qué es el protocolo de kyoto

14
Qué es el Protocolo de Kyoto En 1988 ocurren dos eventos que se pueden considerar el origen del protocolo de Kioto. En el ámbito científico, un experto de la NASA afirma en junio de ese año que hay una relación causa efecto entre las emisiones de gases de efecto invernadero por parte del hombre y las "altas temperaturas" que se vivían ese verano. En el político, se celebró la Conferencia de Toronto sobre Cambios en la Atmósfera, tras la cual se acordó que voluntariamente varios países industrializados reducirían sus emisiones de CO2. En 1992 se produjo la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro, con un mensaje que alertó a los firmantes de la declaración de Científicos Atmosféricos sobre el Efecto Invernadero, así como la de Heidelberg, firmada por 4.000 científicos y expertos, entre los que se incluyen 72 premios Nobel. Tres años más tarde, en la Cumbre de Berlín sobre el clima, se introdujo una propuesta para alentar la creación de un protocolo internacional que obligara a los países desarrollados que redujeran sus emisiones de CO2. Esta propuesta es la que se convertiría en diciembre de 1997 en el protocolo firmado en la ciudad japonesa de Kioto. El acuerdo se propone como objetivo reducir las emisiones globales en un 5,2% sobre las alcanzadas en 1990. Para ello implicará los esfuerzos de varias naciones industrializadas, una vez las firmantes suman en conjunto un nivel de emisiones que supera el 55% del total. Esta cuota se alcanzó después de que se sumara Rusia, pese a las críticas de la Academia de Ciencias. Estados Unidos, pese a que inicialmente firmó el protocolo, no lo ha ratificado. Sometida al control democrático, la rectificación del tratado fue rechazada por 95 votos de los 100 que componen el Senado, con cinco abstenciones. La Unión Europea se ha comprometido a una reducción del 8% en conjunto, pero atendiendo a las necesidades y características de los distintos países, las reducciones que ha exigido o los aumentos que ha permitido a cada país son distintos. Alemania se ha comprometido a una reducción del 21%. Puede permitirse este compromiso dado que ha heredado la industria de la parte del país ocupada por un gobierno comunista, muy inefectiva y contaminante. Gran Bretaña, por su parte, ha amortizado sus fuentes con mayores emisiones, como el carbón, y ha favorecido el gas natural, por lo que la prevista reducción del 12,5%, pese a superar la media europea, es un objetivo factible. Frente a estos u otros países, hay otros a quienes se permite un aumento de las emisiones, pese a lo cual se cumpliría la reducción del 8% para toda la UE. Es el caso de España, que prevé un aumento del 15%, o de Portugal, con un 27%. No obstante esta aparente ventaja española, el tratado es especialmente oneroso para nuestro país. Es la nación económicamente más perjudicada de la Unión Europea, y probablemente del mundo, según se puso de manifiesto en la jornada Kioto y la economía española, organizada por el Instituto Juan de Mariana. La razón es que al estar fijados los objetivos de emisiones, las economías más dinámicas son las que más duros ajustes tienen que realizar. En los últimos años la economía española ha crecido a buen ritmo, e incluso ha creado durante varios años la mitad del empleo creado en la UE. Este avance se ha manifestado

Upload: piero-mamani

Post on 09-Jul-2016

215 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

protocolo de kioto

TRANSCRIPT

Page 1: Qué Es El Protocolo de Kyoto

Qué es el Protocolo de Kyoto

En 1988 ocurren dos eventos que se pueden considerar el origen del protocolo de Kioto. En el ámbito científico, un experto de la NASA afirma en junio de ese año que hay una relación causa efecto entre las emisiones de gases de efecto invernadero por parte del hombre y las "altas temperaturas" que se vivían ese verano. En el político, se celebró la Conferencia de Toronto sobre Cambios en la Atmósfera, tras la cual se acordó que voluntariamente varios países industrializados reducirían sus emisiones de CO2.En 1992 se produjo la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro, con un mensaje que alertó a los firmantes de la declaración de Científicos Atmosféricos sobre el Efecto Invernadero, así como la de Heidelberg, firmada por 4.000 científicos y expertos, entre los que se incluyen 72 premios Nobel. Tres años más tarde, en la Cumbre de Berlín sobre el clima, se introdujo una propuesta para alentar la creación de un protocolo internacional que obligara a los países desarrollados que redujeran sus emisiones de CO2. Esta propuesta es la que se convertiría en diciembre de 1997 en el protocolo firmado en la ciudad japonesa de Kioto.

