remebranzas de la promoción brigadier mateo garcía...¿acaso fueron "perros"?

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La remembranza del narrador Tolomeo Aliaga Quispe cuando fue cadete y luego militar en el Perú.

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  • 1

  • 2

    Remembranzas

    de la Promocin

    Brig. Mateo Garca Pumacahua

    Acaso fueron

    perros?

    Una Maravilla

    2013

  • 3

    HECHO EL DEPSITO LEGAL EN LA BIBLIOTECA

    NACIONAL DEL PER N 2013 - 15470

    Autor Editor: Tolomeo Aliaga Quispe

    Direccin: Calle Juan Manuel Iturregui N 485 Lambayeque

    Telf: 074-505442 - Celular: 963535643 - RPM: # 963535643

    Email: [email protected], [email protected]

    1 Edicin: Octubre 2013

    Tiraje: 1000 ejemplares

    Imprenta CNEO

    De: Eloy Bravo Cneo

    Domicilio legal: Burga Puelles N876 Lambayeque

    Telfono: 074 601825

    Fotos: Luis Gonzalo Muoz Tuesta

    Correccin de estilo: Gilbert Delgado Fernndez

    Portada: Anillo de la Tercera Promocin Brig. Mateo Garca

    Pumacahua

    Contraportada: Biografa del autor y promocionales triunfadores

  • 4

    Dedicatoria

    A Dios Todopoderoso y Eterno

    A todos los seores Supervisores, Tcnicos y

    Sub Oficiales de la III Promocin ETE

    Brig. Mateo Garca Pumacahua

  • 5

    INDICE

    Prlogo 5

    Introduccin 9

    En busca de una oportunidad 13

    Ingreso, Incorporacin y marcha del pato 16

    Dormir en atencin y no caminar 27

    Almuerzo y Brindis de Bienvenida 32

    Convertidos en perros y cuervos 37

    Baja con tambores 42

    Primera ceremonia de Graduacin 44

    Los Instructores 47

    Vacaciones y escogen especialidad 49

    Rutina, Jueves y control del orden interno 52

    Deportistas calificados 56

    Algunas imgenes de la Promocin 58

    La Graduacin 62

    Primer destino laboral 70

    Descansan en Paz 75

    En el extranjero y Auxiliar de Agregado Militar 76

    Ancco: Comando, Ranger y Lancero 78

    Modelo 27 79

    Dios les dio una compaera 80

    Ascenso a militar de segunda y otra vez militares

    de tercera 82

    Al estudio 87

    Promocionales triunfadores 88

    Alcanzaron el mximo grado 89

    Tcnicos Supervisores de Comando 90

    Tcnico Superior General del Ejrcito 93

    Pluma literaria 97

    Agradecimiento 110

    Eplogo 111

  • 6

    Prlogo

    Luciendo, nuevamente, como remate de ttulo la frase Una

    maravilla, que ya ha hecho caracterstica en su programa de TV

    virtual, Tolomeo Aliaga Quispe nos presenta su cuarta entrega (antes

    fueron Versos escogidos para declamar, Por qu de tercera, mi

    General? y Semana Santa y algo ms de Lambayeque) en la cual su

    diestra pluma nos mueve de la realidad a la ficcin, de la recreacin

    a la reflexin, del halago a la crtica soterrada, del silencio a la voz

    que cuestiona como si de un efecto pendular se tratase a travs de

    sus ancdotas en las que colisionan lo agridulce de la vida

    encarnadas en las experiencias de Tolucho (hipocorstico de

    Tolomeo y vaso comunicante de sus obras), un aspirante y luego

    ingresante a la ETE., mediante quien asistimos a los sinsabores de la

    rutina militar. As, contina la saga iniciada con Por qu de

    tercera, mi General? del cual el mismo autor seala: Es un libro

    que busca, que grita, que ruega por que la inclusin social llegue

    tambin a las Fuerzas Armadas y la Polica Nacional del Per

    Para que en este siglo XXI, dejen de existir militares y policas de

    tercera

    De esta manera, Tolomeo Aliaga inicia un cuestionamiento a

    la institucin castrense oficial y los valores que promueve, a los que

    considera un tanto desfocalizados con respecto de las pretensiones

    de humanizacin tan preconizadas por la sociedad actual.

    Dentro de esta sociedad, el binomio educacin-

    militarizacin y sus riesgos fue tratado por Mario Vargas Llosa en

    La ciudad y los perros (Premio Biblioteca Breve 1962 y publicada

    en 1963) en donde de los egresados, principalmente el Jaguar y El

    Poeta quienes delinean al joven de la poca, ninguno seguir la

    carrera militar y quizs ninguno fue bien educado, en lo que a

  • 7

    educacin estrictamente atae. Mediante el capitn Garrido, en la

    obra citada, nos enteramos del ideal educativo del aula-cuartel:

    lo primero que se aprende en el ejrcito es a ser hombres. Los

    hombres fuman, se emborrachan, tiran contra, culean.

    En el otro extremo, el fanatismo del teniente Gamboa deja

    en claro: Pero si hay algo que he aprendido en la escuela militar es

    la importancia de la disciplina. Sin ella todo se corrompe, se

    malogra. Nuestro pas est como est porque no hay disciplina ni

    orden. Nuestros colegios han quedado obsesionados con esa

    utpica disciplina la cual intentan alcanzar mediante la imposicin

    del uniforme, el corte de cabello y el tono a sargento, en una irrisoria

    parodia de cuartel. El enfermero que impide al Poeta, Alberto

    Fernndez, ver al Esclavo, Ricardo Arana, una vez herido, exclama:

    En este colegio todos son unos salvajes.

    Queda en claro que Vargas Llosa no simpatiza con lo

    militaresco como frmula del hombre deseado para el cambio social.

    El gobierno corrupto de un militar, Manuel A. Odra y su ochenio,

    criticado en Conversacin en la catedral (1969), deja sobrando las

    palabras.

    Volviendo a Tolomeo Aliaga, el detalle de la categorizacin

    de tercera aparte de lo de sub; luego el lapidante calificativo

    perros o cuervos son la invitacin tangible a los lectores, la

    provocacin para una mirada mucho ms profunda y crtica (de

    crisis= ruptura, hay que aceptar en este caso como ruptura de un

    modelo obsoleto) con respecto de los actos repetidos decenio tras

    decenio debido a la inercia, al anquilosamiento de la razn que

    impera en nuestras instituciones. Una muestra de ello nos la da

    Tolomeo Aliaga: Haber vestido el uniforme del soldado tcnico

    peruano y haber pasado muchos aos por las filas de una institucin

    castrense, quiz los mejores aos de la vida, nos hacen al margen

    de la exclusin, discriminacin y humillaciones dignos herederos

    de aquellos hroes que ofrendaron su vida en el cumplimiento del

  • 8

    deber patritico. La herencia de esos hroes agregada a la exclusin,

    discriminacin y humillacin no es otra cosa que el patrioterismo

    romntico del siglo XIX, aquel que quiere que nuestros hijos vayan a

    la guerra a dar la vida en resguardo de los intereses de ciertos grupos

    econmicos resguardados tras engaosos idealismos.

    Ahora, se quedaban en la Escuela a merced de 250 alumnos de la

    primera promocin, muy buenos y ejemplares; y 500 de la segunda

    promocin, speros, odiosos, que solo pensaban en masacrar a

    los ingresantes a quienes les dijeron que a partir de ese momento se

    convertan en perros, por lo que, vidos de vengarse de lo que a

    ellos les haban hecho, los miraban como presas para saciar sus

    apetitos. El maltrato como medio justificado con tal de alcanzar la

    formacin disciplinaria? O, ms bien, humillacin y salvajismo en

    crculos interminables avalados por torcidos valores? Dilema que se

    resuelve explcitamente: Todos eran iguales. Daba miedo mirarlos

    porque en sus miradas haba ira, rencor, venganza O, acaso, la

    intencin de formarlos fsicamente? De ah que cuando la voz

    omnisciente que formaliza el relato avale estos procedimientos

    adquiera, ms bien, un sentido a irona: Es triste, humillante, cruel,

    pero necesario para la formacin, para saber conducirse en la

    Escuela.

    En este microcosmos que representa la ETE, Tolucho

    descubre la dinmica de un abuso generalizado: Cholos sometidos

    por otros cholos, tal como pasa en nuestra sociedad. Imposible no

    pensar en Hobbes. Pero este tono testimonial y de denuncia no queda

    anclado en el pasado, sino que se yergue en un continuismo: Todo

    esto lo soportaron y lo vienen soportando miles de curtidos Tcnicos

    y Sub Oficiales que en estos momentos sirven a la patria a lo largo y

    ancho del Per.

    Aleccionadores los casos de sub oficiales que ampliaron sus

    horizontes como legndonos que aun por encima de los baldones que

    representan los rancios valores institucionales la naturaleza humana

  • 9

    se abre camino hacia la superacin motivada por un afn de

    perfeccin inquebrantable, trascendental. Tolomeo Aliaga, rescata

    estos hechos porque, al par de su sinceridad, su voz trasmite

    optimismo y un amor inquebrantable por la patria y las instituciones,

    aunque mal representadas y dirigidas, pero susceptibles de cambiar y

    ese cambio llegar, justamente, por voces que enjuician

    desapasionadamente y desde adentro. Tal es el caso de Tolomeo

    Aliaga y su cuarto vstago literario que hoy me digno prologar.

    Gilbert Delgado Fernndez

  • 10

    Introduccin

    Haber vestido el uniforme del soldado tcnico peruano y

    haber pasado muchos aos por las filas de una institucin castrense,

    quiz los mejores aos de la vida, nos hacenal margen de la

    exclusin, discriminacin y humillaciones dignos herederos de

    aquellos hroes que ofrendaron su vida en el cumplimiento del deber

    patritico. Ahora, en la nebulosa tarde de nuestra existencia, al

    cumplir 35 aos de haber egresado de la Escuela Tcnica del

    Ejrcito, afloran muchos recuerdos que pasaron y no volvern jams.

    En las siguientes pginas, trataremos de recordar algunos.

    Y es que, en el ocaso de la vida, cuando ingresamos raudos a

    la tercera edad, muchos de nosotros ya abuelos, vuelven, cual

    bandadas de palomas que regresan al vergel, los recuerdos de esa

    plyade de muchachitos anhelantes de triunfar en la vida con quienes

    postulamos hace treintisiete aos a la que sera nuestra Alma Mater.

    Desde Tumbes hasta Tacna, de la costa, sierra y selva,

    dejando chacras y ganados, dejando trochas y mitayo, dejando

    familias, dejando novias o enamoradas, con nuestros dejos y

    motes, con nuestras costumbres y tradiciones, repletos de ilusiones

    llegamos en busca de un camino hacia la superacin sin saber, acaso,

    que seramos choleados y maltratados hasta el extremo de hacernos

    sentir perros y tratarnos como tales.

    Luego de un riguroso Examen de Admisin, 300 jvenes

    alcanzamos una vacante para ser Alumnos de la ETE. Aquella

    maana inolvidable del jueves 21 de octubre de 1976, los rayos del

    tibio sol matinal caan sobre las paredes de la que sera nuestra

    Escuela. En la Guardia de Prevencin, un gallardo Oficial al mando

    de un grupo de disciplinados alumnos que cumplan su servicio,

  • 11

    orden que las puertas de la Escuela se abrieran de par en par, para

    acogernos en su seno.

    De pronto, las desaliadas, sinceras y francas palabras del

    Crl Ing Jos Francisco Olivera Larribieri, Director de la ETE, nos

    hacan conocer que a partir de ese momento, ramos Alumnos de

    una Escuela Militar de reciente creacin que naci el 13 de mayo de

    1975 y que tena como misin formar integralmente a los futuros

    Soldados Tcnicos del Ejrcito, los mismos que se constituan en la

    columna vertebral de esta gloriosa institucin.

