recitaciones desde un púltpito profano. poesía y anarquismo en canelones (1905-1920)

30

Upload: mathias-iguiniz

Post on 21-Jul-2016

221 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

 

TRANSCRIPT

Page 1: Recitaciones desde un púltpito profano. Poesía y anarquismo en Canelones (1905-1920)
Page 2: Recitaciones desde un púltpito profano. Poesía y anarquismo en Canelones (1905-1920)

Diseño de tapa: Arri

Los textos que siguen formaron parte, originalmente, de la columna literaria La Palabra Soslayada, en portal La Fuente (http://www.lafuente.uy/).

Una noche estábamos en casa con un amigo tomando un vino. En un momento, decidimos salir a dar una vuelta por el pueblo (serían algo así como las 4 o 5 de la mañana y se venía una tormenta). Anduvimos por calles desoladas –las ramas de los plátanos de Calle Ancha se sacudían violentamente esa madrugada de diciembre-. De a ratos, un silencio compacto caía y se instalaba desde algún punto indeterminado de la noche. Al llegar a la semipeatonal que desemboca

Page 3: Recitaciones desde un púltpito profano. Poesía y anarquismo en Canelones (1905-1920)

en la plaza principal, nos encontramos con una serie de módulos dispuestos a lo largo de dos hileras a ambos lados de la calle angosta. Al avanzar en dirección a ellos, descubrimos que se trataba de seis mupis –concepto de mueble urbano- que enseñaban una foto y una breve reseña de diversas personalidades canarias destacadas en el campo de las artes. No había ningún anarquista.

De poetas, bohemios y revoltosos

Poesía y bohemia siempre han estado, de una forma u otra, vinculadas. La primera es, si se quiere, una desviación de los usos hegemónicos del lenguaje, una forma de liberar a este del carácter casi exclusivamente instrumental a que queda relegado en la sociedad moderna. La segunda también es una desviación, pero de las normas y convenciones que se nos imponen de manera vertical y horizontal a lo largo de todo el cuerpo social. En un caso y en el otro son formas de

Page 4: Recitaciones desde un púltpito profano. Poesía y anarquismo en Canelones (1905-1920)

resistencia, provocación o mero artilugio. Porque la poesía corre el riesgo de convertirse en propaganda o regodeo esteticista, la bohemia en impostura o anécdota.

Hacia los primeros doce o quince años del siglo pasado, en nuestra comarca cobran protagonismo individuos que, además de cultivar el oficio de la palabra poética, llevan una vida que no se ajusta a los modelos establecidos; personalidades que arremeten contra la Iglesia y, en no pocas ocasiones, abrazan los ideales libertarios del anarquismo teórico, recientemente atracados en el puerto capitalino. La causa de la emancipación popular, las intervenciones callejeras y los actos obreros, el amor libre, el desdén hacia el cura, el militar o el capitalista, son algunos de los rasgos que podríamos adscribirles a modo de generalidad. Quizá, el ejemplo paradigmático sea el de Leoncio Lasso de la Vega (Sevilla, 1862- Montevideo, 1915), que si bien no originario de tierras guadalupanas, supo morar en ella durante lapsos más o menos prolongados, trabando amistad con diversas figuras de la intelectualidad local.

Ahora bien, hacia la década del veinte las coordenadas socio-políticas empiezan a cambiar en el Canelones aldeano y, por tanto, las formas de expresión y los agentes sociales también. En el marco del pacto entre los partidos tradicionales y la consolidación del modelo democrático-liberal, los canales de expresión y de resistencia tienden a institucionalizarse, siendo asimilados al sistema todos los posibles emergentes que vayan en contra de la nueva axiología imperante.

En el espacio donde se despliegan las fuerzas de poder, se ha consolidado el corrimiento por el cual la Iglesia pierde influjo, de modo que el ardor y la vehemencia de los embates anticlericales de los primeros años deben moderarse. Han perdido, digámoslo así, funcionalidad. No es raro que, en este encuadre, el (otrora) poeta disidente devenga funcionario en alguna dependencia estatal. Y el poema con contenido social empiece a ser desplazado por una cierta preceptiva del «buen gusto».

Por estos años, la poesía y las actividades socio-culturales en general gravitan sobre las páginas de Delfos, una revista quincenal que congrega a la élite letrada de la comarca; en uno de sus primeros números (abril de 1923) un tal «Rajorabe» anuncia: «Delfos será algo así como un ánfora que guardará la expresión espiritual de este pueblo en un periodo de su vida». Allí también habrá espacio para concursos de belleza, chistes, necrológicas, crónicas de carnaval, entre otros. Asimismo, la economía libidinal del pueblo encontrará su reducto en el «Rincón Azul», un espacio (casi un vaticinio escritural del «chat») para el coqueteo y la galantería, donde hombres y mujeres buscarán a su «media naranja».

