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PROYECTO DE GRADUACION Trabajo Final de Grado
¿Hacia un nuevo héroe de aventuras en el siglo XXI? Antes y después de Indiana Jones
Ayelén Daniela de la Rosa Cuerpo B del PG
16 de julio de 2012 Licenciatura en Comunicación Audiovisual
Ensayo Historias y Tendencias
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Agradecimientos
En primer lugar debo agradecer a Dios, el primero en mi lista siempre y el que me condujo a
mi verdadera pasión y vocación. A mi mamá, Mariana; mi papá, Jorge y mis abuelos, Marta e
Isidoro; que siempre estuvieron bien dispuestos a colaborar desde el comienzo y quienes me
iniciaron en el campo artístico y audiovisual desde pequeña. No sé que hubiese hecho sin su
apoyo. De igual manera, el resto de mi familia y amigos que estuvieron conmigo en todo el
camino que he recorrido, siempre con una sonrisa o una palabra para reconfortarme. Con
una mención más que especial para mis compañeros y amigos, que durante casi cinco años
me acompañaron en cada momento de aprendizaje, Sabri, Cami, Juany, Santy, Leo y por
supuesto JD. Todos y cada uno crucial en este conjunto de engranajes.
A los excelente docentes y profesionales que conocí en esta carrera en la Universidad de
Palermo. A Jorge Falcone y a Eduardo Russo con quienes aprendí a hablar de cine con
propiedad. A Laura Ferrari, Lucas Santa Ana y Rony Keselman, con los que comencé a
estudiar los recovecos que se hallan en los guiones, las historias y los personajes, y quienes
me presentaron el viaje del héroe del cual me enamoré perdidamente. Jorge, gracias por ese
mail donde me exhortabas, de alguna manera, a tomar un riesgo mayor, al principio no supe
cómo reaccionar pero luego entendí, ¡gracias! Y a Laura, gracias por tus aportes. A ambos,
un especial agradecimiento, por las charlas, mails y entrevistas que delinearon también este
Ensayo. Gracias, a Ariel Picone quien prestó su opinión en una de las entrevistas.
A la persona más dedicada a sus alumnos, fuimos bendecidos con sus ganas y vocación,
realmente. Mónica Incorvaia, gracias de corazón, me inspiraste y me acompañaste en uno
de los procesos más extenuantes de la carrera y siempre con la mejor de las sonrisas.
También a Claudia Zapata, que nos transmitió su experiencia y se ocupó de nosotros y
nuestras muchas dudas. Y a su vez, a Claudia López Neglia. Por último, gracias a los
héroes. ¡Gracias Indy!
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Índice Página
Introducción……………………………………………………………………………….1
1. Los años 80 en tiempo y espacio…………………………………………………..5 1.1. Momento histórico, político, social y cultural en Estados Unidos……………..6 1.2. El regreso del género de aventuras…………………………………………….13
2. Preparando la aventura……………………………………………………………..17 2.1. Géneros literarios………………………………………………………………...18 2.2. Géneros cinematográficos………………………………………………………21
2.2.1. El género de aventuras…………………………………………………...23
3. Las herramientas del héroe de aventuras………………………………………..31 3.1. El Viaje del héroe…………………………………………………………………31 3.2. Arquetipos………………………………………………………………………...36
3.2.1. El héroe……………………………………………………………………39 3.2.2. Tipos de héroes…………………………………………………………...41
4. El héroe en lo profundo: Indiana Jones………………………………………….43 4.1. En busca del arca perdida (1981)………………………………………………44 4.2. Indiana Jones y el templo de la perdición (1984)……………………………..48 4.3. Indiana Jones y la última cruzada (1989)……………………………………...53 4.4. Indiana Jones y la calavera de cristal (2008)………………………………….62
5. Indiana Jones como un filme de culto…………………………………………...70 5.1. La reacción del público ante las películas……………………………………..71
5.1.1. Pensando a Jones………………………………………………………..75
6. Los nuevos aventureros…………………………………………………………...81 6.1. La leyenda del Tesoro Perdido (2004)………………………………………...83 6.2. La leyenda del Tesoro Perdido. El libro de los secretos (2007)……………..91
7. ¿Morir o no morir?... ésa es la cuestión………………………………………..106 7.1. Camino a la humanización…………………………………………………….108
7.1.1. ¿Caducidad o vigencia del héroe vulnerable?....................................112
Conclusiones…………………………………………………………………………....116
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Introducción
Desde hace años el cine entrega al espectador héroes y heroínas que les permiten
identificarse y sentir lo que ellos sienten. Historias de fantasía, amor y aventura crean
mundos maravillosos donde los personajes conviven. Cada década se caracterizó por
mostrar diferentes perfiles de hombres y mujeres que año tras año dejan sin aliento a la
platea. Si la cultura, la sociedad y la gente cambian. ¿Por qué los héroes no lo harían?
El presente Proyecto de Grado, enmarcado en la categoría Ensayo y que está dentro de la
Línea Temática Historias y Tendencias, abordará cómo fue la evolución de los héroes de
aventuras. De la invulnerabilidad a la vulnerabilidad ¿Morir o no morir?... ésa es la cuestión.
Se explorarán y analizarán los atributos, características, imperfecciones y vicios de los
héroes de aventuras: tomando como caso de estudio principal la tetralogía de Indiana
Jones. Identificando, a su vez, las transformaciones para estudiar; contextualizando, y
estableciendo un puente con la actualidad, caso de estudio actual la leyenda del tesoro
perdido, en sus dos entregas. ¿Quiénes son los sucesores de Indiana Jones? ¿Los hay?
El proyecto parte de un tema amplio, el guión y dentro de éste se escogió la creación de
personajes, específicamente los llamados arquetipos, los cuales provienen de la literatura
clásica, y para hacerlo más acotado se tomo al héroe como sujeto de observación.
Claro, que a medida que se definen ciertas cuestiones, muchas otras se descartan y
otras se ajustan.
Por lo tanto, haciendo hincapié en la línea temática Historias y Tendencias, es que el
enfoque se cerró en héroes de acción y aventuras. Estableciendo así un vínculo, una
comparación sobre estos sujetos y las películas en las que se encuentran, también sus
respectivas secuelas y/o remakes en la actualidad. Pero basándose específicamente en el
arquetipo del héroe que no moría, un modelo implementado por Hollywood desde el
comienzo de sus realizaciones.
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Como el espectro es aún amplio en pos de un ensayo claro, se decidió abarcar los héroes de
aventuras y su aparición desde el folletín, que comenzó con sus primeras publicaciones en
1837 en Francia, ya que se toma la tetralogía de Indiana Jones, personaje que aparece en
los años 80 pero que intenta recuperar al héroe clásico. El anclaje con la actualidad serán,
las películas de aventuras en el siglo XXI, como La leyenda del tesoro perdido (2004) y su
secuela, La leyenda del tesoro perdido – El libro de los secretos (2007) ambas dirigidas por
John Turteltaub, que argumentalmente se asemejan a la tetralogía de referencia.
Un aspecto fundamental serán las entrevistas a hombres y mujeres reales. Éstas se
realizarán a determinadas personas, seleccionadas previamente y las preguntas intentarán
abordar el impacto que produjeron esos filmes, con el famoso personaje del sombrero, en los
años correspondientes a su estreno. El promedio de edad de la gente entrevistada será de
40 a 55 años, aunque que puede haber jóvenes que hayan crecido con estos films.
La razón de realizar el Ensayo es que por el momento no hay material escrito sobre héroes
de aventuras de los 80, más allá de artículos o breves notas en blogs de fanáticos. En
especial de Indiana Jones, que tiene sitios web oficiales o de fans. El proyecto está orientado
al público en general, pero particularmente para aquellos que tengan afinidad con estos
personajes y a los amantes del género.
El propósito del Ensayo es centrar la atención en esta década, los años 80, describir el
contexto y explorar los matices del personaje que a lo largo de sus respectivos films fue
desarrollando y estableciendo un patrón que venía del folletín, varias décadas atrás. ¿Por
qué tuvo aceptación semejante en los 80 un héroe que salía airoso siempre? El puente con
la actualidad se establecerá con filmes del mismo género que se estrenaron a finales del XX
y principios del XXI, como, La leyenda del tesoro perdido, que hoy ese tipo de películas son
destinadas a un público mayormente infanto-juvenil ¿Qué cambio?
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Por esto se espera el interés de una gran parte del público no especializado, son películas
con un héroe entrañable para aquellos que vivieron su nacimiento y decidieron seguirlo en su
entrega más reciente en 2008.
Finalmente la relevancia de este proyecto reside en el sujeto, en lo importante que haya sido
para el público y en el análisis profundo que se puede realizar del mismo.
Retomando el porqué, lo fundamental es establecer un paralelo entre estos héroes, Indiana
Jones y Ben Gates, y la sociedad que los dio a luz. Será imposible, analizarlos si no se tiene
en cuenta el contexto. Por ejemplo: ¿Qué sucedía en los 80 cuando Indy llegó?
Así pues, en cada capítulo se irá profundizando el tema del Ensayo. Se revisará la historia.
Qué ocurría en Estadios Unidos, a nivel político, social y cultural. Luego, el regreso del
género de aventuras, abordando brevemente la historia del folletín, y la novela de folletín.
Después el proyecto ingresa en el terreno cinematográfico, planteando toda la terminología
adecuada sobre género, en especial el de aventuras y cómo, en qué momento se encuentra
en la actualidad.
En otro momento del escrito se presenta el viaje del héroe, arquetipos, tipos de héroes, entre
otros. Citando a autores como Vladimir Propp y Joseph Campbell referentes cuando se habla
de estructuras y personajes. En otras palabras, éste servirá para adquirir los elementos, las
herramientas para continuar con la lectura del Ensayo.
También cuenta con un capítulo de análisis, donde se plantea un estudio específico de la
tetralogía explicada desde el enfoque de su protagonista.
Luego se analiza y recuerdan las reacciones del público y la creación del fanatismo, por el
particular personaje.
Por otra parte se aborda el cine de aventuras como género redituable en la actualidad, y se
analiza La Leyenda del tesoro perdido en sus dos entregas.
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Por último, ¿finitud o eternidad? ¿Morir o no morir?... Ésa es la cuestión. Se plantea el
problema directamente y se trata el camino a la humanización del héroe. ¿Se busca más
realidad? ¿Cuáles fueron los cambios? El momento ensayístico toma forma en el final
cuando el Proyecto de Grado plantea el aporte particular. ¿Caducidad o vigencia?
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Capitulo 1. Los años 80 en tiempo y espacio
“El cine como forma de evasión ha sido una constante en la forma de producción hollywoodiense (sic) y ha
dado excelentes películas a la historia.” (López Olano,C., 2001, p. 6)
Muchas veces cuando se habla de cine y de géneros, no se tiene en cuenta el contexto. En
algunos casos se ve al hecho cinematográfico como si naciera de un agujero negro o
simplemente apareciera en medio de la nada sin estar contaminado por la visión de un
realizador que vive en una época precisa y bajo un gobierno determinado; junto con otros
individuos que afectan su punto de vista. Los seres humanos son atravesados por la cultura,
la sociedad, la política y la historia de aquello que los precedió.
Para comprender qué ocurría en los años 80, la década que vio nacer al Dr. Henry “Indiana”
Jones, qué elementos permitieron la llegada, o mejor dicho, el regreso de historias que
sucedían del 1936 en adelante. Será necesario abordar de manera global los sucesos
culturales, sociales, históricos y políticos.
¿Por qué George Lucas, guionista, productor y director (n.1944); decide crear en 1973 un
personaje qué vuelva a evocar los folletines de 1837 y los seriales 1930? ¿Con qué
propósito Steven Spielberg (n.1946), apuesta al proyecto y finalmente lanza En busca del
arca perdida (1981), seguida por dos entregas más que ingresaron en la década, Indiana
Jones y el Templo de la Perdición (1984) e Indiana Jones y la Última Cruzada (1989)? La
cuarta entrega tuvo lugar en 2008, Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal.
Ya sea, debido a la taquilla o a un sueño personal de ambos realizadores, los films fueron
bien recibidos en los 80 y eso es un hecho innegable. ¿Qué tuvo de propicia esta década?
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1.1. Momento histórico, político, social y cultural en Estados Unidos
La presidencia del demócrata, James Earl Carter Jr. (n. 1924) más conocido como Jimmy
Carter dio inicio a los 80. Su labor como comandante en jefe de la nación Norteamérica
estuvo comprendida entre enero de 1977 y enero de 1981. “Según la opinión general, Carter
fue un presidente cuidadoso, inteligente, trabajador, que no carecía de coraje ni de carácter.”
(Sellers, May y McMillen, 1988, p. 721)
El mandatario tuvo que lidiar con una crisis inflacionaria que amenazó su gobierno, ya a
finales de su período; a comienzos de 1980 la suba rozaba el 20% anual. Carter se enfrentó
con la crisis hasta el final de sus días como presidente, hasta pasarle el mando al siguiente
comandante en jefe.
Ronald Wilson Reagan (1911-2004) asumió la presidencia el 20 de enero de 1981 y su
gobierno culminó el 20 de enero de 1989. Su presidencia abarca prácticamente toda la
década de los 80 y por ende es el gobernante que compete puntualmente al Ensayo en este
capítulo contextual.
Reagan era un ex actor, muy popular dentro del cine clase B de Hollywood. Según Sellers,
May y McMillen, Ronald Reagan representaba una gran paradoja, era divorciado,
representante de los valores familiares, conservador y crítico con la sociedad, que para su
gusto era demasiado permisiva. Representante del partido republicano, evangélico y
perteneciente a la Nueva Derecha norteamericana. Antes de llegar a la presidencia fue
gobernador de California.
Ahora bien, un dato curioso que no pertenece a la visión de los autores mencionados
anteriormente es que pasados los años, en 2003, otro actor Arnold Schwarzenegger
(n.1947) una figura de acción, se convertiría en gobernador del mismo Estado. Claro, que
son detalles, pero resulta difícil pasarlos por alto cuando el Proyecto de Grado trata la
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problemática de los héroes, ¿caducidad o vigencia? O sencillamente un cambio de
profesión…
Dejando de lado las coincidencias, el mandato de Ronald Reagan será el que recorra
completamente la década de los 80, por ende se verá si influyó o no su gobierno y las tomas
de decisiones al mundo, en general; y en particular a la industria cinematográfica.
En un comienzo no había mucha simpatía para con el ex actor devenido en político, debido a
su edad, Reagan asumió a la presidencia con 70 años, se ponían en duda sus capacidades
ya que con esa edad su única experiencia previa había sido la gobernación.
“Las aprensiones […] se dispersaron ante el coraje que demostró y la rapidez con que se
recuperó en ocasión de la tentativa de asesinato que sufrió en el curso de sus primeros
meses en el cargo” (Sellers, May y McMillen, 1988, p. 734)
Una de las cosas que encantó al “pueblo” fue la fluidez a la hora de los discursos, se lo
llamó “El gran comunicador”; aunque muchos otros notaban que Reagan se sentía más
cómodo con los discursos escritos y ensayados, a diferencia de otros que realizaban
conferencias de prensa abiertas y podían responder las preguntas de los periodistas.
En 1984 el periódico liberal norteamericano, New Republic, declaró “Reagan es el presidente
más ignorante que cualquiera pueda recordar”. El amor-odio hacia el presidente de los
Estados Unidos siguió creciendo. Las elecciones que realizó no sólo en el plano económico,
hizo que los opositores indicaran que lo que el gobierno de Reagan pretendía era entregar
opulencia a los ricos y austeridad a los pobres. Diferencias en las clases sociales, beneficios
para colegios privados de niños blancos y apoyar la tenencia de armas para civiles. Claro
que los republicanos tampoco estaban conformes, Ronald Reagan, a su parecer, tenía una
postura muy gris acerca del aborto, y esto era inaceptable para los conservadores.
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La realidad de las estadísticas dejó lugar a la objetividad, según Sellers, May y McMillen, en
su libro Sinopsis de la historia de Estados Unidos la desocupación en el país del norte rozó
el 11% y fue la más alta desde 1940.
Los gastos militares que el comandante en jefe realizaba llegaron al límite cuando creyó
necesario renovar el armamento, esta vez el componente nuclear apareció en escena.
Millones de dólares fueron destinados a esta tarea entre 1984 y 1988, Reagan tenía una
clara posición antisoviética y la tensión crecía más y más.
El presidente Ronald Reagan le dio la espalda a la política de derechos humanos de Jimmy
Carter, su predecesor. Y se alió con los países anticomunistas dispersos en el globo.
Bloqueó el comercio y se dedicó a América Central, Nicaragua, El Salvador, fueron
ocupadas por marines para evitar “más Cubas”, según indicaban los especialistas.
Siendo presa de críticas, Reagan se presentó a la reelección en 1984 y ganó. Su fórmula
junto con George H. W. Bush (n. 1924), que se desempeñó como vicepresidente, fue
efectiva una vez más y obtuvieron el 59% de la aceptación de los votantes. Según
especialistas, fue una de las votaciones más rotundas de la historia de América del Norte.
En el ámbito de la cultura y los medios de comunicación, la guerra pública entre la
electrónica y el cine convencional generaba una urticante relación que ya había dejado de
lado a la televisión como se la conocía en Estados Unidos. “Ahora se trataba de la telemática
y de todas sus múltiples manifestaciones” (Pérez Gómez y Urbez, 1982, p.31)
El país del norte contaba con televisión por cable y ya en esta época la difusión se había
vuelto salvaje. Un invento moderno y atractivo invadía los hogares, el magnetoscopio, (en
Argentina se lo llama videocasetera) las personas podían disfrutar de los estrenos en la
comodidad de su hogar. A su vez, los juegos de video y todas las nuevas tecnologías para
obtener datos de forma visual. Los autores de la época auguraban tímidamente el nacimiento
de una nueva fase en la comunicación entre los humanos.
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El fenómeno modificó la percepción original del cine como espectáculo para ser disfrutado
colectivamente. Esto, lógicamente, se vio reflejado en los números. Las salas perdieron
espectadores de manera llamativa, no sólo en Norteamérica, sino en la región occidental en
general.
Los autores Ángel Pérez Gómez y Luis Urbez, realizaron un estudio detallado año por año
sobre las cuestiones inherentes a todo el cine, en especial el de las mayores industrias, en
1982 editaron Cine para leer.1981. El libro recorría los estrenos significativos y la respuesta
del público que había tenido. Los registros, según los especialistas anteriormente
mencionados, indican que ese primer año de la década que había transcurrido no fue
significativo en materia cinematográfica, sin embargo, éste es el momento donde se estrena
la primera entrega de Indiana Jones. En busca del arca perdida de Steven Spielberg fue una
de las contadas excepciones de este año poco fructífero para la pantalla grande.
“…el cine industria, tanto en la distribución como en la producción, se resiente de forma
substancial” (Pérez Gómez y Urbez, 1982, p.31)
Steven Spielberg se preocupó por cubrir y revisar todas las críticas y comentarios que
surgieron a nivel mundial. El cineasta comenta, en la entrevista que forma parte del material
extra del film Las Aventuras de Tintín. El secreto del Unicornio (2011) que le sorprendió
encontrar que los franceses comparaban a Indiana, en esta primera entrega, con un tal
Tintín. Comenzó a investigar al respecto, para ver a quién se referían y finalmente dio con el
comic de Georges Remi (1907 -1983), más conocido por su pseudónimo, Hergé. Antes de
morir, el artista belga respondió las llamadas del director y tuvieron una amena conversación.
Una vez fallecido, la viuda invitó a Spielberg a conocer la Fundación Hergé, que lleva el
nombre Moulinsart, como la residencia de uno de los personajes que acompañan al
protagonista de estas aventuras, el Capitán Haddock.
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Exactamente 30 años después, Spielberg estrena su versión de Las Aventuras de Tintín
haciendo un esfuerzo, según él, para no realizar una copia del personaje Jones.
Jorge Fonte en su libro Steven Spielberg. De Duel a Munich. En busca de la película
perfecta, publicado en 2008, adelanta la realización de la película de animación con algunas
frases y comentarios del director. Aparentemente a mediados de los 80 ya había varias
versiones de guión para el film. Tras el estreno de En busca del Arca Perdida, Spielberg
declaró: “Es un proyecto que está en marcha, pero se necesita mucho tiempo. Ya hay
hechos varios guiones. Hergé, el creador de Tintín, era un genio, dibujaba como realizador
de cine. Incluso la selección de los ángulos y los colores” (Fonte, J., 2008, p. 270) y luego en
1983, antes del estreno de Indiana Jones y el Templo de la Perdición, en una conferencia de
prensa en Granada agregó: “Soy un auténtico fan de Hergé, y no quisiera hacer nada
apresurado y que pudiera dañar su memoria; es algo que quiero hacer despacio” (Fonte, J.,
2008, p. 270)
La primera edición de la serie literaria de Hergé se publicó en 1929, en un suplemento infantil
Le Petit Vingtième. En 1946, el personaje del joven periodista aventurero y trotamundos
logra tener su propia publicación. Cuatro años después se crean los Estudios Hergé para
facilitar la tarea del ilustrador que se encontraba pasando por varias crisis emocionales y
personales. En resumidas cuentas, Tintín fue sin querer un referente para el director de la
saga del arqueólogo Jones ya que sembró una idea que muchos años después éste
cosechó. Y sin mencionar cómo en todo el mundo los fanáticos del personaje que recorría
las páginas de este comic disfrutaban del género de aventuras, los libros fueron traducidos a
más de 50 idiomas. Mientras que unos coleccionan todos los viajes y vicisitudes del jovencito
en sus bibliotecas, otros como Spielberg no tienen idea que existe. Pero Tintín, forma parte
del precedente del género y vale la pena mencionarlo en el comienzo de este Proyecto de
Grado.
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De regreso en 1981, directores norteamericanos como Martin Scorsese (n.1946) con Toro
Salvaje, David Lynch (n. 1946) con El hombre elefante y el británico Hugh Hudson (n. 1936)
con Carrozas de fuego le otorgaron a este año un condimento interesante según los críticos.
Lo que sucedía daba lugar a artistas relacionados con el cine arte, no en formato fílmico sino
en video, el nuevo soporte electrónico que revolucionaba a la sociedad. En general, dejando
de lado las nuevas tendencias y las pruebas que se hacían en los novedosos soportes, la
calidad de los films no fue sobresaliente. Salvando ciertas excepciones que fueron
anteriormente mencionadas, es decir directores que hasta el día de hoy siguen entregándole
al cine productos audiovisuales que son aceptados por el público y por la crítica.
Regresando a Indiana Jones y la recepción del público, la primera entrega de la saga recibió
la aceptación popular. Según Pérez Gómez y Urbez, combinaba técnicas de avanzada, con
un estilo narrativo sólido junto con el género que creaba en conjunto una reacción diferente
en los espectadores. En busca del arca perdida, funcionó.
Tres años pasaron hasta que la sociedad Spielberg – Lucas, lanzó Indiana Jones y el templo
de la perdición (1984).
La década no mejoraba, aunque hay aspectos positivos y otros negativos de los avances y la
tecnología. La concurrencia a los cines continuaba mermando, muchas salas cerraron.
Aunque en países como Japón y Alemania Federal, ocurría lo opuesto. Pero en Estados
Unidos, el público estaba descubriendo las bondades de la TV color en todo su esplendor ya
fuera por cable o por satélite, la televisión encantó rápidamente a la audiencia, y más aún
combinada con complementos como la videocasetera. Tener la posibilidad de compartir el
cine en casa, cómodamente en familia o con amigos, con el Video Home System (VHS) fue
tentador. Paralelos a Norteamérica; Asía, Latinoamérica y África le dieron el visto bueno
velozmente al sistema de video en casa.
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Los avances y la aparición de nuevas tecnologías provenientes de Japón, como televisores
planos, en contraposición a las TV de tubos catódicos le dieron a la década ya
promediándola un vértigo particular. “Esta lucha de <<medios>> (sic) ha provocado
estrategias de ataque y defensa que, al menos, dan al <<séptimo arte>> (sic) una peculiar
vitalidad, aunque por otra parte, amenazan su existencia.” (Pérez Gómez, 1985, p.38)
Otra técnica que tuvo difusión comercial fue la restauración de material audiovisual blanco y
negro, a color por medio de las computadoras. Las compañías Colorisation y Color System
Technology aparecen en escena para entregarle a Canadá y a Estados Unidos,
respectivamente, la posibilidad de procesar y renovar las imágenes otrora monocromáticas.
La recuperación de cintas que ya se creían destruidas, perdidas u olvidadas generó en esta
década una nueva mirada hacia los clásicos. Muchas filmotecas a nivel mundial colaboraron
para que se restauraran films como por ejemplo, El gabinete del Doctor Caligari (1919) de
Robert Wiene (1881 – 1938); otro caso similar es el de Nosferatu. Una sinfonía del terror
(1921) de Friedrich Wilhelm Murnau (1888 – 1931); y finalmente un caso muy famoso,
Metrópolis (1926) de Fritz Lang (1890 – 1980), entre tantos otros títulos. Los autores y
críticos de la época remarcan la intención de preservación y el afecto para con la obra que
data de los comienzos del cine. Una década con gente que trabajaba para recuperar más no
fuera un fragmento de aquello que había visto pasar.
No es extraño que el cine de aventuras encontrara un nicho cómodo para desarrollarse y
tener éxito.
Otro de los aspectos interesantes es la masificación del videoclip, un medio moderno de
comunicación, una herramienta publicitaria que vio la luz a mediados de la década del 80. Un
nuevo espectro se había abierto.
En los primeros meses del último año de la década, la dupla de realizadores Steven
Spielberg, en la dirección, y George Lucas en la creación de la historia y en la supervisión de
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la edición al igual que en las otras entregas, arriban a los cines con Indiana Jones y la última
cruzada (1989) tercera entrega de la saga.
El mundo se encontraba en ebullición, en noviembre se produce la caída del Muro de Berlín
y en diciembre, del mismo año, George H. W Bush y Mijail Gorbachov (n. 1931) en Malta,
dan por terminada la Guerra Fría, enfrentamiento liderado por Estados Unidos, en una
esquina, y la Unión Soviética en la otra. Y afectó no sólo el aspecto político, trascendió el
ámbito social, cultural, tecnológico e histórico. Veintiocho años de división terminaron junto
con la década.
1.2. El regreso del género de aventuras
La producción de cine de aventuras que se gestó en Estados Unidos en los primeros años
de la década del 80, fue baja. En 1981, el único film con esta temática fue En busca del Arca
perdida. Para, aquellos que revisan la historia, el personaje de Jones había nacido para
tener éxito y por ende esto repercutía en toda la película y por lógica, en la saga venidera.
Otras películas se sumaron a la cruzada aventurera a partir de 1984, siguiendo el ejemplo
del segundo film del “dúo dinámico”, Indiana Jones y el templo de la perdición. Fue el caso
de Tras la esmeralda perdida (1984) dirigida por Robert Zemeckis (n. 1951); Los Goonies
(1985) dirigida por Richard Donner (n.1930) donde participó Steven Spielberg en la creación
de la historia; y a finales del mismo año llegó la secuela Tras la esmeralda perdida, con el
nombre de La Joya del Nilo, esta vez dirigida por Lewis Teague (n.1938).
Las Minas del Rey Salomón (1985) dirigida por J. Lee Thompson (1914 – 2002) una de las
dos remakes de la novela de H. Rider Haggard (1856 – 1925) editada cien años antes, en
1885. Las primeras dos versiones de esta aventura, datan de 1937 dirigida por Robert E.
Stevenson (1905 – 1986) y la de 1950 co-dirigida por Compton Bennett (1900 - 1974) y
Andrew Marton (1904 – 1992)
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En este caso la visión de autor que provenía de los realizadores franceses y la Nouvelle
vague (Nueva Ola francesa) está subordinada al espectáculo, al entretenimiento y al disfrute
del espectador. Todo el equipo cinematográfico unido para entregar una historia a la
audiencia “[…] recuperando los antiguos films de la época dorada que tanto admiraban los
dos cineastas” (López Olano, 2001, p. 6)
Habiendo recorrido en el comienzo de este capítulo las idas y venidas, políticas, históricas,
sociales y culturales, el Proyecto de Grado aborda el tema del cine como “forma de evasión”
según lo plantea Carlos López Olano en su libro Guía para ver y analizar. En busca del Arca
perdida. Como se indica en la cita del comienzo, el producto audiovisual tuvo resultados
favorables, pero por alguna razón o mero prejuicio los críticos e intelectuales desmerecían
este tipo de films, lo que otros llaman relatos de construcción sencilla que datan de la
literatura, títulos como Moby Dick (1851) de Herman Melville (1819 -1891) y La isla del
tesoro (1883) de Robert Louis Stevenson (1850 – 1894) respetan el espíritu del héroe, el
conflicto y la cruzada para completar el viaje que se emprendió.
En el libro de López Olano, se plantean los resultados finales. Cómo liquidó la taquilla en
cada una de las entregas y cómo se transformó en un clásico en sólo 20 años.
