psicólogo y socio de isavia el lenguaje corporal: ¿qué dice ese … · 2015. 6. 6. ·...

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Hemos oído muchas veces porcentajes, que no siempre coinciden, de cómo nos llegan los mensajes (solo por las palabras respecto a lo que percibimos mediante las posturas y los gestos). En lo que sí coinciden los estudios es que el impacto de la comu- nicación no verbal es más del doble que el verbal. Sin embargo, nos seguimos empeñando en querer escuchar sólo la palabra, lo escrito, lo verbal, aún sabiendo muchas veces que es lo aparente y que no es necesariamente lo que nos llega, lo que escucha- mos de verdad. Esta incoherencia entre lo que escu- chamos verbalmente y lo que sentimos, y nos llega de verdad de los otros, así como lo que muchas veces decimos y lo que les llega realmente a los demás, hace que vivamos en un mundo marcado por la incoherencia y un gran ruido. Nos estamos relacionando permanentemente con los demás, en el trabajo y en lo personal; lo curioso, y fascinante a la vez, es saber que la mayoría de esos mensajes permanecen ocultos y sin descifrar real- mente… ¡Este es el reto! Curioso, interesante y enig- mático: atender para comprender y entendernos mejor con los demás, para ser más eficientes en nuestras relaciones de trabajo. Conocer las claves del lenguaje corporal nos ayudará también a ser más claros y sinceros, más asertivos y empáticos, a mantener relaciones más claras y eficientes. Todo esto siempre que lo hagamos desde la ética de no utilizarlo sólo para manipular y engañar a los demás… Tomemos conciencia de la relevancia de estar más atentos y ser más hábiles conociendo las claves del lenguaje corporal en roles y profesiones como unos padres, maestros, directivos, vendedores, negocia- dores, coaches y psicoterapeutas; realmente la utili- dad es para todos, ya que estamos permanente rela- cionándonos con otras personas. El estudio de la comunicación no verbal viene de antiguo. Ya en el antiguo Egipto se catalogaban dife- rentes formas corporales y de la cabeza; Homero, Pitágoras, Platón y Aristóteles ya indicaban que exis- tía una relación clara entre la constitución física de una persona y su temperamento. La clasificación del médico griego Hipócrates ha servido de base a modernos y contrastados modelos, como la bioe- nergética o la morfopsicología. Antropólogos, psi- quiatras y, especialmente, psicólogos se han ocupa- do durante las últimas décadas de dar evidencia empírica de las características psicológicas de las personas en función a sus biotipos y constitución física, así como las diferencias entre culturas. La morfopsicología, por ejemplo, nos permite lle- var a cabo análisis precisos interpretando los rasgos de la personalidad en el rostro. La cara es la zona de nuestro cuerpo donde se concentra toda nuestra percepción del mundo exterior y es, también, el “espejo del alma” . El rostro de una persona es, por tanto, su fenotipo y la define psicológicamente. La dilatación-contracción muscular, la distribución y tamaño de los ojos, nariz y boca, la protusión-retrac- ción de barbilla, pómulos y frente, el tamaño relativo entre la zona superior (racional), central (emocional) e inferior (instintiva), entre otros aspectos, definen muchos rasgos y tendencias psicológicas definidas por su estructura facial. Además de la predisposición genética y la heren- cia, la vida que llevemos moldea nuestro cuerpo que es reflejo de ese estilo de vida (alimentación, ejerci- cio, tipo de trabajo, nivel de estrés, descanso), así como de los accidentes y emociones fuertes y soste- nidas que hayamos tenido (las cuales dejan desde brechas y heridas en nuestra piel hasta arrugas, mar- cas y posturas y una forma de andar características). En los años 70, varios psicólogos norteamericanos renuevan la fascinación por la comunicación no ver- bal. Flora Davis nos introduce en un mundo que todos sospechamos que existe, pero pocos conocen o investigan. Para Davis el lenguaje no verbal es un conjunto de actitudes, gestos, posturas, movimien- tos, la mayor parte de ellos casi imperceptibles, que emitimos de manera inconsciente y captamos tam- bién sin la intervención de la consciencia. Cada ges- to, cada postura, la ropa que utilizamos, el coche que compramos, forman parte de nuestro lenguaje, dicen algo de nosotros, aunque estamos muy lejos de conocer todo el significado. El análisis de las emociones, a través del rostro principalmente, ha sido otro de los grandes campos de estudio dentro de la comunicación no verbal o lenguaje corporal. Paul Ekman, por su parte, encon- tró que las expresiones faciales de las emociones no son determinadas culturalmente, sino que son más bien universales y tienen, por consiguiente, un ori- gen biológico, tal como planteaba la hipótesis de Charles Darwin. La psicóloga Kasia Wezowski acaba de publicar varios artículos con evidencia empírica, de un repertorio de micro expresiones faciales aso- ciados a emociones. Imaginemos el alto valor que conocer y observar estas micro expresiones puede tener para vendedores, negociadores, seleccionado- res de personal, maestros, padres, directivos y res- ponsables de equipos, etc. Ojalá la nueva acogida que están teniendo la comunicación no verbal o lenguaje corporal, la mor- fopsicología y las micro expresiones emocionales vengan para quedarse. Está claro que el lenguaje no es sólo lo que decimos, es principalmente cómo lo que decimos y lo que, en el fondo, nos llega de los demás. Estamos hablando de intenciones, de nece- sidades y deseos, de sensaciones y emociones; estos aspectos no tan racionales son los verdaderos ingredientes de la comunicación. Rompamos de una vez por todas las dicotomías racional-emocional, verbal-no verbal. Al final la comunicación engloba e integra ambas dimensiones: no podemos comuni- carnos sin emociones, ni podemos emocionarnos sin comunicarlo. Apostemos por una comunicación más integral, auténtica y completa, rica en todas sus dimensiones: la verbal, la corporal, la gestual, la emocional, la racional, la escrita, la sonora, etc El lenguaje corporal: ¿qué dice ese gesto? ¿Eres consciente de lo que trasmiten tus posturas, tu aspecto, tu mirada, tus gestos, tus ademanes? ¿Eres consciente de lo que te transmiten los demás, aunque no siem- pre te des cuenta de ello? Analicemos en qué medida, si nos fijamos y conocemos los códigos del lenguaje corporal, podemos escuchar y conocer mejor a nuestros interlo- cutores, así como en qué manera podemos impactar e influir más y mejor con nues- tras ideas y proyectos en los demás. Conocer las claves del lenguaje corporal nos ayudará también a ser más claros y sinceros, más asertivos y empáticos, a mantener relaciones más claras y eficientes Ovidio Peñalver, psicólogo y socio de ISAVIA equipos&talento 73

