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de un modo rotundo su validezobjetiva como teoría filosól-caque traduce una realidad de suyoinnegable, Dentro de las concep-

ciones del Idealismo contempo-

ráneo se ha insistido hasta la sa-ciedad en la desvinculación o nocorrespondencia de los procesos

de la conciencia con respecto a

los factores socio históricos quedominan el universo de la evolu-ción cultural del hombre.-

Una concepción positiva, co-mo la de José Ingenieros, se colo-ca contra algunas Doctrinas que

renuncian a toda explicación de

las ideas de las cosas, queriendo,por el contrario, explicar éstas a

partir de las ideas, tal como lopretendió siglos ha el filósofoPlatón. No es extraño, entonces,que el gran maestro argentino,llevado por una vehemencia su-

perlativa, declare que el Espiri-tualismo en general, el Espiritua-lismo en todas sus formas y di-mensiones, es la expresión más

decisiva del fracaso de toda mete-física, renunciando ésta a ser filo-sofía para convertirse en una ten-dencia metodologíca puramentemística, especulativa.- En base aeste principio, Ingenieros sostieneque los sistemas metafísicos del

porvenir llegarán a eliminar los fal-sos problemas, aquellos problem'asque la incapacidad de ciertas inte-ligencias con su estrechez espiri-tual han planteado en términos

d e cuestiones "ahsolu tas" sinningún contenido experimentaL.-

El Positivismo de Ingenieros ha

querido eliminar, así, todo falso2

problema, cues!Ìón que en ciertosentido han planteado los neopositivistas del Círculo de Viena(C. W. Morris, R. Carnap, Neu-rath, etc), cuando afirman quelos problemas metafísicos se pre-sentan como insolubles por unafalta de análisis del lenguaje. Perode allí no pasan los neo positivis-tas, lo que ha hecho decir a Mau-nce Comforth que los empiristar~lógicos lo que han hecho es res-taurar el método especulativo de"construcción de sistemas" bajola denominación de "uso siste-mático de los signos", por lo que,según él, el empirismo lógico noha sido capaz de abordar el cono-cimiento científico con un crite-rio verdaderamente objetivo.-Empero, años antes, Ingenieros,con una visión más consecuente

desde el punto de vista naturalis-ta, expresa' aquello de que sola-mente las hipótesis experien-

ciales . de las, ciencias son capacesde eliminar los falsos proble-

mas de la metafísica tradicionaL.-Sin embargo, el autor de LASFUERZAS MORALES Y dePROPOSICIONES RELATIVASAL PORVENIR DE LA FILO-SOFIA, no llegó a atisbar con cri-terio realmente histórico moder-no el contenido social de todo

sistema de ideas: se queda en laconcepción de un HipólitoTaine, quien quería explicar con

criterio puramente naturalista yun tanto mecanicista todo el pro-ceso de la creación artística des-de la Antigüedad clásica hasta laEpoca Moderna (FILOSOFIADEL ARTE). Se puede recono-

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cer, no obstante esto, que existemayor distancia entre las teoríasidealistas y el realismo históricoque entre éste y el positivismo deIngenieros y el naturalismo de

Taine.-

No se puede negar sin pecar deinconsecuencia o de ignorancia,que el proceso de la conciencia

del hombre se halla determinado,en cierta medida, por una seriede factores de orden materiaL.

Con esto no estamos diciendo enforma absoluta que la concienciaexiste porque existe lo material;lo que queremos explicar es queen todo análisis crítico de esteproceso hallaremos siempre algu-nos ingredientes de orden real deinnegable influencia,. muy decisi-va por cierto, en la conducta delhombre, en su modo de valorarlas cosas, en su manera de ver elmundo, etc. Las ideas de Platónrespondían, así, a ciertos intere-ses materiales y no solamente a in-tereses espirituales. En el diálogoTEETETOS, que trata sobre elproblema de la ciencia, afirma demodo enfático que "el conoci~

miento no es la sensación", dedonde deduce una serie de con-clusiones como aquello de que elsaber es algo así como una pre-misa eterna, que el lenguaje del

hombre había sido creado de unavez por todas, etc,- Hay en todoesto toda una doctrina que im~

plica repudio a la Naturaleza y ala investigación emprrírica, perohay también; si ahondamos ~iisen las cosas, un deseo deliberadoen identificar a la razón con los

filósofos y a los sentidos con los

esclavos. Nunca el esclavo, el hom-bre inferior, puede aspirar a ser fi-lósofo. Ya lo ha dicho en formaharto elegante que "la filos~)fía ~sla ciencia de los hombres libres .Pero recordemos que los hom-bres "libres" de que nos habla el

fundador de la Academia son losde su clase social, los eupátridas,aquellos cuya misión es goberr:arcon sus luces a las clases social-mente inferiores. El intento dejustificar todo orden de cosasexistentes a partir de la "eterni-dad" de las Ideas es otro de losesfuerzos del Idealismo por rom-per la íntima trabazón existente

entre las teorías filosóficas en ge-

neral y la base real (social e histó-rica) sobre la cual se levantan Enalgunas otras obras de Platón,aparece este concepto peyorativodel papel asignado por él a la sen-sación, tal vez refiriéndose en

forma indirecta al tremendo in-flujo que había comenzado a te-ner la doctrina de Demócrito.-

Sin dejar de reconocer que hay

en Platón notables aportaciones

en el campo de las investigacio-ne,ß metafísicas, matemáticas, éti-cas, etc., podríamos considerarcomo argumento de peso el con-cepto de Hans Reichenhach deque Platón no ha hecho otra cosaque metáforas muy elegantes, pe-ro en manera alguna, ciencia ensu sentido estricto, por lo menosdentro del modo actual de conce-birla. El Idealismo, en su formamás radical y militante, y, tam-bién, en su aspecto irracionalista,ha esgrimido argumentos muy in-

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geniosos para mantener su posi-ción, introduciendo en formamuy cómoda los puntos de vistade la Teología, sin tomar encuenta de que ya pasaron lostiempos en que la filosofía y laciencia debían marchar alcompás del pensamiento de losclaustros teológicos. Como cono-cimiento especulativo de altovuelo, la Teología vale como for-ma para explicar los problemasrelativos a Dios a Providencia, va-le para explicar la rclaciÚn entre

Dios y el hombre, vale como"doctrina de salvación", etc., pero en manera alguna para ex-plicar las grandes cuestiones rela-tivas al hombre en sus problemasmás concretos, en su mismidad,en su integridad.- Ya el humanis-mo de los renacentistas había su-brayado el hecho de que había

que reivindicar para el hombre decarne y hueso su propia dignidadterrenal.-

Si ahora entramos a considerarel tema de los valores, nos encon-tramos con una serie de teoríasde mucho interés para su análisisfilosófico. La cuestiÓn relativa almundo de los valores y a sus rela-ciones con el hombre mismo,plantea el problema de una disci-plina relativamente nueva que seha asomado al mundo en unaépoca en que, al decir de algunoslos valores "hacen crisis". Estono quiero decir que 'antes los va-lores o el sistema de valoraciones

no hayan entrado en crisis. Setraf ahora de establecer, en pri-mer lugar, el hecho de que los

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valores constituyen una nueva di-mensión en el universo filosóficoy humano, una esfera que es pre-ciso dilucidar porque destaca unatendencia innovadora como for-ma de enfocar la relaciÓn delhombre con su mundo; es, así,una nueva disciplina filosóficaque requiere métodos diferentesa los tradicionales. Vemos así queWindelband considera que losvalores constituyen el fondo detodo el problema filosófico.Pero 10 que interesa en este mo-mento determinar es lo que po-dríamos denominar la naturalezade los valores y, consigu ien-

temente, su análisis. A este res-pecto, existen diversas doctrinas

axiológicas, áda una representa-da por algún importante investi-gador. Alexis Meinong, H. Lotze,F. Nietzsche, Franz Brentanoetc., configuran determinadasconcepciones en relación con eltema axiolÚgico.- Meinong yEhrenfels representan las tenden-cias conocidas bajo el nombre de"subjetivistas".- Max Scheler yotros defienden, por su parte, unpunto de vista "objetivista" delos valores. Al hacer el estudio deestas dos grandes tendencias nosencontramos con el hecho de queni la una ni la otra hacen men-

ción de la relación que hay, enefecto, entre el mundo de los va-lores y el mundo del hombre. Esmás, ninguna de estas orienta-ciones entra a considerar qué re-lación puede existir entre la ricaexperiencia social del hombre ysu manera de valorar o estimailas cosas. Tanto el "subjetivismo"

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como el "objetivismo" se si-túan dentro de una concepción

claramente Idealista; la primera,un tanto empirista; la segunda,

de tipo platónico.- La tesis "sub-jetivista" hace énfasis en la expe-

riencia individual que determinaen cada hombrc su sistema de va-lor iciones, recalcando el papeldel hecho psicológico en sí.- Latesis "objetivista" afirma que losvalores son cualidades apriori, ab-solutas, realidades en sí, prescin-diendo de una determinada in-fluencia histórica sobre ellos. Norechazamos el "objetivismo" co-mo forma genuina de categoríaaxiológica, sino como punto devista que rechaza la presencia defactores socio históricos en su

contenido. La experiencia social,esto es, la objetividad social, es

algo inc'.lestionable.- John H.Reid expresa que la demostra-

ción de que una cosa tiene valorreside en que uno sabe que pro-duce valores reales. El Idealismorechaza, justamente, esta idea deque los valores son relativos a lascosas; más bien afirma que ellosconstituyen un reino que se so-brepone a las determinaciones

humanas.- La Escuela Sociológicafrancesa y otras direcciones afi-nes han llegado a establecer laíntima relación existente entre lavaloracifin, y por ejemplo, lascostumbres, la Religión, la políti-ca, ctc.- Como dice Risieri Fron-dizi, "si bien el valor no puedederivarse exclusivamente deelementos fácticos, tampoco pue-de cortarse toda conexión con larealidad". Un corte tal, continúa,

obligaría a quien lo realiza amantenerse en el "plano descar-

nado de las esencias". y es que eltiempo, el lugar, las circunstan-

cias, la posición social y otroselementos reales no pueden serignorados en un análisis axiológi-co, puesto que actúan como coor-denadas en la determinación del

mundo de los valores. Como co-rolario de estas afirmaciones, po-

demos recordar lo que a este res-pecto ha planteado Roy WoolSellars, a saber, de que "todo elcomplejo de mitos sociales, detradiciones y de mÏstIca, entre-

tejido con creencias acerca del

hombre y de su mundo, respondea hechos reales".- Es el mismoconcepto de que "la producciónintelectual cambia de carácter enproporción a las modificaciones

operadas en la producciÓn mate-rial", (Marx).- En su obra ELFIN DEL DERECHO exponeVon Ihering una teoría acerca delorigen social de la moralidad, es-to es, de los valores cticos.-

Edwin R. A. Seligman ha logradoestablecer con mucha precisiónque "toda moralidad individuales el resultado y el reflejo de lamoralidad social" y dc que "laconcienia de sí, la habilidad paradistinguir entre lo bueno y lomalo, son productos históricosde las fuerzas sociales"; esta mis-

ma idea lo conduce a explicarque las ideas morales no sonsolamente un producto históricosino que su contenido real se mo-difica con el estado de la civiliza-ción en una etapa determinada o,bien, con la clase social en cues-

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tiÓn. De esta manera queda inva-

lidado el eudemonismo platónicoy todas aquellas tendencias idea-

listas que ignoran o quieren igno-rar que solamente cuando elhombre aprende a vivir social-mente y cuando se da cuenta deque sus acciones actúan sobre losdemás y viceversa, es cuando ver-daderamente aprende a tenerconciencia del valor de las cosasy cuando el valor mismo deviene

como objeto con un significadoindividual y social para este hom-bre.- Lo que podríamos llamar

como "realismo axiolÓgico" sub-raya el hecho de que los valores,si bien no están conectados me-

cánicamente con las cosas, semueven en forma paralela con és-tas, condicionandose en formamutua.- La valorización estéticay la valorización ética, por ej~m-

plo, no podemos enfocarlas des-de un ángulo "objetivista" o"subjetivista", porque éstas noson la cosas que1escindenL a Íos

hombres;- Son las condiciones so-cials, la experiencia histórica las

que, act""lndo sobre las circuns~

tancias individualt" ~:: ":ida hom-hre determinan o modifican sus

j¡istema de valorizaciones.- Con es-

to no estamos negando una ciertaautonomía de lo espiritual ni ne-gando su eficiencia sobre la vidatotal del hombre, ni muchos me-nos negándole categoría ontoló-gica.- Simplemente estamos ha-ciendo énfasis en el hecho de queen la explicación del fenómenoespiritual, la valorización, porejemplo, influyen factores y

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circunstancias que, en una u otraforma, 'cooperan en su realiza-ción, a través de la persona hu-

mana, La dignidad del hombreno se eleva colocándolo arbitra-riamente sobre un pedestal sinoreconociendo en él su verdaderanaturaleza, su origen, su desarro-

llo, su destino.-

En otro aspecto, digamos en elcritÍtismo kantiano, encontramosafirmaciones como éstas: "Laverdad de la existencia de los

. cuerpo no es subjetiva, esto es,relativa al espíritu que la decla-

ra", y esta otra: "Nada resulta deque los cuerpos existan en si mis-mo, de que tengan una existenciaobjetiva independiente de noso-

tros".- El autor de la Crítica de la

Razón Pura está señalado comouno de los representantes más

conspicuos del Idealismo, parti-cularmente del Idealismo Tras-

cendental. Su Crítica lleva el sellode un tipo de escepticismo radi-

calmente distinto a todas laso tras formas de escepticismo.

Kant, con un maraviloso círculo

de conocimientos filosóficos ycientícos, ha querido mediar en,tre la fiosofía racionalista, pura-

mente especulativa y dogmáticay la filosofía empirista de tipo

sensualista, ambas inconsecuen-tes, según él, en la explicaciÓn

del fenÓmeno del conocimientohumano. Se destaca Kant comouno de los exponentes más pre-claros de la intelectualidad bur-guesa de su país, Alemania, quepara esa época se hallaba en unasituación de atraso económico y

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social y en donde las formas feu-dales de producción aún no ha-bían sido superadas. No obstantela superioridad de la filosofíakantiana sobre la filosofía dog-mática a quien él hab ía sometidoa una crítica, la soluci(m que pro-pone no rebasa en mucho latendencia solipsista que ya enBerkeley había tomado una for-ma particularmente ncgativa yhasta jactanciosa, desde el mo-mento en que se hacía demasiadodifícil por ese camino, demos-trar la cxistencia del mundo ex-terior como realidad en sí y, porconsiguiente, de su objetividad..Las consecuencias sobre el terre-no de las ciencias eran de suyo,patentes.- Este subjetivismo filo-sófico de Kant, compartido tam-bién por Fichte, convidaba a lageneración de su época a tran-sitar por un terreno que ofrecía elatractivo de haber "superado" alas dos formas tradicionales de laepistemología. Sin embargo,Kant llegó al Agnosticismo por lavía de una crítica demolcdora einteligente, pero sus consecuen-cias conducían a robustecer pre-cisamente algunas posicionesepistenlOk)gicas que estaban em-peÚadas en considerar al mundoobjetivo como un simple produc-to del itelecto puto. En el campo

de la actividad social, el kantismorepresen ta, recordando a Ortegay (~assct, las aspiraciones de uriaburgues Ía que hab Ía hecho de la

cautela una virtud y de la seguri-dad (interna), una aspiraci(in-que

identificaba con el reino de lajusticia.- De todas maneras, el

Idealismo kantiano representauna forma razonable de ver elmundo y un viraje decisivo en laconsideración del mundo de lascosas que ya, en forma un tantodiferente, había expuesto RenatoDescartes en sus alegatos contrael espíritu estrecho de la escolás-

tIca.-

No podemos negar que la pro-ducción intelectual de los gran-des filósofos, responde dc un mo-do particular a la existencia de

factores extra mentales y de queeste principio, ampliado en unmarco más dilatado, se aplica atodo el aparato de las ideas socia-les, políticas, morales, religiosas,artísticas, etc. Al analizar unaidea cualquiera, la justicia, la be-lleza, por ejemplo, tenemos queencuadrada den tro de su circuns-tancia social.- No como lo hace laFenomenología, que quiere en-contrar la "escencia" de las cosas

aislándolas o poniéndolas fuerad e circuito, como diría E.Brehier, en relación con aquellas

otras cosas que, en una forma uotra, cooperan en su aparicihn ydesarrollo. La Literatura de unaépoca no puede ser explicada si-no al hilo de II na cons idcraci(iiisistcniåtica de ese fcnÚmeno condeterminados hechos de ordenmaterial. que si bien no la deter-minan de un modo fatal, sí la lle-gan a condicionar. La clave de laproduccihn intelectual del Rena-cimiento, por ejemplo, no habría

que buscar/a sÓlo en el deseo devolver a los clásicos antiguos, y

nada más. Esta clave la podemos

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encontrar en la presencia de fac-tores comerciales, las guerras en-tre el mundo cristiano y el mun-do musulmán, la aparición deuna burguesía audaz que iba enrápido ascenso, el fracaso del ré-gimen feudal, etc. Precisamente,la vuelta a los clásicos griegos y

latinos no es la causa del Renaci-

miento, sino una de las conse-cuencias aue sobrevinieron de lascausas arriba anotadas. La pro-

ducción in telectual de una época,sus ideas morales y religiosas tra-ducen en forma esquemática,conceptual, teórica aquellas acti-vidades reales que han tenido lu-gar en el seno de una determina-da cultura, tanto en el tiempo co-mo en el espacio. La tragediagriega, representada en un S()fo-des, un Esquilo y un Eurípides

constituyen un reflejo de aque-llas condiciones reales que carac-terizaron a la antigua sociedad

griega: localismo geográfico y po-lítico, existencia de la ciudad f,s-tado, el régimen de la esclavitud,la lucha entre la democracia y laoligarquía, el paso del ri~gimen

del matriarcado al régimen del

patriarcado, la pugna imperialistaentre griegos y persas por el do-minio de aquella parte del mun-do, la disoluciÚn de ciertas for-mas de vida social, política y reli-giosa, etc. Sobre esta base, pode-mos decir que ninguna filosofía,ningún sistema de ideas es algoajeno al mundo, divorciado de és-te.- Los filósofos, los artistas, losmoralis tas, los conductores reli-giosos, son un producto cle suépoca, y sus ideas, por muy "su-

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" ' dyas que sean estan empapa as,saturadas de elementos de la tra-diciÚn, el modo de vida, la formade hacerle frente a los problemasmás pequeños y a los de mayorenvergadura. Los principios engeneral no son deducidos a mane-ra de silogismos aristotélicos, par-tiendo de una base puramenteconceptual.- Los principios sondeducidos de la realidad del mun-do y esta realidad, eon sus cosasdulces y sus cosas amargas, sirven

de base para la determinación detoda verdad teÚrica o práctica opuramente especulativa, pero apartir de esto se llega a adquirir

conciencia plena de los proble-mas, los cuales nacen de las nece-sidades o imperativos humanos.

Ni el pensamiento de un Platón,ni las ideas de un Santo Tomás nilas concepciones de un Hegel laspodemos entender al margen deciertas variantes decisivas, comolo es la vida misma, las luchas so-ciales, la producciÓn material, laspugnas entre las naciones, los in-tereses de los distintos grupos

que operan dentro de una deter-minada fase de la evoluci(m his-tórica de la humanidad. La ideade que el pensamiento del hom-

bre es algo en s í mismo "puro" oinmaculado, ajeno a todo vaivén

humano, de que el pensamiento

del hombre es una referencia ca-tegorial subjetiva, no es conse-

cuente con las investigaciones delas ciencias ni tan siquiera con elsentido comÚn. Llevado esto alcampo de los valores, nos atreve-mos a afirmar que los valores noconstituyen, como lo quieren

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Scheler y sus seguidores de la Fe-nomenología, un mundo aparteque debe o puede realizarse.- Esque los valores no pueden reali-zar nada ajeno a los intereses rea-les e individuales del hombre, y sino existen los hombres no tienesentido hablar de una esfera se-parada arbitrariamente de la aspi-raciones de la persona.- Con estaafirmaciÓn no crttmos que pue-

da quedar comprometida la obje-tividad de la moral ni tan siquieralo que podríamos Ilamar su ca-rácter sagrado, tal como lo llegóa formular Kant con su ya cono-

cida Imperativo CategÓrico.

Cuando don Ortega y Gassetnos elice en su reflexiones delcentenario de Kant, en la ya co-nocida cita hecha por nosotros

de que "las etapas del capitalis-mo han sido a la par estadios dela evoluciÓn criticista", nos hacerecordar al aulor de la C:ONTRI-BUCION A LA CRITICA DE LAECONOMIA l'OLITICA cuandoexpresa aquello de que las ideasdominantes no son más que laexpresiÓn ideal de las relacionesdominantes de tipo material, ydc que si existe una modificaciónen las relaciones humanas debeoperarse paralelamente un cam-bio, una modificaciún en sus

ideas en sus concep~ion.es y, en

resumen, en su conciencia, en supensamiento.- Esto ha sido el

punto crítico de la opsiciún entreel ldealismo filosófico, debateque se realiza no sólo en la arenade las ideas sino también en laesfera de las clases sociales que

pugnan entre sí.- Prácticamente,el Idealismo en todas sus formas,se ha constituido, voluntaria o in-voluntariamente, en la doctrinafilosófia que ha soetenido aquelpunto de vista según el cual elorden social imperan te, con todolo bueno o lo malo que tenga, esun orden inmu table o, por lo me-nos, que debe mantenerse así pa-ra la salvaguarda de los "altos

valores del esp Íritu", de la "dig-

nidad de la persona humana",etc., pero desconociendo en lapráctica la existencia de un esta-do de cosas insoportables paratodo hombre y mujer que se pre-cie de ser una parte del gcnero

humano.- Es muy cúmodv decla-rar en forma pomposa y solemnela grandeza del hombre, su dife-rencia con respecto a los anima-

les inferiores, pero otra cosa esque todo esto sirva para provocarm atanzas, cataclismos sociales,guerras o cruzadas con lra aque-llos que son "incapaces" de unacierta in tuici(ll superior, lal co-mo lo ha expresado repetidas ve-ces el filósofo Max Sdiekr.- Consobrada razún ha dicho uno delos fundadores del materialismo

histÓrico que la moral ha sido

siempre una moral de clases, yaque las concepciones éticas de Gt-da época no son independieniesde los intereses de los grupos do-minantes.- Aquellos hombres quecomponen una clase domInantc-piensan, perÔ piensan en fun-

ción de sus propios intereses, aunsin quererlo e1los.- No puedenpensar como seres aislados de sugrupo sino que, por el contrario,

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cuando lo hacen, lo hacen comoindividuos engarzados dentro deuna situacion real, concreta. direc-ta, interesados en mentener unstatu que determinado y dispues-to a justificar teórica y práctica-

mente esa situación dada.- Alhacer el examen del Idealismo,en algunos de sus aspectos socia-les, podremos darnos cuenta deque esta posición filosófica enca-ja perfectamente con aquellas

concepciones políticas que no es-tán interesadas en hacer accesible

el progreso a aquellos estamentosde la ~ociedad que reclamen endiversas formas un ajuste en sumundo socialmente desequilibra-do y moralmente incapaz de ele-var la verdadera dignidad de cadahombre en particular.- Los porta-voces del Idealismo, a travé~ de

sus costados irracionalistas, sehan convertido en cierta medidaen los teóricos de los grupos plu-

tocráticos que quieren mantenera raya las aspiraciones más ge-

nuinas y legítimas de las nuevas

generaciones sociales que, dentrode un mundo cambiante y en in-cesante transformaciÓn, quieren

establecer un reino verdade-ramente humano en donde elhombre deje de ser, como lo afir-maba Thomás Hobbes, el lobodel hombre y en el cual se restau-re en cada persona, en cada hom-bre, la dimensión humana tal co-mo aspiraban a hacerlo algunoshumanistas como Thomas Moro,Erasmo de Rotterdan y LorenzoValla.-

Conforme a ciertas premisasdel Idealismo, la conciencia sólo

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puede ser explicada a partir de laconciencia misma; el sistema delas ideas de todas las épocas

arranca de un aonjunto de ideas

primarias que trascienden todaexperiencia humana..De estemodo, y tal como lo han sugeri-do algunas doctrinas dualistas co.mo el cartesianismo, la esfera delpensamiento, si bien es algo dis-tinto a la del cuerpo, confiere a

la vida del hombre su verdaderosentido.- Empero, Descartessiente, como hombre de su tiem-po, los influjos del espíritu que

animfi a Pedro Gassendi, a pesar

de que entre ambos hubo nota-bles diferencias en lo tocante alproblema de la conciencia y, con-secuentemente, del conocimien-

to. Y no olvidemos que Descartesexpresa en su forma doctrinalaquella necesidades e imperativoscientíficos de la época y que ha-bía surgido como una demandaen la disoluciÓn de la Escolástica.

Sus formulaciones teóricas se en-marcan dentro del Racionalismo

innatista y en el fondo revelan unespíritu progresista en lo tocantea declarar que la razón humanatiene el poder de descubrir o de

discernir lo verdadero de lo falsosin la intervencitin de poderes ex-tra humanos. La empresa carte-siana prepara, en medida innega-ble. el gran cometido de la Enci-clopedia, la cual, arremetiendo

contra los residuos de la Escolás-

tica decadente y archi conser-

vadora, defensora del Anti¡,,'uoRégimen, quería instaurar el rei-nado de la razón que, aunque ra-ztm burguesa y condicionada a

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los in tereses de la burgues ía fran.cesa, representaba un viraje deci-sivo en la historia de Europa ydel mundo que habría de fran-quear la senda a aquellos intrcpi-dos que asaltaron la Bastilla. Enotras palabras, cuando las teoríaspolíticas y sociales de un Rouss-eau, un Dinero! y un Montes-quieu penetraron en la concien~

da de los hombres de la época,esas mismas teorías sc convirtie-ron en una fuerza material pode-rosa; y ello pudo ser así porque

las teorías filosÓficas y los hom-bres en cuestiÓn no son coorde-

nadas cualitativarnente diferen-tes, sino procesos que se in ter-ceptan mutuamente, situacionesque se condicionan entre sí, yque, por lo tanto, no pueden per-manecer extranas la una con res-pecto a la otra. De acuerdo con

algunos postulados del Idealismo,to"do el proceso de la historia delhombre no es en realidad másque la reali/,aci/)n de una Ideauniversal, el autodespliegue del

Espíritu, como en el caso deHegel, si bien es verdad que es

con él con quien el Idealismo ale-mán alcanza una concepci/m \'Cr-daderamente orgánica del mun-do; pero como adal id del conser-vatismo y del reaccionarismo de

su tiempo él quiere detener lae\'oluci/)n del mundo en el pre-sente, d:mdoIc así un \alor abso-

luto, perfecto, ddÎnitÎ\'). :\i en

el Arte, ni en el lkrecho.ni en la

ReligiÓn. ni en la !\Ioralidad po-dem;is excluir en la forma arbi-traria aquellas fuerzas humanasque moldean la marcha de las ins-

tituciones de la Cultura y que ha-cen que el hombre sea, ya un ar-tista, un político, un sacerdote oun moralista, un pensador cien-

tífico.

En el dominio de la Lógica, elIdealismo y el Realismo han sino

confrontados y los resultados sehan venido esclareciendo a meni-da que se advierte que el nexo en-tre los pensamientos y el ordenreal de las cosas es algo que suyoinnegable. Ya Arist/itdes lo ha-bía seÎíalado cuando pensaba quelos principios del pensamien to

tienen un carácter de necesidad

independiente de los deseos y dela voluntad del hombre. Las leyesde la LÓgica están fundadas en

cierta forma en la estructura delmundo reaL. Las tendencÎas rea-listas, en el sentido de los Univer-sales, ddendían la existencia deprincipios lÓgicos (" implet amen teal margen del hecho singular, re-mitiéndolos a un mundo de purasesencias, a un universo "a prori".De ah í el fracaso de la LÓgica dela Edad I\lcdia; de ah í su cadcterinl-cundo, ya que no reconocía

otra necesidad en dicha Ciencia

quc la necesidad de hacer demos-traciones racionales fundadas ensupuestos inconformes con elcontexto del mundo real (tiem-pocspaciaJ, para ser más claros).Dentro de nuestra orienL-ii/in, laLÓgica medieval relleja el interésde suplantar lo más vi\'o de la LÚ-gica de Es tagiri la, el in tcri'S pormantener toda discusiÓn en unnivel en terani(' e dcduct ivo y,hasta cierto punto, verhal. Lo

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. .que nos viene a servir para apo-yarnos en la convicciÚn de que laLÓgica del Medioevo reflejaba lasituaciÚn social de una época endonde las estructuras econÚmicasexistentes, rígidamente jerarqui-zadas, se manten Ían estáticas porel modo feudal de producci(m,en donde las relaciones de señory siervo constitu Ían el modelo

ideal de una sociedad "perfecta".

