psicologia comunitaria y lucha contra la pobreza - david tarazona[1]

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  • PSICOLOGA Y LUCHA CONTRA LA POBREZA: REVISIN Y PROPUESTAS DESDE LA

    PSICOLOGA SOCIALCOMUNITARIA 1

    David Tarazona Cervantes 2 INTRODUCCIN La pobreza es uno de los problemas ms antiguos de la humanidad (Ardila, 1979) y en nuestro pas se constituye como uno de los cardinales (quizs el mayor) como lo hacen evidente las cifras oficiales: el 54 por ciento de la poblacin nacional est debajo de la lnea de la pobreza y el 24 por ciento vive en miseria. Una primera pista plantea la necesidad de que los psiclogos presten atencin a esto ya que la pobreza siempre conlleva un bajo nivel de bienestar emocional (Rotondo, 1970a; Loli & Lpez, 1999). Una segunda premisa, en trminos de la relacin entre pobreza y salud mental, ha sido sealada por Contreras (2001), quien nos dice que la salud mental en el mundo es, ante todo, una cuestin de bienestar econmico y poltico (p. 4), adems de relevar la actualidad del tema ya que el sufrimiento psquico de una gran mayora de peruanos que vive en condiciones de pobreza y discriminacin es parte de la realidad de la salud mental del pas (p.4-5). Existe gran cantidad de evidencia sobre la relacin negativa entre salud y pobreza (Avendao, 2000), sin embargo las relaciones especficas entre pobreza, desarrollo personal y salud mental an no han recibido suficiente atencin de los investigadores, reflejando, como sugieren Mocellin, Barreto & Gural (1997), la poca importancia otorgada al impacto psicolgico de los ambientes pobres y el predominio de modelos econmicos, sociolgicos y antropolgicos en el estudio de cmo afrontar la pobreza, y esto a pesar que se reconocen en la pobreza componentes socioculturales-individuales y psicolgicos ms all de carencias econmicas (Ardila, 1979; INEI, 1999; COSUDE, 2000) e incluso hasta una influencia causal, como se desprende de las palabras de Perales (2005): se ha sealado que la pobreza no deriva exclusivamente de un factor econmico; en otras palabras, que el pobre no es pobre slo por carecer de dinero. Creemos que en esto, coincidiendo con Caballero (1989), jugaran un rol importante los prejuicios y afectos de los psiclogos para afrontar este polmico tema. Los estudios existentes o han buscado caracterizar la pobreza desde una perspectiva psicolgica, como experiencia subjetiva, o han explorado la influencia recibida de las condiciones de vida en pobreza. Estos esfuerzos investigativos an no consolidan un cuerpo terico congruente que de coherencia a los hallazgos obtenidos, menos bajo un enfoque de desarrollo, asimismo el nivel de las investigaciones an no alcanza a ser explicativo. En suma, es poco lo que se conoce cientficamente acerca de la pobreza desde una perspectiva psicolgica (Ardila, 1979; Acevedo, 1996; Estefana & Tarazona, 2003). En la presente revisin partimos del supuesto que la mayor parte de la evidencia cientfica demuestra la fuerte relacin negativa que existe entre el bienestar psicosocial y la extrema pobreza (Mocellin, Barreto & Gural, 1997) y tambin que se requiere una actitud ms abierta hacia los pobres por parte de los psiclogos locales y de las instituciones formativas para generar estudios comprensivos-causales, y

    1 Referencia: Tarazona, D. (En preparacin). Psicologa y lucha contra la pobreza: Revisin y propuestas desde la psicologa socialcomunitaria. En: V. Montero, C. Arenas, J. Vallejos y D. Tarazona. Psicologa comunitaria. Lima: Foro Peruano de Psicologa Social. El presente documento se encuentra en preparacin, se agradecen comentarios y sugerencias. 2 Psiclogo. Instituto Psicologa y Desarrollo (IPSIDE). Lima-Per. E-mail: [email protected]

  • no meramente descripciones de la forma de ser de las personas pobres o de los riesgos inherentes a sus condiciones de vida (Caballero, 1989). Considerando lo sealado, primero se revisan las definiciones de pobreza y sus formas de medicin, ensayando enlaces de comprensin con la psicologa comunitaria, luego se formula un breve estado del arte sobre psicologa y pobreza, y, finalmente, se revisan estrategias de lucha contra la pobreza en el trabajo de la psicologa social-comunitaria (PSC) y la promocin del desarrollo social. 1. QU ES LA POBREZA? Para muchos, la respuesta a esta pregunta es obvia, est claramente delimitada y debiera dejarse de lado para dar paso a la realizacin de anlisis ms complejos; sin embargo, desde una perspectiva psicolgica, creemos que lo ya definido, si bien es verdadero, resulta tan slo la punta de un iceberg. La respuesta a la pregunta planteada reviste muchsima complejidad y consideramos importante ensayarla como punto de partida para la emergencia exitosa de una revisin psicolgica positiva de la pobreza. La pobreza es el polo opuesto de la riqueza en trminos conceptuales y de estructura social (COSUDE, 2000). A pesar de su carcter multidimensional y complejo, se define en forma precisa al basarse en indicadores de "bienestar", definindose operacionalmente como una condicin en la cual una o ms personas tienen un nivel de bienestar inferior al mnimo necesario para la sobrevivencia (INEI, 1999). Este concepto es puntual y de fcil comprensin pero al fundamentarse en la carencia de bienes materiales resulta siendo relativo por lo que vale complementar su abordaje considerndola una situacin social en la cual existen carencias econmicas, en un tiempo y espacio determinados, que afectan el desarrollo integral del ser humano (Estefana & Tarazona, 2003; p. 22). La pobreza puede clasificarse como (a) crnica: cuando resulta imposible romper el crculo vicioso de la pobreza, esta es una forma de pobreza que se transmite generacionalmente, de familia en familia, o (b) temporal: provocada por un retroceso momentneo que es posible superar (Ardila, 1979). En Psicologa se presta mayor atencin a la pobreza de tipo crnico debido a que genera una cultura de subsistencia y a que tiene secuelas psicolgicas difciles de revertir por afectar infancia la temprana, como p.e. la desnutricin crnica y su consecuente influencia negativa en los procesos neuro-cognitivos y la socializacin deficitaria y sus efectos en la constitucin de una personalidad sana. Pero en si ambas formas del fenmeno comparten dos caractersticas que la vinculan al marco de la psicologa socialcomunitaria, por un lado su multidimensionalidad y por otro su relacin con el comportamiento social. Primero, la pobreza es un constructo multidimensional con una fuerte carga en lo socioeconmico. Social en cuanto se vincula directamente con categoras sociales, como clase, etnia y exclusin, y econmica al constituirse basndose en la cantidad de riqueza acumulada. La psicologa (o el abordaje psicolgico) de la pobreza es reciente y sus inicios son atribuibles en gran parte al trabajo de Katona (1965) -por lo menos de una forma ms sistemtica-, quien propone una psicologa econmica nutrida por una psicologa emprica y molar enfocada en la plasticidad de la conducta humana, y una economa basada en aproximaciones a las decisiones individuales de consumo y alejada de modelos ideales. Segundo, el comportamiento econmico est en el dominio de los fenmenos sociales. Una posicin propone que las conductas econmicas son fundamentalmente conductas sociales, establecindose una relacin inclusiva (Quintanilla, 1997). Por otro lado, se considera a los procesos econmicos una manifestacin de la conducta humana, lo que establecera una relacin causa-efecto (Katona, 1965).

