Reunión de apoderados miércoles 09 de septiembre.

Psicoeducación: Refuerzo positivo

Refuerzo positivo en el aprendizaje reconocimiento de lo que nuestros niños están haciendo bien. Ayuda a su autoestima y aumenta su confianza en sí mismos, en la creencia de que ellos pueden hacer y lograr cosas, por sus propios medios/gracias a su esfuerzo y perseverancia.

Es importante que sepamos nosotros como padres, que las competencias entre los niños es mejor dejarlas para las verdaderas competencias (si es que… ahí hay que trabajar los temas de frustración que puede llevar no ganar)… el campeonato de futbol, de basquetbol, etc. Pero en cuanto a los deberes escolares y su rendimiento…la vara para medir su desempeño, debe ser la que ellos se propongan y a su tiempo, ya que mientras crean que son capaces y que tienen las herramientas para resolver los desafíos que se les presentan, su rendimiento aumentará.

Tenemos que tener en cuenta a su vez, que nuestros chicos tienen algunas habilidades más trabajadas que otras y que si solo los apoyamos pero no le damos las herramientas para que puedan resolver sus problemas, la sola creencia en sí mismos no será suficiente. Es por eso que nuestra responsabilidad como educadores y como padres, es acompañarlos en sus aprendizajes, enseñándoles en un primer momento cómo hacer un ejercicio, explicándole en qué me fije yo para saber qué tenía que hacer y luego cómo lo hice para resolverlo. Luego podemos intentar resolver algunos ejercicios en conjunto, siendo mediadores de sus aprendizajes, interesándolos en la tarea e involucrándolos cada vez más, hasta que lo logren resolver autónomamente. Una vez lograda la tarea por el niño, es muy importante reconocer su esfuerzo y dedicación.

En ocasiones, puede ser que en un primer momento no se logre el aprendizaje esperado, pero no hay que desesperarnos, frustrarnos o decirle al niño que no puede y/o que es tonto. Eso en ningún caso hará que el niño entienda, porque agregamos presión y no entendimiento. Si esto sucede, lo mejor es hacer una pausa, reconocer el esfuerzo del niño y calmarlo (y calmarnos), pasar a otra actividad o dar un pequeño recreo para después volver a intentarlo, y ojalá utilizar otra mirada o forma de enseñanza. EJ: si es un problema matemático, intentar que lo resuelva mentalmente, luego utilizando los dedos, luego manzanas o lápices y/o volver a intentar enseñarles intentando resolver las dudas en el proceso una por una. Si es un problema de comprensión de lectura, volver a leer enseñándole cómo seleccionar lo más importante y lo accesorio, resolver dudas de vocabulario, intentar ejemplificar con alguna experiencia del niño o con elementos que le sean familiares, con fotos, con canciones, con videos, etc.

Se vuelve necesario saber y entender las causas por las que un niño no logre determinada tarea, muchas veces se niegan a hacerla porque no entienden, o no creen en su capacidad para hacerlo. Si es así, no es una conducta disruptiva, sino un modo de expresión respecto a algo que no manejan.

Por lo tanto, involucrándonos en los procesos de nuestros niños, sirviéndoles como canal para lograr sus aprendizajes y favoreciendo su autoestima y seguridad en sí mismos, sin resaltar la

competición, si no que aceptando los ritmos y formas de entendimiento, lograremos que cada vez sean más autónomos y eficaces, no sólo en un problema determinado, sino que en la vida.

Refuerzo positivo en las acciones Los niños suelen ser inquietos y a ratos impredecibles. Ellos conocen el mundo a través del juego, pero también por medio de rabietas y oposiciones, Así pueden entender los límites, lo que está permitido y lo que no y puede no bastar con que nosotros se lo anticipemos y les digamos qué hacer, el aprendizaje siempre es más significativo para una persona cuando lo vivo por sí mismo. Seguro que recuerdan haber escuchado a sus padres advertirles sobre algo pero aun así lo hicieron… y esa vez sí aprendieron. Eso es normal, aunque nos pueda traer dolores de cabeza, es NORMAL. Lo importante es dar márgenes de error, dejar que el niño se caiga, que cometa errores, pero siempre estar ahí para consolarlo si es necesario y explicarle el por qué y cómo. Si el niño vuelve a cometer el mismo error, es importante preguntarle el porqué de su conducta, puede que no hayamos sido claros, que no nos haya entendido, o solo una travesura. En estos casos hay que volver a explicarle (hay que tener paciencia) preguntarle si entendió y que ellos nos expliquen qué fue lo que entendieron de lo que les acabamos de decir, En la mayoría de los casos eso servirá. Si aun así la conducta se repite, volvemos a explicarle, nos asegurarnos que entendió y practicamos el tiempo fuera.

