ha conseguido su intención. (Medio mutis.)QuiT. Todavía es tiempo. .Aban. Vaya usté con Dios, (vanso.)

    (Todo este número muy movido y estudiando la colo-cación y las pasadas para el mejor efecto. Él no debe

    abrir el quitasol hasta el mutis.)

    ESCENA VII

    verano, ya en traje de calle, elegante, y AQUILINO

    Hablado

    Aquil. Ya ve usté que se defiendencontra el calor.

    Ver. Ya lo veo;mas si doy yo en apretarno les sirve nada de eso.

  • -Aquil. Como que si aprieta usted...¡me río yo de los frescos!..,A mí me tiene usté fritoy soy, como si dijéramosde casa.

    Vek. Pues hasta ahorason recursos muy pequeñoseontra el calor los que he visto.

    -Aquil. Es que ahora viene lo bueno.Esos refrescan por fuera

    y otros refrescan por dentro.Aquí está todo previstopara atenuar los efectosdel calor. Fíjese usté.

    y(señalando á la derecha.)

    Ver. ¿Quién se acerca?Aquil. Los refrescos, (se retiran.)

    . ESCENA VIII

    CORO DE SEÑORi^s, dividido en grupos y con los trajes especialesque se detallan al final. Salen evolucionando á compás

    Música

    Coro Los refrescos en veranoson de gran necesidad

    y por eso hay en la claseinfinita variedad.

    Con nosotras disminuyenlos efectos del calor

    y nos toma aquel que quiererefrescarse el interior.

    Oerv. Yo tengo en cervezas(Adelantándose el grupo respectivo.)

    las mejores marcas.Filsener^ Baviera,

    Munich, la Cruz Blanca,

    j No hay otro refrescoque sea mejory es nuestro consumooada vez mayor.Las personas delicadas

  • — 20 —recuperan la saludcon un hok de Santa Bárbara?ó una chica de Mahou.

    (Avanzan las Horchateras.)

    HoRS. En cuanto que el Estíola sangre alterano hay mujer más buscadaque la horchatera,por eso no es extrañoque todo el díatengamos rebosandola horchatería.

    Hacen el serviciomuy lindas muchachas

    ^ con ojos de fuegoque miran y abrasan,y si un guapo chicoentra á refrescar

    se fija en nosotras

    y rompe á sudar.(Los de la garrafa, vestidas de valenciano y con gft»

    rrafa y cesta.)

    Gar. a mí me busca siemprela clase popular;

    ¿quién por un perro grandeno quiere refrescar?

    Primero La ceM fría,¿quién quié ceháf

    I^GUNDO ¡Limón Mao.^Tercero ¡Horchata heláf

    (Avanzan los ingleses y se marcan el baile «clásico.»-

    Ing. De todos los refrescossoy el que está de moda;no hay nada comparableá nuestra rica soda.

    Y la gente de buen gustome prefiere siempre á mí,porque soy de los refrescoslo más pscJiut y lo más chic.

    pschuf, chic! f

    jPss, pss!

    (imitando todo el coro el sonido especial do la gaseosa.}^

    Todas Ya lo saben ustedes,no hay que dudar;

  • — 21 —el que quiera un refresco

    puede llamar.(indicando la acción de aplaudir.)

    Entre todas nosotrashay que elegir.

    {ai público.)

    ¿Qué va á ser, caballeros?¡Venga de ahí!

    ESCENA IX

    DICHOS y el ARLEQUÍN

    Arl. Silencio, señoras,porque aun falto yo;lo niás agradable,

    lo más español;el que es preferidopor todo Madridel rico sorbete,

    el fresco Arlequín! (ei coro le saluda.)

    1

    Soy de los refrescos el más chicy creo que nadie ha de dudarque todas vosotras me debéissin vacilaciones saludar.

    Todo el bello sexo con placerya se ha declarado mi protector,y todas las damas con satisfaccióntoman mantecado, fresa, plátano ó limón.

    Y disfruto tantapopularidad,que también con pajame suelen tomar...¡Ay, qué gusto dael sorber asil (Aspirando fuerte.)

    y tomarse cuando hace calorun refresco como el que hay aquí.

    Todas ¡Ay, qué gusto dael sorber asi...

    (inclinándose con gracia y aspirando también.}

  • — 2-2 —Frambuesa, vainilla,plátano, liníión.

    Pida usted sin miedoque hay gran variación.Por poco dinerose quita el calor.

    Refrescos á gustodel consumidor.

