publicación1

2
[email protected] Profesora Marcela Mondaca O. Colegio Miguel de Cervantes El BosqueSantiago Campaña “Gusto por la lectura” Plan de lectura Este verano un libro te acompañará... ¡Por unas vacaciones acompañada! En la playa, campo o ciudad. “Un buen libro no es aquel que piensa por ti, sino aquel que te hace pensar” JAMES MC COSH “Sabes que has leído un buen libro cuando al cerrar la tapa después de haber leído la última página, te sientes como si hubieras perdido un amigo” PAUL SWEENEY Las vacaciones serán mejores con la compañía de un buen libro.

Upload: marcelamon

Post on 02-Aug-2015

84 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Publicación1

[email protected]

Profesora

Marcela Mondaca O.

Colegio Miguel de Cervantes

El Bosque—Santiago

Campaña “Gusto por la

lectura”

Plan de lectura

Este verano un

libro te

acompañará...

¡Por unas vacaciones acompañada!

En la playa, campo o ciudad.

“Un buen libro no es aquel que piensa por

ti, sino aquel que te hace pensar” JAMES

MC COSH

“Sabes que has leído un buen libro cuando

al cerrar la tapa después de haber leído la

última página, te sientes como si hubieras

perdido un amigo” PAUL SWEENEY

Las vacaciones serán mejores con

la compañía de un buen libro.

Page 2: Publicación1

El gusto por la lectura!!

“¿Le cuento una historia o le compro pri-

mero un libro?”, se preguntan muchos pa-

dres y madres cuando quieren iniciar a sus

pequeñines en el fabuloso y mágico mundo

de la lectura. Pero, ¿qué es lo que más

atrae a un niño o una niña cuando quere-

mos iniciarlos en el hábito por la lectura?

No es muy difícil, se

trata quizás de ob-

servar por dónde

van sus gustos, de

qué manera se

sienten más

cómodos. Hoy

en día infinidad

de empresas

editoriales y

autores han

encontrado en

el mercado infantil el nicho que necesita-

ban para dar rienda suelta a la creatividad

y plasmar en pequeños textos, con colori-

das ilustraciones, estrategias comunicati-

vas para fomentar, desde temprana edad,

el placer por la lectura.

El gusto por la lectura

Pareciera ser, a primera vista, que no habría

mucha diferencia entre quien lee y quien no lo

hace frecuentemente. Pero es sólo un enga-

¿Cómo propiciar el

gusto por la lectura

en los niños y niñas?

ño. Las diferencias son bastante grandes y notorias.

En primer lugar, quien lee aumenta su cultura, la

hace sólida si es endeble y la enriquece cada vez

más. Quien permanece ajeno a los libros, por el moti-

vo que sea, también es cómplice de su ignorancia,

que se acrecienta a medida que sigue huyendo de las

páginas escritas.

En segundo lugar, la lectura aporta un panorama más

amplio para el desarrollo de las propias ideas y fo-

menta una actitud crítica, pero no en sentido negati-

vo, sino positivo, ya que remueve los preconceptos e

instala la necesidad de contrastar unos datos y otros,

algunos más veraces y otros, pobres y caducos.

Quien lee no cree lo primero que escucha, al menos

tiene un cierto bagaje cultural que matiza cualquier

intento de absolutismo respecto a ciertos temas.

En tercer lugar, la lectura es fuente de conocimientos.

La falta de lectura, por el contrario, adormece el espí-

ritu y la inquietud intelectual. Pero, tampoco es sufi-

ciente con ser un devorador de libros, ya que se pue-

de leer mucho pero mal. Es decir: siempre se debe

buscar, mediante el consejo de alguien o guiados por

el propio sentido común, las lecturas que favorezcan

el desarrollo personal, que son todas aquellas que no

están reñidas ni con la moral ni con la ética, ni me-

nosprecien el valor individual de las personas ni sus

creencias. Hay personas que, a fuerza de consumir

basuras editoriales, que las hay y muchas, han hecho

de su intelecto un refugio para las ideas más depra-

vadas y siniestras. No hay que leer cualquier cosa,

hay que leer siempre con un criterio determinado

para cada circunstancia.

El gusto por la lectura lleva a quien lee a no conten-

tarse con lo primero que ofrecen las vidrieras,

o con aquel libro que es best seller mundial,

pero que sin embargo no aporta mucho más

que un simple cuento de hadas, nacido para

entretener con exclusividad. Quien se habitúa

a la lectura quiere buscar autores con los

cuales identificarse en costumbres, modis-

mos e ideas acerca de las grandes cosas de

la vida. Es el lector cómplice del autor en

cuanto difusor de ciertos ideales nobles, que

agrandan las miras de la rutina diaria.

Y la falta del hábito de lectura repercute ne-

cesariamente en el trato con los demás.

Quien no hace más ver las caricaturas del

periódico, difícilmente pueda transcribir en

palabras lo que le dicta su corazón cuando

quiere expresar su amor. Reinará una espe-

cie de «parquedad sentimental», caracteriza-

da por escuetas líneas y frases hechas repe-

tidas una y otra vez, hasta despojarlas de su

intenso significado por el abuso de su pre-

sencia en los labios del amante. El gusto por la lectura es gustar de disfrutar

más de la vida, de compartir en palabras las

experiencias vividas y en saber transmitir las

propias con la justa mezcla, cual recete per-

fecta, de sentimientos, emoción y vocablos.

Leer significa ir más allá de nuestro estrecho

mundo personal y adentrarnos en el otro, en

crecer en empatía, estar con el otro y desde

el intercambio fructífero de ideas, poder de-

cir, al final del día, que hemos aprovechado

el tiempo, al menos por haber leído unas

líneas de nuestro autor preferido.