La solución que dio Kant alproblema de las relaciones entrela LÓgica y la realioad se remite alas nociones capitales de "catego-rías puras"; Las normas lógicasno vienen a ser sino imposicionesdel sujeto trascendentaL. Con

arreglo a esta doctrina, dichas ca-

tegorías responden a determina-das estructuras IÚgicas, siendo elsujeto el que, en Último término,pone las condiciones para todoposible conocimiento. La tesis deKant, a propÓsito de los princi-pios se basa en que pone en losobjetos ideales la razÚn y el fun-

damento del pensamiento lÓgico.Dentro de esta doctrina, la L(\gi-ca idealista afirma la existencia

de principios e ideas oe carácter

innato, por lo que en losprinci-pios lÓgicos queda separado elcontenido de la lorma. I ,as leyesde la LÓgica, de acuerdo con elIdealismo en general, postulaaquello de que esas leyes son nor-mas inmutables en sí mismas sinrelaciÚn alguna con el desarrollohist(irico y temporal de la reali-dad. ~1uch() más cCJIsecuente ha

sido AristÓteles cuando conside..raba que los principios lógicos

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responden, no tanto a la estruc-tura del pensamiento sino a la es-tructura del ser. El positivismo yel marxismo consideran que losprincipios, las leyes de la LÓgicano son formas "a priori", separa-das () divorciadas de la realidad

tempo-espacial; que estos princi-pios no pueden ser explicados enforma aislada, pues de hacerlo aslse corre el riesgo de caer en con-trasentidos y absurdos. A dife-rencia de las corrientes idealistas,las mencionadas corrientes consi-deran por la vía de la prácticaque las leyes de la LÓgica son elreflejo, en el pensamiento, en laconciencia del hombre, de deter-minadas relaciones que existenentre éste y los objetos, entre laconciencia y los lenÓmenos del

mundo circundante. Las diversascscudas sociolÓgicas de tipo na-turalista parten del supuesto deque no existen principios que po-sean validez absoluta y de que es-tos principios están sujetos a loscambios y a las transformacionescle las estructuras sociales e histÓ-ricas_ Pero estas corrientes pecande excesivas por cuanto terminanpor invalioar el carÚcter universalde ciertas normas, leyes y princi-pios que le confieren a toda cien-cia su verdadera carta de natura-

leza. El desenlace entre el Idealis-mo y el Realisnlc) filosó fico nopuede efectuarse, así, en el terre-no de las simples "demostracio-nes", ya que hay que tomar encuen ta, como lo anota GeorgLukács de que no hay que pensarque todo lo que es evidente por símismo para alguien consciente de

Page 14: rath, etc), cuando afirman que

algo, lo tenga que ser también,

sin necesidad de pruebas, para losdem:is. Este es un verdadero ale.gato contra el crilerio idealista dela evidencÎa, pues el Idealismo

nos puede presentar como cohe-

rente algo que lo puede ser en unseniido puramente inmanente pe-ro que no concuerda con la natu-raleza del mundo reaL. Toda crÍii-ca realisla de la filosofía está en

el deber de probar la falsedad fI-10sÚficade ciertas tesis contradic-torias e inconsecuentes con la

verdad histórica y objetivista; de-mostrar también la existencia dedeformaciones en los problemas

básicos de la filosofía y la Cien-cia. Es que el nivel filosÓfico su-be cuando los problemas que leatanen se plan tean a pariir de losintereses humanos, de sus necesi-dades vitales, de sus aspiracionesespirituales, de sus exigencias

morales. La vida filosófica se ele-va cllando sus problemas brotanpor el impacto de la crítica verazy científica, cuando al analizarlas grandes cuestiones, no las juz-gamos tanto por las in tencíonesde los hombres sino más bien porlos hechos que las acompañan.La irayectoria real de los proble-

mas filosÓficos se vincula, incues-tionablcmente, a la trayectoriahistÓrica de una época dada. Sinenibargo, se advierte en la casi to-talidad de quienes profesan el

ldealismo, una propensión, a es-tablecer métodos de conocimien-tos a partir de simples deduccio-

ne~ y formalidades vacías. Sobre

esta base. bueno es recalcar quela Lógica formal, como método

de investigacilHl c ¡en t ïlïca, Liene

un carácter innegabkmenie limi-tado. No podemos ohidar quelos principios y las kves de la l/,-gica poseen un caLicter claramen-te objetivo, por lo que no cons ii-tuyen el resul Lado (le la volun taddel hombre o de sus deseos rmís o

menos transfigurados. La obser-vación cienL ífica de tal hecho noslleva a establecer que no slilo lasleyes de la I/igica sino tambiénlos principios o supuestos de to-das las ciencias constituyen un

reflejo de las relacÎones que exis-

ten dentro del mundo de la rea-lidad objetiva. Los conceptos de"verdad", "coherencia", "identi-dad", "c(intradicción", "deduc-

cilin", etc. no son Cl Hlcep L os va-

cíos, subsistentes, sino traduc-

ciones, rel1ejos concepLuales dehechos ocurridos en el espacio-tiempo de nuestra vida cotidianay que la inteligencia, a lo largo dela evolucilin histórica del hom-bre, ha forjado a manera de ins-trumento de cunocimiento. LaLógica idealisLa se ha apartadoun tanto de la verdadera natura-

leza del proceso cognosci tivo en

lo tocante al desconocimiento

que hace de los profundos víncu-

los que existen en Lre los princi-pios y las circunstancias dentro

de las cuales esos mismos princi-pios se realizan. De un modo in-consciente, pensamos nosotros,los ideólogos de los clanes domi-nanles falsifican los problemas dela Lúgica en el sentido de que lasleyes de esta disciplina cient íficason, según ellos, de tipo conven-

cional, arbitrario, negando de es-

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Page 15: rath, etc), cuando afirman que

te modo la objetividad de las leyes de la Naturaleza, arrastrandoUHno consecuencia la idea deque, por ejemplo, las grandescuestiones sociales surgen, no co-mc) resultado de (-stas o aquellascon trad icciones sino como conse-cuencia del caprichc) o del antojode los homhres. Sohrc esta mis-ma idea se ha desarrolladc) estaotra; la relaciÚn cius;il nc) es algo

objetivo; la causalIdad es subjeti-va y, por lo tanto, una conse-. - - -cuencia, un producto de la con-ciencia (Kan t) o una verdad eter-na como lo pensaba y defendía

Descartes.

Es de todos conocido el hechode que el Siglo de las Luces se

funda aquella direcciÓn de pensa-miento conocida bajo el nombrede Escuela HistÓrica, cuyos pa-trocinadores, entre ellos Juan

Bautista Vico y el Barón de Mon-tesquieu prepararon el caminohacia una concepciÓn que afirmaque todo cuanto ha existido oexiste tiene su razÓn de ser, porlo que de esta manera se llegaba alegitimar cosas absurdas hoy, co-mo la esclavitud, la explotaciónde un hombre por otro, la servi-dumbre, etc. Como contrapartidaa esta tendencia nació la Escuela

Teológiea, la cual colocaba a

Dios como el árbitro de todaexistencia y, en definitiva, comola razón suprema del mundo. So-bre estos principios se elaboraronlos grandes sistemas que han he-

cho época en la historia de la fi-losofía, como los de Kant yHegel, ambos colocados, por así

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decirlo, a la izquierda de la co-

rriente original, representada porDe Maistre. El sistema de Hegel

afirma como verdad radical c11i.e-

cho mismo de la Idea, del Espíri-tu Ahsoluto, entendido éste co-mo lo verdadero, lo en sí y lo porsí, como esencia, como principiodel cual arranca todo el complejoaparato del mundo fenoménicoDe este modo el espíritu formauna esfera no solamente superiorsino muy diferente a la Naturale-za. En el primero se realiza el rei-no de la libertad; el segundo serealiza en la esfera de la necesi-

dad. He aquÍ un rasgo definito-rio, a saber, que el mundo delespíritu contiene al mundo de lanaturaleza, en donde (~sta sesubordina a aqucl,-- Hegel mismonos dice: "La Naturaleza exteriores también igual que el espíritu,un ser racional y divino, una rc-presentacitm de la Idea". Y luego

continúa: "Hay, pues, raztm paradecir que lo que dom ina en la na-turaleza no es la libertad sino lanecesidad". Supuesta la elegan-cia intelectual del gran genio ale-

mán, no cabe duda de que él es-cinde de un modo radical la rela-

ción Naturaleza Esp íritu, intro-duciendo en cada una de estas es-feras categorías que de modo for-zado con(iucen a aceptar su radi-cal separatividad. Estas premisas

permiten a Hegel afirmar algunas

conclusiones un tanto peregrinas

como cuando afirma que los ne-gros deben, ser representados co-

mo una nación de niños que nosale de su estado de simplicidad,estado que no ofrece ningún inte-

Page 16: rath, etc), cuando afirman que

rés; . su religii)l, dice, tiene algode infantil; el espíritu está aIlí

como embotado, etc. ¿No signifi-ca to~o esto que Hegel estaba

muy distante en sus ideas, de quese aproximaban cambios técnicosmuy profundos en el seno de lahumanidad? (~N o se demuestraasí que su modo de pensar res-pondía al estado, a la situaciónde la época en donde todavía lospueblos del grupo negroide no

habían llegado a convertirse enpaladines del anti colonialismo?

Hegel mismo es un retrato de lamanera de enfocar las cosas elIdealismo, no obstante haberdado él un empujÚn decisivo ald,es~rrollo de su concepción dia-lectica del mundo. La modernaAntropología cient ífica, las in-vestigaciones etnolÚgicas, el uso

de métodos modernos y precisoshan venido a echar por tierra es-tas I?retenciones aristocra1Ízantcs

d~ un. Idealismo superado por lahistoria, por la Ciencia y por elhombre misnio.

Si nos introducimos por los ca-minos de la Psicología, el Idealis-mo ha reafirmado d principio deuna Psicología racional, furidadasobre los supuestos de ciertas fa-cultades innatas, sobre las cualesno ha actuado, en su origen, elcontexto del mundo de la-cultu-ra. Freud misnio, con su teoría

l'sicoanalítica cree en la existen-cia de tendencias de caLlclcr in-nato en la naturaleza humana

siendo en este caso la funeiÚn d(:la sociedad, mediante la ínstitu-ciÚn de la educacilin, la que se

encarga de inhibir, prohibir y su-primir algunos impulsos animales

y antisociales. No estamos ubi-cando a Freud dentro de la co~

rriente idealista, pero advertimosel hecho, un tanto sorprendente,de que coincida en su pesimismocon respecto a que se haga posi-ble la realización de una comuni-dad tocada por el ideal cooperati-vo, idea compartida por los más

recalcitrantes representantes delIdealismo conservador, defenso-

res de un tradicionalismo queponga a salvo, no la dignidad delhombre, sino los sagrados "dere-chos" negados a las grandes ma-yorías. Es interes,tnte anotartambién que este concepto freu-diano es un concepto entcle-quista pero no ligado precisamen-te al Idealismo liloslifico, que hasido la tónica general de las con-

cepciones espiritualistas de tiponegativo. El concepto de entele-quia no se da s/ilo en el Idealismosino también en el l\Literialismo(I1aeckel? ).

En un ensayo sobre Frcud, es-crito por Francis H. Bartlet, éstetrata de probar la e'xistencia de

un supuesto idealismo en el mc-dico \'ien(:s, fundador del Psico-análisis. .J udd Marmor, not ab lepsicoanalist a norteamericano,

subraya el hecho de que "las li-mitaciones tdiricas de Freud pro-ceden, no de una tendencia alIdealismo, sino del hecho de quesu materialismo era un materialis-mo de tipo mecanicita y no dia-léctico". De todos modos, el psi-

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Page 17: rath, etc), cuando afirman que

coanálisis ha servido a muchosteÚricos del Idealismo para justi-ficar la existencia de una situa-ción ajena a los intereses de lospueblos, mediante el socorridoargumento de que el orden sociales un reflejo de la naturaleza delhomhre, caracterizada por suagresividad, su egoísmo y su afándestructivo. De este modo se jus-tilïcan las guerras, los canpos deconcentración, el malthusianis-

mo, etc. La moderna psicología,basada en explicaciones científi-cas acepta como un hecho com"probado que lo psíquico y lo so-mático no constituyen mundosapartes, separados, sino que for-man una verdadera unidad. Conel correr de los afios se ha ido

imponiendo en el mundo de laciencia un psicoanálisis de tipoprogresista, de avanzada, que co-mienza por reconocer que las dis-tintas formas de producciÚn so~

cial, las contradicciones de ordenecon(imico, el individualismo

egoísta dejan su impronta en lapersonalidad e, indirectamente,

en el proceso general de la cultu-ra. El gran discípulo de Freud,

Adler, se pronuncia por un psico-nálisis en donde el método de lacura turne en cuenta el contextosociaL. En su obra EL SENTIDODE LA VIDA habla de que lacausa principal de las psiconeu-

rosis es la ausencia, en el indivi-duo, del sentimiento de comuni-dad, por lo que se llega a la con-clusiÓn de que no hay nada deverdad en aquello de una perso-

nalidad innatamente buena o in-natamente mala.

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En lo tocante al fenómeno dela Cultura, es importante ponerseen guardia contra aquellas inter-pretaciones idealIstas que quierenexplicar la cultura a la luz de unaespecie de realización fantásticade una Idea capital, como lo pre-tendían IIegel y sus seguidores dela derecha. El ensayista Clark

Wissler señala que hasta ciertolímite podemos explicar el hechode la cultura utilizando los métÓ-dos de la psicología y de la biolo-gía, pero que desde el momentoen que nos adentramos en el es-tudio de la cultura misma, es ne-

cesario reconocer su carácter his-tórico. Querer reducir el fenóme-no cultural a las "ideas" arque-

típicas, a los valores en sí

(Dilthey), a lo organico(Spengler), es introducir un con-junto de coordenadas arbitrariasque aparentan representar reali-dades objetivas y claramente de-

finidas. No se puede negar que enel proceso de la formación de lasculturas intervienen factores ori-ginales, naturales, como lo bioló-gico, lo psíquico, pero tambiénhay que tomar en cuenta que lascircunstancias dentro de las cua-les tienen lugar dichos procesos

hay un condicionamiento históri-co que arrastra el hombre comoherencia desde los albores de lahumanidad. Los patrones idealis~tas de la cultura reducen a cate-

gorías formales y vacías un pro-

ceso que, como las costumbres,la religión, los convencionalis-

mos, el Estado, es rico en expe-

riencias, en vivencias, en intui-ciones de todo orden, en una pa-

Page 18: rath, etc), cuando afirman que

labra, olvida que la cultura es unproducto histÚrico. No podemos.pues, dejar de reconocer el carác-ter histÓrico de b cultura y tam-poco pucde escapar a nuestro cri-terio que el hombre, la persona

humana, es un agente dinámicoen la formaciÓn de la cultura. En-gels ha expresado esta idea del si-guiente modo: "En la historia dela sociedad, todos los actores es..tán dotados de conGiencia, son

hom bres que actÚan deliberada-mente o apasionadamente y seencaminan hacia objetivos defini-dos. Los hombres hacen su pro-pia historia" Se descarta en es-

ta concepciÚn realista de la cultu-ra la idea de que todo productohumano, o es un don del cielo, ola realizacilin de una Idea o elsimple resultado de un hecho for.tuito. Si los hombres trabajan yactúan, lo hacen bajo imperativosreales y tambihi espirituales, pe-ro de ningÚn modo podemos su-poner al hombre como simpleinstrumento en el plan trazado

por un principio metafísico o en-

telequia ajeno a los intereses de

éste. Por el nintrario, el hombrerealiza su esencia dentro de sumisma circunstancia, y su esenciaes él mismo, con todas sus necesi-dades, con todas sus pasiones y

tribulacioncs. i ,o que el hombrehace, Arte, ReligiÓn Ciencia o Fi-losofía, refleja la base real en quetodo esto funciona. La naturale-za de las relaciones de produc-

ción determinan, en medida noadvertida por el Idealismo. las re-laciones de orden espiritual, mo-ral, art ístico, de. Gordon Childe,

en su obra MA:\ MAKESHIMSELF explica que un objeto,como por ejemplo, el hacha debronce, es indicativo de una so-

ciedad econÚrnicamente com-pleja, ya que el proceso de la fun-diciÓn del bronce es una faena

que sólo se imponen los pueblosde cultura muy avanzada. "Es untrabajo dice que deben ejecu-tar especialistas, y éstos necesitancontar para la satisfacci/lil de susnecesidades elemenLiks, como esla de alimentarse, de un exceden-te producido por otros especialis-tas". Incluso con la aparicilin dcla escritura, una verdadera inven-cion, las relaciones entre los

hombres se modi ¡-¡can; apareceuna clase social dedicada exclusi-vamente al trabajo y otra clase,dedicada a las faenas de orden

administrativo. Refuerzan nues-

tro punto de vista las investigkciones del l'nÓlogo Lewis H.Morgan con afirmaciones demos-tradas como las siguientes: de ladestreza del hombre depende susupremada sobre la tierra; lasgrandes etapas del progreso hu-

mano se identifican con la am-pliaciÓn de las fuentes de subsis-

tencia; la invenci/in del arco, y

del arado "debiÓ ejercer una po-derosa influencias ascendentc enla socicdad antigua"; la civiliza-ciÓn no huhiera podido avanzar

si el hombre no hubiera utilizadoel hierro, y así sucesivamente. Adiferencia del concepto idealistade la cultura que afirma, entre

cosas, que és ta es algo completa.mente fuera del radio de acciÚIidel mundo físico, el punto de vis-

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Page 19: rath, etc), cuando afirman que

ta realista ha llegado a demostrarqiie todas las formas culturales sedesarrollan bajo el incremento oel dominio que tome el hombresobre la naturaleza. J ,a Ciencia yla técnica son aspect(iS básicos en

la explicación del fenÓmeno cul-tural porque ellas responden a lasnecesidades más urgentes que elhombre como tal tiene que satis-facer para subsistir. Una teoría

de la cultura no puede basarse enverdades o conceptos "a priori",pues como lo explican los auto-res de LA IDEOLOGJA ALEMANA, "todos los sistemas que ha-

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cen época tiene por contenido

real las necesidades del tiempo enque surgen". La producciÓn cul-tural de una (~poca se modilica o

cambia segÚn dererminadas rela-ciones humanas, independiente-mente de la misma voluntad delhombre. No se necesitan muchosestudios lilosCJlicos para recono-cer la justeza de esta verdad.

Aqu í recordamos a F. Baconcuando alinnaba que la cienciahumana no puede reducirse a unasimple con templación y que laverdad es el producto del tiempoy en manera alguna del ingenio.

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Page 21: rath, etc), cuando afirman que

la publicaciÚn de Luna Verde, laciudad no había sido el centro te-mático dc la novel ística paname.nao

La temática racial se destacaen toda la obra publicada de Be-

lei'o. Una de las facetas racialescon que se preocupa este autor esel choque social que trajo el en-cuentro del sistema sureiío esta-dounidense de segregaciÓn legali-zada que se usaba en la Zona delCanal con una visiÓn más liberalde la raza que ya existía en el pe-queño Istmo. El propÓsito de'es-

te estudio es explorar diversos

momentos V diversas maneras enque desarrolla el au tor este con-flicto.

J oaqu í n BelcÙo trata de ense-ñar la reatidad panameña en todosu dolor social desde el punto devista de uno que sufre todosaque)\os problemas, y no desde elpunto del observador objetivo.Usa la primera persona en dos delas novelas, técnica que le prestamás subjetividad a las obras, ydemás, sus ideas y experiencias

personales resaltan en sus tres no-velas de tema canalcro: LunaVerde (1951), Garnboa RoadGang (1960), y Curundii (1963).

(;~) Los temas básicos de las no-velas paralelan cl estudio sociolÓ-gico de Panamá hecho por los es-posos J ohn y Mavis Biesanz, Pa-

namá y su pueblo, publicado eningks por primera vez en 1955

por Columbia University Press enNueva York. Además, los enume-ra un crítico. Estos problemas

son: "la discrim inación racial, elb i I i ngüismo español uinglés, elproblema agrario y la preponde-rancia de los sectores oligárqui-

cos en la conquista y dominio dela tierra." (4) También podría-

mos añadir conl1ictos religiososentre protestantes y catblicos,que rayan en contJctos de cultu-ra general, la atracción material

del dolar americano y la influen-cia cultural del norteamericano,

ejercida en Panamá.

Los tipos de personajes de lasciudades panameiìas que descri-ben los escritores Biesanz apare-

cen sistemáticamente en la nove-lística de Beleño. Estos adquie-ren a veces cualidades caricatu-rescas. Pero la figura central de

cada novela, aunque no sea laque actÚe, siempre es la que sien-te la angustia, la tristeza y la

amargura al ver a los otros desfi-lar ante sus ojos bajo el peso de

3. Edlcones de las novelas de Ikleiio usadas i'n i,,(e estudio: Luna Verde, segundaedición. Panamá. 196 1: Gamboa Road Gang, Panamá. 1960: Curundu, Pa;iamá.1963.

Fl autor trabajÓ i'n su juventud en la Zona del CanaL. Entrevista con el

autor el 26 de agosto de J 970. Panamá.

4. Zenaida Pèrez de Sánchez, pn\logo de Curundú, p. 8. Es predso aclarar que BeleÚO no

estaba familiarizado con la obra de los esposos 13es¡lnz cuando escribió \¡is tresnovelas consideradas en este pequeiio estudio. Entrevista con el autor el 26 deagosto de i 970. Panamá.

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una sociedad hecha insoportablepor el desprecio e influencia, queve como espiritualmente maligna,de los americanos de la Zona delCanal y de los panameños que losmantienen en esas posiciones desuperioridad. Este personaje cen-

tral es desarrollado minuciosa-

mente, empleando Beleño para de-linearlo actitudes y técnicas res-

forzadas en el autor por sus lec-turas, algunas de las cuales men-ciona en Luna Verde, (5) Entrelas tccnicas literarias que usa Be-leño para esclarecer !us caracteri-zaciones en lo que se refiere adiscriminación se destaca el pro-cedimiento tradicional de la des-cripción física que extiende a loraciaL. En Luna Verde nuestroprotagonista es un joven mestizo,

de finas facciones, descendiente

de franceses, cuya familia es con-siderada blanca en Panamá ybrown en la Zona del CanaL. En

Curundu, tenemos como héroe aun joven estudiante de familiamezclada con negros, a cuya con-diciil\ racial podemos trazar enparte su dolor social al enfrentar-se con el prejuicio de los zo-ne í taso En Gamboa Road Gang,aunque el narrador sea el quedescribe los sentimientos de losque lo rodean, es la historia trági-ca de Atá, hijo de un soldado

norteamericano y una negra ja-maicana, la que nos ofrece los

cuadros sociales que le dan razónde ser a esa obra de ßeleño. Elenfoque racial de las novelas deBeleño no se limita, sin embargo,al problema del negro, quizásporque el problema racial en Pa-namá no se limita, como en LasAntillas, al negro y al mulato. EnPanamá no hubo la extinción to-tal del indio, como generalmenteaconteciÚ en ali-run(-)s países delCaribe. No obsÚinte, en los cen-tros urbanos cerca 'de hlfranja dela Zona del Canal, es la influenciaracial del negro y no la del indio,la que más amarga las relacionesentre los panamenos y los zoneí-tas, puesto que los prejuicios delos americanos en la Zona se dirÎ-gÍan principalmente hacia los nc-gros así como era costumbre enel sur de los Estados Unidos. El

choque racial se debe en gran

parte a la tradición de segrega-

ciÓn legalizada que perdurÓ pormuchos años cn la Zona y quetodavía es recordada con amargu-ra por los panameños, quienes re-sienten la arrogancia de los ame-

ricanos al implantar tal sistema enun país originalmente de tenden-

cias raciales más liberales. (ti) Lacrítica de esta situacÎiHl de segre-

gación de las razas y de las cultu-ras forma un tema constante, unacorriente b:rsica, en las tres nove-las canaleras de Heleño.

5. "Varias veces, en d lranscurso de esros últimos meses, he. tratado dt' Icl'r aquelloslibros rl'volul'onarios: Huasipungo, En las Calks, La Vorágine, Los de Abajo,Don Segundo Sombra. La Trepadora, Doña tiárbara, Jubiabá, Cacao." Beleño.Luna Verde, p. 69.

£l. Julcs H. Hillard, "I'anama, Link l3elween Qceans and Continents," NaiionalGeographic, VoL. 137 (Marzo, 1970) p. 404.

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Page 23: rath, etc), cuando afirman que

De la trilogía canalera, es enCurundu que se destaca más eltema de la segregación legal, bási-camente racial, que existía en laZona. En esta obra, BeleTÌo, ba-

sándose en observaciones intuiti-vas y experiencias personales, lo-gra apoderarse de la metáfora pa.ra realzar el significado racial y

sociolhgico de la misma. Portjemplo, cuando Beleño escribe:"La fila es larga como la reveren-cia de un antillano viejo", (7) suexpresiim tiene como base unaobservación captada también porlos esposos Biesanz en su estudiosociológico: "Los antilanos vie-jos se enorgullecen de ser piado-

sos, limpios, respetables, sobrios,

honrados, industriosos, filosófi-cos, obedientes a la autoridad y

leales a sus patrones- 'mulas fie-les, por mucho que nos pateen,'como 10 expresó uno de ellos,Les alarma la 'irresponsabilidad',la 'falta de decoro' y la 'degene-

raciÓn' que ven en muchos de losdescendientes jóvenes de los in-migrantes." (8)

Uno de estos an tillanos respe-tables, aunque de la nueva gene-raciÓn, resulta ser una figura muyimportante en la novela Curun-

du: "Salvador Brown, devoto fa.nático de la fé evangelista, siem-

pre se creyó con autoridad divinapara ensayar la conquista espiri-

tual de los CatÓlicos." (9) Lo ha.

b í a becado una congregaciÓnbautista para estudiar en un semi-

nario en los Estados Unidos parapredicadores de color. Beleño se

aprovecha de una disputa religio-sa entre Salvador y Rubén Gal-ván, el joven protagonista de Cu-rundu, para exponer vivamente eldesprecio que siente este jovenhacia el sistema legal de discrimi-naciim y segrcgacion. CuandoSalvador quiere explicarle aRubén que su oficio es "rescataralmas para el Señor," Rubén a-b'liamente le declara: "Por quémejor no rescatas el Silver Rolldel Gold Rol!." (la) Estas deno-

minaciones legales de la Zonarepresentan los grupos económi-co-raciales de los negros y de

los blancos. Los primeros for-man el Silver Roll; los últi-mos, generalmente norteamerica-nos trab,-tjando en la Zona, com-ponen el (~old Roll. Este sistemarígido contrasta con la visión pa-nameTÌa de la raza, como nos ex-

plican los Biesanz, quienes dicen

que aunque existían prejuiciosraciales en Panamá antes de la lle-gada de los norteamericanos, lasactí tudes no eran inflexibles, y el

color de la piel Y el pelo importa-ban más que el árbol genealógico.

Al llegar los americanos, esta ac-

titud más liberal empezÓ a cam-biar. También int1uyó en formar

7. Heleiio, Curundú, p. 12.

8. Johii y Mavis Biesaiiz, Panamá y su pueblo (M¿xko 19(1), p. 252.

9. Bekiio, Curundú, p, 23.

10. Ibid., p. 25

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antagonismos raciales en la cultu-ra panameña la preferencia eco-nómica del norteamericano porel antillano que hablaba inglés,como por ejemplo, el jamaicano.(11 )

En Luna Verde, la primeramención que hace Ramón de Ro-quebert de su inicíaciÚn en la cul-tura de los americanos en la Zonaes el "labor train" que divid ía a

los trabajadores en dos grupos:

"El último furgÓn está reservado

a los capataces del Gold Rol!. Todos son norteamericanos. El mitode seres superiores en esta tierrade injusticias sociales, les permiteviajar como hombres . . . mien-tras que los latinos como no sonciudadanos de los Estados Uni-dos, viajan incómodos en furgo.nes para ganado."(12)' A conti-nuaciÚn, Beleño nos revela, consentimientos de amargura y des-precio, la síntesis de su crítica

del prejuicio racial legalizado:

"El capataz gringo no se de-be reunir con el empleado

del rol de plata. Se contami-naría/ sólo con su presencia.Esta divisihn racial se man-tiene en las fuentes de beberagua, en los restauran tes,comisariatos, cines y en to-dos los lugares en donde elhombre tenga que convivir.Hay comunidades como La

11. 13itsanz, pp. 175 176.

12. Heleno,Luna Verde, p. 18.

13. lbid.14. 13e1elÌo, Gamboa Road Gang, p. 89

Boca, Red Tank y SilverCity para los negros y lati-nos. Barrios para los blancoscomo Chagres, Gavilán, Mi-ratlores, Ancón y Balboa.Es rigurosa la segregación.

El negro y el latino no pue-den convivir con ellos. Esun pecado mortal. En laZona del Canal el gringo estabú, el latino es su vasallo

y el negro su escIavo."(13)

En Gamboa Road Gang lo se-gregación se prectica hasta en lacárcel y en la administración de

la justicia en los que Beleño velas desventajas raciales y políticasdel panameño: "Los zonians do-minan toda la vida en el Canal.Son ellos los que le niegan todoslos privilegios a los criollos y pa-nameílos, los que dividen los co-misariatos en blancos y negros,

los que en las oficinas dividen elpersonal en U.S. citizen y localrates. Y los que en nombre de laseguridad y eficiente funciona-miento del Canal, envían a Gam-boa a todo el que infrinja las le-yes zoneÎtas y que no siendoblanco norteamericano, esté im-pedido para defenderse con ven-

taja."( 1 4)

En Curundu, Rubén Galván,además de resentirse por el siste-ma de segregación,se resientepor la humildad de SalvadorBrown, por su aceptación filosÚ-

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Page 25: rath, etc), cuando afirman que

fica y religiosa de un sistema paraRuhén completamente inacepta-ble en convivencia con el verda-dero cristianismo, si lo hubiera.Rubén declara:

"Mira Kid Salva Cuatro--Rubén habla ahÖra despa-cio.--No me explico tu faltade sentido común para ha-blar de las cosas que hierenen carne viva a los paname-ños y latinos. No me expli-co qué razÓn puede haberpara que los gringos nos se-paren y discriminen, y lomucho o poco que tengaque ver Dios con todo esto.Entre menos se meta Diosen estas cosas de los hom"bres, tanto mejor, porque

está demostrado histÓrica-mente que donde él se me-te, salen aprovechad os cua-

tro bellacos. Y esto pasa

aquí. Dios está tan compro-metido con los gringos yapoya tanto su tesis de lasuperioridad racial, que se

ha visto en la necesidad de

improvisar un Paraíso para

los blancos y otro para los

negros. Si no, fíjate que

aquí en la Zona tienen uncementerio para los blancosy otro para los negros. Y lo

que pasa aquí en la Zonadel Canal no es asunto ni deDios ni del Diablo, sino de

hombres. Ellos se aprove-

chan de todo lo que les con-viene y tienen un sentido

muy gringo de lo que es la

15. Heleno, Curundú, pp. 25-26.

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benevolencia, la democraciay la moral cristiana. Han de-cidido que la resignaci()t espara que la practiquen losnegros, mientras que ellos sequedan con todas las como-didades. Nosotros los lati.nos, los negros y los chom-bos tenemos que seguir tra-b"jando para ellos, a la espe-ra de recompensa celes-tial que es un obsequio de-masiado costoso y tardío. Yes por esto por lo que los

chombus ante el gringosiempre dicen: Yeso . ., Yes,Sir! (15)

La protesta vigorosa contra elprejuicio racial legalmente esta-blecido en la Zona del Canal es eltema de mÚs vehemencia en lanovela Curundu. Después de suiniciaciÚn en el trabc~o que haceen la Zona, Rubén empieza a sen-tirse más humillado racialmente,y el autor introduce entonces sus

propias observaciones:

"Se siente empequeñecido;

tan insignificante y despre-

ciable como merece el he-cho de recibir por su traba-jo, un dinero y unos pro-

ductos venidos precisa-mente de esa civilizacióndominante y de esa culturaque se enquista en el absur-do sistema denominadoGold Roll y Silver Roll. Sesentía incfimodo, impotentey peor aún, rid ículo y ate-morizado.

