química clínica y control de calidad en méxico
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Química clínica
La aplicación de la ciencia química y biología a los procesos humanos de salud y enfermedad es la
química clínica o bioquímica clínica. La vida se define a través de estudios como la forma más
evolucionada de la materia, cuya principal manifestación es la célula. La biología se sustenta en la
química y la física. La clínica es un espacio físico donde se atiende un paciente (sano o enfermo). El
propósito fundamental de la bioquímica clínica es el cuidado de la vida (cuidado de la salud de la
población).
La enfermedad causa cambios en los procesos bioquímicos del cuerpo, mismos que
frecuentemente pueden detectarse a partir de la alteración en la concentración de sustancias que
reflejan el cambio celular como respuesta a la enfermedad. Así, los bioquímicos clínicos
proporcionan mediciones y observaciones relevantes a la causa de la enfermedad.
El diagnóstico es un ejercicio multidisciplinario, en el que el clínico sospecha, los gabinetes apoyan
y el laboratorio confirma. El médico tiene una responsabilidad compartida con los servicios de
diagnóstico: indicación, interpretación y la toma de decisión respecto al estado de salud del
paciente. En el equipo de salud para pronóstico, diagnóstico y tratamiento de enfermedades el
bioquímico clínico es el que domina esta ciencia, por lo que es más que un analista de materiales
biológicos, pues es el responsable de un servicio analítico complejo con estándares de ejecución
elevados, desarrollando talento y habilidades a la interpretación de los resultados.
El laboratorio de bioquímica clínica es el espacio físico donde se realizan un conjunto de
procedimientos clínicos, físico-químicos, biológicos, matemáticos, técnicos, de asesoramiento
científico y administrativos, comúnmente denominado Laboratorio de análisis clínicos.
El cliente del laboratorio es el paciente, y el producto son los resultados de determinaciones
analíticas. Por lo tanto, el laboratorio clínico debe de proporcionar calidad. La calidad es el total de
características de un producto o un servicio que le confiere la habilidad de satisfacer una
necesidad. Así, la necesidad que cubre un laboratorio clínico es que sus resultados sean confiables
y útiles para la finalidad que fueron solicitados. Además, el laboratorio, antes de suministrar su
producto debe comprobar si los requisitos preestablecidos se cumplen.
Para comprobar que se cumplan esos requisitos es necesario llevar un conjunto de acciones
conocido como aseguramiento de la calidad, que es parte de la gestión total de la calidad. Estas
acciones son internas (selección y control de procedimientos de medida, instrumentos y
resultados, detectando y corrigiendo errores) y externas (evaluación externa, verificaciones SSA,
certificación y acreditación), las cuales deben estar planificadas, realizarse sistemáticamente y ser
comprobables.
Existen múltiples guías para lograr la calidad, como la NOM -166-SSA1-1997, con una actualización
del año 2000. La ley general de salud especifica los lineamientos para que un laboratorio pueda
prestar sus servicios. Existe una norma internacional ISO-15189, la entidad mexicana de
acreditación se encara de homologar normas internacionales, misma que forjó la Norma Mexicana
NMX 15189, publicada en 2003, a partir de la norma internacional.
La gestión de calidad incluye política, objetivos, planificación, control, aseguramiento de calidad y
mejora continua. El control de calidad está orientado al cumplimiento de los requisitos de calidad,
el aseguramiento, proporciona confianza de que se cumplirán los requisitos de la calidad.
Así como existe la ley general de salud existe la le federal de metrología y normalización que
reglamenta la expedición y cumplimiento de las NOM.
La NOM-166-SSA-1997 establece requisitos para satisfacer organización y funcionamiento de
laboratorios clínicos y se aplica a cualquier sector y a todos los que intervengan en organización y
funcionamiento de laboratorios clínicos.
El programa de aseguramiento pide aplicar un programa interno de control de calidad con etapas
peranalítica, analítica y postanalítica, programa de evaluación externa, evaluar las pruebas y
desarrollar investigación dirigida a solucionar la problemática detectada.
La acreditación es cuando un tercero da una garantía escrita de que un producto, proceso o
servicio es conforme con unos requisitos especificados.
El control de calidad interno es el elemento fundamental de la preservación de la calidad y es el
proceso en que más participan los químicos clínicos. Para obtener un dato de laboratorio se
requiere un proceso, del cual se deben conocer todos los pasos y las variables para determinar un
proceso.
