quién realmente mató a yahshua

¿QUIÉN REALMENTE MATÓ A YAHSHUA? Intentando arrojar alguna luz sobre los desconcertantes relatos de la persecución de los judíos, el Dr. James Parker (Judaísmo y Cristianismo), escribió: “En nuestros mismos días… más de seis millones de asesinatos deliberados son las consecuencias de las enseñanzas acerca de los judíos por las que la iglesia cristiana es en última instancia responsable y que tienen su lugar final en las enseñanzas del mismo Nuevo Testamento.” El mito más mortal del llamado incorrectamente Nuevo Testamento ¡es el rumor de que los judíos mataron a Jesús! ¿Qué podemos hallar en el NT que respalde esta suposición? ¡Absolutamente nada! Marción, fue el primer hombre que se atrevió a llamar Antiguo Testamento al Tanaj Hebreo. Lo llamó así porque pensaba que su contenido ya no tenía aplicación para los creyentes en Yahshua El Mesías, y que había sido reemplazado por el Nuevo Testamento. Dijo que era un libro antiguo que pertenecía solamente a los judíos y que carecía de vigencia para los cristianos. Marción enseñó que en el Antiguo Testamento (El Tanáj) no había gracia, y que la gracia aparece por primera vez en el Nuevo Testamento. La división que hoy tenemos en nuestras Biblias existe por ese hombre, Marción. Según sus enseñanzas, el Dios del “Antiguo Testamento” era un Dios de juicio y condenación, pero el Dios del “Nuevo Testamento” es un Dios de gracia y amor. Aunque algunos líderes de la Iglesia señalaron a Marción como un hereje, el rechazo de las Escrituras hebreas que él esparció echó raíz y prosperó como necia maleza. Marción nació en Asia Menor y fue a Roma en el año 140 donde se unió a la Iglesia Romana. Cayó bajo la influencia de los Gnósticos. Sus herejías fueron combatidas por muchos Padres de la Iglesia y en el año 144 fue excomulgado. Estableció entonces su propia Iglesia con una organización y ritos similares a la Iglesia Romana haciéndose su rival. Al rechazar al Dios Creador del A.T., Marción rechazó también la creación. Enseñó que la materia y el cuerpo son cosas malas. Practicaba un ascetismo riguroso y mal fundamentado. Llegó a negar que Yahshua tuviese un cuerpo real. Según su principal doctrina, el Dios del amor revelado por Jesucristo es muy diferente del Dios de La Ley revelado en el A.T. y convencido del inminente retorno de Yahshua, predicaba la abstención sexual, llegando incluso a condenar el matrimonio. Observaremos con cuidado el texto bíblico. ¿Qué dicen los relatos de los testigos oculares, Mateo, Marcos, Lucas y Juan, en realidad respecto a la crucifixión de Yahshua, el Mesías de Israel? Los escritos judíos de los Evangelios pusieron cuidado especial para registrar el hecho de que el pueblo judío, su propio pueblo, fueron no sólo no responsables, sino que en su mayoría ni se percataron de los hechos que condujeron al arresto, juicio y condenación del hijo de Dios, Yahshua el Mesías. EL TESTIMONIO DE MATEO, DISCÍPULO DE YAHSHUA En el más judío de todos los Evangelios, Mateo afirma que los judíos, como pueblo, NO tuvieron nada que ver con la conspiración política contra Yahshua. Mateo señala a los verdaderos conspiradores en el capítulo 26:3-5 de su libro: “Entonces los principales sacerdotes, los escribas, y los ancianos del pueblo se reunieron en el patio del sumo sacerdote, llamado Caifás, y tuvieron consejo para prender con engaño a Yahshua, y matarle. Pero decían: “No lo hagamos en la Fiesta (de Pesaj), para que no se forme un alboroto entre los judíos”. Hubo un complot para crucificarle. El sumo sacerdote, Caifás, llevó a cabo la intriga, y él, de ninguna manera representaba al pueblo judío en el orden establecido por Dios en La Torá. Fue nombrado políticamente por Herodes Antipas, quien a su vez fue nombrado directamente por Roma. El pueblo judío detestaba a Herodes y al sumo sacerdote judío porque eran servidores en manos de los romanos paganos. Herodes El Grande, padre de Herodes Antipas, subió al poder mediante la intervención tiránica del Gobierno Militar Romano y gobernó por cuarenta años antes de que Yahshua naciera.

