red latinoamericana de micro hidroenergÍa · con la publicación de la revista "pequeños...

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HIDR RED RED LATINOAMERICANA DE MICRO HIDROENERGÍA ISSN 0935 - 0578 2/99 Estimados lectores, La evaluación de las necesidades o demanda de energía, así como de los gastos en energía realizados por las poblaciones rurales que no cuen - tan con servicio eléctrico, son indicadores básicos para formular una estrategia de electrificación rural y uno de los factores a consid - erar en el momento de implementar las tarifas eléctricas en centros aisla - dos de generación eléctrica. En esta edición presentamos un artí - culo sobre los ingresos y gastos en energía de poblaciones rurales del Perú, y un artículo sobre alternativas de financiación para una instalación eléctrica en España. Esperamos que estos artículos sean de su interés y, como siempre, estamos a la espera de vuestras colaboraciones para ser publicadas en las siguientes edi - ciones. Por otro lado, continuamos con la publicación de la revista "Pequeños Molinos de Viento", edi - tado por Arrakis-Red. Agradecemos a todas las institu - ciones y personas que de algún modo contribuyeron a que el VIII ELPAH se realice de una manera exitosa. El Comité Editorial 2/99 HIDRORED 1

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HIDR REDRED LATINOAMERICANA DE MICRO HIDROENERGÍA

ISSN 0935 - 0578 2/99

Estimados lectores,

La evaluación de las necesidades odemanda de energía, así como delos gastos en energía realizados porlas poblaciones rurales que no cuen -tan con servicio eléctr ico, sonindicadores básicos para formularuna estrategia de electrificaciónrural y uno de los factores a consid -erar en el momento de implementarlas tarifas eléctricas en centros aisla -dos de generación eléctrica.

En esta edición presentamos un artí -culo sobre los ingresos y gastos enenergía de poblaciones rurales delPerú, y un artículo sobre alternativasde financiación para una instalacióneléctrica en España. Esperamos queestos artículos sean de su interés y,como siempre, estamos a la esperade vuestras colaboraciones para serpublicadas en las siguientes edi -ciones. Por otro lado, continuamoscon la publicación de la revista"Pequeños Molinos de Viento", edi -tado por Arrakis-Red.

Agradecemos a todas las institu -ciones y personas que de algúnmodo contribuyeron a que el VIIIELPAH se realice de una maneraexitosa.

El Comité Editorial

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1. Introducción

Según las cifras oficiales del Ministeriode Energía y Minas, el coeficiente deelectrificación rural del Perú habríapasado del 5% en 1992 al 20% a finesde 1997, después de extensivos yeconómicamente exigentes programas deelectrificación rural en base a la extensiónde redes llevada a cabo entre los años1992 y 1998, y puntuales avances conpequeños sistemas aislados de energía enbase a grupos diesel y microcentraleshidroeléctricas.

Si bien es cierto que el avance del15% en sólo unos 6 años refleja la pre-ocupación del gobierno actual pormejorar el acceso de la población rurala tan preciado servicio, poco se haavanzado en términos de estrategianacional. Para la electrificación rural,dicho avance es más bien el resultadode esfuerzos orientados por el prag-mati smo del programa del presenteg o b ierno. Ello ha permitido avanzar por ellado más simple y seguro. Sin embargo,a medida que se ha avanzado con lasredes, se ha ido llegando, en la mayoríade casos, a límites prácticos con res-pecto a su extensión (es el caso de loscostos, por ejemplo). Por comentariosde funcionarios del sector eléctrico ypor deducción, se sabe que la extensiónde la red está llegando a su límite.

La atención del 80% restante es sinduda más difícil, y la disyuntiva entreatenderlo con un sistema de implemen-tación costoso pero simple o con sistemasaislados de generación es cada vez másevidente. En ese sentido, el gobiernoperuano, con buen criterio, licitó y encar-gó la elaboración de la estrategia deelectrificación rural del país a comienzosdel año 1999. Es decir que pronto debe-mos disponer de dicho documento, queaún no ha sido publicado ni entregadopara el dominio público.

Independientemente de todo ello y delos avances que se están efectuando porparte del gobierno, el ITDG, como orga-nismo de desarrollo interesado en elcampo de apoyo a las comunidades demenores recursos (entre ellas las del área

rural), ha iniciado hace tres años un tra-bajo de recojo sistemático de informacióncon respecto a las diferentes variables queinfluyen sobre el comportamiento de lospobladores rurales con respecto al uso delas energías, a sus preferencias y a susgastos en este rubro dentro de sueconomía familiar.

El presente trabajo muestra el resultadodel análisis de nueve comunidades, y nosbrinda una primera aproximación paraentender tal problemática. Este trabajocontinuará durante los años venideros afin de tener mayor claridad sobre el mer-cado de la energía en el medio rural, conmiras a atender dicho mercado en condi-ciones de sostenibilidad.

2. Necesidades de energía en el mediorural

En el Perú existen cerca de dos mil dis-tritos. Asumiendo que cada uno de elloscuente con por lo menos tres centrospoblados reunidos en pequeños grupospoblacionales, estamos hablando de nomenos de 8000 pequeños pueblos, que esuna cifra conservadora. Aproximada-mente más de 7000 de estos pueblosrequieren de dotación de energía. Unnúmero muy reducido de ellos tiene pers-pectivas de ser conectado a la Red desde

las capitales de provincia o departamentoque tienen o tendrán conexión con sis-temas mayores.

Además de estos pequeños centrospoblados, existe una población dispersaque habita en sus propios predios y que,salvo casos excepcionales, no cuenta conenergía eléctrica.

Esto significa que la mayoría de esos7000 centros poblados requiere la insta-lación de pequeños sistemas generadoresque en la actualidad, por las condicionesde costos y tecnología, podrían ser aten-didos con MCHs o Grupos Diesel depotencias, en su gran mayoría, por debajode 100 kW. Sin embargo, la poblacióndispersa que tiene una demanda mínimapuede ser atendida con otro tipo de tec-nología (solar, eólica).

Esto nos da una idea global de la grancantidad de instalaciones que se reque-riría para atender esta población, y delenorme costo que significaría laampliación de la Red.

Considerando el contexto variado queconstituye el Perú, no sólo en el aspectogeográfico sino también en el socioeco-nómico y cultural, el campo de lasnecesidades energéticas de la poblaciónes muy complejo, éstas son cubiertas deacuerdo a la capacidad económica, elgrado de acceso, el nivel de educación y

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Las variables ingreso y gasto monetarios como criteriosbásicos para identificar mercados de energía en ár e a srurales del PerúAvances de investigación en el Perú Rafael Escobar, Teodoro Sánchez

CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LAS LOCALIDADES EN ESTUDIO

L o c a l i d a d e s U b i c a c i ó n A l t i t u d P o b l a c i ó n Tipo de Zona

D i s t r i t o D p t o . m . s . n . m

T u m b a d e n T u m b a d e n C a j a m a r c a 2 8 0 0 6 8 Zona alto P a l c a P a l c a J u n í n 3 2 5 0 5 0 andina de Sto Tomás Sto Tomás C u z c o 3 6 0 0 2 1 0 s i e r r a

M o y a n I n c a h u a s i Lambayeque 1 6 0 0 2 7 Zona de valleLos Patos Cajaruro Cajamarca 1 2 0 0 4 2 oLas Juntas P o m a h u a c a C a j a m a r c a 1 1 5 0 6 4 Ceja de selva

B r e t a ñ a B r e t a ñ a L o r e t o 5 0 2 7 7 Zona deU r a r i n a s B r e t a ñ a L o r e t o 4 0 3 5 selva bajaSan Miguel M a q u i a L o r e t o 4 0 2 0

Fuente: Estudios Socioeconómicos, Programa de Energía - ITDG

el modelo de organización de las diferen-tes localidades, de acuerdo a la zonadonde se ubican.

En consecuencia, la presencia de unagama de necesidades exige tener unconocimiento específico de ellas yanalizar la implicancia del entorno socialpara efectos de elegir y diseñar el tipo detecnología que se puede utilizar en cadarealidad, buscando con ello considerar enel análisis indicadores que puedan apor-tar al logro de una mayor sostenibilidaden proyectos de electrificación rural.

3. Localidades, zonificación y población

En general, los pueblos que se ha eva-luado se ubican en la zona rural, pero selocalizan en diferentes regiones del Perú.Se ha agrupado las localidades en treszonas: zona alto andina de sierra, zonade valles interandinos y ceja de selva, yzona de selva baja.

Los criterios básicos asumidos para cla-sificar a los pueblos en una determinadazona han sido, entre otros: la altitud, lasactividades productivas, el grado deaislamiento y el tipo de asentamientopoblacional. Dichos criterios no descar-tan que dentro de las localidades queconforman una zona se expresen diferen-cias, en la medida en que cada una deellas se localiza en diferentes regionesdel país.

La zona alto andina de sierra está con-formada por Tumbaden, Palca y SantoTomás, ubicados a una altitud entre los2800 y los 3600 m.s.n.m., condición queinfluye en que la actividad agropecuariatradicional se constituya en soporte prin-cipal de la economía familiar. El tipo deasentamiento poblacional es disperso,con viviendas de uso multifamiliar, y porlo general orientado por una organizacióncomunal y por el manejo de recursosnaturales.

La zona de valles interandinos y ceja deselva, conformada por las localidades deMoyan, Los Patos y Las Juntas, ubicadasentre los 1150 y los 1600 m.s.n.m., pre-senta condiciones propicias para realizaruna agricultura más comercial (café,cacao, frutas). Estos pueblos se hanestablecido mayormente en pequeños va-lles interandinos. El tipo de asentamientopoblacional tiene cierto grado de urbanis-mo y su organización está más orientadaal mercado.

