raúl gálvez, poemas visuales
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Poesía visual de Raúl Gálvez.TRANSCRIPT
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Raúl Gálvez. Nace a Redovan (Alicante) el 1969. Licenciado en Bellas
Artes. Artista postal, está presente en cantidad de exposiciones internacionales. Ha organizado convocatorias de mail-art a Chiva (Valencia), Guardamar (Alicante), Paiporta (Valencia) y Alcalá de Chivert (Castellón). Fue miembro de ANCA (Asociación de Nuevos Comportamientos Artísticos). Poeta y artista interdisciplinar, practica esporádicamente la performance, la instalación, la pintura, la edición independiente... Y más habitualmente la creación gráfica con poemas visuales o la poesía objeto. Organizador del encuentro de performances e instalaciones “2 minutos por la guerra” en mayo de 2008.
Naix a Redovan (Alacant) el 1969. Llicenciat en Belles Arts. Artista postal, està
present en quantitat d'exposicions internacionals en Itàlia, Portugal, França, Uruguay, USA, Alemània, Japó, etc. Ha organitzat convocatòries de mail-art a Chiva (València), Guardamar (Alacant), Paiporta (València) i Alcalá de Xivert (Castelló). Va ser membre d'ANCA (Associació de Nous Comportaments Artístics). Poeta i artista interdisciplinar, practica esporàdicament la performance, la instal·lació, el land-art... I més habitualment la creació gràfica amb poemes visuals o la poesia objecte. Organitzador de la trobada de performances i instal·lacions “2 minuts per la guerra”.
Para mí la Poesía visual es una forma de ver. Una forma de ver influenciada por diversos factores:
Ideas: después de todo, es una combinación de imágenes para realizar una composición, en esta combinación hablaríamos de la imaginación como factor combinativo, algo que todo el mundo puede hacer para crear físicamente el objeto artístico. Dalí utilizaba los momentos de semi-inconsciencia en el inicio o final del sueño. Sin querer compararme, utilizo muchas veces los momentos de insomnio...
Iconicidad: la simplificación de formas ayuda a la identificación de ideas y su comprensión.
Semejanza: es una faceta artística más, como podría ser la escultura o la pintura, pero con la ventaja de la facilidad i la inmediatez en la realización.
Cotidianeidad: es inevitable verse influenciado por los medios, por el contacto social, por el entorno... Así, es fácil ver semejanza también entre poemas visuales de diferentes autores...
Recursos literarios: todos los recursos literarios pueden utilizarse con imágenes: la metáfora, la metonimia, la personificación, la hipérbole, la ironía, la repetición, la metátesis... pueden ser los que más utilizo de manera espontánea.
Lógica matemática: sumar, multiplicar... Francisco Aliseda y Rodolfo Franco ya reflexionaban hace años sobre esta cuestión que se repite en infinidad de obras...
Compromiso social, estética y egocentrismo: tres factores en pugna.
Antecedentes (históricos?): no sólo los antecedentes como Brossa o Bartolomé Ferrando, sino también toda la poesía y prosa, los recursos como la métrica o la alusión a obras de arte. Vicente Huidobro, Gómez de la Serna, Miguel Hernández, Jean Arp, Yoko Ono,...y Antonio Gómez, Antonio Orihuela, Josep Sou,...
Dichos, prejuicios, estereotipos y refranes: por último, es una fuente inagotable de imágenes irónicas que pasan desapercibidas.
raúl gálvez
obra visual:
poema “poema visual”
raúl gálvez
poema “sense títol”
raúl gálvez
Poema “Brossians II”
Poema “Somos lo que comemos”
Poema “Taula de commutació genètica”
Poema “Revisió de Maslow”
Poema “Proposta intervencionista”
Poema “Rellotges I”
Poema “Rellotges II”
Poema “Rellotges III: Alzheimer”
Poema “Rellotges VIII”
Poema “Sense títol”
Poema “Sense títol”
Poema de la sèrie “Caps descapotats”
Poema “Malformació viril”
Poema “Miguel Hernández I”
Poema “Col·lecció d’art postal”
Poema “Mig home”
Poema “Columna vertebral”
Poema “La caixa toràcica és una gàbia...”