Existen varias guías para lograr calidad, cuyo propósito es garantizar la calidad para el usuario y el
destinatario del bioquímico (paciente y médico). Los resultados de los análisis deben ser
confiables, presentados adecuadamente (con valores reales y de referencia) en un tiempo previsto
y en un lugar correcto.
Para que un resultado sea aceptable para ser suministrado a su solicitante debe cumplir con
requisitos preestablecidos que incluyen un error máximo tolerable o error permisible, que es la
cantidad de error que puede tolerarse sin que la utilidad clínica de la prueba se vea afectada. El
aseguramiento de la calidad previene el error.
El control de calidad interno (CCI) revisa la ejecución de un proceso de medición con el propósito
de acción correctiva, siendo capaz de detectar inmediatamente cambios en condiciones analíticas
antes de informarlo a los pacientes.
El objetivo es asegurar que los resultados sean confiables y útiles a través del estudio de errores y
su corrección a medida que se presentan. Los resultados de una mala calidad son falsos negativos
y falsos positivos.
Las determinaciones analíticas pueden ser cualitativas (presencia o ausencia), semicuantitativas
(un grado de apreciación: escaso, moderado, abundante, títulos) o cuantitativas. Para las
cualitativas hay que tener control positivo y negativo, para las semicuantitativas es preciso tener
un control negativo y control positivo titulado (+/- un título).
El proceso de una determinación analítica incluye tres pasos: la solicitud, la realización y la
evaluación. En la realización se desarrolla en tres etapas: preanalítica, analítica y postanalítica. En
la preanalítica se prepara al paciente (modificaciones en dieta, ayuno, ejercicio, etc.), obtención,
identificación y manipulación (preparación, conservación y transporte) de muestra. En la
realización los puntos críticos son el material (limpieza), reactivos (especial cuidado del agua),
calibración química y de equipo, procesos de medida. En la fase postanalítica es importante el
cálculo del valor de la cantidad medida, la transcripción del valor de la cantidad medida,
interpretación analítica y fisiopatológica.
La calidad total es el producto de las calidades individuales. , y no hay que
olvidar que detrás de cada examen de laboratorio siempre hay alguien que depende del resultado.
Un programa de control de calidad interno depende básicamente de tres factores clave que son:
calibración, utilización de muestras control y métodos de control estadísticos. La calibración es el
instrumento de medición, medir es comparar con una escala; la exactitud de una medición
depende del calibrador. El calibrador es la solución que contiene la cantidad conocida de algún
analito problema y se emplea para calibrar un método analítico.
Una muestra control es un reactivo de laboratorio que se corre junto con las muestras del
paciente. Debe ser similar a la muestra de los pacientes (matriz humana), con dos
concentraciones de cada analito que se encuentren en puntos de decisión médicos; debe ser
material homogéneo, estable, que dure por lo menos seis meses y que esté disponible en alícuotas
convenientes para su uso, preferiblemente con valores asignados para analitos que se van a medir.
Los valores asignados provienen por consenso y se pueden validar contra valores de referencia.
Las muestras control pueden ser sin valor asignado o con valor asignado, éstos últimos
generalmente provienen de casas comerciales. Los que no tienen valor asignado son económicos
pero inestables. Pueden presentarse líquidos o liofilizados, los líquidos están listos para usarse,
pero no conservan todos los constituyentes, los liofilizados son costosos y no son completamente
de origen humano. Todos los comerciales son estables y homogéneos, sin embargo, al reconstituir
los liofilizados se puede generar error.
Los métodos de control estadísticos son sistemas que le sirven al analista para vigilar los
resultados de las muestras control y proporcionan información inmediata para decidir si los
resultados son correctos: proporcionan exactitud de la medición. Suministra información periódica
al analista acerca del buen funcionamiento del método, por lo que ayuda a predecir errores.
Estos métodos de control se fundamentan en las propiedades de la distribución normal, porque
los resultados obtenidos al realizar mediciones repetidas de un analito en el material de control se
distribuyen siguiendo la ley de Gauss.
La confiabilidad es la congruencia entre la precisión y la exactitud. La exactitud de la medición
comprueba si el resultado es correcto mientras que la precisión de la medición verifica la
capacidad del método para seguir siendo correcto al efectuar mediciones repetidas y con el
transcurso del tiempo.