Page 5: Recitaciones desde un púltpito profano. Poesía y anarquismo en Canelones (1905-1920)

Pero esto no es todo. En los años veinte el Teatro Politeama refulge en actividades, siendo visto por el «espíritu» Delfos como “el dignísimo marco de cuanto social y culto tiene Canelones”; el público se reúne para ver la presentación de destacadas orquestas de (o, mejor, para) la época, homenajear a personalidades del ámbito local, disfrutar de una distinguida fiesta de disfraces, o, sencillamente, asistir a proyecciones cinematográficas. (1)

En diez años las cosas han cambiado bastante; el camino del civismo y la paz han afianzado la noción de ciudadanía. Los ardores revolucionarios ya no se ajustan a la nueva sensibilidad, al tiempo que los años de la bohemia se insertan en un momento epigonal. En un artículo tan altisonante como nostálgico publicado en Delfos y firmado por Manuel Benavente, se expresa:Bohemios (2):

«Se nos van los bohemios» oigo decir con frecuencia. Y tal afirmación me produce el mismo efecto que si oyera decir: «Se nos van los poetas, los artistas, los soñadores.»¡Bohemia, encantadora bohemia que alegras con tus locos cascabeles los tristes tugurios donde se refugia el ideal, corrido por el mercantilismo estúpido de la vida! ¡Bohemia! Tú evocas el desfile sentimental de una larga caravana de mártires en los que se confunden las siluetas de Jesús y de Verlaine!¡Hermana de los tristes, novia celeste de los parias sociales!No; tú no puedes morir…«Podrá no haber poetas, pero siempre habrá poesía.»No. Mientras haya poesía habrá poetas.Mientras exista nuestra lánguida señora Bohemia, habrá espíritus que la admiren, que la amen: existirán bohemios. Superficialmente te mueres, bohemia. Ya no hay melenas a lo Espronceda, ni rondas líricas al claro de la luna, ni ninguna de aquellas exteriorizaciones que tejían una leyenda en tu derredor….Pero vives, vives realmente, para no morir, en el corazón de todos los que sufren, aman y luchan…Y acaso no te encuentres mal en este lugar que nuestra época te ha dado, porque si has muerto para la vida vulgar, resucitas con mayores bríos en el corazón.

Por entonces, los principales representantes de la agitación local han desaparecido, y entre las páginas de Delfos se destaca la pluma de un solitario y melancólico Froilán Vázquez Ledesma (hijo), el «bohemio revolucionario». En poemas como el que daremos a transcribir a continuación, podemos visualizar el registro social de los años precedentes. Un capítulo se está cerrando…

Page 6: Recitaciones desde un púltpito profano. Poesía y anarquismo en Canelones (1905-1920)

La tísica (3):

La máquina funciona en la vivienda oscuraMovida por las manos y los pies de la obrera,Que encorvada y tosiendo labora en la costuraCual si una pieza inclusa de la máquina fuera.

Hay algo que a la obrera en su labor apuraY sus fiebres eleva, y en su desvelo impera:–Es el hombre en que piensa, que su mente torturaY a un recuerdo la tiene sumisa y prisionera.

Y al apurar el goce de su tarea proficua Los ojos de la obrera dilátanse al impulsoDe una tos asfixiante y un accionar convulso;–

Se detienen las ruedas de la máquina inicuaY el último reflejo de una vida sin suerteSe esfuma en un silencio de miseria y de muerte

Page 7: Recitaciones desde un púltpito profano. Poesía y anarquismo en Canelones (1905-1920)

ANEXO-

Algunos obituarios en Revista Delfos

ESMERALDA LAREAU (4) –

Hoy cumplen siete años que la muerte tronchó en plena primavera a esta prodigiosa poetiza que llevaba dentro el alma en una adorable trilogía, la miel de los panales rubios, la suprema bondad de las madres y la suavidad maravillosa de los nardos…

Delfos con unción extrema, arroja sobre su blanca tumba, las flores del recuerdo, en una gloriosa resurrección de pétalos.

(N. del A. – Esmeralda Lareau fue una joven poetisa y agitadora local, publicó el libro Corazón de novia. Vivió tan solo veintiún años y cultivó preponderantemente la temática social y amorosa. Fue, además, compañera del poeta Froilán Vázquez Ledesma (h), quien consagró muchos de sus versos al dolor que le causara su muerte prematura.)