    I[

    Arl. Si con estas noches de calorquieren unos novios pasear,se cogen del brazo con amory á los jardinillos juntos van.Toman por asalto un banco allí,y favorecidos por la oscuridad,los tiernos amantes hallan ocasiónde manifestarse mutuamente su pasióiio.

    Y cuando á su casase retiran ya,

    tienen á la fuerza

    que ir á refrescar.

    ¡

    Ay, qué gusto dael sorber así...

    Todas ¡Ay, qué gusto da,etc., etc.

    Por poco dinerose quita el calor.

    Refrescos á gustodel consumidor.

    Hablado

    Arl. y ahora que ya me ofrecí,si hay alg-mo que promete (^i público.)venir y llamarme así...puede tomar un sorbete '

    todas las noches aquí. (Mutis.)

    Arl.

    Todas

  • — 23 —

    ESCENA X

    EL VERANO, AQUILINO y a poco PETRA con un botijo, por laderecha

    Ver. Bien preparados están,

    y con trajes pintorescos.Aquil. Crea usté que estos refrescos

    no quitan calor, ¡le dan!Ver. ¿y aún faltan?Aquil. ¿No ha de faltar?

    El má* clásico, el primero,¡el refresco verdaderode la clase popular!

    ESCENA XI

    DICHOS. PETRA de chula, con un botijo

    Ustedes no sabenquién soy yo, de fijo;ni cuál es mi nombre,ni cuál es mi oficio.Pues yo soy la Petra,

    y trabajo en fino,cosiendo y bordandopara El Paraíso,y tienen su casa,ó más bien uii nido,calle del Amparo,trece, piso quinto.

    Cae el sol á plomo,y allí me derrito.¡Qué calor, señores,qué calor. Dios mío!Gracias que á mi ladosiempre está el botijo,que es mi compañerode todo el estío,el que me consuelay el que me da alivio,

  • mi único refresco,mi mejor amigo,y el único luioque nos permitimoslas que trabajaaiosen un piso quinto. (Pausa corta.)Este le conservocon mucho cariño.Lo compró mi Pepeyendo á San Isidro,y al volver del Santo,muy serio, me dijo:«Cuídale, Petrilla,

    que es regalo mío,

    y como lo rompasregaño contigo.»Y desde aquel día,qué esmero, qué mimo;olvidé la albahaca,

    el pajaro, el grillo...

    y puse mis ojosen este botijo.Y aquí está tan blanco,tan nuevo, tan limpio...En cambio, el infame (con cierta tristeza.)^.dónde se habrá ido?...Por eso al cacharrole tengo cariño,

    y mas que del hombredel barro me fío,pues me ha demostrado,y es triste decirlo,¡que el barro es, á veces,

    más firme y mas fijol (vase.)

    ESCENA XII

    UN COCHERO, UN MAYORAL DEL TRANVL\ y UN CONDUCTORELÉCTRICO

    CoND. Xo seáis tontos, mi tranvía representa el po-greso, y la luz y la libertad.

    CccH. ¿Cómo la libertad'?

  • — 25CoND. Sí, señor; la libertad... del ganao.May. ¡Ya! Porque la libertad tuya no la veo; vas

    cogido por arriba con dos alambres, y porabajo con otro...

    CocH. Además, que suprimiendo las caballeríasdel tiro, queda la mar de gente sin coloca-ción.

    CoND Sí, pero, en cambio, bajará la cebada.CocH. Eso es lo que 3^0 pienso.CoND. Ya lo sé.May. De todos modos, esos inventos...CoND. Cállate, hombre; si esto no es nuevo. En el

    extranjero anda todo el mundo por la elec-tricidad; y aquí, ¿cómo andamos?

    €ocH. Aquí andamos muy m.al.OoND. Pues por eso; este medio de locomoción tiene

    muchas ventajas. Es más culto y más sano.CocH, ¿Eh?...CoND. Más culto, porque no hay que arrear, y el

    público no oye palabras distinguidas; y mássano, porque como no llevas caballerías de-lante... ¡el aire es más puro!

    CocH. Sí, pero no llevas torno, ni pito, ni tralla...¿Y qué es un mayoral sin tralla y sin tornoy sin pito? Pues una especie de figura deco-rativa, un ser automóvile, sin pizca de seni-ficación en la sociedaz... en la Sociedad deTranvías.

    May. Eso. En cambio, yo en verano llevo mi jardi-nera siempre llena, y hay individuos que sinbajarse del tranvía hacen dos viajes redon-dos de circunnavegación alrededor de Ma-drid sin necesidad de esos cablegramas niesas alambreras que á ti te han puesto.

