pushkin alexander - ruslan y liudmila

7/21/2019 Pushkin Alexander - Ruslan Y Liudmila

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ALEXANDER PUSHKIN

Ruslán y Liudmila

PROLOGO

En una playa próxima a cierto golfo crece un robusto y verderoble. Un gato sabio, sujeto al tronco por una cadena de oro, davueltas sin cesar en torno a él. Cuando corre a la derecha, entona una canción, y cuando corre ala izuierda se pone a contar un cuento. !or todas partes se producen all" milagros# anda vagando eldemonio, una ondina se balancea en las ramas... $ en lossenderos ocultos se ven huellas de animales nunca vistos...

%ambién hay una casita con patas de gallina, y ue no tienepuertas ni ventanas. &ll" cada bosue y cada valle alberganinn'meros fantasmas... &ll", al rayar el alba, cuando las olas empiezan a rodar por lasriberas arenosas, surgen de las l"mpidas aguas treinta y treshermosos héroes, capitaneados por el viejo %"o del (ar... &ll" un joven pr"ncipe vence y hace prisionero a un zar temible...



&ll", a la vista de todos, rapta un brujo a un héroe esforzado y,subiendo con él a las nubes, vuela sobre bosues y mares... &ll", encerrada en una celda, llora una zarina, a la ue sirve con)delidad un oso pardo...

&ll" camina por s" solo un mortero junto a la bruja $aga. &ll" el zar de los brujos, el *rujo+nmortal, tiembla por su oro... &ll" reina el esp"ritu ruso... %odo sabe a -usia all". $ all" estuve yo... *eb" dulc"simo hidromiel, vi auel roble verde, ytambién, a su sombra, al gato sabio, ue me contó buenoscuentos de los suyos. $ uno de ellos lo recuerdo, y voy a contarloahora al mundo entero...



CANTO PRIMERO

Es ésta una historia de tiempos lejanos, una leyenda de la

antigedad m/s remota. -odeado de sus hijos poderosos y de sus amigos, el pr"ncipe0ladimir el 1ol daba un fest"n en la sala m/s espaciosa de supalacio# celebraba los esponsales de su hija menor con el valiente-usl/n, y levantaba a su salud una pesada copa de hidromiel. 2uestros antepasados com"an siempre con gran calma, y las

jarras y los vasos de plata, llenos de vinos espumosos y cerveza,ue infunden alegr"a en los corazones, se mov"an ante ellos congran lentitud. 0asos y copas, rebosantes de espuma, eran

servidos por coperos ue, al ofrecerlos, se inclinaban con respetoante los convidados. 3as voces se mezclan en un rumor confuso, en un zumbidointerminable. !ero de pronto resuenan las notas sonoras yfugaces del salterio y la voz melodiosa del trovador. %odos callan yescuchan. El cantor elogia la belleza de 3iudmila, la valent"a de-usl/n y la corona ue les ha preparado el amor. 4atigado, sin embargo, por su emoción amorosa, -usl/n ni comeni bebe# est/ inmóvil, sin apartar los ojos de su amada, suspira eimpaciente se retuerce los bigotes. & la misma mesa est/n sentados tres mancebos, los tresguerreros 5amantes, ue contemplan tristemente sus copasvac"as olvid/ndose de llenarlas, no prueban plato alguno yparecen no o"r la canción del trovador# son los tres rivales delprometido. 3os desdichados sienten en sus almas el veneno delodio y la amargura de un amor desgraciado.



Uno de ellos es -ogday, intrépido guerrerro ue supo ensancharcon su espada las fértiles tierras de 6iev. El otro es 4arlaf, un charlat/n altanero a uien nadie vence en losfestines, pero guerrero mediocre en el fragor de las batallas.

$ el tercero es -atmir, el joven 7han de los 7azares. 3os tres tienen p/lido y sombr"o el semblante y a ninguno de lostres le divierte el fest"n. 4inalmente, concluye. %odos se levantan de la mesa ycontemplan a los jóvenes prometidos. 3a novia mira confusa alsuelo y parece un poco triste. En cambio -usl/n se muestra ahoraalegre y animado en extremo. 1e acerca la medianoche y las negras sombras envuelven lanaturaleza toda. 3os boyardos, adormecidos por efecto delhidromiel, se despiden con profundos saludos y se retiran a sus

casas. El novio est/ en las nubes y lleno de ventura. El pr"ncipe 0ladimir, emocionado y algo triste, da su bendición alos jóvenes. 1eguidamente acompa8an todos a la muchacha a susaposentos. 9e s'bito, retumba un espantoso trueno, brilla un rel/mpago enla oscuridad y la l/mpara se apaga. :uedó todo envuelto en una nube de humo. !arece como sitodas las cosas empezaran a temblar en las tinieblas... y se hace

un profundo silencio. Una voz extra8a resuena dos veces en el silencio terrible# unasombra negra desciende y desaparece después en una nube dehumo. $ vuelve a reinar el silencio, como si todo el palacio uedaraabandonado. -usl/n est/ p/lido y ba8ado en un fr"o sudor. 1u mano yerta busca vanamente en las tinieblas a su amada...1ólo encuentra el vac"o. 3iudmila ha desaparecido arrebatada poruna fuerza desconocida. ;&y de auel ue pierde a la amada para siempre en un instante<& no dudarlo es preferible la muerte... (as el desdichado -usl/n siguió viviendo. $ a todo esto =ué dijo el pr"ncipe> 1orprendido por la tremenda noticia y enfurecido contra suyerno, llamóle, convocando al propio tiempo a su corte entera.



?=9ónde est/ 3iudmila> ?le pregunta con tono amenazador. !ero -usl/n no le oye. ?;@ijos m"os y amigos todos< ?prosigue lament/ndose elpr"ncipe?. & vosotros me dirijo record/ndoos vuestros méritos.

;%ened piedad de m", ue soy un anciano< =Cu/l de vosotros est/dispuesto a salir en busca de mi hija> ;El mérito del valiente uelo consiga no uedar/ sin premio< $ t', desdichado, ue nos hassabido guardar a tu esposa, llora y laméntate, porue he de darlaal ue la encuentre, con la mitad del reino de mis abuelos...=Cu/l, pues, de mis hijos o amigos est/ dispuesto a salir en subusca> ?;$o< ?exclamó el abatid"simo esposo. ?;$o, yo, yo< ?contestaron a una -ogday, 4arlaf y el siemprealegre -atmir?. &hora mismo vamos a ensillar nuestros caballos,

y nos tienes dispuestos a recorrer el mundo entero. 2o temas,padrecito, tu espera no ser/ larga. ;Correremos presurosos enbusca de la princesa< El anciano padre, conmovido después de tanto sufrir, les abre,llorando, los brazos.

A

3os cuatro salen juntos del palacio.

-usl/n, muy desanimado por su desventura# la idea de haberperdido de manera tan s'bita a su amada le atormentaba elcorazón. 3os cuatro saltan sobre sus corceles y vuelan a lo largo de lasrientes orillas del 9niéper, desapareciendo tras una nube depolvo. $ todos, con el pr"ncipe al frente, les siguen, aunue sólocon el pensamiento, pues no ven ya ante s" m/s ue el campodesierto. -usl/n sufre y sigue callado# hasta la memoria ha perdido. %ras él va 4arlaf ue, poniéndose en jarras, exclamaB ?;:ué contento estoy de poder obrar a mi gusto y con totallibertad< ;jal/ encontrara pronto al gigante< Entonces la sangrecorrer"a de verdad. (uchas ser"an las v"ctimas ue har"a caer miamor celoso. ;&légrate, pues, )el espada, y también t', corcelveloz<



El 7han de los 7azares baila en la silla, viéndose ya en brazos de3iudmila. @ierve su sangre moza, y en su mirada brilla laesperanza. ra pone al galope su caballo, ora lo hace encabritar,oblig/ndole a vencer pasos abruptos.

-ogday calla y se muestra m/s taciturno ue sus compa8eros.Est/ inuieto y, enfurecido, mira de reojo al 7han de los 7azares. %odos los rivales, durante el d"a entero, siguen la misma ruta. 3a orilla m/s baja del 9niéper tórnase ya oscura. 9esde rientese acercan las sombras de la noche y sobre el r"o profundoextiéndese la bruma. @a llegado el momento de dar reposo a loscaballos. &l pie de una monta8a cr'zanse varios caminos. ?0amos a separarnos au" ?dicen todos. $ cada cual deja ue su corcel escoja la ruta libremente.

A

=:ué haces t', infortunado -usl/n, solo en este desiertosilencioso> =Contin'as recordando el aciago d"a de tus bodas con3iudmila, ue surge ante ti como en un sue8o> =!or ué vas as" con el casco de cobre hundido hasta las cejas,dejando ue se escapen las riendas de tus fuertes manos> =!orué vas con el paso tan lento por los campos, cada vez m/sperdidas la esperanza y la fe>

!ero ahora aparece una cueva ante los ojos del guerrero. En lacueva brilla una luz... El jinete se dirige all" sin detenerse, yatraviesa bóvedas adormecidas, tan viejas como el mundo. 1e para y entra, lleno de tristeza... $ =ué descubre all"> En la cueva ve a un anciano, de luenga barba blanca y de miradaclara y serena# est/ inclinado sobre un viejo libro, leyendo consuma atención y ante él arde una lamparilla. ?*ienvenido seas, hijo m"o ?dice el anciano, sonriendo?. @aceveinte a8os ue estoy au" completamente solo, extinguiéndomelentamente en las tinieblas de mi vida. !ero por )n ha llegado eld"a previsto por m", el d"a en ue la muerte nos une. 1iéntate,pues, y escucha lo ue voy a decirte. 1é, -usl/n, ue has perdido a tu 3iudmila y ue ya vandesmayando las fuerzas de tu esp"ritu. !ero el mal es pasajero, ypronto desaparecer/ el dolor ue te ha in5igido el destino...1igue, pues, adelante y sin temor, alegre siempre y lleno de fe y



esperanza. ;2o desfallezcas< ;1iempre adelante< 1igue tu caminoy /brete paso con la espada dirigiéndote siempre hacia dondereina la medianoche. 9ebes saber, -usl/n, ue uien te ha agraviado es un hechicero,

el terrible Chernomor, conocido secuestrador de muchachashermosas. Es el due8o de las monta8as del reino de lamedianoche. $ hasta ahora ni una sola mirada ha logradopenetrar en su palacio. !ero t', vencedor de la maldad, penetrar/s en la morada delmalhechor y acabar/s con él. 2ada m/s debo decirte. &s", pues,desde ahora se halla tu suerte en tus propias manos, hijo m"o. Cayó nuestro héroe a los pies del anciano, y le besó la mano,radiante de alegr"a. 0a despej/ndose el mundo ante sus ojos y su corazón se alivia y

reanima. (as de s'bito vuelve a pasar por su rostro la sombra dela tristeza... ?&divino la causa de tus inuietudes, pero me es f/cildesvanecerlas ?le dice el anciano?. %e preocupa el amor delbrujo de blancas canas... %ranuil"zate# su amor no es peligrosopara la joven. %errible es el poder de Chernomor# puede hacer uedesciendan las estrellas y con su silbido hace temblar a la luna.!ero contra la ley del tiempo nada vale su ciencia y no puederecuperar su juventud. Es ya un m"sero viejo y no conseguir/ ue