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Herodes El Grande fue un dictador paranoico, de la misma línea que el asesino Hitler; ordenó que se matara a todos los niños menores de dos años, cuando oyó el informe de los sabios de la Torá, judíos que venían del Oriente para conocer al “Rey de los judíos” (Mateo 2:1-12). Después de subir al poder, Herodes El Grande ordenó que se matara a cuarenta y cinco miembros del sanedrín judío, para apoderarse del control absoluto y silenciar a la voz judía en el Gobierno. Durante los reinados de Herodes El Grande y Herodes Antipas, su hijo, el sanedrín no era más que un servidor del Estado. Herodes tenía en sus manos el poder absoluto por voluntad de Roma, no por el voto del pueblo judío. Herodes también nombró al sumo sacerdote Caifás, líder de la conspiración contra Yahshua, para que cumpliera la voluntad de Roma. Caifás era un sacerdote ilegítimo, no seleccionado en el orden establecido por Dios en La Torá, lo cual hubiera respaldado el pueblo judío. En este turbio ambiente político apareció un Rabí llamado Yahshua de Nazaret. Debido a que los judíos esperaban un libertador que los dirigiera contra Roma, la popularidad de Yahshua se esparció. Por ejemplo, cualquiera que podía dar de comer a cinco mil personas con unos panes, ¡podría alimentar a todo un ejército para derrotar a Roma! La gente vio a Yahshua como una respuesta militar para conquistar a la poderosa Roma, pero Roma vio a Yahshua como un insurrecto demasiado amenazador como para dejarlo vivo. Visto bajo esta luz, Yahshua era una amenaza política seria para Herodes Antipas y su servidor, Caifás. Consecuentemente, fraguaron un complot motivado políticamente PARA MATAR A YAHSHUA AL ESTILO ROMANO: LA CRUCIFIXIÓN. Si los judíos hubieran matado a Yahshua, lo hubieran apedreado, no crucificado. Cuando Caifás se reunió con sus seguidores políticos para considerar cuál sería la mejor manera de matar a Yahshua de Nazaret, Las Escrituras indican que decidieron arrestar a Yahshua en secreto para no causar un motín entre el pueblo judío presente en la ciudad: Y TUVIERON CONSEJO PARA PRENDER CON ENGAÑO A YAHSHUA, Y MATARLE. Y llegaron a un acuerdo: que engañando a los judíos, se le echase mano a Yahshua y se le matara. Pero decían: “No durante la fiesta (de Pesaj), para que no se haga alboroto en el pueblo” (Mateo 26:4-5). El sumo sacerdote Caifás sabía que la mayoría del pueblo judío amaba a Yahshua y estallaría en cólera si lo arrestaban. En el Evangelio de Mateo leemos que los líderes de este complot temían al pueblo judío: “Pero al buscar cómo echarle mano, temían al pueblo, porque éste le tenía como profeta” (Mateo 21:46). Ciertamente que algunos líderes estaban disgustados con el liderazgo y la enseñanza de Yahshua. La escuela de Hillel, un grupo de rabinos religiosos judíos, estaba furiosa porque Yahshua aceptaba la enseñanza sobre el divorcio que sostenía su oponente Shamai, otro grupo de rabinos religiosos judíos. Ellos estarían más que contentos de traicionar a Yahshua o a cualquiera que rechazara la doctrina que proclamaban. ¡Algunas cosas nunca cambian! Incluso después de la muerte de Yahshua grandes problemas surgieron para los teólogos locales cuando Yahshua resucitó al tercer día. De nuevo se manifestó la corrupción moral de Caifás. Le pagó substancioso soborno a los guardias que vigilaban la tumba y les dijo que mintieran respecto a lo que había ocurrido. Leemos en el libro de Mateo 28:12-14, el relato del testigo ocular, Mateo que habla por sí mismo: “Y reunidos con los ancianos, y habido consejo, dieron mucho dinero a los soldados, diciendo: Decid vosotros: Sus discípulos vinieron de noche, y lo hurtaron, estando nosotros dormidos, y si esto lo oyere el Gobernador, nosotros le persuadiremos, y os pondremos a salvo”. MARCOS Y LUCAS CONCUERDAN CON EL TESTIMONIO DE MATEO: Marcos 11:18; 12:12; 14:1-2. Lucas 19:47-48; 20:19-20; 22:2. Marcos y Lucas se unen al testimonio de Mateo para contribuir con evidencias de que estos políticos no representaban al pueblo judío.