Poema “Donde no hay cabeza todo son pies”
Poema “Titelles II”
Poema “L’aigua que bevem”
Poema “Amor encapsulat”
Poema “Cullera animada”
Poema “Miguel Hernández II”
Poema “De Anna”
Poema “Els ossos del cor”
Poema “Revisió de Goya I”
Poema “Liberty sotmetedera”
Poema “Maneken I”
Poema “Èxtasi II”
Poema “Baralles remenades III”
Poema “Baralles remenades II”
Poema “Sueñe, somnie”
Poema “Per la carretera I”
Poema “Ments privilegiades”
Poema “En el país de los calvos el rey lleva peluquín”
Poema “Fonètica”
Poema “Comunicant amb nocturnitat”
Poema “Sense títol”
Poema “Poder dels mitjans I”
Poema “Sense títol”
Poema “Sense títol”
Poema “Les mutacions del caragol III”
Poema “Les mutacions del caragol IV”
Poema “Digestió”
Poema “Brossians I”
Poema “Els ulls dels arbres”
Poema “Revisió de Gericault”
Poema “Edificis pels núvols”
Poema “Cessió de poders”
Poema “vides diferents”
Poema “Nadal consumista”
Poesía visual: El sentido concentrado (con holgura)
Lo que sigue es un ensayo a propósito de un tema amplio:
la poesía visual. Ensayo personal que tiene tentativa de
aproximación desde una óptica que no es la del poeta
visual, sino desde otra sensibilidad también
pluridisciplinar1. Dicho esto, quiero destacar en primer
lugar que la poesía visual y el suyo entorno a propuestas
experimentales sensibilizan aspectos de nuestra
percepción y entendimiento al cual otras formas artísticas
no excitan, en parte gracias a la concentración de escasos
elementos muy significantes en el espacio y en el tiempo.
Una concentración y un sentido que permanece cuando
tantos otros mensajes discursivos a los cuales estamos
acostumbrados tienden a disolverse cuando se acaban de
recurrir.
A continuación visitaremos estos parámetros básicos, que
siempre afectan en todo lo que adquiere una cierta
materialidad: el tiempo -que es; el espacio -donde está; el
sentido - que da la razón de ser.
A PROPÓSITO DEL TIEMPO. Elogio a la brevedad.
Todo lo que se crea comporta una ineludible dimensión
temporal: un tiempo de gestación, un tiempo de
alumbramiento, también un tiempo de relación -el cual
utilizan los que la perciben, los que la degustan- y su
tiempo de vida, que tiene que ver no sólo con la
dimensión de existencia, sino también con su intensidad.
En todos estos aspectos la poesía visual opta por un
tiempo comprimido, próximo a la idea del instante,
rozando el instante. Y esta característica llega a ser un
factor determinante de su personalidad poética.
Difícil es indagar en la dimensión que se concibe, pero la
poesía visual no parece alguna cosa fruto de una
gestación lenta, sino más bien de una iluminación
repentina: la idea que, de no ser, pasa a ser una imagen
mental con plena definición de sentido, con la
personalidad bien asentada, sin nieblas, ansiosa por
acceder a su conformación física. Ideas que tal vez surgen
-como toda la iluminación- no del esfuerzo, de una
determinada manera de habitar nuestro cuerpo y nuestra
mente, de otra manera de mirar el mundo.