la joven olvide tu amor y consienta en ser su esposa. !ero el d"a termina ya, guerrero, y te conviene el reposo. -usl/n se acuesta sobr el blando musgo, a la tenue luz de lalamparilla, e intenta conciliar el sue8o... 1uspira, cambia de posición# mas todo es en vano. ?2o puedo dormir, padre m"o ?acaba diciendo?. 2o sé uéhacer. (i alma est/ enferma... el sue8o huye de m"... 3a vida mees penosa en demas"a... !ermite ue me alivie con tu santaconversación. !erdóname una pregunta indiscretaB =uién eres t',hombre bondadoso y enigm/tico>... =:uién te obligó a vivir eneste lugar desierto> El anciano, suspirando, le sonrió afablemente y le dijoB ?:uerido hijo m"o. $o soy )nlandés, y por el tiempo de midespreocupada juventud, apacenté ganado de las vecinas aldeasen valles sólo por nosotros conocidos. gnoraba todo lo ue nofueran bosues impenetrables, arroyos y cavernas ocultas en las



rocas, as" como las diversiones propias de nuestra salvaje miseria.& pesar de ello, no uiso la suerte ue viviera yo largo tiempo enauella tranuila uietud. Cerca de nuestra aldea crec"a entonces, como una 5or solitaria,

una muchacha llamada 2a"na, ue sobresal"a entre sus amigaspor su extraordinaria belleza. Cierto d"a, al llevar yo mis reba8os por los prados y cuandoestaba preparando mi gaita, me encontré a orillas de un torrenteimpetuoso. Una hermosa muchacha trenzaba all" una corona de 5ores... Eldestino me hab"a llevado hasta ella... ;Era 2a"na, guerrero< (e le acerué, y mi atrevida mirada viósecorrespondida con otra no menos ardiente. Conoc" entonces loue era el amor, con toda su celestial delicia y su angustia

torturadora. &s" transcurrió medio a8o, durante el cual le declaré mi amordiciéndoleB D%e uiero, 2a"na.D !ero 2a"na, ue se complac"a sólo en sus propios encantos,escuchó mis palabras con altivez e indiferencia y me contestófr"amenteB D!ues yo no te uiero, pastor.D &l escuchar tal respuesta, me pareció ue el mundo se oscurec"a#y ni los /rboles, ni los bosues frondosos, ni los alegres juegos delos pastores, lograron ya calmar mi angustia.

(i corazón languideció de tristeza. $ as", decid"me al )n aabandonar los campos )nlandeses y a atravesar los peligrososabismos del mar, a )n de conuistar el corazón de la altiva 2a"na,con la gloria de guerreras haza8as. -eun", pues, a unos cuantos pescadores decididos, y les invité abuscar peligros y oro. !or primera vez el pa"s tranuilo de mispadres y abuelos oyó el estrépito de las armas y miró pasar lasnaves de guerra. &s" me perd" en la lejan"a, henchido de esperanza, con auelpu8ado de valientes, hijos de mi tierra. !or espacio de diez largos a8os salpicamos con sangre deenemigos las nieves y las aguas. 2os precedió la fama# los reyestemblaron ante mi arrojo, y sus orgullosos regimientos huyeronante las armas del 2orte.



uerre/bamos denodadamente y llenos de alegr"a. 2osrepart"amos dones y botines y celebr/bamos las victorias enunión de los vencidos. !ero mi corazón, rebosante de amor por 2a"na, sufr"a

silenciosamente en el fragor de las batallas y en el bullicio de losfestines, sin poder olvidar nunca las riberas )nlandesas. D;&migos<D, dije. D$a es hora de volver y de colgar las armas a lasombra de nuestras casas paternas.D (oviéronse ruidosamente los remos, dejando tras nosotros elterror y la muerte# y muy pronto atracamos con j'bilo en el golfode nuestra uerida patria. D;!or )n se ven realizadas mis ilusiones y mis m/s ardientesdeseos< 1e aproxima la hora del dulce encuentro... &rrojaré a lospies de la muchacha hermosa y altiva mi espada ensangrentada,

arrojaré perlas, y oro y corales.D &s" comparec" ante ella, embriagado de pasión y rodeado de susenvidiosas amigas, semejante en todo a un sumiso vencido. !ero la hermosa muchacha se alejó y me dijo con tonoindiferenteB D;@éroe< ;2o te uiero<D (as, =para ué contarte, hijo m"o, todo lo ue, para ser contado,reuerir"a de m" fuerzas ue no tengo> ;&y< &'n ahora, viviendo au" completamente a solas con mi

alma, y encontr/ndome ya a las puertas de la tumba, correnamargas l/grimas por mi barba blanca, recordando el pasado. !ero déjame ue prosiga. En mi patria, entre los pescadoressolitarios, se practica una ciencia milagrosa. 1iempre ocultos y alamparo del eterno silencio de los bosues, viven, en los m/sapartados rincones, viejos hechiceros. %odos sus pensamientos sedirigen a la m/s alta sabidur"a. 1aben todo lo pasado y todo lo porvenir. $ las cosas todas est/n sometidas a su terrible voluntad, lamuerte y aun el mismo amor. Fvido y empedernido buscador de oro como yo era, resolv"me, enmi in)nita tristeza, a conuistar a 2a"na por medio de las artesm/gicas, encendiendo una llama amorosa en el corazón de lahermosa muchacha con arti)cios de hechicer"a. (e alejé, pues, intern/ndome en auellos bosues sombr"os, enlos ue pasé largos a8os estudiando entre los sabios hechiceros.3legó )nalmente el d"a, por m" tan anhelado, en ue pude ya, con



mi clara inteligencia, penetrar los m/s ocultos y terribles arcanosde la naturaleza y en el ue comprend" todo el poder de lasinvocaciones m/gicas. D;&s" conseguiré coronar pronto mis deseos y mi amor<D pensaba

yo.D &hora, 2a"na. te venceré y ser/s m"a<D (as no fui yo el vencedor, sino el destino, ue me persegu"a sindescanso. 3leno de esperanzas juveniles, empecé a invocar a los esp"ritus.

$ he au" ue el silencio eterno de la fronda se vio turbado por untrueno formidable, acompa8ado de la luz de un rel/mpago.!rod'jose un m/gico torbellino... 3a tierra tembló bajo los pies... yante mis ojos apareció sentada una vieja canosa, con ojosbrillantes y hundidos y una enorme joroba, s"mbolo de la m/striste decrepitud.

;&y guerrero< ;&uella mujer era 2a"na< :uedé horrorizado y sinpoder hablar, contemplando el repugnante fantasma y sin dar fea mis propios ojos... Entonces prorrump" en s'bito llanto y dijeB D=Es posible ue seas t', 2a"na> =9ónde est/ tu hermosura>=Cómo has podido cambiar as">... 9ime, =cu/nto tiempo hace ueno nos hemos visto>...D D=Cu/nto>... !ues cuarenta a8os justosD, me contestó ella. D@oyhe cumplido los setenta... ;:ué se le va a hacer<D, prosiguió con

su voz cascada y ronca. DEl tiempo vuela. @a pasado ya tuprimavera y la m"a también... 3os dos nos hemos hecho viejos...!ero esc'chame, uerido m"o, todo esto no tiene importancia...Claro ue ahora ya tengo canas... %ambién me siento menosanimada ue en otros tiempos... 2o tengo tantos atractivos... !eroen cambio voy a confesarte una cosaB ;1oy bruja<D $ dec"a la verdad. :uédeme inmóvil y aturdido. Comprend" ue era un imbécil a pesar de toda mi sabidur"a. ;!ero lo m/s terrible fue ue la fuerza m/gica consiguió lo ue yome hab"a propuesto< ;1intióse auella vieja enamorada de m"< Entonces hu". 3a vieja se puso a perseguirme, y llen/ndome de insultosB D;&h, ingrato<D me dijo. D=!ara ué has uerido turbar misosiego> =!or ué, al conseguir mi amor, huyes de m", de tu 2a"+na, y me desprecias> ;&y, as" son todos los hombres< ;%raidores



todos< ;nfeliz de m"<... ;!ero me vengaré de ti, vil seductor,déspota y raptor de doncellas inocentes<D &s" nos despedimos. 9esde entonces vivo au" en la mayorsoledad, con el alma destrozada. 3a naturaleza, la sabidur"a y la

tranuilidad constituyen el consuelo de este anciano ue mirasahora, y a uien espera ya la tumba. !ero la llama de amor de la vieja se ha convertido en terribleodio. En su alma anida la m/s negra maldad, y, sin duda alguna,la vieja bruja habr/ de odiarte a ti también... !or fortuna, lospesares no son eternos en este mundo nuestro.

A

El guerrero hab"a escuchado /vidamente las palabras del

anciano, sin cerrar los ojos, sin sentir deseos de dormir# y,meditando y re5exionando, no se dio cuenta de cómo transcurr"ala noche. Empezó a clarear el nuevo d"a... 1uspirando, el agradecido mancebo se despidió del ancianod/ndole un fuerte abrazo. 1u alma estaba llena de esperanza. 1alió de la cueva y, espoleando a su caballo adormecido, yenderez/ndose en la silla, lanzó un silbido y gritó al hechiceroB

?;2o me abandones, padre< $ se lanzó el campo. ?;*uen viaje< ?le contestó el viejo?. ;&diós< ;:uiere a tuesposa y no olvides los consejos de este anciano<



CANTO SEGUNDO

El indómito -ogday ue, lleno de un presentimiento inexplicable,se hab"a dirigido a un pa"s desierto, dejando a sus compa8eros,cabalgaba ahora meditabundo entre selvas solitarias, y el esp"ritumaligno no dejaba de turbar un solo instante su almaentristecida. (archaba el guerrero, sombr"o y malhumorado, murmurandoconstantementeB ?;Combatiré y mataré< ;0enceré todos los obst/culos ue salgana mi paso<... ;1abr/s uien soy, -usl/n< ;$ entonces podr/prorrumpir en llanto la doncella<

$ dando una s'bita vuelta, regresó cabalgando por el mismocamino. &uella ma8ana el intrépido 4arlaf, después de un largo y muytranuilo sue8o dormido cerca de un arroyo, huyendo de los rayosdel sol, almorzaba, en completa soledad, para reponer susfuerzas. 9e pronto ve cómo vuela por el campo, semejante a la tormenta,un jinete desconocido. 1in perder tiempo, 4arlaf abandona lacomida, el casco, la coraza y los guantes y, saltando sobre el

caballo, huye al galope. !ero el otro le persigueB ?;9etente< ;0illano< ;Cobarde< ?le grita el desconocido?.;Espera< ;:uiero cortarte la cabeza< 4arlaf reconoce la voz de -ogday y se estremece# tiembla yespolea m/s a'n a su caballo. &s" corre la liebre, con las orejastiesas, a través de campos y bosues, huyendo del perro. El terreno por el cual cabalgaba 4arlaf, estaba cruzado porturbios arroyos, producidos por el deshielo primaveral. 1u caballoveloz tropezó con un foso, pero agitando la cola y las blancascrines, saltó y venció el obst/culo. (as el cobarde jinete cayópesadamente en el fango del foso con los pies al aire# y,confundiendo tierra y cielo, aguardó la muerte. -ogday se acercó blandiendo su espada. ?;(uere, cobarde< ?exclamó.



!ero al reconocer a 4arlaf, sus brazos cayeron a lo largo delcuerpo. 1u mirada expresó desconcierto y desdén. $ nuestrohéroe -ogday se apresuró a alejarse del foso. 1e sent"a irritado y al propio tiempo no pod"a menos de re"rse de

s" mismo. !oco después encontró en el camino a una anciana de largacabellera canosa jorobada por m/s se8as. 3a vieja apenas pod"acaminar, pero, no obstante, se8aló con el bastón la dirección delnorte y le dijoB ?;!or all" le encontrar/s< $ -ogday, lleno de alegr"a, voló hacia el norte, sin saber uevolaba tal vez hacia la muerte.