La zona de selva baja está formada porlas localidades de Bretaña, Urarinas y SanMiguel, donde la pesca y la caza consti-tuyen la fuente principal de la economíafamiliar. El tipo de asentamiento pobla-cional es lineal, pues las comunidades sehan establecido longitudinalmente a ori-

llas de los ríos. Su nivel de organizaciónes muy débil y las pocas organizacionesestán orientadas al manejo de recursosnaturales (bosques y lagunas). Estascomunidades tienen una relación muycontinua con el mercado, aunque encondiciones muy desfavorables.

Para definir los tipos de familias, se hatomado la clasificación de la CEPAL,establecida según la medida de unaunidad productiva de agricultura. Éstosson:

• Familias de infrasubsistencia son lasque cuentan con escasos niveles deingresos, un promedio de tenenciade tierras de 0-3 hectáreas por familia,

cuya producción es al secano ybásicamente orientada al auto-consumo.

• Familias de autosubsistencia son lascomprendidas en un rango detenencia de 4-10 hectáreas porfamilia, y cuya producción esdiversificada y orientada a la sub-sistencia. Sus ingresos cubren lasnecesidades básicas, pero esnecesario cubrir otras con trabajostemporales.

• Familias excedentarias son las com-prendidas en el rango de tenenciade 12 a más hectáreas. Son famillasque logran cubrir sus necesidadesmediante sus actividades y puedeninvertir en otro campo. Por lo gene-ral, presentan mayores niveles dep r o d u c c i ó n .

Como lo hemos indicado, esta clasifi-cación de las localidades por zonas nodescarta diferencias entre los pueblos quelas conforman. Éste es el caso de la zonaalto andina de sierra, ya que no son igua-les un pueblo de la sierra del norte y uno

del centro o del sur del país, en términossociales, culturales y/o productivos.

Para efectos del análisis del tema, sóloconsideramos las diferencias que sepresentan en el manejo de recursos pro-ductivos y en la organización. En lospueblos del centro y del sur, el uso ymanejo de la tierra se dan en formacomunal, a diferencia de los pueblos delnorte, donde la propiedad privada esmayoritaria.

La connotación que tienen estas dife-rencias se refleja en el ingreso económicoy en el tipo de organización de la comuni-dad. En el primer caso, el uso de tierras co-munales permite al campesino obtener

sus ingresos, principalmente a través dela venta de los productos que cultivó enforma colectiva. En el aspecto organiza-tivo, no es posible la iniciativa privadapues el sistema comunal establece for-mas definidas en la toma de decisiones.

En las localidades que conforman lazona de valle o ceja de selva no existenmayores diferencias, ya que las activi-dades productivas tienen una constanterelación con el intercambio monetarioque se realiza en el mercado. Los pue-blos de la zona de selva baja tienenpatrones económicos y sociales muysimilares, ya que se localizan en unamisma cuenca geográfica.

De la información del recuadropodemos destacar lo siguiente :

• En las tres zonas se evidencia unafuerte presencia de familias con es-casos ingresos económicos (infra yautosubsistencia), cantidad que enla mayoría de lugares sobrepasa el9 0 % .

• El 10 % restante se distribuye en lasfamilias que al menos cubren sus

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CONFIGURACIÓN DE LA ESTRUCTURA POBLACIONAL (TIPOLOGÍA DE FAMILIAS )

Tipo de familias en%

L o c a l i d a d e s I n f r a s u b - A u t o s u b - E x c e -s i s t e n c i a s i s t e n c i a d e n t a r i o

T u m b a d e n 5 5 7 1 2 0 9P a l c a 3 9 7 4 2 6 — —Sto Tomás 4 2 5 8 2 9 1 3

M o y a n 2 0 6 0 3 2 8Los Patos 1 6 5 2 3 7 1 1Las Juntas 3 2 5 4 3 1 1 4

B r e t a ñ a 1 6 5 1 4 2 7U r a r i n a s 7 6 9 2 7 4San Miguel 4 7 5 2 1 4

Fuente: Estudios Socioeconómicos, Programa de Energía - ITDG

Variables quedefinen el

tipo de familia

I. Tenencia de re-cursos naturales

II. Actividad p r i o r i t a r i a

III. Orientación dela producciónIV. Tecnología

u t i l i z a d aV. Migración

F a m i l i a se n c u e s t a d a s

necesidades básicas y que tienenposibilidad de ahorrar, sin llegar a serfamilias pudientes.

• En la zona alto andina, la localidad dePalca no presenta familias exceden-tarias, particularidad que expresanmuchas comunidades de la sierracentral en las que la mayor parte dela población se encuentra en lacondición de extrema pobreza.

• La zona de valle presenta una mayorpresencia de familias excedentarias,lo que se debe al manejo de mayoresrecursos productivos y tecnológicos,y a su conexión con el mercado.

• Ocurre lo contrario en las zonas altoandina y de selva baja, pues la mayorparte de su población se encuentra encondiciones de infrasubsistencia.

4. Los ingresos monetarios y el consumode energía: sus particularidades

a) El comportamiento en el uso de laenergía

Existen factores que determinan el usode energía en cada una de las tres zonasevaluadas. El primero tiene que ver con elpoder adquisitivo de las familias deacuerdo a sus ingresos, el segundo estámuy relacionado con el acceso a laenergía y al costo que significa el uso deésta, el tercero está muy ligado al tipo defuente que utiliza, y el cuarto a las necesi-dades que buscan cubrir la familias.

El ingreso económico de las familiasestá estructurado por las actividadespredominantes y presenta las siguientescaracterísticas:

• El ingreso promedio de una familia noalcanza el sueldo mínimo vital queotorga el Estado, que en el Perú es deS/. 345 /mes (el tipo de cambio res-pecto al dólar es de US$ 1.0 = S/ 3.4).En general, el factor económico esdeterminante para que una familiaopte por un tipo de fuente de energía.Sin embargo, como veremos másadelante, el uso de energía tambiénestá en función al tipo de fuente, a lacalidad, al costo y al nivel de cono-cimiento o educación de un grupohumano.

• Los niveles de ingreso monetario delas familias en cada zona se encuen-tran definidos por el tipo de estructuraproductiva que tiene cada una deellas. En la zona alto andina, la activi-dad agropecuaria, complementadapor la artesanía y la venta de fuerzalaboral, es la que define el ingreso. Enla zona de valle o ceja de selva, sonla agricultura comercial y los nego-cios. Finalmente, en la zona de selva

baja, la pesca, la caza y la agriculturason las actividades que aportan en laeconomía familiar.

• Según el tipo de familias identifi-cadas, éstas presentan diferencias enel ingreso promedio anual. Las fami-lias de infra y autosubsistencia son lasque tienen menores ingresos. Aunquelas familias excedentarias presentanmayores ingresos en todas las zonas,algunas de ellas no llegan a obtenerel ingreso que se ha indicado como mí-nimo vital. Por tanto, debemos afirmarque, pese a tener mayores ingresosno se les puede denominar “ricos opudientes”.

• En la zona alto andina, son las fami-lias de Tumbaden las que expresanel menor ingreso, que asciende a US$173 por año. En la zona de valle, lasfamilias de Moyan tienen el menoringreso, con US$ 321 anual. En elcaso de la zona de selva baja, son lasfamilias de Urarinas las que tienen uningreso de US$ 190 al año.

• La mayor parte de las familias exce-dentarias cubre el nivel de ingresomínimo que otorga el Estado. Sinembargo, las familias de las locali-dades de Santo Tomás (zona altoandina) y San Miguel (selva baja), nollegan a tener al menos este ingresomínimo. Esto se debe a que los recur-sos, las actividades, la orientación dela producción y la tecnología utiliza-da actualmente no permiten a lasfamilias obtener mayor un ingresoeconómico.

Por las características de pobreza y deextrema pobreza que tienen las familiasen las zonas evaluadas, el uso de susingresos se distribuyen de acuerdo a lasnecesidades prioritarias que les permitensubsistir. En este sentido, la alimentación,

la salud y la educación son las que seatiende de acuerdo a los niveles de ingre-so monetario obtenidos durante el año.

En las localidades de la zona alto andi-na y selva baja, la costumbre de realizarel trueque (intercambio de productos omano de obra) es una estrategia que rea-lizan cotidianamente las familias comouna forma de cubrir el déficit en estos dosaspectos. Esta forma de intercambio ya noes realizada con la misma intensidad porlas familias de la zona de valle.

El análisis de los datos anteriores p e r-mite concluir que, en las diferentes zo-nas, el ingreso monetario anual de lasfamilias define un escaso poder adquisiti-vo. En ellas, la atención a las necesidadesbásicas es prioritaria y, en general, lasfamilias excedentarias de la zona de valleson las que reflejan mejores ingresos, sinque esta condición los excluya del grupomayoritario de las familias pobres.

El acceso y el costo de la energía sondos factores que también repercuten en ladecisión de usar un determinado tipo defuente de energía. Las fuentes que se haevaluado para este caso son: el kerosene,las velas, las pilas y la batería.

Es así que, en la zona alto andina, eluso de kerosene es generalizado. Es utili-zado para la iluminación de las viviendas,mediante mecheros o lamparines. Laspilas, así como las baterías, son utilizadaspara el funcionamiento de radios ograbadoras. El uso de combustible es unacostumbre común dentro de las familiasdel ámbito rural, a pesar de que el accesoa él no es fácil, debido al costo y a loslugares de abastecimiento; sin embargo,es la fuente de energía que satisface lademanda inmediata de iluminación de lavivienda.

La fuente de energía opcional al kero-sene es la vela de parafina. Pese a que no

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INGRESO MONETARIO PROMEDIO POR FAMILIA (US$/año)

Ingreso Promedio/US$ /AñoLocalidades

Infrasubsist. Autosubsist. Excedentario

Tumbaden 55 172.5 483.0 2403Palca 39 382.5 667.0 -Sto Tomás 53 211.0 509.0 570.0

Moyan 20 321.0 826.0 1816Los Patos 16 585.0 605.0 1248Las Juntas 32 864.0 906.0 1594

Bretaña 16 258.0 760.0 3980Urarinas 7 190.0 990.0 1530San Miguel 4 232.0 540.0 1150

Fuente: Estudios Socioeconómicos, Programa de Energía - ITDG

F a m i l i a se n c u e s t a d a s

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proporciona una mejor iluminación, pre-senta una “ventaja económica” pues sucosto es menor al del kerosene. En las dosfuentes, el tiempo de uso de la energíapara iluminación es muy reducido, elgrado de luminosidad es escaso y losgases tóxicos que producen, especial-mente el kerosene, son dañinos para lasalud.