También es breve el tiempo de su conformación: la
potencia expresiva de la poesía visual depende tanto de
la rotundidad de la idea como de la sencillez de una
puesta en escena. Sin apoyar en virtuosismos artesanales
que no le son propios, sin que la materia -entiéndase
tipografía, espacio, imagen ... - pretenda ser otra cosa
que un vehículo semánticamente claro que facilite la
comunicación. Ni una "floritura" gráfica innecesaria: todo
es tensión entre el vacío y la materialización del
significado, pero no hay materia autoexpresiva ni tiempo
diletante. En cualquier caso, el tiempo utilizado en su
factura no es el esencial, su cuantía no es un factor de
artisticidad. No se trata de poesía bordada ni talla en
marfil.
Finalmente el tiempo -su brevedad- es vital en la
compresión, o mejor dicho, vivencia, de la poesía visual.
El sentido no se desgrana progresivamente en un lento
recorrido por la obra, como en el cine o en una pieza de
teatro convencional y ni siquiera necesita un dilatado
tiempo de contemplación como requiere un dibujo
japonés. La comprensión, en la poesía visual -como en un
Koan Zen-, es un salto, rotundo, lleno, sin vuelta. O se
entra o no se entra. No es un proceso de la razón, es una
comprensión global en la cual participan todos los
sentidos, el racional y el irracional. Sólo la potencia del
impacto -potente por sutil o potente por drástico-
confiere sentido a una poesía del instante. Un tiempo que
es breve en la comunicación pero que no se resuelve
inmediatamente como un acertijo que es adivinado. En la
buena poesía visual, el sentido no decrece en posteriores
revisiones. Trasciende, por lo tanto, la simple
comprensión inicial.
Los tres tiempos hablan de una filosofía y una estética de
la brevedad. Un tiempo comprimido que no obstante no
es de trato fácil. Lo breve no se deja forzar, no puede ser
premeditado. Tiene que surgir naturalmente así.
A PROPÓSITO DEL ESPACIO Y SU CONTENIDO.
Reivindicación del justo y necesario.
Procede detenernos en la idea del espacio y la economía
de elementos. No obstante no se trata de reanudar el
concepto de minimalismo según fue acuñado en otros
tiempos y para otras disciplinas. No encontramos
explícitamente en poesía visual una reivindicación del
mínimo como afirmación estética, como mensaje. Se
trata más bien de utilizar el estrictamente necesario para,
cómo decíamos, comunicar con claridad; encontramos el
material icónico y conceptual justo, sin caerse en las
tentaciones de la decoración formalista o el "florilegio"
conceptual. No obstante lo que hay -el que
irrenunciablemente tiene que haber- está estudiado
hasta su último detalle. Se trata de una fusión absoluta
entre todos los elementos: el vacío, los iconos, las
palabras, la textura del papel ... todo es material
significante, todo es espacio y contenido al mismo
tiempo, los elementos no sólo están en el espacio sino
que son también espacio en sí mismo. Visualmente
parlante -y en poesía visual es el adecuado- se trata de
uno indivisible y complejo, complejo por su extrema
sencillez.
Todo influye en el sentido, por eso la materia tiene una
conformación específica, la adecuada para mejor
expresar: se estudia la tipografía y su grosor, la intensidad
de la tinta, el tamaño de los elementos con respecto a la
página, su ubicación, la dosificación o aislamiento, su
composición y textura ... Existe un absoluto cuidado en la
concepción global, visual de la obra. La potencia estira en
la relación de cada elemento con los otros y con el
contrapunto del vacío. En este sentido, solemos apreciar
una drástica reducción en su número: pocos elementos y
máximamente significantes, una conocida estrategia de
atracción visual. Son ideas con la materia mínima para
hacerse sensibles a los ojos, al tacto, en el consciente y al
subconsciente, sin ningún exceso de conformación,
próximas, incluso, a una cierta "ascesis".
A PROPÓSITO DEL SENTIDO. Una semilla que explota.