A

=$ 4arlaf> =:ué hace 4arlaf> !ues 4arlaf se ha uedado en el foso, sin atreverse a respirar denuevo, pregunt/ndose si a'n vive o no y cavilando sobre ladirección ue habr"a tomado su adversario. ye de pronto la voz cascada de una anciana ue le habla desdearribaB ?;3ev/ntate, mancebo< En el campo reina la calma. %e traigo elcaballo. 3ev/ntate y esc'chame.

%urbado, abandona el guerrero el enfangado foso, mira conrecelo a todas partes y, animado ya y respirando por )nlibremente, exclamaB ?;racias a 9ios, estoy sano y salvo< ?Est/ bien ?prosigue la vieja?. !ero debes saber ue encontrara 3iudmila es cosa m/s ue dif"cil. Est/ muy lejos. $ ni t' ni yodaremos con ella. &dem/s es sumamente peligroso andar errantepor el mundo. Créeme, mejor har/s siguiendo mi consejo# regresatranuilamente a tu propiedad de 6iev, y descansa all" sinpreocuparte. & 3iudmila la encontrar/n sin nuestra ayuda. 9icho esto, la vieja desapareció. !or ser nuestro héroe muy prudente, p'sose acto seguido encamino hacia su casa, renunciando a la gloria y llegando hasta aolvidar a la joven y hermosa princesa. $ cabalgó, asust/ndose porel menor rumor del bosue, por el vuelo de un p/jaro o por elmurmullo de un arroyo.



A

Entre tanto, -usl/n estaba muy lejos de all", atravesando selvas o

galopando por los campos, con el pensamiento )jo en 3iudmila,su 'nica alegr"a. ?;&y, uerida compa8era< =9ónde est/s> ;1i yo pudieraencontrarte, esposa )el<... ;:uién sabe si no volveré a contemplarya m/s tus hermosos ojos ni a o"r tu dulce voz<... = :uerr/ eldestino ue permanezcas para siempre prisionera del hechicero yue languidezcas marchit/ndote en tu prisión> = me encontrar/uno de mis rivales y...> ;!ero no, esto no< ;2o temas, tesoro m"o,mi )el espada me acompa8ar/ siempre y mi cabeza semantendr/ )rme sobre mis hombros<

Cierta noche oscura segu"a -usl/n la orilla abrupta y pedregosade un r"o. Corr"a abajo el agua. %odo estaba tranuilo alrededor.9e pronto silbó una 5echa... se oyó el ruido de una coraza y losrelinchos y el galope de un caballo. ?;9etente< ?le grita una voz. -usl/n vuelve la cabeza. Un jinete vuela hacia él con la lanza enalto. Es el 7han de los 7azares, ue se precipita sobre el pr"ncipe. ?;!or )n he logrado encontrarte, amigo< ;!rep/rate a morir< ?legrita el jinete?. ;nmóvil te uedar/s en este mismo lugar... y

entonces podr/s ir en busca de tu princesa< -usl/n, enfurecido, reconoció la voz de -atmir.

A

!ero, amigos =ué le ocurre a nuestra gentil doncella> 9ejemosde ocuparnos, por un momento, de los jóvenes guerreros. (/starde volveremos a ellos. @a llegado ya el punto de acordarnos dela princesa y del terrible Chernomor. s he contado ya cómo durante una noche oscuradesaparecieron, ante los ojos de -usl/n y envueltos en una densaniebla, los encantos de la dulce princesa. ;!obre 3iudmila< Cuando el raptor se apoderó de ti,arrebat/ndote de tu aposento, voló contigo por las nubes y sedirigió, envuelto en humo y tinieblas, hacia sus monta8as#



perdiste el conocimiento y te encontraste después, p/lida ytemblorosa, en el castillo encantado del brujo. &s" vi también una vez, desde el umbral de mi casita, cómo und"a de verano corr"a un gallo, sult/n del gallinero, persiguiendo a

una t"mida gallina. 9ispon"ase ya mi gallo a alcanzarla... !ero porencima de él un azor gris, viejo raptor de los polluelos de la aldea,volaba describiendo c"rculos caprichosos, y lleno de oscurasintenciones. 9e s'bito cayó como un rayo en el corral y volvió asubir. $ ya se encuentra la pobrecilla en las garras del peligrosoraptor, ue se la lleva a sus oscuras cuevas, lugar seguro para él.En vano el gallo, sorprendido y tembloroso, llama a sucompa8era. 2o ve ya m/s ue plumas ue vuelan arrastradas porel viento...

A 3a princesa permaneció sin sentido toda auella noche, sumida

en una oscura pesadilla. !or )n volvió en s", y era ya la ma8ana,presa de una viva emoción, y angustiada a la vez por un funestopresentimiento. 1u alma vuela al encuentro de la dicha y buscando conimpaciencia a auel a uien ama, murmuraB ?=9ónde est/s, esposo amado>

A

!ero se estremece al mirar en derredor... ;3iudmila< =9ónde est/ tu habitación>... 3a pobre doncella sedespierta entre mullidas alfombras, bajo un rico baldau"n... all" cortinas... au" espesos colchones, borlas y bordadosincomparables... !or douier riu"simos brocados... *rillan laspiedras preciosas# y de los tr"podes de oro ascienden nubes dehumo arom/tico... !ero basta... 2o es preciso ue describa un palacio encantado,pues 1cherezade lo hizo antes ue yo. (as ning'n valor tiene el m/s soberbio de los palacios si noalberga a un ser uerido.

A



%res doncellas de adorable belleza, ataviadas con ligeras y

maravillosas vestiduras, present/ronse ante la princesa... 1eacercaron y la saludaron inclin/ndose hasta el suelo.

Una de ellas, con sus dedos ligeros como el aire, le peinó susdorados cabellos, disponiéndolos en trenzas, con maestr"a dignade nuestros tiempos# luego ci8ó su blanca frente con una coronade perlas. &cercóse después, con t"mida mirada, una segunda doncella. $ elesbelto cuerpo de 3iudmila se vio envuelto en una riu"simat'nica color de cielo. 1obre sus hombros y su pecho cayó un velotransparente como la bruma. 9os liger"simas zapatillascomprimieron su par de piececillos, maravilla entre las maravillas. 3a tercera de las doncellas ofreció a la princesa un cinturón de

corales, mientras una cantante invisible entonaba alegrescanciones. !ero ni las piedras preciosas, ni las perlas, ni tampoco las alegrescanciones de alabanza, pod"an aliviar el alma de la jovenprincesa. En vano le mostraba el espejo sus encantos, susespléndidos vestidos# ella permanec"a triste y callada. $ los amantes de la verdad, como en general todos los uepueden leer en el fondo de los corazones, saben sobradamenteue si una mujer se muestra apenada y si, a través de sus

l/grimas, se olvida, contra toda razón y costumbre, de lanzar unamirada, aunue sea de reojo, al espejo, es ue en verdad sesiente en extremo a5igida.

A

3iudmila vuelve a encontrarse sola. 1in saber ué hacer seacerca a una ventana enrejada y su mirada se pierde en labrumosa lejan"a. %odo parece muerto. 3os valles est/n cubiertosde blancas alfombras de nieve. 3os sombr"os picos de lasmonta8as parecen dormidos en medio de auella blancamonoton"a y de auel eterno silencio. En parte alguna se divisauna humeante chimenea, ni huellas de vida humana. El sonalegre del cuerno de caza no resuena por auellos montesdesolados. %an sólo r/fagas de viento soplan sobre el campo



desierto, agitando las copas de los /rboles desnudos ue seelevan hacia el cielo p/lido. 3lorando de desesperación, 3iudmila se cubre el rostro con lasmanos.

?;9esventurada de m"< =:ué me aguarda ahora>... 1e precipita hacia una puerta y ésta se abre ante ella a los sonesde una m'sica melodiosa. 3iudmila se encuentra ahora en un jard"n. ;:ué maravilloso lugar<;Es m/s bello ue los jardines de &rmida y m/s admirable a'nue los ue poseyeron el rey 1alomón y el pr"ncipe de %aurida<frécense a su vista, agitados y rumorosos, espléndidos bosuesde robles, avenidas de palmeras y parues de laureles, hileras demirtos, altivas copas de cedros y dorados naranjales. $ todo sere5eja en el espejo de las aguas.

3a colina, los bosuecillos y los valles se ven reanimados por uncalor primaveral y una brisa de mayo sopla refrescando loscampos encantados. Un ruise8or chino canta entre el follaje.*rillan los surtidores lanzando hacia las nubes sus aguascristalinas con alegre rumor, y salpicando las estatuas ue losrodean, ue parecen vivas. El propio 4idias, alumno de 4ebo y de!alas, contempl/ndolas, hubiera dejado caer, lleno de envidia, sudivino cincel. 3as cascadas, cayendo desde gran altura, seuiebran sobre rocas de m/rmol y se multiplican en perlas ue

brillan como el arco iris. *ajo la verde sombra de los bosuesserpentean millares de arroyuelos, ue vierten all" sus aguasso8olientas, lugares de frescura y descanso. &c/ y acull/ surgende entre el eterno verdor soberbios pabellones entre tupidosrosales ue bordean senderos solitarios. !ero la inconsolable 3iudmila ni siuiera mira todas auellasbellezas. Est/ cansada de tanta maravilla y todo la entristece.!rosigue adelante su camino sin saber adonde va y pasea as" portodo el jard"n dando rienda suelta a sus l/grimas y elevando susmiradas al cielo, ue le parece implacable y oscuro.

A

!ase/ndose mi encantadora 3iudmila bajo el sol matinal, acabapor sentirse cansada. Considera llegado el momento de enjugarsus l/grimas y dice para sus adentrosB



?;*asta ya< 1e sienta sobre la hierba y empieza a mirar en torno suyo. !ero apenas lo ha hecho, ve extenderse ante ella, con gran ruido,una sombreada tienda y ofrecérsele un suculento almuerzo con

toda la vajilla de cristal. En el silencio del jard"n empieza a tocarun arpa invisible. 3a princesa cautiva se maravilla# pero piensaB ?=!ara ué seguiré viviendo lejos de mi amado y privada delibertad> ;h, amado m"o, cuyo amor me consuela y me martirizaa un tiempo< ;1/belo< 2o me infunde miedo el poder delmalhechor. ;3iudmila sabr/ morir< ;2o me hacen falta, infame, tustiendas ni tus manjares, ni tus canciones aburridas# no comeré, niescucharé, y me ver/s morir en tus jardines< Esto es lo ue piensa 3iudmila, pero se pone a comer.

3a princesa se levanta y desaparecen en el acto la tienda y lalujosa vajilla, con las notas del arpa, y vuelve a reinar el silencio.tra vez vaga 3iudmila por los jardines solitarios y por lossilenciosos bosues. (ientras tanto, en el )rmamento azulado empieza a navegar laluna, reina la noche# de todas partes acuden las sombras,cubriendo valles y promontorios. 3a princesa siente deseos dedormir, y entonces una fuerza misteriosa la levanta como uncé)ro suave y la lleva, entre el aroma nocturno de las rosas, al

castillo, deposit/ndola en su aposento.

A

-eina un silencio sepulcral, en el ue sólo se oye el palpitar de sucorazón. $ en auel silencio parécele de pronto ue alguien seaproxima a ella. 3a princesa oculta su cabeza entre las manos, y...;horror< se oye ruido, y en la estancia penetra una luz, se abre lapuerta y aparece una hilera de negros ue se acercan majestuosay silenciosamente blandiendo sus sables brillantes. 9an unavuelta a la derecha, y se acercan llevando sobre una granalmohada una largu"sima barba blanca, tras la cual caminalentamente y con arrogante porte, levantando la cabeza sobre uncuello delgado y largo, un enano jorobado# a auella cabeza,afeitada por completo y cubierta por un gorro alto y puntiagudo,pertenece la larga barba.