    CocH. Por eso, lo mejor es la mañuela, que no tie-ne vía fija y circula por todas partes, y tienemás libertad de acción dentro del casco delMunicipio'de la villa y sus afueras.

    CoND. Eso sí.CocH. Ayer, por ejemplo, me tom

  • — 26 —CoND. Pues en cuanto conozcáis esto, cambiáis de

    opinión, porque es una cosa manífica.CocH. Pero, oye, ¿y cómo anda?CoND. Pues, mira, es una fuerza interior, que te

    hace ir de un lado á otro sin querer.CocH. Vamos, como una borrachera,May. Tú dirás lo que quieras, pero estoy por el

    tranvía de sangre animal.CocH. Y yo... animal también.CoND. Bueno, porque os tira la sangre.CocH. Eso, porque los animales han nació pa tiraivCoND. Pues yo represento la cencia.May. y yo la fuerza bruta.CocH. Y yo represento al ganao.CoND. Bueno, pues tú ganas. ¿Quiés tomar unas

    ,copas?

    CocH. Ahí tiés tú, en eso tos semos iguales. Vamosallá.

    Coí^H i¡P^es viva la electricidaz!

    CoND. jPueS viva el ganao! (MuUs animado. El Eléctri-co toca un timbre, el Mayoral el pito y el Cochero

    dice: «¡Eh!>)

    ESCENA XIII

    EL VERANO y AQUILINO

    Aquil. Pues ahora vamos andando,y la llevaré á usté á un sitiodonde los mozos de rumboj las mozas de trapíopasan las tardes al pelo,por más que suden el quilo,disfrutando alegrementecon el baile y el bulhcio,

    y el vino y los caracoles,3^ el compás del organillo.

    Ver. ¿Dónde es eso?Aquil. La Bombilla.Ver. Pues ande usté, ya le sigo.

    MrTACIOW

  • — 2T —

    CUADRO TERCERO

    A DIVERTIRSETJn merendero en la Bombilla. Dos cenadores á derecha é izquier-

    da, primeros términos. Al fondo la puerta de entrada, que da a!

    campo. Sobre la puerta un practicable con mesa servida y per-

    sianas. Piano de manubrio en la tercera caja izquierda. Macetas

    en los laterales. Por la escena y repartidos convenientemente

    mesas, taburetes, etc. Al hacerse Ja mutación cuadro animado de

    gente, terminando de bailar al compás del organillo. Al acabar el

    baile va haciendo mutis el Coro por distintos lados.

    ESCENA XIV

    En el cenador de la izquierda están comiendo PÉREZ, ENCARNA-CIÓN y NIÑAS 1.* y 2.* En el de la derecha y en la parte de fuera

    JULIO y MANOLO, sentados y bebiendo. En el comedor alto delpracticable la JUANA y la Pepa y POLLOS 1 ® y 2.® sentados á lamesa. El SEÑOR JUAN y CAMAREROS 1.° y 2.° van de un lado

    otro sirviendo las mesas

    EnCAR. ¡Camarero! (Desde el cenador de la izquierda.)CaM. 1.0 ¿Qué va á ser? (Acercándose.)EnCAR. Más callos. (Vase el camarero.)PÉREZ Pero Düujer, ¿más callos? Mira que no vas á

    poder llegar á casa.;Niña 1 Están muy ricos.Niña 2.a A mí me gusta mucho lo picante.JuL. Mdzo, una de Moiitilla.Cam. 2.0 ¡Va! (Vase fondo. En esto óyese arriba dentro un&

    salva de aplausos.)

    Cam. 1.0 (Que vuelve con la fuente de los callos al cenadorde la izquierda.) AqUÍ están loS CalloS.

    Encar. Diga usted, ¿á quién aplauden allá arriba?(poniéndose plato y comiendo.)

    Cam. 1.0 Están dando un banquete á un concejalque acaba de salir...

    PÉREZ ¿Ha habido elecciones?

  • — 28 —€am. 1.0 Que acaba de salir absuelto de veintisiete

    procesos.

    Encar. ¡Qué atrocidad, como pican! (comiendo.)Oam. 1.0 En el Ayuntamienio son atroces.Pérez Se refiere á ios callos.Encar. Pues nosotros venimos también á celebrar

    el ascenso de este, (por Pérez.) Antes era ofi-cial cuarto de la ciase de sextos en la sec-ción tercera, y ahora le han hecho oficialtercero de la clase de cuartos de la secciónde quintas.