Yahshua mismo los identificó: “tomando Yahshua a los doce, les dijo: “He aquí subimos a Jerusalén, Y SE CUMPLIRÁN TODAS LAS COSAS ESCRITAS POR LOS PROFETAS ACERCA DEL HIJO DEL HOMBRE. Pues será entregado a los gentiles, y será encarnecido, y afrentado, y escupido. Y después que le hayan azotado, le matarán; mas al tercer día resucitará” (Lucas 18:31-33). El texto bíblico es perfectamente claro. Yahshua fue crucificado por Roma como un insurrecto político. Era según ellos, una amenaza para la autoridad de Herodes. Era una amenaza para el sumo sacerdote y sus servidores. Su muerte no tuvo nada que ver con el pueblo judío como raza, nación o civilización. Considere los hechos históricos: Cuando Yahshua empezó su ministerio, TRES DE CADA CUATRO JUDÍOS, NO VIVÍAN EN ISRAEL. Nueve de cada diez judíos durante ese tiempo vivían fuera de Jerusalén. ¿QUÉ DE LA MULTITUD QUE ESTABA EN EL PALACIO DE PILATO? Cuántas veces hemos oído el “texto de prueba” (aún en películas), que los cristianos repiten acerca de la multitud que gritaba: “¡Sea crucificado!” y “Su sangre sea sobre nosotros y sobre nuestros hijos” (Mateo 27:23, 25). Por supuesto que esta porción bíblica prueba que todos los judíos son culpables para siempre de la sangre de Yahshua el Mesías. El hecho bíblico e histórico es que el títere político, Caifás, reunió y controló a esa multitud. Recuerde que era un complot orquestado, no una expresión espontánea del pueblo judío. Los principales sacerdotes tenían terror a una multitud sincera, y buscaron una multitud falsa mentirosa. Mateo, el testigo ocular, nos dice que los principales sacerdotes y ancianos persuadieron a la multitud que pidiese a Barrabás, y que Yahshua fuese muerto. (Mateo 27:20). Eran autoridades que estaban furiosas. Yahshua les había llamado sepulcros blanqueados (Mateo 23:27), y les había dicho que el divorcio casual era contrario a los planes de Dios, y aprovecharon la oportunidad para librarse de aquél que les causaba problemas. ¿FUERON CULPABLES TODOS LOS JUDÍOS? Por muchos años, la culpa de un puñado de judíos que detestaban a Yahshua se ha esparcido para incluir a todo el pueblo judío. Por siglos, muchos líderes cristianos han usado los versículos de Juan 5:16 y Juan 7:1 para justificar el antisemitismo. Al estudiar con cuidado las Escrituras, se verá que los judíos de Juan 5:16, son los fariseos de Mateo 12:14; los mismos que constantemente estaban tratando de poner trampas a Yahshua respecto a algún error doctrinal. El antisemitismo ha aprovechado éstos y otros versículos para acusar a todos los judíos en vez de a los fariseos. Por siglos muchos predicadores en los púlpitos cristianos leyeron las treinta y dos referencias a los judíos en el Evangelio de Juan, en vez de usar los nombres de las autoridades llamados fariseos y concluyeron que todos los judíos eran torturadores, asesinos despiadados, y profanadores del Templo hambrientos por el dinero, etc. Muchos predicadores cristianos golpeaban sus púlpitos y daban un mensaje de odio. Tenemos como ejemplo del antisemitismo a Juan Crisóstomo, el pico de oro, que escribió: Los judíos no erraron ignorantemente, sino con completo conocimiento. Incluyendo ingratamente a todos los judíos de todo el tiempo. Varios cientos de años más tarde, justo antes de la Segunda Cruzada, Bernardo de Claraval coincidió con la teología de Juan Crisóstomo, diciendo: “Los judíos son todos culpables. Actuaron con malicia deliberada, y en su culpabilidad participó todo el pueblo judío para siempre, y ellos, y los hijos de sus hijos hasta la última generación, quedaron condenados a vivir en la esclavitud como sirvientes de los príncipes cristianos”.