Page 26: rath, etc), cuando afirman que

En esas condiciones espi-rituales, Rubén Galván nopuede tener una idea enalte-cedora de la libertad. Su li.bertad está sujeta a las nece-sidades de libertad de aquel

otro pueblo, de aquella otra

c iv ilización y de aquellaotra cultura diferente a la

suya." (16)

y esta cultura la quieren tran-

plan tar los norteamericanos:

". ; . hacer que la 'Zona'

aparezca, ante los ojos de

sus habitantes y ante losojos de todos los que la visi-tan, como si fuera un pedazode Estados Unidos.

Para logrado aplican losmismos mctodos técnicos ydisciplinarios de su conquis-ta. Las sanciones severísi-

mas. El orden militar. Lasregiones prohibidas. Zonas

exclusivas para los hombresque no pertenecen a su raza,a su lengua y a sus costum-

bres . . . . de manera que

Rubén Galván se sentíamuy lejos de su propia 'pa-tria'. Muy distante de suscosas y del ambiente que leera conocido. Le disgustaba

esa emasculación de la natu..raleza, representada en elcésped rasurado hasta la

exageración. Toda la sensua-lidad cxhuberante de su tie-rra estaba all í podada."( i 7)

La misma falta de primitivis-mo y esencia humana en la cultu-ra de los zoneitas es lo que no legusta a Rubèn. Como en la litera-tura antillana que critica el exce-so de tecnología europea, (18)

también Rubén se siente oprimi-do por estos hombres decididos apodar su cultura panameña, su li-bertad, e imponerle rasgos, a suparecer, ni esenciales ni huma-

nos. No obstante, debe aclararseque para algunos panameños labelleza de la Zona se encuen tra

en esta misma técnica de podartanto la hierba que realza la ver-dura y la calma del trÓpico cana-

lero en la cual ven ref1ejarse lasobriedad de los norteamerica-

nos. (19) Pero no es este punto

de vista el que tiene Rubén deldeseo americano de podar la na-turaleza panameña, sino que re-presenta el sistema racial compli-cado, rígido y humillador, delhombre blanco del norte, un sis-tema que es para Rubén la clavede la desgracia del panameño queél representa.

Red Box, en Curundú, perso-nifica al negro rebelde contra lacondición social que le han im-puesto los americanos, así como

16. lbid., p. 158.17. (bid., p. i 79.lB. G. R. Coulthard, Raza y color en la literatura antilana, (Sevila. 1958), p. 7 i.

19. Ricardo J. BermúDCz, "Panama City Then and Now," Americas, Vil (julio, 1956),p.22.

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Page 27: rath, etc), cuando afirman que

10 personifica también Atá, elpersonaje central de GamboaRoad Gang. Por su rebeldía, nun.ca disminuye el orgullo de Red

Box ni su desprecio por cualquieinegro que no se rebele o que ayu.de a los opresores. Dice en inglés

Red: "-Estos chombos JimCrow, siempre serán lo mismo;

esclavos y serviles." (20) Y he-mos visto que también Rubénsentía repugnancia hacia olro ne-gro sumiso, el predicador llrciwn.

Sin embargo, los personajes deBeleño no demuestran abiertaagresividad o deseo de vengarse

del americano directamente ycon violencia, sino que reflejanvenganza personal, a la vez quemai1iliestan su frustaciÓn y des-

precio por los sentimientos inhu-

manos que ven en la sociedad delnorte. SegÚn C.R. Coulthard ensu libro Raza y color en la litera-tura antilana, la rebeldía y la

violencia forman una parte im-portante en la tem:itica racial dela literatura de IIaitÍ, especial-

mente en la poesía. La formaciónde IIaitÍcomo repÚblica se debe ala sublevaciÓn de los esclavos en1791 y su literatura refleja estamani festaci(m de '.'iolencia. Enlas tres novelas de llelei'o no ve-mos tal rebeldía sangrienta "enmasse," a pesar de que en LunaVerde ocurre un crímen, el cuales más venganza personal quesublevación de una raza o un

20. Heleiiu. Curundú, p. 203.

21. Coulthard, p. 99.

22. Ibid., p, 102.

26

pueblo contra el opresor. Belci'omuestra en sus ncivelas la heridaque la presencia norteamericana

le ha infringido al orgullo llacio-nal y raciaL. j\.1as no pasa su rebel-día racial de ser individual es elpersonaje contra los blancos, y noun grupo contra otro grupo. Be-leño no se deja arrebatar corno lohacen algunos poetas antillanos,"por visiones de cataclismos rt-volucionarios" para proyectar su

fantasía, como dice Coulthard,"complaciéndose en visiones deun porvenir vago y nebuloso paraconsolarse de la realidad presen-le." (21) En las novelas de Bele-

ÌÍo vemos, como en otras obrasantillanas "una rebeldía indivi-dual del negro frente al mundoblanco," (22) y podríamos ai'a-dir la rebeld ía de cualquiera quese haya sentido humilado por suraza-mindia, latina o mulata.

Red Hox, asi como Atá enGamboa Road GanK, es el negrom:is auténticaiiente rebelde a su

situaciÓn debido ;l que no quiereaceptar que es negro, y se hace elque no entiende las leyes racialesde la Zona, aunque algunas de

ellas no sean leyes escritas. En suterquedad contra su condiciÓnsocial y racial insiste en llevar aljoven Rubén Galván, obscuro depiel aunque no del todo negro, auna iglesia protestante de blancosde Halboa. Con la violencia quese desata en la iglesia, Releiìo de-

Page 28: rath, etc), cuando afirman que

muestra lo que ya antes habían

argüído sus personajes-que la re-ligión norteña quería convertidospara que fueran sumisos a lasideas políticas americanas y alsistema de segregaciÓn racial, yque la religiÒn venida del extran-jero era una fórmula para que

aceptasen su inferioridad ennombre de Dios, puesto que laresignación era para que la practi.casen ~Ólo los de abajo. A Salva-

dor Hrown lo presenta ßeleño co-mo sincero, pero también comouno que ha caído en esa trampa

sutil preparada por una sociedadque basaba sus valores religiososen un pragmatismo imperialista,social y econhmico. Después deun vehemente ataque contra elcatolicismo, en algunos puntoshistóricamente fundado, RubénGalván responde a SalvadorBrown: "Todo lo que tu quieras.. .--protestÓ Rubcn Galván. Perolos protestantes negros en los Es-

tados Unidos, no pueden entraren las iglesias protestantes de losgringo s blancos. Por eso tu reli-gión nunca será mejor que la mía.

. . Porque en la nuestra existela libertad de color. Y mientras

tú no me pruebas que puedes en-

trar en una iglesia de blancos. . .no me puedes hacer creer todaslas mentiras que me estás dicien-do." (2~)

Es precisamente este punto loque quiere probar el autor cuan-

do Red Box lleva a Rubén a una

23. Heleiio, Curundú, p. 192.

iglesia protestante de blancos. Elpastor protestante lo trata con fi-neza, pero le aconseja que no in-sista en quedarse. Allí frente a unbello vitral que muestra la ima-gen de Cristo, son brutalmentemaltratados Rubcn y Red Box.Esta escena está tan llena deamargura y violencia que hiere elcorazÓn de Rubén-es una venia.dera herida en el alma que agotasu cuerpo, y que llegará a ser enparte la causa física de sll des-trucción:

"Rubén sintio que el rumorde la iglesia anglicana le re-corría las espaldas como es-calofríos. Desde el fondo deaquella iglesia, toda llena dela imagen de un Cristo bue-no y manso que ama a loshombres, se dejan oir co-mentarios y Rubén los vesurgir desde el fondo mismode los brazos de Cristo, Al-tos, rubios, vestidos con sus

ropas de domingo. Marchanhacia la puerta. La voz delPastor es dulce y sus ojos

azules de una paz infinita.Pero Rubén Calván, tam-bién pudo ver esos mismos

ojos azules e infinitos en losmonstruos rubios vestidosde domingo que llegaron ala puerta y con respetuosa

violencia interceptaron alPastor y con desmedida pa-

sión cargaron contra RedBox y contra ci.

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Page 29: rath, etc), cuando afirman que

Nunca antes . . . RubénGalván se vio tratado de unamanera más salvaje. No hu-bo una palabra. Ni un insul-to. Todo fue en silencio, co-mo se debe proceder, conrespeto, a la puerta de unaiglesia, en donde Cristo ex.tiende sus brazos de amor alos hombres. Y en este casoparticular, a los gringos ru-

bios, altos, de ojos azules e

infinitos como los del Pas-tor. Los puños cayeron so-bre ellos con violencia repe.

tida. Fueron mazazos que lohicieron doblar sobre el pi-so. Desde el suelo sintiÚ loslindos zapatos dominguerosque lo pateaban con feroci-dad. (24')

Con este doloroso cuadro, aligual que en sus otras novelas, se

ha visto que Bcleño ha sabido ex-presar toda la trágica injusticia dela segregación racial impuesta porun sistema social extraño al dePanamá y la visiÓn verdadera-mente panameña de la raza. Suestilo es a veces bastan te prosai-

co, paralelando el estudio socio-

JÚgico, como el de los esposos

Biesanz. Pero a veces su simbolis-mo, sus metáforas, sus palabrasconnotativas, su ironía, hacen desu protesta contra las injusticiasraciales de los americanos y tam-bién de los panameños, una obraverdaderamente artística.

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sís (me dicen) naciÓ a orillas ddRayano, probablemente en 1828.Su padre, un caciquilIo local, leinculci", de niño, la estolidez delsin-tierra. Cuando Migudito ac-cionaba las manos obedientes, sele filtraba, al interlocutor, la im-paciencia salvaje del Trópico, elpeso de la selva que se contraríaenfrente de la civilizaciÚn, iinaalianza de tempestades, de cuyascentellas guarnecía los recuerdos.La guitarra entre las manos, ~~-

guelito refinaba coplas y dCC:l-mas, impregnando el consul.toriovacío de Kratochwill de un Jugla-resco frenesí. ese punto donde secongela la palabra para vivirse ensu eternidad oraL.

Celebraba Kratochwill el arri-bo de Miguelito a la lclínica y arre-metía con el retruécano de unvoyez-vous gentiL. "Otra VC"L: Mi-

guelito está de vuelta. V oyez-vous? ", decía Kratochwill con

suficiencia. y el voyez-vous, es-

bozado por Kratochwill, tiznabasus dientes (exilados) de gali-cismo, y se convertía en esperan-

za intraducibIe por intermedio

del fuelle de la garganta.Del Miguelito clavijero es da-

ble adelantar lo que asevera Tai-

ne, a propósito de Stendhal, en lapágina 225 de sus NouveauxEssais (1901): "Cada talento es,pues, como un ojo sensible sola-mente a un color. En el mundoinfinito, el artista se escoge unmundo." Los ojos negros de Mi"guelito no aspiran a dul?licar pers-pectivas venecianas, ni a promo-ver la mansedumbre que lngresinstaura en el cuello sensual de

Madame Aymon, dite la. beBeZélie. Al contrario;, su afán in-nato se empeña en perennizar losracimos del monte, corales de suimaginación, o en morigcrar ese

ahogamiento hacia la frialdad delo esencialmente vaporoso.

Ya Juan de Miramontes y Zuá-

zola, a principios del siglo XVii,concibe el río Rayano en cuantoposibilidad de epicidad, como unGanges traidor, que se rinde alblasón marino de los cursarIos in-gleses, tal Oxenham, quien con re-

clera sus tropas con las huestes

del cimarrón Don Luis de Mozam-bique. Gustemos de algunas es-cenas, donde la poesía colonialpanameña alude a un cromatismoitalianizante, a un allegro de sua-

ve hedonismo:

Traen, con pomposo, espléndido aparato,los sen,iciales, diligentes pajes

aqueste diferente de aquel platu,

ginebradas, manjares y potajes,que satisfecho el gusto y el olfatodejan de aquellus fuertes personajes;y, al brindis, dan señales de alegrías,cornetas, sacubuches, chirimías.

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Después de las dulzainas y anafileshicieron retenir los vagos vientos,

tocan dos diestros músicos gentilessus bien organizados instrumentos-;y, con sonoras voces y sutiles,cantan de los celestes movimientosel Órden natural y en qué manerase notan los planetas de la esfera.

Todci aqu í guiña la mirada a

la visiÓn europea, a la música isa-bcIina del Támesis:

y aquel maravilloso curso eternode hacer verano, estio, otoño, invierno.

Sin embargo, la gastronomía la presencia de su fauna inverosí-criolla impera, funda sus raíces mil, con las intrigas sigilosas dede Lierra, garabatea y lervoriza la una botánica que seduce a losglauca ajorca del río Bayano, con británicos con denuedo:

En tanto, por la umbrosa selva espesa,marchando al son de caja militante,venia el escuadrÓn de gente inglesa.Al descubrir de Apolo radiantellega, descansa y siéntase a la mesa,de rústicos manjares abundante,donde halla gusto aquello que apetecede lo que la montaña y valle ofrece;

el colmilludo jabali. cerdoso,ananco, áñade. pato y perdiz parda,

.tërtil conejo, gamo temeroso,verde yestea y trepadora arda,mico, .zaino, ante poderoso,tórtola, codorniz, pava gallarda,

y con la hermosa garza quiere que hayapintado papagayo y guacamaya.

Despierta y satisface el apetitola piña, el aguacate y el zapote,el plátano, mamey, ovo, caimito,la papaya, la yuca y el camote,el coco, la guayaba y el palmito,la guaba, la ciruela, el aji y mote,

fru tos de aquesta .tërtil tierra propia,do esparció su abundn(;ia el cornucopia.

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Enlurruñadas octavas reales,de Armas Antárticas, preambulandivertimentos y andanzas, con-

gestionan la fluencia de un tiem-po panameño, que se el austra enlas artesas de la Corona, para co-lonizarse dcsvaneciéndose. Y esque Miramontes y Zuázola, nues-tro Grmgora de la Conquista,nuestro cronista gárrulo y frutal,mcrecería cotejarse eon los fran-ceses Vilon y Rutebeuf, medioe-vales al fin, en la medida en quelos tres esparcen los hilos rÚsticosde un lenguajc cn ciernes, de unlenguaje que no osa decir sunombre: sistema del reconoci.miento y de la taxonom Ía natu-

ralmente poetizada.

Para los pragmáticos filibuste-ros, el Rayano --Miramontes y

Zuázola nos persuad e v: herr ntc-mente-- era una tregua fidedigna

que solía vestir los atuendos deun paradise 10sL \Thomas Dekkcr(The Relman of London, 16Hì)no oculta su aficiÓn por el campo

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sobre la ciudad. Oxcnham y suscorsarios -omito, exprolesa-mente, el nombre de Sir FrancisDrake, ese anglosajÓn corajudo,quien murió no en su Devonshire

natal sino en la panameña bahíade Portobelo, hacia J596-, reali-zaron el voto gris de ThomasUekker.

Un amigo me confiesa que es-cribir acerca del Rayano equival-

dría a ser regionalista y harto de-

cImoncmico. Entonces, Faulkner

es regionalista cuando mencionaal Misisipi; o Miguel de Unamunocuando invoca la gracia eficaz delTormes desde su Salamanca. Ríomás universalizante que el Raya-no, más cargado de cimarrom~je,

piratería, y ahora de aparente

quietud, no posee Panamá. Mil,..ton dudaba que el género épico

produciese directrices laudablesdespués de sus kilomctricos poe-mas. Las aguas del Rayano le res-pondieron negativamente a Mil-ton.

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una duradera estabilidad institucional y el respeto por las formas lega- .les. Pero era necesario qu e las ideas que hali Ían madurado lentamenteen la conciencia colectiva fueran puestas en condiciones ,de influirimís directamente y más constantemente sobre la comunidad. Laindependencia poI í tica ten ía que ir seguida de una verdadera emancI-pacihn espiritual y econhmica. No bastaba haber rote) las atadurasexternas si no había liberacihn interior, y si no se era duci10 a la vezde los recursos materiales. Para los hombres que hicieron posiblenuestra independencia el Único medio de realizar esa liberaciÓn inte-ri(ir que necesitaba Panamá, era la educaci(m. Sólo la educaci(lI po-dría operar la necesaria evoluciÓn creadora que habría de seguir a ladestrucciÓn revolucionaria de la guerra de los mil días. Por eso ya elgobierno del doctor Manuel Amador (-;uerrcro, diÓ extensión a lasfunciones de la Secretaría de Instrucci(m PÚblica y apoyo al Secreta-rio para hacer posible la organizacihn de la ensálanza pÚblica sobrebases que le periiitiermi un rápido desarrollo y ai10S más tarde facIli-

taron al doctor Eusebio A. ¡V¡orales, como Secretario de lnstruccihn

PÚblica, darle al ramo una estructura más racional y científica. Perofue necesario que llegase al Ministerio de EducaciÓn, J eptha B. Dun-can para que se abandon aran las ideas educativas tradicionales y nues-tras escuelas se encauzasen por priucipios progresistas.

T ,a tarea fue arclua, y es explicable que así fuera, puesto queresulta mucho mÚs difícil llevar a la práctica las nuevas ideas quecontinuar en la rutina de las formas tradicionales. Por una razón muysencilla: cn Li escuela tradicional el material, los mi'todos y los diver-sos paS(lS de la cnsáianza estaban clara y delinidamente fijados, y eleducador no era sino un obediente servidor de normas predetermi-

naebs. En la escuela nueva, en cambio, no hay normas lijas, losprincipios son eLísticos y las directivas muy generaks, ya que hay queajustar la acci(m educativa a la cambiante realidad física y humana.La .escuela nueva con fía mucho en la iniciativa del educador. en suinteligencia, su voluntad cradora, su vocaciÓn. Su responsabilidad esgraIHl-e: de (~i depende el buen cxito ei fracaso de un plan educativo.

Jeptha 13. Duncan y sus colaboradores. todos hombres entusias-tas, tenaces en la lucha, sagaces y preocupados, entre los cuales niere-cc mención especi,al y aparte el doctor José Daniel Crespo. por mediode discursos pronunciados en las gradu,iciones dc colegios como elInstituto Nacional, la Escuela Normal de Institl1toras, la Escuela deArtes y Oficios; por conferencia y circulares a los maestros etc.,desterraron anejos procedimientos y movilizaron a la juventud delmagisterio nacional en una campana de renovac¡(,n educativa.

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Partidario de una enseñanza que promoviese la libertad y la per"sonalidad del niño y desarrollara en él hábitos de trabajo, Duncanrechazaba d verbalismo, la -rigidez de los programas. Tuvo oportuni"dad de poner en movimiento sus ideas aplicándolas a una realidadindflCil y supo hacerlo.

Dd repertorio de estas ideas escogeré unas cuantas que mostraránlo. que significó la obra educativa realizada por este eximio compa-tnota.

Si la educaciÚn corE iste en la formaciÓn de la personalidad, ,'.cÙ-mo puede lograrse tal formación sino no es por el ejercicio constantede esa misma personalidad'i Bien sabemos que la escuela tradicionaltenía ~l los niños y jÓvenes en una actitud de pasiva recepciÓn, puesera la materia enseñada, y no el educando el punio cen lral de releren-cias de ioda educaciÓn. En oposición a este sistema escolar Duncanpredicaba una "educación desde dentro" donde el ejercicio de laactividad personal de cada estudiante pasf) a primer plano. La activi-dad supone la participación. Un estudiante es activo cuando tomaparte en la cuestifm que se trata. La participación es fundamen-

talmente psicolÚgica, si bien exige a veces una actividad física que laacompañe. Debe repararse en que la actividad física es siempre unaconsecuencia de la participaciÚn. o actividad p~ic(llógica, y que éstapuede medirse por aquélla. Caen en el error de medir la actividadpsicológica por la física quienes interprelan el conocido precepto de"aprender haciendo" destacando el hacer en menoscabo del apren-der. En verdad el hacer debe estar al servicio del aprender. Si seenseÙa geometría, por medio de la carpintería, por ejemplo. no espara que los esludianles se lransformen en carpinteros y su~ educa-

dores exhiban orgullosos, a fin de aÙo, los trabajos realizados por susdiscípulos. Se recurre a este procedimiento para quitar carácter abas-tracto a las cuestiones elementales de geometría y lograr que el estu-diante advierta, por propia experiencia, la conexión de la geometríacon los problemas de la vida diaria. 1,0 que cuenta no es el brazo qu emueve al serrucho, sino la cabeza que le ha indicado previamente p,;rdÓnde debe ir. A medida que el niÙo crezca será mcnns ncccsario quela actividad física acompañe a la participaciÓn psicolÓgica.

En verdad, la experiencia personal es la que cuenta; la in forma-ción de nada sirve si no tiene una acogida favorable en el ánimo delestudiante, y corre el peligro de convertirse en material muerlo, en

lastre que dificulta la ma rcha. La actividad supone, pues, la experien-cia personal, que convierte lo que se aprende en elemento asimilable,en parte de la propia personalidad. La incorporaciún vilal es siempre

activa, desde la asimilación de una substancia nutritiva hasta una ideaabs lracta.

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J

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1La idea de libertad está íntimamente relacionada a la de actividad

en más de un aspecto. La actividad de que habla la nueva pedagogía,es actividad libre.

En la escuela tradicional el nifio era un esclavo de los programasfijos, los horarios rígidos y la autoridad, a veces prepotente del maes-tro. Las virtudes principales de un salÓn de clases eran el orden y ladisciplina que allí rei naban. El silencio absoluto cons tituía el ideaL.

Este constante control de la vida interior, imponía al estudiante una

rígida máscara de simulación y daba a toda la clase el aspecto de W1auniformidad psicolÓgica, debajo de la cual circulaba la vida real depreocupaciones e intereses encontrados.

La nueva pedagogía está Íntimamente unida a la idea de libertad.Pero libertad para tener ideas y creencias propias y poder expresarIas

sin temor a represalias, libertad para discrepar con el libro, con elmaestro y con la mayoría; en fin, libertad para fijarse un propósito,valorar una acción o una obra y tener una personalidad que no sea elreflejo de los maestros o de los padres. La libertad así entendida,

presupone la independencia individual y el desarrollo espontáneo ycreador de la personalidad.

Oigamos dos párrafos de una conferencia de Jeptha ß. Duncan en1928:

"PermÍtascle al niño adquirir un espíritu crítico, no se le obliguea aceptar la opiniÓn del maestro como dogma indiscutible, no se lerefrene en su curiosidad de saber el por qué de las cosas, y en elfuturo le veremos actuar C(Jmo ciudadano independiente que no tienenecesidad de buscar jefe o 1 ícler a quien seguir para que piense ydecida por él; como ciudadano esclarecido, incapaz de entregarse alfetichismo de hombres o principios, ni de venderse incondi-

cIonalemente a ningÚn bando y capacitado para saber que lo impor-tante de un gobierno nu es su forma externa y visible, sino su espírituinterno, y que su legitimidad no depende tanto de que su origen sea

legal, como de que el objetivo de su funcionamiento sea el bienestarde todos y no el bienestar de quienes lo integran.

Concédasele al al urn no la ocasiÓn de distinguir ent re los valorespositivos y los falsos valores; penníLisele que él mismo aprenda apesar en la balanza del criterio a hombres y hechos, y estemos segu-ros de que, luego, como ciudadano de la RepÚblica sabrá distinguir lanota de honradez y conviccihn que resuena en las arengas y discursosdel verdadero estadista y la nota falsa que delata en sus exterioriza-cIoncs al charlatán político sf'cliento de notoriedad; sabrá diferenciar

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entre el hombre pÚblico de mente estrecha que se inspira en el pasa-do y no sale del presente y el verdadero estadista de visión dilatadaque suprime el tiempo y la distancia y proyecta en el lejano futuro elpanorama de su obra de hoy; sabrá, en fin, establecer diferencia entrelos partidos políticos genuinos y las facciones políticas decadentes, ycomprenderá que Óstas Últimas constituyen degeneraciÚn de los pri"meros, corrompidas por el germen venenoso del personalismo y con-denada a la extinciÚn en espera de nuevos reagrupamientos bajo ban-deras nuevas y nuevos dirigentes".

La libertad bien entendida radica en la posibilidad de replantearde nuevo la cuestiÚn, ofrecer una nueva salida. Todas las veces que seha ejercido la libertad con sentido creador ha surgido una nueva

posibi I idan.

La libertad auténtica es libertad creadora. En ella hay que ejerci.tar a los jóvenes desde que son niños, enseñándoles a tener propÓsito;-y no obrar por impulsos--, a forjarse ideas propias aunque no sean

adaptadas por la mayoría, a saber discrepar con lo admitido, en W1

esfuerzo honesto pOl' intentar posibilidades aÚn no ensayadas. Si enla escuela se les enseña que las cosas son blancas o negras y que sulibertad se reduce a poder escoger un color u otro estos escolares

padecerán luego de un daltonismo académico que les impedirá gozarla multiplicidad de colorido que ofrece la vida.

La guerra de 1914- 1 9 18 al conmover hasta lo más hondo loscimientos de la sociedad, había hecho posible, y aún necesaria porrazones econÓmicas, la entrada de la mujer en la vida pública y elcaso era que los sexos se encontraban ahora juntos en todas partes;en la calle, en el trabajo, en las diversiones y tambicn en algunoscentros docentes, por tanto, parecía lógico pensar en la conveniencia

de preparar a iiii'os y nii'as juntos para la vida que prácticamentevivían en común.

Conviene indicar aqu í cÚmo I)uncan consecuente con los princi-pios que sustentaba emprcndi() una acciÓn para lIevar al dominio delas realidades prácticas la igualdad teÚrica de la mujer ante el derechc)

a la educación.

y en mayo de 1919 siendo Presidente el doctc)l' Belisario Porras ySecretario de InstrucciÓn PÚblica Jeptha B. I)uncan, quedÓ ddiniti-vamene establecida la coeducaciÓn en las escuelas del país.

En la menlOria de 1920 cita Duncan las siguientes palabras dichaspor el doctor Porras en 19 19: .. La coeducación es una de esas evolu-

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J

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ciones que caracterizan a las democracias, y está basada en la igual.dad de todos los habitantes ante la ley, sin tener en cuenta la diferen-cia de sexo. Debido a que en la econom ía de nuestra vida social ypolítica la mujer òebe tener los mismos derechos educativos que el

hombre, la coeduciciÓn se impone puesto que tales derechos nopueden conquistarse de otro modo.

Por lo tanto, con el lin de asegurar para la juventud de ambos

sexos de edad escolar el derecho que les asiste de terminar sus estu.dios primarios y con el propósito a la vez de electuar econonlias

apremiantes, se ha resucito extender la coeducación a casi todas lasescuelas del país".

Aunque la medida tenía un fundamento econÓmico, gracias a ellahemos visto en Panamá, cÓmo la mujer ha ido conquistando sucesiva-mente los sectores de la actividad humana: las prolesiones liberales ylas investigaciones desinteresadas, el servicio social y la responsabili-dad política. Innumerables ejemplos han demostrado que la mujer escapaz de conciliar las exigencias de la maternidad y las funcionesimportantes; que incluso gana, al hacerlo una personalidad m:is vigo-rosa y un sentido acrecentado de su responsabilidad práctica en eladelanto de la comunidad. En lin, se le procuró los medios de llegaral desarrollo y al scÙorío completo de su ser.

Como Rector de la Universidad de Panamá Duncan aspiró a quese enseñara a los estudiantes a valerse de su entendimiento y de sualbedrío; ayudarlos a encararse con la vida, afianzados en los recursosy en las valoraciones de ntro de ese ideal de vida doble, creadora y

generosa que es la vida democrática.

AmbicionÓ que la Universidad hiciera hombres libres en su ,ùma,hombres que no rindan la potencialidad creadora de su espíritu anada de este mundo, ni al halago, ni al prejuicio, ni a la ambición, nia la amenaza, ni al poder.

Es hombre libre el que respeta y perfecciona sus potencias desuerte que, al usalæ., lo hace voluntariamente. Ser hombre libre en

este sentido no es poder hacer lo que se quiere, sino querer volunta-riamente hacer lo que se debe.

A esta actitud quiso inicitar a la juventud universitaria pÓrque es-te ideal se identificaba con sus más caras convicciones democráticas.

He querido lormar la imagen de educador de Duncan, sblo me

resta añadir que una conducta limpia no se arroja, al viento. Un

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pensamiento claro y recto no carece de eco. Es cierto que los pueblosno est:ui siempre a la altura de sus hombres egregios y que los inicia-dores no han sido siempre escuchados por quienes ten ían el deber dehaccrlo. Pero en cada generaciÚn hay algunos o Ídcis atentos que reco-gen el mens,~je y voces que lo producen y van labrando esa conciencianacional que tanto necesitamos: la única que puede salvamos.

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ller en Letras, en 1908; de Licenciado en Letras, en 1910, y deEstudios Superiores de Lenguas y Literaturas Extranjeras Vivas, en1912, éste último preludio del doctorado que no alcanzÓ en razÓn desu inmediato retorno a la patria, llamado por el Presidente Porras aocupar la Sub-secretaría de Instrucción Pública, actividad gubernativade la que más adelante sería varias veces máximo ductor. En relacIÚncon aquellos estudios esribió entonces dos monografías: J onathan

Swift, Life and Works (1910), Y Moliere's Avare amI Fielding's Miser.A S'tudy in comparative literature (1912). Vistos los hechos, no esaventurado afirmar que nadie tuvo nunca en Panam:i una mejor

educación literaria, educación que incluyó, debo decirlo en seguida,muy sólidos estudios de orden científico y fiosólïco, como tendre-mos ocasión de comprobar.

En efecto, cuando, en 19 16, aparece "La Revista Nueva", una

empresa intelectual de gran envergadura, Duncan pondrá de mani-diesto los quilates de su saber, En el número inicial de la revista, dellO de mayo, dos colaboraciones suyas' suponen una hermosa revela-ción. Me refiero a "Los escritores franceses durante la guerra", y alcomentario que le merece un tomo de Escritos de D. Marco FidelSuárez, publicado dos años antes en Bogotá.