* * *

LEONCIO LASSO DE LA VEGA (5) –

Page 8: Recitaciones desde un púltpito profano. Poesía y anarquismo en Canelones (1905-1920)

(EN EL ANIVERSARIO DE SU MUERTE) Porque un día abandonaste la bella y poética tierra andaluza, y con el alma llena de ensueños y esperanzas cruzaste

la inmensidad del Océano para anclar en el puerto seductor de estos países americanos, derramando á manos llenas tus bondades, tus alegrías y tus ideas de luz y redención; –por eso fuiste bueno.

Porque supiste amar á los hombres y á las mujeres poniendo al servicio de la gran causa de la emancipación popular, tu pluma valiente y tu clara inteligencia; por eso fuiste apóstol de la Verdad.

Porque supiste sufrir en silencio las penas que hicieron de tu corazón el alcázar de sus sombras, y tu vida se templó en las fraguas magníficas del dolor que enseña y purifica; por eso fuiste justo.

Porque estabas hecho de cielo y de barro, de sol y de tinieblas, y conocías todos los secretos de las auroras y las cumbres, y las manipulaciones del vicio; –por eso fuiste gigante del pensamiento y pingajo de la vida.

Porque predicaste con el ejemplo el amor libre y fundaste un hogar, y engendraste hijos, y era tu nodriza la desgracia y el alcohol tu hermano más noble y más sincero; –por eso fuiste Hombre.

Porque cantaste á las flores y á las mujeres, al dolor y al placer, á las ciencias y á las artes, á los niños y á los viejos, al espíritu y á la materia; –por eso fuiste poeta.

Porque anamatizaste á la presente sociedad engendradora de crímenes y de violencias, y blandías tu pluma como una espada, frente á los enemigos del pueblo, los curas, los militares, y los capitalistas; –por eso fuiste abanderado de la libertad.

Porque supiste abrir surcos profundos en la inculta mentalidad popular, extirpando de raíz el “cardo negro” de la ignorancia, y arrojabas en ellos las semillas sanas del amor, la paz, y la esperanza; por eso fuiste un sembrador de ideales.

Porque lloraste con los que sufrían, y lloraste con los que te odiaban, y llevabas siempre, en el goce ó en el sufrimiento, poniendo sobre la noche de tus íntimas angustias las frescas y lozanas flores de la alegría de la vida; –por eso fuiste todo un carácter.

Y por eso, porque fuiste hermano de Rafael Barrett, de Constancio Vigil y de Florencio Sánchez en el anhelo de la paz y la justicia de todos los pueblos de América, sin fronteras y sin odios patrioteros. –es que tu memoria alienta en nuestra vida de rebeldes luchadores, como un sol del estímulo en el Ideal y la Esperanza libertaria el hermoso porvenir redimido de la Humanidad triste y esclava del presente!

Froilán Vázquez Ledesma

Page 9: Recitaciones desde un púltpito profano. Poesía y anarquismo en Canelones (1905-1920)

Notas

1. El cine, por su fuerte poder proyectivo, es una novedad que funciona como vehículo de evasión de la monotonía provincial que acecha a los pobladores en su vida cotidiana; se trata de fomentar el buen gusto y la moral a diferencia de los excesos y el ocio.

2. Delfos. Revista Quincenal. AÑO I. Canelones, abril de 1923. Núm. 6

3. ---. AÑO III. Canelones, febrero de 1925. Núm. 50

4. ---. AÑO II. Canelones, agosto de 1924. Núm. 37

5. ---. AÑO III. Canelones, diciembre de 1925. Núm. 70

Froilán Vázquez Ledesma: el rebelde cautivo de las letras canarias

Page 10: Recitaciones desde un púltpito profano. Poesía y anarquismo en Canelones (1905-1920)

¿Ícaro(s) en Canelones?

Froilán Vázquez Ledesma (hijo) –también conocido como “Froilo”- fue un poeta, periodista y militante libertario de Villa de Guadalupe, hoy ciudad de Canelones. Nació el 24 de setiembre de 1882 en Sauce, y murió el 21 de setiembre de 1926 a los 43 años de edad. Fue autor, entre otros, de Flores del campo (1909), Desde la cárcel –Leyes y jueces (1915) y Mosaico (Montevideo: O. M. Bertani, Editor: 1919). Su padre, Don Froilán Vázquez Ledesma, fue un reconocido director de escuela, de marcada orientación vareliana, un “humilde obrero de la educación pública”, como él mismo expresara en alguna oportunidad.

