reconstruyendo el pasado : historias de la escuela y el entorno / cero a cinco nro. 76

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CAPÍTULO 16 Reconstruyendo el pasado Historias de la escuela y el entorno Uno de los propósitos de las ciencias sociales en el nivel inicial es que los niños pequeños puedan comple- jizar su mirada sobre el ambiente. En este proyecto, se trató de enriquecer los conocimientos sobre un con- texto que les resulta muy cotidiano, como es la escue- la. Para que este espacio fuera ámbito de obtención de nuevos aprendizajes se plantearon al grupo preguntas sencillas.

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Uno de los propósitos de las ciencias sociales en elnivel inicial es que los niños pequeños puedan complejizarsu mirada sobre el ambiente. En este proyecto, setrató de enriquecer los conocimientos sobre un contextoque les resulta muy cotidiano, como es la escuela.Para que este espacio fuera ámbito de obtención denuevos aprendizajes se plantearon al grupo preguntassencillas

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  • CAPTULO 16

    Reconstruyendo el pasado

    Historias de la escuela y el entorno

    Uno de los propsitos de las ciencias sociales en el nivel inicial es que los nios pequeos puedan comple-jizar su mirada sobre el ambiente. En este proyecto, se trat de enriquecer los conocimientos sobre un con-texto que les resulta muy cotidiano, como es la escue-la. Para que este espacio fuera mbito de obtencin de nuevos aprendizajes se plantearon al grupo preguntas sencillas.

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    - Quines vienen a la escuela? Para qu? Por qu?

    Breves y repetidas fueron las respuestas.

    - Porque mi mam me trae.

    - Para aprender el nombre.

    - Para saber los nmeros.

    - Para contar.

    - A jugar.

    Teniendo en cuenta estos saberes, que eran interesantes para resignificar, se propuso a los chicos realizar una encuesta a los alumnos de una escuela primaria formulando las mismas pre-guntas. Visitaron los grados, conversaron con los alumnos, observaron trabajos, cuadernos y compartieron diferentes actividades. Registraron los comentarios para luego intercambiar ideas en la sala, evaluar lo observado y elaborar las siguientes conclusiones.

    - Venimos a la escuela para estudiar, aprender, jugar, leer, escribir, educar-nos, conocer amigos, aprender a com-partir, corregir errores, saber mucho.

    jo - Si estudiamos podremos ser doctores, t maestros, electricistas, locutores, % periodistas, dentistas, abogados, o mecnicos. Sabremos leer cuentos, O) i recetas, boletas, carteles, diarios, revis-c 2" tas, cartas, programas de cine. _o c B c

    O ' y Para indagar el ambiente, los alumnos

    aprenden algunos procedimientos, por

    ejemplo, elaborar encuestas, entrevistas, usar cuadros de comparacin, registros a travs de dibujos o, como en este caso, escuchar relatos de distintos infor-mantes. Las preguntas eran abiertas, las respuestas muy amplias.

    Fueron al jardn? Qu recuerdos guar-dan? Cmo eran las escuelas hace muchos aos? Cmo se vestan los alumnos? A qu jugaban? Qu cancio-nes cantaban? Qu trabajos hacan? Exista la Asociacin Cooperadora? Cmo se festejaban las fechas patrias?

    Se invit a toda la comunidad educativa a participar en la propuesta. Se recibi a padres y abuelos, se visitaron la sede del Jardn' y la direccin de primaria. Algunas familias enviaron cartas, las que se leye-ron diariamente en los intercambios. Todos colaboraron, con entusiasmo y emocin al recordar los aos de la niez.