La poesía visual tiende a huir de toda ambigüedad, pero
sobre todo de la ambigüedad significante. Mucho | muy
al contrario de la estética de la indefinición tan enaltecida
en la pasada década posmoderna -caracterizado por la
debilidad de las ideas y una cripticitat manifiesta-, la
poesía visual desencadena una comprensión
unidireccional, una "caída" en el sentido, sin rasgos de
ambigüedad. Cómo decíamos, para atravesar nuestras
capas más superficiales de racionalidad, el sentido diez
penetrar en nuestro cerebro de golpe, con un ángulo
adecuado, decisivo: penetra por un punto burlándose las
defensas de la lógica, para después extenderse en
abanico -como una "bomba de colgante" - sembrando de
ángulos distintos nuestra visión, nuestra compresió
cotidiana. Pero para penetrar, la comprensión tiene que
ser clara, no así predecible su efecto. El sentido
delimitado no implica una percepción uniforme; un
significado tan definido como inesperado tiende a forzar
los límites de la comprensión y amplía la experiencia de lo
que visualiza el poema.
Encontramos un deseo explícito de cuestionar la
percepción de las cosas y dilatar -o dinamitar- las
fronteras del lenguaje, cuestionando la ortodoxia de una
comunicación normativizada por pautas culturales. Y en
este sentido cabe establecer una cierta relación con el
surrealismo por lo que implica de ruptura con la
experiencia lógica del discurso, de la imagen y su
comprensión. Pero en última instancia no hay
automatismos ni aleatoriedad: el sentido está
perfectamente controlado desde el inicio hasta su última
materialización, controlado al milímetro.
Por otra parte, sería una simplificación pretender estudiar
la poesía visual sólo en términos de experimentación
retórica y lingüística. Como limitador sería aproximarnos
a alguna cosa aparentemente tan sencillo como el Haikú
japonés sólo desde el lenguaje, obviando su dimensión
metafísica. La poesía visual -la mejor poesía visual- no se
puede reducir a un simple juego de palabras e iconos, o a
un simple acertijo en las fronteras de la lógica de la
comprensión. Es cierto que en la poesía visual hay una
pedagogía de los efectos de sentido - no podemos olvidar
al maestro Brossa y a sus numerosos seguidores, no
siempre a la altura-, pero su alcance sobrepasa
sobradamente la simple puesta en escena de recursos
retóricos. De la sutileza a la obviedad hay un paso, pero
esta distancia -su preservación- es la clave de la calidad.
Otro punto sobre el cual insistir es la imposibilidad de una
división efectiva entre palabra e imagen, igual que,
decíamos, no se puede separar espacio y contenido.
Siguiendo a Lamberto Pignotti: La poesía visiva no es ni
una pintura con palabras, ni una poesía con figuras2. La
palabra es -sobre todo en poesía visual- conformación
tipográfica específica y signo en el espacio, por lo tanto
imagen, caligrama. No cabe pues enfrentar palabra e
imagen sólo desde un punto de vista de anclaje
significante, limitador de polisemia. Todo es imagen y
todo es sentido, una misma imagen compuesta por
iconos y palabras cuya especificidad depende,
precisamente, de su mestizaje.
Cabe también resaltar la gratuidad de su sentido: no hay
una estética premeditada, no hay mensaje ideológico
explícito, sólo el deseo de ampliar la mente, dilatar el
posible, sugerir otra sensibilidad, otra mirada. Se trata de
propuestas que inciden globalmente en los usos
culturales y sus contracepciones artísticas -que no por eso
necesariamente sólo lúdicas-:intervenir levemente sobre
el lenguaje, el mundo, los mecanismos culturales de
comprensión e ir cuestionando su lógica. Finalmente, hay
una cierta gratuidad en su propia razón de ser, esta
gratuidad propia de las palabras en libertad, que facilita la
ausencia de convenciones, de unidireccionalidad, de
estilismos ... Recogiendo lo mejor de la sorpresa, en lo
que tiene de ruptura de la monotonía, de despertar a la
vida, a su disfrute. Y sin buscar una espectacularidad
excesiva, más bien optando por un discurso de la
brevedad y la sutileza, cultivando un territorio
intermedio, el del lenguaje, de lo que es ni el mundo
exterior ni el interior. La poesía visual trabaja
precisamente sobre el vínculo entre el hombre y todo el
otros, limpiando de convenciones el "parabrisas" de
nuestra mirada cotidiana.
