quién fue hermes trismegisto

8/19/2019 Quién Fue Hermes Trismegisto

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¿Quién fue Hermes Trismegisto?

Hermes Trismegisto es el nombre griegode un personaje mítico que se asoció a unsincretismo del dios egipcio Dyehuty(Toth en griego) y el dios heleno Hermes, o

bien al Abraham bíblico. Hermes Trismegisto signica en griego‘Hermes,tres veces grande’ . !n latín es" Mercuriuster Maximus. Hermes Trismegisto esmencionado primordialmente en laliteratura ocultista como el sabio egipcio,paralelo al dios Toth egipcio, que creó laalquimia y desarrolló un sistema decreencias meta#ísicas que hoy es conocidacomo hermética. $ara algunos pensadoresmedie%ales, Hermes Trismegisto #ue unpro#eta pagano que anunció elad%enimiento del cristianismo. &e le han

atribuido estudios de alquimia como la Tabla de esmeralda 'que #ue traducida del latín alingls por saac *e+ton' y de loso#ía, como el Corpus hermeticum. *o obstante, debido a lacarencia de e%idencias contundentes sobre su eistencia, el personaje histórico se ha idoconstruyendo cticiamente desde la !dad -edia hasta la actualidad, sobre todo a partir delresurgimiento del esoterismo. ueron los griegos quienes bauti/aron comoHermesTrismegisto al dios Toth egipcio, el responsable del conocimiento0 aquel que, seg1n latradición, eplicó a los habitantes del *ilo que su país era una suerte de eco de las mara%illasque contemplaban en su negra bó%eda celeste. De hecho, una de las teorías m2s popularespara eplicar la orientación de las pir2mides es que stas imitaban, como las catedralesharían m2s tarde, la situación de ciertas estrellas del rmamento nocturno. $ero no la de unasestrellas cualesquiera, sino aquellas llamadas por sus milenarios tetos religiosos El Duat .3ajo ese nombre se conoció en !gipto a los tres astros que integran el cinturón de 4rión5nosotros las llamamos 6las tres Marías75. 8os egipcios creían que eran la puerta simbólica

por la que el #araón accedía a los reinos del m2s all2. 8as pir2mides, por tanto, #ueron6modelos7 en piedra de esa entrada0 lugares de iniciación en los que el gobernante de !giptose preparaba para el %iaje m2s importante de su eistencia" el de su muerte.

douard !churé (9:;959


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rIn, un re#ugiado político alem2n que lo inició en la literatura alemana y en la loso#ía deHegel. Alsaciano, !douard &chur posee una doble cultura lo que le da un espíritu abierto eincluso uni%ersal que se ampliar2 a1n m2s a raí/ de su encuentro con -argarita Albana. !n9:FF, &chur est2 a1n en 3erlín, #recuenta asiduamente los salones literarios que a ella leapasionan. !l 9: de octubre de 9:FF, se casa con -athilde *essler (9:FF59


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históricos, con#ería poder sobre la tierra, el ocano y los cuerpos celestes, y permitía desdeinterpretar los medios de los animales para comunicarse hasta obrar a distancia, seg1n3ergier. 8a destrucción de este antiquísimo libro #ue anunciada %arias %eces, incluso por lanquisición, pero ha reaparecido %arias %eces a lo largo de la Historia y no se descarta queahora est en poder de algunos grupos, que posean y utilicen sus secretos. !ste compendiode conocimientos cientícos, Knacido del *uegoL pero considerado KincombustibleK, seatribuye aHermes Trismegisto, el #undador de la alquimia y uno de los padres del saberhermtico. !l 8ibro de Toth jam2s ha sido %isto impreso o reproducido, y se ignora la #orma enque podía consultarse. &eg1n acques 3ergier, en la lista de presuntos tetos condenados5algunos pro%enientes de ci%ili/aciones desaparecidas5 tambin gura el Manuscrito Mathers,que originó una de las sociedades esotricas secretas m2s #amosas de la historia, la #oldenDa=n (KEl (lba DoradaK). Antoine ai%re ha se@alado que Hermes Trismegisto tiene un lugaren la tradición isl2mica, aunque el nombre de Hermes no aparece en el Jor2n. Hagiógra#os ycronistas de los primeros siglos de la Hgira isl2mica identicaron a Hermes Trismegisto condris, el nabi de las suras 9, =9, :?, a quien los 2rabes tambin identican con !noc.&eg1n Antoine ai%re, a dris5Hermes se le llama Hermes Trismegisto porque #ue triple" elprimero, comparable a Toth, era un 6héroe civili7ador 7, un iniciador en los misterios de laciencia di%ina y la sabiduría que anima el mundo, que grabó los principios de esta cienciasagrada en jeroglícos. !l segundo Hermes, el de 3abilonia, #ue el iniciador de $it2goras. !ltercer Hermes #ue el primer maestro de la alquimia. 6Nn pro#eta sin rostro7, escribe el

islamista $ierre 8ory, 6Hermes no posee características concretas, o di*erentes a esterespecto de la ma)oría de las grandes 6guras de la >iblia ) el Cor/n7.

!l "ibro de Toth, un libro legendario y tan misterioso del que no se tiene certe/a de sueistencia, comien/a a ser mencionadoinsistentemente a partir del siglo d.J. Eesultacurioso saber que aquellos alquimistas de la pocaque armaban poseer este libro su#rieronaccidentes misteriosos. 4tro dato curioso en tornoal libro de Toth es que algunas personas estudiosasarman que el saber guardado en sus p2ginas hallegado hasta nuestros días en lo que se conocecom1nmente como el Tarot , una baraja compuesta

de >: tarjetas que apareció alrededor del a@o 99BBde nuestra era. $ero, Oqu es el libro de TothPEesponder esta pregunta no es sencillo, puesaunque se tienen muchos detalles y a lo largo de lahistoria humana han aparecido numerosos relatosque aluden a este manuscrito, es imposible tener undato que resulte certero y nadie hasta ahora hao#recido pruebas contundentes de la eistencia deeste libro. &in embargo, podemos proporcionaralgunas pistas que nos permitan saber qu es estelibro y por qu ha sido tan importante" 8a creaciónde este manuscrito se remonta a la antigua culturaegipcia, algunos arman que es incluso pre%io a losegipcios, aproimadamente unos 9BBBB o =BBBBa@os antes de nuestra era. se dice que #ue obra de Toth, un escribano egipcio que alcan/ó tal nivel deconocimiento que se convirtió en el dios de la

sabiduría, gobernó sobre todos los dioses egipcios e inventó la escritura. $or talmoti%o se le representaba como un ser humano con cabe/a de ibis, con una pluma de ca@aen una mano y en la otra una paleta con la tinta que utili/aba para escribir sobre elpergamino. Toth, o Tot, plasmó, en los cerca de =BBBB %ol1menes que componen el libro, todos susconocimientos, #órmulas m2gicas para poder hablar con los animales, resucitar a los muertos,

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controlar cualquier #enómeno de la naturale/a y, en general, todo aqul que lo poseyesetendría un poder ilimitado. !s de esperar que un libro con tal conocimiento representara unriesgo para todo aqul que lo poseyera. $or ejemplo, en el 5apiro de Turis encontramos laprimer re#erencia al "ibro de Toth y en l se relata que el libro #ue quemado cuando sedescubrió una conspiración en contra del #araón. &eguramente eistían m2s copias delmanuscrito y, de alguna #orma, una de ellas llegó a manos del #araón Eamss , e incluso hayquienes arman que ste no tenía sólo una copia, sino que poseía el original que había escrito Toth. Jualquiera que #uera la realidad, al morir Eamss, el libro pasó a propiedad de su hijoGanuas quien, al darse cuenta de los secretos que el libro contenía, se asustó, o qui/2s sesintió amena/ado, y lo mandó tirar al #uego. Algunas copias del libro sobre%inieron y%ol%emos a encontrar numerosas re#erencias a este libro en distintas pocas. $ero son los

alquimistas qui/2 los que m2s hayansacado pro%echo del "ibro de Toth y m2s deuno aseguraba poseer una copia. Jomo datocurioso, todos aquellos que supuestamentetenían el libro su#rían accidentes o muertesetra@as.

Adem2s, no es di#ícil suponer que durante la!dad -edia la posesión del libro haya sido

moti%o de persecución, condena y muerte. Mel libro, por supuesto, quemado. $ero aquí noacaba el legendario "ibro de Toth+ !ntre lasmenciones m2s recientes encontramos la delcientíco (ntoine Curt de #ébelin, quien,entre 9>>Q y9>:Q, escribió los nue%e%ol1menes que comprenden la obra "emonde primiti*, y donde da etra@asre#erencias de haber tenido contacto con unlibro antiguo que contenía una gran cantidadde saberes ocultos. belin armaba adem2s

que la baraja del Tarot no es otra cosa m2s que un juego de cartas donde se resume el "ibrode Toth. Jomo podemos %er, a pesar de que eiste un sin#ín de re#erencias y cosas

sorprendentes en relación a este libro, hasta ahora no ha sido posible conrmar su eistencia. M aunque el Tarot ha estado sujeto a una serie de estudios, tampoco ha sido posibledeterminar la %eracidad de las palabras de belin. 8o 1nico que se puede armar es que el8ibro de Toth est2 rodeado de un aura de misterio que qui/2 nadie podr2 desentra@armientras no se encuentre al menos una copia del mismo. $ero, seg1n 3ergier, el mayorKitoL de los Khombres de negroL ha sido la destrucción de la 3iblioteca de Alejandría,iniciada por ulio Jsar, en el a@o ;> antes de Jristo a.J., continuada por el emperadorDiocleciano en el =:? y nali/ada en el a@o F;F por los 2rabes, que la destruyeron hasta suscimientos. !ste edicio monumental, #undado en el = a.J. por Demetrio de alera y quecontaba con departamentos de Jiencias *aturales y -atem2ticas, contenía unos setecientosmil documentos, de los cuales casi ninguno ha sobre%i%ido y entre los que al parecer seencontraban los secretos de la transmutación del oro y la plata.

!n -esoamrica #ue Ruet/alcoatl, la S!erpiente Emplumada’ , el que les dio la ci%ili/ación. M,todo parece indicar que se trataba del dios egipcio Toth (8ingish7idda para los sumerios), elhijo de !ni, quin, en Q99Q a.J. trajo a sus seguidores a#ricanos para #undar la ci%ili/ación en-esoamrica. Aunque el tiempo de su partida no ha sido especicado, tu%o que coincidir conla desaparición de sus seguidores a#ricanos, los 4lmecas, y el simult2neo nacimiento de losmayas, hacia el FBB a.J. 8a leyenda dominante en -esoamrica era su promesa de retornaren el ani%ersario de su 8-mero !ecreto ?@. M así #ue que, a mediados del primer milenio a.J.,la Humanidad se encontró sin sus %enerados dioses. M la pregunta #ue" Ocu2ndo %ol%er2nP 8aHumanidad se agarraba de la esperan/a del Eetorno y buscó un -esías. 8os $ro#etasprometieron que ello sucedería en el Ain de los Días. 8a destrucción de la 3iblioteca

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alejandrina eliminó los manuscritos delhistoriador y astrólogo 3eroso, quien in%entó elcuadrante solar semicircular y concibió unateoría sobre el conUicto entre los rayos del &ol yla 8una, la cual anticipaba las modernasin%estigaciones sobre la inter#erencia de la lu/.!ntre los manuscritos destruidos gurabanobras de $it2goras, &alomón y Hermes, parte delas cuales estarían en bó%edas secretas de laspir2mides egipcias, seg1n se arma. !ntre lostetos quemados en Alejandría, tambin guranlos de una enigm2tica ci%ili/ación (seguramentela Atlante) que precedió al antiguo !giptoconocido, y otros tetos demasiado K peligrososLpara ser di%ulgados.!n Alejandría tambin estaban las obras de