Tanto Steven Spielberg como George Lucas, lograron reconocimiento como cineastas y
prestigio como empresarios, ambos se convirtieron en dueños de sus propias compañías con
Amblin Entertainment creada en 1981 y Dreamworks fundada en 1994 por parte de Spielberg
e Industrial Light & Magic (ILM) creada en 1975, una de las muchas divisiones de LucasFilm
Ltd. que como su nombre lo indica pertenece al realizador de La guerra de las galaxias. Y
tras una larga amistad, “George Lucas le expresó su deseo de crear un héroe al estilo
clásico de Hollywood y recuperar el género que estaba entonces en desuso, coincidiendo
plenamente con las inquietudes de Spielberg.” (López Olano, 2001, p. 8)
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La aventura en el cine era una temática que ya no estaba a la orden del día, los años 80 se
caracterizaron mayormente por las comedias y el cine fantástico de ciencia ficción. Pero
estos dos cineastas eligieron recobrar las películas de fines de los años 40, con su estilo de
héroes y sus tipos de problemáticas. Actores como Errol Flynn (1909-1959) y Humphrey
Bogart (1899 – 1957) fueron la inspiración para encontrar a aquel que pudiera ponerse en la
piel del contradictorio profesor universitario y arqueólogo temerario, Indiana Jones. En el
capítulo dos el Proyecto de Grado profundizará esta cuestión.
Pero para comprender en realidad de dónde proviene el género de aventuras y sus
personajes, se debe ir hacia, 1837; este año se destaca ya que fue la primera vez que un
diario publicó una novela en este formato.
En cuanto la educación se hizo más accesible para los sectores menos pudientes de la
sociedad europea, resultó necesario contar con literatura para aquellos que no podían
comprar libros, ya que éstos eran sumamente costosos. Los periódicos franceses
comenzaron a incluir pequeños cuadernos o folletos, que en francés es feuilleton y su
diminutivo feulliet significa hoja, historias que eran entregadas a diario y que contenían un
elemento atrapante, lo que comúnmente se llama “gancho”, e impedía que los lectores se
olvidaran de comprar el siguiente.
Existían dos tipos de folletín, según el autor Jean Francois Botrel, la novela de folletín y la
novela por entregas. La primera, había sido escrita previamente por el dramaturgo y luego
era dividida y entregada día tras día en el periódico a los lectores, no había chances de
cambio o modificación del final. La segunda, por lo contrario, era escrita capítulo a capítulo,
su continuidad y extensión dependían de los lectores, que podían intervenir. El nombre del
autor no era crucial, y en general contaban con dibujos e ilustraciones.
Es el caso de Arthur Conan Doyle (1859 -1930) y su famoso detective Sherlock Holmes, él
había entregado al periódico su novela de folletín, completa, y tuvo que cambiar el final por la
19
repercusión que tuvo en los lectores. Sherlock fue resucitado con algunos trucos mágicos y
literarios, y todos fueron felices. Este caso habla de lo importante que fue para Europa este
formato de literatura ligera. El país que decidió adoptar el modelo francés, luego comprender
la gran ventaja que este pequeño módulo diario traería, fue España. Es por eso que Botrel,
en el título de su libro, habla de “consumo”, los periódicos obtenían claros beneficios
teniendo este material a su favor. En Inglaterra, además de Doyle, otro de los autores más
populares, fue Charles Dickens (1812 – 1870).
Pero sin lugar a dudas, uno de los autores más destacados del folletín, fue el francés
Alexandre Dumas (1802 – 1870), conocido por los hispanoparlantes como Alejandro Dumas.
Dos de sus obras más populares y reconocidas fueron publicadas por primera vez en el
formato de novela por entregas; éstas son Los tres mosqueteros (1844) y El Conde de
Montecristo (1845).
El folletín era tan importante para la venta del periódico que se generaba publicidad gráfica
en las calles y avenidas principales, para que la gente recordarse que tenía que correr a
conseguir el ejemplar siguiente. Y se repartía en el hogar del público posiblemente
interesado un resumen de la obra, algo muy esquemático pero con fuerza para atraer a más
y más lectores.
La historia, la sociedad, la cultura, la política de 1980 fueron los elementos que permitieron
las condiciones para que el género de aventuras regresara. Realizadores como Spielberg y
Lucas, vieron en esta década los términos ideales para darse el gusto de darle vida a un
profesor y arqueólogo, valiente y temerario que recorrería el mundo en busca de emociones
y secretos.
20
Capitulo 2. Preparando la aventura
“Aventura era la inquietud nacionalista que bullía en las lejanas provincias de los imperios coloniales, desde
Etiopía hasta Cuba, y que engendraría una de las épicas más populares del arte cinematográfico.” (Teixidor, E. y
Sanchez Caballero, J. 1978, p. 4)
La necesidad de categorizar, dividir, separar, organizar y caratular objetos u elementos es
inherente a los seres humanos. El cine desde su comienzo tuvo variedad en sus temáticas. Y
rápidamente aquellos tópicos se repetían, así como moldes esperando a ser completados.
De esa manera teóricos, realizadores y especialistas comenzaron a identificarlos y a darles
un nombre. Primero, categorías amplias y generales, y luego subcategorías más específicas.
Autores que en distintos momentos de la historia ya lo habían dicho en voz alta, géneros.
En un comienzo, Aristóteles (348 a.C. – 322 a.C.) con la Poética; luego Quinto Horacio Flaco
(65 a.C. – 8 a.C.) con Arte poética; René Welleck (1903 – 1995) y Austin Warren (1899 –
1986), en su libro Theory of Literature (se llamó Teoría Literaria en los países hispanos)
publicado en 1956. Finalmente el contemporáneo Tzvetan Todorov (n. 1939); cada uno de
ellos desde su punto de vista contribuyó al tema.
Los films realizados en Hollywood hicieron del cine de género la base de la industria. En la
Época Dorada, entre 1930 y 1940, en especial el Studio System (Sistema de estudios) y el
Star System (Sistema de estrellas). En resumen, el poder y la fuerza que tenían los grandes
estudios cinematográficos sobre los actores, las “estrellas”, y los tipos de films que
producían, era monopólico. Una vez pasado ese periodo, sobrevinieron los días del cine arte,
de autor y los actores no estaban atados a los estudios. Pero los géneros se mantuvieron
firmes y siguieron creciendo.
21
Los directores, que marcaron tendencias; aquellos que se caracterizaban por crear films con
un estilo u otro. Actores fetiche o de moda, que cumplían con un fisic du rol determinado y
deseado para la época.
Ya sea acción, romance, comedia, aventuras, drama; estas “etiquetas” dominan la elección
del espectador. ¿Qué ocurría antes? Y ¿qué ocurre en la actualidad? ¿A qué sector del
videoclub se dirigen sin pensar?
2.1. Los géneros literarios
Parte de lo que se indicó anteriormente aclaraba que la categorización temática de las
películas proviene históricamente de los géneros literarios, al realizarse un paralelo entre el
cine y la literatura, se aplica la nomenclatura.
Aristóteles, fue uno de los pioneros y en su tratado estético, Poética, indica el término
“especies” para referirse a las variedades en la poesía. “Por muy influyente que haya sido, la
categorización de Aristóteles de los tipos de poesía ha producido desde siempre el efecto de
limitar la teoría de los géneros.” (Altman, R. 1999, p.19)
Para Altman, la naturaleza rotunda del filósofo a la hora de escribir colocó un freno en la
investigación y el estudio de los géneros, haciendo que se estancara de tal manera que en la
actualidad no haya avances. Y que la propuesta clásica de este autor se prolongue en el
tiempo.
Tomando como punto de partida la teoría de Aristóteles, tres siglos después en Roma,
Horacio escribe Arte poética. Allí mediante ejemplos, explica la importancia de comprender
a cada género como un universo, con sus reglas, modismos, cultura y habitantes. La visión
del autor no se aleja en absoluto de la visión que se tiene actualmente, y la comparación con
el mundo audiovisual. Tanto los géneros, como los subgéneros, contienen una lista de
códigos propios.
22
Pero estos dos autores y representantes de la sociedad clásica difieren. La idea Aristotélica
reside en el qué, la importancia del contenido, analizando obras ya realizadas y se remite a
estructuras preexistentes; mientras que Horacio se detiene en el cómo, la forma y la
disposición en cada género literario, luego a modo de mandamientos enumera aquello que el
futuro escritor debe respetar innegablemente si desea ser fiel al espíritu de la poesía.
Rick Altman en Los géneros cinematográficos indica lo siguiente, para concluir la
comparación entre los dos textos, sus autores y el aporte que cada uno hizo a la cuestión
que Ensayo aborda en este capítulo.
Si para Aristóteles la historia y la teoría, la crítica y la práctica, el público y los poetas formaban parte de un todo indisociable, Horacio establece, por su parte, un sencillo modelo genérico para la posteridad: para los poetas, la creación es la imitación de un original predefinido sancionado por la oligarquía literaria y la crítica. (1999, p.21) Tras los primeros postulados con respecto a la teoría de los géneros, llega la etapa
neoclasicista. La combinación entre el análisis crítico de Aristóteles y los consejos útiles
para escritores de Horacio. Todo esto fue descubierto y releído por autores del
Renacimiento italiano a lo largo del siglo XVI.
Con los mandatos horacianos, había quedado claro que los géneros no debían mezclarse
jamás. Si cada uno tenía reglas e intereses determinados no era correcto hibridarlos. Pero
esta nueva etapa en la historia mundial deseaba, como siempre, ir un poco más allá.
Desembarcó en la Italia renacentista la tragicomedia.
Un error, según los preceptos clásicos. Así es como lo ejemplifica el autor romano, “No
hay que llegar al extremo de emparejar lo salvaje con lo domesticado, de aparear las
serpientes con los pájaros o los corderos con los tigres” (Horacio, Arte poética)
La Edad Media, comprendida entre el siglo V y XV, se caracterizó por realizar ese tipo de
combinaciones que rayaban lo grotesco, y para los teóricos y críticos franceses del siglo
XVII eso era revulsivo e inimaginable.
23
Pero como todo en la historia, el tiempo se ocupó que aquello que era impensado se
hiciera parte de la cultura. Finalmente llegando al segundo cuarto del S. XVII, las
hibridaciones en los géneros literarios fueron aceptadas y utilizadas. Autores como Pierre
Corneille (1606 – 1684) y Jean Mairet (1604 – 1686) en Francia fueron los primeros que
experimentaron con la combinación. Y a su vez en Roma, Italia, poniendo en escena el
Amphitryon de Plauto (251 a.C. – 184 a.C.).
El desarrollo natural de los eventos concretó lo que era imposible y cuasi pecaminoso
para Aristóteles y para Horacio, la tragicomedia, ése fue solo el comienzo. Si bien los
críticos le hicieron frente y lo intentaron arrancar de raíz, la evolución, y por sobre todo la
experimentación, le dieron más fuerza y lo convirtieron en drama. Y así se convirtió en
uno de los géneros más populares del teatro del siglo XIX, bajo el nombre melodrama; el
cine y la TV lo tomaron con gusto y lo adaptaron a sus necesidades, alojándolo por
siempre en sus itinerarios.
La primera mitad del siglo XIX, sirvió para que aquellos teóricos del periodo romántico,
negaran todo aquello que sus predecesores habían afirmado tan enérgicamente. Mientras
los primeros se esforzaron por separar, y por dejar en claro que ninguna categoría podía
estar relacionada con otra. Los representantes de este siglo, intentaron convencerse de lo
contrario. Para ellos no había necesidad de etiquetar, el principio de siglo se caracterizó
por la completa supresión de las separaciones genéricas.
Pero la segunda parte del siglo XIX, fue influenciada fuertemente por la teoría evolutiva de
Charles Darwin (1809 -1882) y dio a luz una nueva etapa en la cuestión central. La
aseveración general de los críticos y autores de la época era rotunda, los géneros existen;
así como las diferentes especies animales y vegetales. La ciencia había trascendido todos
los escenarios posibles y había llegado al arte literario. El búlgaro Todorov, en su libro
Introducción a la literatura fantástica (1970) explica y apoya esta teoría literaria - científica.
24
Lo que siguió de cara a la actualidad, fue el siglo XX, que por lógica hizo su entrada con
una negación resonante sobre la idea de relacionar los géneros con la ciencia, y
especialmente había una oposición a la idea de género en su totalidad.
El representante del nuevo revés teórico en la historia de los géneros fue, el escritor,
político, filósofo y teórico italiano, Benedetto Croce (1866 – 1952). Toda su obra se
transformó en la refutación más sólida hasta ese momento.
Y finalmente, uno de los más fuertes intentos por remontar el debate y darle un nuevo
vuelo a la teoría de los géneros vino de la mano de Warren y Wellek, y su obra más
destacada Teoría literaria, escrita en la década del 40 y publicada a fines de los 50, el
texto ha sido inspirador para aquellos estudiosos en materia literaria.
Finalmente se explica brevemente el mérito de sendos autores.
Alentando a los críticos a investigar las relaciones entre estructura y técnica, Wellek y Warren ofrecen, claramente, un modelo consciente de análisis y, a la vez, unos criterios que permiten juzgar convenientemente la existencia y el alcance de un género determinado. (Altman, 1999, p.25)
2.2. Géneros cinematográficos
Fue necesario realizar el paso por la literatura porque sin aquellos estudios y avances, la
cuestión de los géneros como tal, no existiría en la cinematografía. Especialmente
Aristóteles, si bien proliferaron las idas y venidas en el tema, el filósofo griego es siempre
una fuente respetable a la hora de teorizar sobre géneros en el ámbito audiovisual.
A finales de la década del sesenta comenzaron a abundar las publicaciones relacionadas
con géneros en el cine. Creando una base de datos propia del séptimo arte y disminuyendo
la necesidad de regresar siempre a los textos referidos al área de las letras ya que “ha
desarrollado sus propios postulados, sus propios modus operandi y sus propios objetos de
estudio.” (Altman, 1999, p. 34)
25
Por si no quedó claro aún, la idea de género fue establecida, pensada y repensada en todos
los casos, por teóricos, críticos y estudiosos. Al parecer, las etiquetas fueron útiles en un
comienzo cuando la industria estaba en pañales, luego cuando el negocio de la gran pantalla
maduró, resultó provechoso para categorizar las producciones en las circunstancias dadas
en la época dorada de Hollywood. Los rótulos funcionaban de maravillas para que el público
supiera con qué se iba a encontrar, cowboys, príncipes y princesas o quizás gángsters, o en
algunos casos ninguna de las opciones anteriores, sólo una conflictiva historia entre tres
personajes, por mencionar algunos ejemplos.
Los géneros, marcan los films y permiten formar grupos de películas, aquellas características
en común harán que se las coloque bajo el mismo abanico genérico.
Pero cabe destacar que una vez pasada la década del 40 y tras ver cómo el esplendor
hollywoodense volaba muy lejos, dejando tras de sí otras formas de hacer cine, éstos
permanecieron.
El autor, Carlos López Olano, indica cómo de un tiempo a esta parte los géneros funcionan
como estrategia para captar espectadores, grupos específicos de audiencia, separados por
sexo, edad, estrato social, especialistas en áreas de interés, entre muchos otros. Y agrega,
“…la clasificación unívoca realizada a priori como estrategia publicitaria puede ocasionar la
pérdida de ocasionales espectadores.” (López Olano, 2001, p.11)
Regresando a Altman, él indica que como, ya se mencionó anteriormente en este Proyecto
de Grado, en última instancia la categorización de los films funciona generando una falsa
expectativa sobre la intriga del argumento. Ya que, diga lo que diga el sello, no importa lo
que sea, acción, aventura, western; por mencionar sólo algunos, predispone a la audiencia a
esperar algo determinado. La verdadera esperanza de sorprender, radicará en la mano
maestra de quien escribe, el guionista, la agudeza de quien dirige y la marca única de
quienes interpretan a aquellos personajes. El factor sorpresa no forma parte de los géneros.
26
Continuando con la idea de Rick Altman, el emisor y el receptor, firman un contrato tácito
donde ambas partes conocen los términos y condiciones a la perfección. La desilusión de los
espectadores aparece en el exacto momento que aquella película de ciencia ficción se
transformó extrañamente en una historia de amor sin previo aviso, y situaciones similares.
La literatura contribuyó a la organización y sistematización de la categorización fílmica de los
géneros y luego, a su vez se extendió también a la televisión. Un largo camino se recorrió,
mucho se teorizó y discutió desde que Aristóteles entregó su término “especies” para hablar
de los géneros, idas y vueltas, cantidad innumerable de intelectuales retomaron el tema y lo
pusieron de cabeza pero al final, mejor dicho tras siglos de contemplación todo resulta ser
como al principio, el baúl como dicen las abuelas gira de tanto en tanto, y aquellos géneros
regresan modificados, hibridados, reversionados, lustrados, pulidos, de la mano de nuevas
estrellas para servir al espectador de esas historias que funcionaron en el pasado pero para
sus paladares de hoy.
2.2.1. El género de aventuras
Este género, tuvo su momento de gloria en la década del 30, con la llegada del cine sonoro,
y comenzó a bajar su popularidad en los 60. Pero es una de las categorías más antiguas en
el séptimo arte, ya que el mismísimo David W. Griffith (1875 -1948) fue el director, guionista
y productor de El nacimiento de una Nación (1915) e Intolerancia (1916), dos de sus films
más reconocidos y que se encuentran bajo la nomenclatura. Muchas de sus películas
primeramente marcadas como melodramas, ingresaron bajo el halo del género aventuras
por necesidad de mercado.
“Según José María Latorre (n. 1945), dos son los componentes esenciales de la aventura
como género, tanto en literatura como en cine: el personaje y el ambiente. “ (López Olano,
27
2001, p.11) Esas dos características condensan el interés primitivo en la temática de
aventuras.
La merma en el género se dio en el período que siguió a la Segunda Guerra Mundial; se
caracterizó por reunir las condiciones ideales para que las aventuras no fueran bienvenidas.
El brillo y encanto sin igual de los elegantes protagonistas del género, ya no era requerido.
Surgió el cine bélico, con sus soldados firmes, trabajando en equipo. Eso era lo que
necesitaba la sociedad, y como siempre los productores lo detectaron, vieron la brecha y
comenzaron a cavar.
Pasado el trago amargo de la guerra al término de los años 40, regresó la temática
intentando hacerle frente a la televisión que para ese entonces ya había invadido los hogares
norteamericanos. En busca de la innovación para no caducar rápida y definitivamente, llegan
los subgéneros, nuevas variantes. Algunos realizadores retomaron La Biblia como fuente
inagotable de historias épicas. Y esto dio lugar a su vez, a las súper producciones en
cinemascope, un pilar y ejemplo de este tipo de trabajos es Ben – Hur (1959) de William
Wyler, los fastuosos escenarios que representaban las arenas romanas, el delicado trabajo
en el vestuario, entre otros elementos hicieron que la atención se desviara por momentos del
invento de moda. Películas del mismo tenor lo intentaron, a su vez, con éxito similar.
En la selección temática del género, obras literarias de los siglos XIX y XX eran
seleccionadas para encontrar nuevos tópicos, ver las nuevas aristas, pulirlas y entregárselas
brillantes a la audiencia.
Por ejemplo, ya que en el capítulo anterior se mencionó a Alejandro Dumas, con Los Tres
Mosqueteros o Moby Dick de Melville, sendas historias tuvieron su adaptación al cine. La
primera de la mano de George Sidney (1916 -2002) exhibida ante el público en 1948 y la
segunda, bajo las órdenes de John Huston (1906 -1987) estrenada en 1956.
28
Los años 70 llegaron y trajeron consigo una fuerte crisis de géneros como la llama López
Olano. De manera que el estreno de la primera entrega de la saga del profesor aventurero,
Indiana Jones, fue todo un suceso. Además hizo el lugar para que a partir de la secuela,
Indiana Jones y el templo de la perdición (1984) arribaran a los cines, imitaciones por
doquier.
Muchos autores y teóricos tradicionales, consideraban a éste un género menor. De hecho en
la Enciclopedia Salvat publicada en 1978, se remarcaba lo complejo que sería para los
directores destacarse y posicionarse como buenos en su métier realizando filmes de
aventuras. Claro, que no es el caso de Spielberg y Lucas, quienes si bien pueden ser presas
de críticas; en 1981 cuando lanzaron En busca del Arca Perdida cada uno de ellos tenía en
su haber éxitos de taquilla como Tiburón (1975) y la saga de La Guerra de las Galaxias
(1977 - 2005), respectivamente. Los realizadores decidieron unirse para llevar a cabo una
aventura clásica de los años 30 y reflotar el género, agregándole efectos y tecnología propia
de los 80.
El descubrimiento de regiones lejanas gracias a las expediciones que enviaban los
hermanos Lumière quienes hacían viajar sus cámaras para documentar lo que había más
allá de Paris, devolvían cuadros extraños y fascinantes, en el capítulo que El Cine.
Enciclopedia Salvat del 7° Arte dedica al género de aventuras, se especifican todos los
lugares que los enviados de los hermanos franceses registraron con el novedoso artilugio.
“Hombres como Promio o Félix Mesguisch fueron una curiosa mezcla de viajantes de
comercio, con su cámara en la valija, y de pioneros de una nueva forma de comunicación
sensorial.” (Teixidor, E. y Sanchez Caballero, J. 1978, p. 3) Ellos recorrieron grandes
extensiones para filmar África, Rusia, China entre muchos otros escenarios y mostrar a la
audiencia parisina lo que por medio del gran viajero, como los Lumière llamaron al
cinematógrafo, capturaban.
29
Por aquel tiempo, la década de 1800 aproximadamente, los viajes exóticos y países lejanos
estaban reservados para los diplomáticos, hombres de negocios y periodistas, según los
autores anteriormente mencionados enumeran, estos pocos privilegiados por su posición
económica, status social o profesión esta vez ya no eran los únicos que podrían conocer
esos lugares gracias a las películas que enviaban los corresponsales de los hermanos
Lumière, a partir del 1895 en adelante.
Fue algunos años después que un hombre vio en aquel invento tan novedoso un poco mas
de potencial, a comienzos de 1900, cortometrajes como Viaje a la luna (1902) le mostraron al
viejo mundo una vez más que el techo del cine no estaba ni siquiera a la vista. George
Méliès tomó las historias de Julio Verne y aplicó esa lógica para entregarle ficción a la gran
pantalla y así los géneros literarios se trasfirieron casi automáticamente a él. Y las aventuras
llegaron, como lo hizo la ciencia ficción, el terror, el romance, el drama y varios años
después el policial negro, por mencionar algunos.
El siglo XX recibió con los brazos abiertos al género de aventuras, según los autores fue
gracias a “…su exaltación de la moral del esfuerzo y de la acción física, del combate
arriesgado del hombre para vencer aquello que se interpone tozudamente entre sus
pulsiones y sus objetivos…” (Teixidor, E. y Sanchez Caballero, J. 1978, p. 4) Ésta
característica es compartida por todos los filmes que se colocan bajo esa nomenclatura,
tanto las películas actuales y aquellas de antaño que le entregaron a los cineastas algo así
como un manual del usuario para que con algunas modificaciones la estructura se repitiera a
lo largo de las décadas.
Para que haya aventuras los autores consideran que una de las cuestiones centrales a tener
en cuenta son los escenarios, esos lejanos lugares que llegaron al público por primera vez
en latas de película y maravillaron a las personas apostadas en los bulevares parisinos.
Serian representados exóticamente en los filmes, llevando a sus protagonistas a vivir
30
maravillosas historias, alejados de la seguridad de lo conocido por ellos, y en especial de
quienes los miran a través del lienzo en la sala. Otro dato común en todas estos relatos es la
búsqueda, algo o alguien se ha perdido, un objeto histórico conocido por miles o un amuleto
mágico olvidado por siglos. Y la figura que agrupa y lleva adelante todos estos elementos, el
héroe, “…por lo general, un hombre de elevados sentimientos… Generalmente de psicología
poco complicada, son sus actos los que interesan, mucho más que sus motivaciones. La
hazaña, en estado casi químicamente puro…” (Teixidor, E. y Sanchez Caballero, J. 1978, p.
5).
Esta persona conducirá al espectador, inspirará a los niños, simpatizará a los hombres
adultos y se llevará, casi seguro, el suspiro de las damas en la platea. El héroe de aventuras
se mueve prácticamente por instinto según los autores, aquello que lo conduce es fuerte y
poderoso. Pero el paso de los años para este arquetipo permitió que no quede sólo varado
allí en todas las historias a través del tiempo cumpliendo religiosamente con la anterior
definición, en los años 80, alguno de ellos son como Indiana Jones, por ejemplo, quien es
una eminencia en el campo de la arqueología. Y esto le permite resolver situaciones con su
intelecto, si bien de acuerdo a la definición anterior Indy no parece tener una psiquis muy
compleja, con el correr de la saga la audiencia podrá descubrir sus conflictos, deseos y
pasiones en la medida justa ya que el factor de misterio es, a su vez, importante.
Pero sí es cierto que en un comienzo los héroes eran básicos y primitivos, y que esas dos
cualidades entre otras se replicaron en sus herederos. Los autores anteriormente
mencionados enaltecen la forma en que el cine, tomó el género y se adueño de él
entregándole grandilocuencia, acción y movimiento; en otras palabras el medio audiovisual
hizo saltar de las páginas de los libros mundos extravagantes, personajes que precisaban la
imagen para hacerse ver e historias de aventuras que pedían a gritos ser contadas.
31
Lectores que imaginaron esos universos y pudieron recrearlos en estudios, otros que
adaptaron esa palabra escrita y la convirtieron en escenas y secuencias, actores que dieron
vida a personajes que hasta hace un tiempo vivían en papel. El cine logró masificar la
literatura y con la industria hollywoodense tras el mercado de los géneros en general, éste se
volvió popular.
Si bien existen muchas subdivisiones, el género de aventuras se ramificó en cinco grandes
grupos en la época dorada en Hollywood, según El Cine. Enciclopedia Salvat del 7° Arte.
La aventura exótica, comúnmente localizada en África, o en la India colonial… gozó de gran boga en los primeros años del cine en color. La aventura del mar… con atención especial al subgénero que constituyen los films (sic) de piratas. Y la aventura en el aire,… como pueden ser las de los corredores automovilísticos. Está también la aventura en la montaña, o la que se aproxima al western sin llegar a entrar de lleno en el género, o la aventura sofisticada a lo Sternberg. (Teixidor, E. y Sanchez Caballero, J. 1978, p. 7) La primera ramificación tuvo un éxito rotundo en los años 30, la instalación del cine sonoro y
la gran depresión hizo que el público norteamericano eligiera tres géneros para dejar volar su
imaginación lo más lejos posible, el musical, con las luces, la diversión, la ilusión y las
coreografías; el terror, con tortuosos infortunios para sus protagonistas hacia creer que
había algo peor que la actualidad de Estados Unidos, y la aventura exótica, permitiendo
viajar a lugares impensados. Así como los hermanos Lumière lo habían hecho casi 30 años
atrás, cuando todo comenzaba, el gran viajero devolvía esas imágenes desconocidas por el
común de la gente.
A finales de la década, con Hitler pululando por Europa, hasta los filmes que estaban para
mantener al público alejado, aunque sea momentáneamente, de la realidad; comenzaron a
dejar relucir algunas ideas en sus secuencias. Porque como toda manifestación artística, el
cine no podía, si bien así lo deseara, mantenerse fuera de sucesos así.
No había discursos pacifistas para entregar, ni objetividad para los realizadores de aquellos
años.
32
Llegaron nuevas fronteras para traspasar, no solo India o África fueron protagonistas, los
héroes y sus doncellas recorrían el Medio Oriente, China, entre muchos otros destinos
exóticos. La anteriormente mencionada “fantasía oriental” que tuvo su apogeo en los años
40, danzaban entre la arena, los caballos, las bailarinas poco vestidas con telas brillosas y
coloridas, algunos camellos y; cantidades industriales de espadas y peleas por librar.
Los cambios políticos, culturales y sociales que se abren paso en las diferentes décadas
ayudan a la mutación del género, es así como a mediados de los 50 filmes que toman el
safari y la cacería como tópicos centrales adquieren popularidad, cuando ciertos temas sobre
la descolonización de extensiones lejanas como África, no pueden ser tomados a la ligera.
La trama, en general, presenta a un héroe solitario ocupándose de llevar a hombres ricos de
cacería, uno de ellos lleva con él a una hermosa mujer de la cual el aventurero se enamorará
perdidamente, y el obstáculo principal será deshacerse del sujeto ricachón que desea
separarlos. Con algunas variaciones obvias, este tipo de películas encontraron un nicho
donde florecer.
En paralelo, el mar también daba lugar a que innumerables historias fuesen contadas, y
según los autores las características propias de los viajes en barco ya alojaban
intrínsecamente elementos apropiados para la aventura. Un mundo especial, que obligaría al
héroe a pasar días, semanas y hasta meses con personajes ajenos a su realidad cotidiana.
La aparición de pruebas, aliados y enemigos que exceden sus capacidades, harán que las
cosas no sean tan sencillas y así nacerá una posible historia. Moby Dick (1956) por ejemplo,
fue escrita por Melville en 1851 y sirvió de material para que años después los cineastas la
plasmaran en material fílmico, si bien la ballena se llevaba una gran porción de las miradas,
pinceladas del género se podían identificar en las secuencias.
Las hibridaciones y combinaciones, anteriormente mencionadas, que se dieron en todos los
géneros no dejaron de alterar al cine de aventuras. Con tantas nuevas posibilidades como
33
guionistas existan, las historias salen una tras otra. Si bien es sabido que tras la época
dorada en los años 60 mermó considerablemente la producción, nunca desapareció del todo.
Su regreso, a modo de remake y homenaje de la mano de realizadores como Steven
Spielberg, George Lucas, entre otros menos renombrados hicieron que todas las décadas
tengan algún filme que más o menos taquillero le otorgue a esa generación una muestra del
brillo que otrora había tenido.