$a est/ junto a la joven. 3a princesa da un salto y de un golpehace caer el gorro del enano y se prepara a golpearle# al mismotiempo lanza un terrible grito y empieza a chillar de tal modo uetodos los negros se sobresaltan. El pobre enano, sorprendido y

atemorizado, palidece a'n m/s ue la propia princesa# se enredaen su barba, y cae en tierra debatiéndose. 1e levanta y vuelve acaer. 1u séuito grita despavorido# tropiezan los negros unos conotros y por )n cogen en sus brazos al hechicero y salen con él dela estancia para desenredarlo de la barba. !ero dejan olvidado enel dormitorio de 3iudmila su gorro puntiagudo.

A

=:ué hace, entre tanto, nuestro uerido guerrero> =-ecord/is su

'ltimo encuentro> !ues bienB bajo la luz indecisa de la lunaentablan combate los enemigos. 1us miradas relampaguean deira. @an hecho ya uso de sus lanzas, ue cada uno ha arrojadodesde lejos contra el adversario. $a se han roto sus espadas, y suscorazas est/n cubiertas de sangre. 1us adargas han voladohechas pedazos. &hora luchan cuerpo a cuerpo, juntando suscorceles, ue luchan también, levantando con sus patas negrasnubes de polvo. 3os luchadores est/n pegados uno a otro y sedir"a ue permanecen inmóviles en sus sillas. 1us manos forman

un solo nudo y parecen r"gidas en su tremenda tensión. !ero porsus venas corre fuego y tiemblan sus pechos estrechamenteunidos. !ronto caer/ uno de los dos... En esto uno de los guerreros, enfurecido, apresa con su mano dehierro al enemigo y, arranc/ndolo y levant/ndolo de la silla, loalza por encima de su cabeza y lo lanza a los olas desde la orilla,mientras exclamaB ?;(uere, odiado rival<

A 3ectores m"osB con seguridad habréis olvidado uién fue el ue

luchó con el valeroso -usl/n. %rat/base de un buscador de luchassangrientas, de -ogday, el mejor guerrero de los 6ievlanas, elsombr"o enamorado de 3iudmila. (ucho tiempo hac"a ue ibasiguiendo las huellas de su rival# pero esta vez le faltó al hijo de



las batallas y al guerrero de la vieja -usia su fuerza acostumbraday encontró su )n en auellos parajes desolados. Corrió la voz de ue una joven ondina, moradora de auellasaguas, cogió en sus brazos a -ogday y de ue, bes/ndolo,

arrastró entre risas al guerrero a las profundidades del r"o. 9esdeentonces, alguna ue otra noche, por auellas riberas solitariasvaga el enorme fantasma del héroe atemorizando a lospescadores.



CANTO TERCERO

$a la ma8ana ?ma8ana muy fr"a? empieza a iluminar las

oscuras cimas de los montes, pero el castillo encantadopermanece a'n silencioso. Chernomor, presa de una ira ue nopuede ocultar, yace en la cama, envuelto en su bata y sin sugorro, y resopla enfurecido. 1us callados servidores se mueven entorno a su barba blanca, en cuyos pelos ondulados intenta ponerorden un peine de mar)l. &l propio tiempo, y para mayor e)caciay belleza, vierten sobre sus in)nitos bigotes aromas orientales.Empiezan ya a ponerse en orden sus rizados bucles, cuando entrade s'bito por la ventana una serpiente voladora, haciendo sonar

sus escamas de hierro, ue se enroscan en /giles nudos. $ actoseguido, ante el asombro de los servidores, se transforma en unamujer, en 2a"na. ?%e saludo, uerido compa8ero ?dice ella?. @asta ahora sólopor la fama de su nombre conoc"a a Chernomor. !ero un destinofatal nos une en el odio com'n ue alienta en nuestro pecho. %eamenaza un peligroB negros nubarrones se ciernen sobre tucabeza# y a m" me arrastra mi honor ofendido, impuls/ndome a lavenganza. El enano astuto le tiende la mano y recibe la de ella con unamirada llena de falsa adulaciónB ?;h, divina 2a"na< (uy preciosa es para m" tu alianza. !uedesestar segura de ue habremos de re"rnos de las astucias del)nlandés. !or lo dem/s no me inspiran temor sus manejos# es unadversario débil para m". !ara ue me comprendas voy aexplicarte en ué consiste la fuerza milagrosa con ue me dotó el



destino. (ientras la espada del enemigo no consiga cortar misbarbas, ning'n guerrero, por valeroso ue sea, ni mortal alguno,podr/ nada contra mis proyectos y deseos# 3iudmila permanecer/au" para siempre# y -usl/n est/ destinado a perecer.

3a bruja repite sombr"amenteB ?;!erecer/< ;!erecer/< $ al decir esto, lanza por tres veces un ronco grito, tres vecesgolpea el suelo y, volviendo a convertirse en una serpiente negra,desaparece volando.

A

0estido con su manto de brocado y oro, el hechicero, animadopor las palabras de la bruja, ha decidido depositar a los pies de su

joven prisionera sus bigotes, en prueba de sumisión y de amor. Elbarbudo enano se dirige ricamente ataviado a los aposentos de laprincesa pasando por una larga hilera de estancias. !ero noencuentra all" a la muchacha. 1e dirige al jard"n, y de all" albosuecillo de laureles, bordea el lago, mira junto a la cascada,bajo el puente, en los pabellones... 3a princesa ha desaparecidosin dejar huellas. =:uién podr"a expresar su sorpresa, su indignación y su iraencendida> !erdiendo la cabeza, lanza el enano un alarido

salvajeB ?;& m", a m"< ;&cudid, siervos< ;Encontradme inmediatamente a3iudmila< ;bedecedme en el acto< ;9e lo contrario voy aahorcaros a todos con mis propias barbas< 0oy a decirte ahora, lector, dónde se encontraba la lindamuchacha. 9urante toda la noche, unas veces llorando y otras riendo, nohab"a podido menos de asombrarse ante lo extra8o de su suerte.3a barba del hechicero la hab"a asustado. !ero ya conoc"a aChernomor, ue le hab"a parecido rid"culo# y todos sabemos muybien ue lo rid"culo est/ re8ido con lo espantoso. 1ólo para ir alencuentro de los rayos matinales se levantó 3iudmila de la cama,y entonces se )jó involuntariamente en los grandes y l"mpidosespejos ue en la habitación hab"a. nstintivamente empezó aarreglarse con negligencia sus dorados cabellos, ue le ca"ansobre los hombros en largas trenzas, y descubrió sus vestidos del



d"a anterior, ue estaban en un rincón. 0istióse la muchachasuspirando y hasta llegó a llorar. !ero aun en medio del llanto nodejaba de lanzar miradas al espejo# y sucedió ue, entre eltumulto de ideas ue pasaban por su mente, se le ocurrió la de

probarse el gorro puntiagudo de Chernomor. %odo parec"a uieto ynadie la pod"a ver... &dem/s = ué gorro no le ir"a bien a unamuchacha de diecisiete a8os> 3as mujeres nunca se cansan deataviarse. 3iudmila empezó, pues, a manejar el gorro lade/ndoloya a la derecha, ya a la izuierda, hundiéndoselo hasta las cejas oprob/ndoselo al revés. ;$ au" vino lo maravilloso< 3iudmiladesapareció del espejo# y volvió a aparecer en él cuando se pusobien el gorro. ntentó ponérselo al revés y volvió a desaparecer. ?;:ué bien< ?exclamó ella?. ;:ué contenta estoy, hechicerom"o< &hora ya no te tengo miedo y me siento au" en la mayor

seguridad. $ al decir esto la princesa, encendida de alegr"a, se puso el gorrodel malvado brujo al revés.

A

!ero volvamos a nuestro héroe. !orue =no es vergonzoso uenos ocupemos con tal atención de un gorro y de una barba,mientras dejamos abandonado a -usl/n a su propia suerte>

9espués de su combate con -ogday, internóse -usl/n en unbosue frondoso. &l cabo de un rato surgió ante sus ojos un granvalle iluminado por la primera claridad del alba. 2uestro guerrerouedó sorprendido, y en verdad ue ten"a para ello razónB el vallehab"a sido campo de una antigua batalla# todo, hasta la lejan"a,aparec"a completamente desierto y sembrado de huesosamarillentos# por douier se ve"an corazas, adargas, arneses...#au" una mano de esueleto ue empu8aba todav"a una espadallena de herrumbre# all", entre las hierbas, un casco en el cual sepudr"a un viejo cr/neo...# m/s all/ los restos de un héroe y, allado, los de su corcel, rodeados de 5echas y lanzas, hundidas enla tierra y cubiertas de plantas trepadoras. 2adie turba el silenciode auel desierto y 'nicamente el sol abrasa con sus rayos auelvalle de muerte. El guerrero lo contempla todo, suspirando.



?;h, campo< =9e uién fueron los huesos ue te cubren> =&ué héroe perteneció el caballo ue te pisó en el 'ltimo momentode la sangrienta lucha> =:ué guerrero sucumbió au" gloriosamente> =9e uién fueron las 'ltimas plegarias ue

escuchó el Cielo> =!or ué, ;oh, campo<, permaneces silencioso ycubierto por el musgo del olvido> ;&caso no halle salida yotampoco y no pueda evitar las eternas tinieblas< ;:uién sabe si enauella colina no ir/n a enterrar el ata'd de -usl/n< !ero nuestro guerrero recuerda pronto ue a un héroe le hacefalta una espada y también una coraza# y él, después de su 'ltimoencuentro, ha uedado desarmado. nmediatamente se pone a buscar armas, creyendo poderencontrarlas entre los arbustos y montones de podridos huesos,entre las corazas y los cascos destrozados. Entre tanto, el campo

entero parece revivir y se oyen sones y crujidos... -usl/n levantadel suelo una adarga y después una coraza, la primera ue ve.Encuentra adem/s un cuerno, pero no logra dar con ningunaespada, pues todas son o demasiado ligeras o cortas en exceso# yes preciso saber ue el pr"ncipe era un joven robusto, en nadaparecido a los guerreros de nuestros tiempos. !ara tener algo en la mano escogió una lanza, p'sose la coraza yprosiguió su camino.

A

1obre la tierra adormecida palidece ya la aurora, cae una azuladaniebla y aparece la blanca luna. scurécense los campos. -usl/ncamina pensativo por un sombr"o sendero y en la lejan"a, a travésde la bruma, divisa una oscura colina. 2o tarda en advertir ue deella se escapa un ronco rugido. 1e acerca un poco m/s y veentonces ue la m/gica colina parece moverse y respirar. -usl/n la examina pacientemente con la mayor atención, pero sucaballo se asusta, mueve las orejas, tiembla y uiere retroceder#agita la cabeza y se le erizan las crines. 9e pronto la luna, despejada por completo, ilumina a través de labruma la extra8a colina. El guerrero mira y contempla algosorprendente. 2o sé si encontraré palabras y colores paradescribirlo...