José L. Albelda
Banda Aparte, formas de ver nº3
Octubre 1995
D.L.: V-3034-1994.
1. Una completa visión de distintas formas de poesía experimental se puede encontrar en el catálogo: Poesía experimental
ahora. Diputación de Valencia, Sala Parpalló, Valencia, 1982. Muy recomendable, asimismo, el amplio ensayo sobre poesía
visual de Bartolomé Ferrando: Hacia una "poesía" del Hacer, Cima, 11-12, Valencia, 1981, pp. 81-86
2. Poesía experimental ahora. Op. Cit. P.81.
Poesia visual: El sentit concentrat (amb folgança)
El que segueix és un assaig a propòsit d'un tema ampli: la
poesia visual. Assaig personal que té temptativa
d'aproximació des d'una òptica que no és la del poeta
visual, sinó des d'altra sensibilitat també pluridisciplinar1.
Dit això, vull destacar en primer lloc que la poesia visual i
el seu entorn de propostes experimentals sensibilitzen
aspectes de la nostra percepció i enteniment que altres
formes artístiques no exciten, en part gràcies a la
concentració d'escassos elements molt significants en
l'espai i en el temps. Una concentració i un sentit que
roman quan tants altres missatges discursius als quals
estem acostumats tendeixen a dissoldre's quan s'acaben
de recórrer.
A continuació visitarem aquests paràmetres bàsics, que
sempre afecten a tot el que adquireix una certa
materialitat: el temps -que s'és-; l'espai -on s’està-; el
sentit - que dóna la raó de ser.
A PROPÒSIT DEL TEMPS. Elogi a la brevetat.
Tot el que es cregui comporta una ineludible dimensió
temporal: un temps de gestació, un temps
d'enllumenament, també un temps de relació -el qual
empren els que la perceben, els que la degusten- i el seu
temps de vida, que té a veure no només amb la dimensió
d'existència, sinó també amb la seva intensitat. En tots
aquests aspectes la poesia visual opta per un temps
comprimit, proper a la idea de l'instant, fregant l'instant. I
aquesta característica arriba a ser un factor determinant
de la seva personalitat poètica.
Difícil és indagar en la dimensió que es concep, però la
poesia visual no sembla alguna cosa fruit d'una gestació
lenta, sinó més aviat d'una il·luminació sobtada: la idea
que, de no ser, passa a ser una imatge mental amb plena
definició de sentit, amb la personalitat ben assentada,
sense boires, ansiosa per accedir a la seva conformació
física. Idees que tal vegada sorgeixen -com tota la
il·luminació- no de l'esforç, d'una determinada manera
d'habitar el nostre cos i la nostra ment, d'altra manera de
mirar el món.
També és breu el temps de la seva conformació: la
potència expressiva de la poesia visual depèn tant de la
rotunditat de la idea com de la senzillesa d'una posada en
escena. Sense recolzar-se en virtuosismes artesanals que
no li són propis, sense que la matèria -entengui's
tipografia, espai, imatge...- pretengui ser altra cosa que
un vehicle semànticament clar que faciliti la comunicació.
Ni una "floritura" gràfica innecessària: tot és tensió entre
la buidor i la materialització del significat, però no hi ha
matèria autoexpressiva ni temps diletant. En qualsevol
cas, el temps emprat en la seva factura no és l'essencial,
la seva quantia no és un factor de artisticitat. No es tracta
de poesia brodada ni tallada en màrfil.
Finalment el temps -la seva brevetat- és vital en la
compresió, o millor dit, vivència, de la poesia visual. El
sentit no es desgrana progressivament en un lent
recorregut per l'obra, com en el cinema o en una peça de
teatre convencional i ni tan sols necessita un dilatat
temps de contemplació com requereix un dibuix japonès.