  • En suma, sin nimos de ahondar en la relacin precisa que se establece, queda claro que el comportamiento humano es parte esencial de los fenmenos econmicos, como ha sido sealado recientemente:

    Si analizamos detenidamente la realidad de cada pas, encontramos que en muchos casos se han aplicado iguales frmulas y hasta en similares circunstancias pero con resultados opuestos. Entonces, por qu continuamos asumiendo que la economa es la responsable directa de los resultados obtenidos? Tal vez porque continuamos creyendo que la economa es una ciencia exacta, cuyas formulas funcionan independientemente de las personas. Lamentablemente, la realidad nos ha demostrado que el elemento ms importante en la validez de una teora econmica es el comportamiento de las personas (Prez, 2002).

    2. MTODOS DE MEDICIN DE LA POBREZA. Para cuantificar la pobreza en nuestro pas se emplean tres mtodos internacionalmente reconocidos que se diferencian en los criterios que usan para determinar el "nivel de bienestar inferior al mnimo necesario" considerado en su definicin operacional. Estos mtodos son: lnea de pobreza, necesidades bsicas insatisfechas y el mtodo integrado, que combina los dos anteriores (INEI, 1999). 2.1. Mtodo de la lneas de pobreza (MLP). Definicin: Est basado en el ingreso o el gasto de consumo como medida del bienestar, establecindose el valor de una canasta mnima de consumo necesario para la sobrevivencia que permita la diferenciacin de los niveles de pobreza. En su modalidad de lnea de ingresos es el mtodo ms utilizado mientras que como lnea de gastos, es el menos popular. Criterio para identificar personas pobres: Con este mtodo son considerados pobres extremos quienes tienen ingresos o gastos por debajo del valor de la canasta mnima alimentaria; pobres no extremos quienes tienen ingresos o gastos por arriba de la lnea de pobreza extrema, pero por debajo de la lnea de pobreza total; es decir cuando pueden financiar el costo de una canasta mnima de alimentos pero no el costo de una canasta mnima total; y no pobres a quienes tienen ingresos o gastos por arriba de la lnea de pobreza total. Cabe sealar que en encuestas domiciliarias con jefes de familias se emplea este mtodo tomando como unidad anlisis a las familias por lo que en este caso se identifican hogares pobres y no personas. Uso en estudios psicolgicos: No hemos encontrado algn estudio que emplee directamente preguntas sobre ingresos o gastos pero si el uso frecuente de la variable tipo de colegio, que es una estrategia vinculada al MLP por ser la mensualidad, escolaridad o pensin un gasto correspondiente a la canasta familiar. En el estudio de Aguilar, Garca & Matamoros (1996) se analiz el efecto del refuerzo verbal y social del profesor en el comportamiento cooperativo en nios de 6 y 7 aos de edad, mediante un diseo factorial de lnea base mltiple con grupos conformados considerando la presencia o no de tratamiento experimental y el nivel socioeconmico (NSE) de los colegios:

    () el establecimiento de clase alta fue un colegio privado en el que las cuotas de colegiatura son de las ms altas en la ciudad de Guatemala; mientras que el de clase baja fue una escuela pblica cuya colegiatura es gratuita y subvencionada por el estado (Aguilar, Garca & Matamoros, 1996; p. 27)

  • En nuestro pas, siguiendo la misma lgica, Grimaldo (1999) explor el juicio moral en grupos de escolares de nivel socioeconmico bajo en colegios estatales de Surquillo y de nivel medio en colegios particulares de Surco. Tarazona (2005a) emple tambin este criterio para evaluar diferencias en autoestima, satisfaccin con la vida y locus de control pero con la diferencia que se trabaj con colegios del distrito de La Molina, donde existen grandes brechas entre los estudiantes de colegios privados (mensualidad mnima de 190 nuevos soles, aproximadamente 60 dlares) y estatales (sin costo mensual por servicio educativo), adems evalu condiciones de habitabilidad de la vivienda (acceso a servicios bsicos, hacinamiento, estado y ubicacin) hallando diferencias significativas estadsticamente entre ambos tipos de colegio (t=9.92, p
  • la lnea de pobreza requiere de polticas econmicas (p. e. salariales, de empleo, de generacin de ingresos) mientras que la poblacin objetivo identificada por el mtodo de las necesidades bsicas insatisfechas requiere polticas sociales (p.e. acceso a servicios de agua, educacin, viviendas adecuadas) (INEI, 1999).

    Tabla 2 Categoras de pobreza segn el Mtodo Integrado.

    MNBI MLP Ninguna Una o ms

    Por debajo Pobres recientes Pobres crnicos

    Por arriba Integrados socialmente Pobres

    inerciales Criterio para identificar personas pobres: En esta clasificacin, son personas pobres quienes forman parte de cualquiera de las categoras opuestas a la integracin social. Uso en estudios psicolgicos: No se han encontrado referencias al uso del mtodo integrado o algn otro que triangule ms de un criterio para ofrecer una estimacin de la pobreza.

    Tabla 3 Ventajas y desventajas de cada mtodo

    VENTAJAS DESVENTAJAS

    Mtodo de la lnea de la pobreza (MLP) Mide lo que realmente consume un hogar

    (gasto) o lo que potencialmente podra consumir (nivel de ingreso).

    El valor del consumo es una variable ms estable en el tiempo que el ingreso, lo que permite una mejor medicin de la tendencia del nivel de pobreza.

    El consumo o gasto permite conocer el impacto de los programas sociales en los hogares, lo que no es posible con la variable ingreso.

    Es unidimensional por lo que aporta una visin parcial y subestima los niveles de pobreza, independientemente de la forma como se haya construido la lnea.

    El concepto ingreso es entendido por muchos encuestados como el trabajo principal, por lo que no declaran los de otras fuentes (p.e. rentas de propiedad)

    Existe la tendencia de los informantes a declarar sus ingresos por debajo de los niveles reales.

    Mtodo de las Necesidades Bsicas Insatisfechas (MNBI) Este mtodo permite la focalizacin de la

    pobreza y la elaboracin de mapas de pobreza a escala local.

    Brinda una caracterizacin relativamente amplia de las condiciones de vida de los informantes, ms precisa que con el MLP.

    Se basa en indicadores de vivienda (estado y servicios) que suelen ser fcilmente identificables por los diferentes miembros de una familia.

    Los indicadores utilizados tienen el mismo peso numrico aunque son diferentes cualitativamente.

    Se considera igualmente pobre a hogares que tienen una, dos tres NBI como a aquellos donde hay uno ms nios que no asisten a la escuela

    En rea rural, los indicadores de vivienda causan problemas conceptuales y una sub-estimacin con relacin al rea urbana.

  • Tabla 3 Ventajas y desventajas de cada mtodo (Continuacin)

    Mtodo integrado

    Reconoce segmentos diferenciados entre los pobres para as definir polticas econmicas y sociales especficas.

