1

PÁNEL SRPA: CORRESPONSABILIDAD DESDE LA FAMILIAREFLEXIONES A PARTIR DE LA ATENCIÓN INTEGRAL ESPECIALIZADA

Convenio 3973 - 2009

Esther Moreno – Coordinadora Centro ForjarEquipo Atención Integral

Tal y como lo establece el Código de la Infancia y la Adolescencia, la familia es corresponsable del cuidado, atención y protección de los–as adolescentes. Es así que para la Estrategia de Atención Integral Especializada a adolescentes vinculados al Sistema de Responsabilidad Penal, la cual es implementada desde el Centro Forjar en el marco del Convenio 3973- 2009, las familias se constituyen en la red social primaria del adolescente para la generación de vínculos afectivos seguros, de apoyo emocional, regulación, desarrollo personal y activación de otras redes sociales.

Según la Ley de Infancia y Adolescencia en su Artículo 4, se espera que la responsabilidad parental sea compartida y solidaria entre los padres para la orientación, cuidado, acompañamiento y crianza durante el proceso de formación, para asegurar la realización de sus derechos.

Hablar de la corresponsabilidad por parte de las familias de adolescentes vinculados al Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes - SRPA, exige considerar algunos aspectos que inciden en ella.

Existen algunas características comunes a las familias de los-as adolescentes vinculados al SRPA y atendidas mediante la Estrategia de Atención Integral Especializada:

Familias de jefatura mono parental por línea materna, de tipología extensa, en la que conviven dos o tres generaciones, por razones económicas más que de cohesión familiar, como también se trata de familias reconstituidas.

Predominan los estratos socioeconómicos 1 y 2. Su escolaridad corresponde a primaria o secundaria incompleta; respecto a ocupaciones, se observa la participación en actividades de economía informal, ventas ambulantes, servicios varios, operarios, servicio doméstico, entre otras. Se trata de familias numerosas, con un único proveedor.

En sus antecedentes se encuentran experiencias marcadas por violencia intrafamiliar, reasignación de roles e influencia de la cultura machista.

Experimentan crisis normativas que se relacionan con las etapas de la adolescencia y la salida de los hijos del hogar, como también se identifican crisis no normativas, que no son propias del ciclo evolutivo de la familia y que se relacionan con diversas problemáticas asociadas como procesos migratorios, diversas formas de violencias, consumo de SPA y conflictos con la ley.

2

Como consecuencia se identifican prácticas culturales arraigadas a paradigmas de violencia y procesos de duelo no elaborados, por pérdidas recurrentes de familiares, amigos y pertenencias.

Para la mayoría de los–as adolescentes, se trata del primer ingreso al SRPA, y por tanto es el primer acercamiento de sus familias al mismo.

En el proceso de Atención Integral Especializada se han identificado igualmente recursos y dificultades en las familias:

Respecto a recursos,

Se encuentran algunos casos con adecuada red de apoyo desde la familia extensa, con arraigo a un sistema de valores - se identifican lealtades y solidaridad.

A pesar de tener historias de vida dolorosas, conservan esperanza en torno a sus hijos y en su mayoría manifiestan expectativas hacia el cambio.

Muestran habilidad para la solución de problemas concretos, cotidianos, de supervivencia.

Algunas familias reconocen los errores en la crianza, aunque asociado a culpa y vergüenza.

Muestran apertura hacia el apoyo y demanda de ayuda, derivada casi siempre de la pérdida del control sobre sus hijos.

Como dificultades,

Presentan dificultad para establecer normas y límites, así como canales de comunicación efectivos (dificultad en la expresión de sentimientos, del afecto), lo que implica que los roles de autoridad y de protección se desdibujen, ya sea por temor a perder el afecto por parte de los hijos o por falta de aceptación del ciclo evolutivo del adolescente, que conlleva a una relación paradójica - niño/adulto. Las pautas de crianza se han caracterizado entonces por normas, límites y autoridad laxos o difusos.

Como consecuencia, el vínculo resulta ser ambiguo, con polarización entrela permisividad/autoritarismo, la sobreprotección/negligencia, la codependencia /abandono.

Aunque son evidentes las situaciones de fragilidad y exclusión social, se observa que son autoexcluidas del sistema social (no se reconocen como actores), sus ámbitos de vida cotidiana son limitados, por desconocimiento de las posibilidades de participación.

Es importante destacar que frente a la conducta delictiva se han encontrado creencias y posturas desde las familias, que van desde aquellas que desconocenque algunas prácticas aunque puedan ser socialmente aceptables, son tipificadas como delitos (defraudación de derechos de autor, acompañamiento a quienes realizan conductas delictivas), por los mensajes ambivalentes que se reciben del contexto socio-cultural.

