reflexiones sobre bioética las ciencias de la vida y los valores humanos
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UNIVERSIDAD AUTONOMA DE NUEVO LEONFACULTAD DE TRABAJO SOCIAL Y DESARROLLO HUMANO
DIVISION DE ESTUDIOS DE POSGRADO
DOCTORADO EN FILOSOFÍA CON ORIENTACIÓN EN TRABAJO SOCIAL Y POLÍTICAS COMPARADAS DE BIENESTAR SOCIAL
BIOÉTICA
REFLEXIONES SOBRE BIOÉTICA Las Ciencias de la Vida y los Valores Humanos
BLANCA EUGENIA CAVAZOS CISNEROS
San Nicolás de los Garza N. L.23 de Noviembre de 2010
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REFLEXIONES SOBRE BIOÉTICA Las Ciencias de la Vida y los Valores Humanos
Introducción
El propósito de este ensayo, es hacer una reflexión sobre la Bioética en general, analizando las
razones profundamente humanas del autor de la misma, sus propósitos y la utilización que se
ha hecho de ella desde algunas organizaciones de Bioética, fundamentado en diversas
disciplinas. Por supuesto que no se posee un amplio conocimiento de experto como para llegar
al atrevimiento de hacer una crítica, pero sí, con base en los valores humanos universales se
emitirá la opinión personal de la que escribe.
Así mismo, se expondrá el esfuerzo unificador que han realizado algunos organismos
internacionales como la UNESCO y la Iglesia Católica como institución de regulación social
para lograr una legislación ética entre lo científico, tecnológico y lo dignamente humano.
Se reflexionará sobre los temas fundamentales en materia de Bioética, como la dignidad de la
persona humana y el derecho a la vida, el aborto, algunos datos de fecundidad y
anticoncepción en México y por último se hará un repaso sobre la bioética Católica y la
Bioética Laica; haciendo un análisis comparativo de las posturas de los organismos
mencionados, las razones laicas y religiosas. En las conclusiones, se expondrá la opinión
personal en general.
Origen
El término Bioética, fue propuesto por Van Rensselaer Potter en 1971, motivado por una serie
de experimentos llevados a cabo con seres humanos; a pesar de haber códigos éticos y con el
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advenimiento de la manipulación genética de seres vivos. Para hacer referencia a la disciplina
adoptada entre el conocimiento biológico y los valores humanos, que sirviera de puente para
enseñar a usar ese conocimiento en el campo científico-tecnológico, además de unir los
valores éticos; no sólo referidos al hombre sino a la biósfera, relacionando los hechos
biológicos para así, permitir la supervivencia del ecosistema (Santos, 2005).
Definición
Para la Enciclopedia de Bioética se trata del estudio sistemático de la conducta humana en el
ámbito de las ciencias de la vida y del cuidado de la salud, contemplada a la luz de los valores
y de los principios morales (Reich, 1978; citado por Santos, 2005 y Viesca, 2007).
Tipos de Bioética
Según Sgreccia (1994), existen diversos tipos de bioética: la bioética general, es la que se
ocupa de los fundamentos y los valores originarios que sustentan la ética de la vida y sus
fuentes documentales, el manejo de microorganismos de animales y plantas; la bioética
especial, que domina los grandes temas en el terreno médico y biológico; la bioética clínica,
que examina las conductas de la práctica médica concreta y en los casos clínicos los medios
correctos para desarrollar una conducta acorde a dichos valores, la bioética en investigación
biomédica, preocupada de la experimentación con seres vivos y la bioética ecológica que fuera
el eje central para Potter.
La Bioética no puede prescindir de una concepción del hombre, es decir de una antropología
de base para el modelo ético que se utiliza.
A) La bioética principialista se fundamenta en los siguientes principios:
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1.- Principio de autonomía, basado en que los individuos poseen la capacidad de deliberar y
actuar en consecuencia. Se opone al paternalismo y se ve reflejado en el consentimiento
informado además, reconoce que no siendo un principio ético absoluto, admite excepciones.
2.- Principio de beneficencia, la investigación sólo debe realizarse cuando se estime que los
beneficios del estudio sobrepasarán los riesgos y que los resultados contribuirán al bienestar
del individuo.
Existe siempre un conflicto entre el beneficio individual y el beneficio de terceros, entre el
derecho a la autonomía y beneficencia.
3.- Principio de no maleficencia, según el cual toda intervención ha de tener riesgos que no
excedan lo razonable, sean conocidos y debidamente tratados.