    En la medida que los indicadores utilizados por los mtodos precedentes tienen comportamientos diferentes a lo largo del tiempo, permite identificar situaciones de pobreza estructural (MNBI) y de pobreza coyuntural (MLP).

    El porcentaje total de pobres siempre resulta mayor que el que proporciona cualquiera de los dos mtodos que integra.

    3. BREVE ESTADO DEL ARTE SOBRE PSICOLOGA Y POBREZA. 3.1. Macro-enfoques. Los macro-enfoques vienen a ser dos perspectivas que establecen una relacin entre pobreza y psicologa en un espectro ms amplio que la visin sobre rasgos y comportamientos, a desarrollarse posteriormente. Desde la perspectiva contempornea de promocin de la salud, estos macro-enfoques propondran una relacin causal de tipo estructural entre la pobreza y el bienestar: el estilo de vida de una persona corresponde a la estructura general de la sociedad en que vive (Baca, 2005). Cultura de la pobreza Esta es quizs la primera forma establecida formalmente para abordar la pobreza desde una perspectiva psicolgica. Se ha desarrollado en nuestro pas desde los aos 50 y en ella se toma como punto de partida la fuerte relacin entre cultura y personalidad (Alarcn, 1986).. Es sabido que la cultura establece patrones de comportamiento en los grupos, adems de sistemas de valores, lenguaje y actitudes; estilos de pensar, sentir y reaccionar. Estas formas de conducta son relativamente uniformes, estables y se transmiten de generacin en generacin. Con esa lgica se propone que la pobreza es una subcultura que pone a los grupos pobres en franca diferencia, en cuanto a su comportamiento, con respecto a los individuos de los estratos socioeconmicos medios y elevados, lo cual ha sido constatado por varios autores, como sealara Rotondo (1970b) desde una observacin del entorno familiar:

    Los que han estudiado esta cultura de la pobreza como sistema social, cultural y psicolgico, han observado una notable semejanza de la estructura familiar que se caracterizara por una cierta inestabilidad y matricentrismo, autoritarismo machista en los hombres, lazos de parentesco amplio bastante extendidos y vigentes, una orientacin dirigida hacia el presente en cuanto al tiempo, gran urgencia para la satisfaccin de necesidades y apetitos, en cuanto al pensamiento una tendencia a lo concreto, a lo personal y con respecto a la vida y a los dems una actitud indiferente, escptica, suspicaz y fatalista (p.103)

    Recientemente Perales (2005) ha sealado que no todas las personas pobres poseeran una cultura de la pobreza sino que esta slo correspondera a los pobres crnicos y que ms bien quienes no la

  • poseen hacen de su pobreza algo transitorio producto mayormente de cuestiones externas a ellos, como la migracin o la inflacin econmica, que son superadas por su propia accin constructiva.

    Tabla 4 Rasgos de los pobres con y sin cultura de la pobreza

    CON CULTURA DE LA POBREZA SIN CULTURA DE LA POBREZA

    Actitud derrotista y perdedora. Carente de moral. Aceptacin de su destino (impotencia). Sin ambiciones realistas. Estrategia vital de supervivencia. Inconsistentes y faltos de planificacin.

    Actitud de lucha. Deseos de superacin. Empeo para triunfar o hacer triunfar a sus

    hijos. Estrategia vital orientada al desarrollo. Constantes, obstinados.

    Fuente: Perales (2005) Vulnerabilidad Vulnerabilidad es un trmino influido por la teora de sistemas. Al ser aplicado en personas y comunidades considera que estas tienen entradas (recursos) y salidas (productos) que definen sus relaciones. La vulnerabilidad es concebida como la carencia o limitado acceso a los recursos que les permitan satisfacer necesidades bsicas (Abarca, 1993; en Acevedo, 1996). En situacin de pobreza es comn verse afectado por alguna forma de vulnerabilidad ya que la disminucin del poder adquisitivo y la insatisfaccin de necesidades bsicas es una barrera insuperable para acceder a bienes y servicios considerados necesarios para vivir de manera adecuada y digna en una sociedad (Acevedo, 1996).

    La vulnerabilidad afecta a las personas en tres niveles: intra-familiar, socio-familiar y comunitario.

    Tabla 5 Factores que inciden en la vulnerabilidad observada en sectores pobres.

    NIVELES FACTORES

    Comunitario

    Carencia o dficit de recursos econmicos. Escasa participacin en las redes comunitarias. Redes locales dependientes de organizaciones institucionales. Poca o deficiente comunicacin entre lderes y bases. Cultura de produccin de subsistencia Ingreso temprano de nios y jvenes al trabajo Modelos negativos (delincuencia, drogadiccin, alcoholismo, etc.) Contexto de alto riesgo Deterioro ecolgico del espacio (basurales, terrenos baldos, etc.)

    Socio-familiar (Redes sociales

    de la familia)

    Carencia de una red social operante que apoye a las familias en crisis. Alta dispersin geogrfica de la red familiar. Problemas de comunicacin (comunicacin no-afectiva). Redes sociales carentes de recursos de apoyo (Redes deficitarias) Escasa participacin en las redes comunitarias.

  • Tabla 5 Factores que inciden en la vulnerabilidad observada en sectores pobres (Continuacin)

    Conyugales

    Conflictos conyugales. Violencia intrafamiliar y maltrato. Ausencia de uno o ambos progenitores. Madre y/o padre adolescente. Padres que dejan hijos solos por irse a trabajar. Dificultades en el control de los hijos.

    Conductas de riesgo

    Ausentismo, desercin y abandono escolar. Expresin ofensiva de trastornos psicolgicos (vagancia,

    fugas, conflictos) Participacin en pandillas. Drogadiccin, alcoholismo. Trabajo a edades prematuras. Inadecuada utilizacin del tiempo libre.

    Vivienda Viviendas exiguas o de pequeo tamao. Hacinamiento. Vivienda como lugar de trabajo (talleres, etc.).

    Nivel socioeconmico

    Bajos ingresos Jubilacin.

    Intra-familiar

    Mapas mentales Locus de control externo. Se valora la institucionalizacin. Cultura de produccin de subsistencia.

    Fuente: Acevedo (1996)

    3.2. Rasgos y recursos psicolgicos. A diferencia de los macro-enfoques, en esta seccin, y tambin en las subsiguientes, se presenta vnculos especficos entre pobreza y recursos psicolgicos de tipo funcional (el estilo de vida de una persona est en funcin de sus niveles de bienestar) o estadstico (calculo de probabilidades mediante mtodos matemticos). El anlisis presentado se nutre de estudios comparativos-diferenciales en muestras pobres y no pobres y de exploraciones de la vivencia subjetiva de las personas pobres, y en ambos se seala que los efectos psicolgicos de la pobreza en las personas afectan su calidad de vida y el desarrollo de una personalidad sana que les permita enfrentar y mejorar sus condiciones (Ardila, 1979; Alarcn, 1986; Acevedo, 1996; Estefana & Tarazona, 2003). Uno de los aspectos ms afectados por la pobreza es la constitucin de recursos psicolgicos empero, debido a que corrientemente se tienen muchas ideas negativas en los profesionales cabe referir que los recursos de orientacin positiva si son observados en personas pobres slo que en significativa menor intensidad que en personas no pobres, como p.e. lo muestra el estudio de Undurraga & Avendao (1998), mientras que los de orientacin negativa seran ms frecuentes entre las personas pobres no por ser personas malas o faltas de tica si no debido a que les permitiran adaptarse ms eficazmente a sus desfavorables condiciones de vida, como han documentado Cerruti & Prez (1997) y Vasallo (1997). Las caractersticas psicolgicas estudiadas en poblaciones pobres suelen ser rasgos o recursos, ambos constructos comparten la constancia en el tiempo como elemento clave. Entendemos rasgo como una tendencia a comportarse de una forma determinada, tal como se manifiesta en la conducta de una persona a travs de una serie de situaciones (Pervin, 1998; p. 28) en tanto recursos