El acuerdo se propone como objetivo reducir las emisiones globales en un 5,2% sobre las alcanzadas en 1990. Para ello implicará los esfuerzos de varias naciones industrializadas, una vez las firmantes suman en conjunto un nivel de emisiones que supera el 55% del total. Esta cuota se alcanzó después de que se sumara Rusia, pese a las críticas de la Academia de Ciencias. Estados Unidos, pese a que inicialmente firmó el protocolo, no lo ha ratificado. Sometida al control democrático, la rectificación del tratado fue rechazada por 95 votos de los 100 que componen el Senado, con cinco abstenciones.

La Unión Europea se ha comprometido a una reducción del 8% en conjunto, pero atendiendo a las necesidades y características de los distintos países, las reducciones que ha exigido o los aumentos que ha permitido a cada país son distintos. Alemania se ha comprometido a una reducción del 21%. Puede permitirse este compromiso dado que ha heredado la industria de la parte del país ocupada por un gobierno comunista, muy inefectiva y contaminante. Gran Bretaña, por su parte, ha amortizado sus fuentes con mayores emisiones, como el carbón, y ha favorecido el gas natural, por lo que la prevista reducción del 12,5%, pese a superar la media europea, es un objetivo factible. Frente a estos u otros países, hay otros a quienes se permite un aumento de las emisiones, pese a lo cual se cumpliría la reducción del 8% para toda la UE. Es el caso de España, que prevé un aumento del 15%, o de Portugal, con un 27%.

No obstante esta aparente ventaja española, el tratado es especialmente oneroso para nuestro país. Es la nación económicamente más perjudicada de la Unión Europea, y probablemente del mundo, según se puso de manifiesto en la jornada Kioto y la economía española, organizada por el Instituto Juan de Mariana. La razón es que al estar fijados los objetivos de emisiones, las economías más dinámicas son las que más duros ajustes tienen que realizar. En los últimos años la economía española ha crecido a buen ritmo, e incluso ha creado durante varios años la mitad del empleo creado en la UE. Este avance se ha manifestado en un fuerte aumento en la demanda energética, con el correspondiente aumento en las emisiones de gases de efecto invernadero.

De hecho España es el país que más incumple los compromisos adquiridos al firmar el tratado. Nuestro país supera en 2003 las emisiones de 1990 en un 40,6%, muy lejos del 15% que tiene asignado. El conjunto de la Unión Europea se aleja también de su objetivo conjunto de reducción del 8%. Si se diera este incumplimiento europeo de los compromisos, el acuerdo europeo se rompería y entonces cada uno de los miembros de la UE tendría que cumplir con la reducción del 8%. En ese caso España estaría aún más lejos de sus compromisos con Kioto.

Mecanismos del protocolo de Kioto

El vapor de agua supone más del 98% del efecto invernadero. Un proceso natural que mantiene el equilibrio energético de la Tierra y que permite la vida en la misma. El resto procede de otros gases; principalmente CO2, también producido de forma natural, aunque

Page 2: Qué Es El Protocolo de Kyoto

una parte tiene origen en las actividades humanas. Es en este ámbito en el que actúa el protocolo de Kioto.

Para facilitar el cumplimiento de los objetivos, el protocolo cuenta con lo que se llama mecanismos de flexibilidad, que son tres. El primero son las iniciativas de aplicación conjunta. Consisten en que un país invierte en otro en un proyecto de energía limpia. El país inversor obtiene certificados para reducir emisiones a un precio menor del que le habría costado en su ámbito nacional, y el país receptor de la inversión recibe la inversión y la tecnología.

También se permite el desarrollo de un comercio de derechos de emisión, que permitiría a países cuyos derechos excedan su capacidad o sus necesidades de emisión, venderlos a otros que tengan más necesidad de ellos. No obstante, dado que para comerciar con derechos se tiene que cumplir con los objetivos fijados en los acuerdos, y a que la mayoría de los países no los están cumpliendo, es un mecanismo que previsiblemente tendrá poco desarrollo.

