relatos de niñez rural. memorias y usos metaforicos (florencio varela, 1952-1960)

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Sección Ciencias Sociales • Vol. 18 Nº 2 • 2015 ISSN 1851-3123 • http://www.revistapilquen.com.ar/ 62 Celeste De Marco RELATOS DE NIÑEZ RURAL. MEMORIAS Y USOS METAFÓRICOS (FLORENCIO VARELA, 1952-1960) Por Celeste De Marco [email protected] CONICET; Centro de Estudios de la Argentina Rural – Universidad Nacional de Quilmes. Argentina RESUMEN El objetivo del presente trabajo es recuperar las voces de la niñez asentada en el medio rural periurbano a mediados del siglo XX. Nos centraremos la situación de quienes habitaron la colonia agrícola “La Capilla” (Florencio Varela, zona sur Gran Buenos Aires), fundada en 1951 durante el peronismo histórico. Nos interesa abordar qué cuestiones aparecen con recurrencia, qué aspectos de los primeros años de vida emergen cristalizados en los relatos y qué usos metafóricos pueden revelar impresiones propias, mandatos familiares y condiciones de vida. Para realizar el estudio recurrimos a un grupo de hombres y mujeres que vivieron en la colonia entre los 5 y 13 años, en plena etapa de consolidación y desarrollo del proyecto, es decir, entre 1952 y 1960. Palabras clave: Niñez; Colonización; Memoria; Periurbano. STORIES OF RURAL CHILDHOOD. MEMORIES AND METAPHORICAL USES (FLORENCIO VARELA, 1952-1960) ABSTRACT This article proposes to recover the voices of children who lived in rural periurban areas at XX century, near to Buenos Aires. We analyze the situation of those who lived in the colony "La Capilla" (Florencio Varela, Great Buenos Aires), a colony founded in 1951 during the historical Peronism. We are interested in the issues that appear with recurrence, and the aspects of early life crystallized in the stories. Furthermore, we study the metaphorical uses, because this aspect can reveal impressions, family mandates and living conditions. For this study, we use a group of men and women who lived in the colony between 5 and 13 years, in the middle stage of consolidation and development of the colonization project, between 1952 and 1960. Key words: Childhood; Colonization; Memory; Periurban. Recibido: 31|03|15 Aceptado: 24|06|15

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El objetivo del presente trabajo es recuperar las voces de la niñez asentada en el medio rural periurbano a mediados del siglo XX. Nos centraremos la situación de quienes habitaron la colonia agrícola “La Capilla” (Florencio Varela, zona sur Gran Buenos Aires), fundada en 1951 durante el peronismo histórico. Nos interesa abordar qué cuestiones aparecen con recurrencia, qué aspectos de los primeros años de vida emergen cristalizados en los relatos y qué usos metafóricos pueden revelar impresiones propias, mandatos familiares y condiciones de vida. Para realizar el estudio recurrimos a un grupo de hombres y mujeres que vivieron en la colonia entre los 5 y 13 años, en plena etapa de consolidación y desarrollo del proyecto, es decir, entre 1952 y 1960.

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Seccin Ciencias Sociales Vol. 18 N 2 2015 ISSN 1851-3123 http://www.revistapilquen.com.ar/ 62 Celeste De Marco RELATOS DE NIEZ RURAL. MEMORIAS Y USOS METAFRICOS (FLORENCIO VARELA, 1952-1960) Por Celeste De Marco [email protected] CONICET; Centro de Estudios de la Argentina Rural Universidad Nacional de Quilmes. Argentina RESUMEN Elobjetivodelpresentetrabajoesrecuperarlasvocesdelaniezasentadaenelmediorural periurbanoamediadosdelsigloXX.Noscentraremoslasituacindequieneshabitaronlacolonia agrcolaLaCapilla(FlorencioVarela,zonasurGranBuenosAires),fundadaen1951duranteel peronismohistrico.Nosinteresaabordarqucuestionesaparecenconrecurrencia,quaspectos delosprimerosaosdevidaemergencristalizadosenlosrelatosyquusosmetafricospueden revelarimpresionespropias,mandatosfamiliaresycondicionesdevida.Pararealizarelestudio recurrimosaungrupodehombresymujeresquevivieronenlacoloniaentrelos5y13aos,en plena etapa de consolidacin y desarrollo del proyecto, es decir, entre 1952 y 1960. Palabras clave: Niez; Colonizacin; Memoria; Periurbano. STORIES OF RURAL CHILDHOOD. MEMORIES AND METAPHORICAL USES (FLORENCIO VARELA, 1952-1960) ABSTRACT ThisarticleproposestorecoverthevoicesofchildrenwholivedinruralperiurbanareasatXX century, near to Buenos Aires. We analyze the situation of those who lived in the colony "La Capilla" (Florencio Varela, Great Buenos Aires), a colony founded in 1951 during the historical Peronism. We are interested in the issues that appear with recurrence, and the aspects of early life crystallized in thestories.Furthermore,westudythemetaphoricaluses,becausethisaspectcanreveal impressions,familymandatesandlivingconditions.Forthisstudy,weuseagroupofmenand womenwholivedinthecolonybetween5and13years,inthemiddlestageofconsolidationand development of the colonization project, between 1952 and 1960. Key words: Childhood; Colonization; Memory; Periurban. Reci bi do: 31|03|15Aceptado: 24|06|15 Seccin Ciencias Sociales Vol. 18 N 2 2015 ISSN 1851-3123 http://www.revistapilquen.com.ar/ 63 Celeste De Marco 1.INTRODUCCIN Losniosseinterrelacionan,nosloconunambientenaturaldeterminado,sinotambinconun ordenculturalysocialespecficomediatizadoporellos,yotrosacuyocargosehallan(Bergery Luckmann 2005: 68). De este modo, la formacin de sus personalidades y roles son intervenidos por el ambiente fsico y social de los entornos que habitan y el mundo de los adultos. En este sentido, nosproponemosrecuperarlasvocesdeaquellosquetransitaronsuniezenespaciosrurales periurbanosobjetodecolonizacinagrcolaamediadosdelsigloXX.Nosinteresaabordarqu cuestionesaparecenconrecurrencia,quaspectosdelosprimerosaosdevidaaparecen cristalizadosenlosrelatosyquusosmetafricospuedenrevelarimpresionespropias,mandatos familiaresycondicionesdevida1.Sinembargo,tenemosencuentaquedelatotalidadde experiencias vividas, la memoria retiene una pequea porcin que luego se sedimenta, quedando estereotipada como un grupo de entidades reconocidas y memorables. Sucede tambin en un plano intersubjetivocuando"variosindividuoscompartenunabiografacomn,cuyasexperienciasse incorporan a un depsito comn de conocimiento" (Berger y Luckmann 2005: 91). La memoria es un