-anethón, un sabio que conocía los secretos del antiguo !gipto, y del escritor #enicio -ocus,a quien se atribuye la in%ención de la teoría atómica. Jon la destrucción, a lo largo de lossiglos, de otras grandes bibliotecas como las de Jonstantinopla, la de los Jali#as de !l Jairo,la sl2mica de Trípoli, en 8ibia, o de los Jali#as de Jórdoba, situada en !spa@a, se han perdido

cientos de miles de obras y datos cientícos, que seguramente hubieran modicado nuestra%ida y %isión del mundo. 4tro sabio presuntamente censurado por los Khombres de negroL#ue el abad Tritemo, nacido en Alemania en 9;F= y muerto en 9?9F, quien reunió en elmonasterio de &an -artín la mayor biblioteca de su país y e#ectuó unas in%estigaciones, queintentó di%ulgar en otro de los grandes libros malditos" la Esteganogra*ía, del que sólosobre%i%e un manuscrito incompleto. !l rey elipe ordenó destruir la misteriosa obra, me/clade lingIística, matem2ticas, c2bala judía y parapsicología, que in#ormaba sobre un mtodopara hipnoti/ar a distancia, por telepatía, con la ayuda de ciertas manipulaciones dellenguaje. 8a primera edición de lo que quedaba de la Esteganogra*ía se publicó en 9F9B, peroa1n epurgada, el &anto 4cio prohibió hasta 9


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&ieg#ried -oren/ ha sugerido en &eligi.n de Egipto" 6"a re*erencia a la autoría de Toth B sebasa en la antigua tradici.n, ) la ci*ra de cuarenta ) dos probablemente se debe al n-merode nomos de Egipto, ), por tanto, pretende transmitir el concepto de integridad7. $latón,en Timeo y Critias comentó que en el templo de la diosa *eit en &ais, había salas quecontenían registros históricos secretos de sus doctrinas que tenían una antigIedad de


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trans#ormación, la reno%ación de todas las cosas que hay en el-undo. Eecordemos que en esta obra, el propio Hermes aparececomo un personaje, que dialoga con Asclepio, siendo así que lacon%ersación se sit1a en el antiguo !gipto. Jomo curiosidad,a@adiremos que en el (sclepio habla Hermes de dioses que est2nen la Tierra. Al preguntarle Asclepio a Hermes dónde est2n talesdioses, Hermes le responde que en una monta@a de 8ibia y actoseguido le cambia el tema. !sos dioses se ir2n nalmente, ydejar2n a la humanidad desasistida. !ntre los tratados atribuidos aHermes Trismegisto destaca el Corpus hermeticum. &e le atribuyetambin la redacción de la Tabla de esmeralda, que #ueconsiderado por los alquimistas el libro #undacional de la al4uimia.4tras de sus obras m2s destacadas serían el 5oimandres,el)bali.n (en el cual se epresan de #orma sinttica las leyes delNni%erso), ciertos libros de poemas y el "ibro para salir al día,

tambin conocido como 6"ibro de los muertos7, por haberse encontrado ejemplares de ldentro de los sarcó#agos de algunos destacados egipcios.rente a 3abilonia, metrópoli tenebrosa del despotismo, !gipto #ue en el mundo antiguo una%erdadera ciudadela de la ciencia sagrada, una escuela para sus m2s ilustres pro#etas, unre#ugio y un laboratorio de las m2s nobles tradiciones de la Humanidad. racias a

eca%aciones inmensas, a trabajos admirables, el pueblo egipcio nos es hoy mejor conocidoque ninguna de las ci%ili/aciones que precedieron a la griega, porque nos %uel%e a abrir suhistoria, escrita sobre p2ginas de piedra. &e desentierran sus monumentos, se desci#ran sus jeroglícos, y sin embargo, nos #alta a1n penetrar en el m2s pro#undo arcano de supensamiento. !se arcano es la doctrina oculta de sus sacerdotes. Aquella doctrina,cientícamente culti%ada en los templos, prudentemente %elada bajo los misterios, nosmuestra al mismo tiempo el alma de !gipto, el secreto de su política, y su capital papel en lahistoria uni%ersal. *uestros historiadores hablan de los #araones en el mismo tono que de losdspotas de *íni%e y de 3abilonia. $ara ellos, !gipto es una monarquía absoluta yconquistadora, como Asiria, y no diere de sta m2s que en que aqulla duró algunos milesde a@os m2s. O&ospechan ellos que en Asiria la monarquía aplastó al sacerdocio para hacerde l un instrumento, mientras que en !gipto el sacerdocio disciplinó a los reyes, no abdicó jam2s ni aun en las peores pocas, arrojando del trono a los dspotas, gobernando siempre a

la nación0 y eso por una superioridad intelectual, por una sabiduría pro#unda y oculta, queninguna corporación educadora ha igualado jam2s en ning1n país ni tiempoP. Juesta trabajocreerlo. $orque, bien lejos de deducir las innumerables consecuencias de ese hecho esencial,nuestros historiadores lo han entre%isto apenas, y parecen no concederle ningunaimportancia.

&in embargo, no es preciso ser arqueólogo o lingIista para comprender que el odioimplacable entre Asiria y !gipto procede de que los dos pueblos representaban en el mundodos principios opuestos, y que el pueblo egipcio debió su larga duración a una arma/ónreligiosa y cientíca m2s #uerte que todas las re%oluciones. Desde la poca aria, a tra%s delperíodo turbulento que siguió a los tiempos %dicos hasta la conquista persa y la pocaalejandrina, es decir, durante un lapso de m2s de cinco mil a@os, !gipto #ue la #ortale/a de laspuras y altas doctrinas cuyo conjunto constituye la ciencia de los principios y que pudierallamarse la ortodoia esotrica de la antigIedad. Jincuenta dinastías pudieron sucederse y el*ilo arrastrar sus alu%iones sobre ciudades enteras. 8a in%asión #enicia pudo inundar el país yser epulsada de l. !n medio de los Uujos y reUujos de la historia, bajo la aparente idolatríade su politeísmo eterior, !gipto guardó oculto el %iejo #ondo de su teogonía y su organi/aciónsacerdotal. Csta resistió a los siglos, como la pir2mide de i/eh medio enterrada entre laarena, pero intacta. racias a esa inmo%ilidad de esnge que guarda su secreto, a esaresistencia de granito, !gipto llegó a ser el eje alrededor del cual e%olucionó el pensamientoreligioso de la Humanidad al pasar de Asia a !uropa. udea, recia, !truria, son otras tantasalmas de %ida que #ormaron ci%ili/aciones di%ersas. $ero, ODe dónde etrajeron sus ideasmadres, sino de la reser%a org2nica del %iejo !giptoP. -oiss y 4r#eo crearon dos religiones

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opuestas y prodigiosas" la una por su austero monoteísmo, la otra por su politeísmodeslumbrador. $ero, ODónde se moldeó sugenioP. ODónde encontró el uno la #uer/a,la energía, la audacia de re#undir unpueblo sal%aje como se re#unde el bronceen un horno, y dónde encontró el otro lamagia de hacer hablar a los dioses comouna lira armoni/ada con el alma de susb2rbaros embelesadosP. ' !n los templosde 4siris, en la antigua Thebas, que losiniciados llamaban la ciudad del &ol oel (rca solar , porque contenía la síntesis dela ciencia di%ina y todos los secretos de lainiciación. Todos los a@os, en el solsticio de %erano,

cuando caen las llu%ias torrenciales en la Abisinia, el *ilo cambia de color y toma ese mati/de sangre de que habla la 3iblia. !l río crece hasta el equinoccio de oto@o, y sepulta bajo susondas el hori/onte de sus orillas. $ero, en pie sobre sus mesetas graníticas, bajo el sol queciega, los templos tallados en plena roca, las necrópolis, las portadas, las pir2mides, reUejanla majestad de sus ruinas en el *ilo con%ertido en mar. Así, el sacerdote egipcio atra%esó los

siglos con su organi/ación y sus símbolos, arcanos impenetrables de su ciencia. !n aquellascriptas y en aquellas pir2mides se elaboró la admirable doctrina del erbo 8u/, de la $alabraNni%ersal, que -oiss encerrar2 en su arca de oro, y cuya antorcha %i%a ser2 Jristo. 8a%erdad es inmutable en sí misma, y sólo ella sobre%i%e a todo0 pero cambia de moradas comode #ormas y sus re%elaciones son intermitentes. K"a "u7 de 1sirisL, que en la antigIedadiluminaba para los iniciados las pro#undidades de la naturale/a y las bó%edas celestes, se haetinguido para siempre en las criptas abandonadas. &e ha reali/ado la palabra de Hermes aAslepios" I21h Egipto, Egipto3, s.lo 4uedar/n de ti */bulas increíbles para las generaciones*uturas, ) nada durar/ de ti m/s 4ue palabras grabadas en piedrasL. &in embargo, un rayo deaquel misterioso sol de los santuarios es lo que quisiramos hacer re%i%ir siguiendo la %íasecreta de la antigua iniciación egipcia, en cuanto lo permite la intuición esotrica y lare#racción de las edades. $ero antes de entrar en el templo, lancemos una ojeada sobre lasgrandes #ases que atra%esó el !gipto antes del tiempo de los Hicsos.

Jasi tan %ieja como la arma/ón de nuestros continentes, la primera ci%ili/ación egipcia seremonta a la antiquísima ra/a roja. !n una inscripción de la cuarta dinastía, se habla de laesnge como de un monumento cuyo origen se perdía en la noche de los tiempos, y quehabía sido encontrado #ortuitamente en el reinado de aquel príncipe, enterrado bajo la arenadel desierto, donde estaba ol%idado despus de muchas generaciones. M la cuarta dinastíanos lle%a a unos ;BBB a@os antes de Jristo. 1/guese por ese dato cu2l ser2 la antigIedad dela !snge. 8a esnge colosal de i/eh, situada junto a la gran pir2mide, es obra suya. !ntiempos en que el Delta, #ormado m2s tarde por los alu%iones del *ilo, no eistía a1n, elanimal monstruoso y simbólico estaba ya tendido sobre su colina de granito, ante la cadenade los montes líbicos, y miraba el mar romperse a sus pies, allí donde se etiende hoy laarena del desierto. 8a esnge, esa primera creación del !gipto, se ha con%ertido en susímbolo principal, su marca distinti%a. !l m2s antiguo sacerdocio humano la esculpió, imagende la *aturale/a tranquila y terrible en su misterio. Nna cabe/a de hombre sale de un cuerpode toro con garras de león, y repliega sus alas de 2guila a los costados. !s la sis terrestre, la*aturale/a en la unidad %i%iente de sus reinos. $orque ya aquellos sacerdotes inmemorialessabían y se@alaban que en la gran e%olución, la naturale/a humana emerge de la naturale/aanimal. !n ese compuesto del toro, del león, del 2guila y del hombre est2n tambinencerrados los cuatro animales de la %isión de !/equiel, representando cuatro elementosconstituti%os del microcosmos y del macrocosmos" el agua, la tierra, el aire y el #uego, basede la ciencia oculta. $or esta ra/ón, cuando los iniciados %ean el animal sagrado tendido en elpórtico de los templos o en el #ondo de las criptas, sentir2n %i%ir aquel misterio en sí mismosy replegar2n en silencio las alas de su espíritu sobre la %erdad interna. $orque, antes

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de (edipo, sabr2n que la cla%e del enigma de laesnge es el hombre, el microcosmos, el agentedi%ino, que re1ne en sí todos los elementos y todaslas #uer/as de la naturale/a. 8a ra/a roja no hadejado otro testigo que la esnge de i/eh0 pruebairrecusable de que había #ormulado y resuelto a sumanera el gran problema.