El autor pertenece a una generación de jóvenes guadalupeños marcada por los enconos de las divisas y una experiencia vital radical: la Batalla de Masoller. A la vuelta de ésta, los esfuerzos de las clases dirigentes de la comarca estarán volcados a la consolidación del espíritu cívico, mediante la vigorización de las instituciones y el respeto de las urnas. Nuestro joven poeta no hará sino plegarse –al menos en un principio- a dicho proceso.

A partir de 1904, se desempeña como Secretario de Redacción en “La Idea Cívica”, periódico de afiliación colorada a cargo de Tomás Berreta. Finaliza su actividad allí junto con el propio diario, pero mientras que este último entiende que su función político-social ha finalizado con el ordenamiento democrático y el triunfo electoral erigido sobre el escenario de la paz, el poeta canario se embarca en un proceso de “radicalización”.

La vida de Froilán Vázquez Ledesma estará marcada por el compromiso social que, en más de una oportunidad, y en la medida en que el autor va haciendo manifiestas sus opiniones discordantes –que tienen lugar las más de las veces en el periódico “El Baluarte”- le conducirá a transitorios periodos de reclusión en la Cárcel de Canelones. Porque si al comienzo fue un ferviente defensor de la propuesta batllista, con el paso del tiempo adoptó una actitud crítica tenaz de arremetida contra la Iglesia y el sistema de partidos.

El lazo de amistad que lo une al poeta y activista Leoncio Lasso de la Vega es por demás influyente en este sentido. Sin mencionar el carácter de puente o puerta-al-mundo que el espíritu cosmopolita de este último supone a la atmósfera de la villa por aquellos tiempos.

Un primer momento del periplo de Vázquez Ledesma estaría marcado por el campo de batalla de Masoller (anacronismo “bárbaro”, si se lo mira en función del proyecto de “civilización” emergente). En segundo lugar, la

Page 11: Recitaciones desde un púltpito profano. Poesía y anarquismo en Canelones (1905-1920)

militancia civilista, cuyos imperativos fundamentales son los de la organización interna del Partido Colorado, la definición de sus autoridades. Por último, la etapa combativa.

Rebelión en la comarca

La poesía de Froilán mantiene a las claras el ardor filosófico-político con que fue escrita originalmente. Oscilante entre dandy a la europea y militante revolucionario, lo cierto es que nuestro poeta forma parte de una promoción de jóvenes sin precedentes en Canelones, que enarbola la bandera de la libertad como una de sus consignas principales. No debemos perder de vista que hacia finales del siglo XIX y las dos primeras décadas del siguiente, proliferaron en nuestro país tendencias que veían en las ideologías revolucionarias proveniente de Europa, la salida al escepticismo que amenazaba con dominar los centros intelectuales del momento. La imagen-autor Froilán Vázquez Ledesma en el ambiente de Canelones, enseña las marcas de una proximidad que lo identifica con tales tendencias.

Citemos, pues, a Walter Cigliuti, cuyo libro El batllismo de Canelones (Canelones, 1981) retrata algo de esta atmósfera:

Guadalupe fue escenario, en los primeros doce o quince años del siglo XX, de una ruda e intensa lucha contra la Iglesia católica, llevada adelante por los elementos liberales de la villa y también por los nuevos adictos al anarquismo teórico, casi recién llegado de sus centros de elaboración, especialmente italianos y españoles (p. 47)

Figuras como Roberto de las Carreras habían traído a la región, luego de su obligado paso por París, ciertas “maneras” –a menudo volcadas al terreno del “amor libre”- que bastaban para escandalizar/trastocar el statu-quo provincial de la gente de la época. Pero muchas veces la cosa no pasaba de un desajuste pasajero, un “chusmerío”. No es el caso a estudiar. Por estos pagos el ambiente se caldeaba por la paulatina pujanza de jóvenes con ansias de cambiar en el campo social.

Page 12: Recitaciones desde un púltpito profano. Poesía y anarquismo en Canelones (1905-1920)

SEGUNDA PARTE

Recitaciones desde un púlpito profano

Es sabido que el acto de decir algo conlleva siempre ciertos efectos en el otro. Y también es sabido que podemos decir algo con la intención de producir un efecto determinado en ese otro. Mientras que las dos primeras partes de Mosaico enseñan un lenguaje poético que se da vuelta sobre sí mismo, en la Tercera Parte se vislumbra una preocupación política y social. (Es difícil olvidar que muchas de las composiciones anticlericales del autor no se agotaron en el papel, sino que fueron, por ejemplo, recitadas sobre una tarima frente a la iglesia del pueblo a la hora de la salida de misa).