Pero en los 80, el padre de Tiburón y el creador de La Guerra de las Galaxias tomaron sus
herramientas, equipos y tecnología para darle vida a uno de los héroes de aventura más
reconocidos de la cultura pop, siendo consientes de la teoría antes desarrollada y habiendo
sido espectadores de aquellos clásicos. Una mezcla que les resultó muy redituable, Indiana
Jones, nombre y apellido del aventurero que los niños querían ser. En el capítulo cinco, el
Proyecto de Grado regresará sobre este tema para analizarlo en más profundidad.
34
Capitulo 3. Las herramientas del héroe de aventuras
“Sólo existen dos o tres historias humanas, pero se repiten con tanta insistencia que parece que nunca antes
hubieran ocurrido.” (Willa Cather, en O Pioneers!)
(Como se cita en Vogler, 2007, p.41)
Se comienza a utilizar El Viaje del Héroe a manera de estructura o molde. Sus etapas, los
arquetipos, el héroe y los tipos de héroes son algo cotidiano en cada historia. Claro que
dependerá del autor, guionista, director o realizador el enfoque que tenga. Y cómo esos
personajes interactúen entre sí.
Citando a autores como Vladimir Propp, Joseph Campbell, Carl G. Jung y Christopher
Vogler, entre otros se lograrán encontrar las herramientas para comprender la cuestión
central del proyecto. Cada uno de los autores es referente a la hora de hablar de estructuras
y personajes. En otras palabras, y como lo indica el nombre del capítulo, éste servirá para
adquirir los elementos necesarios para continuar con la lectura del Ensayo.
3.1. Viaje del héroe
Desde la mitología griega hasta las mega-producciones de Hollywood, en la literatura, el
cine, en el mundo del comic y en los videojuegos; el Viaje del Héroe, se ha visto plasmado
en múltiples escenarios y plataformas. Es una estructura, un modelo, que como se veía
anteriormente puede ser utilizado en cualquier medio y funcionará. En mayor o menor
medida, en historias desarrolladas deliciosamente y en las más vulgares. Pero… ¿Por qué?
En este apartado, se revisará paso a paso y etapa por etapa, la fórmula del éxito que fue, es
y seguirá siendo utilizada por cineastas destacados como, por ejemplo, George Lucas,
Francis Ford Coppola, Steven Spielberg, Martin Scorsese, entre otros.
35
En 1949, Joseph Campbell (1904 – 1987), publica El poder del mito. Este libro es
considerado una herramienta sumamente útil para todos aquellos directores, productores,
escritores, guionistas y diseñadores que se dedican a narrar historias. Claro que Campbell
no inventó nada nuevo sino que su valorable aporte según Christopher Vogler fue: “haber
recopilado estas ideas, haberlas reconocido, articulado, dado nombre y organizado
sistemáticamente. Por primera vez expuso el modelo que subyace y da vida a todas las
historias que se han contado hasta el presente.” (2007, p. 42)
El autor estudió el mito del héroe que se encuentra básicamente y estructuralmente en la
literatura que surge de los relatos escritos y de los, que en un comienzo fueron, orales.
Según Campbell, este ‘monomito’ es de alcance universal, en todas las culturas y en todas
las épocas. Vogler, autor de El viaje del escritor, explica cómo el mito llega universalmente a
todos y cada una de las épocas y de las culturas.
Dentro de la estructura, y de las etapas del viaje hay personajes que hacen funcionar la
historia, los arquetipos. La investigación de Campbell está absolutamente relacionada con el
trabajo del suizo Carl Gustav Jung (1875 – 1961), psicólogo, quien sostenía que “los
arquetipos son un reflejo de los diferentes aspectos de la mente humana” (p.42)
Ya sea Campbell en las diferentes culturas estudiando los mitos o Jung reconociendo una
similitud o correspondencia entre los sujetos que habitaban en los sueños de sus pacientes y
los arquetipos que pueblan la mitología, se logra reconocer la evidencia de que esto proviene
de algo más profundo y primitivo, “el inconsciente colectivo de la especie humana.” (Vogler,
2007, p.42)
De esa manera, estas historias le resultan al público cercanas y compatibles, están
conectadas con una parte muy profunda de ellos mismos.
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Christopher Vogler, plantea su propia terminología para el viaje del héroe planteado por
Campbell. Éste coloca en la estructura convencional basada en La Poética de Aristóteles, las
etapas divididas en tres actos.
En el primer acto, se encuentra el mundo ordinario; la llamada a la aventura; el rechazo de la
llamada; el encuentro con el mentor y la travesía del primer umbral.
En el segundo acto, las pruebas, los aliados, los enemigos; la aproximación a la caverna
más profunda; la odisea (el calvario) y la recompensa.
En el acto final, el tercer acto, el camino de regreso; la resurrección y el retorno con el elixir.
El 1° acto comprende, idealmente, las primeras 30 páginas del guión.
El mundo ordinario. Para crear un contraste con el resto de la historia, la primer etapa hará
que el espectador vea al héroe en su mundo habitual, dónde se encuentra cómodo, dónde
están sus amigos o conocidos y, por sobre todo, el ambiente que será compatible con él. De
esa manera, se produce un golpe fuerte en el próximo estadio.
La llamada a la aventura. El protagonista recibirá un desafío, aunque sea mínimo, éste no
podrá quedarse ya cobijado en la comodidad de su mundo. Vogler explica: “La llamada a la
aventura establece las reglas del juego, plantea la contienda y define el objetivo del héroe.”
(2007, p.48)
El rechazo de la llamada. Relacionada estrechamente con el miedo del personaje, es una
etapa que puede encontrarse, o no en el viaje. Habla mucho del protagonista.
Es el momento en el que aún no está implicado en la travesía, su compromiso es todavía
muy débil, se enfrenta a sus temores, a lo peor… lo desconocido. El héroe, necesitará un
empujón externo, en general para ello está el Mentor, figura arquetípica que se profundizará
en el punto 3.1.2.
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El encuentro con el mentor. Según Vogler “A estas alturas del relato muchos escritores
habrán introducido ya a un personaje semejante al del mago Merlín, que habrá de erigirse en
el mentor del héroe” (2007, p.49)
Esta etapa está estrechamente relacionada con la aparición del Mentor, la relación que se
forje entre ambos es clave en la mitología y se asemeja a la de padre e hijo, maestro y pupilo
y Dios y hombre.
Brevemente, la función de este arquetipo, tan importante como para que una de las etapas
contenga su nombre, es preparar y ser la guía del héroe. Como se dijo antes, será quien
empuje al protagonista al traspaso del umbral, pero no podrá llegar con él al final.
La travesía del primer umbral. Finalmente, el héroe se pone en marcha y traspasa el umbral.
Cruza la línea hacia la aventura. El mundo especial, le deparará aventuras, una tras otra.
Obstáculos que deberá sortear y por supuesto muchísimas complicaciones.
Este umbral, indica el cambio al segundo acto, “…afrontar el problema y pasar a la acción.
Ahora está totalmente comprometido con el viaje y ya no puede dar marcha atrás.” (p.50)
El 2° acto corresponde al desarrollo y crisis, y se encuentra en las 60 páginas del guión con
las siguientes etapas:
Las pruebas, los aliados y los enemigos. Como indica el nombre de esta etapa, apenas el
héroe ingresa en el nuevo mundo, se irá encontrando con las complicaciones, aquellos que
lo desean ayudar y aquellos otros que harán todo lo posible para destruirlo. De esa manera
este acto es el central el desarrollo de la historia.
Por lo general, existe un lugar común a todas (o casi todas) las historias, algo que surge en
el western y luego se fue adaptando, el salón, la cantina o el bar, es allí por lo general donde
los autores condensan estas tres cuestiones, plantear conflictos, dar a conocer a los amigos
y a quienes harán sufrir al protagonista durante todo el relato.
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La aproximación a la caverna más profunda. “La aproximación engloba, por tanto, todos los
preparativos previos a la entrada en la caverna más profunda y el enfrentamiento con la
muerte o un peligro supremo” (p.53)
Aquí se encuentra el mayor peligro, por lo general, es un lugar bajo tierra. Está relacionado
con el reino de los muertos, el Hades, en la mitología griega. Pero no es una condición sine
qua non. En definitiva, allí se encuentra el enemigo máximo, al penetrar aquel lugar el héroe
estará traspasando el segundo umbral.
La odisea (el calvario). “Pero Jehová tenía preparado un gran pez que tragase a Jonás; y
estuvo Jonás en el vientre del pez tres días y tres noches. Entonces oró Jonás a Jehová su
Dios desde el vientre del pez.” (Jonás 1:17 – 2:1, 1960, p.895)
El héroe toca fondo, se enfrenta a la muerte y la audiencia duda de si vivirá o perecerá frente
al mal. Es un momento negro, oscuro. Nadie sabe lo que ocurrirá… Es un momento crítico,
la idea es que el héroe sea doblegado de tal forma que parezca morir, para poder renacer. El
público está, idealmente, en este momento absolutamente identificado con el protagonista,
debe sentirlo intensamente.
La recompensa. “Analógicamente, el héroe puede incrementar su atractivo tras haber
superado el calvario. Con tesón y constancia se ha ganado el título de ‘héroe’, tras haber
corrido un riesgo extremo por el bien de la comunidad” (Vogler, 2007, p.55)
Claramente, el autor expone el concepto correcto, el héroe en este momento deja su ego de
lado y se conduce hacia el bien del prójimo. Virtud, crucial, del arquetipo. (Véase punto 3.2.1)
Éste es el momento de festejar, el personaje obtuvo aquello que anhelaba y se genera una
distención. Aquí se recobran las fuerzas para poder terminar el viaje… Llega el tercer acto.
El 3° acto es el clímax, y se desarrolla en las últimas 30 páginas del guión. El camino de
regreso. Esta etapa confirma que el héroe debe regresar. Las fuerzas del mal que se creían
extintas vuelven en busca de aquello que les fue robado, el objeto mágico. El personaje debe
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irse, escapar. Se rectifica que ése no es su mundo, y debe volver. Aún no ha terminado pero
tiene que comenzar la vuelta a casa, su mundo ordinario.
La resurrección. “Estos momentos de muerte y renacimiento transforman al héroe, tanto que
regresa a su vida ordinaria anterior convertido en un nuevo ser con nuevas miras” (Vogler,
2007, p.56)
El hecho de renacer y purificarse, será necesario para completar la transformación. Así como
Jesucristo muere, desciende a los infiernos, resucita en un nuevo cuerpo y asciende a los
cielos, donde pertenecía; de esa manera el héroe pasa una suerte de examen final, aquello
que aprendió en el viaje se aplica allí.
El retorno con el elixir. Finalmente, el héroe regresa al mundo ordinario con algo. Un trofeo,
una poción curativa, algo. En el caso de volver con las manos vacías, deberá revivir todo el
viaje. Por ende, este momento, se puede condensar en traer una enseñanza a su
comunidad, o simplemente una buena historia. Claramente dependerá del género a tratar;
pero el saldo debe existir.
Hay que recordar que El Viaje del Héroe surge en la Grecia clásica, donde el pueblo era
instruido por medio del teatro y las historias que allí se narraban, de manera que es crucial
considerar qué es lo que el protagonista consiguió en esa travesía.
3.2. Arquetipos
En el mundo de los cuentos de hadas, mitos y leyendas que se encuentran en las diferentes
culturas, se puede apreciar cómo hay personajes similares entre obra y obra, no de manera
exacta pero si se asemejan a grandes rasgos. Estos son los arquetipos, personajes similares
que se repiten, una y otra vez.
Christopher Vogler, en su libro, El Viaje del Escritor (2007) explica el trabajo de Jung.
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Al describir estos personajes comunes, los símbolos y relaciones que se establecen, el psicólogo helvético Carl G. Jung optó por emplear el concepto del ‘arquetipo’, aludiendo con ello a los modelos de la personalidad que repiten desde tiempos antiguos de suerte que suponen una herencia compartida para la especie humana en su totalidad. (p.60)
Anteriormente se desarrollaron las etapas del viaje del héroe, estudiadas y tratadas por
Joseph Campbell. En este caso y de la misma manera el psicólogo Carl G. Jung, relacionó
aquellos seres que aparecían en los sueños de sus pacientes con los que recurrentemente
leía en las historias de ficción, en mitos o leyendas. De esta manera nacen los arquetipos.
Para Vladimir Propp (1895 – 1970) serán, según indica en su libro Morfología del Cuento,
funciones intercambiables que los personajes llevarán como máscaras en distintos
momentos de la historia. De esta manera enriquecen la obra y producen diferentes
emociones o efectos en el espectador.
A su vez, pueden verse como facetas dentro de la personalidad del héroe, tanto para bien o
para mal durante el transcurso de la historia este personaje se irá transformando hasta llegar
a ser un “ser completo”. De eso se trata; más adelante, se verá en profundidad al Héroe y
sus características.
Los arquetipos principales son el Héroe, el Mentor, el Heraldo, el Guardián del Umbral, la
Figura Cambiante, el Embaucador y la Sombra. Claro que existen tantos arquetipos como
cualidades humanas pueden contarse, son infinitos y sumamente específicos, pero es
importante destacar que todos ellos derivan de los siete más importantes.
En los siguientes párrafos se indicará en qué consisten las funciones de los arquetipos antes
mencionados.
El Héroe, es el personaje central de la historia, puede ser femenino o masculino. Estará
dispuesto a sacrificarse por un bien mayor, o el de una comunidad. Aunque suene trillado El
Héroe está allí para proteger y servir, así lo indica el origen griego de la palabra.
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El Mentor, es un personaje que ya se internó en el mundo especial, tiene la experiencia, los
conocimientos y en especial el o los objetos mágicos.
El Heraldo, no es necesario que sea un ser vivo; sencillamente proclama la aventura. Realiza
el llamado. Pone al héroe en conocimiento de su misión.
El Guardián del Umbral, tal como su nombre lo indica, este arquetipo estará en cada Umbral,
especialmente en el 1°, para evitar el paso de los indignos, aquellos que no se lo merezcan.
Una de las primeras pruebas del héroe será convencer al Guardián, utilizando su intelecto,
ingenio, quizás algún objeto mágico que el Mentor ya le entregó.
La Figura Cambiante, es el personaje de las mil caras, históricamente en el cine clásico
retratada como la Femme Fatale, pero no es una condición. Puede ser malvada/o y cambiar
conforme transcurre la historia o viceversa. En ocasiones confunde al héroe, lo manipula, lo
hará creer cosas que no son ciertas y estará aliada con la Sombra. O tal vez, cambie de
parecer y se convierta en una ayuda para el personaje principal.
El Embaucador, es una distensión. La figura cómica que intenta ser el contrapeso ante la
seriedad del Héroe. Como ya se ha comentado estos arquetipos son combinables, por lo
tanto el Héroe puede realizar las veces de embaucador haciendo que el espectador se
distienda en plena batalla con el enemigo, por ejemplo.
La Sombra es el mal. El antagonista del héroe, su mayor enemigo. Aquello que puede
derrotarlo, que lo puede frenar en alcanzar sus objetivos. En este juego complejo de
máscaras, la sombra puede alojarse dentro del héroe y que éste deba así recorrer un camino
de tensión, lucha y liberación de sí mismo. En ocasiones el género thriller psicológico es un
indicio de esta característica.
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3.2.1. El Héroe
Ya que Indiana Jones es uno de los héroes del cine de aventuras más reconocido, es
necesario adentrarse específicamente en las características de este arquetipo.
Vogler, en El viaje del escritor explica la función psicológica que según Sigmund Freud (1856
– 1939) este personaje fue denominado ego. Aquella parte que se separa de la madre y es
diferente al resto de los seres humanos. Este arquetipo será aquel que trascienda los límites,
cumpla los sueños e ilusiones del ego.
Así es como lo que se llama Viaje del Héroe es el camino de separación de ese personaje,
dejar un lugar, una familia, una tribu, costumbres, su propia soledad, entre otras tantas
variantes. Se asemeja según Freud a la separación materna, una travesía en busca de su
identidad y completitud.
El Héroe tiene el mismo arduo trabajo que cada ser humano ordinario, éste “consiste en
integrar estas partes separadas en una sola entidad completa y equilibrada” (Vogler, 2007,
p.66). De esta manera se logra encontrar una de las funciones primordiales de este
arquetipo; la identificación con el público es la misión central del Héroe.
Deberá ser los ojos del espectador dentro de la película, narración o espectáculo teatral. Es
por eso que el protagonista estará repleto de cualidades únicas y universales. Ser amado,
amar, el éxito, sobrevivir, vengarse, libertad y poder hacer justicia; son en rasgos generales
esas cualidades, deseos y anhelos profundos por los que hombres y mujeres se movilizan.
Claro que desde la Antigua Grecia los ciudadanos se acercaban a los anfiteatros para asistir
a las maravillosas historias que cómo personas ordinarias no podían vivir en carne propia.
Hoy, el mecanismo es similar, hombres y mujeres; niños o ancianos, son convocados en
masa para despegarse de sus vidas chatas y por unas horas, correr peligro, luchar con la
bestia, ganar a la doncella o al príncipe… y todo desde la comodidad de una butaca. Así
como es necesaria la identificación y proyección, este arquetipo debe ser único. De alguna
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manera combinar la universalidad y la originalidad, reside en cuán diestro sea el autor o
guionista, ese equilibrio marcará el éxito o el fracaso del personaje. La idea central es evitar
los estereotipos, aunque es muy fácil caer en ellos. Y con respecto a esto, Indiana Jones
está al borde de ser uno de ellos. Qué delicada trama se tejió en él para que el público lo
acepte. Y, por sobre todo, qué identidad tan fuerte generó que después de él, todas son
meras imitaciones. Estas cuestiones serán develadas en los próximos capítulos.
La segunda función dramática es el crecimiento; que el protagonista sea aquel que puede
absorber más información, aprender y desechar conocimientos con agudo criterio. Es lo que
lo convertirá en El Héroe. Regresando a la teoría del ego de Freud, este personaje logra
obtener el premio final, cuando se completa. ¿Cómo? Habiendo estado en contacto con
todos los demás arquetipos, toma aquello que lo fortalece, tanto física como
psicológicamente. Y se convierte en el Yo habiendo incorporado las partes separadas.
La próxima función, es la acción; el héroe será quien la lleve adelante. Si bien hay
personajes que, tal como se verá luego, son reticentes en la etapa del llamado de la
aventura, en el momento en que pasan el primer umbral resultan imparables. Las pruebas y
los enemigos serán obstáculos pero de una u otra forma saldrá airoso, o no. Pero la realidad
es que mueve las piezas hacia adelante. Cada vez, se compromete más y más con la tarea
encomendada. Así aparece la cuarta función, el sacrificio, una de las más importantes, se
puede decir que es una condición. El aprendizaje lo lleva por un camino de despojo y
lentamente comienza a perder y a ceder, desde cosas materiales hasta – en algunos casos -
su propia vida. Siempre en beneficio de un bien mayor. El bienestar de un grupo o
comunidad que dependerá de él.
Así mismo el enfrentamiento con la muerte se convierte en otra función clave. Desde pelear
con ella y salir ileso; o morir. O en un plano más simbólico morir y renacer renovado;
habiendo obtenido la sabiduría de su mentor, por ejemplo.
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Finalmente, los defectos que tengan estos personajes serán los que los humanicen.
Nuevamente la identificación se intensifica cuando el protagonista vaga por el mundo, solo,
con el corazón roto, lleno de vicios, y con miles de contradicciones. Estos y muchos más
logran que la audiencia encuentre la verosimilitud y atractivo de los héroes. En última
instancia, el intento de superación personal es un deseo intrínseco en el ser humano.
3.2.2. Tipos de héroes
Así como en las sociedades las personas que las componen son particular y peculiarmente
disímiles así también lo son los héroes. Algunos están felices de afrontar la travesía, otros
intentan escapar del designio divino. Existen los sociables y los solitarios, aquellos que no
parecen… los antihéroes, y muchos más. En las siguientes líneas se explicará con mayor
precisión en qué consisten los distintos tipos de héroes existentes, según Christopher Vogler.
En primer lugar, y el autor hace una primera división entre los héroes resueltos; aquellos que
están motivados, animados, quieren seguir en el frente de batalla, valientes, sumamente
entusiastas y activos. Los reticentes, por el contrario, son pasivos, están llenos de dudas y
necesitan ser empujados a la aventura.
Claramente, ambos pueden llevar a cabo una historia interesante, mejor dicho estar al frente
de una, ya que mientras el héroe resuelto lleva adelante cada escena y secuencia de la
película, el héroe reticente estará anclado en su sofá creyendo no estar lo suficientemente
listo para afrontar la aventura. Ambos tendrán que pasar por todas las etapas del viaje y
transformarse.
Ahora bien, los antihéroes, “nos identificamos con estos seres extraños, forasteros en su
realidad” (Vogler, 2007, p.72). Tal como el autor indica, estos personajes son aquellos con
los cuales el espectador se identificará más, se caracterizan por ello. Este tipo de héroes, por
alguna razón se encuentra por fuera de la ley. Existen dos tipos de antihéroes, aquellos que
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arrastran un dejo de cinismo e indiferencia, por algo que les causó dolor en el pasado. Y por
el otro lado, el héroe trágico, como Macbeth, suele ser desagradable, triste, deplorable y
puede no conectarse inmediatamente con el público o quizás… nunca.
Terceros en la lista se encuentran los Héroes Sociables, el nombre probablemente resulte
confuso pero si se lo analiza etimológicamente se comprenderá lo simple que resulta. Son
personajes que viven en una comunidad o sociedad, efectivamente ése es su Mundo
Ordinario. De esta manera, el protagonista deberá salir del grupo y resolver los problemas en
soledad; transformarse y regresar con el elixir para beneficio de todos quienes lo esperan.
En contraposición directa a los anteriores, se encuentran los Héroes Solitarios, “… la soledad
es su estado natural” (Vogler, 2007, p.73) la historia los encuentra alejados, en general
fueron marginados o excluidos por alguna razón. La aventura los llevara, quieran o no, al
interior de un grupo, equipo o comunidad. Tendrán que ayudar a los personajes allí, su
transformación ocurre por y para ellos. Finalmente regresan a la soledad, los finales de los
westerns; el vaquero, yendo hacia el horizonte con su caballo al atardecer; es una postal
muy común que ejemplifica correctamente este tipo de héroe. De todas formas, se tiene en
cuenta la opción que decida quedarse con el grupo y reintegrarse.
En el último puesto se encuentran los Héroes Catalizadores, ellos no sufren cambios
grandes o notorios sino que inducen el cambio. Como su nombre lo indica, son
catalizadores, así como una sustancia química, será quien genere el cambio en los demás
personajes. Ejemplos de estos héroes, serán los Superhéroes.
Es crucial que puedan cambiar o modificarse de alguna forma para otorgarle verosimilitud a
la historia.
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Capitulo 4. El héroe en lo profundo: Indiana Jones
“Spielberg quiere hacer de su protagonista Indiana Jones un héroe, en el sentido más clásico del término en
busca del Arca de la Alianza – el testimonio de Dios en la tierra-.”
(Cantero, 2006, p. 174)
El análisis de las cuatro entregas del aventurero será necesario para ingresar de lleno en el
mundo que crearon Steven Spielberg y George Lucas a fines de los años 70.
En busca del arca perdida (1981), primera parte de la hazaña del profesor universitario y
arqueólogo temerario, sorteando peligros y obstáculos por doquier, se enfrenta a los nazis
para evitar que tomen poder del Arca de la Alianza. Indy se muestra escéptico hasta que
descubre que hay muchas cosas que escapan de los libros.
Tres años después llega la secuela, Indiana Jones y el templo de la perdición (1984), los
afiches rezaban “¡El protagonista de En busca del arca perdida en una aventura totalmente
nueva!”, respetando la estructura, el Dr. Jones se encuentra en peligro inminente en los
primeros minutos del film, esta vez la acción se aloja en Shanghai un año antes de los
sucesos que marcaron la de 1981. A diferencia de la anterior ésta tuvo más elementos
paródicos y eso no gustó mucho a la crítica, aunque para el público de la época no
representó nada negativo. La muchacha que acompañó al hombre del látigo y el sombrero
esta vez era una cantante, que responde al modelo clásico de dama en peligro de los años
40.
La tercera entrega llegó con unas cuantas novedades, Indiana Jones y la última cruzada
(1989), traía consigo la promesa del final, una expectativa de despedida que se mantuvo
diecinueve años. En esta nueva película, que muchos críticos la comparan con la primera,
aparece el padre de la criatura, el profesor Henry Jones, interpretado por Sean Connery (n.
1930). Aquí se le permite al espectador ingresar en el mundo privado, Indy adolescente, así
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da comienzo este film de finales de la década. Desapariciones, más obstáculos, enemigos y
el Santo Grial. La película tuvo buena recepción, tanto el público como la crítica aceptaron
alegremente este tercer, y supuestamente, último filme.
Pero una apuesta de parte de Spielberg y Lucas, hizo que en 2008, regresara el temerario
Jones, ya cincuentón casi retirado y fuera en busca de un amigo perdido. Indiana Jones y el
reino de la calavera de cristal, la prueba de que aún Indy tenía algunos trucos bajo la manga.
El detalle interesante del cuarto film, es la entrada de un nuevo miembro de la familia,
veinteañero, fuerte y con ganas de seguir los pasos de… su padre, Mutt Williams “Jones”
interpretado por Shia LaBeouf (n. 1986). Hijo de Marion e Indiana, la pareja central de la
primera película.
Cómo son, la estructura, los personajes, los conflictos, entre otros detalles de cada una de
las cintas de aventuras que marcó la década del 80.
4.1. En busca del arca perdida. Versión 1981.
Se puede encontrar esta película bajo varios nombres, Indiana Jones y los cazadores del
Arca Perdida así se ve en las nuevas ediciones de DVD de la compañía nacional AVH; pero
si se traduce del inglés esta primera entrega de las aventuras de Indy, no lo tenía a él en el
título sólo se podía leer Raiders of the Lost Ark (Los cazadores del Arca Perdida), otras
traducciones se quedaron con En busca del Arca Perdida.
Al comienzo de la década de los 80 una silueta masculina coronada con un sombrero a
contraluz presentaba a quién se erigiría como uno de los héroes de la época. Dejando lugar
al misterio la escena avanza y no muestra su rostro aún, solamente algunos elementos que
comiencen a hablar del personaje. El director ubica al espectador, parece una expedición en
medio de una zona selvática, es América del Sur y corre el año 1936. El misterioso hombre
sostiene un mapa y recorre el escenario seguido por dos nativos que no entienden muy bien
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quién es. Uno de ellos decide dispararle y él se defiende utilizando un látigo. De las sombras
se asoma un hombre joven, de unos 30 años, se ve desaliñado, sudado y con la barba
cuidadosamente crecida. Lleva un sombrero, una campera de cuero, una camisa blanca
percudida y unos pantalones, todo combina.
Ingresan a una cueva, aparentemente un “competidor” de este mercenario murió intentando
entrar en aquel lugar. Sobre un altar de piedra se alza una pequeña estatuilla dorada,
cuidadosamente la remueve compensando el peso con una bolsa de arena pero todo el lugar
comienza a desmoronarse. El sujeto con el que estaba le roba el ídolo de oro y lo deja atrás
pero Indiana logra salir ileso, y recuperar la figura. Al evitar varias trampas más, como la
gran piedra redonda que lo persigue por el interior de la caverna, y se convirtió en una de las
escenas más emblemáticas del filme, el aventurero sale sano y salvo. Pero otro colega, que
aparentemente él conoce muy bien, llamado Belloq lo está esperando para quitarle la pieza y
para asesinarlo. Logra huir en una avioneta con un piloto amigo que lo esperaba, allí conoce
a su mascota Reggie, una enorme culebra, y da a conocer su fobia más grande, las
serpientes. Información que luego le será muy útil al espectador.
La presentación no estaría completa si no se viera al doctor Henry Jones en el aula. La otra
parte que conforma al dual personaje, la enseñanza. Se lo ve, prolijo, limpio, afeitado,
peinado, con lentes y envuelto en una chaqueta de tweed, en las primeras filas del auditorio
sólo hay chicas admirándolo y suspirando por él. Mientras explica temas inherentes a la
arqueología, aparece Marcus Brody, amigo de Jones y su conexión con el museo. Indiana
pasa el parte de la expedición que se acaba de ver, puede volver y conseguir aquel ídolo de
oro que le quitaron de las manos, pero Brody tiene algo mas para él. Lo buscan personas del
gobierno, sin saber para qué, Indy va a hablar con ellos.
La presentación formal del personaje la realizan mediante un par de líneas de diálogo los
hombres del servicio de inteligencia, “Dr. Jones, hemos oído de usted. Es profesor de
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arqueología, experto en ciencias ocultas. Y, ¿cómo decirlo? “Obtenedor” (sic) de
antigüedades raras.” La naturaleza dual del personaje queda clara desde un comienzo.
Los sujetos, le preguntan sobre el paradero de un tal profesor Abner Ravenwood, indican
que eran amigos pero hace diez años tuvieron un altercado y desde ese momento no se
volvieron a hablar. Este hombre resulta ser un experto en la investigación del Arca de la
Alianza, el lugar donde se guardan las tablas de los diez mandamientos. Aparentemente los
nazis encontraron el lugar y comenzaron varias excavaciones para tomar posesión de ella.