El tercer instrumento son los llamados mecanismos de desarrollo limpio. Son como las iniciativas de aplicación conjunta, pero en este caso el país receptor de la inversión está en vías de desarrollo. De este modo, se produce una traslación de las emisiones, que ya no se producen en el país desarrollado, De este modo, se produce una traslación de las emisiones, que ya no se producen en el país desarrollado, sino en otro más pobre. Las emisiones que no se producen en el país desarrollado se recogen en un certificado, que se puede intercambiar por derechos de emisión.o en otro más pobre. Las emisiones que no se producen en el país desarrollado se recogen en un certificado, que se puede intercambiar por derechos de emisión.

El calentamiento global

En la década de los 70, cuando el movimiento ecologista estaba en pleno auge y las preocupaciones por el medio ambiente se hicieron globales, surgió una nueva alarma. Se había observado que, desde 1945, la temperatura de la Tierra estaba en descenso. El movimiento ecologista llamó la atención sobre ello y acusó a la industria de ser la causante de esta evolución, que tendría consecuencias catastróficas para la humanidad. No fue hasta finales de los 80 cuando comenzó a ganar crédito la teoría de que las emisiones de la industria no producían enfriamiento sino el efecto contrario. El hombre sería responsable de un aumento de la temperatura global, también con efectos catastróficos y en ambos casos alegando el apoyo del consenso científico.

Si bien la ciencia del clima está en sus comienzos, a juicio de la climatóloga Sallie Baliunas, sí hay ciertas cosas sobre la evolución del clima en la tierra en las que hay bastante coincidencia. La Tierra ha estado sometida a períodos de glaciación, muy prolongados, en los que la temperatura terráquea estaba a temperaturas mucho menores de las que conocemos. Nosotros estaríamos en uno de los relativamente breves períodos interglaciares, llamado Holoceno. El nuestro habría comenzado hace unos 10.000 años. En el período medio de esta era interglacial la temperatura era más calurosa que la actual, uno o dos grados, con un aumento más pronunciado en el hemisferio norte y en los veranos.

Más recientemente, la edad media coincidió con un período más caluroso que el actual. La temperatura de entonces se cree que coincide con lo que se llama el "óptimo climático", aquella temperatura que es más favorable al desarrollo de la vida en la Tierra. En esa época los Vikingos cultivaban Groenlandia, cuyo nombre quiere decir "Tierra Verde". Hoy podríamos estar acercándonos a ese óptimo, aunque los datos no son concluyentes. Más tarde, en torno a mediados del siglo XV, entramos en lo que se conoce como "la pequeña edad de hielo", en que la Tierra se enfrió, hasta aproximadamente mediados del siglo XIX. Entre 1880 y 1940 hubo un calentamiento de origen natural y a partir de ese año, y hasta aproximadamente 1975, en coincidencia con el mayor desarrollo de la industria en la historia. Fue precisamente en la década de los 70', cuando se estaba deteniendo este descenso en la temperatura, cuando surgió la alarma sobre un enfriamiento global.

Page 3: Qué Es El Protocolo de Kyoto

Las dos últimas décadas del Siglo cuentan con el mejor instrumento para conocer la evolución de la temperatura global. Fred Singer, ecólogo y uno de los primeros expertos en clima, dirigió la construcción de la red de satélites con los que se tiene la mejor estimación de las temperaturas. Cubren la totalidad del planeta, lo que no ocurre con las mediciones tomadas en tierra, y también a diferencia de estas no están contaminados por la actividad humana. Lo que muestran tanto esta fuente de datos, como los globos aerostáticos, es que no hay un calentamiento o no es importante. Solo los datos tomados en la superficie terrestre registran un calentamiento. Pero dado que muchas de estas estaciones estaban fuera de las ciudades y han sido luego alcanzadas por ellas, ese aumento de las temperaturas se debe simplemente a que las mediciones tienen una creciente influencia del hombre.

Consecuencias económicas

Libertad Digital ha prestado mucha atención a las consecuencias económicas derivadas de la aplicación del protocolo de Kioto. En una serie de cinco artículos, publicados en la revista Ideas, se hizo un repaso de en qué consiste el protocolo de Kioto y cuáles son sus consecuencias más importantes. Fernando Díaz Villanueva hizo un breve repaso a si se está calentando el planeta, mientras que Gabriel Calzada explicó lo más básico sobre el acuerdo político firmado en la ciudad japonesa. Calzada advirtió que "a nivel internacional se producirá una distorsión de la competencia y una disminución de la productividad global que sufrirían especialmente los países más pobres. Por un lado, las empresas terminarán estableciéndose en lugares donde, a pesar de haber peores condiciones de negocio, la ausencia de limitaciones irracionales sobre la emisión de GEI las hace más atractivas. Por el otro lado, los países con exceso de derechos podrán subvencionar aquellas industrias que los gobernantes consideren necesario. El resultado no es otro que una gigantesca patada a la estructura de la división del trabajo internacional que dejará de tener relación con la productividad relativa de los factores de producción según las distintas regiones".