    Nos dej bien en claro que, a partir de ese momento, bamos

    a entrenar para ser combatientes de primera en la guerra

    convencional como la que ocurri en 1981 y 1995 contra

    Ecuador y la guerra no convencional contra los enemigos

    internos; as como para participar en el desarrollo nacional ya que,

    lejos de defender los mezquinos intereses de pequeos grupos,

    nosotros estbamos para defender los sagrados intereses de la patria.

    Con aquellas palabras nos incorporamos y, luego de das y

    semanas de frrea formacin castrense, algunos de nuestros

    compaeros no soportaron las inclemencias propias de la formacin

    militar y optaron por la retirada siendo reemplazados

    inmediatamente por quienes seguan en el cuadro de mritos del

    Examen de Admisin, a quienes llaman cuervos de la Promocin.

    De igual forma, ya en las postrimeras de dicha formacin,

    dos de nuestros compaeros fueron dados de baja por infringir las

    normas reglamentarias. Al concluir la misma, aquel 15 de Diciembre

    de 1978, en una imponente ceremonia se graduaron 298 gallardos

    Sub Oficiales del Ejrcito del Per, a quienes con fecha 1 de Enero

    de 1979 el Estado peruano nos convirti - como para humillarnos

    an ms - en militares de tercera, otorgndonos el peyorativo

    grado de Suboficiales de tercera.

  • 12

    Desde entonces, en el trajinar por las diferentes Unidades y

    Dependencias del Ejrcito, a lo largo y ancho del territorio nacional,

    cumplimos a cabalidad con nuestra sagrada misin coadyuvando a la

    defensa, desarrollo y pacificacin del Per.

    Algunos participaron en la desocupacin de Falso Paquisha,

    Falso Machinaza y Falso Mayaico en 1981 hasta donde,

    subrepticiamente, haban ingresado los ecuatorianos haciendo creer

    al mundo que era su territorio. A nuestra Promocin le cupo el honor

    de defender los sagrados intereses de la Patria en esa contienda.

    Tambin lo hicieron cuando los grupos terroristas de

    Sendero Luminoso y del MRTA asolaron, con sus demenciales

    acciones, derribando torres de alta tensin, colocando coches bomba,

    atacando poblados, asesinando selectivamente a hermanos del Per

    profundo. All, estuvo nuestra Promocin contribuyendo hasta

    conseguir la tan ansiada Pacificacin Nacional. Ms tarde,

    encontramos a la Promocin en el Conflicto de la Cordillera del

    Cndor (1995), cuando despus de 50 aos, por fin se logra la firma

    el Tratado de Paz con el Ecuador.

    Ahora, a 35 aos de haber egresado de nuestra Alma Mater,

    la mayor parte de los integrantes de la Promocin han pasado a la

    Situacin de Retiro, pero han quedado hasta la fecha, diramos, los

    mejores; aquellos que por su perseverancia, su amor, entrega y

    sacrificio, as como por su disciplina, lealtad y honestidad lema

    que qued impregnado en sus mentes, hoy ostentan el grado y el

    cargo honorfico de Tcnicos Supervisores de Comando que les ha

    conferido el Ejrcito a los Tcnicos Jefes Superiores de esta

    Promocin convirtindolos en Asesores de los Comandantes

    Generales de las Divisiones y Brigadas del Ejrcito respectivamente.

  • 13

    Para mayor orgullo de esta Promocin, uno de sus miembros

    ocup el primer lugar en el Escalafn de Sub Oficiales. Se trata del

    Tcnico Jefe Superior Instructor Militar Narciso Ramos Morales

    quien, desde el 01 de Enero del 2013 ostenta el honroso cargo de

    Tcnico Superior General del Ejrcito, por sus mritos y por su

    antigedad y actualmente es el Asesor del Comandante General del

    Ejrcito, hecho que nos llena de profunda satisfaccin, aunque hasta

    la fecha (Setiembre 2013) no ha sido reconocido como tal, por

    razones que desconocemos.

    Tolomeo Aliaga Quispe

  • 14

    EN BUSCA DE UNA OPORTUNIDAD

    Tolucho y Ale no eran amigos. No se conocan. Era marzo

    del ao 1976. Mauco, primo de Tolucho, lleg hasta Maravilca, un

    pueblito enclavado en el corazn del Valle del Mantaro. El trinar de

    jilgueros, chihuacos y gorriones sobre los frondosos rboles de

    eucaliptus, guindas y nsperos en sus cercos frtiles que producen

    papas, choclos, zanahorias, alfalfa y otros productos que son regados

    por las aguas del Ro Seco; cubren de paz ese paraso. Mauco haba

    llegado por encargo de su mam, la ta Tuca, para llevarlo a Lima

    para que postule a la ETE. Y, as como l, Narciso, Csar, Vctor,

    Jaime, Nicols, Anaximandro, Estaurfilo, Ale y muchos otros

    jvenes peruanos escucharon la noticia de que haban empezado las

    inscripciones para el Examen de Admisin. Marcharon prestos desde

    la sierra, costa y selva hacia Lima, a la recin inaugurada ETE. Ale

    era de una acomodada familia limea.

    De pronto, cerraron las inscripciones. Comenzaron los

    exmenes y aparecieron miles de jvenes que se entregaron de lleno

    a esa tarea, madrugando y luciendo sus impecables ternos unos,

    mientras que otros; llegaban luciendo su impecable uniforme militar:

    eran los que prestaban su servicio militar obligatorio.

    Ya en esa urbe limea, muy de madrugada, iban hasta el

    paradero de colectivos con destino a Chorrillos. All se encontraban

    con otros que tambin iban al mismo destino. Al entablar

    conversacin, se daban cuenta que tambin eran postulantes a la

    ETE. Todos coincidan en el mismo deseo de ingresar a esa nueva

    Escuela, de ser alguien en la vida.

    Llegaban a Chorrillos, muy conocido por su Playa Dulce, de

    diferentes lugares: de Comas, de San Juan de Miraflores, de Ciudad

    de Dios, de Villa Mara, del Rmac, de Surquillo, de Puente Piedra,

    de Villa el Salvador, de Chosica; con el sueo de ingresar. Los

  • 15

    colectivos los dejaban en la Calle Huaylas y de all caminaban

    raudos hasta la Escuela. Esperaban y, cuando ya haba un buen

    grupo, los hacan pasar. En cada uno de los exmenes, tenan que

    competir con todo tipo de jvenes: unos altos; otros chatos. Unos

    gordos; otros flacos. Unos de buena contextura; otros enclenques.

    Unos eran licenciados de algn instituto armado; otros estaban

    sirviendo a su patria. No faltaban quienes recin culminaban la

    secundaria. Pero all estaban, en busca de conseguir una ansiada

    vacante de las 300 existentes.

    Muchas veces, ya en plena prueba, cuando las fuerzas

    faltaban, Tolucho, en lo ms ntimo de su ser, se deca: creo que

    esto no es para m, pero, al igual que los dems, se daba valor.

    Tena que luchar, tena que ingresar y, aun cuando a veces ya no

    poda, sacaba fuerzas de flaqueza y lograba aprobar cada uno de los

    rigurosos exmenes programados: el examen mdico, los de esfuerzo

    fsico (carrera de 100, 400 y 1000 metros, salto largo, salto alto,

    barras, abdominales, planchas), luego el examen psicotcnico y el de

    conocimientos. Ale tambin se esforzaba por ingresar.

    Solo faltaba el examen de entrevista personal. Era el

    definitivo. Cuando lleg esa prueba, Tolucho preguntaba a los que

    salan: Qu te preguntaron?, pero nadie quera correr el riesgo de

    contestar. Su ingreso estaba en juego. Los examinadores, despus de

    la respuesta, solo decan: puede retirarse. Con esto terminaron los

    exmenes y, como eran varios grupos, ahora tenan que esperar que

    todos los dems terminaran y luego vendran los resultados. Los das

    pasaban. Eran los ltimos das de setiembre de ese inolvidable ao.

    Un promedio de mil postulantes esperaban el resultado final y solo

    haba trescientas vacantes.

    En tanto, Tolucho ayudaba a su ta Tuca vendiendo en La

    Parada los mandiles que ella confeccionaba. Otras veces ayudaba a

    su to Leandro como pen de construccin civil. Cuando no haba

  • 16

    mandiles ni trabajo, se iba de cobrador de carros de la lnea

    Banchero Rossi que cubra la ruta de Acho Villa el Salvador, que

    administraba su to Jorge. Ale, estaba en su casa muy tranquilo.

  • 17

    INGRESO, INCORPORACIN Y MARCHA

    DEL PATO

    Ese tipo de espera; desespera. Hasta que lleg el da.

    Acudieron a la ETE para indagar sobre su futuro. Eran los primeros

    das de octubre. Iban a publicar los resultados del examen de

    admisin y los postulantes estaban a la expectativa. Contentos, pero

    a la vez preocupados. Si lograban ingresar, se abra una esperanza.

    Sino, a seguir en la brega.

    Como de costumbre, vestan su impecable terno. Se vea en

    aquellos rostros algo as como que rogaban a Dios que les

    concediera la dicha de ingresar. Tolucho estaba all. En el patio de

    aquella Escuela todos esperaban ansiosos. Ale tambin. De pronto,

    apareci un Oficial con cinco galones brillantes. Era el Comandante

    Seminario que sin ms, con una relacin en la mano, los conmin a

    guardar silencio y comenz a llamar indicando que los que eran

    nombrados se ubiquen en tal lugar. Con su voz gruesa y cortante, fue

    mencionando los siguientes nombres: Cerna Silva Luis, Vargas

    Ramrez Miguel, Salazar Sotomayor Ral, Torrejn Santilln Tito,

    Loja Pelez Andrs, Santos Bueno Fernando, Arpe Urbina Hugo,

    Flores Malpica Demetrio, Puga Aliaga Rodolfo, Muoz

  • 18

    Chuquillanqui Alejandro, Yllescas Escalante Mario, Valladares

    Ausejo Rigoberto, Ronquillo Navarro Florencio, La Rosa Guevara

    Carlos, Romero Aguirre Carlos, Chile Teniente Nicasio, Bartolo

    Gmez scar, Camacho Borda Virgilio, Coronel Yapo Aurelio,

    Gallardo Flores Luis, Nishiky Flores Nicols, Isidro Amado Jaime,

    Rodrguez Crdova Justino, Napur Morales Vctor, Araoz Almanza

    Adrin, Yanarico Ziga Julin, Ruiz Roman Guillermo, Vsquez

    Soto Wilfredo, Moreno Dvila Porfirio, Nez Ramrez Manuel,

    Diez Lizardo Simn, Cahuana Quispe Serafn, Nishiky Flores

    Guillermo, Merino Mendoza Jaime, Gutirrez Vallejo Jos, Zumaeta

    Vsquez Robinson, Patio Roca Maximiliano, Hernndez Vsquez

    Segundo, Borra Vidaln Carlos, Vilca Turpo Roberto, Asencio

    Trujillo Carlos, Bances Cajusol Gregorio, Carrillo Aburto

    Alexander, Olaya Sandoval Luis, Coronado Castillo Walter, Pea

    Prez Javier, Lpez Tripul Roberto, Cornejo Llontop Faustino, Panta

    Panta Juan, Ramos Chamorro David.

