PROPUESTA PARA UN ANALISIS

DEL ESCEPTICISMO INFORMATIVO

EN EL PERIODISMO POLÍTICO^

Francisco Trejo Castillo

Asistimos a tiempos con una racionalidad en el conocimiento puesta aprueba debido a la incredulidad respecto a los pasados metarrelatoslegitimadores de la actividad científica, y aun cuando no somos un paísdesarrollado -no sé si para nuestra fortuna o desgracia-, las actitudesposmodemas parecen recorrer nuestras diferentes actividades; al menosasí parece suceder en la comunicación aunque con una condición; laescepcis^ en el periodismo informativo político.La actitud escéptica en la actividad periodística no resulta ser tan

nueva; desde hace tiempo se ha generado en torno al periodismo políticoinformativo a través de un ciclo completo, a saber: se instituye un periódico con cierta línea progresista y vanguardista, se mantiene sobre sulínea editorial, posteriormente se dan presiones políticas para cambiarla,se cambia y, finalmente, viene la incredulidad y desconfianza de loslectores como respuesta a la tergiversación de contenidos informativos.En este ensayo se tratará de establecer un análisis teórico de la

condición escéptica en la actividad periodística a partir del estudio del

' El presente ensayo tuvo como marco de trabajo el Seminario de Investigación "Escepticismopolítico y comunicación de masas" (IN-S04891) realizado bajo los auspicios de la Dirección Generalde Atención al Personal Académico de la UN AM y coordinado por la Mtra. Silvia Molina y Vedia,adscrita a la FCPyS.

^ El concepto se toma de Sexto Empírico en un contexto de facultad dubitativa en los sujetostendiente a arribar a la abstención (cpojé). Cfr. Sexto Empírico. Los tres libros de hipotipñsispirrónicas, Madrid. Reus, 1926, p. 1 {.

periodismo político mexicano, sin especificar demasiado a fin de poderextrapolarlas observaciones hechas a un nivel general de la prensa escritapolítica.

El contenido de este trabajo no intenta ser exhaustivo, por el contrario,intenta abrir nuevas líneas de investigación en un tema imposible deanalizar totalmente en este espacio. Las ideas propuestas aquí son unaredimensión de lo expuesto en otros trabajos.^

Siento pertinente destacar algunos factores constitutivos del escepticismo informativo a fin de proponer un cuerpo teórico explicativo de estetema, para lo cual me centraré en tres líneas principales a desarrollar: elorigen del escepticismo informativo, intereses ideológicos subyacentesa un diario y escepcis en el periodismo.

Origen del escepticismo informativo

El origen del escepticismo informativo** en el periodismo político incideen un elemento con gran peso: la concepción de objetividad y, sobre todo,la conceptualización de ella hecha en el modelo liberal de prensa.

El concepto de objetividad periodística desarrollado a principios deeste siglo^ en el periodismo informativo estadunidense conlleva uncontenido tendiente a erradicar la subjetividad inherente a todo periodistao comunicador social con el fin de evitar los valores, juicios y críticas entorno al sistema político.

El fundamento teórico de la objetividad liberal, curiosamente, es laTeoría del Reflejo Marxista, la cual considera al conocimiento como unproducto del sujeto cognoscente, quien debe lograr un apego fiel, fehaciente y fidedigno para lograr una descripción de la realidad objetiva.

Este paralelismo entre el conocimiento y la actividad periodísticasurge ante la evidencia clara de considerar al periodismo como una

^ Cfr. ̂ tancxííCoTí^ioOi&iiWoJdeolofiiadelaobjeúvidadperiodimicuenlusnot'iauspoUlktLytesis de Licenciatura en Ciencias de la Comunicación. FCPyS. 1994 (en revisión).

** En este trabajo se propone como definición de escepticismo informativo la actitud caracterizada por un descreimiento y falta de confianza en un diario para informar en forma veraz comorespuesta a la manipulación y tergiversación de las noticias políticas debido a su línea políticaeditorial.

^ Cfr. Máximo Simpson, "Reportaje, objetividad y crítica social ..." en Revistu Mexitww deCiencias PoUticüs y Sítciales, México. UNAM, núm.s. 86 y 87. p. 143 y s.s.

actividad cognitiva,^ en la cual se construye un conocimiento de larealidad a través de la noticia» al situamos ésta en tiempo y espacio deun hecho de la realidad cotidiana.

Con el tiempo, la Teoría del Reflejo ha sido revisada por los actualesteóricos marxistas como Adorno, Habermas y Schaff; este último ademásde criticarlo concibe y propone el modelo interaccionista del conocimiento donde tanto el objeto como el sujeto tienen una participaciónactiva en la cognosis en un claro balance de los dos elementos.A la luz de este modelo, la objetividad liberal deja entrever sus de

fectos para ser considerada como un valor a seguir por los periodistas;sin embargo, la necesidad de revisar a la objetividad liberal surge, antetodo, como un elemento productor de escepticismo informativo. En tantolos editores enarbolan este concepto "ético", la mayoría de los lectores,curiosamente, se muestran incrédulos ante la certeza del corte editorial.

Aunque el objetivo de los dueños de los diarios es publicar información sin partidismo, la verdad y trasfondo de la supuesta objetividad -ydigo supuesta porque así es, sólo en apariencia- conlleva característicasideológicas dominantes. Algunas de ellas, resumidas, son:"^La supuesta objetividad posee un marcado objetivismo visto por sus

simpatizantes como la cualidad propia del periodismo informativo, elcual le confiere atributos de verdad, lo hace creíble, fidedigno y fielreflejo de los hechos noticiosos. Este objetivismo es, sin duda, una"patología" del periodismo y en general del conocimiento porque no leatribuye al sujeto cognoscente o periodista el menor influjo sobre suproducto.

Por tanto, el periodista durante su ejercicio profesional sólo realiza unacto de contemplación del hecho noticioso,.traducido más tarde en unadescripción o reflejo de éste en su proceso de construcción de la realidada través de la noticia. En este acto contemplativo, el periodista debe deefectuar su trabajo con el máximo grado de precisión sin dejar oportunidad para las deformaciones de la información, pues de este fuerterealismo dependerá su carácter objetivo.

^ Esta afirmación se hace a partir de los estudios recientes desaiTollado.s por la Escuela deMadrid a través de autores como Alsina y Saperas en lomo a la consideración del F^ríodismo comoactividad cogni tiva, visión ya revisada en el trabajo de tesis "Ideología de la objetividad periodísticaen las noticias políticas" de este autor. {.Cfr. pp. 66-84).' Cfr. Francisco Trejo Castillo, op cit., pp. 137-141.

TEORfA

Con base en esta actividad contemplativa surge la dualidad de losconceptos gatekeeper-advocate considerado como un binomio representante de las dos posturas en constante evolución en tomo a la supuestaobjetividad. El gatekeeper es el redactor imparcial de las noticias políticas a publicar. Por su parte, el advócate es aquel comunicador o periodista con una posición social respecto a los hechos y sus efectos en lavida cotidiana. Tales conceptos reflejan el debate constante en tornoa la objetividad.Ambos modelos deszurollados a lo largo del tiempo han contenido

como elemento permanente una separación de cualidades del actoinformativo como un binomio periodístico con características dieilécti-cas, las cuales no aceptan la preponderancia de alguna de ellas en el actoinformativo, aunque la supuesta objetividad pone el acento siempre sobreuno de los mismos. Este concepto prefiere la objetividad/ teoría/ hechos/imparcialidad/ lógica/ factualidad/ racionalidad sobre el elemento subjetivo/ práctico/ valorativo/ parcial/ psicológico/ moral/ e irracional.

La supuesta objetividad en su meta por alcanzar un estado puro yfactual propugna por la despersonalización del acto noticioso, hechototalmente objetable en tanto desdeña la inherente participación subjetiva del periodista en la tríada periodística: hechos noticiosos, periodistay productos informativos. No se puede prescindir del periodista y de sumisma subjetividad sin antes invalidar el acto periodístico como tal.

Así, la base de la supuesta objetividad es establecer una actitudcientificista del periodismo y de las ciencias sociales en general. Estaconcepción trata de imponer un modelo propio de las ciencias exactasdonde supuestamente la ideología y los elementos subjetivos no tienenninguna participación, hecho totalmente objetado en este trabajo conbase en el interés rector del periodismo, concretado en la línea políticaeditorial de cada publicación.Uno de los objetivos a alcanzar con la supuesta objetividad es dar

prioridad al contexto de justificación del periodismo, es decir, evaluarsu carácter y origen con base en criterios de verdad científica y relegar el contexto de descubrimiento, o sea, el origen subjetivo del mismoacto periodístico.

Si se destierra la subjetividad del periodista, se dará un status deautoridad e independencia a los hechos, los cuales al ser sobreestimadosnulifican al periodista y desembocan en un radical objetivismo, yaobjetado anteriormente.

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Al mismo tiempo, con este concepto se niega el carácter dialécticode la noticia, esto es, predomina el carácter objetivo y desdeña su caráctersocial. La información no puede ser vista así sin antes cosificar a los individuos y caer en un mecanicismo en extremo, según el cual los sujetospueden ser reducidos a ciertas acciones sujetas a leyes.

Visto de este modo, se trata de evitar el carácter valorativo de laobjetividad en el periodismo. La objetividad no puede ser la misma paralas ciencias exactas y para las sociales. En las primeras se trabaja conelementos cosificados, inertes y objetuales, donde es preciso determinarvariables conmensurables; en las ciencias sociales y el periodismo sedesarrollan las principales hipótesis con base en cualidades valorativas,procedentes a un mismo tiempo del objeto y del sujeto, esto es, objetivo-subjetivas. Por tanto, el método de las ciencias exactas es objetivo yel del periodismo, valorativo, lo cual no implica considerar a éste comoalgo totalmente subjetivo.

Al centrarse en su carácter factual, puro y total, la supuesta objetividadconfunde la verdad absoluta con la verdad relativa. Absurdamente, lossimpatizantes de este concepto consideran a la información despersonalizada y avalorativa como una verdad absoluta de los hechos cuando enrealidad conciben una verdad relativa supeditada a su propia ideología;no existen verdades absolutas, sólo verdades relativas con grados superiores a alcanzar con cada desarrollo del conocimiento. La verdad absoluta se alcanza en un proceso INFINITO de verdades relativas.

Por lo mismo, si se destierra a la subjetividad se le negará la accióncomunicativa del periodista, esto es, se le tratará de reducir a un roldescriptor de los hechos en cuya intercomunicación con los diferentesactores sociales no tiene ninguna acción comunicativa, pues según esteconcepto no es necesaria.

Si se reduce la función informativa a una descripción de los hechostambién se evita la actitud performativa del periodista. Tal actitud es unelemento imprescindible y se caracteriza por el cuestionamiento del periodista con respecto al discurso político para después asumir una posición concretada en preguntas de contenido respecto a éste, especificadasen detalles informativos. Esta actitud nos lleva a asumir una posiciónactiva con respecto al contenido de la información política a fin de eliminar la actitud pasiva y reproductora del sistema.Con base en la actitud performativa es como el periodista accede a la

racionalización de la información política; sin embargo, la supuesta

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objetividad niega el carácter hermenéutico del periodista cuando des-tierra de la noticia toda su participación. Si el reportero no cuestiona, noracionaliza y no comprende, difícilmente procesará una informaciónpolítica ideologizada y con intereses subyacentes de sus emisores.

Al centrarse en criterios de pureza, la supuesta objetividad sobreestima el criterio de verdad y el realismo para validar la noticia. En realidadademás de la verdad son necesarios los criterios de significatividad yvalidez para acceder a una "comunicación verdadera".Al estar integrada en una sociedad liberal capitalista, la noticia es

considerada como una mercancía más. Por tanto, la supuesta objetividadbusca otro de sus fines: propiciar el consumismo. La noticia cuando vadesligada de los comentarios, según Gomis,® es "aceptada sin resistencia" por los lectores y propicia actitudes de compra a diferencia deaquélla, donde se nota el influjo subjetivo del periodista. Contrariamentea lo supuesto, en tanto la noticia presume de objetividad concretada enel corte de información, impropia para la línea editorial, el lector semuestra escéptico ante ella y deja de adquirirla.De lo anterior se deduce la siguiente característica de esta concepción:

reproduce la filosofía liberal. Esta postura surgida a partir de los estudiosde Bechelloni^ se concreta cuando un medio de difusión funciona dentro de un sistema político propio. En este caso la prensa se ha adjudicadolos postulados liberales y no sólo ha contribuido a su irradiación, tambiénha ayudado descomunalmente a su mantenimiento y reproducción dediversas modalidades.

Sin embargo, aun cuando se trata de tener una mayor transparencia dela información, la supuesta objetividad genera un elemento contradictorio: el escepticismo, como lógica consecuencia del corte editorial, de lacensura, la cual hace ratificar la presencia de intereses ideológicos subyacentes en este concepto.

® Lorenzo Gomis, Teoría delperiodisnu), México, Paidós, 1991, p. 170.^ Citado por Miquel Rodrigo AIsina. La construcción de ta noticia. México. Paidós, 1989,

p. 166.

Intereses ideológicos subyacentes a un diario

Está claro: ningún periódico funciona sin tener bien definida su "líneaeditorial" a defender en forma explícita en los géneros de opinión eímplicta en los géneros informativos. Todo editor tiene un partidismo afavor o en contra de la clase dominante y buscará por medio de supublicación conseguir algunos fines ideológicos. Entre ellos, dos de losmás importantes son: 7. Lucrar con la información, y 2. Perpetuar elsistema donde ellos están cómodamente integrados.

Para lucrar con la información, los editores necesitan enarbolar la supuesta objetividad, pues este elemento -con falsa apariencia— atraesupuestamente a los lectores y anunciantes. Se trata de informar de lamanera más neutra y general posible, "ésa es una condición de la difusión de la mercancía que es la noticia. Conviene que pueda interesar almáximo número de gente y sea aceptada sin resistencia de entrada nirechazo absolutos por el máximo número de personas posible".De esta manera se devela el carácter consumista de la supuesta

objetividad como un fin típico y propio del sistema capitalista, funciónaunada al mantenimiento y reproducción del mismo sistema a través dediferentes formas, a saber: la inculcación de la ideología dominante,dependencia clasista del mensaje, por el propiciamiento de la estabilidadsocial, la reproducción de fuentes gubernamentales y la declaración delos políticos.La reproducción del sistema a través de la inculcación de la ideología

dominante ha sido estudiada por Esteinou Madrid." Esta forma esefectuada por la prensa mediante la transmisión de discursos políticos,aculturación de conciencias y polisocialización.

Aquí la supuesta objetividad interviene de forma directa al evitar lainjerencia de toda postura opositora a los contenidos y discursos ideológicos dominantes con el fin de ser interiorizados por la mayor parte delas masas, abarcadas por los diversos medios de comunicación.La dependencia clasista del mensaje ha sido estudiada por Morin.'^

Cuando la clase dominante es dueña de los media tiene el derecho de

Lorenzo Gomis, op di., pp. 169-170.'' Javier Esteinou Madrid, Los medios de comunicación y la construcción de la hegemonía,

México, Nueva Imagen, 1983, p. 67 y ss.'2 Edgar Morin, El espíritu de los tiempos, Madrid. Taurus, 1966, p. 33 y s.s.

hacer uso de ellos como mejor le parezca. Generalmente los utilizará para reproducir su sistema de valores sin existir ningún obstáculo para ello.La tercera forma de reproducción es a través del propiciamiento de la

estabilidad social. La prensa supuestamente objetiva desdeña todas lascríticas radicales impropias para la estabilidad social y da prioridad alas acciones positivas realizadas por el gobierno. Por tanto, la prensay los media en general funcionan como "diques de contensión" y "filtros", los cuales dejan pasar lo positivo y detienen aquellas informaciones con rasgos subversivos.Tuchmann cita la siguiente forma: las fuentes gubernamentales "...pa

san a ser objetivadas como sitios apropiados donde ha de recogerse lainformación. Estos sitios de recolección de noticias son objetivados como fuentes legítimas y legitimadoras de la información y del ejerciciodel poder".'^

Edelmann cita la última: las declaraciones de los políticos.

Una declaración realizada por un Jefe de Estado, o sobre él. o de y sobre unalto funcionario gubernamental, es noticia con independencia de su importancia o validez. Tales ítems subrayan el status del funcionario del que setrata y a veces mantiene casi ningún otro peso en la vida de sus oyentes yespectadores.'^

A las anteriores formas reproductoras del sistema establecido esnecesario sumar las de corte específicamente periodístico, en particularla autocensura y la censura como "filtros" contenedores de todo tipo deinformación subversiva para los censores.La autocensura opera a un nivel intraindividual a través de la inte

riorización de concepciones deontológicas y éticas del periodista. Estees el nivel inicial de edición. Se trata de pulir la información conparámetros éticos, de evitar la propia participación subjetiva del periodista durante la construcción redaccional de la noticia.

Por si algún rasgo subjetivo es vertido en la noticia, por si existe algúnindicio de partidismo y crítica en la noticia política, la redacción seencargará de negarle el paso para su publicación. El editor tendrá la ca-

' ^ Gaye Tuchmann, La producción de la noticia, Barcelona, Gu.stavo Gilí, 1983, p. 62.''^Murray Eátlvnann, La construcción del espectáculo político, Argentina, Manantial. 1991,

p. 107.

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pacidad de eliminar todo mensaje subyacente impropio y discorde para la línea editorial de su institución. En la mesa de redacción, el editores la clara representación de la censura institucional.

Por tanto, es imposible hablar de un periodismo informativo apolíticoporque en su esencia conlleva un interés ideológico, así como una posturadefinida; en cierta medida, los dueños de los medios a través de lasupuesta objetividad hacen política al omitir cierta información comprometedora para ellos y para el sistema.Como afirma Taufic: "no existe, por tanto, la información por la in

formación; se informa para orientar en determinado sentido. Que nadiesea llamado a engaño en una materia en que tantos quieren aparecer (loscomunicadores burgueses) como inocentes, apolíticos y neutrales".'^En este elemento manipulador de la información política incide la

generación de un descreimiento y falta de confianza hacia la prensa, yen sus directores es inevitable la sospecha de una carencia de veracidady, por ende, el surgimiento de un gran escepticismo.

La escepcis en el periodismo informativo político

Aun cuando el tema del escepticismo informativo en el periodismopolítico lo he tocado tangencialmente en otros trabajos,'^ aquí trataré deestablecer ciertas líneas teóricas a fin de profundizar más en este objetode estudio, el cual se caracteriza por ofrecer una gran complejidad.Como ya se explicó, el periodismo político siempre está y estará liga

do a intereses económicos rectores concretados en su línea editorial a se

guir por el cuerpo de reporteros, al menos en lo referente a los génerosinformativos; cuando esta línea es radicalizada se pone a prueba la veracidad de las noticias.

La deslegitimación de un diario es gradativa. Veamos todo el proceso.Se crea un diario con cierta línea objetiva en el sentido de ofrecer unainformación no intencional, lo cual redunda en ofrecer un panorama con-

Camilo Taufic, Periodismo y iuclia de clases, lOa. ed., México, Nueva Imagen, 1989,p. 27.

Francisco Trejo Castillo, op. cit., p. 131.

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textualizado de la nota y renuncia a la indicatividad primordial de todoperiodismo informativo.

Aquí quiero destacar la carencia de un diario en México de corteobjetivo no intencional; es decir, aquel medio caracterizado por manteneruna independencia en su posición política al tiempo de ofrecer aconte-ceres noticiosos de todas las corrientes del espectro político sin mostrarpredilección o censura hacia alguna de ellas.

Esta tendencia caracterizada como periodismo independiente aún noha sido posible instaurarla en nuestro país: sólo ha habido intentos porllevarlo a la práctica para finalmente regresar a formas anteriores ytrilladas.

Existe otro tipo de periodismo, muy aceptado en la Facultad, perolamento atribuirle un estilo partidista y, sobre todo, tendiente a centro izquierda, muy progresista, tal vez, pero también muy distante de ser elmodelo de un periodismo objetivo no intencional.

Pues bien, una vez creado un diario de corte objetivo, resulta increíblepero se dan presiones por cambiar la línea editorial ya sea por parte dela censura oficial o, en su defecto, por la posición de los principalesanunciantes y compradores de espacios comerciales.

Está muy claro el origen de estas presiones. En el caso de la censuragubernamental, traducida en la negación de grandes inserciones pagadas,es lógico suponer la aversión del Estado hacia cierto medio concientiza-dor de las maszis y cuestionadora del sistema. De este modo, el directordel diario tenderá a asentir, sin publicidad, la caída de un diario es inminente. Del mismo modo sucede con los anunciantes privados, quienesen su mayoría apoyan el proyecto ideológico oficial.

Con las anteriores presiones se da un ajuste en la línea editorial, estoes, se muestra flexible y accede a conceder cambio concretado en unperiodismo conservador y contribuyente del status quo.Con este cambio se generará una visión al estilo de la supuesta

objetividad liberal caracterizada por un corte editorial de la información,censura y visión moralista y deontológica de los periodistas para, finalmente, caer en un escepticismo político como respuesta a la tergiversación de los contenidos informativos y, por ende, como una lesión alderecho de la información objetiva no intencional de los ciudadanos.

Está en lo cierto Martínez Albertos al señalar:

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la experiencia cotidiana demuestra que los ataques contra el derecho a lainformación de los ciudadanos son producidos más por el silencio y el recortedeformador de los hechos objetivos, que por un sistema de comentariosinterpretativos y orientadores de tales hechos.'^

Quisiera dejar en claro mi negativa a adherirme ya sea al periodismocon una visión supuestamente objetiva o con el otro extremo, el periodismo partidista, representado principalmente por los países de tendenciaexsocialista. La negativa a la primera visión parece estar explicada; midisensión con el periodismo partidista, por otra parte, se crea a partir desu desdén por la función y FORMA del periodismo informativo cambiadapor la absoluta ideologización doctrinaria como forma de aculturizar alpueblo en favor de la concepción marxista.'®Más bien, mi postura tiende en favor de un periodismo independiente

el cual mantiene una concepción laudable de la actividad periodística, esdecir, como un acto objetivo-subjetivo. Objetivo, porque la noticia secrea a partir de aconteceres informativos de la realidad cotidiana; subjetivo, porque el periodista es el profesional creador de la noticia con suinherente subjetividad participante en sus construcciones redaccionalesperiodísticas.

El diario independiente, cierto, continúa con el lucro de la información aunque tal necesidad surge para obtener un financiamiento sustentador; sinembargo, se diferencia fundamentalmente de los diarios neoliberales en suapertura a todo un abanico de posturas ideológicas y llegar incluso a unpluralismo político y en su negación a interiorizar masivamente una solaideología dominante, objetivo sustituido por el beneficio a la sociedad.'®

Una vez hecho el cambio de línea editorial en un diario, como ya seveía, se observará el rechazo, descreimiento y deslegitimación del mismoen la opinión pública; la sociedad conoce bien la ideología subyacente ala supuesta objetividad liberal traducida -disimuladamente- en mayores

José Luis Martínez AIberto.s, La infonnación en una sociedad industrial. Madrid, Tecnos1972. p. 45.

Cfr. Francisco Trejo Castillo, op. cii., sobre todo el tercer apartado del cuarto capítulo,pp. 142-145.

'® ¡dem, p. 149.

espacios brindados a las noticias oficiales y en un manejo censurado dela información de partidos opositores.A los terribles efectos de la sobreestimación del concepto de supuesta

objetividad liberal sobre la información política súmense otros factorescomo la ambigüedad en los contenidos informativos, incoherencia en ellenguaje y construcciones redaccionales, contradicción, deformación ymala interpretación de las declaraciones políticas y se tendrá la generación inminente de una actitud escéptica informativa en el periodismopolítico.

Esta escepcis, como ya lo dije, surge ante todo por la sobreestimación del concepto de supuesta objetividad, el cual destierra todo procesosubjetivo del periodista; cuando ésta se incorpora a la construcción periodística, surge la posibilidad de evitar la duda como sucede en el casode la objetividad no intencional.

Este concepto, en términos periodísticos lo concibo como

aquella descripción periodística de la realidad-objeto vinculada a sus propiedades y relaciones objetuales en donde su existencia independiente a laconciencia humana, como generadora de sensaciones, se unifica, en formaequilibrada, con la participación subjetiva del periodista para producir a unmismo tiempo una construcción periodística de ella.^®

La objetividad no intencional a diferencia de la supuesta objetividadliberal no sobreestima el realismo y el reflejo de la realidad como criterios de verdad, sino además introduce la significatividad y la validezcomo pretensiones de validez para calificar a una nota informativa comoelemento de una "comunicación verdadera"^' al integrar claramente objetividad y subjetividad del acontecer noticioso y de! periodista respectivamente.

Tal balance equilibrado del binomio periodístico da como resultadouna información tendiente a poseer la cualidad de ser objetiva sinintencionalidad, propiedad redundante en un acto informativo total singenerar escepticismo político en tomo al corte de datos importantes y delas observaciones del periodista.

p. 147.El concepto es lomado de Manuel Martín Serrano, Teoría de la comunicación. Epis

temología y análisis de referencia, 2a. ed., Madrid. Universidad Complutense. 1982. pp. 191 yss.

OlfcíLiOTECA BSTUDIOS

SESCIÜÍ; Di H;H;ñOirGíFACUL'Aíi f)£ ¿ítííOlAüPOLSTJSa'] y .598^1 fj.

Aun cuando la puesta en práctica de la objetividad no intencional enel periodismo independiente ha sido propia de países desarrollados-España, Francia, etcétera-, en nuestro país aún faltan muchos elementos para hacerla realidad; sin embargo, su posibilidad no deja de seratractiva, sobre todo como medio para solucionar -eso creo- la crisis delos medios impresos en un escepticismo informativo político.