    Cam. 1.0 Pues cualquiera averigua lo que es usté.Encar. La verdad es que el destino parece una

    charada.

    Cam. 2 o (^saliendo. Al señor Juan.) Scñor Juan, treintay seis lechugas para el almuerzo del con-cejal.

    Juan Va. (Hace mutis por el foro.)Juana (Desde arriba.) Camarero, aceitunas.Pollo l.o Para ésta sin hueso.JuL . (Con rabia y queriendo levantarse.) Así le VOJ yO

    á dejar á usted.

    Man. (Deteniéndole ) Julio, 110 la mctas.JjL. Ahí las tienes, y con dos pollitos, después

    de decirnos que hoy no podían venir, (aManolo y señalando á las chulas de arriba.)

    Man. Parece que no sabes lo que son las mujeres.JuL. Lo que no saben ellas es quién soy yo.Man. iVaya si lo saben! Pues por eso no han que-

    rido venir con nosotros.

    JuL. Y total, ¿por qué? Porque el otro día no te-nía suelto. Pero tenía un billete de mil pese-tas... y por no cambiarle hubo aquella cues-tión. Pero hoy es otra cosa.

    Man. ¿Has cambiado?JuL. ¡Anda! ¡Soy otro hombre! Tú no sabes lo

    que enseñan estas cosas.Cam. 2.^ (ai seíáor Juan que ha vuelto á salir.) Señor Juau,

    más lechugas para el concejal.Juan ¡Cámara! Va en seguida, (vase.)

  • — 29 —

    ESCENA XV

    CLARITA V FELIPIN

    Música

    Fel Puede pasar ustécon gran tranquilidad,

    y juro por mi feque igual que en un sermónconmigo aquí estará.

    Clar. Aunque me da ruborcon miedo pasaré,

    y yo no séque es lo que voy á hacersi nos ha visto alguna del taller.

    Fel. Clarita mía,

    no me sea desdeñosay pida prontocualquier cosa.

    Clar. ¡Ay, Felipitono se ponga usted así,que si se excedeme voy á marchar de aquít

    Fel. No, no.Clar. Sí, sí.

    Fel. Por Dios, Clarita, yo la juroque conmigo puede estarcon una gran tranquilidad,pues papá me dióuna educaciónque ya la quisieranLagartijo y Salm

  • y puede ya pedir usté:quiere usté jamónó pavo trufao,todo esto, vidita,en un cuartito reservao.Aunque se ponga ustéahora mismo de rodillas ante mítodo eso yo—lo tomo aquí.Me figuro yoque usté no sabráque en los cuartos haymucha humedad, (con intención.)Mi dulce bien, mí dulce amor.No sea tonto, por favor.Aunque parezco á vecestonto, vida mía,tengo dos cursosde anatomía.Pues bien podíala carrera terminar,

    y de ese modono volvía á despachar.Permítame,mi bien, que la hableya de tú,3^ vamos yasin más tardará merendarcon mucha similiquitud.No creo yo que ustéme deba tutear,pues si nos oyen y nos venyo le aseguroque nos van á criticar,Cuando tomemosunas cepitas

    y unas rajitasde salchichón,vas á ver, bien mío,

    cómo se ensanchapor todos ladosmi corazón.¡Uy, uy!

    ¡Simplón!

  • — 31 —Fel. ¡Es usté toda mi ilusión!Clar. jAy, qué muchacho

    más simplónl

    Hablado

    Fel. Lo ve usté. Aquí estamos al pelo.Clar. Pero hay mucha gente. (Ruborosa.)Fel. No haga usté caso, Clarita; estando conmigo,

    como si no hubiera nadie, absolutamentenadie.

    Clar. Buen punto debe usté estar. ¡Como conoceusté estos sitiosi

    Fel. Desde que no se abre los domingos, suelovenir algunos ratos por la Bombilla. ¡Y po-quitas ganas que tenía yo de venir con usté!Todos los sábados, desde la tienda de hules

    y gomas donde estoy de dependiente, laveía á usté entrar en el comercio de los Su-cesores de Veludillo, y me dije: Esta jovenva á entregar, y si no me declaro pronto vaá entregar... su amor á cualquiera, y yo que-ría ser ese cualquiera.

    Clar. ¡Pillín!Fel. Cuanda la veo á usted pasar desde mi tien-

    da, se me cae todo lo que tengo en las ma-nos. Gracias á que, como son objetos degoma, todos botan y no se rompen.

