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Historia Tarahumaras en Tuaripa (Chihuahua, 1892). Artesanía tarahumara en Chihuahua. Es posible que los antepasados de los indígenas tarahumaras hayan llegado de Asia (mongolia ), atravesando el estrecho de Bering , hace aproximadamente unos treinta mil años, pero los vestigios humanos más antiguos que se han encontrado en la sierra son las famosas puntas clovis (armas típicas de los cazadores de la megafauna del Pleistoceno ) con una antigüedad de casi 15,000 años, lo que nos permite datar la presencia de los primeros pobladores de la Sierra Tarahumara. La economía de los primeros grupos étnicos tarahumaras se basaba en la agricultura , la caza y la recolección . Cultivaban maíz , calabaza , chile y algodón . Cada grupo tenía su dialecto de la lengua tarahumara y sus gobernantes, quienes se encargaban de proteger el territorio contra las etnias vecinas y garantizar el orden interno de la tribu. Eran belicosos y politeístas . Creían en la vida después de la muerte y en la existencia de seres benévolos y malévolos. Entre los benévolos consideraban al sol , la luna , el médico , las serpientes y las piedras , que provocaban las lluvias y

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Historia

Tarahumaras en Tuaripa (Chihuahua, 1892).

Artesanía tarahumara en Chihuahua.

Es posible que los antepasados de los indígenas tarahumaras hayan llegado de Asia (mongolia), atravesando el estrecho de Bering, hace aproximadamente unos treinta mil años, pero los vestigios humanos más antiguos que se han encontrado en la sierra son las famosas puntas clovis (armas típicas de los cazadores de la megafauna del Pleistoceno) con una antigüedad de casi 15,000 años, lo que nos permite datar la presencia de los primeros pobladores de la Sierra Tarahumara.

La economía de los primeros grupos étnicos tarahumaras se basaba en la agricultura, la caza y la recolección. Cultivaban maíz, calabaza, chile y algodón. Cada grupo tenía su dialecto de la lengua tarahumara y sus gobernantes, quienes se encargaban de proteger el territorio contra las etnias vecinas y garantizar el orden interno de la tribu.

Eran belicosos y politeístas. Creían en la vida después de la muerte y en la existencia de seres benévolos y malévolos. Entre los benévolos consideraban al sol, la luna, el médico, las serpientes y las piedras, que provocaban las lluvias y controlaban los animales que cazaban. Entre los malévolos estaban los señores del inframundo que causaban la muerte y los desastres naturales. Sus rituales comunales eran parte esencial de su cultura. Adoraban el sol y la luna, celebraban victorias bélicas, la caza de animales y la cosecha agrícola.

Fue hasta 1606 cuando los misioneros jesuitas tuvieron el primer contacto con los indígenas de la sierra. Según las referencias históricas de la época colonial, la conquista y la evangelización inició con los “chínipas”, muy relacionados con los guarijíos, etnia considerada como la más fiera de la región en esos tiempos. Cuando llegaron permanentemente los religiosos a su pueblo en 1632, su presencia provocó un

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levantamiento entre los pueblos indígenas, quienes estaban descontentos con la labor evangelizadora. Esta protesta la comandó el jefe “Combameai”. La primera revuelta terminó con la muerte de dos religiosos, lo que originó una fuerte represión por parte del gobierno de la Nueva España. Fue entonces cuando muchos guarijíos huyeron y se internaron en las barrancas de lo que hoy es el estado de Chihuahua.

Encima de eso, fue en los siglos XVII y XVIII cuando diversos grupos de agricultores y comerciantes novohispanos invadieron esta región despojando de gran parte de la tierra a los indígenas, intercambiándoselas por productos como jabón, sal, mantas y otras baratijas; algunos indígenas fueron obligados a trabajar con ellos como peones pagándoles muy poco. En cambio, otros emigraron hacia las partes más recónditas de la sierra para protegerse y evadir el trabajo forzado en haciendas y minas.