En el caso de que aquello ocurra según la mitología, quien la posea será invencible y esto es
lo que esperan Hitler y su equipo de arqueólogos.
El llamado a la aventura ya está hecho, Indiana Jones está a punto de ingresar en el mundo
especial, lleno de enemigos, peligros y romance. Se menciona a una mujer, Marion, y Jones
se muestra preocupado al respecto, los realizadores implantan la duda, ¿quién es ella?
El recorrido del avión es indicado en un mapa, las imágenes del cielo con la nave y un
camino rojo que avanza por el globo, son superpuestas y llevan al personaje a Nepal.
En una cantina una mujer, una joven sonriente, rodeada de hombres juega apuestas y toma
shots de alcohol por dinero. El campesino frente a ella se desmaya y ella se queda con el
dinero. Mientras el bar se vacía una silueta con sombrero se proyecta en la pared y dice su
nombre, Marion. Un antiguo amor, hija del profesor Ravenwood, el hombre murió. Pero Indy
busca una pieza que él tenía. Mary está resentida y dice que no sabe donde esta ese
pedazo de bronce; en verdad lo tiene colgado del cuello.
Tras irse Jones, unos alemanes atacan a Marion, el héroe regresa para salvarla, en medio
de las llamas, ellos escapan con el medallón y ella se asocia con él. Emprenden camino
hacia El Cairo, donde se alojará todo el segundo acto.
Este es el momento en que se establecen las pruebas, los aliados y los enemigos. En Egipto
Indy, conoce a un excavador, Sallah será una de sus mayores ayudas, además de darle un
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lugar donde quedarse, le proporcionará información sobre la gran excavación que los nazis
están llevando a cabo y además le dirá quién está al mando, Belloq, el arqueólogo que fue
presentado en el comienzo del filme. Al parecer están muy cerca del Pozo de las Almas, el
lugar en donde se supone que está el arca.
Una persecución por el mercado egipcio, el secuestro y posterior muerte de la chica coloca
las cosas en perspectiva. Una breve reunión con Belloq, indica cual es el interés casi divino
del arca, "una radio para hablar con Dios”, la ambición por el poder, lo mágico y por lo
desconocido es una característica de la saga que se establece en esta primer entrega.
Existe una noticia mala y una buena, la mala es que los alemanes y sus aliados intentan
asesinar a Indiana Jones por todos los medios posibles; pero la buena es que Belloq está
cavando en el lugar incorrecto por lo tanto aún hay esperanzas para Indy, todavía puede
conseguir el arca primero.
El aventurero y su amigo Sallah se infiltran en el campamento nazi con la esperanza de
conseguir la verdadera locación del Pozo de las Almas. Finalmente Indiana lo consigue,
intentando escapar sin ser visto, se mete en una carpa y allí encuentra a Marion Ravenwood,
amordazada. Para su felicidad ella está viva, pero decide no sacarla de allí porque sino
sospecharían; así que la deja atada y promete que volverá a buscarla.
Jones comienza una excavación paralela a la alemana, y luego de varias horas consigue
encontrar el lugar, en medio de una noche tormentosa hallaron el supuesto pozo. El
problema es que allí dentro hay miles de serpientes de distintos tamaños, la audiencia
conoce cuanto miedo Indy les tiene y eso proporciona un reto mayor para el aventurero.
Mientras tanto Marion utiliza sus encantos y su alta resistencia al alcohol con Belloq, para
intentar escapar, pero Toth dispuesto a todo, llega para hacerla hablar a la fuerza.
Indiana y Sallah dentro del pozo encontraron algo interesante, el Arca de la Alianza. Pero los
nazis y el arqueólogo francés ya conocen su paradero, toman posesión del preciado objeto y
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tal como en el comienzo Belloq se apodera de lo que Jones encontró. Para librarse de él y
de Marion, esta vez, en forma permanente los encierran en el pozo. El escape no se hace
esperar y ambos huyen.
A caballo y con la música que John Williams compuso para este personaje, Indiana Jones
persigue el camión que transporta el arca, logra subirse al vehículo y robarlo. Con un tiro en
el brazo, algunos moretones y magulladuras. Indiana sale triunfante, emprende el regreso en
barco a Londres, con Mary y el tan importante objeto. Pero son interceptados, los alemanes
no tardan en llegar y una vez más se lo quitan de las manos y se llevan a la chica. Él los
persigue hasta la isla donde será llevado a cabo el ritual que abrirá el arca. Pero allí dentro
solo hay arena, partículas poderosas, espectros salen de allí, fuego y muchas otras
calamidades. Todos aquellos que miraron lo que había allí dentro murieron horrendamente,
explotaron, se desintegraron y hasta se derritieron. En cuanto al Arca de la Alianza, ésta se
volvió a cerrar y Marion e Indiana resultaron ilesos.
De vuelta en Estados Unidos, el gobierno tomó posesión del poderoso objeto, sin permitirle
el acceso ni a Jones, ni a Brody, ni al museo. Ante las preguntas de los dos especialistas los
agentes indicaron que se la guardaría en un lugar seguro, y sería estudiada.
Finalmente, Indy y Mary se van juntos de allí, el espectador comprende que ellos son tal para
cual.
Pero Spielberg decide mostrar, que hicieron con el arca, ésta es guardada en una caja de
madera y rotulada como propiedad del gobierno y apilada con otro montón de cajas en un
depósito gigantesco. Lugar que los realizadores retomaran en la cuarta película, el área 51.
4.2. Indiana Jones y el templo de la perdición. Versión 1984.
Cronológicamente la segunda película se instala un año antes que la primera, y como ya se
indicó anteriormente en el Proyecto de Grado no tuvo las mejores críticas. Si bien mantenía
52
globalmente la estética general del filme anterior las expectativas eran tan altas que en esta
secuela, Spielberg y Lucas no llegaron satisfacer a todo el público que esperaba ansioso un
nuevo capítulo en las aventuras de Jones.
A diferencia de las otras tres películas de la saga los primeros segundos de la cinta llevan a
la audiencia hacia el mundo del musical, en medio de los colores brillantes, las luces y la
canción Anything goes en un idioma oriental, el director presenta a quien será la damisela en
peligro y compañera de Indiana esta vez. Una cantante rubia, vestida llamativamente
entretiene en un sofisticado club de Shanghai a personas de la alta sociedad china, corre el
año 1935.
Inmediatamente después del término del número musical Indy aparece en escena,
elegantemente se pasea con un esmoquin y se sienta en una mesa para tener una reunión
con alguien aparentemente muy importante, hablan sobre un objeto preciado, la charla
comienza a tornarse un tanto violenta y la cantante llega para alivianar el momento, Willie
Scott pide ser presentada con el arqueólogo. Pero tan sólo retrasa el intercambio, Jones
resulta envenado y una pelea se desarrolla en el club. Un despliegue monumental de
bailarinas, extras y dobles de riesgo toman el control de la escena. El brillo, las luces y la
música, suenan y completan la secuencia. Indiana Jones escapa con la chica que lleva con
ella el antídoto y juntos saltan a través de una ventana.
En esta huída la audiencia conoce al tercer miembro del equipo de Indy en este viaje, Short
Round, un niño que será su compinche, su ayudante y a su vez, jugara el rol de
embaucador.
El bar del que escapan tiene un nombre conocido, para aquellos fanáticos atentos y
observadores se puede leer claramente antes de que comience la persecución en los autos,
que el lugar lleva el nombre Obi Wan, uno de los personajes de La Guerra de las Galaxias
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(1977-2005) saga que creó George Lucas; los guiños para la audiencia aparecen uno tras
otro.
La carrera continua, devastando todo el centro de Shanghai y sus mercados, los tres logran
subirse a una pequeña avioneta, creyendo que ese sería el final, pero no. Trazándose sobre
el mapa animado el recorrido de los personajes sobre el vehículo aéreo, el piloto y el copiloto
abandonan la nave arrojándose en paracaídas, en medio del camino. Improvisando un
escape Jones toma un bote inflable, los tres caen deslizándose sobre la nieve, mientras la
avioneta se estrella en las montañas.
Como si fuera poco caen a un río y al llegar a la costa Indiana comprende que han arribado a
la India.
Esta vez Indiana Jones emprende el viaje del héroe teniendo como objetivo recobrar una
piedra sagrada que fue robada a una tribu hindú. El bienestar de la comunidad deberá ser
restaurado para que él regrese a su mundo ordinario. Los habitantes que allí residen se
ofrecen a ayudarlo a regresar a su país si solo si, él recupera a Sivalinga, la roca sagrada.
Aparentemente la muerte sobrevino a la aldea tras el robo, los campos se secaron, el agua
también, pero lo peor fue que se robaron a los niños.
El segundo acto, lleva a Indiana a Pankot para comenzar la búsqueda. Tras la llegada de un
niño que escapo del palacio del mal casi agonizante sosteniendo pedazo de tela Indy decide
ir tras la pista de Sankara, que otorgara fortuna y gloria a quien obtenga todas las piedras.
Casi dos días en elefantes fueron necesarios para que el equipo llegue al palacio, el
contraste entre Willie, la cantante quisquillosa y las pocas comodidades de la jungla otorgan
un fastidio que son compartidos tanto por el espectador como por el protagonista.
Civilizadamente le dan la bienvenida a Pankot y los tratan como invitados de honor en un
banquete un poco exótico, mientras Indy intenta conseguir información sobre la maldición,
los sacrificios humanos y la piedra, la señorita Scott aprovecha para infartarse con cada plato
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que traen; serpientes, escarabajos y hasta cerebros de mono. Sin haber conseguido mucho
más que la antipatía de las autoridades Jones vuelve a su cuarto, no sin antes flirtear la
rubia. En esta entrega el factor erótico es más alto en comparación con la primera película ya
que Marion representaba rebeldía, fortaleza y un interés romántico para el aventurero a
diferencia que en esta ocasión. Willie es coqueta y sexy, despierta en Indy el deseo y la
pasión.
Pero para aquellos que les aburre los momentos de romance la acción no se hace esperar,
dentro de la habitación hay un hombre dispuesto a asesinar Jones. Él se defiende pero
evidentemente las repercusiones de los temas tratados en la cena hicieron enojar a alguien
poderoso.
Buscando alguna pista que lo acerque a la piedra, encuentra un pasadizo en la habitación de
Willie, unos jeroglíficos en la roca indican: “Sigue las huellas de Siva”, Jones y el pequeño
Short ingresan dejando a la quisquillosa mujer fuera de la misión, pero tras quedarse
atrapados en una celda mortal, la señorita Scott será la única que podrá ayudarlos, luego de
salir, continúan los tres adentrándose en las endiabladas cavernas.
Sonidos de tambores y canturreos llegan a sus oídos, un ritual thuggee se está llevando a
cabo, el color rojo invade la escena, todo indica que están a punto de realizar un sacrificio
humano, aparentemente no son solo cuentos.
En esta ocasión la magia negra y el ocultismo encuentran su lugar en guión a diferencia de
en las otras películas de la saga. Una vez que culmina la ceremonia, Indy desciende para
recuperar la piedra, la consigue pero en su ausencia Willie y el niño son capturados sin que
él se entere.
Indiana Jones se guía por unos gritos que oye y encuentra a los niños robados del pueblo,
todos siendo explotados y utilizados para el trabajo, los golpean mientras excavan. El
aventurero no tarda en ser atrapado también, y en ese encuentro con el villano, que resulta
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ser quien la noche anterior lo atendió tan amablemente en la superficie del palacio, recibe la
explicación sobre todo lo que ocurre.
Tienen a los pequeños cavando como esclavos porque suponen que en las profundidades
de ese templo están las piedras que faltan para tener la colección completa de Sankara. Y
para variar las ambiciones de este villano son, en pocas palabras, dominar el mundo
pretendiendo acabar con todos los pueblos y religiones existentes.
El héroe toca fondo, es capturado y sometido a beber sangre para convertirse en un
seguidor de Kali Ma, su dios. Para el espectador a funcionado, Jones ya no existe y se ha
convertido en uno de ellos, participa del ritual y permite que Willie sea ofrecida como
sacrificio a la deidad.
Mientras tanto, bajo tierra, Shorty intenta liberarse de las cadenas que lo mantienen cautivo,
después de varios intentos lo logra. Cuando se encuentra a Indy completamente cambiado
se asusta ya que éste lo golpea, el niño se defiende con su antorcha y en cuanto Jones se
acerca, el aventurero le dice que está bien. La audiencia regresa confiada, Indiana Jones
está allí para salvar el día, entre golpes, el héroe recupera a la muchacha que colgaba
desmayada sobre la lava.
Por último, antes de irse deben llevarse consigo a todos los niños que han sido robados. Las
criaturas salen corren por las calles felices de ser liberados, pero aún el trío continua dentro
del infierno, sus enemigos no admiten la derrotan y harán todo lo posible por mantenerlos allí
dentro.
Una famosa persecución en carritos de mineros, dentro de los túneles hace que la resolución
se haga esperar, pasada esa secuencia llega el momento de cruzar el puente colgante, el
mundo especial y el ordinario están muy cerca, pero aun falta un último obstáculo para
probar la fortaleza del héroe una vez más. Decenas de cocodrilos aguardan en el rio y en
tierra, sus demoníacos enemigos.
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Tras una encarnizada lucha, Indy resurge de las cenizas con la piedra sagrada, regresa a la
comunidad y se las entrega. Así también regresan los niños con sus familias, y el aventurero
comprende el poder de la piedra, aquello que en un comienzo solo eran historias, Indiana
Jones ha aprendido esta lección. Culmina el filme besando a la rubia que sigue sin quedarse
callada, la enlaza con su látigo y la atrae hacia sí.
4.3. Indiana Jones y la última cruzada. Versión 1989.
La tercera entrega de la saga, llega a finales de la década de los 80 para dar un cierre a la
saga, por lo menos por diecinueve años.
Luego de dos películas sin conocer mucho sobre la historia previa del personaje de Indiana
Jones, ésta última cruzada en los primeros minutos de cinta le brinda al espectador
información sobre la adolescencia de Jones.
Un grupo de scouts llega a unas cuevas del desierto de Utah montando a caballo,
desviándose un poco del camino, dentro de la formación rocosa, dos jovencitos descubren a
un grupo de hombres que están saqueando material valioso allí dentro. De espaldas a ellos
un hombre fornido y de hombros anchos, supervisa la excavación. Viste un sombrero, una
campera de cuero oscuro y un morral del mismo material. Para la audiencia esa silueta solo
tiene un dueño y siguiendo con la lógica de las entregas anteriores ese no puede ser otro
que Indy, pero cuando la luz llega a su rostro el espectador puede ver que no es él.
El hombre misterioso sostiene una cruz de oro en las manos mientras que sus ayudantes
festejan a su alrededor. Sobre la roca los dos jóvenes observan curiosos y uno, le pregunta
al otro que ocurre. Efectivamente corre el año 1912, uno de ellos es Jones, la cámara lo
muestra es tan solo un muchacho pero conoce aquella pieza. “Es la cruz de Coronado.
Cortés se la dio en 1520.” Realmente indignado Indiana sabe de su valor y entiende que ese
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tipo de objeto debe estar en un museo, envía a su amigo por ayuda mientras que en sus ojos
se dibuja la expresión que lo acompañara de por vida. Indiana Jones tiene un plan.
Los creadores dejan que el público termine de darle sentido a esta escena, todos saben de
Indy, el doctor Jones es capaz de cualquier cosa. Ya lo conocen, en las butacas las
personas comienzan a imaginar cómo hará para salir airoso, con esa cruz de la cueva; el
género instala las suposiciones y la espera de aquellas secuencias que con alguna
modificación se repetirán una y otra vez.
Sin dudarlo, el muchacho baja y toma la cruz; una mano temblorosa ingresa en el plano. Los
hombres siguen cavando sin notar el robo. Con éxito usa una soga para regresar a su
posición inicial, pero no todo puede salir bien, una viga de madera se rompe y los
malhechores descubren a Indiana. Comienza una persecución, pero el chico sale corriendo
por las rocas hacia el exterior. La banda sonora de John Williams acompaña el momento
continuando con la estética musical de los filmes anteriores.
Vestido de boy scout en tonos verdosos el personaje ya se define claramente, el sombrero
completa el vestuario dándole sentido; corre sin parar hasta que llega a un desnivel en la
montaña, con un silbido llama a su caballo, éste obediente aparece.
La carrera continua, Indy sobre el animal y los mercenarios en autos, intentan alcanzarlo. El
raid se vuelve vertiginoso ya que aparece un tren en el medio del valle, el chico sigue a toda
marcha en paralelo a la formación cirquera mientras los vehículos lo siguen. Jones salta al
tren y los hombres lo imitan, corriendo por encima de los vagones. Indiana ingresa a uno, el
de reptiles, siguen persiguiéndolo por adentro se encuentran con cocodrilos, serpientes de
diferentes tamaños. Y una vez más, un guiño para los fanáticos, el doctor Henry Jones
adulto odia con fervor a las serpientes, ¿está es la explicación? Ahora todo tiene sentido,
contorneándose sobre su cuerpo y reptando entre sus ropas decenas de víboras se le
quedan metidas en la camisa.
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Uno de los sujetos lo alcanza, Indy lo patea y sigue corriendo. Pero esta vez lo rodean son
tres contra él, logra zafarse de ellos pero el hombre del sombrero está frente a él no hay
nada que pueda hacer, excepto caer accidentalmente al vagón que contiene al león. ¡Bingo!
El felino no está de humor de hacer amigos pero el chico tampoco se dará por vencido. A su
derecha, un látigo, su herramienta preferida también fue adquirida cuando joven. Lo utiliza
torpemente pero logra que la bestia retroceda, los hombres afuera le ofrecen ayuda y él la
acepta. Una vez más se niega a darles la cruz e ingresa en el último compartimento, la
entrada reza: “Vagón mágico”. Como un escapista, Indiana se mete en una caja, y
desaparece. Lo próximo que se ve es que el muchacho corre por las vías, el hombre del
sombrero sonríe admirado.
Llega a su casa, intenta hablarle a su padre éste lo ignora. Mientras en la puerta de su hogar
aparece una procesión, el sheriff, y los hombres con quienes luchó por la cruz. Finalmente se
descubre que no eran mercenarios, ni ladrones sino aquellos que buscaban la cruz para el
heredero de Coronado.
El hombre misterioso con su campera de cuero se acerca, le sonríe, y no se marcha antes
de hacer uno de sus máximos aportes al personaje; quitándose el sombrero se lo coloca en
la cabeza, como si lo coronara entregándole la posta del aventurero.
Con tan solo un movimiento de cabeza, la acción se transporta a la Costa Portuguesa, una
noche de lluvia torrencial de 1938. E Indiana Jones adulto, sonríe socarronamente mientras
le propinan una golpiza.
Los personajes se encuentran en un barco hay una tempestuosa tormenta y una vez más
Jones tiene en su cintura la cruz de Coronado. Un hombre vestido elegantemente en blanco
indica que es la segunda vez que tiene que quitarle al arqueólogo algo de su propiedad y es
así, ya que es el mismo que se hizo pasar por el heredero, dueño de la pieza 26 años atrás.
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Como es de esperar, Indy se zafa de quienes lo tienen prisionero, recupera la cruz y sale
sorprendentemente del barco en medio del mal tiempo.
La dualidad de Jones se representa en la escena siguiente, un profesor bien peinado, con
lentes de marco ancho y una chaqueta de tweed, que les habla a sus alumnos, mostrándose
completamente escéptico sobre hechos, lo único que importa. Aclara que deben olvidarse de
las aventuras, las excavaciones, los mapas y las X que indican dónde se haya el tesoro; y
todas esas cosas que son cuentos de hadas.
La fórmula del género y en particular de las películas de este personaje, se repite una y otra
vez en el comienzo, la situación en el aula. Marcus Brody, su amigo y supervisor académico
arriba al aula y espera que Indy tenga la cruz con él. Fue la búsqueda de su vida y ahora ya
la tenía para entregársela al museo tal como había soñado.
Interesante comienzo para este filme, pero ¿cuál será el conflicto a resolver en esta entrega?
Henry Jones es contactado por un hombre, Donovan, que tiene una misión para él, y todo
aquello está relacionado con el Santo Grial, nuevamente los realizadores Spielberg y Lucas,
se ven envueltos en la mística bíblica. La mezcla exacta para comenzar una nueva
búsqueda. Indy en una primera instancia rechaza el trabajo y, de hecho, hasta los deriva con
su padre. Pero su interlocutor le indica que la encomienda es, justamente, buscar al director
de toda la expedición que es Henry Jones padre.
Un indicio que ya se le dio al espectador es la relación distante que ambos tenían y esto le
da interés a la trama.
Indiana emprende junto con Marcus, su amigo y supervisor, un viaje hacia Venecia pagado
por Donovan. Con las notas de su padre en mano, va tras él y también del Santo Grial. Una
búsqueda de lo divino en contraposición de los hechos y las pruebas sobre la existencia de
aquello que según los mitos puede darle la vida eterna a quien beba de éste.
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Una animación de un antiguo mapa graficado indica cómo el aventurero trotamundos se
desplaza por el globo. Este recurso es utilizado en la saga de Jones y a su vez, en Las
aventuras de Tintin. El Secreto del Unicornio, donde Spielberg retoma el espíritu del cine de
aventuras combinándolo con el popular personaje de historietas creado por Hergé. Ubica al
espectador, entregándole las herramientas y conocimientos necesarios para disfrutar con
claridad de la historia.
La Dra. Elsa Schneider los espera, una alemana, rubia que será la mezcla entre femme
fatale e interés romántico que a Jones tanto le gusta. Frente a ella, él desplegará su faceta
restante, la de galán. El aventurero valiente, el culto profesor conocedor y el audaz hombre
atractivo que hará suspirar a las mujeres de la platea.
Schneider, es quien asistía al papá de Indy en la búsqueda, ella los guía hasta una iglesia
devenida en biblioteca. En ese lugar, Jones tarda pocos minutos en entender la primer pista
que su padre le dejó. Una tumba, marcada claramente con X, una vez más desde el guión
los realizadores establecen el doble discurso del protagonista.
Se zambulle en la cripta, no sin antes dejar el libro de su padre en manos de Marcus el único
en quien puede confiar. Pero mientras él recorre el interior de la catacumba con la doctora,
su compañero Brody es secuestrado.
Dentro del oscuro lugar Jones se toma el tiempo de nuevamente compartir un guiño con el
espectador, un dibujo del Arca de la Alianza aparece en una de las paredes y el la reconoce
perfectamente, ¿cómo olvidaría, Indy, los sucesos de la primer entrega?
El camino hasta la tumba del caballero es oscuro, húmedo, está infestado de ratas y
suciedad. A su vez hay petróleo allí, y al ser inflamable los hombres que capturaron a
Marcus no tienen mejor idea que incendiar el lugar con Indiana y Elsa en él. Pero tan sólo un
instante antes Jones encuentra la tumba que buscaban y puede copiar lo que faltaba de la
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tabla de piedra que los acerca al Santo Grial. En medio del fuego, el agua y las ratas, logran
escapar airosamente, con un nuevo indicio que seguir.
Se desata una persecución, esta vez en lancha, por la bella Venecia. Balas, explosiones y
golpes vuelan por doquier hasta que Indiana se encuentra frente a frente con quien lo
persigue. Tras un rápido interrogatorio, Kazim le dice todo lo que él quiere saber;
aparentemente el secreto del Grial estuvo seguro durante miles de años gracias a una orden,
la Hermandad de la Espada Cruciforme, encargados de protegerlo. Dejan ir a Kazim, y éste
le hace una pregunta, ¿por qué busca el Grial de Cristo? ¿Para gloria de él o suya? Indy
rápidamente aclara que él busca a Henry Jones, rápidamente el hombre responde con la
ubicación. Castillo de Brunwald en la frontera entre Austria y Alemania, ese es el próximo
destino.
Ya distendidos, el golpeado Marcus e Indy repasan las pistas y trazan la ruta hacia el
próximo destino, Jones irá a buscar a su padre mientras que Brody los esperara en
Alejandreta la ciudad donde sospechan que está oculto el Grial.
Para sumar al momento de relax tras una histérica discusión entre la rubia y el aventurero,
ellos terminan besándose y dando a entender que algo más ocurrirá. Pero no se puede
olvidar que estos filmes debían contenerse de ir más allá en materia sexual o erótica ya que
los más pequeños son un público asegurado. Así que dejando a la interpretación adulta lo
que Elsa e Indiana harán en la habitación, Spielberg coloca el mapa animado en pantalla y
traslada al espectador a Salzburgo, el palacio los espera.
“Nazis. Odio a los nazis” Jones declara en voz alta, aquello que todos piensan. El castillo es
una base nazi. Y él y su compañera ya están dentro, ahora deben averiguar cómo llegar a
Jones padre.
Dentro de una habitación un excéntrico y avejentado doctor Jones espera. Su hijo entra por
la ventana, creyendo que eran nazis, él lo golpea con un jarrón. Después de unos minutos de
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ponerse al día, los villanos entran por la puerta y amenazándolos con armas de grueso
calibre le piden el libro con las notas de Henry. Ambos se niegan, hábilmente Indiana los
desarma y los aniquila rápidamente. Salen corriendo, y en la otra habitación Elsa fue
capturada por uno de ellos, usándola como rehén reclaman el diario una vez más, y esta vez
lo consiguen.
El final del segundo acto llega con el segundo punto de giro, Elsa, la femme fatale resultó ser
una nazi sexy dispuesta a todo por conseguir el Grial, tan bien predispuesta que se acostó
con los dos Jones para sacarles información, de tal palo tal astilla. Y Donovan, el ricachón
que encargó la misión también resultó ser del otro bando. Los malos de esta historia
obtienen lo que buscaban, pero está incompleto, el mapa para llegar a Alejandreta lo tiene
Marcus. Mientras salen en busca de lo que falta, padre e hijo intentan liberarse de las sogas
que los mantienen unidos y presos en el palacio.
La utilización de las sombras recortadas sobre las superficies en todo el relato audiovisual,
como estética en todas las entregas, es muy coherente ya que le otorgan al personaje una
identidad más allá de lo que diga o haga. Con su sola presencia Indiana Jones deja una
marca. Una y otra vez el héroe, mejor dicho su silueta, es plasmado en todas las superficies
a su alrededor.
El escape es espectacular, pero rápido, en medio de un fuego abrazador, más disparos y
peleas, los Jones encuentran un pasadizo para librarse de los nazis por lo menos en forma
momentánea. Sobre una moto que cuenta con un sidecar ambos salen por camino de tierra,
Indiana maneja la motocicleta y su padre lo acompaña refunfuñando a su lado.
Detrás de ellos cuatro nazis motorizados los persiguen. Una nueva persecución comienza.
Armado sólo con un mástil de madera, Indy se deshace de ellos sin mucho trabajo, su padre
a su lado no aprueba nada de lo que hace y lo mira con rostro severo.
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Nueva información para la audiencia en este respiro en la historia, deben obtener el libro de
Henry, porque allí hay información importante sobre cómo sortear las tres trampas mortales
que se hayan protegiendo el Grial. El mapa sin las anotaciones de Jones no sirve de nada.
“La búsqueda del Grial no es arqueológica. Es una lucha contra el mal. Si los nazis lo
capturan las fuerzas del mal vencerán.” Las palabras de Jones padre enmarcan el sentido
holístico del filme, no se trata de salvar a una persona, o recuperar una pieza clave de la
historia; es sobre un bien mayor. ¿Salvar el mundo, quizás? Sin intención de sonar
pretencioso el guión pone sobre la mesa las verdades del héroe, dejarse de lado, salir del
egoísmo que lo rodea e ir por el premio mayor. De manera intencional o no, Indy, como
aventurero tradicional lleva adelante esta idea desde el comienzo de sus filmes.
Indiana Jones disfrazado de soldado nazi ingresa, junto con su padre, a una enorme
celebración que preside Adolf Hitler. Busca a Elsa Schneider y le saca el diario, se retiran,
pero no sin antes toparse accidentalmente con el Führer que un tanto sorprendido le firma el
diario, creyendo que el arqueólogo es un fanático.
Ya en el aeropuerto de Berlín ambos esperan poder salir del país ilesos pero al parecer no
será tan fácil. Sorteando una vez más los peligros logran salir de Alemania sin un rasguño y
el viaje en el zepelín es utilizado para que ambos tengan una charla de padre a hijo, donde
Indiana deja ver su costado más sensible, permite que salga a la luz ese niño olvidado,
solitario que no compartió tiempo con su progenitor y se siente dolido. El intelectual Henry no
se da por aludido y cree que tienen mucho que resolver antes de llegar a destino.
Pero los obstáculos siguen arribando sin cesar, tras una persecución aérea, un aterrizaje no
planeado, una corrida campo traviesa y sacarse de encima dos aviones militares tratando de
aniquilarlos, los Jones continúan su marcha.
El acercamiento al clímax lleva la acción a la República de Hatay, los villanos ya están en
posición y tienen el mapa en sus manos. Pero un personaje que el público ya conoce está
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allí, Kazim que junto con los Jones desea proteger el cáliz sagrado. Los miembros de la
hermandad están allí para evitar que los alemanes se apoderen del Grial.
En medio de la balacera, las bombas y los tanques de guerra en el desierto, los nazis
capturan a Jones padre y deciden ir tras junior, así lo llama su padre.