La exactitud es qué tan cercano es el valor medido del valor verdadero. La precisión es la
capacidad del método para arrojar la misma medida al repetir la medición con la misma muestra.
La inexactitud es la diferencia numérica entre las mediciones y el valor verdadero, que se expresa
como el porcentaje del valor verdadero y se expresa como desvío y es el porcentaje de error. La
imprecisión es la sumatoria de las diferencias numéricas entre una serie de menciones repetidas y
se determina como desviación estándar o coeficiente de variación.
Las muestras control sin valor asignado no pueden evaluar la exactitud, los que presentan valor
asignado pueden evaluar precisión y exactitud.
Tipos de errores
Un error es la diferencia entre el valor verdadero y valor observado. Sin embargo, existen errores
por imprecisión, pues ésta de manera indirecta afecta la exactitud. Existen dos tipos de errores, los
sistemáticos y los aleatorios. Los primeros afectan la exactitud y dependen de la calibración (error
de exactitud, porcentajes de error arriba de lo aceptado), los segundos afectan la precisión y
dependen de la reproducibilidad, generalmente ocurren con procesos no automatizados.
Para evaluar errores sistemáticos se usa la media aritmética y el porcentaje de error.
Para evaluar los errores aleatorios se emplea la desviación estándar, la varianza y el coeficiente de
variación.
Por consenso se determinan, en base a distintos criterios, los valores máximos tolerables. Estos
criterios son de Tonks, de la OMS, criterio inglés, de CAP y entre los que destacan los de Aspen
porque consideran la variabilidad biológica procesados por Westgard, autor de las multirreglas de
Westgard.
La OMS los sugiere de acuerdo a dificultad analítica, análisis de cantidad permiten 5% y los de
actividad 10%, con excepciones. Una vez determinado el porcentaje de error de un control, éste
puede avalar los análisis por 8 horas de trabajo o hasta 24 horas si hay pocas determinaciones y se
emplea el mismo lote de reactivos, equipo y método.
La confiabilidad de un método analítico se determina en condiciones óptimas (controlando todas
las posibles fuentes de error: todos los instrumentos calibrados, calibradores químicos nuevos,
material completamente limpio, agua de alto grado reactivo) se evalúa determinando el analito de
muestra control veinte veces, se calcula la media, desviación estándar y porcentaje de error
experimental. Según la OMS para cualquier método analítico el porcentaje de coeficiente de
variación y error experimental deben ser menores al 3%.
Posteriormente se determina la confiabilidad en condiciones de rutina, en la que se realizan las
veinte determinaciones repartidas en días o turnos (varía tiempo y/o analistas). Después de
realizar estas determinaciones el porcentaje de coeficiente de variación y error experimental no
pueden ser mayores de 6%.
En condiciones de rutina, ofreciendo análisis a los pacientes se emplea el 5 o 10%.
Los gráficos de Levey-Jennings son una curva de distribución normal dibujada de lado mostrando
puntos específicos prolongados a la derecha para dar lugar a un formato para graficar valores.
Para establecer los rangos en el gráfico necesitamos la desviación estándar teórica (o verdadera).
La probabilidad es la posibilidad de que ocurra un evento. La teoría de probabilidad del modelo Z
describe el comportamiento de un método y nos ayuda a tomar decisiones. Cuando los errores
son repetidos, de igual magnitud y signo, son errores sistemáticos.
Existen reglas de control que son herramientas estadísticas para apoyar al operador en la
interpretación de los resultados, evaluar si el procedimiento se mantiene estable o se corre el
riesgo de prevenir errores sistemáticos y aleatorios.
Control de calidad externo
Es parte del programa de aseguramiento de la calidad para garantizar la provisión y
mantenimiento de resultados de diagnóstico. Es el programa en el que un externo provee
muestras desconocidas para su análisis, los resultados son remitidos para su evaluación
independiente y devueltos con una evaluación de rendimiento “aceptable” o “inaceptable”.
Los terceros pueden ser fabricantes de materiales de control, organismos oficiales y
organizaciones científicas; en México destaca PACAL (programa de aseguramiento de la calidad).
Pueden ser de dos tipos, los tipo 1 envían una sola muestra para el análisis, los tipo 2 (comunes en
fabricantes de control) envían un lote de controles para control de calidad interno y al final
solicitan la media experimental, y la desviación estándar experimental.