Es ahí en lo más abrupto de la sierra donde se asentaron las misiones jesuitas que, sin mucha controversia, muchas veces sirvieron de refugio a los abusos cometidos contra los indígenas. La expulsión de la orden de los confines del Imperio español significó un retorno de los tarahumaras a la vida seminómada que llevaban. Por otra parte este acontecimiento les dejó completamente aislados en los altos de la Sierra. Eso les ayudó a conservar su cultura y a desarrollar un singular sincretismo religioso que todavía existe y es único en México por su mezcla de catolicismo y chamanismo.

En el año de 1856, mediante la ley de la desamortización de los bienes eclesiásticos, los mestizos de la zona ocuparon las tierras pertenecientes a los pueblos de misión habitadas por tarahumaras, quienes se vieron obligados a abandonarlas. Pero no sería hasta 1876 que se rebelarían, cuando fueron obligados a partir de las pocas tierras que les quedaban, pero esta vez serían respaldados por el gobierno del estado que abogó por ellos. Se registraron otros dos levantamientos: uno en Agua amarilla en 1895 y otro en Chinatú en 1898.2

Denominación

Tarahumara también es como se conoce en castellano a la lengua de este pueblo. La denominación "tarahumara" es la castellanización de la citada palabra rarámuri, que debe pronunciarse con una r suave al principio, inexistente ya que en este último caso se deformaría la pronunciación original, sin r fuerte. Según el historiador Luis Alberto González Rodríguez, rarámuri etimológicamente significa "pie corredor" y en un sentido más amplio quiere decir 'los de los pies ligeros', haciendo alusión a la más antigua tradición de ellos: correr.

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Tradiciones y religión

Los tarahumaras son muy religiosos pero practican sus creencias al margen de iglesias. De acuerdo a reconocidos científicos como Richard Evans Schultes y Wade Davis este pueblo es digno de admiración, pues ha preservado muchas de sus costumbres, a pesar del dominio y la imposición de las iglesias europeas.

Se organizan en torno a los cantores (maynates) y rezadores, ancianos que ofician y conducen las ceremonias al ritmo de sus sonajas que hacen con bules y sus cantos guturales donde van narrando y describiendo la vida de los animales del monte como los lobos, coyotes, mulas y zopilotes.

Gran parte de las tradiciones actuales de los rarámuris son una apropiación de lo aprendido de los misioneros jesuitas durante los casi 150 años que convivieron en la época colonial. (Luis G. Verplancken)

Sus complejas celebraciones místico-religiosas están conformadas por danzas, tesgüinadas y ofrendas, en las que nunca falta la bebida tradicional de maíz llamada tesgüino. Para ellos la danza es una oración; con la danza imploran perdón, piden lluvia (para propiciarla se baila la danza de “dutuburi”), dan las gracias por ella y por la cosecha; danzando ayudan a "Repá betéame" (El que vive arriba), para que no pueda ser vencido por "Reré betéame" (El que vive abajo).

Puede afirmarse que el tarahumara ha conservado su vieja cultura con sorprendente tenacidad. Desde hace varios siglos emplean los mismos dibujos, los mismos símbolos en sus obras artísticas, en sus fajas, cerámica y cobijas. A sus muertos continúan dejándoles comida para el viaje sin retorno y les "ayudan" a subir al cielo mediante la celebración de tres o cuatro fiestas, según si el difunto es hombre o mujer. Aunque en muchos casos el significado de ritual ha desaparecido, éste ha demostrado gran vitalidad para subsistir.

Todos sus movimientos se han mantenido vivos, latentes y aún han influido en algunas ceremonias de la Iglesia católica. La existencia del patio para las ceremonias rituales, el humo, que es el incienso del tarahumara, el rocío de los cuatro puntos cardinales, y los cánticos ininteligibles se practican religiosamente, pero no pueden los tarahumaras darnos una explicación mitológica de todo esto.

El Chamán (sukurúame) emplea prácticas ocultas para hacer el mal. y el Owiruame es el sanador bueno, en los días antiguos se transportaba de un lugar a otro en forma de ave, al llegar a su destino recuperaba su cuerpo, a veces viajaba junto con su familia.