$sis (del griego antiguo Z[\]) es el nombre griegode una diosa de lamitología egipcia. &unombre egipcio era (st,quesignica trono,representado por el jeroglíco que portabasobre su cabe/a. ue

denominada K#ran magaK, K#ran diosa madreK,K&eina de los diosesK, KAuer7a *ecundadora de lanaturale7aK, KDiosa de la maternidad ) del nacimientoK. sis erarepresentada como mujer con el jeroglíco del

KtronoL (st sobre su cabe/a. 4tras %eces est2 sentada,ostentando un tocado con el disco solar, por ser hija de Ea, eldios &olar. $odemos %erla igualmente con alas de milano,abriendo sus bra/os para bendecir a sus de%otos e hijos,simboli/ando su maternidad0 con #orma de diosa 2rbol,amamantando al #araón. !n su %ersión antropomor#a, sis erarepresentada como una mujer que lle%aba un ajustado%estido, coronada con el KtronoL anteriormente descrito. Acomien/os de la dinastía W y en el período tardío, es representada con" Juernos y un discosolar entre ellos, al modo de la diosa Hathor, por tanto, atributos tomados de esta 1ltimadiosa0 &istro y menat, símbolos de la diosa Hathor0 Anj (anh) y cetro papiri#orme que suelelle%ar en sus manos0 Tocado en #orma de buitre, atributo de las diosas celestes. Antes de sermostrada con este tocado de buitre, portaba una corona en #orma de trono real0 Tyet (nudo de

sis), un símbolo de protección y #ertilidad.

!n la cosmogonía heliopolitana sus padres eran eb y *ut. !ra m2s prominentemitológicamente como la esposa y hermana de 4siris y la madre de Horus y #ue %eneradacomo la esposa y la madre arquetípica. $lutarco escribió un relato narrando su historia" 4siris,hermano y esposo de sis, reinaba en el antiguo !gipto con pa/, armonía y sabiduría. !l *ilo#ertili/aba la tierra y las cosechas eran abundantes. &us s1bditos eran #elices. Nn día, 4sirissalió de %iaje para conocer otras ci%ili/aciones y dejó el reino bajo el mando de su esposa sis.&eth, su en%idioso hermano, se sintió humillado pues creía que l debería gobernar y no sis.Juando el dios 4siris %ol%ió, &eth quiso hacer una gran esta de bien%enida y lan/ó undesa#ío a los in%itados" aqul que entrase en el co#re que &eth había traído, ste se loregalaba como prueba de delidad y respeto. -uchos intentaron pero el co#re resultabapeque@o o grande. 4siris, curioso, quiso probar y le encajó per#ectamente bien. &eth sabía eltama@o del hermano y era por esto que el co#re le había ser%ido como un guante.nmediatamente el hermano, junto con >= cómplices, cerraron la caja de metalhermticamente y la arrojaron al *ilo. sis, con amor y conan/a, empe/ó su tra%esía pararecuperar el cuerpo de su esposo. Despus de largas y penosas caminatas por !gipto, la diosaencontró el co#re con los restos de 4siris. $ero el drama continuó cuando &eth, en su maldadsin n, robó el cad2%er y lo cortó en catorce peda/os que, nue%amente, esparció por todo elreino. sis no se rindió y, en compa@ía de su hermana *e#tis, la esposa de &eth, recorrió cadalugar del reino. inalmente consiguieron encontrar todos los peda/os con ecepción del pene.&in embargo, sis reconstruyó a 4siris ayudada por Anubis y *e#tis, e impregnada de l


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concibió a Horus ni@o KHarp.cratesK, quien posteriormente %engaría a su padre luchandocontra &eth.8a ra/a negra que sucedió a la ra/a roja austral en la dominación de mundo, hi/o del alto!gipto su principal santuario. !l nombre de Hermes Toth, ese misterioso y primer iniciador del!gipto en las doctrinas sagradas, se relaciona sin duda con una primera y pacíca me/cla dela ra/a blanca y de la ra/a negra en las regiones de la !tiopía y del alto !gipto, largo tiempoantes de la poca aria. Hermes es un nombre genrico como -an1 y 3uddha, pues designa ala %e/ a un hombre, a una casta y a un Dios. Jomo hombre, Hermes es el primero, el graniniciador del !gipto. Jomo casta, es el sacerdocio depositario de las tradiciones ocultas. JomoDios, es el planeta -ercurio, asimilado con su es#era a una categoría de espíritus, deiniciadores di%inos. !n una palabra, Hermes preside a la región supraterrena de la iniciaciónceleste. !n la economía espiritual del mundo, todas esas cosas est2n ligadas por secretasanidades como por un hilo in%isible. !l nombre de Hermes es un talism2n que las resume, unsonido m2gico que las e%oca. De ahí su prestigio. 8os griegos, discípulos de los egipcios, lellamaron Hermes Trismegisto o tres %eces grande, porque era considerado como rey,legislador y sacerdote. Cl caracteri/a a una poca en que el sacerdocio, la magistratura y lamonarquía se encontraban reunidos en un solo cuerpo gobernante. 8a cronología egipcia de-anetón llama a esa poca el reino de los dioses. *o había entonces ni papiros ni escritura#ontica, pero la ideogra#ía eistía ya. 8a ciencia del sacerdocio estaba inscrita en jeroglícossobre las columnas y los muros de las criptas. Jonsiderablemente aumentada, pasó m2s

tarde a las bibliotecas de los templos.

8os egipcios atribuían a Hermes cuarenta y dos libros sobre la ciencia oculta. !l libro griegoconocido por el nombre de HermesTrismegisto encierra ciertamente restosalterados, pero innitamente preciosos, de laantigua teogonía, que es como el #íat lu dedonde -oiss y 4r#eo recibieron sus primerosrayos. 8a doctrina del uego $rincipio y delerbo 8u/, encerrada en la Jisi.n deHermes , ser2 como la c1spide y el centro de lainiciación egipcia. Trataremos ahora deencontrar esta %isión de los maestros, en rosa

mística que se abre en la noche del santuario yen el arcano de las grandes religiones. Jiertaspalabras de Hermes, impregnadas de sabiduríaantigua, son propias para prepararnos a ello.K8inguno de nuestros pensamientos K dice a

su discípulo Aslepios K puede concebir a Dios, ni lengua alguna puede de6nirle+ "o 4ue esincorp.reo, invisible, sin *orma, no puede ser percibido por nuestros sentidos lo 4ue eseterno, no puede ser medido por la corta regla del tiempo% Dios es, pues, ine*able+ Dios puede, es verdad, comunicar a algunos elegidos la *acultad de elevarse sobre las cosasnaturales para percibir alguna radiaci.n de su per*ecci.n suprema pero esos elegidos noencuentran palabra para traducir en lengua9e vulgar la Jisi.n inmaterial 4ue les ha hechoestremecer+ Ellos pueden explicar a la humanidad las causas secundarias de las creaciones4ue pasan ba9o sus o9os como im/genes de la vida universal, pero la causa primera 4uedavelada ) no llegaríamos a comprenderla m/s 4ue atravesando la muerteL. Así hablabaHermes del Dios desconocido, en el pórtico de las criptas.8os discípulos que penetraban con l en sus pro#undidades, aprendían a conocerle como ser%i%iente. K"a teología sabia, esotérica ' dice -. -aspro K es monoteísta desde los tiemposdel antiguo $mperio+ "a a6rmaci.n de la unidad *undamental del ser divino, se lee expresadaen términos *ormales ) de una gran energía en los textos 4ue se remontan a a4uella época+Dios es el Lno -nico, el 4ue existe por esencia, el solo 4ue vive en substancia, el sologenerador en el cielo ) en la tierra 4ue no ha)a sido engendrado+ ( la ve7 5adre, Madre eHi9o, él engendra, concibe ) es perpetuamente ) esas tres personas, le9os de dividir launidad de la naturale7a divina, concurren a su in6nita per*ecci.n+ !us atributos son% la

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inmensidad, la eternidad, la independencia, la voluntad todopoderosa, la bondad sin límites+l crea sus propios miembros 4ue son los dioses, dicen los vie9os textos+ Cada uno de esosdioses secundarios, considerados como idénticos al Dios Lno, puede *ormar un tipo nuevo dedonde emanan a su ve7, ) por el mismo procedimiento, otros tipos in*erioresF+ !l libro hablade su muerte como de la partida de un dios. KHermes vio el con9unto de las cosas, ) habiendovisto, comprendi., ) habiendo comprendido, tenía el poder de mani*estar ) de revelar+ "o 4ue pens. lo escribi. lo 4ue escribi. lo ocult. en gran parte, call/ndose con prudencia ) hablando a la ve7, a 6n de 4ue toda la duraci.n del mundo por venir buscase esas cosas+ así, habiendo ordenado a los dioses sus hermanos 4ue le sirvieran de corte9o, subi. a lasestrellasL. &e puede, en rigor, aislar la historia política de los pueblos, mas no así su historiareligiosa.

8as religiones de la Asiria, !gipto, udea yrecia no se comprenden m2s que cuandose %islumbra su punto de unión con laantigua religión indoaria. Tomadas aparte,son otros tantos enigmas y charadas0 %istasen conjunto y desde arriba, con unasoberbia e%olución donde se domina y seeplica recíprocamente. !n una palabra, la

historia de una religión ser2 siempreestrecha, supersticiosa y #alsa. &ólo hay%erdad en la historia religiosa de lahumanidad. Desde tal altura no se sientenm2s que las corrientes que dan la %uelta alglobo. !l pueblo egipcio, el m2sindependiente y el m2s cerrado de todos alas inUuencias eteriores, no pudosubstraerse a esta ley uni%ersal. Jinco mila@os antes de nuestra era, la lu/ de Eama,encendida en el r2n, irradió sobre el !gipto

y %ino a ser la ley de Ammón5E2, el dios solar de Thebas. !sa constitución le permitiódesaar tantas re%oluciones. -enes #ue el primer rey de justicia, el primer #araón ejecutor de

aquella ley. Cl se guardó bien de arrebatar al !gipto su antigua teología, que era la suyatambin, y no hi/o m2s que conrmarla y ensancharla, a@adindole una organi/ación socialnue%a" el sacerdocio, es decir, la ense@an/a, en un primer consejo0 la justicia en otro0 elgobierno en los dos0 la monarquía concebida como delegada y sometida a su scali/ación0 laindependencia relati%a de los nomos o municipalidades, como base de la sociedad. !s lo quepodemos llamar el gobierno de los iniciados. Tenía por cla%e de bó%eda una síntesis de lasciencias conocidas bajo el nombre de 4siris (1N!irN$s), el se@or intelectual. 8a gran pir2mide esun símbolo y su gnomon matem2tico. !l #araón que recibía su nombre de iniciación en eltemplo, que ejercía el arte sacerdotal y real sobre el trono, era, pues, un personaje biendistinto del dspota asirio, cuyo poder arbitrario estaba cimentado sobre el crimen y lasangre. !l #araón era el iniciado coronado, o por lo menos, el discípulo y el instrumento de losiniciados. Durante siglos, los #araones de#ender2n, contra el Asia despótica y contra la !uropaan2rquica, la le) del Morueco, que representaba entonces los derechos de la justicia y delarbitraje internacional seg1n ense@ara Eama con su ejemplo.Hacia el a@o ==BB a.J., !gipto su#rió la crisis m2s temible por la que un pueblo puedeatra%esar" la de la in%asión etranjera y de una conquista. 8a in%asión #enicia era en sí mismala consecuencia del gran cisma religioso en Asia, que había suble%ado a las masas populares,sembrado la discordia en los templos. Jonducida por los reyes pastores llamados Hicsos, esain%asión lan/ó un dilu%io sobre el Delta y el !gipto medio. 8os egipcios se reeren al pastorconstructor5dise@ador de la gran pir2mide con el nombre de ilition o ilites ( AiliNTon o AilitNTot ). !sto indica otro personaje tal %e/ di#erente a Abraham, qui/2s HermesNTot o su hijo, dequien algunos sostienen, #ue el depositario de los conocimientos del sabio egipcio. !lhistoriador judío la%io ose#o es citado por -aneto, cuando arma que en una poca #ue tan

