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 EN BUENA TIERRA L os mensajes de los profetas no solo eran predicciones. Ellos eran responsables de amonestar al pueblo de Dios e incluso a otras naciones. Sin embargo, las profecías predictiv as (que anticipan el futuro) ocupan hasta un 30% del Antiguo  Testamento. 1  Los críticos de la Biblia niegan que las predicciones de la Biblia sean verídicas . Creen, más bien, que es historia escrita en forma de profecía. Sin embargo, Dios no está limitado por las opin- iones humanas ni por la estrechez de sus horizontes. Por otro lado, este mismo escepticismo comparte el escenario con el morbo popular. Este estimula la fantasía de conocer el futuro motivado por la mera curiosidad. En cambio, cuando Dios revela el futuro, espera que se genere una respuesta moral en no- sotros. J esús se basó en este prin- cipio cuando dijo: “Desde ahora os lo digo antes que suceda, para que cuando suceda, creáis que yo soy” (Juan 13:19; cf. 14:29).  Más adelante revisaremos la interpretación de Daniel y Apoc- alipsis, cuyas profecías se pueden catalogar como “apocalípticas”.  V eremos las prof ecías “clásicas”, las que se relacionaron con naciones específcas; cuyo desarrollo es tuvo limitado a la historia humana; que Un mensaje dirigido a otros (y a nosotros): las profecías del Antiguo Testamento PABLO MILLANAO es licenciado en Teología  y redactor de la ACES. Se le pu ede escribir a: [email protected]

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  • EN BUENA TIERRA

    Los mensajes de los profetas no solo eran predicciones. Ellos eran responsables de amonestar al pueblo de Dios e incluso a otras naciones. Sin embargo, las profecas predictivas (que anticipan el futuro) ocupan hasta un 30% del Antiguo Testamento.1 Los crticos de la Biblia niegan que las predicciones de la Biblia sean verdicas. Creen, ms bien, que es historia escrita en forma de profeca. Sin embargo, Dios no est limitado por las opin-iones humanas ni por la estrechez de sus horizontes. Por otro lado, este mismo escepticismo comparte el escenario con el morbo popular. Este estimula la fantasa de conocer el futuro motivado por la mera curiosidad. En cambio, cuando Dios revela el futuro, espera que se genere una respuesta moral en no-sotros. Jess se bas en este prin-cipio cuando dijo: Desde ahora os lo digo antes que suceda, para que cuando suceda, creis que yo soy (Juan 13:19; cf. 14:29). Ms adelante revisaremos la interpretacin de Daniel y Apoc-alipsis, cuyas profecas se pueden catalogar como apocalpticas. Veremos las profecas clsicas, las que se relacionaron con naciones especficas; cuyo desarrollo estuvo limitado a la historia humana; que

    Un mensaje dirigido a otros (y a nosotros):las profecas del Antiguo Testamento

    PABLO MILLANAO es licenciado en Teologa y redactor de la ACES. Se le puede escribir a: [email protected]

  • EN BUENA TIERRA

    usan smbolos ms apegados a la realidad; que dan lugar a la condi-cionalidad (la respuesta negativa o favorable del ser humano); y que pueden, en ocasiones, ofrecer destellos de los eventos finales sin revelar todos sus detalles. Estas profecas a menudo se entregaban en forma verbal y podan ser entregadas al profeta por medio de visiones. En otras oportunidades, episodios de la vida del profeta constituan el mensaje (Ej.: los casos de Jeremas, Ezequiel u Oseas). En estos casos el profeta pasaba a ser un tipo, un smbolo del cumplimiento proftico, lo que tambin se poda dar con otros escenarios descritos por el profeta. Algunos de estos tipos describan la era mesinica o a Cristo mismo (Ej.: Los ltimos captulos de Isaas).

    Profecas clsicas Dentro de las profecas clsicas, existen al menos tres categoras, las que revisaremos a continuacin.

    Mesinicas Existen muchas, y los mismos ejemplos nos revelan cmo deben interpretarse a la luz de la Biblia. Gnesis 3:15 es la primera profeca de la Biblia. Apunta a la solucin divina al problema que acaba de estallar: el pecado en la tierra. La propia Biblia nos identi-fica a quienes apuntaban los pro-tagonistas de estas palabras profti-cas. La serpiente es Satans (Apoc. 12:9). Por otro lado, la simiente o descendencia de la mujer es Cristo (Rom. 16:20). El hecho de que fuera un descendiente de la Eva anticipaba su encarnacin (Gal. 4:4; de hecho, Pablo identifica a Cristo como la simiente [Gal. 3:16], como parte de la descendencia de Adn y Eva, que recibi nuevas promesas por medio del patriarca Abraham). Isaas 53 es otro pasaje clave. Los captulos 42 al 53 con-tienen cuatro Cnticos del Sier-vo, que en ocasiones apuntan al pueblo y en otras al Mesas. Esto no signifique que sean lo mismo, sino que el Mesas representara y

    cubrira la experiencia deficiente del Israel tnico, y tambin del espir-itual, pues su salvacin y sacrificio es para todos (cap. 53). Los escri-tores del Nuevo Testamento no dejan dudas al respecto al citar este pasaje (Mat. 8:17, Juan 12:38, 1 Ped. 2:2025).