El chamán es el guardián de las costumbres sociales de un pueblo. Sus obligaciones como especialista ritual y terapéutico le obligan a ser un defensor del orden tradicional. Su función es establecer un equilibrio entre el cuerpo y el cosmos. Algunos chamanes utilizan el peyote (híkuli) para sus curaciones, esta planta alucinógena tiene un uso restringido y sólo los chamanes saben la cantidad que se utilizará, así como su recolección y almacenamiento. Se usa como ungüento en la piel para sanar reumatismo, mordeduras de

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serpiente y otras dolencias. En ciertos lugares solo se usa el Jiculi para curar, y en otros la Bakanoa, son plantas sagradas que tienen asegurada su territorialidad. y los de un lugar no se atreven a mencionar la planta del otro lugar.

Festividades

Las fiestas son una parte importante de su cultura porque conserva su identidad. Entre las ceremonias más trascendentes están las que realizan durante el ciclo agrícola, en fechas del calendario católico y cualquier acontecimiento familiar como el nacimiento de un hijo.

La tradición es que cada hombre organice tres fiestas durante su vida y la mujer cuatro porque es la más propensa al pecado y debe pagar más. Un elemento básico de la ceremonia es la presencia del cantor, quien desde que se oculta el sol, cuando inicia la fiesta, hasta la madrugada del día siguiente entona los cantos que sirven de fondo para que hombres y mujeres dancen. También bailan la “Pascola” que acompañan con música de arpa y violín.

En la etnia de los guarijío, cuando alguien de la comunidad muere, se realizan tres velaciones, pues consideran que debe volver a recoger sus huellas por los lugares donde pasó y en caso de no hacerles las ceremonias se convierten en almas sin descanso. Al igual que los tarahumaras, pima y tepehuanes, beben tesgüino durante los rituales, lo que acarrea problemas de violencia.

Tesgüino

Del nacimiento a la tumba, a propósito del ciclo agrícola, de las fiestas, del trabajo compartido al servicio de la comunidad, el “tesgüino” los acompaña para subrayar la convivencia, el esfuerzo común, la celebración especial, es el alimento fundamental de los dioses. Por esta razón se ofrece al sol y a la luna, a los cuatro rumbos del universo, a las milpas y a los innumerables espíritus del cosmos.

Los matachines

Son los bailarines que actúan en las fiestas de la iglesia. Se distinguen por el brillante colorido de su atuendo. La danza matachín es ejecutada por un número par de bailarines, ocho o doce, que bailan acompañados de violines y guitarras. Es un baile de movimiento, giros y cambios rápidos, ejecutado en dos hileras de danzantes bajo la dirección del jefe. Los chapeones marcan el ritmo lanzando gritos en falsete, además de ser la única persona que usa máscara, también revisan que la indumentaria de los danzantes sea la establecida.

Las carreras de bolas (rarajípari)

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Este es un juego de pelota muy común entre los tarahumaras y guarojíos. Es también el acto colectivo más importante que llevan a cabo los hombres tarahumaras. Consiste en lanzar con el empeine del pie una bola (komakali) hecha de raíces de encino u otro árbol y correr descalzo detrás de ella hasta alcanzarla. Con esta carrera los equipos realizan apuestas, resulta ganador quien llegue a la meta, la cual a veces está a 200 kilómetros de distancia. Las carreras pueden durar hasta dos días, toda la comunidad apoya y ayuda a sus competidores: les llevan agua y pinole, iluminan su camino durante la noche con ocotes encendidos, les echan porras, e incluso corren con ellos a lo largo de toda la ruta. Las mujeres también juegan a lanzar dos pequeños aros entrelazados, a lo que le llaman rowena. Con las carreras representan la razón de ser de su existencia: el correr.

Procedimiento del Rarajípari

Se juega en equipos, cada equipo es de 5 integrantes, y utilizan un los llamados palillos, que se asemejan a una cuchara de un metro de largo. Están hechos de una sola pieza de madera de encino. En la punta miden tres centímetros de ancho y se van ampliando hasta alcanzar unos veinte centímetros donde empieza la cuchara.