&nte él se yergue una Cabeza, una cabeza viva. 1us ojos est/ncerrados y duermen. 3a Cabeza emite un son ronco, y agita elplumaje ue lleva en el casco# las plumas, al moverse, proyectangrandes sombras. $ entonces la Cabeza aparece con toda su

horrible belleza en la extensión de la estepa oscura,destac/ndose como temible guardi/n de auel desiertosilencioso. 1urge amenazadora, algo velada por ligeras nubes. -usl/n la mira indeciso, se acerca m/s a'n, da una vuelta entorno a ella y, deseando despertarla de su profundo sue8o, separa ante sus narices y le hace cosuillas introduciendo en ellasla lanza. 3a Cabeza hace una mueca, arruga la frente, bosteza, abre losojos... y estornuda. 1opla entonces un viento huracanado# el campo se estremece, se

levanta una nube de polvo. 9e cejas, bigotes y orejas salenvolando manadas de buhos. 1e despiertan los bosuessilenciosos... & causa del estornudo el caballo de -usl/n se encabritarelinchando, y salta con tal violencia, ue a duras penas puedesostenerse el guerrero sobre la silla. En auel momento se deja o"r la voz de la CabezaB ?=& dónde vas, imprudente guerrero> ;0uelve atr/s< = no sabesue no tolero bromas y ue me tragaré al osado ue uiera jugar

conmigo> -usl/n la mira con desprecio, detiene el caballo y sonr"e lleno dearrogancia. ?=:ué uieres de m"> ?prosigue la Cabeza?. ;:ué extra8ovisitante me env"a el destino< E, indign/ndose, le gritaB ?;4uera de au"< Es de noche y uiero dormir. ;(/rchate< !ero el valiente guerrero, al o"r tan descorteses palabras, eindign/ndose a su vez, le contestaB ?;C/llate, cr/neo vac"o< 1é de un proverbio ue diceB D4rentegrande, pocos< sesosD y otro conozco a'n ue dice as"B D0oy concuidado, pero no doy cuartel al uien me planta caraD. Enmudece entonces la Cabeza y tórnase roja de furor# lanzanfuego sus ojos uel se llenan de sangre# sus labios tiemblan y secubren de espuma# de su boca y de sus o"dos se escapan nubesde vapor# y con tremenda violencia sopla sobre el pr"ncipe.



En vano procura el caballo resistir haciendo frente a la trombacon su pecho# es arrastrado por un hurac/n mezclado con lluvia yueda rodeado de tinieblas. Cegado, atemorizado y sin fuerzas,corre al campo traviesa, sin encontrar el camino, con la esperanza

de salvarse y de descansar lejos de all". !ero el guerrero lo obliga a regresar. $ les aguarda la misma suerte# otra vez es rechazado el guerrero.!ierde ya la esperanza de triunfar. (ientras tanto, la Cabeza se burla de él riendo a carcajadas. ?;Ga, ja< ;0aya un héroe< ;0aya un guerrero<... ;Eh< =& dónde vastan aprisa> ;&guarda< ;!/rate< ;1é valiente, buen guerrero, eintenta cuando menos alcanzarme con tu lanza antes de ue sete muera el caballo< $ al decir esto, le ense8a burlonamente su horrible lengua.

-usl/n, profundamente ofendido, pero no dejando traslucir suindignación, primero la amenaza blandiendo la lanza sin decirpalabra, y luego, escogiendo un momento ue le parece propicio,la arroja con gran fuerza. El arma tiembla, vuela y se hunde en lalengua de la ue sale en el acto un torrente de sangre. 3a Cabeza, sorprendida y atormentada por un inmenso dolor,pierde su anterior arrogancia, mira con asombro al intrépidoguerrero y palidece de rabia mordiendo el hierro de la lanza. &provechando la ocasión, nuestro valiente guerrero salta como

un azor hacia la Cabeza, y con su diestra poderosa, armada con elguante de hierro, le da un tremendo bofetón. El eco repite el golpe, ue resuena por toda la amplitud de laestepa. 3a sangre mancha la hierba en torno a la Cabeza, ue setambalea y rueda, haciendo sonar con estrépito su casco. Entonces, en el lugar ue ocupaba auélla, ve el guerrero unaenorme espada. 3a coge sonriendo y se precipita sobre la Cabezacon la terrible intención de cortarle la nariz y las orejas. $a levanta la mano. 3a espada centellea. !ero se para al o"r el gemido lastimero y suplicante de la Cabeza. *aja la espada. 9esaparecen su ira y su af/n vengativo,ablandados por la s'plica. &s" se derrite el hielo en los campos bajo el sol del mediod"a.

A



?%u mano, ;oh héroe<, me ha hecho comprender ?dijo laCabeza, suspirando? ue soy culpable ante ti. 9esde ahora mesometo, pues, a tu voluntad. ;!ero sé; magn/nimo, guerrero< (isuerte merece, en verdad, tu compasión.

En mis tiempos yo también fui un guerrero valeroso, y jam/sencontré uien me superara en las batallas. $ hoy seguir"a siendofeliz si no hubiera tenido un rival en la persona de mi hermanomenor. ;h. sanguinario y vengativo Chernomor< ;%' eres elculpable de todas mis desdichas< ;%' ue naciste enano y con unabarba descomunal, has sido la deshonra de toda nuestra familia< 9esde peue8o sintióse él envidioso de mi gigantesca estatura ypor ello me empezó a odiar desde la infancia. $o era grande, peroen extremo con)ado# y auel infeliz, a pesar de su rid"culapeue8ez, pues se trataba de un auténtico enano, era listo como

el propio diablo. 9ebes saber, adem/s, ue toda su fuerza reside en su barbamilagrosa, y desde8a los peligros porue sabe el malvado ue anadie puede temer mientras conserve intacta su barba. !ero una vez, )ngiéndome amistad, me dijoB Dye, no me niegues un favor. @e descubierto en unos libros uetras unas monta8as, all/ en riente, en las apacibles orillas delmar, y guardada tras pesados cerroios, en un sótano oscuro, hayuna espada. !ues bienB las l"neas secretas de auel libro me han

revelado ue dicha espada nos debe ser fatal por designio delcielo, y ue por ella hemos de perecer, cort/ndome a m" la barbay a ti la cabeza. $ con esto puedes ya comprender lo importanteue es para nosotros apoderarnos de este engendro de losesp"ritus malignos.D D*uenoD, dije yo al enano, Dno veo en ello inconveniente nidi)cultad alguna. (e tienes dispuesto a hacerlo. ;ré a buscarlahasta el )n del mundo si es preciso<D &rranué un pino, me lo cargué sobre uno de mis hombros, ehice sentarse a mi hermano sobre el otro, para ue me pudieraservir de consejero. &s" emprend" la marcha. &l principio todo fue bien, gracias a 9ios,a pesar de los malos augurios. En efecto, tras las lejanasmonta8as, descubrimos el sótano en cuestión. Excavé en él conmis manos y encontré la espada all" escondida.



CANTO CUARTO

El joven -atmir, ue hab"a puesto su caballo en dirección al sur,esperaba encontrar a la esposa de -usl/n antes de la ca"da del

sol. !ero era ya el atardecer, torn/base todo de un color rosado, y envano los ojos del guerrero intentaban penetrar, a través de labruma, la lejan"a. %odo estaba tranuilo en las proximidades delr"o, y sobre el bosue dorado se apagaba el 'ltimo rayo de sol. 2uestro héroe cabalgaba con lentitud junto a las negras rocas,buscando entre los /rboles dónde poder pasar la noche. !enetra por )n en un valle y all/ arriba, en la cima de un picacho,descubre un castillo rodeado de altos y almenados muros, en

cuyos /ngulos se levantan negros torreones. $ sobre uno de losmuros pasea, como un cisne sobre el lago, una doncella,iluminada por la aurora. 3a doncella canta, pero su voz apenas se oye en el silencio delprofundo valleB

Cae sobre el campo la bruma nocturna. 3as olas despiden un viento fr"o. ;Es tarde ya, joven viajero< ;0en au", a refugiarte en nuestro alegre castillo<

&u" reina durante la noche el placer y el descanso. $ durante el d"a se vive en continuo fest"n.

;h, ven au", joven viajero< ;h, ven au", al alegre fest"n<



&u", entre nosotras, encontrar/s bellezas sin cuento. 9ulces palabras y canciones. bedece a mi invitación misteriosa. ;0en au", joven viajero<

&l rayar el alba te llenaremos, !ara despedirte, una gran copa de vino. &cude a mi llamamiento misterioso. ;0en au", joven viajero< Cae sobre el campo la bruma nocturna.

3as olas despiden un viento fr"o. ;Es tarde ya, joven viajero< ;0en au" a refugiarte en nuestro alegre castillo<

3a doncella canta y parece llamarle. $ el valeroso 7han seencuentra ya frente a los muros. Fbrense las puertas y se ve alpunto rodeado de hermosas doncellas, ue le reciben con dulcespalabras. 3as miradas de sus hermosos ojos no se apartan de él.9os de ellas se llevan el caballo. El joven 7han entra en el castillo, donde le sigue el grupo de lashermosas solitarias. Una de ellas le uita el casco adornado conplumas, otra la coraza, la tercera la espada, y la cuarta su adarga

polvorienta. $ para substituir estos atributos guerreros le vistencon ligeros ropajes, propios para el descanso. !ero antes lo llevan a un soberbio estanue. 3lénanse de aguatibia los cubos de plata y saltan los fr"os surtidores# el 7han seacuesta sobre una mullida alfombra y lo envuelven transparentesnubes de vapor. En torno a él, formando un animado grupo, secolocan las hermosas muchachas y, mostrando una atenciónsilenciosa, bajan su mirada llena de dulzura. Una de ellas leabanica con ramas tiernas de abedul, ue despiden un c/lidoaroma# otra refresca sus miembros fatigados con esencia de rosasprimaverales, y hunde sus negros cabellos en l"uidos perfumes. El guerrero, embelesado, olvida los encantos de 3iudmila, tanpoco ha raptada. &bandona )nalmente el estanue. -atmir, vestido de ricoterciopelo y rodeado de encantadoras muchachas, se sienta a lamesa y da comienzo un gran fest"n.



A !ero, amigos m"os, dejemos al joven -atmir. 9ebemos ocuparnos

de -usl/n, guerrero incomparable, temple de héroe y amante )el. 4atigado por la dura lucha, duerme junto a la Cabeza gigante. (as el alba ilumina el horizonte. %odo se aclara# el rayo juguetónde la ma8ana dora la velluda frente de la Cabeza. -usl/n selevanta y el caballo vuela ya, veloz como la 5echa, montado porel guerrero. !ero también vuelan los d"as. 3os trigales amarillean. 3os /rbolespierden sus hojas marchitas. !or el bosue sopla un viento oto8al,amortiguando con su silbido el canto de las aves. Una opaca ydensa niebla envuelve las monta8as peladas.

Comienza el invierno. -usl/n prosigue valientemente su caminosiempre hacia el norte. $ cada d"a surgen nuevos obst/culosB au" lucha con un guerrero, all/ con un gigante# tropieza después conuna bruja o se encuentra con unas ondinas ue, balance/ndoseen las ramas, llaman silenciosamente con la mano al jovenguerrero... !ero, protegido por una fuerza misteriosa, el guerrero salesiempre adelante. 9ominado siempre por un deseo 'nico, denada hace caso para pensar nuevamente en 3iudmila.

A

=:ué hace, mientras tanto, mi princesa, mi hermosa 3iudmila,protegida contra toda agresión del hechicero por su m/gicogorro> 1e pasea sola por los jardines, siempre callada y triste.!iensa en su amado y suspira. , dando rienda suelta a suimaginación, recuerda, olvid/ndose de todo, los campos natalesde 6iev y se ve abrazando a su padre y a sus hermanos. -ecuerdaa sus amigas y a sus viejas damas, y as" olvida por unos instantessu cautiverio y su separación. !ero al volver a la realidad ysentirse abandonada, vuelve a entristecerse. Entre tanto los siervos del mago buscan d"a y noche por los

jardines, sin darse reposo, a la hermosa cautiva. !or todas partesla llaman y la buscan, mas todo es en vanoB 3iudmila se burla deellos.