  • psicolgicos seran las potencialidades afectivas y cognitivas de las personas que les permiten desarrollarse y cambiar su vida (Undurraga & Avendao, 1998, p. 57) Lenguaje Alarcn (1986) y Ardila (1979) coinciden en sealar que entre los pobres predomina el lenguaje no verbal: amplio, complejo y simblico, rico en movimientos de brazos, mmicas y entonaciones de voz; el lenguaje verbal sera, al contrario, limitado, simple y directo, con una fuerte carga de modismos y jergas. Incluso, segn constat Caballero (1989) en un estudio de campo con familias pobres de Asuncin (Paraguay), se producira este predominio tambin en cuestiones de ajuste psicolgico ya que en cuanto a las formas de manifestacin de la tensin, la agresin verbal parece predominar sobre la agresin fsica. En un estudio sobre el desarrollo del lenguaje, llevado a cabo por Majluf & Quesada (2000) en 158 infantes con edades entre los 8 y 30 meses, donde el nmero de varones y mujeres fue igual y cuyas madres en un 90% provenan de un estrato socioeconmico bajo siendo todas monolinges espaol, se encontr cierto retraso en la adquisicin del lenguaje por parte de los infantes peruanos, en comparacin a grupos equivalentes en Mxico e Inglaterra, lo que ya haba sido detectado en estudios previos, considerndose como posible explicacin a estos hallazgos que la diferencia en el desarrollo del lenguaje estara en que las madres por su situacin econmica se veran obligadas a dejar al beb al cuidado de otras personas, descuidndose la frecuencia y duracin de la interaccin madre-nio, espacio fundamental para el desarrollo del lenguaje como anteriormente habra propuesto Gonzlez (1995, citado por Majluf & Quesada, 2000). El mayor desarrollo del componente no verbal podra ser tomado en cuenta al buscarse explicar el xito que tienen las artes escnicas como estrategias de promocin social en las zonas pobres de nuestro pas, p. e. las experiencias teatrales y circenses promovidas por La Tarumba, el exitoso festival de teatro callejero de Comas o experiencias como la informada por Paredes (1999) en donde nios de entre 5 y 12 aos de la Comunidad Urbana Autogestionaria de Huaycn (Lima), de condicin socioeconmica baja, lograron una apertura emocional hacia los adultos y desarrollar su autonoma, creatividad y fantasa a partir de un trabajo basado en tcnicas teatrales. Dimensin temporal (o sentido del tiempo) Se propone que la orientacin en el tiempo de las personas pobres est dirigida mayormente al presente, sin considerar al pasado y futuro porque generaran incertidumbre, reflejndose en la falta de planes para el futuro (Ardila, 1979). Siguiendo a Strumpel (1979) vinculamos el sentido del tiempo a la socializacin en condiciones de pobreza ya que se sabe que el nivel especfico de aspiracin de una persona puede estar relacionado con los antecedentes sociales y familiares, las normas sociales de grupos de referencia, las realizaciones anteriores, la situacin econmica actual y otras variables ambientales. Sin embargo, Undurraga & Avendao (1998) hallaron que tanto personas pobres como de clase media tenan proyectos de corto y mediano plazo para mejorar algn aspecto de su vida, por otro lado Caballero (1985) hall optimismo frente al futuro en familias pobres, as queda en duda si realmente la orientacin al presente es un aspecto caracterstico de este grupo, empero si queda claro que las personas pobres no tienen las mismas condiciones para llevar a cabo los planes que puedan tener, lo que creemos marcara una diferencia sustancial.

  • Externalidad (o locus de control externo) Segn Ardila (1979), entre los pobres es comn la creencia que no es posible controlar el destino ya que este depende de factores incontrolables como la suerte o la desgracia, desprecindose factores internos como el esfuerzo y la habilidad; en suma su locus de control sera externo, lo que afectara el grado en que las persona trata de mejorar su condicin de vida, como sealara Escovar (1979). La externalidad se vera condicionada de alguna forma por los medios econmicos desfavorables, p. e. si el medio se juzga como desfavorable o amenazador, la expectativa de xito al realizar las propias metas y aspiraciones disminuye en la adquisicin y asignacin del ingreso (Strumpel, 1979). Undurraga & Avendao (1998) exploraron diferentes recursos psicolgicos en jefes de familia de hogares pobres y de estratos medios de la Regin Metropolitana de Santiago de Chile, hallando en cuanto a las creencias de control sobre el ambiente que habra una ligera diferencia a favor de las capas medias en la importancia dada al esfuerzo personal para surgir en la vida (p
  • su familia (los hijos, la felicidad, el futuro de sus hijos); para el 18.2% la salud (el dolor, las enfermedades); y para el 15.9% el trabajo y los asuntos econmicos; en cuanto a las fuentes de apoyo, el 31.8% de los entrevistados manifest apoyarse principalmente en su fe religiosa, el 27.3% en sus amistades, el 22.7% en otras fuentes de apoyo, y el 18.2% en sus cnyuges; con relacin al alto porcentaje de entrevistados que mencion a la religin como su principal fuente de apoyo, el 86.4% de ellos sigue la fe catlica, 4.5% son espiritualistas y el 6.8% no indic su religin; en cuanto a sus aspiraciones personales ms importantes, el 20.5% guarda relacin con la familia (un futuro feliz para sus hijos y esposa), el 20.5% apuntaba a tener casa propia; el 13.6% se vincula al empleo y la situacin econmica; el 18.2% a la salud (llegar a la vejez gozando de buena salud); y un 10% mencion otras aspiraciones. Desesperanza (o indefensin) aprendida Es una variable clsica en la literatura psicolgica y consiste en la creencia de que los eventos futuros son inevitables, que no hay esperanzas de cambio y que no se puede hacer nada para escapar del destino (Ardila, 1979). Acevedo (1996) lo identifica como rasgo motivacional y seala que se ve determinado con mayor intensidad mientras las experiencias de indefensin sean ms intensas y tempranas. Undurraga & Avendao (1998) exploraron las expectativas acerca del futuro y hallaron que si bien en sntesis la mayora de personas manifiestan esperanzas de mejoramiento, entre los pobres estn quienes manifiestan mayores esperanzas de mejora y tambin quienes muestran mayor desesperanza. Trastorno de personalidad antisocial (TPA) En noticias recientes pareciera ser claro que en la actualidad la mayor cantidad de casos de TPA proviene de zonas pobres. Sogi public, en 1997, un estudio epidemiolgico transversal y descriptivo cuyo objetivo fue contribuir al conocimiento del TPA en una localidad urbano marginal de Lima, la cual posee un gran porcentaje de poblacin sin satisfacer necesidades bsicas. Se trabaj con una muestra conformada por 815 adultos mayores de 18 aos, de los cuales 42 personas fueron diagnosticadas con TPA, siendo el 85.7% de sexo masculino; el 47.6% con edades entre los 18 y 24 aos, el rango de edades fue de 18 a ms de 50 aos; el 64.3 % casados; el 38.1% con ms de 3 hijos y el 33.3% sin hijos. La edad promedio de inicio de las conductas antisociales fue de 8.3 aos (8.3 en varones y 8.8 en mujeres) y el trastorno fue predominante en varones, siendo la relacin hombre / mujer de nueve a uno (9 / 1). El estudio indic que en esta comunidad urbano marginal, el TPA es relativamente comn, con una tasa de prevalencia en varones de 12.7% y en mujeres de 1.5%, siendo la prevalencia global de 7.1%. Al compararse estos resultados con estudios realizados en ciudades de los EE.UU. se halla que la prevalencia es mayor en nuestro pas, plantendose como posibles factores contributorios la estructura etrea de la poblacin y el significativo porcentaje de poblacin con escasos recursos econmicos en la localidad evaluada, este segundo factor ha sido sealado por Dohrenwend y Dohrenwend, junto a la urbanizacin, como frecuentemente relacionado con el TPA (1974; referido por Sogi, 1997). Algunos autores sugieren que esta podra ser una de las causas de la existencia de pandillas en zonas de bajo nivel pobres (ver Tarazona, 2004a), sin embargo esto no estara esclarecido, como seala Delfin (2001, p. 8):