El primero de esos textos da cuenta de los dos volúmenes que

inician la Biblioteca programada por Larousse para divulgar fuera dela patria de Hugo el pensamiento francés durante la guerra: Páges

Choisies de Maurice Barrés, y Páges Choisies de Emile Boutroux,

libros editados en i 9 15. Al glosar la obra de Barrés, el fervorosocreyente en la virtud estimuladora del pasado, Duncan exibe un am-plio conocimiento de la vida política y de las letras de Francia, y,para nuestra sorpresa, cierta austeridad que hemos de reconocer des-pués como una de sus características. Refiriéndose al propósito deesos libros, enfatiza que se trata de propiciar el conocimiento de laverdadera Francia, "que no es ni ha sido jamás la que con frecuencianos pintan algunos cronistas neuróticos y ciertos turistas tropicalesde por ah í que creen conocer el alma francesa buscándola en los

cabarets montmarteses, en los bulevares parisinos y en las novelas deun naturalismo brutal, a la vez que huyen de las universidades, de losmuseos, de la historia, de las nobles tradiciones, de la literatura eleva-da y de todo aquello en que late el corazón de la genuina Francia". yfrente al libro de Boutroux, el notable pensador entonces en la pleni-tud de su int1ujo, Duncan muestra una plausible familiaridad con elpensar filosófico, lo mismo que clara afición por los métodos cientí-ficos. Una cita que procede de Ciencia y Religión en la Filosofía

Contemporánea, obra de Boutroux, es harto elocuente: "Sea en los

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medios de conocer, de anotar de representar, de clasificar las cosas;sea en la misma naturaleza, la Ciencia de hoy día no ve ya nadaabsolutamente estable y definitivo. Una ciencia puramente experi-mental no sÚlo es, por definición, siempre aproximativa, provisoria ymodificable, siho que, segÚn los resultados de la misma ciencia, nadagarantiza la estabilidad absoluta de las leyes, aun las más generales

que el hombre haya podido descubrir, La Naturaleza evoluciona qui-zás hasta en su fondC' mismo." Es razonable pensar que la cita impli-ca tácito acuerdo, y oportuno advertir que en su comentario Duncanmenciona un nÚmero plural de hombres de ciencia de Inglaterra.

En el mismo nÚmero de la revista donde se dieron a la luz lostextos referidos se publicó, como dije, una glosa a los Escritos de D.Marco FideL. Duncan se nos revela ahora buen conocedor de lapersonalidad de Suárez, a pasajes de cuyo libro formula seriosreparos. "Con la deferencia y admiración que necesariamentetributamos a este grande hombre de Colombia, que indudablementees uno de los mejores prosistas de América a la par que un cerebrovigoroso y bien cultivado, habremos por fuerza de ser francos ydeclarar que admiramos más al señor Suárez cuando se extiende enasuntos de su ramo predilecto que es la filología, que cuando se estraen la consideración de los problemas políticos y econÚmicos ocuando ahonda las graves cuestiones de la filosofía". Discute acontinuación asertos de D. Marco Fidel que estima contradictorios apropósito de lo que juzga el idealismo de Berkeley y otros, y nos

ofrece, por último, con motivo de una feliz expresión de Suárez, suconcepto personal acerca del valor de los estudios fiosóficos. "Elestudio de la filosofía, en 'efecto afirma, fecunda nuestro caudal deideas; comunica vida intensa y da significado a lo que parecía inerte ymudo; establece bases sólidas sobre que reposar el esp íritu alemprender áridas especulaciones; nos hace ver vínculos donde antesapenas vislumbrábamos discordancia; transforma lo heterogéneo enhomogéneo; ensancha nuestras ideas generales, nos abre __vastospanoramas en la contrmplación del Universo, y nos aleja de loestrecho y lo dogmático en la emisión de nuestras opiniones y en lajusta atención que merecen las de nuestros semejantes".

Las aficiones literarias de Duncan y la solidez y rumbo de suformación no tardarán en confirmarse. En efecto, en la entrega dejunio, número 3 de la revista, aparece su ensayo "Moliere enInglaterra", sin duda lo más elaborado de lo que entonces publicódbnde se incluyen, según confiesa, "párrafos enteros del capítulo deintroducciÚn a un estudio de literatura comparada sobre L'Avare de

Molierc V The Miscr de Fieldin~, estudio sustentado en laUniversidad de París en julio de i 912, desgraciadamente inédito. Elensayo trata de establecer la magnitud del int1ujo de Moliere en las

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letras inglesas. Duncan discurre con cabal dominio por el campo deambas literaturas, que maneja, como es de rigor, en sus textosoriginales, y alude de paso al posible empleo del métodocomparativ() en el estudio de las letras de Hispanoamérica, si biencomprende las dificultades que para ello se derivan de nuestraincomunicación.

En la entrega de agosto nos brida su ensayo sobre Emile faguet,el notabIc profesor y crítico que acababa de morir, de quien lograuna comprensiva sembanza.. Del laborioso crítico, observa: "Faguetes ante todo un intelectual, y de manera análoga a la del hábilrelojero que sabe desmontar el más complejo de los relojes y separary luego reunir nuevamente sus más tenues piececillas, así tambiéngusta él de desmenuzar los sistemas de los escritores que estudia, afin de avalorar con precisión, sus ideas por sutiles que ellas sean,prácticas en la que cÎertamente sobresale, pero que también apreciaren todo su valor las obras de los poetas y novelistas en que la~ensibilidad y la imaginación desempeñan (1ecesariamente papelimportante". Opinilin que se adiciona con esta otra: "Faguet se

aparta del métoùo de Saint"Beuve al no pretender hacer una especiede historia natural de los escritores; de Taine, al guardarse de explicarlas obras que estudia según los principios inmutables de una filosofíadeterminada; de Brumetiere al no empeñarse en introducir eldarwinismo en la literatura: pero, con todo, tiene gran predilecciónpor la psicología sin llegar, sin embargo, a los extremos de un Hourget,pero sí lo suficiente para que le preste servicios valiosos en el análisisy en la reconstruccî(m de los sistemas de ideaS". Por otra parte, elensayo le dio ocasión para remorar sus días de estudiante, cuando D.Cristóbal Rodrigucz, compañero de estudios, vivía en un pequeñohotel de París donde solía tomar sus alimentos n. Emile.

En la revista de agosto se publicó asimismo la reseña que Duncandedicó a los dos tomos de La Science Fracaise, de 1915, librosdestinados a complementar la muestra enviada a la ExposiciónInternacional de San Francisco con una precisa informaciónacerca

del aporte de Francia al progreso científico mundiaL.Los escritos hasta aquí comentados, colaboración para "La

Revista Nueva" en el curso de 1916, son verdaderamente ensayos

donde el vigor del pensamiento corre parejas con la claridad de laexpresión, y donde la bibliografía utilizada habla de su orientaciónmoùerna en ciencia y filosofía. Duncan vive entonces inmerso en lascorrientes del pensamiento y de las letras franco-británicos, un pocode espaldas a las posibles sugestiones de la tradiciÓn hispánica. Ymuestran asimismu hábitos intelectuales ajenos a las modalidades delambiente local, comu son el empleo de frecuentes citas probatorias y

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de notas al pié de página, naturales exigencias del desempeñocientíco. Tanto es así que incluso un hombre del rigor intelectual deJosé Dolores Moscote no deja de advertirlo, un poco sorprendido: "Elseñor Duncan como hombre de letras ".dice-~ es un verdadero"schollar'; un cultivador fervoroso de las literaturas clásicas, las cualesconoce con profundidad y ama apasionadamente" "Esto se notaespecialmente en sus estudios de crítica literaria publicados en "LaRevista Nueva", estudios todos tan objetivos y tan escrupulosamentecircunstanciados que hemos pensado que la pesada impedimenta delas citas y las anotaciones I que llevan. no pueden menos que hacerdaño a la espontaniedad del autor, resÚndole calor y vida a sus

estudios, Sin embargo, esto no es un defecto, es, sencillamente, unamanera, un método; si se quiere reacci(m extrema en contra delsubjetivismo de la época romántica que hacía las delicias de la críticade entonces". Y todavía agrega: "Las letras, en fin, a que el seflOrDuncan se da con toda su alma no tienen nada que ver con la jergainsustancial en que fraternalmente se entiende toda esa casta dedesocupados que habitan el barrio bajo de la literatura contem-poránea. "

A las notas de que hemos hecho mencibn, casi todas de motivosfranceses, se agregan uno pocos textos más directamente ligados anuestra peripecia nacional y a las preocupaciones que por entoces leembargaban. Como hemos visto, desde su retorno de Europa Duncanse incorporó a las tareas rectoras de nuestra educación pública,

actividad que iba a ocuparlc buena parte de su vida, de la que nos hadado cumplida cuenta hace unos instantes D. Miguel Mej ía Dutari.Ya en las páginas de la revista que fue su principal tribuna académicase publicaron discursos que compendian su credo pedagbgico: "Elespiritu universitario", "El ideal educativo del presente", "La mujerante la democracia" y "El porvenir de las profesiones técnicas", lostres Últimos pronunciados durante el mes de enero de 1919. Peroquiero referirme mejor a dos textos que nos conciernen de un modomás expreso: el prólogo a la colección de Discursos de Belisario

Porras que el propio Duncan y Cristóbal Rodriguez compilaron y

editaron en 1916, y el comentario a Páginas Idealistas, libro de JoséDolores Moscote.

No obstante su intención primordial política, y la premura,confesada, con que fue escrito, en el prólogo a los Discursos el críticoliterario alcanza uno de sus momentos más felices. Duncan define lanaturaleza del género, sitÚa la personalidad de Porras en cuantoorador y señala algunas peculiaridades estilísticas suyas mostrándoseagudo observador y lúcido intérprete. Veamos: "Quienquiera que sededique a la comparaciÚn de la oratoria del pasado con la de nuestros

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días y fije algún tanto la atencion sobre los distintivos que

caracterizan a la una y a la otra, no podrá menos, estamos seguros, deadvertir que en ese terreno de la actividad intelectual, también hapenetrado el influjo de la ciencia con sus cualidades de precisión, desobriedad y de respeto a la verdad. La lectura seguida y atenta de losdiscursos del Dr. Porras nos revelan en ellos cualidades que loscolocan si duda alguan en lugar preferente en lo que pudieramos

llamar la historia de la elocuencia istmeña: por una parte campea enellos una rara brillantez de expresión y una notable variedad de ideas;y por otra parte ofrecen perfecta adaptación al auditorio y al medioambiente en que fueron preparados". Y al destacar visiblespropensiones del ilustre caudillo liberal, precisa: "tal es el amor deldoctor Porras por el campo y la vida agrícola, que es allí donde buscacon preferencia sus imágenes, sus métaforas o ilustraciones", de lascuales prefiere "aquellas sugeridas no por la vista, como generalmentesucede en la mayoria de los escritores, sino poe el tacto y por elolfato. "Perspicaz indicación que debemos tener presente al estudiara Porras como escritor. En resumen, el prÚlogo nos regala con unamagistral lecciÓn en cuanto al asunto y aporta afortunada visión de

una de las aristas del hombre de letras que hubo en Porras.Otra es la entonaciim que se observa en las ret1exiones que nacen

de la lectura de Páginas Idealistas. Al referirse al contenido mÚltipledel libro, acota: "Son sin embargo, los asuntos relacionados con la

enseñanza los que realmente forman el fondo de Páginas Idealistas,y en ellos, sobre todo, la parte moraL. Claramente se vé, en efecto,

que al autor le interesan principalmente las cuestiones de ética,

"yendo derecho a la faceta medular del pensa'1ient() de Moscote. Poreso mismo trae a cuento un texto autobiográfico del escritorcomentado, que toma del prólogo a sus Discursos y Conferencias,libro de 1916. "El frío terrible que invade mi ser moral --dice

Moscote-., todo lo entorpece y detiene también mi estilo, que nocorre voluntarioso sobre este dócil sucedáneo de la tabilla de cera. Miexpresión es algo antitética a mi verdadera sensibilidad en cuanto dejaadivinar el trabajo del pensamiento en lucha reñida contra la tiraníadel dolor. Mi fraseología es insegura, vacilante, como si no quisiera

traicionar a quien la forja." Duncan sitúa en seguida el caso Moscote

dentro de la problemática de su tiempo y lugar. "Ese dolor a quealude nuestro autor --dice-- acaso tenga su origen en la inseguridadque i:rod~cen e~ .la mente. ~ontemporánea los rápidos progresos delas ciencias positivas, obligandole a cada instante a cambiar deparecer y a mantenerse hasta cierto punto en estado de inestabilidad,y por co'nsiguiente de duda, con respecto a las ensefianzas del pasado

y i;on respecto igualmente a lo que puede reservar el porvenir; y dealli que de vez en cuando asomen en Páginas Idealistas frases que

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bien cuadrarían en un escritor catÓlico, otras que serían naturales enun indiferente, y algunas, en fin, que revelan al hombre listo aempufiar las armas en contra de quienes intenlen impedir el librevuelo del pensar humano." Comenta luego el contenido crítico de laobra de Moscote, que señala males y deficiencias nuestros, y nos dasu explicación de ello en los términos siguientes: "La confusiÓn deideas, la inversiÓn de las tablas de valores, la falta de sanción social yel desequilibrio moral que impera por doquiera, son hechosevidentes, aunque es verdad también que son naturales en la épocapresente. Nos encontramos aun en pleno período de aprendizaje; nosllegan ideas desconocidas y teorías nuevas y nos llega también y enmayor grado la prosperidad materiaL."

V i v í am os entonces momenlos cruciales de la experienciarepublicana recién, cuando acababa de finiquitar la obra del Canal yOccidente padecía la traumática experiencia de la guerra llamadamundiaL. Considerados ahora, a medio siglo de distancia, tanto ellibro de Moscote como las renexiones de su comentarista constituyenun precioso testimonio.

La naturaleza de este acto no aconseja los desarrollos que el temaexige y sopcirta, ni siquiera limitado a la estricta región de la críticaliteraria, pues todos sabemos qu.e Duncan es también factor esencialen la historia de nuestro periodismo, cuyo ejercicio entendió siemprecomo quehacer de la máxima responsabilidad, y a cuyas realizacionescontribuye con un capítulo de mucha cnjudia, que debe estudiarseen su triple significado literario, ideológico y moraL. De ahí el que mehaya circunscrito a la expresión de un breve momento que, noobstanle la condici¿"ll impremedítada con que en su mayor parte seprodujo, lo muestra como cifra de "la crítica literaria en Panamá,faena para la cual se encontraba equipado con las mejores armas. Eslo que, en última instancia, he querido remarcar, consciente de la

escasa eficacia con que lo hago.

Réstame agregar lan sólo que esle homen¡tje no es en rigor, el queJ eptha ß. Duncan merece. Si pretexto para recordarle a lospanameños que la Academia Panameña de la Lengua hace sitio entresus miembros a uno de los m,ís altos valoreS intelectuales del

Panamá, 15 de junio de 197 L

(*) El prólogo a los Discursos de Belisario Porras se reprodujo en la

revist a.

(1) Ver "Cuasiniodo", No. i, Junio de 1919.

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en ese terreno. Me faltan palabras para agradecer a los Seilores Duta"

ry y Miró el gesto que han tenido. Cuanto han dicho me complace.Ello me llena de optimismo, porque veo que las cuestiolles relativas ala educación, siguen siendo de interi's para las pcrsollas capacitadascon que cuenta el pais.

y ello es de mayor importancia en estos momentos, habida cuen-ta de los problemas que nos con fron tan, y que no es posible desaten-der.

Vivimos hoy, en el mundo, Seilores, en un período de transición,del que no se puede señalar el comienzo, y del que no es posiblevislumbrar el porvenir. Hay inquietud, hay desasociego, hay inconfor-midad.

Las anormalidades que presenciamos, los hechos incomprensiblesque nos confrontan, los acontecimientos que en todas partes tienenlugar, subrayan, de modo claro, la necesidad en que estamos de consi"derar la educaciÓn pÚblica como la tarea más importante que tienenlos pueblos.

En nuestro país, por extraño que parezca, no se le ha dado toda-vía la importancia y trascendencia que tiene esta fase de la vidapÚblica.

En el curso del tiempo, una de las mayores satisfacciones de mi

vida ha sioo la de haber contribuido a reafirmar entre nosotros la

trascendencia que tiene la eoucaciÓIi.

Nunca he creído que las escuelas fueran una autoridad paraconsagrar las opiniones y las creencias que dominan en un país. Hecreído, y sigo creyendo, que son para despertar el criterio del hom-bre, sacarlo de su estado de abyeccitm, s;n le cual es imposible teneruna mente libre, valiente, dispuesta siempre a inclinarse ante la ver-,dad, pero ii-rualmcnte resucita a levantarse y desenmascarar la mentira,por grande que ~ea la autoridad con que se revista.

He tenido el honCJr oe ser Secretario de InstrucciÓn PÚblica eneste país en seis gobiernos distintos, y sin duda alguna el hecho demaycir importancia, en todo ese período de mi actuación, ha sido elestablecimiento de la coeducaciÓn en las escuelas.

'1'al vez viven hoy sorprendidas ante el recuerdo de este hechomuch;i~ oprscmas, lejos ya de los tiempos en que precisaba mantener

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en las escuelas una separaclOn de alumnos, y en qil'~ i'!"i necesariotener escuelas para los varones y escuelas para las mujeres.

Difícilmente puede uno darse cuenta de lo que era esa anormali-dad, y el gasto y las dificultades que ello acarreaba a la Nacifm. La

juventud se levantaba en una situaciÓn que tenía que traerle proble-nias, cosa que hoy nos es difícil estimar en todo su signifïcado, y enlas consecuencias que necesariamente tenía que tener en el futuro.

Es muy posible que los que tienen la suerte de vivir en esta era delibertad ilimitada, de clara comprensiÓn de Ins problemas que con.fron tamos, no se den cuenta de la trascendencia q L1e para el futurode! país ten ía la al)(liciÓn de aquella medida en las escuelas.

Por eso en esta época ya lejana de aquellos tiempos, convienedejar a un lado el pasado, y reconocer que con el establecimientc) dela coeducaci(m en el pa ís, yo di tal vez el paso más acertado en elcurso de mi carrera como hombre pÚblico.

Y, sin embargo, estas ideas de amplitud y de comprensiÓn de lasnecesidades del país, que me llevaron a la implantacifin de la medidareferida, son las mismas que han dominado toda mi vida, y que haninspirado mi acluaci(m en todo momento, no sólo como educador,sino corno diplonÜtico, como periodista, y como simple ciudadano,

interesado en las cuestiones de toda índole, que han inl1u ído en

nuestro presente, y habrán de influir en nuestro porvenir.

Pocos son los que se dan cuenta de lo que la NaciÓn ha alcanzado

PC)l estos medios en el ti,cmpu que lleva de vida. rvluchos de nuestroshombres pÚblicos de hoy desconocen nuestra historia. No le danimportancia. No conocen ni aprecian nuestro estado actual de liber-tad. No saben que el comienzo determina el Un. Ignoran los proble-mas que tuvimos que resolver. No íÚel'san. No meditan. Apadrinan lamentira cuando llega e! momento de tomar decisiones. Reemplazanel conocimiento de los hechos con la fantasía. JJesestIman el origende los acontecimientos. Y es por eso que a veces vemos, con asom-

bro, en nuestra prensa, y el general en nuestra vida pública, las con-sideraciones más arbitrarias, y las apreciaciones más antojadizas.dius.

Nuestro pasado, sin embargo, por más que muchos pretendandesestimarlo, tiene bases imposibles de ser destruídas, ni por la pala-bra resonante, ni menos aún por la insensatez sin freno.

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Debemos habituarnos a comprender que lo transcurrido aÚn estávivo, e influye en nuestro presente. El capricho nunca puede destruirlos hechos, y por eso, es necesario decirlo, lo que está consignado enlos coiivenios y tratados que la NaciÚn ha fi rmado, libre y voluntaria-mente, no pueden echarse abajo con voces estridentes, ni menos aÚnum gestos teatrales.

Yo tengo, Sei'ores, muchos defectos como hombre, pero no ten-go el de la vanidad inconducente. Jamás he buscado en la vida noto-riedad. Lo poco qne en mi existencia ha venido a mi encuentro, lo herecibido con ecuanimidad, recordando siempre que hay otros que

pciseen iguales o mayores merecimientos. No creo que pueda haberpara ningÚn hombre satisfacción mayor en su vida que el cumpli-miento del deber, y la aceptación de los hechos, sean ellos lo quefueren.

En el campo de la l~ducaciÚn Nacional, en donde mayormente helaborado, me complace decir que jamás he actuadc) solo. He tenido lasuerte de contar con la colaboraci(m de personas de gran talento comoOctavio )\.1éndez Pereira, J osé Dolores Moscote, .J osé Daniel Crespo,Frederick Libby, Conchita Tejeira de Román, Ernesto Castillcro,iVIanuel Melo, y otros que nunca podré olvidar, y sin los cuales milabor en el campo de l'~ducación, no habría podido ser lo que fuc.

El honor que la Academia l'anameiìa de la Lengua me tributahoy, con la presencia de su ilustre Director, l)on Baltasar lsaza Calde-rÓn, y de su no menos distinguido Secretario, Don Miguel Mej íaDutary, ilumina el amb iente en que nos encontramos, y deja en laspáginas de nuestra historia un recuerdo que habrá de perdurar siem-pre.

Lo que aquí se esta verificando en estos momentos prueba que enla existencia humana, no (ibstante sus veleidades y las sombras que aveces la oscurecen, hay siempre un espíritu de generosidad y defranqueza que brota en luces de oro, y deja una estela imborrable,que ni la mezquindad humana, ni el correr del tiempo pueden des-truir.

y estos hechos son los que iluminan y elevan. f,n ninguna nacihndel mundo por progresista que sea, el sistema de educación implanta-do tiende a abrir ilimitadamente la menlc de la juventud, y hacerla

receptiva de todas las ideas, tolerante de todos los conceptos, respe-

tuosa de todas las creencias. 1\0 hay sistema educativo en ningunaparte, y lo digo como educador que he sido, en que la educación no

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tienda, en menor o en mayor grado, a aleccionar, a restringir, a lasnuevas generaciones en un sentido determinado. La mente de los

principiantes, en vez de abrirse a todas las ideas, a todas las creencias,a todos los conceptos, se abre sólo a determinados puntos de vista, adeterminados grados de intelecciÓn, desde los cuales contempla elcorrer de la existencia. En ellos la mente se vuelve estrecha, restringi-da, y al mantenerse fiel a la consigna que recibe, ve la existenciadesde un sólo án

b'll o , en el cual está ausente todo otro entendi-

miento, a la vez que impera la convicción de que en final de cuentasque no lo oigan quienes no quieran nunca conoceremos la verdad,

y que el gran secreto de la vida es la más amplia tolerancia y la másilimitada comprensión.

El convencimiento de este hecho ha estado en mi mente a travésde los años. Aún en las noches obscuras, en que no hrillan las estre-llas, el recuerdo de esta verdad me ha acompañado en todo momen-to, y lo he sentido de modo extraño, sirviéndome de guía en el curso

de mi existencia.

En toda ocasiÓn he tratado de acercarme a aquellos espíritus queme traen en una luminosidad allí en donde siempre han imperado lastinieblas. Y entre las voces alentadoras, pocas he encclItrado que converdades irrebatibles, aunque a veces trágicas, se han acercado más ala de Robert Ingersoll, a quien quiero traer aquí esta noche:

"La vida --dicc- es un valle estrecho entre los picos fríos yestériles de dos eternidades. Nos esforzamos en vano por ver más alláde las alturas. Exclamamos en alto, pero la respuesta es siempre eleco de nuestro grito. De los labios sin voz de los que se han ido, noviene palabra alguna; pero en la noche de la muerte, la esperanza ve

una estrella, y el cariño que escucha, oye el roce misterioso de unaala" .

Por eso, a pesar de todo, y por extraño que parezca, tengo que

decir que nunca me he sentido solo. Algo que no puedo definir haestado siempre a mi lado, y una claridad desconocida ha iluminado

mis pasos. Sigo convencido de que en esta vida lo único cierto eS loincierto. El transcurso de los años varía lo incomprensible, y el enig-ma eterno sigue sin esclarecimiento. De dónde venimos, a dóndevamos, continúa siendo la pregunta para la cual no hay respuesta. Noestamos hechos para descifrar los misterios de la eternidad.

El temor paraliza el cerebro. El progreso nace del valor. El temorcree, el valor duda. El temor se arrodilla y ora, el valor se mantiene

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de pie y piensa. La existencia no puede ser empleada en gestos vanos,ni en palabras sin sentido. La vida es un relámpago. Ni en el comien-zo, ni en el final, hay nada que estc a! alca~ice de la humanidad.

"El hombre, dice Rousseau, en palabras cIcctricas en el ContratoSocial," nace libre, pero en todas partes está en cadenas". Estas sonideas que iluminan, y que no es posible desatender. Yo no soy undescreido, pero es un hecho que no hay base alguna en la vida, apartedel miedo, que justifique una creencia. En la vida hay algo más que el

encuentro de dos pasiones. Por más concesiones que haga nuestra

ignorancia, y sigan rozando la tierra nuestras rodilas, lo enigmáticoseguirá predominando. No hay hábito pertinente que el de recordarque en nada de lo que nos concierne, hay, ni puede haher,-permanen-Cia.

y ello explica por que en mi mente, teniendo en cuenta todoesto, sólo ha quedado imborrable el recuerdo de mis ocupaciones deotros tiempos. Ei pasado, a pesar de los años, vive en mi como unaluz que brilla y nunca se apaga. Tengo presente la tarea que un díame fue encomendada, y que fue la de dirigir la educaciÓn en estepaís, constituyendo así el punto cumbre de mi existencia. Por talmotivo que se me permita decir ahora, como punto final, con lasvariantes que traen los tiempos, lo que jamás he olvidado, y siemprehe llevado en la mente:

Enseñadle a la juventud a pensar, a poseer una mente amplia,

despojada de todo temor al pensamiento; pues el pensamiento, si esverdad que, como se ha dicho, es subversivo y revolucionario; sinpiedad hacia el privilegio y las instituciones arbitrariamente estableci-das; si es verdad que es anárquico y sin ley, indiferente hacia a laautoridad, y negligente del saber consagrado por los tiempos; si

mira imperturbable el abismo del infierno, y no tiembla; y si sÓlo veen el hombre una partícula débil, rodeada de tinieblas y llena desuperticiones; sin embargo, el pensamiento, a pesar de todo esto, seconduce en todo momento con orgullo y altivez, porque así como esgrande, veloz y libre, es también, Señores, la luz del mundo, y es lagloria principal del hombre.

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dedicar su empeño a la tarea yallí quedó en el estudio del escul-tor la hermosa maqueta. Conti esun escultor de gran inspiración yaun el que visite la "ciudad eter-na" puede admirar las dos gran-des estatuas que aman el Ministe-rio de trabai' o factura su ya al igual, ,que varias fuentes y las dos figu~

ras del edificio de Correos de Va-ressi: un hombrc desnudo, mus-culoso y fuerte --la idea- y unafrágil mujer con las manos exten-didas y el movimiento de quieninicia una marcha-el transpor-

te- aproximándose casi a la con-cepción de Miguel Angel en lascuatro estatuas que se encuen-

tran en Florencia en la tumba deuno de los más grandes Papas.

Ahora que me propongo, hacerresaltar la valerosa actuación delgenuino defensor de nuesihi raza,de nuestra más pura esencia na-cional, he querido indagar sobre.ùgunas de sus hazafias y reunirdetalles sobre su valiente perso-

nalidad y la de algunos rasgos so-

ñados de su figura mortal. Paralos hechos históricos, he consul-tado a un gran historiador nacio-nal, Don Manuel C. Alba, un fer-voroso admirador de Urraca -noUrracá como han dado en decirahora- y de sus valientes gestas.Como jefe y Sacerdote a la vez,llevaba 3 nombres Urraca Tugrí yes posible que el de Urraca se lodieran los españoles, recordandoal vivaz pajaro europeo que robaobjetos brilantes y los distingue

desde muy largas distancias conuna viva y penetrante mirada,

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rasgos que caracterizaban al va-liente Cacique que robaba los bri-llantes sables y lanzas y divisaba

con perspicacia, sus movimientosguerreros. El mantuvo por 9 afiosla lucha por la integridad de Ve-

raguas, en constante guerra y rea-lizó la famosa batalla del lago deMontijo. Agrupaba a su gente,con el sonido de tambores he-

chos con conchas de tortugas queresonaban por los ámbitos comoheraldos de combate; en una oca-

ciÓn mató a un caballo, lo agarrópor las crines y lo lanzó a los piesde sus aterrorizados compañerosque creían al ver a los guerrerosespañoles montados sobre susancas, que jinete y bestia forma-

ban una sola pieza terrifica quehacia palpitar de horror supersti-cioso a sus corazones; demostróuna gran inteligencia y perspica-cia. Otra de sus hazañas, fue quelogró reunir 42 caciques en unaasamblea extraordinaria, porquepara realizarla, tuvo que emplearlos diferentes dialectos indígenas

que eran cerca de 7, quejcl cono-cia a la perfecciÚn. En cuanto ala batalla de Natá, demostrÓ unaastucia/increíble, haciendo enfilarlas huestes de Espinosa por unaespecie de callejÚn entre los cc-rros de Peteque a los que prendiófuego, produciendose un espectá-

cul() grandioso de bclica osadía.

Es posible que, en esa trashu-mancia oriental que pasó por el estrecho de Behring, por toda lacosta americana, sin penetrar enla región que es hoy los Estados

Unidos los cuales poseían ya su

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propia raza indigena, Urraca fue-ra un probable descendiente de

los Mayas, los de la cultura fina ysuave, diferente de la azteca, queofreciÓ los ma~ tenaces y valero-sos exponentes de una historiaque aún se percibe en sus magni-ficas ruinas y pirámides. Pienso

así, porque en una narracilm deDon Climaco Soto Borda, se ex-presa que en una visita que efec-tuó el distinguido escritor colom-biano a la ciudad de Aranjuez,

España, encontrÒ una vieja narra-ción de un Párrocu, de la época

de la colonia en la que el prelado,hacia una descripción del Caci-

que y coincide con las caracteris-tícas Mayas: de estatura media-na, color trigueflO claro, ojos se-mientornados que de seguro seencendían luminosos en los mo-mentos de empuje y coraje gue-rreros. Delgado y ágil tenía laflexibilidad del jaguar y el ímpe-

tu de las ánguilas que surcan rau-

das los espacios y caen implaca-

bles sobre su presa; sus cabellos

lacios, no hirsutos, velaban unpoco su rostro, sin darle un as-pecto salvaje, una especie de lascabelleras que ahclfa, por una pa-radoja, adorna las tren tes de lajuventud moderna. Como mu-chos, quizá porque la substanciahumana es levadura de ingrati-tud, fué traicionado por el (~aci-que Trota que entrÓ en arregloscon los jefes espaiìoles. Si este

hombre que no conociú el mie-do, que se atreviÒ a luchar sindescanso por la conquista de Ve-

raguas, de su nativa regilJn, llorúcon lagrimas queman les en esosmomentos de dolor, ese llanto,fue licor de tristeza que se eva-

poró al soplo de las brisas quesacudían a los árboles en sei'al deduelo, un homenaje al caudillovaleroso, el autcntÌco exponentede la raza pura, un verdadero hé-roe de la nacionalidad panamefia.