Junto a los palillos entierran la pequeña pelota de madera, del tamaño de una de golf. Antes de empezar hacen las apuestas. Puede ser en efectivo o prendas. También el público apuesta.

En cuanto gritan que inicia el partido, los diez jugadores agarran su palillo y amontonados buscan la pelota enterrada. El juego consiste en aventar la bola con el palillo para el lado contrario.

El equipo que llega primero a la meta gana. Fijan un espacio de aproximadamente un kilómetro a lo largo del arroyo.

No hay reglas para quitarse la pelota. Se empujan, se avientan y suben por la ladera en busca de la bola.

Después de una reñida competencia, descansan un rato y continúan con el juego de pelota. Participan los mismos integrantes. En este caso la bola es más grande, de unos veinte centímetros de diámetro, y la avientan con el pie. En este juego no disputan el balón. Cada equipo tiene el suyo, gana el que llegue primero a la meta. Deciden dar tres vueltas aproximadamente un kilómetro cada una.

Antes de hacer las apuestas, los indígenas se quitan un huarache para pegarle con más facilidad a la pelota. Así continua el juego hasta que el equipo ganador logra llegar a la meta.

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Indumentaria

Mujeres tarahumaras en Chihuahua.

Una mujer teje en un telar de cintura.

En muchas comunidades el tarahumara ha adoptado la indumentaria occidental. Sin embargo, aún conserva la vestimenta tradicional, preferentemente, en el caso de los hombres, y siempre en las mujeres. Las blusas o camisas de colores brillantes, estampados, a veces floreados, son usadas por hombres y mujeres.

Las faldas son muy apreciadas por la mujer, quien viste muchas a la vez, una encima de otra, lo que le da esa apariencia de bellamente esponjada. Le sirve de adorno, de abrigo y, además, parece envolverla en mil colores. Los hombres visten un calzón de manta llamado Tagora. El ceñidor o cinturón lo usan por igual hombres y mujeres. Están tejidos con dibujos propios y los utilizan para sostener pantalones, zapatos y faldas.

El huarache rarámuri (akaka) es muy peculiar: tiene una suela ligera, y correas hasta el tobillo; actualmente utilizan llantas usadas para la suela de sus huaraches. Aunque también es muy común ver a mujeres y a niños descalzos.

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La “Koyera”, cinta usada para mantener el pelo en su lugar, es la prenda más distintiva del pueblo tarahumara y la portan con orgullo hombres, mujeres y niños. En algunas comunidades el largo de las puntas da referencia sobre la condición económica del portador, cortas para cuando tienen poco dinero y largas para cuando su condición es holgada, cabe destacar que en algunas etnias esta costumbre se basaba en saber quién era la familia más fuerte económicamente.

La cobija es una prenda muy importante que sirve para abrigo durante los días fríos y como cama en la noche. Generalmente, las tejen de la lana de sus propias ovejas y la aprecian mucho, de tal manera que sólo la intercambian o apuestan en ocasiones importantes.

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Pueblo triqui

Pueblo triqui

Diseños para huipiles y servilletas tradicionales.

Otros

nombrestriki, trique, trike

Ubicación Oaxaca, Estado de México, Ciudad de

México y Baja California

Población

total25 8831

Idioma Triqui, mixteco y español.

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Religión Católica, protestantismo, religión

tradicional triqui

Los triquis son un pueblo indígena que se sitúan al noroeste del Estado de Oaxaca, México, formando una isla cultural en medio del vasto territorio mixteco.2 El nexo principal es su lengua, a su vez, cada variante lingüístico hace la diferencia y pertenencia a cada uno de los Xumanh-an o Chuman' a. También los huipiles rojos y sus creencias religiosas los unen, pues todos practican la religión tradicional triqui junto religión católica

Historia

Chicahuaxtla dentro de los sitios de la mixteca en el posclásico mesoamericanoVéase también: Triqui de Santo Domingo del Estado.