Daniel Rodríguez Herrera alertaba sobre las consecuencias sociales de la adopción del tratado: "En Estados Unidos, que lo han rechazado porque tiene más costumbre que nosotros de mirar las consecuencias de las políticas que proponen, y no sólo lo bien que aplacan el sentimiento de culpa colectivo, han llegado a la conclusión de que los más perjudicados por la aplicación del protocolo serían los pobres. Por eso resulta extraño que la izquierda, supuesta defensora de los débiles, se haya apuntado de forma tan entusiasta a la defensa del protocolo."

El motivo es que "los precios de la energía subirían tanto que el gasto en energía de los pobres (hogares con ingresos menores a 10.000 dólares), pasarían del 10 al 20% de su presupuesto en 2010. El precio de la electricidad crecería un 52%, el coste de la vivienda un 21% y los comestibles un 9%. Hay que tener en cuenta que los costos de la energía crecen para todos, incluyendo a quienes producen bienes y servicios, por lo que éstos subirían también para los consumidores".

Gorka Echevarría centró su artículo en las consecuencias que tendrá en el sector del transporte. "En medio de una escalada de precios de la gasolina y el diesel que el International Council for Capital Formation estima entre un 17 y un 25%, un incremento del precio de la electricidad utilizado en los procesos de producción en un 70%, la reducción del PIB español en casi un 5% y el consiguiente aumento del paro en 850.000 puestos de trabajo anuales, utilizar el coche se va a convertir en un bien de lujo, casi tanto como comer caviar todos los días o ser dueño de un Ferrari". Y añade que "Si a esto le añadimos que actualmente el impacto de los impuestos especiales sobre los carburantes suponen el 75% del precio por litro de gasolina, el incremento de precios de los carburantes sería aún mayor de lo que ha estimado el ICCF".

Por último, José Carlos Rodríguez hacía un repaso de la desindustrialización forzosa a que Kioto somete a la economía. Las razones son varias. Además de la pérdida directa de

Page 4: Qué Es El Protocolo de Kyoto

producción derivada de la reducción de actividad, "las empresas tendrían que adoptar otros métodos de producción que resultaran en una menor emisión de gases de efecto invernadero. Ello implicaría o bien recurrir a métodos que ahora no se utilizan porque son económicamente ruinosos, o bien invertir en la creación de los mismos; en ambos casos la sociedad acabaría perdiendo". Es más, "Mucho capital y horas de trabajo se destinarán tanto a cumplir con los requisitos gubernamentales o a conseguir las licencias como a

Protocolo De KiotoEnsayos : Protocolo De Kioto. Ensayos de Calidad, Tareas, Monografías - busque más de 2.347.000+ documentos.Enviado por gilmaiza  •  13 de Agosto de 2012  •  366 Palabras (2 Páginas)  •  690 Visitas

Página 1 de 2

El Protocolo de Kioto

Mi opinión personal

El protocolo de Kioto según pude entender sobre lo leído es un acuerdo establecido por mas de 200 naciones las cuales tiene como fin eliminar un 50% de la contaminación de los gases que ejerce su país y que algunos países están cumpliendo con exceptuando algunos países como Estados Unidos quien se niega a cumplir ya que dice que el protocolo de Kioto es muy costoso cabe recalcar que Estados Unidos es uno de los mayores contaminantes mundiales.