4.- Principio de justicia en el que todas las personas tienen igual derecho a la calidad en la
salud.
B) La bioética personalista se basa en la persona humana y su bien, corresponde a la
expresión de una reflexión racional sobre la persona humana en su dimensión física y
espiritual y que es el centro de la actividad biomédica como sujeto y objeto de la misma. Este
modelo asegura una óptima relación médico-paciente, en la que primero está el bien del
paciente en un trato de confianza y de respeto. Incluye la información y participación del
paciente en las decisiones. Cumple con las necesidades del paciente y el rol del médico,
respetando la dignidad de ambos.
Esta opción es adecuada para evaluar bioéticamente la participación de los seres humanos en
investigación biomédica, utilizando diferentes modelos (Santos, 2005).
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Reflexiones sobre Bioética
Además de tener como base el origen, definición y propósitos de la Bioética, para poder
reflexionar sobre ella y sus alcances, se necesita tener una postura multidisciplinar, ya que en
ella confluyen la filosofía, derecho, medicina, la teología, la economía, la psicología, biología
y diversas ciencias sociales (Lamas, 1993) y también, referirse al abordaje de los organismos
internacionales como la UNESCO y la Iglesia Católica como institución reguladora social.
La UNESCO es uno de los organismos internacionales que fomentan y fortalecen las redes
entre lo ético y lo científico, la legislación y las sociedades civiles; a través de diversas
acciones normativas, tiene como propósito establecer políticas inteligentes que regulen las
acciones en el campo científico y tecnológico mediante comités que sirven como laboratorio
de ideas y foros de debate (2010).
Por su parte, la Academia Pontificia de Ciencias, Ciencias Sociales, para la Vida, es la unica
Academia con carácter supranacional que existe en el mundo. Su finalidad es honrar la ciencia
pura dondequiera que se encuentre; asegurar su libertad y favorecer las investigaciones, que
constituyen la base indispensable para el progreso de las ciencias. La Academia se encuentra
bajo la dependencia del Papa. Fue fundada por Juan Pablo II el 1 de enero de 1994, con el
Motu Proprio "Socialum Scientiarum". Su objetivo, es "promover el estudio y el progreso de
las ciencias sociales, económicas, políticas y jurídicas a la luz de la doctrina social de la
Iglesia" (Vatican web site, 2005).
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Ambos organismos coinciden con los objetivos de apoyar y fortalecer el estudio y la
investigación científica con libertad pero tambien con responsabilidad para el progreso de las
ciencias y por ende de la humanidad.
La Dignidad de la Persona Humana
La Dra. María Casado (2010)1 expuso que el concepto de dignidad en abstracto es un concepto
vacío, ambigo, “una palabra hueca”; que acotada en los documentos de los Derechos Humanos
de la UNESCO (2005), adquiere una idea diferente, una dignidad aplicada a la persona con
valores intrínsecos de equidad, honestidad y justicia. Donde pueda haber ideas diversas, pero
complementarias, enfocadas al bienestar y progreso sociales; donde haya confianza en la
verdad, esa verdad inmersa en el inconsciente colectivo, implícita en la procuración del bien
común.
Admitiría también la idea de debates intelectuales para promover el crecimiento científico y
tecnológico, donde se encuentren sociedades plurales en un ambiente de negociaciones, no de
imposiciones; deshaciéndose de las posturas dogmáicas e intereses particulares. Donde, los
responsables de las diferentes probemáticas piensen, dabatan, y tomen decisiones con
sustentos morales y jurídicos (Casado, 2010).
Parece que las ideas expuestas por la Dra. Casado coinciden con los principios expuestos en la
Instrucción Donum Vitae2:
1 Sobre la Dignidad de la Persona y Los Derechos Humanos. Primer Seminario Hispano Mexicano de Bioética. Abril 2010. Monterrey N.L.
2 Instrucción Donum Vitae, 1987sobre el respeto de la vida humana naciente y la dignidad de la procreación.
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“La investigación científica, fundamental y aplicada, constituye una expresión significativa
del señorío del hombre sobre la creación. Preciosos recursos del hombre cuando se ponen a
su servicio y promueven su desarrollo integral en beneficio de todos, la ciencia y la técnica no
pueden indicar por sí solas el sentido de la existencia y del progreso humano. Por estar
ordenadas al hombre, en el que tienen su origen y su incremento, reciben de la persona y de
sus valores morales la dirección de su finalidad y la conciencia de sus límites”.