Estos programas comparan los resultados de los laboratorios, realizan una evaluación
retrospectiva del comportamiento de un laboratorio y son útiles para conocer el desempeño de
métodos o equipos de análisis.
Complementan la información del programa de control de calidad interno pues identifican errores
y proporcionan ayuda, proveen un incentivo para mejorar resultados no satisfactorios y generan
confianza y satisfacción por comportamiento analítico aceptable.
El participar en estos programas es obligatorio en México y en protocolos de investigaciones
multicéntricas.
El control de calidad externo incluye esquemas para considerar el tipo de material sumistrado, las
instrucciones para procesar las muestras, la realización de los análisis, evaluación de datos (efecto
de los métodos y valores meta como media de consenso y efecto de valores en límites y su
eliminación).
Para evaluar los datos emplean el índice de desviación estándar:
Con un IDS entre 0 y 1 el resultado es aceptable, si está entre 1 y 1.5 es regular y si es mayor a 1.5
es inaceptable.
Otra característica importante es la frecuencia (por lo menos tres veces al año cada área), así
como el anonimato de los laboratorios participantes y la evaluación es más confiable entre mayor
sea el número de laboratorios participantes.
Bioseguridad
La seguridad es la situación carente de riesgo o con un riesgo limitado, que resulta del
cumplimiento de un conjunto de normas y prácticas dictadas para lograr este fin. En 1970 la ley
OSHA, ley de seguridad y salud ocupacional sale al mundo diciendo que todo trabajador tiene
derecho a un sitio de trabajo libre de peligros reconocidos.
La OMS, en 1983 publica un manual de bioseguridad en el laboratorio y en 2005 edita el
reglamento sanitario internacional, actualizando el manual de bioseguridad. En 2005 y 2006 se
realiza la alianza mundial por la seguridad el paciente y en 2007 la guía de buenas prácticas para la
prevención de infecciones en centros de trabajo del área médica.
El CLSI, organismo de estandarización y referencia para el trabajo del laboratorio propuso
estándares de calidad para el manejo de desechos (GP5-A2), seguridad en el laboratorio (GP17-
A2), protección de infecciones ocupacionales (M29-A3), implementación de programa de
prevención de punciones accidentales (X3-R). 130 países aceptaron la ISO 15190:2003, con
requerimientos de seguridad para los laboratorios, y la IFCC se formó en Italia como impulsor de
los procesos de calidad y seguridad.
El trabajador está expuesto a sustancias químicas, gases, agentes y muestras infecciosas,
maquinaria, radiaciones. Los riesgos químicos son por sustancias tóxicas, corrosivas, irritantes,
carcinógenas, teratógenas, mutágenas.
En el laboratorio se manejan líquidos como sangre, semen, secreción vaginal, leche
materna, LCR, líquido sinovial, pleural, amniótico, pericárdico o peritoneal, u otros contaminados
con sangre, que son considerados potencialmente infectantes. Las rutas de infección pueden ser la
vía aérea (inhalación), vía digestiva (ingestión) o vía parenteral (inyección, a través de heridas
mínimas, por conjuntivas, etc.)
La bioseguridad tiene como objetivo reconocer las situaciones de riesgo, prevenir las
infecciones intrahospitalarias y accidentes laborales, aplicar las precauciones estándar, producir
cambios de actitud y establecer normas de seguridad biológica en los servicios.
El rombo de la NFPA indica:
- Azul: Riesgo a la salud. El 0 es material normal, el 1 ligeramente riesgoso, el 2 causa
daño y requiere tratamiento inmediato, el 3 es extremadamente riesgoso y puede
causar daños graves y el 4 causa daños mayores o muerte.
- Rojo: Riesgo de incendio. El 0 es una sustancia no inflamable, el 1 se inflama después
de ser precalentado por mucho tiempo, el 2 se incendia si es calentado
moderadamente, el 3 puede incendiarse a temperatura ambiente, el 4 es
extremadamente inflamable (volátil o gas inflamable).
- Amarillo: Riesgo de reactividad. El 0 es normalmente estable y no reacciona con agua,
el 1 es inestable si se somete a alta temperatura y presión y reacciona con agua, el 2 es
normalmente inestable y no produce detonación, el 3 puede detonar o explotar tras
aplicársele fuerza externa o calentamiento y el 4 reacciona violentamente con
detonación o explosión.