Tumbaden, Palca y Santo Tomás sonlocalidades que se encuentran ubicadasaproximadamente a ocho horas de lacapital departamental. Esta distancia y losescasos medios de transporte dificultanque las familias se abastezcan directa-mente de estas fuentes de energía, dandolugar a la presencia de proveedoreslocales (negociantes), lo que significapagar un mayor costo por la energía.

Para esta zona, los gastos se estimandesde US$ 1.90 hasta US$ 7.0 /mes. Lasfamilias de infrasubsistencia deTumbaden son las que realizan el menor

gasto mensual. Esto significa que, enpromedio, si una familia de este tipo uti-lizara sólo kerosene, consumiría 1 litro dekerosene/semana. Las familias exceden-tarias de Santo Tomás son las que rea-lizan un mayor gasto. Por lo tanto, siasumimos el mismo supuesto anterior,estas familias utilizan, en promedio, 19litros de kerosene/mes.

Es en las localidades de esta zonadonde se puede observar un gasto muyrestringido en energía, la misma que esorientada a cubrir una necesidad comola iluminación. El acceso a la comuni-cación es muy reducido el uso de radioso grabadoras es rea lizado por muypocas familias, especialmente por lasque tienen la posibilidad de realizar unainversión fuerte como es la compra deuna batería, que por cierto es muyescasa.

Adicionalmente, el nivel de educaciónde las familias con respecto al uso de

energía es muy limitado. En el caso deSanto Tomás, por ejemplo, existe un sis-tema hidráulico que provee energía porhoras y, sin embargo, el uso de bateríasno se ha incrementado, pese a que existeel servicio de cargado en la misma loca-lidad. En las otras localidades, no setiene mayor conocimiento sobre los be-neficios de usar otras fuentes de energíay sus implicancias en la economía de lafamilia.

La zona de valle o ceja de selva, por sulocalización, mayormente cerca de cen-tros de comercio y con “mejores” vías decomunicación, tiene mayores posibili-dades de acceder a otras fuentes deenergía. Por ello tienen un mayor uso dekerosene y baterías.

El kerosene sigue cubriendo la necesi-dad de iluminación, pero en este caso seutiliza en lámparas de tubo, dejando unpoco el uso de mecheros. Por otro lado,la batería es una alternativa para optarpor un mejor y mayor uso de energía,aunque representa un mayor gasto.

El uso de velas pasa a una tercera ocuarta opción, ya que para el poblador dela zona esta fuente de energía no cubrelas necesidades de iluminación. Ademásde esta percepción, es el criterio eco-nómico el que influye en el reducido usode las velas, ya que, al decir de muchasfamilias, la utilización de esta fuenterepercute negativamente en su economía.

El uso de pilas secas está dirigido alaccionamiento de pequeños electro-domésticos como radios y grabadoras.El gasto en energía para esta zona seestima desde los US$ 3.60 hasta los12.0 / mes.

Es en la zona de selva baja donde laorientación del uso de la energía va por eluso de pilas para linterna de mano y elkerosene. En este caso, la primera fuentede energía cubre la necesidad de ilumi-nación durante la jornada de trabajo (lapesca que se realiza por las noches) y lasegunda se orienta a la iluminación de lasviviendas.

Para esta zona, en el caso del Perú, elacceso es muy difícil, considerando quelas vías de comunicación mayormenteutilizadas son los ríos y las rutas aéreas.Esto obviamente hace más costoso el usode combustible. Sin embargo, el Estadoactualmente está subvencionando loscombustibles en general, aunque el gastoque realizan las familias es mayor al de lazona alto andina, por ejemplo. El gasto seestima desde los US$ 4.50 hasta los 9.50/mes. Debemos anotar que en los gastospromedios para el caso de Bretaña no seha incluido el gasto mensual que se hacepor concepto de consumo eléctrico, elmismo que asciende a US$ 4.5/mes.

GASTO PROMEDIO POR FAMILIA EN ENERGÍA (US$)

Localidades Gasto Promedio/ Mes

I A E

Tumbaden 55 1.87 4.05 6.26Palca 39 4.60 6.68 —Sto. Tomás 53 4.70 5.40 7.0

Moyan 20 3.74 3.51 6.43Los Patos 16 4.50 6.00 10.50Las Juntas 32 7.00 8.30 11.50

Bretaña 16 4.50 6.00 9.50Urarinas 7 5.20 5.00 7.40San Miguel 4 4.60 5.85 6.30

Fuente: Estudios Socioeconómicos, Programa de Energía - ITDG

OPCIÓN EN EL USO DE ENERGÍA SEGÚN FUENTES

Localidades Uso de energía según prioridad Prioridades

1ra 2da 3ra 4to

Tumbaden Kerosene Velas Batería Pilas I.- KerosenePalca Kerosene Velas Pilas Batería II.- VelasSto. Tomás Kerosene Velas Pilas Batería III.- Pilas

IV.- Batería

Moyan Kerosene Pilas Velas Batería I.- KeroseneLos Patos Kerosene Batería Pilas Velas II.- Batería Las Juntas Kerosene Batería Pilas Velas III.- Pilas

IV.- Velas

Bretaña Pilas/radio Pilas/linter. Kerosene Batería I.- Pilas/linternaUrarinas Pilas/linter. Kerosene Pilas/radio — II.- Kerosene San Miguel Pilas/linter. Kerosene Pilas/radio — III.- Pilas/radio

IV.- Batería

Fuente: Estudios Socioeconómicos, Programa de Energía - ITDG

F a m i l i a se n c u e s t a d a s

Como es lógico, el consumo de energíaque tiene esta zona es mayor respecto alque tiene la zona alto andina, ya que losfactores climáticos y la idiosincrasia delos pobladores de la zona selváticadifieren de los de sierra. En el primercaso, la necesidad de consumir hielo yventilar la vivienda (esto último lo hacenlas familias más solventes) induce al usode refrigeradores y ventiladores. Por ello,el uso de kerosene, en especial para elrefrigerador, incrementa el gasto. A pesardel uso variado de energía, las familias notienen ningún tipo de capacitación sobreel uso eficiente y racional de este recurso.

b) La organización: sus fortalezas y limi-taciones

Este aspecto, poco trabajado por cierto,constituye la parte más crítica para lasostenibilidad, debido a que en cada con-texto la estructura organizativa se vadefiniendo de acuerdo a patrones socialesy culturales que tienen los pueblos comoparte de su historia. De ahí que la varia-ble organización presente similitudes ydiferencias de acuerdo a las localidadesque forman una zona, que es necesarioanalizar, pues constituye un aspectoimportante en la caracterización de losmercados.

Un criterio muy generalizado conrespecto a las localidades de la sierra esque éstas tienen características similares.Por ejemplo, son dispersas, tienen pro-ducción de autoconsumo, presentanniveles de educación bajos, son muy des-organizadas, etc. No obstante presentaralgunas similitudes, es en el aspectoo r g anizacional donde se puede observardiferencias si consideramos las zonasgeográficas que tiene el Perú. Es decir, sicomparamos la organización que tieneuna localidad de la sierra del norte conla del centro o sur, se expresan algunasparticularidades en cuanto al tipo, laforma, los fines y la orientación de suorganización. Estos aspectos pueden serdeterminantes en el caso de implementaruna propuesta de desarrollo.

Así, en el ámbito de estudio, se puededestacar que en la zona alto andina, laslocalidades de Palca y Santo Tomás (Juníny Cusco), por ser comunidades cam-pesinas del centro y sur, se encuentran enun régimen de fines comunales, que es loque identifica a toda la población. Porotro lado, Tumbaden (Cajamarca), es uncaserío donde la propiedad privada y elminifundio condicionan la existencia deun tipo de organización más individual,sin dejar de tener fines comunes.

En los dos primeros lugares, la organi-zación comunal está muy ligada a la

administración de los recursos naturales(especialmente tierra y agua), característi-ca que determina que la iniciativa privadano sea una posibilidad de incursionar enla administración de algún servicio públi-co, como el eléctrico, o de fortalecerlo.En el caso de Tumbaden, la organizaciónlocal promueve la participación colectiva,pero además es permeable a la iniciativaindividual y es más propicia para trabajaren una perspectiva empresarial.

Si bien es cierto que en la organiza-ción comunal se puede encontrar un lide-razgo natural en autoridades y personasrepresentativas, basadas en relaciones defamiliaridad y parentesco, éstas, por sucarácter colectivo, dificultan la aplica-ción de criterios administrativos que rijanel buen manejo de un servicio, ya quel a toma de decisiones, en este tipo deorganización, tiene que darse con la par-ticipación del pleno de la comunidad, loque muchas veces retrasa o entrampa unadecisión.

Los pueblos de la zona de valle tienencondiciones de organización orientadaspor fines más productivos. Aun cuandotodavía existen rezagos comunales, lasrelaciones de carácter individual sonmayores. En las localidades de Los Patosy Las Juntas, hay comités de productoresen torno al café y frutales. De igualmanera, la presencia de autoridadesciviles como el Agente Municipal y elTeniente Gobernador, etc., está muydifundida. La racionalidad económicaque guía a las familias permite conjugaresfuerzos para emprender una obra ogestión.

Sin embargo, no cabe la afirmación deque lo “individual” sea un aspecto funda-mental en la organización ideal, sino quela organización en base a los propietariosindividuales es más flexible y capaz deadoptar la estructura empresarial. En con-secuencia, esta forma de organizacióncuenta con aspectos que la hacen máspermeable al manejo de un serviciosocial frente a lo establecido por la orga-nización comunal.