Luego de una persecución muy extensa como para ser descrita en palabras, donde los
tanques y los autos volaron por los aires, al igual que los nazis. Marcus, Henry, y Sallah,
quedan sanos y salvos pero Indiana no lo logra, o por lo menos eso creen ellos. Durante
cinco segundos su padre y amigos se lamentan por él pero el aventurero regresa con
algunos golpes, magulladuras y sin su sombrero. Su padre lo abraza feliz y tras ese
momento emotivo, regresan con la mente puesta en el objetivo. El sombrero de cuero
regresa a sus pies, literalmente e Indiana Jones ya está completo para continuar.
Dentro de la caverna más profunda, como la teoría la llama, las cosas no están nada bien
Donovan quiere el cáliz, no para los nazis, no para Hitler, sino para él. Un villano obtuso y
egoísta que sólo quiere vida eterna para sí. Para forzar a Indy a buscar el Grial hiere a Jones
padre, y esto además de enfurecer junior lo obliga a cooperar. Sólo la copa puede salvarlo.
Los tres trucos en el libro de su progenitor lo ayudarán a evitar las trampas mortales; en
primer lugar, “el aliento de Dios. Sólo el hombre penitente pasará”; la segunda, “la palabra
de Dios. Sólo con los pasos de Dios se avanzará”. Y por último, “el camino de Dios. Saltando
desde la cabeza del león probará si uno es digno.” El salto de fe, Indiana deberá dejar su
destreza e intelecto de lado para solamente creer. De esa manera lo logrará, dando el primer
paso nota que hay un puente invisible al ojo humano y así se cruza al otro lado.
Sentado en una mesa un anciano caballero aguarda que alguien venga, 700 años espero allí
sentado, “el último de los tres hermanos que juraron encontrar el Grial y protegerlo”, tal como
el mito decía.
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Cientos de cálices esperan a ser probados, entre ellos el verdadero que da vida eterna, los
demás mataran a quien ose beber de ellos. La doctora Schneider escoge uno para Donovan,
y él confía plenamente en ella. Pero al hacerlo muere horriblemente desintegrándose
lentamente.
Jones y Elsa, se acercan nuevamente a la mesa y eligen otro, esta vez toman el que menos
llama la atención, recordando que es la copa de un carpintero. Indy se anima y la prueba.
Efectivamente así es, logra curar a su agonizante padre frente a las miradas sorprendidas de
todos. Pero la doctora Schneider quiere más, y traspasa los límites con su ambición tomando
el Grial. La caverna empieza a desmoronarse y la chica en su afán de conservar el cáliz
muere sin dejar que Indiana la ayude. Dejan el Santo Grial en las profundidades, en lo
secreto, donde pertenece y salen de allí rápidamente.
El final del filme remite a otro género, el western, si bien el desierto y las persecuciones a
caballo durante todo el largometraje recuerdan a las películas de cowboys, el contraluz de
los jinetes en el atardecer es un clásico. Una vez más Spielberg, Lucas y todo su equipo
demuestran el bagaje cultural, y por sobre todo cinematográfico que tienen sobre sus
hombros, entregando al espectador de fines de la década de los 80, una nueva apreciación
de aquellas historias.
4.4. Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal. Versión 2008.
Diecinueve años después el trío conformado por Steven Spielberg, George Lucas y Harrison
Ford, vuelven al ruedo con una cuarta película del aventurero. ¿Realizada sólo para
fanáticos y conocedores? Quizás, pero también atrajo a un público joven, nuevo, que en el
mejor de los casos había tenido la posibilidad de ver las anteriores entregas en televisión o
en VHS.
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Esta vez, la historia se ubica temporalmente a finales de la década del 50. Elvis Presley
suena en la radio de los coches con Hound Dog y una sobreimpresión en la imagen indica
que la secuencia de presentación del personaje esta vez se aloja en Nevada, Estados
Unidos en 1957. El espectador que ya conoce la forma de estas películas espera
encontrarse con Indy pronto. Y sin previo aviso del baúl de un auto militar norteamericano
aparece George Mchale, conocido compañero de Jones en el filme anterior y junto a él, un
sombrero. No uno cualquiera, es el sombrero una marca del aventurero, y una silueta
conocida, una sombra a contraluz se completa al cubrir su cabeza con él. Un primer plano,
ayuda a terminar de identificarlo, con unas cuantas arrugas más, ambos personajes son
interrogados por rusos en el área 51. La pista temática de la pieza audiovisual puede
comenzar a develarse, Indiana Jones versus ¿extraterrestres?
En la primer secuencia, se indican a través de los diálogos, acciones y personajes, aquello
que se irá develando en el resto de la película. La ironía de Jones sobre su edad y los
cambios físicos que han sufrido; la aparición del coronel Dra. Irina Spalko, quien será la
villana de turno y la búsqueda de algo muy valioso, ciertos restos momificados, que Indiana
deberá buscar bajo amenaza.
El escape resulta exitoso pero un tanto oxidado, eso deja entrever que como dice el viejo
refrán, los años no vienen solos. Recuperando su látigo el héroe ya está completo para huir,
pero Mac lo traiciona y sorprendentemente, una vez más, está solo contra casi un ejército.
La música de Williams comienza a sonar y la audiencia se prepara para vivir un momento
autentico Jones. Tras una larga persecución Indy se refugia dentro de una heladera para
sobrevivir a una prueba nuclear que tiene lugar en ese barrio ficticio en Nevada.
Pero el FBI está tras él, son momentos de sospecha en el país y la traición de su amigo
McHale pone al buro muy nervioso. Obligan a la universidad a despedir a Jones y éste no
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tiene más remedio que aceptar, su destino es Londres para salir de la vista de las
autoridades por un tiempo.
La trama se toma un tiempo para recordar a aquellos que ya no están, Marcus Brody y Henry
Jones, amigo y padre de Indy, respectivamente murieron. Y el héroe se siente solo.
Se sube a un tren, pero un muchacho lo busca, montado en una moto Harley-Davidson y
vestido con jeans y cuero negro, Mutt Williams llega a buscar a Indiana. Con unas pocas
palabras sobre un tal Harorld Oxley desaparecido, Jones huele una aventura y accede a
tener una conversación con él. La audiencia conoce a Mutt gracias a una presentación que
los personajes hacen. Inventor de su propio nombre, el chico, fue enviado allí por una tal
Mary Williams que Indy no recuerda, es la madre de joven quien desapareció también con
Ox el otro arqueólogo y como última salvación envía a su hijo a buscar al doctor Jones. El
objeto es, una calavera de cristal, la travesía comenzaría en Perú. Pero sólo si Indiana
acepta el trabajo, la relación tirante con el joven rebelde que tiene reminiscencias de aquel
Marlon Brando en El Salvaje, puede ser un interesante conflicto para llevar adelante la
acción.
Con una carta de Ox, que traducir en mano, la respuesta afirmativa de Indy no se hace
esperar, ya que la KGB está en la cafetería para atraparlo y tomar posesión de la carta que
el muchacho acaba de darle. Pero con la ayuda de Mutt, salen de allí, se suben a la moto y
lo que sigue es una carrera por la vida, con muchos pasos de comedia y muchos guiños para
aquellos que vieron la saga completa, por momentos los gestos y señas entre Williams y
Jones recuerdan a su relación con Henry padre. Habiendo confirmado su asistencia, estos
dos personajes se suben a un avión para comenzar a buscar la calavera. El mapa animado
indica con un camino rojo la ruta de los trotamundos.
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Ya en Latinoamérica comienzan a seguir el rastro del profesor Oxley, saben de dónde lo
capturaron, de un manicomio. Así que allí van para obtener una nueva pista, pisándoles el
rastro está McHale espía, traidor y viejo amigo de Indy.
Las extrañas marcas en la celda de Ox los llevan a la tumba de Orellana, el siguiente paso.
Un cementerio custodiado por, aparentemente, nativos que quieren que nadie se acerque.
Sorprendiendo al joven, Indiana se deshace de ellos y el muchacho maravillado con la
destreza del supuesto docente, pregunta: - ¿Es usted un profesor? Y el aventurero orgulloso
responde: - Sólo medio tiempo. Un diálogo más para unos, pero palabras que sencillamente
lo describen, para otros.
Siguiendo con la expedición Mutt e Indy encuentran lo que buscaban, una calavera de cristal
o que parece cristal. El ingreso a la caverna utiliza los tonos naranjas, sepias y la poca
iluminación para dibujar la sombra de Indiana Jones en las paredes de piedra. Y el joven
Williams se sorprende de todo a su alrededor, como el espectador también lo hace, y las
preguntas del chico son las dudas de la audiencia.
Una secuencia interesante da lugar al segundo punto de giro, y muchos misterios son
develados. En primer lugar la KGB los tiene prisioneros y necesitan a Jones para interpretar
la mente de Oxley que no se encuentra muy equilibrado. Para forzarlo, traen a la madre de
Mutt, que resulta ser Marion el amor de Indy en el primer filme. Desean escapar y en el
intento fallido, Mary decide contarle a Indiana que Henry Jones III es su hijo. El interés de
Indiana se expande, un amigo, un antiguo amor y su heredero directo están en una misión
mortal para ayudar a la mano derecha de Stalin, a devolver a Akator la calavera que en
teoría controlará las mentes de sus enemigos.
Camino a la caverna más profunda, en este caso, Akator; Mutt se entera de la verdadera
identidad de su padre quien decide reconocerlo. La discusión familiar termina cuando Indy
recuerda que aquello no es una novela de enredos sino un filme de aventuras. Le recuerda
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Marion cuanto la extraña y desencadena un extensa persecución hacia la cueva. Saltando
de auto en auto, golpeando a todos los villanos Jones recupera la calavera y a su vez se
entera que McHale pertenece a la Central Intelligence Agency (CIA) y es un doble espía, no
un traidor.
Muchos enemigos quedan en el camino de formas brutales; la tecnología y la mano de dos
pioneros en efectos visuales, Spielberg y Lucas salen a la luz con todo tipo de criaturas
animadas, explosiones y el ataque de las hormigas gigantes.
Más cerca del lugar secreto, los buenos y los malos se reagrupan para llenarse de fuerza y
llevar a cabo la batalla final.
Antorcha en mano el héroe aventurero será quien devuelva la calavera a su lugar. Pero la
ambición de la ucraniana y de McHale son tal que nada es suficiente, el conocimiento de
milenios ingresando a su ser es demasiado, no lo resiste y explota. La villana colapsa y el
viejo amigo de Jones prefiere las riquezas a permanecer con vida.
Salen de la caverna Ox, Mary, Mutt e Indiana; y tras ellos un plato volador, una nave
extradimensional ya que estos seres se movían a través de los espacios.
El final del filme, la resolución es sencilla, pero cargada de sentido en el fondo. La audiencia
conoció a Mutt y se reencontró con Marion, al igual que Indy. Esa soledad que sentía en un
comienzo se ve completa con su nueva familia. El intrépido Jones y Mary dan el sí, se casan.
Y en un momento que espera ser el comienzo de algo grande o simplemente la seguidilla de
una quinta película de la saga, Mutt intenta tomar el sombrero pero Indiana lo toma primero.
Algo así como, “todavía no, tienes mucho que aprender”.
Este cuarto filme, según Steven Spielberg, no intentó ser mejor que los anteriores, sino ser
consanguíneo, desde la estética general, la iluminación, la utilización de la cámara y los
personajes, tanto los viejos conocidos como los nuevos. La película mantiene el espíritu de
las anteriores que se desarrollaron más de 20 años atrás, combinando los héroes salidos del
70
folletín, las historias de aventuras de los años 30 y 40; y por último la paranoia de los filmes
clase B de los años 50, que parangonaban a los extraterrestres con la invasión durante la
Guerra Fría y el Second Red Scare o amenaza roja que abarcó desde 1947 a 1957. Este
tema lo desarrolla el mismo George Lucas, y da ejemplos; Invasores de Marte (1953), El día
que la tierra se detuvo (1951) y La guerra de los mundos (1953).
La estructura del viaje del héroe que Campbell sistematizó y teorizó se cumple en cada una
de las entregas del aventurero Jones, casi religiosamente las etapas llegan una tras otra
adecuándose al ritmo de cada uno de los filmes. El Ensayo toma la tetralogía completa, y la
coloca bajo la lupa para poner sus elementos por separado y comprender que en esencia
todas responden al mismo patrón.
Mientras que el personaje principal se mantiene casi inmutable; las situaciones, obstáculos,
conflictos, enemigos y aliados cambian o se modifican parcialmente para entregarle variedad
a las películas.
La primera entrega de la saga comparte con la cuarta el interés romántico de Indy, Marion
Ravenwood su único amor regresa tras muchos años para mostrar su valentía y fortaleza. A
su vez, presenta a su hijo Henry Jones III, en relación con esta sorpresiva aparición, se
pueden hallar similitudes con el tercer filme, Indiana Jones y la última cruzada, y la relación
padre e hijo. En cuanto a éste tópico, Indiana repite muchas actitudes que su padre había
tenido para con él, antes de enterarse que Mutt era siquiera su hijo. En cierto punto la
maduración o transformación del personaje se ve en la cuarta entrega, ver toda esa juventud
y rebeldía en el muchacho e intentar controlarlo, mientras él es en sí mismo un hombre que
va contra las reglas o por lo menos contra cierto status quo.
En cuanto a los enemigos de Jones, a grandes rasgos se pueden identificar dos grandes
grupos, los nazis y los rusos de la KGB. La primera y la tercera entrega contaron con los
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seguidores del Führer, ya que los realizadores contaban con la cronología a su favor; 1936 y
1938 respectivamente. En la cuarta película la acción se aloja en 1957, e históricamente
corrían tiempos de mucha paranoia y desconfianza, el pueblo norteamericano temía a todo
aquello que viniera de afuera, la amenaza roja durante la Guerra Fría. Este hecho colaboró
con el guión para que los villanos en el cuarto filme sean los rusos. Y por último, en el 84, la
contraparte elegida por Spielberg y Lucas para hacerle frente a Jones fue un sacerdote
malvado adorador de Kali Ma en la India, que esperaba dominar al mundo con el uso de la
magia negra. Si bien la tetralogía mantiene una línea, la segunda película ciertamente resultó
ser la más dispar y éste es uno de los puntos que más la diferencian. Cada uno de estos
conjuntos de maldad, tenían a la cabeza un villano corporizado que le daba a Indiana Jones
alguien de carne y hueso para luchar; ya sea un colega ambicioso, una doctora con un
importante cargo militar, fanática de lo paranormal o, una espía nazi con interesantes
curvas. Sea cual fuere el caso, Indy se deshizo de ellos a su debido tiempo.
Los lugares a los que la aventura lo lleva, hacen de Indiana Jones un arqueólogo muy
popular, con el correr de las cuatro películas a recorrido puntos significativos de Asia,
América y Europa. Sin intención de instalar la escritura en un espacio de crítica puntual hacia
el relevamiento realizado; porque cuesta creer que un filme con la dirección de Spielberg y
la producción comandada por Lucas podría remotamente fallar en geografía. Así es, Indiana
Jones y el reino de la calavera de cristal, mezcla levemente a los pueblos originarios que
habitaban Perú y México. Se habla de jeroglíficos Mayas, mientras se indica específicamente
que Ox y Mary fueron secuestrados en Perú, y es de público conocimiento que aquella zona
estaba mayormente poblada por Incas.
Dejando de lado ese tipo de perlitas geográficas, desde la dirección de arte la ambientación
general, la escenografía, la caracterización de los personajes, el vestuario, el peinado, el
maquillaje y todo lo inherente a efectos especiales que fue mejorando, claramente, con los
72
años y avanzando con las tecnologías, le otorgaron al género de aventuras una refinada
renovación.
Explosiones, sentido del humor, algunos disparos, más humor, romance, un poco de drama,
no mucho para evitar que el espectador transpire demasiado pero lo suficiente para que se
sienta satisfecho al salir de la sala.
Si bien hay filmes que intentan que el porvenir del héroe sea más incierto que en otros,
Indiana Jones no tiene momentos donde se dude de la fortuna del aventurero ni siquiera en
la cuarta película siendo él más anciano, el espectador conoce sus trucos y está convencido
que no morirá. A diferencia de sus aliados que pueden convertirse en enemigos en un abrir y
cerrar de ojos o resultar heridos y hasta muertos al otro minuto, Indy tiene agilidad, artimañas
y conocimiento suficientes como para mantenerse “vivito y coleando” por un largo tiempo. Y
de cualquier manera será el tipo de aventurero que quedará en el imaginario colectivo de
una generación.
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Capitulo 5. Indiana Jones como un filme de culto
“… utilizando palabras de la propia película, no le falta más que acumular unos años sobre sus espaladas para convertirse en un objeto de culto, aunque para muchos
ya lo sea.” (Cantero, 2006, p. 178)
Las taquillas a nivel mundial le otorgaron a Indiana Jones resultados favorables. Con el
correr de los años y en sus diferentes entregas, en menor o mayor medida, la saga fue vista
por millones de espectadores alrededor del globo. Pero el Proyecto de Grado no pretende
entregar cifras de público sino, observar de cerca a aquellos que tienen algo más para
observar o decir, quienes van más allá de la mera audiencia. El intermedio entre, el fanático
que lo amará sin cuestionar o plantear disconformidades y el mero simpatizante que gusta
de disfrutar sencillamente del espectáculo.
Muchachos y muchachas también, por qué no, que se elevaban cada vez que vivían una
aventura con Indy. Y se mantenían en la orilla de sus asientos en cada escena como todos
los demás, pero que hoy pueden analizar a la distancia desde sus lugares actuales aquellos
vestigios que el héroe del sombrero dejó en sus retinas.
Qué valores representaba el audaz profesor y arqueólogo para los niños, jóvenes y adultos
de la década del 80. El personaje creado por George Lucas y llevado a la pantalla grande de
la mano de Steven Spielberg, anidó en los corazones de muchas personas. ¿Cómo lo hizo?
Méritos de un aventurero nato que llegó en 1981 para copar un género que había dejado de
ser redituable años atrás.
Opiniones especializadas, que aportarán un marco teórico a un momento en el Ensayo
donde la pasión de aquellos efervescentes cinéfilos puede opacar la mirada objetiva sobre el
personaje, sus creadores y el argumento en general.
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Entrevistas a Jorge Falcone, realizador Cinematográfico especializado en Animación (IDAC,
1992) Documentalista y escritor. Profesor de la Universidad de Palermo; a Laura Ferrari,
guionista y profesora de la Universidad de Palermo; a Ariel M. O. Picone, compositor de
efectos visuales y; Jorge de la Rosa cinéfilo, fascinado por los héroes fuertes que parecen
perennes. Cuatro personas que abordarán las mismas cuestiones pero desde las diferentes
esquinas que tiene éste cuadrilátero. Algunas opiniones en común, otras encontradas y una
conclusión que las aúna a todas ellas.
Qué dicen los que saben y qué hay de nuevo por parte de los tienen al personaje de Indy en
sus corazones.
Todos ellos se suman para clarificar las dudas y preguntas que aborda este Proyecto de
Grado.
5.1. La reacción del público ante las películas
¿Quiénes fueron aquellos que pudieron estar en la sala de cine? Y disfrutar del espectáculo.
¿Qué comentarios pueden surgir a la hora de tratar el tema de la cuarta entrega en 2008?
¿Innecesaria explotación de un recurso clásico que debía permanecer así o necesario
regreso de un héroe que tenía muchos misterios por develar?
¿Por qué es considerado un film de culto? ¿Qué elementos lo separan del resto? Una
película pionera en cuestiones inherentes a los efectos especiales y digitales, la empresa
Lucas Film y todos sus departamentos, en especial ILM, desarrollaron tecnología nueva para
esta saga. Sin contar que Spielberg y Lucas patearon el tablero, el status quo fue
modificado, después de En busca del Arca Perdida las aventuras de Jones ya no eran de
clasificación B, hasta ese momento todos los filmes de este género ingresaban sin dudar en
la lista de películas clase B, para dejar en claro brevemente, en los albores de la industria
cinematográfica, el sistema de estudios establece la categorización para identificar el cine de
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bajo presupuesto, actores desconocidos o aquellos en decadencia. En la actualidad,
después de la caída del sistema hollywoodense, se emplea este término para aquellas
producciones principalmente raras o bizarras.
Y qué hay de la marca autoral, si bien Spielberg defiende el hecho de evitar dejar una firma
como director, porque considera que su trabajo es estar al servicio de la historia ¿qué ocurre
en la realidad? Algunas críticas de la época, como por ejemplo una de 1989 en el periódico
semanal alemán Die Zeit rezaba; “Spielberg ha hallado la fórmula definitiva para la película
más emocionante del año.” (Müller, 2002, p. 639)
Y por último, ¿qué diferencias se observan entre aquellos que estuvieron antes y los que
vinieron después de Indiana Jones? Quiénes son aquellos que siguen los pasos del profesor
y arqueólogo aventurero. ¿Hay sucesores?
Aproximadamente 30 años atrás la primera entrega de la saga de Jones arribaba a los cines,
los afiches del filme un tanto vintage ya advertían gráficamente que esta película intentaría
reflotar aquellas historias de los años 30 y 40; ya que los actores estaban dibujados en lugar
de estar sencillamente fotografiados conformando un collage que si es observado en
detenimiento devela la trama.
La devolución en general para ésta, la primera de la tetralogía, es más que generosa. Tanto
el público como la crítica especializada coincidieron y para coronar el nacimiento del héroe,
el filme recibe al año siguiente cinco premios Oscar de la Academia de Artes y Ciencias
Cinematográficas, correspondientes a efectos visuales, decorados, montaje, sonido y
montaje de los efectos de sonido; estos datos forman parte de la ficha técnica de la cinta que
Cantero le dedica en su libro Steven Spielberg, a cada filme del realizador.
En cuanto a la opinión de los entrevistados tanto Jorge de la Rosa, como Ariel Picone,
coinciden en que la primera entrega de la saga es, a sus paladares, la mejor. Para Picone,
En busca del Arca Perdida “es la más equilibrada entre acción y comedia” A. Picone
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(comunicación personal, 29 de junio, 2012). Según él, es la que mejor reúne los elementos
propios del género e incorpora el humor de manera sutil, dato que retoma de la Rosa y
comenta cuanto lo sorprendió, en forma grata, esa mezcla comedia y acción, cómo sin pudor
a frenar el ritmo de una escena el guión regalaba esa pequeña distención en medio de, por
ejemplo, la catacumba repleta de serpientes donde Indy y Marion esperaban fatídico final.
Laura Ferrari, por su parte, indica que si bien no es una asidua espectadora del género
quedó fascinada por la primera película, sus escenarios, locaciones y agregó que a pesar de
su profesión, ingresó de manera ingenua en el mundo especial que le proponía.
Tal como el Proyecto de Grado mencionó en varias ocasiones Indiana Jones reinstaló un
género que llevaba años enterrado y en desuso. Cuando respondieron la pregunta de qué
opinión les merecía el éste, los tres hombres entrevistados dejaron bien en claro que
disfrutan de él en mayor o menor medida. Falcone, por ejemplo, se retrotrajo a su juventud
donde la que le acercaba esos mundo lejanos era la literatura con autores como Robert
Louis Stevenson y Ridger Haggard; y otro tanto en el cine junto con las aventuras “… me
recuerdo enclaustrado en remotas funciones de cine continuado extasiándome ante filmes
de viajes a parajes exóticos… o búsquedas de tesoros ignotos…” J. Falcone (comunicación
personal, 29 de junio, 2012)
Picone es más escueto en su respuesta pero no deja lugar a duda, dice que es uno de sus
géneros predilectos por que contiene ingredientes de los demás, acción, comedia, ciencia
ficción, drama, entre otros. Jorge de la Rosa, haciendo uso de esa cierta impunidad que le
otorga el no pertenecer al medio audiovisual resulta rotundo y sentencia, que el cine fue
inventado para hacer filmes de aventuras, y no tan lejos de este pensamiento se encuentra
el comienzo del capítulo que El Cine. Enciclopedia Salvat del 7° Arte le dedica al género.
“Cuando el cine nace públicamente en París, en el ya lejano diciembre de 1895, lo hace
77
curiosamente investido con el carisma de la aventura.” (Teixidor, E. y Sanchez Caballero, J.
1978, p. 3)
Laura Ferrari, por su parte lo considera interesante, atractivo y si está bien hecho la atrapa
rápidamente, como indicó que le sucedió con la primera entrega.
Con respecto a las otras dos películas, Indiana Jones y el templo de la perdición e Indiana
Jones y la última cruzada, estrenadas, respectivamente, en 1984 y en 1989, Ferrari no tiene
una opinión formada ya que no se considera una apasionada de este género en particular.
Falcone, en cambio, si bien pudo ver la tetralogía en el cine marcó un claro favoritismo por la
tercera indicando que Sean Connery le aportó un “no sequé” particular al encarnar al padre
del protagonista; relacionado con lo anterior, Jorge de la Rosa comentó que la dupla le
resultó exquisita, que se encontró con una historia que funcionaba perfectamente, y era,
utilizando sus propias palabras, “redonda”; a su vez encontró a los efectos especiales
perfeccionados en comparación con las anteriores. Para sumar halagos a la tercera entrega
llega Müller desde su libro Cine de los 80; “Gracias a esta relación entre padre e hijo, la
película supera sin esfuerzo las entregas anteriores y las imitaciones posteriores” (Müller,
2002, p. 638). El autor cierra este apartado dedicado a la última cruzada del aventurero, a su
vez en otro sitio de su texto remarca la exploración psicológica que se hace en este filme,
también diferenciándolo del resto.
De Indiana Jones y el templo de la perdición, solo un entrevistado emitió opinión, de la Rosa,
comentó que si bien mantiene la línea estética de la uno, no es mejor que la anterior, de
hecho agrega que viendo a la distancia y en bloque a la tetralogía esta segunda película es
la que menos le gustó.
Las preguntas comienzan a ampliarse más e intentan capturar las sensaciones y las
emociones que estas cuatro personas tuvieron al ver los filmes, opiniones sobre los
realizadores y pensamientos para con el futuro del personaje. Con más o menos palabras los
78
entrevistados entran una vez más en el mundo especial, recordando cómo vivenciaron la
aparición de Indy a comienzos de los 80.
5.1.1. Pensando a Jones
“<< ¡Wow! ¡Quiero ser Indiana Jones! >> (sic). Me divierte mucho realmente y las escenas
de acción me ponen nervioso como si fuera la primera vez que las veo.” A. Picone
(comunicación personal, 29 de junio, 2012) El muchacho sentenció rotundamente que esa
fue su sensación primaria cuando se encontró con el filme y el personaje. Otro tanto agregó
Jorge de la Rosa, comentó que esas películas lo sorprendieron desde lo visual y le
permitieron salir conforme, contento luego de ver cada una de las entregas, en especial la
primera y la tercera, en su caso. Falcone realiza su aporte desde el análisis, para él el
impacto llegó al notar que Steven Spielberg estaba homenajeando al folletín y a los héroes,
que en sus propias palabras son infalibles, y que nacieron en aquellas páginas. Ferrari, como
antes se había enumerado, logró despojarse de sus saberes previos y disfrutar de lo
propuesto.
Teniendo en cuenta las opiniones anteriores, es evidente que desde cualquier punto de vista,
la ilusión y expectativa con respecto a la llegada de una nueva aventura del género fue
compartida y luego, una vez vista, logró alcanzar los objetivos de todos.
A la hora de abordar la pregunta, sobre por qué algunos lo consideran un filme de culto, el
tópico encontró respuestas disimiles, pero por sobre todo no hubo opiniones rotundas ni
aseveraciones ya que ninguno de los cuatro entrevistados se considera fanático. De a uno,
fueron indicando su postura sobre el tema, para Laura Ferrari la tendencia que marcó la
estética del producto y el haber logrado recuperar un ícono otrora popular, hizo que captara
tantos seguidores alrededor del globo. Para Jorge de la Rosa, el filme reunió las condiciones
justas para que las personas con tendencia a fanatizarse lo hicieran, ya que él considera que
79
no son las películas, sino la gente quienes generan esos fenómenos. Por otra parte también
comprende que lo que sucede con las sagas, y en especial con ésta, fue que acompañan al
público durante una década, por ejemplo, un joven pudo haber crecido acompañado por
Indy, llegar a casarse y haber tenido su primer hijo; ese fue su caso, pero aún así él no se
considera un fanático. Falcone, confiesa de desconoce la razón exacta, y agrega “sospecho
que el fan a menudo profesa una adhesión acrítica hacia sus títulos predilectos, aunque
algunos exhiban calidades desparejas.” J. Falcone (comunicación personal, 29 de junio,
2012)
Esta última revisión tiene sentido y puede extenderse a esta saga y muchas otras.
Picone, en cambio, pone directamente en duda el término de culto ya que según su parecer
no puede considerarse dentro de ésta categoría a películas que estén dentro del círculo
hollywoodense, con actores reconocidos y alto presupuesto. Así que siguiendo esta línea de
razonamiento se podría creer que justamente esos elementos son los que hacen a la gente
amar con fervor los filmes.
Los entrevistados son guiados por las preguntas y llegan al denominador común de esta
colección de películas, el héroe. Qué aspectos de este dual aventurero se destacan y lo
hacen sobresalir por sobre los demás de su época, aquellos que estaban antes, los que
vinieron y vendrán.
Jorge de la Rosa, realiza un rápido conteo; aquellas cosas que llamaron su atención, la
picardía, el sentido del humor, el hecho de que se sabía defender con destreza, tenía un
látigo muy extraño y novedoso que tenía múltiples usos. Su decisión, valentía y sabiduría,
para este entrevistado lo convertían en un héroe digno de admirar.