&hora, por ejemplo, paseando por los parues y por los jardinesencantados, se uita el gorro y gritaB ?;Estoy au"< ;Estoy au"< %odos se precipitan hacia el lugar, pero vuelve a su estado

invisible y, alej/ndose silenciosamente, esuiva sus manos/vidas. En todas partes y a todas horas encuentran huellas suyasB ac/desaparecen de las ramas algunos frutos dorados# acull/ caengotas de agua, sobre el prado ue ella acaba de pisar# y as" sabentodos en el castillo lo ue come y bebe la princesa. *uscando un corto sue8o, pasa las noches sentada en las ramasde un cedro o de un abedul# pero no puede dormir, llamandosiempre a su esposo y llorando, sin conseguir descansar.*ostezando de sue8o se martiriza pensando en lo triste de su

situación, y sólo al despuntar el d"a apoya la cabeza en el tronco yse ueda dormida por un breve momento. 3uego, apenas hasalido el sol, 3iudmila se dirige a una cascada para refrescarse,lav/ndose con agua fr"a. @asta el propio enano vio, cierta vez,cómo las aguas eran agitadas por una mano invisible. &s" vaga, pues, por los jardines hasta entrada la noche, y confrecuencia se oye al atardecer el agradable sonido de su voz. &veces se encuentran también una corona de 5ores, un pedazo desu chai o un pa8uelo ba8ado en l/grimas, perdido por ella en el

bosue.

A

3a pobre princesa se aburr"a sentada tranuilamente a laventana en la frescura de un pabellón de m/rmol# y a través delas ramas, movidas por la brisa, contemplaba el campo cubiertode 5ores. ye de pronto ue alguien la llamaB D;:uerida amiga<D $al momento ve ante ella a -usl/n. 2o hay dudaB es auel surostro, es su cuerpo, y su manera de andar. !ero est/ p/lido, tienela mirada turbia y lleva una herida reciente en el costado. 3a prisionera corre hacia su marido y llorando y temblando, lediceB ?;%' au"< =Est/s herido>... =:ué tienes> $a est/ junto a él... ya le abraza...



(as ;horror<B la visión desaparece. 3a princesa ha ca"do en la red.1u gorro cae al suelo y, aterrada, oye un grito amenazadorB ?;$a eres m"a< $ comparece el hechicero ante sus ojos. 3a muchacha deja

escapar un gemido, cae desvanecida y un m/gico sue8o la cubrecon sus alas. ;Chist<... 1e oye de pronto el son de un cuerno y una voz llama alenano. 1orprendido y turbado, el pobre hechicero cubre con elgorro la cabeza de la doncella. El cuerno se oye m/s cercano yChernomor se precipita al nuevo encuentro, ech/ndose la barba alos hombros.



CANTO QUINTO

=:uién ha hecho sonar el cuerno> =:uién ha retado al hechiceroa un combate implacable> =:uién ha atemorizado al malhechor>

@a sido -usl/n. mpaciente en su deseo de venganza, ha llegadoa la morada del enano. $a est/ el guerrero al pie de la monta8a y su cuerno retadorsuena como la tempestad, mientras su caballo se impacienta ygolpea la nieve con sus cascos poderosos. El pr"ncipe espera alenano. 9e pronto ueda sorprendido por un ruido semejante a untrueno. -usl/n levanta su mirada indecisa y ve ue por encima desu cabeza vuela el enano Chernomor, amenaz/ndole con unaenorme maza. -usl/n se cubre con su adarga, se inclina y,

blandiendo la espada, se prepara para asestar el golpe. !ero elotro se levanta hasta las nubes y desaparece por un instante,para precipitarse de nuevo sobre el pr"ncipe. El guerrero se aparta/gilmente y el brujo se precipita contra el suelo, hundiéndose enla nieve# y all" se ueda sentado sin poder moverse. Entonces-usl/n salta silenciosamente del caballo, se aproxima a él y loagarra por la barba. El hechicero gime, hace un terrible esfuerzo yde pronto se levanta y vuela con -usl/n... El veloz corcel los mira. $a est/ el hechicero en las nubes con elguerrero suspendido de su barba. &mbos vuelan sobre los

sombr"os bosues, vuelan por encima del mar, -usl/n,entorpecido, se aferra a la barba del malhechor. (ientras tanto,sintiendo ue pierde sus fuerzas, pero sin dejar de volar, elhechicero, asombrado ante la fuerza del ruso, dice pér)damenteal arrogante manceboB



?;Escucha, pr"ncipe< 2o temas ya nada de m"# respetaré tu juventud y tu valor. %odo lo olvidaré, te perdonaré y te dejaré entierra, pero con una condición... ?;C/llate, astuto hechicero< ?le interrumpe nuestro mancebo?.

; -usl/n no pacta con Chernomor, con el torturador de su esposa<;Esta espada m"a castigar/ al raptor# y aunue sigas volandohasta ue surja la estrella de la noche, te uedar/s sin barba< El miedo se apodera de Chernomor. !ero, impotente en su furia, ycansado ya, sacude con violencia su luenga barba. -usl/n no lasuelta de las manos y a'n de vez en cuando arranca de ellaalgunos pelos. 9urante dos d"as vuela as" el hechicero con nuestro héroe# peroal tercero le implora graciaB ?;uerrero< ;%en piedad de m"< ;Casi no respiro< ;$a no puedo

m/s< ;9éjame con vida, estoy a tu merced< ;*asta ue lo ordenesy bajaré adonde uieras<... ?;!or )n te tengo< ;-"ndete ante la fuerza de un ruso< ;3lévameante mi 3iudmila< Chernomor le escucha humildemente y, con la carga delguerrero, se dirige a su morada. 0uela, y en un momentodesciende entre sus tristes bosues. Entonces -usl/n empu8a laespada, y sin dejar de agarrar la barba con la otra mano, la cortacomo si fuera un manojo de hierbas y la separa de la cabeza.

?;&hora ya sabes uien soy< ?le dice con crueldad?. 9ime,animal feroz, = dónde est/n ahora tu belleza y tu fuerza> $ ata la barba a su alto casco. 3lama luego a su )el caballo, uecorre hacia él relinchando. 2uestro guerrero mete en el saco uelleva atado a la silla al enano, m/s muerto ue vivo, y sin perdermomento asciende por la abrupta monta8a y corre con j'bilohacia el castillo encantado. 3os sirvientes negros y las t"midas esclavas, al divisar desde lejosel casco adornado de cabellos, demostración segura de la victoriadel guerrero, corren a esconderse en abigarrada confusión ydesaparecen cual fantasmas.El héroe se pasea solo por lassoberbias habitaciones llamando a su amada. !ero sólo lecontesta el eco de las bóvedas silenciosas. !reocupado e impaciente, -usl/n abre la puerta del jard"n.Camina, busca por todas partes y no la encuentra. !reocupado,mira en torno suyoB todo parece muerto. 3os bosues est/n



silenciosos, vac"os los pabellones# ni en los des)laderos, ni en losvalles encuentra huellas siuiera de 3iudmila. 2ada oye. El pr"ncipe se estremece. !arécele como si se apagara la luz deld"a# le asaltan las ideas m/s sombr"as... ;:uiz/s la desaparición...

el cautiverio<... ;:uién sabe si en cierto momento auellasaguas<... &s" permanece nuestro guerrero, cabizbajo y sumido en sombr"asre5exiones. 1e siente presa de un temor inde)nido. 1e para comopetri)cado, con la mente ofuscada, y por su sangre corre el fuegodel veneno de un amor desesperado. (as de pronto parécele como si le besara la sombra de su amadaprincesa... $ el guerrero vuelve de nuevo a recorrer los jardines.9esesperado, vuelve a llamar a 3iudmila, arranca pe8as, todo lodestruye# con la espada hace trizas los pabellones# bajo sus

golpes caen /rboles y bosues, y los puentes desaparecensumergidos en las olas# la estepa parece un desierto# golpes ycrujidos se oyen a gran distancia. !or todas partes se oye el ruido de la espada. El maravillosodominio ueda devastado. El guerrero busca, enlouecido, a susv"ctimas, y hace girar el arma a derecha y a izuierda, cortando elaire... $ he au" ue de pronto un inesperado golpe de la espadahace caer el 'ltimo obseuio de Chernomor a la princesa. 9esaparece en el acto la fuerza del encantamiento. 3iudmila

aparece presa en la red. 2o dando fe a sus propios ojos y ebrio de una dicha taninesperada, nuestro guerrero cae a los pies de su )el e inolvidablecompa8era, le besa las manos, rompe las redes y llora deemoción. 0uelve a llamarla. !ero la princesa duerme. 1us ojos ysus labios est/n cerrados y un dulce sue8o agita su joven pecho.-usl/n no aparta de ella la mirada. 0uelve a sentirse torturadopor la angustia... pero oye de pronto la voz de su bienhechor el)nlandésB ?;Fnimo, pr"ncipe< !rep/rate para emprender el regreso con3iudmila. 2o te preocupe su sue8o. nfunde nueva fuerza a tucorazón y mantente )el a tu amor y a tu honra. El rayo de 9ioscaer/ sobre el male)cio, volver/n tiempos de paz y laj princesadespertar/ de su sue8o encantado en 6iev, y en presencia de0ladimir.



-eanimado por auella voz, -usl/n coge en sus brazos a suesposa y abandona pl/cidamente auellas alturas, bajando a losvalles solitarios. En silencio, y con el enano atado a la silla, emprende el regreso.

3iudmila descansa en sus brazos, fresca como la aurora# sucabeza reposa sobre el hombro del guerrero. El viento del desierto juguetea con los bucles de sus cabellos, y sus labios murmuran elnombre de su esposo. -usl/n, en su dulce ensimismamiento, percibe su alientodelicioso, su sonrisa, sus l/grimas y sus apagados gemidos. $ el guerrero prosigue noche y d"a su camino por valles ymontes. &'n est/ lejos el término y la doncella contin'a dormida. 1urge ante ellos un valle en el ue crecen escasamente algunospinos# en el horizonte se divisa sobre el fondo claro del cielo azul

una redonda colina. -usl/n adivina ue se acerca a la Cabeza. 1ucaballo acelera el trote. $a se ve claramente el milagro de losmilagros. 3a Cabeza le mira )jamente. 1us cabellos, ue le crecensobre la vasta frente, semejan un oscuro bosue. !ero su rostroaparece in/nime y p/lido, como cubierto de una capa de plomo.

%iene abierta la enorme boca y se ven sus dientes apretados...!esa sobre la Cabeza el 'ltimo de sus d"as. El guerrero corre haciaella, llevando consigo a la princesa y al enano atado a la silla, y legritaB

?;%e saludo, Cabeza< ;&u" estoy< ;El ue te traicionó ha recibidoya su castigo< ;(ira< ;&u" lo llevo< ;El infame es ahora nuestroprisionero< Estas palabras del pr"ncipe reaniman a la Cabeza# recobra lossentidos y, como despertando de un sue8o, le mira# y lanza unterrible gemido al reconocer al guerrero y adivinar la suerte de suhermano. 1e le hinchan las narices, vuelven a colore/rsele lasmejillas y en sus ojos furibundos se re5eja una 'ltima llamaradade furor. En su muda rabia hace rechinar sus dientes y balbuceacon su lengua ya in/nime denuestos ininteligibles. !ronto deb"an concluir sus prolongados sufrimientos. 1u frente seenfrió, su respiración fatigosa h"zose m/s lenta, y el pr"ncipe yChernomor no tardaron en asistir a las convulsiones de laagon"a... $ uedó dormida en el eterno sue8o. El guerrero se apartó silenciosamente de la CabezaB el enano,ue temblaba atado a la silla, no se atrev"a a moverse ni a



respirar y en el idioma de la magia negra rezó fervorosamente alos demonios.

