María Martínez Ríos

Pseudociencia etimológicamente equivale a "falsa ciencia": disciplina, por lo tanto, que si aparentemente se reviste del manto de la ciencia, no lo es en realidad.Es un conjunto de supuestos conocimientos, metodologías, prácticas o creencias, no ciencias, pero que reclaman dicho carácter. En otras palabras, es un amplio conjunto de creencias absurdas y ridículas que pretenden venderse como ciencia.

Para mí, no es más que un término que alude a una gran mentira con la que sus creadores y practicantes intentan sacar el mayor beneficio económico valiéndose de la ignorancia o falta de información de la gente que necesita verdaderas soluciones a sus enfermedades.

La pseudociencia recoge estas características:

1. Invoca entes inmateriales o sobrenaturales imposibles de comprobar mediante la experimentación.2. Es crédula, ya que no realiza ninguna prueba empírica para demostrar sus especulaciones, a diferencia de la ciencia que se fundamenta en la experimentación.3. Es dogmática: no cambia sus principios ni cuando falla ni como resultado de nuevos hallazgos, a diferencia de la ciencia que siempre está abierta a la modificación de teorías y leyes ya que se basa en la evolución.

4. Rechaza la critica diferenciándose claramente de la ciencia, cuyo objetivo final es que la verdad, sea la que sea, siempre prevalezca. La forma mas peculiar que tiene la pseudociencia para rechazar la crítica de la ciencia es alegando que se cierra en una resistencia psicológica que niega el fenómeno, o que la pseudociencia es dogmática (es decir, devolviendo la pelota).5. No encuentra ni utiliza principios generales. Los científicos, por el contrario, utilizan y “buscan” principios generales.6. Sus principios son incompatibles con algunos de los principios más seguros de la ciencia.7. No interactúa con ninguna ciencia en particular y lo que es mas grave toma sin dar nada a cambio; utiliza términos, teorías o ideas enteramente científicas para manejarlas, malearlas y deformarlas según convenga. A cambio, la pseudociencia no proporciona nada a la ciencia.

8. Es fácil ya que no requiere un largo aprendizaje. La pseudociencia y sobre todo sus especialistas y divulgadores no deben empollarse gruesos tomos de biología, ni realizar trabajos de química orgánica o vérselas con la física cuántica o las matemáticas mas duras y puras; tan solo repite conocimientos, gran parte adquirido de los auténticos científicos y de las leyes y teorías que establecen, o bien inventan formulas huecas e imposibles. 9. Se mantiene al margen de la comunidad científica ya que sus practicantes no publican en revistas especializadas ni participan en seminarios ni en congresos abiertos a la comunidad científica como lo hacen los científicos.10. No busca la verdad que para cada pseudociencia no tiene interés saber.

La coleoterapia es una pseudociencia que pretende calmar los dolores y aliviar enfermedades, que van desde la artritis, pasando por la psoriasis, hasta el cáncer y el sida, mediante la ingesta de un tipo de escarabajo, popularmente llamado “gorgojo”.

Esta pseudociencia nació hace cuatro años de manos de una analista de sistemas misionero, Rubén Dieminguer, quien hoy lleva adelante la Fundación Avanzar (en la ciudad de Oberá) y fundó la Cadena del Gorgojo.En la actualidad, hay alrededor de 150 mil personas que comen escarabajos.

Los coleópteros, científicamente llamados tenebriónidos, forman parte de una terapia complementaria que no cuenta con sustento científico hasta el momento. Esta terapia tan poco convencional exige que los gorgojos (que miden cinco milímetros) se consuman vivos, sin morderlos, con agua o mezclados con yogur, leche, miel, helados, gelatina o dentro de cápsulas vacías que se consiguen en droguerías o farmacias.

“Todavía no tiene bases científicas. Pero no es un tratamiento, es una terapia complementaria al tratamiento médico, por eso nadie tiene que dejar de lado la medicación tradicional”, explicó el misionero Dieminguer

La principal característica de este tratamiento se fundamenta en dos aspectos: es gratuito y complementario, y apoya la medicina tradicional y no la sustituye.

Según la hipótesis empírica de Dieminguer, el gorgojo libera en el organismo un líquido (no está comprobado) que debe ser llamado “coleotoxina”, que estimula el sistema inmunológico, pero no actúa sobre la enfermedad. Por eso acuden a esta terapia personas que sufren artrosis, asma, diabetes, Parkinson, psoriasis, distintos tipos de cáncer e incluso sida, con el fin de disminuir los dolores.Esta explicación carece de seriedad y rigor científico. “Estimular el consumo de estos insectos sin el respaldo de una hipótesis comprobada es una irresponsabilidad”, dice Daniel Ciocca, jefe del laboratorio de Oncología del Cricyt. Presentado como una cadena solidaria y un tratamiento de medicina complementaria, la coleopterapia está extendiéndose tanto que hasta un puntano editó un libro que lleva por título "Gorgojos sanadores" y de boca en boca se transmiten los "resultados sorprendentes" de esta terapia.