Comparte en gran medida, Falcone, con la posición anterior; él recuerda que los principales
atributos del género se encuentran condensados en el protagonista, sagacidad, temeridad,
erudición y, algo que el documentalista ya había mencionado antes, la infalibilidad.
80
Ferrari indica que la utilización de la estructura, el viaje del héroe, contribuyó a que se
destacara, también la profesión, la exposición del mundo del aventurero, la arqueología
como profesión y modo de vida. Pero el aporte femenino no podía faltar, la guionista dice lo
que la platea de mujeres estaba pensando, “¡El actor!, en primer lugar. El look entre
aventurero y seductor, siempre lleno de tierra…” L. Ferrari (comunicación personal, 28 de
junio, 2012).
Un factor más que válido y sin duda absolutamente estudiado por los productores, Harrison
Ford estaba en un gran momento de su carrera, el personaje de Han Solo, de La Guerra de
las Galaxias ya lo había posicionado en un lugar de privilegio en la pirámide de Hollywood.
Jorge Falcone también se suma para agregar que la decisión de Spielberg, o la del simple
golpe del destino, por el carismático de Ford aún debe ser vitoreada ya que había sido
considerado para el papel Tom Selleck, pero por complicaciones en sus horarios, el
entonces protagonista de Magnun no pudo aceptar.
Con respecto al actor propiamente dicho, la teoría acerca una interesante afirmación;
“Harrison Ford representa la resolución hiperactiva y casi febril de los años ochenta. En
Indiana Jones y la última cruzada se superan todas las contradicciones.” (Müller, 2002, p.
638).
Ariel Picone, por su parte, lo considera divertido y accesible; para aquellos niños y jóvenes
que buscan modelos a seguir, Indy cometía errores pero salía airoso y siempre se llevaba la
chica.
Todos los entrevistados coinciden a la hora de pensar en el saldo que quedó, qué marcaron
estas películas, el héroe. Se repiten los términos: tendencia, precedentes, bases; rescatar,
refundar, reflotar, por mencionar solamente algunos. Para los cuatro, en menor o mayor
medida, todos los filmes de Indiana Jones y por sobre todo, los cerebros, el equipo detrás de
la tetralogía marcaron un camino a seguir, un patrón, tras redescubrir el género para una
81
nueva generación que no estaba acostumbrada a ello. Para Picone, los intentos que
siguieron fueron copias, por ejemplo, Tras la esmeralda perdida (1984) de Robert Zemeckis
o Las minas del rey Salomón (1985) de J. Lee Thomsom. Éstas no lograron conseguir el
equilibrio que los creadores de Indy sí pudieron alcanzar.
Jorge de la Rosa marca una cuestión interesante, el imaginario colectivo, Jones propuso e
¿impuso? un tipo de héroe que, sin llegar a ser una caricatura de sí mismo gracias a cierto
balance que antes se mencionaba; con sombrero, campera de cuero y látigo, recorría el
mundo en medio de peligros. El entrevistado confesó que en cierto punto, Indiana hizo que el
mundo creyera que esos buscadores de tesoros existían y que a la hora de pensar en un
aventurero, el cerebro delineara la sombra a contraluz y que en un rincón comenzará a sonar
la música característica.
Para Ariel Picone, el personaje puede compararse en algún punto con Dr. Jeckyl y Mr. Hyde
gracias a su naturaleza dual, ya que si bien está perfectamente consciente es un profesor
muy prolijo y prestigioso que, en un abrir y cerrar de ojos puede estar trenzado en medio de
una pelea en El Cairo, intentando recobrar el Arca de la Alianza, por ejemplo.
Y qué hay de George Lucas y de Steven Spielberg, los cuatro también opinaron de los
padres de Indiana Jones, ¿hay marca autoral?
Mientras que Jorge de la Rosa sostiene que ambos se ponen al servicio de la historia para
retratar mundos muy disimiles. Picone, se explaya, para él Spielberg tiene un tema
recurrente que no importa lo que haga, cómo y qué rol esté cumpliendo en el equipo de
trabajo; indica que su marca personal son las emociones y que él logra emocionar con
cualquiera de sus productos. Falcone, en cambio, menciona a sus criaturas, los personajes
que para él en general son llevados hasta lo último de sus posibilidades para que en el
último segundo se salgan con la suya; y agrega que en general esto se da de manera
inverosímil. Laura Ferrari, comenta la formación de ambos realizadores, “Creo que ambos
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tienen un bagaje cultural interesantísimo, mucha historia, literatura y antropología leída y
esto hace que la historia tenga muchos niveles de interpretación conforme quien la vea L.
Ferrari (comunicación personal, 28 de junio, 2012). Estos dos cineastas, pertenecen a una
generación de cinéfilos donde el estudio y la adquisición de conocimientos provenían del
cine, los libros, la prueba y el error. Se puede agregar que manejar con soltura esos términos
les da espacio y autoridad a la hora arribar a ciertos temas específicos.
Por último, pero no menos importante, opiniones sobre el final de la saga , Indiana Jones y el
reino de la calavera de cristal estrenada en 2008, casi treinta años después que la primera
de las cuatro, estuvo bajo la lupa hasta el estreno y luego del gran día comenzó el debate.
Para de la Rosa enterarse de la preparación del proyecto lo llenó de ilusión, si bien no lo
decepcionó completamente considera que ciertos giros de la trama no son convincentes,
específicamente el elemento sobrenatural de los seres extradimensionales. Falcone recorrió
un camino similar al anterior, extrañando el género folletinesco y un tanto decepcionado por
los intentos fallidos de otras historias de aventuras, llegó al cine esperando algo que el filme
no logró darle. Así mismo, Picone, se contuvo con sus reservas, había muchas cuestiones
que no lo convencían, los años habían pasado y el hijo en cuestión no terminaba de
encastrar en toda la historia, finalmente la vio y no le gustó esta entrega.
Descendiente directo, relacionado directamente por sangre con Indy, Mutt Williams no tuvo
en general tan buena recepción como su padre a principios de los 80. Anteriormente, el
especialista en efectos especiales comentaba cuan poco le agradaba ese nuevo miembro de
la familia, ya que para él sólo estaban buscando un sucesor para continuar la franquicia, en
su opinión había otras opciones ya que Shia LaBeouf no colabora en lo absoluto con el
emprendimiento. De manera involuntaria menciona un tópico tratado en el primer capítulo de
este Proyecto de Grado, Tintin. La creación de Hergé que para Picone es el heredero, en su
versión fílmica de Jones.
83
Para Jorge de la Rosa, Henry III aporta lo necesario a la historia y confía en que el actor
llegará, siempre y cuando se prepare intelectualmente como lo hizo su padre. Hay que
recordar que la idoneidad en materia teórica es lo que completa al personaje de Jones.
Aparte de Mutt, no ve sucesores al trono de la aventura.
Falcone aún no ve aparecer al heredero, y cree que LaBeouf es un actor puesto para llevar
un target a las salas. Laura Ferrari, comparte que hay mucho marketing de por medio pero
está convencida que “…bien trabajado puede convertirse en un referente mítico interesante:
no olvidemos que míticamente la descendencia hereda las cualidades, desgracias y defectos
de los progenitores” (comunicación personal, 28 de junio, 2012). La guionista siembra esa
semilla que bien regada puede dar un interesante fruto.
Los entrevistados regresan cada uno a su esquina del cuadrilátero, desde la experiencia
unos, desde la cinefilia otros; opiniones encontradas y compartidas en pos del análisis de
uno de los aventureros más recordados de la cultura pop. Ya sea para criticarlo o para
ponderar sus cualidades, las personas hablan y lo recuerdan.
Uno de los que intentó postularse como heredero de Indy, fue Benjamin Franklin Gates,
aventurero que cumple a rajatabla todos los pasos para convertirse cada día un poco más en
Jones, recorriendo escenarios similares, cuevas, cavernas y recovecos. Nicolas Cage trató
de tomar la posta pero, según Falcone, la dejó caer. Y para de la Rosa, tiñó tanto al
personaje de sí mismo que no le permitió al público creerle.
La huella ya estaba hecha y sólo uno encajaba.
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Capitulo 6. Los nuevos aventureros
“Los héroes se gastan en la repetición, a diferencia de lo
que sucede en un mundo oral o literario, y hay que reponer sus imágenes reactualizándolos”
(Bou y Pérez, 2000, p. 10) En el siglo XXI el género de aventuras regresó con muchas opciones y en todas sus
variantes, piratas, relatos épicos, películas basadas en novelas como la saga creada por la
británica J. K. Rowling, Harry Potter (2001 – 2011), El Señor de los Anillos creado por J. R.
R. Tolkien, serie de libros adaptados y llevados a la pantalla por Peter Jackson en 2001,
2002 y 2003. Luego, la saga escrita por C. S Lewis, Las Crónicas de Narnia dirigida por
Andrew Adamson, quien estuvo a cargo de las dos primeras en 2005 y 2008; y Michael
Apted realizador de la tercera en 2010. Apostaron a la aventura, lo fantástico y a la ciencia
ficción, los niños y adolescentes fueron el público que mayormente concurrió a ver estos
filmes.
Otros largometrajes se acercaron más aún al estilo de Indiana Jones, dos entregas de La
leyenda del Tesoro Perdido (2004 – 2007) de Jon Turteltaub, donde la acción se alojaba en
la actualidad y La Momia de Stephen Sommers , ambientada en los años 20 que por el
momento, conformó una trilogía. Sommers estuvo a cargo de las dos primeras en 1999 y
2001; y Rob Cohen, de la última en 2008.
Se puede notar cómo influyó la merma de ideas y guiones originales, otra opción para
extraer ideas y argumentos, fueron los juegos de video, y el factor novedoso, una aventurera,
multimillonaria y cazadora de tesoros, Lara Croft, protagonista del videojuego Tomb Raider
que le otorgó el mismo nombre al film. La primera en 2001, realizada por Simon West y la
segunda y última, dirigida por Jan De Bont y estrenada en 2003. Este personaje posmoderno
se nutría en última instancia de una de las ramificaciones del género, la aventura sofisticada
según El Cine. Enciclopedia Salvat del 7° Arte, “…los personajes de Sternberg buscan, como
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solución a sus vidas, la aventura en su más alto sentido, como liberación de los
convencionalismos de la vida burguesa.” (Teixidor, E. y Sanchez Caballero, J. 1978, p. 52).
Sin ningún obstáculo monetario, Lara Croft recorría el mundo en busca de antigüedades y
tesoros. Utilizando sus ilimitados recursos para conseguir todo aquello que se le antojaba, la
caprichosa heroína interpretada por Angelina Jolie encontró su lugar entre los espectadores.
Algo que estás películas demostraron fue que funcionaban, en mayor o menor medida, pero
lo hacían. Los casos antes mencionados contaron con más de una entrega y los
espectadores seguían apostando por el género y por los héroes.
Los cambios socio-culturales, tecnológicos, políticos, dieron lugar a la evolución de estos
arquetipos y por sobre todo, a la exploración de sus pasados, sus conflictos internos, la
psicología tomó el poder más que en otras décadas. Héroes más conflictuados y conflictivos,
en general. Aunque los momentos de distención humorística y la acción sin respiro se
mantuvieron, también se mejoraron.
A su vez, también a cargo de Steven Spielberg, en 2011 llegó el film basado en el cómic del
artista belga Hergé, Tintín. Las Aventuras de Tintín, esta película trajo consigo
reminiscencias del héroe trotamundos en busca de misterios y tesoros que Indy le hizo
conocer al mundo.
Como antes se esbozó, la figura de la mujer también cambió, las damas en peligro
comenzaron a integrarse a la aventura de forma activa, no siendo simplemente aquello que
el héroe debe salvar sino tomando el protagonismo, en algunos casos, y en otros siendo una
especialista en ciertos campos de investigación.
El caso de estudio, para esta etapa actual es La leyenda del Tesoro Perdido en sus dos
entregas. La primera en 2004 y la segunda en 2007, manteniendo el mismo elenco y
estéticas similares, Ben Gates es un personaje análogo a Jones, ambos tienen
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conocimientos amplios sobre historia, geografía, geología, entre otros muchos. Son
encantadores para el público, odiados por sus enemigos, y siempre tienen un plan.
El género de aventuras no parece tener un techo, siempre y cuando existan las secuelas, las
novelas, los cómics, y cualquier fuente inagotable de historias e información. Mientras las
pirámides de Egipto sigan en pie, o los monumentos históricos continúen allí acumulando
años y polvo, estos héroes que corren peligro y van en busca de aventuras seguirán
existiendo.
6.1. La leyenda del Tesoro Perdido. Versión 2004
Año 1832. Es de noche, Charles Carroll miembro de una sociedad secreta de masones viaja
moribundo para hablar con el presidente de los Estados Unidos. Sin tener éxito y sabiendo
que no le queda mucho tiempo de vida, le comunica a su chofer, Thomas Gates (tatarabuelo
de Ben Gates), el secreto mejor guardado por los Caballeros Templarios, “El secreto está en
Charlotte”. Una frase que por sí sola no tiene sentido pero con el correr de la película
comenzará a cobrar valor.
Indicios en los billetes de dólar, pistas, para que seis generaciones de Gates protejan ese
gran tesoro que a través del tiempo se fue haciendo más y más inmenso.
La acción se traslada, Washington. D.C 1974, un abuelo habla con su nieto, un pequeño
ilusionado y ávido por escuchar aquellas historias maravillosas que guarda el pasado de su
familia. Un padre descreído y abatido ingresa en la escena para detener a su progenitor y
evitar que hiciera con su hijo aquello que en el pasado había hecho con él. “¿Sabes que
representa ese dólar? La fortuna entera de la familia. Seis generaciones de ilusos tras el oro
de los tontos.” Aunque su padre no esté de acuerdo, Ben ya ha ingresado en el mundo
mágico aunque más no sea con su mente. En un acto solemne, su abuelo lo nombra
protector de ese mencionado tesoro.
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Pasan los años, llega la actualidad, año 2004 y se ve a un Benjamin Franklin Gates adulto,
de unos 40 años, recorriendo el Círculo Polar Ártico; junto con una gran expedición y muchos
artefactos de alta tecnología, al parecer buscan un barco. Aparece una inscripción conocida,
Charlotte. El espectador comprende que aquella anécdota relatada por el anciano tiene algo
de verdad. En esa primera aproximación el cazador de tesoro encuentra una pipa de
espuma, tal como su abuelo le dijo, indicios. Un acertijo es resuelto en minutos por los
hombres a cargo de la expedición, ideas van y vienen, muchas palabras que no conducen a
nada hasta que el protagonista llega a la conclusión de que el mapa que conduce al gran
tesoro está detrás del la Declaración de Independencia de los Estados Unidos. La cuestión
se establece en el planteamiento de la historia, aliados y enemigos respondiendo casi
religiosamente a las etapas del viaje del héroe, quiénes estarán a favor y en contra de Gates
y cuál será el objeto de deseo que estará en juego.
Benjamin y Riley Poole, su joven compañero especialista en artilugios tecnológicos, será
quien lo acompañe, luego del intento de asesinato de Ian, el Judas de la historia, y sus
secuaces, ellos dos exploradores tendrán que evitar que roben la Declaración de la
Independencia y consigan el tesoro, después de todo Ben, es un Gates, debe proteger y
hacer valer el honor de los templarios. Abigail Chase será el interés romántico, la mujer
bonita que no sólo es una muchachita en peligro, sino una autoridad respetable en el campo
y el astuto Gates la quiere de su lado, o por lo menos lograr utilizarla en su favor.
Sabiendo que Ian robará la Declaración, Ben se ve obligado a anunciarlo para que alguien
prevenga el siniestro, al notar que todas las puertas se cierran, Gates comprenderá que
como dice el antiquísimo manuscrito o mejor dicho como él le explica a su confundido
compañero, “Si hay problemas quien tiene la capacidad de hacer algo tiene la
responsabilidad de hacerlo. La robaré yo.” La afirmación del héroe, confunde aún más a su
amigo que se queda pasmado ante la noticia. “Robaré la Declaración de Independencia”.
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Éste es el momento en el que la película ingresa en el terreno de los crímenes organizados,
¿cómo robar la declaración? El realizador decide mostrarle al espectador todas las opciones,
mientras los dos cazadores de tesoros discuten si es o no posible realizarlo. Sensores de
calor, de movimiento, cámaras de seguridad, vidrios a prueba de balas, cajas fuertes y toda
la seguridad que tendrán que burlar si es que quieren robarla y protegerla de Ian, quien
según Ben la destruirá.
Organizar el robo implica que estos dos personajes muestren una faceta más criminal, por
así decirlo claro que la audiencia ya está de su lado, y quieren que consigan su cometido.
Como mercenarios, son diestros en la falsificación, el engaño y otras yerbas, llevaran
adelante uno de los robos más descabellados de la historia norteamericana, de la cual esta
cinta se sirve. El billete de dólar, los padres de la patria, la masonería y tantos otros secretos
que podrían ser reales. El guión toma, aspectos de la realidad y los combina con extraños
misterios. La aventura está en marcha, el plan del equipo comienza a resultar.
Pero no todo es perfecto, el otro bando también se equipa para dar el gran golpe.
Aparentemente también actuarán en la gala de exhibición. Por un lado los “chicos buenos”
se presentan con disfraces y credenciales falsas y “los malos” armados hasta los dientes, en
sentido casi literal. Mientras Gates se mezcla entre la gente, Ian y su séquito de hombres
rudos intentan ingresar por el exterior, se abren paso por túneles secretos y conductos de
ventilación.
El montaje en paralelo pone al espectador al corriente de cómo van ambos grupos en su
carrera hacia la declaración, mientras que Benjamin utiliza recursos más delicados y
similares a los que los espías utilizarían, el otro grupo comandado por Ian ingresa
violentamente rompiendo, destruyendo y golpeando todo lo que se ponga frente a ellos.
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La misión del héroe se vuelve más estilizada aún cuando Riley desde la camioneta que está
apostada fuera del edificio genera una imagen y reemplaza los visores de las cámaras para
que Ben no sea visto y pueda trabajar con tranquilidad.
Durante el film algo queda muy claro, Gates es idóneo en su campo, lo sabe todo sobre la
historia y los fundadores de su nación. Al igual que su compañero, que aunque es más joven
también conoce mucho sobre las cuestiones abordadas en la ficción. El conocimiento no es
parejo, el muchacho siempre deja en claro que Ben es el maestro. Las funciones
arquetípicas, se mueven en un flujo constante durante el relato, Benjamin es, por momentos,
un héroe mentor.
El film intenta colocar al público en absoluta tensión, la rapidez y la analogía de las imágenes
del grupo en contraposición a la figura heroica lleva todo hacia un punto álgido. ¿Qué
ocurrirá? ¿Conseguirá Ben la Declaración de la Independencia?
Se encuentran frente a frente, antes colaboradores cercanos, ahora enemigos. Las facciones
de Ian se transforman al notar que Gates está vivo, y no sólo eso, lleva la declaración en sus
manos.
Cubriéndose con el cristal a prueba de balas, el héroe se zafa de morir en manos de los
secuaces del villano. En el ascensor desarma la vitrina y finalmente consigue extraer el
valioso manuscrito.
Sale del recinto y tras él, Abigail luego de un forcejeo toma el manuscrito, el espectador no
podría asegurar si es el original. Pero los malvados, la secuestran. Una secuencia de
persecución se apodera de la historia, allí la mujer fuerte se convierte en una damisela en
peligro. Ben la rescata, ella pierde el valioso documento. ¿Alguien en el público sospechaba
si era o no el original? Pues bien, una vez más el astuto héroe se sale con la suya. Una
réplica adquirida en la tienda de recuerdos logro engañar al enemigo.
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La muchacha está tensa, pero se unió a Ben y a Riley para no dejar la declaración en manos
de, según ella, esos desagradables delincuentes. Ahora Ben consigue más enemigos, el
Federal Bureau of Investigation (FBI) lo busca, a su vez Ian y su grupo también están tras él.
Y cuando prácticamente todo Estados Unidos quiere capturarlo, Gates opta por ir tras el
hombre menos pensado, su padre, Patrick Gates. “Será mejor que no me hables de tesoros”,
rotundo su progenitor los deja ocultarse en su hogar sin saber pero, suponiendo que es lo
que lleva a su hijo a esas horas a presentarse en su casa.
Benjamin Franklin Gates se presenta allí para hablar con su escéptico padre efectivamente
sobre el tesoro, ambos discuten, al parecer la fe en ello se ha saltado una generación.
Patrick sostiene que aquello es un mito, simples cuentos para mantener alejados a los
británicos de Estados Unidos. Por el contrario, Ben, cree firmemente en que es real. Entre
idas y venidas, el más joven de los Gates convence a los demás de revisar la declaración de
independencia en busca del mapa.
Su padre, no puede evitarlo e interviene en el revelado de aquellas pistas invisibles. Jugo de
limón recién exprimido y calor proveniente de un secador de pelo, ésos son los ingredientes
del nuevo revés en la historia, el espectador descubre junto con los personajes, que eso que
está detrás del antiguo manuscrito son códigos, para encontrar palabras sueltas dentro de
las cartas de Silence Dogood. Un nuevo obstáculo se presenta, ¿Dónde están las cartas?
Patrick las donó al Museo de Filadelfia, una vez más el padre que quiere evitar que su hijo
desperdicie su vida, como él lo hizo tiempo atrás.
En el género de aventuras, el héroe se traslada de un lado a otro siguiendo los indicios, así
que siguiendo los pasos ya esperados por el público ávido por más y más emoción, Gates
continúa con su equipo hacia Filadelfia. A su vez el FBI que les pisa los talones, ya está en la
casa de su padre.
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Lejos de allí, un niño cuenta letras de un manuscrito amarillento que se encuentra tras un
vidrio protegido, las cuenta y las anota en un pequeño papel. El chico con ropa escolar,
termina y corre hacia la salida, en el camino se choca con Ian, que al parecer no se dio por
vencido. Sin sospechar, cada uno continúa su marcha. El chico, se encuentra con Riley que
sentado en un banco espera las letras necesarias.
Una vez más el niño regresa, ahora sí va por el último encargo, frente a las cartas, el
antagonista lo mira con atención, nota que algo no está bien y lo persigue. Nuevamente, se
pone en duda si el equipo de “los buenos” logrará su cometido. Pero sí, Riley ya descubrió lo
que faltaba y se fue antes de que Ian pueda verlo.
Un nuevo dato, habiendo develado lo que indicaban las letras una nueva pista se asoma y
otra vez la respuesta está en los dólares americanos. Mientras que el villano intenta
persuadir al niño para que le diga para quien trabajaba, el héroe está más cerca de lograr su
cometido.
Mientras que el filme contiene una gran cantidad de símbolos históricos, escenarios reales y
lugares comunes para cualquier mortal, estos hombres pertenecientes a cualquiera de los
dos bandos ven más allá que el resto. ¿Por qué? Porque tienen el conocimiento, la
información para hacerlo. Desde aquellos pequeños detalles en la dirección de arte la
película retrata la hibridación de dos mundos en un solo plano. La antigüedad representada
por el mito y aquellos monumentos históricos que aún siguen en pie y a la vista; y la
actualidad se puede ver con claridad en la utilización de la tecnología a cada paso, la
cotidianeidad de este recurso llega a su punto máximo cuando el grupo de villanos busca en
Google un dato para seguirle el paso a Gates.
La persecución continúa, y se van acercando pero por lo pronto Ben y su equipo van un paso
adelante luego de encontrar un nuevo indicio que les muestra hacia dónde ir. Ian consigue la
declaración. Aquí llega el clímax, el público se hace la pregunta obligada ¿se saldrán “los
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malos” con la suya o Benjamin Franklin Gates tiene un último haz bajo la manga? La teoría
del género de aventuras indica que el héroe vencerá y conseguirá aquello que busca pero, y
esta versión modernizada, este film nacido en el útero de una sociedad posmoderna
¿seguirá el patrón o sencillamente quiere que el espectador obtenga otro mensaje?
Otra vez, no sólo se tienen que preocupar por Ian sino también por el FBI que está vez ya
tiene imágenes de ellos y están cerca de atraparlos. Ben es capturado, es interrogado por
los agentes y todas las opciones de resolver el intrincado asunto culminan en la cárcel. Pero
nuevamente el héroe ve más allá, e intentará salir airoso.
Tomando la declaración como elemento clave para manipular a Gates y a los federales, Ian
arregla un encuentro, porque no podrá ver el mapa si no tiene los lentes especiales que
estaban escondidos detrás de la pared de ladrillos que estaba en el campanario. Ahora bien
el villano, amenaza con destruir el importante documento si no dejan a Ben ir solo a la
reunión.
Nuevamente la tecnología es utilizada en favor de una de las partes, y esta vez artefactos
para producir interferencia se usan para anular los micrófonos de Ben y de los agentes en el
campo.
Claro que el héroe continúa teniendo planes para escapar, haciendo uso de sus habilidades
físicas Gates salta para liberarse del FBI e ir tras la declaración. En el agua lo reciben los
hombres de Ian. La movilización continúa, y llegan al centro de Nueva York allí los lleva el
último indicio, pero el cruel enemigo de Ben ahora lo tiene entre la espada y la pared, tiene a
su padre privado de su libertad y no lo dejará hasta que no vea el tesoro, más tarde se le
sumaran Abigail y Riley. El factor del padre, con el cual no tenía una muy buena relación,
secuestrado lleva a este Ensayo a retomar el capitulo cuatro y el argumento de la tercer
película de Indiana Jones.
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La Iglesia de la Trinidad, elemento real y existente, una vez más la realidad y la ficción se
mezclan; el mundo mágico y el ordinario conviven en la superficie y a la vista de todos.
Otra pista los lleva debajo de la iglesia, y allí ingresan en un mundo misterioso, un universo
que ya no es conocido para el resto de los mortales. ¿Qué sucederá? ¿Cómo lograrán Ben,
su padre y sus amigos salir de esa catacumba?
Se siguen inmiscuyendo en las profundidades, esqueletos resecos, y pasadizos secretos que
pueden, o no conducir a algún lado. Claro que las situaciones de tensión extrema sirven para
que los héroes confiesen su amor a las damiselas y Ben, no se queda atrás, besa a Abigail.
Todo se tiñe de sepia, antorchas en mano el grupo se embarca en la búsqueda del supuesto
tesoro. No se sabe quién quedará vivo, todo se desmorona. La muchacha grita, la vida del
héroe pende de un hilo, en este caso de un puente colgante. Se salva, siguen avanzando y
llegan a un pequeño lugar. Ian escapa y los abandona allí. “Despreocúpate existe otra
salida”, otra vez Ben está adelantado, en esta oportunidad su padre lo sigue y juntos mueven
una puerta que los conduce a un nuevo espacio vacío. No hay tesoro.
El padre aprende del hijo y le da la razón, aunque no hay tesoro Ben consiguió seguir hasta
el final y descifrar las pistas que aquellos primeros templarios plantaron en todo el país. Su
grupo lo sigue, y lo acompañara en otras aventuras.
Pero aún existe la complicación de cómo salir de esa trampa subterránea, la pipa, ese
pequeño primer indicio que habían encontrado en el Charlotte, es la llave que los que les
entrega el tesoro. Este sigue allí, el héroe cumplió su misión, encontró el mayor tesoro del
mundo bajo las calles de Nueva York. 10 mil millones de dólares en historia mundial con la
ayuda del FBI son entregados a todos los museos importantes repartidos en el globo. El
protagonista ayuda a su comunidad, a su grupo, y él se conforma con no ir a la cárcel.
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Finalmente, hay que encontrar a un culpable, un villano; Ian en su afán por conseguir el
tesoro siguió una pista falsa, allí lo atrapan y todos felices. Reciben el 1% de ese millonario
tesoro y logran cambiar sus vidas.
Así el viaje del héroe concluye, cumpliendo los pasos y las etapas que Campbell describió
una y otra vez.
6.2. La leyenda del Tesoro Perdido. El libro de los secretos. Versión 2007
En el redituable mundo de Hollywood siempre hay espacio de sobra para las secuelas, de
esta manera llega tres años después la segunda parte de La leyenda del Tesoro Perdido.
Esta vez con el subtitulo, El libro de los secretos. El mismo elenco principal arriba a la
pantalla grande bajo la dirección de Turteltaub, nuevamente.
Corría el año 1865, es 14 de abril y ya pasaron cinco días desde el término de la Guerra
Civil, el pueblo norteamericano festeja en las calles de Washington D.C. Dentro de una
cantina un tal Thomas Gates ríe con su hijo; dos sujetos misteriosos preguntan por él. Al
parecer conocen que es bueno con los acertijos y le acercan un pequeño libro, le aseguran
que es un mensaje en código. El especialista sentencia, con seguridad: “Cifrado de Playfair”,
el niño a su lado repite el término sorprendido. Le piden que lo descifre y él indica que es
imposible resolverlo sin la llave, esto sorprende un poco a sus interlocutores que al parecer
no estaban enterados. “Una clave o frase”, al parecer eso es necesario para llevar a cabo la
traducción. Uno de los extraños, le muestra que eso que el busca está justo allí escrito. Y
efectivamente la frase reza lo siguiente: “La deuda que todo hombre paga”, Gates se dispone
a resolverlo mientras que el más joven de los dos hombres se va rápidamente. El otro se
queda vigilando el libro.