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grande la inUuencia de los K pastoresNre)esL (hicsos) del pueblo hebreo sobre los egipcios, queestos 1ltimos Kestuvieron literalmente en sus manosL. 8a habilidad del pueblo hebreo paranegociar es conocida desde la AntigIedad, así como su etraordinaria capacidad para lasmatem2ticas y la m1sica. *o ol%idemos que #ue un judío, Albert !instein, el que cambió lahistoria del siglo WW y del mundo por %enir, al #ormular la teoría de la relati%idad. !n egipcio,la palabra hicsos signica Kgobernantes extran9erosL. 8as tribus semíticas que in%adieron!gipto en la primera parte del siglo W a. J., #undaron la 9?^ dinastía. !stas tribus nómadasestaban #ormadas por gentes %enidas de &iria y $alestina y despus de conquistar a -ens seestablecieron en A%aris, posteriormente llamada Tanis, en la margen nororiental del delta del*ilo. A n de perdurar en su dominio, establecieron un sistema de impuestos y permitieron alos príncipes de la antigua noble/a que continuaran reinando m2s all2 de -ens.

inalmente, los egipcios, durante el reinado de Amós (9?>B59?;F a. J.), #undador de la 9:^dinastía, lograron desterrar a los in%asores. !n su pasopor !gipto, los hicsos introdujeron el caballo yadoptaron las costumbres egipcias así como susnombres. &u poder militar deri%ado, entre otras cosas,del uso de coches li%ianos tirados por caballos, les diola %ictoria. De acuerdo con el historiador la%io ose#o,su habilidad como ecelentes comerciantes les abrió

las rutas de intercambio con la cultura minoica,desarrollada en la edad del bronce por los aqueos enla isla de Jreta y con la misma 3abilonia. Hasta elpresente no se conocen de los hicsos grandesmonumentos erigidos por ellos, con ecepción dealgunos obeliscos, templos y estatuas recientementeeca%ados, a no ser que la gran pir2mide hubiera sidoparte de su obra, lo cual parece poco probable, almenos de los hicsos de esa poca, pues la granpir2mide parece ser, al menos, entre ?BB y 9BBB a@osm2s antigua. De nue%o %ienen los interrogantes al

retomar el hilo de nuestra historia" OJu2les #ueron los nombres de esos hicsos, pastores5reyes, gigantes de la AntigIedadP !l hecho de que se hubieran asentado en A%aris o Tanis,

tambin llamada en la 3iblia con el nombre de Yoan (*1meros 9Q) hace de su proimidadgeogr2ca con el sitio de i/a (o i/eh), donde est2 erigida la gran pir2mide, un #actor dem2s para %incular el edicio a los hicsos. Tanis llegó a ser uno de los grandes centroscomerciales de !gipto, pero in#ortunadamente los sedimentos del *ilo hicieron que sedes%iara su tr2co comercial hacia Alejandría. !n el a@o 9>; d. J., Tanis #ue destruida debidoa una insurrección contra Eoma.!l K&elato de los enviadosL por -oiss a eplorar las tierras del delta, abre las puertas para%incular a la antigua ci%ili/ación egipcia del delta con los remanentes de una ra/a superior y,por supuesto, con los antiquísimos nelim (ra7a de gigantes), descritos en nesis F. Dice la3iblia en *1meros 9Q," K volvieron de reconocer la tierra al cabo de cuarenta días+ anduvieron ) vinieron a Moisés ) a (ar.n, ) a toda la congregaci.n de los hi9os de $srael, enel desierto de 5ar/n, en Cadés, ) diéronles la respuesta, ) a toda la congregaci.n, ) lesmostraron el *ruto de la tierra+ le contaron ) di9eron% 8osotros llegamos a la tierra a la cualnos enviaste, la 4ue ciertamente Ou)e leche ) miel ) este es el *ruto de ella+ Mas el pueblo4ue habita a4uella tierra es *uerte, ) las ciudades mu) grandes ) *uertes ) también vimos allí los hi9os de (nac+ (malec habita la tierra del mediodía ) el hetheo, ) el 9ebuseo, ) elamorrheo, habitan en el monte ) el cananeo habita 9unto a la mar ) a la ribera del ord/n+Entonces Caleb hi7o callar el pueblo delante de Moisés, ) di9o% !ubamos luego, ) pose/mosla4ue m/s podremos 4ue ella+ Mas los varones 4ue subieron con él, di9eron% 8o podremos subir contra a4uel pueblo, por4ue es m/s *uerte 4ue nosotros+ vituperaron, entre los hi9os de$srael, la tierra 4ue habían reconocido, diciendo% "a tierra por donde pasamos parareconocerla, es tierra 4ue traga a sus moradores ) todo el pueblo 4ue vimos en medio de

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ella, son hombres de grande estatura+ También vimos allí gigantes, hi9os de (nac, ra7a de losne6lim% ) éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas ) así les parecíamos a ellosL.

*ing1n relato de estos eploradores menciona en#orma especíca a la gran pir2mide, pero sí hacere#erencia a ciudades grandes y #uertes. !stoplantea la pregunta de si la gran pir2mide yaestaba construida en ese tiempo o de si sudescripción #ue omitida por los eploradores. 8a#rase Kciudades mu) grandes ) *uertesL puedeencerrar monumentos como la gran pir2mide, perouna de las cosas que m2s asombra es la distinciónhecha entre Khombres de grande estaturaL yKgigantesL o Kra7a de los ne6limL, descendientesde Anac (OAtlasP). &i los Ke xploradoresL %isitaron, ono, la antiquísima ciudad de 3ubastis en el delta

del *ilo, %inculada a la %eneración de la diosa #elina 3ast o 3astet, y cuyas eca%aciones#ueron comen/adas en 9::F, no lo sabemos. 8o importante aquí es conocer que ya para esapoca eistía una ci%ili/ación a%an/ada de la cual se han desenterrado ruinas pertenecientesal tercer milenio a. J. Durante los siglos W a W a. J., es muy posible que las relaciones

comerciales de Tanis y 3ubastis hubieran sido estrechas o, por el contrario, hubieran sidociudades ri%ales. !l hecho de que los pastores5reyes (hicsos) hubieran escogido el delta para#undar a Yoan (Tanis) es muy e%idente. 8a #ertilidad del suelo, el acceso #2cil al -editerr2neoy la proimidad de otros centros de comercio hicieron de ello ra/ones poderosas paraestablecerse allí, así como la #acilidad de reali/ar un %ínculo comercial con la Uorecienteci%ili/ación de la isla de Jreta. 8a ciudad de 3ubastis #ue destruida por los persas en el a@oQ?B a. J., lo cual hi/o que Tanis perdurase =99 a@os m2s como centro de comercio, antes deser destruida por los romanos. De estos estudios se deduce que la cronología de los hicsos nose ajusta con la ;^ dinastía, en la que reinara el #araón Geops, la cual es casi mil a@os m2santigua que la #undación de Tanis, a menos que Kel corto tiempoL en que permanecieron lospastores5reyes o sus descendientes en !gipto y a que se reeren las crónicas, hubiese duradoun milenio.Nno de los comentarios cl2sicos escritos del "ibro de (pocalipsis en los a@os 9:>Bs #ue hecho

por oseph A. &eiss (9:=Q59


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oseph &eiss nos dice que mientras el objeto de Mah% es con%encer a ob de su incompetencia para ju/garlo y comprenderlo, implícitamente el tetoindica que lo que Dios est2 diciendo es" KT- pusistelos cimientos de la gran estructura en Egipto, pero:d.nde estabas t- cuando )o puse los cimientos dela gran pir/mide 4ue es la Tierra< T- reali7aste lasmedidas de la gran pir/mide en Egipto, pero :4uiénhi7o las medidas de la Tierra ) estrech. su líneasobre ella< T- aseguraste sobre agu9eros loscimientos de la pir/mide en Egipto Qla gran pir/mideest/ construida sobre cuatro per*oraciones oagu9eros en la piedraR+ 5ero, acaso, :d.nde est/nasegurados los cimientos de la Tierra< T- colocastela piedra 4ue corona la cima de la pir/mide enmedio de cantos de 9-bilo, pero :4uién puso la piedra angular de la Tierra cuando los /ngeles de lamaPana cantaron a coro ) todos los hi9os de Diosgritaron de alegría


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racias a esta organi/ación se%era, la iniciaciónegipcia llegó a ser, no solamente el re#ugio de ladoctrina esotrica, sino tambin el crisol de unaresurrección nacional y la escuela de las religiones#uturas. -ientras los usurpadores coronadosreinaban en -emphis, Thebas se preparabalentamente para la regeneración del país. De sutemplo, de su arca solar, salió el sal%ador del !gipto,Amos, que arrojó a los Hicsos del país despus denue%e siglos de dominación, restauró la cienciaegipcia en sus derechos y la religión %iril de 4siris.De este modo los -isterios sal%aron el alma del!gipto de la tiranía etranjera, y esto para bien de la

humanidad. $orque tal era entonces la #uer/a de su disciplina, el poder de su iniciación, queencerraba en sí una mejor #uer/a moral, su m2s alta selección intelectual. 8a iniciaciónantigua reposaba sobre una concepción del hombre a la %e/ m2s sana y m2s ele%ada que lanuestra. *osotros hemos disociado la educación del cuerpo de la del alma y del espíritu.*uestras ciencias #ísicas y naturales, muy a%an/adas en sí mismas, hacen abstracción delprincipio del alma y de su di#usión en el uni%erso0 nuestra religión no satis#ace las

necesidades de la inteligencia, nuestra medicina no quiere saber nada ni del alma ni delespíritu. !l hombre contempor2neo busca el placer sin la #elicidad, la #elicidad sin la ciencia, yla ciencia sin la sabiduría. 8a antigIedad no admitía que se pudiesen separar tales cosas. !ntodos los dominios, ella tenía en cuenta la triple naturale/a del hombre. 8a iniciación era unadiestramiento gradual de todo el ser humano hacia las cimas %ertiginosas del espíritu, desdedonde se puede dominar la %ida.K5ara alcan7ar la maestría K decían los sabios de entonces K el hombre tiene necesidad deuna re*undici.n total de su e9ercicio simult/neo de la voluntad, de la intuici.n ) delra7onamiento+ 5or su completa concordancia, el hombre puede desarrollar sus *acultadeshasta límites incalculables+ El alma tiene sentidos dormidos% la iniciaci.n los despierta+ 5or medio de un estudio pro*undo, una aplicaci.n constante, el hombre puede ponerse enrelaci.n consciente con las *uer7as ocultas del universo+ 5or un es*uer7o prodigioso, puedealcan7ar la per*ecci.n espiritual directa, abrirse las vías del m/s all/, ) hacerse capa7 de

dirigirse a ellas+ Entonces, solamente, puede decir 4ue ha vencido al destino ) con4uistado sulibertad divina+ Entonces s.lo, el iniciado puede llegar a ser iniciador, pro*eta ) teurgo, esdecir% vidente ) creador de almas+ 5or4ue s.lo el 4ue se domina a sí mismo puede dirigir a losotros s.lo es libre el 4ue puede libertarse, -nicamente puede emancipar el 4ue est/emancipadoL. Así pensaban los iniciados antiguos. 8os m2s grandes de entre ellos %i%ían yobraban en consecuencia. 8a %erdadera iniciación era una cosa bien distinta a un sue@onue%o, y mucho m2s que una simple ense@an/a cientíca, era la creación de un alma por sí misma, su germinación sobre un plano superior, su Uoración en el mundo di%ino.