    Para seguir llamando, el Comandante Seminario tomaba

    aire, descansaba un momento y segua: Tern Silva Vctor, Cruz

    Valle Apolinar, Fano Huerta Juan, Tuesta Loloc Jos, Martnez

    Vicua Daniel, Panta Panta Wilfredo, Meza Meza Carlos, lvarez

    Rodrguez Juan, Limaymanta Marcos Rubn, Pea Zurita Miguel,

    Cubas Llontoy Jorge, Llacuachaqui Pizarro Gerardo, Sosa Barboza

    Feliciano, Huamn Rojas Anaximandro, vila Carrasco Vctor,

    Velsquez Almanza Lucio, Baos Daz Saturnino, Camacho

    Chumbes Jacinto, Pacheco Silva Federico, Ayala Gonzlez Carlos,

    Durand Gonzales Luis, Figueroa lvarez Germn, Muguerza

    Velsquez Oswaldo, Montero Arica Juan, Lara Paredes Jorge,

    Centeno Allauca Hugo, Ramrez Pizango Julio, Espinoza Cubas

    Samuel, Vlchez Garay Francisco, Alva Huamn Jos, Puma

    Naveros Fabin, De la Cruz Moreno Enrique, Vsquez Vsquez

    Jos, Ayala Obregn Vctor, Vidaln Gmez Luis, Jara Daz

    Adriano, Inga Brenis Gonzalo, Alfaro Angulo Felipe, Cabanillas

    Flores ngel, Anaya Anaya Jos, Lpez Grandes Jos,

  • 19

    Choquechambi Condori Hermgenes, Santana Lara Samuel, Rivera

    Vilca Alipio, Campos Garca Julin, Reyes Melndez Dante, Prado

    Samanez Claudio, Rodrguez Puyen Rodolfo, Cruzalegui Vsquez

    Francisco, Espinoza Casablanca Manuel.

    Todos los que eran llamados iban corriendo a su nueva

    ubicacin. La alegra de haber conseguido una vacante era

    desbordante. El Comandante Seminario tomaba un poco de aliento y

    segua llamando: Azaa Pelez Vctor, Portocarrero Castro Vctor,

    Snchez Ramos Vctor, Salcedo Ramos Julio, Valdz Pascano Jos,

    Domnguez Calle Luis, Huarancca Nez Mario, Pereyra Cahuana

    Julio, Ramrez Chacaltana Vctor, Ypez Zavaleta Juan, Paz y

    Quionez Carlos, Garca Montes Crislogo, Rosado Arpfi Hctor,

    Pacheco Silvera Max, Pasache Ayme Juan, Zabarbur Villacrez

    Juan, Lara Arteaga Eduardo, Rosas Lima Hctor, Aspajo Escalante

    Abelardo, Anticona Villarreal Luis, Castro Rivasplata Jos, Bejarano

    Flix Cerafn, Ruiz Ramrez Segundo, Grigoletto Heredia Sergio,

    Ocaa Pea ngel, Ramos Muoz Erickson, Herrera Pilares

    Abraham, Martnez Nio Isidro, Alvarado Molina Doroteo, Cabrera

    Bedia Edgar, Lucho Lpez Hugo, Salazar Ticlla Segundo, Villarreal

    Farfn Dante, Borda Ovalle Zacaras, Mena Pajuelo Guido, Ale

    Briceo Vctor, Santilln Torrejn Francisco, Valencia Roque Fabio,

    Quispe Vargas Edmundo, Vega Barrios Wilder, Salazar Perea

    William, Puchuln La Rosa Alejandro, Tucunn Flores Carlos,

    Olivos Plasencia Csar, Plcido Gmez Jaime, Trujillo Zevallos

    Wilson, Lucho Lpez Flix, Cceres Alvarado Flix, Rojas

    Goicochea Baltazar, Tafur Vega Reynaldo, Bolaos Atalaya Juan,

    Tecco Miyano Manuel, Rafael Cipriano Adelmo, Palma Gamarra

    Robert, Santisteban Gutirrez Oscar, Olivari Cruzado Jorge,

    Gonzles Raygada Carlos, Cacho Huertas Simn, Napn Quispe

    Gregorio, Piscoya De la Cruz Walter, Sols Granados Carlos,

    Barreda Neyra Juan, Salcedo Garibay Ral.

  • 20

    Y el Comandante Seminario llamaba y llamaba. Los que

    escuchaban su nombre iban corriendo al grupo donde formaban los

    que haban sido nombrados. All haba una gran incertidumbre. Unos

    decan que eran los ingresantes; otros decan que eran los

    desaprobados, pero ya los haban llamado y luego esperaran lo que

    diga el Comandante, quien segua llamando: Aliaga Quispe

    Tolomeo, Lpez Alvarez Ricardo, Silva Ortiz Juan, Atocsa Toledo

    Miguel, Carbonel Daz Guillermo, Villegas Regalado Eduardo,

    Mostacero Arias David, Munayco Neyra Jos, Cabeza Yenque Julio,

    Montoya Garca Luis, Lozano Carranza Luis, Arteta Lescano Julio,

    Gamboa Gonzles Francisco, Ramos Lalup Guillermo, Merino

    Neyra Luis, Vilcamiche Llactahuamn Juan, Damin Farron

    Pedro, Pin Quispe Diego, Rutti Castilln Flix, Mndez Ocaa

    Amrico, Sheperd Adarmes Carlos, Huaman Rodrguez Pelagio,

    Aira Merino Clever, Guevara Llacza Csar, Revello Rincn Luis,

    Morvel Puma Gervasio, Figueroa Terrones Segundo, Porta Juica

    Jos, Magallanes Casiano Luis, Rodrguez Rodrguez Rogelio,

    Ayme Fernndez Oscar, Mesones Huamn Roger, Chvez Arroyo

    Elas, Olivari Cruz Luis, Alberca Morales Efran, Gratelli Silva

    Vctor, Martnez Ortiz Rodolfo, Sergio Vsquez Csar, Ormeo

    Mendoza Leandro, Herrera Ravelo Eusebio, Zevallos Calle Manuel,

    Cspedes Castro Oscar, Rengifo Ruiz Hitler, Jara Choque Julio,

    Infante Sanjins Faustino, Tpac Yupanqui Apaza Jorge, Jalanoca

    Maquera Ricardo, Daz Ortega Vctor, Babilonia Casanova Daniel,

    Flores Cceres Justo, Bernaola Rojas Vctor, Bonifacio Ortiz Ral,

    Sandoval Ros Edgar, Garca Limas Eurpides, Briones Chaln

    Homero, Apaza Ros Freddy, Zrate Hurtado Jorge, Crdenas Bravo

    Efran, Taicas Inga Valeriano, Santa Cruz Rubio Roberto, Zubieta

    Salcedo Luis, vila Medina Arturo, Vsquez Cueva Ivn, Briceo

    Ampuero Victor, Mendoza Carranza Mateo, Nio Bazalar Luis,

    Huapaya Naupay Jorge, Ancco Ramrez Jorge, Valdivia Portugal

    Lucio, Diaz Condori Jos, Carrin Alendres Lino, Bendez Juregui

    Sergio, Bances Balladares Jos, Zapata Bulnes Csar, Gamboa

    Gonzles Marino, Puicn Chvarry Wilmer, Gonzles Raygada

  • 21

    Marco, Echevarra Caldern Csar, Chinchihualpa Crispn Jos,

    Araujo Espejo Pedro, Padilla Casas Luis, Cordero Quiroga Ames,

    Araujo Pinedo Federico, Cueva Castaeda Walter, Melndez Herrera

    Jos, Larico Coaquira Hctor, Grosso Cruz Walter, Zevallos

    Taboada Jos, Quesada Franco Alfredo, Muoz Tuesta Luis,

    Sandoval Valles Jamilton, Fachn Garca Harold, Benavides Robles

    Alejandro, Chuqui Culquimbos Dionisio, Cubas Prado Jorge,

    Gutirrez Oceda Isaas, Brea Amaya Flix, Centeno Guevara

    Marco, Figueroa Zeta Sixto, Flores Chilca Rolando, Caldern

    Chuquihuaccha Hctor, Jines Salcedo Adolfo, Ventura Palomino

    Jos, Valderrama Aguirre Santos, Bailn Allca Juan, Calle Crdova

    Augusto, Bravo Paniagua Nstor, Reyes Arangur Sixto, Sota Garca

    Grabiel, Vilela Quispe Flix, Paredes Domnguez Gregorio, Vilca

    Almeyda Juan, Broncano Aguedo Clementino, Morante Vargas

    Paulino, Moyohara Caldern Francisco, Rodrguez Mosqueda Csar,

    Cisneros More Luciano, Bendez Zorrilla Jorge, Llancari Violeta

    Crislogo, Guerrero Sandoval Jos, Anaya Llantoy Cristbal, Poco

    Cndor Marcelino, Mucha Orellana Antonio, Eras Vinces Jos, Sols

    Ferrer Jorge, Vilca Cobarrubias Carlos, Cisneros Crdenas Luis,

    Tovar Florentino Victor, Rebaza Montes Oscar, Ccapa Hilasaca

    Feliciano, Franco Rivas Sergio, Ureta Ramos Alejandro, Artica

    Huaynarupay Abraham, De la Piedra Fernndez Manuel, Boza

    Molina Natividad, Lozano Taricuarima Walter, Ramos Morales

    Narciso.

    Trescientos nombres se hicieron largos. Todos estaban a la

    expectativa. Hasta que termin y el Comandante dijo: muy bien

    seores, ustedes son los que han tenido el honor de ingresar a la

    Escuela Tcnica del Ejrcito Felicitaciones.

    Alegra, emocin y felicidad rebosantes en aquellos rostros

    que, como el de Tolucho, haban logrado alcanzar una vacante.

    Saltaban, se abrazaban unos a otros. Muchos daban gracias a Dios

    porque les haba escuchado. Seguramente, en ese instante, se

  • 22

    acordaron de sus padres, de sus abuelos, de sus hermanos, de sus

    familiares, de sus tierras, de sus ros. Otros, seguramente, se

    acordaron de las piedras, de los rboles, de todas aquellas cosas con

    las que, en su soledad, haban conversado pidindoles que los

    ayudasen. Todos ellos se haban confabulado a su favor. Algunos

    derramaban lgrimas de emocin. Haban logrado ingresar. Ale

    tambin ingres. Sin embargo, en medio de esa dicha, tambin

    pudieron apreciar la tristeza, la decepcin y la amargura en aquellos

    que no lograron el ingreso. All estaba Narciso, un Cabo que

    prestaba su Servicio Militar en la Escuela de Trasmisiones, un

    gordito procedente de Huaraz.

    Pasado ese momento de euforia, el Comandante Seminario

    los calm de un solo grito: Silencio, por favor! Dio las

    indicaciones del caso y dijo que en la Guardia de Prevencin

    recogieran una lista de tiles con que tenan que regresar los

    ingresantes el da 21 de octubre, da de la incorporacin.

    Efectivamente, recogieron una larga lista de cosas y regresaron a

    casa, a dar la buena noticia. Las familias se mostraron muy felices.

    Seguramente prepararon un almuerzo especial, pues haban logrado

    ingresar para ser Sub Oficiales del Ejrcito del Per.

    A esa edad algunos tenan sus novias, otros tenan sus

    enamoradas. Fueron raudos a darles la buena noticia. Haban

    asegurado su porvenir, podan casarse, tener hijos, ser felices. Las

    verdes praderas del Valle del Mantaro a orillas del caudaloso ro,

    bordeado de retamas, se convirtieron para Tolucho en su nido de

    felicidad, mientras consegua los medios para adquirir las cosas que

    le haban pedido para su incorporacin. Los ingresantes hicieron

    malabares para adquirir todas las cosas que les pedan.