    () aunque es lgico sugerir una relacin entre la violencia juvenil y la pobreza, esta relacin, por ms obvia que parezca, no ha sido estudiada a fondo. Si bien tiene sentido suponer que la pobreza afecta, no podemos explicar qu es exactamente lo

  • que mantiene a muchos jvenes fuera de las pandillas en lugares de donde la pobreza predomina.

    Motivaciones psicosociales para la participacin y organizacin comunitaria Se suele manifestar en el intercambio de experiencias entre profesionales que trabajan en zonas pobres, que siempre sus pobladores asumen modos de organizacin social que promueven de una u otra forma el desarrollo comunitario, aunque tambin hay casos donde los vicios polticos como la corrupcin y el nepotismo estn presentes. Pero inequvocamente se identificara una motivacin producto de la interaccin entre sus condiciones de vida y su disposicin para participar y organizarse. En el caso de las organizaciones juveniles de zonas pobres de Lima se ha hallado que entre los motivos para incorporarse en ellas estaran las ganas de participar, promover cambios en sus comunidades y brindar apoyo / ayuda a quienes lo necesiten en tanto los beneficios percibidos y logros personales alcanzados son la superacin personal, manifiesta en formas diversas como el descubrimiento de capacidades y habilidades personales, la reafirmacin de la personalidad y el incremento de las experiencias personales significativas; el establecimiento de relaciones sociales y el desarrollo de habilidades sociales, reconocindose explcitamente el incremento en calidad y cantidad del desenvolvimiento en grupos y de la capacidad para establecer relaciones sociales; as como el desarrollo de habilidades para el trabajo y la gestin, como el manejo de grupos, el trabajo en equipo y el liderazgo, hecho percibido como muy relevante ya que estas destrezas no hubieran podido aprenderse en la escuela, familia u otros espacios de socializacin, ni siquiera en centros de educacin superior (Tarazona, 2004b) Satisfaccin con la vida y el hogar Undurraga & Avendao (1998) hallaron en poblacin chilena que la mayora de encuestados independientemente de su nivel socioeconmico mostraban una alta satisfaccin con su vida; pero el porcentaje de pobres que presentan bajos niveles fue mucho mayor (p

  • aspectos del desarrollo psquico de nios en edad escolar, procedentes de zonas urbano marginales y de zonas tugurizadas de Lima Metropolitana, hallando que los nios con dficit nutricional, obtenan puntajes significativamente ms bajos que el grupo control en muchas funciones cognitivas, exceptuando la memoria mecnica aunque si la memoria lgica, tambin se seal que los resultados mostraran un marcado efecto del dficit nutricional en la estabilidad de la atencin de quienes lo padecen, registrado con base en dos grupos criterio: edad cronolgica y grado de instruccin. 3.3. Habitabilidad. La ecologa social propone al medio ambiente, escenario cotidiano de los seres vivos, como un sistema conformado por tres subsistemas: el humano, el construido y el natural. El subsistema humano est constituido por las personas que interactan en ese medio y el subsistema natural incluira los bosques y ros, montaas y praderas, y la fauna y flora que albergan, en tanto el componente construido vendra a ser el conformado por las casas, calles, ciudades o reas cultivadas, vale decir, por todos los paisajes modificados o realizados por el ser humano (Gudynas & Evia, 1994). La habitabilidad hace referencia a la calidad de un lugar para ser habitable, es decir, para que un ser vivo pueda vivir en ptimas condiciones. Los espacios en los que habitan los seres humanos (por ser habitables para ellos) forman parte del subsistema ambiental construido y est conformado por los edificios y las casas, adems de otras construcciones que sirvan como vivienda. El problema de la vivienda se encuadra dentro del problema general de la pobreza ya que implica la carencia de diversos mnimos vitales (Caballero, 1989) y, efectivamente, afecta principalmente a los sectores pobres de la poblacin, quienes residen mayormente en asentamientos humanos donde ms del 70 por ciento de familias no contaran con techo de concreto y el 40 por ciento, con muros de ladrillo y concreto (Instituto de Desarrollo Urbano CENCA, 2001). Generalmente las barriadas, pueblos jvenes y asentamientos humanos son el resultado de la migracin de personas que huyen de zonas rurales econmicamente deprimidas y se establecen en zonas marginales de las ciudades, donde se convierten en el blanco de una serie de problemas debido en gran parte a sus problemas de vivienda (Mocellin, Barreto & Gural, 1997) Las condiciones de habitabilidad en las viviendas son parte de los indicadores utilizados en nuestro pas para medir la pobreza por el mtodo de las necesidades bsicas insatisfechas (INEI, 1998), y cuando stas son inadecuadas propician la presencia de enfermedades y trastornos de salud en las familias, especialmente en nios, al punto que se considera que una vivienda inadecuada limita la proteccin fsica, intelectual, afectiva y moral de la vida familiar (Instituto de Desarrollo Urbano CENCA, 2001), he all un aspecto de su relevancia para los psiclogos y otros profesionales inmersos en el desarrollo humano. Los principales indicadores de las condiciones de habitabilidad de una vivienda son: el hacinamiento, el acceso a servicios bsicos, el estado de la infraestructura y la ubicacin de la vivienda. Hacinamiento. Se define como el exceso de habitantes en una vivienda, es decir ms de tres personas por cuarto, excluyendo la cocina, bao y garaje, y sera el factor que ms influye sobre el equilibrio psicolgico (Caballero, 1989). El ao 1997, el 17.1 por ciento de los hogares a escala nacional eran viviendas hacinadas (Instituto de Desarrollo Urbano CENCA, 2001). El hacinamiento produce tensiones al interior de las familias afectndose la concentracin, la capacidad de retencin y la discriminacin entre estmulos auditivos y visuales, entre otros, en los nios (Mc Lanahan, 1985; en Jadue, 1996).