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Page 1: psicólogo y socio de ISAVIA El lenguaje corporal: ¿qué dice ese … · 2015. 6. 6. · comunicación no verbal o lenguaje corporal, la mor - fopsicología y las micro expresiones

Hemos oído muchas veces porcentajes, que nosiempre coinciden, de cómo nos llegan los mensajes(solo por las palabras respecto a lo que percibimosmediante las posturas y los gestos). En lo que sícoinciden los estudios es que el impacto de la comu-nicación no verbal es más del doble que el verbal.Sin embargo, nos seguimos empeñando en quererescuchar sólo la palabra, lo escrito, lo verbal, aúnsabiendo muchas veces que es lo aparente y que noes necesariamente lo que nos llega, lo que escucha-mos de verdad. Esta incoherencia entre lo que escu-chamos verbalmente y lo que sentimos, y nos llegade verdad de los otros, así como lo que muchasveces decimos y lo que les llega realmente a losdemás, hace que vivamos en un mundo marcadopor la incoherencia y un gran ruido.

Nos estamos relacionando permanentemente conlos demás, en el trabajo y en lo personal; lo curioso,y fascinante a la vez, es saber que la mayoría de esosmensajes permanecen ocultos y sin descifrar real-mente… ¡Este es el reto! Curioso, interesante y enig-mático: atender para comprender y entendernosmejor con los demás, para ser más eficientes ennuestras relaciones de trabajo. Conocer las clavesdel lenguaje corporal nos ayudará también a sermás claros y sinceros, más asertivos y empáticos, amantener relaciones más claras y eficientes. Todoesto siempre que lo hagamos desde la ética de noutilizarlo sólo para manipular y engañar a losdemás…

Tomemos conciencia de la relevancia de estar másatentos y ser más hábiles conociendo las claves dellenguaje corporal en roles y profesiones como unospadres, maestros, directivos, vendedores, negocia-dores, coaches y psicoterapeutas; realmente la utili-dad es para todos, ya que estamos permanente rela-cionándonos con otras personas.