actoderepresentacinselectivadelpasado,perosobretodoesunactosocial(lamemoria socialmenteenmarcada)quesenutredelasindividualidades(Halbwachs1995).Sepuedendefinir como versiones de los hechos, lecturas subjetivas, narraciones personales superpuestas con relatos coexistentes (Aug 1998). El recuerdo, por su parte, es una reconstruccin del pasado con datos tomados del presente endilogoconotrasmemoriasdedondelaimagendeantaohasalidoyamuyalterada (Halbwachs1995:210).Sinembargo,lamemoriayelolvidonoseoponen,pueslasupresiny conservacininteraccionanpermanentemente.As,laseleccinesunrasgoconstitutivodela memoria,yprobablemente,elmsdistintivo(Todorov2000:16).Esnecesarioproblematizar, entonces,sobreaquelloqueconsideramosrecuerdos.Generalmente,etiquetamosdeestemodoa cualquierimagenmentalreferidaalpasado,especialmenteencuantoasucesosacontecidosenla niez.Peroalosrecuerdosinfantilesgenuinossesumanlosrecuerdosinfantilizados.stos, afectados por el olvido y formados en tiempos posteriores, se hacen presentes aunque el individuo nopuedadefinirlosespacio-temporalmenteeinsertarlosenancdotaspuntuales.Adems,se comporta el riesgo de recordar el primer relato que se esboz en el intento de darles coherencia a expresionesconfusasysingulares,einterpretarlocomounaversingenuina.Laelaboracin secundaria de las huellas mnmicas es interesante y proviene del campo psicoanaltico (Aug 1998: 26).ParaFreud,la"reproduccinmnmicadelavida",comounaconcatenacincoherentede recuerdos,nocomienzasinoapartirdelosseisosieteaos.Sinembargo,existenexperiencias, fantasas e idealizaciones adultas que toman la forma de recuerdos infantiles. Por eso Freud discute lahiptesisdequelosrecuerdosdelaniezsonhechosqueimpactaronprofundamenteenla persona, en cambio, sostiene que muchos remiten a impresiones cotidianas e indiferentes. La tesis principaldesuargumentoesqueenloselementosolvidadosdelrecuerdosehallacontenido aquelloquelohizodignodeserrecordado.Enrealidad,nosonaspectosolvidados,sinoomitidos (Cit. en Martnez de Bocca 1986). No pretendemos ahondar aqu la lnea explicativa que incluye la represinenlaformacinytransformacinderecuerdostalcomoloanalizaFreud,perosnos interesa sealar que existen conexiones mentales subyacentes que trascienden y afectan lo que se recuerda. Enelpresenteartculonosinteresanlosrecuerdos,aunteniendopresentessusms complejosaspectos.Noscuestionamoscmounadultorecuerdahechosqueremitenasuniez, inclusocuandostossonparcialmentelaboradosaposterioridurantesujuventudyetapaadulta. Deestamanera,losrecuerdosnosepresentancomoimgenesexactasdelpasado,msbienson elaboracionesmatizadasporconexionesinconscientesquerevelansignificadosprofundos.Para abordar nuestro objeto de estudio seleccionamos a un grupo de hombres y mujeres que vivieron su 1ElpresenteartculoesunaversinmodificadasobresugerenciasobtenidasenlapresentacinenelXJornadasde Investigadores en Historia, realizada los das 19, 20 y 21de noviembre de 2014 en la Universidad Nacional de Mar del Plata. Formapartedeunainvestigacinencursosobrelaniezencoloniasagrcolasoficialesubicadasenelperiurbano bonaerense, en la segunda mitad del siglo XX, en el marco de una beca CONICET, desarrollada en el Centro de Estudios de la Argentina Rural (CEAR/UNQ). Seccin Ciencias Sociales Vol. 18 N 2 2015 ISSN 1851-3123 http://www.revistapilquen.com.ar/ 64 Celeste De Marco niez en La Capilla2, una colonia creada en 1951 durante el peronismo histrico en el partido de Florencio Varela, hacia el sur del Gran Buenos Aires (GBA), que recibi en su seno un nutrido grupo de nios en edad escolar desde su origen. La colonia, dividida en tres fracciones, tena un marcado perfilhortcolayflorcola,yenmenormedidatambero,yfuehabitadaporfamiliasdediversos orgenes. Nos interesan el arribo y las primeras etapas; el hecho de ser emigrantes, como carcter compartido; la escuela, como espacio integrador fundamental; las actividades cotidianas y el rol de los nios en eltrabajo familiar, todos aspectos relacionados conel arraigoa un espacio en el que interactuabancuestionesmaterialesysimblicas3.Adems,dedicaremosunespacioarecuperar expresiones metafricas utilizadas en el relato de quienes recuperan sus recuerdos y vivencias, pues creemos que se revelan tambin aspectos a veces matizados en el relato. Acudimos a una estrategia metodolgicadetipocualitativa,basndonosenunamuestradecatorceentrevistas semiestructuradas realizadas a hombres y mujeres nacidos entre 1939 y 1945 que se radicaron en las fraccionesA(1951)yB(1954)delacolonia,representantesdelasdiversascolectividades4. Todosellostuvieronentre5y13aos,duranteelperodo1952-1960,etapadecrecimientoy consolidacindel proyecto.Elrecorte etario elegido respondea la edadde escolarizacin, ya que losniosasistanalaescuelaprimariadelacolonia,locualhomogeneizabasusactividades, tiemposyrelaciones.Elanlisissecomplementatravsdelusodefuentesdocumentalesy grficasdisponibles,sobreelperodoylacoloniaenparticular.Paraunamejorcomprensindel anlisis a realizar resulta imprescindible presentar las caractersticas del proyecto colonizador y de lasfamiliasqueallseradicaron,evidenciadelosmodosdevidapropiosdeunentornorural atravesado por el cruce entre el mundo rural y el urbano. 2.LA COLONIA LA CAPILLA, FLORENCIO VARELA En 1948, durante la gobernacin de DomingoA. Mercante (1946-1952), el estado provincial adquiri por compra directa a travs del Instituto Autrquico de Colonizacin de la provincia (IACP)5 1.587hectreasdelaantiguaestanciaSantoDomingo,pertenecientealafamiliaescocesa Davidson (Dodds 2004). Este hecho coincida con la importancia que en este perodo se le otorgaba, enlaretricayenlaprctica,alacolonizacin(Blanco2007:120-121).Elloteodelacoloniase 2 Fue bautizada como 17 de octubre, pero luego del derrocamiento de J uan D. Pern en 1955, en la documentacin y para sus habitantes pas a llamarse La Capilla, tomando el nombre de la zona rural del partido. Se ubic a 15 kilmetros de la ciudad de Florencio Varela, a 30 kilmetros de Capital Federal y a 40 kilmetros de La Plata. 