La comprensió, en la poesia visual -com en un Koan Zen-,
és un salt, rotund, ple, sense tornada. O s'entra o no
s'entra. No és un procés de la raó, és una comprensió
global en la qual participen tots els sentits, el racional i
l'irracional. Només la potència de l'impacte -potent per
subtil o potent per dràstic- confereix sentit a una poesia
de l'instant. Un temps que és breu en la comunicació però
que no es resol immediatament com una endevinalla que
és endevinada. En la bona poesia visual, el sentit no
decreix en posteriors revisions. Transcendeix, per tant, la
simple comprensió inicial.
Els tres temps parlen d'una filosofia i una estètica de la
brevetat. Un temps comprimit que no obstant això no és
de tracte fàcil. El breu no es deixa forçar, no pot ser
premeditat. Ha de sorgir naturalment així.
A PROPÒSIT DE L'ESPAI I EL SEU CONTINGUT.
Reivindicació del just i necessari.
Procedeix detenir-nos en la idea de l'espai i l'economia
d'elements. No obstant això no es tracta de reprendre el
concepte de minimalisme segons va ser encunyat en altre
temps i per a altres disciplines. No vam trobar
explícitament en poesia visual una reivindicació del mínim
com afirmació estètica, com missatge. Es tracta més aviat
d'utilitzar l'estrictament necessari per a, com dèiem,
comunicar amb claredat; trobem el material icònic i
conceptual just, sense caure en les temptacions de la
decoració formalista o el "florilegi" conceptual. No
obstant això el que hi ha -el que irrenunciablement ha
d'haver- està estudiat fins el seu últim detall. Es tracta
d'una fusió absoluta entre tots els elements: la buidor, les
icones, les paraules, la textura del paper... tot és material
significant, tot és espai i contingut alhora, els elements no
només estan en l'espai sinó que són també espai en si
mateixos. Visualment parlant -i en poesia visual és
l'adequat- es tracta d'un tot indivisible i complex,
complex per la seva extrema senzillesa.
Tot influeix en el sentit, per això la matèria té una
conformació específica, l'adequada per a millor expressar:
s'estudia la tipografia i el seu grossor, la intensitat de la
tinta, la grandària dels elements pel que fa a la pàgina, la
seva ubicació, el dosatge o aïllament, la seva composició i
textura... Existeix un absolut cuidat en la concepció global
, visual de l'obra. La potència estreba en la relació de cada
element amb els altres i amb el contrapunt de la buidor.
En aquest sentit, solem apreciar una dràstica reducció en
el seu numero: pocs elements i màximament significants,
una coneguda estratègia d'atracció visual. Són idees amb
la matèria mínima per a fer-se sensibles als ulls, al tacte,
al conscient i al subconscient, sense cap excés de
conformació, properes, fins i tot, a una certa "ascesi".
A PROPÒSIT DEL SENTIT. Una llavor que explota.
La poesia visual tendeix a fugir de tota ambigüitat, però
sobretot de l'ambigüitat significant. Molt al contrari de
l'estètica de la indefinició tan enaltida en la passada
dècada posmoderna -caracteritzada per la debilitat de les
idees i una cripticitat manifesta-, la poesia visual
desencadena una comprensió unidireccional, una
"caiguda" en el sentit, sense rasgos d'ambigüitat. Com
dèiem, per a travessar les nostres capes més superficials
de racionalitat, el sentit deu penetrar en el nostre cervell
de cop, amb un angle adequat, decisiu: penetra per un
punt burlant les defenses de la lògica, per a després
estendre's en ventall -com una "bomba de penjoll"-
sembrant d'angles distints la nostra visió, la nostra
compresió quotidiana. Però per a penetrar, la comprensió
ha de ser clara, no així predecible el seu efecte. El sentit
delimitat no implica una percepció uniforme; un significat
tan definit com inesperat tendeix a forçar els límits de la
comprensió i amplia l'experiència del que visualitza el
poema.
