recopilación de poemas

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Sobre los ángeles-Rafael Alberti. Paraíso perdido A través de los siglos, por la nada del mundo, yo, sin sueñó, buscándote. Tras de mí, imperceptible, sin rozarme los hombros, mi ángel muerto, vigía. "¿Adónde el Paraíso, sombra, tú que has estado?" Pregunta con silencio. Ciudades sin respuesta, ríos sin habla, cumbres sin ecos, mares mudos. Nadie lo sabe. Hombres fijos, de pie, a la orilla parada de las tumbas, me ignoran. Aves tristes, cantos petrificados, en éxtasis el rumbo, ciegas. No saben nada. Sin sol, vientos antiguos, inertes, en las leguas por andar, levantándose calcinados, cayéndose de espaldas, poco dicen. Diluidos, sin forma la verdad que en sí ocultan, huyen de mí los cielos. Ya en el fin de la tierra, sobre el último filo, resbalando los ojos, muerta en mí la esperanza, ese pórtico verde

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Recopilación de Poemas

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Page 1: Recopilación de Poemas

Sobre los ángeles-Rafael Alberti.

Paraíso perdido

A través de los siglos,por la nada del mundo, yo, sin sueñó, buscándote. Tras de mí, imperceptible, sin rozarme los hombros, mi ángel muerto, vigía. "¿Adónde el Paraíso, sombra, tú que has estado?" Pregunta con silencio. Ciudades sin respuesta, ríos sin habla, cumbres sin ecos, mares mudos. Nadie lo sabe. Hombres fijos, de pie, a la orilla parada de las tumbas, me ignoran. Aves tristes,cantos petrificados, en éxtasis el rumbo, ciegas. No saben nada.Sin sol, vientos antiguos, inertes, en las leguas por andar, levantándose calcinados, cayéndose de espaldas, poco dicen. Diluidos, sin forma la verdad que en sí ocultan,huyen de mí los cielos. Ya en el fin de la tierra, sobre el último filo, resbalando los ojos, muerta en mí la esperanza,ese pórtico verde busco en las negras simas.¡Oh boquete de sombras! ¡Hervidero del mundo! ¡Qué confusión de siglos! ¡Atrás, atrás!¡Qué espanto de tinieblas sin voces! 

Page 2: Recopilación de Poemas

¡Qué perdida mi alma! "Ángel muerto, despierta.¿Dónde estás? Ilumina con tu rayo el retorno." Silencio. Más silencio. Imóviles los pulsos del sinfín de la noche. ¡Paraíso Perdido! Perdido por buscarte, yo, sin luz para siempre.

Amaranta-Rafael Alberti.

Rubios, pulidos senos de Amaranta,

por una lengua de lebrel limados.

Pórticos de limones, desviados

por el canal que asciende a tu garganta.

Rojo, un puente de rizos se adelanta

e incendia tus marfiles ondulados.

Muerde, heridor, tus dientes desangrados,

y corvo, en vilo, al viento te levanta.

La soledad, dormida en la espesura,

calza su pie de céfiro y desciende

del olmo alto al mar de la llanura.

Su cuerpo en sombra, oscuro, se le enciende,

y gladiadora, como un ascua impura,

entre Amaranta y su amador se tiende.

La paloma-Rafael Alberti.

Se equivocó la paloma,

Page 3: Recopilación de Poemas

se equivocaba.

Por ir al norte fue al sur,

creyó que el trigo era el agua.

Creyó que el mar era el cielo

que la noche la mañana.

Que las estrellas rocío,

que la calor la nevada.

Que tu falda era tu blusa,

que tu corazón su casa.

(Ella se durmió en la orilla,

tú en la cumbre de una rama.)

NOCTURNO-RAFAEL ALBERTI.

Cuando tanto se sufre sin sueño y por la sangre se escucha que transita solamente la rabia, que en los tuétanos tiembla despabilado el odio y en las médulas arde continua la venganza, las palabras entonces no sirven: son palabras.

Balas. Balas.

Manifiestos, artículos, comentarios, discursos, humaredas perdidas, neblinas estampadas. ¡qué dolor de papeles que ha de barrer el viento, qué tristeza de tinta que ha de borrar el agua!

Balas. Balas.

Ahora sufro lo pobre, lo mezquino, lo triste, lo desgraciado y muerto que tiene una garganta cuando desde el abismo de su idioma quisiera gritar lo que no puede por imposible, y calla.

Balas. Balas.

Siento esta noche heridas de muerte las palabras.

    MUERTE Y JUICIO-RAFAEL ALBERTI.

               1

        (MUERTE)

Page 4: Recopilación de Poemas

  A un niño, a un solo niño que iba para piedra nocturna, para ángel indiferente de una escala sin cielo... Mirad. Conteneos la sangre, los ojos. A sus pies, él mismo, sin vida.   No aliento de farol moribundo, ni jadeada amarillez de noche agonizante, sino dos fósforos fijos de pesadilla eléctrica, clavados sobre su tierra en polvo, juzgándola. Él, resplandor sin salida, lividez sin escape, yacente, juzgándose.