3 El inters que ha tenido el tema de la niez en el campo acadmico colabor en la produccin de interesantes estudios, incluyendo el ya clsico trabajo sobre la infancia de Aris (1993) o sobre la individualizacin de los nios, de Glis (1994). TambinpodemosmencionaraNayaGarmendiayDvilaBalsera(2005)quieneslaboraronsobrelasrepresentaciones surgidas entorno de lainfancia a travs delahistoria.En el mbitodelosestudios realizados en la Argentina,resulta indispensable recurrir a Carli (2002, 2003) quien trabaj la temtica desde mltiples perspectivas, incluyendo los discursos que se han presentado sobre la infancia desde la poltica y la literatura, especialmente durante el peronismo, y su ms reciente trabajo sobre la memoria de la infancia (Carli, 2011). Se destaca tambin el texto compilado por Lionetti y Mguez (2010) sobrelainfanciaenlaArgentina,entre1890y1960.Msvinculadasanuestroobjetodeestudio,existentrabajosque analizan la niez rural. Por un lado, en relacin con el trabajo, su aporte a la estructura familiar, entre los cuales pueden indicarse el anlisis que realiza Cerd (2009) centrado en el mbito de la vitivinicultura mendocina, y los de Aparicio et al (2007), Rausky (2009, 2010) y Neiman (2012) para perodos ms actuales. Por otro lado, en vnculo con el aspecto educativo, destacamosaAscolani(2012)sobrelaescuelaprimariaruralargentinadurantelastresprimerasdcadasdels.XX,y Gutirrez(2007,2010),quienanalizalaspolticaseducativassobreeducacinruralduranteelperodo1897-1955ylas representaciones gestadas entorno de este particular grupo social. Dentro de aquellos trabajos que se dedican especficamente a concertar memoria y niez, sealamos el aporte de Halbwachs (1968), pues dentro del anlisis de la memoria colectiva incluye la formacin de los recuerdos en los nios. Desde una perspectiva ms concentrada en las funciones de la memoria familiar y su relacin con la formacin del individuo, mencionamos el estudio de Muxel (1996). Encontramos tambin la investigacin de Devillard et al (2001), para el caso de nios exiliados a la URSS durante la guerra civil espaola, desde la memoria y la narrativa. A su vez, Pazos (2008) integra la cuestin de la construccin de la subjetividad a travs del relato autobiogrfico. Destacamos tambin el reciente libro de Bjerg (2012) sobre los recuerdos de nios que vivenciaron el exilio en Argentina, en la segunda posguerra. Para perodos de tiempo ms recientes, Moscoso (2008) analiza el recuerdo en nios migrantes ecuatorianos en Espaa. 4 Si bien no pretenden ser generalizables al conjunto de los habitantes de la colonia, permiten tener una mirada a las diversas experiencias en ese contexto. 5El Instituto tuvo sus orgenes en 1936 durante la gobernacin del conservador Manuel A. Fresco (1936-1942). Seccin Ciencias Sociales Vol. 18 N 2 2015 ISSN 1851-3123 http://www.revistapilquen.com.ar/ 65 Celeste De Marco hizodurantelagobernacindeCarlosV.Alo(1952-1955),yentre1952-1953serealizaronlos primeros llamados a licitacin y entregas de tierras. Los terrenos se dividieron en tres fracciones (A, ByE),compuestasporlotesqueoscilabanentrelas4y10ha.Laubicacinytamaodelas parcelas indicaban que las actividades proyectadas eran de tipo intensivo, acorde a la expectativa oficial,lahorticulturayfloriculturapredominaronenunpartidodedicadohistricamenteala ganadera.Estecambioproductivofuealentadoporeltrabajodeunas230familiascolonas japonesas,italianas,argentinas,yenmenorproporcin,portuguesas,ucranianas,holandesas, alemanas y polacas. Engeneral,loscolonossehabandedicadoalasfaenasruralescomoarrendatarios, generalmente en horticultura. Se informaron del proyecto a travs de la circulacin de la novedad ensusespaciosdesocializacin,ladifusinoficial,oporelingresovaacuerdointernacional bilateral,entreItaliayArgentina.Enrealidad,eranpocoslosqueresidanenzonasaledaas previamente.Esinteresantecompararlasdoscomunidadesdeinmigrantespredominantesenla colonia, las de japoneses e italianos. Las familias japonesas, en general, provenan de Okinawa y se encontrabandesdehacavariosaosenArgentinacomoarrendatariosenotrospartidos. Desarrollaronintensos vnculoshaciaelinteriorde lacolonia,formaronlaAsociacinJaponesade LaCapilla(AJLP),yunaescuelapropiadeidiomajapons,aunqueyaexistaunaasociacin japonesaenFlorencioVarela.Lositalianos,porsuparte,seencontrabandivididosendosgrupos. Algunas familias llegaron por sus propios medios, sin ayuda oficial, slo con algunos saberes previos relacionadosconsuslugaresdeprocedencia,nosiempreaplicablesalasnuevasproducciones. Sin embargo,unasveintefamiliasingresaronatravsdeunconveniobilateralfirmadoconItaliaen 1953. El acuerdo les aventajaba en varios aspectos, pues les provea de herramientas y una casa en elloteconstruidaporlosorganismosinvolucrados6.Adems,losvaronesmayoresde18aos realizabanuncursocuatrimestraldecapacitacinenSantaCatalina(Lavallol,Esteban Echeverra,GBAZonasur),dondeaprendandehuertaygranja,elidiomacastellanoyotros contenidos orientados al arraigo de los inmigrantes7. En este ltimo sentido, haba una diferencia en las condiciones materiales y la formacin tcnica que aventajaba a un grupo por sobre otro. Aunque las procedencias y las condiciones en que las familias llegaron fueron muy heterogneas, la colonia present una importante cohesin interna, con fluidos vnculos entre sus habitantes sin distingos de nacionalidad. Lo mismo sucedi con los nios, que replicaban las caractersticas tnicas y culturales de sus familias en sus actividades. 3.LOS NIOS COLONOS: CONDICIONES DE VIDA Y RECUERDOS COMPARTIDOS Los relatos convergen en algunos nodos centrales que merecen atencin, y revelan aspectos delavidaenlacolonia.Losniospodanintegrartresgrupos:losquehabantenidorecorridos transocenicos; los radicados en otros partidos del conurbano bonaerense, dedicados a actividades agrcolas; y los que provenan de ciudades, con nulo contacto con el mundo rural. En primer lugar, entonces,aparecelacuestindelidentificarseasmismoscomoinmigrantes,cuestinquese vinculaconelhechodequedosdecadatresfamiliaserandeorigenextranjero.Dehecho,la instalacinenlacoloniapocotiempodespusdehaberingresadoalpasfueelcasodenopocas familias, contodaslascomplicacionesdeadaptacinqueello acarreabaparatodoslosmiembros. No obstante, se puede afirmar que la condicin de extranjeros era vlida para la mayor parte de los nios,puesningunoviva previamenteenloscamposcolonizados,nienla zonaruraldeFlorencio Varela. Aunque los criollos compartan ciertos rasgos que facilitaba su radicacin, como el idioma, lamigracinyeldesarraigofueroncuestionescompartidas.Sielhechodepercibirseasmismos como forneos fue un rasgo comn, tambin lo fue la difcil adaptacin. 