Museo Thyssen  –BornemiszaUN PASEO POR LA HISTORIA DEL ARTE

El Museo Thyssen como espejo del Quijote

quijote.

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AperturaGeorges Michel Paisaje con molino, s. f. Óleo sobre lienzo, 40 × 52,2 cm. Colección Carmen Thyssen-Bornemisza en depósito en el Museo Thyssen-Bornemisza

ContraportadaKurt Schwitters Merzbild 1A (El psiquiatra), 1919.Óleo, assemblage y collage de objetos diversos sobre lienzo. 48,5 × 38,5 cm. Museo Thyssen-Bornemisza

Para más información www.museothyssen.org | www.turismoalcala.es | www.400cervantes.ayto-alcaladehenares.es

El recorrido El Museo Thyssen-Bornemisza como espejo del Quijote se ha diseñado como un conjunto de múltiples ventanas al mundo creado por Miguel de Cervantes en su famosa novela. Se trata de una visita a través de una selección de obras de la Colección Permanente que nos permiten adentrarnos en los episodios más sobresalientes de las aventuras del ingenioso hidalgo, como su desbordante imaginación para ver gigantes donde solo hay molinos, la belleza idealizada de Dulcinea o la lealtad y el buen juicio de Sancho Panza. No hay una relación directa entre los cuadros y los pasajes de la novela, pero muchos de los motivos literarios que se encuentran en la novela pueden reinterpretarse a través de la historia de estas pinturas. Este recorrido ha sido posible gracias a la colaboración del Ayuntamiento de Alcalá de Henares.

Ferdinand Hodler El lector, hacia 1885

Llenósele la fantasía de todo aquello que leía en los libros [...] y asentósele de tal modo en la imaginación [...] que para él no había otra historia más cierta en el mundo.

Don Quijote y este lector tienen en común su edad, sus cabellos blancos y las manos huesudas. Pero lo que es más parecido es su actitud absorta hacia lo que leen, como si el mundo cambiara a cada palabra. Y así comienza la célebre novela, con un anciano llamado Alonso Quijano que pierde el juicio tras devorar cientos de novelas de caballería.

Óleo sobre lienzo, 31 × 38 cm. Museo Thyssen-Bornemisza

ALONSO QUIJANO LOS LIBROS COMO REALIDAD PARALELA

Domenico Ghirlandaio Retrato de Giovanna degli Albizzi Tornabuoni, 1489-1490

Que sus cabellos son oro, su frente campos elíseos, sus cejas arcos del cielo, sus ojos soles, sus mejillas rosas, sus labios corales, perlas sus dientes, alabastro su cuello, mármol su pecho, marfil sus manos, su blancura nieve […].

El hidalgo siente que un caballero sin amores es como un «árbol sin hojas» o un «cuerpo sin alma». Así que, a falta de una dama, se inventa a Dulcinea, una «reina» de «hermosura sobrehumana». Es posible que Cervantes se basara en retratos como éste para dotar a su personaje del ideal de belleza que el Quatroccento italiano recuperó de la Antigüedad clásica.

Técnica mixta sobre tabla, 77 × 49 cm. Museo Thyssen-Bornemisza

DULCINEA DEL TOBOSO LA BELLEZA IDEAL

Giuseppe Maria Crespi Campesinos con asnos, hacia 1709

Iba Sancho Panza sobre su jumento como un patriarca, con sus alforjas y su bota, y con mucho deseo de verse ya gobernador de la ínsula que su amo le había prometido.

En el capítulo 7 de la Primera Parte, Sancho Panza deja a su mujer y a sus hijos para servir a Don Quijote como escudero, montado en un burro. El estrafalario caballero convence al labrador con promesas de aventuras, emoción, e incluso con la posibilidad de convertirse en gobernador de una ínsula. Sancho Panza vive en el mundo real, el que retratan los costumbristas, pero le cree porque también tiene sueños y confía en alcanzar una vida mejor.

Óleo sobre cobre, 39,4 × 31,1 cm. Colección Carmen Thyssen-Bornemisza en depósito en el Museo Thyssen-Bornemisza

SANCHO PANZA FIEL AMIGO ESCUDERO

August MackeHúsares al galope, 1913

Vuélvase vuestra merced, señor don Quijote, que voto a Dios que son carneros y ovejas las que va a embestir. Vuélvase, ¡desdichado del padre que me engendró! ¿Qué locura es ésta?

Sancho alerta a su amo de que ante ellos solo hay dos rebaños de ovejas y no dos ejércitos a punto de enfrentarse. Pero Don Quijote, que nunca vacila, se une al ejército de Pentapolín para luchar contra el poderoso Alifanfarón. La velocidad, el vértigo y la desfragmentación propias del movimiento futurista italiano describen de igual modo la batalla que desde el punto de vista del manchego, a lomos de Rocinante.

Óleo sobre lienzo, 37,5 × 56,1 cm. Museo Thyssen-Bornemisza

EPISODIOS ICÓNICOS  SOLDADOS DE CABALLERÍA

EPISODIOS ICÓNICOS  LUCHAR CONTRA GIGANTES

Paul Klee Casa giratoria, 1921

El miedo que tienes —dijo don Quijote— te hace, Sancho, que ni veas ni oyas a derechas, porque uno de los efectos del miedo es turbar los sentidos y hacer que las cosas no parezcan lo que son.

El episodio de la lucha contra los molinos representa un acto tan temerario como ingenuo, pues piensa el protagonista que son gigantes. Don Quijote transforma la realidad en un mundo extraordinario gracias a la desbordante imaginación que le han inspirado las novelas de caballería. Esta forma de relacionarse con el entorno recuerda mucho a la de los niños, y se aprecia perfectamente en los primitivos esquemas infantiles que Paul Klee reproduce en sus obras.

Óleo y lápiz sobre estopilla de algodón adherida a papel, 37,7 × 52,2 cm. Museo Thyssen-Bornemisza

Yves Tanguy Todavía y siempre, 1942

Y volviéndose a Sancho, le dijo: –Perdóname, amigo, de la ocasión que te he dado de parecer loco como yo, haciéndote caer en el error en que yo he caído, de que hubo y hay caballeros andantes en el mundo.

Casi al final de la novela, Don Quijote es vencido por el Caballero de la Blanca Luna en un escenario tan famoso como la playa de la Barceloneta. Este cuadro surrealista de Tanguy, fantástico e inquietante, nos invita a imaginar ese duelo junto al mar Mediterráneo como un gran espejo sin fin ni horizonte. Derrotado, el ingenioso hidalgo regresó a casa y, ya en el lecho de muerte, recuperó la cordura como si acabara de despertar de un eterno sueño.

Óleo sobre lienzo, 100 × 81 cm. Museo Thyssen-Bornemisza

SUEÑO Y REALIDAD