    Clar. Paes yo le hé hecho á usté caso porque meha parecido usté un chico formal y listo.

    Fel. ¡Anda!... ¡Todos los de gomas damos muchode sí!... Usted y yo acabaremos por enten-dernos, y el día que nos entendamos...

    Fot. (un fotógrafo que se acerca.) ¿Van ustcdes á ha-cerse un grupo?

    Clar. ¿Eh? (Asustada.)Fel. No, señor; que el domingo me retrató usted

    tomando unas copas con unos amigos, y salídesvanecido completamente.

    -Cam. 2.0 (saliendo.) ¡Señor Juan!...Juan ¿Más lechugas para el concejal?Cam. 2.0 No, señor; la cuenta...Juan Ahí la tienes.Cam. 2.0 La cuenta, que la pagarán otro día.

  • — 32 —Juan Pues sí que son frescos; por supuesto, no e&

    extraño, con tanta lechuga...Pollo l.o (Desde arriba.) Pero, ¿no se baila aquí?Pepa ¡Sí, que se baile! (Bajando con ios pollos.)Man. Van á bajar, (a juIío.)JuL. Ahora va á ser ella.Pérez (Desde el cenador.) ¡Mozo! ¿Hay magnesia?CaM. 1.0 Preguntaré al cocinero. (Va saliendo el Coro ge-

    neral.)

    Juana ¡Eh!... ¡El del manubrio! ¡Dele usté al cinga-nillol (saliendo con los pollos.)

    Tonos |A bailar! (Forman corro todos y bailan el «Pavo» ácompás de la habanera.)

    ESCENA XVI

    DICHOS y CORO GENERAL

    música

    Coro Entre los sitiosagradables de la villa,sin discusión no le hay mejorque la Bombilla.Áquí las tardesse nos pasan sin pensar,

    y nunca faltauna pareja pa bailar.Tie el organillo un chotis,una polca mazurca y un vals,y una habaneritaque me gusta á mí la mar.

    (siguen bailando, hasta que cae el telón.)

    MUTACIO]¥

  • — 33

    CUADRO CUARTO

    LOS FRESOOS

    Telón corto do selva

    ESCENA VII

    CELEDONIO y CRISPIN, albañil y zapatero. Salen por la derechacogidos del brazo y tambaleándose

    Cris. Un mantón de la China, na, ná...CeL . Te voy á regalar. (Tarareando.)Cris. Chico, está todo muy malo.Cel. Está todo que hay que verlo.Cris. Amos, hombre, que te caes.Cel. Crispinito, eres un fresco.Cris. Pa fresco, tú, Celedonio;

    casi siempre que te encuentro,si no tienes ya la curda,es que la estás costruyendo.

    ,

    Cel. Pues, ¿y tú?... ¿Quién eres tú?ün zapatero de viejoque bebe más que una esponja

    y que no trabaja.Cris. Bueno;

    dice que yo no trabajo.Y tú, ¿qué haces? Embustero.

    Cel . Yo trabajo los tres ochos,como manda el reglamento.Ocho horas... ocho reales...¡y ocho cuartillos lo menos!Yo sostengo á mi señora,la familia es lo primero,

    y ella me sostiene á mísi ve que me voy cayendo...Y esa es la unión y la fuerzay la razón y el derecho.Y si me dices que no

    ; del puntapié que te pego

  • vas lo mismo que un coheteá cinco leguas lo menos.¡Adiós, tóxpirol

    ¿Qué sabestú de esas cosas, zopenco?Oye tú, que yo he leído.¿El qué?

    La prensa.Estás bueno.

    ¿No sabes tú que á la prensala han mandao tocar silencio

    y que si toca otras cosaslas borra... don Lapicero?¿Y por qué?

    Porque no estamosgarantízaos.

    ¿Y qué es eso?Pues que estamos suspendidos.Puesi?a mí que nos caemos.Es que está todo muy malo.Está todo que hay que verlo.¿Sabes lo que hay de política?¿Que si lo sé? ¡Ya lo creo!Sé que hace poco le echaronmedias suelas al Gobiernoy también sé que muy prontova á hacer falta calzao nuevo.Oye, pues de zapatillasno andamos mal, según creo.Ties la primera intención,chócala, ¡que has estao buenol...Aquí va á haber algo gordo.¿Qué va á venir después de esto?Lo que viene yo lo sé. (Con importancia.)¿Tú?