Se considera que la zona ocupada por los triquis ha estado habitado desde tiempos muy remotos. La lingüística arroja cierta luz sobre el origen de los triquis ya que las lenguas triquis y mixtecas están íntimamente relacionadas. Sus primeros habitantes pertenecían al grupo protomixtecano, hablado al rededor de 1500 a.   e.   c. , del cual surgieron tres grupos, entre ellos el prototriqui. Es aceptado que el prototriqui se separó del grupo mixtecano poco después de la era común. Esta lengua se fue dividiendo hasta llegar a las cuatro variedades que se hablan actualmente.10

Durante la época prehispánica, parece ser que la población triqui estuvo sujeta a los mixtecos de Tlachquiauhco, el actual Tlaxiaco.11 En el siglo XV, los triquis junto con los mixtecos fueron sometidos bajo el gobierno del V Tlahtoani azteca y obligados a rendir tributos.12 Se considera que la Conquista española tuvo lugar en la primera mitad del siglo XVI, ya que los terrenos triquis fueron adjudicados al parecer, según consta en un litigio por limites, a un antepasado de Don Martín José de Villagómez, por el año de 1537. La evangelización que se inició por esa fecha, por parte del dominico Gonzalo Lucero, sólo tuvo un éxito relativo en la zona de Chicahuaxtla, pero fracasó en la de Copala.13 Como se puede apreciar, los triquis no fueron sometidos por medio de la guerra, sino mediante la religión, por esta razón podemos ver que aún mantienen varias de las estructuras sociales propias.12 Con la consumación de la independencia, la situación de los triquis no mejoró, por lo que los indígenas se rebelaron contra sus opresores en 1843, permaneciendo en lucha hasta 1848, año en que fueron derrotados y capturados sus líderes. 13 Los triquis han participado activamente en dos movimientos históricos del país: La lucha de Castas (1822-1865) y la Revolución (1910-1919).12

San Andrés Chicahuaxtla y San Juan Copala perdieron la categoría de municipios en 1940 y 1948 respectivamente; sólo quedó como único municipio triqui San Martín Itunyoso. En

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la región alta no se dan conflictos graves por la posesión de la tierra, ya que es muy escasa; ante esta escasez, los habitantes optan por abandonar la región y dirigirse hacia las ciudades cercanas y las más importantes del país. En la región baja, por el contrario, la autoridad tradicional se ha desintegrado, porque el cultivo de café fortaleció la propiedad privada y la violencia por posesión de tierras es frecuente.9

En el año de 1956 unos indígenas de la triqui baja asesinaron a varios soldados, en consecuencia, la Fuerza Aérea Mexicana envió aviones que bombardearon y ametrallaron a varios indígenas de San Juan Copala, del barrio Cruz Chiquita así como a otras barrios más, lo que desató una guerra sin tregua que aún tiene sus ecos hoy en día.8

El 15 de marzo de 1972 se llevó a cabo el primer Congreso de los Pueblos Triques en San Andrés Chicahuaxtla, convocado por el Gobierno oaxaqueño con la finalidad de plantear la unificación de todas la comunidades triquis y al mismo tiempo recoger las demanda hechas por los indígenas. De este primer Congreso se acordó realizar un segundo congreso con sede en San Juan Copala el 12 de octubre de 1972.14

En 1981, los triquis de Copala se organizaron para formar el Movimiento de Unificación y Lucha Triqui (MULT), que luchaba por democratizar el ejercicio del poder en la región, entre otras cosas. En 2003 se convierte en el Partido Unida Popular (PUP), posteriormente algunos exintegrantes del MULT formaron el Movimiento de Unificación y Lucha Triqui Independiente (MULTI), que tuvo una importante participación en la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca en 2006.

Hoy en día la lucha armada en la zona de Copala se ha intensificado y debido a una larga serie de conflictos políticos y sociales, sus habitantes se han constituido en un Municipio Autónomo, a ejemplo de los denominados Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas en el Estado de Chiapas. Estos conflictos ha propiciado la emigración de una gran parte de la población copalteca.