Dominum Vitae, 1987.
La ciencia y la técnica por si solas, no podrían exigir el respeto incondicional de los criterios
fundamentados en la moralidad y en la disposición al servicio de la persona humana,
respetando sus derechos para el bien individual y social. Ésto depende de las personas
responsables de llevar a cabo los esudios pertinentes. Los científicos y académicos encargados
de trasmitir los conocimientos, para promover mediante la educación, el progreso y la
evolución de la humanidad, fundamentados en los principios morales y éticos que deben
distinguir al ser humano.
De igual forma la Dra. Ana Badía expresa de una manera más enérgica, que la defensa de la
dignidad y los derechos humanos adquieren una dimensión jurídica a nivle internacional y que
es el Derecho de los derechos humanos el que adjudica un carácter formal a la protección de la
dignidad de la persona humana como norma universal mediante pactos civiles que integren la
manera de gobernar las diversas estructuras (Badía, 2010)3.
Haciendo una comparación con lo expuesto por la Dra. Badía y el contenido de las
conclusiones #36 de la Instrucción Dignitas Personae (2008).
3 Bioética. Derechos Humanos y Dignidad Personal. Primer Seminario Hispano Mexicano de Bioética Abril,2010. Monterrey N.L.
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“. . . es precisamente en nombre de la promoción de la dignidad humana que sea prohibido
toda conducta y estilo de vida que perjudica esa dignidad. Así, por ejemplo, las prohibiciones
jurídico-políticas, y no sólo éticas, contra las distintas formas de racismo y de esclavitud, la
discriminación injusta y la marginación de las mujeres, niños, personas enfermas o con
discapacidades graves, son un claro testimonio del reconocimiento del valor inalienable y de
la intrínseca dignidad de cada ser humano,. . .”
Dignitas Personae, 2008.
En el discurso, la Dra. Badía no menciona en ningún momento que sus fundamentos esten
basados en ideas religiosas. Tanto la Dra. Badía como la Dra. Casado, hacen referencia a la
capacidad intelectual del ser humano, a los valores universales conjugados en la moralidad y
el respeto; en el compromiso del Hombre por el Hombre y en la responsabilidad de procurar el
bienestar para las generaciones futuras.
El Derecho a la Vida
Para iniciar este tema, es ineludible la pregunta
¿El embrión es persona?
El embrión posee un telos específico e individual anterior a la fusión de las cadenas de ADN.
Dicho de otra manera, si bien existe cierta indistinción a nivel del genoma en las células
embrionarias totipotenciales esto no es más que un momento dentro del proceso de un todo
que se encuentra desarrollándose al modo de un continuo cuyo orden fundamental está
determinado con anterioridad a la constitución del propio genoma ( Guerra, 2005).
Por otro lado, los argumentos científicos utilizados por el Dr. Tapia en uno de sus artículos4
4 La Formación de la Persona durante el Desarrollo Intrauterino, desde el punto de vista de la Neurobiología.
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Acerca de la indiferenciación el genoma humano antes de las doce semanas de gestación y la
similitud entre éste y el de un chimpancé es del 99%, haciendo la diferencia del 1% en las
propiedades cerebrales. El Dr. Tapia argumenta que el embrión o feto no es capáz de percibir
algún estímulo o sensibilidad, ya que la corteza cerebral no ha alcanzado su desarrollo para
tales funciones y poder hablar de una –vida humana– además, que solo alcanza la calidad de
persona, cuando logra la autonomía fisiológica.
Si los neurobiólogos han obtenido de sus estudios esos resultados y el Dr, Tapia los utiliza
como argumentos para justificar el derecho al aborto. Si fuera posible con esas razones que él
expresa, pudiera explicar si las personas que nacen con una capacidad intelectual límite o con
algúna alteración genética como el Síndrome Down, ¿No se consideran personas?, ya que su
capacidad intelectual no alcanza el 100% esperado en la escala de medición de CI como el
Wechsler y poder ubicarlo en un intervalo de inteligencia normal promedio o en casos de
personas que desgraciadamente han sufrido lesión medular y que resultan parapléjicos,
perdiendo toda sensibilidad y respuesta a estímulos, capacidad motríz y sus funciones
vegetativas casi se nulifican –si no es que sucede– en los que muchos casos la independencia
fisiológica se pierde (Sociedad Boliviana de neurología), ¿Esas personas tambien dejan de
serlo?