Se asume deliberadamente una voz comprometida e irreverente que arremete contra todo: la religión, la sociedad, la hipocresía de “la chusma servil”. ¿Dónde quedó la mujer inmaculada de la primera parte? Ahora solo hay espacio en su poesía para una escritura de la provocación, que coloca en el centro a la madre “pecadora” que da a luz el fruto de sus

Page 13: Recitaciones desde un púltpito profano. Poesía y anarquismo en Canelones (1905-1920)

amores adúlteros y que el yo lírico considera “santa”. O para el “rebelde cautivo” que coloca al final de su poema a modo de acotación paratextual: “Cárcel de Canelones”, entre otros. Se abre el juego poético a una multiplicidad de voces sociales disonantes que, hasta el momento, habían permanecido sepultadas por el discurso del poder.

Pero, justo es decirlo, una escritura de la provocación supone asimismo una delimitación precisa del lector implícito a quien se pretende provocar. En este sentido, el autor denota un conocimiento profundo de la gente de la comarca y de los resortes que se deben operar –a nivel estético y/o social- para suscitar en ellos el efecto buscado. Traigamos cierto episodio descripto por Cigliuti en el ya mencionado El batllismo de Canelones, ya que puede resultar ilustrativo para delinear la atmósfera de la época:

La prédica de Froilán es más incisiva y radical y sus conceptos llegan al centro de la sensibilidad atacada. Dice, por ejemplo, que el Teniente Cura es un pajarraco que viste a las mil maravillas el hábito de los cuervos y practica sólo en la imaginación, según dicen algunas malas lenguas, el voto de la castidad. (…) Agrega que esa persona, teniendo banca entre las mujeres ha hecho del confesionario una agencia de seducción, haciendo ademán de abrazar a una de las castas hijas de María (…) El Juez, en juicio iniciado por el damnificado, le ordena pagar $ 120.00 de indemnización y las costas del juicio y Froilo, para no pagar, se autodestierra en Buenos Aires. (p. 59)

Su compromiso rebasa al verso florido, encontrando por ejemplo en la prensa escrita resquicios para hacer patente sus denuncias. Sin el dejo aristocrático de muchos de los poetas de la época, que optaban por replegarse en paraísos artificiales hechos a medida como una manera de escapar al entorno “provincial” y “conservador”, Froilán Vázquez Ledesma encuentra en periódicos y manifestaciones callejeras –procedimiento que, por cierto, articula un curioso contacto con posturas de vanguardia- otro de tantos vehículos para enseñar sus propias ideas.

El cambio de foco experimentado por el autor reclama, del mismo modo, el uso de procedimientos inéditos hasta este momento en el libro. Y digamos que la inversión y la ironía son, en este sentido, invitadas de honor; todo se invierte-subvierte en la tercera parte de Mosaico: lo sagrado asume formas profanas, el loco dice las verdades que el mundo no quiere escuchar. Se provoca y sacude al habitante de la comarca, pero al mismo tiempo se desarticula cierto discurso hegemónico del poder impuesto como verdad absoluta.

Leoncio Lasso de la Vega: el Elegido

Page 14: Recitaciones desde un púltpito profano. Poesía y anarquismo en Canelones (1905-1920)

El poema que inaugura la Tercera Parte de Mosaico se da a llamar “Leoncio Lasso de la Vega”, y está dedicado, naturalmente, al amigo entrañable, al compañero de lucha.

. A través de la orquestación verbal, el yo lírico comienza queriendo evocar “En los amplios dominios del recuerdo

doliente” “la quijotesca figura del Maestro”, pero bastan dos palabras para que la mera evocación devenga osada provocación. Citemos la segunda estrofa: “Como Jesús, su verba castigó al prepotente/Y en el alma del bueno vertió luz de su astro; /Y fue su amor al pueblo tan grande, tan vehemente,/Que el pueblo en él hallaba, «de cada día el pan nuestro.»”

Un primer gesto significante tiene lugar con la polémica comparación Leoncio Lasso de la Vega-Jesús, nada hay menos arbitrario que dicha decisión estético-ideológica. Es que, todos lo sabían: Lasso de la Vega era ateo fervoroso. (Lo cual no quiere decir que renegara de las Sagradas Escrituras ni cosa parecida, de hecho en ellas radicaba uno de sus intereses fundamentales). Así lo presenta el escritor y periodista Alberto Lasplaces:

“No era uno de esos incrédulos ignorantes (…) sino un profundo conocedor de las cosas de la iglesia, de las que estaba perfectamente enterado por haber recibido una severa educación clerical en un hogar extremadamente católico y por haber dedicado gran parte de su vida al estudio detenido de los textos eclesiásticos.” (1)

Pero la avanzada no termina aquí, el intertexto con las Sagradas Escrituras (Mateo 6:11) articula una traslación semántica a partir de la cual se cifran definitivamente en la figura de Leoncio Lasso de la Vega, los atributos del “Elegido”. La composición enseña el estrecho lazo de amistad que unía a ambos poetas, solo de esta manera se puede leer la composición como lo que realmente es: una exaltación en clave militante. No olvidemos que ambos habían compartido, entre otros actos emblemáticos de la lucha obrera, el organizado en el Teatro Colón de Canelones por el “Centro Obrero” -en cuya Secretaría estaba Froilán- con motivo del presidio de Ángel Falco, en esa oportunidad Lasso fue conferencista (1907).