En mi opinión personal el protocolo de Kioto es de gran importancia ya que nuestro planeta esta sufriendo un gran cambio a causa de nosotros como contaminantes masivos para mi es un gran paso que además de las instituciones que existen en los países en nuestras sociedades hagan algo para cambiar a nivel mundial pero sobre seria de suma importancia si se cumpliera al 100% por los países involucrados también entiendo que gran parte de la economía de los países salen de estas grandes industrias contaminantes y que para estos países es muy difícil ya que su economía depende de esta .Pero en vez de oponernos deberían buscar otras opciones para que la económica siga creciendo y la contaminación desapareciendo porque imaginemos de que nos sirve tanta economía siga llega un día en el cual el planeta no pueda ser habitable el dinero no nos servirá de nada este tema es algo muy delicado ya que tiene sus pro y sus contras para mi como un ser humano mas de este planeta me ha tocado de verdad este tema como ver que nuestro planeta cada día es mas contaminado y me alegra saber que todavía hay personas que se la ingenian para tratar de salvarlo. En realidad nunca había escuchado de este tema como lo es el protocolo de Kioto, y creo que esto no es solo de las naciones o de los dueños de grandes Industrias es de cada uno de los ciudadanos de este planeta que debemos tomar conciencia de que tan higiénicos somos y que tanto estamos protegiendo nuestro planeta y para mi dar un ejemplo de protección para nuestro ambiente.

Page 5: Qué Es El Protocolo de Kyoto

...

Por qué fracasó el Protocolo de KiotoEl Protocolo de Kioto ha fortalecido a los poderosos y al sistema económico actual

La Razón (Edición Impresa) / Ulrich Brand02:29 / 26 de noviembre de 2015El Protocolo de Kioto y el sistema europeo de comercio de derechos de emisión están en vigor desde 2005, pero el consumo de combustibles fósiles, en especial de carbón, ha aumentado. La razón son los precios baratos del carbón, gas y petróleo debido, entre otras cosas, a la explotación —problemática desde el punto de vista medioambiental— de fuentes de energía no convencionales  procedentes de arenas bituminosas o mediante fracturación hidráulica.

El comercio de derechos de emisión y los otros dos mecanismos “flexibles” de Kioto fueron una falacia desde el principio. En las negociaciones del Protocolo de 1997 la Unión Europea se había pronunciado a favor de límites máximos claros para las emisiones, pero EEUU y Japón se impusieron. Los principales partidarios del comercio de derechos de emisión fueron BP y Shell.

No debemos olvidar que al final de las negociaciones, el comercio de derechos de emisión fue visto como una solución transitoria que debería ser reemplazada en 2020. Ahora se declara como única opción.

La UE instaló un sistema parecido. Pero dado que se expidieron demasiados certificados a las empresas, el comercio de derechos de emisión no ha servido como incentivo para inversiones en tecnologías con emisiones menores o libres de CO2. Así, los precios para una tonelada de CO2 deberían estar entre 20 y 30 euros, a mediados de noviembre de 2015 están en ocho euros. Pero lo que es aún peor: estudios de 2012 muestran que la mayor parte del comercio con certificados de emisión fue realizada por inversores que comercian por la ganancia. Sacan mayores beneficios en la compra/venta si hay grandes fluctuaciones. Y no tienen interés directo en la reducción de emisiones de CO2. El sistema, sin embargo, se basa precisamente en que no solo haya precios elevados, si no que éstos también sean estables.

Los otros dos llamados “mecanismos flexibles” del Protocolo de Kioto permiten a los contaminadores en los países industriales liberarse de los esfuerzos en política climática invirtiendo en otros países. A esto se le llama “aplicación conjunta” o “mecanismos de desarrollo limpio”. De cara a los países en desarrollo esto es descaradamente imperial, porque los proyectos climáticos a menudo están en contra de los intereses de la población. Es por ello que en muchos lugares han surgido resistencias locales. El investigador de política climática Achim Brunnengräber habla con mayor precisión de “comercio moderno de indulgencias”, porque las empresas más ricas y poderosas del norte pueden seguir contaminando gracias a que apoyan proyectos muchas veces dudosos.

Lo último en política climática internacional, las “contribuciones previstas y determinadas a nivel nacional” (en inglés INDC, a mediados de diciembre conoceremos el término), es una nueva ronda de voluntariedad no vinculante. Lo que significa “voluntariedad” lo podemos ver actualmente en Alemania en el escándalo relacionado con Volkswagen. Desde un punto de vista político no se trata de negociar eternamente límites máximos, si no de terminar con la producción destructiva.

Por eso hay que constatar: el comercio de derechos de emisión y los otros dos “mecanismos flexibles” apoyan con su lógica neoliberal el sistema económico basado en fuentes de energía fósil (y nuclear). Las alternativas están siendo bloqueadas. Mientras en la política climática existan mecanismos flexibles y presuntamente conformes al mercado, estará asegurado, ante todo, el poder de empresas mineras, de grupos energéticos e industriales, así como de gobiernos que los sostienen.