Se recomienda que quienes se dispongan a este tratamiento deben seguir asesorados por su médico. Por su parte los médicos no atreven a manifestarse a favor ni en contra pero sí recomiendan que de ninguna manera se abandonen los tratamientos científicos.Para quienes consumen estos coleópteros, sus efectos son notables para tratar dolencias de diferentes tipos y orígenes, aunque esta terapia se está utilizando sobre todo en casos de cáncer.

Aquellos que practican la coleopterapia dicen que "no sustituye la medicina tradicional, sino que la complementa y que es de carácter solidario y gratuito y no es medicina alternativa".

Aquí van algunos testimonios:Hugo Ramírez (60) -de Dorrego- sabe de la falta de aval científico, pero igual ingiere gorgojos para aliviar los dolores que le produce la artrosis y las molestias que le trae la psoriasis: “Me enteré por una amiga sanjuanina y los consumo desde febrero. Los dolores por artrosis casi han desaparecido”.Claudia Ramírez (32), la hija de Hugo, también se sumó a la terapia. “No me he curado de psoriasis, me he aliviado, pero sí ha mejorado mi calidad de vida en un ciento por ciento”, aseguró la mujer.Los Ramírez además crían gorgojos. Los insectos viven y se reproducen en un frasco de vidrio) cerrado por una media para que pase el aire (con pan de salvado doble, harina de salvado y azúcar. “Nunca cobramos a quien lo necesite. A veces, hasta pagamos el flete”, explicó Claudia.También Eduardo Bullich (36), un comerciante de la ciudad, desde 2001 está criando gorgojos. “Empecé porque tenía reuma, y mis dolores prácticamente han desaparecido”, señaló. El hombre aseguró que recibe pedidos de personas que padecen cáncer y sida.

El tratamiento se comienzan ingiriendo un insecto por día, sumando uno por día hasta llegar a los 70. Después se va disminuyendo de uno en uno. Una persona puede llevar a consumir 4.900 gorgojos en 140 días. Se recomienda esperar por lo menos 30 días para repetir el tratamiento. Los efectos secundarios que se conocen hasta el momento son diarrea, pirosis (picazón en la piel) y malestar estomacal. Pero dicen que todos se han dado en “baja proporción”.

De todas maneras, se están investigando los casos en una facultad en Medellín, (Colombia) y otra en Santa Fe (Argentina).

Este asombroso animalito es de procedencia china, donde desde tiempos muy remotos se usa en variados tratamientos para combatir diversas enfermedades, principalmente el asma.No se tienen noticias sobre resultados de estudios o de aplicaciones en medicamentos de laboratorios, pero sí existen testimonios de haber sido usados en tratamientos de enfermedades respiratorias.

La forma del gorgojo sanador es oblonga, aplanada, la cabeza es prognata, tiene ojos compuestos, posee fuertes mandíbulas lo que caracteriza a estos trituradores, las son fuertes y caminadoras, el abdomen tiene diez segmentos bien diferenciados entre sí.

Para poder comenzar el tratamiento el primer escollo a superar es el temor o la "impresión" que representa comer un insecto vivo. Consumir los gorgojos vivos, sin siquiera masticarlos es la clave del tratamiento.

Al comerlos así se garantiza que los gorgojos mueran en el estómago al ser atacados por los fluidos gástricos, al morir liberan una toxina que es la que ayuda al organismo a recuperar ciertas defensas en la lucha contra la enfermedad.

El tratamiento, como ya he mencionado antes, se basa en el consumo de insectos de forma creciente hasta llegar a 70 insectos por día en el día 70, y a partir de allí comienza la cuenta descendiente hasta llegar a uno completando un ciclo de 150 día y con un consumo total de 4.900 gorgojos. De esta forma se asegurar la desintoxicación del organismo y se evitar que la quita repentina de la toxina produzca desequilibrios en el organismo.

De más está decir que Rubén Dieminger, el hombre que promociona la red de solidaridad para regalar gorgojos, no ostenta ningún título universitario, y basa sus hipótesis en la observación cualitativa de algunos casos, y anécdotas.En su página web cuenta que una vez escuchó a una anciana que contaba que había escuchado de un soldado alemán que cayó herido en un granero. Tenía heridas y hemorragias en su cuerpo, y tuvo que permanecer durante diez días ahí ; lo único que tenía para comer eran gorgojos. Y su salud mejoró en vez de empeorar. Su conclusión: los gorgojos curan.Yo muchas veces me he constipado y me he pasado el día tirada en el sofá viendo la tele asique… ¿ La tele cura el resfriado?