Trasladmonos al tiempo de los Eamss, a la poca de -oiss y de 4r#eo, hacia el a@o 9QBBa. J., y tratemos de penetrar en el cora/ón de la iniciación egipcia. 8os monumentosgurados, los libros de Hermes, la tradición judía y griega, permiten hacer re%i%ir sus #asesascendentes y #ormarnos una idea de su m2s alta re%elación. !n tiempo de los Eamss, laci%ili/ación egipcia resplandecía en el apogeo de su gloria. 8os #araones de la WW dinastía,discípulos y porta5espadas de los santuarios, sostenían como %erdaderos hroes la luchacontra 3abilonia. 8os arqueros egipcios hostigaban a los 8ibios, los 3odrones y los *1midas,hasta en el centro del _#rica. Nna Uota de cuatrocientas %elas perseguía a la liga de loscism2ticos hasta las bocas del rio ndo. $ara resistir mejor al choque de la Asiria y de susaliados, los Eamss habían tra/ado caminos estratgicos hasta el 8íbano, y construido unacadena de #uertes entre -ageddo y Garemish. nterminables cara%anas aUuían por eldesierto, de Eadasich a !le#antina. 8os trabajos de arquitectura continuaban sin descanso yocupaban a obreros de tres continentes. !ra reparada la sala hipóstila de Garna, cuyospilares alcan/an la altura de la columna endóme, monumento parisino de ;; metros de

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altura, situado en la $la/a end`me, en el primer distrito de laciudad, que #ue erigida por orden de *apoleón 3onaparte,para celebrar su %ictoria en la batalla de Austerlit/. !l templode Abydos se enriquecía con mara%illas escultóricas, y el %allede les reyes con monumentos grandiosos. &e construía en3ubasta, en 8usor, en &peos e bsambul. !n Thebas un arcode triun#o recordaba la toma de Gadesh. !n -emphis, elEameseum se ele%aba rodeado de un bosque de obeliscos, deestrellas, de monolitos gigantescos.!n medio de aquella acti%idad #ebril, de aquella %idadeslumbradora, m2s de un etranjero aspirante a los -isterios,%enido de las playas lejanas del Asia -enor o de las monta@asde la Tracia, llegaba a !gipto, atraído por la reputación de sustemplos. Nna %e/ en -emphis, quedaba asombrado.

-onumentos, espect2culos, estas p1blicas, todo le daba la impresión de la opulencia, de lagrande/a. Despus de la ceremonia de la consagración real, que se hacía en el secreto delsantuario, %eía al #araón salir del templo, ante la multitud, y subir sobre su pa%s lle%ado pordoce ociales de su estado mayor. Ante l, doce jó%enes ministros del culto lle%aban, sobrecojines bordados en oro, las insignias reales" el cetro de los 2rbitros con cabe/a de morueco,la espada, el arco y la ma/a de armas. Detr2s iba la casa del rey y los colegios sacerdotales,

seguidos de los iniciados en los grandes y peque@os misterios. 8os pontíces lle%aban la tiarablanca, y su pectoral chispeaba con el #uego de las piedras simbólicas. 8os dignatarios de lacorona lle%aban las condecoraciones del Jordero, del -orueco, del 8eón, del 8ys, de la Abeja,suspendidas de cadenas maci/as admirablemente trabajadas. 8as corporaciones cerraban lamarcha con sus emblemas y sus banderas desplegadas. anse a este e#ecto las pinturasmurales de los templos de Thebas, reproducidas en el libro deArancois "enormant , y elcapitulo sobre !gipto en "a mission des ui*s, de M+ !aíntNves d’(lve)dre.

$or la noche, barcas magnícamente empa%esadaspaseaban sobre lagos articiales a las realesorquestas, en medio de las cuales se perlaban, enposturas hier2ticas, las bailarinas y tocadoras detiorba. $ero aquella pompa aplastante no era lo quel buscaba. !l deseo de penetrar el secreto de las

cosas, la sed de saber" he ahí lo que le traía de tanlejos. &e le había dicho que en los santuarios de!gipto %i%ían magos, hiero#antes en posesión de laciencia di%ina. Cl tambin quería entrar en el secretode los dioses. Había oído hablar a un sacerdote desu país del "ibro de los muertos , de su rollomisterioso que se ponía bajo la cabe/a de las

momias como un %i2tico, y que contaba, bajo una #orma simbólica, el %iaje de ultratumba delalma, seg1n los sacerdotes de Ammón5E2. Cl había seguido con 2%ida curiosidad y un ciertotemblor interno me/clado de duda, aquel largo %iaje del alma despus de la %ida0 suepiación en una región abrasadora0 la puricación de su en%oltura sideral0 su encuentro conel mal piloto sentado en una barca con la cabe/a %uelta, y con el buen piloto que mira de#rente0 su comparecencia ante los cuarenta y dos jueces terrestres0 su justicación por Toth0en n, su entrada y transguración en la lu/ de 4siris. $odemos ju/gar del poder de aquellibro y de la re%olución total que la iniciación egipcia operaba a %eces en los espíritus, poreste pasaje del "ibro de los muertos: KEste capítulo *ue encontrado en Herm.polis enescritura a7ul sobre una losa de alabastro, a los pies del Dios Toth QHermesR, del tiempo delre) MenSara, por el príncipe Hastate*, cuando iba de via9e para inspeccionar los templos+"lev. él la piedra al templo real+ 21h gran secreto3 él no vio m/s ni o). m/s cuando le).a4uel capítulo puro ) santo no se aproxim. m/s a ninguna mu9er ni comi. m/s carne ni pescadoL. $ero ORu había de %erdadero en aquellas narraciones turbadoras, en aquellas im2geneshier2ticas tras las cuales se es#umaba el terrible misterio de ultratumbaP ' sis y 4siris lo

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saben ' le decían. $ero ORuines eran aquellos dioses de quienes sólo se hablaba con undedo sobre los labiosP. $ara saberlo el etranjero llamaba a la puerta del gran templo de Thebas o de -emphis. arios ser%idores le conducían bajo el pórtico de un patio interior,cuyos pilares enormes parecían lotos gigantescos, sosteniendo por su #uer/a y pure/a al arcasolar, el templo de 4siris. !l hiero#ante se aproimaba al recin llegado. 8a majestad de sus#acciones, la tranquilidad de su rostro, el misterio de sus ojos negros, impenetrables, perollenos de lu/ interna, inquietaban ya algo al postulante. Aquella mirada penetraba como unpun/ón. !l etranjero se sentía #rente a un hombre a quien sería imposible ocultar nada. !lsacerdote de 4siris interrogaba al recin llegado sobre su ciudad natal, sobre su #amilia ysobre el templo donde había sido instruido. &i en aquel corto pero incisi%o eamen se le ju/gaba indigno de los misterios, un gesto silencioso, pero irre%ocable, le mostraba la puerta.$ero si el sacerdote encontraba en el aspirante un deseo sincero de la %erdad, le rogaba quele siguiera. Atra%esaba pórticos, patios interiores, luego una a%enida tallada en la roca a cieloabierto y bordeada de obeliscos y de esnges, y por n se llegaba a un peque@o templo queser%ía de entrada a las criptas subterr2neas. 8a puerta estaba oculta por una estatua de sisde tama@o natural.

8a diosa sentada tenía un libro cerrado sobre susrodillas, en una actitud de meditación y derecogimiento. &u cara estaba cubierta con un %elo. &e

leía bajo la estatua" “ 8ing-n mortal ha levantado mivelo”. ' Aquí est2 la puerta del santuario oculto 'decía el hiero#ante '. -ira esas dos columnas. 8a rojarepresenta la ascensión del espíritu hacia la lu/ de4siris0 la negra signica la cauti%idad en la materia, yen esta caída puede llegarse hasta el aniquilamiento.Jualquiera que aborde nuestra ciencia y nuestradoctrina, juega en ello su %ida. 8a locura o la muerte" heahí lo que encuentra el dbil o el mal%ado0 los #uertes ylos buenos 1nicamente encuentran aquí la %ida y lainmortalidad. -uchos imprudentes han entrado por esapuerta y no han %uelto a salir %i%os. !s un abismo queno muestra la lu/ m2s que a los intrpidos. EeUeiona

bien en lo que %as a hacer, en los peligros que %as acorrer, y si tu %alor no es un %alor a toda prueba,

renuncia a la empresa. $orque una %e/ que esa puerta se cierre, no podr2s %ol%erte atr2s. '&i el etranjero persistía en su %oluntad, el hiero#ante le %ol%ía a lle%ar al patio eterior y ledejaba en manos de los ser%idores del templo, con los que tenía que pasar una semana,obligado a hacer los trabajos m2s humildes, escuchando los himnos y haciendo lasabluciones. &e le ordenaba el silencio m2s absoluto.Aquí quiero hacer re#erencia a un misterioso libro, titulado $sis sin velo (título original" K$sisLnveiledK), que es una de las obras m2s importantes de Helena $etro%na 3la%atsy, que #ueuna de los #undadores de la &ociedad Teosóca. !l libro #ue publicado el =< de septiembre de9:>>, siendo la obra m2s importante de la autora hasta la publicación de "a Doctrina!ecreta en 9:::, el libro que complementó y amplió las ideas que habían sido presentadas enKsis sin %eloL. 8a obra comen/ó a ser escrita en thaca, !stados Nnidos. -2s adelante, laautora regresó a la ciudad de *ue%a Mor, donde ella concluyó el libro. sis sin %elo es unaetensa eposición de ideas de Teoso#ía, de la que 3la%atsy era una de los di%ulgadorasprincipales. &eg1n la propia 3la%atsy, no era ella la autora del libro, sino que #ue escrita porinspiración de los -ahatmas, sus instructores del Tibet, usando un proceso llamado Tulu, queno es un proceso medi1mnico. !l libro describe historia, y el desarrollo de las ciencias ocultas,la naturale/a y el origen de magia, las raíces del cristianismo, los errores de la teología delcristianismo y los errores establecidos por la ciencia ortodoa. &e compone de dos%ol1menes, el primero centrado sobre ciencias, y el segundo en la religión. 8os dos%ol1menes apoyan la idea del espiritualismo, y gran parte del contenido teoso/a de acuerdocon l. !l %olumen sobre ciencias trata de mostrar cómo la ciencia puede llegar a ser tan

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dogm2tica como la religión, y traicionar su propio mtodo cientíco negando lo espiritual sinpruebas cientícas deniti%as. !l %olumen sobre religión epone la hipocresía de lasreligiones, centr2ndose en cómo y dónde se ha des%iado de sus orígenes, mientras quesimult2neamente sigue el rastro de las doctrinas de los místicos y de los lóso#os m2srespetados enla/2ndolos con una raí/ espiritual com1n. Jon m2s de 9QBB p2ginas, el libromuestra un gran conocimiento de 3la%atsy en los temas que la obra trata. &eg1n el críticoingls uillermo !mmett Joleman, para escribir $sis sin velo, 3la%atsy necesitaría haberestudiado 9;BB libros, lo cu2l sería imposible para alguien que %iajaba constantemente conuna cantidad peque@a de libros en su biblioteca personal.8legaba la noche de la prueba. Dos neócoros u ociantes %ol%ían a lle%ar al aspirante a lapuerta del santuario oculto. &e entraba en un %estíbulo negro sin salida aparente. A los doslados de aquella sala l1gubre, a la lu/ de las antorchas el etranjero %eía una la de estatuascon cuerpos de hombre y cabe/as de animales0 de leones, de toros, de a%es de rapi@a, deserpientes que parecían mirar su paso sonriendo con ironía. Al n de aquella siniestraa%enida, que se atra%esaba en el m2s pro#undo silencio, había una momia y un esqueletohumanos en pie y #rente a #rente. M con un gesto mudo los dos neócoros mostraban al no%icioun agujero en la pared, #rente a l. !ra la entrada de un pasadi/o tan bajo que no se podíapenetrar en l m2s que arrastr2ndose. ' A1n puedes %ol%er atr2s ' decía uno de losociantes '. 8a puerta del santuario a1n no se ha %uelto a cerrar. &i no quieres, tienes quecontinuar tu camino por ahí y sin %ol%er atr2s. ' -e quedo ' decía el no%icio, reuniendo todo