Cabalga por las calles, en medio de la noche, y llega a un callejón, ingresa a un teatro por la
entrada de atrás, la de artistas. La cámara lo sigue, firmemente continúa, una obra se está
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llevando a cabo. La gente ríe, el sujeto continúa su marcha, ingresa por la puerta de uno de
los palcos, saca un revolver y le dispara en la cabeza a un hombre que disfruta del
espectáculo. En el palco enfundado con la bandera de Estados Unidos yace inerte el
presidente, Abraham Lincoln. John Wilkes Booth salta hacia el escenario y grita unas
palabras en latín, “Sic semper tyrannis” (Así siempre a los tiranos). La gente aterrada grita,
corriendo en distintas direcciones. El asesino, sale cojeando y sube a su caballo evitando a
aquellos que quieren atraparlo, finalmente logra escapar.
De nuevo, en la taberna, hay avances prometedores en el acertijo que Thomas Gates está
descifrando, aparentemente es el mapa de un tesoro. Pero en el mismo momento, descubre
que aquel que está frente a él es parte de la orden de los “Caballeros de círculo dorado”,
traidores. El hombre desliza un revolver por debajo de la mesa y las malas noticias sobre la
muerte del presidente Lincoln no se hacen esperar. En otro plano, el hijo de Gates observa la
terrible escena. La cantina comienza a vaciarse y en las calles se escucha el revuelto, en un
pequeño momento de distracción Thomas toma la hoja del libro, la desesperación del traidor
es tal, que le dispara. Gates cae y grita: “La guerra se acabó” y tira en la chimenea la hoja
del libro allí comienza a arder el acertijo. Aún más desesperado el sujeto corre y la saca del
fuego, el niño corre cerca de su padre y el fulano gordo les apunta a ambos, “usted está
equivocado, apenas ha comenzado esta guerra”, toma el libro que había quedado sobre la
mesa y corre, para salir de allí.
Thomas Gates muere esa noche, pero le deja a su hijo Charles las últimas palabras que él
leyó, la clave… esa llave para develar aquel acertijo: “La deuda que todo hombre paga”. El
pequeño llora, y nadie lo escucha.
Recapitulando, Los Caballeros del Círculo Dorado eran un grupo extremista del sur del país que operaba en el norte para subvertir a las tropas de la unión. Si Thomas, no hubiera quemado las legendarias páginas perdidas del diario de Booth los asesinos habrían encontrado un vasto tesoro de oro y la unión habría perdido la guerra civil. Gracias. (Ben Gates, 2007)
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Así reaparece en esta secuela el protagonista, Ben Gates, quien en el filme anterior junto
con su equipo encontró uno de los tesoros más grandes del mundo. Oficiando de héroe le
entregó “el elixir” según Campbell, al mundo y él fue recompensado con un porcentaje. A su
vez se quedó con la chica bonita y todos fueron felices.
En la gran sala de conferencias, Ben y su padre Patrick agradecen la gentileza y el
reconocimiento de todos. En un sector de la sala, una voz grave realiza una pregunta entre
los vítores y aplausos, “¿Qué creen que le pasó a la página del diario de Booth que fue
rescatada del fuego?” Sorprendidos, los Gates responden lo obvio, pero este hombre entre
las sombras se adjudica ser familiar directo de Silas Wilkinson, y él afirma que la historia no
es así como ellos la cuentan sino, que Thomas Gates citó a todos para planear el asesinato
de Lincoln. Las fuertes declaraciones enervan a padre e hijo. Pero todo empeora cuando
Wilkinson saca de su bolsillo un pequeño trozo de papel un poco quemado, envejecido, pero
perfectamente conservado. Es la hoja del diario de John Wilkes Booth y en ella aparece el
nombre del tatarabuelo Gates, como la mente maestra del crimen. Así se plantea el
incidente, el desencadenante de esta aventura, no todo es así como parece, alguien está
mintiendo. La hoja parece encajar en el libro pero, ¿qué está ocurriendo?
Lejos de allí en una tienda de libros, el simpático Riley Poole, quién juega por momentos la
carta del embaucador, siguiendo con la comparación con los arquetipos de Carl Jung. Se
encuentra muy bien vestido, tras pilas y pilas de libros. A su lado una fotografía tamaño real
de él mismo, con un disfraz de aventurero muy similar al de Indiana Jones, “El Tesoro de Los
Templarios”, es aparentemente su libro. Espera pacientemente a que alguien se acerque a
pedirle un autógrafo. Finalmente, un par de chicas se acercan pero ambas buscan a ese tal
Benjamin Gates, descubridor del tesoro y parece que no están muy entusiasmadas con el
asistente y escritor del libro.
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Evidentemente no todo es tan genial para estos dos compañeros; en un encuentro Ben y
Riley se ponen rápidamente al día y sus vidas no están tan bien, ni ellos son felices ahora.
Mientras Poole se quedó sin un centavo del dinero ya que un contador poco honesto lo
estafó, Ben se separó de Abigail Chase, volvió a vivir con su padre y en este momento es
heredero de, básicamente, el asesino de Lincoln.
Una vez más, viene en busca del único que no le dirá que no, su fiel compañero, Riley. El
plan inicial, es irrumpir en su antigua mansión y conseguir la identificación de Abigail para
tener acceso a la página del libro de Booth y descubrir alguna clave que lo ayude a limpiar el
nombre de su familia.
Ya dentro de la casa, todo iba a la perfección hasta que la chica llega, y no lo hace sola,
arriba con un hombre. Al parecer, Gates lo conoce, el tipo trabaja en la Casa Blanca. Tras el
incómodo momento, Ben le ruega que lo ayude y después de varias negativas le ofrece las
Mesas del Té de Boston, ambas. Luego del ofrecimiento, la rubia accede.
Luego de horas de mirar y mirar el documento bajo las luces infrarrojas, descubren algo. Un
nuevo código de Playfair, pero ya es demasiado tarde a menos que pueda decodificarlo
rápidamente, al otro día se anunciará la noticia que Thomas Gates fue uno de los implicados.
Aparece otro viejo conocido el agente Sadusky en el departamento del FBI, aquel agente
que formaba parte de los templarios, escucha la noticia del nuevo conspirador en el
asesinato de Lincoln, al reconocer el nombre de Gates, por quien tiene cierta simpatía. A
diferencia de los demás, el agente pregunta qué se conoce sobre Wilkinson, el hombre calvo
que guardó 140 años la hoja perdida del diario de Booth y ahora, por alguna razón la saca a
la luz. Con una extraña sospecha, Sadusky los manda a investigar.
De vuelta en la casa Gates, Riley y Ben intentan adivinar el código, eligiendo palabras de
cinco letras al azar, pero es inútil. Mientras en la habitación contigua Patrick se lamenta
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escuchando como se da por confirmado el hallazgo. Una vez más el apellido está
desprestigiado y este tal Wilkinson se está llevando todo el crédito.
Ben intenta calmar a su padre, y le pide que una vez más le cuente la historia que su abuelo
Charles, ese niño que estaba en la taberna aquella noche, le contó. Vuelve a sonar la frase
del comienzo “La deuda que todo hombre paga”. La única manera de suprimir este infame
capítulo en la historia de la familia Gates es encontrando el tesoro que Thomas quería
ocultar de los traidores y presentarlo sobre la evidencia de Wilkinson. Es por esto que
aparece la palabra de cinco letras que aún no habían probado, death (muerte), hacen el
intento y excepcionalmente consiguen un nombre Édouard Laboulaye.
Mientras tanto, la doctora Chase, comparte una copa con el aún sospechoso Wilkinson, ella
accede a encontrarse con él, para comentarle los avances en la investigación. Progresos
que Ben Gates hizo, en el medio de la reunión el antes mencionado Gates la interrumpe con
un llamado. Tras ponerla al corriente del nombre descubierto le pide ayuda con la siguiente
palabra, ella hace su aporte, “doncella”. Y coincide a la perfección con las fechas de
planeamiento y construcción de la Estatua de la Libertad.
El indicio, “La doncella de Laboulaye”, marca que el creador del famoso monumento,
escondió algo allí, un elemento necesario para continuar la ruta hacia el mapa. Es Riley
quien con sus inocentes preguntas se pone en el lugar del espectador que en cierto punto se
deja llevar por las encrucijadas del filme. No una, sino tres estatuas concibió Laboulaye, y
como era masón dejó pistas en sus proyectos. ¿Pero en cuál? ¿En la de Nueva York, en la
de el Jardín de Luxenburgo o en la de Francia? De esas tres, sólo a una consideraba su
doncella. La que está apostada en París.
La característica viajera y trotamundos de este tipo de héroes hace que en un parpadeo los
protagonistas se encuentren en París, Francia y la tecnología disponible les permita
sobrevolar la estatua con un pequeño helicóptero a escala que tiene una cámara. Allí, en
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alguna parte, habrá una pista; efectivamente en la antorcha un pequeño texto en francés
firmado por el creador. Riley lo fotografía mientras Ben intenta distraer a los dos policías que
acaban de aparecer y que serán útiles en el momento de la traducción. “Cruzando el mar
estos mellizos se yerguen, resueltos a conservar lo que estamos buscando. Laboulaye,
1876”
Como por arte de magia Ben logra tomar la traducción y en cuestión de minutos ante la
mirada atónita de los policías y de Riley deduce aquel acertijo:
H.M.S Resolute un barco británico que se perdió en el Ártico en el siglo XIX. Fue recuperado por balleneros americanos y el Congreso lo mando de regreso a Inglaterra. Cuando el barco al fin fue retirado, la reina Victoria hizo dos escritorios de sus vigas de madera. Mellizos del Resuelto. (Ben Gates, 2007) Mientras tanto en el departamento del FBI, investigan a Mitch Wilkinson, quién al parecer es
un hombre muy preparado, estudió historia, se graduó en 1978. Tenía una compañía de
seguridad con contratos en Irak durante la invasión y también en el Congo en los 90. Un
mercenario que vende objetos y artefactos históricos en el mercado negro. La pregunta de
Sadusky, se hace eco de aquello que puede indagar la audiencia. ¿Porqué una persona de
esas características va a entregar un artículo tan valioso, aparentemente, para dárselo
gratuitamente al estado? La lista de preguntas se hace más y más larga.
De regreso en la casa de Patrick Gates, Wilkinson y dos matones lo esperan para dejarlo
inconsciente y en pocos minutos clonar su teléfono celular. No se sabe aún porqué pero, al
término de esa escena el espectador jura que ese Mitch Wilkinson es el malo de la película,
y para peor tiene un teléfono exacto al del padre de Ben en su bolsillo, y se sabe que lo
usará para llevar a cabo algún plan maquiavélico.
Riley y Benjamin ya están en Londres, Inglaterra y se disponen a conseguir los escritorios de
la reina Victoria, que deberán extraer de Buckingham. Mientras repasan los planos del
palacio reciben una llamada de Patrick, quien luego del ataque está bien pero sospecha de
que algo extraño está ocurriendo. En Washington, Wilkinson puede escuchar perfectamente
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la conversación gracias al celular clonado. Por supuesto, Ben da toda la información en ese
llamado, tienen una cita con el conservador del palacio y los mercenarios ya lo saben.
Riley hace un interesante comentario, algo casi metalingüístico, cuando Gates le dice que
alguien más ya sabe sobre el tesoro. El muchacho indica que obviamente alguien más sabe,
ya que ése es el axioma de los cazadores de tesoros. La carrera del gato y el ratón, siempre
están esos condimentos que harán más interesante el guión.
Dentro del palacio los dos personajes se disponen a montar un espectáculo para que los
encierren en la oficina de seguridad y desde allí llegar al despacho de la reina. Pero un
elemento fuera de lugar aparece, Abigail, notificada por Patrick viajó para ayudarlos pero eso
no estaba en el plan, aunque Gates utiliza la aparición a su favor. Simulando una borrachera
y una discusión con su ex se meten rápidamente en líos. Riley monitorea todo desde el
baño, con sus muchos juguetes electrónicos.
Tal como estaba previsto llegan a la oficina de seguridad y allí los encierran, en cuanto se
despeja la zona Riley los saca de allí, puerta uno, puerta dos y finalmente ambos se meten
en el montacargas que los lleva directo a su objetivo. El escritorio resolute, debajo del mismo
la firma de quién lo confeccionó “Malcolm Gilvary, 1880” un hombre que no hacía muebles
sino, que confeccionaba cajas fuertes chinas, un nuevo indicio al parecer, eso no es un
simple escritorio. Luego de descubrir que los cajones cumplen la función de candado de la
caja comienzan a intentar interpretar la clave. Cuatro cajones, una combinación de cuatro
dígitos, quizás un año determinado. La fecha en el texto en francés de Laboulaye, 1876.
Como por arte de magia se abre sin preámbulos, una placa de madera tallada con marcas
que pueden ser incas o aztecas, anteriores a la Guerra Civil.
No todo puede estar tranquilo y perfecto mientras ellos realizan sus suposiciones, el oficial
descubre que escaparon. Riley les avisa y escapan, gracias a que el joven dispara la alarma
contra incendios y el edificio se desagota rápidamente, toda la gente sale apresurada y ellos
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lo hacen también en el tumulto. Pero si esto pareció intenso o peligroso, el espectador se ha
equivocado de nuevo. Afuera del palacio están Wilkinson y sus hombres para perseguirlos,
una vez que Ben y Mitch se ven frente a frente, comienza una persecución automovilística.
Disparos, vidrios rotos y carreras de vehículos por las calles londinenses. Abigail recibe una
llamada, el ya no tan educado Wilkinson quiere la placa que sacaron del palacio y Ben se
rehúsa a dársela.
Pero el héroe de esta historia tiene un plan, toma la tabla con los símbolos y al pasar la luz
roja del semáforo las cámaras de seguridad le toman una foto-multa de esta manera le pide
a Riley, su hombre tecnológico, que ingrese en la base de datos y copie la fotografía.
Mientras continúa la persecución. Al llegar al puente que cruza el río Támesis, Ben arroja la
tabla, desesperados uno de los sujetos que acompañan a Wilkinson se tira al agua a
buscarla.
Llegan a Washington D.C. a la casa de Patrick Gates para que él vea la foto, no se llegan a
ver los símbolos exactos pero, él dice que son marcas de indios americanos precoloniales,
aproximadamente tiene unos 500 años de antigüedad. Gates padre sólo llega a reconocer
uno de los símbolos, Cíbola, la Ciudad de Oro. Salida de una leyenda una ciudad de oro
macizo que fue vista sólo una vez y luego nadie la volvió a encontrar jamás.
“Voy a pedirle ayuda a ella, y tú me vas a acompañar” Ella es la única que puede traducir
ese tipo de simbología, ella es la mamá de Ben. La van a buscar a la Universidad de
Maryland allí la elegante mujer, Emily, lee, “Encuentra al pájaro noble, deja que te lleve de la
mano y te abra paso al templo sagrado” Aunque al llegar al símbolo que anteriormente
Patrick había asegurado que era Cíbola, Emily corrige e indica que es “el centro del mundo”.
A su vez les aclara que esta es sólo la mitad del mapa, que los símbolos están incompletos.
Con el previo conocimiento sobre los mellizos, los dos escritorios resolute, el espectador
puede suponer cual es el paso que sigue y sentirse dentro de la aventura aunque sea por un
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momento. ¿Dónde está el otro escritorio? Un giro interesante, el escritorio presidencial en la
Casa Blanca. Riley ese muchacho inocentón que siempre está un paso más atrás y muy
cerca de la audiencia hace las preguntas de rigor y los demás responden uno a uno sus
cuestionamientos. Próxima parada, la Oficina Oval del presidente de los Estados Unidos.
Paralelamente los villanos están haciendo sus propias averiguaciones y ya que muy poca
gente puede traducir esos glifos precolombinos, no tienen muchos avances pero si saben
que no tienen el mapa completo, así que esperaran que Gates haga la movida magistral,
consiga la otra parte y ellos, como buenos mercenarios, se la robaran.
Tanto Ben, como Riley consideran que este es el momento para contactar al hombre Casa
Blanca, y lograr retomar la conexión con Abigail para acercarse al escritorio. Aprovechando
la festividad de pascua que se realiza allí, y así tener una excusa para volver a verlo.
El plan sale a la perfección, Connor aparece allí muy entusiasmado por ver a la bella chica y
está dispuesto a cumplir cualquier deseo que ella tenga; especialmente si este puede dejarlo
por encima de Gates. Los conduce a la oficina, y ellos aprovechan para hacer lo que tienen
que hacer, mientras Abigail lo distrae con sus encantos, Ben abre el escritorio y no encuentra
nada. En el lugar donde se suponía que debía estar la tabla, sólo hay un espacio vacío y en
la madera hay un sello; uno extraño, pero similar al presidencial.
Salen de ese lugar con una foto y esta vez, Riley tiene la respuesta. Y para darle un marco
teórico aún más creíble la respuesta está en su libro, que para su sorpresa, ninguno de sus
amigos lo leyó. “El tesoro de los templarios”, repleto de historias de conspiración, tiene en el
capítulo trece la respuesta a sus dudas. En teoría, el libro secreto del presidente compila
escritos de los primeros mandatarios y solamente puede ser consultado por ellos. Según el
muchacho el sello se usó por primera vez en 1966, con la ley de libertad de información, el
águila y el pergamino, el símbolo secreto del Libro Presidencial. Por ende, la hipótesis de
Riley es que la tabla de alguna manera ahora está en este libro secreto. El joven implora que
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le crean, en especial Gates, es el momento en que no sólo es un elemento de ayuda o
distención en la trama sino que aquí el muchacho es una ficha fundamental en el tablero.
Ahora en la oficina del FBI, Ben se reencuentra con su amigo Sadusky y le muestra la
fotografía del sello. Éste lo relaciona directamente con el libro de Riley, y las teorías de los
conspiracionistas. El agente lo lleva a caminar fuera del edificio para poder hablarle como un
amigo y no como agente. Ben obtiene la confirmación, si, existe tal libro secreto, pero se
pasa de presidente en presidente y cada uno elige un nuevo lugar donde esconderlo. La
única forma de verlo es, siendo electo. La información clave llega en buen momento, la
historia comienza a acercarse al momento del clímax, aún hay una distancia muy
pronunciada entre Wilkinson y Gates, la estructura precisa tenerlos más cerca.
¿Cómo estar cerca del presidente? Aunque sea por unos minutos, y ¿cómo explicarle toda la
historia en ese corto lapso? Siendo escuchado por su grupo, Benjamin Franklin Gates lo
declara en vos alta, “Voy a secuestrar al presidente de los EE. UU.”
Tras la negativa de sus compañeros, Ben expresa que ya tiene un plan, guiar a los asesores
del presidente hacia el hotel Mount Vernon en Virginia para que organicen allí la fiesta de
cumpleaños del primer mandatario y de esa manera sea más fácil llegar a él.
Vestido con ropa de buceo Gates ingresa en el río, mientras su padre distrae a la policía de
Maryland.
En la fiesta, suena música y Ben ya está en la costa vestido con un smoking elegante,
ingresa sin cuestionamientos mientras sale de los arbustos, aunque los hombres de
seguridad ya lo tienen en la mira.
Con mucha soltura, Gates, saluda a todos allí y llega al presidente, se presenta y para su
sorpresa éste decide tener una conversación con él, risas van y vienen. Ben le muestra un
mapa de Mount Vernon dibujado por George Washington y el mandatario se emociona.
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Tras la pregunta incitadora de Ben, “¿seguirá aquel túnel secreto que muestra el mapa allí?”
El presidente cree que lo mejor será ir a ver, Dios bendiga el espíritu aventurero del
comandante en jefe. Linterna en mano bajan unas oscuras escaleras, por supuesto, hay
agentes del servicio secreto también allí, muy resuelto el presidente le pide que le dé su
linterna a Ben.
Ingresan en un pequeño cuarto de piedra, antesala de una cueva, moviendo unas palancas
se abre y Ben se encierra con el presidente ahí. Le hace la pregunta y tras negarse, Ben le
indica la salida, mientras tanto los agentes dieron la alarma del supuesto secuestro y
comienzan a romper la pared.
Finalmente, el mandatario dice la verdad, el libro si existe y está oculto en la Biblioteca del
Congreso. La exacta posición es X-Y, 2-3-4-7-8-6. También se precisa de otro código, 3-7-9-
4 y por último, un favor personal, la página 47. Punto de encuentro de Gates y su equipo, la
biblioteca en 20 minutos. Su padre lo espera con un auto, y Ben ya no puede fallar, ni al
presidente, ni mucho menos al país.
Abigail y Riley ya están allí, el se repite una y otra vez los números. El FBI ya fue advertido
del secuestro y el agente Sadusky sabe que fue Gates.
Ingresan, pasando muchas puertas llegan al lugar anhelado, tras una última serie de
números se devela el misterio, un libro forrado en cuero y con el sello del águila y el
pergamino en la portada le da la razón a Riley, quien como un niño orgulloso sonríe atónito.
Lo abren y encuentran todos esos hitos, la muerte de Kennedy, un manuscrito sobre el área
51. Pero tienen solo un objetivo, y lo encuentran, fotografían la tabla confirmando así todo lo
que habían investigado, el tesoro existe y la plancha de madera fue destruida en 1924 en lo
que hoy se conoce como el monte Rushmore, para borrar los puntos de referencia de la
destrucción de la tabla. Y la policía ya llegó vienen a llevarse a Ben. Sadusky lo ve, pero lo
deja ir. Anteriormente Gates le sacó una foto con su celular a la foto de la tabla y la envió al
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celular de su padre. El espectador sospecha de la desaparición de Wilkinson pero él desde
la sombras continua con su plan, recibe también la fotografía al teléfono clonado, y oye la
conversación, “llévaselo a mamá, a que lo traduzca”; dos datos que no debe tener jamás un
villano.
Riley y Abigail salen en un auto y Ben intenta salir con ellos, pero no logran pasar
desapercibidos y comienza una nueva persecución.
Mitch Wilkinson ya investigó a Emily, la mamá de Benjamin, y se encuentra en su despacho.
Dice que quiere dejar su marca en la historia y quiere que le traduzca la tabla. Ella sospecha
y se niega, pero la amenaza con un arma. También le anuncia que su ex-esposo está en
camino y que debe deshacerse de él sin decirle nada útil. Llega Gates padre y ella le indica
una traducción errónea y lo echa de mala manera. El villano aparece con un último indicio
aquel que es crucial para hallar el tesoro, pero inútil por sí solo, una carta de la reina Victoria
hacia el General Pike, sin dejar que Emily la vea, Mitch la quema y se lleva a la mamá de
Ben.
Monte Rushmore, ambos bandos ya están allí. De diferentes maneras buenos y malos llegan
al, por ahora, último indicio una isla de piedra. Frente a frente se encuentran las dos fuerzas,
Ben llegó gracias a su madre quien en código le envió un mensaje a través de su padre.
El FBI persigue a Gates, de una u otra forma los agentes arribarán allí pronto, y los van a
llevar a la cárcel a los dos, si es que no trabajan juntos. La audiencia ya conoce a Benjamin
Gates y sabe que su astucia hará que él logre lo que se propuso, de alguna manera.
El trato es el siguiente, Ben sabe de la carta, pero Mitch sabe lo que está escrito en ella, pero
Gates conoce como llegar al tesoro. Por lo tanto, los dos van a buscarlo, pero Wilkinson será
quien se lleve el oro y el crédito, mientras Ben limpiará el nombre de su antepasado.
Convencido Mitch accede, y sigue a Gates. Sobre la roca el misterioso Wilkinson da la
primera pista, “la entrada solo será revelada bajo una lluvia sin nubes” esto indicaba la carta
106
de la reina Victoria. Tras varias interpretaciones Ben, lo descubre, comienzan a mojar la
piedra y luego de un rato, Abigail es quien encuentra el águila en la roca.
El segundo indicio, “entrega tu mano al corazón del guerrero”, en el centro del águila hay un
hueco, para variar el héroe es quien se anima y mete su mano en él, segundos después
toma una palanca y tira de ella. Cerca del agua las rocas comienzan a caer dejando abierta
una puerta a una cueva, asemejándose en este punto a la primera entrega de la saga y a
todos los filmes de aventuras, en especial Indiana Jones, este lugar se cierra
herméticamente tras haberlos dejado entrar. Siguen caminando y Riley encuentra una
pequeña figura de oro que se asemeja a un hombre diminuto mientras todos se acercan a
ver, una rampa se abre dejándolos caer a otro compartimento por debajo de ellos, quedan
colgando haciendo equilibrio. Afuera quedaron los papás de Ben, que intentan salvarlos.
Tras un momento de autentica tensión, propia del género, los cuatro siguen camino.
Llegan a un gran lugar lleno de agua, cascadas que caen hacia ríos, dentro de la caverna y
el oro está debajo del agua de alguna manera, el tesoro se encuentra allí. Girando una
especie de rueda de piedra, el agua deja de salir, lentamente las cascadas se cierran hasta
detenerse completamente. El nivel de agua baja y les permite acceder al tesoro, una ciudad
completa de oro puro. Por otro camino, Patrick y Emily llegan también.
“Perdón por manchar el nombre de tu tatarabuelo. Era la única manera de meterte en la
cacería. Era una oportunidad para que los Wilkinson dejaran su huella para encontrar la
Ciudad de Oro, para ser recordados. Jamás lo olvidarán” estas son las palabras de Mitch, la
confesión, su único afán ser parte de la historia.
Claramente aquello del agua era momentáneo, a borbotones el líquido translúcido comienza
a salir, arrastrando piedras, y ellos siguen allí. Encuentran una puerta que desagota el lugar,
deben abrirla para no ahogarse. Pero Mitch recuerda que es el villano y pone en marcha el
clímax propiamente dicho, toma a Abigail como rehén y obliga a Ben a sacrificarse para que
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los demás puedan salir, la compuerta sólo puede mantenerse abierta si alguien lo hace
mientras todos salen. El momento emotivo toma forma, la música acompaña, todos lloran en
especial Abigail que estaba reconsiderando volver con su ex. Todos son arrastrados por la
corriente mientras Ben sostiene solo la rueda. El agua también lo arrastra a él, y Mitch vuelve
a sostener la rueda, Emily, Patrick, Abigail y Riley ya se encuentran del otro lado. Wilkinson
resulta que quiere ser un héroe, se rehúsa a salir y deja que se salve Gates. Los cinco salen
y Mitch tras un grito ahogado se deja morir, rogándole a Ben ser recordado.
Una luz al final del túnel descubre la salida, literalmente. Y Ben se comunica con su amigo
del FBI, quien le pregunta si está listo para entregarse por haber cometido un delito federal.
El presidente lo está esperando, “lo que yo recuerdo es que estábamos explorando un túnel
escondido. La puerta se cerró por accidente y él me salvo la vida”. Gates les trajo honor a su
país y a su familia, y además deja de lado su orgullo y sus rencores para cumplir con su
promesa bajo tierra, Wilkinson también recibirá el crédito por el hallazgo.
El presidente le pregunta por el favor, de la página 47 del libro, ¿una tercera entrega de las
aventuras de Ben Gates y sus amigos planteada en unas pocas líneas de diálogo?
Finalmente, la cueva es investigada y todas las reliquias allí presentes son clasificadas,
Emily es la encargada de supervisar la excavación. Riley conoce a la chica, la única, que
leyó su libro y quiere su autógrafo, Ben y Abigail, se reconcilian.
Y así, una vez más, el héroe nacional, el aventurero Gates llega a lugares insospechados,
conoce al presidente, y se queda con la damisela, dejando su egoísmo de lado, pensando en
la comunidad.
El Proyecto de Grado aborda el análisis de estos dos filmes por que Ben Gates e Indiana
Jones comparten más características de las que sus realizadores podrían llegar a admitir. A
la hora de considerar a los herederos al trono del reino de las aventuras, Gates sostuvo con
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valentía el cetro y junto con sus aliados lograron llevar adelante dos historias que mantienen
el espíritu. Indicios, pistas, viajes por cielo, tierra y mar para conseguir aquellos tesoros que
el tiempo ha ocultado. Se logra respirar el mismo aire dentro de esas cuevas, la piedra se
siente igual y las explicaciones relacionadas con conocimientos históricos y mitológicos
también las hermanan.
La paleta de color de ambas sagas se parece, abundan los tonos tierra y los verdes, el
vestuario de los personajes aunque pertenezcan a diferentes décadas deja entrever esa
especia de uniforme del aventurero, prácticamente camuflándose con los escenarios.
Lugares conocidos, anécdotas que de una u otra forma el espectador a oído, se convierten
en los temas centrales de estos filmes. Y así frente a todos los mortales, sólo aquellos que
conozcan lo que están buscando podrán hallarlo al final del camino. La idoneidad de ambos
héroes hace que la audiencia se convenza de que ellos son los que saben y los dejen
trabajar. El espectador viaja, corre, se sorprende y se enamora con ellos; a su vez Indy y
Ben son astutos, compradores y pícaros, en cuanto no puedan obtener algo por la fuerza
tendrán bajo la manga esa carta que los liberará del peligro y así seguirán su camino hacia el
objetivo.
Las diferencias no son muchas, pero son aquellas que permiten ver por qué La leyenda del
tesoro perdido en sus dos entregas no fue más que la apuesta de la compañía Walt Disney
de otorgarle al público una aventura familiar para disfrutar en las vacaciones de invierno. Y
en cambio el dual profesor y arqueólogo aventurero de Spielberg y Lucas es una de esas
figuras que marcó a una generación que sigue recordándolo.