  • Segn Caballero (1989) se ha comprobado que las mediciones del desajuste psquico con respecto a la vivienda se relacionan preferentemente con esta variable y tambin se ha observado que el hacinamiento incide sobre las prcticas sexuales de la pareja, esto se concreta creando inhibiciones a la misma, o generando preocupacin acerca de la moralidad de los hijos, asimismo en una muestra de adolescentes mujeres residentes en zona tugurizada se hall que el inicio sexual se asocia a mayor hacinamiento (Tarazona et. al., 2005).

    Tabla 6 Consecuencias psicolgicas del hacinamiento

    Dificultades de identificacin

    Estar en contacto inevitable con las debilidades y los aspectos negativos de los adultos, hace difcil al nio formar identificaciones con padres-hermanos o con otros ideales.

    El concepto de lo sexual En razn de vivir en hacinamiento, el aspecto genital de la vida sexual ocupa el lugar principal, en la consideracin de los factores que hacen a la relacin pareja.

    Percepcin objetiva del mundo y su problemtica

    Las personas que viven hacinadas se hallan tan dentro de la vida, que no pueden mirarla, no pueden alcanzar una visin global y macro-estructural de su realidad. El hacinamiento se genera a partir de disponer, o de cuartos con medidas insuficientes, o de un solo cuarto. En este ltimo caso, todas las tareas se realizan en ste. En tal situacin es que se habla de simplicidad del ambiente.

    Dependencia afectiva patolgica

    Si los nios duermen con sus padres durante varios aos, durante la adolescencia ser necesario atencin especial para romper el vnculo madre/hijo, padre/hija. Las consecuencias de no lograr romper este vnculo pueden ser: la delincuencia, o una rebelin con la autoridad paterna o sus simbolizaciones (instituciones, autoridades)

    Tensin El hacinamiento acta como un factor de tensin y afecta la capacidad de los individuos para adaptarse a los diferentes factores tensionales. Fuente: Caballero (1989) Acceso a servicios. Consiste en que la vivienda cuente con conexin domiciliaria o un servicio cercano y accesible a los servicios bsicos, principalmente agua y desage. En 1998 el 61.3% de viviendas contaba con conexin domiciliaria de agua y el 52.6% contaba con conexin a la red de alcantarillado (desage) (Instituto de Desarrollo Urbano CENCA, 2001) En un estudio del Programa de Agua y Saneamiento del Banco Mundial (2004) se hall que las prcticas inadecuadas de higiene (deficientes lavado de manos, disposicin de restos fecales o almacenamiento de agua) de la poblacin peri-urbana de la ciudad de Lima se ven influenciadas fuertemente por conocimientos insuficientes y desacertados (creencias) sobre el tema, relaciones intrafamiliares negativas (conflicto y abandono), con su respectiva influencia en la autoestima personal y familiar, y relaciones desiguales de poder entre hombres y mujeres, y entre adultos y nios; sobre este ltimo punto se informa en el mismo estudio que cuando la figura paterna asume una presencia proactiva, las familias alcanzan mejoras y adaptaciones creativas en su entorno, asimismo la manifiesta creencia en la higiene como un valor, muestra de autoestima personal y familiar, es otro factor que promueve que los miembros de la familia acondicionen ms higinicamente su vivienda, en esto influiran las experiencias previas (p.e. desenvolverse en un ambiente laboral aseado)

  • Estado de la vivienda. Hace referencia a las caractersticas fsicas de pisos, paredes, techos y otras partes de la vivienda. Cuando el estado es inadecuado se suele deber a procesos de construccin incompletos o al uso de materiales precarios. En 1997 el 11.1 por ciento de los hogares peruanos presentaba un estado inadecuado (Instituto de Desarrollo Urbano CENCA, 2001) Segn Caballero (1989) las condiciones de la vivienda muchas veces originan en las personas una sensacin de marginacin y menosprecio por parte de los dems, y esto se vivira como un ataque directo al yo, de ah que el resultado suele ser la emergencia de sentimientos de inferioridad, asimismo ante la imposibilidad de subsanar los inconvenientes fsicos se asumira una conformidad forzada. Ubicacin de la vivienda. Contempla la ubicacin de la vivienda en laderas de cerros, zonas rocosas o arenales; su lejana del centro de trabajo y su ubicacin en zonas de riesgo de peligros naturales o de alto peligro social. Todas estas condiciones generan mayores costos en la construccin y habilitacin de las viviendas y/o en el costo de vida diario de sus habitantes. La ubicacin inadecuada de los terrenos de las viviendas suele obedecer a un proceso espontneo y desordenado de ocupacin del espacio, siendo Lima Metropolitana un claro ejemplo (Instituto de Desarrollo Urbano CENCA, 2001). Se ha hallado, en adolescentes residentes en zonas tugurizadas, que entre quienes perciben su barrio como muy peligroso se encuentra mayor inicio sexual, particularmente en los hombres (Tarazona et. al., 2005) 3.4. Comportamientos de riesgo. La nocin de factores de riesgo hace referencia a cuestiones que influencian negativamente el bienestar de las personas y los comportamientos de riesgos vienen a ser su manifestacin tangible. En condiciones de pobreza las manifestaciones de diversos riesgos se hace ms intensa y en esta seccin hemos querido hacer un breve repaso de los ms relevantes. Consumo de alcohol Huerta (2000), quien realiz un estudio descriptivo-correlacional en 384 adolescentes de baja condicin econmica que se encontraban estudiando en colegios del cono sur de Lima, hall que el tipo de familia, los niveles de comunicacin familiar y el grupo de pares influye en el consumo de alcohol y en la percepcin de la violencia, ya sea en su conjunto o de manera aislada; siendo decisiva la influencia de los pares como factor de riesgo de consumo de alcohol; con relacin a la familia, seala que 1 de cada 3 adolescentes pertenecientes al grupo sin experiencia de consumo de drogas ilegales atribuye el consumo de drogas a la falta de calor o de acogida de los miembros de su entorno familiar, principalmente de sus padres; tambin se informa que si la comunicacin materna es problemtica, los adolescentes perciben una alta violencia en su entorno, ocurriendo todo lo contrario cuando dicha comunicacin tiene apertura. En otra exploracin, Perales et. al. (1999) hall que el abuso de alcohol en adolescentes comunidades pobres, en comparacin con sus pares de una comunidad de estrato medio, se asoci con el bajo nivel de educacin de la madre (p
  • Ideacin suicida e intento de suicidio Perales et. al. (1999) hallaron, en el estudio referido lneas arriba, que la experiencia de haber deseado morir en algn momento se asoci con el bajo nivel de educacin de la madre (p
  • Tabla 7 Lucha contra la pobreza

    MEDIOS DIRECTOS MEDIOS INDIRECTOS

    Finalidad Remediar insuficiencias. Mejorar condiciones marco del

    sistema en el que viven los pobres. Fortalecer potencialidades para la

    mejora de la calidad de vida.

    Acciones

    Brindar ayuda humanitaria. Crear posibilidades de ingreso a corto

    plazo. Establecer seguridad social.

    Promover el buen gobierno. Democratizacin. Descentralizacin. Dar normas jurdicas justas. Combatir la corrupcin. Estabilizar la economa pblica.