    Pocas personas de las consultadas tuvieron oportunidad de concurrir al jar-dn. Recordaron que se usaba el guarda-polvo blanco para entrar y salir de la escuela, y uno a cuadritos para perma-necer en la sala. El material era indivi-dual y cada nene lo guardaba en su res-pectiva cajonera. No existan los rincones y las actividades eran siempre grupales. Slo una mam record la presencia de un rincn de teatro. Para el festejo de las fechas patrias se desti-naban muchos das de ensayo, se orga-nizaban varias representaciones y se actuaba con simpticos disfraces. Con-versamos sobre los juegos; el gato y el ratn, Martn Pescador, Pisa pisuela, las esquinitas, las rondas, todos incorpora-dos actualmente al juego diario. Los personajes de los cuentos eran casi

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    siempre prncipes y princesas. Se jugaba mucho con masa plstica para modelar. Los trabajos de la carpeta eran casi todos guales. Para la merienda servan mate cocido y leche chocolatada. Se invit a una abuela para que narrara "Caperucita Roja". Se llevaron a la prcti-ca algunas de las actividades que eran usuales en el Jardn: un plegado, un picado e iluminacin, un bordado. Armaron animalitos con corchos, escar-badientes, cascaras de nuez y plastilina.

    uas y orejas. En algunas escuelas, los nenes de primero inferior llevaban, los primeros das, una pizarrita y una tiza. Les hacan dibujar palotes y ms palo-tes, redondeles, espirales, montaitas hasta que por fin se aprenda la letra "a". Los tiles se llevaban en los portafo-lios, las cartucheras eran de cuero, tela, madera o lata. Se aprenda a hacer las cuentas con un contador. La goma se llevaba atada con un hilo para que no se perdiera.

    Sobre la escuela primaria recordaron el uso del guardapolvo con un moo en el cuello, a veces azul o con pintitas en el caso de las nenas, la corbata en los varones. Se observaron, en las fotos, el peinado con jopo y grandes moos en las trenzas o colitas. Se usaban zapatos, no zapatillas, que se llevaban bien lus-trados, estado que la maestra revisaba peridicamente, igual que el aseo de

    Al ao siguiente se comenzaba a escri-bir con tinta, claro que con lapiceras de pluma. Qu difcil! Haba que tener mucho cuidado de no mancharse el delantal. Los primeros tinteros eran de loza y se insertaban en los pupitres. En algunas escuelas la portera los llenaba con una botella, en otras con una pavi-ta. Qu suerte cuando aparecieron los tinteros nvolcables!

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    Cuando se escuchaba la campana (claro, no haba timbre), todos salan al recreo para saltar a la soga, jugar a la rayuela o a las figuritas. Estas ltimas haba que esconderlas en una de las tapas del cuaderno, y para ganar haba que adivinar en cul de las dos estaba. Qu alegra cuando aparecieron las de brillantina! Cuando finalizaba el recreo todos formaban la fila rpido.

    La vida en la ciudad era mucho ms cmoda. Los que vivan lejos podan viajar en tranva. Pero, qu sacrificio! caminar nueve kilmetros para llegar a la escuela rural. El grupo se qued per-plejo con el relato que nos hizo una mam sobre su infancia en el campo. Record levantarse muy temprano, ordear las vacas, dar de comer a los animales, cortar verduras en la quinta, ayudar a la mam en los quehaceres y concurrir a la escuela despus de almor-zar. Algunos nenes podan ir a caballo, pero en el caso de ella era imposible porque su familia era muy numerosa. Tanto inters despertaron estos comen-tarios que motiv a entrevistar a una ex-maestra rural. Las preguntas se superpo-nan, la curiosidad aumentaba. Ella cont que viajaba en sulky igual que mucha gente del lugar, y le era imposi-ble viajar diariamente a su casa, hacin-

    ^ dolo solamente los fines de semana. Record que eran tres maestras, conta-to

    > ban con la ayuda de las m a m a s que S preparaban la comida y lavaban los pla-

    tos, deban superar la falta de heladera, o. dar clase a la sombra de los rboles cuando haca calor, reciban de regalo

    chanchitos, huevos, tomates. A los chi-"8 eos les result fascinante el relato sobre S los recreos que transcurran al aire libre, los alumnos trepaban a los rboles,

    jugaban a la pelota y a las escondidas entre la arboleda. Enterneci una anc-dota que relataba que los alumnos haban encontrado un pichoncito en el pasto y lograron ubicar el nido de donde haba cado.