Lo cierto es que por esta primera composición -que sorprende al lector desprevenido por su cambio de tono- transitan algunos de los lineamientos generales que van a marcar la Tercera Parte de Mosaico. Mas, de orden es decirlo una vez más: esta actitud decididamente polémica y desafiante tiene mucho de la atmósfera de la época, que también tuvo otros exponentes interesantes como el ya mencionado Ángel Falco. Lo curioso en Froilán, es esa especie de “borramiento” de

Page 15: Recitaciones desde un púltpito profano. Poesía y anarquismo en Canelones (1905-1920)

que su figura parece haber sido objeto con el transcurso de los años, como si sus pies nunca hubieran pisado las calles de la comarca.

LEONCIO LASSO DE LA VEGA (2)En el segundo aniversario de su muerte

En los amplios dominios del recuerdo dolienteSurje la quijotesca figura del MaestroFuerte para la lucha; para el dolor, valiente,de corazón magnánimo y de espíritu diestro.

Como Jesús, su verba castigó al prepotenteY en el alma del bueno vertió luz de su estro;Y fué su amor al pueblo tan grande, tan vehemente,Que el pueblo en él hallaba, “de cada día el pan nuestro.”

Sobre su tumba humilde donde manos piadosasHan sembrado los rojos claveles que él amara,Parece que plegada en paz de hombres y cosasEstá el pendón sangriento que en su brazo flameara:-Cual si esperase en lides futuras y gloriosas¡Que otro viril Quijote sobre el mundo la alzara!

Page 16: Recitaciones desde un púltpito profano. Poesía y anarquismo en Canelones (1905-1920)

1. Lasplaces, Alberto. “El Montevideo de otros tiempos. Cómo conocí a Lasso de la Vega”. El Día (Año IX. Nº 414) del 22 dic. 1940.

TERCERA PARTE

The Froilo´s punk: “El cura”

En "El cura", el poeta cifra en el representante de la Iglesia el origen de todos los vicios: quien debiera ser ejemplo de bondad, caridad, es "pintado" a partir de los rasgos que le son simétricamente opuestos. La propia estructura paralela del poema deja entrever el carácter decidido de denuncia que asume la composición, así como su particular tono oratorio: una tríada de versos endecasílabos conformando una interrogación en la que se atribuyen al cura una serie de atributos negativos y un último verso-respuesta. Si no fuera por su semántica, la disposición del discurso bien podría recordarnos la liturgia del propio clérigo en plena interacción con su auditorio de fieles.

Dicha transposición del registro oral al escrito, revela la conciencia por parte del autor del carácter latente de intervención que reside en toda manifestación artística; el acto poético como un espacio de circulación en el que se entrecruzan múltiples modalidades y soportes de lectura. Y como cada modalidad de escritura prevé, asimismo, una enunciación desde, no hay quien al leer “El cura” pueda evitar sentirse recitando el poema desde su propio púlpito profano. La pragmática del mensaje habilita unos juegos y unas tensiones que provienen del traspaso de ambos códigos, del lenguaje transformado que deviene acto y viceversa.

La decisión técnico-estilística, su espacialidad, refleja la intención de colocar en el centro de la mira de la sociedad a la figura sacralizada, para, de esta forma, desacralizarla. El dedo acusador del poeta acierta una escritura provocadora mediante la inversión de los términos: desde una mirada otra es el cura quien encarna todos los vicios que la religión que profesa condena. Nuestro rebelde cautivo entiende que el lenguaje poético es un medio inigualable para disipar la opacidad de la realidad, de aquí que la necesidad de expresarse aparezca como un impulso poético-vital violento de compromiso con ésta.