Trobem un desig explícit de qüestionar la percepció de les
coses i dilatar -o dinamitar- les fronteres del llenguatge,
qüestionant l'ortodòxia d'una comunicació
normativitzada per pautes culturals. I en aquest sentit cap
establir una certa relació amb el surrealisme pel que
implica de ruptura amb l'experiència lògica del discurs, de
la imatge i la seva comprensió. Però en última instància
no hi ha automatismes ni aleatorietat: el sentit està
perfectament controlat des de l'inici fins la seva última
materialització, controlat al mil·límetre.
Per altra banda, seria una simplificació pretendre estudiar
la poesia visual només en termes d'experimentació
retòrica i lingüística. Com limitador seria aproximar-nos a
alguna cosa aparentment tan senzill com el Haikú japonès
només des del llenguatge, obviant la seva dimensió
metafísica. La poesia visual -la millor poesia visual- no es
pot reduir a un simple joc de paraules i icones, o a una
simple endevinalla en les fronteres de la lògica de la
comprensió. És cert que en la poesia visual hi ha una
pedagogia dels efectes de sentit - no podem oblidar al
mestre Brossa i als seus nombrosos seguidors, no sempre
a l'altura-, però el seu abast sobrepassa àmpliament la
simple posada en escena de recursos retòrics. De la
subtilesa a la obvietat hi ha un pas, però aquesta
distància -la seva preservació- és la clau de la qualitat.
Altre punt sobre el qual insistir és la impossibilitat d'una
divisió efectiva entre paraula i imatge, igual que, dèiem,
no es pot separar espai i contingut. Seguint a Lamberto
Pignotti: La poesia visiva no és ni una pintura amb
paraules, ni una poesia amb figures2. La paraula és -
sobretot en poesia visual- conformació tipogràfica
específica i signe en l'espai, per tant imatge, cal·ligrama.
No cap doncs enfrontar paraula i imatge només des d'un
punt de vista d'ancoratge significant, limitador de
polisèmia. Tot és imatge i tot és sentit, una mateixa
imatge compostosa per icones i paraules l'especificitat de
les quals depèn, precisament, del seu mestissatge.
Cap també ressaltar la gratuïtat del seu sentit: no hi ha
una estètica premeditada, no hi ha missatge ideològic
explícit, només el desig d'ampliar la ment, dilatar el
possible, suggerir altra sensibilitat, altra mirada. Es tracta
de propostes que incideixen globalment en els usos
culturals i les seues contracepcions artístiques -que no
per això necessàriament només lúdiques-:intervenir
lleument sobre el llenguatge, el món, els mecanismes
culturals de comprensió i anar qüestionant la seva lògica.
Finalment, hi ha una certa gratuïtat en la seva pròpia raó
d'ésser, aquesta gratuïtat pròpia de les paraules en
llibertat, que facilita l'absència de convencions,
d’unidireccionalitat, d’estilismes... Recollint el millor de la
sorpresa, en el que té de ruptura de la monotonia, de
despertar a la vida, al seu gaudi. I sense buscar una
espectacularitat excessiva, més aviat optant per un
discurs de la brevetat i la subtilesa, conreant un territori
intermedi, el del llenguatge, que no és ni el món exterior
ni l'interior. La poesia visual treballa precisament sobre el
vincle entre l'home i tot l'altres, netejant de convencions
el "parabrisas" de la nostra mirada quotidiana.
José L. Albelda
Banda aparte, formas de ver nº3
Octubre 1995
D.L.: V-3034-1994.
1. Una completa visió de distintes formes de poesia experimental es pot trobar en el catàleg: Poesia experimental ara.
Diputació de València, Sala Parpalló, València, 1982. Molt recomanable, així mateix, l'ampli assaig sobre poesia visual de
Bartolomé Ferrando: Hacia una "poesía" del Hacer, Cimal, 11-12, València, 1981, pp. 81-86
2. Poesia experimental ara. Op. Cit. P.81.
www.boek861.com