Son las comunidades de la selva lasque tienen menos posibilidades de contarcon instrumentos de organización paralos servicios. En principio, su organi-zación es muy débil y obedece a tareascomo la caza, la pesca, la recolección,etc. El manejo de recursos como losbosques es muy acentuado. El comerciode pescado y algunos animales es unaactividad que une a las familias, pero notiene la misma importancia que en lazona de valle.

Autoridades como el presidente co-munal o el jefe de tribu tienen un rolprotagónico en la participación comunal.Sin embargo, este tipo de trabajo se rea-liza muy esporádicamente, sin llegar atener la relación interfamiliar que existeen la comunidad campesina.

Este tipo de organización está marcadapor las características del medio, donde larelación hombre-naturaleza es fundamen-tal. Los recursos son aprovechados deacuerdo a las necesidades, sin requerir,muchas veces, el trabajo comunal. Enconsecuencia, el nivel de organización esaún muy débil y su orientación está dadapor el beneficio personal.

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Reunión de trabajo con los pobladores de Puinahua

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Un caso ilustrativo es el de Bretaña, quehace cinco años recibió la donación deun sistema de generación diesel y queactualmente ha sufrido una paralizacióndel servicio por falta de mantenimiento,ya que la morosidad, aproximadamentedel 60%, no les permite cubrir este costo.Frente a ello, las autoridades han solicita-do la colaboración de los usuarios parapoder efectuar este trabajo. Actualmente,los pobladores no desean pagar, adu-ciendo que el sistema no brinda un buenservicio. Sin embargo, éste se ha venidodando desde el inicio de la operación delsistema.

c) La educación y la cultura: su impor-tancia en una propuesta de electrificaciónrural

Muchas veces se ha discutido sobreestas dos variables, que pueden represen-tar una fortaleza o una debilidad para lasostenibilidad de los proyectos. El análisisde estos aspectos está orientado funda-mentalmente al manejo de la energía.

De acuerdo a las zonas definidas, el ni-vel de educación y cultura con respectoa la energía presenta muchas diferencias.En la zona andina, el grado de instruc-ción en el nivel primario presenta unatendencia fuerte al analfabetismo. Estacaracterística determina un escasoconocimiento sobre las formas de usar laenergía, sobre las fuentes de energía, loscostos que demanda su consumo y losbeneficios que brinda para el bienestar yla calidad de vida.

Con relación al uso de la energía eléc-trica, las familias no tienen una idea

clara sobre este tema, ya que la orien-tación o la lógica del “pensamiento delas familias“ están marcadas por el usodesmedido de la energía, sin evaluar elcosto que tienen su generación o disponi-bilidad. Es decir, en el caso eventual detener un sistema eléctrico, la mayoríaexpresa que desea la energía sin hora-rios y sin costos.

Según lo observado en otras comu-nidades que han sido beneficiadas consistemas eléctricos, la reacción de lasfamilias una vez instalado el sistema, esinstalar, por ejemplo, luminarias de 100watts en todas las habitaciones de lavivienda, sin considerar la eficiencia quetiene un fluorescente en la iluminación, elconsumo y el gasto que ocasionan estasluminarias.

Aquí encontramos la falta de unaestrategia que pueda cubrir, al igual quela parte técnica, el aspecto de educacióna los usuarios finales, considerando temascomo el uso de la energía, los costos, laorganización del servicio eléctrico, etc.Estos temas deben ser parte de la dinámi-ca de implementación del sistema, demodo que la limitación que significan losbajos niveles de educación no impliqueproblemas en el manejo del sistema, unavez iniciado su funcionamiento.

Adicionalmente, está la conducta ge-neral, a la que hemos denominado “cul-tura del no pago”, que se encuentra muydifundida y que actualmente forma par-te del comportamiento de las familias,con fuerte incidencia en esta zona. Estaforma de pensar hace que el trabajo en ladefinición de la tarifa, ya sea única odiferenciada, se torne muy difícil, ya que

entre los pobladores no existe una actitudfavorable en torno al costo de operacióny mantenimiento de un sistema. Un ele-mento importante para iniciar el trabajode cambio de actitud es la determinacióndel gasto en energía que realiza la familiay contrastarlo con los beneficios queaportará el uso de otro tipo de energía.

En estas comunidades, las relaciones deorden familiar son muy acentuadas, porlo que el trueque e intercambio de apoyoes muy común. Quizás esta particularidadsea muy importante para la instalación deun sistema. Sin embargo, para efectos deadministración, puede ser contrapro-ducente si no se orienta a un manejo delsistema como empresa. En este sentido, esevidente la falta de una visión empresarialpara el manejo de un servicio por partede las familias.

En la zona de valle, los niveles de edu-cación son mayores, sin llegar a ser muyaltos, pero por lo menos se logra tenerciertos recursos humanos con un nivelde instrucción secundario. Salvo LasJuntas, las localidades no han tenidoposibilidades de acceder a un instituto ouniversidad. La educación con respectoa la energía es muy limitada, al puntoque el uso de cocinas eléctricas estámuy difundido, como una opción frenteal uso de la leña, desconociendo lacantidad de energía que consume esteartefacto y su repercusión en el gasto.

Pese a estar también presente la culturadel no pago en esta zona, no está gene-ralizada la idea de que sólo el Estadodebe apoyar y cubrir los gastos para lainstalación de un servicio. Aquí el pagopor un servicio está más difundido, y enconsecuencia el trabajo en la definiciónde una estructura tarifaria tiene un espa-cio más propicio. No es nada extrañopara ellos hablar de costos. Sin embargo,se deberá estudiar con más detenimientosi ellos pueden cubrir una tarifa, con-siderando algunos costos, de acuerdo a sucapacidad de pago. Por ello, consultadossobre la posibilidad de formular y aplicaruna tarifa por el servicio, ésta es recibidacon mayor aceptación.

La zona de selva baja, al igual que lazona andina, presenta niveles educativosmuy bajos. Su conocimiento sobre elmanejo y uso de energía es incipiente yes creciente la lógica de que la energía sedebe usar no sólo para el alumbrado sinotambién para el funcionamiento de televi-sores, radiotransmisores y equipos demúsica. De ahí que los gastos se incre-menten, por ejemplo, en la compra depilas para radio.

En este sentido, la necesidad del uso dela energía para actividades de ventilación,escuchar música y comunicación (TV yCapacitación en el uso y manejo de baterías

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radios) es muy creciente. Por esta razón,el gasto en energía es mayor que el de lazona andina, pero a diferencia de lasfamilias de esta zona, las de la zona deselva tienen cierta costumbre de pagar unservicio de energía. Sin embargo, la ideade contar con un servicio sin costoalguno también es parte de la conductacolectiva en esta zona, lo que dificultatrabajar con la perspectiva de tener unservicio manejado en forma “rentable”.

5. A manera de conclusiones

Abordar el tema de los mercadosenergéticos en el área rural es todo unreto en el Perú. Por razones de índole téc-nica, social, económica y cultural laslocalidades de las regiones definen unpanorama complejo. Esto constituye unalimitación pero a la vez nos permite con-trastar un conjunto de aspectos que en unmediano plazo nos permitirá delinear elperfil de los mercados considerando estasdiferencias, y en consecuencia nos facili-tará una intervención más integral.

Por ello, en esta parte final presenta-mos, más que conclusiones acabadas,derroteros que pueden ir generando dis-cusión y análisis sobre el tema.

a) Las nueve localidades seleccionadasse ubican en diferentes regiones, loque permite hacer generalizacionesen el comportamiento de la pobla-ción en relación al uso de la energía.Estas diferencias determinan que losmercados no sean homogéneos.

b ) Los factores económicos, sociales yculturales de cada zona influyen enel comportamiento de las familiasf rente a las d istintas fuentes deenergía evaluadas. En la zona altoandina, la iluminación de viviendasy eventualmente el funcionamientode radiotransmisores es la mayornecesidad. La zona de valle tienemayores necesidades de energía,pues además de la iluminación,busca utilizar la energía en el aspec-to productivo. La zona de selva bajaexpresa la necesidad de usar energíapara el desarrollo de actividadescomo la pesca y la iluminación de lavivienda. Sin embargo, por aspectosclimáticos y de hábitos de la po-blación, es necesario cubrir otrasdemandas como las comunicacionesy el esparcimiento.

c) Los gastos en energía van sufrien-do una variación de acuerdo a losingresos de cada tipo de familia encada una de las zonas. En la zonaalto andina, se estima un ingreso de

US$ 173 a 667/año, frente a un gastode US$ 1.90 a 15.0/mes. En la zonade valle, los ingresos son mayores yen algunos casos alcanzan a cubrir elingreso mínimo vital asignado por elEstado, y se estiman en US$ 321 a1816 /año, frente a un gasto de 3.60hasta 12.0. En la zona de selva baja,el ingreso es de US$ 190 a 3980/año, frente a un gasto que se estimaen US$ 4.50 a 9.50/mes.

d) La organización en las zonas evalua-das presenta diferentes características.El tipo de organización comunal,basada en vínculos familiares, noreúne las condiciones que permitanoptar por un sistema organizativoque promueva orden y responsabili-dad. El manejo de recursos naturales(agua, tierra) hace poco viable que seoriente por una organización quemaneje un servicio público dondedebe considerarse algunos costosbásicos.

e) El tipo de organización basado en lapropiedad individual, que existe enla zona de valle, presenta condicio-nes más favorables para emprenderun sistema orgánico con racionalidadeconómica y social. Sin embargo, enlos dos casos, la organización notiene como base una orientaciónempresarial no sólo para manejarservicios, sino todas sus actividadesproductivas.

f) Todas las localidades evaluadas pre-sentan un nivel de educación muybajo. Esta realidad constituye un fac-tor determinante en el conocimientoque debería tener la población conrespecto al uso y manejo de laenergía. Es evidente que este vacío sedebe también a que no se haconsiderado la formulación de unprograma de educación a la comu-nidad, en el que se considere temascomo ahorro de energía, uso de elec-trodomésticos, costos de generación,operación, mantenimiento y reposi-ción, etc.

g) La denominada cultura del no pagono es algo nuevo. Sin embargo,representa una fuerte limitación paradefinir una estructura tarifaria que almenos responda a ciertos costosbásicos. El no pago implicaría iniciarun problema de morosidad, con laconsecuente falta de liquidez.

h) La falta de una cultura empresarialen las localidades rurales haceimposible trabajar con la perspectivade implementar pequeñas empresasenergéticas locales. A nuestro juicio,las localidades de la zona de valle

presentan mejores condiciones parapoder trabajar en este aspecto.