Page 6: Qué Es El Protocolo de Kyoto

Una reforma fundamental de la economía energética y de la economía en general no debe ser sometida a los intereses de actores con poder de mercado. Los éxitos reales en política climática y contra el cambio climático como la Ley de Promoción de las Energías Renovables en Alemania fueron implementados contra la resistencia inicial de la industria.  El movimiento Ende Gelände (Terreno Final) a favor del cese de la extracción y explotación de carbón se está perfilando como el sucesor legítimo del movimiento antinuclear.

Se trata de reconstruir el modelo de producción y el estilo de vida, se trata de una transformación social y ecológica. Que esta transformación no se haga a expensas de los débiles, si no que se piense en lo social y lo ecológico conjuntamente con las cuestiones de poder y de propiedad es el punto de inserción específico de la política progresista.

En el ámbito internacional esto significa ofrecer alternativas a medio plazo para los países cuyas economías se basan en la extracción y venta de petróleo, gas y carbón. Se trata, por lo tanto, de una economía mundial ecológica y solidaria.  

SOCIOLOGIA Y CIENCIAS POLITICAS.Gobernabilidad

Clarín.com -  Discuten en el Gobierno un pacto de gobernabilidad

con la tecnología de

miércoles, 2 de diciembre de 2015PARÍS EL ENCUENTRO DEL SIGLO. (¿POR QUÉ FRACASÓ EL PROTOCOLO DE KIOTO.)&&&&&¿Nos salvaremos los miles de millones de seres humanos, de la destrucción del Planeta Tierra, por el sistema capitalista (la era de la globalización neoliberal?, la irresponsabilidad de los "líderes políticos" (gobernantes del mundo) más el poder mundial de los poderes facticos globales, así como unieron intereses nocivos, e hicieron fracasar el Protocolo de Kioto de 1997, también fracasó la Cumbre de Copenhague del 2009, ahora por la coyuntura mundial que se debate en una poli-crisis estructural sistémica y el ataque artero del terrorismo internacional, la consentida y silenciada violencia de las potencias imperiales contra poblaciones de Siria, Irak, Libia y otros, también fracasará la Cumbre del París 2015?. El tiempo lo dirá todo.

¿POR QUÉ FRACASÓ EL PROTOCOLO DE KIOTO.- Ulrich Brand * El Protocolo de Kioto, así como el sistema europeo de comercio de derechos de emisión, están en vigor desde 2005, pero el consumo de combustibles fósiles, en especial de carbón, ha aumentado en total. La razón de ello son los precios baratos para carbón, gas y petróleo debido, entre otras cosas, la explotación –problemática desde el punto de vista medioambiental– de fuentes de energía “no convencionales” procedentes de arenas bituminosas o mediante fracturación hidráulica. El comercio de derechos de emisión y los otros dos mecanismos “flexibles” de Kyoto fueron una falacia desde el principio. En las negociaciones del Protocolo de Kioto de 1997 la Unión Europea se había pronunciado a

Page 7: Qué Es El Protocolo de Kyoto

favor de límites máximos claros para las emisiones, pero los EE.UU. y Japón se impusieron. Los principales partidarios del comercio de derechos de emisión fueron BP y Shell, dicho sea de paso.

No debemos olvidar que al final de las arduas negociaciones del Protocolo de Kyoto, el comercio de derechos de emisión fue visto como una solución transitoria que debería ser reemplazada a partir de 2020. Ahora se declara como única opción. Esto no debe quedar así. La UE instaló, al mismo tiempo, un sistema parecido. Pero dado que se expidieron demasiados certificados a las empresas, el comercio de derechos de emisión no ha servido como incentivo para inversiones en tecnologías con emisiones menores o libres de emisiones de CO2. Así, los precios para una tonelada de CO2 deberían estar entre 20 y 30 euros. A mediados de noviembre de 2015 el precio está en 8 euros. Pero lo que es aún peor: estudios para el año 2012 muestran que la mayor parte del comercio con certificados de emisión fue realizado por inversores financieros que comercian por motivos de ganancia. Estos inversoren sacan mayores beneficios en la compraventa si hay grandes fluctuaciones. Y no tienen un interés directo en la reducción de emisiones de CO2. El sistema, sin embargo, se basa precisamente en que no sólo haya precios bastante elevados, si no que éstos también sean estables y las empresas puedan planificar.