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varianlsIro. "fue cumbre de lasglorias del Libertador"; con eldel General Fraiicisco de PaulaSan taiider, colaborador de Bol í.var v Presidente de la Gran Colo-var y Presidente de la (~ran Co

lombia; con el del sublime ¡\kirtir¡ïesto de Agravios que prendiÚ en

Bogot;'i la chispa de la !''volucir'¡nindependcntista y que fue despia-dadamen te fusilado por el Gene-ral espai101 Pablo Morillo; con eldel I'rÚcer hondurei1o J osc Ceci-

lio del Valle, y con las de otraspersonalidades americanas de re-liC\T histÚrico en la lucha por lalibertad durante la centuria pasa-

da.

Tuve el honor, en eteCio, deconocer en Caracas en l 9;) 7, aleminente historiador de Bolívar,Doctor Vicen te J ,enina. Presid íayo en esa fecha nuestra Sociedad,y aprovechando una misiÚn ofi-cial que me encomendÚ el Go-bierno Nacional en el extranjero,a mi paso por la Ciudad de A\.ilavisité al prominente publicista ensu despacho del Banco de V cne-zuda, cuya direccilin estuvo en-comendada a su capacidad de fi-nancista por cerca de cuarenta

años. Fue aquella visita el iniciode una sincera aniistad personalbasada en la comuniÓn espiritualBolivariana que nos unía, amis-

tad que se hiso más estrecha apartir de aquel momento. En eltranscurso de casi tres lustros,hasta su fallecimiento, mantuvi-mos intercambio epistolar, y elinsigne historíl¡grafo en sus men-saj es escri tos llevÓ su condescen-

dencia a alentarme con palabras

de generoso estímulo en mis tra-bajos hist/iricos, que yo comen-zaba a producir.

Su deceso, ocurrido el 20 defebrero de 1952, a la edad de 82

ai10s, llenÓ de luto no sÚlo a lanac iÓn venezolana, sino a la

América toda, especialmente alas naciones Bolivarianas, cuyoscentros de cultura en general y

particularmente las Academias deHistoria y las Sociedades Boliva-

rianas de muchos paises que sehonraron inscribiendo su presti-gioso nombre en la nlimina desus miembros honorarios corres-pondientes, sintieron sincera-mente su lamentable defunciÓn

Ingeniero (k profcsilm, fueDon Vicen te al mismo tieinpohistoriador, literario, archivero,

periodista, legislador, educador ybanquero. Como se ve, ostentÓuna personalidad polifacctica ypara dicha de las Letras, disfrutÓde una larga existencia pletóricade actividades intelectuales, so"bresaliendo entre ellas su devo-

ciÓn inmutable al Libertador, cu-yo culto fue su pasi/in hasta lospostreros momentos de su pre-c iosa exis tencia. Dest;Ícase enforma sobresaliente en su labor,la reuniÓn y ordenamiento en laCasa Natal del Padre de la Patria,de su valiosísimo archivo, que es

fuente invaluable de conocimien-tos en el estudio no sÓlo de lavida del Héroe HepÓnimo, cuan-to igualmente de la épod glorio-sa en que. gracias a su espada in.

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victa, la América conquistó su li-bertad. A la compilaciÓn minu-

ciosa y paciente de los escritos deBolívar rescatados aquí y aculLí

con perseverancia benedictina ysu ordenaci()J científica, hubo deagregar los papeles de sus más no-tables colaboradores en la gestainmarcesible de la emancipación,como los del Gran Mariscal Anto-nio J osé de Sucre, de los Genera-les Juan José Flores, BartoloméSalom y Carlos Soublette, del Dr.Josc Rafael Revenga y otros pró-ceres. La C;asa Natal del Liberta-

dor, depositaria de aquellos teso-

ros bibliográfic()s, debe su remo-delaciÚn y conservaciÓn al interéspatriótico de Don Vicente Lecu-na, y es hoy por hoy el principalmonumento a su memoria, si nolo fuera, por igual la profusa pro-

ducción histórico-literaria que haemanado de su pluma fecunda,parte de la cual ha visto la luzpública, y mucha otra parte seconserva inédi ta.

Suyos son, en efecto, las si-¡"'1ientes obras publicadas: DO-CUMENTOS REFERENTES AMISIONES ENVIADAS POR ELLIBERTADOR A LONDRES YBARBADOS, 1914; A'fLAS DEVENEZUELA, 1916; PAPELESDE BOLIVAR, 1917; DISCUR-SO DE RECEPCION EN LAACADEMIA NACIONAL DEIISTORIA, 191R; LA CAMPA-NA DE CARABOBO, 1921; UNCRITICO MILITAR DE B()LI-VAR, 1922; úOCUMENTOSREFERENTES A LA CREA-CION DE BOLIVIA, 1924; EX-

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PEDICION DE LOS CAYOS,InR; LOS FERROCARRILESDE VENEZUELA, 1930; LAGFERRA A MUERTE, 1935;PROCLAMAS Y DISCURSOSDEL LIBERT'ADOR, 1939; LACAMPANA DEL LIBERTADOREN 1818, 1939; LIBERACIONDEL PERlJ CAMP A1\AS DE

JUNIN y AYACUCHO, 1941;CARTAS DE SANTANDER,1942; CONFERENCIA DEGUAYAQUIL, 1943; LA EN-TREVIST A DE GUA y AQUIL1944; CARTAS APOCRIFASDE LA CONFERENCIA DEGUAYAQUIL, 1945; OBRASCOMPLETAS DE BOLIVAR,1950; ITINERARIO DE UNAVI DA ADMIRABLE, SIl\10NBOLlV AR, 1951; LA REVOLU-CION DE QUEIPA, 1954; LAENTREVISTA DE GUAYA-QUIL. RESTABLECIMIENTODE LA VERDAD HISTORICA,1957; CRONICAS RAZONA-DAS DE LAS GUERRAS DEBOLIVAR, 1950; RELACIONESDIPLOMA TICAS DE BOLIV ARCON CHILE Y BUENOS AIRES,1954; LA CASA NATAL DELLIBERTADOR. CON CATALO-GO Y DATOS SOBRE SU AR-CILVO, 1954; BOUVAR Y ELARTEMILlTAR, 1955; CATA-LOGO DE ERRORES Y CA-LUMNIAS EN LA HISTORIADE BOLIV AR, 1956; Y CAR-TAS DEL LIBERTADOR, mo-numental compilaciÚn en docevolúmenes de correspondencia yestudios críticos, cuya ediciónfue comenzada en 1929 y quedÓconcluída en 1959.

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A la bibliografía mencionada

hay que agregar sus muchos ar-tículos que como arquetipo delBolivarianismo, vieron la luz en

periódicc)s y revistas de América,todos en defensa del Libertador,víctima post-mortem, como lohabía sido en vida, de los enemi-gos y envidiosos de su gloria. Conrazón un comentarista ha juzga-do la obra del Dr. Lecuna, de

"grandioso edificio levantado alos héroes de la emancipación,

fundamentalmente a Bolívar". Yafirma el eximio historiador Dr.CristÓbal L. Mendoza, con auto-rizado criterio por ser uno de losmás eminentes y consagrados cul-tores de la historia Bolivariana,

que "la obra de Don Vicente es

inmensa y no tiene semejanzaeon ninguna ptra." Por esa laborincansable y su devoción cons-

tante y ejemplar al culto Boliva-riano, el Primer Congreso Grancolombiano de Sociedades Boli-varianos reunido en Quito en1957, le honrÓ con el título de

"Primer Historiador Bolivariano

del Conti~ente; el Consejo Muni.del. Continente"; el Consejo Mu-nicipal de Caracas lo declaró:

dad; y el Senado de ColombiaaprobÓ una Resolución contenti-va de cnaltecedores conceptos

por su produccilm histórica.

Hoy, a casi dos decenios de ladesaparición lamentable de entresus admiradores del calificado,con razÓn, "Arquictecto de laobra histórica de Bolívar", la So-

ciedad Bolivariana de Panamá haquerido rendir culto permanenteal insigne his toriÓgrafo colocan-do su retrato en este venerando

recinto que prestigian ya con sus

efigies otros ilustres varones deAm' . " derica, gran es en el pensa-

miento, grandes en la acción y

grandes en la gloria" como dijerade Bolívar José Enrique RodÓ,para que su imagen venerable se

mantenga en el recuerdo y en elcorazón de los panameños.

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rrs' t "ie e, o grandeza

y menoscabo

comunicantesde los vasos

"La literatura no eS una producciónexclusiva de los escritores... Cuandose autocritica, lo Que el escritor h., '.ees desdoblarse... La autocritica del es-critor, pues, no es en esencia distintaa la de cualquiera ni es ne cesariamen-te mejor. Si bien el escritor está cerCade su obra, nO siempre la ve con lanecesaria objetividad." Enrique An-derson Imbert: Métodos de critica li-teraria, 11,44, Ediciones de la Revistade Occidente, Madrid, 1969.

Hoy ha salido a la luz públiça un opús-çulo de 64 páginas, Siete eSÇrHoreS "jóve-

nes" de Panamá -jóvençs sí, que no novísi-mos- inSertan aiií sus poemas, seguidos de"notas" redaçtadas por quienes participanen la empresa. Estos esnitores wnfiesan, deplano, que sus intentos interpretativos çom-portan sus "logros y desaciertos" wnçomi-tantes. El objeto de esta notícula radica en

un examen breve de los poemas que çonsti-tuyen el volumen.

En Cuando sea. mayor padre, BertalidaPeralta insinÚa una especie de allcgro pow,tonalidad que tan a menudo encontramM enel Concierto 148, de Antonio Vivaldi, porejemplo. Sodológicamcnte, el poema -siLucien Goldmann le hubiese aplicado el bis-turí habría sido harto heurística. Porque

Bertalicia, sin sospechar ser estruduralista,reedifica, al trasluz del poema, una serie deestruduras sociales y mentales de la socie~

dad panameña. Reordena un sistema espe-cífiw de nuestro parentesco a la latinoame-ricana ("cuatro tíos", "once primos", "elabuelo", "el padre", "madre"). Se familia-riza con un ramilete de instituciones claves("familia", "hogar", "eSCUela", "navidadesçon juguetes", "niño-dios"). Y no vacila encorroborar la importanci,a social de dertas

edades ("siete años", "quince años"), mar-

eadas éstas por cierto~ ritos de índole decisi-va.

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Por ello, discrepo del juicio, emitido porAgustín Del Rosario, que interpreta el poe-ma y, es más, la poética de Bertalicia co-mo un rehaciente paradigma de "crecimien-to". Por el contrario, en Bertalicia siempre

se vislumbra la sed de un eterno retorno, es

dccir, la vadlante angustia o hastio gradualpor el pasado, tan acuciante en autores co-

mo nroust o John Updike, quienes bogan

por lo, 'ieandros de la memoria colectiva,¿Masoquismo de la imagen? ¿de la imagenque termina retrocediendo? ¿de la imagenque crece ineluetablemente para atrás'! ¿in-vasor caracolIsmo? Que el lector conteste,

Vivifica el Testamento por .i la. mosca.,de César Young Núnez, las letales melopeas(muy siglo XV) arrojadas por Villon y Man-rique en menoscabo de la muerte. Aiií don-de Young Núñez apunta:

Desde el Asilo de Charentonles escribo estas iíneas,

Villon, desde su sepulcro galo, le responderíaa César, casi con palabras paralelas:

En escrivant ceste paroleA peu que le coeur ne me rend.

Aquí el rústico francés medioeval (Villonutiliza la palabra escrivant por ecrivant; el

adjetivo ccste en vei de cette) recobra fér-vida actualidad, persuadiéndonos del sentidoubIçuo que la muerte conlleva,

Sin embargo el poema de Young Núñezprima,' ante todo, por su crítica dirigida alsistema burocrátIço qUe lo zahiere. Hay, enefecto, una atmósfera de aire-acondicionados, de obligada eficiencia ytìincIonal impersonalidad, que Young Nú-ñez aplasta por la graçla eficaz de la visiónalucinante y prelógica:

Mi trabajo en la Compañ ía de Segurosdeberá ser ocupado por Ernest Hemingway.

Ataque con tra la papeler ía y los trámiteSsupinos. Brinco poetico que en Young Nú-ñez se prolonga ad intinItum. Papelería que

hace las delidas de la Verwandlung, de

Franz Katka, holocausto de un judío naturalde Praga.

Ca.a roja, de Benjamín Ramón, eS el pri-mer pOema en este volumen que 110S descri-be el laberinto (muy borgiano) de nuestras

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calles. Pero las avenidas capitalinas tungen aguisa de parapeto dentro del cual dormitan(como en Y oung NÚiìez) razonamientos(¿razonamientos'l) enfurruñados que lamuerte sugiere;

si asomándonosa un corazÓn de maderaen la esquinade PerÚ y 31

en cualquier hora de la muerte o el día

El eco de Hobbes (homo homini lupus)perfora cl meollo de Casa ..j a. El hOIID re. alos ojos de Henjam in Ramón, es fundamen-talmente perverso. Confieso que al leer s~poema, quise deambular por la Aveiida Peruy 31 para comprender el mensaje de Casa

roja. Que el lector, vecino de P,ananiá, se dig-

ne realizar la misma experiencia y recorrido.Mersault kuna, "primer escritor kuna de la

lengua castellana", Turpana - -quien actual-mente reside en París nos brinda la posibi-lidad de probar la miel de su semántica, mer-ced a la inserciÓn del poema Archipiélag

Cosa curiosa, Archipiélago es uno de loscontados poemas panameños que menelO-nan y tematizan en torno al frío como reali-dad circundante:

Aquí isla de KuepliMariposeando el frío St' desangraMuerde horas clavadas en la parcd.

Esc apoderamiento del frí~ existe, su-pongamos una i'specie de tr io panameñocuando la temperatura frisa c(m los 20 gra-dos centígrados , Ile trae a la Ilemorta

unas frases algodonosas del escritor cubanoJosé Lezama Lima (ct. Tratados en La Haba-na, p, 2~ 7, 1958): .. i Hay frío en La ~aba-ia! Frío nocturno (le abanico de CUdiillos,de salida de baile Aire frío de re,ti~~da de

mantas calentadas en la guardarrop ia. En la

página 271, Lezmna Lima d~c1ara: "Con su-tilezas va andando nuestro trieeillo, No porlo intenso, sino por lo mantenido tiene yacobrado sus respetos... Entra el friecillo des-tapando azoteas, y coloca, en tazas y crista-les un rocío que llama por desemejante y

se~ara por frío y renuente."

Turpana, siempre totémico, elabora unateoría del abuelo y la abuela, su posiclOn a laque Bertalieia alude en su poema citado,

Es evidente que en Poema, de AgustínDel Rosario, campea un aura de silenciosque se van adhiriendo, por su concisiÓn, alos experimentos finiscculalcs de Mallariw.("La chail est triste, hélas, el fai lu ((nis leslivres. ") El invadido por la poesía, como DelRosario, se mofa aquí de la racionalidadgeométrica, pUes ya el imperio celeste delsigni ficante posee, en su coneep to, repetidaslagunilas, Si sabemos que Agustín Del Rosa-rio domina a cabalidad las lenguas Úabe yhebrea, si nos percatamos de su familiaridadcon las letras chinas y niponas, el estilo suyo-impersonal, urbano, indsivo logracneua-

dernar un ajedrez fatal, eSe pun to impresio-

nista, mitad acuarela de Cézanne, mitad taci-ta de porcelana.

No le pidamos a Agustín Del Rosario dsarcasmo ararìado de Feriández Iglesias, NLtampoco, el localismo, en ocasiones .'atáni-co, de Young NÚiìez. Del Rosario revienta ydesintla las página.s de Siete cm csc tan gra-cianesco acento suyo, qUe no nos agota (co-mo la palabrería de Fernández Iglesias), '1 Ueno nos tranquiliza por cuanto siembra un

coeficiente de hastío, Ese desaUento, esas

máscaras de indefensiÓn, alcanzan enAgustín Del Rosario su rojez, COIlO si vié-semos los alicortados frisos poinpeyanoscuando el sol del otoiìo tarda en salir_ Hayalgo de ceniza volcánica en su postura ("sindark cuenta que ya no tIem'Seuerpo"), Y ei

laberinto ora ceiosía, ora impaciencia 01Ï"

cinesca no está ausente, ni omite la sed decaducidad que pueritmente lo procrca.

Ofrece el pOema Tres cartas que no po-drá leer la tumba de ßreton y un telegrama,de Roberto lieriánde/ Iglesias, en la "l1lcheosnira" de sus 146 vcrsos, una ciclópeamuestra de estrideiîtismo y sonidos de tam-bor militar. De' todos los poemas que estevolumen eomponen, he aquí el más osadoen la expresión de interjecciones_ Parece co-

mo si I'ernández Iglesias necesitasc de voca-blos subidos de tono para sinteti¡.ar su per-plejidad, Y, por ello. su poeTlu periclita, sefatiga, nos fatiga, hace que al lector se. lecaiga el libro de las manos, y nos invade debostezos ai;ompasados y laxit.ud, FeriándezIglesias, decididamente, adolece de la simpli-cidad estilística de Benjain În RamÓn, cuyaCasa roja, composiciÓn brevísima, está satu-rada de un tempo humano envidiable, es de-cir, de esa virtud que logra salvar de su olvi-

do a. algunos poetas menOres. Virtud comola solf de la Iimpidité, segÚn Valéry,

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Si hien Fernánde7: Iglcsias cita a Breton(o a Daií), no caemos en cuenta que su poc-ma sea ficlmentc surrcalista. Decir "tirarlepájaros a laspiedras" no equivale a ser poeta

surrealista. Ni la frondosidad ubérrima dcTristan Tzara, ni el humor rococó de Ray-mond Queneau, e.~isten en el discurrir de es-te poema. No me canso dc repetir que la vo-cación innata de Fernández Iglesias reside enla crítica. Aunque, valdría agregar que suscríticas raramcnte se ciñen a la ccuanimidady terminan sicndo, pari passu, escandalosa-

mcntc iconoclastas, Sin embargo, algunos

textos de prosa narrativa suya, publicados

cn Zona Franca, hacia 1970, prueban el vir-tuosismo brioso del autor al tiem po que des-

nudan su real yÖ, bastantc oculto en su pre-vio cuadernillo, Récits. Fcrnándcz Igle"

siasnuncaserá un poeta maldito por más quedesee aparentarlo, poeta maldito como L.au-tréamont o Rimbaud.

Por su autenticidad coruscante, Piscis esun signo huraño, de Roberto Mc Kay, se

gana d premio mayor de Siete. En Me Kayse da el caso, casi Único en Panamá, de unapoesía doméstica. Como si la poesía debieseconstru írse entre los muros de una recámarao domus. Cuando Mc Kay, en uno de suspoemas anteriores, es despertado por su ma-dre, al alba, el poeta va descubriendo los

objetos que se le aproximan: radios que

anuncian "coca-colas a dime", caspa, sába-

nas,ld caetera. Ser ermitaño cs tcncr una casa

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o caparazÓn, vivir dcntro de una concha. Elcaracolismo de Mc Kay lo atisbamos enCuando seas mayor padre, de Bertalicia Pe-mlta_ En todo caso, el bestiario de Mc Kay(cangrcjos, tortugas, ermitanos como topos)no es originaL. Nuestra poesía hispanoameri-cana del siglo xix lo comprueba, Por ejem-plo, estos dos versos de Rubén Darío(1896)

Saluda al sol, arana, no seas rencorosa,

........ .... _.............y los cangrejos reminiscencias de mujeres.

Querría manifestar mi profundo escep-ticismo en lo concerniente a la tentativa deSiete. Si el libro, en verdad, coaliga una se-rie de textos poéticos y críticos, debidos a

las plumas de siete autores que enjuician laobra de los demás y se auto-enjuician, faltaenlSiete un órden, un método serio y exac-to. Nos dejan "en el aire" estos autores. L.acrítica escrita peca por su impresionismodeliberado, por su facilismo encrvante, por

elementos lúdicos ("humor-juego-ironía")quc dan la convicción que estas prosas fue-ron el resultado de improvisaciones arbitra-rias. Anderson 1mbert juzgaría lo mismo.

Alfredo Figueroa Navarro

Panamá, a 14 de junio de 197 1.

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zumbar a los nuevos, a romper la sota-na y a torearse con otros; y, última-mente, a hacer burla y escarnio del

maestro, pues desde los bancos le gri-tan, le mofan, le zumban y le irritan,sin dejarle dictar ni cumplir su obliga-

ción, Esta es la vida de las escuelas; y

en volviéndose a su casa, lleva menosverguenza, ningún dinero y muchos vi-cios, especialmente el del juego de losnaipes y el de las gorronas; que para la

enseñanza del uno y el otro sobranmaestros y maestras en la universidadmás breve y más estrecha".

"Yo las vi más mozo, y en las más acre-ditadas y excelentes noté los dl)sórde-nes más considerables, grave ignoran-cia, poca ciencia y mucho vicio. Lasmenos escandalosas son las que tienenmenos créditos de insignes, porque noes tanta la confusión, más el ejercicio,y los maestros viven más venerados.

Deplorable es esta perdición; pero teaseguro que tienen peor condición y

más indisculpables costumbres los vie-jos doctorados que los mancebos man-teístas, porque el ansia a la cátedra, laagonía del grado, la furia a la prebenda,a la plaza y al obispado los hace blasfe-

mar unos de otros, tratándose (sin te-mor de Dios, ni de su condenación)

con crueldad en los informes, añadién-

dose los unos a los otros pecados indig-nos a fin de contentar la vanidad de sus

deseos. "

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Urge aclarar que la opinión (que TorresViIarroel impone) sobre el menoscabo, enque yacía la Universidad de su siglo, lograríaextrapolarse a las Boloñas contemporáneas:Si observamos que Torres ViIarroel explicó-nemine discrepante- la geometría, la arÍtme-tica, el álgebra, la trigonometría, la logarít-

mica, la música, la mecánica, la estática, labaiística, la hidrostática, la arquitectura ci-vil, la montea, la arquitectura militar, la arti-llería o arte tormentaria, la óptica, la pers-pectiva, la catóptrica o arte anacamática (es-pejos), la dióptrica ° arte anaclástica (teles-copios y microscopios), la geografía, la as-tronomía, la gnomónica (relojes solares), lacronografía, la agrimensura, la astronomía,

la cosmografía, el arte de navegar, cl artemiltar y la astrología judiciaria, es patente

que la naturaleza de sus aprensiones sea me-nos inverosímiL. Goldmann, en su forma másestricta, se debatió en el seno de una Univer-sidad escalofriante, casi en armon ía con losdidascálicos purgatorios de Torres Vilarroel.

Un alter-ego de Goldmann, Raymond Aron(La revolution introuvable, 1968) discantala crisis universitaria europea a modo desíndrome de palabrerías. Perennc dialécticade los contrarios que se subdividen en la

blandura de una misma desazón.

De su marxismo errátil, de sus seminariossemanales, habidos en el Instituto de Socio-logía de Bruselas, quedarán algunas memo-rables intervenciones, algunas fórmulas (en-toldadas) atinente s a Gomhrowicz, SaintJohn Perse y Jean Genet, Acompañen, a estanota, la prevalencia, el cercenamiento de lamuerte.

Alfredo Figueroa Navarro

Bruselas, 12 de octubre de i 970.

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En medio de un estrépito furios o. el avion sin embargo pierdepeso Lipidamente, per. sin r1esmatcrializarse, como si la espirituali-dad fuese lambién un atributo de la materia, de la que ahora el avióntoma plena posesiÓn. Y también el piloto participa de esta nuevadimensilii de la materia: sahe, si es que en algÚn momento se hicieseeuestilHl de ello, que toda teoría creaeionista sobra; y lo sabe directa"men te, con las manos. Has ta que llega un momen to en que ya nopesa más y basla llamar al avilin con una delicad ísima presilin sobreel timÓn de profundidad, casi con el pensamiento sólo, para que

despegue y entre a su elemento familiar y propio. De allí en adelantetodo es distinto. El avílin se ha despojado ya de nuestra servidumbrey se eonv ierte en un cornpafiero celoso.

Cuando se ha alcanzado la altura en la que se va a volar, muchascosas que comenzaron a ser imperceptiblemente al amparo de lasocupaciones dedicadas al ascenso, han sucedido ya. Ahora al pi lotolH) le queda nada por hacer, sólo registrar las novedades de/esa nuevadimensión y ese nuevo ser en el que está, y realizar su oficio, mapi ylápiz en mano, de supervisar el mundo. De cuando en cuando seextravía un río, y hay que buscarlo afanosamente, ouna rnontafía seesconde detrás de otra como jugando con el piloto que sin embargono está nunca en humor para esa clase de juego, como no puedeestarlo nunca ningún pastor pobre, y el mundo es la única posesilmdel piloto.

El ruido del motor ha tomado el sitio y las funciones del silencioy poco a poco se convierte en silencio, en un silencio m;is claro ypróximo que cualquier otro silencio. Espeso cual ninguno y sin em-bargo diáfano, el menor ruido, el hipo más disimulado del motor, cs

un grito ensordecedor perfectamente dibujado por el silencio que lorecorta: un boqucrlin de nada por donde brinca, directamente alcuello del corazÓn, el miedo. Un segundo, una eternidad después, elsilencio vuelve a taponar las grietas del universo resquebrajado y

frágil, y que requierc de nuestra parte el mayor tacto y la atenciÓnmás sostenida. Por eso se ven y se sienten tantas cosas, detalles en losque, allá abctjo, ni siquiera pensamos. Y es que el suelo es tan duro yfirme que permite (yo diría que incluso auspicia) la vida ruda y torpey ciega.

La vida ruda. Y torpe. Y ciega. Si por lo menos fuese una actitudconsciente, un plan delibeL~do de confundir a Dios, de despreciar lavida tan miserablemente dada con cuentagotas. Si fuera eso, por lomenos. Soberbia, no irresponsabilidad. Actitud satánica, pose ante lasestrellas, no lo que realmente es. Si por lo menos vivir fuera pecado.

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Pero no, es que a veces ni siquiera es interesante. Y todo por eldescuido, por ese suelo duro que permi te pisar con torpeza y percibirsólo las llamadas toscas y groseras de las cosas.

En el aviÓn hemos de ser por fuerza justos. Hasta con el detallemás insignificante y la voz más tímida. Todos los movimientos delpiloto han de ser llevados a cabo con mucha suavidad, y su cuerpo,por eso, y su alma también, adquieren una ternura natural y perfecta-mente viriL. Es un universo frágiL. Nada se empuja. Nada se hala. Sonpresiones las que uno ejerce, sugerencias de presiones. Como cuandose camina sobre una capa de hielo: delgado, sobre un suelo que puedeceder en cualquier instante si se pisa, se vive, se siente o se piensa contorpeza.

Todo el cuerpo es una antena viva, una sensibilidad extendidacapaz de percibir ICls detalles más insignificantes. A veces se cuelan

voces confusas por los audífonos que el piloto no alcanza a identifi-car, pero que llegan con las distorsiones de lo que ha tenido queatravesar campos de fuerza sideralcs; o, volando de noche, le llega unpálpito de más, una gota de sangre ajena que ahora le recorre elcuerpo y que el piloto puede seguir por todos sus Órganos y todos sustúneles interiores; o, todavía con mayor frecuencia, de noche tam-bién, ve a lo lejos una lucesita palpitando, una señal urgente, pero depronto se apaga del todo y hay una pequeña pesadumbre de esperan-

za que muere. La noche está llena de mensajes y de compañía y demisterio. El piloto no sabe, no se pronuncia. Desde luego, no niega.

Justamente, su condición es la de estar abierto, la de ser borde,frontera, la de ser conciencia. No se le escapa nada. No hay polizon-tes en la conciencia de quien se ocupa en tripular un avi(m, ningunaexperiencia le introduce sensaciones de contrabando. No se le pierdenada. Nadie le roba nada. El piloto piensa de cuerpo entero, con lasmanos y los pies y la inteligencia, con todos sus órganos ennobleci.dos, con todo lo que ha podido salvar de su pasado, del incendio desu vida. Unicamentc de él depende el equilibrio inestable del universoen el que está íngrimo y un y solo, y es su oficio y su virtuddedicarle toda la atenciÓn. Se juega la vida en ello, porque todo elespacio es su propia subjetividad, su reino interior, más allá del cual o

no existe nada o no importa lo que existe. Ningún otro peiisamient o

cabe. El futuro, por ejemplo, no cabe. SÍ el crepitar minúsculo del

germen que posteriormente se desarrollará en una acción, pero no laacci/m. No cabe el tiemp o venidero. Tan importante y único es elinstante, l' instante exacto en el que está, que no puede pensar en loque con seguridad vendrá después, ni siquiera en el punto de destinodel vi¡tje. N i cabe el pasado tampoco. S Í los restos del naufragio que

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notan en el agua del alma y que las olas llevan de cuando en cuando alas orillas del corazlm, pero no el pasado mismo. Su sabor solamente.El piloto no espera nada ni se despide de nada. Sin esperanza ni

nostalgia, ni alegría en consecuencia, ni tristeza, perfectamc nte serio,mortalmente serio, sólo es actual. Un piloto está siempre de perfil,ocupado en el instante. Pero en un instante sin límites.

Ahora la vida no comienza. No termina. No es más que esto, perotampoco menos: un instante sin premisas ni conclusión. Porque notiene premisas, es absolutamente gratis, no hay que pagársela a nadie,ni agradecerla ni justificar nada. Porque no tiene conclusión, no senecesitan objetivos ni ambiciones ni proyectos. Sin causas: libertadpura. Sin efectos: pura generosidad. El piloto no va a ninguna parte:

acaba de llegar. De ninguna parte vien e: sale en este instante.

Son las condiciones objetivas para hacerse las grandes preguntas.Uno llega de todas partes, desde los confines más remotos de lainfancia, desde ciudades de paises lejanos en donde siempre es denoche, de cuartos oscuros en hoteles y de camas con mujeres..., unollega de todas partes y se reune, y después de un rato de conversa-

ciones triviales y saludos y preguntas y sorpresas, se hace el silencio,se funde el silencio de uno con el del motor. Todo lo que uno es y hasido, y hasta uno que otro que será, está presente, sentado frente auno, rodeándonos y mirándonos directamente a los ojos, sin petulan-cias morales y sin reproches, pero también sin miedo y disimulo.¿Quiero a esa mujer? Sí, la quiero. (;Tiene razón aquél que se com-prÓ una casa;) No, no tiene razón.

Las cosas han desaparecido físicamente. Sólo sus imágenes que-

dan, su recuerdo. Pero los recuerdos. las imágenes, pesan tan poco.