Tiempo fuera:

Consiste en sacar al niño de la actividad que esté realizando y desplazarlo a algún lugar donde esté tranquilo y que pueda pensar en sus acciones, esa es la instrucción que se le da. En cualquier caso se le explica el por qué y se le da tiempos justos (no una hora) y definidos. Ej: El niño no quiere hacer sus tareas. Se le explica por qué es importante que las haga, se le pregunta si tiene alguna duda o necesita ayuda. Si persiste en su negativa, se le pide que se siente en un sillón, una esquina, etc. (donde no se ponga a jugar con otras cosas, ni vea televisión o se distraiga) y se le dice “Estás aquí para que pienses en tus acciones. Te quedarás aquí por 15 minutos o cuando decidas hacer tus deberes. Luego de los 15 minutos intentaremos de nuevo trabajar. No estoy enojado contigo y entiendo que talvez estás cansado, pero hay cosas que tenemos que hacer a pesar que no nos gusten, piensa en eso” repetir cuantas veces sea necesario, siempre insistiendo en las instrucciones, tiempo del tiempo fuera y en qué debe pensar.

Planificación:

La planificación de las actividades también es un buen aliado. Que el niño sepa qué actividad tendrá que hacer próximamente y el tiempo estipulado para cada una ayuda a ir regulando sus conductas porque lo anticipamos. Esto es muy importante sobre todo para nuestros niños, ya que necesitan estructura. Las actividades a su vez tienen que ser variadas y durar un tiempo adecuado (No sirve 5 horas de ver televisión y 15 min para estudiar, o viceversa) lapsos de 30 min a 2 horas, pueden ser apropiadas. Estas actividades tienen que incluir tiempo de ocio (jugar, ver tele, pasear) tiempo productivo (estudiar, hacer tareas y/o trabajos) tiempo para alimentarse y tiempo de descanso.

Es muy útil hacer un calendario, por lo menos de las actividades de la tarde, en donde se repartan los tiempos del niño. Si tiene dudas de cómo desarrollarla, puede pedir una entrevista con la psicóloga de la escuela para que lo ayude.

Panel de conducta:

Si al niño le cuesta mucho adecuarse a las normas, es útil construir un panel de conducta. Su elaboración es fácil, solo necesita una cartulina grande y vistosa, un plumón y stickers.

Se enlistan en una columna las conductas que se quieren fortalecer (que no sean 20… 5 o 7 son números razonables… si son varias conductas las que queremos establecer, una vez logradas éstas, se pueden trabajar otras) es recomendable utilizar también una imagen dela acción, sobre todo si el niño no lee todavía.

En el eje de las filas podemos poner los días si es necesario que la conducta se reproduzca a diario, si no, basta con llegar a determinada cantidad de stickers.

Se le explica al niño que ahora utilizarán esa tabla para anotar cada vez que realiza X actividades. Se le explica en qué consiste cada una de ellas. También se estipula el número de veces a repetir la conducta para obtener algún beneficio, lo que también es pactado con él según sus deseos (salir a algún parque que le guste, comer torta, un juguete, horas extras de tele, etc.)

Cada vez que el niño realice la conducta esperada se añadirá un sticker en el panel, una vez que reúna X sticker se le entregará su premio.

Si por el contrario, si no realiza lo acordado o lo cambia por un comportamiento disruptivo, se le quitará 1 sticker (definir luego de cuantas conductas indeseadas se quitará un sticker)

Es importante no amenazar con quitarle un sticker, si no recordarle que su acuerdo era________para lograr_________.

Hay que cumplir con lo que se dice que se hará, si no realiza la conducta, no hay sticker. Si mantiene un comportamiento disruptivo se le quita el sticker.

Poner la tabla en un lugar y altura en que al niño le sea fácil ver. Acompaña el sticker de una felicitación. Cumplir oportunamente con el premio acordado. Nunca postergarlo o ponerle peros, si el

niño cumplió con su parte. Cuando fijen el premio asegurarse que se podrá cumplir (si le promete algo material, cómprelo antes, o guarde el dinero necesario para hacerlo)

Revisar enlace: redsalud.uc.cl/ucchristus/MS/RevistaSaludUC/GuiaPediatrica/refuerzo_positivo_infancia.act