3

Otras familias optan por habituarse a la conducta delictiva considerándola como algo transitorio y propio al ciclo vital del adolescente, mientras que algunas familias reconocen la vinculación de sus hijos en conductas delictivas y por tanto demandan apoyo mediante estrategias que les permitan recuperar o establecer el control frente al comportamiento inapropiado del adolescente.

Sin embargo la experiencia de la vinculación al SRPA, suscita muchas veces cambios en la dinámica familiar que favorecen el ejercicio de la corresponsabilidad, de modo tal que algunas familias se reorganizan, emergen nuevas formas de relación y se fortalece la comunicación. Hay búsqueda de nuevas actividades y espacios de encuentro en familia.

La atención de la familia se centra en el adolescente, se observa aceptación, interés y acercamiento hacia las realidades en torno al hijo-a, que eran desconocidas o inaceptables.

Se facilita la confrontación frente al rol materno/paterno y se movilizan reflexiones que promueven la responsabilización. En consecuencia, emergen cambios hacia el manejo de la autoridad, el establecimiento de límites y normas, derivados casi siempre del acompañamiento psicosocial. Pero también algunos-asadolescentes asumen cambios transitorios para recuperar la confianza de sus padres. En algunas familias se generan conflictos de autoridad, que se evidencianen roles y figuras de autoridad difusos y con marcada ambivalencia.

Pero qué entienden las familias por corresponsabilidad?

Se ha encontrado que la responsabilidad familiar es velada por la posición de víctimas, por el asombro ante la vinculación al SRPA, por la atribución de responsabilidad a la influencia de los pares, así como al Estado y a las dificultades experimentadas en sus vidas.

La responsabilidad se limita a algunos cuidados básicos, como la provisión de alimentos, pero con pobres elementos referidos a la orientación, formación y acompañamiento del adolescente. Es común observar la delegación de la responsabilidad en otros integrantes de la familia extensa o en instituciones. Al iniciar el proceso de atención integral, se observa la tendencia a trasladar la responsabilidad de la tarea formadora al equipo psicosocial.

Al ser vinculados al SRPA, no hay claridad frente a los compromisos asumidos, el proceso que se inicia no es claro y por tanto, tampoco sus obligaciones en el mismo. Sin embargo, algunas de las familias aun comprendiendo el proceso, no responden positivamente por falta de disposición y perseverancia para el logro de los objetivos. No obstante, las familias en las que se observa mayor compromiso, predomina la respuesta positiva desde la figura materna, en tanto el padre suele ser ausente o periférico.

Por su parte, los-as adolescentes no comprenden la corresponsabilidad que deben asumir las familias, por el conflicto intergeneracional y el patrón cultural que

4

motiva la iniciación temprana a la vida adulta en sus contextos, de manera que sólo mediante el proceso, se fomenta la responsabilidad en el adolescente y en la familia, es decir, la corresponsabilidad se construye con el proceso.

Del mismo modo, en las familias se han identificado algunas creencias, imaginarios y posturas hacia el SRPA, encontrándose que la permisividad se acompaña de encubrimiento o negación hacia el motivo de vinculación al SRPA; no se perciben como actores y agentes en el mismo y sus expectativas son de protección, conactitud demandante y pasiva, la cual suele ser mayor en los casos de reincidencia.

De otra parte, un número significativo de familias esperan una respuesta punitiva del SRPA, atribuyéndose al adolescente plena responsabilidad frente al delito y por tanto se espera que éste responda de manera individual.

En conjunto y en el contexto del SRPA, las familias se perciben aisladas, sin herramientas para abordar la situación de su vinculación, hasta que a través de las acciones que se desarrollan reconocen que sólo de ellos, pueden surgir las soluciones.

Así mismo, tienen dificultades para reconocerse como actores del sistema social y como consecuencia, para reconocer el daño que las acciones de los-as adolescentesgeneran a la sociedad. Consideran que ésta “les debe”, pues un buen número de familias se muestran resentidas.

Las acciones pedagógicas desarrolladas desde la Estrategia de Atención Integral Especializada, para que las familias atiendan, cuiden, protejan y formen a los y las adolescentes, tienen como punto de partida la información, orientación y sensibilización desde el momento de la remisión y vinculación al proceso, vinculando los compromisos establecidos ante las Defensorías de Familia.

La valoración integral aunque no cuestiona, moviliza reflexiones en la familia y da cuenta de aspectos psicosociales del sistema familiar, de las posibles situaciones que generaron la conducta delictiva del adolescente y la incidencia del medio sociocomunitario.