- Blanco: Clave de aviso especial. W: Reacciona con agua. OX: Agente oxidante. M:
Agente mutagénico. T: agente teratogénico. C: Agente carcinogénico.
Las barreras primarias se encuentran en torno al riesgo, las barreras secundarias se
localizan en el círculo del operador, las barreas terciarias se localizan alrededor del laboratorio. La
principal barrera de seguridad es la forma de trabajar. Como práctica especial el laboratorio debe
contar con un manual de bioseguridad específico para éste, mismo que debe ser conocido por
todo el personal, y que debe incluir una lista de sustancias riesgosas y tóxicas, datos químicos para
cada sustancia y sus indicaciones (antídotos, primeros auxilios, etc.), ubicación de alarmas y corte
de servicios públicos. El personal de laboratorio debe recibir adiestramiento con cursos. Se debe
descontaminar superficies de trabajo y reportar derrames y accidentes. Los animales no
involucrados en el trabajo están prohibidos en el laboratorio (incluidos los de dos patas).
El personal de laboratorio debe estar capacitado, seguir estrictamente los lineamientos,
demostrar eficiencia, recibir entrenamiento apropiado y reportar accidentes. El laboratorio debe
tener puertas de acceso, tarja para el lavado de manos, superficies de trabajo de fácil limpieza,
muebles impermeables, resistentes al calor, solventes orgánicos, ácidos, álcalis y químicos en
general, y ventanas con malla. Las puertas deben tener cerradura para restringir la entrada, el
laboratorio debe estar lejos de áreas públicas, cada laboratorio (o sección) debe tener su tarja de
lavado, debe haber una estación de lavado de ojos y el laboratorio debe tener iluminación
adecuada e instalación de gabinetes en áreas donde se mantenga la seguridad biológica.
Como práctica especial de barreras terciarias, el supervisor limitará el acceso al laboratorio
cuando se trabaje con agentes infecciosos, se establecerán políticas y procedimientos de entrada y
se colocará un señalamiento de bioseguridad a la entrada del laboratorio.
Los niveles de bioseguridad se clasifican en función al potencial infectante del patógeno, la
severidad de la enfermedad causada, la transmisibilidad y origen del agente y la naturaleza del
trabajo llevado a cabo.
El nivel de bioseguridad I se trabajan con agentes que presentan un peligro mínimo para el
personal del laboratorio y para el ambiente, el acceso al laboratorio no es restringido y el trabajo
se realiza por lo regular en mesas estándar de laboratorio. En este nivel no se requiere equipo
especial ni diseño específico de las instalaciones. El personal de estos laboratorios es
generalmente supervisado por un científico con entrenamiento en microbiología.
En el nivel de bioseguridad II se manejan agentes de peligro moderado hacia el personal y
el ambiente, pero difiere del nivel I en las siguientes características: 1) El personal de laboratorio
tiene entrenamiento en el manejo de agentes patógenos. 2) El acceso al laboratorio es restringido.
3) Se toman precauciones extremas con instrumentos punzocortantes. 4) Ciertos procedimientos
en los cuales pueden salpicar los agentes o aerosoles se llevan a cabo en gabinetes de trabajo
biológico.
En el nivel de bioseguridad III (BSL-3), se incluyen prácticas, equipo y medidas adecuadas
para laboratorios clínicos, de diagnóstico, universitarios y de investigación donde se manejan
agentes conocidos o no que puedan causar una infección potencialmente letal.
Para el nivel IV se utilizan trajes especiales con una leve sobrepresión que se emplean para
trabajar agentes biológicos que representan un alto riesgo de contagio y son un riesgo para la vida,
para los cuales no hay vacuna o terapia conocida. Los laboratorios mantienen una presión de aire
negativa, lo cual ayuda a impedir que los agentes nocivos escapen al ambiente.
Estos niveles de bioseguridad se basan en la identificación de los grupos de riesgo. En el
grupo 1 hay un riesgo individual y hacia la población escaso o nulo, pues trabajan con
microorganismos que tienen pocas probabilidades de provocar enfermedades en el ser humano o
animales (E. coli). En el grupo 2 el riesgo individual es moderado y a la población es bajo, se trabaja
con agentes asociadas con enfermedades raramente serias para las cuales hay medidas
preventivas y terapéuticas (H. pylori). En el grupo 3 el riesgo individual es elevado y el poblacional
es bajo, se trabaja con patógenos que suelen propagar enfermedades graves que no se propagan
ordinariamente de individuo a otro, hay medidas preventivas y terapéuticas (M. tuberculosis). En
el grupo 4 el riesgo individual y poblacional es elevado porque hay agentes causantes de
enfermedades serias y letales para las cuales no hay medidas preventivas y/o terapéuticas
disponibles. (Virus del ébola).