A pesar de haber pasado 700 años, Bernardo de Claraval se hacía eco de la malicia de Juan Crisóstomo. 800 años después de que Bernardo escribiera su odio hacia el pueblo judío, vemos que muchas figuras históricas, incluyendo a Adolfo Hitler, se hacen eco de los pensamientos de Bernardo de Claraval. ASÍ QUE, ¿POR QUÉ SE ACUSA A LOS JUDÍOS POR LA CRUCIFIXIÓN? El antisemitismo es un espíritu diabólico surgido de las entrañas del infierno. Creo que está diseñado para atormentar al pueblo judío por haber traído la antorcha de la verdad, La Palabra de Dios, y la luz del mundo, a un lleno de tinieblas espirituales. El odio es un cáncer en el intelecto y contamina la mente. La violencia surge y daña. Ningún grupo étnico conoce esto mejor que la simiente de Avraham. A los judíos se les echa la culpa de muchas cosas, a menudo sin razones lógicas. ¿Por qué el mundo se voltea tan rápido contra Israel? ¿Por qué el cristiano ha perseguido a los judíos por dos mil años? ¿Qué lógica tiene elogiar a judíos muertos del pasado: Avraham, Isaac, Jacob, David, Pablo y a Yahshua que murió y resucitó, mientras que se maldice a los judíos del presente? YO BENDECIRÉ AL QUE TE BENDIJERE, Y MALDECIRÉ AL QUE TE MALDIJERE, DICE EL ETERNO RESPECTO A SU PUEBLO, A QUIEN ÉL AMA COMO A LA NIÑA DE SUS OJOS. “Porque eres pueblo santo a YHVH, tu Dios” escribió Moisés concerniente a Israel, “y YHVH te ha escogido para que seas un pueblo único de entre todos los pueblos que están sobre la tierra” Deut 14:2. ¿Por qué escogió Dios a la nación de Israel como suya propia? La respuesta a ésta pregunta se halla en el propósito de Dios para Israel. Cuando Dios prometió a Avraham que sería padre de una gran nación, también le prometió que bendeciría a todas las naciones por medio de la nación de Israel. Israel debía ser el canal de bendición además del destinatario. Incluso su liberación milagrosa de Egipto fue para mostrar a otras naciones que el Dios de Israel era el único Dios verdadero. Isaías profetizó además que el Mesías traería salvación a los gentiles: Isaías 49:6 “Porque él dijo: Poca cosa es que tú seas mi siervo, para lo cual levanto a las tribus de Jacob y restauro a los sobrevivientes de Israel; te pondré también como luz para las naciones, para que mi salvación llegue hasta los extremos de la tierra.” La vida, ministerio y muerte de Yahshua HaMashiaj tuvo lugar por medio de Israel como el canal de bendición escogido por Dios. Los judíos han sido probados, y saben cómo mostrar valor. La prueba del valor surge cuando somos la minoría. La prueba de la tolerancia surge cuando somos la mayoría. Yahshua enseñó: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Mateo 22:39). No es posible que alguien diga: “soy cristiano” y que no ame al pueblo judío y ore por ellos. ASÍ QUE, ¿QUIÉN TIENE LA CULPA? ¿Deberían las personas y naciones reservar su enojo y aborrecimiento entonces para ciertos fariseos y un sumo sacerdote controlado políticamente por Roma? NO; porque con su último aliento de vida terrenal, Yahshua perdonó incluso a los que tramaron en su contra, diciendo: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen… (Lucas 23:34). Si YHVH, Padre de Yahshua ha perdonado al puñado de judíos que participaron en la conspiración para crucificar al Mesías, ¿por qué no pueden perdonar los cristianos? ¿QUIÉN ES RESPONSABLE POR LA MUERTE DE YAHSHUA, EL MESÍAS DE ISRAEL? Fue tu PECADO, y mi PECADO, lo que llevó a Yahshua a la muerte.