su %alor. &e le daba entonces una peque@a l2mpara encendida. 8os neócoros se marchaban ycerraban con estrpito la puerta del santuario. Ma no había que dudar" era preciso entrar en elpasadi/o. Apenas se había desli/ado en l, arrastr2ndose de rodillas con su l2mpara en lamano, cuando oía una %o/ en el #ondo del subterr2neo" K (4uí perecen los locos 4ue codicianla ciencia ) el poderL. racias a un mara%illoso e#ecto de ac1stica, aquellas palabras eranrepetidas siete %eces por ecos distanciados. !ra preciso a%an/ar sin embargo0 el pasadi/o seensanchaba, pero descendía en pendiente cada %e/ m2s r2pida.!n n, el %iajero se encontraba #rente a un embudo que conducía a un agujero" una escala dehierro se perdía en l0 el no%icio se a%enturaba a bajar. !n el 1ltimo escalón, su miradaasustada se hundía en un po/o horrible. &u pobre l2mpara de na#ta, que apretabacon%ulsamente en su temblorosa mano, proyectaba un %ago resplandor en tinieblas sin#ondo ORu hacerP. &obre l, la %uelta imposible0 bajo l, la caída en el %acío, la nocheespantosa. !n aquella angustia, distinguía una grieta en el terreno por su i/quierda. Agarrado

con una mano a la escala, etendiendo su l2mpara con la otra, %eía unos escalones. VNnaescaleraX, era la sal%ación. &e lan/aba por ella0 subía, se escapaba del abismo. 8a escalera,atra%esando la roca como una barrena, subía en espiral. !n n, el aspirante se encontrabaante una reja de bronce que daba a una ancha galería sostenida por grandes cari2tides. !nlos inter%alos, sobre el muro, se %eían dos las de #rescos simbólicos. Había once en cadalado, dulcemente iluminados por l2mparas de cristal que tenían en sus manos las bellascari2tides. Nna cari/tide es una gura #emenina esculpida, con #unción de columna o pilastra,con un entablamento que descansa sobre su cabe/a. !l m2s típico de los ejemplos esla Tribuna de las Cari/tides en el !recteión, uno de los templos de la Acrópolis ateniense enAtenas. &u nombre, que quiere decir habitantes de la ciudad de Jaria, en 8aconia, %iene,seg1n se decía, de que siendo esta ciudad aliada de los persas durante las uerras -dicas,sus habitantes #ueron eterminados por los otros griegos y sus mujeres #ueron con%ertidas enescla%as, y condenadas a lle%ar las m2s pesadas cargas. &e las esculpe a ellas, en lugar decolumnas típicamente griegas, para que estn condenadas durante toda la eternidad aaguantar el peso del templo. &i la gura es masculina, se llama atlante o telamón.

Nn mago llamado pastophoro (guardi2n de los símbolos sagrados) abría la %erja al no%icio y leacogía con una sonrisa ben%ola. 8o #elicitaba por haber soportado con #elicidad la primeraprueba, y luego, conducindole a tra%s de la galería, le eplicaba las pinturas sagradas. 3ajocada una de aquellas pinturas había una letra y un n1mero. 8os %eintidós símbolosrepresentaban los %eintidós primeros arcanos y constituían el al#abeto de la ciencia oculta, esdecir, los principios absolutos, las cla%es uni%ersales que, aplicadas por la %oluntad, secon%ierten en la #uente de toda sabiduría y de todo poder. !sos principios se jaban en la

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memoria por su correspondencia con las letras de la lengua sagrada y con los n1meros quese ligan a esas letras. Jada letra y cada n1meroepresa en aquella lengua una ley ternaria, quetiene su repercusión en el mundo divino , enel mundo intelectual y en el mundo *ísico. Delmismo modo que el dedo que toca una cuerda de lalira hace resonar una nota de la gama y %ibrar todassus armónicas, así el espíritu que contempla todaslas %irtualidades de un n1mero y la %o/ quepronuncia una letra con la conciencia de su alcance,e%ocan un poder que repercute en los tres mundos.De este modo, la letra A, que corresponde aln1mero 9, epresa en el mundo divino: el &erabsoluto que emanan todos los seres0 en el mundo

intelectual: la unidad, manantial y síntesis de los n1meros0 en el mundo *ísico: el hombre,c1spide de los seres relati%os que, por la epresión de sus #acultades, se ele%a en las es#erasconcntricas del innito. !l arcano 9 se representaba entre los egipcios por un mago %estidode blanco, con un cetro en la mano y la #rente ce@ida por una corona de oro. !l ropaje blancosignicaba la pure/a, el cetro el dominio, la corona de oro la lu/ uni%ersal. !l no%icio sehallaba lejos de comprender todo lo que oía de etra@ó y de nue%o. $ero desconocidas

perspecti%as se entreabrían ante l a las palabras del past.phoro, ante aquellas hermosaspinturas que le miraban con la impasible gra%edad de los dioses. Tras cada una de ellas,entre%eía por rel2mpagos de intuición toda una serie de pensamientos y de im2geness1bitamente e%ocadas.&ospechaba por la primera %e/ la parte interna del mundo por la cadena misteriosa de lascausas. Así, de letra en letra, de n1mero en n1mero, el maestro eplicaba al discípulo elsentido de los arcanos, y le conducía por $sis Lrania al Carro de 1siris ; por la torre derribada por el ra)o a la estrella Oamígera , y, en n, a la corona de los magos.K s/belo bien K decíael past.phoro K lo 4ue signi6ca esa corona% toda voluntad 4ue se une a Dios para mani*estar la verdad ) obrar la 9usticia, entra desde esta vida en participaci.n del poder divino sobre losseres ) sobre las cosas, recompensa eterna de los espíritus libertados L. Al oír hablar almaestro, el neóto eperimentaba una me/cla de sorpresa, de temor y de admiración. !ranlos primeros resplandores del santuario, y la %erdad entre%ista le parecía la aurora de una

di%ina reminiscencia. $ero las pruebas no habían terminado. Al concluir de hablar,el past.phoro abría una puerta que daba acceso a una nue%a bó%eda estrecha y larga, a cuyaetremidad chisporroteaba una enorme hoguera. K5ero 2eso es la muerte3L, decía el no%icio, ymiraba a su guía temblando. KHi9o mío K respondía el pastophoro K, la muerte s.lo espantaa las naturale7as abortadas+ o he atravesado en otros tiempos a4uella llama como un campode rosasL. M la %erja de la galería de los arcanos se %ol%ía a cerrar tras el postulante. Alaproimarse a la barrera de #uego, se daba cuenta de que la hoguera se reducía a una ilusiónóptica creada por maderas resinosas, dispuestas al tresbolillo sobre unas rejas. Nn senderotra/ado en medio le permitía pasar r2pidamente al otro lado. A la prueba de *uego sucedía la prueba del agua. !l aspirante tenía que atra%esar una agua muerta y negra al resplandor deun incendio de na#ta que se encendía tras de l, en la c2mara del #uego.Despus de esto, los ociantes le conducían, tembloroso a1n, a una gruta oscura en la que nose %eía m2s que un lecho mullido, misteriosamente iluminado por la semioscuridad de unal2mpara de bronce suspendida en la bó%eda. 8e secaban, rociaban su cuerpo con esenciasequisitas, le re%estían con un traje de no lien/o y le dejaban solo, despus de haberledicho" KDescansa, medita ) espera al hiero*anteL. !l no%icio etendía sus miembros #atigadossobre el tapi/ suntuoso de su lecho. Despus de las emociones di%ersas, aquel momento decalma le parecía dulce. 8as pinturas sagradas que había %isto, todas aquellas gurasetra@as, las esnges, las cari2tides, %ol%ían a pasar ante su imaginación. O$or qu una deaquellas pinturas le obsesionaba como una alucinaciónP eía obstinadamente el arcano Wrepresentado por una rueda suspendida por su eje entre dos columnas. De un ladosube Hesmanubis, el genio del 3ien, bello como un jo%en e#ebo0 del otro, Tiph.n, el genio del-al, que con la cabe/a hacia abajo se precipita al abismo. !ntre los dos, en la parte superior

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de la rueda, se hallaba sentada unaesnge con una espada en sus garras.!l %ago /umbido de una m1sicalasci%a que parecía partir del #ondo dela gruta, hacía des%anecer aquellaimagen. !ran sones ligeros eindenidos, de una languide/ triste eincisi%a. Nn ta@ido met2lico ecitabasu oído, me/clado con arpegios ysonidos de Uauta, suspiros jadeantescomo un aliento abrasador. !n%ueltoen un sue@o de #uego, el etranjerocerraba los ojos. Al %ol%erlos a abrir,

%eía a algunos pasos de su lecho una aparición trastornadora de %ida y de in#ernal seducción.Nna mujer de *ubia, %estida con gasa de p1rpura transparente, un collar de amuletos a sucuello, parecida a las sacerdotisas de los misterios de -ylitta, estaba allí en pie, cubrindolecon su mirada y manteniendo en su mano una copa coronada de rosas. Tenía ese tipo nubio cuya sensualidad intensa y chispeante concentra todas las potencias delanimal #emenino" pómulos salientes, nari/ dilatada, labios gruesos como un #ruto rojo ysabroso. &us ojos negros brillaban en la penumbra. !l no%icio se había le%antado y,

sorprendido, no sabiendo si debía temblar o regocijarse, cru/aba instinti%amente sus manossobre el pecho. $ero la escla%a a%an/aba a pasos lentos, y, bajando los ojos, murmuraba en%o/ baja" I:Tienes miedo de mí, bello extran9ero


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pueblos, la medicina, la arquitectura y la m1sica sagrada. !n aquel largo aprendi/aje no teníasólo que conocer, sino de%enir" ganar la #uer/a por medio del renunciamiento.8os sabios antiguos creían que el hombre no posee la %erdad m2s que cuando sta llega a seruna parte de su ser íntimo, un acto espont2neo del alma. $ero en ese pro#undo trabajo de

asimilación, se dejaba al discípuloabandonado a sí mismo. &us maestros no leayudaban en nada, y con #recuencia lechocaba su #rialdad, su indi#erencia. 8e%igilaban con atención0 le obligaban a seguirreglas inUeibles0 se eigía de l unaobediencia absoluta0 pero no le re%elabannada m2s all2 de ciertos límites. A susinquietudes, a sus preguntas, se le respondía"KEspera ) traba9aL. !ntonces se mani#estabanen l rebeldías repentinas, pesares amargos,sospechas horribles. O&e había con%ertido enescla%o de audaces impostores o de magos

negros, que subyugaban su %oluntad con un n in#ameP. 8a %erdad huía0 los dioses leabandonaban0 estaba solo y era prisionero del templo. 8a %erdad se le había aparecido bajo lagura de una esnge. Ahora la esnge le decía" Ko so) la dudaL. M la bestia alada con su

cabe/a de mujer impasible y sus garras de león, se lo lle%aba para desgarrarlo en la arenaardiente del desierto. $ero a esas pesadillas sucedían horas de calma y de presentimientodi%ino. Jomprendía entonces el sentido simbólico de las pruebas por que había atra%esado alentrar en el templo. $orque el po/o sombrío donde había estado a punto de caer, era menosnegro que el abismo de la insondable %erdad0 el #uego que había atra%esado, era menosterrible que las pasiones que quemaban a1n su carne0 el agua helada y tenebrosa en quehabía tenido que sumergirse, era menos #ría que la duda en que su espíritu se hundía y seahogaba en las malas horas.