La migración de los triquis, tanto de la zona baja como de la zona alta, no solo es por los conflictos políticos y sociales, sino también por la falta de oportunidades de estudios y trabajo. Han emigrado a los campos agrícolas de Sonora, Sinaloa, Baja California, Cuautla Morelos. Otros tantos a las grandes urbes como la Ciudad de México, el Estado de México, la Ciudad de Oaxaca, entre otros. Pero también han cruzado la frontera norte hacia los Estados Unidos de América o Canadá.

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Lengua

Lenguas mixtecanas.

Las lenguas triquis, junto con las lenguas mixtecas y el cuicateco, pertenecen a la familia mixtecana y ésta a su vez a la gran familia lingüística otomangue. Conforme al Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI), la lenguas triquis están conformadas por 4 variantes, aunque el último es considerado una subvariante del triqui de chicahuaxtla.20

Xna'ánj nu' . Hablado en San Juan Copala Snáhánj nìh . Hablado en San Martín Itunyoso Nánj nình-in . Hablado en San Andrés Chicahuaxtla Tnánj nình-in . Hablado en Santo Domingo del Estado.21

Las mujeres y los ancianos son prácticamente monolingües. Aunque hay quienes hablan también el mixteco. Antes de la conquista y después de ella, el mixteco fue lengua vehicular, lengua que sirvio como medio de comunicación con los misioneros españoles. Un sinnúmero de indígenas triquis aprendió también el español desde la época colonial y después de la independencia, porque entraron a trabajar como peones en varias haciendas de Putla y Juxtlahuaca. Actualmente el bilingüismo va en aumento, aún más hay quienes hablan tres o cuadro idiomas, o incluso manejan las cuatro variantes triquis

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Fiestas

Procesión de semana santa triqui en Santo Domingo del Estado.

Los triquis festejan a cada uno de los santos patronos de cada comunidad, por ejemplo: San Andrés, Santo Domingo, la virgen de Guadalupe, entre otros. Una de las fiestas que está retornando fuertemente es la fiesta al "Dios del Rayo".

La semana santa también es una de las fiestas más importantes entre los triqui. Así en la zona alta, en los pueblos de Chicahuaxtla y Santo Domingo, se hacen peregrinaciones en donde ambas comunidades llegan a un punto de encuentro y hacen "bailar" a los santos.

Así mismo el carnaval es una de las fiestas más concurridas y se hacen encuentros entre los diferentes pueblos.

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VestimentaSe distingue de los demás indígenas de la región por los tocados que viste en los días de fiesta: los hombres usan un sombrero negro de fieltro, de copa alta y ala corta; las mujeres, un medio calabazo adornado con listones de colores brillantes.2

Economía

Día de tianguis en San Andrés Chicahuaxtla.

Agricultura

El ingreso económico de los triquis son el cultivo de maíz, frijol, calabaza, chile, quelite, aba, entre otros, pero el ingreso más importante es el cultivo del café en la zona caliente, también lo es el cultivo del plátano. Estos productos son comerciados en los diferentes tianguis que se ponen en Chicahuaxtla, en Copala, en San Martín Itunyoso, o en Tlaxiaco, Putla o Juxtlahuaca.

El sistema de cultivo practicado entre los triquis es la «roza, tumba y quema». La forma de cultivar la tierra es peculiar, pues se trabaja entre varias familias, aproximadamente entre 20 y 30 personas, para sembrar milpa en terrenos extensos, a esta forma de organización laboral se le llama «milpa colectiva» o «milpa en compañía».

Ganadería

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La crianza de animales es otra de las fuentes de ingresos para las familias triquis, crian principalmente ganado bovino, ovino, caprino, porcino y equino. También crian animales de corral en menor cantidad como gallinas, guajolotes y patos. En las tierras bajas también se practica la apicultura.

Remesa

Actualmente, unos de los ingresos más importantes son la remesas de varios indígenas jornaleros en los campos agrícolas de Estados Unidos de América.

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