    Se habl de escuelas de provincias argentinas como Entre Ros, Misiones, Chaco, Chubut, Buenos Aires, y de pa-ses como Uruguay y Paraguay, con cos-tumbres similares. Se invit a una de las mamas coreanas que mejor hablaba castellano. Habl de jardines sumamen-te numerosos, donde la maestra no poda trabajar adecuadamente, de la existencia de los rincones iguales a los nuestros, del uso del guardapolvo de cuadrill de variados colores. Cont que las penitencias eran muy severas; se sola pegar con varitas en las manos y obligar a los nenes a arrodillarse con los brazos en alto para reflexionar, hasta arrepentirse del error cometido. Com-parti dulces canciones infantiles corea-nas y trajo de regalo un cuento traduci-do al castellano.

    Se observaron fotos, cuadernos, libros, carpetas, se recibieron lapiceras, plu-mas, portafolios, que se destinaron al rincn de dramatizaciones.

    La investigacin se llev en la escuela primaria. Las preguntas fueron:

    - Cmo es? La recorr ieron.

    - Quines trabajan? Dialogaron con autoridades, maes-tros, maestros especiales, auxiliares y preguntaron qu rol desempea-ban.

  • Qu es la Asociacin Cooperadora? Se invit a un miembro de sta para que comentara las funciones que cumple. Mostr obras realizadas y objetivos a cumplir durante al ao y junto con l recogieron la recauda-cin mensual por los grados.

    Quines trabajaron y estudiaron en nuestra escuela? Consultaron en el archivo. Observa-ron registros y lbumes fotogrficos de distintos acontecimientos impor-tantes. Se ubic a un ex-alumno,

    Osvaldo Potente, jugador de ftbol de Io divisin del club Boca Juniors.

    Cmo era la escuela hace muchos aos? Se visit la casa de una abuela veci-na, hermana de unos de los prime-ros ex-alumnos de la escuela, madre de dos hijos ex-alumnos y abuela de una alumna actual. Ella cont que el edificio est tal como se construy originalmente y que en la sala del grupo funcionaba "primero supe-rior". Record que era la nica cons-

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    truccin de la cuadra y que estaba rodeada de baldos, donde los chi-cos jugaban a la pelota al salir de la escuela. La calle era de tierra. En cada esquina cruzaba un arroyo y para acceder a ella haba que pasar por un puentecito. Del otro lado exista una quinta donde las mamas compraban verduras cuando acom-paaban a los nenes a la escuela. Pasaban por la puerta el panadero, el lechero que traa una vaca que ordeaba puerta a puerta, el vende-dor de pescado, el canastero y per-sonas a caballo o en carros.

    Muchos de estos datos tan interesantes para la investigacin resultaron novedo-sos para la comunidad escolar.

    Cmo sistematizar tanta informacin? Cmo cerrar este proyecto? Un libro! Para organizar la tarea, la divisin en grupos permiti que uno pudiera repre-sentar "para qu vamos a la escuela"; otros dos, las escuelas a las que concu-rrieron las familias, con referencias a las ancdotas, comentarios recibidos; un cuarto, nuestra escuela antes y la actual. Libro que socializaron y compartieron con toda la comunidad que particip y acompa a lo largo de la experiencia.

    Sintetizando, en el recorrido se indaga-ron el para qu de la esuela, la escuela de ayer y la de hoy. Reconocieron en ella un espacio social con aspectos que cambiaron con el paso del tiempo y algunos que permanecen. Se establecie-ron algunas relaciones entre las funcio-nes que cumple, y las necesidades y los intereses de las personas. Comenzaron a valorar y respetar formas de vida dife-rentes.

    Tal como dice Beatriz Goris (2006): "Indagar es trabajar con lo obvio, y leer-lo a la luz de una teora que nos permi-ta diseos didcticos que abren al nio, no slo por el hecho de ensearle a leer el ambiente, sino tambin por darle la oportunidad de asombrarse, capaci-dad que los adultos no deberamos per-der. No importa en dnde uno se encuentre, siempre hay informacin que permite enriquecer los conocimientos".

    NOTA

    1. Jardn de Infantes Nucleado "D" actualmente J.I.C N 5, D. E. 8o. Proyecto realizado en la Escuela 23, D. E. 8o de la Ciudad Autnoma de Buenos Aires.

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