    Naturaleza

    Paliativa. Al no generar procesos sostenibles, no combatira la pobreza crnica y sus huellas psicolgicas. Se justifica en la medida que mejora condiciones de vida extremadamente perjudiciales para las personas.

    Promocional. Se orientara a avances estructurales que mejoren la calidad de vida y consoliden capacidades individuales e institucionales. Puede aplicarse positivamente cuando las personas tienen algn bienestar base.

    Fuente: COSUDE (2000) Podemos proponer tres razones para justificar que los psiclogos incluyan a la lucha indirecta contra la pobreza en su agenda profesional. En primer lugar, basta revisar la finalidad, acciones y naturaleza para encontrar una clara similitud con el rol de la psicologa comunitaria en la promocin de la calidad de vida. Arenas (2003) hizo una revisin de las definiciones de calidad de calidad con relacin al rol de la psicologa comunitaria estableciendo que la calidad de vida por un lado es una evaluacin subjetiva de las experiencias de vida en condiciones objetivas y por otro que en cualquiera de las concepciones con que se asuma (condiciones de vida, satisfaccin personal, escala de valores), la calidad de vida siempre resulta un indicador del logro positivo de las acciones de la psicologa social comunitaria; asimismo se resalta el hecho que la PSC toma como escenario los dominios de las polticas pblicas en materia de desarrollo social y humano. Segundo, los profesionales de la PSC aportan efectivamente a la comprensin y accin sobre la pobreza. Siguiendo a Snchez (2002), los enfoques a los que recurre la psicologa social aplicada para comprender los problemas sociales son diversos, positivos, complementarios y orientan acciones para el logro del desarrollo humano y social, antes que para la correccin de problemas, en marcada diferencia frente a los mtodos tradicionales de patologa social, desorganizacin social, desviacin o etiquetado; estos enfoques seran: el enfoque positivo o de recursos (resolver problemas a partir de soluciones locales), la salud mental positiva (actitud positiva hacia uno mismo, crecimiento / actualizacin personal, integracin / equilibrio interior, autonoma razonable, percepcin correcta de la realidad, y dominio razonable del entorno), el empowerment (dotar de poder a los grupos sociales ms indefensos o desfavorecidos), el modelo de suministros (generar desarrollo humano a partir de la aportacin de suministros externos) y el desarrollo de recursos sociales (basar el desarrollo humano en capacidades comunitarias). Tercero, uno de los enfoques en la promocin del desarrollo es el empowerment o empoderamiento (fortalecimiento, dotacin de poder) y justamente esto es considerado la principal finalidad de la psicologa social-comunitaria (Rappaport, en Snchez, 2002). En una primera aproximacin podemos sealar que empowerment como accin tiene dos acepciones bsicas: autorizacin / poder y dotacin

  • de competencias (COSUDE, 2000). En una segunda mirada, el empoderamiento es un concepto emergente que tiene dos componentes: auto determinacin personal y autogestin social (Snchez, 2002). Siguiendo al ltimo autor citado podemos resaltar dos ideas clave en este enfoque. Primero, moviliza el foco de inters psicolgico de la salud hacia el poder, con lo que se desplaza el inters psicoteraputico inicial a metodologas ms propias de la accin social como la investigacin accin y la formacin de promotores. Segundo, similarmente a toda accin de lucha contra la pobreza, depende de una equitativa distribucin global de poder entre los distintos grupos sociales, por lo que debe tomar en cuenta el anlisis poltico del contexto social.

    Tabla 8 Empoderamiento

    CONCEPTO ACCIN

    Definicin

    Proceso o interaccin (de la persona y su entorno) por medio del cual personas, organizaciones o comunidades adquieren dominio o control sobre los temas centrales de sus vidas.

    Enfoque interventivo dirigido al desarrollo del poder de decisin y actuacin de los grupos sociales ms indefensos o desfavorecidos por medio de la organizacin colectiva en que el interventor acta como dinamizador y recurso tcnico, pero no marca los objetivos de la accin.

    Autodeterminacin personal Se refiere al control de la propia vida, implicara la adquisicin de habilidades.

    Dotacin de competencias Se refiere a la dotacin de conocimientos, capacidades y pericias que permiten a los beneficiados emplear de manera suficiente e inteligente los derechos adquiridos. Apunta a la transferencia de conocimientos y a los procesos de aprendizaje. Componentes Autogestin social

    Se refiere a la participacin democrtica en la vida de la comunidad mediante estructuras sociales como la escuela, Iglesia, clubes, organizaciones sociales de base, entre otras.

    Autorizacin / Poder Se refiere a la creacin de condiciones jurdicas o de organizacin para dar mayor poder sobre las situaciones y acciones que le conciernen a un grupo. As, se constituye en una cuestin de derecho jurdico o a un marco organizativo.

    Fuentes: Snchez (2002), COSUDE (2000) 5. Formacin de promotores comunitarios. Definitivamente esta es una de las estrategias ms populares en la accin social, incluyendo las propuestas desde la psicologa social-comunitaria, y puede entenderse como:

    la intervencin de los pobladores en la elaboracin de planes de desarrollo, en los procesos de toma de decisiones, en la ejecucin de programas, en la utilizacin y disfrute de los beneficios de los programas y en los esfuerzos encaminados a evaluar el proceso y los resultados finales (Loli & Paredes, 1999; p. 48)

  • La formacin de promotores comunitarios cobra relevancia para el desarrollo local debido a que hace nfasis en la constitucin de organizaciones que trabajan en la solucin de problemas concretos y el desarrollo a partir de las fortalezas de cada localidad, asimismo, en el caso de los proyectos y servicios sociales, los promotores comunitarios cobran gran relevancia ya que son su principal medio de acceso a la poblacin (Tarazona & Araujo, 2005). Considerando que el trabajo de promotores comunitarios es bsicamente un trabajo de pares, podemos sealar como otra razn a favor de esta estrategia el hecho que la educacin por pares ha mostrado ser ms efectiva en mejorar los conocimientos en adolescentes sobre sexualidad que la educacin brindada por profesionales (p=0.047) (Snchez et. al., 2003) A continuacin presentamos tres experiencias que evidencian cmo la accin organizada de promotores comunitarios es exitosa para la consolidacin del desarrollo local. Los Equipos Locales de Salud Mental Infantil del PASMI Nieto (2000) presenta la sistematizacin del proceso formativo y de recuperacin de los Equipos Locales de Salud Mental Infantil del Programa de Atencin en Salud Mental Infantil (PASMI), experiencia realizada por la Red para la Infancia y la Familia Per (REDINFA). El PASMI, creado en 1992, busca apoyar en la recuperacin emocional de los nios directamente afectados por la violencia poltica mediante la estrategia de organizacin y capacitacin de equipos locales de salud mental infantil; se llev a cabo en las siguientes localidades: Ayacucho-Ayacucho, Abancay-Apurmac, Pucallpa-Ucayali, Sicuani-Cusco y Tarapoto-San Martn. Quizs el principal logro del programa es que los equipos locales han podido garantizar la sostenibilidad del trabajo de salud mental en sus localidades, y con ello contribuir a superar las heridas dejadas por el periodo de violencia, y una de las principales lecciones de esta experiencia est en el hecho que para promover la salud mental en los dems es necesario empezar por la propia recuperacin emocional:

