La revolución de la tecnología permite un encuentro mediático diferente de las personas entre

ellas y para con el entorno social y cotidiano.

El sujeto social cada vez se convierte más en productor,

proveedor, informante, consumidor, estratega y delegado de aquello que se le ofrece y que

recibe como actuante en el entorno social mediatizado por la

web.

Dan Gillmor, en su libro “Nosotros, el medio”, describe de una forma un

tanto fatalista cómo y en qué medida el espacio en el que interviene el

ciudadano común en la información que antes le pertenecía solamente a determinados sectores sociales, va a

concluir por generar un tipo de periodismo ciudadano o periodismo participativo, del que todos somos

parte, ya que todos estaríamos involucrados, en mayor o en menor

medida, al mundo de la web.

Los blogs, según Gillmor, son una forma de periodismo participativo que ha podido dar cuenta de cómo han cambiado los roles sociales con el advenimiento de la red global pública y gratuita.

Con esto, estaríamos presenciando un cambio bien importante en lo que es la forma y la estructura de la información, la cual ya no estaría en manos de los periodistas o de los especialistas, sino de los ciudadanos.

Lo mismo encontramos en la forma de producir, procesar, obtener, distribuir y formalizar el contenido informático .

“Todo esto tiene que ver con la descentralización. La tradicionalmente centralizada recolección y distribución de

noticias está siendo complementada -y en algunos casos será reemplazada- por lo que está pasando en la periferia de las

redes cada vez más ubicuas”. (Dan Gillmor)

Pues, si encontramos que los roles sociales están cambiando en el marco de una

revolución informática de la cual no estamos fuera, debemos comprender también la

manera en que se transforma el consumo del producto mediático en la web , y con esto, la forma de producirlo: integrando

texto, imagen y sonido y convocando a una “Hipertextualidad” entre los elementos, lo

cual que permite un recorrido no lineal, personal y dinámico, haciendo que cada

lector sea el productor de su propio recorrido, es decir, el autor de su propia e

íntima forma de consumo del medio.

Además de la Hipertextualidad, encontramos otros elementos más que, según Joao Canavilhas, forman parte del lenguaje

“multimedial”: la multimedialidad, entendida como la posibilidad de que los “nodos” de información sean de características tan

diferentes como texto, vídeo o audio, y la interactividad, es decir, la capacidad del usuario para interactuar con el contenido.

“Considerando que el concepto de periodismo está directamente

relacionado con el soporte técnico y el medio que difunde las noticias (Murad,

1999), nos parece que la palabra webperiodismo es la que mejor se

adecua al periodismo hecho en y para Internet, más específicamente, en la parte de Internet denominada World

Wide Web”. (Joao Canavilhas)

Por lo tanto, al hablar de webperiodismo, estamos hablando de un tipo de periodismo que utiliza las

herramientas de Internet para producir contenidos que serán difundidos en la Wide

World Web.

“Si existe un periodismo escrito, un periodismo radiofónico, un periodismo televisual y un periodismo cinematográfico, hay, consecuentemente, un lenguaje del periodismo escrito, un lenguaje del periodismo radiofónico, un lenguaje del

periodismo televisual y un lenguaje del periodismo cinematográfico”. (Martínez Albertos)

Encontramos, pues, que también ese universo que es la Web, resulta tener ciertas características especiales en cuanto a formato, coherencia, psicología

y estrategia comunicativa que son funcionales al medio en el que se encuentran, y que no solamente es el medio el que condiciona dichas

determinaciones sino también, el usuario, es decir, el consumidor del medio, que con el espacio cibernético amplio y general, también es productor y

ejecutor de éste.

Entonces, el usuario productor y habilitado para cambiar el medio, ¿en qué medida contribuye para generarlo?

La pregunta que subyace es ¿qué consumimos?

Hemos dicho que somos productores y consumidores de un medio amplio y heterogéneo, con características

específicas y con estrategias claras de comunicación y de convocatoria para con los usuarios.

El usuario, en su calidad de usuario, ya tiene un papel designado dentro de la web. Si bien puede contener,

promocionar, distribuir, modificar y hasta transgredir el medio, no puede generarlo. Su aporte le sirve al medio para terminar de configurar la entrega, es decir, para terminar de configurar

la agenda.

Por lo tanto, lo que Gillmor nos explica es en cierta medida, algo imposible.

Existe un cambio de rol: el usuario comienza a tomar partido activamente del

medio, pero esto no significa que pueda generar el medio como tal, es decir, iniciar o crear algo el medio

en sí.

Al analizar pensamos lo que dice Gillmor sobre el periodismo participativo,

encontramos que éste tipo de periodismo no es tal, es simplemente una forma más amplia, heterogénea y general de hacer que los ciudadanos participen activamente del medio,

contribuyendo a su continuidad espacial y mercantilista; lo cual no requiere

específicamente que todos los ciudadanos pasen a ser, de repente,

periodistas del medio del web.

Jael L. Ferrari