    Aquella maana inolvidable del jueves 21 de octubre de

    1976, acudieron muy temprano a la que sera su Escuela, su Alma

    Mater. El sol brillaba esplendoroso en Chorrillos. Se senta la brisa

  • 23

    de la Playa Dulce. Trescientos jvenes vistiendo su impecable terno

    y con una bolsa beige en la mano, donde llevaban sus tiles,

    acudieron prestos a incorporarse. Tolucho lleg acompaado de su

    prima Shena, quien tena que recoger su terno y zapatos. Todos iban

    acompaados de algn familiar.

    Ya estaban frente a la Escuela. Desde el exterior,

    seguramente, se decan: a partir de hoy da, sta es mi Escuela.

    En los semblantes de aquellos jvenes peruanos se notaba alegra. Se

    sentan orgullosos. Se haban convertido en alumnos de la ETE.

    Ya en su interior, Tolucho, Ale y los doscientos noventiocho

    jvenes formaron en el Patio de Honor y, de pronto, apareci con

    sus seis rayas doradas y relucientes sobre los hombros nada menos

    que el Director de aquella Escuela. Era un Coronel del Ejrcito

    quien, con palabras desaliadas, francas, sinceras y firmes; les dio la

    bienvenida. Luego de felicitarlos por haber conseguido la ansiada

    vacante, les dijo que haban ingresado para prepararse como

    combatientes de primera y que, todos ellos, lejos de defender los

    mezquinos intereses de pequeos grupos, haban ingresado a la

    Escuela para formarse como Soldados Tcnicos y para defender los

    sagrados intereses de la patria. Por ltimo, les dijo: "Aqu se come lo

    que se da y se hace lo que se ordena". Era el Coronel Jos Francisco

    Olivera Larribieri.

    Cuando se fue el Coronel, apareci un grupo de alumnos del

    tercer ao quienes se repartieron a los ingresantes en grupos de

    treinta. Ellos los llevaron al paso ligero hasta los almacenes y all, en

    un santiamn, les entregaron los uniformes militares: haba un

    alumno con trescientas camisas, mas all otro con trescientos

    pantalones, despus otro con trescientos birretes, etc.; es decir haba

    un alumno con trescientas de cada una de las prendas por entregar.

    Tolucho iba pasando a la carrera y le tiraban la prenda, tomndola al

    paso; hubieron quienes recibieron borcegues de diferente nmero o

  • 24

    sin pasadores y cuando reclamaban les decan: No se, el perro es

    mago. Todo era tan rpido! No como en casa, donde se demoraban

    un montn de tiempo para ponerse el pantaln o la camisa.

    A Tolucho le quedaba grande la camisa y el birrete. A Ale le

    apretaban los zapatos. Una vez uniformados, de cualquier forma,

    salieron formados al patio de honor donde los familiares esperaban

    las bolsitas con sus ternos y zapatos para llevarse a casa. Entregaron

    sus bolsas y se despidieron de los familiares con el primer desfile.

    Ya vestan el uniforme de la Patria.

    Ahora, se quedaban en la Escuela a merced de 250 alumnos

    de la primera promocin, muy buenos y ejemplares; y 500 de la

    segunda promocin, speros, odiosos, que solo pensaban en

    masacrar a los ingresantes a quienes les dijeron que a partir de ese

    momento se convertan en perros, por lo que, vidos de vengarse

    de lo que a ellos les haban hecho, los miraban como presas para

    saciar sus apetitos.

    El fuerte sol chorrillano as como las brisas de su mar, a

    escasas cuadras de all, llegaba acaso con las imgenes de bellas

    chicas en diminutas prendas que disfrutan de la playa. Los carros

    pasaban indiferentes por el costado de la Escuela cuyo cerco

    perimtrico es una alambrada que los hace sentir prisioneros de si

    mismos. Ya no pueden salir a la vida libre y apacible. Estaban

    internados para su formacin militar. Ahora dependern de sus jefes.

    Ya estaban en el Patio de Honor ubicado a la entrada de la

    ETE, donde se aprecia el monumento del Sargento 2 Fernando

    Lores Tenazoa, patrono de la Escuela. Los alumnos antiguos, que

    luego dijeron ser monitores, los pusieron en la posicin de

    patos y as llevaron a los ingresantes en una marcha del pato

    hasta el otro patio, el Patio de Armas, que queda ms o menos a siete

    cuadras. La marcha del pato, era ponerse en cuclillas, con las

  • 25

    manos en la cintura y as caminar imitando a los patos, gritando:

    cua-cua, cua-cua!.

    Tolucho y Ale, as como muchos de los ingresantes a la

    ETE, nunca antes haban hecho semejante ejercicio. En unos cuantos

    pasos ya sufran el dolor de sus piernas, ya les quemaba los muslos y

    queran pararse, pero los monitores eran implacables, no permitan

    que hablen y hasta les preguntaban:

    Perros Quema?

    Y todos contestaban:

    S!

    A lo que ellos sarcsticamente contestaban: soplen pues carajo!

    Y al que por algn motivo se paraba para aflojar, lo llevaban

    a la cola para que camine por ms espacio en la posicin de pato.

    Acababan de incorporarse y ya comenzaban los abusos o

    acaso el endurecimiento de esos cuerpos acostumbrados a la vida

    tranquila. As empezaron su vida en la Escuela con la famosa

    marcha del pato y, mientras caminaban como patos, los

    monitores iban diciendo:

    A partir de la fecha ustedes se llamarn: perros Cmo se

    llamarn?

    Perros!...contestaban los asustados ingresantes

    Entre sudor, lgrimas y rabia los denominados perros

    iban avanzando en esa posicin, hasta que algn perro no

    pudiendo ms se paraba.

    Perro miserable pngase en la posicin de pato carajo!...

    quin mierda le autoriz a pararse?... Siga caminando como

    pato! aqu, a nadie se le ha obligado a venir!Ustedes han

    venido por su propia cuenta, ustedes han rogado ingresar a esta

    Escuela, as es que se atienen a las rdenes Aqu las rdenes se

  • 26

    cumplen sin dudas ni murmuraciones y al que no le gusta se larga.

    Tienen las puertas abiertas para irse, carajo!

    Tolucho y los otros perros como Ale, comenzaron a

    aborrecer a aquellos que los llevaban en esa posicin, seguramente

    mentalmente les mentaban la madre, arrequintaban, pero los

    alumnos antiguos eran muy frescos, insultaban de lo peor a los

    perros que ya no podan avanzar ms en esa marcha del pato.

    Muchos, apenas incorporados a la Escuela, se lamentaban de

    haber postulado, de haber ingresado. No podan reclamar a nadie.

    Todos eran iguales. Daba miedo mirarlos porque en sus miradas

    haba ira, rencor, venganza O, acaso, la intencin de formarlos

    fsicamente?

    Cuntos pensaron retirarse y los monitores les decan:

    - Perros, aqu se quedan solo los hombres; los que no se

    sienten hombres, pueden retirarse!... Las puertas de la

    Escuela estn abiertas para que se vayan!

    As, entre insultos, entre sudor que se mezclaban con las

    lgrimas de unos, entre la maldicin de esos hombres convertidos en

    perros llegaron en la posicin de patos hasta el otro patio.

    A esa hora, los rayos solares caan con fuerza calcinando los

    cuerpos de esos mozuelos que soaban con un futuro diferente.

  • 27

    DORMIR EN ATENCIN Y NO

    CAMINAR

    All, en frente de ese otro patio, el Patio de Armas, estaban

    las cuadras (habitaciones) donde haba de trascurrir los das de los

    perros. All los pusieron en la posicin de ranas. Esa posicin

    consiste en colocarse en cuclillas, con los pies juntos y los brazos

    estirados con los puos cerrados a la altura del mentn. De pronto,

    los monitores sacaron un camarote y uno de los Instructores

    Militares hizo una demostracin de la manera cmo se tiende la

    cama, de tal modo, que si alguien lanza una moneda, sta debe

    rebotar.

    Haremos la demostracin de cmo deben dormir los perros.

    A partir de hoy, dormirn en atencin, bien baados, con los pies

    con talco y con la pijama limpia. Han comprendido?

    S!... era la respuesta de los perros.

    En la Escuela no debe haber malos olores, indic el Instructor. A

    ver, perro, tienda la cama!sealaron a uno

    El pobre perro no la tendi bien.

    Perro bruto! As no se tiende la cama Para ranas un,

    dos!...dijo el Monitor

    Tres, cuatro! contest el perro asustado.

    Cien dijo el Monitor

    Vamos contest el perro

    A empezar dijo el Monitor

    El perro empez a ranear contando: Uno, dos, tres, cuatro,

    cinco

    Ms fuerte, carajo No se escucha! empiece de nuevo. dijo

    el Monitor

    Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez, once

    noventa y nueve, cien

  • 28

    El perro se par con las justas y dijo: Orden cumplida mi

    Monitor! Retrese!... A ver usted, tienda la cama. seal a otro

    perro. Como si la naturaleza se hubiera confabulado con aquellos

    monitores, el sol golpeaba con sus rayos cada vez ms fuerte. Y as,

    en varias demostraciones, con ranas y canguros (posicin de

    cuclillas con un pie adelante y las dos manos cogidas entre s detrs

    de la nuca), los perros ya saban tender su cama y cmo deban

    dormir en adelante. Atrs quedaban las otras formas de dormir; ya

    no dormiran de costado, ni boca abajo, relajados. Ahora, dormirn

    en atencin, rgidos, bajo pena de sancin. Para dormir en las

    cuadras tenan que dejar las sandalias "cubiertas y alineadas" debajo

    de cada camarote, es decir, bien ordenadas, pero cuando se

    despertaban las encontraban amontonadas al fondo de la cuadra y

    amarradas entre s. Pero muy poco dormiran aquellos perros,

    porque durante el da los alumnos del segundo y tercer ao los

    anotaban por cualquier falta y en las noches, los llevaban a sus

    cuadras donde eran masacrados fsicamente con ranas,

    canguros, planchas, polichinelas, abdominales y otros

    ejercicios.

    En una ocasin, por mirar mal a un alumno de ao superior,

    Tolucho fue llevado a la cuadra de ste donde le ordenaron que haga

    una completa de cien; es decir, cien ranas, cien canguros,

    cien planchas, cien polichinelas que el pobre perro lo hizo,

    pero termin cayndose porque las fuerzas le flaquearon. Lo

    hicieron reaccionar con un baldazo de agua. All vio a sus

    compaeros haciendo ranas, canguros, trompos, polichinelas;

    algunos encima de los taburetes, otros debajo del camarote, en fin,

    tenan que cumplir las rdenes. Cholos sometidos por otros cholos,

    tal como pasa en nuestra sociedad.

    Como no recordar en aquellas pocas horas de sueo, haban

    algunos que no dejaban dormir con sus ronquidos uno de ellos era

    Baylon Allca Una noche lo cargaron con camarote y todo y lo

  • 29

    llevaron a la ducha sin que se diera cuenta. El dorma en la parte

    superior y continuaba roncando estruendosamente. Las llaves de las

    duchas estaban abiertas, pero cerrada la llave general. Cuando la

    abrieron casi se ahoga y su cama termin completamente empapada.

    Santo remedio. Otras veces eran despertados a las tres de la

    madrugada y con el grito de el ultimo en estar en el patio de honor

    con su lapicero y su carpeta, salan corriendo en pijama y sandalias,

    cada uno a su respectiva aula a sacar su carpeta y de all al patio, ya

    ubicados llegaba el instructor y les informaba Van a dar examen de

    recin ah se enteraban de que se trataba.

