psiquiatría y nazismo zafaronni

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  • 7/29/2019 Psiquiatra y Nazismo Zafaronni

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    Psiquiatra y Nazismo - Prlogo de Raul Eugenio Zaffaroni

    La sntesis de este libro la formula su propio autor: No se trata de que la psiquiatra y la medicinaaportaran algo concreto al nazismo. Todo lo contrario, el nazismo es expresin de una cienciadogmatizada, de un positivismo pobre en argumentos, pero eficaz a la hora de revolver las tripas delas multitudes.

    En efecto: los crmenes del nazismo no fueron ms que culminacin de la senda indicada por elpositivismo seguida hasta sus ltimas consecuencias. La Revolucin Industrial llev al poder a unaclase de industriales, comerciantes y banqueros que se concentraron en las ciudades junto a muchosms que llegaban a ellas en lmites de subsistencia, generando situaciones de extrema tensin yviolencia como resultado de la simultnea acumulacin de riqueza y miseria en el reducido territoriogeogrfico. Se concentraban los que tenan mucho y los que tenan algo junto a quienes no tenannada. Los ltimos se volvan peligrosos. La polica aparece como institucin indispensable para ladefensa de los primeros.

    Se comienza a hablar de clases y el trmino aparece vinculado a los carenciados de las ciudades,pero no por el lado de los revolucionarios, sino de los poseedores que los llamaron clases peligrosas.El Instituto de Francia convoc a un concurso sobre las clases peligrosas en 1838, diez aos antes delManifiestoComunista. Lo gan el comisario Frgier, que public su libro en Bruselas dos aos ms

    tarde (Des classes dangerusses de la population dans les grandes villes , 1840). Es un librotericamente pobre, porque la polica no tena discurso, aunque tena poder. Como el poder sindiscurso no se mantiene mucho, los policas deben pedirlo y quienes gustosos se prestan a aportarloson los mdicos, que desde el siglo XVI con Wier reclamando a las brujas miraban con codicia lacuestin penal. De este encuentro entre mdicos y policas surge el mayor impulso del positivismodisciplinante en las ciudades.

    Los mdicos de locosmarginados por ocuparse de semejantes seres recluidos en infestos recintos-adquirieron prestigio social al pasar al papel de astros centrales en los grandes procesos. Los juristasque primero les opusieron cierta resistencia (se disputaban las cabezas de los guillotinados en Pars)terminaron plegndose a su discurso. Pero la sntesis justificante de la hegemona de los industriales,comerciantes y banqueros y tambin del neocolonialismo la llev a cabo un ingeniero de ferrocarriles:Herbert Spencer. Todo evoluciona por catstrofes y triunfan los ms fuertes y as se reproducen stosy mejoran las razas, mientras sucumben los ms dbiles, cuya supervivencia las hara involucionar ydesaparecer. En esta lnea trabajaron los antroplogos y legitimaron los genocidios neocolonialistas,entre ellos uno de los ms terribles que entra al siglo XX es el de Leopoldo II de Blgica en el Congo,que acab con ms de dos millones de seres humanos y hoy tiene un museo y monumentos ecuestresen Bruselas.

    Las clases peligrosas se asimilaron a los neocolonizados: eran salvajes regresivos que surgan poraccidentes de la naturaleza entre las razas superiores: el loco moral de la psiquiatra inglesa, eldelincuente nato de Cubi y Soler y despus de Lombroso, el mestizo degenerado de Morel, losmestizajes que neutralizaban a la raza superior de Gobineau.

    La lgica era que haba que neutralizar a los inferiores para que no se reproduzcan y hagandesaparecer a los superiores; impulsar el avance de los superiores y esterilizar a los inferiores. Galtonle dio forma de ciencia son su eugenesia, pero se asombr

    y asust- cuando los norteamericanos la

    tomaron en serio y las sociedades de criadores de vacunos y caballos con veterinarios a la cabeza yapoyados financieramente por fundaciones prestigiosas comenzaron a pasarlas a los humanos y laconvirtieron en ley a partir de 1907. Se reprodujeron las leyes de esterilizacin y las prohibiciones delos matrimonios mixtos en los Estados Unidos, pese a que el pobre Galton declaraba que lo suyo eranhiptesis necesitadas de demostracin. Miles de personas fueron esterilizadas: delincuentes,malformados, sordomudos, psicticos, ciegos, txicodependientes, dbiles mentales, epilpticos.Europa (algn cantn suizo, los pases nrdicos) copiaron las leyes.

    La eugenesia alemana estaba en paales y los norteamericanos le transfirieron sus conocimientoscientficos y financiaron sus primeros institutos. Los alemanes volvan muy contentos de sus viajes a

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    los Estados Unidos y afirmaban que los negros estaban sobrerepresentados en las prisionesnorteamericanas porque el estado les exiga un esfuerzo que no estaban en condiciones biolgicas derealizar. En Mein Kampfse afirma que el nico pas que tiene una poltica poblacional racional son losEstados Unidos.