Un niño puede recordar una monta1Îa sin que tenga que parpadear elojo eon que la mira. Sólo hay ser, piso de ser, conciencia sola, sin quenada la ocupe o distraiga. Porque las nubes pesan poco, porque latierra se suaviza de lejos, pierde sus aristas. A veces no se sabe biendónde termina la tierra y comienza el mar, dónde termina el mar ycomienza el aire. Y el aire es invisible. No se lo ve. No se lo toca.Como Dios. El piloto cree en el aire, cuenta con él, pero no lo piensa,no lo conoce. No quiere conocerlo. No le hace falta conocerlo.

Sobre la conciencia, sÚlo las huellas de las cosas que la han cami-nado. Aquí pisó una mujer. Allí caí. Allí, sobre ese calor que perduray vibra, dije una mentira. La conciencia es un viejo campo de batalla,ya vacío. Ni yo lo piso. Vuelo sobre ella.

iEsto es más l-ermoso cada vez!

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Ahora, aquí, a 8000 pies de altura, sería fácil hacer un inventariode lo que realmente soy, de lo qu e estoy apostando en ese jueguito

sucio de allá abajo cuando me pongo la corbata. Pero no lo hago.Sería peligroso desprenderme de todo lo que no soy y que me ata a latierra. Podría quedar flotando, no estar ya en condiciones de poderaterrizar, de perder el peso m ínimo que se requiere poner sobre lavoluntad para que ésta ejerza las presiones necesarias del descenso. Esimportante, pues, no perder contacto con la tierra, recordar algo deallá abajo: mis hijos: la calle en la que vivo, la película que quiero verel prÓximo domingo. Cualquier cosa, por muy baladí que sea, peroque me mantenta anclado en la vida de la tierra y sus asuntos.

Por otra parte, sin embargo, he tenido siempre la curiosidad de

saber si de todo lo que he hecho o me ha quedado algo, si algo quedade mí al quitárseme el empleo, los hijos, el nombre, las costumbres,el cuerpo, el alma, los amores, los intereses en esas cosas del mundocon las que estoy entretejido. Es más que una curiosidad, porquetarde o temprano estas cosas a las que aludo terminarán por desertar-me en ocasión de una fiebre, de un dolor, de una caída mortal. Esmás que una simple curiosidad el querer saber si voy a perdedo todoen la muerte o si podré sobrevivida, mejor dicho, si podría sobrevivir-la, caso de que eso fuera posible, quiero decir, si he logrado recogeralgo que poder lIevarme, caso que hubiera donde poder llevado. Esmucho más que una simple curiosidad.

Yo creo, verdaderamente, que no me importaría anularme en lamuerte. Por el contrario, me sentiría distinguido al ser objeto de unaconsideraciÓn tan seria. Lo que me produce vértigo, es que no hayanecc¡sidad de anularme, que me acabe porque nunca fui, que notenga, yo mismo, yo, ni siquiera la posibilidad de trascender aunquela "tl posibilidad la haya para quien tenga quc lanzar a ella. Qi. erodecir, lo que me produce, no vértigo sino vergueza, es que me anulepero no porque Dios no exista sino porque no existo yò. Ahorapodría romper relaciones con el mundo y saberlo de una vez portodas, pero no me atrevo. No me atrevo ni siquiera intentarlo.

Un día, en el crematorio de la ciudad, vi una silla a medio que-mar. Allí debe estar todavía. Soportó, sobreviviÓ el fuego que convir-tió en humo todo lo que de cuero y adorno tenía. SÓlo quedaba la

estructura metálica. Ya nadie se iba a sentar en esa silla. Ya no era unsitio de reposo. Ya no servía, no le servía a nadie. Pero no estaba

muerta, estaba allí. Se le había despojado de su función, pero, por lomismo, de su servidumbre. Por fin era libre, cosa ella misma.. ';.Out! lepasaría, qué sobraría, si le quitaran a un ejecutivo de empresa ~todo

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r- -

aquello para lo cual sirve"? Incluso Dios, la noción que tenemos de ladivinidad, ,:.soportaría la prueba de fuego por la cual ha pasado esas.lla"?

Sintonizo alguna emisora comerciaL. Anuncian pastas de dientes,canciones con dedicatorias de una cursilería muy realista, porque deeso está hecha la vida de los hombres, de la que no me atrevo aprescindir. Y da un poco de pena.

Bien. Me incorporo a ella. La pena, la tristeza, se pueden aguan-tar. Pero, por lo dem,is, quc sencillo es, qué fáciL. Es suficiente un

cambio m ínimo de posicifin, acomodarse un poco hacia atrás, endere-zar la espalda, y listo, ya estoy de nuevo inmerso en los asuntos de latierra. Apenas lo suficiente para que no se me confunda con otracosa.

Lo que menos me gusta de alLl es que hay tantas palabras que noimporta que se digan, y que en consecuencia sobran, tantos conoci-mientos que no importa que se tengan. En un avifin, en cambio, todoes importante. Por eso es bien poco lo que se dice y bien poco lo que

se hace, pero uno se las está jugando en ese bien poco, yeso loconvierte, si no en mucho, por lo menos en todo.

Por ejemplo, adelgazo la mezcla del combustible. Esto se puedehacer hasta cierto punto y nada más que hasta cierto punto. Más alláde ese punto, el motor se apaga, se asfixia repentinamente. Sin pasar

por ningún estado intermedio, corno se apagan los nIiìos a la hora dedormirse y de morir. Se requiere tado, consideraciÓn, amor, tener el

alma en la punta de los dedos, para que el motor no pierda lasrevoluciones que lleva. Cuando se ha encontrado ese punto exacio,único, insustituible, se inunda la vida de una gran ola de alegría que,

sin embargo, apenas si se la expresa con una tenue sonrisa. Y posible-mente ni eso. Las grandes pasiones no suelen acompaiìarse de gestos

y alaraeas. Como el día en que llegÓ el cable anunci:lldome la muertede mi padre. Apenas si tuve un gesto mínimo del que nadie se

apercibiÓ..

Seis meses después, cani ino de J aeropuerto, tuve la sensacifin deque había olvidado algo. d\li cuaderno? No, allí estaba. (~Los an-teojos de sol? Allí estaban igualmente, en la guantera del auto. Peroalgo faltaba, en alguna parte. Qui¿is un edificio, o un deber. Hastaque de pronto caí en la cuenta ck que quien Liltaha en el mundo erami padre. Sentí entonces una pequei'a opresión en el pecho, unpequeño dolor sordo, casi insignificante, pero que ya !lO me ha aban-donado nunca.

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As Í, pero al rev(~s, he visto bajar la temperatura del aceite desdeque le inslalc al avIÚn un enfriador de aceite. Y esa alegría, leve pero

honda, compensa la muerte de mi padre. Tiene su misma calidad:es seno.

Son pocos y bien modestos los conoClmi en tos qu e se requierenpara pilolear un aviái, pero tienm esa calidad única que los sitúa, endignidad, por encima de cualquier ot ro conocimiento: con ellos nosestamos jugando la vida, y no de un modo téorico o abstracto, sinoque de verdad, ahora, aquí, ya, bañados de aceite, carbonizados,entre un mon tÚn de lata y metal ardiendo al rojo vivo.

';.Qué puede valer todo el COJllX imiento de un teólogo o de unmetafísico, que ni paga por sus errores ni cobra por sus aciertos, allado i-el conocimiento que el piloto tiene sobre la relación que existeenlre la temperatura y la presi()J del aceite, del que la vida enteradepende, de punta a punta? ¿O alIado del saber aliviar la fiebre delmolor para que la vida se nos inunde de alegría? Puede que un pilotono sea cul to, pero sabio s í que lo es, porque lo poco que sabe es tanvalioso como la vida humana, yesos pocos conocimientos que tieneson un tesoro que constantemente revisa, corrije y pule.

Así querría yo saber que Dios existe, o que no existe. Así querríayo saber que dos más dos son cuatro, así querría saberlo todo, paraque lodo fuese un riesgo y cada coro cimiento una 'recompensa. Sólo

quien apuesta gana, y ganar algo de que morirse, algo que perder almorirse, algo sencillamente para poder morirse, debería ser el interésde todos los que no tenemos casi nada.

Hay otra cualidad en la teoría del vuelo, otra característica, quesubraya aún más su humanismo y que es también razÍln para enorgu-llecemos de ella y sabemos ennoblecidos cuando navegamos por lasalturas. Los pioneros de la aviación, entorpecidos por el prejuicioreligioso de que Dios hizo el mundo y de que lo hizo de la mejor ymás in teIigente forma posible, quisier on siempre' imitar el vuelo de lasaves. lndudable~ nt e, pcn saban, que ésa deb Ía ser la mejor forma devolar. ¿No es acaso la forma que diseñó el gran arquitecto, el graningeniero de la naturaleza? Se aplicaron, entonces, a construir apara-tos con alas que batían el aire, como los pájaros hacen. Pero esa vía

de imitación de Dios conducía invariablemente al fracaso. Y no por~que esa técnica de volar fuese demasiado difícil, sino porque es unamala técnica. Lo que de extraordinario tiene el descubrimiento de lahélice es que en la naturaleza no hay nada iguaL. A Dios no se leocurriÍl sencillamente. Al menos con los fines que le da la aviación.

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La técnica del vuelo tuvo que desentenderse de Dios y de su creación

para poder despeR~r. al hombre de la tierra. Es una técnica, pues,absolutam~nte artificial, humana, que rápidamente superÓ con mu-cho al ;st~lo natural del. vuelo. ¿Qué ave podría competir con untransatlanti.co d:. propulsión a cho rro? Sería como comparar el ele-mental y simplisimo canto de Ul pájaro cantor, todo él naturaleza,

con una bien artificial sinfonía de Bethoven, todo él esfuerzo cul"tívado, ganado palmo a palmi . En este sentido no estaban, descami-nados los del siglo 1I despl és de Cristo cuando afirmabanque Dios era un ser mediocre! y que por eso lo es' igualmente, lanaturaleza que había creado. Cada vez que encuentro algo, como laaviación, en la que superamos a Dios, sonrío satánicame nte, pero sin

malas intenciones. O también, por ejemplo, como la muerte. Ni Diosnos gana en eso. Allí ni siquiera compite.

,

No sé cuánto tiempo ha pasado. Cinco minutos o tres horas, es lomismo. El tiempo de vuelo, por lo sereno a veces, y a veces por loterrible, tiene esa propiedad característica de lo infinito: es igual aalgunas de sus partes. Consulto el reloj. -Si los cálculos hañ sidohechos correctamente, de un momento a otro debe de aparecer a lolejos el punto de destino. Y efectivamente, no tarda en aparecer.

Comienzan las operaciones del descenso. Como no llevo pasajeros,puedo perder altura rápidamente sin temor de que alguno se queje

de dolor de oídos.

Regreso a la tierra. Vengo del cielo, que es otra dimensión de latierra. No hubo, ni lo habrá nunca, peligro de que la abandonaraAntes de que sucediera eso, preferiría que me reclamara violen-tamente, como lo hace a veces. Regreso al tiempo, a abrirme por loscuatro costados a sus pirañas inmisericordes pero que con cada pico-

tazo nos colocan una condecoración roja, tanto más distinguida porcuanto que no existe el único aqte quien podríamos lucidas. . Vengode mí, con el sentimiento confiado de que hay dos cosas sólidas,duras y amigas, que detendrán mi caía mortal y hacia las cualespuedo desplomarme tranquilamente: la tierra y yo.

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PROF, RICAURTE ANTONIO ACHEEN GALLARINEZSubsecretario General

La Universidad de Panamá, en su interés por coadyuvar alestudio, esclarecimiento y solución de los problemas nacionales,

inicia hoy una serie de Diálogos dentro dd recinto universitario, enlos cuales participarán autoridades nacionales, autoridadesuniversitarias, profesores y estudiantes. Hoy se encuentra presenteSu Excelencia Lic. Juan Antonio Tack, Ministro de RelacionesExteriores, en compañía de los Embajadores José Antonio de la Ossa,Fernando Man fredo Y Carlos López Guevara, Negociadoresdesignados por el Gobierno Nacional.

En primer término hará uso de la palabra el señor Rector de laUniversidad de Panamá, Dr. Rómulo Escobar Bethancourt.

INTERVENCION DEL DR. ROMULO ESCOBAR BETHANCOURTRector de la Universidad de Panamá

Señor Ministro de Relaciones Exteriores, Señor Embajador,

Señores Negociadores, distinguidos decanos, profesores y alumnos:

La presencia del Cansilerde la República, del Señor Embajadory de los Negociadores, obedece al propósito de que los aspectos

fundamentales de nuestro país se debatan a nivel universitario;consideramos que la Universidad de Panamá, precisamente, por ser lamás alta Casa de Estudios, debe ser también la primera institución

El 10 de Junio pasado, alas 8 p.m. por Inlelatlva del Reetor Dr. Rómulo Eseobar, se llevóa cabo en la Universidad de Panam' un dlliogo entre los negoeladores del nuevo tratadoentre Panam' y los Estados UnIdos, que se, esta negociando, y los estudiantes de nuestraprimera Clla de estudiOS, histórIca conversaelón que reproduelmos en este documento.

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compenetrada de esos problemas y la institución que, a su vez, aporteluces a la solución de dichos problemas.

Estos Diálogos se inician con las negociaciones, precisamente,

por tratarse del problema fundamental de nuestra Nación.

Prácticamente, desde el advenimiento del Istmo en República,

su constante ha sido la lucha por la recuperación de toda su

integridad territorial Puede decirse que no hay un panameño deninguna generación, que no haya sentido palpitar en su corazón y ensu conciencia la necesidad de batallar para que nuestro país alcance a

plenitud su soberanía, su jurisdicción, su integridad, sobre todo suterritorio. Eso, como ustedes saben, ha tenido, por consecuencia,diversas negociaciones entre nuestro país y los Estados Unidos deAmérica, pero, la constante en esas negociaciones ha sido elde batirse i m p o ten temen te den tro de c i crtas estructuraspre-establecidas en la Convención de 1903.

Dicho en otras palabras, nuestro 'p~IS, en todas esasnegociaciones, a lo único que aspiraba o lo unico que lograba era

mejorar algunos aspectos, ciertos hechos muy parciales, dentro detodo un andamiaje que es repudiado por nuestra República, como esla Convención de 1903.

Con el advenimiento de la Revolución de 1968, con una nuevaconcepción ante el porvenir de nuestra patria, ante la lucha nacional,se reinician las negociaciones, pero esta vez la Revolución se trazacomo propósito cardinal: 10.) que esas negociaciones en ningúnmomento se hagan a espaldas de nuestro pueblo; 20.) que losnegociadores informen a nuestra comunidad sobre los resultados desus gestiones y, a la vez, que se empapen, día a día, de lo querealmente quieren nuestro pueblo y nuestro país. La Revolución

también se ha trazado el objetivo de plantear las cuestionesverdaderamente básicas para nuestro país dentro de unasnegociaciones realmente correctas.

Dentro del Gobierno Revolucionario contamos con Jovenesvinculados a estos problemas, por sus conocimientos, por sus

trayectorias; a jóvenes y figuras destacados por sus actuaciones, ycuyo objetivo no es otro que cumplir la delicada misiÓn que la Patriales ha encomendado. Ellos acuden a este recinto universitario, a esteParaninfo, en la misma forma en que lo han hecho ante el Colegio deAbogados, ante comunidades, ante trabajadores, sin eufemismos, sinocultamiento s, sin dobleces, con un solo propÓsito: expresar su

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posicifm frente al problcma que sc les ha encomendado, contestar lasprei:iuntas que ustedes consideren necesario hacer, y escuchar, departe de ustcdes, la voz del universitario panameño que les servirá deinspiraciÓn, de guía y de apoyo en la tarea que se les haencomendado.

Iniciamos así, Señores, el Diálogo Universitario con losNegociadores. Gracias.

PRO!'. RICAURTE A. ACHEEN G.

A continuación, hará uso de la palabra Su Excelencia Lic. JuanAntonio Tack, Ministro de Relaciones Exteriores.

LIC. JUAN ANTONIO TACKMinistro de Relaciones Exteriores

Scñor Rector de la Universidad de Panamá, distinguido públicouniversitario, distinguidos conciudadanos aquípresentes,distinguidosinvitados dc otras nacioncs hermanas del Continente Americano:

Para comenzar he querido, a propÓsito, enmarcarIos dentro delgiro de esta reunifm --que en forma muy acertada se ha denominadoDi:tlogo Univcrsitario.- quitándole ese aspecto demasiado formal deuna charla académica desde una tribuna bien establecida, para que elcurso de la reuniÓn sca, efectivamente, un diálogo entre ustedes y

nosotros.

Señor Rector, creo que interpreto fielmente el sentimiento demis compañeros y colegas, los distinguidos ciudadanos a quienes elGobierno Nacional ha escogido como Negociadores de la República,y el mío propio, dando fe inmediatamente de la gran complacencia,la gran emociÓn patriótica que nos embarga, al estar esta noche eneste recinto que, en forma muy especial, tiene un profundosignificado histórico dentro de las luchas de nuestro pueblo, poralcanzar las rcivindicacioncs his t(¡ricas a que ticne derecho, conmotivo de la existcncia de un canal interocéanico en suelo panameño.

Voy a tratar de cstablecer lo que pudiéramos llamar un marcode rcferencia --muy breve, lo más breve posible---, para que sirvacomo una introducción a este Diálogo Universitario.

Precisamente, esta disposiciÓn de la Universidad Nacional se

coordina prcfectamente, y en el momento más oportuno, con los

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propósitos que se había señalado el Gobierno Nacional, el actualGobierno Revolucionario, de mantener informado al pueblopanameño, a la opinión pública nacional, de los pasos que elGobierno Nacional dé en las Negociaciones de un Nuevo Tratado conlos Estados Unidos de América; porque el Gobierno actual haasumido el compromiso histórico, sincero y honesto, de negociar, node espaldas al pueblo, eso jamás, sino frente al pueblo y junto alpueblo.

En cierto sentido, esto no es solamente un compromisohistÓrico y moral del Gobierno actual, sino una obligación; es una

obligación que impone también la necesidad de que en estosmomentos olvidemos los detalles de los nombres de las personas, delas individualidades, porque en todo momento se debe entender quelos gobiernos son depositarios de la voluntad general de la Nación y.sobre todo, en esta materia de negociaciones de un nuevo Tratado

todo el país entero -absolutamente en toda la Nación- e~responsable del destino nacional y esa Nación tiene que entregar a losque la representan, en el momento histórico determinado, susaspiraciones más legítimas.

Así que esta reunión, repito, señores, cumple con esa obligaciónque tiene el Gobierno Revolucionario y con ese compromisohistórico de no negociar jamás de espaldas a la opinión pública

nacional, de espaldas al pueblo panameño. Ese compromiso secumple ahora, y tengan ustedes la seguridad absolu ta de que semantendrá hasta que el proceso llegue a su fin.

Hay algo importante que me parece justo señalar: la políticaexterior de un país ~consideramos nosotros-- no es un enteabstracto, no es un ser metafísico. La política exterior de un país

tiene que scr fielmente aceptada sobre las realidades internaspolíticas, económicas, sociales, culturales, de ese país. Son esasrealidades internas, las aspiraciones proyectadas' hacia el exterior, loque determina la política exterior de una nación y, por cso, esapolítica extcrior es el reflejo de los momentos históricos que vivenlos países. En ese scntido, con esa firme convicción, tenemos quedejar muy en claro que, indudablemente, estamos atravesando por unperíodo de transformaciones nacionales.

Hay sectores de nuestro país, hay personas, que todavía no

tienen claro que los propósitos de este Gobierno son propósitos

profundamente revolucionarios, son propósitos de transformaciónnacional. Creo que es conveniente que se tenga muy en cuenta esto,

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porque la actitud revolucionaria de! gobierno determina también,

indudablementc, una actitud revolucionaria, un enfoque nuevo,diferente, e indudablemnte no tradicional, de nuestras relaciones conlos Estados Unidos de América y de nuestro planteamiento enrelación con los problemas derivados del CanaL.

Considero que es muy importante tener prcsente también elmarco histÓrico dentro del cual se han desarrollado las negociacionesrelativas a un nuevo Tratado del Canal; sin necesidad de irnos a unahistoria extensa desde i 903 hasta la fecha, porque, cn verdad, lahistoria dc nuestras relaciones con los Estados Unidos desde i 903- más que conocida por todos ustedes, por todo el pueblopanameño-o ha sido vivida, es una historia que llevamos en la sangrey, por tanto, considero que éste no es el momento oportuno parainsistir en todos los antecedentes histÓricos dc nuestros problemas.Basta, para lo!;i-ar ese marco histórico más adecuado a este Diálogo,con señalar el proceso involucrado dentro de las actualesnegociaciones para concertar ese nuevo Tratado; y ese marco nos

puede permitir, a la vez, aclarar algunas ideas, algunos conceptos y

algunas aspiraciones sumamente importantes.

Cabe recordar que las actuales negociaciones se miciaron, enverdad, en el ailo i 964. Podemos decir que el punto de partida deestas ncgociaciones - por lo menos no el punto de partida estricta-mente diplomático o jurídico pero el punto de partida real, concreto,histÓrico -- fueron los sucesos dcl 9 de enero de 1964. Lo que de ter-minh el inicio de estas negociaciones fue la lucha, el sacrificio, delpueblo panameilo en aquellos luctuosos días del mes de enero dei 964. Si no se produce ese hecho histórico, probablemente no sehubieran iniciado estas negociaciones en ese ailo.

Aparte de ese hecho histÚrico que sirvlO de partida, caberecordar que, el aspecto estrictamente formal, jurídico, por Ilamarloasí, tiene su base en la llamada DeclaraciÓn Conjunta firmada entrelos Estados Unidos de América y Panamá, en abril dc 1964. Pormedio de esa Declaración Conjunta, ambos países se comprometieronformalmente a efectuar las negociaciones necesarias para lograr unnuevo Tratado justo y equitativo, que elininara de una vez por todasla causa de conflicti) entre las dos naciones.

En esa DeclaraciÚn está señalado el objetivo de lasnegociaciones. El objetivo final que se debe lograr: es concertar unnuevo Tratado justo y equitativo, que elimine de una vez por todas,para siempre, la causa de conflicto entre Panamá y los Estados

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Unidos de América, con motivo de la existencia del CanalInterocéanico en territorio panameño. Sobre esta base se iniciaron lasnegociaciones.

Consideramos que estas negociaciones constituyen un soloproceso -y este es un concepto importante que debe tenerse muy en

cuenta, tener muy claro- que ha pasado por varias etapas. Es unproceso que no ha terminado; sencilamente, por que no se haalcanzado el objetivo final plasmado en la Declaración Conjunta de1964.

Durante una de las etapas de este proceso, después de variosaños de negociaciones entre los dos países, en 1967, se llegaron aelaborar, como es sabido por todos, tres proyectos de Tratadodiferentes. Uno, relativo al actual Canal de esclusas; otro, relativo alCanal a nivel; y, el otro, relativo a los aspectos de defensa y seguridaddel CanaL. Por razones conocidas, esos tres proyectos no fueronconsiderados por la Asamblea Nacional antes del 11 de octubre de1968.

El actual Gobierno Revolucionario heredó, pues, aquellos tresproyectos de Tratado. Dentro de su concepciÓn dinámica,transformadora, de no tener compromisos con el pasado, se decidió-por considerarlo justo, correcto y más adecuado- hacer un examenprofundo, lo más completo y honesto posible, de esos tres proyectosde Tratado. Efectivamente se cumplió esa misiÓn, a cabalidad y congran sentido de la responsabilidad histórica y del compromiso que seasumía ante el pueblo panameño.... y el Gobierno Revolucionariotomó la decisión, el año pasado, en 1970, de rechazar esos tresproyectos de Tratado, por considerar que no cumplían con los

objetivos señalados en la Declaración de abril de 1964, por el hechode que tales proyectos no eran suficientemente justos y equitativospara la República de Panamá y, lo más grave aún, no eliminaban lacausa de conflctos entre los dos países, sino en muchos aspectos,

inclusive, agravaban la causa de conflictos o contribuían a crearnuevas causas de conflictos entre Panamá y los Estados Unidos deAmérica.

Siguiendo este proceso de análisis, de estudio responsable, esteGobierno tambicn llegÚ a la conclusión de que la serie de causas deconflctos -que tradicionalmente se ha señalado a través de las

relaciones entre nuestros dos países, y que están detalladas en

muchos ensayos, en muchos análisis-se podía resumir, finalmente,en una sola causa principal, en una causa fundamentalmente

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..

Page 83: rath, etc), cuando afirman que

determinante de los conflictos surgidos entre los países con motivodel canal: sencilamente la existencia en territorio panameiìo de unenclavado de corte colonialista, que se conoce con el nombre deZona del Canal de Panamá.

Así con esa idea clara, el Gobierno actual, el GobiernoRevolucionario, ha considerado ---tratando con ello de interpretar lasmás legítimas aspiraciones del pueblo panameiìo- que el objetivofundamental es 10h'Yar, de una vez por todas, la eliminación de esacausa fundamental de conflcto, o sea que ello implica el cambioradical total y absoluto del status actual de la Zona del Canal dePanamá como un enclave de contenido y característica estrictamentecoi onialista.

Hay otros aspectos que también vale la pena aclarar dentro deeste simple marco de referencias. Algunos sectores de opinión se hanpreguntado por mucho tiempo si el Gobierno de los Estados Unidostendría de verdad interés de negociar con el actual GobiernoPanameño. Es importante señalar ¿omo una verdad hist(¡rica que,dentro de este proceso de negociación único, esta etapa quecomienza a cumplirse partió de una iniciativa de los Estados Unidosde América.

:ì'

El Gobierno norteamericano, por medio de sus representantescalificados, manifestó en un momento determinado al Gobiernoactual su enorme intert~s de continuar con las negociaciones para laconcertación de ese nueno instrumento que regule las relacionesentre los dos países. Ante esa iniciativa norteamericana, la Repúblicade Panamá ha sido muy clara en la expresión y en la manifestación deuna nueva posición negociadora que se puede resumir, brevemente,en estos conceptos: Primero, se trata para Panamct, en estos

momentos, no de una simple revisìón de los Tratados existente; hastaahora, sino de la concertacIÓn de un Nuevo Tratado; un NuevoTratado diferente totalmente a los tratados existentes. Ello significa,especialmente, la eliminaciÓn, de una vez por todas, del odiosoTratado de 1903, junto con su famosa cláusula de perpetuidad. Eso

es una aspiración máxima dd pueblo panameiìo, y el GobiernoRevolucionario ha asumido la responsabilidad de representar a estepueblo en el 10f:'Yo de ese objetivo máximo.

Por otro lado, se ha señalado también, en forma muy clara, quea la República de Panamá lo que le interesa es la situaciónconcerniente al actual Canal de esclusas. Los conflictos entre los dospaíses han emanado de la existencia de este Canal y no de ningún

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Page 84: rath, etc), cuando afirman que

otro Canal que no existe. Por tanto, es un punto fundamental lasolución de los problemas derivados del actual Canal de esclusas. Eso,antes que nada. Yeso es fundamental antes de que se consideresiquiera la posibilidad de conversar sobre cualquier otro canal quetodavía no existe.

Y, en tercer lugar, es clara, sumamente clara y precisa, laposición asumida por el Gobierno Nacional de que el objetivo final,el objetivo máximo de estas negocíaciones, tiene que ser elcumplimiento del acuerdo formal alcanzado por los dos países en1964: lograr un Nuevo Tratado justo y equitativo que elimine ahorala causa de cont1icto fundamental y básica entre los dos países, o sealas características del territorio contemplado entre la actual Zona delCanal como enclave de corte colonialista.

Esa es la si tu ación general, el marco de referencia, y, SeD or

Rector, considero que una vez sentado este marco, podemos deverdad iniciar el Diálogo Universitario en relacirm con este tema tanvital para la República.

PROF. RICAURTE A. ACHEEN G.

Para continuar este Diálogo Universitario, los presentes quedaninvitados a formular preguntas y planteamientos o a solicitar lasaclaraciones que consideren necesarias, al Señor Embajador y a losN egocíadores.

LIC. ANTONIO D1AZ(egresado de la Universidad de Panamá)

Observo en las declaraciones del Canciller Tack de que es básIcoque la causa del connicto es el oprobioso Tratado de 1903. Deseo

saber si al momento en que se sienten los Negociadores panameñoscon los Negociadores de los Estados Unidos, van a discutirexactamente ese punto, por cuanto la propaganda norteamericana,

espccíficamente las agencias de prensa United Press, AssociationPress y tambicn el New York Times, llevan una política aquí adversaa estas nuevas negociaciones. También el diario Suday Morning Postexpresa hasta dónde tenga validez la declaración conjunta, porcuanto fue negociada por un gobierno Demócrata. Igualmente las

medidas políticas en los Estados Unidos, las campañas que estánllevando los Senadores a través de la prensa... En fin, quiero sabercuáles son las impresiones de los Negociadores en este sentido, ya quehan estado observando de cerca cómo se están desempeñando los

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Page 85: rath, etc), cuando afirman que

Senadores de los Estados Unidos y observando la campaña de prensaen contra de que se reanuden estas negociaciones con Panamá.

CANCILLER JUAN ANTONIO TACK

Con respecto a la pregunta muy interesante que usted acaba dehacer, deseo contestar brevemente con una idea muy general, ydespués los compañeros Negociadores pueden abundar en algunos

otros detalles, si ellos desean.

En verdad, sí tiene, indudablemente, importancia lo que pienseel Senado de los Estados Unidos, la Cámara de Representantes de los

Estados Unidos la prensa, la opiniÚn pública norteamericana. Eso

tiene su importancia, pero lo fundamental, lo que más debeinteresarnos a nosotros, es lo siguiente: los Señores Negociadores vana representar a la República de Panamá, ellos van ~t plantear lasposiciones del pueblo panameño y, en ese sentido, lo fundamentalpara nosotros y lo fundamental para dIos es lo que piense el pueblopanameño y no lo que piense la prensa de los Estados Unidos. Eso esimportante tenerlo en cuenta.

DR. CARLOS LOPEZ GUEV ARANegociador

Este asunto de la oposición en los Estados Unidos por la prensa

y miembros del Congreso, conviene que se aclare un poco.