    Dentro de toda esa frrea formacin, tambin se dio con la

    sorpresa que en la Escuela estaba prohibido que los perros

    caminen. Los perros se tenan que desplazar al paso ligero y

    cuando tenan que cruzarse con algn superior, adoptaban el paso de

    desfile para el saludo correspondiente y luego seguan al paso ligero.

    Pronto, esos muchachos que ahora eran perros,

    aprendieron gracias al Orden Cerrado que la posicin de atencin era

    con la mirada al frente, el pecho sobresaliente, el vientre sumido, la

    barbilla recogida, las manos pegadas al cuerpo, los cinco dedos

    estirados y juntos; deban tener mil arrugas en la espalda. Se estaban

    convirtiendo en soldados.

    Indicaciones por aqu, indicaciones por all. Aquel da,

    despus de la marcha del pato, despus de haber aprendido a

    tender la cama, despus de haber aprendido la manera correcta de

    dormir, les hicieron entrega de su cuadra la cual estaba reluciente.

    Las instalaciones de la Escuela eran nuevas y las cuadras, con sus

    respectivos camarotes y roperos tambin. All pasaran sus das entre

    compaeros. Adis familia. Adis chicas.

    En estricto orden alfabtico, les hicieron entrega de stos,

    repartindolos por secciones. Tolucho y Ale se conocieron all.

  • 30

    Ocuparan el mismo camarote y desde entonces se hicieron

    compaeros inseparables.

    A ese ritmo, algunos no soportaron la ruda formacin del

    carcter o el brusco sometimiento, por lo que optaron por retirarse

    apenas ingresaron. Entonces, llamaban al que haba ocupado los

    puestos N 301, 302, 303 y as sucesivamente. A stos les

    denominaban cuervos.

    Entre el paso ligero, entre el paso de desfile, entre los

    ejercicios fsicos luego de hacerles entrega de sus cuadras,

    camarotes y roperos, tambin les asignaron sus respectivos

    sectores de responsabilidad para la limpieza y el mantenimiento. Ya

    no tendran la vida apacible a la que estaban acostumbrados.

    A partir de ese momento, los perros eran responsables de

    que su cuadra, sus pasadizos, sus baos y hasta sus jardines estn en

    ptimas condiciones de manera que si algn superior encontraba

    alguna deficiencia en su sector de responsabilidad, se hacan

    acreedores a una sancin por lo que cada perro o estaba

    limpiando su sector ya en el bao, ya en la cuadra, o estaba

    arreglando o regando su jardn.

    Es decir, en la Escuela la formacin era integral: mente,

    cuerpo y espritu. Tenan que estudiar, tenan que formar su carcter,

    tenan que tener un fsico envidiable.

    Tolucho, pronto se dio cuenta que ser sancionado con

    ejercicios fsicos, era para su bien. Interiormente agradeca a quienes

    lo estaban castigando porque lo estaban preparando para ser

    combatiente de primera; estaba preparando su cuerpo para las ms

    duras situaciones adversas en caso de encuentro con el enemigo.

  • 31

    Despus de dos meses en este duro trajinar, para Ale como

    para Tolucho, los castigos parecan juegos, parecan un relax.

    Tranquilamente llegaron a hacer doscientas ranas, doscientos

    canguros, doscientas planchas, doscientas polichinelas; es decir, les

    hicieron un favor. Los ayudaron en su preparacin fsica.

    De modo que para la marcha de campaa, los ejercicios de

    tiro, las estadas en vivac y las carreras de motivacin, los perros

    estaban fsicamente bien entrenados y no teman a nada ni a nadie.

  • 32

    ALMUERZO Y BRINDIS DE

    BIENVENIDA

    En ese trajn estaban aquel da de su incorporacin, cuando

    por fin, lleg la hora del almuerzo. Tolucho con Ale y los dems

    perros, que desde muy temprano no haban probado bocado

    alguno, llevaran algo a sus estmagos. Entonces formaron en U

    alrededor del Patio de Armas. Vieron por primera vez a todo el

    Batalln de Alumnos. Muchos alumnos. Tolucho haba escuchado

    que los del tercer ao eran doscientos cincuenta, quinientos eran del

    segundo ao y ahora ellos eran trescientos perros del primer ao.

    Haba ms o menos mil alumnos en aquella Escuela.

    Un alumno del tercer ao, quien era el Brigadier General,

    tom el comando de la Escuela y, a pesar de que el patio era

    inmenso, se dejaba escuchar ntidamente su voz de mando:

    Batalln Descanso!... Batalln Atencin!; Carajo, cuando el

    Batalln se pone en descanso la Escuela debe temblar!: Batalln

    Descanso!... Batalln Atencin!

    De pronto, apareci un Sub Oficial: Batalln Descanso!...

    Batalln Atencin!... Permiso mi Sub Oficial, el Batalln est

    formado para el rancho! Luego, apareci un Oficial: Batalln

    Descanso!... Batalln Atencin!... Permiso mi Capitn, el

    Batalln est formado para el rancho!

    El Capitn de Da pidi parte a los Oficiales de da. Ellos

    informaron los detalles de cada seccin y ste dio parte al Jefe de

    Cuartel. Para cada parte: Batalln Descanso!... Batalln

    Atencin!

    El Jefe de Cuartel, dio las indicaciones del caso: Seores, ha

    llegado la hora del almuerzo. Van a desfilar a los comedores. La

  • 33

    seccin que desfile correctamente pasar y, los que desfilen mal,

    volvern a desfilar Batalln Descanso!... Batalln

    Atencin!... A la derecha Derecha!... Paso de desfile De

    frente Marchen!... El Jefe de Cuartel estaba en la tribuna

    observando el paso de los alumnos quienes avanzaban al paso de

    desfile. Los monitores daban las instrucciones: Un, dosUn,

    dosUn, dos. Perro miserable Lleve el paso, carajo! Alinearse,

    mirada al frente, pecho sobresaliente, los brazos extendidos a la

    altura del hombro! Un, dosUn, dos mire a su frente carajo,

    levante la pierna.

    El Jefe de Cuartel, desde la tribuna, observaba el desfile,

    indicando cual seccin se dirija a los comedores porque desfilaron

    bien y aquellas secciones que no pasaron bien, que se pongan a la

    cola, para pasar de nuevo.

    Un, dos!... Un, dos!... Perro miserable, lleve el paso

    carajo!... Un, dos!... A las secciones que pasaron a la cola, todas

    ellas de perros, el Monitor puso en la posicin de marcha del

    pato por haberlo hecho quedar mal. Luego, para ranas un,

    dos!... Tres, cuatro!.. Cincuenta Vamos!... A empezar!...

    El Jefe de Cuartel, implacable, decide qu seccin pasa a los

    comedores y qu seccin sigue desfilando. Hasta que por fin, todos

    lograron pasar bien. Ingresan al comedor cansados, sudando. El

    comedor era amplio y luca impecablemente limpio.

    En otras ocasiones, para desfilar al rancho cuando por

    algn ruido extrao o alguna deficiencia en los movimientos, los

    hacan rotar alrededor del Casino y a veces alrededor de todas las

    aulas, entran por la derecha y salen por la izquierda, voy a tomar

    cincuenta ltimos! o, segundo ao por la derecha y los perros por

    la izquierda!... Listos, ya! Corran y al momento que se cruzaban

    aprovechaban para empujarse o darse de trompadas.

  • 34

    Hasta que todos pasaron bien e ingresaron al Comedor. Era

    el primer almuerzo en aquella Escuela. Las mesas estaban

    impecables. Cada mesa era para diez comensales: dos alumnos del

    tercer ao, cuatro del segundo y cuatro perros. Antes de sentarse a

    almorzar, todos estaban en la posicin de atencin con las manos

    pegadas a los muslos, el pecho sobresaliente, la mirada al frente y

    mil arrugas en la espalda. Estaban sudados y asustados.

    Ningn perro poda ser ms alto que otro alumno de

    grado superior. Si eso pasaba, tena que agacharse, pero

    manteniendo la posicin de atencin. Tampoco poda ser bajo de

    estatura. Si lo era, tena que estar de puntillas para aparecer ms alto

    hasta que el Servicio de da daba la orden de Sentarse!

    Ufff, por fin a sentarse, despus de haber desfilado tres o

    cuatro veces por la tribuna. Pero como al sentarse haban hecho

    ruido al mover las sillas, el servicio dijo: De pie! Mucha bulla

    carajo!...Sentarse! Ya no hubo ruido, ahora s a comer. El jefe de

    mesa era un alumno del tercer ao. Indicaba quien iba a servir el

    almuerzo y daba la orden: A ver, perro, sirva usted! En cada

    mesa haba diez platos hondos, diez platos tendidos y diez vasos as

    como una olla de sopa, otra con arroz y otra con algn guisado. En

    tanto los dems tenan que estar bien sentados, sentados en atencin,

    nadie coma mientras el jefe de mesa no diera la indicacin. Una vez

    que indic la orden de comer, recibieron otra indicacin: En la

    Escuela se debe comer en escuadra, es decir, llevar la cuchara en

    forma vertical hasta la altura de la boca y luego en forma horizontal

    hasta la misma y viceversa.

    Algunos jefes de mesa daban la indicacin de comer en

    escalera. Perros con hambre y, a ese paso, llegaban bien lento

    los alimentos. Algunos, con los nervios o el miedo, derramaban

    algunas gotas de sopa y eso era fatal. Ya no coman porque, segn

    los alumnos de mayor jerarqua, se estaba desperdiciando tanta

  • 35

    comida que pudieran darle a tanta gente pobre y que un perro

    miserable la estaba derramando adrede. Y as, los pobres perros,

    en aquel primer almuerzo, haban probado poco bocado.

    Ms bien, cuando a Tolucho le toc comer el postre que era

    un pltano, un alumno de ao superior le orden: deje el pltano y a

    la cuenta de tres se ha comido la cscara: uno, dos, tres! Tolucho

    comi la cscara del pltano. A Ale le pas lo mismo.

    De pronto, el Oficial de da orden:

    BatallnAtencin!... Todos se pusieron de pie, pero como

    se hizo mucho ruido con la silla, dijo: Sentarse!... Carajo, esto es

    un escndalo, en la Escuela estn prohibidos los escndalos! De

    pie!... Sentarse!... De pie!, hasta que no hubo ningn ruido.

    Era para el brindis de bienvenida. Todo estaba preparado. Un

    alumno del tercer ao pronunci un breve discurso dando la

    bienvenida a los perros y luego dijo:

    Brindemos por los alumnos que han tenido el honor de ingresar a la

    Escuela Tcnica del Ejrcito Salud, seores! Todos contestaron:

    Salud!

    El que menos pens que era vino, pero no; era una mezcla de

    los desperdicios de la ensalada, con azcar, aj, sal, vinagre, limn,

    pimienta y quin sabe qu cosas ms. Como tenan sed y no hubo

    refresco aquel da, los pobres perros lo pasaron muy mal. As fue

    el bautizo de los perros. A algunos se les volvi lo poco que

    haban almorzado.

    Ya no estaban en su casa o con su hembrita en algn

    Restaurant. All disfrutaban cmodamente de un refresco o un

    postre. Ahora estaban en un centro de formacin militar.

  • 36

    Pasado esos momentos, salieron en completo silencio al

    patio pensando ir al Cafetn de la Escuela para saciar su apetito, sin

    saber lo que les esperaba.

  • 37

    CONVERTIDOS EN PERROS Y

    CUERVOS

    Tolucho y Ale salieron del Comedor tristes por no haber

    saboreado del todo aquel delicioso almuerzo, al salir les esperaba

    otra sorpresa: En la puerta, estaban los alumnos del tercer ao

    quienes ordenaron a los perros que se saquen la correa y se lo

    pongan en el cuello, y as:

    Posicin de perros, un, dos! ordenaban los alumnos.