    Profecas hacia las naciones Dios nunca mir con indiferencia a las dems naciones. La descendencia de Abraham deba ser una bendicin para todas las naciones (Gen. 12:13). Por lo mismo, Dios consideraba que sus profetas tenan una funcin que cumplir en ellas (Ej.: 2 Rey. 8:715; Jons). En ocasiones eran llama-dos al arrepentimiento, en otras, anuncios de su destruccin (Ej.: Abdas). Se debe tener especial cuidado al actualizar el mensaje de estas profecas a nuestro tiempo, sobre todo si las queremos aplicar a pases cuya religin oficial no es el cristianismo. Recordemos que los desastres naturales han afectado y siguen afectando a pases cris-tianos y paganos por igual. Recordemos que las profecas clsicas, por definicin son condi-cionales: requieren una respuesta

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    del ser humano. Ninguno de los avisos lapidarios contra las naciones (Ej.: Nahum, en contra de Asiria [Nnive]) lleg sin amonestaciones previas. Otro ejemplo de esta reali-dad ocurre en Gnesis 15:1416.

    Promesas del Reino y profecas hacia Israel Cuando Dios llam a la descendencia de Abraham a ser un pueblo especial, y especficamente despus de librarlos de Egipto, estableci un pacto con ellos. Este tena bendiciones y sus conse-cuentes maldiciones (Lev. 26; Deut. 27, 28), las que estaban con-dicionadas a la fidelidad del pueblo. Las pro-fecas en esta categora responden a estas estipulaciones; anticipan o recuerdan los resultados del pacto en relacin a la vivencia del pueblo. A pesar de su fracaso y exilio a Babilonia, Dios tena un plan maravilloso para ellos al regresar. Los lti-mos captulos de Isaas describe la sociedad mesinica en donde se cumpliran todas las bendi-ciones del pacto. Mucho no se cumpli, y ser materializado, en principio bajo las condiciones que revela en Nuevo Testamento (Israel espiritual/iglesia, Segunda Venida, cielo y tierra nueva). El plan no se ha alterado desde el punto de vista divino; no existe un plan para Israel y otro para la iglesia como ensea la teologa dispensacionalista. Al interpretar este tipo de profecas debemos tomar en cuenta si lo que no se cumpli tiene cabida en el escenario trazado por las profecas dirigidas a la iglesia, las que son incondicion-ales por naturaleza. Casi siempre nos daremos cuenta que se podran

    cumplir en principio, pero no en todos los detalles (Ej.: Cmo explicar que en la tierra nueva un nio muera de cien aos, o que hayan cadveres fuera de la ciudad? [Isa. 65:20; 66:23, 24]).

    Consejos generales Todos los criterios de interpretacin revisados en esta seccione tambin se aplican, pues colocan la base para la compren-sin de estos pasajes. Preste especial atencin a los smbolos que se usan. Estos

    deben interpretarse a la luz del tiempo y el lugar, pues son toma-dos de elementos ms concretos que los smbolos usados en las profecas apocalpticas. Si es una profeca mesini-ca, distinga entre lo que se cump-lira de manera incondicional (su muerte) y lo que dependa de la respuesta del pueblo. Al cotejar el cumplimiento de estas profecas en la persona de Cristo, debemos recordar que esto es posible por el rol representativo de Jess en lugar de Israel. Jess anuncia que el Reino de Dios se

    haba acercado, pero ya no sera como se describi en Isaas. No obstante, se inaugur. Al leer las profecas clsi-cas desde la ptica del Nuevo

    Testamento, sobre todo las no cumplidas, es prudente aplicar el

    principio de generalizacin y ab-straccin. Sera un error imponer que se siga aplicando a un Israel literal, en una porcin del planeta definido. Las profecas clsicas del Antiguo Testamento son fasci-nantes. Estaban dirigidas a perso-nas en contextos muy similares a los que nos toca vivir. Sus amonestaciones, sus revelaciones y visiones procuraban rescatar el plan de Dios que se fragmentaba por causa de su porfa; la misma que nos puede atacar a nosotros. Aprendamos del pasado y proyec-tmonos hacia un futuro glorioso junto a Cristo._____________

    1 George Reid, Entender las Sagradas Escrituras (Buenos Aires: ACES, 2010), p. 221.