El poeta sabe que está tocando donde duele, porque ya hacia fines del siglo XIX, como anota José Pedro Barrán en su Historia de la sensibilidad en el Uruguay (Montevideo: Ediciones de la Banda Oriental, 2009), la conducta moral de los

Page 17: Recitaciones desde un púltpito profano. Poesía y anarquismo en Canelones (1905-1920)

actores de la Iglesia estaba puesta en cuestión, lo que conlleva una actitud de reforma interna a nivel clerical. Las “Constituciones Diocesanas” (1896) dictadas por el Monseñor Mariano Soler suponen en este sentido un ejemplo claro: allí se establecían algunos parámetros en la conducta sacerdotal para evitar actos “erráticos”.

Subido en su improvisado púlpito profano, Froilán Vázquez Ledesma grita frente a la iglesia las verdades que ésta no quiere escuchar. Al final, Mosaico es eso: un espacio textual donde se entrecruzan los hilos de una lucha social amplia, cuyas principales fuerzas en puja se representan por el Estado y la Iglesia.

“Las pecadoras”: un canto a la vida

En “Las pecadoras” el procedimiento opera de forma simétricamente opuesta al caso anterior: la mujer “pecadora” –expresión irónica, por lo demás-, que da a luz un hijo por fuera del matrimonio, recibe los atributos positivos propios del discurso religioso. En estos términos se refiere a ella el yo lírico: “virgen”/“madre santa”/”mujer buena y virtuosa”/”más madre que ninguna”/”madres puras”. Pero, ¿qué hay detrás de este recurso? Por lo pronto, una aguda crítica a la sociedad que concibe la institución-matrimonio, como principio excluidor-legitimador del sentimiento amoroso. Hacia la década del veinte, Froilán Vázquez Ledesma hace una celebración del Amor y la maternidad más allá de los protocolos ceremoniales. De aquí que exprese: "¡Como si fuera criminal delito/El fruto madurar de hondos amores,/Y madre ser, sin acogerse al mito/Que a la farsa social presta favores!".

“Las pecadoras” es un auténtico canto a la vida. En medio de una cultura patriarcal, en que la mujer se concibe segregada en su rol de "esposa casta" y "madre sacrificada", reconocemos una voz que no reconoce más fronteras que su propia universalidad. Y si el espíritu de la época tiende a negar la expresión concreta de la sexualidad de la mujer –asociada a la noción devota de “tentación”-, ahí está el poeta para mostrar la otra cara de la cuestión: el fruto de la unión por fuera del matrimonio es el resultado de un gesto de amor tanto o más auténtico que el que transita por los carriles hegemónico-institucionales. En estos términos se pronuncia el poeta: "Y como a ti, a todas las mujeres/Que amen y madres sean; madres puras, /A quienes brindo luz de mis quereres/Y con quienes comparto desventuras!".

A la hora de establecer un posible antecedente de registro poético similar, esto es, que se deje conmover por los motivos de la injusticia social y el desamparo humano, podemos pensar en el romántico Adolfo Berro (Montevideo, 1819-1841): en sus composiciones otorga un espacio diferencial al oprimido –el mendigo, la ramera, entre otros-, quien hasta el momento no había tenido derecho a réplica. En “El ruego de la madre”, el joven poeta enseña la dramática historia de una madre que, dejándose llevar por los arrebatos pasionales, da a luz un hijo fruto de su unión por fuera del

Page 18: Recitaciones desde un púltpito profano. Poesía y anarquismo en Canelones (1905-1920)

matrimonio; en la capilla en que alguna vez abandonó a su hijo por no poder soportar los desprecios en un mundo sin clemencia, ruega ahora a la virgen tenga el bien de permitirle recuperarlo.

Ambos autores a su manera visibilizan lo “prohibido”, arrojan luz sobre lo “oscuro”. Froilán Vázquez Ledesma lo hace apropiándose del discurso contra el que pretende arremeter. Y allí está la clave para entender el efecto de provocación y, las más de las veces, escándalo que suscita en el pueblo. Una arremetida ideológica arriesgada de resonancias nietzscheanas, que ve su primera batalla a nivel del lenguaje-sacro: tomándolo demuestra su carácter mundano, la posibilidad de manipularlo a gusto según los intereses de turno.

EL CURA

¿Quién es el que a la vida desconciertaY de crimen é infamia se saturaEn negra noche del error, incierta? El cura.

¿Quién es el vil malvado que camina

Page 19: Recitaciones desde un púltpito profano. Poesía y anarquismo en Canelones (1905-1920)

Por la senda del mal y la impostura,Y a las conciencias débiles domina? El cura.

Quién es el que amortaja impunemente Del humano existir toda ventura,Y seca, del Amor, la pura frente? El cura.

¿Quién es el anfitrión que en vil orgíaEl vino de abyección, cínico apura En el caliz de aguda hipocresía? El cura.

¿Quién es la hiena repugnante, artera, Que dentro de la inmensa sepulturaDe sus muertos morales, sucia impera? El cura.