    Tres, cuatro!respondan los perros y adoptaban la posicin

    de un perro.

    Tolucho, Ale y los dems, aparecieron desplazndose como

    perros con su respectivo dueo. Cada alumno del tercer ao era

    dueo de un perro y stos tenan que actuar como tales:

    Perro ladre! Los perros tenan que ladrar: guau, guau,

    guau.

    Ms fuerte, carajo Ladre como un perro macho, no como una

    perra!

    Los perros hacan muchas cosas que los amos

    ordenaban y entre ellos se burlaban diciendo que su perro era fino y

    que el tuyo es chusco. A ver, que peleen. Y los hacan pelear como si

    fueran perros; mordiendo a su compaero y ladrando furiosamente.

    Queran que hagan todo lo que hacen los perros. Los llevaron

    ladrando, caminando, orinando como perros hasta las cuadras, por

    todo ese gran patio. Pareca una jaura. Trescientos perros

    ladrando en el patio. Y su propio compaero mordiendo al otro. Al

    parecer, la consigna era someterlos a como d lugar, hasta hacerlos

    sentir que realmente eran perros, despreciables.

    Haban perdido su condicin de seres humanos. En la

    Escuela, eran simplemente perros. As pasaron aquel da de

  • 38

    bienvenida. Aquel bautizo, inolvidable bautizo. Los estaban

    sometiendo, formando su carcter. Los estaban formateando para

    ser sumisos ante los jefes. Cholos peruanos, sometiendo a otros

    cholos peruanos.

    Vinieron los siguientes das y pasaron mil y una cosas

    propias de la formacin castrense; que los perros no caminan,

    cien ranas. Que le falta porte al perro: cincuenta canguros. Que el

    perro no efecto correctamente el saludo: veinte planchas. Que el

    perro tiene los zapatos sucios: cien polichinelas. Que el perro

    tiene que gritar: rugir. Que el perro tiene que ser un buen

    combatiente: rampar. Haba un sector de la Escuela donde se

    practicaba con los tanques de guerra, en donde la tierra es muerta,

    es decir se hunda, all los llevaban a rampar. Que el perro tiene

    que ser anfibio: a la piscina. Que el uniforme est sucio: ranas.

    Que le falta brillo a los borcegues: canguros. Y, en fin, todas esas

    cosas.

    Eran trescientos jvenes peruanos en busca de un futuro,

    aunque para ello estaban siendo humillados. Tolucho ladraba con

    furia, morda a su compaero cuando le decan que peleara con otro

    perro, orinaba levantando una pierna. Sus dems compaeros

    hacan lo mismo.

    Levantarse de madrugada para limpiar los ambientes para

    que luzcan impecables. Luego el orden cerrado, el entrenamiento

    fsico militar, la gimnasia bsica sin armas, la gimnasia bsica con

    armas, la pista de combate, la pista de riesgos, el taekwondo, la

    gimnasia con vigas, las carreras de motivacin, la marcha de

    campaa, la estada en vivac, la playa, el rancho, la instruccin

    militar, la instruccin del combatiente y patrullas, la instruccin

    tcnica de armamento, de comunicaciones, la marcha por rumbos,

    los cursos de matemticas, lenguaje, oratoria, las formaciones, los

  • 39

    deportes, los servicios; todo ello, fueron moldeando a los futuros

    Sub Oficiales del Ejrcito del Per.

    Algunas noches, Ale lloraba y hasta pensaba desertar.

    Tolucho lo consolaba y lo animaba: Hemos hecho tanto sacrificio

    para ingresar y no podemos dejarnos amilanar. Moral Ale!...

    Moral Tolucho! Se animaban entre ellos.

    As pasaban los das. Durante los tres primeros meses de

    formacin, los perros no salieron a la calle y, cada domingo,

    reciban a sus chicas y familiares que llegaban a la Escuela para

    visitarlos.

    Recuerda Tolucho que el primer domingo posterior a su

    incorporacin, llegaron a la Escuela muchas familias. Muchas de

    ellas desde muy lejos, pues haban viajado para ver a sus hijos. Para

    eso, para recibir a sus visitantes, los alumnos de mayor antigedad,

    les haban enseado que los perros deberan recibir a sus

    familiares como alumnos de la ETE, es decir, en la posicin de

    atencin, sin mayores sonrisas, sin afectos, nada de abrazos, nada de

    besitos, solamente tenan que decir: Alumno tal, os da la

    bienvenida a la Escuela Tcnica del Ejrcito.

    Muchos familiares se sorprendieron al ver tanto cambio en

    tan pocos das. Queran abrazarlos y besarlos, pero no. Ah estaban

    los monitores controlando cada paso que daban, peor an con la

    enamorada.

    Nadie poda ser objeto de afecto en la Escuela. Los estaban

    formando como futuros combatientes y, ahora, su enamorada sera

    un fusil a quien le pusieron el nombre de su chica. Sus hermanos

    seran sus compaeros de promocin; por eso, la verdadera familia,

    esas familias que con tanto cario y esfuerzo haban llegado hasta

    Chorrillos, estaban confundidas, un poco decepcionadas por la

  • 40

    actitud de sus jvenes hijos, sobrinos o nietos, pues en esta visita los

    vean indiferentes, los vean serios y fros, como si la arena y la

    playa cercana les hubiera afectado.

    Los familiares traan noticias de su tierra, de sus chacras, de

    sus familiares y nada. Nada haca cambiar el semblante de los

    perros, por lo que al trmino de la visita, muchos de los familiares

    se fueron tristes porque haban visto al alumno de la ETE demasiado

    indiferente, incluso llegaron a pensar que estaban resentidos.

    Muchos de ellos no eran as, eran alegres, bromistas, qu les habrn

    hecho? Se preguntaban y nunca ms volvieron a visitarlos. Solo

    familiares que viven en Lima, de vez en cuando, los visitaban. Las

    chicas eran las ms asiduas visitantes.

    Cmo no recordar que en una de aquellas visitas el entonces

    Capitn Nurea, despus de la visita donde los perros haban

    comido de todo, los oblig a pasar el "rancho" de la Escuela al que

    previamente haba ordenado echar purgante.

    Aquel da y los posteriores los baos "colapsaron" y los

    perros iban con su "pala-pico" a la tierra muerta para hacer sus

    necesidades fisiolgicas. De un momento a otro uno sala corriendo

    llevando su pala-pico, de pronto, otro lo segua. Primero pasaban por

    el bao y todos estaban ocupados.

    As pasaban Tolucho y Ale los primeros das en aquella

    Escuela. La masacre o endurecimiento continuaba sin cesar. Los

    ejercicios fsicos (ranas, canguros, planchas, abdominales, barras,

    etc.) estaban a la orden del da. Los perros soportaban con altivez.

    Pero algunos se rendan.

    De pronto, durante los ejercicios fsicos y ante la interrogante

    de algn alumno de ao superior:

    Ya no pueden?... La que no puede que se arrodille, carajo!

  • 41

    Todos vieron que alguien se arrodill y se lo llevaron. No lo

    volvieron a ver. Sus cosas ya no estaban en la cuadra.

    Apenas se hubo ido, al da siguiente apareci uno nuevo. Era el

    cuervo de la promocin que haba ocupado el puesto nmero 301.

    Como ya haban pasado tres das, los mismos perros lo

    masacraban: lo hacan ranear, lo hacan cangurear y hacer

    planchas.

    En otra jornada de ejercicios o de masacre, otra vez la

    pregunta:

    Ya no pueden?... La que no puede que se arrodille, carajo!

    Vieron que dos o tres se arrodillaron y se los llevaron. No los

    volvieron a ver. Sus cosas ya no estaban en la cuadra.

    Al da siguiente aparecan otros cuervos. Seguramente

    seran el 302, 303, 304. A ellos los masacraban los mismos de la

    promocin. Pobres cuervos. Y as fueron yndose los que no

    soportaron y fueron llegando los cuervos. Uno de ellos, que lleg

    ms o menos ocho das despus de tanta masacre, fue Narciso, un

    Cabo que cumpla su servicio militar en la Escuela de Trasmisiones,

    quien en el ao 2013 alcanz a ocupar el mximo grado y cargo

    honorfico de: Tcnico Superior General del Ejrcito.

  • 42

    BAJA CON TAMBORES

    En aquel primer ciclo, cuando eran perros, Tolucho y Ale

    vieron dos hechos que marcaron sus vidas. El primero: una baja

    con tambores, a los pocos das de su incorporacin. El otro: la

    ceremonia de graduacin de la primera Promocin de la ETE.

    La baja con tambores era expulsar a un alumno por alguna

    causa, generalmente por medida disciplinaria. Era humillante, pero

    aleccionadora. Para ello, el Batalln de Alumnos, es decir, toda la

    Escuela en pleno, formaba en el Patio de Armas y por una de las

    esquinas apareca el alumno que iba a ser expulsado por algn

    motivo que atenta contra la disciplina y las buenas costumbres.

    Apareci escoltado por dos policas militares quienes lo condujeron

    hasta el centro del Patio. Inmediatamente, el Jefe de Personal dio

    lectura a la Resolucin de Baja indicando el motivo de la expulsin.

    De pronto, desde algn lugar, apareci un alumno quien,

    generalmente, es el que ocupa el ltimo puesto en el ltimo proceso

    de admisin: un cuervo. Lo vieron salir al paso ligero y dirigirse

    hasta donde estaba quien sera expulsado de la Escuela y, al comps

    del toque de un tambor, ste le arrebata los emblemas, los galones, el

    queps; le arranca los botones de la polaca, para luego regresar en

    paso ligero hasta su ubicacin.

    Cabe explicar que, para la baja con tambores y otras

    actividades en el Patio de Armas se formaba en cuadro, donde

    los alumnos del tercer y segundo ao se daban frente y el primer ao

    los perros - entre ambos formando una U. Frente a los

    perros se ubicaba el estrado oficial.

    Luego de esto, el Jefe de Batalln ordena dar media vuelta a

    todos los alumnos en seal de darle la espalda a quien infringi los

    Reglamentos de la Escuela quien, escoltado por los policas

  • 43

    militares, al comps del toque del tambor, es expulsado a la calle,

    por la puerta trasera.

    Pasado ese momento, el Jefe de Batalln hace dar la media

    vuelta a todos y da la indicacin de que a cualquiera de los perros

    les puede pasar lo mismo si es que no cumplen las disposiciones,

    normas y reglamentos. Guerra avisada no mata gente!, es la

    advertencia.

    Haba que portarse bien porque los de la promocin

    cebolla, as le decan a los integrantes de la segunda promocin,

    les buscaban la mnima sinrazn para aplicarles alguna papeleta de

    castigo.

    Pasado este momento, contino la vida en la Escuela como

    si nada hubiera ocurrido. Formaciones, desfiles, carreras,

    instruccin, estudio y todo lo dems. Pero este hecho marc en los

    perros un gran sentido de disciplina y de cumplimiento a las

    normas y reglamentos. Ya no podan ser desobedientes; tenan que

    cumplir todo lo que les decan.

    Era otra manera de someterlos. Es triste, humillante, cruel,

    pero necesario para la formacin, para saber conducirse en la

    Escuela. La frrea y rgida formacin continuaba, ansiando con ello

    ser militares disciplinados y de primera.