A

En el declive de las sombreadas orillas de cierto r"o hasta ahorasin nombre, se levantaba una casita con techumbre derruida,rodeada de frondosos pinos y oculta en la frescura de un bosue. 3a apacible corriente del r"o lam"a el seto con sus perezosas olas,murmurando a la caricia de un fresco cé)ro. El valle eraj solitario,sombr"o y de los m/s apartados, !arec"a ue hubiera reinado all" el silencio m/s absoluto desde la mism"sima creación del mundo. -usl/n hab"a hecho detenerse a su caballo. %odo estaba tranuiloy reinaba la paz m/s absoluta. El valle y el bosue de junto al r"o

aparec"an envueltos en la bruma matutina. 9epositó -usl/n a su esposa en tierra, sentóse junto a ella y, ensilencio, suspiró triste y tiernamente. 0e de pronto la vela de una barca y oye la canción de unpescador ue resuena por la super)cie de las tranuilas aguas. El pescador, arrastrando las redes e inclinado sobre los remos, sedirige hacia la orilla cubierta de bosues, acerc/ndose a lahumilde cabana. El pr"ncipe ve cómo amarra la barca en la orilla.Una muchacha sale de la cabana y corre al encuentro del

pescador. 1u cuerpo esbelto, sus cabellos en desorden, su t"midamirada, todo es tan gracioso ue cautiva las almas sin uerer. 1eabrazan y se sientan junto a las frescas aguas. @a llegado paraellos la hora de la charla y del descanso. !ero nuestro joven guerrero, sentado all" junto a su amada, y ensu muda sorpresa, =a uién reconoce en auel feliz pescador> !ues al 7han de los 7azares, al glorioso -atmir, su joven rival deamor y de sangrientas luchas, a -atmir, ue en auel lugardespoblado se ha olvidado de la hermos"sima 3iudmila. El héroe se acerca a él, y también auel hombre retirado delmundo reconoce a -usl/n y corre a su encuentro. 1e oye unaexclamación... El pr"ncipe abraza al joven 7han. ?=:ué ven mis ojos> ?pregunta el héroe?. =:ué haces au">=@as huido acaso de la vida agitada de las batallas, dejandoabandonada tu espada victoriosa>



?;&migo< ?le contesta el pescador?. (i alma estaba cansadade las vanas y fugaces ilusiones de la gloria guerrera. !uedescreer ue las distracciones inocentes, el amor y los bosuesapacibles me gustan cien veces m/s. &hora, al haber perdido

auel af/n de luchar, ya no pago tributos a la locura, disfruto deuna felicidad amable, y =creer/s, buen compa8ero, ue todo lo heolvidado ya... hasta los encantos de 3iudmila>... ?;:uerido 7han< ;(e alegro por ti< ?le dice -usl/n?. !orue latraigo conmigo. ?=Es posible> =Cómo ha sido esto> =:ué escucho> =9ónde est/>

$o tengo ya una esposa a la ue uiero. @a sido ella la causa demi feliz transformación. ;Ella representa ahora para m" toda mialegr"a, mi vida entera< @a sido ella la ue me ha devuelto miperdida juventud, la ue me ha tra"do la paz y la ue me ha

hecho conocer el verdadero amor. 9oce eran lasj doncellas ueme enamoraban# pero a todas las abandoné por ésta. &bandonésu alegre castillo, oculto entre bosues del robles. &bandonadosuedaron mi espada y mi pesado casco, me olvidé de la gloria yde mis enemigos. (e convert" en pac")co y anónimo anacoreta, ypermanec" en este lugar tranuilo y solitario... ;contigo, ueridaesposa, contigo, luz de mi alma<... 3a pastora escuchaba sonriendo y suspirando la francaconversación de los amigos y miraba cari8osamente al 7han de

los 7azares. El pescador y el guerrero permanecieron hasta entrada la nochesentados en auellas riberas, hablando animadamente y acorazón abierto. 3as horas transcurren veloces. scurécense ya el bosue y lasmonta8as. &sciende la luna. %odo se sumerge en una paz todav"amayor. El héroe se da cuenta de ue ya deber"a haber emprendido lamarcha. Cubriendo con un manto a la doncella dormida, -usl/nmonta a caballo. El 7han le sigue pensativo, con la vista, y contoda el alma le desea fama, victorias, felicidad y amor# pero elrecuerdo de los a8os de su gallarda juventud le llena de tristeza.

A



El indigno buscador de la princesa y anónimo 4arlaf, al renunciara la fama, se hab"a marchado a un lugar desierto y tambiéntranuilo, en el ue no dejaba de aguardar a 2a"na. !or )n llegó lahora solemne.

3a bruja se presentó ante él y le dijoB ?=(e reconoces> ;!uesensilla el caballo y sig'eme< $ dicho esto, la bruja se transformó en una gata. El caballoestaba ensillado ya. 3a hechicera se puso en camino y empezó aatravesar los l'gubres senderos de los bosues seguida por 4arlaf.

A

El tranuilo valle estaba sumido en un sue8o profundo y envueltoen la niebla nocturna. 3a luna corr"a de una nube a otra,

iluminando una colina, al pie de la cual estaba sentado -usl/n,silencioso y sumido en su eterna melancol"a. Gunto a él yac"a laprincesa, ue continuaba dormida. -usl/n se hallaba abstra"do en una profunda meditación# unastras otras acud"an las ideas a su mente# pero todas se refer"an alsue8o auél, ue le abanicaba con sus fr"as alas. !or 'ltimo, miródesesperadamente a la joven muchacha y, fatigado, dejóse caer asus pies y se durmió a su vez. $ tuvo un sue8o.

0e a la princesa junto a un precipicio, p/lida e inmóvil... Unmomento después desaparece, y se ueda solo. 9esde el fondodel precipicio llega la débil y conocida voz de su esposa, ue lellama# -usl/n se lanza hacia ella y rueda en las tinieblas...Encuéntrase de pronto en los aposentos de 0ladimir, rodeado deviejos guerreros ?sus doce hijos ?y de una multitud de invitados.

%odos est/n sentados a la mesa, reunidos en consejo de guerra. Elviejo pr"ncipe parece tan furioso como el desdichado d"a de laseparación. %odos permanecen inmóviles, sin atreverse a turbar elsilencio. 2o se oyen risas, como antes, y laj gran copa no giracomo anta8o. Entre los# invitados est/ también -ogday, elguerrero ue cayó muerto en la lucha# pero ahora lo ve sentadocomo si estuviera vivo# -ogday bebe en su vaso espumeante,est/ contento y parece no reconocer al sorprendido -usl/n. Elpr"ncipe ve también al joven 7han y a algunos otros de susamigos y enemigos. Entretanto, suenan las notas fugaces del



salterio y se ove la voz del adivino, cantor de héroes y dememorables haza8as. En el aposento entra 4arlaf, trayendo de lamano a 3iudmila. !ero el viejo pr"ncipe, aunue lo ve, no semueve y permanece callado y cabizbajo. %ambién enmudecen los

dem/s pr"ncipes y boyardos, como ocultando sus pensamientos. $, de s'bito, desaparece todo. El pr"ncipe se estremece, siente unfr"o mortal en el corazón, y vierte, dormido, abundantes l/grimas. ?;2o debe ser m/s ue un sue8o< ?+murmura confusamente.!ero a pesar de todo no puede escapar a un funestopresentimiento. 3a luna ilumina apenas la monta8a# los bosues est/n envueltosa'n en tinieblas# y la llanura permanece silenciosa... El traidor seacerca cabalgando. Entra en el valle, divisa la colina y ve a -usl/ndormido a los pies de 3iudmila y al caballo del guerrero, paciendo

no lejos de all". 4arlaf los contempla con temor# la bruja ha desaparecido en lassombras. 1e pone a temblar, su corazón parece cesar de latir,deja caer de sus fr"as manos las bridas de s' corcel... 3uego desenvaina la espada con cuidado y se dispone a partir endos al guerrero, de un solo golpe y sin ue entre los dos hayahabido lucha. $a se acerca... El caballo de -usl/n, adivinando en 4arlaf a un enemigo, se pone

a relinchar y a golpear la tierra. (as todo es en vanoB -usl/n nodespierta# su pesadilla le tiene aletargado. El traidor, animado porla bruja, hunde tres veces con su miserable mano la fr"a hoja en elpecho del héroe... !oco después huye tembloroso con su valiosa presa.

A

9urante toda la noche la sangre de -usl/n corrió al pie de lacolina. 0olaban las horas. 3a sangre corr"a como un r"o de susheridas in5amadas. &l rayar el d"a abrió sus ojos oscurecidos y,gimiendo débilmente, intentó levantarse. (iró en torno suyo ycayó inmóvil, sin vida...



CANTO SEXTO

=9ónde est/bamos> =$ -usl/n> $ace muerto en el campo. 3a sangre no corre ya. 0uela porencima de él un cuervo rapaz. !ero no suena el cuerno ni se

mueve el casco ni la coraza. En torno a -usl/n se pasea su caballo con la cabeza inclinada ylos ojos apagados# ya no se agitan sus doradas crines, no

juguetea ya ni correB sólo espera ue se levante su due8o. !ero elfr"o sue8o del pr"ncipe es muy profundo, y mucho tiempo pasar/antes de ue pueda manejar la adarga. =$ Chernomor> =:ué hace> !ues, olvidado por la bruja, contin'aen el saco, atado a la silla y sin darse cuenta a'n de lo ocurrido.Cansado, con ganas de dormir, aburrido y exasperado, maldice a

la princesa y al guerrero. !ero como pasa el tiempo y nada oye, dec"dese a echar unamirada en torno suyo. $ ;cosa sorprendente< 0e al guerrero muerto, en medio de uncharco de sangre. $ observa también ue 3iudmila hadesaparecido y ue el campo est/ desierto. El malhechor empiezaa temblar de alegr"a y se diceB ?;$a est/< ;1oy libre< !ero el viejo enano se euivoca.

A

(ientras tanto, 4arlaf, siguiendo el consejo de 2a"na, se dirige a6iev con 3iudmila dormida. %emeroso y esperanzado, vuelagalopando.