6BancodelaNacinArgentina,UniversidadNacionaldeLaPlata,IstitutoNazionalediCreditoperillavoroitaliano allEstero. 7Banco de la Nacin Argentina. Memoria y balance general, 1954. Captulo II. Colonizacin, p. 48; Ministerio de Finanzas de la Nacin. Banco de la Nacin Argentina. Bases para el convenio entre el Banco de la Nacin Argentina y la Universidad de la ciudad Eva Pern, 1953. Seccin Ciencias Sociales Vol. 18 N 2 2015 ISSN 1851-3123 http://www.revistapilquen.com.ar/ 66 Celeste De Marco La segunda cuestin que surge en los relatos son las dificultades en torno del arraigo. As, se evocanrecurrentementelasprimerasimgenesdeloslotes,susnuevoshogares:barro, impenetrables pastizales, el extenuante trabajo familiar de desmalezamiento, la inaccesibilidad. La llegada a la colonia dej una impresin vvida que se dibuja en torno a lo rido y yermo del paisaje, evaluacinquesereiteraenlosrelatos,inclusoentrelosquehabanllegadodesdeentornos rurales,paraquienesestetipodecondicionesnoerandeltododesconocidas.Auncuandoa mediadosdelsigloXXlasituacineradiferentealadelasprimerasetapasdecolonizacinen Argentina, sobre todo en una zona cercana a grandes ciudades permeada por el acceso a los bienes yservicios,lasvivenciasdequienesfueronnioscolonosevocanprivaciones,inconvenientesy sacrificios en las primeras etapas de instalacin. Entre las situaciones ms comunes se encontraba la falta de implementos de trabajo, transporte para comercializar las producciones y la instalacin de una bomba de agua, indispensablepara el riego de los cultivos. A estas dificultades, se sumaba el hecho de que las casas se construan progresivamente, los pisos de tierra y techos endebles eran las condiciones predominantes para quienes no obtuvieron crditos para la construccin. El clima, ante cuya crudeza cedan las construcciones, constituye el tercer tpico revisitado en sus relatos: Cuando fuimos a la colonia la primera vez, cuando fuimos a hacer la casa llova. Cuando fuimos a la semana, todas las paredes al suelo. Cuatro veces las tuvimos que levantar, por elviento(AlbertoStanicia).Unaentrevistada,porsuparte,recuerdaundadetormenta particular en el que su padre tuvo que aferrarse a la viga del techo de chapa para evitar que ste se desprendiera.Ellasehabarefugiadodebajodelamesajuntoasumadre,quienlerogabaasu esposo que abandonaran el lote y volvieran a la ciudad (Mara Baglione). Perolafrustracin,percibidaenelsenofamiliar,nosolosevivaencarnepropia.Las tormentas arrasaban dejando los invernculos y cultivos destruidos, la prdida era total y haba que comenzar de nuevo. Remiten as, los entrevistados, a la angustia de sus vecinos, la desazn. De este modo, la adaptacin se revela como un proceso complejo en el que el aspecto fsico era influyente, que se verta de forma inevitable en las vivencias de los nios. En cuarto lugar aparece la cuestin deladistancia.Aunquelacoloniasehallabaenunmbitoperiurbano,eltrayectoquemediaba entre los lotes y la ciudad impeda que los nios asistieran diariamente a otra escuela que no fuera ladelacolonia.Peroasistirastanisiquieraeraunacuestinsencillaeimplicabanumerosos sacrificios. Laubicacindelacolonia,prximaavarioscentrospoblados,representabaunbeneficio paralosadultosentrminosdecomercializacin8yabastecimiento9,msqueparalosnios.Se percibequelarutinadeabastecimientodiariodesufamilia,ligadoalprogresivogradode organizacin de la colonia, generaban el distanciamiento con la ciudad. Los vnculos con la ciudad eran espaciados, y para algunos, cuasi nulos. Por eso, se destacan las salidas al cine, los productos de panadera y las golosinas, las recompensas que reciban en los contados viajes al centro. Ir a la ciudaderaunaalegra,unjolgorio.Mispapsibanacomprarlascosasparalacasaydepaso, pasbamos por alguna panadera y nos comprbamos algo rico (Mara Baglione). El deseo de ir a la ciudad era en general compartido y la sensacin de lontananza, sin embargo, vara de acuerdo con lacondicindecadafamilia:ladedicacindesusmiembroseneltrabajodellote,elusode vehculos,laformacindelafamilia,laorganizacindelasrutinasimpartidasporlospadres,ya quemuchosniostenanasignadastareasqueimplicabanviajaralcentroparacomercializarlos productos.ElcasodeAtilioSantoroilustraestacuestin.EmigradosdeItalia,seubicconsu familia primero en Gonzlez Catn (La Matanza, GBA zona oeste), los comienzos para l resultaron dificultososenlaescuela.Encambio,lavidaenlacoloniaresultunaliciente,sobretodoporla integracin a la escuela N 4 Florencio Varela donde se sinti incorporado y contenido, a pesar de la barrera idiomtica. Adems, al ser parte de una familia numerosa, tena pares con quienes hablar y tareas asignadas en el lote. Una experiencia similar es la de Martn Giallonardo. Su familia se haba dedicadoalcultivo de la tierra en Las Flores (partidodel centro de laprovincia de Buenos Aires), por lo cual el desplazamiento fue vivido como una continuidad en el modo de vida. Para los adultos 8Lasfamiliascolonastenanmltiplesespaciosdecolocacindeproducciones.Entreloshorticultoresserefierenlos mercados de Abasto, Chacarita, Morn, Avellaneda, Dorrego y Spinetto. Para los floricultores, la Cooperativa Argentina de Floricultores. 9Durante este perodo los colonos compraban alimentos, semillas, fertilizantes y herramientas en la Cooperativa Eva Pern, de la colonia, pero tambin en la Cooperativa de Horticultores del Cruce Varela, donde participaba uno de los colonos, Di Fonzo. Tambin realizaban viajes a la ciudad de Florencio Varela con estos fines. Seccin Ciencias Sociales Vol. 18 N 2 2015 ISSN 1851-3123 http://www.revistapilquen.com.ar/ 67 Celeste De Marco convertirseenpropietariosdelastierrastrabajadaseraunincentivoqueatemperabalas dificultades, cuestin que se verta en la percepcin de los nios y se trasluce hoy en sus recuerdos. Elpasodeltiempoproporcionnotablesmejorasenlacalidaddevidadeloscolonos. ContribuylaformacindelacooperativaEvaPern/LaCapillaen1953poriniciativadelos habitantes,queincluaunalmacnyunateneo,espaciodestinadoareunionessocialesy celebraciones10,juntoconlacreacindeunabibliotecacomunitaria(MaraBaglione).Dentrode este panorama se inclua a los nios, pues les permiti planificar actividades y compartir tiempos de esparcimiento.Mientraslasniassevisitabanensuscasas,losvaronesusualmentesereunanen grupos: Los domingos bamos a jugar al ftbol ah en La Capilla, en la cancha eran cincuenta de un ladoycincuentadelotro,ytodossedivertan,qulindo!