    Yo estoy en el secreto.Lo que viene aquí es... (ai oído.)

    ¡Atiza!

    ¡Pues chico, estaría bueno!.

    .

    Lo que viene es... (ei mismo juego.)¡Ojala!

    ¡Pero, chico, no lo creo!Pues algo tié que venir.

  • 35 —CfiL. ¡Y tié que venir corriendo!

    Porque... ¡está todo muy malo!Cris. . Está todo... |que hay que verlo!

    (MuUs tarareando.)

    ESCENA XVIII

    LAS VERBENAS (cuatro tiples con mantón de Manila) y luegoCORO GENERAL

    Hüsica

    Las cuatro Al comenzar la rachade las verbenasesparcen sus aromaslasv azucenas

    y van á divertirseque es un primortodos los madrileñosde buen humor.

    S. Antonio Yo voy á San Antoniode la Florida,la primera verbeiiaque Dios envía.

    S. Juan Yo en el Prado me establezcoy las gentes allí vaná pasar alegrementela verbena de San Juan.Se divierten de lo lindopor seguir la tradición,

    y al dar el reloj las doceya se sabe, chapuzón.

    S. Lorenzo Yo á los barrios bajosllevo la alegría,

    hay que ver el rumbode la gente mía.Hay que ver las mozascon ojos de fuegolucirse en la verbenade San Lorenzo.

    Paloma Para los madrileñosvale por todasla clásica verbena

  • — se-de la Pnloma.Y si al ver á una chulapreguntas:

    «Dónde va con vestido chiné?»Ya verás como va á la verbena«Y á meterse en la cama después.»(En seguida sale el Coro con mucha animación porambos lados.)

    Coro Vamonos ya pa la verbena,morena mía, que aquí te espera

    con alegríaun pedacito de tu querer.Arsa ya, mi cariñito,

    verás que bien,que allí marcho con placer.Cuando la gente allí nos vea

    muy de bracetecon esa cara de rechupete

    que Dios te dio,cuántas envidias

    tendrá la genteal ver la mozaque llevo yo.

    Ellas Vámonos ya,retesalado,

    que si me llevasbien á tu ladoalgunas chicasvan á sufrir.

    Ellos Anda á mi vera, palomita,que quiero verte muy cerquitay vamos pronto para allí.

    Todos ¡Ole que sí!Las cuatro Seis docenas de muñuelos

    unas copas de anisao^cuatro kilos de alvellanas

    y otros cuatro de torraos.Alquilar una mañuelapa lucir bien el mantón

    y comprar la fina albahacaque es el tiesto de cajón.Aquí tienen ustedes

    los elementosque son más necesarios

  • 37 —

    Coro

    pa estar contentos,

    y pasar una nochela mar de buena,

    luciendo el cuerpecitopor la verbena.

    (Repite.)

    fc'eis docenas, etc., etc., etc.

    (vause las verbenas por distintos lados.)

    ESCENA XIX

    El VERANO y AQUILINO

    Hablado

    Aquil. Bueno, pues ya ha visto ustedlo que es Madrid en verano.

    Ver. ¿y aun falta?Aquil. Con lo que ha visto

    basta p^Ta hacerse cargo.Este es el Madrid de siempre,rumboso, alegre, simpático;fuerte ante la desventura

    y grande en todos los casos.Es pueblo que me entusiasmay en él quédese este año,á ver, si como deseo,le resulta un buen verano.

    Ver. Pues bien, en Madrid me quedo,y empiezo á ejercer mi cargo.Sigúeme y apreciarásreunidos en mi palaciotodos los más importantesatributos del Verano.(Mutis izquierda el Verano.)

    Aquil. (ai público.)

    Y ahora un momento, señores.Voy á ser á ustedes franco.Cuanto han visto aquí es El suenode una noche de verano.Porque yo sueño despierto,

  • — 38 -y así seguiré soñando,á no ser que ustedes ahorame despierten con su aplauso(Música.—Mutación.)

    CUADRO O'JINTO

    APOTEOSIS DEL VERANOÜDa playa á lo lejos. A la izquierda, primer término, sobre un mon-

    tÓD de haces de espigas, abanicos, etc. el Verano, colocada en artís-

    tica postura. Sombrillas, botijos, vaseras, garrafas, y demás *artefac-

    to5» prorios de la estación, aparecen dibujados en los rompimientos,

    dando al cuadro color, luz y alegría. Unas cuantas bailarinas, con

    traje de segadoras, pueden amenizar un poquito el final

    TELON

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