El Aborto
En cuanto al tema del aborto, el Dr. Tapia5 declara muy puntualmente que es derecho de la
mujer decidir –razonadamente– abortar o no, pues esta en el uso pleno de su autonomía
5 La Ciencia, la Religión y el Aborto, s/f.
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personal y que ésto se justifica, pues el embrión producto de la fecundación de un óvulo
humano con un espermatozoide humano, antes de la semana doce, aún no es persona.
Fecundidad y anticoncepción (datos demográficos en México).
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Dinámica Demográfica (ENADID 2009), en México
las mujeres tienen en promedio 2.2 hijos durante su vida fértil; aunque existen diferencias
importantes entre entidades federativas, mientras en el Distrito Federal la tasa global de
fecundidad es de 1.8 hijos por mujer, en Chiapas, Durango y Guerrero ésta asciende a 2.6.
El conocimiento de al menos un método anticonceptivo es prácticamente universal entre la
población femenina en México (98%). Por otra parte, el 72.5% de las mujeres unidas en edad
fértil utiliza algún método anticonceptivo.
La información, por entidad federativa: los estados con un porcentaje más bajo sobre el
conocimiento de anticonceptivos son, Chiapas con el 87.4% y Oaxaca con el 93.3%. Los
estados con mayor porcentaje son, el DF y Sinaloa con el 100%. Nuevo León tiene una
cobertura del 99.8%.
En cuanto al uso de algún método, los estados con menor porcentaje son, Chiapas con el
54.9% y Guerrero con el 61.4%; en tanto que los porcentajes más altos, los tienen, Sonora con
el 79.9% y Sinaloa con el 79.8%; Nuevo León tiene un 79.2% (ENADID, 2009).
El conocimiento de los métodos anticonceptivos en el D.F. es de una cobertura del 100%,
entonces, ¿cómo se justifica la ley para la “interrupción del embarazo” antes de las 12
semanas?; porque los embriones de menos de 12 semanas no son infantes (niños), ¿Entonces
qué son?
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Además, si ese 1% que hace diferentes a los humanos de los primates y que radica en el
desarrollo de las funciones de la corteza cerebral que menciona el Dr. Tapia. ¿Qué sería
diferente si ese 1% fuera utilizado para ejercer las libertades con responsabilidad, ya que tanto
hombres como mujeres tienen una participación igualitaria.
En cuanto a la opinión de la Iglesia Católica se escribe lo siguiente:
“Es cierto que en la historia ha habido casos en los que se han cometido crímenes en nombre
de la « verdad ». Pero crímenes no menos graves y radicales negaciones de la libertad se han
cometido y se siguen cometiendo también en nombre del « relativismo ético ». Cuando una
mayoría parlamentaria o social decreta la legitimidad de la eliminación de la vida humana
aún no nacida, inclusive con ciertas condiciones, ¿acaso no adopta una decisión « tiránica »
respecto al ser humano más débil e indefenso? La conciencia universal reacciona justamente
ante los crímenes contra la humanidad, de los que nuestro siglo ha tenido tristes experiencias.
¿Acaso estos crímenes dejarían de serlo si, en vez de haber sido cometidos por tiranos sin
escrúpulo, hubieran estado legitimados por el consenso popular?”
Juan Pablo II, 1995.
Así como este fragmento y muchos más, se mencionan los errores humanos, no solo de la
Iglesia Católica, también de gobiernos, de personas o épocas de la humanidad, pero todo recae
en el actuar humano, cada individuo, en su momento y en su espacio, en respuesta a un
contexto, con la única guía de su razón. Haciendo alusión a los principios éticamente
humanos, con base a los valores universales fundamentados en la responsabilidad del Hombre
por el Hombre.
En cuanto a las declaraciones hechas por el Dr. Tapia en el documento: La Ciencia, el
Vaticano y las Leyes, totalmente acertadas en cuanto a la evolución de la humanidad en lo
científico y tecnológico. También, en la obligación de trasmitir el conocimiento a las nuevas
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generaciones a través de la educación en todos los campos habidos y por haber; nombrando
así dignamente a la sociedad, la Sociedad del Conocimiento.