    La consecuencia no poda hacerse esperar dentro de la propia Europa. Manipularon la ciencia mdicapara legitimar la explotacin neocolonial y la sagrada cienciaconvertida en verdad dogmtica- losllev a que no pudieran discutir ni poner en duda su propio invento. Europa se enroscdramticamente en sus propias mentiras antropolgicas. Las atrocidades cometidas en otras latitudes

    acabaron cometindose en su propio interior. Perdieron el respeto a la persona en sus colonizados yno podan tardar en perderlo entre ellos mismos. Los monstruos que presenta este libro son lacreacin de una gran mentira cientfica elaborada para explotar al resto del planeta en un festival desoberbia genocida.

    Los cerebros de los nios asesinados guardados durante sesenta aos como material para lainvestigacin, son el producto de la indiferencia e irreflexin de sus ascendientes ante el extremosufrimiento de otros pueblos del mundo y de la introyeccin de las mentiras de la ciencia que loslegitimaba.

    Alemania no fue potencia colonialista y tampoco lo fue el imperio Austrohngaro, a ambos se les negla oportunidad de explotar en provecho propio a otros pueblos, pero asimilaron las mentiras de laciencia colonialista, siguieron su lgica a la hora de conquistar poder, pero lo hicieron a expensas de

    los otros pueblos europeos y no contra los africanos, asiticos o americanos. El nazismo no fue otracosa que el neocolonialismo practicado dentro de Europa, conforme a los principios de la mismaciencia colonialista. Deban someter a los pueblos inferiores, utilizar como mano de obra a quienesestaban en condiciones de servirles, eliminar a los que eran inservibles, y en el interior de su pastambin deban liberarse del riesgo de que los inferiores que aparecan pudiesen reproducirse,destinar los esfuerzos a la reproduccin de los ms fuertes, descargarse del lastre y del costo demantener a los intiles. Y cuando la guerra exiga el mximo de esfuerzo, las razones econmicasllevaron al paroxismo estos crmenes.

    El autor se sensibiliza muy especialmente con el caso de los nios asesinados. Hubo otra variantepsiquitrica perversa. El integrismo impidi en otras latitudes la adopcin de las tesis genticas yspencerianas. Kretschmer, el de Krperaufbau und Karakter en este libro bien definido- fue el

    maestro de Vallejo Ngera y ste fue mdico jefe de investigaciones psiquitricas de los campos deconcentracin despus de la masacre civil y dueo de la psiquiatra franquista hasta su muerte en1960. Vallejo Ngera asumi las tesis de lamarkianas: el ambiente hace y modifica al ser humano(curiosamente la misma tesis de la biologa stalinista). En funcin de ella no mataron a los nios en loscampos de concentracin franquistas, sino que los entregaron a familias sanas, es decir, catlicas y,por supuesto, falangistas. Un puente que alguna vez ser menester investigar permitin la llegada deeste pensamiento hasta nuestras tierras.

    La historia contina, pero no se repite. La embriaguez de la superioridad y de la eficacia tcnicacontinuar. Ya no se domina mediante el neocolonialismo. Ninguna potencia se toma el trabajo deadministrar ni gobernar a otro pas de inferiores. La criminologa gentica puede llevar a nuevosdevaros; se ha llegado a afirmar que genticamente es posible determinar la inclinacin liberal oinconformista y la conservadora. La segregacin de las clases peligrosas contina con dos millones de

    presos en los Estados Unidos y otros tres millones de personas en parole yprobation. La inseguridaden la primera plana de los diarios serios y los homicidios de la semana y los de ficcin en las seriescubren casi todo el espacio televisivo. La estigmatizacin de todos los adolescentes pobres es tareapermanente de los medios de comunicacin. Los inmigrantes son estereotipados como causantes delmalestar de los instalados. No hay otro riesgo de muerte que no sea el homicidio cometido pormutantes inferiores embrutecidos por txicos o los producidos por los crmenes del terrorismo. Pocosperciben las amenazas de las nuevas enfermedades, de las alteraciones climticas, delrecalentamiento global, del trnsito, del hambre, de las propias enfermedades curables.

    El fenmeno no es local, sino casi mundial. No existe detrs de esto ningn discurso cientfico. Se haaprendido que lo importante no es la calidad o nivel del discurso, sino su publicidad y, por ende, se harenunciado a cualquier saber cientfico, para aplicar slo tcnica publicitaria de comunicacin social

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    que apela a un supuesto sentido comnque exige seguridad frente a las clases peligrosas. Felizmente,hoy la biologa reley a Darwin y lo depur de Spencer: el que sobrevive no es el ms fuertefsicamente, el que mata, porque ste destruye su propio habitat, sino el que sabe cooperar, el quesabe simbiotizarse y de este modo reproducirse y as, continuar a lo largo de millones de aos desimbiotizacin, comenzada en la vida microscpica y que llegara hasta nosotros (Lynn Margulis-Dorion Sagan, Microcosmos, Four billion years of evolution from our microbial ancestors). La historiano se repite, pero contina, y tenemos las dos opciones frente a nosotros: un nuevo Spencer mediticoo un nuevo Darwin cientfico, catastrofismo o cooperacin. Est en la propia especie humana decidir

    su destino.

    E. Ral Zaffaroni

    Departamento de Derecho

    Penal y Criminologa

    Universidad de Buenos Aires

    Abril de 2009.