Mayores informes:Teodoro Sánchez y/o Rafael EscobarPrograma de Energía de ITDGAv. Jorge Chávez 275Miraflores, Lima 18 - Perú[email protected]

E N E R G Y, E N V I R O N M E N T

& CLIMAT EC H A N G E

A TRAINING WORKSHOPFOR THE PUBLIC AND

PRIVATE SECTORINVOLVED IN ENERGY, ENVIRONMENTAL ANDRURAL DEVELOPMENT

PROJECTS

15 May - 17 Jun 2000

University of TwenteEnschede, The Netherlands

Further information:The Course Administration

Technology andDevelopment GroupUniversity of Twente

PO Box 2177500 AE Enschede

The Netherlands

Phone: +31-53-4894377 / 3539Fax: +31-53-4893087

E-mail:[email protected]

El objeto de este trabajo es presentardiversas alternativas de financiación paraun proyecto de inversión (en lo sucesivo,un «Proyecto»), consistente en la cons-trucción y posterior explotación de unainstalación de producción de energíaeléctrica abastecida por recursos o fuen-tes de energía renovables, residuos ycogeneración (en lo sucesivo, indistinta-mente la «Planta» o la «Instalación»), enEspaña.

La elección de la mejor alternativa parala financiación de un proyecto de estetipo es algo difícil de precisar a priori, yaque se podrá optar por una u otra modali-dad de financiación en función de lasnecesidades y características de cadacaso concreto.

De esta forma, a través de este trabajovamos a intentar dar una breve visión delas diferentes alternativas y productos queofrece el mercado financiero, en concretoel mercado financiero español.

En primer lugar, debemos destacar laidea de que la construcción y puesta enmarcha de una Planta puede ser finan-ciada con cualquiera de los diferentesproductos que ofrece el mercadofinanciero, e incluso desde fuera de esemercado. Las limitaciones, y la elecciónde una u otra alternativa, no vendránimpuestas por el tipo de proyecto a finan-ciar, sino por la cuantía de la inversiónnecesaria para desarrollar el mismo, lasolvencia o calidad crediticia de suspromotores, el plazo para recuperar lainversión, etc.

En segundo lugar , es convenientedestacar que las diferentes alternativas definanciación que se expondrá a conti-nuación son válidas, en la mayoría de loscasos, sea cual sea la estructura jurídica(es decir, la forma jurídica bajo la cual seva a desarrollar el Proyecto) por la que sehaya optado para el desarrollo delProyecto. La elección de una estructurajurídica para el desarrollo del Proyecto esun paso fundamental y constituye el pasoprevio a la búsqueda de la alternativa definanciación.

De una forma simple, podemos cla-sificar las diferentes alternativas deobtención de fondos en dos grandesgrupos: Financiación no bancaria yfinanciación bancaria.

1.Financiación no bancaria

Dentro de este grupo, podemos hablarde dos modalidades: financiación conrecursos propios, y la llamada finan-ciación por terceros.

La financiación con recursos propios norepresenta ningún secreto. En esta moda-lidad destaca, como efecto positivo, susencillez, por lo que debe ser valorada enproyectos con cuantías mínimas de inver-sión, sin olvidar que con esta alternativase está renunciando al efecto «apalan-camiento», consecuencia de incrementarel nivel de fondos ajenos, al tiempo quese opta por arriesgar un importe elevadode fondos en un negocio que no siemprese conocerá en profundidad, y siendoconscientes de que los recursos que sededican a financiar este proyecto equi-valen a los recursos que no se podrándedicar al negocio «propio».

Esta alternativa es elegida en aquellasocasiones en las que el negocio «propio»genera por sí mismo un nivel de tesoreríatal, que conduce a los promotores del pro-yecto a afrontar toda la inversión con losrecursos generados en el negocio «propio».

La financiación por terceros (en lo suce-sivo, «FPT») es un sistema eficiente y útil,ya que puede llegar a ser una forma deque los promotores se encuentren al cabode unos años con la propiedad de unaplanta de producción de energía eléctricaen perfectas condiciones de fun-cionamiento, sin haber desembolsado niuna peseta.

Podemos definir la FPT como la finan-ciación de un proyecto productivo, eneste caso energético, por un tercero conexperiencia en el sector productivo deque se trate, que va a afrontar todos loscostes de la inversión y puesta en marcha,y que recuperará el capital invertido,incluyendo el margen de beneficio por lacitada inversión, mediante la explotación,directa o indirecta, de la industria duranteun periodo de tiempo cierto, entregandoposteriormente todo derecho sobre laplanta, a precio cero.

El proyecto productivo deber ser unproyecto en el sentido de que su objetosea una instalación o una infraestructuraque permita la obtención de algún tipo deproducto con mercado propio.

2.Financiación bancaria

En este grupo podemos hablar de finan-ciación bancaria tradicional, operacionesde «leasing» o «renting», financiación deproyectos o «Project Finance» y, por último,de otras modalidades de financiamientoestructuradas.

La financiación bancaria tradicional esla que todos, de una manera u otra,conocemos. No es más que un simplepréstamo o crédito, en el que la entidadfinanciera asume el riesgo de la personajurídica o física que lo recibe a cambiode un margen. El importe máximo decapital a prestar y este margen depende-rán de la calidad crediticia (en términosfinancieros de «rating») del futuro recep-tor de los fondos, en la que influyentanto sus estados financieros como elescenario en que actúe, su mercado na-t u r a l .

Las opciones de «Leasing» o «Renting»son también alternativas populares enoperaciones de financiación de instala-ciones o infraestructuras, es decir, deactivos materiales.

Sin embargo, no son muy utilizadas enlos proyectos de plantas de producciónde energía eléctrica en régimen espe-cial, a pesar de que muchas entidadesbancarias con frecuencia las difunden yofrecen como dos alternativas más aconsiderar. Quizás son alternativas que,en el futuro y debido fundamentalmentea sus posibles ventajas fiscales, habríaque considerar más detenidamente conel ánimo de identificar nuevas opor-tunidades de faci litar y abara tar laobtención de recursos ajenos.

Englobado en este grupo, debemosmencionar al que en los últimos años seha convertido en el producto bancario«de moda» a la hora de financiar todotipo de proyectos, y en concreto de lasplantas de producción de energía eléctri-ca: la Financiación de Proyectos, másconocida como «Project Finance».

Podemos definir la Financiación deProyectos como aquel sistema de finan-ciación por el cual la entidad financierafacilita una serie de fondos que se dedicaexclusivamente a la construcción y pues-ta en marcha de un Proyecto productivo,y cuya amortización y pago de intereses

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Alternativas de financiación de unainstalación de energía eléctrica en el régimenespecial españolUnión Fenosa Energías Especiales S.A.

se va realizando con los flujos de cajagenerados por la venta del producto oservicio, siendo estos flujos de caja, juntocon los propios activos del proyecto, laúnica garantía que tiene la entidadf i n a n c i e r a .

De esta forma, las únicas garantíasque existen son los activos de este Pro-y e c t o concreto y la capacidad de generarfondos que tenga el citado Proyecto. Laconsecuencia inmediata es evidente: si elproyecto financiado se volviera improduc-tivo por algún imprevisto, la responsabilidadno alcanzaría el negocio «principal» delas Sociedades Promotoras, ni al resto desus activos.

Se llega así a una conclusión ine-vitable: la separación del proyecto delresto de los activos promotores exige laconst itución de una nueva personajurídica, independiente, obviamente, detodos sus promotores . Esta nuevasociedad, denominada comúnmente«Sociedad Vehículo de Proyecto» (en losucesivo «SVP»), se convertirá en laprestataria, y por ende, en la propietariade los activos del Proyecto.

Esta ventaja se ve matizada inmediata-mente como consecuencia de la escasahistoria que esta modalidad de finan-ciación tiene en nuestro país (España). Lafinanciación de Proyectos en Españaviene casi siempre acompañada de unadefinición en la que, de una u otra forma,se sustituye el término «sin recurso a lossocios» por el de «con recurso limitado alos socios». Llevar a su extremo estematiz puede conducir a la formalizaciónde una Financiación de Proyectos, con elcoste de este tipo de financiación, perocon riesgos de financiación bancariatradicional (es decir, respondiendo de ladeuda no sólo de los activos de la SPV,sino también de los socios promotores,accionistas de la SPV).

Sin embargo, hay que dejar claro,dicho lo anterior, que no es la tendenciaque en la actualidad tienen las enti-dades bancarias que operan en España.Por el contrario, están adaptándose, conesfuerzo, a los requerimientos que lospromotores que usamos este tipo def inanciación les vamos haciendo,adaptación que está aumentando con eltranscurso del tiempo.

El procedimiento consiste en la consti-tución de la SVP, en la que participaráncomo promotores fundamentalmente losque van a ser «actores» del Proyecto(empresa constructora, la empresa quese va a encargar de la operación ymantenimiento, la empresa eléctrica quecomprará la energía eléctrica vertida enla red, el total o los excedentes en fun-ción del tipo de planta, la empresa que

va a comprar la energía térmica, etc.). Laparticipación de todos los mencionadosen el accionariado no es estrictamentenecesaria, pero sí está bien visto por lasentidades financieras que en la SVP queva a desarrollar el proyecto se involu-cren los que van a desarrollar el mismo.