Si, es absolutamente justo educar a los niños y jóvenes en un ambiente científico, donde
desarrollen su espíritu analítico y crítico y así logren integrarse a la sociedad productiva a lo
cual tienen derecho –con suerte, si son sujetos que al ser concebidos, fueron considerado seres
humanos y pudieron llegar a éste mundo, para así, ejercer sus derechos, declarados en los
documentos de la UNESCO–
Pero así, como menciona el Dr. Tapia, el mundo globalizado y la necesidad de formar a las
nuevas generaciones en el análisis y la critica científicos. En opinión de la autora, se dejó fuera
de esa idea globalizada e integradora, la educación y formación con valores, con conciencia
humana; comprometidos con el entorno y con todos los tópicos relacionados
ecosistémicamente, como la conservación de un ambiente sustentable, libre de contaminantes
tanto el aire como el agua; el calentamiento global y la protección de la especies en extinción,
entre otros. ¿El Ser Humano, estará entre esas especies?
Así mismo, en total acuerdo con respecto a sus opiniones acerca de los legisladores ignorantes
de los descubrimientos científicos en materia de biología y neurociencias, que se oponen a los
avances a través de experimentos y estudios con –entes existentes– ya que según la ciencia, no
son seres humanos. Se considera conveniente tomar esa misma postura para analizar y
criticar el contenido y los propósitos esenciales de los documentos de la Iglesia Católica y no
con base en el Dogma de Fe (muy válido para los creyentes), sino en las razones humanas, con
fundamentos científicos.
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La Bioética Católica y la Bioética Laica
La Iglesia Católica como institución tiene el derecho de informar sobre sus propios valores,
sobre su ideología para que, además de ser tolerados, puedan incluso ser compartidos; tiene el
derecho de intentar que entren sobre las zonas que rige el Estado (Tripodina, 2007).
Así, por convicción, los católicos tienen el derecho y el deber de pronunciar sus firmes
creencias en la sacralidad de la vida humana. Igualmente, las autoridades de la Iglesia
Católica, tienen el derecho de dirigirse a la comunidad católica, para que ella ejerza su derecho
a la objeción o incluso el derecho de resistencia a la leyes que establezca el Estado, como un
estado democrático y con el derecho constitucional a profesar las creencias religiosas que mas
convengan al sujeto de ese derecho.
Por otra parte, ser laico indica tener una actitud de respeto a las verdades que surgen del
conocimiento natural sobre el hombre que vive en sociedad. Vivir y actuar políticamente en
conformidad con las enseñanzas de la moral y buenas costumbres. Es pues el modo con que
los ciudadanos católicos y no católicos ejercen su derecho para que, a través de la política, se
instaure un ordenamiento social más justo y coherente con la dignidad de la persona humana.
El principio laico, se establece como presupuesto necesario para la realización de la
convivencia pacífica de las múltiples instancias: religiosas, éticas, culturales y políticas de la
compleja sociedad moderna.
Ser laico es ser neutral, mas se cree que es estar en contra de cualquier ideología religiosa,
específicamente católica. Se está en contra del dogma de fe, para luego rendirse al dogma
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tecnológico por excelencia, según el cual –lo que es técnicamente posible, puede y debe
hacerse– (Tripodina, 2007).
Así, frente a la cuestión bioética, es recomendable poner un límite y esa tarea la debe realizar
la disciplina del Derecho, es más, tiene el deber de poner límites a la afirmación del dogma de
la omnipotencia de la técnica.
Conclusiones
La noble intención de Van Rensselaer Potter para proponer la Bioética, movido por sus
valores, su conciencia, sus principios o como se quiera llamar, al ver las acciones atroces
llevadas a cabo con seres humanos, aun habiendo acuerdos internacionales en materia de ética,
se ha desvirtuado en la actualidad.
La definición de Bioética es el estudio de la conducta humana en relación a las ciencias de la
vida y el cuidado de la salud, a la luz de los valores y principios morales.
Sin embargo, los experimentos con seres humanos continúan realizándose, claro, hoy con
técnicas más sofisticadas, con individuos que no son capaces de expresar queja, ni siquiera
dirigir una mirada implorando piedad.
Todas esas acciones se revisten con la causa –noble– de los avances científicos y tecnológicos
en nombre del bienestar y la salud de la humanidad.
Si, es verdad, que los seres humanos se resisten al cambio, que cada descubrimiento científico
causa revuelo y mientras se ven los beneficios, que generalmente son a mediano o largo
plazo, los debates continúan, unos a favor, otros en contra y los más, manteniéndose al
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margen, solo como espectadores dejando la responsabilidad por el “respeto” a la libertad y
derechos individuales.
Como ejemplo se pueden mencionar los descubrimientos farmacológicos, el uso de vacunas o
antibióticos, que al comenzar a utilizarse se crearon en torno a sus efectos mitos siniestros y
reacciones congruentes a esas creencias; que al pasar el tiempo y ver los efectos favorables en
la calidad de vida, como la erradicación de enfermedades que antes limitaban las capacidades
humanas y como resultante mayor esperanza en la misma; las acciones son aceptables.
Pero, en relación al respeto y la dignidad humanos, que trastocan la esencia del Ser Superior
en la escala evolutiva: el Hombre, ‘con mayúscula’. El ser humano tiene las capacidades que
otras especies no tienen, tiene inteligencia, que es la que nos diferencia biológicamente en
muy poco de nuestros parientes más cercano en la escala evolutiva, los primates; y sin
embargo, hay evidencias que algunos de ellos han respondido en situaciones emergentes con
decisión propiamente humana (Caso Kevin, el niño que cayó a la jaula de los gorilas y uno de
ellos “espalda plateada” lo protegió de los demás gorilas mientras era rescatado).
¿Cómo es posible que habiendo convenios internacionales que establecen el derecho a la vida,
(La Declaración Universal de los Derechos Humanos) éstos sean ignorados por las autoridades
de algunos países y se despenalice la práctica del aborto y se permitan experimentos con
embriones? Los argumentos fundamentados en estudios biológicos de que el cigoto no es
persona y no goza de esos derecho, me parece absurdo, totalmente fuera de toda congruencia,
desde la inteligencia del ser humano.
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En conclusión respeto a que merecen las personas que afirman ese hecho, que atentan contra la
condición de la humanidad y contradicen a la superioridad intelectual que se posee.
Biológicamente es una realidad que la unión de dos células germinales humanas, darán por
resultado un ser humano, que no tiene las habilidades desarrolladas, es verdad; pero que es un
ser potencialmente dotado para todas las capacidades propias de su especie.
Siendo congruente con la idea de la inteligencia superior de los científicos, éstos podrían darse
a la tarea de crear vida humana sin utilizar material humano. Sin manipulación de discursos
con razonamientos paradójicos.
Mientras eso sucede, todos los avances médicos que se han logrado y que no dañan la
dignidad humana, al contrario, la ennoblecen, como son los trasplantes de órganos, los
tratamientos contra la infertilidad, los diagnósticos prenatales, el uso de células madre para
curar enfermedades; los estudios genéticos para prevención de enfermedades hereditarias, los
tratamientos paliativos en apoyo a la muerte digna; todos esos logros que benefician a la
humanidad, con respeto a la vida y a la muerte, con valores humanos, principios éticos y la
firme convicción de ser congruentes con las ideas, las conciencias y las acciones.
Totalmente aparte de ideas religiosas y dogmas de fe. La Iglesia Católica tiene el pleno
derecho de expresar sus convicciones, trasmitirlas al mundo y hacer un llamado a quienes
quieran seguir sus principios, como institución. En un ambiente democrático, es libre de
manifestar las bases que la fundamentan e invitar a los creyentes y no creyentes que revisen
los documentos sobre Bioética, con base en resultados de investigaciones científicas y con un
criterio verdaderamente laico.
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“. . .Es necesario reafirmar que toda discriminación ejercida por cualquier poder con
respecto a personas, pueblos o etnias basándose en diferencias debidas a reales o presuntos
factores genéticos, es un atentado contra la humanidad entera. Hay que reafirmar con fuerza
que todo ser humano tiene igual dignidad por el hecho mismo de haber llegado a la vida. El
desarrollo biológico, psíquico y cultural, o el estado de salud, no pueden convertirse nunca en
un elemento de discriminación. Por el contrario, es preciso consolidar la cultura de la
acogida y del amor, que testimonian concretamente la solidaridad con quien sufre,
derribando las barreras que la sociedad levanta con frecuencia discriminando a quien tiene
una discapacidad o sufre patologías, o peor aún, llegando a la selección y al rechazo de la
vida en nombre de un ideal abstracto de salud y de perfección física. Si se reduce al hombre a
objeto de manipulación experimental desde las primeras fases de su desarrollo, eso significa
que las biotecnologías médicas se rinden al arbitrio del más fuerte. La confianza en la ciencia
no puede hacer olvidar el primado de la ética cuando está en juego la vida humana. . .”.
Papa Benedicto XVI, 2009.
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