(ngelStanicia).Lacoloniaofreca espacios de sociabilidad y se fue constituyendo en un entorno que sufra transformaciones debido al trabajo mancomunado de todos sus habitantes, permitiendo que trabajaran, se abastecieran y a la vezserelacionaran,adultosynios.Deformaespecialhayquemencionarquelosjaponesesse agruparon entorno de una asociacin propia de la colonia (aunque exista ya la Asociacin Japonesa de Florencio Varela), que cont con una escuela de su idioma a la que los nios de esta colectividad asistan. LareaperturadelaescuelaprimariaruralN4enlascercanasdeloslotesresult fundamental,unhechoposibleporlallegadadefamiliasqueseorganizaronpararestablecerla ofertaeducativaenlazona.Elsiguienteapartadoanalizarelaspectoeducativo,juntoconla colaboracindelosniosenlasproduccionesfamiliares,unacuestinpropiadelasexplotaciones rurales familiares en las que el trabajo infantil se considera, adems de un complemento a la mano deotraadulta,unapartemuyimportanteenlasocializacindelosnios.Unaraznporlacual frecuentemente es invisibilizado como tal. 2.1. Entre la escuela y la huerta, educacin y trabajo. EnelmarcodelaleydecolonizacinN5286(1948)11,lallegadadefamiliasgeneruna demandaconcretaenlazona.Larefundacinen1953delaescuelaprimariaruralN4Florencio Varela, ubicada en terrenos linderos a la colonia -creada originalmente en 1892 y abandonada desde haca por lo menos diez aos- fue un pilar fundamental en el desarrollo, arraigo y sociabilidad de los nios. La conformacin de La Capilla se replicaba en el nico saln en el que se reunan los hijos de los colonos para el dictado de las clases, con edades y niveles de aprendizaje dismiles. En este sentido, una entrevistada apunta que la escuela estaba llena de grandulones (Silvia Di Fonzo). La maestra-directora divida los contenidos en dos pizarrones, de acuerdo con el nivel de los nios y priorizaba las evaluaciones orales, para promover la prctica del idioma. La matrcula daba cuenta de la multiplicidad tnica de los nios. La heterogeneidad del grupo se tradujo inicialmente en dificultades en cuanto a la integracin, sin embargo, la escuela logr a lo largo del tiempo este objetivo:Elprimeraofuealgoprimeroqueloschicosnosabanelidioma,imagnateun calabrscerrado,unportugus,rusos!,tenamoscompaerasucranianas,vosimagintepobre mujer la maestra cuanta paciencia habr tenido (Mara Baglione). La comunicacin no fue siempre unimpedimentoylaconvivenciaenlaescuelaerapacfica:loquetenadebuenoeraqueno ramostantacantidadynohabachicostraviesos,nosllevbamosbienprcticamentecontodos, muy difcil era que te pelearas (Atilio Santoro). Pero la escuela era adems, por excelencia, el espacio en el que los nios y nias creaban lazos de compaerismo y amistad que trascendan las horas ulicas: de la escuela volvamos todos 10Fiestas patrias en que se presentaban bailes folklricos organizados por la escuela y en los que participaban los alumnos, kermeses, casamientos, cumpleaos, e incluso se invitaban orquestas de tango. 11Lacreacindelaescuelaen1952coincideconunaetapacaracterizadaporeladoctrinamientoenlaeducacinal intensificarse el nivel de propaganda, particularmente visible en el material escolar. La provincia de Buenos Aires se pleg al programa nacional mientras la cuestin central pasaba a ser el trazado de un nuevo proyecto educativo (Puiggrs 1993, Esti Rein 1998). El material era provisto desde el gobierno, y las maestras incluan el Segundo Plan quinquenal como contenido. En 1956 la escuela se traslad a un edificio nuevo en el lote N 40 dentro de la colonia, equipado con todos los implementos necesarios para el dictado de las clases. Seccin Ciencias Sociales Vol. 18 N 2 2015 ISSN 1851-3123 http://www.revistapilquen.com.ar/ 68 Celeste De Marco juntos,enocasionesvenamoshablandodelosdeberesytodoesoarribadelachata(Martn Giallonardo), ir a la escuela era lo que ms nos gustaba, ah nos reunamos y saltbamos mucho a la soga, jugbamos a las figuritas (Olga Moldawa). Laactividadescolareramedularenlavidadeloshijosdelacolonia.Losdasdesemana asistan por la maana en el horario regular y los sbados, luego de la clase de catecismo, algunos alumnospintabanlaescuelay,ocasionalmente,arreglabaneljardnparafechaspatrias(Martn Giallonardo). En esta etapa si bien se dio una ampliacin del acceso a la educacin, no era la prioridad la integracindeladiversidadculturalsinohomogeneizaraloseducandossegnelproyecto normalista,queanconalgunainfluenciadelaEscuelanueva,seguavigente.Coneltiempo,la integracinfueunresultadotanbuscado,comoinevitable:Nosayudbamos,ramosmuy comunitarios, muy solidarios. El tema es que entre nosotros nos hablbamos como si furamos todos argentinos y ellos se sentan incorporados (Martn Giallonardo). A esa situacin colabora la actitud permeable hacia los pares que suele predominar en la infancia. Las palabras con que describen la experiencia de transitar la primaria en la colonia coincide conelrecuerdocomncompartidodelaescuelacomounespaciodecomunin,ayudamutua, compaerismoyunidad:LaescuelaN4fuelaalegramsgrandequetuveyoenlaArgentina (AtilioSantoro),Fuelomslindodevivirenlacolonia(OlgaMoldawa),Fueronlosaosms lindos (Carlos Nakasone). Laescuelafuefundamentalparaponerencontactoniosconcostumbres,intereses, experiencias,saberesylenguajesdistintos.Elefectointegradordelainstitucinescolarera incuestionable.Resultinfluyenteelhechodeque,dadoquemuchosalumnoseranextranjeros, estaban igualados en sus necesidades de adaptacin. Silaescuelafueunaparteimportanteenlavidadelosniosyniasalorganizarsus tiempos, intervenir en sus rutinas y profundizar sus vnculos, tambin hizo lo propio el trabajo. No obstante,lastareasnoeranigualesenesfuerzofsicoydedicacindetiempo.Lasdiferenciasen cuantidadycualidadseatenan,principalmente,alaedad.Hastalos10aoslastareaseran adaptadas a las capacidades fsicas de los nios. Ilustramos lo dicho con el caso de Martn, quien a sus cinco aos ya tena responsabilidades en la produccin familiar. Sus labores eran en las barracas de tomates o chauchas donde hay que carpir, ablandar la tierra, regar, arrimar la tierra a la raz paraquelaplantavayacreciendo,yeseeraeltrabajoquehacamosmihermanoyyo(Martn Giallonardo).Unaentrevistadadeorigenucranianoexplicaqueenelcampotrabajantodos,los