Los otros dos llamados “mecanismos flexibles” del Protocolo de Kioto permiten a los contaminadores en los países industriales liberarse de los esfuerzos en política climática invirtiendo en otros países del Norte Global o del Sur Global. A esto se le llama “aplicación conjunta” o “mecanismos de desarrollo limpio”. De cara a los países en desarrollo esto es descaradamente imperial, porque los proyectos climáticos a menudo están en contra de los intereses de la población local. Es por ello que en muchos lugares han surgido resistencias locales. El investigador de política climática Achim Brunnengräber habla con mayor precisión de “comercio moderno de indulgencias”, porque las empresas más ricas y poderosas del Norte pueden seguir contaminando gracias a que apoyan proyectos muchas veces dudosos en otras partes. Lo último en política climática internacional, las “contribuciones previstas y determinadas a nivel nacional” (en inglés INDC, a mediados de este mes todos conoceremos el término), es una nueva ronda de voluntariedad no vinculante. Lo que significa “voluntariedad” lo podemos ver actualmente en Alemania en el escándalo relacionado con Volkswagen.

Desde un punto de vista político no se trata de negociar eternamente límites máximos, si no de terminar con métodos de producción destructivos. Por eso hay que constatar: el comercio de derechos de emisión y los otros dos “mecanismos flexibles” cimientan con su lógica neoliberal el sistema económico basado en fuentes de energía fósiles (y nucleares). Las alternativas están siendo bloqueadas. Mientras en la política climática existan mecanismos flexibles y presuntamente conformes al mercado, estará asegurada ante todo una cosa: el poder de las empresas mineras, de los grupos energéticos e industriales así como de los gobiernos que los sostienen.

Page 8: Qué Es El Protocolo de Kyoto

Una reforma fundamental de la economía energética y de la economía en general no debe ser sometida a los intereses de actores con poder de mercado. Los éxitos reales en política climática y contra el cambio climático como la ley de promoción de las energías renovables en Alemania fueron implementados contra la resistencia inicial de la industria. El abandono de la energía del carbón actualmente en la agenda política en Alemania necesita un debate político concreto en Alemania. Por eso son importantes los debates críticos públicos y los movimientos locales de resistencia contra las iniciativas de fracturación hidráulica o la construcción de centrales térmicas de carbón. El movimiento Ende Gelände (Terreno Final) a favor del cese de la extracción y explotación de carbón se está perfilando como el sucesor legítimo del movimiento antinuclear.

Y existen muchas iniciativas que ya hoy viven un modelo de prosperidad diferente: abandonando el automovilismo, los alimentos procedentes de fábricas de carne y de la agricultura industrializada y otras muchas. Se trata de reconstruir fundamentalmente el modelo de producción y el estilo de vida, se trata de una transformación social y ecológica. Que esta transformación no se haga a expensas de los débiles, si no que se piense en lo social y lo ecológico conjuntamente con las cuestiones de poder y de propiedad es el punto de inserción específico de la política progresista. En el ámbito internacional esto significa ofrecer alternativas a medio plazo para los países cuyas economías se basan en la extracción y venta de petróleo, gas y carbón. Se trata por lo tanto de una economía mundial ecológica y solidaria. Traducción del alemán: Olivia van Riesen.

* Catedrático de Política Internacional en la Universidad de Viena.

El Protocolo de Kioto ha fortalecido a los poderosos y al sistema económico actual

Page 9: Qué Es El Protocolo de Kyoto

Ulrich Brand On 2 diciembre, 2015

Por qué fracasó el protocolo de KiotoTanto el Protocolo de Kioto como el sistema europeo de comercio de derechos de emisión están en vigor desde 2005, pero el consumo de combustibles fósiles, en especial el de carbón, ha aumentado 

Page 10: Qué Es El Protocolo de Kyoto

La razón del aumento del consumo de combustibles fósiles son los precios baratos del carbón, el gas y el petróleo debido, entre otras cosas, a la explotación –problemática desde el punto de vista medioambiental– de combustibles no convencionales procedentes de arenas bituminosas o extraídos la fracturación hidráulica.

El comercio de derechos de emisión y los otros dos mecanismos “flexibles” de Kioto fueron otras tantas falacias desde el principio. En las negociaciones de Kioto de 1997, la Unión Europea se había pronunciado a favor de límites máximos claros para las emisiones, pero EEUU y Japón se impusieron. Los principales partidarios del comercio de derechos de emisión fueron BP y Shell, dicho sea de paso.