El estudio de la comunicación no verbal viene deantiguo. Ya en el antiguo Egipto se catalogaban dife-rentes formas corporales y de la cabeza; Homero,Pitágoras, Platón y Aristóteles ya indicaban que exis-tía una relación clara entre la constitución física deuna persona y su temperamento. La clasificación delmédico griego Hipócrates ha servido de base amodernos y contrastados modelos, como la bioe-nergética o la morfopsicología. Antropólogos, psi-quiatras y, especialmente, psicólogos se han ocupa-do durante las últimas décadas de dar evidenciaempírica de las características psicológicas de laspersonas en función a sus biotipos y constitución

física, así como las diferencias entre culturas.La morfopsicología, por ejemplo, nos permite lle-

var a cabo análisis precisos interpretando los rasgosde la personalidad en el rostro. La cara es la zona denuestro cuerpo donde se concentra toda nuestrapercepción del mundo exterior y es, también, el“espejo del alma”. El rostro de una persona es, portanto, su fenotipo y la define psicológicamente. Ladilatación-contracción muscular, la distribución ytamaño de los ojos, nariz y boca, la protusión-retrac-ción de barbilla, pómulos y frente, el tamaño relativoentre la zona superior (racional), central (emocional)

e inferior (instintiva), entre otros aspectos, definenmuchos rasgos y tendencias psicológicas definidaspor su estructura facial.

Además de la predisposición genética y la heren-cia, la vida que llevemos moldea nuestro cuerpo quees reflejo de ese estilo de vida (alimentación, ejerci-cio, tipo de trabajo, nivel de estrés, descanso), asícomo de los accidentes y emociones fuertes y soste-nidas que hayamos tenido (las cuales dejan desdebrechas y heridas en nuestra piel hasta arrugas, mar-cas y posturas y una forma de andar características).

En los años 70, varios psicólogos norteamericanosrenuevan la fascinación por la comunicación no ver-bal. Flora Davis nos introduce en un mundo quetodos sospechamos que existe, pero pocos conoceno investigan. Para Davis el lenguaje no verbal es unconjunto de actitudes, gestos, posturas, movimien-tos, la mayor parte de ellos casi imperceptibles, queemitimos de manera inconsciente y captamos tam-

bién sin la intervención de la consciencia. Cada ges-to, cada postura, la ropa que utilizamos, el coche quecompramos, forman parte de nuestro lenguaje,dicen algo de nosotros, aunque estamos muy lejosde conocer todo el significado.

El análisis de las emociones, a través del rostroprincipalmente, ha sido otro de los grandes camposde estudio dentro de la comunicación no verbal olenguaje corporal. Paul Ekman, por su parte, encon-tró que las expresiones faciales de las emociones noson determinadas culturalmente, sino que son másbien universales y tienen, por consiguiente, un ori-gen biológico, tal como planteaba la hipótesis deCharles Darwin. La psicóloga Kasia Wezowski acabade publicar varios artículos con evidencia empírica,de un repertorio de micro expresiones faciales aso-ciados a emociones. Imaginemos el alto valor queconocer y observar estas micro expresiones puedetener para vendedores, negociadores, seleccionado-res de personal, maestros, padres, directivos y res-

ponsables de equipos, etc.Ojalá la nueva acogida que están teniendo la

comunicación no verbal o lenguaje corporal, la mor-fopsicología y las micro expresiones emocionalesvengan para quedarse. Está claro que el lenguaje noes sólo lo que decimos, es principalmente cómo loque decimos y lo que, en el fondo, nos llega de losdemás. Estamos hablando de intenciones, de nece-sidades y deseos, de sensaciones y emociones;estos aspectos no tan racionales son los verdaderosingredientes de la comunicación. Rompamos de unavez por todas las dicotomías racional-emocional,verbal-no verbal. Al final la comunicación engloba eintegra ambas dimensiones: no podemos comuni-carnos sin emociones, ni podemos emocionarnossin comunicarlo. Apostemos por una comunicaciónmás integral, auténtica y completa, rica en todas susdimensiones: la verbal, la corporal, la gestual, laemocional, la racional, la escrita, la sonora, etc �

El lenguaje corporal: ¿qué diceese gesto?

¿Eres consciente de lo que trasmiten tus posturas, tu aspecto, tu mirada, tus gestos,tus ademanes? ¿Eres consciente de lo que te transmiten los demás, aunque no siem-pre te des cuenta de ello? Analicemos en qué medida, si nos fijamos y conocemos loscódigos del lenguaje corporal, podemos escuchar y conocer mejor a nuestros interlo-cutores, así como en qué manera podemos impactar e influir más y mejor con nues-tras ideas y proyectos en los demás.

Conocer las claves del lenguaje corporal nos ayudará también a ser más claros y sinceros, más asertivos y empáticos, a mantener relaciones

más claras y eficientes

Ovidio Peñalver, psicólogo y socio de ISAVIA

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