¿Quién es el enemigo de la vida,Del amor, del placer y la ternura,Del hogar que el cariño consolida? El cura.

¿Quién es el que por oro se pervierte,Y vende a dios y ultraja la Natura,Y ante el altar sus impurezas vierte? El cura.

¿Quién es el que en la red de sus homilias Como una araña negra, el mal procura,Robando paz y honor a las familias?

Page 20: Recitaciones desde un púltpito profano. Poesía y anarquismo en Canelones (1905-1920)

El cura.

¿Quién es el enemigo del trabajo Que enaltece a la humana criatura,Y de ajeno sudor vive a destajo? El cura.

¿Quién es, en fin, el que en alma tiene La eternidad de canallesca hartura,Nubla el progreso y la verdad detiene? El cura. F.V.L.

LAS PECADORAS A una madre amorosa

Una mujer amó, y amó tan fuerteQue un sol su entraña fue; -surco fecundo,Donde la Vida germinó en la Muerte,Y un chiquitín hermoso vino al mundo.

Y la virgen fué madre cariñosa; -Tan cariñosa, que hizo una cadenaDe su maternidad, que se desposaCon la crueldad de inacabable pena.

La Sociedad no recibió a la madreEn el collar de sus abiertos brazos; -Y maldijo a la Impura, al hijo, al padre,

Page 21: Recitaciones desde un púltpito profano. Poesía y anarquismo en Canelones (1905-1920)

Y al mismo Amor que les ató en sus lazos.

Venerada no fué la madre santaQue no pidió permiso al juez ni al curaPara amar sin falsía... Audacia tantaNo halló humano perdón, piedad, ternura!

¡Como si fuera criminal delitoEl fruto madurar de hondos amores,Y madre ser, sin acogerse al mitoQue a la farsa social presta favores!...............................................................No llores más, mujer buena y virtuosa, Más madre que ninguna; -venerable,Tanto cual la que siéntese orgullosaDe ser esclava del prejucio. -Que hable

Toda tu vida la materna ilíadaEn que el trofeo de tu afán, fue el hijo,Que la egoísta estirpe encanalladaSólo por miedo y por maldad maldijo.

No quiero que estés triste, madre santa,Que sufro cual si fueras madre mía;-Madre de todos los humanos... ¡Tanta Es hacia ti mi tierna simpatía!

Yérguete en las montañas del orgullo Altiva y fuerte, que la Edad Futura Ha de ofrendarte su amoroso arrullo Como a su más preclara Criatura.

Page 22: Recitaciones desde un púltpito profano. Poesía y anarquismo en Canelones (1905-1920)

Y como a ti, a todas las mujeresQue amen y madres sean; madres puras,A quienes brindo luz de mis quereres Y con quienes comparto desventuras!F.V.L

OTROS POEMAS

ENTRE DOS FUEGOS

Yo tengo, cuando lucho, las furias tormentosasDe mis odios altivos y mis rabias candentes:Los rayos de la idea se quiebran imponentesSobre las multitudes, de libertad ansiosas.

Yo tengo, cuando amo, las flores más hermosasDe régias primaveras de pasiones ardientes:Ojos de mil mujeres se encienden elocuentesSobre mis esperanzas de realidad deseosas.

Yo soy como un planeta que gira entre dos polosQue son la intensa vida de una locura extremaQue en la lucha se impone, y en el amor se quema:

Mis dos temperamentos jamás se agitan solos:

Page 23: Recitaciones desde un púltpito profano. Poesía y anarquismo en Canelones (1905-1920)

¡Porque en toda pelea es la mujer mi emblemaY en todo amor, la lucha es mi ambición suprema!F.V.L.LA FIERAOh, mi pequeña celda de rebelde cautivo:¡Eres jaula de hierro en que rizo mis penas,En que templo mis iras, y mis odios avivoMás duros y más fuertes que mis mismas cadenas!

Así como la fiera que se muestra sumisa,Al domar esconde el filo de su garra,Mi indignación se muestra en forma de sonrisaOcultando los bríos del puñal que desgarra.

La Ley es una jaula; el prisionero es fiera;Y el domador valiente quien sus celos provoca:Si el domador acusa un descuido cualquieraLa fiera lo deshace con furia cruel y loca.Oh, mi pequeña celda de rebelde cautivo!Eres como una jaula en que fiera me siento:

Page 24: Recitaciones desde un púltpito profano. Poesía y anarquismo en Canelones (1905-1920)

En ser libre algún día, siempre pensando vivoY al domador dar muerte, de venganza sediento! Cárcel de Canelones.F.V.L.