$a se divisan los olas del 9niéper, ue corren ruidosamente através de los trigales# ya se distingue la ciudad de c'pulasdoradas... &hora 4arlaf cabalga por las calles. 3a gente ue ha logrado verle

desde los cultivos le sigue corriendo y se apresura a dar la alegrenoticia al padre. El traidor est/ ya a las puertas de palacio. En auellos momentos 0ladimir el 1ol, con el alma siempreacongojada, est/ sentado en sus aposentos, tortur/ndose con susconstantes y amargas ideas. 3e acompa8an sus boyardos yguerreros, cuya expresión contin'a siendo triste y grave. 9e pronto se oye un griter"o# y un inusitado alboroto se levantaen la entrada del palacio... 1e abre una puerta y aparece ante susojos un guerrero desconocido. 1e levantan cuchicheando... $, de

repente, empiezan todos a gritar llenos de sorpresaB ?;@a llegado 3iudmila< ;4arlaf< =Eres t'> %rasmudado el semblante, el viejo pr"ncipe se levanta del sillón ycon pesados pasos se precipita hacia su hija. 1e acerca. :uierepalparla con sus propias manos. !ero la muchacha de nada se dacuenta y sigue durmiendo su sue8o encantado en brazos delasesino. %odos miran al viejo pr"ncipe 0ladimir y, confusos,uedan esperando. El anciano permanece un momento callado, y de s'bito lanza

sobre el guerrero una mirada inuieta. !ero éste se lleva astutamente el dedo a los labios y diceB ?;3iudmila duerme< ;&s" la encontré hace poco en los solitariosrobledales de (urom y en brazos de un demonio de losbosues<... 3o ue sucedió all" fue tremendo... 3uchamos tresd"asB tres veces la luna se levantó para iluminar nuestro combate.!or )n cayó él, y la joven princesa, sumida en un profundo sopor,uedó en mis manos... !ero uién podr/ despertarla de sulargu"simo y maravilloso sue8o, es cosa ue yo no sé# las leyesdel destino permanecen ocultas, y, para consolarnos, sólo nosuedan la esperanza y la paciencia. (uy pronto la terrible noticia se propagó por toda la ciudad y lamuchedumbre se agolpó en la plaza. !ara todo el mundo est/n abiertas las puertas de palacio. 3agente se agita y se precipita al lugar donde, sobre un altocatafalco cubierto de rico brocado, descansa la princesa en su



profundo sue8o. !r"ncipes y guerreros la rodean, sumidos enhonda tristeza. 1uenan junto a ella cuernos, t"mpanos, salterios ytamboriles. -endido por el dolor, el viejo pr"ncipe llorasilenciosamente, y caen sus niveos cabellos a los pies de su hija.

Gunto a él, cubierto el semblante de mortal palidez, est/ 4arlaf.&rrepentido y furioso a un tiempo, tiembla, perdida todaj suarrogancia. 3lega la noche. !ero nadie duerme en la ciudad. %odos seapretujan gritando y comentando el milagro. !ero tan pronto como ha desaparecido la luz del cuartomenguante ante la faz del alba, toda la ciudad de 6iev se agita acausa de nuevas noticias alarmantes. 9e todas partes lleganahora el griter"o y el alboroto. 3os habitantes de 6iev se agolpanante los muros de la ciudad y desde all" presencian este cuadroB a

través de la bruma matutina desc'brense claramente blancastiendas de campa8a en la orilla opuesta del r"o# centellean lasadargas, por el campo galopan los jinetes y a lo lejos se ve comose aproximan los carros de combate, levantando negras nubes depolvo# en las cimas de las monta8as se ven arder hogueras. ;h,desgracia< ;1e han sublevado los pechenegos<

A

(ientras tanto, el sabio )nlandés, poderoso se8or de losesp"ritus, aguardaba tranuilo en el desierto la llegada inevitabledel d"a )jado desde hac"a mucho tiempo por el destino. Existe un valle milagroso, rodeado de abrasadoras estepas,protegidas por abruptas cordilleras, morada de vientos ytempestades# un valle existe en el cual a la ca"da del sol no seatreve a penetrar siuiera la mirada de la bruja. !or auel valle corren los arroyuelos. Uno de ellos lleva Dagua dela vidaD, ue murmura saltando alegremente sobre las piedras. $el otro lleva el Dagua de la muerteD. -eina all" un profundosilencio. 9uermen los vientos, no sopla la fresca brisa primaveral,se yerguen inmóviles los pinos seculares, los p/jaros norevolotean, y el ciervo no se atreve a beber auellas aguasmisteriosas# ni aun en los d"as m/s sofocantes del verano.Custodia auellas riberas desde el principio de los siglos unasilenciosa pareja de esp"ritus.



& ellos se presentó, pues, el anacoreta, llevando en las manosdos jarros vac"os. 3os esp"ritus despertaron de su sue8o, pero, alverlo, se alejaron llenos de temor. nclin/ndose el anacoreta, sumergió en las v"rgenes aguas sus

dos jarros y, hecho esto, se elevó y desapareció en los aires. En un instante compareció en el valle, donde yac"a inmóvil-usl/n, ba8ado en su sangre. El anciano se acercó al guerrero, le roció con unas gotas delDagua de la muerteD yJ al momento se cicatrizaron las heridas. $el cuerpo del mancebo pareció revivir em toda su belleza. -ocióluego el hechicero al pr"ncipe con unas gotas de Dagua de la vidaDy -usl/n se levantó animoso, con fuerzas nuevas, rebosante de

juventud, y contempló con /vida mirada la luz del d"a. 3osucedido le parec"a ahora una pesadilla.

!ero =y 3iudmila>... ;Est/ solo<... 1u corazón deja de latir... 1e estremece de pronto, sin embargo, al o"r la voz del )nlandés,ue le llama y ue, abraz/ndole, le diceB ?;1e ha cumplido lo ue estaba escrito< %e espera la felicidad,pero te aguarda antes una sangrienta batalla, en la ue tu espadacaer/ como la tormenta sobre tus enemigos. 9espués gozar/ 6ievde una dulce paz. &ll" encontrar/s entonces a tu esposa. %omaesta sortija sagrada. %oca con ella la frente de 3iudmila einstant/neamente perder/ su fuerza el encantamiento. &nte ti

temblar/n tus enemigos. 3a paz uedar/ restablecida y sedesvanecer/ la enemistad. ;1ed, pues, felices los dos< $ ahora,;adiós, uerido guerrero, y para mucho tiempo< 9ame la mano...nos volveremos a ver al otro lado de la tumba... antes no. 9icho esto, el anciano desapareció, esfum/ndose. 3oco de alegr"a, -usl/n, nacido a una vida nueva, hace un gestocomo ueriendo detenerle, pero nada se oye ya. El guerrero seencuentra solo en el campo. El, caballo, con el enano atado a lasilla, se encabrita y corre impaciente junto a él, agitando lascrines y relinchando. El pr"ncipe, ue ya lo espera, monta sano ysalvo y vuelve a galopar a través de montes y selvas.

A

!or el mismo tiempo la asediada ciudad de 6iev presentaba unaspecto vergonzoso.



El pueblo, desesperado, contempla desde muros y torres loscampos devastados y aguarda con terror el castigo del Cielo. 3oshabitantes lloran silenciosamente en sus casas y junto a losdepósitos de trigo.

0ladimir, solo, reza fervorosamente al lado de su hija# unamultitud de valerosos guerreros se prepara para la sangrientalucha en unión de las )eles tropas de los pr"ncipes.

A

$ llega el d"a en el cual las vastas e incontenibles masas deenemigos se ponen en movimiento# bajan de las lomas e,irrumpiendo en el valle, se acercan a los muros de la capital. En la ciudad suenan las trompetas, los combatientes cierran sus

)las y se precipitan al encuentro del temible enemigo. $ seentabla el combate. lfateando la muerte, los caballos se encabritan# empiezan asonar espadas y corazas# silban nubes de 5echas y la sangreinunda el campo. 3os jinetes intervienen y chocan en abigarradaconfusión. Combaten por un lado las )las una frente a otra# m/s all/ luchaun soldado de a caballo con otro de a pie# au" galopa asustadoun corcel sin jinete.

&ll" yace un ruso, acull/ un pechenego. &ll" se oyen gritos devictoria, au" se emprende la fuga. &ll" un combatiente ha ca"do muerto de un golpe de maza, au" otro yace atravesado por una 5echa veloz y, m/s cerca todav"a,se ve un caballo enlouecido pisoteando a un luchador derribado. 3a batalla dura hasta entrada la noche, pero ni el enemigo ni losde 6iev consiguen la victoria. 3os combatientes duermen fatigados entre montones deensangrentados cad/veres, y sólo llegan del campo de batallalamentos y oraciones de guerreros.

A !alidecen las sombras# empiezan a brillar las aguas del r"o y nace

un d"a gris, con un oriente brumoso. (ontes y bosues empiezan



a clarear y se despierta el cielo. !ero el campo de batallapermanece todav"a dormido. (as de pronto se anima con gran ruido el campamento contrario#de nuevo se entra en batalla y resuenan los gritos de guerra.

En las )las de los de 6iev empieza a reinar la confusión y correna la desbandada. !ero en auel momento se ve surgir en el campo, entre losenemigos, un extra8o jinete. 1u armadura resplandece a los rayosdel sol y le hace aparecer como envuelto en llamas. El jinete corre, salta, reparte mandobles a diestro y siniestro yhace sonar el cuerno. Es -usl/n, ue cae sobre los paganos como el rayo enviado por9ios. alopa por todo el campamento del acobardado enemigollevando al enano atado a la silla. !or donde silba su espada, por

donde su caballo corre, caen segadas las cabezas. 3as )lasretroceden unas tras otras, y unas sobre otras van cayendo. En uninstante se levantan montones de ensangrentados cad/veres,ue son aplastados por los caballos o se confunden con los ueuedan todav"a vivos, y con enorme cantidad de lanzas, corazas y5echas. &l o"r resonar el cuerno, los ejércitos eslavos acuden junto alhéroe. $ vuelve a entablarse la lucha... ?;(uere, pagano<

El p/nico se apodera de los pechenegos, hijos perpetuos de lasbatallas. ntentan reunir a sus caballos dispersados. $a no sesienten con /nimos de resistir por m/s tiempo y corren a ladesbandada, dejando abandonado el campo polvoriento yhuyendo de las espadas de 6iev. !ero est/n destinados a acabaren el in)erno. 3a espada rusa los hace caer por millares. 3a ciudad entera de6iev celebra la victoria. El héroe esforzado recorre las calles. En lamano derecha sostiene su espada victoriosa# brilla la lanza comouna estrella y resbala la sangre sobre su coraza de cobre. Elviento hace mover la barba ue lleva atada al casco. $ el guerreose dirige apresurado, y animado por la esperanza, al palacio delpr"ncipe, abriéndose paso entre la inmensa multitud. El pueblo, entusiasmado, lo aclama calurosamente. 3a alegr"a infunde nuevas fuerzas al joven pr"ncipe. 3lega apalacio. 1e halla éste sumido en el silencio en ue duerme



3iudmila su sue8o encantado. & sus pies est/ el gran pr"ncipe0ladimir, triste y sin esperanzas. %odos sus amigos han sidollamados al campo de la sangrienta batalla. 4arlaf, ue huye de la fama y pre)ere hallarse lejos de las

espadas enemigas y de los peligros del campamento, monta laguardia a las puertas del palacio. &penas el asesino reconoce a -usl/n, parécele ue se le hiela lasangre en las venas, se le enturbia la mirada# se ahoga unaexclamación en sus labios y, casi desvanecido, cae de rodillas. 1utraición espera sólo el castigo ue merece. !ero -usl/n, acord/ndose del m/gico anillo, corre ya en busca de3iudmila# la ve dormida pl/cidamente y aplica a su frente lasortija con mano temblorosa...< ;$ se cumple el milagro<

;3a joven princesa suspira y abre sus ojos claros< !arece extra8ada por lo larga ue ha sido la noche. Cree estarso8ando todav"a. !ero no tarda en ver ue tiene ante ella a su esposo... El pr"ncipe abraza a 3iudmila, y en su alegr"a nada oye ni ve. El anciano, por su parte, abraza emocionado y llorando a losseres ueridos.

A

$ =cómo voy a acabar el cuento> ;3o adivin/is ya, amigos m"os< 3a ira algo injusti)cada del anciano se ablandó. 4arlaf, arrodilladoante -usl/n y 3iudmila, reconoció y confesó su infamia y suvergonzosa conducta, y el pr"ncipe le perdonó. El enano, perdida ya su fuerza m/gica, fue admitido en palacio. $ en vista del feliz desenlace, 0ladimir volvió a organizar unfest"n en sus espaciosos aposentos.

Es ésta una historia de tiempos lejanos, una leyenda de laantigedad m/s remota.

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pushkin alexander - ruslan y liudmila

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