chicos tambin, con tareas ms livianas pero trabajan: plantbamos, juntbamos las verduras, darle agua a los animales. En primavera haba ms trabajo (Olga Moldawa). Entrelasresponsabilidadesdelosniosmayores, estabanelararlatierraconcaballos,el manejo de tractores, y el carro donde trasladaban los enseres, e incluso las producciones (Alberto Stanicia).Encuantoaestetipoderesponsabilidades(Aparicio,2002),Atiliorefierequecuando tena12aos,en1959,sufamiliaconsiguiunloteadicionalluegodenumerosassolicitudes. Aunque en estos casos se procurabaque los lotes solicitados estuvieran prximos al habitado, a la familiaSantoroleentregaronunoa7kmdedistancia:Peroclaro,notenamoscamin,no tenamos camioneta, coche, entonces haba que ir con el carrito para llevar las herramientas. Y as ibayo,queeraelqueandabaconelcaballoylasherramientas,deunladoalotro,trabajando (Atilio Santoro). Paradistribuirlosproductos,losvaronesgeneralmentearmabanlospaquetesoatadosde verduras,cargndolosyconducindoloshastalospuntosdeventa.Asucortaedad,eranlos encargadosdeconducirporlazonaruraldeltrayecto(ngelStanicia).Sinembargo,lasnias tambindesarrollabanlatareaconregularidad(MafaldaDAloisio;MaraCeccini;SilviaDiFonzo). Ciertamente,noquedabanexentasdelpanoramadelarduotrabajofamiliarenlacolonia,se contaba con su colaboracin y las tareas no eran necesariamente de menor intensidad. En algunos casos, trabajaron desde los inicios con la adecuacin preliminar del terreno. La experiencia de Antonia, que tena 13 aos cuando lleg con su familia a La Capilla, esclarece este punto:Eracardo,alambreynadams.Cardo,cardo,todocaminodetierra.Nohabanada.Lo primero que tuvimos que hacer fue trabajar y plantar las plantas para sombra (Stanicia Antonia). Seccin Ciencias Sociales Vol. 18 N 2 2015 ISSN 1851-3123 http://www.revistapilquen.com.ar/ 69 Celeste De Marco Eliniciodelatemporadadesiembrasyposteriormentelascosechas,intensificabalas tareas. El desgaste fsico, el momentneo, pero tambin el duradero, as como la obligatoriedad en la participacin formaron parte de la experiencia: Nosotras hacamos lo mismo que un hijo varn. Fuimos aprendiendo a hacer de todo, a manejar el tractor cuando mi pap lo pudo comprar, cargar los cajones, las jaulas de tomates arriba de la rastra, porque no haba carrito, nada. El trabajo era de hombres, no era para mujeres. (Mara Ceccini). Sin embargo, la participacin de las nias en el trabajonoeraigualentodosloscasos.Engeneral,lasfamiliasextensascontradicinentareas ruraleslesotorgabanunamayorparte,aunqueestonosecontradecaconlaparticipacinenla escuelaLoprimerodeloprimeroeralaescuela,antesquetodo.Despusvolvayhacialos deberes y despus recin ayudaba a los dems. Lo primero era estudiar (Mafalda DAloisio). En las familiasconpocoshijoslaexigenciaparaconeltrabajodelasniaseramenor,ystaspodan aprender las tareas si lo deseaban, por curiosidad o entretenimiento. Incluso, cuando la estrategia familiar inclua a las nias, su respuesta dependa del compromiso de los padres, el reconocimiento ydelosresultadosenellargoplazo.Enotraspalabras,larecompensaporeltrabajorealizado atena, e incluso tie con un matiz de aoranza las pesadas tareas rurales que desempeaban: al trabajar en familia, los chicos, los grandes, los padres, todos trabajaban juntos (Mara Ceccini). Se destacaeltrabajomancomunadodelgrupofamiliar,ladistribucindetareasentregneros,sin dejar de reconocer el enorme esfuerzo que implicaba su participacin en la quinta. El trabajo en el campo de ninguna forma desligaba a las pequeas de las tareas domsticas donde deban colaborar con sus madres, quienes al trabajar a la par de los hombres, legaban en sus hijas las principales ocupacioneshogareas. Dentro de esteespectro se destacabanlapreparacin delosalimentos;elarreglo,lavadoyplanchadodelaropa;elcuidadodeloshermanosms pequeosylaobtencindeaguaparaconsumodelacasaydelosanimales,alavezquese ocupabandelalimpiezayalimentacindelgallineroyporqueriza.Silafamiliatenatambo, tambin se dedicaban al ordee de las vacas para la obtencin de leche y la elaboracin de queso, manteca,cuajada,entreotrosproductos,tareasqueseconsiderabanmssencillas:Trabaj muchosaosahenellote.Enlasvacacioneslesayudabaasacaryuyo,cortarlasflorespara mandar al mercado, hacer los paquetes, todo eso. Y ayudaba a mi mam a preparar al t, a veces haca el almuerzo, le ayudaba a pelar las papas, limpiar la verdura (Feliciana Nagai). Eltrabajoestuvopresenteenlavidadelosniosyniaspuesocupabasutiempo,pero tambinlamayoradeellosibanalaescuelayambasactividadesdebanconjugarse.Estono resultabasencillo,yaunquegeneralmentelasfamiliasnosenegabanamandarlos,laprimera maestra-directoradelaescuelareabiertaafirmaquetenaquepelearparadejaranveniralos chicos (Nlida B. de Marconi). El trabajo de los nios y nias era una realidad en el paisaje de la colonia, comoen el de otros emprendimientos semejantes. Esta situacin incida en el hecho de que la escuela no tuviera huertaoactividadesprcticasorientadasalavidarural,apesardeestarestipuladoenlaleyde colonizacin.Enprimerlugar,porquemuchosniosllegabancansadosalaescuela,algunosse dormanenlospupitresdelcansancio,eracomopedirlesquehicierandenuevoloqueyahaban hecho todo el da (Nlida B. de Marconi). En segundo lugar, porque los contenidos que se indicaban en la normativa escolar ya eran conocidos por los alumnos y aplicados a diario. En este sentido, se invertanlosroles.MaraB.,alumnadelaescuelaseala:Qupodansaberlasmaestras,las pobres mujeres que venan a ensearles a leer y escribir?, saban ms los chicos que las maestras! squehacanaveces,nossacabanundaenlasemanaavertractores,huertasperoellas aprendan de los chicos (Mara Baglione). 