Existe en los Estados Unidos una oposición, en ciertos sectores,a cambios al statu quo de 19(ß. La oposición está organizada, bien

organizada; pero, lo que hace nuestra labor más difícil enWashington, es, desgraciadamente, la casi completa ignorancia, odigamos, falta de conocimiento de miembros del Congreso sobre laverdadera situación de los Tratados de 19053. Hay que comprenderque para el Cogreso de los Estados Unidos hoy en día, el Tratado de1903 y los problemas que ha creado en Panamá tiene una prioridadque no es muy alta. En un país donde tienen problemas de tiposocioeconómico terribles (el problema de la guerra de Vietnam, seavecina una campafia política presidencial), el problema de Panamápierde prioridad.

La labor nuestra inicial ha sido más bien educar a estas personas,explicarles qué es el Tratado de 1903, qué es lo que contiene, cuálesson las aspiraciones panameiìas, y muchos confiesan que no sabían.No todos son enemigos nuestros, tenemos varios amigos; hay

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Page 86: rath, etc), cuando afirman que

personajes del gobierno de Estados Unidos que han demostrado suinterés porque esto se resuelva a favor de Panamá.

Pero una vez que se llegue a las negociaciones, cuando un nuevoproyecto de Tratado llegue al Senado para su votación, es entocescuando se van a definir quiénes están a favor y quienes en contra.

LIC. FERNANDO MANFREDONegociador

Vale la pena adicionar algo más. Cuando clGobierno pensÓ enparticipar en esa negociaciones, queríamos estar seguro, en primcrtérmino, de que había un ambiente favorable para las mismas, a finde saber exactamente cuál era la forma como el Gobierno de Panamátenía que encauzar y plantear los problemas de Panamá ante los

Estados Unidos, ya sea por la vía de la negociación o por alguna delas otras vías. Por ello, los planteamientos que hizo el Ministro Tackaquí, son conocidos por el propio Departamento de Estado, sonconocidos por los negociadores de los Estados Unidos, son conocidospor todos los altos funcionarios del Gobierno de los Estados Unidos.

Ellos saben perfectamente que esa es la posición de Panamá, y se lesha comunicado en forma oficial. Y ellos encuentran, porque as-í lohan manifestado, que existe suficiente terreno dentro del cualpodemos nosotros negociar.

DR. CARLOS LOPEZ GUEV ARA

Quisiera insistir en la importancia de la pregunta. La opiniónpública norteamericana, decididamente, está mal informada. Parte deesa culpa la tcnemos nosotros los panameños, que no hemos queridover que es nuestro deber no solamente informar al pueblo panameño,sino también al pueblo norteamericano, de la raíz ignominiosa delTratado de i 903.

Pero, en estas negociaciones nosotros tenemos un nuevo

enfoque. Siempre los Estados Unidos al sentarse a la mesa denogociación se han considerado con un derecho consagradocontractualmente, con un Tratado que ellos consideran los autorizapara hacer muchas cosas. Nosotros hemos meditado y hemos llegadoa la conclusión de que el Tratado de i 903 es incompatible con laCarta de las Naciones Unidas, y, en virtud del artículo 103 de la

Carta, ese Tratado es nulo.

Es deber de los profesores universitarios, de los estudiantesuniversitarios, profundizar en estas cosas, elaborar una presentación

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Page 87: rath, etc), cuando afirman que

jurídica, si es que, desafortunadamente, estas negociaciones no

conducen a la solución que todos esperamos. Nosotros debemos estarpreparados, y preparar a la opiniÚn pública norteamericana, en el

sentido de que ellos no tienen un título válido; que el único títuloválido es el de Panamá, como soberano del terri torio. De manera que,es muy cierto, la prensa norteamericana mal informada está en contrade esta negociaciÓn, hay comités norteamericanos llamados:"Salvemos el Canal". Salvémoslo, para ellos.

Considero que es deber fundamental de la Universidad, denuestros profesores de Derecho Internacional, de nuestra Escuela deDiplomacia, profundizar en esa tesis que hemos enunciado en laprensa y en algunas reuniones públicas. ,~lor qué? Porque nosotrostenemos que demostrarlc a los negociadores norteamericanos que noson ellos los que van a dar, que somos nosotros los que hemos dadosiempre; porque ellos no tienen un título que resista un análisisjurídico de una Corte Internacional de Justicia.

Pero nosotros estamos negociando y tenemos que prepararnos

también para lo peor. En cuanto a esa preparación, estoy mirando

aqu í, muy fijamente a los catedráticos Diógenes Arosemena y alProfesor Linares, que son profesores de Derecho In ternacional.

Es la misión que yo quiero reiterar esta noche. Es misic')l de laUniversidad, como dirigente máximo de nuestro pueblo, profundizaren esta tesis, elaborada para coadyuvar así la Universidad a esteproceso de negociación.

FRANCISCO BUSTAMANTE(Estudiante de Economía)

En principio, nos han agradado, como estudiantes universitarios,las palabras del profcsor Lópcz Guevara cn cuanto a los aspectos quetocan al Dercho InternacionaL. Fuimos alumnos del profesorGuevara, antes del golpe de estado de 1968. Dentro de las clases queescuchamos ---muy dignamente impartidas, dicho sea de paso, p.or elprofesor López Guevara-discutimos las diferencias entre las normasde Derecho y las normas morales. Señalaba el Dr. López Guevara,

como característica de una norma de Derecho su coercibilidad;señalaba el Dr. López Guevara la diferencia, en cuanto a las normasmorales que son incoerdbles.

He visto en la tesis de la NaciÓn Panameña, que se sostienen dospuntos básicos: Soberanía de Panamá sobre la Zona del Canal, punto

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Page 88: rath, etc), cuando afirman que

que ningún panameño discute, todos estamos de acuerdo y seesgrimen argumentos de Derecho InternacionaL. Una de las preguntasmías es: ¿Qué coercibilidad tiene el Derecho Internacional?

Señalaba el profesor López Guevara, que la tesis de EstadosUnidos no resiste el análisis de una Corte Internacional de Justicia.Como estudianie que participara en la gesta poatriótica del 9 deenero, soy consciente de la burla que sufrimos los panameños un 9 deenero ante una Corte de La Haya que declaró que no hubo agresiÓn,sino que simple y llanamente hubo undespliegue,de fuerzas. Comoestudiante que ha recibido su bautizo de fuego en esa fecha, esto nos

preocupa; como estudiante de Economía, nos preocupa; comoalumno del profesor Lpez Guevara más no preocupa, porque elprofesor López Gucvara, si no me equivoco, a pesar, de que no somosduchos en materia de Derecho, sostenía posiciones que señala IIansKelsen en su Teoría Pura del Derecho, el Estado como máximafuente de Derecho; y el concepto soberanía, tal como ha sidoexpuesto en los periódicos que leímos, hasta donde tenemosentendico, no corresponde a lo que decía el Dr. Hans Kelsen.

Nosotros queremos, porque es un problema conceptual, quizáno tanto de fondo, que nos explique; nosotros los panameños

exigimos soberanía en la Zona del Canal, no la exigimos, decimos,sostenemos, que siempre la hemos tenido, cuando nosotros vamos aunas negociaciones, en concreto como queremos, toda la potestad enesa Zona del Canal y en ese fundamento que se hace en las normas deDerecho Internacional se dice, artículo 103, si no me equivoco, quetodo el documento que sea contrario a la Carta de las NacionesUnidas pierde validez. Yo pregunto: ¿Partimos del hecho de que elTratado de 1903 no tiene validez? No la tiene, y si no la tienediscutamos los Tratados o vamos a discutir primero si la tiene o notiene validez. Muchas gracias.

DR. CARLOS LOPEZ GUEV ARA

A mi alumno, le quisiera contestar de esta manera: nosotrosdebem()s insistir en que no hay un título válido... Estamos en unproceso de negociación. La negociación sigue su marcha, lapreparación para un debate ante una Corte tiene que seguir tambiénsu marcha. El punto de coercIbilidad a que usted alude, realmente noviene al caso en esta ocasión.

El Derecho Internacional todavía no tiene coercibilidad. Bien sabeque el sometimiento a los tribunales de justicia es potestativo de los

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Page 89: rath, etc), cuando afirman que

soberanos. Pero, los Estados Unidos se presen tan ante el mundocomo los campeones del orden jurídico, respetuosos de la norma deDerecho Internacional, de manera que si nosotros planteamos eldebate ante la Corte Internacional de Justicia harían un papel muymalo; quedarían muy desairados ante la opiniÓn pÚblica mundial, siellos no aceptaran la juridisccif)l de la Corte Internacional de Justiciasi Panamá llegado el caso promoviera o presentara su caso.

Pero, quisiera correi,'1Ür un error su en cuanto alirmÓ que laCorte Internacional de Justicia dijo que los sucesos de enerosignificaban agresión de los Estados Unidos contra Panamá. La CorteInternacional de Justicia no intervino; aquÍ, en este caso, fue unacomisión de juristas con sede en Ginebra, son cosas muy diferentes.

AGUSTIN SANJ UR(Estudiante de la Faeultad de Derecho y Ciencias Políticas)

¿Qué opinan los negociadores, principalmente el Dr. LÓpezGuevara, del actual complejo militar terrestre y aéreo-naval existenteen la zona canalera, en virtud de la unilateral y arbitrariainterpretación nortemericana del funesto Tratado IIay-BunauVarila? ¿Estarían dispuestos a plantear en el transcurso de lasnegociaciones la desmilitarizacifm de la Zona del Canalsimultaneamente Panamá o un acuerdo de las Naciones Unida?(~Estarían dispuestos a solicitar el retiro de tropas de la Zona del

Canal? ¿,Estarían dispuestos a pedir a la contraparte que se elimine lasituación de que la Zona del Canal es un punto estratégico de losEstados Unidos con sus bases militares para perpetrar y man tener supolítica colonialista e imperialista?

Desearíamos que nos contesten con claridad y precisiÓn, porqueconsideramos que la gigantesca lortaleza de i,ruerra con armamentoconvencional y atÚmico erigida en la zona canalera, es como unaamenaza de destrucción y aniquilamiento de la poblaciÓn y de losbienes materiales y aún del mismo territorio de la República dePanamá. Muchas gracias.

DR. CARLOS LOPEZ GUEV ARA

Con mucho gusto. Nosotros, en nuestros planteamientos a losnegociadores norteamericanos, hemos sostenido que una de las causasde conflcto es esa presencia abrumadora de los Estados Unidos en la

Zona del CanaL. Esa presencia abrumadora se hace más evidente conese tremendo poderío militar, quc no tiene ninguna vinculación con

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Page 90: rath, etc), cuando afirman que

la defensa del Canal de Panamá. Sabemos, por documentos oficialesde los Estados Unidos, que la Zona del Canal es una enorme base

militar para las defensa continental de los Estados Unidos.

Entonces, de allí sacamos otra conclusiÓn que entrego tambiéna la Universidad, si el Tratado de 1903, aún aceptando su validez, aúnpresumiendo su validez, si ese Tratado establece que el canal debe serneutral, i'Ómo se concilia la neutralidad del Canal con el uso de laZona del Canal como una base para defender a los Estados Unidos?

Es obvio, eiitonces, que hay aquÍ una violaciÓn fundamental deConvenciÓn de 190,1, y cuando violaciones fundamentales a unTratado hay el derecho de la otra parte a denunciado unilaterlmente.Son consecuencias jurídicas, aceptadas incluso en la ÚltimaCoiivenciCln de las Naciones Unidas sobre Derecho de los Tratados.Cuando una parte viola una cláusula fundamen tal de un Tratado, laotra parte tiene el derecho de denunciarlo. Tesis que entrego a la

Universidad de Panamá.

Tengo aqu Í un estudio que hizo uno de los asesores legales delDepartamento de Estado, sobre las conclusiones de la Conferencia deViena; allí en esa Conferencia se sostuvo por unanimidad el derechode todo Estado a denunciar unilateralmen te un Tratado, cuando laotra parte no lo cumple; porque es muy cierto que en Derecho

Internacional existe la máxima pacta sund servanda, los Tratados hayque respetados; pero, como corolario de esa misma premisa de que

los Tratados deben ser cumplidos, emerge la otra de que cuando unano 10 cumple la otra queda liberada.

De manera que es esa violación evidente de los Estados Unidos,al tener la Zona del Canal como una base militar, la que también nosda derecho a nosotros a denunciar ese Tratado... Pero, la negociaciÓnsigue, señores, y la preparaciÓn debe seguir también...

CANCILLER J VAN ANTONIO TACK

Con respecto a la pregunta que hizo el joven, además de lasideas muy claras expresadas por el Dr. Lpez Guevara, deseo agregaralgo, y en verdad me voy a salir un poco de mi posiciÓn como

introductor del marco de referencia, pero nosotros hemos hecho unesfuerzo, cuando hablo de nosotros, hablamos de un equipo, de ungrupo de trabajo, porque tratamos de hacer las cosas asÍ.

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Page 91: rath, etc), cuando afirman que

Dije al comienzo que es necesario olvidarse de lasindividualidades transitorias en la historia, y tratamos de hablardentro de una nueva diplomacia en el lenguaje más franco y más

directo posible, yeso lo hemos estado haciendo.

Los que leen los periÓdicos todos los días, pueden darse cuentade esa actitud muy fácilmente; creemos que esa actitud es la únicaactitud correcta en estos LIempos, y por otro lado, hay que tener en

cuenta que también ha habido un enfoque distinto ahora en nuestraestrategia de negociación. Tradicionalmente el enfoque de Panamá hasido más bien jurídico, en muchas ocasiones casi estrictamentejurídico, en este caso se trata casi de un enfoque y de una estrategiade negociación más bien de contenido político que jurídico, porquehemos visto a través de la historia que el enfoque jurídico no nos hatraído los resultados esperados y ansiados por la Nación panameña.Así es que ahora confiamos en que el enfoque político puedaconducimos por la vía adecuada.

Creo necesario insistir en una idea que expresé al comienzo, yaque es necesario comprender que se trata de una proyección de lasrealidades nacionales. Hay que tener en cuenta que sí hay un objetivohonesto y sincero de hacer una revoluci/H1, un proceso detransformaciÓn nacional; pero queremos advertir muy claramente

que se trata de un proceso con aspiraciones y contenidos muy

particulares a la realidad panamefia, a la realidad nacioncù. En este

sentido queremos evitar lo que se ha clasificado muy bien, ya

anterioemente, como las enfermedades infantiles de las revoluciones;nosotros no queremos pasar por esas enfermedades infantiles que hancausado la ruina o las desviaciones de otros procesos revolucionarios.

Nosotros sabemos bicn -y somos muy conscientes de las realidadesexistentes en el mundo actual- del reparto del universo, del mundo,en zonas de inl1uencias eXclltsivas, repartidas entre los dqs grandessuperpoderes, entre las dos grandes superpotencias, con la posibilidadde que ese reparto de zonas de influencia se extiende a una tercerasuperpotencia; pero,el objetivo de este Gobierno no es constituirse enelemento del juego de ese reparto de esfera de int1uencias de esasgrandes potencias.

y con ese criterio, que consideramos es un criterio realista, esque enfocamos este proceso de transformación nacional, de acuerdocon las realidades panameiîas, porque son las realidades nuestras yexclusivamente nuestras; con ese criterio, también, es como vamos aenfocar todos los problemas derivados de la existencia del Canal ennuestro territorio, inclusive los problemas de la defensa de protecciónde ese CanaL.

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Page 92: rath, etc), cuando afirman que

LICDO. l'ERNANDO MANl'REDO

Quiero agregar algo, y es lo siguiente: a pesar de que somosperfectamente conscientes de que debemos conocer muy bien elTratado para no incurrir en los mismos errores, creo que dentro de laestrategia de Negociación más que poner mucho énfasis en el Tratadode 1903, debemos poner nuestra atención más en el Tratado que seva a negociar.

En otras palabras, a veces hemos perdido mucho tiempo,

muchas energías, fijándonos en el Tratado de 1903, para ver cómopodemos denunciado aquí o allá, Si el esfuerzo lo ponemos encuanto a lograr un Tratado que deje sin efccto total el Tratado de1903, creo que es un esfuerzo mucho más positivo.

MURILLO(Estudiante de la Facultad de Derecho)

Creo que el Licdo. Tack en parte aclaró mi interrogante; sinembargo, quicro preguntarle al Dr. López Guevara ya que aquí se meha presentado una intriga en cuanto al camino a seguir de él comoNegociador y sus compañeros de equipo.

El Dr. López Guevara dejo entrever que no se iba a negociar conlos Estados Unidos, o, a la vez, en un proceso, como él habla que se

sigue en el tiempo, se va a denunciar ante la Corte Internacional deJusticia el Tratado de 1903, en base a que los Estados Unidos, comoél dice, que nosotros debemos mantener, no presentan una carta denaturaleza que les autorice para justificar su permanencia en la Zonadel CanaL. Pero, como también él lo dijo y planteó a la vez ladisyuntiva de la pacta sund servanda y la cláusula rebus sic stantibusque a la hora de dirimir las responsabilidades cada uno, como el

Derecho Internacional no es coercitivo de los países, se limita a lasnegociaciones bilaterales o plurilaterales que tenga con otros paísesdel orbe y se remite. por lo general, a la pacta sund servanda; pero,

como ya les digo, el Canciller Teck en parte aclari" el concepto, aldecir que hay.que llevar esto al campo dc la política, ser realista yconcretar las cosas para el momento que vive el mundo, dejar lainl1uencia que se opera en el mundo... queda como una interrogantesaber si se va a negociar apelando a la buena voluntad del Gobiernodel señor Richard Nixon o del que sigue que viene de Washington, o

si se va a denunciar ante la Corte Internacional, que, como sabemos,los cuerpos internacionales como la OEA están al servicio de lapotencia más fuerte o sea los Estados Unidos en nuestro Occidente,.

Page 93: rath, etc), cuando afirman que

Que sean los que controlan los organismos que tienen que verdirectamente con los intereses que ellos ponen en juego o que por unmalabar nos hacen ver que son amplios y van a negociar connosotros.

DR. CARLOS LOPEZ GUEVARA

Es muy estimulante para mí ver a mis alumnos preguntándomey referirse a esta terminología del Derecho InternacionaL. He dicho

aquí, hace poco, que no,sotros firmamos ante la OEA con los EstadosUnidos un compromiso eJe negociar y de climinar las causas decont1ictos sin prccondiciones ni limi taciones, creo que ese es casi eltexto de esa DeclaraciÓn. Así que en esta negociaciÓn nosotros

tenemos que borrarnos de la mente esa precondiciÓn del Tratado de1903.

En la mesa de negociaclOn nosotros tenemos que borrarlo denuestra mente porque eso dice la Declaracifm de abril de 1964; pero,para ser más concreto, estudiante MurilIo, he dicho aqu í también quen o s otros seguiremos negociando, pero tenemos que seguirnospreparando para en caso de que esta negociación no resuelva la causade conflicto. Entonces nosotros invocaremos los otros procedimientosde diplomacia y de Derecho Internacional ante la Corte Internacionalde Justicia o ante la OEA o ante las Naciones Unidas.

No comparto mucho el criterio de quienes ven en la OEA unorganismo totalmente mediatizado. Creo que las tendencias deLatInoamérica apuntan a otra direcciÚn, y debemos ser un pocooptimistas en que los nuevos rumbos, los nuevos vientos que estánsoplando en Latinc)amcrica, darán otra conformación a laOrganizacifm de los Estados Americanos.

XENIA MOLINO(Profesora de un Colegio Secundario)

Señores Negociadores, según lo que he comprendido de lo quehan dicho ustedes al respecto y ahora mismo lo decía el CancillerTack, más o menos como que Panamá no debería ser una manzana dediscordia con respecto a las grandes potencias. Sí creo, como

panameña, que nosotros no podemos seguir todo el tiempo en esperade la influencia de los Estados Unidos, porque casualmente por elloes que estamos en la posición en que estamos. De las cosas que he

leído en el periÓdico con respecto, por ejemplo, a negociaciones, a lasintervenciones aqu í, veo que, en realidad, el Gobierno está en una

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Page 94: rath, etc), cuando afirman que

poslcion que cs patriotica; y, espero que el Gobierno siga en esa

posición, porque el Gobierno, mientras esté en esa posición, contarácon el pueblo panameño. Peo, si el Gobierno se aleja de esa posición,indudablemente que nosotros le vamos a quitar el respaldo.

Quisiera preguntar algunas cosas: ¿por quc siempre nuestrosNegociadores tienen que ir a Washinhton, si nosotros estamos aquí enPanama y son ellos los que están interesados?

Aquí se seÙaló que los Estados Unidos lueron los quecomenzaron a plantearle al Gobierno panameÙo, a este Gobierno, elhecho de que estamos interesados en un nuevo Tratado, ¿entoncespor qué las negociaciones se van a celebrar en Washingtoní) Insisto enque nosotros siempre hemos planteado esto, ya que las negociacionesse deben celebrar en Panamá.

Otra cosa. Resulta que nosotros tenemos todavía en el tapetedel Consejo de Seguridad una denuncia de agresión por parte de losEstados Unidos, porque eso fue lo que ocurrió en i 964. Pregunto, encaso de que no se resuelva este asunto del Tratado, que no se puedahacer uno, que no. se pueda abrogar el de 190~, que es lo quequeremos todos los panameños, si el Gobicrno panameño va ainsistir, va a sacar otro otra vez fuera de la carpeta.

Otra cosa que quiero señalar. El señor Lpez Guevara dice que

nosotros los educadores, sobrc todo los profesores universitarios,debemos educar sobre el problema de la falta de información yconocimiento que se tenía con respecto al CanaL. A mí me parece,

como educadora, que un gran problema que existe en Panamá, y queha sido una falla no del pueblo panameño, no de los educadores, sinode los Gobiernos panameños, es el hecho de que en la Zona del Canalexiste un sistema educativo que es completamente extraÙo a Panamá.La prueba de esto lo tenemos en que, precisamente, los sucesos del 9de enero ocurrieron en la Escuela Secundaria de Balboa, porque los

hijos de norteamericanos, que han nacido en Panamá, jamás se han

creído panameños; aunque a los panameños, a algunos no le gusteesto, pero habiendo nacido en Panamá podrían ser panameños, perojamás se sienten panameños sencilamente porque desde que estánchicos aprenden el idioma de sus padres, no conocen el español o loconocen muy mal, no respetan nuestro himno ni nuestra bandera, esdecir, no quicren a Panamá.

De manera que a mí me parece que, en caso de que este Tratadono se pueda abrogar y ustedes no puedan concertar un nuevo

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Page 95: rath, etc), cuando afirman que

Tratado, el si eterna educativo en Panamá tiene que ser completo, esdecir, que la Zona del Canal debe tener una direcciÓn que sea

completamente panameña en lo que a educacit)J se refiere, demanera, pues, que nosotros evitemos las fricciones que, creo, entodas partes se han debido a este hecho de tener un sistema educativoextraño, que ha creado tan tas generaciones de norteamericanos o de

hijos de norteamericanos que, naciendo en Panamá o sea los"zonians", más bien nos han odiado a nosotros, porque esa es larealidad. Cuando ellos agredieron a los panameÎios, lo hacían con

odio, porque ellos pensaban que los panameí'ios estaban entrando en

un territorio que era extraño a Panamá, y Tesulta que creían que el

territirio panameño era de ellos... esto se debe al sistema educativoque tienen.

Para terminar, señalo que mientras el Gobierno panameño

m an ten ga una posición patriótica contará con nosotros. Yosolamente soy una persona, pero estoy segura que estoyinterpretando el sentir de muchos panameÎios, pues cuando estamosen la calle nos hemos identificado con estas cosas y hemos estadodesde el 9 de enero en adelante luchando porque Panamá abrogue elTratado de 1903. Quisiera saber, en caso de que esto no se pudierarealizar, qué medidas va a tomar el Gobierno para evitar que ocurralo que ocurriÓ en el año 64, o sea que, ya por el mes de abril, quienesostentaban el poder econÓmico en Panamá hicieron de todas manerasque el Gobierno estableciera relaciones con Estados Unido, a pesar deque se había establecido que no era posible hasta que se eliminara lacausa de conf1icto. Esa causa de conflcto era el Tratado de 1903. Sinembargo, quienes ostentaban el poder económico en Panamápresionaron tanto al Gobierno del señor Chiari, que él tuvo que

establecer relaciones con los Estados Unidos, a pesar de que el pueblopanameño no quería esas relaciones. Entonces, ¿qué harán losNegociadores en ese caso?

CANCILLER JUAN ANTONIO TACK

En relaciÓn con la exposiciÓn que ha hecho la profesora XeniaMolino, indudablemente primero que todo tengo que mirar con

complacencia lo que ella ha manifestado, en el sentido de lasconsideraciones sobre la actitud que ha asumido el actual Gobiernoen sus relaciones con los Estados Unidos, en los planteamientos

hechos hasta ahora, y el apoyo que esas posiciones merecen al pueblo

panameño, siempre y cuando se mantegan. Y esto es indudablementeasÍ.

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Page 96: rath, etc), cuando afirman que

Me atrevo a asegurarle a la profesora Molino que las posicionesque se han asumido en defensa de los intereses naciunales, semantendrán permanentemente; en ese sentido, estamoscomprometidos con la historia. Ese compromiso lo vamos a mantenerpor encima de cualquier consideraciÓn de tipo poI í til'O o econÓmico.

Quizá mi alusiÚn por aquello de la esfera de influencia no quedómuy clara, pero creo más importante hacer resaltar que la luchapermanente, tradicional del pueblo panameiîo por alcanzar lasreivindicaciones históricas son reivindicaciones históricas, ha sido

una lucha ejemplar en el mundo; ha sido una lucha ejemplar, porqueha sido una lucha que este pueblo pequeño, materialmente débil

-materialmente solamente, pero de una fortaleza moral enorme haI1evado adelante prácticamente solo y, a veces, sin muchacomprensión de parte de otras naciones del mundo. Este es unproblema que fundamentelmente nos concierne primero a nosotroslos panameños y sobre la base de un sentido estrictamente nacionaL.

Considero importante, y creánme que en eso soy honesto, queno es que se trata de que debemos mantenernos dentro de una zonade influencia determinada, en este caso norteamericana, porque siprecisamente pretendemos luchar por lograr una identidad nacional,una identidad panameña, esta identidad no podemos lograrla jamásestando en braZ(IS no sÓlo de la esfera de inl1uencia norteamericana,sino de ninguna esfera de inl1uencia... SÚlo sé el camino por el cuallograremos esa reivindicación histórica y lograremos alcanzar nuestraplena identificación como nación panameña.

LICDO. FERNANDO MANFREDO

Quiero decirle a la profesora Xenia Molino, con respecto a supreocupación de donde se iba a realizar las negociaciones, quenosotros ya hemos estado negociando. y se ha hecho, aquí enPanamá.

Los Negociadores de los Estados Unidos y sus asesores hanvenido a Panamá; tanto el señor Robert Harrison con sus asesores,como el otro negociador que fue recientemeiite nombrado. El lugarde negociación, lo hemos acordado, puede ser en cualquiera de losdos lugares; puede ser Washin.gton, puede ser Panamá, de acuerdo conla conveniencia de la materia que se esté tratando.

De manera que iio hay ningún compromiso en que nosotroshagamos las negociaciones en Washington, como tampoco le hemos

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Page 97: rath, etc), cuando afirman que

exigido a ellos el compromiso de que todo se realice en Panamá.Dentro de este proceso de negociaciÚn, hay momentos en queconviene reunirse allá y en otras opurtunidades en Panamá, y enfunciÚn de los que más convenga se determinará el sitio deconversación.

LEOPOLDO ARAGON(panameño)

La pregunta que quiero hacer es la siguiente: si Panamá puedepromocionar la construcciÓn de un Canal Interoccánico por suterritorio, y esto creo que es factible, tanto legal como técnica yeconómicamente, entonces, ¿por qué procedemos nosotros agestionar la construccirii de este Canal enteramente panameí1o, sin

negociar con los Estados Unidos? En tal caso la pregunta lÓgica es lasiguiente: ¿Tratados, para qué?

Si Panamá construye su propio Canal y ese Canal se abre altránsito internacional, t.no queda eliminado ipso lacto el Tratado dei 903, al cesar la causa de ese Tratado'~ Entonces, con un Canalpanameño, nosotros los panameiios y este país, se beneficiaríanexclusivamente, sin compartir ganancias, sin compartir ni la m~is

lejana parte de sobcranía a Estados Unidos ni con nadie más. Muchas

gracias.

LICDO. FERNANDO MANl'REDO

Esa solución es una soluciÚn, pero sería lo mismo que sidejéramos que mañana también Panamá hiciera todas las industriasen Panamá y así no estaríamos comprometiéndonos con capitalextranjero. y por allí podríamos irnos por ese camino.

Sin embargo, eso, a pesar de que parece muy bonito, se alejabastante de las realidades, de las posibilidades que tenemos deinmediato. Creo que tener un socio en una obra no es nada extraño;lo tenemos en todas nuestras actividades diarias, solamente que lasociedad debe ser una base de equidad y de justicia, y sin sacrificar enlo absoluto los derechos soberanos de un país.

Definitivamente, si nosotros no logramos un acuerdo favorablecon los Estados Unidos con respecto a este Canal; y, en consecuencia,los Estados Unidos no podrán hacer un nuevo Canal ni transformar elCanal existente porque ya la concesión que se le dió en 1903, de esaconcesiÓn hicIcron uso de ella tal como quedó consignado en el

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Page 98: rath, etc), cuando afirman que

Tratado de 1936, y por demanda del tránsito marítimo conviene aPanamá que se haga un nuevo Canal, entoces Panamá podría hacerlocon sus propios recursos o invitar a socios para que participen en estaobra.

Peo, lo que considero es lo siguiente: si ya tenemos un socio, ylo que nosotros queremos conseguir es un trato justo y equitativo,que nosotros tengamos una participación en los beneficios de esteCanal en la proporción de nuestro aporte a la existencia del mismo yque Panamá no sacrifique su soberan ía ni aquellas cosas que le sonsagradas, yo no encuentro ningún inconveniente en que podamosseguir teniendo un Canal con participación de capital americano.

RICARDO ßERMUDEZ(Estudiante de la Facultad de Ciencias)

QuierodeclaracionesGuevara.

referirme específicamente y concretamente aanteriores de los Negociadores Manfredo y López

A mí me preocupa mucho algunas de estas declaraciones, una delas cuales fueron hechas en un diálogo que se dijo con el pueblopanameño en San Miguelito y que, quizá por cuestiones protocolares,además del pueblo panameño estaba el Embajador de los EstadosUnidos como invitado especial a ese acto. El señor Manfredo, si nome equivoco, estoy seguro, expresó en ese momento que Panamá nopodía tener aspiraciones exageradas. Yo quisiera que el señorManfredo aclarara cuáles son las aspiraciones exageradas que Panamápudiese tener.