    Un hito para nuestra intervencin fue la realizacin, en 1994, del III Encuentro de Salud Mental Infantil en torno al tema de Metodologa de trabajo con personas afectadas por la violencia poltica. Es a partir de este momento que el proyecto da un giro y se perfila de manera ms clara (). Esto sucede a raz de que los miembros de los equipos locales se apoderan de este espacio de capacitacin y discusin y, a partir de las tcnicas propuestas, lo convierten para sorpresa de todos en un espacio recuperativo, en el que empiezan a contar las terribles experiencias que les haba tocado vivir por culpa de la violencia poltica (Nieto, 2000; p. 8) La evaluacin de ese encuentro nos lleva a precisar que no era posible pedirle a un adulto afectado que acompae el proceso de recuperacin de los nios si antes l mismo no contaba con espacios y tiempo para procesar sus experiencias. Debamos pues apoyar primero la recuperacin de los adultos involucrados en este proceso para que luego ellos pudiesen acompaar procesos similares con otras personas, sean stas adultos o nios (Nieto, 2000; p. 9)

    Esta constatacin prctica resulta valiosa sin lugar a dudas y deseamos compartir tres reflexiones en torno a ella. Primero, la recuperacin emocional de los promotores por medio de estrategias comunitarias demuestra que la salud mental tiene un fuerte componente interpersonal, inter-subjetivo o simplemente, colectivo y es en ese sentido que la formacin de promotores debe orientarse transversal o longitudinalmente. Segundo, la construccin de conocimientos desde la prctica es ms relevante en proyectos que la mera deduccin a-priori debido a que siempre resultara significativa en el desarrollo

  • de competencias. Tercero, indudablemente la salud mental contribuye al desarrollo social, mucho ms an en pases como el nuestro. Los Comits de Saneamiento Ambiental en Nuevo Pachacutec-Lima Durante el gobierno de Alan Garca (1980-85) se estableci el Proyecto Especial Ciudad Pachactec (PECP) que consista en el poblamiento organizado de hectreas en zona eriaza en el distrito de Ventanilla. A inicios de los 90, durante el primer gobierno de Alberto Fujimori, se produjo un desinters por el PECP, dejndose de lado las obras iniciadas. En este contexto se produjeron una serie de invasiones que fueron modificando las condiciones de vida en este sector, al punto que en el ao 2002, aproximadamente 10000 familias provenientes en su mayora de Villa El Salvador invadieron la zona. Uno de los principales problemas de esta localidad, ahora denominada Ciudad Modelo Autogestionaria Pachacutec (CIMAP), es el de los residuos slidos y el saneamiento ambiental en general, ante el cual los pobladores organizaron como respuesta los Comits de Saneamiento Ambiental (CSA). Lozano & Palacios (2005) informan un estudio cualitativo con mujeres coordinadoras y usuarias de los Comits de Saneamiento Ambiental (CSA) llegando a dos conclusiones importantes. Primero, los CSA se constituiran como estrategias de sobrevivencia econmica, generando ingresos y consolidando su organizacin a partir del discurso ambiental. Segundo, la participacin de las mujeres en los CSA habra sido el medio para el desarrollo de capacidades de administracin, gestin y organizacin, as como de la revalorizacin de su auto-imagen y de la imagen que tienen su familia y comunidad sobre ellas. En este segundo punto hay coincidencia con un estudio llevado a cabo por Tarazona (2004b) con jvenes involucrados en organizaciones juveniles. Agentes Comunitarios de Salud en Huanta-Ayacucho Salud Sin Lmites (2005) informa de una experiencia llevada a cabo en Huanta (Ayacucho) en la que se destaca el rol de los agentes comunitarios o promotores (ACS) como nexo entre la poblacin y los establecimientos del Ministerio de Salud. En su experiencia se han determinado logros tangibles. Primero, los ACS han obtenido el reconocimiento del sector salud y la valoracin de sus iniciativas por parte de la comunidad, lo que se refleja en apoyos concretos en sus actividades. Segundo, mayor provisin de instrumentos y acompaamiento por parte del sector salud, lo que ha fortalecido su rol en las comunidades. El rol de los ACS en las acciones de salud pblica es de gran relevancia y queda claro en la siguientes citas:

    () los agentes comunitarios han contribuido en la erradicacin del clera y el aumento de coberturas de vacunacin en zonas rurales y urbano populares. Tambin en la disminucin de muertes maternas e infantiles, debido a la influencia que tienen sobre la poblacin para cambiar actitudes y conductas, as como en el control de las enfermedades diarreicas, la malaria, dengue o tuberculosis, entre otras (Salud Sin Lmites, 2005) Los ACS integran brigadas sanitarias, contribuyen a la captacin, identificacin y seguimiento de los grupos en riesgo, logrando que las gestantes se encuentren mejor informadas sobre los beneficios de un embarazo bien controlado, e incluso su transferencia a los Puestos y centros de salud (Salud Sin Lmites, 2005)

    Modelo de terapia integrante sistmica (Brasil) En Brasil existe gran concentracin de pobladores en pequeas zonas urbanas, originndose nichos de riesgo y zonas tugurizadas, adems de servir de escenario a grupos delincuenciales. Al respecto

  • Mocellin, Barreto & Gural (1997) sealan que existira poca documentacin sobre intervenciones psicosociales o mtodos de psicoterapia adaptados a las caractersticas culturales, tnicas y socioeconmicas de los residentes de las barriadas brasileas y ambientes similares, ante lo cual propone un modelo de terapia integrante sistmica. El propsito del modelo fue prevenir y curar la angustia en las barriadas, integrando elementos culturales y sociales, as como movilizar a los actores de la comunidad representados por los curandeiros, poetas y artistas, utilizndolos como interlocutores a fin de revitalizar la memoria colectiva. Se puso nfasis en el trabajo en equipo, conformando grupos de distintos gneros y edades. El resultado final fue el desarrollo gradual de una concientizacin de los grupos, centrado en la implicancia social de la miseria y el sufrimiento humano, y el descubrimiento de una nueva terapia que demostr una poderosa facultad curativa basndose en elementos culturales propios de las comunidades en donde se intervena. 6. Reflexiones finales. Nos quedan an muchsimas deliberaciones en cuanto al estudio psicolgico de la pobreza, asimismo muchas reas por explorar y muchas hiptesis por ser contrastadas, pero creemos que lo presentado hasta aqu es suficiente para ir ensayando un modelo organizado e iniciar nuevos proyectos investigativos y de difusin. Y todo eso para qu? No seamos ciegos. La lucha contra la pobreza pasa por la accin poltica y la promocin del desarrollo social y humano, pero ante todo requiere basarse en evidencia por lo que adems de encaminar nuestro accionar hacia esas esferas debemos producir conocimiento sobre las condiciones de vida de la poblacin. As, iremos alcanzado lo que realmente debe dinamizar nuestro quehacer profesional, que a su vez, creo yo, se constituye como el principal reto de la psicologa peruana (y latinoamericana en general): construir una psicologa para el desarrollo. Referencias Acevedo, M. I. (1996). Factores de vulnerabilidad asociados a la condicin de pobreza. Un enfoque

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