3.DE CANAN A LA SIBERIA: EL USO DE METFORAS EN LOS RELATOS LakoffyJohnson(2005),alanalizarlacomunicacin,centransuatencinenelusode metforasqueimplican mucho msque un recursoestilstico que los seres humanos utilizamos en nuestras alocuciones. Las metforas se definen como la aplicacin de una palabra (o expresin) a un Seccin Ciencias Sociales Vol. 18 N 2 2015 ISSN 1851-3123 http://www.revistapilquen.com.ar/ 70 Celeste De Marco objeto o concepto, al cual no denota literalmente, sino que sugiere una comparacin para facilitar su comprensin12. En ese sentido, nuestro anlisis se enriquece al tener en cuenta el uso de metforas en los relatos sobre la vida en la colonia. Esto puede explicarse en dos sentidos. Su uso impregna la vida cotidiana, el pensamiento y la accin, o dicho de otro modo, nuestro sistema conceptual ordinario esfundamentalmentedenaturalezametafrica(LakoffyJonhson2005:39).Perotambinpuede tener un fin explicativo, al tener como interlocutora a una persona que est fsica y temporalmente distante de las experiencias que relatan. De esta manera, aunque no siempre deliberadamente, el lenguaje figurado y las imgenes evocadas funcionan ya no slo de modo inconsciente, sino que son generadasporlosentrevistadosparaaclarar,ejemplificaryensearsusrecuerdosdeforma comprensibleparaotro.Dentrodelascategorasqueestablecenlosautoresensuestudio,las metforasimaginativasycreativas"puedenproporcionarnosunanuevacomprensindenuestra experiencia.Puedendarnuevosignificadoanuestrasactividadespasadas,ascomoalas actividadescotidianas,yaloquesabemosycreemos"(LakoffyJohnson2005:181).Estetipode metforasproporcionanunaestructuracoherente,destacanalgunosaspectosdelasexperiencias referidas, en tanto que ocultan otras. Enlaspalabrasdenuestrosentrevistadosencontramosabundantesejemplosdeusos metafricosquenosintroducenaaspectosdecotidianosrememorados,anuestrocriterio,deun modo mucho ms rico. Sobre el arribo a la colonia y las deficientes condiciones materiales de la familia, sumado al clima destemplado y hostil, un entrevistado expresaba: Nosotros hicimos la mudanza de noche, y cuandonoslevantamosalamaanaeraparecalaSiberiaeso(ngelStanicia).Deforma coherente con la representacin que por conocimiento vulgar las personas tienen sobre el clima de Siberia, se alude a las muy bajas temperaturas, largos inviernos y aislados asentamientos humanos. Lareferenciaresultasugerenteyrevelalaimpresinquelasostiene.Enrelacintambinconlas condiciones fsicas del territorio, la palabra que ms abundantemente utilizaron los excolonos para describirlazonaasullegadafue:nada.Resultaparadjicasuconstanterepeticinconfines explicativos pues remite al vaco, la carencia absoluta de todo ser. Nos permite comprender no slo las condiciones de las tierras, el tipo de paisaje y la precariedad de la instalacin, sino la impresin grabadaenlasmentesinfantilesdelosentrevistados,ylasrepresentacionesactualesquemedian en la evocacin del recuerdo, expresado de modo figurativo.Losvacosenlasexpresionestambinhansidotenidosencuentaporsuelocuencia,por ejemplo:AsqueLaCapillaparam...igualtampocoestlindaahora(AntoniaStanicia).El silencio,deningnmodocarentedesignificado,revelaunconjuntodesensaciones,recuerdosy sentimientos que, por su densidad, no siempre pueden ser expresados adecuadamente en palabras. Lacuestindeladistanciaconstituyeuntemacentral,nosloenrelacinconlaciudad, sino entre los lotes de las colonias: All las cuadras eran kilomtricas. Estaba el lote de mi to y el nuestroenunacuadraynadams"(MaraBaglione).Sinembargo,laentrevistadareferaa continuacin que tena vecinos japoneses, italianos y portugueses en los lotes circundantes. Aunque la idea de vaco es inmediatamente relativizada en su propio relato, encontramos que es coherente con la remembranza de su forma de vida en la colonia. Enotroaspecto,laradicalidaddelasexpresiones queaparecenasociadasaltrabajoenla colonia, merece una mencin especial. Tomamos de ejemplo la palabra de un ex colono italiano de familianumerosa:ramosunregimiento(AtilioSantoro),haciendoalusinalacantidaddesus miembros,perotambinalasactividadespautadasyjerarquizadasdeltrabajofamiliar.Eneste mismosentido,unaexcolonaafirmaba:LedigolaverdadqueyometrabajmuriendoenLa Capilla(AntoniaStanicia).Tambinsesueleasociarlapalabramuerteenrelacinalasduras condicionesclimticas:"Erauninviernocrudo,frio,unahelada...unfrodemorirse"(Mara Ceccini). No resulta casual que las dos cuestiones destacadas por su dureza y complejidad, el fro y eltrabajo,aparezcanrelacionadosconexpresionesfiguradasqueresultantansignificativascomo las literales. Las evaluaciones son en general teidas de referencias que resaltan los aspectos ms crudos delasvivencias,aunquetambinencontramosalgunasevaluacionespositivasenmarcadasen 12 Mfora. En el Diccionario de la lengua espaola, 22 edicin [en lnea]. Madrid: Real Academia Espaola, www.rae.esSeccin Ciencias Sociales Vol. 18 N 2 2015 ISSN 1851-3123 http://www.revistapilquen.com.ar/ 71 Celeste De Marco metforas.EntreellaelegidosladeCarlosNakasone,quienafirmabaquelacoloniafueCanan paranosotros.LaexpresinconstituyeunareferenciabblicayloqueCanansimbolizaparael judasmo,yporderivacinparaelcristianismo,eslatierraprometida,unespacioconcedido divinamenteamododepromesa,peronocarentedecircunstanciasconflictivasqueimplicaban despojaralospueblosquesehallabanradicadosall13.Laeleccindeestafigurasimbolizala prosperidadquetrajoalargoplazo,queprodujorindesparatresgeneraciones,conunpotencial anlogoalatierrabuenayancha,atierraquefluyelecheymieldelAntiguoTestamento,pero que, cmo sta, fue objeto de profundos sacrificios. De este modo, el anlisis del uso de metforas complementa lo recogido a travs de los relatos para comprender las vivencias de un grupo de nios rurales en un espacio y tiempo determinados. 4.REFLEXIONES FINALES Los recuerdos que tien las mentes de quienes llegaron para habitar la colonia La Capilla durantesuniez,oscilanentrelodifcilquefueronlosprimerostiemposenunespacioyermo, intensificado por la soledad de vivir en el campo en aquellos que provenan de la ciudad, y tambin laalegradeasistiralaescuela,juntoconelesfuerzoimplicadoenlacolaboracindeltrabajo familiar. En este ltimo aspecto, difieren las experiencias segn las edades. Los nios ms pequeos se dedicaban a tareas adaptadas a sus capacidades fsicas, no por ello de menor carga horaria. Los varoneseranquienes,engeneral,cubranelespectrodelastareasvinculadasconelpreparado, carga y transporte de producciones, que inclua el manejo de tractores y camiones del campo a la ciudad. Pero las nias estaban muy integradas a las dinmicas de trabajo familiar. Participaban en tareas en las que no se las discriminaba por gnero, de enorme esfuerzo y desgaste fsico. Incluso, estabancapacitadasenelmanejodelamaquinariautilizada.Estasituacinnosedistinguapor nacionalidades,perosresultanotorioquelasfamiliassintradicineneldesempeodetareas rurales fueron ms flexibles en cuanto a su participacin. Lasapreciacionesrevelanciertasatisfaccinalreconocerelesfuerzodesuspadresyla