!n una de las salas del templo se alineaban en dos las aquellas mismas pinturas sagradasque le habían eplicado en la cripta durante la noche de laspruebas, y que representaban los %eintidós arcanos. Aquellosarcanos que se dejaban entre%er en el umbral mismo de la

ciencia oculta, eran las columnas de la teología0 pero erapreciso haber atra%esado toda la iniciación paracomprenderlos. Despus, ninguno de los maestros le había%uelto a hablar m2s de aquello. 8e permitían solamentepasearse en aquella sala y meditar sobre aquellos signos.$asaba allí largas horas solitarias. $or aquellas guras castascomo la lu/, gra%es como la !ternidad, la %erdad in%isible eimpalpable se inltraba lentamente en el cora/ón del neóto.!n la muda sociedad de aquellas di%inidades silenciosas y sinnombre, de las que cada una parecía presidir a una es#era de la%ida, comen/aba a eperimentar algo nue%o" al principio, unareconcentración en el #ondo de su ser0 luego, una especie dedesligamiento del mundo que le hacía ele%arse por encima de

las cosas. A %eces, preguntaba a uno de los magos" I:!e me permitir/ alg-n día respirar larosa de $sis ) ver la lu7 de 1siris


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amigos. 8o que eperimentaba por momentos era la desaparición de su yo terrestre y elnacimiento de otro yo m2s puro y m2s etreo. !n este sentimiento, a %eces ocurría que seprosternaba ante las escaleras del cerrado santuario. !ntonces ya no había en l rebeldía, niun deseo cualquiera, ni un pesar. &ólo había un abandono completo de su alma a los Dioses,una oblación per#ecta a la %erdad. I21h $sis3 K decía l en su oración K puesto 4ue mi almas.lo es una l/grima de tus o9os, 4ue ella caiga en rocío sobre otras almas, ) 4ue al morir por ello, sienta )o su per*ume subir hacia ti+ Heme a4uí presto al sacri6cioL. Despus de una deaquellas oraciones mudas, el discípulo en tasis %eía en pie a su lado, como una %isión salidadel suelo, al hiero#ante en%uelto en los c2lidos resplandores del poniente. !l maestro parecíaleer todos los pensamientos del discípulo, penetrar todo el drama de su %ida interior. ' K Hi9omío K decía K, la hora se aproxima en 4ue se te revelar/ la verdad+ 5or4ue t- la has presentido )a, descendiendo al *ondo de ti mismo ) encontrando allí la vida divina+ Jas aentrar en la grande, en la ine*able comuni.n de los iniciados+ 5or4ue eres digno de ello por la pure7a de tu cora7.n, por tu amor a la verdad ) tu *uer7a de renunciamiento+ 5ero nadie*ran4uea el umbral de 1siris sin pasar por la muerte ) por la resurrecci.n+ Jamos aacompaParte a la cripta+ 8o temas, pues eres )a uno de nuestros HermanosL.

Al llegar el crep1sculo, los sacerdotes de4siris, lle%ando antorchas, acompa@aban alnue%o adepto a una cripta baja sostenida por

cuatro columnas apoyadas sobre esnges. !nun etremo se encontraba un sarcó#agoabierto, tallado en m2rmol. 8os arqueólogoshan %isto en el sarcó#ago de la gran pir2midede i/eh, durante largo tiempo y en base a lodicho por Herodoto, la tumba del rey&esostris. $ero Herodoto no era un iniciado, ylos sacerdotes egipcios no le han conadom2s que narraciones sin %alor y cuentospopulares. $ero los reyes de !gipto tenían sus

sepulturas en otras partes. 8a estructura interior tan rara de la pir2mide prueba que debíaser%ir para las ceremonias de la iniciación y pr2cticas secretas de los sacerdotes de 4siris. &eencuentran allí el 5o7o de la verdad, que hemos descrito, la escalera ascendente y la sala de

los arcanos. 8a c2mara llamada del Eey, que encierra el sarcó#ago, era aquella donde seconducía al adepto la %íspera de su grande iniciación. !stas mismas disposiciones estabanreproducidas en los grandes templos del !gipto alto y medio . ' *ing1n hombre ' decía elhiero#ante ' escapa a la muerte, y toda alma %i%iente est2 destinada a la resurrección. !ladepto pasa en %ida por la tumba para entrar desde ahora en la lu/ de 4siris. Acustate puesen esa tumba, y espera la lu/. !sta noche #ranquear2s la puerta del !spanto y alcan/ar2s elumbral de la -aestría. !l adepto se acostaba en el sarcó#ago abierto0 el hiero#ante etendía lamano sobre l para bendecirle, y el cortejo de los iniciados se alejaba en silencio de la cripta.Nna peque@a l2mpara depositada en tierra ilumina a1n, con su resplandor dudoso, las cuatroesnges que soportan las columnas peque@as de la cripta. &e oye un coro de %ocespro#undas, bajo y %elado. ODe dónde %ieneP. V!l canto de los #uneralesX Ma epira0 lal2mpara arroja un 1ltimo resplandor y se apaga por completo.!l adepto queda solo en las tinieblas" el #río del sepulcro pasa sobre l, hiela todos susmiembros. $asa gradualmente por las sensaciones dolorosas de la muerte, y quedaaletargado. &u %ida desla ante l y cuadros sucesi%os como una cosa irreal, y su concienciaterrestre se %uel%e cada %e/ m2s %aga y di#usa. $ero, a medida que siente su cuerpodisol%erse, la parte etrea, Uuida, de su ser, se destaca. !ntra en tasisORu es ese puntobrillante y lejano que aparece imperceptible sobre el #ondo negro de las tinieblasP. &eaproima, se agranda, se con%ierte en una estrella de cinco puntas cuyos rayos tienen todoslos colores del arco iris, y que lan/a en las tinieblas descargas de lu/ magntica. Ahora es unsol quien le atrae en la blancura de su centro incandescente. ' O!s la magia de los maestrosla que produce aquella %isiónP. O!s lo in%isible que se hace %isibleP. O!s el presagio de la%erdad celeste, la estrella Uamígera de la esperan/a y de la inmortalidadP. ' 8a %isión

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desaparece, y en su lugar un capullo brota en la noche" una Uor inmaterial, pero sensible ydotada de un alma. $orque se abre ante l como una rosa blanca y etiende sus ptalos0 %e%ibrar sus hojas %i%as y enrojecerse su c2li/ inUamado. ' O!s Uor de sis, la Eosa mística de lasabiduría que encierra el Amor en su cora/ónP. ' -2s he aquí que la rosa se e%apora comouna nube de per#umes. !ntonces, el et2tico se siente inundado por un soplo c2lido yacariciador. Despus de haber tomado #ormas caprichosas, la nube se condensa y se %uel%euna gura humana. !s la de una mujer, la sis del santuario oculto0 pero m2s jo%en, sonrientey luminosa. Nn %elo transparente se arrolla en espiral a su alrededor, y su cuerpo brilla atra%s. !n su mano sostiene un rollo de papiros. &e aproima despacio, se inclina sobre eliniciado acostado en la tumba, y le dice" K!o) tu hermana invisible, so) tu alma divina, ) éstees el libro de tu vida+ l contiene las p/ginas completas de tus existencias pasadas ) las p/ginas blancas de tus vidas *uturas+ Ln día las desarrollaré todas ante ti+ Me conoces ahora%ll/mame ) volveréL.

A este respecto creo importante hacerre#erencia a las in%estigaciones del Dr.Eaymond A. -oody, que tiene losdoctorados de loso#ía y medicina, adem2sde ser psiquiatra. ue el primer mdico queestudió de modo sistem2tico los #enómenos

de super%i%encia a la muerte corporal,publicando el resultado de susin%estigaciones en su ito mundial de%entas KJida después de la vidaL. -oodyestudió loso#ía y se licenció en laNni%ersidad de irginia donde obtu%o un3.A. (9


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ol%iendo a la eperiencia del iniciado, podemosobser%ar que, mientras habla, un rayo de ternura habrotado de sus ojos V4h presencia de un dobleanglico, promesa ine#able de lo di%ino, #usión en elimpalpable m2s all2X $ero todo se quiebra, la %isiónse borra. Nn desgarramiento atro/, y el adepto sesiente precipitado en su cuerpo como en un cad2%er.uel%e al estado de letargo consciente0 círculos dehierro retienen sus miembros0 un peso terrible pesasobre su cerebro0 se despierta, y en pie ante l est2

el hiero#ante acompa@ado de los magos. 8e rodean, le hacen beber un cordial, se le%anta. ' Ma has resucitado ' dice el sacerdote '" %en a celebrar con nosotros el banquete de losiniciados, y cuntanos tu %iaje en la lu/ de 4siris. $orque eres desde ahora uno de losnuestros. Transportmonos ahora con el hiero#ante y el nue%o iniciado sobre el obser%atoriodel templo, en el tibio esplendor de una noche egipcia. Allí es donde el je#e del templo daba alreciente adepto la grande re%elación, cont2ndole la %isión de Hermes. !sta %isión no estabaescrita en ning1n papiro. !staba en las estelas de la cripta secreta, conocida sólo por elhiero#ante. De pontíce en pontíce, la eplicación se transmitía %erbalmente. ' !scuchabien ' decía el hiero#ante '" esta %isión encierra la historia eterna del mundo y el círculo delas cosas.

8a %isión de Hermes se encuentra al comien/o de los libros de Hermes Trismegisto bajo elnombre de 5oimandres. 8a antigua tradición egipcia sólo nos ha llegado bajo una #ormaalejandrina ligeramente alterada. &chure ha tratado de reconstituir ese #ragmento capital dela doctrina hermtica, en el sentido de la alta iniciación y de la síntesis esotrica querepresenta. Nn día Hermes se quedó dormido despus de reUeionar sobre el origen de lascosas. Nna pesada torpe/a se apoderó de su cuerpo0 pero a medida que su cuerpo seembotaba, su espíritu subía por los espacios. !ntonces le pareció que un ser inmenso, sin#orma determinada, le llamaba por su nombre. ' ORuin eresP ' dijo Hermes asustado. '&oy 4siris, la inteligencia soberana, y puedo re%elarte todas las cosas. ORu deseasP. 'Deseo contemplar la #uente de los seres, V4h di%ino 4sirisX, y conocer a Dios. ' Ruedar2ssatis#echo. !n este momento Hermes se sintió inundado por una lu/ deliciosa. !n sus ondasdi2#anas pasaban las #ormas encantadoras de todos los seres. $ero de repente, espantosastinieblas de #orma sinuosa descendieron sobre l. Hermes quedó sumergido en un caos

h1medo lleno de humo y de un l1gubre /umbido. !ntonces una %o/ se ele%ó del abismo.!ra el grito de la lu7 . !n seguida un #uego sutil salió de las h1medas pro#undidades y alcan/ólas alturas etreas. Hermes subió con l y se %ol%ió a %er en los espacios. !l caos sdespejaba en el abismo0 coros de astros se esparcían sobre su cabe/a, y la vo7 de lalu7 llenaba lo innito.