  • 44

    PRIMERA CEREMONIA DE

    GRADUACIN

    Ms adelante, cuando ya se estaban acostumbrando a esta

    vida, en los primeros das de diciembre de 1976, se realiz la

    Ceremonia de Graduacin de los alumnos de la especialidad de

    Auxiliares de Estado Mayor de la primera Promocin de la Escuela

    Tcnica del Ejrcito, as como los Mecnicos de Trasmisiones,

    Mecnicos Automotores y Mecnicos de Armamento que llegaron

    procedentes de las Escuelas de Trasmisiones y de Material de

    Guerra. Esta ceremonia, a diferencia de la anterior, fue otro hecho

    que cal y los motiv. Aquel da, el Patio de Honor, luca impecable,

    esplendoroso, majestuoso.

    Los familiares de los Sub Oficiales por graduarse llegaban a

    la Escuela con sus mejores atuendos. El Batalln de Alumnos, de

    donde los perros ya eran parte, estaban correctamente formados y

    esperaban la llegada del Ministro de Guerra, para dar inicio a la

    ceremonia.

    Muy pronto, aquellos alumnos se convertirn en Sub

    Oficiales del Ejrcito del Per. Estaban rebosantes de satisfaccin

    porque haban logrado su cara aspiracin: llegar a la parte final de su

    formacin. Se haban sacrificado y ahora lucan sus uniformes

    impecables y radiantes.

    En eso, lleg el Ministro de Guerra. Un General alto y

    gordo, de esos que ya no existen. Lo anunci un Corneta de la

    guardia de prevencin. El Jefe de Lnea lo recibi y le rindi los

    honores correspondientes debido a su alta investidura. El Ministro

    present su saludo a la Bandera de Guerra y pas revista al Batalln

    de Alumnos que se encontraban en perfecta formacin. Se dirigi a

    la tribuna y salud a las dems autoridades de menor jerarqua. Una

  • 45

    ceremonia protocolar muy bonita. Se dio inicio a la Ceremonia con

    el Izamiento del Pabelln Nacional, luego se enton el Himno

    Nacional, se dio lectura a la Resolucin de Ascenso, hubo un

    Discurso de Orden, luego procedieron a la imposicin de los galones

    de grado y a la entrega de los Certificados de Estudios. Una

    ceremonia sin igual.

    El Ministro de Guerra, en un gesto muy solemne, entreg un

    hermoso cuadro de mrmol a quienes ocuparon los primeros puestos

    de cada especialidad, como premio a su esfuerzo. En tanto, los

    perros que estaban en correcta formacin dentro del Batalln de

    Alumnos, observaban impactados esta ceremonia como dicindose

    para sus adentros: Yo tambin quisiera ocupar el primer puesto

    para que el Ministro me entregue mi premio. Este fue el otro

    acontecimiento que marc la vida de los perros.

    Pero, justamente en aquellos momentos en que se graduaban

    e irradiaban felicidad y satisfaccin, porque despus de una frrea

    formacin castrense se convertan en gallardos Sub Oficiales del

    Ejrcito del Per, hubo un cuestionamiento muy interno en Tolucho

    y seguramente en todos los perros. Ellos estaban siendo testigos

    de que al momento de graduarse hubo una Resolucin de Ascenso

    donde le otorgaban el grado de Sub Oficiales de tercera, y el

    cuestionamiento era: cmo es posible que de esta Escuela, donde

    les dijeron que era una Escuela moderna, donde se forman como

    Soldados Tcnicos y combatientes de primera, el producto final sea

    un militar de tercera?

    Muy en la intimidad de sus cuadras, los perros se

    preguntaban unos a otros por qu de tercera? Despus de tanta

    masacre terminar siendo militares de tercera? Qu clase de

    personas eran aquellas que se graduaban como Sub Oficiales de

    tercera? Eran, acaso, personas de tercera clase? Porque, antes

  • 46

    de ser Sub Oficiales, son personas y el grado, acaso, no es inherente

    a la persona?

    Y as, comentaban en las cuadras, casi en silencio, porque

    eran perros y hablar o preguntar sobre esa materia les poda costar

    la expulsin de la Escuela. Se callaban, pero desde aquel entonces

    les preocupaba esa peyorativa denominacin. Tolucho quera

    gritarlo, Ale lo calmaba.

  • 47

    LOS INSTRUCTORES

    Han pasado 37 aos desde que se hicieron parte de la ETE,

    parte del Ejrcito del Per, y lo primero que les llam la atencin

    cuando ingresaron fue un gran letrero negro con letras doradas

    donde estaba inscrito el lema de la Escuela: DISCIPLINA,

    LEALTAD Y HONESTIDAD.

    Ahora, cuando ya estn viejos y curtidos militares, unos en

    actividad y los ms en situacin de retiro, Tolucho y seguramente la

    mayor parte de los integrantes de esa promocin se remontan en el

    tiempo, a esos ltimos meses de 1976, su mente y su corazn

    recuerdan esa vida de perros con respeto, con cario y admiracin

    a quienes los acogieron y fueron parte de su formacin militar:

    Los primeros Directores

    Recuerdan con mucho cario al Crl Ing Jos Francisco

    Olivera Larribieri, quien les dio la bienvenida cuando ingresaron.

    Recuerdan tambin con respeto al Crl Ing Luis Torrejn Melena, que

    fue el Director de la ETE cuando egresaron en una Ceremonia

    realizada el 15 de Diciembre de 1978.

  • 48

    Los Jefes del Batalln de Alumnos Tolucho recuerda con admiracin, entre otros, al Tte Crl Inf

    Julio Brun Delgado, el primer Jefe de Batalln; al My Inf Marino

    Arvalo Guzmn, segundo Jefe de Batalln y al Tte Crl Ing Mximo

    Bracamonte Vargas, que sin ser Jefe de Batalln infundi en ellos

    una frrea disciplina y una preparacin fsica sin igual. Otros

    nombres que vienen a la memoria son el TC Ricardo Huby

    Cervantes, el My Jaime Necochea del Carpio, el My Homero

    Nurea Len, el Cap Cecilio Snchez Diaz, el Tte Freddy Mndez

    Castro, el Tte Ovid Loa Rivera, el Tte Smith Snchez Concha.

    Los Jefes de Ao Recuerdan tambin al Cap Pedro Villanueva Garay, al Tte

    Julio Pimentel Arenas, al Tte Carlos Castilla Bendayn, al Cap

    Santiago Ortega Polo, como excelentes formadores y Jefes de Ao.

    Los Jefes de Seccin y otros que recuerdan Como no recordar al Tcnico EP Donowe, Tcnico EP

    Poblete, Sub Oficial Torero, Sub Oficial "Clavelito", el Sub Oficial

    IM Jacob Gonzlez Alava, Sub Oficial IM Eduardo Vega Jimnez,

    Sub Oficial AA Jos Ruiz Rojas, Sub Oficial IM Ricardo

    Barandiarn Salvatierra, Sub Oficial IM Mariano Aguilar Acua,

    Sub Oficial IM Basilio Snchez Ernesto, Sub Oficial IM Dvila

    Surez Pedro, entre otros.

  • 49

    VACACIONES Y ESCOGEN

    ESPECIALIDAD

    Luego de esa triste y humillante vida de perros, que

    se les hizo larga y tediosa, salieron de vacaciones quienes

    haban culminado satisfactoriamente el primer ciclo de

    formacin, es decir, quienes salieron invictos en los cursos de

    formacin as como en conducta, con ms de 65 puntos;

    porque aquellos que salieron jalados en algn curso o con

    menos de 65 puntos en conducta, se quedaron sin vacaciones y

    la vieron muy difcil. Eran los castigados.

    Ellos tenan que cubrir los servicios de guardia dejando

    un da, hacer servicios de cuarteleros, imaginarias y si no

    estaban de servicio, pintaban las paredes de los pabellones con

    ladrillos molidos, sembraban palmeras en el frontis de la

    Escuela, los llevaban en marcha de castigados, etc.

    En cambio, los invictos, tan pronto salieron de

    vacaciones, viajaron a sus tierras. Los que eran de la sierra o de

    la selva, como los del norte, centro o sur del Per,

    prcticamente volaron a sus lugares de origen ya por la

    familia, ya por la enamorada y disfrutaron plenamente de ella,

    con el orgullo de ser alumnos de la ETE olvidando todas las

    vicisitudes, ms bien, orgullosos de haber soportado toda esa

    rigurosa vida militar. Pronto terminaron esas lindas

    vacaciones. De vuelta a la Escuela, a continuar con la diaria

    rutina.

  • 50

    Pese a todos estos avatares propios de la formacin

    militar, al concluir el primer ciclo y de acuerdo al estricto

    orden de mrito, los alumnos escogen una especialidad para

    toda su vida militar, para toda su carrera militar.

    Las especialidades que existan en aquel entonces eran:

    - De cuatro ciclos: Conductor Mecnico de Vehculos a Rueda)

    - Cinco ciclos: (Auxiliar de Abastecimiento e Instructor

    Militar) y

    - Seis ciclos (Enfermero Militar, Operador Mecnico de

    Trasmisiones, Mecnico Electrnico, Mecnico de

    Armamento, Mecnico de Vehculos a Oruga, y Mecnico de

    Equipo de Ingeniera). Por lo que muchos, viendo lo riguroso

    de la vida militar optaron por escoger la especialidad de

    cuatro ciclos para egresar lo ms pronto de la Escuela.

    Quienes ocuparon los primeros puestos, escogieron la

    especialidad que les gustaba, mientras que los ltimos lugares,

    tuvieron que resignarse a la especialidad que les asignaron

    quienes estuvieron a cargo de esta distribucin.

    Tolucho escogi ser Instructor Militar, juntamente con

    Ancco, Azaa, Arteta, Babilonia, Borra, Centeno y otros. Ale

    escogi la especialidad de Auxiliar de Abastecimiento.

    Ya cursaban el segundo ciclo y se produjo el Examen

    de Admisin. Cuando se incorporen los ingresantes, dejaran

    de ser perros. Con qu ganas esperaban que ingresen los

    nuevos. Por fin, dejaran tal condicin y ya tendran sus

    perros. Y as fue. Luego del Examen de Admisin, se

    incorporaron los nuevos alumnos. Haba concluido el tiempo

  • 51

    de ser perros y ahora eran alumnos del segundo ciclo de la

    ETE. Llevaban dos pitas en el hombro.

    Dejaron de ser perros sarnosos, perros

    miserables. Dejaron de ser serranos e indios, como los

    llamaban los de mayor jerarqua. Ahora seran alumnos. Pero

    como todo da vuelta en la vida se vio que los ms llorones de

    la promocin, los que ms reclamaban, aquellos que no

    queran abusos, aquellos que ms reclamaban o se quejaban, se

    convertan ahora en los abusivos de los nuevos perros. Los

    hacan ranear, que las planchas, que los canguros, etc.

    Oye, Juan qu haces?... No decas que t no ibas a ser

    abusivo.

    S pues, pero a m me han masacrado y yo tengo que hacer

    lo mismo. Tolucho se sonrea al ver a sus compaeros hacer lo

    que a ellos no les gustaba que les hagan.

    Hasta los cuervos ya tena nuevos perros a

    quienes masacrar.

  • 52

    RUTINA, JUEVES Y CONTROL DEL

    ORDEN INTERNO

    En aquella Escuela la vida era tan ocupada que no tenan

    tiempo para pensar en nada. Ni siquiera en su familia, ni en su

    enamorada. Si acaso estaban pensativos, por all pasaba un alumno

    de grado superior y, al descubrir su actitud, le ordenaban que haga

    ranas, canguros, polichinelas, planchas, lo que sea. Los perros

    deban estar ocupados. Ellos no estaban para pensar. Solo tenan que

    estudiar y cumplir las rdenes sin dudas ni murmuraciones. Tenan

    que estudiar, tenan que cuidar su fusil como si fuera la nia de sus

    ojos, tenan que estar bien vestidos, bien afeitados, con el cabello

    recortado, el uniforme bien planchado, el zapato bien lustrado, es

    decir, no tenan tiempo para pensar en nada.