unidadfamiliar,sentimientoreforzadosilosbeneficioslograronmantenerseeneltiempo,sobre todo para los varones que solan continuar en los lotes cuando ya eran adultos. En este sentido, se puedereflexionarsobreladistincinentrelacontinuidadconeltrabajoenelpredioylas experiencias,enrelacinalgnerodelosnios.Enotroscasos,losrecuerdosnotraslucen complacencia,sobretodoentornoalaparticipacinobligadaeneltrabajofamiliar, posteriormentepocoreconocida.Noobstante,engeneral,lavidacotidianaenLaCapillaes revisitada desde el recuerdo a travs de la distancia entre el campo en que transcurra su existencia y la ciudad como un espacio poco visitado. Convivenlacertezadelasdificultadesdelavidaenelcampo,lastareasruralesylas obligaciones,perolosaspectospositivosqueconstituanmotivodealegrasonenunciados,tales como las relaciones de compaerismo y amistad, los juegos y trabajos compartidos, se exaltan como partedeunpasadoqueconstituysusexistenciasymoldesuspersonalidades.Poresosepuede afirmar que la niez transcurrida en una colonia agrcola como lugar en comn, tanto en un sentido literal como figurado, gener una identificacin compartida. El desarrollo de la vida de los individuos entrevistados incide en sus relatos, se agregan y se quitanaspectosalosrecuerdosinfantilesrealesyseformanrecuerdosinfantilizados.Conscientes deestecarcterpeculiardelamemoria,lohemosincorporadocomounaadvertencia,aunqueno 13 La promesa de Dios al patriarca Abraham(Gnesis 17:8), ratificada a su hijo Jacob y nieto Isaac (Gnesis 48:4-5; Exodo 6:4) de entregarles la tierra de Canan como posesin y herencia, fue recuperada por Moiss durante el perodo de esclavitud hebrea en Egipto y finalmente ejecutada por el sucesor de ste, Josu. En el perodo neotestamentario se deja constancia de que tuvieron que expulsar siete naciones que ocupaban esas tierras (Hebreos 13:19). Ver xodo 3:8. Seccin Ciencias Sociales Vol. 18 N 2 2015 ISSN 1851-3123 http://www.revistapilquen.com.ar/ 72 Celeste De Marco creemos que opaque su valor para acceder al mundo de la vida en la colonia en su primera dcada deexistencia.ElpasoporLaCapillatuvoefectossobresudesarrolloadulto,suxitoofracaso socio-econmico, sus vnculos sociales, su formacin familiar y profesional. Seccin Ciencias Sociales Vol. 18 N 2 2015 ISSN 1851-3123 http://www.revistapilquen.com.ar/ 73 Celeste De Marco Bibliografa 1. Aparicio, Susana. El trabajo infantil en el agro. Susana Aparicio et al. El trabajo infantil en la Argentina.Anlisisydesafosparalapolticapblica.BuenosAires:OITArgentina,Ministeriode Trabajo, Empleo y Seguridad Social.2007. 2. Aries, Phillipe. "La infancia", en Revista de Educacin N 254: Espaa. 1993 3. Ascolani, Adrin. La escuela primaria rural en Argentina. 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(12), ND, mayo. 2010. 6.Listado de entrevistas B. de Marconi, Nlida (80), argentina, primera maestra y directora de la escuela primaria rural N 4 desde 1952 hasta la dcada de 1980. (agosto de 2013, Florencio Varela). Baglione,MaradelCarmen(69),argentina,maestra.Ingresen1952juntoasuspadrescuando tena6aos.Sededicaronalafloricultura,horticulturaycradeporcinosyposteriormenteal transportedehacienda,hastalamudanzaalaciudaddeFlorencioVarelaenladcadade1970 (febrero de 2015, Avellaneda)Ceccini, Mara(72), italiana,amadecasa.Llegalacoloniacuandotena13aosen1956desde Ranelagh(Berazategui,GBA,zonasur).Trabajenlaquintajuntoconsuspadresycuatro hermanos, hasta su casamiento con Alberto Stanicia con quien continu las labores (marzo de 2014, Florencio Varela)DAloisio, Mafalda (69), italiana, productora. Lleg cuando tena 12 aos. Les otorgaron el lote en 1952 y se radic en 1957 junto a sus padres y varios hermanos. Se dedicaron un breve tiempo a la floricultura y luego se establecieron con la horticultura. Fue presidente de la Sociedad de Fomento de La Capilla (febrero de 2015, La Capilla)Di Fonzo, Silvia (64), argentina, productora. Ingres en 1951 a la colonia cuando tena 1 ao, donde sufamiliaprodujoverduras.Supadretuvounaactuacinimportanteenrelacinalacooperativa agrcola La Capilla (febrero de 2015, Florencio Varela). Giallonardo,Martn(70),argentino,comerciante.Llegen1951juntoasuspadresitalianosy12 hermanosdesdeLasFloresdondesededicabanalasfaenasrurales.Sededicalaproduccin hortcolayfundunaempresafamiliar,Giaver,distribuidoradehortalizas(agostode2013, Florencio Varela) Girardi,Vicenta(70),italiana,amadecasa.Llegen1954desdeItaliajuntoasuspadresy hermanos, se dedicaron a la horticultura. No asisti a la escuela n 4 debido a las dificultades que le generabaelidioma.Secasconunvecinocolonoitaliano,DomenicoMancinelli(Enerode2015, Florencio Varela).Moldawa,Olga(73),argentina.Suspadreseranucranianos,vivieron15aosenlacoloniaLos Helechos(Misiones)enplantacionestabacalerasyyerbateras.ArribaronaLaCapillaen1955 cuandoellatena13aosyunhermanomenor,dondecultivaronhortalizasytuvierongranja. (Marzo de 2015, Florencio Varela).Nagai,Feliciana(72),argentina,profesoraenCienciasNaturales.Llegen1953cuandotena12 aosjuntoasuspadresjaponeses,desdeEscobar.Sededicaronalafloricultura.Secasconun vecino colono, Pablo Nakasone (Diciembre de 2014, Florencio Varela) Nakasone,Carlos(71),argentino.SuspadresjaponesesvinierondePer,seinstalaronen Longchamps y luego en Florencio Varela, donde eran medianeros. En 1954 llegaron a La Capilla y se dedicaron especialmente a producir verduras de hoja (Febrero de 2015, Florencio Varela)Seccin Ciencias Sociales Vol. 18 N 2 2015 ISSN 1851-3123 http://www.revistapilquen.com.ar/ 75 Celeste De Marco Santoro,Atilio(71),italiano,comerciante.Sufamiliaseinstalen1952enlacoloniacuandol tena6aos,juntoasus7hermanos.Laboraronenelloteenlaproduccindehortalizas (Septiembre de 2013, Florencio Varela)Stanicia, ngel (72) italiano, productor. Lleg a la colonia cuando tena 8 aos. Hermano de Alberto y Antonia (Marzo de 2014, Florencio Varela)Stanicia, Antonia (76) italiana, ama de casa. Lleg a la colonia en 1952 cuando tena 13 aos desde Berazategui (GBA, zona sur), donde se dedicaban a la agricultura. (Marzo de 2014, Florencio Varela)Stanicia. Alberto (75), italiano, jubilado. Lleg a la colonia cuando tena 12 aos. Se dedic junto a suesposaMaraalahorticulturaenlacolonia,hastafinesde1970(Marzode2014,Florencio Varela)Todas las entrevistas fueron realizadas por la autora.