Antecedentes

De acuerdo a la Secretaria de Medio Ambientey Recursos Naturales

(SEMARNAT) en el año 2010 la generación de residuos peligrosos en

México alcanza las 22,998.39 toneladas1, mientras que en Jalisco esta cifra

alcanzaría 1,154 toneladas durante el mismo año, producidas por las 265

empresas registradas ante la secretaria como generadores de este tipo de

residuos.

Los residuos peligrosos son aquellos que contienen “alguna de las

características llamadas CRETIB, es decir, que sea Corrosivos, Reactivos,

Explosivos, Tóxicos, Inflamables o Biológico-infecciosos”2 los cuales

tienen un gran impacto en el medio ambiente o los seres vivos a corto o

mediano plazo; lo cual justifica la importancia de su correcto tratamiento

en sus diversas etapas, incluida a la disposicion final.

1 SEMARNAT (2011) El ambiente en números. Disponible en www.semarnat.gob.mx(consultado el 13 de octubre de 2011)2 SEMARNAT (2001) Glosario. Disponible en www.semarnat.gob.mx (consultado el 13 de octubre de 2011)

De acuerdo con la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los

Residuos (LGPGIR) del 2003 los municipios tienen la obligación de

“Participar en el control de los residuos peligrosos generados o manejados

por microgeneradores, así como imponer las sanciones que procedan, de

acuerdo con la normatividad aplicable y lo que establezcan los convenios

que se suscriban con los gobiernos de las entidades federativas respectivas

de conformidad con esta Ley”. Sin embargo, las pocas capacidades

técnicas, económicas y administrativas de los municipios en esta materia ha

limitado su participación en la gestión integral de residuos peligrosos.

En el municipio de Tepatitlán desde hace 16 años se comenzó con un

programa de reciclado de la basura que sigue en vigor a pesar de

todos los cambios políticos ocurrido en el municipio (alternancia política),

en 2004 se inscribió, con el nombre de “Eco-impulso” en el Premio

Gobierno y Gestión Local siendo uno de los ganadores. Desde entonces los

esfuerzos del Ayuntamiento por avanzar en el tema han sido permanentes,

actualmente la dirección de ecología del municipio de Tepatitlán de Morelos

opera a través del programa de “Gestión integral de los residuos sólidos”

(PGI) el cual, cuenta con diversas líneas de acción entre las que se

encuentra la de recolección de residuos peligrosos:

1. Reciclaje escolar,

2. Separación y recolección de basura en los hogares

3. Convenio de recolección a empresas

4. La recolección de residuos peligrosos

Descripción del programa

El programa de recolección de residuos peligrosos consiste en la

recolección de llantas usadas, baterías (pilas), aceite vegetal usado y

residuos peligrosos biológicos infecciosos (RPBI); los cuales son destinados

a un uso final adecuado y no contaminante.

Evidencias sobre el impacto de programa

De acuerdo a las estadísticas de la Dirección de Ecología la recolección de

residuos peligrosos se ha incrementado con el avance del programa.

En materia de disposición final de llantas, se ha incrementado la recolección

durante el periodo de mayo –agosto de 2011 en 2,200 unidades

aproximadamente en el mismo periodo del año anterior, lo que ha permitido

que este número de llantas se encuentren recolectadas y destinadas a un

uso final aprobado, evitando que las mismas sean desechadas en otro tipo

de áreas donde el daño sea mayor.

Por otra parte, desde el 2005 cuentan con el programa “Ponte las Pilas”.

Actualmente, la disposición final de baterías presenta también un incremento

importante, ya que se ha registrado un aumento de casi el doble en los kilos

recolectados por la dirección, los cuales son enviados para su disposición

final adecuada a una empresa especializada.

En materia de la disposición del aceite vegetal se pudo observar durante la

visita que si bien los negocios del centro del municipio saben del programa

de recolección de estos residuos, no se ha cumplido cabalmente con la

implementación diseño del mismo, lo que ha representado problemas en

la implementación y existan problemas para recoger el aceite de este tipo de

negocios a pesar de que se recolectan en envases improvisados.

.

Por último, la dirección de ecología tiene los dictámenes que garantizan el

servicio de recolección y disposición final de residuos de tipo RPBI

por parte de particulares para aquellos negocios generadores de los

mismos; de tal manera que se ha condicionado la licencia de operación

anual, y a la vez se mantiene un control de los generadores y los residuos

peligrosos.

Fortalezas y debilidades

Una fortaleza importante del programa es que facilita su operación ante la

ciudadanía, la cual cuenta con una cultura de reciclaje que se ha fomentado

a lo largo de los últimos años; situación importante al observar que la

población acude a los centros o contenedores de reciclaje para dejar las

llantas o baterías en un lugar adecuado.

Asimismo, durante la operación del programa de residuos peligroso se han

buscado diferentes opciones para la disposición final de los residuos, lo

cual permitió encontrar una empresa que realiza este procedimiento de

manera gratuita para los residuos de llantas, sin embargo, es necesario

encontrar una empresa que realice el mismo procedimiento para las

baterías de manera gratuita, debido a que estas representan un alto costo

para el gobierno municipal.

Entre las debilidades identificadas en el programa se encuentras las

relacionadas con los recursos financieros, ya que debido al crecimiento del

municipio el número de residuos se ha incrementado y no existe el espacio

suficiente o adecuado dentro de los centros de acopio para mantener las

llantas o baterías almacenadas mientras son transportadas a las empresas

para su disposición final.

A pesar de que la idea de que el municipio participe activamente en el

manejo de los residuos peligrosos y que tienen identificadas acciones

precisas los impactos positivos de la idea se ven limitados por la falta de

formalización del programa, no se cuenta con documentos formales que

nos permitan conocer los alcances del programa, no cuentan con un

diagnóstico municipal del problema que nos permita evaluar la pertinencia,

prioridad e impacto de las acciones seguidas, no cuentan con información

para identificar las necesidades futuras en relación a la gestión de los

residuos peligrosos.