Para la eliminación de residuos se utilizan agentes antisépticos que son germicidas
químicos como el alcohol para la utilización en la piel, agentes desinfectantes que destruyen
microorganismos en superficies e instrumentos como fenol e hipoclorito, agentes esterilizantes
que destruyen toda forma de vida como la autoclave.
La supervivencia de un microorganismo en el ambiente está en función de su capacidad de
resistir temperatura, humedad, UV, disponibilidad de materia orgánica y presencia de
depredadores. El virus de la hepatitis B es viable por semanas en superficies secas, resiste
antisépticos y alcohol al 70%, sobrevive una semana en una gota de sangre dentro de una jeringa.
El VIH resiste 15 minutos expuesto a etanol 70% y de 3 a 7 días a temperatura ambiente.
Un 75 a un 90% de los desechos de laboratorios y hospitales son similares a los
domésticos. Sin embargo, se debe prevenir y minimizar la producción de desechos, reutilizar y
reciclar hasta donde sea posible, tratar los desechos con métodos seguros y que no dañen al
ambiente, y disponer de ellos en sitios cuidadosamente diseñados y confinados.
Valores de referencia
La finalidad del laboratorio es obtener un valor numérico a partir de muestras biológicas
para comprobar o rechazar una patología del paciente, controlar la progresión de una
enfermedad, determinar pronósticos de la patología, delimitar poblaciones con mayor
probabilidad de padecer determinada enfermedad, detectar niveles de fármacos para ajustar las
dosis a su máxima efectividad y determinar valores de referencia.
Los valores de referencia son una serie de valores obtenidos a partir de un grupo de
individuos en un estado determinado de salud. El rango de referencia se define de forma que
quedan incluidos en él los valores que presentan el 95% de la población sana.
Los valores de referencia varían según la edad, origen étnico, ubicación geográfica, sexo,
entre otros. Puede haber pacientes con valores situados fuera del rango que no padecen la
enfermedad y pacientes con valores dentro del rango y que sí padecen la enfermedad.
Los métodos deben de tener un margen de confianza de Bayes. La sensibilidad de una
prueba describe la probabilidad de que sea positiva (fuera del rango de referencia) en presencia
de una enfermedad. La especificidad describe la probabilidad de que sea negativa en ausencia de
la enfermedad. El valor predictivo positivo describe la probabilidad de que el resultado positivo
refleje la existencia de enfermedad y el valor predictivo negativo describe la probabilidad de que
el resultado negativo refleje la ausencia de la enfermedad.
Los valores de referencia pueden ser usados para evaluar el estado de salud de individuos
y poblaciones, identificar gente con riesgo de padecer una enfermedad, ayudar en las decisiones
en la medicina clínica y como propósitos científicos.
Los límites de referencia están asociados a una enfermedad en particular, pero no
necesariamente determinan un diagnóstico. Los valores de corte son alertas para el diagnóstico
médico, han sido obtenidos por estudios cuidadosamente diseñados para poder establecer un
valor que permita una decisión médica para seguir un tratamiento.
En las normas oficiales mexicanas para diabetes y dislipidemias se manejan valores
recomendables o ideales para que los individuos se mantengan en buena salud, lejos de la
enfermedad, pero no son valores de referencia. Glucosa en ayunas de 126 mg/dL indica una alta
posibilidad de desarrollar la enfermedad, triglicéridos de más de 150mg/dL indican propensión a
hiperlipidemia (>200mg/dL es confirmatorio).
Hay factores que se utilizan para usar y establecer valores de referencia, éstos son:
criterios de inclusión y exclusión, criterios de partición, condiciones fisiológicas y ambientales bajo
las cuales fue estudiada la población de referencia y fueron obtenidos los especímenes del grupo
muestra, procedimiento de obtención del espécimen, método analítico usado y el método
estadístico empleado.
Para determinar los intervalos de referencia se emplean entre 100 y 150 valores,
representando equitativamente varones y mujeres, con amplio rango de edades y nivel de
actividades, tabaquismo, obesidad, uso de medicamentos y enfermedades crónicas.