La concertación de los Planes de Atención Integral - PAI, es concebida como un momento de acuerdos, acuerdos que deben ser consistentes en el proceso. El Plan de Atención Integral moviliza compromisos, observándose mayor resistencia por parte de los-as adolescentes para asumirlos. Por su parte, las familias en su mayoría son receptivas al concepto profesional y recomendaciones para el proceso, destacan la significación del Plan de Atención Integral y en su desarrollo, son actores responsables en actividades concretas.

La mayoría de los-as adolescentes y sus familias tienden a justificar su responsabilidad en la conducta delictiva, asociándola a eventos externos y asumiéndose como objeto de las circunstancias. Es así que a través del acompañamiento psicosocial, se pretende resignificar la situación que motivó la vinculación al SRPA y potenciar los recursos de las familias, para favorecer su

5

empoderamiento y desarrollo de estrategias para responder a sus demandas, brindando orientación y herramientas para el abordaje de las crisis normativas y no normativas.

Se busca que el sistema familiar y el adolescente se vean como sujetos en la toma de decisiones y de esta forma, asuman la responsabilidad de sus acciones. Se retoman permanentemente los compromisos establecidos para el proceso, aunque en algunos casos es necesario el apoyo de las Defensorías de Familia, para asegurar la responsabilidad efectiva por parte de padres, madres o acudientes.

Se realizan Encuentros multifamiliares de sensibilización y formación en estrategias relacionadas con pautas de crianza, manejo de autoridad y orientación frente al SRPA. Se identifican factores de riesgo, enfatizando en la familia como red protectora. En estos espacios se posibilita la expresión de sentimientos, el reconocimiento de percepciones frente al SRPA, se destaca la responsabilidad hacia el adolescente y el proceso judicial, así como se concertan acciones concretas que se enmarcan en el ejercicio de corresponsabilidad y en el rol que asumen en elseguimiento y apoyo al proceso.

Se efectúa un Encuentro de Oportunidad y Corresponsabilidad que tiene como objetivo suscitar la reflexión en torno a la corresponsabilidad que tienen los padres con sus hijos, con el fin de prevenir la reiteración de la conducta delictiva, a través del fortalecimiento de los vínculos parentofiliales, así como propiciar la comprensión, el reconocimiento y la decisión de asumir el proceso, como una oportunidad de cambio y superación.

Así mismo, las visitas socio familiares permiten la construcción de vínculos con las familias, el reconocimiento de la vida cotidiana de los integrantes del sistema familiar, la identificación de aspectos que inciden en la dinámica familiar y del entorno socio-comunitario.

Se realizan Encuentros Intergeneracionales que favorecen el intercambio de percepciones, imaginarios, expectativas y sentimientos entre padres, madres y adolescentes; así como se enfatiza en la activación de redes para la protección integral del adolescente.

Ante las acciones pedagógicas, las respuestas por parte de las familias se enmarcan en actitudes de resistencia inicial frente a lo que personas ajenas a su vida, pueden decir de su familia, sin embargo reconocen al equipo técnico como figuras de apoyo para la formación de sus hijos, que en la mayoría de los casos “se han salido de las manos”.

En el tiempo, se observa mayor disposición hacia el proceso, receptividad, demanda de ayuda e interés por vincular a otros miembros de la familia al proceso (hermanos en situaciones similares aunque no vinculados al SRPA).

Los cambios iniciales en los-as adolescentes movilizan un rol cada vez más corresponsable en las familias y éstas por su parte, reconocen que no se trata de

6

una labor aislada, sino un ejercicio conjunto entre adolescente, familia y equipo psicosocial.

No obstante los desarrollos en la intervención con familias, para fortalecer su corresponsabilidad en el proceso de atención integral y el reconocimiento de sus realidades, existen aún algunos desafíos:

Fortalecer a las familias para la movilización de sus recursos, requiere la participación de otros actores, instituciones y otras familias, que posibiliten la generación de nodos que permitan consolidar una red de familias protectoras. Familias que sean figuras de autoridad y figuras protectoras.

Construir junto con las familias, herramientas que contribuyan al fortalecimiento de su dinámica y a su empoderamiento como organización social.

Resignificar las pautas relacionales que contribuyan a generar núcleos resilientes, previniendo la reincidencia.

Avanzar hacia la identificación, reconocimiento, visibilización y activación de redes que promuevan la inclusión social, así como movilizar su reconocimiento como actores y agentes en el sistema social y el SRPA.