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Capitulo 7. ¿Morir o no morir?... ésa es la cuestión
“…Pero, los héroes hacen algo más que simplemente inspirarnos. Hacen que las cosas parezcan fáciles. Y eso
es lo que nos convence de querer ser tal cual ellos” (Kiyosaki, R. y Lechter, S. 2009, p.88)
Vestido con sombrero, campera de cuero y látigo, la figura proyectada de Indiana Jones,
recorrió el mundo. Para sus creadores, Lucas y Spielberg, la posibilidad de que la sola
sombra de su personaje sea reconocida y admirada mundialmente fue algo inimaginable, de
hecho el mismo director declaró en varias entrevistas, que sólo le había sucedido algo similar
con Tiburón (1975) y con E.T., el extraterrestre (1982).
La taquilla y las grandes cantidades de simpatizantes y fanáticos alrededor del globo,
utilizando sendos términos de la jerga futbolística, simplemente terminaron de confirmar la
popularidad del dual profesor y arqueólogo norteamericano.
Ahora bien, el doctor Henry ‘Indiana’ Jones fue el hombre rudo, el héroe fuerte y resuelto que
junto a muchas otras figuras de acción de los 80 trascendió los peligros y obstáculos de
manera airosa y divertida. ¿Cómo salir de una pirámide atestada de serpientes?, ¿Cómo
escapar de una cueva que se está derrumbando? o ¿Cómo atravesar un puente colgante,
sobre un río infectado de cocodrilos? Cada uno de los giros y curvas de la historia eran
resueltos con diligencia por este personaje, y en el momento del clímax, donde el espectador
duda sobre la fortuna del protagonista y no sabe si éste lo superará, prácticamente no había
inseguridades, todo indicaba que “Indy” se salvaría para continuar con la aventura.
Característica que en el capítulo cinco los entrevistados marcan como elemento fundamental
del personaje del sombrero, utilizando un término introducido por Jorge Falcone, Jones es
infalible.
110
La década del 80 se caracterizó por entregarle a la audiencia héroes casi indestructibles.
Aunque la ubicación temporal de la acción de las primeras tres películas de Jones sean en la
segunda mitad de la década del 30 y la cuarta en 1957, Indiana es hijo de la cultura de los
pop. Así es como Carlos García Gual en el prólogo del libro El tiempo del héroe, deja en
claro como la evolución de este arquetipo está directamente relacionada con los cambios
sociales, históricos y culturales, por nombrar algunos. Específicamente indica que “La épica
resulta cada vez más imposible en el mundo de la modernidad tecnológica” (Bou y Pérez,
2000, p. 10)
Algunos autores y especialistas consideran que hacerlos más humanos generará la empatía
tan deseada por los realizadores, esa conexión con el espectador que luego permitirá que
éste sufra, llore y se alegre junto con el personaje principal. Pero en este caso se intenta
recorrer el camino de la humanización. Benjamin Franklin Gates, el protagonista de las dos
entregas de La leyenda del tesoro perdido resulta ser un trotamundos aventurero muy similar
a Indiana pero con angustias y conflictos propios del hombre posmoderno. Profesiones
similares y distintos enfoques, a esto apunta el Ensayo. Y en última instancia, ¿qué reina en
estos días? ¿Caducidad o vigencia del héroe vulnerable?
Como se mencionó en el primer capítulo, el contexto donde se crean estas historias de
aventuras condicionarán los perfiles de aquellos que llevan la acción adelante. Héroes, tanto
como Jones y Gates transitan vidas divididas, el primero un arqueólogo temerario, el otro un
cazador de tesoros. Ambos tienen amplios conocimientos sobre esos mundos a los que no
todos los mortales tienen acceso. Si bien los universos fílmicos difieren, 1935, 1936, 1938 o
2004, 2007; a la hora de tomar una antorcha y envolverse en peligros y misterios ambos
transitan orbes similares.
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Quizás el espectador se sienta más reconfortado si aquel héroe fuerte que otrora era
indiscutiblemente invencible, hoy se encuentra en peligro real y lo hace dudar de su propia
seguridad.
7.1. Camino a la humanización
El mundo que conoció Indiana Jones mutó, evolucionó, cambió; un héroe que se alojaba en
los años 30 en tierras lejanas y amplias aulas universitarias encantó al público durante la
década del 80 y a todos los que lo conocieron después, luego en 2008 llegó para sorprender
a una nueva generación que descubría al señor del sombrero. Los padres les contaban a sus
hijos quién era ese hombre, que cuando eran jóvenes todos querían ser como él. Que ese
actor, a quien ya veían maduro, por no decir viejo era aquel que todos querían imitar. Como
sea, la segunda venida del profesor aventurero fue recibida aceptablemente, la taquilla
funcionó bien aunque no rompió ningún record, según el portal web español El Economista,
recaudó más de 150 millones de dólares en los primeros cinco días en cartel, en Estados
Unidos.
Algunos especialistas, a su vez, hablan de la brecha generacional, los adolescentes en
general no eligieron a Jones ya que lo consideraban algo más cercano a sus padres. Pero la
realidad fue que el público adulto que ya había tenido su encuentro con Indy y había corrido
peligros a su lado no dudo en ocupar las salas, así fue como el film se mantuvo varias
semanas en los cines a nivel mundial.
Carlos García Gual compara, en el prólogo de El tiempo del héroe, la evolución de este
arquetipo con el avance, el cambio del mundo y sus habitantes en general.
Que a la ingenuidad épica y a la ingenua ética idealista de los primeros tiempos de Hollywood le suceda luego una visión progresivamente desencantada, ácida, agrietada, con sus ribetes de ironía y corrosivo cinismo, en la representación del mundo heroico, corresponden bien a la evolución de la visión que la sociedad
112
americana tiene sobre sí misma, y sobre el papel ambiguo que la política, la guerra y a las esferas del poder permiten al individuo con afanes heroicos. (Bou y Pérez, 2000, p. 10)
Este autor utiliza en muchas ocasiones términos como ingenuidad e idealismo, y de eso se
trata, como se indicó en los primeros capítulos las características del personaje están
condicionadas por la cultura, la historia, la política, como indica García Gual, por toda una
sociedad, el cine al igual que cualquier expresión artística, es una manifestación que se crea
en el seno de ésta. Ahora bien, cuántos planetas se alinearon para que los espectadores de
los 80 recibieran con agrado a Indiana Jones. El regreso del género de aventuras, un
personaje atractivo, y una historia clásica hicieron que ese mundo ácido e irónico por usar
las palabras del autor le dieran una oportunidad al dual profesor y arqueólogo.
El autor retoma una y otra vez esta idea para dejar en claro, según él, que la épica resulta
cada vez más extraña en este mundo que se desarrolla a pasos agigantados en todos los
ámbitos en especial a nivel tecnológico. En relación con este tópico, podemos establecer la
primera confrontación entre la saga de Jones y la de Gates, La leyenda del tesoro perdido; la
primera ambientada en dos décadas donde el nivel de objetos computarizados era nulo y la
otra, en pleno auge del uso de celulares, internet y complementos tecnológicos de alta gama.
El vestuario, los equipos, todo ha sufrido cambios y esto impacta directamente en los
personajes y en la historia.
El Ensayo continúa con la idea de García Gual en el párrafo antes citado y lo relaciona con
los temas tratados en todo el prólogo en general, él indica que si ya no hay espacio para los
héroes en el universo conocido, se los debe llevar a la atmósfera utópica y de ciencia ficción
o también desplazarlos hacia los bordes de la melancolía y la nostalgia. El Proyecto de
Grado retomará estas ideas más adelante para contraponer a las conclusiones.
Indiana Jones, vive por su cuenta, si bien tiene ciertos lazos familiares o intereses
románticos, cada vez que concluye uno de los filmes esto termina y recomienza en el
113
siguiente. El profesor aprendió a valerse por sí mismo, la conflictiva relación con un padre
ausente y el hecho de no poder confiar en nadie, lo hacía trabajar solo, tan individualista
como los investigadores privados tan característicos del cine negro, que menciona García
Gual en su texto.
La cuarta entrega presenta un cambio, Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal, allí
un Indy ya maduro, se descubre trabajando codo a codo con Mutt Williams, un joven
efervescente y rebelde que busca ayuda por parte del Dr. Jones. Más tarde, se sabrá que él
es su hijo. En un par de horas de ficción, Indiana se convierte en padre de familia, y tiene un
reencuentro inesperado con su antiguo amor, Marion, a quien el público había conocido en la
primera entrega, En busca del Arca Perdida.
Ni Gates, ni Henry ‘Indiana’ Jones perdieron sus ideales; especialmente Benjamin Gates
quien forma parte de una familia que generación tras generación fue educada y formada
para proteger uno de los más grandes secretos de la humanidad. Las creencias de Jones, se
basan en la historia y el factor de la fe ciega juega un papel esencial, templos malditos, el
Arca de la Alianza, el Santo Grial y una calavera con esqueleto de cristal con poderes
extraordinarios ponen a prueba el escepticismo de muchos, pero el arqueólogo recorre el
globo literalmente para salvar, en menor o mayor medida, el mundo. ¿Cuánto idealismo y
utopía existe en estos personajes?
El mundo cambia, muta, evoluciona, y estos dos sujetos, recorren rutas paralelas que están
fuera de aquello que es conocido por la humanidad, mientras muchos viven en la rutina y
dentro del status quo de una civilización, otros se hayan luchando contra enemigos
sumamente arquetípicos.
Pero el escritor, no desacredita completamente el asunto, sino que lo pone en duda, ya que
no sólo estos films mantienen la épica y la tradición de historias clásicas. “…cómo
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subsisten… pese a su aparente alejamiento de los patrones épicos, irónicamente, algunos
valores de la antigua ética heroica, de modo muy paradójico” (Bou y Pérez, 2000, p. 11)
El Proyecto de Grado avanza sobre la cuestión, y aventura comenzando a develar el aporte
de este capítulo final, que si esos patrones subsisten es gracias al acuerdo tácito con el
público, los realizadores crean el ambiente indicado para que ambas historias funcionen, la
ficción cierra el trato. Un contrato que funcionaba, en la década del 30, del 40, en los 80 y lo
hace sin dudas desde el 2000 hasta hoy.
Una vez más el género, esa etiqueta que permite augurar aquello que se verá “a posteriori” y
no llevarse sorpresas, idealmente y procurando que no haya errores en esa marcación. La
gente que se decide por géneros fantásticos o de aventuras, por mencionar sólo algunos,
sigue concurriendo al cine en busca, de alguna manera, de escapar al cinismo, la acidez y lo
corrosivo del mundo actual.
Uno de los conceptos que este Ensayo no puede pasar por alto, es el tiempo. Las hojas del
calendario volando, un reloj que no deja de correr, las arrugas y los achaques de un héroe
envejecido, con un manojo de trucos aún bajo la manga. García Gual indica que a su
parecer el paso temporal, es el principal antagonista de la figura heroica. Y marca el detalle
que, en general, los héroes clásicos mueren jóvenes. ¿Será que envejecer es uno de los
mayores momentos de vulnerabilidad del ser humano? Rápidamente se responde, sí.
Aquiles el semidios de la mitología griega fue inmortal, fuerte y perfecto hasta que Paris halló
su talón, su punto débil y se demostró claramente lo contrario.
A su vez, otro ejemplo válido son los cómics, en las páginas de las historietas los
cumpleaños no son tenidos en cuenta, por siempre y en cada aventura o caso, ellos no
envejecen ni un día.
Tanto el caso de estudio Indiana Jones, como su primo lejano Ben Gates, ambos son
hombres experimentados que no permiten que su reloj biológico les afecte, o por lo menos
115
eso intentan. En la última entrega de la saga el Dr. Jones intenta que no se ponga en
evidencia que ya se encuentra mayor para luchar con los rusos, zafar de las arenas
movedizas, o para manejar a su querido látigo. Las artimañas de Indy siguen intactas y
aunque tenga pequeñas dificultades, son utilizadas para otorgar momentos de distención
que combinan correctamente con situaciones análogas de las tres primeras entregas, como
se indicó en el capítulo cuatro la estética fue mantenida respetuosamente por la dupla
Spielberg-Lucas, dando lugar a que haya una concordancia entre las aventuras que
ocurrieron en la segunda parte de la década del 30 y con la que encuentra a este Jones
entrado en años; detalles, breves líneas de diálogo y guiños para el espectador dan un
marco para que nada de esto sea llamativo o extraño.
7.1.1. ¿Caducidad o vigencia del héroe vulnerable?
El texto toma forma, el momento ensayístico llega a su momento culmine, cómo el clímax a
la estructura del film así también el Proyecto de Grado va llegando a su fin.
El héroe de aventuras se ha delineado a través de los años de una manera determinada, la
sociedad, la cultura, la historia y la política, han influido y marcado cada arista de estos
arquetipos que si bien tienen diferencias entre si y los contextos cambian se pueden
establecer similitudes. Benjamin Franklin Gates y Henry Indiana Jones, recorren esferas
similares, atraviesan riesgos parecidos y puede dar la sensación que Gates aprendió
muchos de sus movimientos del legendario Indy. ¿Será casual? No lo es, en lo absoluto.
Como ya se mencionó en capítulos anteriores el género regresó en la década de los 80 con
el filme En busca del Arca Perdida como principal referente, luego de una época dorada que
había entrado en decadencia dos realizadores conocidos por el gran público se unieron para
darle vida a un profesor y arqueólogo treintañero que intentaba develar los misterios y las
encrucijadas que subyacían la realidad conocida por muchos. Como se retrató en el capítulo
116
seis, las dos entregas de La leyenda del tesoro perdido son un ejemplo de aquellos que
intentaron heredar el estilo de Indiana tanto física, mental y espiritualmente.
El género requiere a un héroe que cuente con los elementos que mencionó el
documentalista entrevistado en el capitulo cinco, “impacta resumir en ese personaje los
atributos más emblemáticos del género (sagacidad, temeridad, erudición) (sic) Y
particularmente para mí, tal vez algo ya expresado: Su infalibilidad” J. Falcone (comunicación
personal, 29 de junio, 2012). No importa su año de nacimiento estos héroes, como Falcone
los llama, infalibles serán aceptados como parte del código de la aventura. Jones no volvió
en 2008 repensado, filosófico y agotado; regresó con años pero con las mismas mañas
porque está en el ADN del género.
Sea o no sea una época propicia, un planteo correcto sobre ese tipo de cine que hace
tiempo nació en la novela por entregas y en los fascículos seriados, será aceptado y
acunado. Eso ocurrió en los 80, las personas simpatizaron con las características antes
mencionadas porque el héroe se presenta allí para ser lo que muchos querían ser.
Si los intentos de volver a insertar el género en la probeta de la posmodernidad fueron
porque la combinación química no se logró. Quizás la fórmula en última instancia no es tan
mágica después de todo.
La saga de Indiana Jones con sus aciertos y desaciertos cumplió con un patrón, sorprendió a
la generación que expectante ingresó de lleno en exotismo de esa primera secuencia en la
selva peruana donde el misterioso Indy hacia lo imposible para recuperar un ídolo de oro
custodiado por trampas mortales.
Ya sea por instinto o por el bagaje cultural de cada uno, la audiencia gustó en general del
regreso de la aventura, con el correcto uso de la técnica, los espacios, el vestuario, la
música, el sonido y así se podría seguir con la enumeración de galardones que recibió esa
117
primera entrega. Indy marcó tendencia, como indicaron casi a una voz los entrevistados en el
capítulo cinco, hubo un antes y un después que es notorio en el análisis.
Por lo pronto, el Proyecto de Grado no puede confirmar la existencia de un sucesor directo
ya que las opiniones que se sucedieron a lo largo y con el devenir de los capítulos fueron
encontradas, quienes respondieron sobre esta cuestión dejaron en claro que no veían en el
horizonte ningún aventurero que herede el reino. Pero la realidad es que año a año llegan a
las salas filmes con reminiscencias folletinescas, que a aquellos espectadores atentos les
recuerda a esa silueta del sombrero recortada sobre los más variados escenarios, que allá
por 1981 arribó a los cines reflotando un género en desuso con un tipo de héroe que se creía
extinto.
La psicología podrá variar, ya que eso está ligado al contexto y se utiliza en función de la
historia pero para ser un héroe de aventuras y preciarse de tal deberá cumplir con
condiciones, cuestiones y elementos que trascienden lo temporal.
El viaje del héroe sobrevuela la faz de la tierra desde la mitología, fue allí en los relatos que
mantenían la tradición oral, en la Antigua Grecia donde aparecieron las primeras
exhibiciones de heroicidad, el recorrido histórico que se realizó en los primeros tres capítulos
de este Proyecto de Grado se sirve y ahonda en esos tópicos, que luego fueron organizados
y resignificados en un texto tan paradigmático para la literatura, el guión y el cine, como fue
El héroe de las mil caras. Psicoanálisis del Mito de Joseph Campbell.
Para llegar a componer a ese aventurero y capturar a la audiencia los elementos
anteriormente mencionados; sagacidad, temeridad, erudición e infalibilidad, que a su vez son
rasgos fundamentales del género, deberán prevalecer. De esa manera no importará quien se
encuentre sentado en la butaca, conectará con él de inmediato. Esto último sucedió con
Indy, un ejemplo cercano, que el Ensayo logró colectar en el capítulo dedicado a las
entrevistas fue el de la docente y guionista, Laura Ferrari que si bien confesó no ser una
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amante del género, ingresó en el mundo mágico planteado sin problemas y hasta con
inocencia e ingenuidad.
El héroe de aventuras no tiene fecha de caducidad, en mayor o menor medida su
vulnerabilidad no afectará todo lo dicho anteriormente. La caducidad o vigencia del
aventurero vulnerable estará ligada a la psicología del personaje, cada uno tendrá sus
defectos, faltas que adornan, por así decirlo, a cada uno y lo hacen, dentro de la medida de
lo posible, original. A su vez permite la identificación con el espectador, lo mantienen lo
suficientemente cerca del público para que sea accesible pero no tanto para que no sea un
hombre común; una vez más el equilibro en la fórmula es clave.
Y por último retomando la idea de nostalgia, melancolía y utopía que plantea García Gual,
será que esto retoza en el aire cuando una idea del género de aventuras es confeccionada y
llevada a cabo. Que los realizadores, guionistas y actores que se embarcan en la empresa
antes mencionada sueñan con regresar en esos 120 minutos un universo completo, donde
los golpes no duelen tanto, los viajes por cielo, tierra o mar tardan pocos segundos y son
punteados prolija y cinematográficamente en un mapa en tonos sepia, donde se puede
sobrevivir a una prueba nuclear dentro de una heladera y donde hasta el sombrero del
protagonista siempre vuelva a sus manos, como un boomerang, para vivir la próxima
aventura.
Utopía, melancolía y nostalgia tres palabras que finalmente encierra el cine.
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Conclusiones
A través de los siete capítulos anteriormente expuestos el Proyecto de Grado enmarcado en
la categoría Ensayo y que corresponde a la línea temática Historias y Tendencias, abordó
elementos históricos, políticos, sociales, culturales, cuestiones teóricas, ejemplos fílmicos
concretos y otros generales que se desarrollaron en menor medida pero que fueron
funcionales al texto.
Lo que comenzó como una búsqueda ambiciosa de la identificación del ciudadano promedio
con los héroes y heroínas de ficción existentes, fue convirtiéndose lentamente en un Ensayo
pulido sobre la evolución de aquellos que habían estado antes y los que vendrían luego de
Indiana Jones. La decantación final por este aventurero del sombrero, sirvió para ingresar
con el Proyecto de Grado en otros pliegues y esquinas que no se conocían, y hacer uso de
todos los conocimientos que a lo largo de cuatro años de Comunicación Audiovisual se
fueron adquiriendo.
El mundo, ama a los héroes, desde siempre los ha tenido sobre un pedestal. No son tan
inalcanzables ni perfectos como los dioses, son un poco comunes y un poco especiales.
Están lo suficientemente arriba como verlos y admirarlos pero no tanto como para que la luz
del sol ciegue a quien, desde abajo, intenta alcanzarlos. Equilibradamente idílicos e
imperfectos, ese fenómeno es llamativo lo suficiente como para disparar el comienzo de la
investigación inicial. Mientras el hombre común trabaja arduamente para ganarse el pan
diariamente, éste arquetipo vive interesantes historias, corre peligros, salva al mundo
desinteresadamente y al final de la jornada se queda con la muchacha bonita y gritona.
El renovado amor, de la juventud actual, por la cultura ochentosa golpeó fuerte en este
Ensayo y fue otra de las razones que impulsaron este escrito académico. Padres
entusiastas, cinéfilos de corazón que iniciaron a sus hijas e hijos en el camino de la aventura,
cuentos, historias inventadas antes de dormir y una película de acción, ciencia ficción,
120
aventuras o fantasía, “de cuando ellos eran jóvenes”. Cualquiera perteneciente a la saga
Rambo (1982 – 2008) o de la tetralogía de Duro de Matar (1988 – 2007), una de
superhéroes o La Guerra de las Galaxias y así se podría continuar. En ese ámbito el
desarrollo de la capacidad analítica de aquellos interesados florecerá con preguntas y más
preguntas, largas listas de cuestionamientos que intentaron ser resueltos en estas páginas,
pero que en verdad solamente dan lugar a más incertidumbres.
Fue así que tuvieron lugar las opiniones y comentarios de teóricos, especialistas y
consumidores del género de aventuras, cómo fue recibido el héroe del sombrero en la
década del 80. Luego, quiénes son los herederos del género de aventuras, ¿los hay?
Finalmente se planteó la problemática, la humanización del héroe, el acercamiento al
hombre común. ¿Se busca más realidad? En caso de que dicha evolución haya tenido lugar,
¿cuáles fueron los cambios? Es un intento por crear más empatía con el espectador
solamente, o existe un cambio real en los personajes dado por el contexto.
La empatía existe y es necesaria para que el público sienta y viva la acción con el personaje.
Autores como Campbell, Vogler, Seger, Field, entre otros escritores y especialistas en el
guión y su estructura, indican que la suma del elemento empático es vital en la creación del
personaje.
Pero lo que este Ensayo sostiene es que en los años 80 la figura de acción, si bien tenía
aspectos para que la audiencia se sintiera cerca, tenía un puñado de trucos que lo hacían
digno de admirar, la astucia y la audacia de sus planes, la valentía que lo identificaba eran
pequeñas cosas que lo alejaban del hombre común. Indiana Jones es pura dualidad, un
profesor corriente, enfundado en una chaqueta de tweed emparchada en los codos y un par
de anteojos muestran al hombre común, admirado sólo por sus jóvenes alumnas. Y luego el
arqueólogo, fuerte, valiente e inteligente con el sombrero, el látigo, la campera de cuero y el
morral que recorre el mundo. Indy se zafa de todos y cada uno de los obstáculos que le
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entrega la historia. Y el público disfruta de saber, internamente que no hay peligro alguno. No
se lo nota angustiado en ningún momento, él sabe que lo resolverá.
Pero en las nuevas historias, y las nuevas sagas que llegan en el siglo XXI, los héroes si
bien logran sus cometidos respondiendo a las exigencias del género, resultan más
contradictorios, dubitativos, ¿ser o no ser? Conflictos internos, sueños, aquello que debo o
no debo ser. La psicología y la posmodernidad hacen mella en estos personajes que están
mucho más confundidos que el Dr. Jones.
Se recuerda la escena final del primer filme que tiene como protagonista a Benjamin Franklin
Gates donde llegan a ese ambiente subterráneo en busca de un tesoro que no muchos
creen que existe, la fe de Gates lo lleva a esa habitación. La depresión lo invade, está
atrapado con su equipo y no ve mucha luz al final del túnel, pero su padre lo alienta. Ben
Gates duda, se angustia, y se preocupa demasiado. Dos personalidades diferentes, en
mundos diferentes, pero que transitan realidades y caminos similares.
Hasta aquí se abrían paso uno a uno los argumentos que indicaban el cambio, la evolución
del héroe, el contexto afectando directamente a los aventureros, pero contrariamente a lo
que el Proyecto de Grado esbozó en un comienzo el discurrir de los capítulos fue planteando
nuevas aristas y caras en la temática.
El Ensayo arribó a que el género utiliza como combustible ciertos carburos que a lo largo de
los párrafos y en especial en el capítulo siete se mencionaron más de una vez. A modo de
receta, los diferentes autores, especialistas y simpatizantes comentan qué cosas agrupa
Indiana Jones y en general el género de aventuras, para perdurar. Y es allí donde las
primeras contradicciones aparecieron, al remontarse a la novela de folletín y a la novela por
entregas, que a mediados de 1800 ya entretenía y sorprendía al pueblo europeo. Éste sufrió
modificaciones e hibridaciones como quedó en claro en el capítulo dos, pero se mantuvo a
flote y fueron los 30, aquellos años dorados, la cuna de las aventuras por antonomasia. Una
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vez entrado en decadencia, allá por los 60, debido a las diferentes inclemencias en el clima
hollywoodense. La vuelta, a los ojos de López Olano, fue algo símil arqueológico “[…]
recuperando los antiguos films de la época dorada que tanto admiraban los dos cineastas”
(López Olano, 2001, p. 6). En la década del 80 fue de la mano de George Lucas y Steven
Spielberg, que se montó el regreso, el héroe de aventuras reaparecía tras décadas de exilio.
Dos cinéfilos encantados por el brillo de aquellos personajes retomaron una estructura de
relato que se creía perdida. Si bien, en términos circenses, debieron balancear todos los
platos para que no se caigan al suelo haciéndose trizas, la idea inicial fue traer un tipo de
cine que ellos habían visto en su niñez e insertarlo en la cultura pop.
De qué evolución o cambio se puede hablar cuando lo que gustó al público fue ver que un
aventurero clásico, como aquellos que se habían visto en el cine blanco y negro; volvía a
todo color y respaldado por una técnica que colaboraba desde la imagen y el sonido a que
todo resultara bien.
Algunos entrevistados repetían que su deseo era ser como ese hombre, inteligente, ágil y
divertido. Harrison Ford que se metió en la piel de un héroe de los años 30 pero con la
actitud arrolladora de los 80. Ese tipo de cambios y patrones modificados se ven, pero no
una evolución temática o textual, es un género aggiornado. Las aventuras deberán transmitir
un cumulo de emociones que ya están diseñadas, patrones que ya fueron establecidos,
hasta el momento se produjo una especie de congelamiento en Jones. Las opiniones que se
reunieron para este Ensayo, se aúnan cuando se habla de herederos, aún no ha aparecido
un aventurero que pretenda siquiera marcar una tendencia. Por fuera de la saga, suenan
más o menos afinadas algunas imitaciones, los que compartieron la década con Indy fueron
más intentos miméticos más notorios y no traspasaron la década, sencillamente
aprovecharon el oleaje del género y barrenaron hasta la costa sin mucha espectacularidad.
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Heredero por sangre es Mutt Williams también conocido como Henry Jones III, Laura Ferrari
comentó algo que el Ensayo considera posible para las futuras entregas de Indiana Jones,
“…bien trabajado puede convertirse en un referente mítico interesante: no olvidemos que
míticamente la descendencia hereda las cualidades, desgracias y defectos de los
progenitores”. L. Ferrari (comunicación personal, 29 de junio, 2012). El actor Shia LaBeouf
lleva sobre sus hombros esa carga. Como sea la semilla ha sido plantada, por parte de sus
realizadores, deberán esperar y observar qué momento será el adecuado para un nuevo
capítulo.
Las dos películas, de Turteltaub, fueron la apuesta de Walt Disney hacia la creación de un
mundo especial similar al de Jones, pero no llegó a marcar su tanto ya que para muchos, y
este Proyecto de Grado comparte en gran medida la opinión, solo era Nicolas Cage
interpretando un personaje muy similar al de Indiana pero en un contexto actual, con más
acceso a la tecnología.
Nuevamente, ¿es un pecado?, claro que no. Porque el género de aventuras está allí, así
como muchos otros, cada quien puede tomar su oportunidad para interpretar uno a uno de
esos héroes, o dirigir una de esas historias. Las personas que esperan con ansias las
nuevas opciones que traerá la esta movediza marea, estarán allí para llenar las salas. Una
vez más, el rótulo ayuda a que aquellos enamorados del género investiguen que hay de
nuevo en materia de aventuras y saquen sus propias conclusiones. Las críticas y el boca a
boca, harán su parte y el filme prevalecerá o morirá enterrado en la arena.
Por último, Indiana Jones llegó en un buen momento, la gente lo aceptó y gustó de disfrutar
sus aventuras. Por otra parte sentó un precedente y marcó, como ya se indicó, una
tendencia. A partir de él, muchos creían que aquellos héroes de sombrero existían por ahí,
que la arqueología no moría en los museos, y que se podía confiar en la multiplicidad de
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usos de un látigo. La clave se encuentra en la mitología, en los arquetipos, así ha funcionado
durante siglos, Jones reunió aquello, le dio vitalidad, emoción y humor.
El espacio está disponible para nuevas propuestas pero la realidad que se presenta a la luz
de este Ensayo es que el género de aventuras requiere de una serie de ingredientes, un
héroe infalible, locaciones exóticas y alejadas de la vista de los simples mortales y un
argumento que reúna obstáculos que mantengan la tensión constante. Aquellos que decidan
agregar condimentos extras, serán recibidos con agrado.
El catador será ese hombre común, el trabajador, el que ríe y sufre con el héroe, porque él
sabe que en el fondo ése ciudadano sentado en la sala es su alter ego y a él le debe honor.
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