Otra cosa que me preocupa, es una declaración posterior delseñor LÚpez a una entrevista que se le hizo en el Canal 2 deTelevisión. Se le preguntó sobre el aspecto que tenía que ver ya conla ratificación del Tratado ---que nuestra Constitución dice que tieneque ser aprobado por una Asamblea Nacional, por una AsambleaLegistativa-, y el señor López Guevara me dejó realmenteconfundido al explicar, al declarar que d,adas las condiciones que

existen en el país, y dada su desvinculación con las personas que

tenían que ver con estos menesteres, él no podía decir si iba a ser ono aprobado por una Asamblea Nacional; que él sí aseguraba que ibaa ser ratificado por el pueblo panameño, quizá por un plebiscito.Creo que esto no tenía ni necesidad de ser declarado, porque elpueblo panameiio ya ha demostrado varias veces que el Tratado nopasará si no contempla las verdaderas reivindicaciones que el pueblopanameño quiere.

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Page 99: rath, etc), cuando afirman que

En otro orden de cosas, el señor Tack expresó hoy que los

Tratados o los proyectos de Tratados que elaboraron losNegociadores en nombre del Gobierno del señor Robles no fueronconsiderados por la Asamblea Nacional. En realidad, esos Tratadosfueron rechazados en ese momento, desde el momento en quenacieron, por el pueblo panameño; el Gobierno actual lo único quehizo fue protocolizar ese rechazo.

Para referirme también, específicamente, a otra declaración delseñor López Guevara; cl menciona que hubo que meditar mucho ----nose si fue una forma de expresión-- hubo que meditar mucho parapoder darse cuenta de que el Tratado de 1903 no es válido. Yo creoque eso no necesita mucha meditacifin.

Además, también se habló de la validez o lo poco que se lograríallevando nuestro caso ante una Corte InternacionaL. El señor LópezGuevara expresó de que con eso lograríamos avergonzar un pocoquizá, a los Estados Unidos. Yo creo que ellos tienen ya muchas

vergüenzas sobre sí, y una más no va a hacerles ningún efecto. Bueno,eso es todo.

LIC. MANFREDO

Con respecto a la pregunta que me fue dirigida, que se refiere acuando advertí que Panamá no puede tener aspiraciones exageradas,vamos a plantearlo de esta manera: ¿Por qué existe el Canal" ¿Porqué se usa el Canal?

El Canal se usa y existe porque es una ruta de tránsito más

rápida, es sef,iura y más económica que la ruta alterna. Por tanto, loque Panamá pida no puede de ninguna manera ser de tal magnitudque haga más oneroso el tdnsito por el Canal que por la ruta alterna,porque, definitivamente, tendríamos un Canal sin ningún uso y, porotro lado, tampoco debe ser de manera que prive de la facilidad detránsito y las seguridades de tránsito. De manera que debemos buscarun punto de equilibrio, para que el Canal siga siendo lo que debe sero sea una ruta de tránsito más segura, más rápida y más económicaque la ruta alterna, y que, de ese tránsito y de ese Canal, Panamá

saque los beneficios que le corresponden.

DR. CARLOS LOPEZ GUEVARA

En lo que a mí concierne en esa entrevista se me prCf:,iuntó que,si en la ConstituciÚn existía la rctilicación por la Asamblea de

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~

Page 100: rath, etc), cuando afirman que

cualquier Tratado, ¿qué iba a suceder si no tenemos Asamblea? Esafue la pregunta de la señorita Noli, si no recuerdo mal. Yo contestéque personeros de esta Administración están determinando cuál va ascr la solución política de la presente situación. En eso, en adición alo formalmente constitucional, en adición, repito, el Gobierno estápensando en un plebiscito.

CANCILLER JUAN ANTONIO TACK

Respecto a la pregunta del joven Morales, en verdad es necesarioque esta comunicación que se quiere sea siemprc y permanentementede doble v Ía, del Gobierno hacia ustedes, hacia la opinión públicanacional, hacia el pueblo y el pueblo hacia el Gobierno, en un diálogopermanente, diario, constante.

Tratando de aclarar mejor las cosas, y para no confundimosnosotros mismos, es bueno tener presente que sería un debate

bisantino el problema de la forma de la aprobación o retificación deun nuevo Tratado, porque, en verdad, lo que le interesa al pueblopanameño y lo que le ha interesado siempre, no es la forma deratificación, la forma de aprobación, sino el contenido del Tratado.Eso es lo importante, eso es lo fundamental y lo medular.

Ahora bien, creo que ese problema de cómo se va a efectuar laaprobación o la ratificación no va tener mayor importancia porque,sencillamente como muy bien dijo el estudiante Bermúdez, el puebloes el que acepta o rechaza el Tratado, y el Gobierno Nacional no seva tomar el trabajo siquiera de presentar un Tratado que no estéseguro que va a merecer la aproción plena del pueblo panameño. Asíes que ese problema de la forma de retificaÓón, es totalmentesecundario; lo fundamental es el contenido.

ALEXIS DIXON(estudiante de la Facultad de Derecho)

Señores Negociadores, quisicra hacer una pregunta concreta y ala vez inistir en las palabras de la profesora que habló antes.

Teniendo en consideracifm que las bases de las negociacionesserán sobre el marco de objetivos concretos, como son la eliminaciónde la chí.usula a perpetuidad, la situación concerniente al actual Canaly también la eliininacifm, en general, de las causas de conflicto;teniendo en cuenta esos objetivos concretos, ¿cuál sería la actitudconcrctamente?

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Page 101: rath, etc), cuando afirman que

Aquí el Ministro Tack planteó que la posición de Panamá sería

siempre en defensa de las aspiraciones nacionales, pero creo que estaparte conceptual dc defensa de aspiraciones panamcñas nacionales la

estamos escuchando desde hace rato; siempre, en Panamá, hancxistido defensores de aspiraciones nacionales, pero vamos a ver siverdaderamente la han detendico. Tomando en cuenta eso, ¿cuálsería la actitud del Gobierno panameño en caso dc que losNegociadores norteamericanos se nieguen a negociar sobre estasbases, estos objetivos concretos? Además, sustento esta preguntasobre las palabras q4e dijera el Canciler Tack, de que la políticaexterior de un país es reflejo del momento histÓrico que vive esepaís; por tanto, la base de las negociaciones planteadas por Panamá esconsecuencia del momento histórico que vive nuestro país, es elmomento de transformaciones.

Viendo la contraperte, nosotros tenemos que ver que losEstados Unidos también juegan un momento histÓrico en su políticaexterior, que es la política de agresión, la política de tener unaposición subyugadora a los pueblos, que es reflejo de su políticainterior. O sea que debemos tener eso como base también.

Y, generalizando, quiero que se diga concretamente cuáles seránlos pasos a seguir del Gobierno panameflo, en caso de que los

Negociadores norteamericanos se nieguen a negociar sobre estasbases. ¿Se irá a las Naciones Unidas o cuáles van a ser esas formas

desconociendo el Tratado de 1903? Que se diga concretamente eso,que no se quede simplemente cn la situación conceptual de defensade aspiraciones nacionales, que se profundicc más en ese sentido.

Variando ya la situación en otro aspecto mencionado aquí,

sobrc la construcción de un nuevo Canal, esa no es materia que nosdebe preocupar ahora mismo, porque la situación que se plan tea sC:nlas negociaciones sobre el actual CanaL. Además, las negociaciones

sobrc las bases militares y las negociaciones sobre la Zona del Canal,que son tres aspectos muy diferentes que debemos señalar, tenerdivididos y discutir concretamente sobre cada uno de ellos. Pero, enla situación de un nuevo Canal que no existe y que, por tanto, nodebemos discutir sobrc este Canal, no tenemos que discutir con nadieporque el soberano es Panamá y el único que puede detcrminar queconstruyamos un Canal somos nosotros.

El señor Manfredo habló que no había objeción -más o menoseso entendí yo- en que negociáramos la construcción de un nuevo

Canal con un socio que ya tenemos, los Estados Unidos. Creo que el

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I~

Page 102: rath, etc), cuando afirman que

momento histórico que vive nuestro país o el momento histórico quevive Estados Unidos, los Estados Unidos no pueden ser socios en loque se refiere a su política exterior de Panamá, es incompatible la

política exterior de los dos países. Quisiera que también aclarara eso

sobre el socio.

PROF. RICAUR'fE A. ACHEEN G.

Para conocimiento de los presentes, deseo informar que esteDiálogo Universitario debe terminar a las diez de la noche, a fin deque el señor Rector de la Universidad pueda hacer una síntesis y

exponer las conclucIones con respecto a lo que aquí se ha expresado.

CANCILLER JUAN ANTONIO TACK

En relación con la última pregunta que se acaba de formular en

la sala, me permito asegurar que en estas negociaciones para

concertar un nuevo Tratado, dentro de los términos acordados por

los dos países y contemplado fundamentalmente el logro de losobjetivos panameños, el objetivo fundamantal es eliminar de una vezpor todas y para siempre la condición de la Zona del Canal actual

como un enclavado colonial con todas las implicaciones que esoconllevaría de orden política, económica, social y cultural. Eseconcepto encierra mucho, diría, encierra todo, y hay que tener bienclaro que si eso no se lograra, el Gobierno actual, siguiendo losdictados indudablemente del país, de la opinión nacional, estádispuesto a plantear finalmente el caso de Panamá ante la opiniónpública mundial, con el objetivo de lograr el apoyo necesario,

material y moral, de esa opinión pública mundial en la consecuciónde ese objetivo máximo; si es que ese objetivo no es posibleconseguirlo a través de unas negociaciones diplomáticas.

Pero, por otro lado, es bueno tener en cuenta que hay, a nivelnacional interno, una disposición de ánimo permanente que nosdetermina a asumir los máximos sacrificios de cualquier índole en ellogro de ese objetivo final; pero, eso sí, es importante que se tengaclaro y que no se plantee la lucha dentro del concepto tradicional delos regímenes de corte político tradicionales de que, como muy biense dijo, esas aspiraciones nacionales se trataban de obtener a base deuna lucha, pero eso sí, con la sangre de otros.

Ahora, dentro de esa perspectiva, indudablemente que la

situación cambiaría en forma radical; aquí lo que cabe en el futuro esque, o todos somos traidores o todos somos patriotas.

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Page 103: rath, etc), cuando afirman que

CRISPULO RUlZ(Profesor de la Universidad)

E n primer término, quiero suplicarle a la mesa de losNegociadores y al señor Rector, sobre todo, que estén convencidos

de que este auditorio se podría quedar aquí hasta las diez de la nochede mañana, porque es de sumo interés para nosotros llevar unacorona, no de espinas, sino llevada desde i 903, no en la frente, sinoen el cuerpo entero.

Quisiera preguntarles algunas cosas, no a ninguno en particularde los que se encuentran esta noche debatiendo eon nosotros. lasopiniones en torno a las negociaciones; cualquiera que desee hacerla,me gustaría que me contestaran estas preguntas.

He oído que en Derecho Internacional no existe un caráctercoercitivo, por lo que entiendo que si los Estados Unidos hanfaltado' a los Acuerdos del Tratado de i 903, nosotros no tenemos lafuerza necesaria para hacerlo de manera que termine, por decirlo así,su función como pacto contractual. Pero, me pregunto, ¿cómo pudoser posible que se aceptase mundialmente una doctrina de carácterinternacional y prohijada por mente latinoamericana, como fue ladoctrina Draga y la doctrina Calvo, y cómo se está ahora mismohaciendo con las doscientas millas de mar territorial? Porque, losEs tados Unidos ahora mismo, como ustedes saben, en lasnegociaciones del café con Brasil han puesto pautas de nonegociaciÓn, hasta tanto se supere ese problema de las doscientasmillas que ellos han formulado de manera distinta a todos los demás;las cien millas más cercanas al litoral solamente podrán ser explotadaspor los brasilei'os, y las cien,millas qucpmtinuan después de lasprimeras solamente podrán ser explotadas por aquellos que, conpermiso del Gobierno brasilci'o y por los brasileños, se lleven a cabocomo explotaciÓn de tipo marinero.

Quiero preguntarle a los Negociadores, ¿.cu,í. fue el criterio queutilizaron los nicaragüenses hace poco para suprimir un Tratadotambién a perpetuidad como el de nosotros, el TratadoBryan-Chamorro? En primer término, ellos se han quitado de encimaese peso, y ellos no han sufrido lo que nosotros hemos sufrido con elTratado de 1903.

Por otra parte, el Ministro Tack ha dicho, y en eso estamos

completamente de acuerdo, que lo que debe preocupamos a nosotroses el contenido de las nuevas negociaciones; muy bien, el contenido

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Page 104: rath, etc), cuando afirman que

de las nuevas negociaciones lo conoce mi hijo de quinto grado, elcontenido de las nuevas negociaciones debe ser la supresión total delTratado de 1903 con su cláusula a perpetuidad, suprimir esa cláusulade perpetuidad y, sobre la base de esa supresiÚn, comenzar una

futura negociaciÓn, pero sobre la base de esa supresión, priiero.

Pregunto, para terminar, si luego de esos esfuerzos que nosotros

comprendemos que ustedes realizan con la mejor buena voluntad, sinegoísmo, con un nacionalismo sacro, por decirlo así, de no llegarustedes a la mesa de negociaciones en el tiempo que se supone habránde tener lugar, ¿cuál será el criterio del Gobierno Revolucionario

para actuar dentro de esa voluntad popular que es la de que se

efectúen nuevas negociaciones?

Y, por último, ¿por qué razón si en los Estados Unidos se

desconoce la situación panameña con relación al Tratado del Canal,por qué no decir también que se desconoce en Latinoamérica y por

qué no invitar a todos los embajadores latinoamericanos cada vez quese hace un debate de esta clase con el pueblo panameño, para queellos sirvan de voceros de sus países, y por qué no mandar a suscónsules y por qué no mandar a los embajadores panameños en cada

país a que hagan propaganda, a que hagan una promoción sobre esteproblema? Porque son los embajadores del país, los cónsules denuestro país, en los países extranjeros, los que se deben convertir enlos AP y en los UPI de esta República.

DR. CARLOS LOPEZ GUEV ARA

El Tratado Hryan-Chamorro terminó hace poco, por voluntadde ambas partes, Estados Unidos y Nicaragua; pero, es obvio queterminó después de las conclusiones de la Comisión nombrada por elPresidente de los Estados Unidos para estudiar las diferentes rutas, y,comu la ruta de Nicaragua fue eliminada, esa es la raz/m básica por lacual ese Tratado fue abrogado por ambas partes.

En cuanto al problema de la coercibilidad, que tanto hainteresado a algunos esta noche, basta decir esto: en el orden interno.aqu í en Panamá, si alguien choca mi carro, yo sé que tengo unaLey que establece responsabilidad del culpable del accidente; yo séque tengo una Corte a la cual acudir y que va a fallar el caso deacuerdo con las pruebas, y sé también que una vez que el fallo seemita y no me pagan, yo lo ejecuto; al juez le digo yo, "secuestre Xpropiedad", la secuestra, la remata y tengo mi plata. Pero, en elorden illternacional, no existe eso. Comenzando porque, a pesar que

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Page 105: rath, etc), cuando afirman que

hay Cortes Internacionales de Justicia, allá se llega por voluntad delos soberanos, es solamente cuando un Estado decide someterse a lajurisdicción de la Corte, cuando esa Corte adquiere jurisdicción; pero

aún cuando los Estados admitan, aceptan esa jurisdicción de la Corte,falta la ejecución del fallo y no hay policía internacional que la

ejecute, no hay quien secuestre, por así decirlo. De allí que,entonces, los países, como en el orden interno las gentes, cumplen lasleyes más por convicción, por quedar bien con todo el mundo, quepor miedo realmente a la autoridad; es una cuestión interna deorgullo propio de acatar la ley.

En el orden internacional, los Tratados en su inmensa mayoríase cumplen porque los Estados se respetan, porque un Estado que nocumple los Tratados, pues entonces los otros Estados dirán: ¿para

qué voy a celebrar Tratado contigo? Así es que el DerechoInternacional no tiene coercibilidad, porque al final de un fallo nohay quien lo obligue a ejecutar.

Las Naciones Unidas establecen en su Carta que un fallo de laCorte puede dar motivos a medida que adopte el Consejo deSeguridad; puede llegarse hasta eso, pero ya en el Consejo deSeguridad tenemos lo!' problemas políticos del veto. Básicamente elorden internacional descansa en la moral internacional, eso es lobásico, el respeto que en cada Estado se tiene de la palabra empeñaday de lo que los demás consideren o juzguen a esa política de ese

Estado.

JUAN GARCIA(estudiante de la ¡"acultad de Derecho)

En aquellos proyectos de Tratados funestos y monstruosos, noeran más que el mamotreto de 1903 con el mismo ropaje que sevistió Buneau Varila, tenemos entendido que el Dr. López aquí pre-

sente, por dominar muy bien el idioma inglés, sirvió de traductor delos mismos, en vista de que su redacción venía en dicho idioma.

El Movimiento de Acción Revolucionaria formula la siguientepregunta: ¿Permitirán ustedes, como buenos panameños, que laredacción del nuevo Tratado se nos traiga de nuevo en inglés?¿hrmitirán que los Estados Unidos se aprovechen una vez más de esa

redacción ambigua y engañosa que su idioma le permite utilizar?

Y, como una pregunta adicional, queremos saber ¿cuál será laposición de los negociadores aquí presentes, en caso de que los

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Page 106: rath, etc), cuando afirman que

Estados Unidos pretendan negociar sobre un Tratado que contemplela cuestión de las bases militares dentro de la Zona del Canal?

Gracias.

DR. CARLOS LüPEZ GUEVARA

En cuanto al idioma, en el Colegio de Abogados el Dr. Torres

Gudiño formuló una pregunta muy parecida, y mi repuesta fue esta:el texto original de los Tratados que lleguen a concertarse o el

Tratado que llegue a concertarse, será el idioma español como elidioma inglés. Nosotros trabajaremos en español, los americanos

trabajarán en inglés. Como es evidente, y como es norma del DerechoInternacional o práctica de Derecho Internacional, ambos textos

serán auténticos; el texto en inglés será tan válido como texto enespañoL. Así es como se negociará: los documentos serán preparadosen ambos idiomas. Más de eso no creo que pueda pedirse.

CANCILLER JUAN ANTONIO TACK

Con respecto a la otra parte de la pregunta, en relación con elaspecto de las bases militares, perdone mi franqueza y, si no en tendímal la pregunta, se dijo que si el Gobierno ¿estaría dispuesto a

permitir la existencia de bases militares dentro de la Zona del Canal?Creo que ese es el sentido de la pregunta; pero, repito, parece quetodavía hay cierta confusión en entenderse bien lo que he explicado

al comienzo: ¿.Cómo se puede pensar que va haber algo dentro deuna cosa que no va a existir más?

PROFESORA RAQUEL DE LEON(Catedrática de la Universidad de Panamá)

Señor Ministro de Relaciones Exteriores, Señor Rector de laUniversidad, Señores Embajadores, señores todos; en mi condiciÓnde catedrática de Geografía de la Universidad de Panamá, no puedopasar desapercibida este momento para sentar cáte~ra de geografía.Este problema del Canal de Panamá no solamente hay que verlodesde el punto de vista económico, desde el punto de vista delderecho; hay que verlo desde el punto de vista de la geografía y de lageopolítica. Si tenemos en cuenta estos factores, no serán desmedidasnuestras aspiraciones en una mesa de negociaciones. Jóvenes, hay quehacer esta obervación. Hay que ver cuál es el papel que juega Panamáy su posición en la geopolítica mundial, y especialmente en mantenerla hegemonía de los Estados Unidos, país usuario mayoritario delCanaL.

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Page 107: rath, etc), cuando afirman que

Señores, tenemos nosotros una riqueza potencial que es laposiciÓn geográfica; la posiciÓn geográfica es un recurso naturalinagotable, así como los otros países tienen el estaño, el oro, elcarbón y demás, Panamá tiene su posición, que viene a ejercer unafunción, una función histórica que la hemos visto nosotros cumplirladesde los tiempos precolombinos hasta la fecha. Panamá jamás hasabido aprovecharse de su posiciÓn geográfica; siempre ha tenido

otras personas que han explotado sus curvas.

Y, este es el momento, que en la mesa de negociaciones hay quetener presente, que Panamá, por ser un país marítimo con puertashacia dos mares, cumple ahora mismo la función vital que EstadosUnidos requiere mantener en el mundo especialmente en el Pacífico.

Señores, Panamá forma parte del triángulo: Panamá, Hawai.Singapur, y mantiene la hegemonía, repito una vez más, de losEstados Unidos.

Por tanto, señores, el valor de Panamá es inconmesurable en estemomento, y es lo que nosotros debemos saber. Cuál es el valor enestos momentos de negociaciones, si tiene importancia para EstadosUnidos o no la tiene. Y hay que ver los periódicos, para que veamos

nosotros haciendo historia, ya que los senadores norteamericanos

reconocen que Panamá es la llave vital para el poderíonorteamericano; y, si Panamá lo tiene desde el punto de vista

geográfico y geopolítico, no van a ser desmedidas las peticiones quehagamos en la mesa de negociaciones.

¿Que el derecho tendrá realidad? ¿Que Panamá país pequeñoserá respetado?, si sabemos nosotros con razones objetivas ycientíficas presentarlo.

Señores, la geografía es realidad, la geografía es actualidad,tengámosla presente para este momento vital de Panamá. Nosolamente el derecho, no solamente unos vericuetos y los intríngulisdel derecho, sino es lo que Panamá vale en estos momentos para losEstados Unidos. Yeso es lo que quería decir. Nada más.

DR. ROMULO ESCOBAR BETHANCOURTRector de la Universidad de Panamá

Distinguidos damas y caballeros, estudiantes, profesores de laUniversidad: como dijo el profesor Críspulo Ruíz, sabemos que esteDiálogo sería interminable, nos estaríamos no digo hasta las diez de

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Page 108: rath, etc), cuando afirman que

la noche de hoy o de mañana, sino nos estaríamos permanentedebatiendo este problema de nuestra Patria. Más aún, precisamente,eso es lo que nuestra Nación, nuestro pueblo viene haciendo desde

1903, desde su nacimiento: debatiendo su porvenir.

Quiero asegurarles a los estudiantes y a los profesores de laUniversidad, que si bien este es el primer Diálogo o encuentro entreel pensamiento universitario y lo Negociadores, no es el último, no esel único. Nosotros tenemos trazada, dentro de nuestra políticauniversitaria, la voluntad o el objetivo de lograr que los Negociadores,nuestro Canciler, nuestro Embajador, acudan con frecuencia a esteámbito universitario a debatir este problema que cae ahora de maneraoficial sobre sus hombros. Ellos es así, porque creemos sinceramente,que si es útil que ellos expogan el verdadero pensamiento delGobierno Revolucionario frente al problema de las Negociaciones

con Estados Unidos, no es menos cierto que cada vez que acudan aeste recinto universitario verán el verdadero pensamiento de nuestropueblo, a través de sus estudiantes y a través de sus profesores.

Y, esto es importante, porque es lo que debe servir de pautapara cualquier negociación que se haga donde esté envuelto el destinode nuestra Nación. Como Rector de la Universidad, siento una íntimasatisfacción de ver que en éste nuestro primer Diálogo se han hechotantas intervenciones, tantas preguntas, se ha demostrado tantainquietud, se le han planteado tan enérgicamente a los Negociadores

y al Canciler los problemas que conturban a nuestro estudiante y anuestro profesor, que nos produce, repito, Íntima satisfacción de verque la Universidad de Panamá continúa llevando en alto el pendón delas reivindicaciones nacionales, sin desmayar un solo momento, Esees el verdadero significado de las numerosas intervenciones-treíntidosintervenciones, según nos han señalado-, que han hecho muyatinadamente los estudiantes y los profesores.

Creo que en este encuentro, nuestros estudiantes y nuestrosprofesores han sembrado en nuestros Negociadores y en nuestroCanciler una inquietud muy honda. Le han mostrado a ellos lamagnitud del problema; le han señalado la posición tajante ydefinitiva de nuestro pueblo frente a las negociaciones, que podríanresumirse en lo que ellos han expresado y en lo que ustedes han

señalado: que, es esta ocasión y como lo dijo nuestro Canciler, enesta ocasión, aquÍ en este País no van a existir ni traidores nitraicionados. Porque todos, ya sea en una posición, ya sea en otra, yasea como pueblo, ya sea como Negociadores, ya sea comoautorídades, van a quedar envueltos en esta vorágine de lucha

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Page 109: rath, etc), cuando afirman que

nacional; van a tener que asumir una posición realmente erguida de

manera que, por primera vez en nuestra historia, cuando Panamánegocia su destino lo negocian todos sus hijos no un grpo, no unindividuo, no un sector, no un pequeño grpo de intereses.

En esa forma, quiero agradecer, por una parte, a nuestroCanciler, al señor Embajador, a los Negociadores, por haber acudido

a este recinto en la forma amplia en que lo han hecho. Y quieroagradecer a todas las personas que han concurrido a este acto y a losque han intervenido en él, y les prometo que en la medida en queestas Negociaciones vayan avanzando, todos esos puntos van a serdebatidos en este Paraninfo, en la misma forma patriótica como se hahecho esta noche.

Muchas gracias y terminamos así el Diálogo.

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Page 110: rath, etc), cuando afirman que

LOTERIA NACIONAL DE BENEFICENCIA

PLAN DE LOS SORTEOS ORDINARIOS-DOMINICALES

El billete entero comprende 90 fracciones divididoen tres series de 30 fracciones cada una denominadas A, B Y e

PREMIOS MA YORES

TOTAL

PRIMER PREMIO

90 fracciones B/. 1,000.00 c/fracción B/. 90,000.00

SEGUNDO PREMIO

90 fracciones 300.00 c/fracción 27 ,000.00

TERCER PREMIO

90 fracciones 150.00 c/fracción 13,500.00

DERIV ACIONES DEL PRIMER PREMIO

(Series A, B Y e - 30 fracciones c/seric)

18 APROXIMACIONES de 9 Núm. hacia arriba - 9 Núm. hacia abajo1,620 fracciones B/. 10.00 c/fracción BI. 16,200.00

9 APROXIMACIONES - Las 3 últimas cifras810 fracciones B/. 50.00 c/fracción 40,500.00

90 APROXIMACIONES - Las 2 últimas cifras

8,100 fracciones B/. 3.00 c/fracción 24,300.00

900 APROXIMACIONES - La última cifra81,000 fracciones B/. 1.00 c/fracción 81,000.00

DERlVACIONES DEL SEGUNDO PREMIO

(Series A, B Y e - 30 fracciones e/serie)

18 APROXIMACIONES de 9 Núm. hacia arriba - 9 Núm. hacia abajo1,620 fracciones B/. 2.50 c/fracción B/. 4,050.00

9 APROXIMACIONES - Las 3 últimas cifras

810 fracciones B/. 5.00 c/fracción 4,050.00

1,_

Page 111: rath, etc), cuando afirman que

DERIVACIONES DEL TERCER PREMIO

(Series A, B Y C - 30 fracciones c/serie)

18 APROXIMACIONES de 9 Núm. hacia Arriba - 9 Núm. hacia abajo1,620 fracciones B/. 2.00 e/fracción B/. 3,240.00

9 APROXIMACIONES - Las 3 últimas cifras

810 fracciones B/. 3.00 e/fracción

TOTAL DE PREMIOS

2,430.00

B/.306,270.00

El Bilete entero consta de 90 fraccionesPreciO de un Billete B/.49.50

Precio de una fracción B/. 0.55

NUMEROS FAVORECIDOS EN LOS SORTEOS VERIFICADOSPOR LA LOTERIA NACIONAL DE BENEFICENCIA

LOS DOMINGOS DE JUNIO DE 1971

SO RTEOSNo. PRIMERO SEGUNOO TERCERO

Junio 6 2728 8623 7343 3661

Junio 13 2729 4952 0112 4373

Junio 20 2730 6717 4014 1524

Junio 27 2731 6106 7855 3676

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Page 112: rath, etc), cuando afirman que

LOTERIA NACIONAL DE BENEFICENCIAPLAN DE LOS SORTEOS ORDINARIOS INTERMEDIOS

El billete entero comprende 60 fracciones y está dividido endos series de 30 fracciones cada una denominadas A y B

PREMIOS MA YORES

TOT AL

PRIMER PREMIO

60 fracciones S/, 1.000.00 c/fracción S/,60.000,OO

SEGUNDO PREMIO

60 fracciones 300.00 c/fracción 18,000.00

TERCER PREMIO

60 fracciones 150.00 c/fracción 9,000,00

DERIV ACION ES DEL PRIMER PREMIO

(Series A y B 30 Fracciones c/s)

18 APROXIMACIONES de 9 Núm. hacia arriba - 9 Núm. hacia abajo

1,080 fracciones SI. 10.00 c/fracción B/.l0,800.00

9 APROXIMACIONES ~ 3 Ultimas Cifras

540 fracciones S/. 50.00 c/fracción 27 ,000.00

90 APROXIMACIONES - 2 Ultimas Cifras

5,400 fracciones S/. 3.00 c/fracción 16,200.00

900 APROXIMACIONES - La Ultima Cifra

54,000 fracciones 1.00 c/fracción 54,000.00

DERIV ACIONES DEL SEGUNDO PREMIO

(Series A y B - 30 Fracciones c/s)

18 APROXIMACIONES de 9 Núm. hacia arriba - 9 Núm. hacia abajo1,080 fracciones B/. 2.50 c/fracción S/. 2)00.00

9 APROXIMACIONES - 3 Ultimas Cifras

540 fracciones S/. 5.00 c/fracción 2.700.00

111

Page 113: rath, etc), cuando afirman que

DERIV ACIONES DEL TERCER PREMIO

(Series A y B - 30 Fracciones c/s)

18 APROXIMACIONES de 9 Núm. hacia arriba - 9 NÚm. hacia abajo1,080 fracciones B/. 2.00 e/fracción B/. 2,160.00

9 APROXIMACIONES - 3 Ultimas Cifras540 fracciones B/. 3.00 e/fracción

TOTAL DE PREMIOS

1,620.00

B/.204,180.00

El Billete Entero Consta de 60 Fracciones

Precio de un Billete B/. 33.00

Precio de una Fracción 0.55

NUMEROS FAVORECIDOS EN LOS SORTEOS VERIFICADOSPOR LA LOTERIA NACIONAL DE BENEFICENCIA

LOS MIERCOLES DE JUNIO DE i 971

SO RTEOSNo. PRIMERO SEGUNDO TERCERO

Junio 2 239 8714 0816 4626

Junio 9 240 0736 6299 1169

Junio 16 241 8942 7589 9087

Junio 23 242 5824 1209 7659

Junio 30 243 1051 8759 6877

112

..