Esa SVP firmará el contrato de construc-ción «llave en mano» de la Planta, el definanciación, el de compraventa deenergía eléctrica y térmica con laEmpresa Industrial, el de compraventa deenergía eléctrica total o excedentaria conla compañía eléctrica distribuidora de lazona, el de compra de combustible y elde operación y mantenimiento. Con esto,las variables jurídicas del Proyectoestarán «atadas» jurídicamente, de talforma que las únicas incógnitas serán lasevoluciones de los precios de venta de lasenergías producidas y del precio de com-pra del combustible.

Lo que hemos hecho, con toda estaestructura jurídica, es crear una sociedadque se va a dedicar a una planta de pro-ducción de energía eléctrica o de energíaeléctrica y térmica (en el caso de Plantasde Cogeneración), y a ninguna otra cosa,y cuyos ingresos y gastos van a estar ase-gurados, a excepción únicamente de lacifra final que los mismos alcancen, quedependerá de la evolución futura de losprecios de venta y compra. Es decir,hemos creado una sociedad cuya cuentade resultados y cuadro de flujos de caja(el denominado «Caso Base») va a seraltamente previsible en los años durantelos cuales se mantenga la financiaciónbancaria. Esto permitirá conocer exacta-mente los fondos que va a generar lasociedad o el proyecto, que en estosmomentos serán lo mismo, y por lo tanto,cuál será el importe máximo de dineroque podrá aportar la Entidad Financiera,el nivel máximo de Financiación Ajena.

Esto no significa que podamos sumarlos flujos de caja positivos esperados enlos próximos años y dirigirnos a la enti-dad bancaria solicitando un préstamo poresta cantidad. Por el contrario, en estemomento es cuando los financiadoresintroducen la primera garantía «propia»de la Financiación de Proyectos: el Ratiode Cobertura del Servicio de la deuda (enlo sucesivo, «RCSD»). El RCSD es larelación entre los flujos de caja positivosque estimamos que va a producir laexplotación de la planta de cogeneraciónen un período concreto de tiempo, antesde pagar cualquier tipo de deuda banca-ria, y la suma de todos los pagos que, enese mismo periodo, debamos realizar porprincipal, intereses y comisiones a lasentidades bancarias que nos estén finan-ciando (a esta suma la denominaremos el

«Servicio de la Deuda»). Este ratio mues-tra si el proyecto es capaz de generar, enel periodo de tiempo que estemos anali-zando, como mínimo un 20% más derecursos que los que vayamos a destinara pago del Servicio de la Deuda. Elp o rcentaje indicado es el margen detranquilidad que nos exigirán las enti-dades bancarias.

Conociendo lo anterior, ahora sípodemos calcular el importe máximo definanciación que, en un principio,podemos obtener del mercado financieroa través de esta modalidad de obtenciónde recursos ajenos. Pero aún hay dosaspectos que debemos reconocer:

a) El plazo de financiación. Este plazopuede oscilar entre cinco y quinceaños. En las condiciones actuales demercado, casi siempre vamos a nece-sitar más de siete u ocho años.También hay que destacar que elplazo de quince años es difícil deconseguir.

b) El nivel mínimo de fondos propiosque deberán aportar los accionistasde la SVP. El nivel de apalancamientomáximo suele ser del 80 al 85%, yúnicamente en contadas ocasionespodremos alcanzar el 90%. Esteimporte mínimo que las entidadesfinancieras exigen como aportaciónde los promotores es visto por éstascomo el reflejo o la muestra del gradode compromiso que los accionistastienen con el proyecto, con la SVP, eimpide que una Planta pueda serfinanciada íntegramente con fondosajenos si optamos por este tipo definanciación. No obstante y dada laevolución que está siguiendo esteproducto, junto con el esfuerzo quelas entidades financieras vienen rea-lizando últimamente, quizáspodamos llegar a ver, en algunaocasión, una SVP con un apalan-camiento del 100%.

Podemos destacar como ventajas de laFinanciación de Proyectos:

• Permite obtener recursos en base a lacalidad del proyecto a financiar, y noen base a los socios que pretendendesarrollarlo. (Aunque los socios sonanalizados por las entidades finan-ciadoras).

• No deteriora la calidad crediticia delos promotores del proyecto.

• Es una operación de financiación queno aparecerá en el pasivo del balancede los socios (esta afirmación no sepuede hacer con total rotundidad).

• Permite acometer inversiones intensi-vas en capital a entidades que, por eltamaño de sus balances, no podríanafrontarlas.

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• Minimiza el costo de capital de laSVP, al maximizar su apalancamien-to.

También son varios los inconvenientes:

• El diseño y estructuración de este tipode operaciones de financiación escomplejo, y exige un conocimiento alos promotores, siquiera básico, de sufinanciamiento o la intervención deasesores financieros con un coste ele-vado, como alternativa.

• Su coste, en términos de márgenes ycomisiones, es más alto que el de una

operación de financiación bancariatradicional.

• Exige el otorgamiento de garantíasadicionales a las entidadesfinancieras, como hipoteca sobre losactivos del proyecto, que incremen-tan algo más su coste.

• Va acompañado de un compromisode sus promotores de no transmitirsus acciones en la SVP mientras no sehaya amortizado toda la deuda ban-caria.

• Es necesaria, en ocasiones, la inter-vención de toda serie de asesores(legales, medioambientales, técnicos,

de seguros, etc.) que vuelven aaumentar el costo total del proyecto.

En conclusión, es un sistema algocomplejo pero cuyas ventajas para lospromotores suelen superar los inconve-n i e n t e s .

Mayores informes:Unión Fenosa Energías Especiales S.A.Av. Diego de Almagro 2033 y Whimper.Edif. Torres Whimper, Piso 11, Of. 1101Quito - EcuadorE-mail: [email protected]

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Del 18 al 22 de Octubre de 1999 serealizó, en Cuenca-Ecuador, el VIIIEncuentro Latinoamericano y del Caribesobre Pequeños AprovechamientosHidroenergéticos, organizado por laSubsecretaría de Electrificación delMinisterio de Energía y Minas deEcuador, Intermediate TechnologyDevelopment Group (ITDG) y laRed Latinoamericana de Hidro-energía (HIDRORED).

El evento contó con la partici-pación de especialistas, ingenieros ypersonas involucradas en laHidroenergía de más de ocho paísesde Latinoamérica y Europa, quienesexpusieron y debatieron alrededorde cinco ejes temáticos: tecnologíay desarrollo, gestión de empresashidroenergéticas, marco legal einstitucional, hidroenergía y medioambiente, y mecanismos de finan-ciamiento.

Asimismo, los dos primeros díasse desar rol ló una "Jornada deActualización" en hidroenergía,energía solar y energ ía eól ica,dirigida especialmente a docentesde universidades, ingenieros j u n i o r

y estudiantes de ingeniería, con el obje-tivo de brindar conceptos básicos y unavisión del estado de estas tecnologías anivel mundial. A esta jornada asistieronmás de 170 personas, principalmente deEcuador, Colombia y Venezuela.

Para la organización del IX EncuentroLatinoamericano y del Caribe sobrePequeños Aprovechamientos Hidroener-géticos, a realizarse el 2001, el Comité deHIDRORED ha recibido solicitudes detres países, que se viene evaluando.

VIII Encuentro Latinoamericano y del Caribesobre Pequeños AprovechamientosHidroenergéticos (VIII ELPAH)

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IMPRESSUM

HIDRORED es una revista internacional para ladivulgación de información sobre técnicas y

experiencias en micro hidroenergía. HIDROREDes publicada tres veces al año por el Programa de

Energía de ITDG-Perú.

Comité EditorialTeodoro Sánchez, ITDG-PerúWalter Canedo, CINER-Bolivia

Carlos Bonifetti, MTF-ChileMauricio Gnecco, FDTA-Colombia

CorresponsalesArgentina (Misiones):

Jorge SennBolivia (Cochabamba):

Walter CanedoColombia (Villavicencio):

Mauricio GneccoEcuador (Quito): Milton Balseca

Honduras (Comayagüela):Jorge F. Rivera

México (Xalapa): Claudio Alatorre

Perú (Lima):Teodoro Sánchez

EditoresHidrored: ITDG-Perú

Av. Jorge Chávez 275, Lima 18 - PerúTelf. (511) 447-5127 4467-324 444-7055Fax (511) 446-6621

E-mail: [email protected]

CoordinaciónSaúl Ramírez, Beatriz Febrez

ProducciónPrograma de Energía, ITDG-Perú

El comité editorial no se responsabiliza por el contenido de los articulos

ITDG es un organismo de cooperación técnica internacional que contribuye aldesarrollo sostenible de poblaciones de menores recursos mediante la investiga-ción, aplicación y difusión de tecnologías apropiadas. A nivel internacional,ITDG tiene oficinas en ocho países de África, Asia, Europa y América Latina.En el Perú, trabaja a través de sus programas de Energía, Agroprocesamiento,Riego, Vivienda y Prevención de Desastres, y las áreas de Investigaciones y Co-municaciones.

PROGRAMA DE ENERGÍAAv. Jorge Chávez 275, Miraflores, Lima 18-PerúTeléfonos: (511) 4447055 4467324 4475127Fax: (511) 4466621Email: [email protected]: www.itdg.org.pe

La fundación holandesa “De Eve-naar Projecten” (Proyectos la LíneaEcuatorial) ha planeado la produccióne instalación de varios aerogenerado-res “Virya” en la isla de Madagascar.Los molinos servirán para el alum-brado de las casas de las familias deartesanos y para proveer de energíaeléctrica a sus talleres. Después de va-rias pruebas con el pequeño Virya 2.2,la fundación espera instalar 20 moli-nos del modelo Virya 3.3 en el futuro.