    Luego de la fatiga del da, pues todo empezaba con la diana

    a las cinco de la maana, la limpieza exhaustiva de las cuadras y

    jardines, el entrenamiento fsico militar, el desayuno, la lista de

    diana, la instruccin militar, el almuerzo, la instruccin por la tarde,

    la cena, la lista de retreta, el estudio obligatorio que terminaba a las

    diez de la noche y ya estaban rendidos. Llegaban a la cuadra, all,

    tenan que encerar su sector, de manera que a la maana siguiente

    solo le sacaban brillo. Se acostaban casi a las once de la noche y

    cuando ya estaban por conciliar el agradable sueo, pasaba por la

    cuadra el Oficial de Da del primer turno y por un pequeo sector de

    la cuadra que estaba sucia, levantaba a todos los alumnos, como si

    no supiera de quien se trataba, pues cada sector tena su nombre,

    pero no, levantaba a todos, para darles indicaciones y llamarles la

    atencin, que por aqu, que por all, hasta que todo est encerado y

    limpio. Dentro de media hora regreso a pasar revista! deca. Y all

    tenan que esperarlo.

  • 53

    Todo era formacin, hasta en sus horas de sueo. De pronto,

    llegaba el Oficial de Da del segundo turno; que algo mal observaba,

    que la cuadra ola mal, que alguien no se haba lavado los pies, que

    no se haban echado talco y por eso levantaba a todos los perros

    de la cuadrasegn l, para ensearles, hasta los mandaban a

    baarse, a todos. Era formacin. Por fin descansaran, pero no.

    Pasaba por all el Oficial de Da del tercer turno y algn motivo

    buscaba para levantarlos a las cuatro de la maana aduciendo que el

    combatiente no duerme, que el combatiente debe estar preparado,

    que tal cosa y que tal otra y de esa manera no los dejaban descansar.

    Los estaban formando, estaban formando su carcter. Por eso

    esperaban ansiosos el da de salida, el da de franco. Como no

    recordar que, en una oportunidad, estando los perros formados

    para recibir instruccin comn, al Tco Donowe no le gust la

    demora y dijo Muy lentos los perros! Visto esa vaca? (haba una

    res pastando al fondo, mas all de la tierra muerta) Visto!

    contestamos a coro. Un ultimo en traerme un pelo de vaca! Todos

    partieron en tropel, algunos se caan y eran pisados, la tierra muerta

    se levantaba y los cubra totalmente, se meta a los ojos, odos, boca,

    etc.; obviamente la vaca parti a la carrera asustada y nadie

    consigui el pelo de vaca y as, todos enterrados y jadeantes fueron

    masacrados por no cumplir la orden. En ocasiones Tolucho se puso

    mal y pidi visita mdica. Para muchos esto significaba cabreo.

    Al llegar a la enfermera el mdico recetaba penicilina. A todos les

    recetaba lo mismo, sea cual fuera la enfermedad. Al pasar por el

    enfermero Otto Chvez, ms conocido como Chabuca, ste

    preparaba la inyeccin, lo clavaba en la nalga del paciente y

    ordenaba que cada uno se lo aplique, saque la aguja y se sobe. Por

    todo ello, el da de salida era de ilusin. La mayor parte de ellos

    decan que llegaran a sus casas solamente a descansar y dormir por

    todas las noches que no los haban dejado dormir durante la semana

    y cada vez que salan de franco daban rienda suelta a su vida por

    tanta presin. Se cuidaban mucho para no salir archivados; es

  • 54

    decir, se cuidaban de que no le apliquen papeletas de castigo durante

    la semana porque por dos pepas, perdan el derecho de salir.

    En ese paso por la Escuela Tcnica del Ejrcito, los

    perros jams olvidarn los famosos jueves de pelcula que,

    estaba programado para brindar bienestar a los alumnos. Pero,

    por ser perros, ese bienestar se converta para ellos en una

    masacre, en un verdadero malestar porque tenan que llevar

    las sillas desde el comedor hasta el auditorio en una marcha

    del pato, tanto de ida, como de vuelta.

    Verlos cargando una silla en la posicin de patos y

    encima: cua, cua, cua, cua!, no era estimulante. Desde el

    Comedor de Alumnos hasta el auditorio que estaba en

    construccin, era una tortura. Todo eso lo soportaron

    estoicamente. Queran ser militares. Estaban en una Escuela y

    no les quedaba otra alternativa. Arrequintaban, maldecan el

    haber hecho tanto esfuerzo para ingresar, pero no, haba que

    perseverar. All estaba su futuro. Tenan que seguir adelante.

    Al trmino de la pelcula, los alumnos de aos superiores se

    iban a descansar; en tanto que los perros, al mando de sus

    monitores, tenan que devolver las sillas a los comedores y

    dejarlas en orden.

    As pasaban sus das Tolucho, Ale y los dems

    jovencitos en aquella Escuela. De pronto, cuando todo era

    rutina, estudio y masacre en la Escuela, se oy que en Lima

    se haba dictado el Estado de Emergencia. Se organizaron

    patrullas al mando de un Oficial y los alumnos tenan que velar

    por la seguridad de la poblacin.

  • 55

    - Instructores Militares Reunin Uno, dos, tres, cuatro

    subir a esa tanqueta. Cinco, seis, siete, ocho subir a esa

    otra tanqueta. Nueve, diez, once, doce A la otra tanqueta

    Y as, los treinta instructores militares salan por las

    noches a cumplir esa misin. Por eso, merece una mencin

    especial la participacin de aquellos alumnos de la tercera

    Promocin en el patrullaje y control del orden interno en San

    Juan de Miraflores, Villa Mara del Triunfo y Villa el

    Salvador.

    Dentro de todo ese trajn, hubo otro momento que

    marc a los alumnos de esta Promocin. Fue cuando llegaron

    los alumnos del tercer ao que, por sus meritos fueron becados

    para seguir estudios en a la Escuela de las Amricas en

    Panam (tres Auxiliares de Abastecimiento y tres Instructores

    Militares). Al ver esto, todos se esforzaron para que algn da

    puedan ser considerados en un viaje similar. Lo triste fue que,

    el ao que les corresponda el viaje, fue declarado en el Per

    como el Ao de la Austeridad. Quienes ocuparon los

    primeros puestos y estaban listos para el viaje, se quedaron con

    las ganas. Tolucho fue uno de ellos.

  • 56

    DEPORTISTAS CALIFICADOS

    Al margen de la rigurosa formacin militar, hubo quienes

    practicaban algunos deportes. De esta Promocin quedan recuerdos

    imperecederos de aquellos que les toc vivir las competencias

    deportivas tanto internas como Inter Escuelas Tcnicas de la Fuerzas

    Armadas. A Dios gracias, han llegado algunas imgenes que las

    publicamos como recuerdo de quienes defendieron el honor de su

    querida Alma Mater.

    Entre los compaeros que destacaron en los deportes,

    conforme aparece en la Historia de la ETE Tomo I, editado en el

    2007, aparecen en el ao 1976: Barrera Neyra, los hermanos Lucho

    Lpez y Lara Paredes. En 1977 aparecen: Barrera Neyra, Lara

    Paredes, los hermanos Lucho Lpez, Tovar Florentino, Arteta

    Lescano, Merino Neyra, Olivari Cruzado, Santos Bueno, Vega

    Barrios y Zrate Hurtado. En 1978 destacaron: Ypez Zavaleta,

    Santos Bueno, Zrate Hurtado, Merino Neyra, Vega Barrios, los

    hermanos Lucho Lpez, Lara Arteaga, Arteta Lescano y Tovar

    Florentino.

  • 57

    Cabe mencionar que aquellos deportistas tenan una

    sola consigna: ganar, caso contrario iban a parar a los

    calabozos de la Escuela.

  • 58

    ALGUNAS IMGENES DE LA

    PROMOCIN

    Han pasado los aos y gracias a la gentileza de un integrante

    de la Promocin, que ahora es fotgrafo y publicista profesional,

    Luis Gonzalo Muoz Tuesta, llegan estas imgenes del paso por la

    Escuela Tcnica del Ejrcito.

    La Sexta Seccin

    Una maravilla

  • 59

    Auxiliares de Abastecimiento

    Los recuerdan?... los Armeros

  • 60

    Estada en vivac

    Un momento de relax

  • 61

    Luego de la Ceremonia de Renovacin del Juramento de Fidelidad a

    nuestra Bandera.

    Durante el Servicio de Guardia

  • 62

    LA GRADUACIN

    Las horas, los das, las semanas y los aos pasaron

    inexorablemente. De pronto, pese a que sufrieron mucho en esa

    formacin militar, ya era octubre del ao 1978 y Tolucho y Ale ya

    estaban en el quinto ciclo: eran los dueos de su Escuela Tcnica

    del Ejrcito. Tenan que dar los ltimos exmenes hasta que, por fin,

    lleg el esperado da, el tan ansiado da de la graduacin. Se iban a

    graduar, despus de haber sido entrenados y preparados como

    combatientes de primera, como Sub Oficiales de tercera y all

    quiz comprenderan porque iban a ser de tercera.

    Era el 15 de Diciembre de 1978. Aquella maana, el Patio de

    Honor luca esplendoroso. La tribuna adornada con toldo rabe y con

    los colores rojo y blanco de la bandera peruana. Los familiares

    llegaban en caravana a la Escuela felices porque sus hijos, sobrinos,

    nietos, primos o amigos se iban a graduar. De pronto, los honores al

    seor Director de la Escuela que era un Coronel. Luego los honores

    al Director de los Centros Acadmicos del Ejrcito que era un

    General. Los honores al seor General de Divisin Comandante

    General del Ejrcito y Ministro de Guerra que llegaban con sus

    respectivos edecanes y su comitiva. El Batalln de Alumnos estaba

    en estricta formacin. Los que se iban a graduar estaban en un lugar

    especial luciendo sus impecables uniformes de Sub Oficiales del

    Ejrcito del Per, listos para recibir la imposicin de sus blasones

    con el grado de Sub Oficiales de tercera.

    Desde donde estaban, vean cmo llegaban sus familiares.

    Aquella ceremonia tuvo ribetes de gran solemnidad. Se dio inicio

    con el izamiento del Pabelln Nacional para luego entonar las

    sagradas notas del Himno Nacional. Despus vino el Discurso del

    Director donde daba cuenta al Comando del Ejrcito y al Ministro de

    Guerra de todos los pasos seguidos para formar a esos alumnos que

  • 63

    ahora se convertan en Sub Oficiales del Ejrcito del Per. La

    corporacin de Oficiales, Tcnicos y Sub Oficiales impusieron los

    blasones de grado y les entregaron sus correspondientes Certificados

    de Estudios. Ya eran Sub Oficiales y luego los alumnos que

    ocuparon los primeros puestos de cada especialidad recibieron de

    manos del Gral Div Oscar Molina Paloquia, Comandante General

    del Ejrcito y Ministro de Guerra, un hermoso cuadro de mrmol

    donde queda perennizado este logro y que muchos seguramente lo

    lucen con orgullo en algn lugar preferencial de su hogar. Los que

    ocuparon los primeros puestos los siguientes:

    Jacinto Camacho Chumbes: Enfermero Militar

    Walter Cueva Castaeda: Operador Mecnico de Trasmisiones

    Alejandro Benavides Robles: Mecnico Electrnico

    Crislogo Llancari Violeta: Mecnico de Armamento

    Tolomeo Aliaga Quispe: