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XL—DrUNI. 115 PROYECCIÓN SOCIAL DE LA EDUCACIÓN NACIONAL 37—(349) —CUR so 1959-60 Proyección social de la Educación Nacional española(*) Cuando hace algo más de cuatro años tomé pose- sión de la cartera de Educación Nacional destaqué, en unas primeras declaraciones, los dos hechos esen- ciales de la realidad cultural española que condiciona- ban ineludiblemente las tareas confiadas a mi Minis- terio. De un lado, la "masificación", fenómeno pecu- liar de nuestra época que obliga a la expansión de la cultura a zonas cada vez más amplias, apremiados por el incremento de los efectivos escolares, y de otro, la "transformación económica", que pone en pri- mer plano los problemas relativos a las carreras téc- nicas y, en general, a la cualificación profesional. Como de este planteamiento se advierte, no se ha- blaba de circunscribir a zonas más desatendidas o acuciantes las tareas de la política educativa. La ju- ventud no espera ni, por tanto, puede esperar en ningu- na de las etapas de su formación. Se trataba en el fondo, simplemente, de la necesidad de afirmar las preocupaciones y las actividades culturales, científi- cas y docentes en el cimiento de la justicia social. LA JUSTICIA DOCENTE Y EL SENTIDO SOCIAL. Si la acción de gobierno se remite en último térmi- no a la consecución de la justicia —justicia civil, jus- ticia pen-q . justicia económica—, tal ejercicio, en la parcela propia de nuestra actividad, debe conducir al logro de la justicia docente. Y esta empresa, que no puede eludir la presión del contorno en que vivimos. habrá de colocarse también al amparo del signo so- cial de la época. Empresa para la que he solicitado repetidamente y hoy me permito desde aquí reiterar de nuevo la colaboración y el esfuerzo de todos. Se trata nada menos que de lograr la verdadera comu- nidad cultural española. La justa distribución de los bienes de cultura es, a mi juicio, aún más importante que la justa distribución de los bienes económicos, ya que, sin aquélla, la última resultaría transitoria e ino- perante. Pretendemos, en definitiva, poner nuestros valores artisticos, cientificos, académicos, al servicio de los más altos valores humanos. LA ENSEÑANZA SUPERIOR. Ciertamente —y considero oportuno este momento para decirlo—, nunca ha sido nuestra Universidad * Con ocasión de haberse inaugurado la Escuela Profesional de Comercio de Barcelona, el Ministro de Educación Nacional pronunció un discurso que ofre- cemos a nuestros lectores por su interés de recapitu- lación del estado actual de la educación en el ámbito social de España y sus perspectivas futuras. una capilla totalmente cerrada al acceso de amplios sectores sociales. Quién no advierte el gran número de profesionales procedentes de los medios más mo- destos —y tantas veces los mas eficaces y laborio- sos— de nuestra sociedad ? El origen social de nuestro profesorado constituye asimismo un índice de este sentido abierto de nuestras aulas y una buena prueba, asimismo, de la capacidad de elevación y de noble rectoría que se alberga en las vetas más profundas de nuestro pueblo. Y, aunque sea de pasada, permítan- me ustedes aludir en esta oportunidad al valor de pe- netración social de nuestro tan criticado sistema de oposiciones del que frecuentemente se olvida la in- dudable eficacia como medio de apertura económica y de limpio acceso a las categorías más elevadas de nuestra comunidad nacional. Sin embargo, la conciencia de estos antecedentes no ha impedido dedicásemos primordial atención al pro- blema de ensanchar y multiplicar las oportunidades de acceso a los estudios superiores a quienes demos- trasen capacidad e ilusión para tales tareas. En los últimos cuatro cursos escolares, el número de becas universitarias sostenidas por el Ministerio ha pasado, en números redondos, de 750 a 2.500. La dotación anual de las mismas se ha triplicado. Se han creado, además, otYas 700 nuevas becas de Colegios Mayores con módulos económicos plenamente satisfactorios. En este mismo periodo de tiempo se han otorgado más de 3.000 prestaciones del Seguro Escolar, de cuya cifra superan a las 2.000 las de subsidios a los estu- diantes que han perdido a su padre o han sufrido graves quebrantos en su patrimonio familiar. Y todo este esfuerzo del Ministerio en el campo de la Pro- tección Escolar directa y en el de Asistencia Social- estudiantil se ha sentido, asimismo, reforzado por acción paralela de otros Servicios y entidades que han colocado entre sus fines esta acción solidaria con las realizaciones del Estado. Siento no sea posible detenerse en esta ocasión a subrayar otros dos aspectos de la política versitaria no demasiado comprendidos. Basta, p ra, con señalarlos: El de favorecer la extensión de las oportunidades de formación universitaria a tra- vés del reconocimiento de instituciones privadas do- centes de rango superior y el de robustecer los recur- sos materiales de nuestras Facultades a través de la elevación progresiva del coste de las matrículas. Quie- nes se lamentan de esto último no advierten —entre otras muchas razones— la tremenda injusticia distri- butiva de un grado de enseñanza sostenida, en su in- mensa parte por aquellos extensos sectores que no se benefician directamente de ella. La meta es justa- mente la inversa: que quienes dispongan de medios ayuden a cursar sus carreras a quienes lo necesiten. Aún estamos lejos de conseguirla; pero los nuevos sistemas de matrícula universitaria han permitido, por lo pronto, una total gratuidad para el 20 por 100 de los alumnos y la reducción a la mitad para otro 10 por 100. EN LAS ENSEÑANZAS TgCNICAS. Me parecería impertinente detenerme a describir ante ustedes la clara finalidad social —junto con otras cientifica,s y económicas— de la nueva ordenación de

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XL—DrUNI. 115

PROYECCIÓN SOCIAL DE LA EDUCACIÓN NACIONAL 37—(349) —CUR so 1959-60

Proyección social dela Educación Nacional

española(*)Cuando hace algo más de cuatro años tomé pose-

sión de la cartera de Educación Nacional destaqué,en unas primeras declaraciones, los dos hechos esen-ciales de la realidad cultural española que condiciona-ban ineludiblemente las tareas confiadas a mi Minis-terio. De un lado, la "masificación", fenómeno pecu-liar de nuestra época que obliga a la expansión de lacultura a zonas cada vez más amplias, apremiadospor el incremento de los efectivos escolares, y deotro, la "transformación económica", que pone en pri-mer plano los problemas relativos a las carreras téc-nicas y, en general, a la cualificación profesional.

Como de este planteamiento se advierte, no se ha-blaba de circunscribir a zonas más desatendidas oacuciantes las tareas de la política educativa. La ju-ventud no espera ni, por tanto, puede esperar en ningu-na de las etapas de su formación. Se trataba en elfondo, simplemente, de la necesidad de afirmar laspreocupaciones y las actividades culturales, científi-cas y docentes en el cimiento de la justicia social.

LA JUSTICIA DOCENTE Y EL SENTIDO SOCIAL.

Si la acción de gobierno se remite en último térmi-no a la consecución de la justicia —justicia civil, jus-ticia pen-q. justicia económica—, tal ejercicio, en laparcela propia de nuestra actividad, debe conducir allogro de la justicia docente. Y esta empresa, que nopuede eludir la presión del contorno en que vivimos.habrá de colocarse también al amparo del signo so-cial de la época. Empresa para la que he solicitadorepetidamente y hoy me permito desde aquí reiterarde nuevo la colaboración y el esfuerzo de todos. Setrata nada menos que de lograr la verdadera comu-nidad cultural española. La justa distribución de losbienes de cultura es, a mi juicio, aún más importanteque la justa distribución de los bienes económicos, yaque, sin aquélla, la última resultaría transitoria e ino-perante. Pretendemos, en definitiva, poner nuestros

valores artisticos, cientificos, académicos, al servicio

de los más altos valores humanos.

LA ENSEÑANZA SUPERIOR.

Ciertamente —y considero oportuno este momentopara decirlo—, nunca ha sido nuestra Universidad

* Con ocasión de haberse inaugurado la Escuela

Profesional de Comercio de Barcelona, el Ministro deEducación Nacional pronunció un discurso que ofre-

cemos a nuestros lectores por su interés de recapitu-

lación del estado actual de la educación en el ámbito

social de España y sus perspectivas futuras.

una capilla totalmente cerrada al acceso de ampliossectores sociales. Quién no advierte el gran númerode profesionales procedentes de los medios más mo-destos —y tantas veces los mas eficaces y laborio-sos— de nuestra sociedad ? El origen social de nuestroprofesorado constituye asimismo un índice de estesentido abierto de nuestras aulas y una buena prueba,asimismo, de la capacidad de elevación y de noblerectoría que se alberga en las vetas más profundasde nuestro pueblo. Y, aunque sea de pasada, permítan-me ustedes aludir en esta oportunidad al valor de pe-netración social de nuestro tan criticado sistema deoposiciones del que frecuentemente se olvida la in-dudable eficacia como medio de apertura económicay de limpio acceso a las categorías más elevadas denuestra comunidad nacional.

Sin embargo, la conciencia de estos antecedentes noha impedido dedicásemos primordial atención al pro-blema de ensanchar y multiplicar las oportunidadesde acceso a los estudios superiores a quienes demos-trasen capacidad e ilusión para tales tareas. En losúltimos cuatro cursos escolares, el número de becasuniversitarias sostenidas por el Ministerio ha pasado,en números redondos, de 750 a 2.500. La dotación

anual de las mismas se ha triplicado. Se han creado,

además, otYas 700 nuevas becas de Colegios Mayorescon módulos económicos plenamente satisfactorios.En este mismo periodo de tiempo se han otorgado

más de 3.000 prestaciones del Seguro Escolar, de cuya

cifra superan a las 2.000 las de subsidios a los estu-

diantes que han perdido a su padre o han sufridograves quebrantos en su patrimonio familiar. Y todoeste esfuerzo del Ministerio en el campo de la Pro-tección Escolar directa y en el de Asistencia Social-estudiantil se ha sentido, asimismo, reforzado poracción paralela de otros Servicios y entidades que hancolocado entre sus fines esta acción solidaria con las

realizaciones del Estado.Siento no sea posible detenerse en esta ocasión a

subrayar otros dos aspectos de la política

versitaria no demasiado comprendidos. Basta, pra, con señalarlos: El de favorecer la extensión delas oportunidades de formación universitaria a tra-vés del reconocimiento de instituciones privadas do-centes de rango superior y el de robustecer los recur-sos materiales de nuestras Facultades a través de laelevación progresiva del coste de las matrículas. Quie-nes se lamentan de esto último no advierten —entreotras muchas razones— la tremenda injusticia distri-butiva de un grado de enseñanza sostenida, en su in-mensa parte por aquellos extensos sectores que nose benefician directamente de ella. La meta es justa-mente la inversa: que quienes dispongan de mediosayuden a cursar sus carreras a quienes lo necesiten.Aún estamos lejos de conseguirla; pero los nuevossistemas de matrícula universitaria han permitido, porlo pronto, una total gratuidad para el 20 por 100 de

los alumnos y la reducción a la mitad para otro 10por 100.

EN LAS ENSEÑANZAS TgCNICAS.

Me parecería impertinente detenerme a describirante ustedes la clara finalidad social —junto con otrascientifica,s y económicas— de la nueva ordenación de

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las Enseñanzas Técnicas. Es materia suficientementeconocida y, si no me engaño, motivo de reacción yesperanza para grandes sectores nacionales. De otraparte, me será preciso volver sobre ella al anunciara ustedes inmediatamente nuestros planes en mate-ria de enseñanzas mercantiles. Sólo quisiera recordarlo que pueden suponer el propósito de abreviar aquelperíodo interminable y para tantos económicamenteinasequible de la preparación y, sobre todo, la inter-comunicación de los distintos grados y modalidadesdocentes; la coordinación con las enseñanzas univer-sitarias y la apertura de los estudios superiores a losalumnos procedentes de las Enseñanzas Técnicas degrado medio o de enseñanza laboral. Por cada tresalumnos ingresados en las Escuelas Superiores porla vía habitual del Bachillerato, otro procede hoy yade las Escuelas Técnicas de grado medio.

EN LA ENSEÑANZA MEDIA.

Una sola cifra comparativa puede servir para ex-presar la extensión social de nuestra Enseñanza Me-dia. En 1936, con una población nacional de 25 millo-nes, estudiaban el Bachillerato unos 125.000 alumnos.En el curso actual, para 30 millones de españoles si-guen este grado cerca de 500.000 escolares.

Así lo ha permitido no sólo la ampliación y multi-plicación de centros, sino muy significativamente laapertura de este núcleo tradicional de las enseñanzasmedias a sectores que sólo llegan a él muy difícil-mente. Las secciones filiales, los Institutos noctur-nos, los centros de Patronato llevan hoy a muchosmillares de obreros y otros jóvenes españoles econó-micamente modestos a sus aulas. El régimen de ma-triculas gratuitas permite beneficiarse de él hastaun 30 por 100 de la totalidad de los alumnos de Ba-chillerato; mientras que el número de becas destina-das a este grado —aunque debemos declararlo toda-vía notoriamente insuficiente-- se ha duplicado enestos últimos tres años.

Todo esto sin hacer entrar en cuenta al llamadoBachillerato Laboral, sin duda una de las creacionesdocentes más influidas por el propósito de ajustar laestructura de nuestros estudios a las necesidades so-ciales de España. En sí mismos, los Institutos Labo-rales, por su finalidad, por el carácter de sus ense-ñanzas y por su propio emplazamiento, son una delas obras del Régimen que más demuestran nuestrafundamental preocupación por el arraigo popular delas enseñanzas.

El centro busca al alumno allí donde —localidadrural o cabeza de partido— el escolar puede seguirestudios sin alejarse del hogar. La enseñanza se iden-tifica con la modalidad —agrícola, industrial o ma-rítima— de la economía de su ambiente. Todo fluyesin esfuerzo en este afán de ennoblecer la tarea do-cente y de valorar al pequeño rincón de nuestra geo-grafía donde proyecta sus haberes. Más de 100 Insti-tutos Laborales con una matrícula total superior alos 15.000 alumnos proclaman la realidad de estas en-señanzas, servidas por un profesorado ejemplar, queha sabido dar al título de universitario el mejor des-tino poniéndolo al servicio de una política de misión.

FORMACIÓN PROFESIONAL Y ENSEÑANZA PRIMARIA.

También la organización de nuestra Formación Pro-fesional Industrial ha experimentado en estos tres úl-timos años una transformación radical, valorando susestudios, ordenando sus especialidades, intensifican-do la construcción e instalación adecuada de sus cen-tros y consiguiendo elevar la cifra de sus alumnos amás de 60.000 escolares que siguen hoy estas enseñan-zas en las instituciones estatales o privadas. Compren-demos la natural impaciencia de los que desean incre-mentar estos números en proporción a las necesidadesinteriores y al ejemplo exterior. Pero el brusco cambioexperimentado en su estructura y la seriedad y efica-cia con que han echado a andar en su nueva orga-nización creo que constituyen segura esperanza deconseguir en pocos años el desarrollo deseable.

Y en el plano más amplio y fundamental la Ense-ñanza Primaria no puedo —y ustedes deben permi-tirmelo-- dejar de reiterar, otra y cuantas veces seme depare ocasión para ello, que la Escuela seríasiempre la piedra angular de nuestra política socialen la enseñanza. Para nosotros, alfabetizar, cons-truir escuelas, elevar las condiciones de maestros yprestar una cuidada atención a sus centros formati-vos son los principales y más trascendentes aspectosde una política que, dirigida hacia el pueblo, conside-ra que de la elevación de su nivel básico culturalpende inexorablemente el futuro de España.

Por ello, proclamamos con satisfacción que en elde enero de este ario teníamos ya 5.000 nuevas es-

cuelas terminadas, 1.175 en trance de inmediata ter-minación y 6.704 en construcción. Las cifras respecti-vas 'I r viviendas de maestros eran en la fecha indica-(r. -.e 3.315, 739 y 4.906. Solamente en el ultimo tri-mestre de 1959 se terminaron 518 unidades escolares.Y en cuanto al número de niños que frecuentan laescuela, en el curso 58-59 ha sido de 3.614.732, esdecir, un incremento de un 10,2 por 100 respecto a1953 y de un 44 por 100 si se compara con 1936.

LA COORDINACIÓN Y LA INTERCOMUNICACIÓN DE LAS

ENSEÑANZAS.

Un último aspecto de esta política de educaciónme interesa destacar. Precisamente, porque sus inne-gables repercusiones sociales parecen menos eviden-tes: Nuestra procupación por la coordinación e inter-comunicación entre todos los tipos y grados de En-señanza. Ya he aludido hoy al sistema de accesosy convalidaciones dentro de nuestros ciclos mediosdocentes y desde éstos a los superiores, que permiti-rán, cada vez más, el alcanzar los distintos gradossin solución de continuidad y un cauce donde rectifi-car la trayectoria de los estudios, ajustándola más ade-cuadamente a sus méritos y aspiraciones. Pretende-mos, en suma, terminar con aquella suerte de fata-lismo que casi obligaba, no hace mucho tiempo, a de-cidir a los diez arios el futuro profesional del escolar.

A esta finalidad responden las disposiciones queexigen a los alumnos la posesión del titulo de bachi-ller elemental para su acceso a las Escuelas de gradomedio, comerciales y técnicas; el mutuo paso del Ba-chillerato Elemental común al Laboral; la transfor-

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mación de bachilleres laborales superiores en univer-sitarios, y viceversa. En general, todo el mecanismoen que esta inspirado el desarrollo de la ley de En-señanzas Técnicas de 1957 y la puesta a punto de suengranaje, no sólo entre las de carácter superior ymedio a que directamente afecta, sino con las ciernen-.tales y primarias y con las restantes ramas de ladocencia.

Y si vuelvo a referirme específicamente a esta or-denación es porque, como vamos a ver, sus directri-ces han servido de base a la reforma que el Ministe-rio se dispone a abordar en el campo de las enseñan-zas comerciales, objeto inmediato de nuestra reuniónde hoy.

LAS ENSEÑANZAS MERCANTILES.

Dentro del panorama general de la planificación denuestra Enseñanza, los estudios de carácter mercantily administrativo ocupan un lugar destacado, cuya im-portante significación no es necesario encarecer de-masiado ni puede pasar inadvertida para quienes nosmovemos en campos profesionales tan directamenterelacionados con ellos. Significación más acusada to-davía en estos momentos en que nuestras actividadescomerciales y administrativas comienzan a marcharpor nuevos caminos cuyo recorrido habrá de exigir,más que nunca, el esfuerzo continuado de unos cua-dros profesionales suficientes y sólidamente capacita-dos. En la preparación de estos cuadros habrán dejugar un papel fundamental, corno siempre, las Es-cuelas de Comercio, que a lo largo de su centenariaexistencia han proporcionado al país esos magníficosplanteles de titulares, de los que siempre se han en-contrado destacados representantes en todos los secto-res de la actividad nacional.

Ahora bien; para situar a las Escuelas en condi-ciones de seguir cumpliendo su importante funciónserá necesario, al igual que en los restantes sectoresdocentes, adaptar la organización de sus enseñanzasal conjunto de nuestros planes e implantar aquellasmodificaciones que garanticen su mayor eficacia enel campo de la formación que les está encomendado.

La ley de 17 de julio de 1953 adelantó ya un primerpaso en esta dirección. Se reordenaron varios aspec-tos del plan de 1922, llevando además la culminaciónde los estudios comerciales a las Facultades de Cien-cias Políticas y Económicas. Dos años más tarde, alrequerir el título de bachiller elemental para el ac-ceso a las Escuelas de Comercio —exigencia estable-cida al mismo tiempo en las Enseñanzas Técnicas degrado medio— no sólo se señalaba ya un principio dereglamentación paralela, sino se establecían las ba-ses para reforzar considerablemente el contenido es-pecíficamente mercantil de los planes de estudio dela carrera de Comercio, principalmente en el gradoprofesional, dotándolos de una eficacia que ha que-dado plenamente de manifiesto en los años de vigen-cia de la nueva ordenación.

Pendientes, sin embargo. en aquella primera etapa,las reformas que habrán de llevarse a cabo en plazoinmediato en el campo contiguo de las EnseñanzasTécnicas, no se consideró llegado el momento to-davía de acometer un cambio profundo de estructura

para las enseñanzas propiamente características delas Escuelas de Comercio.

Pero esta frase de tramitación no puede conside-rarse tiempo perdido. Nos ha dotado de la experien-cia necesaria para comprender que los fines de per-feccionamiento perseguidos podrían alcanzarse conuna organización más flexible y sencilla, análoga ala que acababa de adoptarse en sectores próximosque reduciendo el número de escalones desde el Ba-chillerato, a través de las Escuelas, hasta los estudiosuniversitarios, permitiera reforzar en cada uno deellos las materias técnicas que les son propias.

Es innegable el estado de preocupación últimamen-te producido entre los interesados por ese sector dela docencia. A él han contribuido, de un lado, la rá-pida disminución de la matricula de los centros, másacusada todavía por su contraste con el aumento ex-cesivo de los años de transición entre los planes an-teriores y posteriores a 1953, y de otro, razones deíndole profesional, si bien con fuerte incidencia en loacadémico. Aunque ya comienza a señalarse una in-cipiente recuperación de la matrícula en los nuevosplanes, conviene señalar que no toda la disminuciónproducida es achacable a las modificaciones intro-ducidas en la carrera mercantil por las leyes de1953 y 1955. Parte considerable es resultado indirec-to de las reformas llevadas a cabo al mismo tiempoen el sector de las Enseñanzas Técnicas de grado me-dio que han traído hacia ellas un mayor número dealumnos. Quiero esperar confiadamente, en consecuen-cia, que cuando se ponga en práctica la reorganiza-ción de los estudios mercantiles concebida por el Mi-nisterio sobre bases análogas, la población escolarse reparta entre todas ellas, de acuerdo con los ín-dices que corresponden a una normal distribución deactividades entre las distintas profesiones.

Los PROYECTOS DE REFORMA.

Mucho me complace poder exponer las líneas ge-nerales de esta reorganización. Se ha estudiado conescrúpulo y el mejor deseo de acierto, escuchandoa todas aquellas personas y organismos que por suconocimiento y experiencia podían sernos útiles. Hade constituir para todos motivo de especial satisfac-ción proclamar, en esta circunstancia, la valiosa co-laboración que ha prestado la Comisión de asesora-miento e inspección que preside el director de estaEscuela. A la vez que se ocupaba muy eficazmentede aquellos temas de orientación didáctica que cons-tituyen su misión más especifica, preparó un estudiosobre la organización de la Enseñanza que ha servi-do de base para redactar el anteproyecto de reforma

sometido en estos momentos al dictamen del ConsejoNacional de Educación.

El anteproyecto recoge el punto de vista en el quehan mostrado coincidencia el Ministerio, la Comisiónde las Escuelas y las conclusiones de la Asamblea Na-cional de Titulares Mercantiles, recientemente cele-brada en Madrid. A saber: la disposición, en cuantosea posible, de las enseñanzas mercantiles y adminis-trativas sobre un modelo fundamentalmente similaral de las Enseñanzas Técnicas. Con las diferencias es-pecificas que naturalmente impone a las mercantiles

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la índole de su contenido y utilizando la experienciay los medios que poseen los centros que las han ve-nido desarrollando, tanto en el grado profesional comoen el universitario.

En consecuencia, el proyecto prevé la distribuciónde estas enseñanzas en dos grados: uno, que se cur-sará en las Escuelas de Comercio, en sustitución delos dos actuales existentes; otro, en las Facultades dede Ciencias, Políticas, Económicas y Comerciales, me-diante la creación en ellas de una Sección de Comer-ciales, que permita reforzar adecuadamente este as-pecto de su docencia sin que ello afecte al normaldesenvolvimiento de las otras modalidades de estu-dios que tienen encomendadas. Por el contrario, éstaspodrán acentuarse entonces con mayor plenitud.

Ambos grados, aun cuando se cursen en centrosdistintos, al igual que ocurre en las Enseñanzas Téc-nicas, se conciben adecuadamente coordinados, me-diante el acceso directo del Medio al Superior y laconvalidación en éste de las materias conocidas. Ellopermitirá una reducción de escolaridad a quienes lle-guen a las Facultades a través de las Escuelas deComercio y Administración, criterio inspirado asimis-mo en las directrices de la ley de 1957.

La reforma prevé la modalidad de ingreso ya pe-culiar de las Escuelas Técnicas: El curso selectivo,la iniciación a la técnica mercantil entre bachillereselementales administrativos. Estudios estos últimosque se implantarán progresivamente en las Escuelasde Comercio y Administración con objeto de facilitarel enlace entre las Enseñanzas Medias y las Comer-ciales, el reclutamiento del alumnado y el más com-pleto aprovechamiento de los medios docentes de quedisponen los centros. Nuestro propósito es el de es-tablecer los cursos de transformación en octubre pró-ximo para aquellas Escuelas que estén en condicio-nes de organizarlos sin que resulten perjudicadas porellos sus tareas específicas.

Como puede advertirse, el sistema previsto es muysemejante al que rige las Enseñanzas Técnicas. Nosólo por lo que se refiere a las líneas generales ya ex-puestas, sino en cuanto al establecimiento de especia-lidades, a los problemas de financiación y régimenadministrativo, a los de categorías y modos de selec-ción del profesorado, de respeto a los derechos ad-quiridos y situaciones alcanzadas. Y en cuanto al po-sible reconocimiento oficial de Escuelas no estatalesde enseñanzas mercantiles y administración, resuelto

también en igual forma y por las mismas razonesque allí se tuvieron en cuenta.

Parece innecesario añadir que el proyecto represen-ta —si bien avalado por los importantes asesoramien-tos de que he hecho mención— tan sólo el punto devista del Ministerio. Estoy seguro de que a lo largode las sucesivas etapas de su tramitación, las valio-sas aportaciones de los sectores interesados sabránconvertirlo en el eficaz instrumento que las Escuelasdesean y necesitan para cumplir la ambiciosa tareaque ante ellas se ofrece.

PLANES DE ENSEÑANZA Y MEDIOS MATERIALES.

Pero es indudable que una política de educación quepretenda ser realista, y que aspire por ello a ejerceruna acción eficaz y duradera, debe fundamentarse nosólo en una más perfecta utilización del profesoradoy la mejor ordenación de las enseñanzas, sino en laaportación de los medios necesarios para su desarro-llo. Permítanme ustedes unas pocas palabras sobreeste segundo aspecto.

Esta casa que hoy se inaugura constituye un buenejemplo del empeño y de los métodos adecuados pararesolver. A levantarla y ponerla en servicio han con-tribuido las Corporaciones y la industria leonesa. Quie-ro expresarles, sincera y cordialmente, la gratitud delMinisterio por su ayuda, importante no sólo por loque en su puro aspecto material supone, sino muyespecialmente porque con ella demuestran lo que laEscuela significa para la economía de la región. Peropuedo expresar con satisfacción que este ejemplo nosignifica un caso aislado. Responde a un plan deconjunto que ha permitido construir nuevas Escue-las de Comercio en los últimos años en otras muchasciudades, como Barcelona, Cádiz, Jaén, Lugo, Mála-ga, San Sebastián, Oviedo y Valencia; o renovar lacasi totalidad de otras muchas, como las de Madrid,Granada, Gijón, Palma de Mallorca y Salamanca. Planque habrá de continuarse al ritmo que nos permitannuestras disponibilidades, siempre limitadas. Pero enel que no cejaremos hasta dejar dignamente instala-dos a todos los centros españoles dedicados a la im-portante tarea de formación de los profesionales aquienes está confiada la tutela y la propulsión denuestra economía mercantil.

JESÚS RUBIO GARCIA -MINA.

Ministro de Educación Na-cional.