La Línea Ecuatorial es una orga-nización de «comercio justo» querelaciona a los pequeños productoreslocales con compañías de comerciali-zación en los Países Bajos, a través dela fundación, ejecuta varios proy e c t o sen dos países: Madagascar y el surde la India. Los objetivos princ i p a l e sson el mejoramiento de la l o g í s t i c a ,el desarrollo y la selección de p r o d u c-tos, así como la mercadotecnia.

En la isla de Madagascar, La LíneaEcuatorial actualmente apoya a un gru-po de aproximadamente 150 familiasde artesanos activos en la producciónde carritos de latón soldado, canastasy alfarería. Los artesanos proveen a laempresa local Vitagasy, constituidapor tres participantes: Proyectos laL ínea Ecuatorial, Solidarmad (unacooperativa de las familias) e IRE-

DEC, una organización no guberna-mental local.

Tratándose de familias que vivenen el campo, el abastecimiento deenergía es un problema serio: el carbónde leña se ha vuelto escaso y costosoy no hay acceso a la red eléctrica. Noobstante, para la soldadura se ocupamucho carbón y la gente prevé que enel futuro se necesitará más energíapara alcanzar una producción más va-riada y de mejor calidad. Ahora quehay más dinero gracias a la produc-ción de la artesanía, la gente tambiénempieza a pensar en tener radio o tele-visión y por ello, La Línea Ecuatorialdecidió buscar alternativas para el car-bón de leña.

La fundación entró en contacto conKragten Design (Holanda), el diseña-dor del aerogenerador Virya, justocuando algunos de sus miembros seencontraban en Madagascar para es-t udiar el problema de la energía. Selogró obtener financiamiento parainstalar un pequeño Virya 2.2 en elpueblo Imertsiatuski donde se concentrauna parte de los artesanos. La filosofíade trabajo de la organización es empezarlento con algo pequeño y manejable,puesto que la experiencia es que laplaneación y organización suelen fun-cionar perfectamente en papel, pero

que en la práctica generalmente esmuy distinto.

Como parte de las pruebas, se reali-zó mediciones del viento durante másde medio año y, al parecer, el recursoeólico es aceptable. Otro aspecto im-portante es que ya existe una costum-bre de cargar baterías de carro para elalumbrado doméstico en un punto deconexión con la red eléctrica, para locual se tiene que viajar bastante. Lagente está acostumbrada a pagar porsu luz y, según la fundación, debe depagar también por la electricidad gene-rada con los aerogeneradores. La tarifaserá basada en el costo de generación,que probablemente estará un 30% pordebajo de los costos actuales.

La demanda de energía de una fami-lia actualmente es mínima y se estimaa no más de 0.5 kWh por quincena.Es obvio que esto aumentará mucho sise quiere conectar nuevas herramientas,como un cautín de 70 W. No obstante,la fundación espera que cada Virya3.3 alcance para abastecer de energíaa cinco hogares, suponiendo que bajolas condiciones presentes genera entre2 y 3 kWh por día.

El tema de las baterías todavía nose ha cubierto. Es sabido que las bate-rías de carro no son muy buenas y porello, se iniciarán una serie de pruebas

PEQUEÑOS MOLINOS DE VIENTO

El fin de año que se aproxima siemprenos sumerge en la contemplación,sobre todo cuando significa el adiósa los mil novecientos. Muchos yaanuncian el nuevo milenio: pero siaceptamos que al terminarse el primeraño de la Era Occidental se conclu-y ó el Año Uno, entonces tendremosque esperar hasta el 31 de diciembredel 2000 para poder saludar unnuevo milenio. Los calendarios sonrelativos y no son perfectos. Nuestrarevista, por pequeña que sea, se sien-te orgullosa por llevar su mensaje amuchos de los calendarios existentessobre la faz de la Tierra: a África,China, la India y al continente ame-ricano; a Israel y al Medio Oriente.Para muchos de ustedes, el año 2000ya quedó siglos, si no milenios atrás.Otros tendrán que esperar un ratomás.

Escribo estas palabras desde la Ciu-dad de México, que en diciembre seviste como árbol navideño. El au-

mento en la factura eléctrica de la“gran urbe” de sólo este mes, difícil-mente será compensado por todos lospequeños molinos de viento que seinstalarán el siglo que entra. Las ma-las lenguas dicen que hay pequeñospueblos olvidados que viven estosdías en la oscuridad, sacrificados pa-ra garantizar la llegada de un nuevoc i c l o .

La Navidad es la fiesta de la luzen los que son los días más oscurosdel año para los pueblos del hemis-ferio septentrional. Con la llegadade electricidad en aparente abun-dancia, se ha convertido en la fiestade la luz artificial. Y obviamente,el expansionismo y/o el caráctercomercializador de la cultura occi-dental, han propagado este conceptopor todo el mundo.

Pero es justo al otro lado de la líneaecuatorial, donde la Navidad real-mente se convierte en una fiesta de laluz. Tal vez en ningún lugar las sen-

saciones de gozo, calor y vida en es-tos días sean tan palpables como en laPatagonia, aunque para un nórdico(como yo) es algo difícil de concebir.El Santa Claus -que por cierto no essanto- ¿se quitaría su gorro tomandoun helado? Yo pienso que, cumplidasu ardua tarea en el Norte, ya en lamisma mañana de Navidad empiezasus vacaciones en el Sur -gozando laluz que ha dado la vida a nuestro pla-n e t a .

Como editor de “Pequeños Molinosde Viento”, me siento orgulloso porsaber que ya tenemos cobertura glo-bal con nuestros apenas siete años deexistencia. Para el año que entra, es-peramos comunicarnos más rápido ymás fluido al conectarnos al Internety así, contribuir a llevar un poco deluz a todos que la necesiten. ¡FelizN a v i d a d !

Remi RijsA r r a k i s - R E D

Proyecto de Electrificación en Madagascar

Estimado lector

con baterías de descarga profunda enenero del 2000. No es sólo un proble-ma técnico: también intervienen lascostumbres locales y la forma en queestá organizada la propiedad. En elfuturo, la energía solar pudiera cons-tituir un complemento durante latemporada de poco viento, pero losaranceles muy elevados del país(60%) pueden ser un obstáculo dema-siado grande.

La intención es instalar y probarpor lo menos dos unidades del Virya3.3 en el pueblo Imertsiatuski. Aquí seencuentran aprox. 60 de las familiasque colaboran con La Línea Ecuato-

rial –otras 90 viven dispersas en zonasremotas. En el mismo pueblo, vivenalgunos buenos mecánicos que pue-den experimentar con el equipo, hacerreparaciones y modificaciones si asíse requiere. Los primeros dos molinosfueron producidos en Bélgica, pero laidea es que las siguientes unidadessean construidas parcialmente en Antsi-rabe. Los imanes, la caja del generadory la electrónica serán comprados enHolanda, pero la construcción mismay el ensamblaje se hará localmente enAntsirabe, tal vez en colaboración conuna escuela técnica.

Lo que es muy alentador en este

proyecto, es que se haya logrado nue-vos métodos de trabajo gracias a lallegada de la energía eléctrica. Ahorala soldadura se realiza más rápido yda un resultado de mejor calidad; ypor ello, se abrirá más oportunidadesde diversificar los productos.

Mr. Piet PietersDe Evenaar Projecten

Bergstraat 18 - 5298 VK Liempde,Países Bajos

Tlf: +31 (411)632 112Fax: +31 (411)631 824

Email:[email protected])

El Aerogenerador “Avispa”

El pequeño aerogenerador mexicanoAvispa es un desarrollo del Institut ode Investigaciones Eléctricas (IIE),el principal centro de investigacionesen la República Mexicana, cuyas acti-vidades se extienden a proyectos deinvestigación aplicada y desarrollotecnológico para las dos empresaseléctricas nacionales, la Comisión Fe-deral de Electricidad y Luz y Fuerzadel Centro, para la industria mexicanade manufacturas eléctricas y PetróleosMexicanos.

El Avispa, producto del grupo deEnergías Alternas del IIE, fue diseñadopara satisfacer las necesidades de elec-trificación de bajo consumo, como enlugares aislados donde el recurso eólicoes bueno. Es un aerogenerador de ejehorizontal con tres aspas de paso fijo yvelocidad variable (ver Figura 1). Suvelocidad de diseño es de 11.5 m/s y lapotencia nominal de 500 W. El sistemaaprovecha un alternador trifásico deuso automotriz (con una capacidad no-minal de 75 A), operado a través deuna transmisión aceleradora de relación1:2.5. Los sitios apropiados para la ins-talación del aerogenerador Avispa sonaquéllos donde la velocidad mediaanual es de 4 m/s o más.

El sistema de orientación y controlestá basado en un timón lateral de colacon una veleta articulada, que protege alsistema contra sobrevelocidad del ro-tor y vibración excesiva. El frenado delrotor puede efectuarse por vía manualo automáticamente mediante dos dispo-s i t i v os de paro (mecánico y eléctrico).El aerogenerador puede ser conectadoa un banco de baterías o integrado enun sistema de generación microhíbri-

do. El voltaje de salida es de12 VCD.

El Sistema Híbrido

El Avispa puede integrarseen un sistema híbrido, comorepresenta la Figura 2 en for-ma esquemática; aparte delaerogenerador, se componede varios módulos fotovoltai-cos; un banco de baterías; uninterruptor general de seguri-dad para la desconexión delas baterías; los tableros eléc-tricos de control y protección;y una resistencia para elfrenado eléctrico del aerogene-r a d o r . Un circuito electrónicomonitorea el voltaje de la bate-ría y a través de un algoritmode voltaje y tiempo, conecta ydesconecta el aerogenerador,los módulos fotovolt a ic o sy/o la carga, con la finalidad d eevitar condiciones de sobrecarga o so-bredescarga.