' OHas comprendido lo que has %istoP ' dijo 4siris a Hermes encadenado en su sue@o ysuspendido entre tierra y cielo. ' *o ' dijo Hermes '. 3ueno" pues %as a saberlo. Acabas de%er lo que es desde toda la eternidad. 8a lu/ que has %isto al principio, es la inteligenciadi%ina que contiene todas las cosas en potencia y encierra los modelos de todos los seres. 8astinieblas en que has sido sumergido en seguida, son el mundo material en que %i%en loshombres de la tierra0 el #uego que has %isto brotar de las pro#undidades, es el erbo di%ino.Dios es el $adre, el erbo es el Hijo, su unión es la ida. ' ORu sentido mara%illoso se haabierto en míP ' dijo Hermes '. Ma no %eo con los ojos del cuerpo, sino con los del espíritu.OJómo ocurre esoP. ' Hijo de la tierra ' respondió 4siris ' es porque el erbo est2 en ti. 8oque en ti oye, %e, obra, es el erbo mismo, el #uego sagrado, la palabra creadora. ' $uestoque así es ' dijo Hermes ', ha/me %er la %ida de los mundos, el camino de las almas, dedónde %iene el hombre y adonde %uel%e. ' H2gase todo seg1n tu deseo. Hermes se %ol%ióm2s pesado que una piedra y cayó a tra%s de los espacios como un aerolito. $or n se %io enla cumbre de una monta@a. !staba oscura0 la tierra era sombría y desnuda0 sus miembros leparecían pesados como hierro. ' V 8e%anta los ojos y miraX. ' dijo la %o/ de 4siris. !ntonces,Hermes %io un espect2culo mara%illoso. !l espacio innito, el cielo estrellado le en%ol%ían ensiete es#eras luminosas. De una sola mirada, Hermes %io los siete cielos escalonados sobre su

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cabe/a como siete globos transparentes y concntricos, cuyo centro sideral l ocupaba. !l1ltimo tenía como cintura la %ía l2ctea. !n cada es#era girabaun planeta acompa@ado de una #orma, signo y lu/ di#erente.-ientras que Hermes deslumbrado contemplaba esta Uoraciónesparcida y sus mo%imientos majestuosos, la %o/ dijo" ' -ira,escucha y comprende. T1 %es las siete es#eras de toda %ida. Altra%s de ellas tiene lugar la caída de las almas y suascensión. 8os siete planetas con sus enios son los sieterayos del erbo 8u/. Jada uno de ellos domina en una es#eradel !spíritu, en una #ase de la %ida de las almas. !l m2saproimado a ti es el enio de la 8una, el de inquietantesonrisa y coronado por una ho/ de plata. Cste preside a los nacimientos y a las muertes. !l desagrega las almas de loscuerpos y las atrae en su rayo. &obre l, el p2lido -ercuriomuestra el camino a las almas descendentes o ascendentes,con su caduceo que contiene la ciencia. -2s arriba la brillanteenus sostiene el espejo del Amor, donde las almas por turno

se ol%idan y se reconocen. &obre ste, el enio del &ol ele%a la antorcha triun#al de la eterna3elle/a. -2s arriba a1n, -arte blande la espada de la justicia. Eeinando sobre la es#eraa/ulada, 1piter sostiene el cetro del poder supremo, que es la nteligencia di%ina. !n los

límites del mundo, bajo los signos del Yodíaco, &aturno lle%a el globo de la sabiduríauni%ersal. Desde luego que estos dioses tenían otros nombres en la lengua egipcia. $ero lossiete dioses cosmogónicos se corresponden en todas las mitologías por su sentido y susatributos. !llos tienen su raí/ com1n en la antigua tradición esotrica. Jomo la tradiciónoccidental ha adoptado los nombres latinos, nosotros los conser%amos para mayor claridad.

' eo ' dijo Hermes ' las siete regiones que comprenden el mundo %isible e in%isible0 %eo

los siete rayos del erbo 8u/, del Dios 1nico que losatra%iesa y gobierna. $ero V4h maestro míoX, O!n qu#orma tiene lugar el %iaje de los hombres a tra%s detodos esos mundosP. ' Oes ' dijo 4siris ' unasimiente luminosa caer de las regiones de la %ía l2ctea

en la sptima es#eraP. ( este respecto 4uiero aclarar 4ue, aun4ue la Tierra es considerado el tercer planetadel !istema !olar Qdesde el !olR, para alguien 4ue vengadesde *uera del !istema !olar sería el séptimo planeta.&on grmenes de almas. !llas %i%en como %aporesligeros en la región de &aturno, dichosas, sinpreocupación, ignorantes de su #elicidad. $ero al caer dees#era a es#era re%isten en%olturas cada %e/ m2spesadas. !n cada encarnación adquieren un nue%o

sentido corporal, con#orme al medio en que habitan. &u energía %ital aumenta0 pero a medidaque entran en cuerpos m2s espesos, pierden el recuerdo de su origen celeste. Así tiene lugarla caída de las almas procedentes del di%ino Cter. -2s y m2s prisioneras de la materia, m2s ym2s embriagadas por la %ida, se precipitan como una llu%ia de #uego, con estremecimientosde %oluptuosidad, a tra%s de las regiones del Dolor, del Amor y de la -uerte, hasta su prisiónterrestre, donde t1 gimes retenido por el centro ígneo de la tierra y donde la %ida di%inaparece un %ano sue@o. ' O$ueden morir las almasP ' preguntó Hermes. ' &í ' respondió la%o/ de 4siris '0 muchas perecen en el descenso #atal. !l alma es hija del cielo y su %iaje esuna prueba. &i en su amor desen#renado de la materia pierde el recuerdo de su origen, labrasa di%ina que en ella estaba y que hubiera podido llegar a ser m2s brillante que unaestrella, %uel%e a la región etrea, 2tomo sin %ida, y el alma se desagrega en el torbellino delos elementos groseros.A esas palabras de 4siris, Hermes se estremeció. $orque una tempestad rugiente le en%ol%ióen una nube negra. 8as siete es#eras desaparecieron bajo espesos %apores. io allí espectros

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humanos lan/ando etra@os gritos, lle%ados y desgarrados por #antasmas de monstruos y deanimales, en medio de gemidos y de blas#emias sin nombre. ' Tal es ' dijo 4siris ' eldestino de las almas irremediablemente bajas y mal%adas. &u tortura sólo termina con sudestrucción, que es la prdida de toda conciencia. $ero mira" los %apores se disipan, las sietees#eras reaparecen bajo el rmamento. -ira de este lado. Oes aquel enjambre de almas quetratan de remontarse a la región lunarP. 8as unas son recha/adas hacia la tierra, comotorbellinos de p2jaros bajo los golpes de la tempestad. 8as otras alcan/an a grandes aleta/osla es#era superior, que las arrastra en su rotación, una %e/ llegadas all2, recobran la %isión delas cosas di%inas. $ero esta %e/ no se contentan con reUejarlas en el sue@o de una #elicidadimponente. !llas se impregnan de aquellas cosas con la lucide/ de la conciencia iluminadapor el dolor, con la energía de la %oluntad adquirida en la lucha. !llas se %uel%en luminosas,porque poseen lo di%ino en sí mismas y lo irradian en sus actos. Templa, pues, tu alma, V4hHermesX, y serena tu espíritu oscurecido, contemplando esos %uelos lejanos de almas queremontan las siete es#eras y allí se esparcen como haces de chispas. $orque t1 tambinpuedes seguirlas0 basta quererlo para ele%arse. -ira como ellas se enjambran y describencoros di%inos. Jada una se coloca bajo su genio pre#erido. 8as m2s bellas %i%en en la regiónsolar, las m2s poderosas se ele%an hasta &aturno. Algunas se remontan hasta el $adre" entrelas potencias, potencias ellas mismas. $orque allí donde todo acaba, todo comien/aeternamente, y las siete es#eras dicen juntas" KV&abiduríaX, VAmorX, VusticiaX, V3elle/aX,V!splendorX, VJienciaX, VnmortalidadXL.

' KHe ahí K decía el hiero#ante K lo 4ue ha visto el antiguo Hermes ) lo 4ue sus sucesoresnos han transmitido+ "as palabras del sabio son comolas siete notas de la lira 4ue contienen toda la m-sica,con los n-meros ) las le)es del universo+ "a visi.n de Hermes se aseme9a al cielo estrellado cu)as pro*undidades insondables est/n sembradas deconstelaciones+ 5ara el niPo, s.lo es una b.veda conclavos de oro para el sabio es el espacio sin límites,donde giran los mundos con sus ritmos ) sus signosevocadores ) las claves m/gicas+ Cuanto m/s aprendasa contemplarla ) a comprenderla, m/s ver/sextenderse sus límites, por4ue la misma le) org/nica

gobierna todos los mundosL. M el pro#eta del templocomentaba el teto sagrado. Cl eplicaba que la

doctrina del erbo 8u/ representa la di%inidad en el estado est/tico , en su equilibrio per#ecto.Cl demostraba su triple naturale/a, que es a la %e/ inteligencia, #uer/a y materia0 espíritu,alma y cuerpo0 lu/, %erbo y %ida. 8a esencia, la mani#estación y la substancia, son trestrminos que se suponen recíprocamente. &u unión constituye el principio di%ino e intelectualpor ecelencia, la ley de la unidad ternaria, que de arriba abajo domina la creación. Habiendoconducido así a su discípulo al centro ideal del uni%erso, al principio generador del &er, el-aestro lo di#undía en el tiempo y el espacio, lo sacudía en Uoraciones m1ltiples. $orque lasegunda parte de la %isión representa a la di%inidad en estado din2mico, es decir, ene%olución acti%a0 en otros trminos" el uni%erso %isible e in%isible, el acto %i%iente. 8as sietees#eras relacionadas con siete planetas simboli/an siete principios, siete estados di#erentesde la materia y del espíritu, siete mundos di%ersos que cada hombre y cada humanidad se%en #or/ados a atra%esar en su e%olución a tra%s de un sistema solar.8os siete enios, o los siete Dioses cosmogónicos, signicaban los espíritus superiores ydirectores de todas las es#eras, salidos tambin de la e%olución ine%itable. Jada gran Diosera, para un iniciado antiguo, el símbolo y el patrón de legiones de espíritus que reproducíansu tipo bajo mil %ariantes, que, desde su es#era, podían ejercer una acción sobre el hombre ysobre las cosas terrestres. 8os siete enios de la %isión de Hermes son los siete De%as de landia, los siete Amshapands de $ersia, los siete grandes _ngeles de la Jaldea, los siete&phiroths QHa) die7 !éphiroths en la /bala+ "os tres primeros representan el ternariodivino, los otros siete la evoluci.n del universoR de la G2bala, los siete Arc2ngeles delApocalipsis cristiano. M el gran septenario que abarca el uni%erso no %ibra 1nicamente en los

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siete colores del arco iris, en las siete notas de la escala musical0 se maniesta tambin en laconstitución del hombre, que es triple por esencia, pero sptuple por su e%olución. Daremosaquí los trminos egipcios de esa constitución septenaria del hombre que se %uel%e aencontrar en la G2bala" Chat , cuerpo material Anch, #uer/a %ital0 a, doble etreo o cuerpoastral0 Hati, alma animal0 >ai, alma racional0 Cheibi, alma espiritual0 u, espíritu di%ino.eremos el desarrollo de las ideas #undamentales de la doctrina esotrica en el libro de 4r#eoy, sobre todo, en el de $it2goras. KDe modo K decía el hiero#ante para terminar K 4ue has penetrado hasta el umbral del gran arcano+ "a vida divina se te ha aparecido ba9o los*antasmas de la realidad+ Hermes te ha hecho conocer el cielo invisible, la lu7 de 1siris, elDios oculto del universo 4ue respira por millones de almas, anima los globos errantes ) loscuerpos en movimiento+ (hora puedes t- dirigirte a él ) elegir tu camino para ascender hastael Espíritu puro+ 5or4ue t- perteneces desde ahora a los resucitados en vidaF .

Eecuerda que hay dos clases principales en laciencia. He aquí la primera" K"o externo escomo lo interno de las cosas lo pe4uePo escomo lo grande% s.lo ha) una le), ) el 4uetraba9a es Lno+ 8ada ha) pe4uePo ni grande enla economía divinaL. He aquí la segunda" K"oshombres son dioses mortales, ) los dioses sonlos hombres inmortales, dichoso el 4ue

comprende estas palabras por4ue posee laclave de todas las cosas+ &ecuerda 4ue la le) del misterio cubre la gran verdad+ Elconocimiento total s.lo puede ser revelado a

nuestros hermanos 4ue han atravesado por las mismas pruebas 4ue nosotros+ Es precisomedir la verdad seg-n las inteligencias% velarla a los débiles, a los 4ue volvería locos,ocultarla a los malvados 4ue s.lo pueden percibir *ragmentos 4ue emplearían como armas dedestrucci.n+ Enciérrala en tu cora7.n ) 4ue te hable por tu obra+ "a ciencia ser/ tu *uer7a, la*e tu espada ) el silencio tu armadura in*rangibleL. 8as re%elaciones del pro#eta de Ammón5E2, que abrían al nue%o iniciado tan %astos hori

quién fue hermes trismegisto

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