No debemos olvidar que al final de las arduas negociaciones del Protocolo de Kioto, el comercio de derechos de emisión fue visto como una solución transitoria que debería ser reemplazada en 2020. Ahora se declara como única opción. Esto no debe quedar así.La UE instaló un sistema parecido al mismo tiempo. Pero dado que se expidieron demasiados certificados a las empresas, el comercio de derechos de emisión no ha servido como incentivo para inversiones en tecnologías con emisiones menores o libres de emisiones de CO2. Así, los precios para una tonelada de CO2 deberían estar entre 20 y 30 euros. A mediados de noviembre de 2015 el precio está en los ocho euros.

Pero lo que es aún peor: algunos estudios de 2012 muestran que la mayor parte de las compras de certificados de emisión la realizaron inversores financieros que los comercian para ganar dinero. Estos inversores se benefician más en la compraventa si hay grandes fluctuaciones. Y no tienen un interés directo en la reducción de las emisiones de CO2. El sistema, sin embargo, se basa precisamente en que no sólo haya precios bastante altos, si no que estos también sean estables y las empresas puedan planificar.

Page 11: Qué Es El Protocolo de Kyoto

Los otros dos llamados “mecanismos flexibles” del Protocolo de Kioto permiten a los contaminadores en los países industriales liberarse de los esfuerzos en política climática invirtiendo en otros países del Norte Global o del Sur Global. A esto se le llama “aplicación conjunta” o “mecanismos de desarrollo limpio”. De cara a los países en desarrollo esto es impúdicamente imperial, porque los proyectos climáticos a menudo están en contra de los intereses de la población local. Es por ello que en muchos lugares ha surgido la resistencia local. El investigador de política climática Achim Brunnengräber habla con mayor precisión de “comercio moderno de indulgencias”, porque las empresas más ricas y poderosas del Norte pueden seguir contaminando gracias a que apoyan proyectos muchas veces dudosos en otras partes.Lo último en política climática internacional, las “contribuciones previstas y determinadas a nivel nacional” (en inglés INDC, a mediados de diciembre todos conoceremos el término), es una nueva ronda de voluntarismo no vinculante. Hoy podemos ver qué significa “voluntarismo” observando el escándalo de Volkswagen en Alemania.

Desde el punto de vista político no se trata de negociar eternamente límites máximos sino de terminar con unos métodos de producción que son destructivos.

Por eso hay que constatar que con su lógica neoliberal el comercio de derechos de emisión y los otros dos “mecanismos flexibles” consolida el sistema económico basado en los combustibles fósiles (y nucleares). Las alternativas están siendo bloqueadas. Mientras en la política climática existan mecanismos flexibles y presuntamente conformes al mercado, estará asegurado ante todo el poder de las empresas mineras, el de los grupos energéticos e industriales el de los gobiernos que los sostienen.

Una reforma fundamental de la economía energética y de la economía en general no debe ser sometida a los intereses de actores con poder de mercado. Los éxitos reales en política climática y contra el cambio climático, como la ley alemana de promoción de las energías renovables, fueron implementados contra la resistencia inicial de la industria.

Page 12: Qué Es El Protocolo de Kyoto

El abandono de la energía del carbón actualmente en la agenda política de Alemania necesita un debate político concreto en Alemania. Por eso son importantes los debates críticos públicos y los movimientos locales de resistencia contra las iniciativas de fracturación hidráulica o la construcción de centrales térmicas de carbón. El movimiento Ende Gelände   (terreno final) a favor del cese de la extracción y explotación de carbón se está perfilando como el sucesor legítimo del movimiento antinuclear.Y existen muchas iniciativas que ya hoy viven un modelo de prosperidad diferente: abandonando el automóvil, los alimentos procedentes de las fábricas de carne y de la agricultura industrializada y otras más.

Se trata de reconstruir fundamentalmente el modelo de producción y el estilo de vida, se trata de una transformación social y ecológica. Que esta transformación no se haga a expensas de los débiles, sino que se piense en lo social y lo ecológico conjuntamente con las cuestiones de poder y de propiedad: ese es el punto de inserción específico de la política progresista.

En el ámbito internacional esto significa ofrecer alternativas a medio plazo para los países cuya economía se basa en la extracción y comercio de petróleo, gas y carbón. Se trata por lo tanto de una economía mundial ecológica y solidaria.

http://zasmadrid.com/?p=6274