Para un sistema híbrido de este tipo,uno puede estimar la aportación de ener-gía proveniente del aerogeneradorusando la información sobre el recursoeólico local, por ejemplo a base mensual.El grado en que el sistema aprovecha ono esta energía disponible depende de lademanda de carga y está en razón delcontrol electrónico. La relación entre laenergía eléctrica aprovechable para lacarga y aquélla producida por el aero-generador, es de alrededor de 70%.Esta eficiencia global es sumamenteimportante con el fin de poder dimen-sionar adecuadamente el sistema parasatisfacer en la práctica los requeri-mientos de la aplicación.

Instalación de los Sistemas Híbri-dos

En diciembre de 1995 se realizó lainstalación de doce de estos sistemasen el desarrollo eco-turístico VillasCarrusel, ubicado en Playa Paraíso enla península yucateca (Quintana Roo).Cada uno de estos sistemas está con-formado básicamente por un aeroge-nerador Avispa, un grupo de módulosfotovoltaicos (2x75 Wp), un banco debaterías plomo-ácido y un controlelectrónico de carga. La carga consistede luminarias de alta eficiencia “tipoPL” para la iluminación de las villas.

Debido a restricciones de espacio yen función de la propia arquitectura delhotel, los aerogeneradores fueron colo-

PEQUEÑOS MOLINOS DE VIENTO

El Aerogenerador Avispa-IIE de México

El Aerogenerador Avispa-IIE

cados en línea en la parte alta de laconstrucción, encima de torres tubula-res. La altura de instalación oscila entrelos 15.3 y 16.5 m (en torres de 3.5 y5.9 m de altura) y la separación entrelos aerogeneradores es de aproximada-mente 6.5 m. Los sistemas fueron di-mensionados para una carga de 132Ah/día (2 paneles fotovoltaicos) y 155Ah/día con 3 paneles. La capacidad delbanco de baterías es de 570 Ah por sis-tema, brindando una autonomía de 2-3días. La velocidad media anual en estesitio es de aprox. 5 - 5.5 m/s.

En el primer año de operación sepresentaron problemas de sombreadoque provocaban severas oscilacionesen la orientación de las máquinas, conla subsecuente fatiga de las aspas yotros elementos. Este problema se so-lucionó reduciendo la sensibilidad delsistema de orientación mediante la in-corporación de un elemento de fricción,en conjunción con un reforzamientoestructural (adicional) de las aspas.Por cierto, este problema estaba rela-

cionado con la colocación física so-bre el edificio que se tuvo que dar alos aerogeneradores, así como con ladirección de los vientos durante deter-minados períodos.

Conclusiones

En términos generales, la operacióndel aerogenerador Avispa-IIE es muyconfiable, segura y silenciosa; tam-bién la integración del aerogeneradorAvispa ha sido altamente satisfactoria.Una vez instalado, opera en forma au-tónoma, permitiéndo al usuario unagran comodidad en su operación. Elaerogenerador, por sencillo que sea,requiere de cierto nivel de capacita-ción del personal encargado de suoperación y mantenimiento, a fin deque la vida útil y disponibilidad seanlas más óptimas. La propia instalacióndel equipo, aunque no es compleja, sírequiere que se sigan ciertos procedi-mientos y secuencias para facilitar yasegurar el correcto montaje del equi-

po, la seguridad física del personal yuna adecuada operación del aerogene-rador. Todas las instrucciones de usoy las recomendaciones para la instala-ción se encuentran contenidas en elmanual del usuario del equipo.

El mantenimiento preventivo del aero-generador requiere de aproximadamenteuna hora al mes. La herramienta nece-saria para efectuar el mismo se reducea unas cuantas llaves de tuercas, grasay un cinturón de seguridad. La veloci-dad de sobrevivencia del Avispa es de20 m/s, por lo que cuando se tenga no-ticia de vientos de mayor intensidad ohuracanes, es necesario frenarlo y ama-rrar un aspa a la torre, o preferentementedesmontar el rotor para evitar dañosg r a v e s .

En general, el Avispa ofrece nuevasoportunidades en nuestro país parasatisfacer las demandas de energíaeléctrica a usuarios con requerimientosbajos. Las experiencias con sistemasparecidos de tecnología extranjera hanrevelado problemas que van desde elincumplimiento de las especificacio-nes hasta aquéllos debidos a un usoinadecuado del equipo y la falta deconocimiento sobre las característicasfuncionales y operativas. Creemosque el Avispa es un producto que, conel soporte técnico local, puede motivara las empresas nacionales a indus-trializarlo y comercializarlo, y crears o l u c i o n e s adecuadas a las necesidadesdel país con productos localmentesostenibles.

Raúl González Galarza, IIE Instituto de Investigaciones

Eléctricas, Reforma 113, Col. Palmira,

Apartado Postal 475, Temixco(Mor), CP 62000, México.

Tlf: 52-73-183 811; Fax: 52-73-182 436;

[email protected])

PEQUEÑOS MOLINOS DE VIENTO

Datos característicos del Aerogenerador Avispa-IIE

configuración del rotor 3 aspasfibra de vidrio

potencial nominal 500 Wdiámetro del rotor 1.80 mvelocidad nominal 11.5 m/svelocidad de inicio 3.5 m/svelocidad relativa de punta del aspa (lambda) 5relación de transmisión 2.5generador eléctrico alternador

electromotrizsistema de orientación cola con veleta

articulada

Configuración del sistema microhíbrido.

Por fin, luego de varios años deausencia, el tema de la energía eó-lica en pequeña escala regresó a lapalestra bajo la forma de "Jornadade Actualización en Energía Eólica",durante el VIII Encuentro Latino-americano sobre Pequeños Apro-vechamientos Hidroenergéticos(VIII ELPAH), llevado a cabo enC u e nca, Ecuador.

La jornada se inició con un repa-so obligado de la tecnología, losprogresos dentro de los mercados

e n e r g é t icos renovables, y como com-p etencia de la fotovoltaica donde elviento lo permite. Se percibió uncreciente número de oferentes deproductos y fueron de interés gene-ral las aplicaciones en sistemash í b r i d o s .

La actualización versó principal-mente sobre avances en materia debombeo eólico y la convenienciade la generación de electricidadcon equipos realmente pequeños,como una opción para lugares con

regímenes de viento moderadospero con bastante presencia a lolargo del tiempo.

La presencia de expositores conamplia experiencia práctica y aca-démica como John Burton (UK),Henk Holts lag (Holanda) entreotros, y una masiva participaciónde estudiantes universitarios, fun-cionarios de Estado y empresariosprivados, auguran para la pequeñaenergía eólica un resurgimientoque sin duda requiere los mejoresesfuerzos de todos quienes se sien-tan llamados a poner "su cara alv i e n t o " .

IT Power ha puesto bajo pruebaa su pequeña aerobomba innovadora,en colaboración con sus contrapar-tes en cuatro países (ver “PequeñosMolinos - SSWES”, septiembre1996). Las pruebas se iniciaron enla primera parte del 1999 y conti-nuarán durante un año entero. Losresultados serán aprovechados parafinalizar el diseño de la aerobombay tener una impresión detallada deldesempeño de la máquina en diferen-t e s situaciones de campo (velocidaddel viento promedio y profundi-dad de bombeo). De este modo, ITP o wer espera proveer a sus contrapar-t e s con toda la información necesariapara adaptar el diseño básico a lascondiciones técnicas y del mercadol o c a l e s .

Actualmente, las contrapartes in-volucradas son:

• China (Hebei), Gob. del Conda-do de Cangxian. (a través del CAAMS, Beijing)

• India (Coimbatore), WindFab• Sud África, Joffe Sheet Metal

(Pty) Ltd• Zimbabwe (Harare), Stewarts +

L l o y d s¡Más información acerca de la

aerobomba de IT será incluida enel próximo número de “PequeñosMolinos de Viento - SSWES”!

Paul Cowley, Frances Crick & Peter Fraenkel, IT Power Ltd.The Warren, Bramshill Road,

Eversley, Hampshire RG27 0PR, Reino Unido

Tlf: +44 118 973 0073; Fax: +44 118 973 0820

Email: [email protected]; Web: www.itpower.co.uk

El texto integral de la evaluaciónde la aerobomba de mecate (verPequeños Molinos de Viento, nú-mero anterior) ahora está disponiblepara el público. El documento fueeditado en los idiomas inglés y espa-ñol y cuenta 94 páginas con figuras,fotografías y tablas. El título enespañol es “Diseminación de laAerobomba de Mecate Nicaragüen-se a Países en Vías de Desarrollo:Informe Final de la Evaluación yTransferencia de la Tecnología”(Jongh, J.A. de, Rijs, R.P.P., Eind-

hoven, Países Bajos, 1999).Para aquéllos con acceso al In-

ternet, próximamente será publicadoen formato pdf en el homepage deArrakis -RED (ht t p: / /www.a r-n o l dvanloon.nl/arrakis). Una copiaimpresa del documento podrá soli-citarse directamente a los autores(para la dirección, ver colofón) o deCESADE en Managua (ApartadoPostal JN 4317, Managua, Nicara-gua; tel.: (505)266 9149; fax: (505)266 9270;e-mail: [email protected]).

PEQUEÑOS MOLINOS DE VIENTO

"Pequeños Molinos de Viento" es una revista semestral

co-redactada y publicada en inglés por

GEDA (India) y en español porITDG (Perú).

La versión en inglés “Small Scale Wind Energy Systems”

viene insertada en la revista “FIRKI” de GEDA; la edición en

español aparece como parte de “HIDRORED”

de ITDG-Perú. La revista es financiada por el Ministerio de Relaciones

Exteriores de los Países Bajos NEDA DML/KM.

Coordinación y redacción:Arrakis-RED,

Wilhelminastraat 26, 5141 HK Waalwijk,

Países BajosFono: +31(40)281 9454Fax: +31(40)281 9602

e-mail: [email protected]@arnoldvanloon.nl

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cuando sea citada la fuente. Para cualquier información, artículos o subscripciones,

favor de contactar a la redacción.

La Aerobomba de IT Power bajo prueba

Jornada de Actualización en el VIII ELPAH Ecuador

Informe Aerobomba de Mecate Disponible