A YAHSHUA NO LE QUITARON LA VIDA; ÉL VOLUNTARIAMENTE LA ENTREGÓ. “Así como el Padre me conoce, y yo también conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas… Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino yo de mí mismo la pongo. Tengo el derecho de ponerla, y tengo el derecho de volverla a recibir (JN 10:15-18). ¿POR QUÉ DEBEMOS ORAR POR LOS POBLADORES DE JERUSALÉN? Porque Yahshua dijo: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis (Mateo 25:40). La referencia de Yahshua a “mis hermanos” era una referencia al pueblo judío, no a alguna denominación cristiana. El Apóstol Pablo, pinta un cuadro tétrico de la posición espiritual de los gentiles antes de la muerte de Yahshua: En aquel tiempo estabais sin el Mesías, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. (Efesios 2:12). Pero por medio de la salvación en Yahshua, el Mesías, se nos da la oportunidad de ser ADOPTADOS EN LA FAMILIA DE DIOS. (Juan 1:12-13). COMO GENTILES TENÍAMOS GARANTIZADA LA MUERTE ETERNA, PERO YAHSHUA, UN JUDÍO FUE A LA CRUZ Y NOS DIO VIDA ETERNA. POR ESO DICE LA ESCRITURA QUE LA SALVACIÓN VIENE DE LOS JUDÍOS. Como gentiles, se nos garantizaba el rechazo, pero por medio de Yahshua, Dios el Padre nos adoptó y nos hizo herederos juntamente con Yahshua, el Mesías de Israel. Ahora tenemos derecho a La Torá, a las Fiestas de Dios dadas a Su pueblo, a guardar el Shabat, etc. Yahshua HaMashiaj pagó una deuda que no debía, y nosotros debíamos una deuda que no podíamos pagar. En el calvario Yahshua extendió su mano perforada por los clavos a todo gentil que estaba sin Dios y sin esperanza. Nos quitó del olivo silvestre y nos injertó en el Olivo Natural. Rom 11:17-24. Una de las mentiras que el diablo ha tratado de decir dentro del pueblo de Dios, es que cuando un gentil alcanza la salvación a través de Yahshua, se queda dentro de los gentiles, pero no es así. La verdad es que cuando un gentil experimenta la conversión, refugiándose debajo de las alas del Dios de Israel, por medio de la sangre del Cordero, Dios NO lo deja en el sistema pagano, sino lo saca y lo coloca dentro del pueblo judío mesiánico para que sea uno en Él, como Él es uno con Su Padre. La verdad sencilla es esta. Después de dos mil años de enseñanza y predicación antisemita, muchas organizaciones y personas han perdido de vista que Yahshua nuestro Salvador fue un judío. Él nació de padres judíos, sus antepasados fueron judíos, Creció en la tradición judía, fue circuncidado al octavo día, como lo mandaba la Torá (Lucas 2:21). Cuando alcanzó la edad del “Bar Mitzvah”, lo llevaron al Templo, según la costumbre (Lucas 2:42). Vivió y adoró como judío. Guardó el Shabat y participó en las Fiestas dadas por Dios al pueblo judío, y nunca comió comida prohibida por su Padre (Levítico 11). Nunca se apartó de La Torá, y regresará como judío, El Sumo Sacerdote, Rey de Reyes y Señor de Señores, para gobernar en el milenio aplicando La Torá. “¡Ni os pase por la mente la idea que he venido para declarar abrogada la Torá o los Profetas! No he venido a abrogar, sino a mostraros cómo interpretarla correctamente.” Mattityahu (Mateo) 5:17. BENDIGAMOS AL PUEBLO JUDÍO; BENDIGAMOS A JERUSALÉN de donde viene NUESTRO SALVADOR CELESTIAL, YAHSHUA EL MESIAS.


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