Ellos mismos dicen que esta historia podría ser falsa, pero desde hace diez años, están consumiendo bichitos o dándoselos a amigos enfermos. Algunos se recuperaron, y otros no y la explicación de estos últimos fue que el cáncer ya estaba muy avanzado, no porque la coleoterapia no funcionase.

Rubén Dieminger explica que no es una teoría científica (ni siquiera él es médico), y que una de sus luchas es que la ciencia califique o descalifique sus propuestas, pero también dice que sí que es una teoría científica. ¿ Se aclara usted señor Gorgojo?

Con todo esto parece preocuparse más en armar una red de tráfico de plagas, crear una página web contando anécdotas, escribir un libro con preguntas frecuentes e instrucciones de cuidado de gorgojos para venderlo por Internet (de algún sitio tenía que sacar beneficio el pobre hombre ya que su terapia es gratuita), y cualquier otra cosa en lugar de investigarlo, o mandarlo a investigar.

Esta pseudociencia se vende con muchas estrategias para esquivar las críticas: una, su gratuidad ( que es cuestionable porque los gorgojos son gratuitos, pero si incita a que la gente compre su libro para que monten una “granja de gorgojos” y sepan criarlos… ¿donde queda eso de “gratis”?); admiten que no hay ningún tipo de estudio que sustente la idea (pero aun así la gente sigue creyendo que funciona), y por último, se vende como medicina "complementaria" y no "alternativa" a la medicina tradicional (¿para qué comer bichos si con el tratamiento médico basta?).

Pero el punto más importante de esta falsa ciencia está en que ésta misma plantea la existencia de una sustancia que jamás ha sido comprobada, según cita Dieminger “debe ser llamada coleotoxina”, que tiene tan diversas como fántasticaspropiedades estas siguientes:

· Eliminar células cancerígenas, sin afectar células sanas.· Eliminar virus nocivos del cuerpo humano. · Destruir bacterias que generan enfermedades, obviando las que actúan de forma beneficiosa para el cuerpo.· Corregir deficiencias genéticas que puedan ocasionar enfermedades Y hace todo esto de la siguiente forma:· Sin tener efectos secundarios. · Administrando la sustancia a partir de dosis totalmente arbitrarias · Aceptando que algunas especies de gorgojos poseen coleotoxina y otras no, sin ningún argumento.

Todo esto no habla más que de una profunda ignorancia de cómo funciona el cuerpo humano y la medicina en general.No existe actualmente ninguna sustancia que pueda tener tales propiedades (yo diría que mágicas).

La razón más lógica de porqué no se investiga sobre esta toxina es porque no se ha demostrado que efectivamente las personas se curen de una forma más efectiva que lo harían si no consumieran nada, y también por la ridiculez de que una sustancia pueda tener todas esas características mágicas como ya he comentado antes.

En resumen, decir que el hecho de que aparezcan personas que digan que comieron bichos y se curaron, no implica que estos insectos hayan sido la causa. Unas personas le rezan a los dioses o santos, usan talismanes, toman placebos, realizan otros rituales, o no hacen absolutamente nada y se curan. Otras hacen estas mismas cosas y mueren, casi en la misma proporción, pero como después no vienen a contarnos que no les sirvió y por eso murieron, todas estas creencias y supuestas teorías, que en realidad no son mas que ideas felices (hipótesis, cultamente hablando) en las que la gente cree siguen creciendo y creciendo y sus creadores siguen beneficiándose a costa de gente enferma y desesperada.

Y esto es todo lo que os cuento sobre la coleoterapia. Puedes creértela o no, yo sólo te informo y te planteo dudas, conclusiones o aspectos que quedan un poco oscuros sobre el tema y te sugiero debates como el de la pseudociencia como beneficio económico. A partir de aquí os toca opinar a vosotros. Espero que os haya gustado y perdonad por la extensión.

Aquí van unos enlaces de páginas a favor y en contra de la pseudociendia:http://www.euskonews.com/0030zbk/gaia3001es.htmlhttp://blogs.que.es/lacienciaenguerra/2008/1/22/definicion-pseudocienciahttp://www.pseudociencias.com/http://www.eumed.net/ce/2008b/rcb2.htmhttp://cnho.wordpress.com/2010/05/20/pamplona-capital-cultural-de-la-pseudociencia-2010/http://www.naturismohigienista.com/capitulo02.htm