                 2

        (JUICIO)

  Tizo electrocutado, infancia mía de ceniza, a mis pies, tizo yacente. Carbunclo hueco, negro, desprendido de un ángel que iba para piedra nocturna, para límite entre la muerte y la nada. Tú: yo: niño.   Bambolea el viento un vientre de gritos anteriores al mundo a la sorpresa de la luz en los ojos de los reciennacidos, al descenso de la vía láctea a las gargantas terrestres. Niño.   Una cuna de llamas de norte a sur, de frialdad de tiza amortajada en los yelos, a fiebre de paloma agonizando en el área de una bujía; una cuna de llamas meciéndote las sonrisas, los llantos. Niño.   Las primeras palabras abiertas en las penumbras de los sueños sin nadie, en el silencio rizado de las albercas o en el eco de los jardines, devoradas por el mar y ocultas hoy en un hoyo sin viento. Muertas, como el estreno de tus pies en el cansancio frío de una escalera. Niño. Las flores, sin piernas para huir de los aires crueles, de su espoleo continuo al corazón volante de las nieves y los pájaros, desangradas en un aburrimiento de cartillas y pizarrines. 4 y 4 son 18. Y la X, una K, una H, una J. Niño. En un trastorno de ciudades marítimas sin escrúpulos, de mapas confundidos y desiertos barajados, atended a unos ojos que preguntan por los afluentes del cielo, a una memoria extraviada entre nombres y fechas. Niño. Perdido entre ecuaciones, triángulos, fórmulas y precipitados azules, entre el suceso de la sangre, los escombros y las coronas caídas, cuando los cazadores de oro y el asalto a la banca, en el rubor tardío de las azoteas voces de ángeles te anunciaron la botadura y pérdida de tu alma. Niño. Y como descendiste al fondo de las mareas, a las urnas donde el azogue, el plomo y el hierro pretenden ser humanos, tener honores de vida, a la deriva de la noche tu traje fue dejándote solo. 

Page 5: Recopilación de Poemas

Niño. Desnudo, sin los billetes de inocencia fugados en sus bolsillos, derribada en tu corazón y sola su primera silla, no creíste ni en Venus, que nacía en el compás abierto de tus brazos. ni en la escala de plumas que tiende el sueño de Jacob al de Julio Verne. Niño. Para ir al infierno no hace falta cambiar de sitio ni postura.

PAISAJE CON DOS TUMBAS Y UN PERRO ASIRIO-Federico García Lorca.

Amigo,

levántate para que oigas aullar

al perro asirio.

Las tres ninfas del cáncer han estado bailando,

hijo mío.

Trajeron unas montañas de lacre rojo

y unas sábanas duras donde estaba el cáncer dormido.

El caballo tenía un ojo en el cuello

y la luna estaba en un cielo tan frío

que tuvo que desgarrarse su monte de Venus

y ahogar en sangre y ceniza los cementerios antiguos.

Amigo.

despierta, que los montes todavía no respiran

y las hierbas de mi corazón están en otro sitio.

No importa que estés lleno de agua de mar.

Yo amé mucho tiempo a un niño

que tenía una plumilla en la lengua

y vivimos cien años dentro de un cuchillo.

Despierta. Calla. Escucha. Incorpórate un poco.

El aullido es ima larga lengua morada que deja

hormigas de espanto y licor da lirios.

Page 6: Recopilación de Poemas

Ya viene hacia la roca. ¡No alargues tus raíces!

Se acerca. Gime. No solloces en sueños, amigo.

¡Amigo!

Levántate para que oigas aullar

al perro asirio.

LA AURORA-Federico García Lorca.

La aurora de Nueva York tiene

cuatro columnas de. cieno

y un huracán de negras palomas

que chapotean las aguas podridas.

La aurora de Nueva York gime

por las inmensas escaleras

buscando entre las aristas

nardos de angustia dibujada.

La aurora llega y nadie la recibe en su boca

porque allí no hay mañana ni esperanza posible.

A veces las monedas en enjambres furiosos

taladran y devoran abandonados niños.

Los primeros que salen comprenden con sus huesos

que no habrá paraíso ni amores deshojados;

saben que van al cieno de números y leyes,

a los juegos sin arte, a sudores sin fruto.

La luz es sepultada por cadenas y ruidos

en impúdico reto de ciencia sin raíces.

Por los barrios hay gentes que vacilan insomnes

como recién salidas de un naufragio de sangre.

Page 7: Recopilación de Poemas

Te quiero-Luis Cernuda.

Te lo he dicho con el viento, jugueteando como animalillo en la arena o iracundo como órgano impetuoso;

Te lo he dicho con el sol, que dora desnudos cuerpos juveniles y sonríe en todas las cosas inocentes;

Te lo he dicho con las nubes, frentes melancólicas que sostienen el cielo, tristezas fugitivas;

Te lo he dicho con las plantas, leves criaturas transparentes que se cubren de rubor repentino;

Te lo he dicho con el agua, vida luminosa que vela un fondo de sombra; te lo he dicho con el miedo, te lo he dicho con la alegría, con el hastío, con las terribles palabras.

Pero así no me basta: más allá de la vida, quiero decírtelo con la muerte; más allá del amor, quiero decírtelo con el olvido.

LA VOZ A TI DEBIDA-PEDRO SALINAS.

Para vivir no quiero

islas, palacios, torres.

¡Qué alegría más alta:

vivir en los pronombres!

Quítate ya los trajes,

las señas, los retratos;

yo no te quiero así,

disfrazada de otra,

hija siempre de algo.

Page 8: Recopilación de Poemas

Te quiero pura, libre,

irreductible: tú.

Sé que cuando te llame

entre todas las gentes

del mundo,

sólo tú serás tú.

Y cuando me preguntes

quién es el que te llama,

el que te quiere suya,

enterraré los nombres,

los rótulos, la historia.

Iré rompiendo todo

lo que encima me echaron

desde antes de nacer.

Y vuelto ya al anónimo

eterno del desnudo,

de la piedra, del mundo,

te diré:

«Yo te quiero, soy yo».